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Comodoro Rivadavia,

noviembre de 2009

AUTOS Y VISTOS
Estos autos caratulados “Asociación de
Magistrados y Funcionarios Judiciales del Chubut
c/Provincia del Chubut s/ACCION DE AMPARO”,
Expte. 390/2008) que tramitan por ante este
Juzgado Civil y Comercial n°2, Secretaría n° 4,
de los que:
RESULTA:
Que, a fs. 51/64 se presenta el Dr. Eduardo José
de Villafañe, en representación de la
“Asociación de Magistrados y Funcionarios
Judiciales de la Provincia del Chubut”, en mérito
a la copia simple del poder que acompaña; con
domicilio en la calle Alvear 509 de la ciudad de
Esquel y constituyendo el procesal en la calle
Rivadavia n° 907 1° piso de la ciudad de
Comodoro Rivadavia e interpone acción de
amparo en defensa de derechos de incidencia
colectiva, en los términos del art. 57 de la
Constitución Provincial, art. 43, 2° párrafo de la
Constitución Nacional y arts. 20/24 de la ley n°
4572 contra la Provincia del Chubut
Que pretende con su presentación se declare
que las remuneraciones actualmente percibidas
por los Magistrados y funcionarios judiciales de
la Provincia del Chubut vulneran el principio de
intangibilidad de las remuneraciones
consagrados en el art. 170 de la Constitución
Provincial y art. 5 y 110 de la Constitución
Nacional, y en consecuencia, se ordene a los
poderes públicos de la provincia su
recomposición, de conformidad con los criterios
que se determinen en la sentencia, para que
luego los afectados puedan formular en la
presente causa los reclamos pertinentes a fin de
que sus especificas remuneraciones se ajusten a
los parámetros fijados en forma genérica en la
sentencia a dictarse, por los fundamentos y
razones que se explicitan
Que a fin de explicar el actual nivel de
remuneraciones de magistrados y funcionarios
del Poder Judicial efectúa un detalle en relación
a la evolución de las normas específicas y
señala puntualmente a la ley n° 2653
sancionada el 10/01/1986-
Que indica que la referida ley –luego de una
situación análoga a la presente que motivara en
aquellos años la interposición de acciones de
amparo- equiparó las remuneraciones de los
Ministros del Superior Tribunal de Justicia y del
Procurador General a las que percibían los
Ministros de la Suprema Corte Nacional y
también establecía explícitamente la facultad
del Superior Tribunal de Justicia de establecer
las escalas salariales para los demás
magistrados y funcionarios conforme el
“sistema de porcentualidad” consagrado en el
dto. Ley n° 2240 de fecha 02/01/83.
Que señala que dicho texto contemplaba
alícuotas porcentuales similares a las
actualmente vigentes para el escalafón “Técnico
administrativo” y el de “Maestranza”. En
realidad, dice, solo se elevaron en la
porcentualidad vigente según ley n° 5444, las
alícuotas correspondientes a las categorías de
ingreso que comienzan desde el 31%, cuando
antes lo hacían desde el 16% y tomado como
pauta de referencia para el salario básico de
cada categoría la asignación que por tal
concepto le correspondía al Ministro del
Superior Tribunal.
Que apunta que en lo que se diferencian las
leyes de porcentualidad n° 2240 y la actual
según ley n° 5444, es que en la hoy en día
vigente, se modificó el criterio de asignación, ya
que se deben computar “…las remuneraciones
que por todo concepto perciban los miembros
del poder judicial en la forma en que se detalla
en planilla adjunta que como anexo es parte
integrante de la presente ley”
Que aclara que al determinarlo de modo
genérico, se involucró el adicional por
dedicación funcional, que antes solo era
contemplado para los agentes integrantes del
escalafón profesional
(03/09/92),transformándose en una grilla anexa
a la asignación de cada categoría, idéntica al
porcentual correspondiente a ésta como
asignación de cada categoría de revista; que
ello significo en cuanto se incorporó a la
remuneración total de los escalafones técnico
administrativo y de maestranza, una
recomposición total neta de salario de bolsillo
equivalente al 62% en la mas alta (prosecretario
jefe) y en la mas baja (auxiliar de maestranza) a
un 31%
Que agrega, que esa base de remuneración por
todo concepto, también incluyó otros
adicionales como el correspondiente a
“antigüedad en el título” (ac. 3164 STHCh del
13.07.98) y que para el caso de los integrantes
del escalafón de maestranza el adicional por
permanencia en el cargo (10% del básico no
bonificable) se incrementaba en la misma
alícuota cada tres años de permanencia en el
cargo (conf.art.7 de la ley 2164) Esto último fue
reparado posteriormente (Ac. 3548/06 del
22.03.06)
Que manifiesta que lo expuesto pone en
evidencia las distorsiones que generó y seguirá
generando en el futuro la actual ley 5444,
mediante un mecanismo que a poco tiempo de
su implementación y como resultado no
buscado, ha causado la reducción progresiva de
las remuneraciones de los magistrados y
funcionarios del Poder judicial de la provincia
del Chubut, lo cual vulneró y lo hace en tiempo
presente de modo concreto la garantía de
intangibilidad salarial consagrada por los art.
170 de la Constitución de la Provincia y 110 de
la Constitución Nacional.
Que refiere que queda así en evidencia la
notable gravedad institucional del caso, no solo
por lo dicho sino también por el expreso
reconocimiento de ello por parte de los distintos
estamentos del Poder Provincial en
declaraciones periodísticas e incluso de un
proyecto de ley de frustrado tratamiento, mas
tan urgente situación –expresa- hasta la fecha
no ha tenido principio de solución.
Que sostiene que la evidente violación
constitucional, públicamente reconocida en su
origen, se agrava por el transcurso del tiempo,
con visibles efectos, indisimulables en la
magistratura, a saber: La notoria dificultad para
cubrir cargos de jueces y fiscales en Comodoro
Rivadavia que desde hace 3 años resiente
especialmente el servicio de justicia sobre todo
en el área penal. Suma a ello la
desjerarquización funcional que implica por vía
del mecanismo denunciado, asignar
remuneraciones equivalentes para quienes
cumplen roles con responsabilidades y
capacidades diferentes, dato que no solo resulta
del grado universitario exigido, sino de las
condiciones de ingreso mediante concurso
público y necesario acuerdo legislativo (art. 161
a 177 de la Constitución del Chubut)
Que afirma que la secuela dañina no se agota
en estas previas consideraciones, porque al
mismo tiempo que se causa una distorsión
lesiva de las remuneraciones de magistrados y
funcionarios, se generó un clima de discordia y
enfrentamientos en las relaciones funcionales y
personales por quienes perciben toda iniciativa
de cambio como un ataque a sus derechos. Que
así se ha ingresado y por la referida ley de
porcentualidad, en un camino que deteriora la
regular prestación del servicio de justicia,
porque menoscaba directamente el nivel de
remuneración de quienes ejercen el Poder
Judicial como poder autónomo e independiente
de todo otro poder al que compete
exclusivamente la función judicial (art. 161 CP)
sin que los protagonistas institucionales decidan
y acierten con los mecanismos de resguardo de
la garantía constitucional lesionada.
Que observa que la misma ley n° 5444
paradójicamente en su art. 1° reconoce la
atribución constitucional que coarta al decir “sin
perjuicio de las facultades conferidas al Superior
Tribunal de Justicia por ley n° 5097..” empero
fácticamente veda toda posibilidad de ejercerla
con la indicación de que no puede apartarse de
los parámetros fijados en su anexo…”
Que expresa que lo expuesto se ve reflejado en
sus consecuencias y proyecciones, en el
compromiso de tres ejercicios presupuestarios
(2006, 07, 08) para la ejecución del 100% de la
porcentualidad que restablece la ley 5444
(conf.art.3° de la citada ley)
Que en sus consecuencias, por cuanto la
porcentualidad reestablecida en los términos de
la mentada ley implicará, al ejecutarse al 100%,
un incremento promedio para un Juez de
primera instancia con 10 años de antigüedad
equivalente al 57,18%, mientras que para la
categoría mas alta del escalafón administrativo,
con la misma antigüedad, significará un
incremento equivalente al 134,48% (tres veces
mayor) según se demuestra con la planilla de
evolución de los haberes del Poder Judicial que
se acompaña.
Que visto desde otra perspectiva el programa
destinado a sueldos del presupuesto del Poder
Judicial, se consume el 1,47% para atender los
sueldos de 6 ministros y los 2 titulares de los
Ministerios Públicos, el 19,87% para atender las
remuneraciones de 144 magistrados (jueces,
fiscales y defensores); y el 31,82% para los 310
funcionarios letrados y demás integrantes del
escalafón profesional. A la par, para atender las
remuneraciones de 781 empleados del
escalafón técnico administrativo y de
maestranza se consume el 46,84% del
programa presupuestario destinado a cubrir los
sueldos de los agentes del poder Judicial de la
provincia. Acompaña planilla al respecto y
expresa que para el caso de que los datos
fuesen negados, prueba informativa mediante
será motivo de corroboración en la Dirección de
Administración del Poder Judicial Provincial.
Que renglón seguido se refiere a las
consecuencias en las proyecciones, y dice que
la ley n° 5444 implica condicionar
absolutamente la facultad de fijar los haberes
de sus agentes la cual es facultad delegada
constitucionalmente y legalmente en la cabeza
del poder judicial, no solo durante estos últimos
3 períodos presupuestarios, sino para el futuro,
por el impacto presupuestario que cualquier
recomposición salarial traduce en la práctica la
aludida ley.
Que sostiene que esto último, es lo que impide
recomponer el evidente deterioro de los salarios
correspondientes a los magistrados y demás
funcionarios del Poder Judicial, lo que fue
reconocido públicamente por el Poder Ejecutivo
Provincial (ver diarios “El Chubut”, “Crónica”,
“El Patagónico” y “Jornada” del 29 de mayo de
2008 y subsiguientes publicaciones que se
adjuntan con la presente)
Que la situación de deterioro –agrega- se
verifica claramente de las planillas
comparativas de cargos idénticos y en iguales
franjas etarias de magistrados y funcionarios de
Poderes Judiciales de la región, la cual se
acompaña, sin perjuicio de que los datos que
contienen, serán corroborados con la prueba
informativa que se ofrece en otro capítulo.
Que párrafo aparte manifiesta que no alcanza a
comprender porque motivo no se adoptó la
indispensable decisión de derogar tal porción de
la ley de porcentualidad, máxime si existe
comprensión y el explicito reconocimiento
institucional de la situación a través del
proyecto de ley n° 166/07 elevado por nota n°
163/MCJ/2007, suscripto por quien fuera
Presidente del superior Tribunal de Justicia, Dr.
Pedro Cortelezzi y el Gobernador de la provincia
don Mario Das Neves, el cual en su exposición
de motivos reza textualmente “…que la
aplicación de la ley 5444 ha tenido como efecto
positivo un replanteamiento de los salarios de
los agentes contemplados en las categorías 2 y
3 pero al propio tiempo ha producido una
distorsión intolerable en la pirámide
remunerativa, al punto que, muchos empleados
obtienen retribuciones ostensiblemente
superiores a la de algunos magistrados, asi
como la diferencia remunerativa entre los
mismos jueces está poco menos que
allanada…” Acompaña copia del citado
proyecto.
Que en función de lo expuesto supra, describe
la actual situación remuneratoria que acompaña
como “Anexo A”, a la cual debe adicionarse la
antigüedad (calculada a razón de un 3% por año
de antigüedad) y la zona. De ello debe detraerse
un 14% en concepto de aporte personal
jubilatorio y un 4% como aporte obligatorio a la
obra social de la provincia. A su vez y para
luego hacer el análisis comparativo con las
remuneraciones de otros Poderes Judiciales
Provinciales y de la Nación, necesario a los fines
de esta presentación y según criterios
jurisprudenciales que se glosan, acompaña
como Anexo A los sueldos brutos de las
principales categorías de Magistrados y
Funcionarios, a partir de una antigüedad que se
ha establecido en función de la franja etaria en
que normal y mas usualmente son ejercidos
estos cargos, 25, 20, 15, 10 y 7 años
respectivamente.
Que aunque manifiesta que ello es en principio
ajeno a esta presentación, reitera que las
escalas remuneratorias del Poder Judicial han
sufrido una notoria distorsión –entre el
estamento magistrados y funcionaros con
respecto a los empleados como consecuencia
de la ley 5444, que restableció en plenitud el
régimen de porcentual salarial. Ello implicó, que
en función de dicha normativa, el incremento
porcentual promedio de magistrados y
funcionarios fuera del 9,40% y el de los
empleados un 17,50%, circunstancia que agravó
el atraso salarial de los primeros, sin perjuicio
de afectar la necesaria proporcionalidad y
razonabilidad que debe existir entre las
retribuciones de los integrantes del Poder
Judicial en su conjunto, acorde las funciones y
responsabilidades que a cada uno le incumben.
Señala a modo de ejemplo que un Ministro del
Superior Tribunal con 19 años de antigüedad
percibe un sueldo de $12.936 y un Jefe de
departamento con 39 años de antigüedad, la
suma $12.590.
Que a continuación hace referencia a los dichos
del Sr. Gobernador de la Provincia en el diario
“El Chubut” del día 29 de mayo de 2008, los
cuales –dice- implican un expreso
reconocimiento de la situación pero sin
respuesta institucional hasta la fecha.
Que reitera, lo dicho respecto de la incidencia
negativa del tema en cuestión en lo que
concierne al debido servicio de justicia, basta
señalar lo que es ya de conocimiento público: la
imposibilidad de cubrir las vacantes necesarias,
en razón de expectativas salariales poco
convincentes; cita en relación a ello a Sagües
(“Elementos de derecho Constitucional” T I pag
652)
Que en lo que concierne a los fundamentos de
la presente acción, alude en primer lugar al
principio de intangibilidad de las
remuneraciones
Que expresa que la Suprema Corte Nacional, en
reiterados pronunciamientos, se ha encargado
de señalar las razones y alcances del citado
principio y efectúa las citas de dichos fallos.
Sostiene que la Corte Federal se ha preocupado
por emplazar el principio de intangibilidad por
encima de la decisión de “mayorías
circunstanciales” y advirtió que no debe ser
asimilado a un mero reclamo salarial o un
privilegio. En esa línea –dice- se inscribe el fallo
“Chiara Diaz”, que en parte transcribe.
Que a continuación se refiere al mismo principio
en el marco Constitucional Provincial,
puntualmente al art. 170 de nuestra Carta
Magna; indica que en el fallo “Bonorino Peró” la
SCJN destacó que la garantía de intangibilidad
de las remuneraciones contemplada en el art.
110 de la CN es exigible también en las
provincias, ya que es un principio constitucional
federal que ellas deben respetar, a tenor del art.
5 de la C.N. (Fallos : 307:2174) Cita también al
fallo “Bruno” (311:460) donde el máximo
tribunal sostuvo que “el principio de
descentralización federal que inspira la ley
suprema, fundamenta el derecho de cada
Estado Provincial de fijar los ingresos de los
magistrados, ya que éstas se dan sus propias
instituciones locales y se rigen por ellas” (art
122 – art 105 en el texto anterior a la reforma
de 1994) Pero ello es así “en la medida en que
las normas locales preserven la sustancia del
principio, de manera que la ratio de éste no
resulte frustrada (doctrina ratificada en Chiara
Diaz)
Que renglón seguido la parte actora expresa
que el art. 170 de la Constitución Provincial,
ratifica el precepto contenido en la norma
Superior federal e incluso amplía sus alcances
subjetivos, pues en el orden local la garantía
comprende –ademas de los jueces-, a los
funcionarios designados con acuerdo y a los
secretarios letrados. Mientras que la CN solo
refiere a los “jueces”, garantía extendida luego
a los integrantes del Ministerio Publico por el
art. 120, conf. Ref. de 1994. Por otra parte –
manifiesta- las excepciones referidas a los
aportes previsionales de la Seguridad Social,
tributos o normas de emergencia –mas allá de
su constitucionalidad- no están en juego en el
presente caso, donde la afectación al principio
de intangibilidad se deriva exclusivamente de la
falta de adecuación de las remuneraciones
judiciales a los niveles razonables que la función
exige. Y concluye: es en correspondencia con
los preceptos constitucionales citados que debe
determinarse si las remuneraciones vigentes en
nuestra Provincia se ajustan a las exigencias
constitucionales.
Que párrafo aparte, la actora retorna a las
consideraciones del fallo “Chiara Diaz” y señala
que aquélla se adentra en lo que constituye la
cuestión fundamental a dilucidar, eso es: cual es
el significado que debe asignarse a la garantía
de intangibilidad. En el precitado
pronunciamiento se sostiene que “Cabe partir
de la base de que los derechos fundamentales y
las garantías institucionales tienen un
“contenido esencial y mínimo” que debe ser
respetado por todos los habitantes y por lo tanto
obliga también a los Estados Provinciales. Debe
observarse a este respecto que, lejos de
tratarse de un privilegio de los jueces, lo que se
discute es el derecho a la igualdad de todos los
habitantes, que deben gozar de parejas
posibilidades de que sus conflictos sean
resueltos por magistrados independientes
cualquiera sea la competencia a la que se hallen
sujetos en todo el territorio de la Nación. De tal
modo, la diversidad de las compensaciones
puede y debe necesariamente existir, pero debe
haber un contenido mínimo que permita
considerar que la garantía constitucional es
verdaderamente efectiva en todo el territorio de
la Nación”.
Que añade que en esa misma línea y ratificando
la idea de una “remuneración promedio”,
continúa el voto señalando que “una
compensación indigna o demasiado alejada de
los promedios nacionales alejará a los jueces de
sus cargos y consagraría una remoción
indirecta, con palmaria afectación de las
instituciones republicanas, lo que es
constitucionalmente inadmisible en un Estado
de Derecho”.
Que continúa la exégesis del fallo y expresa que
en el Considerando 11, se sintetizan las
especiales condiciones que deben configurarse
para que la garantía de intangibilidad pueda
reputarse vulnerada, dando así derecho a
formular los reclamos judiciales respectivos –
amparo mediante-. En este sentido –expresa-
que las condiciones están dadas “cuando se
produce un ostensible deterioro temporalmente
dilatado de las remuneraciones de los
magistrados respecto de lo que resulta
razonable”. Luego se desarrolla esa afirmación
inicial y se indican los tres (3) presupuestos y
los dos (2) criterios que deben concurrir en el
caso concreto. Asi señala que: 19 Debe existir
un ostensible deterioro sufrido por las
remuneraciones de los magistrados que en cada
caso acontezca, en su proyección en la relación
de desempeño de la función judicial”
(reiteración de la doctrina de los fallos 307:2174
y 308:1932), 2) Deben ponderarse “períodos de
tiempo mas o menos prolongados en los que la
remuneración real puede experimentar altibajos
propios de las circunstancias pero que, en su
globalidad, mantienen la intangibilidad querida
por el texto constitucional, sin perjuicio de
admitir un cierto desfase mensual que no incida
con entidad significativa en el aspecto
patrimonial de la garantía estatuida en el art.
110” (se reitera la doctrina sostenida en Fallos
314:749, 316:2379 y 319:1352) y 3) el tercer
elemento exige, según la Corte, aplicar dos
“criterios de razonabilidad sustantiva” : a)el
primer criterio conduce a “considerar razonable
lo que surge de lo que las demás jurisdicciones
hacen y por ello es que se considera que las
remuneraciones judiciales de todo el país deben
reconocer una cierta base igualitaria mínima
respecto de las condiciones salariales de sus
magistrados, que hagan a la dignidad,
inamovilidad e independencia de éstos. En este
sentido, la valoración que las provincias hagan
del merecimiento salarial de sus jueces, no
pueden alejarse en forma grosera de las
remuneraciones que perciben los demás jueces
en las restantes jurisdicciones, tanto a nivel
nacional como provincial. La prudencia a este
respecto indica que, salvo circunstancias
debidas a zonas inhóspitas o desfavorables, o
con costos extraordinariamente altos, en que la
vida austera, pero digna, requiera mayores
remuneraciones, todos los jueces provinciales
deben percibir retribuciones que observen una
razonable relación con el promedio de las que
perciben los jueces de las restantes
jurisdicciones provinciales y nacional a efectos
de no violar el mencionado art. 5 de la
Constitución Nacional y tampoco incurrir en una
desigualdad discriminatoria que atentaría contra
la garantía del art. 16 del mismo texto supremo,
y, de este modo, alcanzar una solución
objetivamente justa”; b) el segundo criterio
lleva a considerar “la razonabilidad en relación
al caso concreto, ya que la garantía importa,
necesariamente, que los jueces puedan tener
una vida digna, entendiendo por ello la
posibilidad de que el ingreso que perciben les
permita su subsistencia y la de su familia, de
manera compatible con el cargo que la sociedad
le ha encomendado. En este orden de ideas,
este Tribunal puso de manifiesto que será la
magnitud notable y el ostensible deterioro
sufrido por las remuneraciones de los
magistrados que en cada caso acontezca, en su
proyección en la relación de desempeño de la
función judicial, la que justificará la tutela que
se persigue por la vía del amparo con apoyo en
la mentada clausula constitucional (Fallos
307:2174 y 308:1932)”
Que analiza luego, a la luz de las directivas
reseñadas, si las remuneraciones de los
magistrados y funcionarios judiciales
provinciales se ajustan al principio de
intangibilidad, es decir, si se respeta o no “el
contenido mínimo y esencial” a que alude la
Corte Federal. Señala que no cabe duda que se
está en presencia de un “ostensible deterioro”
de éstas, ponderadas en un período de tiempo
mas o menos prolongado. Refiere, como ya
señaló en el apartado III, que en los últimos
años, fundamentalmente a partir de la salida del
régimen de convertibilidad (año 2002) no han
mediado mejoras salariales con entidad
suficiente para recomponer mínimamente las
retribuciones de los jueces y funcionarios
judiciales. Advierte que no se trata de un
deterioro menor del poder adquisitivo de las
mismas y que debe juzgarse en conjunto con los
demás parámetros que la Corte señala en el
precedente que invoca.
Que en relación al primer criterio de
razonabilidad sustantiva, afirma que resulta
patente que dicha “base igualitaria mínima” que
debe existir entre las remuneraciones de los
jueces de las diversas jurisdicciones –tanto a
nivel provincial como nacional- tampoco se
encuentra cumplida. Realiza una comparación
entre las retribuciones de los poderes judiciales
de la región patagónica como así también de los
magistrados federales con desempeño en
idéntica región, incluyendo adiciones que se
perciben por el mayor costo de vida, tomando
de tal modo –refiere- situaciones homogéneas.
Que detalla que en el cuadro adjunto a la
demanda (Anexo A), se indican las
remuneraciones que se corresponden a los
principales cargos de la categoría Magistrados y
Funcionarios en las provincias de Tierra del
Fuego, Santa Cruz, Neuquen, Rio Negro, La
Pampa y Chubut, como también del Poder
Judicial de la Nacion con desempeño en la
región. Aclara que se determinó el sueldo bruto
con mas la antigüedad promedio en que,
normalmente, se accede a cada cargo.
Que expone que de la compulsa de las
remuneraciones se evidencia que aquellas que
corresponden a la provincia del Chubut exhiben
un manifiesto y notorio retraso respecto a las
restantes, constatando un desfasaje, en
promedio del 50%
Que sostiene que demuestra que no se cumple
respecto a los magistrados y funcionarios de
esta provincia el extremo requerido por la Corte
en el precedente “Chiara Diaz” en cuanto a que
los jueces provinciales guarden una razonable
relación con el promedio de las remuneraciones
que perciben los jueces de las restantes
jurisdicciones provinciales y nacional “a efectos
de no violar el mencionado art. 5 de la
Constitución Nacional y tampoco incurrir en una
desigualdad discriminatoria que atentaría contra
la garantía del art. 16 del mismo texto supremo
y, de este modo, alcanzar una solución
objetivamente justa”.
Que considera que tampoco se encuentra
cumplido el segundo criterio de razonabilidad
impuesto por la Corte, esto es, “la razonabilidad
en relación al caso concreto”, pues los niveles
remuneratorios del Poder Judicial de la provincia
del Chubut en razón de su manifiesto deterioro,
no garantizan que sus jueces tengan una vida
digna, entendiendo por tal “la posibilidad de que
el ingreso que perciben les permita su
subsistencia y la de su familia, de manera
compatible con el cargo que la sociedad le ha
encomendado”. Indica que tal estándar es de
más difícil ponderación pero entiende que surge
patente de los montos que se indican en las
planillas anexas.
Que en capítulo aparte –V- se explaya sobre la
legitimación activa y la procedencia de la vía
elegida (amparo colectivo)
Que comienza por explicar que la Asociación de
Magistrados y Funcionarios Judiciales del Chubut
es una asociación civil, con personería jurídica y
sin fines de lucro que nuclea a los magistrados y
funcionarios de esa provincia. Refiere que entre
sus fines estatutarios se encuentra el “gestionar
ante los poderes públicos en todo lo que haga a
los fines de la Asociación” (art. 2° inc. B) de los
Estatutos Sociales –cfr. ANEXO C). “representar
a sus asociados en la defensa de sus intereses
legítimos compatibles con las finalidades de la
Asociación” (art. 2 inc.f) y “ realizar todos los
actos y gestiones que fueren necesarios para el
mejor cumplimiento de los fines estatutarios”
(art. 2° inc.k)
Que comenta que los asociados y
representantes de la Comisión Directiva en
convocatoria especial celebrada en forma
simultánea en las ciudades de Puerto Madryn,
Sarmiento, Trelew, Comodoro Rivadavia,
Rawson y Esquel, encomendaron a la Asociación
que interponga demanda de amparo colectivo
en defensa de la garantía de intangibilidad,
facultando para ello al Presidente, quien
acompañado de cualquiera de los miembros de
la Comisión Directiva realice cuanto acto fuere
menester para obtener por esa vía el pertinente
resguardo de tal garantía constitucional que
informa y preserva la independencia del Poder
Judicial de la Provincia. Agrega que las
facultades del Consejo Directivo y del Presidente
están contempladas en los art. 16 y 17 de los
estatutos.
Que explica que la legitimación activa de la
Asociación deriva de la reforma constitucional
de 1994, y del nuevo texto de su art. 43, pues
se está en presencia de derechos de incidencia
colectiva, no tratándose de derechos subjetivos
puramente individuales. Señala que la garantía
del juez independiente –a cuyo aseguramiento
se dirige el principio de la intangibilidad de las
remuneraciones- constituye un bien colectivo.
Expone que, como reiteradamente ha señalado
la Corte Suprema de Justicia, las garantías de
las que –según la Constitución- está investida la
función judicial no importan un privilegio ni un
beneficio exclusivo de carácter personal o
patrimonial de los magistrados, sino el
resguardo del equilibrio tripartito de los poderes
del Estado (Fallos 176:73, 247:495; 254:184;
307:2174, 308:1932; 313:344; 314:760 y 881 y
322:752) y ellas benefician a la misma sociedad
en tanto tiende a preservar la estricta vigencia
del estado de derecho y el sistema republicano
de gobierno (Fallos 176:73; 313:1371; 314:760
y 881 y 315:2386)
Que cita distintos pronunciamientos de la Corte
Federal que han reconocido la legitimación de
las asociaciones para accionar respecto a
derechos de incidencia colectiva.
Que agrega que se configura además, un caso
contencioso, en los términos del art. 116 de la
Constitución Nacional, con idoneidad suficiente
para suscitar la jurisdicción, toda vez que existe
un perjuicio concreto y actual derivado de las
normas cuestionadas.
Que aclara que no se está en presencia de
derechos puramente patrimoniales, en los
cuales la Corte Suprema ha considerado que no
se configura un supuesto de derecho de
incidencia colectiva. Puntualiza la proyección
institucional y supraindividual que el principio
de intangibilidad de las remuneraciones de los
jueces ostenta.
Que apunta que en el orden provincial la
legitimación para demandar deriva del art. 57
de la Constitución Provincial y de los art. 20 y 21
de la ley 4572, siendo que la última norma
dispone que están legitimadas a los fines de la
protección de los derechos de incidencia
colectiva “las entidades legalmente constituidas
para la defensa de los intereses difusos o
colectivos y cualquier persona jurídica o de
existencia visible que accione en nombre de un
interés colectivo”. Cita un precedente del
Superior Tribunal de Justicia –integrado por
conjueces- que expresamente reconoció la
legitimación de la Asociación: “Asociación de
magistrados y Funcionarios de la Provincia del
Chubut s/medida cautelar anticipada” sentencia
del 11/11/2004.
Que advierte –a todo evento- que se
configuraría igualmente un supuesto de
derechos de incidencia colectiva referente a
intereses individuales homogéneos, en cuyo
caso la legitimación de la Asociación también
debe ser admitida, a los fines de que se declare
la procedencia general del reclamo de ajuste de
las remuneraciones de los magistrados y
funcionarios judiciales de la provincia, sin
perjuicio de que, ulteriormente, en el trámite de
ejecución de sentencia se determine y
cuantifique los montos que a cada uno de ellos
corresponda. Cita en su apoyo el voto de los
Dres. Lorenzetti y Zaffaroni, en los autos
“Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos
Aires c/Secretaría de Comunicaciones s/amparo”
Que refiere a la temporaneidad del reclamo, en
atención a las previsiones del art. 4 de la ley
4572. Cita precedentes de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, y manifiesta que ya sea
como derivación de tratarse de una conducta
omisiva (no actualizar las remuneraciones en
tiempo y forma) o por la índole de la prestación
debida (remuneraciones, o sea típicas
obligaciones de tracto sucesivo), la demanda ha
sido temporáneamente interpuesta, en función
de que subsiste el agravia y éste se renueva
mes a mes, ante el incumplimiento de la manda
constitucional de recomponerlas en ocasión de
cada pago periódico. Efectúa citas
jurisprudenciales de la Corte Federal
relacionadas al plazo de caducidad en apoyo de
su posición.
Que explica luego el procedimiento de reajuste
de las remuneraciones de los magistrados y
funcionarios de la provincia, y señala que
teniendo en consideración el precedente
“Chiara Diaz” propicia la obtención de una
fórmula que, aplicada a la situación particular
de los jueces y funcionarios judiciales de la
provincia del Chubut , dirima la controversia en
forma razonable y en función de criterios
objetivos y generalizables. A tal fin, tiene en
cuenta : a) Del considerando 11° del voto de la
mayoría del Tribunal, extrae que debe
determinarse la “base igualitaria mínima
respecto a las condiciones salariales de los
magistrados” buscando una razonable
correspondencia con “las remuneraciones que
perciben los demás jueces de las restantes
jurisdicciones, tanto a nivel nacional como
provincial”, b) que para realizar el confronte con
las remuneraciones de otros poderes judiciales
toma los de las jurisdicciones de la región
patagónica, a fin de tener en cuenta situaciones
de homogeneidad; c) las retribuciones de los
jueces provinciales y nacionales las establece
en bloque separado y determina de ellas el
promedio correspondiente a los magistrados
provinciales de la región patagónica y luego,
con dicho resultado efectiviza un nuevo
promedio con las remuneraciones de los jueces
nacionales
Que en el acápite VII ofrece prueba, consistente
en documenta e informativa. Formula reserva
del caso federal y efectúa petitorio de estilo.
Que a fs. 98 amplia la prueba ofrecida, agrega
documental y añade informativa.
Que a fs. 110/111 vta. Se declara la
admisiibilidad preliminar de la acción y se
ordena correr traslado de la misma
Que a fs.134/160 obra contestación de la acción
formulada por la Dra Inés A. MARISTANY y el Sr.
Fiscal de Estado, Dr. Diego Guillermo CARMONA,
en representación de la provincia del Chubut
Que en dicha presentación formulan negativas
de los hechos expuestos en la acción.
Que opone excepción de falta de personería.
Alude allí a la ausencia de una decisión o
resolución adoptada por el Consejo Directivo de
la asociación presentante, de apoderamiento a
terceros, previa al otorgamiento del poder para
juicios mediante la escritura que se acompaña.
Afirma que en tales condiciones el poder
otorgado es nulo y de allí deriva la falta de
personería que deja opuesta como excepción,
no siendo la misma subsanable atento el
estrecho marco cognoscitivo del proceso de
amparo
Que renglón seguido acusa la caducidad de la
acción planteada. Entiende ello por cuanto el
plazo establecido por el art. 4 de la ley 4572 se
computa desde que se produce el agravio
invocado, y –según deduce de la presentación
efectuada-, en autos el mismo se produjo hace
seis (6) años, ya que se indica que a partir de la
salida del régimen de convertibilidad, año 2002,
no han mediado mejoras salariales.
Que sostiene que el plazo para ejercer la acción
de amparo existe en todo momento, siempre y
cuando subsista la afectación. Sin embargo el
plazo para interponerla lo es a partir del
momento que el interesado haya tenido un
conocimiento acabado del perjuicio que le
ocasiona esa situación.
Que afirma que aún cuando se considere que el
reclamo es temporáneo, estaría ausente otro
requisito de admisibilidad: la lesión actual o
inminente, pues sostiene que durante los
últimos años las remuneraciones han ido
readecuándose, pese a que se los considere
“insignificante”, pues no pueden ser negadas en
toda su extensión.
Que puntualiza que es incuestionable y pacífica
la jurisprudencia que otorga al instituto de la
caducidad de la acción de amparo carácter
restrictivo, y que la actora y quienes la integran
no pueden desconocerla. Cita fallos.
Que expone que de prescindirse de algunos de
los recaudos establecidos por la normativa
legal, significaría no tener en cuenta los motivos
que el legislador ha tenido en consideración
para su fijación y con cita de Sagües los señala:
a) seguridad jurídica, b) consentimiento tácito,
c) la naturaleza excepcional del amparo, y d) el
principio de división de poderes”. En relación al
último punto señala que admitir sin límite de
tiempo un amparo, importa como admitir la
subordinación permanente del poder
administrador al poder judicial, vulnerando la
división tripartita de poderes.
Que insiste que en la causa existen tres actos
claros de reconocimiento de fechas en que el
accionante expresa que siente la afectación de
su pretenso derecho, aquella fecha del año
2002, luego en el año 2006, cuando la
asociación expresa su voluntad de reclamar por
la recomposición salarial mediante acta
celebrada en el año 2005, y por último, tal como
surge del recorte periodístico de fecha 24.09.08
el Dr. Zacchino reconoce que hace mas de un
año que existen negociaciones tendientes a
lograr una recomposición salarial. Por ello
deduce que no queda otra opción que decretar
la caducidad de la acción, con costas a la
actora.
Que sostiene seguidamente la inadmisibilidad
de la acción, por entender que no existe un acto
u omisión que lesione, altere, restrinja o
amenace derechos o garantías constitucionales;
ni una lesión arbitraria o ilegal, con carácter
manifiesto; así como tampoco concurre la
inexistencia de otro remedio judicial que
permita obtener el mismo efecto en igual o
menor lapso.
Que alega que el reproche al Estado Provincial
estaría dado por la omisión de proveer lo
conducente para que las asignaciones salariales
de magistrados y funcionarios sean mayores,
además de la crítica realizada a la ley de
porcentualidad.
Que expone que no existe un mandato legal
expreso que determine cuánto es lo que tienen
que percibir los jueces a fin de no vulnerar la
garantía de intangibilidad de las
remuneraciones, lo que priva del carácter de
manifiesta a la presunta omisión. Insiste en el
carácter de no manifiesto de los vicios de
arbitrariedad e ilegitimidad, lo que torna en una
cuestión opinable, mas no suficiente para
entablar la pretensión.
Considera que el transcurso del tiempo sin que
se manifieste en términos formales una queja
produce sus efectos, y entre ellos, la
conformidad con la situación imperante. Afirma
que la autoridad pública competente no ha
permanecido pasiva, sino que en varias
oportunidades otorgó aumentos salariales,
sobre los que nadie ha manifestado
disconformidad por la vía administrativa
pertinente, señalando a ésta como el reclamo
administrativo previo.
Que alude también a la existencia de una
expresa adhesión de gran parte de los
asociados al proyecto que a la postre se
convirtió en la ley que restableció el “enganche”
o porcentualidad en las diversas escalas
salariales de quienes integran el Poder Judicial.
Señala que ello constituye una conducta
jurídicamente relevante, siendo de aplicación la
“teoría de los actos propios”
Que en atención a lo expuesto, deduce que el
reclamo debió ser realizado a través del proceso
ordinario respectivo, y el rechazo de la acción.
Que seguidamente desarrolla la contestación de
la acción deducida, expone el marco normativo
legal de la misma y apunta la existencia de
impedimento legal. En relación a este último,
refiere que toda sentencia que condene al
Estado a incrementar las remuneraciones de los
funcionarios y magistrados directamente
supone imponer una mayor erogación de
recursos financieros en lo que atañe al año
2008, siendo tal pretensión inadmisible si no se
ha demandado la inconstitucionalidad de la
norma legal especifica contenida en la ley 5704
(presupuestaria del año 2008) En relación al año
2009 expone que no se ha cuestionado el
contenido del proyecto de ley de presupuesto
que a la altura de la interposición de la acción
de amparo obraba en la Honorable Cámara de
Diputados para su aprobación.
Que añade que no puede declararse de oficio la
inconstitucionalidad de las leyes.
Que renglón seguido alude a la intangibilidad de
las retribuciones de los magistrados. Afirma que
comparte en gran parte los criterios sustentados
en torno a la misma, mas cuestiona la pauta
para determinar cuándo esta se ve afectada, en
tanto, según expone, la demanda lo hace por
vía de comparación con otros Estados
provinciales y el fuero federal, e incluso
aduciendo que los salarios de los agentes de
ese Poder experimentaron incrementos
porcentualmente mayores, omitiendo señalar
que los mismos ya registraban atrasos
considerables en comparación con la situación
propia. Expone que viviendo en la provincia del
Chubut no puede soslayarse la situación real
imperante en la misma, que entiende no puede
compararse con otros estados provinciales ni
con el Estado Federal.
Que advierte que los recursos no son ilimitados,
y con los que el Estado dispone debe satisfacer
un amplio espectro de deberes y garantías, en
beneficio del conjunto, que le impone la carta
magna, entre las que menciona obligaciones
educativas, de salud, vivienda digna,
redistribución de la riqueza, fomento del
empleo, servicio, entre otras obligaciones.
Que entiende que allí surgen los interrogantes e
impedimentos de orden normativo que obstan la
procedencia de la acción, en torno al límite de lo
razonable en el haber de los magistrados, o si el
estado puede satisfacer mayores retribuciones,
así como si al hacerlo deja de satisfacer otras
necesidades básicas de la población.
Que vuelve a indicar que toda erogación del
Estado debe tener como contrapartida la
previsión del “recurso”, de no ser así, un mayor
gasto en una determinada área solo puede
cubrirse por reasignación presupuestaria de la
ley respectiva del año. Entiende que esto no
puede ser obtenido por medio de un fallo
judicial, ya que estaría modificando una ley sin
que medie petición de inconstitucionalidad, e
invadiendo la esfera de atribuciones,
competencias y potestades de los otros poderes
del estado con gravedad institucional
manifiesta. Añade que la pretensión procesal
debió incluir la generación del “recurso” para
que se pueda cumplir.
Que reflexiona seguidamente que siendo el
STJCH quien tiene las atribuciones para fijar el
régimen salarial de ese poder, al endilgarse en
la presente acción una omisión, la misma debió
estar dirigida contra dicha cabeza del Poder y
por la vía de la acción expresamente prevista
para esos casos.
Que refiere luego que el fallo “Chiara Diaz” no
es aplicable al caso de autos, y señala
conceptos de la Corte Federal respecto a la
garantía constitucional de la “Intangibilidad de
las remuneraciones de los Jueces”. Refiere así
que: “La clausula constitucional examinada
constituye un mandato dirigido a los otros
poderes del Estado y les impone abstenerse de
dictar o ejecutar acto alguno que implique
reducir la remuneración de los jueces, pero no
instituye un privilegio que los ponga a salvo de
toda y cualquier circunstancia que redunde en
una pérdida del poder adquisitivo de sus
haberes. La finalidad de dicha clausula
constitucional es prevenir ataques financieros
de los otros poderes sobre la independencia del
Judicial, pero no protege a la compensación de
los jueces de las disminuciones que
indirectamente pudieran proceder de
circunstancias como la inflación u otras
derivadas de la situación económica general, en
tanto no signifiquen un asalto a la
independencia de la justicia por ser generales e
indiscriminadamente toleradas por el público..”
Que alude que frente a tales conceptos el
Estado Provincial ha preservado la garantía de
la intangibilidad, y señala que la ley de
porcentualidad ha permitido que todos los
escalafones que conforman el Poder Judicial se
vean igualmente beneficiados. Puntualiza que
es curioso que parte de los funcionarios que
reclaman en la presente acción meses atrás
hayan suscripto un comunicado a través del
cual ponen de relieve lo benéfica que resultaba
ser la misma. Cita párrafos.
Que aduce que cada provincia, conforme el art.
105 de la Constitución Nacional, tiene
autonomía de crear sus propias instituciones
locales, como así también determina los
ingresos de los jueces y funcionarios del Poder
Judicial, atribución en el caso del STJCH.
Manifiesta que el hecho que existan mejores
sueldos en la justicia federal o en otras
provincias, no implica necesariamente vulnerar
esa garantía, ni que el costo de vida en alguna
de ellas sea menor o mayor, o que esos estados
cumplan con los demás deberes de sus
respectivas constituciones.
Que en alusión al fallo que trae la actora, afirma
que el mismo es implacable al decir que “…la
garantía no resulta afectada cuando hay
ingresos diferentes en distintos estados
provinciales. Ha dicho al respecto “que en la
medida que las normas locales preserven la
sustancia del principio, de manera que la ratio
de éste no resulte frustrada, la exigencia del art.
5 de la Constitución Nacional resulta
suficientemente cumplida. El art. 5 de la
Constitución Nacional declara la unidad de los
argentinos en torno del ideal republicano. Pero
se trata de una unidad particular. Es la unidad
de la diversidad. Diversidad proveniente
precisamente del ideal federalista abrazado con
parejo fervor que el republicano. El federalismo
encierra un reconocimiento y respeto hacia las
identidades de cada provincia…”
Que señala luego que no es cierto que las
retribuciones de los magistrados se hayan visto
rezagadas desde el año 2002 hasta la fecha,
sino que se han ido incrementando en forma
paulatina, hecho que surge a simple vista
mediante los respectivos recibos de haberes.
Que considera que con el criterio de “Chiara
Diaz” puede sostener que la Provincia del
Chubut ha mantenido la intangibilidad exigida
por la ley suprema, sin desconocer que los
índices inflacionarios produjeron una merma en
el poder adquisitivo de toda la población,
incluyendo los jueces, pero ello es insuficiente
para considerar la vulneración de tal garantía.
Que alude luego a que la intangibilidad es una
garantía establecida en interés público, a favor
de la independencia del Poder Judicial y no
como beneficio individual de sus integrantes.
Establece que la remuneración de los jueces no
ha sido congelada ni deteriorada, por lo que no
existe vulneración de la garantía de
intangibilidad funcional.
Que puntualiza que el presupuesto del Poder
Judicial ha ido en constante crecimiento desde
el año 2003, que en el 2004 lo hizo en un
28,09% respecto del anterior, en el 2.005 un
32,47%, en el 2006 en un 28,62%; en el 2007
el 21.13% y en el año 2008 el 30,13 %, lo que
significa un incremento total del presupuesto
del poder judicial en el 244,03%
Que advierte que el Poder Judicial aplica el 90%
de su presupuesto a salarios y que el resto de
los poderes del estado han incrementado su
presupuesto en el mismo período en un monto
muy inferior: Poder Legislativo el 166,42% y
Poder Ejecutivo el 116,79%
Que menciona además que la propia accionante
reconoce que sus haberes se han incrementado
en mas del 57% en los últimos dos años, y que
ninguna de las mediciones de inflación son
superiores al monto que el Poder Judicial ha
visto incrementado su presupuesto.
Que afirma que no se dan los extremos
requeridos por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación para que se encuentre afectado el
principio de intangibilidad remunerativa:
a)magnitud suficiente del deterioro que sea
notable y ostensible; b) no ha sido impuesta por
otro poder.
Que cita doctrina relativa a la intangibilidad de
las remuneraciones del poder judicial.
Que renglón seguido critica la invocación en
torno a que prácticamente no hay diferencias
salariales entre empleados de mayor jerarquía y
los magistrados, y aclara que no es dable
comparar salario bruto de empleados con
salario neto de magistrados.
Que afirma que de haber un achicamiento en la
pirámide salarial ello tendría por causa una
incorrecta aplicación por parte del STJCH a la ley
de porcentualidad, pues debería aplicarse
exclusivamente sobre el “salario básico” y el
adicional “dedicación funcional” y que la
autoridad pública competente la aplica
indebidamente sobre todos los rubros que
componen el salario. Ello traería –afirma- otra
consecuencia peor, pues si a la asignación
presupuestaria destinada a sueldos se le
aplicara correctamente la ley de porcentualidad,
los haberes de los magistrados y funcionarios
serían mayores y con los mismos recursos.
Expone que ello lo revela la propia ley, ya que
en su planilla anexa describe el cuadro de
porcentajes que se van a distribuir entre todo el
personal del Poder Judicial, y allí claramente
existe una pirámide salarial que brinda un
mayor porcentaje a los funcionarios y
magistrados. Sostiene entonces que los
recursos están suficientemente asignados en el
presupuesto, solo que la autoridad pública
competente la aplica incorrectamente.
Que en el acápite IX expone respecto de la falta
de legitimación pasiva. Señala así que por el art.
215 de la Constitución Provincial es la Fiscalía
de Estado parte necesaria y legítima
Que sostiene que de la interpretación del art. 1°
de la ley 5907 y 4° párrafo del art.7 de la ley
3420, quien tiene facultad para establecer las
remuneraciones del Poder Judicial es el Superior
Tribunal. Y del art. 178 inc.4 de la Constitución
Provincial resulta que el presupuesto de
“gastos” y “remuneraciones” del Poder Judicial
es facultad privativa de la “Autoridad” máxima
de ese poder del Estado.
Que asevera que en tanto la ley 4572 señala
que la acción de amparo procede contra “…
omisión de una autoridad pública…” y que de
mediar un atraso salarial que afecte la
intangibilidad de las remuneraciones, ello se
debería a una “omisión” del STJCH –aclara, sin
que implique reconocimiento- en proveer lo que
es de su atribución y competencia. Puntualiza
que el STJCH sería la autoridad pública a la que
corresponde imputarle la omisión, y no al Poder
Ejecutivo provincial.
Que advierte que no puede el Poder Ejecutivo
decidir cuándo recomponer los haberes, de qué
modo y el quantum, cuando carece de
facultades y competencia para tal materia, y tal
intervención si sería una injerencia de un poder
sobre otro. Expone así que el Superior Tribunal
de Justicia debe tener al menos la posibilidad de
emitir una opinión fundada al respecto, ya que
se afectan facultades y presupuesto propio. Que
entiende que por el art. 8 de la ley de amparo,
debió dirigirse la acción y notificarse a dicha
autoridad pública, como órgano o a quienes
como personas físicas la integran
Que expone como mayor inconveniente
procesal que la vía del amparo no es apta para
el reclamo impetrado, ya que en este proceso es
necesario un traslado previo, para que la
autoridad pública involucrada emita dictamen
fundado de su posición y de la viabilidad del
reclamo, así como lo impone el procedimiento
dispuesto en los art. 138 a 146 de la ley 920.
Que en el acápite X cuestiona la legitimación
activa de la actora. Luego de formular
apreciaciones sobre la procedencia del amparo
colectivo, sostiene que los derechos que plantea
la accionante mas que derechos de incidencia
colectiva, son “derechos corporativos” que no
se encuentran alcanzados por los objetivos de la
vía, erróneamente elegida.
Que alega que lejos se encuentran las
pretensiones debatidas en estos autos de los
derechos de incidencia colectiva, según
definición de la Corte Suprema de Justicia de la
nación en “Defensor del Pueblo de la Nación –
inc.dto. 1316/02 c/E.N. –P.E.N. –dtos 1570/01 y
1606/01 s/Amparo ley 16986” del 26/06/07,
para la que son aquellos que “..teniendo por
titulares a un pluralidad indeterminada de
personas, presentan como objeto de tutela una
pretensión general de uso o goce de un bien
jurídico insusceptible de fragmentación en
cabeza de cada reclamante, desde que tienen
ante todo un carácter impersonal”. Del mismo
modo, cita Fallos 326:3007
Que de los mismos deduce que la tutela de un
bien de naturaleza colectiva no debe pertenecer
exclusivamente a una persona o un grupo de
personas determinadas.
Que menciona también la conceptualización de
los derechos de incidencia colectiva formulada
por los Dres. Zaffaroni y Lorenzetti en Fallo del
31/10/06, L.L., 2006-F-435
Que refiere que el art. 57 de la Constitución de
la Provincia, reglamentado por el título IV de la
ley 4572 no le otorga legitimación a la entidad
actora. Señala que por el art. 21 de la citada ley
debe accionarse en nombre de un interés
“colectivo”, estos, de interés general en que la
eventual sentencia estimatoria tiene efectos
“erga omes” que no es el caso. Marca que las
pretensiones de la acción, de neto corte
patrimonial no están contempladas en el art. 22
de la ley de amparo.
Que en el ítem XI insiste, por las normas que ya
citara anteriormente, en que es el Superior
Tribunal de Justicia quien posee la “atribución”
de fijar las retribuciones de los magistrados y
funcionarios que integran el Poder Judicial.
Que afirma por ello que al haberse notificado la
acción al Gobernado y al Fiscal de Estado, el
Poder Ejecutivo no podrá, sin violar la
constitución y la ley 5907 cumplir con la
sentencia de condena. Pondera que el Ejecutivo
estaría cargando sobre sus espaldas violar la ley
e incurrir en la invasión de las atribuciones de
otro poder del Estado, e incluso violar normas
penales.
Que entiende estas cuestiones como otra razón
más para la falta de legitimación pasiva
opuesta.
Que para analizar con el responde, alude a la
existencia de actos propios, que tornan mas
inconsistente el reclamo. Puntualiza aquí que el
origen de la ley de porcentualidad es un acta
acuerdo que suscribieron las tres partes del
Poder Judicial: el sindicato de empleados
judiciales, la asociación actora y los miembros
del Superior Tribunal de Justicia, junto con la
Federación Judicial Argentina.
Que expone que en dicha acta acuerdo del año
2005, todo el pleno del Poder Judicial acordó
que la próxima ley de porcentualidad,
actualmente en vigencia, era el modo de
recomponer los salarios, y ninguna parte realizó
reserva alguna.
Que critica que si bien ahora la Asociación opina
que los efectos de la ley no la satisfacen y que
violentan la intangibilidad de sus salarios,
empero no reclama su inconstitucionalidad, ni
objeta su participación en la gestión de dicha
normativa, ni ha realizado presentación alguna
superadora de ese marco normativo.
Que reseña jurisprudencia referente a la “teoría
de los actos propios” y sostiene que existe en la
actora una actitud contradictoria, que le impide
efectuar reclamo alguno, y menos aún
cuestionar una ley, en la que ha participado
activamente en su creación mediando actos
propios deliberados y eficaces.
Que fustiga de manifiestamente improcedente
que el órgano jurisdiccional inicie su actividad
por un argumento tan difuso como una
discrepancia de opiniones, y que sobre esa base
se sostenga la violación de la intangibilidad
salarial.
Que alega, con cita del fallo del STJCH dictado
en autos “Defensora del Pueblo de la Provincia
del Chubut s/amparo” (expte 17876 – D 2000)
sobre la presunción de legalidad de las leyes
emanadas de la Honorable legislatura; por lo
que la atribución judicial de declarar su
inconstitucionalidad debe ejercerse con
sobriedad y prudencia, únicamente cuando la
repugnancia a la cláusula constitucional sea
manifiesta, clara e indudable.
Que por último peticiona que, de hacerse lugar
a la pretensión actoral, se designe a quien se le
cercena un derecho para remitir las partidas
presupuestarias al poder judicial, a fin de
cumplir con la manda judicial.
Que funda en derecho, ofrece prueba, formula
reserva del caso federal y efectua el petitorio de
rigor.
Y CONSIDERANDO:
Que habiendo formulado la demandada
objeciones relativas a los presupuestos de
admisión, tales falta de personería, de
legitimación y caducidad de la acción, entiendo
que debo efectuar en primer término
consideraciones al respecto
Que los mismos fueron planteados
extemporáneamente y mediante una vía
procesal impropia
Que toda vez que los mismos fueron evaluados
al momento de analizar la suscripta las
condiciones de admisibilidad de la acción, en los
términos del art. 7 de la ley V n° 84 del Digesto
de la provincia del Chubut (antes n° 4572),
hecho documentado mediante la sentencia
interlocutoria n° 93/2008 fechada el 22 de
octubre de 2008 y obrante a fs. 110/111 vta. de
estos autos, debió la accionada seguir la vía de
impugnación prevista por el art. 11 del citado
texto legal.
Que en consecuencia, al momento de contestar
la Provincia del Chubut la demanda, había
precluido la posibilidad de introducir estas
cuestiones para su consideración.
Que sin perjuicio de lo expuesto entiendo
necesario considerar al respecto y decir que el
planteo de falta de personería formulado por la
demandada resulta inexacto.
Que conforme las disposiciones del art. 36 del
código civil “Se reputan actos de las personas
jurídicas los de sus representantes legales..”
Que no resulta, a mi criterio, correcta la
interpretación que hace la accionada de las
disposiciones del art. 8 del Estatuto Social de la
amparista.
Que conforme surge del estatuto de referencia,
se encuentra dentro del conjunto de facultades
del presidente de la asociación representar a la
misma otorgando los poderes que resulten
menester, de tal modo que surge evidente que
ha ejercido dicha acción en legal forma.
Que, por otra parte, la decisión de interponer la
acción de amparo en cuestión surgió de
asambleas realizadas por los asociados en las
distintas circunscripciones judiciales en fecha 08
de agosto de 2008; la Asamblea es el órgano
que, como en toda asociación civil (así como en
otros tipos de personas jurídicas) detenta la
soberanía decisoria del organismo.
Que en relación al planteo de caducidad de la
acción ya he emitido fundada opinión en la
sentencia interlocutoria de marras, ratificando
en este acto plenamente los mismos.
Que allí he dicho que el planteo fue efectuado
dentro de las prescripciones del art. 4° de la ley
n° 84
Que en efecto, la amparista solicita se declare
judicialmente que las asignaciones actualmente
percibidas por los Magistrados, Funcionarios
designados con acuerdo legislativo y secretarios
letrados de la provincia del Chubut, vulneran la
garantía constitucional de intangibilidad en
virtud de la omisión de actualizar o adecuar los
mismos, función a cargo del Estado provincial.
Que considero, como entonces, la omisión
denunciada no es única, se renueva
mensualmente cada vez que surge la obligación
del Estado Provincial de abonar las asignaciones
a los Magistrados y Funcionarios Judiciales
conforme lo legalmente prescripto y por ende
resulta vigente y continua; ello habilita la vía del
amparo en los términos del art. 4 de la ley V n°
84
Que por la naturaleza y contenido de la garantía
cuyo resguardo se solicita, resulta difícil pensar
que la conculcación a la misma pueda resultar
de un solo y único acto de autoridad.
Que la situación planteada en autos no es
comparable a las que habitualmente se suscitan
a partir de un acto administrativo o institucional
considerado arbitrario o ilegal.
Que dada la renovación continua y vigencia
antes referidas, resulta impensable que exista
un único momento a partir del cual deba
computarse el plazo y que, transcurrido éste, ya
no sea posible el planteo de la acción de
amparo en resguardo de la garantía
constitucional conculcada.
Que la C.N.A. (art. 43) y la Constitución
Provincial (art. 54) establecen la procedencia de
la acción de amparo cuando por acto u omisión
de Autoridad Pública o particulares se vean
afectados derechos o garantías de rango
constitucional.
Que no cabe duda que la intangibilidad de las
asignaciones de los magistrados y funcionarios
judiciales es una garantía de raigambre
constitucional
Que el incumplimiento de una manda
constitucional, sea por acción o por omisión
evidencian arbitrariedad e ilegalidad
Que cuando la restricción, amenaza o
vulneración de derechos o garantías
constitucionales es actual o inminente y se dan
las condiciones de arbitrariedad y/o ilegalidad
antes referidas, no resulta indispensable
analizar la existencia de otro medio idóneo, toda
vez que ello implicaría privar al justiciable de un
remedio –aún cuando excepcional- rápido y
eficaz que proteja su derecho en tiempo
oportuno.
Que a criterio de la suscripta no existe, tal como
lo aseveran los representantes del Estado
Provincial en el punto IX de su contestación,
falta de legitimación pasiva
Que la amparista interpone demanda contra la
Provincia del Chubut, la misma como Estado
está integrada básicamente por tres poderes y
todos los organismos que de ellos dependen.
Que independientemente de cuál es el poder u
organismos al cual se le impute la acción u
omisión, quien debe responder judicialmente
por esa circunstancia es el Estado Provincial, de
allí que no existe falta de legitimación pasiva tal
como se plantea.
Que existe un error de apreciación por parte de
los representantes del Estado Provincial al
plantear que la acción debió dirigirse y
notificarse al Superior Tribunal de Justicia de la
provincia del Chubut y/o a las personas físicas
que integran dicho órgano.
Que el estado Provincial es una persona jurídica
de carácter público y como tal es quien detenta
la legitimación para estar en juicio, la cual de
manera alguna detentan o puede ejercer
cualquier de los poderes que lo integran
Que en relación a la falta de legitimación activa
que plantea la demandada debo decir que mi
comprensión de lo que son los derechos de
incidencia colectiva difiere de la interpretación
que ella realiza.
Que los mismos son básicamente derechos que
no pertenecen a ninguna persona en forma
individual sino a una comunidad o conjunto de
personas que comparten un mismo ambiente o
se ven afectadas por una determinada
situación.
Que si bien a la garantía de intangibilidad
acceden cada uno de los magistrados y
funcionarios judiciales en forma individual, la
misma protege conforme se verá derechos que
vinculan al conjunto del Poder Judicial y a la
comunidad toda.
Que la asociación actora viene a esta instancia
en representación de sus integrantes y en
defensa de derechos colectivos, tal la
intangibilidad de las remuneraciones de los
Magistrados y funcionarios judiciales de la
provincia del Chubut.
Que entiendo que el planteo pretende la
defensa de derechos de un conjunto de
personas que se ven afectadas por determinada
situación
Que por otra parte la lesión a la garantía
constitucional de intangibilidad denunciada por
la actora comprende intereses de incidencia
colectiva; tal el de todos los integrantes del
poder judicial de la provincia del Chubut
alcanzados por las prescripciones del art. 170
de la Constitución Provincial, tal el de la
sociedad chubutense toda en virtud que la
misma tiende a la preservación de la
independencia del Poder Judicial.
Que la finalidad primordial de interés público
que justifica la garantía de intangibilidad es la
de ser un “instrumento” para asegurar la
absoluta independencia del Poder Judicial, uno
de los contenidos pétreos de nuestro orden
constitucional, con valor axiomático.
Que el principio de separación de poderes no
debe ser una verdad declamada sino una
realidad aplicada, para ello deben preservarse
todos los pilares constitucionales destinados a
ello.
Que entiendo, que encontrándose en discusión
la extensión de la garantía de intangibilidad, el
interés del caso no es solo personal sino
funcional e institucional, tal como lo ha
interpretado la Corte Federal al decir que “la
intangibilidad de las remuneraciones de
los magistrados es un requisito
indispensable del régimen republicano”
(Fallos 176:73; 307:2174; 313:1371; 315:2386;
316:2747; 311:460; 313:344; 316:1551;
320:845; 322:752, entre otros)
Que emitida opinión en relación a las objeciones
efectuadas por la demandada en relación a la
procedencia de la acción, y toda vez que esos
planteos son rechazados, procederé al análisis
de la solicitud de declaración de vulneración a la
garantía de intangibilidad de las asignaciones
de los Magistrados y funcionarios judiciales de la
provincia del Chubut, efectuada por la
amparista.
Que los principios y garantías constitucionales,
entre ellos la garantía de intangibilidad, tienen
por finalidad reconocer y salvaguardar los
derechos constitucionales y el sistema
constitucional establecido
Que tal sistema debe verse forjado no solo en la
letra de la constitución formal, sino en la
material, siendo el Estado el protagonista con
mayor responsabilidad en su cumplimiento.
Que los principios, derechos y garantías
constitucionales son por sí mismos y no
requieren de leyes que les otorguen contenido;
estas simplemente deben crear los mecanismos
que garanticen su preeminencia
Que el art, 110 de la Constitución Nacional
establece que “la compensación” que recibirán
los jueces por su servicio será “determinada por
la ley y no puede ser disminuida en manera
alguna mientras permanezcan en sus
funciones”
Que el art. 170 de la Constitución de la
provincia del Chubut establece que los
Magistrados, Funcionarios designados con
acuerdo de la legislatura y Secretarios Letrados
“tienen asignaciones fijas” que no pueden ser
“demoradas ni reducidas durante el desempeño
de sus funciones”
Que ambos artículos establecen el denominado
principio-garantia de intangibilidad de los
emolumentos que deben percibir quienes tienen
a su cargo el deber de impartir justicia o
participar en su procuración.
Que esa garantía de irreductibilidad, no importa
solamente una prohibición de disminución
directa de los importes dinerarios que perciben
los magistrados, tal una ley que los disminuya
nominalmente; sino que su implicancia es aún
mayor, impide que las asignaciones que deben
percibir estos se vean afectadas por vaivenes
económicos, tales como inflación, depreciación
monetaria, etc., que deterioren el poder
adquisitivo que necesariamente debe tener.
Que la intangibilidad de los sueldos de los
jueces es garantía de independencia del poder
judicial; protege tanto al individuo (juez,
funcionario) como al órgano (Poder Judicial) del
que forman parte; la prohibición de disminuir las
remuneraciones no solo veda la posibilidad de
alterar nominativamente las mismas, sino que
impone la obligación constitucional de mantener
su significado económico y en su caso recuperar
el mismo cada vez que por alguna razón
económica o política se vea afectado.
Que no me cabe duda que la garantía de
intangibilidad de las asignaciones que perciben
los integrantes del poder Judicial, los de la
provincia del Chubut en el caso de autos,
contribuye a garantizar la independencia del
poder judicial en relación a los otros Poderes del
Estado.
Que esta garantía ha sido expresamente
reconocida por la Corte Suprema de Justicia en
varios fallos (Fallos: 176:73; 307:2174;
313:1371; 315:2386; 316:2747; 311:460;
311:344; 313:344; 316:155|, 320:845; 322:752,
entre otros) siendo el leading case el fallo
“BONORINO PERO A. y otros c/GOBIERNO
NACIONAL s/AMPARO”, fallado en fecha 15 de
noviembre de 1985.
Que sin duda alguna la doctrina sentada por la
Corte resulta aplicable a los miembros de los
poderes judiciales provinciales.
Que el art. 170 de la Constitución Provincial, aún
mas exacto que el antes mencionado art. 110
de la CNA., resulta de simple interpretación y no
requiere reglamentación legal para ser
operativo.
Que en efecto la carta magna provincial
consagra expresamente la intangibilidad en el
art. 170 y va mas allá, al establecer que “las
asignaciones no podrán ser reducidas ni
demoradas”.
Que tanto el art. 110 de la Constitución
Nacional, como el art 170 de la Constitución de
la Provincia del Chubut, prevén la garantía de
intangibilidad, asentando la implicancia e
importancia que la actividad jurisdiccional tiene
en la República Argentina.
Que ambas Cartas Magnas se apartan del
concepto de “remuneración” que es propia de
toda actividad en relación de dependencia,
utilizando términos tales como “asignación” en
el caso de la Constitución Provincial, o
“compensación” en el caso de la C.N.A. , lo cual
provee una connotación singular.
Que sin duda alguna, la función judicial es una
actividad de gobierno totalmente distinta a la de
los otros poderes del Estado, y tiene en nuestro
sistema constitucional la singularidad de ser una
actividad de consagración.
Que en tal dirección, es comprensible que el
constituyente cuando se refiere a la
contraprestación que por su tarea recibirán los
magistrados y funcionarios judiciales, utiliza un
vocablo incluso distinto al de los arts. 74, 92 y
170 de la Constitución Nacional y 128, 153 y
161 de la Constitución de la Provincia, que
atañen a las “remuneraciones”, “sueldos” o
“dietas”, términos con los que se designan las
contraprestaciones que por el desempeño de
sus funciones prestan el presidente y
gobernador respectivamente, sus ministros y los
legisladores nacionales y provinciales, como
queriendo significar que las personas
consagradas a la actividad jurisdiccional deben
ser preservadas con una asignación que les
permita vivir dignamente y en relación a la
función que desempeñan.
Que no soslayo de modo alguno y tengo muy
presente al efectuar este análisis, lo indicado
por la Corte Federal, y transcripto por la
demandada en su escrito de contestación; en
cuanto lo afirmado ni significa ni debe ser
entendido que no se participe del límite que
deben observar los magistrados judiciales, en
tanto les es exigible ser solidarios con el resto
de la población de manera tal que la garantía
de intangibilidad de sus asignaciones no se
traduzca en un privilegio (Conf. C.S.J.F., Fallos
308 308:1932; 313:1371; 314:760; cons. 7° del
fallo “Chiara Diaz, Carlos A. c/Estado Provincial”,
votos de los Dres. Lorenzetti y Zaffaroni, del
07/03/2006, L.L. 2006 C-724)
Que ahora bien, no corresponde comparar el
retraso de las asignaciones judiciales con el
deterioro que han sufrido todos los demás
asalariados como producto de la pérdida del
valor adquisitivo derivada del flagelo de la
inflación, sometiendo las asignaciones de los
magistrados y funcionarios judiciales al mismo
rasero.
Que algunos de los aspectos que se han
indicado como razones que justifican
diferenciarlos, son por ejemplo, que : 1) los
jueces están sujetos a incompatibilidades que
les impide paliar la disminución de sus ingresos
mediante el aumento de las horas de trabajo y
el desempeño de otros empleos y actividades –
excepto la docencia universitaria (conf. Art. 67 y
174 de la Constitución del Chubut)-; 2) es
mandato constitucional impedir que una
degradación similar a la ya sufrida por otras
instituciones termine de tirar por los sueles el
ejercicio de la actividad jurisdiccional, última
garantía para los demás integrantes de la
comunidad; 3) frente a ello, es inadecuada la
invocación del principio de igualdad, ya que el
diferente trato no se basa en discriminación
irrazonable sino en sabias y previsoras cláusulas
constitucionales (conf.: ver voto del Dr. Arzac,
en fallo emitido por la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal, en autos “Otero, Luis Cesar c/ Estado
Nacional”, Microjuris, MJ-JU-M-13598-AR; ID.,
CNCasación Penal, sala IV, 9/06/05, L.L. 2005 F-
137; C.S.J.N., Fallos 324:1177)
Que por otra parte se ha hecho referencia en
autos que en seis (6) años no se han otorgado a
los Magistrados y Funcionarios judiciales,
aumentos salariales.
Que tal afirmación no resulta exacta a tenor de
las pruebas producidas en autos.
Que, sin embargo, si tengo en cuenta el
aumento continuo y generalizado de precios al
que se ha visto sometida la economía argentina
durante ese período, y su consecuencia
inmediata, la depreciación monetaria o lo que
es lo mismo la disminución del poder adquisitivo
del dinero aun cuando tengo en cuenta los
ajustes otorgados mediante ley 5818 y su
resolución administrativa n° 5872/09 D.A.,
fechada el 21 de septiembre de 2009 pudiera
concluirse que prima facie existiría lo que, en
términos de la Corte Nacional, sería un
ostensible deterioro de las asignaciones de los
Magistrados y Funcionarios judiciales respecto
de lo que resulta razonable.
Que entiendo que la pretensión de la parte
actora que se preserve la garantía
constitucional de intangibilidad según el
promedio de las asignaciones que perciben los
magistrados y funcionarios de los poderes
judiciales en la región patagónica (provinciales y
federales) que se encuentren en las mismas
condiciones funcionales sin que sea necesario
imponer algún tipo de reajuste de las mismas a
través de la aplicación de clausulas de
actualización según índices de inflación, resulta
procedente, justa y conforme a derecho.
Que no comparto la apreciación del
representante del estado provincial que
pretende hacer parecer al reclamo de la
amparista, según entiendo, como abusivo, poco
solidario e individualista.
Que es cierto que la provincia del Chubut tiene
sus propias realidades y necesidades.
Que Chubut es una provincia organizada,
pujante y en constante crecimiento, así lo han
manifestado los referentes del Gobierno
Provincial en distintos medios de comunicación
a nivel nacional y provincial.
Que entonces y si conforme se refiere en el
escrito de contestación de demanda, en la
provincia del Chubut el Estado atiende todas las
obligaciones a su cargo, debe
consecuentemente procurar el resultado de su
gestión sea de calidad y, porque no, de
excelencia.
Que una de las condiciones para ello es que
quienes tiene a su cargo la prestación de esos
servicios (salud, educación, seguridad, justicia)
todos ellos, sean bien y debidamente
remunerados, entre ellos por supuesto los
magistrados y funcionarios judiciales.
Que la misma demandada afirma en su escrito
de contestación de demanda (fs. 29 punto. c 2°
párrafo) que “la intangibilidad supone no solo
que los haberes no se vean afectados por
medidas dispuestas por los otros poderes que
ocasionen una mengua… sino que también sean
dignos de la función que desempeñan”
Que comparto plenamente esta afirmación. Para
que el servicio de Justicia sea eficaz, seguro,
pleno, eficiente, en definitiva justo, requiere
necesariamente que se encuentre a su
disposición todos los recursos necesarios a esos
efectos; materiales y humanos. El Juez es sin
duda el primer recurso humano; su labor, de
suma importancia social, le exige capacidad,
capacitación, gran responsabilidad y dedicación
exclusiva; todo ello hace que la función deba ser
bien paga, o como bien dice la demanda “la
remuneración debe ser digna de la función”
Que a fin de verificar si las asignaciones de los
magistrados y funcionarios judiciales del Poder
Judicial de la provincia se encuentran afectadas
en su sustancia habré de apreciar las probanzas
aportadas al proceso.
Que para la correcta ponderación de los
elementos de juicio con los que se cuenta en la
presente causa debe analizarse la inserción del
Poder Judicial de la provincia del Chubut en la
organización republicana y federal de la Nación
Argentina.
Que para ello son guías indispensables las
normas contenidas en los art. 1, 5 y 108 de la
Constitución Nacional. De tales cláusulas
constitucionales, emana que se le atribuye al
Poder Judicial la obligación de “juzgar y aplicar”
la ley según la pirámide legislativa del art. 31 de
la misma Constitución Esta función esencial del
Poder Judicial se ejerce a través de la
organización de dicho poder, que tiene
características de prever ámbitos “federales” y
locales o “provinciales” (art. 5 y 116 de la
Constitución Nacional). De esta manera “los
jueces locales son, como los nacionales y
federales jueces de la Constitución, motivo por
el cual cumplen, como los demás, idéntico
ministerio, y por lo tanto, se hallan sujetos a
parejas responsabilidades y deberes, y han de
contar, a tal efecto, con similares
garantías”(C.S.J.N. in re “Gutiérrez, Oscar
Eduardo c/ANSES” del 11/4/2006; Microjuris
MJJ6989)
Que en este mismo orden de ideas, es oportuno
citar también lo aseverado por el Alto Tribunal
en el considerando 11° del citado antecedente
“Gutiérrez” donde se indica que la Constitución
Nacional ha confiado tanto al Gobierno Nacional
como a los Gobiernos Provinciales lo atinente a
la organización del régimen de justicia.
Que estos conceptos emanan de la organización
republicana y federal que consagra el art. 1° de
la Constitución Nacional, creando un “Poder
Judicial Constitucional” independiente de los
otros poderes también creados por la
Constitución Nacional.
Que esto fue ratificado en la reforma de 1994
cuando le da jerarquía constitucional a la
Convención Americana sobre Derechos
Humanos que se preocupa enfáticamente de
ratificar el principio de independencia de los
jueces.
Que el Poder Judicial de la Nación, así
estructurado y organizado, inviste a los
protagonistas –los jueces y demás funcionarios
judiciales- de las mismas facultades y le impone
a los mismos el deber de cumplir y hacer
cumplir la Constitución, los tratados
incorporados, las leyes nacionales, etc., en sus
respectivos ámbitos de competencias
territoriales y materiales, con igual grado de
responsabilidad.
Que este idéntico sistema de responsabilidad
fue destacado también por la Corte Federal en
la causa citada cuando dice “La custodia de la
supremacía constitucional está depositada en el
quehacer de todos y cada uno de los jueces, sin
distinción entre nacionales y provinciales (Fallos
311:2478 – causa “Di Mascio”) por lo que la
elemental atribución y deber de los magistrados
de verificar la compatibilidad constitucional de
las leyes pertenece a todos los jueces de
cualquier jerarquía y fuero (Fallos 20:134;
149:122; 302:1325 y otros)”.
Que en esta concepción constitucional unitaria
del Poder Judicial, también se encuentra que la
cabeza del Poder Judicial, en lo que se refiere a
la aptitud jurisdiccional, es la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, a la cual se puede recurrir
para cuestiones jurisdiccionales que se hayan
sustanciado tanto en el ámbito federal como
provincial. Es más, calando en profundidad, si se
quiere encontrar alguna diferencia entre
organización federal y la provincial,
sencillamente debemos decir que ésta última,
amén de aplicar la legislación nacional
argentina, también aplica la legislación de sus
respectivas provincias.
Que de todo ello, concluyo en que los jueces de
la República Argentina, sean federales o
provinciales, tienen igual forma de ejercer el
poder que le atribuye la Constitución Nacional.
De lo cual cabe postular que el sistema judicial
argentino no puede ser concebido, hoy en día,
como integrado por una suerte de
compartimientos estancos en los que por un
lado desarrollan su labor los órganos
provinciales y por el otro el fuero federal,
incluida la Corte Suprema de la Nación.
Que si bien es cierto que el constituyente
originario disciplinó la esfera de actuación de los
distintos órganos federales y locales de un
modo preciso, en el transcurso del tiempo ese
esquema aparentemente cerrado quedó
desbordado por la propia realidad y
fundamentalmente por los criterios concebidos
y definitivamente consolidados por la Corte
Suprema de la Nación. No otra conclusión puede
desprenderse de la fundamental incidencia que
cobraron precedentes tales como “Di Mascio”,
“Casal”, etc (C.S.J.N. Fallos 311:2478; 328:3399)
Que en efecto, en función de sustanciales
avances de esa jurisprudencia, las causas deben
fenecer en las jurisdicciones locales
reservándose el Tribunal Supremo para dar su
última palabra, aunque siempre luego del
inexorable tránsito por los tribunales
provinciales.
Que de tal modo ha sido generado un esquema
de total integración entre ambas esferas, sin
perjuicio de circunstanciales materias propias
del derecho público provincial. Esta
armonización conforma, en definitiva, un
sistema único de juzgamiento con
características uniformes y comunes a todos los
protagonistas del quehacer judicial.
Que en esas condiciones, resulta imposible
justificar que se susciten notables diferencias
entre los distintos componentes de ese sistema
único, desde el punto de vista presupuestario y
remuneratorio. Los jueces en particular,
cualquiera sea el grado de competencia, son
jueces de la Constitución y de los tratados, y
están llamados a desenvolver una actividad que
es común, de donde mal podrían recibir
tratamiento diferente.
Que si la vigencia del principio de intangibilidad
de las compensaciones no podría ser
desconocida en el ámbito provincial, según lo
estableció la Corte en Fallos: 311: 460 y
316:2747, ratificado más recientemente en el
tiempo, en el citado fallo “Gutierrez Oscar
Eduardo c/ANSES”, en concordancia con ello, es
menester promover una homogeneidad gradual
y progresiva en los niveles generales fijados
para dichas asignaciones entre los magistrados
de las diversas judicaturas provinciales y
federales, igualmente alcanzados por esa
garantía constitucional.
Que tales consideraciones propician que
ineludiblemente se contemple en el presente
fallo, para extraer la pauta salarial promedio de
la región patagónica, también las asignaciones
que perciben los magistrados y funcionarios de
la justicia federal las que se deberán considerar
a los efectos de verificar el presupuesto de
hecho que es el invocado para la procedencia
de la pretensión de reajuste pretendida en
demanda. Ello en la medida que éstos integran
la base igualitaria mínima respecto a las
asignaciones que los magistrados de la región
tienen derecho a aspirar con resguardo de la
garantía de intangibilidad, desde que
desarrollan su actividad en un contexto de
similitud territorial, social, económica, cultural y
de condiciones de vida.
Que esto es tan así que en todas las provincias
de la región entre los adicionales que se
contemplan se encuentra el llamado “adicional
por zona”.
Que es de destacar que en el caso de los
magistrados y funcionarios de la Justicia Federal
la alícuota correspondiente a ese adicional (40%
de las asignaciones) es mayor que la prevista
para los integrantes del Poder Judicial de la
provincia del Chubut (25%) (conf: informativa de
fs. 553/558)
Que entiendo que en el caso “Chiara Diaz,
Carlos Alberto” (Fallos 329:385), reiterándolo
más recientemente en el caso “Brandi, Eduardo
Alberto y otros c/Mendoza, Provincia de s/Acción
declarativa de inconstitucionalidad” del 11 de
julio de 2007 (Fallos 330:3109) la Corte Federal
fijó doctrina sobre el tópico.
Que en efecto, la Corte ha examinado y resuelto
en la causa “Chiara Diaz” diversas
consideraciones acerca de la interrelación
existente entre la prerrogativa de incolumnidad
de las compensaciones judiciales y los
mecanismos destinados a la actualización de las
sumas dinerarias en función de la depreciación
monetaria, para sostener su doctrina
constitucional sobre el genuino alcance de la
garantía de intangibilidad. Luego lo reiteró en la
causa “Brandi” incorporando párrafos de dicho
decisorio y, al mismo tiempo, calificando a los
fundamentos de los casos “Mill de Pereyra” y
“Chiara Diaz” de “preciso estándar” con lo cual,
señaló, la existencia de un precedente de
aplicación a casos similares.
Que este estándar puede extraerse del
Considerando 11, donde se sintetizan las
especiales condiciones que deben configurarse
para que la garantía de intangibilidad se repute
vulnerada.
Que en este sentido –expresa- que las
condiciones están dadas “cuando se produce un
ostensible deterioro temporalmente dilatado de
las remuneraciones de los magistrado respecto
de lo que resulta razonable”
Que posteriormente se desarrolla esa afirmación
inicial y se indican los tres (3) presupuestos y
los dos (2) criterios que deben concurrir en el
caso concreto.
Que así señala : 1°) Debe existir un ostensible
deterioro sufrido por las remuneraciones de los
magistrados que en cada caso acontezca, en su
proyección en la relación de desempeño de la
función judicial” (reiteración de la doctrina de
los fallos 307:2174 y 308:1932); 2°) Deben
ponderarse “períodos de tiempo más o menos
prolongados en los que la remuneración real
puede experimentar altibajos propios de las
circunstancias pero que, en su globalidad,
mantienen la intangibilidad querida por el texto
constitucional, sin perjuicio de admitir un cierto
desfase mensual que no incida con entidad
significativa en el aspecto patrimonial de la
garantía estatuida en el art. 110” (se reitera la
doctrina sostenida en Fallos 314:749; 316:2379
y 319:1352); y 3°) El tercer elemento exige,
según la Corte, aplicar dos “criterios de
razonabilidad sustantiva”: a) El primer criterio
conduce a “considerar razonable lo que surge
de lo que las demás jurisdicciones hacen y por
ello es que se considera que las remuneraciones
judiciales de todo el país deben reconocer una
cierta base igualitaria mínima respecto de las
condiciones salariales de sus magistrados, que
hagan a la dignidad, inamovilidad e
independencia de éstos.
Que en este sentido, la valoración que las
provincias hagan del merecimiento salarial de
sus jueces, no puede alejarse en forma grosera
de las remuneraciones que perciben los demás
jueces en las restantes jurisdicciones, tanto a
nivel nacional como provincial.
Que la prudencia a este respecto indica que,
salvo circunstancias debidas a zonas inhóspitas
o desfavorables, o con costos
extraordinariamente altos, en que la vida
austera, pero digna, requiera mayores
remuneraciones, todos los jueces provinciales
deben percibir retribuciones que observen una
razonable relación con el promedio de las que
perciben los jueces de las restantes
jurisdicciones provinciales y nacional a efectos
de no violar el mencionado art. 5 de la
Constitución Nacional y tampoco incurrir en una
desigualdad discriminatoria que atentaría contra
la garantía del art. 16 del mismo texto
supremos y, de este modo, alcanzar una
solución objetivamente justa”, b) el segundo
criterio lleva a considerar “la razonabilidad en
relación al caso concreto, ya que la garantía
importa, necesariamente, que los jueces puedan
tener una vida digna, entendiendo por ello la
posibilidad de que el ingreso que perciban les
permita su subsistencia y la de su familia, de
manera compatible con el cargo que la sociedad
le ha encomendado.
Que en este orden de ideas, el máximo Tribunal
de la República puso de manifiesto que será la
magnitud notable y el ostensible deterioro
sufrido por las remuneraciones de los
magistrados que en cada caso acontezca, en su
proyección en la relación de desempeño de la
función judicial, la que justificará la tutela que
se persigue por la vía del amparo con apoyo en
la mentada cláusula constitucional (Fallos
307:2174 y 308:1932)”.
Que bajo las pautas expuestas, apreciaré
principalmente si el anexo individualizado con la
letra “A” obrante a fs. 19, ha sido corroborado
en sus datos comparativos por función y grupo
etario, con la informativa aportada a la causa.
Que así pues, de la revisión de los informes
producidos por los organismos administrativos
correspondientes a los poderes judiciales de la
región patagónica, a saber: Río Negro (fs
317/318 de fecha 27 de febrero de 2009);
Neuquén (fs. 403/411 –de fecha 10 de marzo de
2009-); Santa Cruz (fs. 544/550 y vta –de fecha
7 de julio de 2009-); La Pampa (fs. 399/400 de
fecha febrero de 2009); Tierra del Fuego (fs.
380/385 –de fecha 03 de marzo de 2009-); y de
la provincia del Chubut (fs. 311/313 –de fecha
23 de febrero de 2009), encuentro plenamente
acreditada la veracidad de los parámetros
nominales de comparación provistos por la
parte actora en autos.
Que se añadirá a ello, los datos aportados por el
Consejo de la Magistratura Nacional (fs. 553/558
–de fecha 7 de julio de 2009-) en los cuales se
informa las asignaciones nominales
correspondientes a los mismos cargos letrados
judiciales con igual antigüedad, según pauta
temporal que de común se accede al mismo,
computados los adicionales por compensación
funcional (25% sobre el total bonificable),
permanencia en la categoría(10% del total
bonificable a partir de los tres años) y zona
desfavorable (40% de la remuneración)
Que también ponderaré el Acuerdo plenario del
Superior Tribunal de Justicia del Chubut, por el
cual se decidiera equiparar las asignaciones de
los jueces letrados de primera instancia, y por
vía de los art. 53 y 54 de la ley 5057 y su
modificatoria 5810 del Ministerio Público Fiscal;
y art. 66 de la ley 4920 del Ministerio Público de
la Defensa; también las correspondientes a los
procuradores fiscales, asesores y defensores, a
los que les corresponde a la categoría de juez
de cámara (Acuerdo n° 3704 del 4 de abril de
2008); la ley 5808 (que adiciona una suma fija
no bonificable a partir del 01/10/2008) y el
Acuerdo Plenario 3828 del S.T.J. que incrementó
los salarios en un 15% a partir del 01 de
septiembre del corriente año.
Que con tales pautas de análisis, tomaré como
testigo el parámetro de comparación provisto
por la asignación de un Juez de Cámara con 20
años de antigüedad, atento que en la provincia
todos los jueces perciben el 90% del básico
correspondiente al Ministro del Superior Tribunal
de Justicia, tanto en la grilla porcentual
correspondiente a la categoría, como por la
correspondiente a la anteriormente denominada
“dedicación funcional”
Que de ello resulta que en el poder judicial del
Chubut un Juez de Cámara con 20 años de
antigüedad percibe una asignación neta
aproximada de PESOS TRECE MIL ($13.000) la
cual infiero a tenor del informe obrante a fs. 19,
de los informes obrantes a fs. 642/643 y
662/663; destaco la expresión “aproximada”
toda vez que resulta materialmente imposible
con las constancias de autos establecer al día
de la fecha una suma exacta toda vez que en
función de ítems tales como “antigüedad”,
“antigüedad en el poder judicial” y/o
“permanencia en el cargo” pudieran verificarse
diferencias entre magistrados de igual rango.
Que a la par, el promedio de la región para igual
categoría de juez de cámara con 20 años de
antigüedad arroja una suma también
aproximada de PESOS VEINTE MIL ($20.000)
Que dicho importe surge de computar los
distintos montos informados por los Poderes
Judiciales de la región y por el Consejo de la
Magistratura Nacional, que ratifican la
adecuación de las sumas contenidas en el
anexo “A” e indicando en todos los casos que
hubo reajustes posteriores que hizo que
actualizaran tal información (deben calcularse
los adicionales que se informan aunque sin
computarlos). Dichas asignaciones obtenidas
son corroboradas por el informe de la
Federación Argentina de la Magistratura obrante
a fs. 642/643, que valoro en el contexto de la
demás prueba producida en autos.
Que de la comparación de dichas asignaciones,
es decir, de PESOS TRECE MIL ($13.000) –Poder
Judicial del Chubut- con la de PESOS VEINTE MIL
($20.000) –promedio de la asignación para la
categoría y antigüedad evaluada en la región
patagónica, se constata que existe un deterioro
equivalente al 35% en menos de la media
patagónica. Si se observa, dicho deterioro es
equivalente al denunciado en la demanda por la
parte actora (ver: punto VI apartado b de fs. 61
y vta.)
Que ante tal verificación concluyo que se ha
corroborado la existencia de un deterioro de las
asignaciones de los magistrados y funcionarios
del Poder Judicial de la provincia del Chubut que
data cuanto menos de más de un año, si se
computa la fecha de interposición de la
demanda (22/09/2008 –ver cargo de fs. 64 vta.-)
y que impacta en la función, entre otras
consecuencias, en tanto puede resultar
razonable la explicación expuesta en relación a
las dificultades que se verifican para lograr
concitar interés en concursar para las vacantes
que se producen en los cargos de relevancia
dentro de la función jurisdiccional (fiscales,
jueces, etc.)
Que dicho dato, por lo demás resulta de público
y notorio al menos en esta ciudad de Comodoro
Rivadavia por cuanto basta con leer los diarios
de mayor circulación para tomar noticia de los
concursos declarados desiertos por falta de
postulantes.
Que de allí es que tengo por acreditado en el
caso la afectación de las pautas establecidas
como “estándar” de preservación del principio
de intangibilidad fijado por la Corte Suprema
Nacional.
Que, en consecuencia, corresponde precisar el
contenido y los alcances de la condena en los
siguientes términos: habrá de condenarse a los
poderes públicos para que en el plazo que
estableceré en treinta (30) días, procedan a la
liquidación y pago de la recomposición de las
asignaciones correspondientes a cada
magistrado y funcionario del Poder Judicial de la
Provincia del Chubut, conforme el promedio
establecido según las pautas fijadas
precedentemente.
Que atento la fecha de interposición de la
demanda (22/09/2008) y el tiempo que ha
insumido la tramitación de la presente acción
por razones que considero ajenas a las partes y
al proceso mismo, la liquidación ordenada
deberá efectuarse retroactivamente al mes de
de octubre de 2.008.
Que atento al modo en que se resuelve,
corresponderá imponer las costas del proceso
de amparo tramitado a la parte demandada
vencida (conf. Art. 17 de la ley V n° 84)
Que en relación a los honorarios que deben
regularse en esta instancia por imposición de lo
normado en el art. 46 del régimen arancelario
vigente (ley XIII n° 3) los emolumentos de los
profesionales y perito intervinientes se fijarán
siguiendo las pautas establecidas en los art.
5,6,7,8 y 35 de la citada ley y en especial
teniendo en cuenta la labor de los mismos,
evaluándose la gestión profesional desarrollada
y la relación con el éxito de las pretensiones
reclamadas.
Que por las razones expuestas, las normas
legales, doctrina y jurisprudencia citadas,
juzgando en definitiva
FALLO
I)Haciendo lugar a la acción de amparo
interpuesta por la Asociación de Magistrados y
Funcionarios Judiciales del Chubut, declarando
en consecuencia que las asignaciones que
actualmente perciben los Magistrados y
Funcionarios Judiciales de la Provincia del
Chubut violan el principio de intangibilidad
expresamente reconocido por el art. 170 de la
Constitución de la Provincia del Chubut
II)Condenando a la Provincia del Chubut a que,
en el plazo de treinta (30) días provea las
partidas presupuestarias necesarias para
liquidar y abonar los magistrados y funcionarios
las sumas que en cada caso corresponda, según
las particularidades de la situación de revista de
cada uno de los involucrados, y de acuerdo a las
pautas establecidas en los considerandos
respectivos; déjase expresamente establecido
que la liquidación deberá efectuarse
retroactivamente al mes de octubre de 2008,
conforme al considerando pertinente.
III) Imponiendo las costas del proceso a la parte
demandada vencida. Regulo los honorarios del
Dr. Eduardo de Villafañe, letrado apoderado de
la parte actora, en la suma de PESOS DIEZ MIL
($10.000); LOS DE LA Dra. Ines A, Maristany en
la suma de PESOS CUATRO MIL QUINIENTOS
($4.500); del Dr. Diego Guillermo Carmona en la
suma de PESOS DOSMIL QUINIENTOS ($2.500) y
los de la perito contador designada en autos
Contadora Florencia Coma en la suma de PESOS
OCHOCIENTOS ($800); en todos los casos, con
más la alícuota impositiva que corresponda.
IV) Regístrese y notifíquese

MARIA ALEJANDRA PERALTA


CONJUEZ

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