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Wi ee pnogratias Ty ah CO Federico Ulsamer dela construccion Josep M? Minoves | Las Humedades = ‘Construccién | IEE: onografias ceac | dela construccién Las Humedades enla Construccion Federico Ulsamer Actualizaci6n Josep M? Minoves Licenciado en Ciencias Quimicas Oo ediciones os Cedc seri, 164 - 08020 Barcelona - Espafia © EDICIONES CEAC, S.A. Perti, 164 - 08020 Barcelona (Espafia) 25." edicién: Mayo 1989 ISBN 84-329-2902-6 Depésito Legal: B-18103 - 1989 Impreso por GERSA, Industria Grafica Tambor del Bruc, 6 08970 Sant Joan Despi (Barcelona) Printed in Spain Impreso en Espafia Prélogo a la 1.° edicion ‘La guerra contra la humedad fue el origen de las construcciones hu- manas. Huyendo de la Iluvia, granizo y nieve, el hombre primitive se refugié en las cavernas. Pero las humedades que penetraban por paredes y suelo le expulsaron de las cuevas y el hombre se construyé sus primeras chozas con la madera que en superabundancia le ofrecian los bosques. Fue de nuevo la humedad que produciendo la répida putrefaccién de la madera obligé al hombre a buscar otros materiales de construccién de mayor poder aislante y ms resistente a la accién de la humedad. Asi, en constante lucha contra el agua enemiga, el hombre fue desa- rrollando y perfeccionando la construccién de los edificios que le dan cobijo, ideando cada vez nuevos métodos para impedir la formacién de humedades. Cuando al fin habia logrado un aislamiento casi perfecto, la comodidad le hizo conducir hasta el interior de su morada el agua que necesitaba para su sustento y limpieza, creando nuevas fuentes de hume- dades. Continda hoy en dia, implacable, la guerra contra las humedades en las construcciones. Ayudar a eliminarlas de cualquier edificacién sefia- lando cémo reparar los dafios que produjeron y cémo cerrar el paso a nuevas penetraciones, y aconsejar a los constructores en sus intentos de evitar cualquier posible origen de humedades en las obras nuevas que eje- cuten, éste es el propésito que nos induce a escribir esta monografia, breve compendio de nuestras propias experiencias durante largos afios en el ejercicio de la profesién y recopilacién de cuantos datos sobre la materia han caido en nuestras manos. Si conseguimos orientar a algin cons- tructor en sus dudas ante los problemas que le plantea la realidad, nos consideraremos harto satisfechos y daremos por bien empleado el tiempo dedicado a este trabajo que, desde luego, no es, ni pretende serlo, com- pleto. Sdlo deseamos contribuir con nuestro consejo a que las obras se ejecuten con la suficiente perfeccién para evitar que en los edificios habi- tados por el hombre, se formen o penetren humedades, tan perjudiciales a su salud. F. ULSAMER

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