Si alguno quiere venir en pos de Mí,
AHORA SÓLO QUIERO SERVIRLE
Un día por fin paré a meditar
y vi que ya nada me faltaba probar,
y que este mundo ya no tenía
nada bueno para ofrecerme.
Un día oí hablar de un hombre que
mis problemas podría resolver.
Acepté a Jesús, y Él me enseñó
la verdad y el camino.
Y...
Primer estribillo:
Ahora sólo quiero servirle, ooooh.
Ahora sólo quiero servir al Rey
y ayudar a otros a conocerle
y a sentir Su amor.
El Reino de Dios se parece a un
mercader que busca buenas perlas,
y hallando una perla preciosa,
vende todo para obtenerla.
niéguese a sí mismo
y tome su cruz cada día
y sígame negando su vida.
Se repite el primer estribillo
Él preferiría que fueras frío o caliente,
y si te entregas a Él tendrás valor y
fe para ganar almas
para el Reino de Su Hijo.
Segundo estribillo:
Y así querrás tan solo servirle,
ooooh.
Y así querrás tan solo servir al Rey
y ayudar a otros a conocerle
y a sentir Su amor.
Tercer estribillo:
Ahora sólo quiero servirle,
ooooh.
Ahora sólo quiero servir al Rey
y ayudar a otros a conocerle
y a sentir Su amor,
¡el poder de Su amor,
Su amor!
CADA MOMENTO DE MI VIDA
Cada momento de mi vida
es nada sin Ti.
Cada momento de mi vida
es oscuridad sin Tu luz. Déjame amarte más,
Cada espacio de mi corazón mucho más, Jesús.
es vacío sin Tu amor. Déjame amarte más.
Cada momento de mi vida Déjame amarte como
es nada sin Ti. nunca antes
Estribillo: te amé
Sin amarte yo soy nada, te amé
y mi vida es vacía Se repite la estrofa
sin Tu amor. Se repite el estribillo 2
El día que te encontré veces
yo sé que nací
otra vez.
AL CANTARLE A ÉL
Hay muchas maneras de
expresar amor,
y la mía es cantarle al Señor,
porque Él es mi vida y mi
canción
y es así como me expreso yo.
Primer estribillo:
Al cantarle a Él
con toda el alma y el corazón,
yo le canto a los Cielos
con los ángeles;
al Cielo sé que voy porque
Jesús es mi amor.
Cuando miro las estrellas en la
inmensidad,
siento el poder de Dios y Su
majestad.
Y en la noche, la luz estelar
me llena el alma y me hace
llorar.
Segundo estribillo:
Al cantarle a Él
con toda el alma y el
corazón,
yo le canto a los Cielos
con los ángeles;
al Cielo sé que voy porque
Jesús es mi amor.
Repetir el segundo estribillo
CONECTATE
PRESENTA

LA ORACION
 Tema y finalidad

Estrechar nuestra relación con Jesús por

medio de la oración y la alabanza. Los
tres principios de la oración: la alabanza,
la petición y el prestar oído. Doce pasos
para que nuestras oraciones cumplan lo
que esperamos de ellas.
 Objetivo
Presentarles los tres principios
orientadores de la oración: la alabanza,
la petición y el prestar oído. Enseñarles
a obtener respuestas a sus oraciones
empleando los doce pasos.
 Alabanza

Salmo 100:4. Entrad por Sus

puertas con acción de gracias,
por Sus atrios con alabanza;
alabadle, bendecid Su nombre.
 Petición

Juan 16:24b. Pedid, y

recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido.
 Prestar atención

Orar no consiste solamente en

decir lo que nosotros queremos,
sino más que nada, dejar que Dios
nos diga lo que Él quiere, esperar
en quietud y confianza hasta que
nos responda.
 Visualizar a Jesús
Cuando oramos, conviene pensar en
el Señor y visualizarlo si podemos.

Isaías 26:3
Tú guardarás en completa paz a
aquel cuyo pensamiento en ti
persevera porque en ti a confiado.
12 pasos prácticos para que nuestras
oraciones cumplan su cometido.
1. Adoptar una actitud de agradecimiento
y alabanza.
Principio clave: ¡Complázcanlo
alabándolo!

Filipenses 4:6. Sean conocidas

vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias.
 2. Comenzar con un corazón limpio.

«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio»

(Salmo 51:10).

1 Juan 3:20-22. Si nuestro corazón nos reprende,

mayor que nuestro corazón es Dios, y Él sabe todas las
cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende,
confianza tenemos en Dios; cualquiera cosa que
pidiéremos la recibiremos de Él, porque guardamos Sus
mandamientos, y hacemos las cosas que son
agradables delante de Él.
 3. Orar para que se
haga la voluntad de Dios

Valga la redundancia, pero la clave

para conocer la voluntad de Dios es tener
la voluntad para cumplir Su voluntad.

Salmo 37:4. Deléitate asimismo en el

Señor, y Él te concederá los deseos de tu
corazón.
 4. Anteponer las necesidades de los
demás a las nuestras.

Primero Jesús; luego los demás, y

el último, yo.

1 Tesalonicenses 1:2. Damos siempre

gracias a Dios por todos vosotros,
haciendo memoria de vosotros en
nuestras oraciones.
 5. Ser concretos.

Ser concretos en la oración

garantiza que obtengamos respuestas
concretas.

Las oraciones concretas obtienen

respuestas concretas.
 6. Poner todo el corazón.

Ni la extensión ni el número de
nuestras plegarias revisten importancia.
Lo que cuenta es la fe con que las
elevamos.

Jeremías 29:13. Me buscaréis y me

hallaréis, porque me buscaréis de todo
vuestro corazón.
 7. Ejercitar nuestra fe.

Cuando la fe va al mercado, siempre lleva

consigo una cesta.
Mateo 9:27-30. Pasando Jesús de allí, le
siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo:
«¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!» Y
llegado a la casa, vinieron a Él los ciegos; y Jesús
les dijo: «¿Creéis que puedo hacer esto?» Ellos
dijeron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos,
diciendo: «Conforme a vuestra fe os sea hecho».
Y los ojos de ellos fueron abiertos.
 Sin embargo, en otro caso
leemos que en cierta ciudad no hizo
muchos milagros a causa de la
incredulidad de la gente.

Mateo 13:58. Y no hizo allí muchos

milagros, a causa de la incredulidad
de ellos.
 8. Orar en el nombre de Jesús.

¡El nombre de Jesús tiene poder!

Juan 14:13–14. Todo lo que pidiereis al

Padre en Mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo
pidiereis en Mi nombre, Yo lo haré.
 9. Invocar la Palabra de Dios.

Cuando se ora conviene citar

versículos e interpelar a Dios para que
cumpla Sus promesas.

2 Pedro 1:4. Nos ha dado preciosas y

grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina.
 10. No dar lugar a las dudas.
Principio clave: Se debe orar ¡con fe!

Santiago 1:6-8. Pero pida con fe, no

dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es
arrastrada por el viento y echada de una
parte a otra. No piense, pues, quien tal haga,
que recibirá cosa alguna del Señor. El
hombre de doble ánimo es inconstante en
todos sus caminos.
 11. Darlo por hecho.
«Estar firme en la fe»
(1 Corintios 16:13).

Isaías 65:24. Y antes que clamen,

responderé Yo; mientras aún hablan,
Yo habré oído.
 12. Dar gracias a Dios
por la respuesta.

Lo que obtenemos por

medio de la oración debemos
lucirlo con alabanzas.
 TAREA
MATEO 7:7-8
1 TESALONISENSES 5:17
1 JUAN 5:14-15