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EL CONEJO DE PASCUA (the Easter Bunny) Y CRISTO

• La tradición de los Huevos de Pascua


Todo comienza en Semana Santa y culmina con el Domingo de Pascua, que se presenta como una
de las más importantes fiestas religiosas.
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, una de las conmemoraciones más
importantes para la cristianidad. Muchos fieles van a misa con ramos de olivo -símbolo del
recibimiento de Cristo en Jerusalén- para que sean bendecidos.
En esta semana se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Con el Domingo de Ramos
se evocó la entrada de Cristo en Jerusalén. Según la fe católica, el pueblo judío le dio la
bienvenida agitando ramos de olivo.
A partir del jueves próximo -día que se conmemora la Ultima Cena- la liturgia religiosa adquiere
mayor importancia. El viernes santo se evoca el tormento de Cristo en su marcha hacia el Calvario
y el domingo, con la Pascua de Resurrección, se festejará el paso de la muerte a la vida del Hijo
de Dios.
La Pascua constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es
festejada por millones de fieles en todo el mundo y el Papa da la bendición en una misa urbi et
orbi desde la Basílica de San Pedro.
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y
renacimiento. El huevo adiquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix
se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un
principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.
Los huevos de pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran
regalados a los chicos durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a
obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo 19, en Alemania,
Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos
adentro.
En cuanto a la decoración, los huevos de pascua siempre han representado un desafío para los
reposteros. Pero las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus
comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol. Los
huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración
masiva. Los colores estridentes fueron apareciendo con las grandes producciones de huevos, por
los años 20 y 30 del siglo pasado.
• Los orígenes del Conejo de Pascua
por Eileen Yaeger
El conejo de Pascua no es un invento moderno. Tiene su origen en las celebraciones
anglo-sajonas pre-cristianas. El conejo, un animal muy fértil, era el símbolo terrenal
de la diosa Eastre, a quien se le dedicaba el mes de abril.

El conejo, como símbolo de Pascua, parece tener sus orígenes en Alemania donde es
mencionado por primera vez en unos textos del siglo XVI. Los primeros conejos
comestibles se fabricaron en Alemania en el siglo XIX de pastelería y azúcar.
El conejo de Pascua fue introducido en EE.UU. por los inmigrantes alemanes que llegaron al
Pennsylvania Dutch Country durante el siglo XVIII. La llegada del "Oschter Haws" se consideraba
uno de los grandes placeres de la infancia, equivalente a una visita de Papá Noel en Noche Buena.
Los niños creían que si se portaban bien, el "Oschter Haws" pondría huevos de colores.
Los niños construían nidos en lugares apartados o escondidos de la casa, el granero o el jardín para
que pusiera sus huevos el conejito. Más tarde empezaría la tradición de construir elaboradas
cestas para poner los huevos.
• La Iglesia celebra el tiempo de Pascua, que va desde el Domingo de Resurrección hasta el
final de Pentecostés -más o menos unos 50 días- como si fuera un solo día, el Gran Día,
anticipo del tiempo que no tendrá fin. Este sentido del tiempo en la Pascua se hace
especialmente evidente en el tiempo conocido como la "Octava de Pascua", los ocho
primeros días del tiempo pascual, en el que las antífonas repiten durante toda la semana:
"Hoy ha resucitado el Señor, cantemos un himno al Señor nuestro Dios".
• La Paloma o "Colomba" pascual, un pan dulce y adornado con forma de ave, es también
un símbolo cristiano. La forma de paloma era utilizada muy frecuentemente en los
antiguos sagrarios donde se reservaba la Eucaristía. El símbolo eucarístico se convirtió
luego en el pan dulce que suele compartirse, en algunos países europeos -especialmente
en Italia- en el desayuno de la Pascua y de la "Pasquetta", el lunes de Pascua.
• La palabra "pascua" proviene según la Biblia de la raíz psh (cojear. andar con muletas,
saltar): Dios saltó, omitió las casas donde se celebraba la pascua en la última de las plagas
de Egipto (Ex 12.13.23.27). Pero esta etimología bíblica es secundaria. De hecho, la pascua
de la salida de Egipto no es la primera que celebraron los israelitas; se habla de ella sin
previa presentación o explicación en Ex 12,21, como de algo ya conocido y preexistente.
Otros han querido derivar su etimología del acádico pasâhu (calmar, apaciguar) o de una
raíz egipcia que significa "golpe".
• El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = "pentecostés", vividos y
celebrados como un solo día: "los cincuenta días que median entre el domingo de la
Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo,
como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo" (Normas
Universales del Año Litúrgico, n 22).
• En sus orígenes la Fiesta Pascual era una fiesta de nómadas pastores o seminómadas. Se
celebraba fuera del santuario, sin sacerdote ni altar. Consistía en el sacrificio de un animal
joven para obtener la fecundidad y prosperidad del ganado. La víctima era asada a fuego,
no se le podía romper ningún hueso. Con su sangre se untaban los palos de la tienda (más
tarde, las jambas de las puertas), para así alejar amenazas o desastres, verdadero rito
protector de peligros. En principio, el rito del sacrificio del cordero no incluía banquete. Al
incluirse éste, se comía acompañado de pan sin levadura de los beduinos y hierbas
amargas, hierbas del desierto, no hortalizas. Se cenaba con el atuendo de quien está
preparado para una larga marcha: báculo de pastor en mano, lomos ceñidos, sandalias en
los pies[6] . La fiesta era de noche, noche de luna llena, la más luminosa. Era una fiesta
anual, fiesta de primavera, tiempo en que se salía con el rebaño a la búsqueda de pastos,
momento decisivo y peligroso. El carácter de esta fiesta era cíclico (el eterno retorno de
las estaciones) y tenía, en su origen, aire de ritmo mágico más que histórico.
• La Pascua judía evoca liberación, independencia. En la fiesta de la Pascua, los judíos se
reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y
cantar salmos. Celebraban la liberación de la esclavitud de su pueblo. Jesús es el nuevo
cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.
• Cirio pascual.- La palabra “cirio” viene del latín “cereus”, de cera, el producto de la
abejas. Al hablar de las “candelas”, aludíamos al uso humano y al sentido simbólico sé la
luz que produce los cirios, también en la liturgia cristiana. El cirio más importante es el
que se enciende en la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo – Luz, y que sitúa sobre una
elegante columna o candelabro adorando.
http://www.aciprensa.com/fiestas/pascua/etimologia.htm

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