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Lo primero que tengo para decirle es que si está en una situación de soportar algo, de
esperar, de querer que pase algo, que haya un cambio, una salida a un problema o
cualquier cosa por el estilo, debes de estar recordando y diciéndole a Dios las palabras
del “Padre nuestro”. Usted recuerda el Padre nuestro, busquémoslo en Lucas 11: 2-4. Y
no nos metas en tentación. Note que esa frase es muy diciente, es decirle al Padre Dios
que no nos meta en la tentación, esto es, decirle a Dios que nos libre de las tentaciones,
de situaciones de tentación y Dios lo hará. Dios nos libra de situaciones que serán
tentadoras para nosotros. El mundo está lleno de tentaciones y Dios nos está librando de
ellas a cada rato. Cuando uno está aburrido y triste, decepcionado de una persona, de un
negocio, de la misma familia, pues uno está a punto de hacer algo que sabe que no lo
debe de hacer. Por ejemplo alguien en una situación de desesperación pide ayuda a la
familia, pero la misma familia le da la espalda, entonces está a punto de aceptar lo que
no debe. Debe de pedirle a Dios que no lo meta en tentación.
Esa situación que se iba a presentar, pero que usted pensaba sería una tentación se
desbarató, ese viaje a tal lugar donde le iban a proponer tal negocio, donde se iba a
encontrar con cierta persona, donde tendría que mentir, donde tendría que estar sólo
mucho tiempo, pero no se dio, es por la oración de pedirle a Dios que no lo meta en la
tentación.
Ese almuerzo de trabajo, esa salida a comer, esos planes que se dañaron, es porque Dios
no lo mete en la tentación. Algunas veces usted puede pensar: esa es una situación muy
tentadora, pero no se da, es porque Dios no lo mete en tentación.
Y cuando estas aburrido, deprimido esperando que algo pase y no pasa (templanza) y ya no
quiere esperar más y dice, bueno ya no más, ahora voy a ir y cometer este pecado y entonces va
y no puede. Todo porque Dios no me quería meter en la tentación, se le añadía a la templanza
paciencia. Bueno pídale a Dios que no lo meta en la tentación y verá los frutos, Dios le
responderá y le añadirá a su templanza paciencia. 2 Pedro 2: 9, “Sabe el Señor librar de
tentación a los piadosos […]”
Romanos 2: 21, “Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? [...]”
Usted está pensado en como cambiar a sus hijos, a su iglesia, a su familia, a sus
cercanos, a su municipio, pero porque no empieza por lo primero, cambie usted mismo.
Usted sabe que tiene que cambiar, pues entonces empiece. Quiere añadir paciencia a su
templanza, número uno: ore a Dios que no lo meta en tentación, número dos orea a Dios
que lo cambie primero a usted.
Medite muy bien sobre sus caminos, eso le ayudará a añadirle a su templanza paciencia.
Quiere añadir a su templanza paciencia, número uno, ore a Dios que no lo meta en
tentación; número dos, ore a Dios que lo cambie primero a usted; número tres, medite
sobre lo que va a hacer.
Santiago 1: 12, “Bienaventurado el varón que sufre tentación; porque después que fuere
probado, recibirá la
corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.
Revelación 2: 10, “No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el
diablo ha de arrojar
algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados; y tendréis tribulación de diez
días. Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
Parecen dos cosas diferentes, porque en una está hablando de algo en nuestra vida y en
la otra de algo después de la muerte, pero mirándolo más detenidamente son lo mismo,
son vida, algo para vivir. Probablemente una mejor forma de vida, una bendición
económica o sentimental o espiritual o algo así, una especial corona. Pensando en esta
promesa de Dios, que dice “el Señor ha prometido” me encontré con el Salmo 21: 1-7.
Esto es lo más cerca a esta promesa de la corona de vida, son bendiciones que vienen.
Yo siempre pienso eso, cuando me llega una tentación yo pienso, ¿cuál será el premio
por esto?, Señor necesito los uniformes de los niños, Señor tengo ganas de ir a comer a
un restaurante, etc. Viene la bendición, sólo tengo que pasar la prueba, eso le añade a mi
templanza paciencia.
Quiere añadirle a su templanza paciencia, número uno, pídale al Señor que no lo meta
en tentación, número dos ore que Dios le cambie primero a usted, número tres, medite
sobre lo malo de su decisión, sobre sus caminos, número cuatro recuerde que superando
esa prueba recibirá una bendición y es mejor recibir esa bendición, para después no
tener que regresar al camino.