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Concepto [editar]
Se puede hablar estrictamente de "explotación infantil" en los siguientes casos:
• Todos los niños y niñas menores de 16 años que desempeñan cualquier actividad
económica de producción que afecta su desarrollo personal o el disfrute de sus
derechos.
• Niños y niñas que son obligados a mantener un constante trabajo para que después
le quiten los ingresos recaudados.
• Niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y los 14 años que realizan
cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso.
• Todos aquellos menores de edad que son víctimas de las peores formas de
explotación infantil como las siguientes:
○ Niños y niñas víctimas del tráfico (drogas, armas,...)
○ Que sufren cualquier forma de esclavitud
○ Obligados a prostituirse.
○ Reclutados por la fuerza, obligados o inducidos a realizar actividades
ilegales o que amenazan su integridad.
Es pertinente el uso del concepto "explotación infantil" en vez del genérico de "trabajo
infantil" en la medida en que existen formas de trabajo en las que participan niños, niñas y
adolescentes y que no necesariamente implican formas de explotación o abuso, como son
los trabajos formativos propios de las culturas ancestrales o el trabajo vacacional (temporal)
de colegiales en las sociedades urbanas. En este sentido vale la pena recordar los artículos
de la declaración universal de los derechos humanos: Artículo 3 Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 25, 2. La maternidad
y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
Causas [editar]
Las razones son múltiples:
• Marginación social y extrema pobreza: la familia en general carece de las
condiciones necesarias de subsistencia y hace que los niños trabajen para mantener
la economía familiar. Esta situación solo puede resolverse con una decidida
voluntad estatal de desarrollar a la nación y proteger la familia.
• Redes de explotación infantil: múltiples redes del crimen organizado trabajan en
todo el planeta para usar a los niños y niñas en sus propósitos económicos, como la
mendicidad y la prostitución.
• Conflictos armados: en situaciones desastrosas de orden público, los niños y las
niñas son víctimas de todo tipo de abuso.
• Por presión del grupo de pares: algunos niños y adolescentes trabajan por
acompañar a sus amigos, sus ganancias son utilizadas para cubrir sus propias
necesidades, pero por el gusto de manejar dinero se van quedando mayor tiempo en
las calles, adaptándose a las vivencias de la calle.
• Por negligencia de sus padres: Esto es un acto de irresponsabilidad paterna. Es muy
frecuente en padres adolescentes.
• Por orfandad: Esto se da cuando los niños o adolescentes son huérfanos y no tienen
como sostenerse (esto tiene que ver algo con la mendicidad).
Cifras [editar]
Los reportes de la UNICEF dicen que alrededor de 246 millones de niños y niñas son sujeto
de explotación infantil en el planeta y al menos tres cuartas partes (171 millones) lo hacen
en condiciones o situaciones de peligro. Sin embargo, según el reporte "Protección infantil
contra el abuso y la violencia: Explotación infantil" de Unicef, el 70% de los niños y niñas
trabajadores del mundo lo hacen en el sector de la agricultura.
Por otra parte más de 50 países reclutan a menores de 18 años y los arman para la guerra
(2006).
Erradicación del Trabajo Infantil [editar]
En América Latina se estima que cerca del 70% de niños y niñas que trabajan lo hacen en el
sector rural. Si bien la agricultura, ya sea familiar de subsistencia o comercial, puede no ser
una actividad peligrosa en sí misma, hay muchos niños, niñas y adolescentes que trabajan
en este sector en situación de riesgo y en muchos casos de extrema explotación.
En determinadas condiciones, el trabajo infantil en la agricultura puede implicar
explotación infantil, así como riesgos físicos, debido a la manipulación de herbicidas y
pesticidas, al uso de maquinaria pesada o instrumentos punzo-cortantes, por adversidades
climáticas y muchas veces por largas jornadas de trabajo. Los niños y niñas se exponen
también a violencia en lugares de trabajo por parte de los adultos con consecuencias
psicológicas como el abuso y el estrés ocasionado por la presión de cumplir con
determinadas cuotas de producción.
Todo esto lleva a que muchos de ellos abandonen la escuela, o deban combinar el estudio
con largas jornadas en el campo lo que afecta seriamente su rendimiento educativo y por
tanto su formación.
La ONU y la erradicación del trabajo infantil [editar]
La eliminación del trabajo infantil ha sido una de las prioridades de las organizaciones de
las Naciones Unidas desde sus inicios, a fin de prevenir y combatir la explotación infantil.
Desde sus inicios la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas
ha basado su acción en la estipulación de la edad mínima de admisión al empleo como
criterio para definir y reglamentar el trabajo infantil. También promueve un enfoque
flexible, que le permite a los países abordar progresivamente el problema a partir de
estrategias orientadas al fortalecimiento de las capacidades nacionales y a la atención
prioritaria de niños, niñas y adolescentes víctimas de las peores formas de trabajo infantil.
Además, en 1992 la OIT creó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC, por sus siglas en inglés) una iniciativa de cooperación técnica dedicada
exclusivamente a prevenir y combatir el trabajo de los niños y niñas.Es nuestro deber
ayudar a estos niños que son utilizados injustamente para el beneficio de otros
Si bien en los ámbitos oficiales hay consenso en torno a estos objetivos, existen voces
discrepantes como las de los movimientos de niños, niñas y adoelscentes trabajadores que
cuestionan el enfoque de erradicación del trabajo infantil, entre otras razones porque no
considera las características culturales de muchos pueblos y naciones que integran el
trabajo infantil como una estrategia pedagógica y de socialización, es un enfoque que
criminzaliza a quienes son víctimas de determinadas condiciones sociales y se resiste a
considerar la opinión de quienes dice favorecer, esto es, de los niños, niñas y adolecsentes
trabajadores. En el Perú para el año 2001 se reportaban un promedio de 1'900,000 niños,
niñas y adolescentes que trabajan de los cuales 664,000 como promedio los hacían en las
calles de las ciudades más grandes del país. Como una de las estrategias principales surgio
el Programa Educadores de Calle desde el Estado, aunque su cobertura más alta fue
alcanzar la atención de 8.000 niños, niñas y adolescentes trabajadores de la calle.
Por que no deben trabajar los niños [editar]
Las razones por las cuales los niños, no deberían trabajar son las siguientes:
• El trabajo no permite al menor ser un niño o una niña, por ejemplo, no le da espacio
para la lúdica, tiempo normal para los niños del mundo.
• El trabajo atenta contra los derechos fundamentales del niño.
• El trabajo puede poner en riesgo su salud mental y física, por ejemplo, existen
labores que entorpecen el normal crecimiento (trabajar en un socavón) o atrofian su
cuerpo.
• El niño y la niña no tienen todavía el criterio para tomar decisiones, por lo tanto, el
niño o la niña que trabaja están siempre obligados a ello. A no ser que los tutores de
los niños consientan o les obliguen a trabajar a partir de los 16 años.
• Los niños, niñas y adolescentes pierden tanto en el presente como en su futuro, las
oportunidades que no se aprovechan hoy, serán las frustraciones de mañana. Como
se señala en el Libro "Cicatrices de la Pobreza", hay personas que no superan el
sentimiento de ser pobre y de no haber alcanzado sus metas. Muchos culpan su
condición de pobres, incluso cuando son personas adultas.
Trabajos peligrosos [editar]
Los "trabajos peligrosos" se refieren a actividades que ponen en peligro la vida y la salud
mental o física del trabajador. En cada nación del mundo deben existir legislaciones que
garanticen la protección del obrero que realiza trabajos peligrosos y en cuanto a menores de
edad, estos no pueden ser permitidos bajo ninguna circunstancia. Algunos de estos trabajos
peligrosos son:
• Explotación minera.
• Trabajos que manipulan productos químicos, por ejemplo los pesticidas en la
actividad agraria.
• Manipulación de maquinaria pesada y peligrosa como materiales corta punzantes o
eléctricos.
• Trabajo en las diferentes construcciones de edificios.
• Trabajos relacionados con acciones bélicas de todo tipo.
• Trabajos que tienen que ver con manipulación de armas.
Trabajos sospechosos [editar]
Trabajos que no tienen un riesgo para la vida, pero que constituyen un abuso a los derechos
del niño son aquellos que le exigen trabajar ocultos a la luz pública, en situaciones
infrahumanas, en largas horas de trabajo y poca remuneración y que obstaculizan el normal
desarrollo de su crecimiento. Entre ellos se pueden contar los siguientes:
• Niños y niñas que trabajan en el servicio doméstico.
• Niños y niñas que trabajan en plantaciones.
• Niños y niñas que atienden negocios como camareros.
• Niños y niñas que venden cosas en las calles.
• Mendicidad infantil.
Trabajos contra la dignidad humana [editar]
Trabajos que atentan contra el normal crecimiento del niño y la niña y va en contra de su
dignidad y respeto personal se convierten además en abuso infantil:
• Prostitución.
• Pornografía infantil.
• Exhibicionismo.
• Uso militar de niños.
El trabajo infantil desvirtúa la percepción de los niños, niñas y adolescentes, sus modelos a
seguir por lo general son negativos y sus experiencias de vida, muchas veces les hacen dar
mayor crédito a actitudes de riesgo y de mayor peligro
La explotación infantil por regiones [editar]
Aunque las cifras coinciden casi siempre con los países en vías de desarrollo o países
pobres, los países industrializados están implicados en este drama debido a que en muchas
ocasiones adquieren productos en los cuales los niños y las niñas de los países en vías de
desarrollo trabajaron. Por otra parte la constante ola migratoria que llega a los países
industrializados lleva consigo un alto número de menores de edad, muchos de los cuales
viven en marginación en los países ricos y se ven obligados a trabajar para ganarse la vida.
Normativa internacional [editar]
Aunque para muchas personas parece claro que los niños y niñas no deben trabajar sino ir a
la escuela, esto no refleja la realidad de la protección social que se da al niño en el mundo.
Los sistemas judiciales de muchos países de la tierra son en general bastante indiferentes
ante este drama y los porcentajes de niños y niñas trabajadores parece aumentar más que
disminuir. La Organización Internacional del Trabajo fijó en su Convenio 138 que sólo los
niños y niñas mayores de 12 años pueden trabajar pero solo en actividades que no
"entorpezcan su formación". En algunos países el niño y la niña entre 12 y 18 años debe
tener un permiso firmado de sus padres. Muchos países contemplan castigos judiciales a
empresas que contratan niños y niñas, pero si bien estas son fáciles de controlar, las formas
más degradantes de la explotación infantil están en manos del crimen organizado y
actividades ilícitas.
Prevención de la explotación infantil [editar]
La voluntad política de los estados es la única forma de combatir este mal global, es decir,
demandar a todo adulto que esté cometiendo este delito. Así se podrá evitar la explotación
infantil. Ante todo los países industrializados deben comprometerse a no adquirir productos
en los cuales se haya usado niños, pero deben comprometerse a la vez en ayudar al
desarrollo de los países pobres y en vías de desarrollo para que los niños no sean obligados
a trabajar. Los estados en vías de desarrollo deben hacer una opción.
I. Planteamiento General del Problema
La explotación sexual comercial de la niñez y adolescencia, es una actividad lucrativa e ilícita que
obedece a un conjunto de prácticas sociales propias de una cultura de ejercicio abusivo del poder y
violencia frente a quienes, por su condición histórica de subordinación, o bien debido a sus
circunstancias de vida, suelen ser más débiles y vulnerable. Se trata de un fenómeno en donde el
adulto visualiza a la persona menor de edad como un objeto o producto comerciable (susceptible
de ser comprado o vendido) para la satisfacción de sus propios deseos y fantasías.
Diversas investigaciones, coinciden al identificar al menos cuatro formas o expresiones de la
explotación sexual comercial, a saber: la prostitución infantil, el turismo sexual, la trata de personas
menores de edad con fines sexuales y la pornografía infantil, todas producto de una demanda
social que favorece la "cosificación" y utilización del cuerpo, la sexualidad, y la personalidad del
niño, niña o adolescente.
No se trata de un problema exclusivo de países en desarrollo o de grupos minoritarios, ni de una
actividad de trasiego desigual donde los países más pobres proveen a los más ricos de un
mercado libre de niños y niñas para su utilización y consumo, aunque es bien conocido que sí se
establecen vínculos estrechos entre países en desarrollo y países industrializados.
La explotación sexual comercial no conoce de fronteras ni de clases; existe prácticamente en todos
los países del mundo y está presente en todos los estratos sociales y, contrario a lo que
comúnmente se cree, también -y principalmente- se asienta y echa raíces en el nivel nacional,
porque para dar continuidad a la actividad se requiere de generar en cada país un mercado local
con consumidores nacionales, tal y como se desprende de una reciente investigación realizada por
el Instituto de Estudios Eticos para el Desarrollo (INEED), de la Universidad Católica de Costa
Rica, donde se concluye que la mayoría de los clientes o explotadores, en nuestro país, son
costarricenses adultos.
Dentro de este contexto, las condiciones de miseria o pobreza -si bien, no sería prudente desechar
este aspecto o ubicarlo en un lugar secundario- resultan insuficientes para explicar por si solas las
causas de este flagelo. Esta demostrado que no todas las víctimas de explotación sexual provienen
de familias pobres. Puede tratarse también de personas menores de edad que por distintos
motivos se fugan de sus hogares de clase media y que ven en la prostitución el único medio para
poder sobrevivir por su cuenta, o sencillamente para poder adquirir más bienes de consumo.
Si bien se puede señalar a proxenetas y clientes como el eslabón primario de esta compleja
cadena, distintas investigaciones realizadas en el país concluyen que se trata de una actividad
desarrollada al amparo de redes u organizaciones delictivas altamente especializadas y con
soportes tecnológicos de avanzada, en las que participan diversos actores. Intermediarios,
reclutadores (incluida la familia), taxistas y propietarios de hoteles, son solo parte de la vasta gama
de personas involucradas en las distintas transacciones ilícitas subyacentes, tales como el
soborno, la falsificación de documentos, inmigraciones ilegales, para mencionar solamente
algunas.
Acerca de las causas por las que las persona menores de edad se ven involucradas en esta
actividad, debemos señalar que son variadas y complejas. Van desde la desintegración familiar y la
violencia intrafamiliar, así como la apremiante situación económica y de desventaja social en que
se encuentran -frente al espejismo de una mejor vida, ofrecida por los proxenetas- hasta el
desgaste o distorsión de valores, donde aquellos más sublimes han sucumbido frente al
materialismo y al bombardeo incesante de comerciales, transmitidos en los medios de
comunicación colectiva, que invitan al consumo desmedido. A todo lo anterior debemos agregar
arraigados patrones culturales y actitudes históricas, propios de una sociedad de estructura
patriarcal, que ubica a la niñez y a la mujer en un nivel de inferioridad con respecto al varón adulto,
quien mira en aquellas personas, un objeto de su posesión.
En todo caso, lo realmente importante es comprender el fenómeno dentro del contexto social en
que se desarrolla, para así orientar las acciones requeridas en la dirección correcta y evitar caer en
la tentación -como comúnmente sucede- de involucrar prejuicios en la toma de decisiones, y juzgar
a la persona menor como quien busca soluciones fáciles a su realidad. Es preciso tener conciencia
de que, sin importar las causas que motivaron u obligaron a un niño, niña o adolescente a ser
partícipe en este vergonzoso negocio, que lesiona y degrada su cuerpo, capacidades y autoestima,
éste, lejos de ser un cómplice, es víctima de personas inescrupulosas que se aprovechan de su
circunstancia, vulnerabilidad y necesidades.
Otro uso habitual, esta vez con un cariz peyorativo, es el de la explotación humana, o
para establecer mayores precisiones, de la explotación injusta del trabajo humano.
Desde esta perspectiva, el beneficio que se extrae del trabajo del hombre por parte de
otro siempre es mucho mayor a las retribuciones en forma de salario. Los planteos más
relevantes de los últimos tiempos en este aspecto son los realizados por Kart Marx en su obra El
Capital; allí expone que la acumulación de capital para mejorar los procesos de producción
conlleva una menor necesidad de la mano de obra y una consecuente caída del salario. Más allá
de que el marxismo haya quedad obsoleto en muchos aspectos, lo cierto es que algunas
situaciones que denuncia siguen teniendo vigencia.
Independientemente del la noción específica de explotación que se utilice, lo cierto es que la idea
de extraer beneficio es intrínseca a la lógica de una economía de mercado y con esa orientación
debe entenderse.
La Jornada Guerrero
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E
La explotación laboral infantil una realidad -
M
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Montaña) no tienen agua entubada, y más de 500 comunidades (56%) carecen del
suministro de agua entubada en un entorno donde las fuentes del vital líquido son
Versión
pocas Imprimible
y alejadas. Enviar
El 47% de las viviendas a undrenaje (un 97% en la
no tienen
Montaña). Amigo
Analfabetismo
El 22% de la población estatal es analfabeta; en cuanto a la indígena, la mitad lo
es. Guerrero es el segundo estado con mayor índice de analfabetismo en las
mujeres (más del 23%, comparado con un 9,5% a nivel nacional; Chiapas ocupa el
primer lugar con 25,5 %, y Oaxaca el tercero con un 22%). 45,4% de la población
indígena (1 de cada dos personas) de más de 15 años no pasó por la escuela
(mujeres en mayoría).
Salud raquítica
El 96% de la población indígena en Guerrero no tiene acceso a servicios de salud
por falta de hospitales con personal calificado y con equipamientos básicos: la
Montaña cuenta con un hospital general en Tlapa para atender a 300 mil 500
personas repartidas en 17 municipios (con sólo 3 ginecólogos, dos anestesistas y
un pediatra contratados para cubrir un solo turno); 6 hospitales básicos
comunitarios (sin especialistas ni equipamiento básico); y unas 166 unidades de
salud, de las cuales más de la mitad no cuentan con un médico general (funcionan
sólo con enfermeras y personal menos calificado).
En Guerrero se encuentran 22 municipios con elevados porcentajes de desnutrición
entre la población. La mortalidad infantil es particularmente elevada en algunos
municipios: en Chilapa mueren 89 niños por cada mil nacidos vivos, mientras que
el promedio nacional es de 28 y de 6 en los países industrializados. Muchos niños
mueren de enfermedades fáciles de curar en países del primer mundo.
La mortalidad materna en Guerrero es de las más elevadas del mundo: 281 mujeres
indígenas mueren por cada 100 mil recién nacidos, mientras el que promedio es de
151 en las mujeres indígenas en México y de 51 en las mujeres mexicanas en
general.
Falta de atención a las mujeres en su edad fértil: en México 1 ginecólogo atiende a
2 mil 414 mujeres en edad fértil; en Guerrero 1 ginecólogo atiende a 4 mil 132
mujeres en edad fértil; en la Montaña de Guerrero, 1 ginecólogo atiende a 17 mil
654 mujeres en edad fértil (hay 5 ginecólogos por cada 88 mil 277 mujeres).
Conflictos agrarios
En Guerrero el 75% de la superficie total de las tierras laborables están bajo los
regímenes ejidales y comunales: unas 956 mil 895 hectáreas son del primer tipo; y
239 mil 848 hectáreas del segundo tipo.
La visión indígena de la tierra choca con el concepto mercantilista de propiedad
privada, lo que genera los problemas agrarios.
Según la Procuraduría Agraria existen 45 conflictos agrarios en Guerrero. De esos
casos, la mitad son considerados como “focos rojos”, o sea con un fuerte riesgo
que deriven en enfrentamientos armados. El estado tiene ya un alto índice de
muertos, heridos, desplazados y encarcelados, debido a conflictos agrarios.
Los conflictos más sonados de los últimos años han sido entre Zapotitlán Tablas y
Acatepec; en Atlixtac, entre las comunidades de San Juan Coapala y San Pedro
Huizapula. El más reciente (junio 18 del 2007) entre las comunidades de Tlacoapa
y Ocuapa y La Lucerna y Moyotepec, en la Montaña, en el que resultaron cuatro
muertos y al menos cinco heridos. La discordia entre estas poblaciones indígenas
son por la posesión de 456 hectáreas desde hace 120 años.
Migración desenfrenada
Ante la violencia extrema que se vive cotidianamente en las siete regiones del
estado, la falta de empleo, de servicios básicos en las comunidades, de hospitales,
incluso de parcelas y animales para trabajar, etc., más de 128 mil jornaleros salen
cada año a los estados del Norte de México (Sonora, Baja California, Sinaloa) a
ofertar su mano de obra barata.
En tanto, unos 73 mil guerrerenses emigran a los Estados Unidos cada año
(Oregon, California, Arizona, Mississippi, Florida, Nueva York, Virginia, Carolina
del Norte). Más de 950 mil de nuestros paisanos radican en Estados Unidos, entre
ilegales y nacionalizados.
Hay cerca de 300 mil guerrerenses en Chicago (en número de habitantes es la
segunda ciudad guerrerense después de Acapulco). Guerrero ocupa el primer lugar
a nivel de migración interna y el quinto lugar en cuanto a la migración
internacional. Entre 50 y 60 guerrerenses intentan cruzar la frontera para emigrar a
Estados Unidos cada día.
Narcotráfico imparable
Guerrero es el primer productor de amapola en el país. Sus campos aportan el 60%
de la producción mexicana. Las comunidades se adhieren al sistema de siembra y
cultivo de enervantes por necesidad porque los precios de los demás cultivos (café,
maíz, jamaica, frijol, etc.) se han desplomado.
Aún así su nivel de vida no mejora. En una hectárea se obtienen unos cuatro kilos
de amapola. En Guerrero el kilo de ésta cuesta treinta mil pesos; en Estados
Unidos asciende su valor hasta triplicarse. En Guerrero se encuentra una sexta
parte de los efectivos militares asignados al combate al narcotráfico en México.
Explotación infantil
La situación de pobreza extrema obliga a los niños a trabajar para contribuir a la
raquítica economía familiar por lo que no van a la escuela. Amén de que muchas
comunidades aisladas no cuentan con la infraestructura mínima (falta de aulas,
mobiliario, libros, servicios básicos, y falta de maestros).
Miles de niños abandonan su casa para mal emplearse como jornaleros agrícolas.
No tienen acceso a derechos básicos como educación, salud, vivienda y
alimentación. El pasado 12 de junio se conmemoró el Día Mundial contra el
Trabajo Infantil. Entonces diversas ONG hicieron un llamado al gobierno
mexicano y en particular a los gobiernos de Guerrero, Sinaloa y a aquellos que son
expulsores y receptores de jornaleros agrícolas.
La convocatoria fue para que “cumplan con su deber y garanticen el respeto a los
derechos humanos de la población infantil indígena, expuesta por su pobreza a ser
víctimas de la explotación por el trabajo que beneficia únicamente a los grandes
empresarios, propietarios de los campos agrícolas, que contratan ilegalmente a los
menores como mano de obra, y al mismo tiempo les niegan el acceso a derechos
básicos como la educación, salud, vivienda y alimentación”.
En tal fecha se recordó el caso del niño David Salgado, de 8 años de edad,
originario de Ayotzinapa, Tlapa, quien murió el pasado seis de enero atropellado
por un tractor cuando trabajaba recolectando tomates en el campo agrícola de la
empresa Paredes, en Culiacán, Sinaloa.
En México existen 3.1 millones de jornaleros agrícolas. Casi el 20% de su fuerza
laboral está constituida por menores de entre seis a 14 años de edad. Este grupo
registra el más alto grado de rezago educativo del país.
En la temporada de migración que inició en 2006 se contabilizaron un total de 40
mil 207 jornaleros agrícolas, de los cuales 25 mil 448 se desplazaron hacia el
estado de Sinaloa, y específicamente de la región de la Montaña guerrerense se
registró un total de 14 mil 21 jornaleros, de los cuales 11 mil 293 están
considerados como jornaleros en edad de trabajar (de los 6 años en adelante).
Ejecuciones a la orden del día
En lo que va del año se han registrado 944 ejecuciones, de las cuales 644
ocurrieron en los ocho estados donde se realizan los operativos federales contra el
narcotráfico, entre estos se menciona Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca
y Tamaulipas, entidades bajo el control de los cárteles de Sinaloa, del Golfo, de
Juárez y de los Arellano Félix. Acapulco, Chilpancingo y Tecpan son los
municipios de Guerrero que han salido más afectados por las ejecuciones.
Deforestación
Alrededor del 90 % de México está deforestado, según el Programa de la ONU
para el Medio Ambiente (PNUMA). A nivel nacional Guerrero ocupa el primer
lugar. Anualmente se pierden en el territorio mexicano unas 500 mil hectáreas.
Desarrollo humano
De acuerdo al Informe de Actividades 2005 del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, Guerrero ocupa el lugar 30 en aprovechamiento educativo, con
un índice –del cero al diez- de 0.7491, el tercer sitio más bajo del país, sólo
superado por Oaxaca y Chiapas. Los niveles del Índice de Desarrollo Humano son
casi iguales en materia de educación y salud. El Informe sitúa a Guerrero en el
lugar 30 de Desarrollo Humano.
Fuentes: Unicef, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, programa de
la ONU para el medio ambiente (PNUMA), organización de ONU para
Alimentación y la Agricultura (FAO), Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad (Conabio), INEGI,CONAPO, INI, Sedena, Agenda estatal
para el desarrollo y la autonomía de los pueblos indígenas de guerrero
Tlachinollan A:C:, Proyecto de derechos económicos, sociales, y culturales
(Prodesc). México, DF, colectivo “Pensar en voz alta” (Serpajc-Picaso). Centro de
Derechos del Migrante. Zacatecas. Red Nacional de Organismos Civiles de
Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos”. Red Guerrerense
de Organismo Civiles de Derechos Humanos. Centro de Derechos Humanos de la
Montaña Tlachinollan, Guerrero. Cencos.
Publicado: Año 1 / Julio 2007 / No. 1