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Esta claro, que hay que gestionar los sistemas de información, para producir
más deprisa y mejor. A partir de ahí hay que usar un tiempo para las otras cosas,
entre ellas una de las más importantes es VENDER SERVICIO JURIDICO.
Para explorar las técnicas de venta, utilizaré algunas máximas que nos pueden
ayudar a un desarrollo del objeto de nuestro estudio y que nos ayuden a ver de forma
inicial al contenido del curso.
Así, no es ninguna mala idea, intentar conocer y saber quien soy yo y quien
son los demás, con la finalidad de establecer una mejor comunicación que nos ayude
a explicar como vamos a intentar satisfacer la necesidad del cliente,( porque eso es
vender, satisfacer necesidades de otro) y la nuestra (a cambio de una
contraprestación, de un precio).
Todos tenemos un despacho de abogados que queremos que facture más, y ello
implica dos cosas:
En definitiva se trata de vender más. Pero ¿cómo hacer que nos compren?.
1.- En todas las empresas de servicios del mundo del 60 al 65 % de los clientes viene
por el boca oreja, es decir, por recomendación, una recomendación que sin lugar a
dudas proviene de la satisfacción del servicio recibido históricamente.
Una primera estrategia de venta, obvio es, es dar un buen servicio. Pero la
pregunta de verdad es ¿ Cómo sé que el cliente va a quedar satisfecho? ¿Porqué el
servicio técnicamente será correcto? Eso el cliente no lo va a poder apreciar. No es
abogado, ni lo sabe, ni lo puede saber. ¿Qué va a valorar? Salvo que tengamos una
bola de cristal o hagamos algo no lo podemos saber. ¿Qué hacer?, ¿ Cómo identificar
cuales son los factores de aprecio que valora nuestro clientes, es decir, que cosas son
las que realmente aprecian a la hora de valorar nuestro servicio?.
Una vez sabido que es lo que le importa del servicio que le doy (vg. La
puntualidad en las citas, la disponibilidad del letrado, su implicación en el caso, la
seguridad que me inspira, etc...) un segundo paso será conocer como valora el
cliente esos factores en el servicio que le damos, como los califica, que lo puntue.
Con esos dos datos estaré en disposición de saber de lo que le importa, que es
lo que hago bien, y que es lo que hago mal, y en consecuencia podré invertir
esfuerzos y dinero en lo que le gusta a mi cliente para que me compre más o cuanto
menos que me siga comprando.
a) ¿Qué vendo?
b) ¿A quién se lo vendo?
c) ¿Porqué me van a querer comprar lo que yo vendo?
d) ¿Porqué me lo van a querer comprar a mi y no a otro?
Todo esto lo puede decir una marca y su consiguiente posicionamiento . Hoy en
día la profesión ya no es personalista, lo que la mueve es la agrupación de
profesionales que se gestionan como un uno, y que no venden a tal o cual abogado,
sino que venden el despacho como empresa de servicios jurídicos. Una empresa que
tienes unos principios de funcionamiento que valen para todos sus miembros, una
empresa que sabe qué vende, a quién se lo vende, que sabe porque la gente compra
y sabe también que hacer para que se lo compren a él.
Por lo tanto cuando tengamos que vender, no aburramos al cliente, con promesas
relativas a nuestro fantástico servicio, ni respecto a nuestros logros anteriores, ni
respecto a nuestras excelentes capacidades técnicas. Escuchemos sus necesidades y
adecuemos nuestro producto a su satisfacción. Indiquemos en que le podemos
ayudar.
Conclusiones: