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EL PRIMER PASO
Uno debe servir para ese tipo de importancias, yo soy más de otras, de
esas de andar por casa.
Y pienso en la confianza, que ponen los críos a los que cuento los
cuentos en verano. Veo sus ojos como charcos enormes, sin ninguna
sombra de duda, contándome sus miedos, porque yo les escucho. Y no
me río, ni les llamo miedicas. No sienten vergüenza de contar lo que
sea.
Y digo yo.... ¿Por que adoro yo, las zapatillas viejas, si nunca pude
caminar?
..
Garúa Medrano 4 Sin Cuento
LÍNEA DE FUGA
Escribía.
De su puño iba saliendo una línea que corría, corría hacia el infinito.
Ahora se detenía, después se alejaba enloquecida. Era una línea, una
rígida vara de madera, un tabla ;como la de los que los carpinteros
utilizan para medir.
Si, ella era ya una línea, una línea de fuga, una línea que huía. Debía
huir de los tópicos, de los márgenes, de las divisiones... Ella era una
línea que corría, corría hasta perderse en el infinito.
Sin Cuento 5 Garúa Medrano
Era otra persona. Podía ser nueva, ser como quisiera, hacer lo que
quisiera. Sentía como si en un segundo se hubiera deshecho de un
montón de lastre, estaba ligera, radiante, alegre y dispuesta a hacer
una travesura, la primera de un recién nacido, algo sin pizca de
maldad…
Escribió una carta de naufrago, era la primera, no era una carta normal,
era lo que la nueva personalidad quería que ella fuese, y decidió
enviarla. Se preguntó entonces a quién y se dio cuenta que al ser recién
nacida no conocía a nadie, nadie la conocía. Se dio cuenta que estaba
sola, tremendamente sola en un desierto lleno de conocidos, y no le
gustaba estar sola.
así que, ni corta ni perezosa, cerrando bien los ojos, lo lanzó a un mar
oscuro, dentro de su botella, y se quedó soñando en que habría
respuesta
Garúa Medrano 8 Sin Cuento
GARÚA
David Serna
Garúa Medrano 10 Sin Cuento
Sin Cuento
Sin Cuento 11 Garúa Medrano
Garúa Medrano 12 Sin Cuento
LADRONES DE POLVO
(Polvo eres y en polvo...)
Vienen a por nosotros. Viene mucha gente. Unos cada día, otros
una vez al año, llueva o truene.
Las seis. La piedra está caliente. Hoy hace sol. No me gustan los
días de sol. Se aprovecha para hacer visitas y esto se llena. Dentro de
media hora sonará una campana, cerrarán la verja como cada tarde y
volverá el silencio.
Realmente no puedo creer que ellos sean los vivos. Pasan la vida
con la lágrima y la urna dispuesta, al acecho de los hornos crematorios.
Aguardan ansiosos el momento de almacenar en las oseras los crujientes
Sin Cuento 13 Garúa Medrano
Garúa Medrano 14 Sin Cuento
DIARIO DE PÉRDIDAS
Alguien me dijo una vez:
"Donde no puedo ir no existe"
Garúa Medrano 16 Sin Cuento
UN BESO A LA DERIVA
Pensé que era uno de esos días en los que tenemos el guapo subido, y
llamamos la atención.
No le dí mas importancia.
"¿Donde vas tan deprisa?", le conte que iba a por el periódico antes que
cerrasen....
Me fuí pensando que quizá, en el aire de uno de esos días que tenemos
el guapo subido, me había encontrado con un beso a la deriva.
Garúa Medrano 18 Sin Cuento
ABRAZO SOLITARIO
Dedicado a cycloman
Cuando las risas de los viernes, en los demás, sentado solo, en ese
restaurante de los viernes, con murmullo de viernes, mirando con
mirada neutra solo, esperando esas palabras que ya se han perdido.
Cuando las botellas de cerveza están vacías, y no hay mas que queso
raido en la nevera, y uno usa su bandejita, para cenar escuchando a
alguien frente a la tele.
Sin Cuento 19 Garúa Medrano
MEMORIA LIMITADA
Para aprender la tabla del 7 tuve que olvidar sumar por los dedos. Para
aprender a nadar tuve que olvidar jugar en la orilla del mar. Para dar
mis primeros pasos me olvidé de gatear. Para aprender a andar en
bicicleta, olvide para siempre el triciclo.
Garúa Medrano 20 Sin Cuento
Garúa Medrano 22 Sin Cuento
TAMBIÉN VA CONTIGO.
Este preámbulo es para decirte que esto no es historia, para decirte que
ante tus ojos pervive NAZISMO Y APARTHEID, y tu, como hicieron
aquellos, “miras a otro lado”
Cada local que veo abrirse, que me impide vivir con el mismo derecho
que tu que lees, me grita “Eh, tu no, inútil, esto es para personas útiles”
mientras tu, me miras, mudo, desde dentro con tu prepotente utilidad
Garúa Medrano 24 Sin Cuento
MIGUEL EL ASESINO
A Miguel Carcaño
Porque creo, que hemos dejado TODOS, crecer no solo a este Miguel,
sino miles de Migueles, sin mirar que puede pasarles, que están
necesitando, y que poder hacer para que esto no ocurra...
Porque, seguramente, Miguel, también dio sus primeros pasos, pero
nadie aplaudió después, y le abrazo, y le canto la nana para dormirse,
nadie hizo los deberes con el, y así se fue secando ese corazón enfermo,
que hoy, destila soberbia, y orgullo mal entendido, y solo abriga rencor
y miedo.
¿O a caso a miguel, no le gustaban las golosinas como al Cuco o a
Marta?
Todos eran niños, niños inocentes, a los que les hemos ido dejando
crecer y llegar a donde estamos...
Por eso, me duelen estas dos frases:
“...Dos jóvenes encarcelados que jamás deberían volver a ver la luz de
las calles".
"...éstos corazones negros tienen que pagar para siempre toda esta
locura"
Garúa Medrano 26 Sin Cuento
EL MURO
De repente un día al salir de casa todo
cambia.
No entiendes por que, pero a lo largo de todas las aceras se extiende un muro
que llega hasta la altura del cuello… es casi claustrofóbico. Llegas a ver las
cabezas de los que pasan desde la otra acera.
Y las puertas de casi todos los taxis están tapiadas, y las de los autocares,
autobuses, trenes…
Y por ultimo piensas en a volver a casa. Si, es una buena idea volver a casa.
Aprietas el paso. Al llegar, descubres, que también han puesto un muro en el
portal y no puedes entrar ni a tu propia casa.
No comprendes nada.
En este cuento tu no tienes nada que temer porque, solo has imaginado y
sentido durante un momento una realidad nueva.
Pero, no podrás saber nunca, si en un futuro, este mal trago que has pasado
solo durante unos segundos, imaginándolo, podría hacerse realidad si no
hacemos nada por evitarlo.
Garúa Medrano 28 Sin Cuento
APRENDIENDO A ESCUCHARTE
A Toña y su valentía
Estoy en la churre, como cada mañana, como cada tarde. Como cada
día, semana, mes y año. En nuestra churre.
¿Quién dijo que para hablar se necesita una boca, una lengua, unos
dientes? ¿Quién dijo que se necesita un cuerpo, o una vida?
Ellos ven que estoy sola, detrás de esta barra, no ven más. No se dan
cuenta que, aunque me vean sola, tu y yo seguimos charlando.
¿Sola?
Aunque nadie mas te escuche, aunque nadie mas que yo sienta otra vez
el roce de tus manos, o como se te arruga la nariz cuando suelto una
barbaridad para hacerte reir.
Garúa Medrano 30 Sin Cuento
Aprendí a escucharte.
Aprendí a escucharte en cada cosa que hago, en cada paso que doy,
sigo contigo aquí. Por eso no estoy sola. Por eso no tengo miedo,
porque nadie se dio cuenta que era imposible separarnos, por mas que
digan.
Sin Cuento 31 Garúa Medrano
DEJARLAS TRANQUILAS.
Debe existir un lugar donde llegan las palabras que íbamos a decir
y nunca llegaron a ser pronunciadas.
Las imagino, tiritando de frío, sin saber muy bien qué va a ser de
su destino, esperando. Pensando en aquella duda, que impidió al dueño
que les diera la libertad de salir a chorro entre los labios . Esperando a
que se abra la puerta… una puerta antigua de madera, que huele a
resina, y chirría.
“Esta irá al agitado y amargo mar del rencor, esta otra surcara el
placido reconfortante mar de la ilusion, o la última atravesando el gris y
agitado mar del olvido…” sin entremezclarse nunca, agolpadas en sus
cayucos, esperando alcanzar puerto.
Garúa Medrano 32 Sin Cuento
Sin Cuento 33 Garúa Medrano
VENTANAS
Las ventanas son escondites de la vida, celdas por las que pasa la
luz y el mundo inalcanzable.
Garúa Medrano 34 Sin Cuento
está mal contar los secretos pero es que Jorge, el del segundo, tiene
nueve años y es mayor que yo, por eso se pasa el día llamándome
donde sólo se ven los ojos ensangrentados de los demonios del fango.
subiera con él, decía que era a jugar, a que viera las botas, pero lo que
Él lloraba.
es viejo, no como los demás viejos que siempre andan protestando por
conoció a gente muy importante de esa que sale en los libros que
tenemos que estudiar. Una vez montó en tanque, dice que los tanques
huelen muy mal, a gasolina, y que se pasa mucho calor porque no entra
Lo que sé, es lo del cuento : que una vez, de niño se encontró con
dinero le echó regaliz y se fue porque tenía que hacer recados. Al doblar
hojas mojadas y otras medio rotas. La pasta era negra y decía : "Magia
De pronto apareció un aire fortísimo que levantaba los papeles del suelo
Lo que el libro decía que era mas difícil y peligroso era intentar
abuelo no me quiso contar porque dijo que eran tan peligrosos que si lo
muere.
Garúa Medrano 38 Sin Cuento
EL DIVORCIO.
por ella, movido por ella, fuera de lugar. Nada está donde yo lo
dejo: las gafas, las pastillas, las revistas, los bolígrafos y los
lápices...
¡Los lápices mordidos! no hay cosa que mas odie que un
lápiz mordido sin punta, pues a ella le encantan, los colecciona
por cada rincón de la casa, cada vez que quieres escribir una nota
encuentras un lápiz mordido sin punta o un bolígrafo descargado.
No es normal, no, nada en ella es normal.
las patillas están abiertas así que no puede ser que haya vuelto a las
andadas, nada de cosas de los grandes almacenes.
Volviendo a las gafas...aparecieron ahí, en la mesa del salón junto a la
biblioteca. Nadie había venido a casa, ningún hombre que pudiera dejar
las gafas ahí donde aparecieron de un día a otro: ¿Magia? ¿Generación
espontánea...?
¿Y lo de las respuestas?. No es normal recibir cartas como las que recibo:
"En respuesta a su amable carta fechada el tantos de tantos...".
OTRAS VIDAS
Todo empezó con la llegada de una carta sin remite que le llegó a mí
madre. El matasellos era de Sama. En su interior sólo una fotografía antigua,
recortada, en color sépia, medio arrugada en la que un hombre ojeroso,
vestido con mono, besaba a un niño envuelto en unas mantillas blancas con un
gorrito de lana. El niño podía tener un par de meses. En el borde que se había
Garúa Medrano 42 Sin Cuento
recortado aparecía una mano con dedos pequeños y nudosos, una mano de
mujer a juzgar por el minúsculo reloj que aparecía en su muñeca.
Pero no fue así, los de Sama no sabían nada de la foto, así que
estábamos casi como al principio. Después de pensar entre todos decidimos
que el niño era de cualquiera de los compañeros de prisión y éste, o su familia,
era quien remitía aquella misteriosa carta.
Todo ello es fruto de pensar en la carga tan pesada e insufrible que tuvo
que vivir mi abuelo republicano. Preso lejos de su mujer y sus hijas, con pena
de muerte. Tras una acusación falsa, provocada por la envidia de un vecino
fascista. Pretendía que a mis abuelos les requisasen sus bienes y que se los
traspasasen a el, por el hecho de que mis abuelos maternos eran rojos.
…Y continuando con esas fantasías pienso que bonito habría sido que de
ese amor hubiera, por ejemplo, nacido un varón, ese hermano con que mi
madre soñó toda su infancia, para que las protegiese a ella y a su hermana, en
una época peligrosa e insegura.
Un varón que tendría, quizá, diez años menos que mi madre: cincuenta
y cinco. Sería sin duda hijo de soltera, habría tenido una vida difícil y sabría,
sabría que su padre estaba casado y tenía dos hijas, y era un idealista, y vivía
por la zona de Ribadesella, y para su madre, mientras vivió, fue bueno.
LA MONEDA DE LA SUERTE.
A Pilar la de Pepe, con todo mi cariño
mantenían erguido. Él, iba recordando los últimos tramos de conversación: "Y,
ahora, vete pa casa... anda que como estás!!". Ella lo miraba disgustada, mirada
de reproche, dura, mirada de amiga.
"¿Y dónde iba a ir si no tengo un duro?... Mira lo que tengo..." La moneda
brilló en su mano.
Era cierto. Con aquel dinero no se podía continuar con la fiesta... aunque
fuera nochevieja, y él quisiera continuar la fiesta, con sus pasos inciertos,
fumando y bebiendo. Continuar para sentirse alegre, feliz: ¡Que es nochevieja!.
La máquina tintineaba con sus luces naranjas. Hoy era un día especial. Era
el fin del año, el fin del dinero, el fin de tantas cosas que se le escapaban de la
mano. No tenía la mente clara para pensar. Era el fin de algo. Sonrió. El fin de
aquella moneda. La última de un día de fiesta.
Salió del bar. Pensó en llamarla para contarle lo sucedido. Pero después
pensó que no. Era mejor llamarla después de las uvas, para felicitarle el año e
invitarla a salir. Iría a comprar "de la mejor". Ésta vez, él invitaba. Iban a festejarlo
por lo grande.
Era, o iba a ser el final del año. Para él iba a ser su última nochevieja y
entró en ella, por azar, con los bolsillos llenos de monedas de la suerte
Garúa Medrano 46 Sin Cuento
Alguien, una vez, tenia que escribir una carta porque lejos, muy
De este lado del cuento las cosas eran húmedas y grises, como si la luz
de un sol espléndido que lucía tras los cristales de su habitación no
tuviese la fuerza suficiente para atravesar las paredes de su "Casa-
Alma".
Descubrió Alguien al fin una palabra, aquella que quiso escribir desde el
principio. Cuando ya tenia el tallo entre los dedos y notaba como ella
temblaba de miedo, se dio cuenta de que no, que las palabras no eran
suyas, que no se podía regalar algo que es de todos, aunque sea bello,
como no regalamos las olas de la playa.
Garúa Medrano 48 Sin Cuento
(A Guillermo González)
Recuerdo que entonces todo parecía mas oscuro, misterioso. Las tardes,
olían a goma de borrar y lápices de colores, las clases se alargaban
inútilmente, el tedio era tan enorme que las palabras flotaban lejanas
como gotas de aceite desparramadas entre las imágenes de nuestras
diversiones de entonces: espantar animales, encontrar nidos, y
deshacer trenzas con lazos de colores.
Unas alas inmensas que se cernían sobre nosotros volando, ahora sí,
ahora no, ahora sí, ahora no, mientras el crujido metálico producido por
el roce de la farola contra el cable, para nosotros se convertía en el
graznido de la muerte. Nos erizaba la piel y salíamos corriendo
despavoridos por el callejón, con los ojos cerrados, apretando el paso y
la respiración.
Me han encargado que le diseñe sus nuevas alas. Quizá entonces deje
de mirarme con tristeza desde el fondo de un sueño.
Nota de la autora: Gracias a la presión del pueblo, y de Monchu Villar, el Dragón volvió a su sitio,
en la esquina del ayuntamiento de Ribadesella, en 2008
Sin Cuento 51 Garúa Medrano
“La quiero mucho”. Y te miran a los ojos con una súplica, con
una petición de máxima discreción, de que nadie nunca pueda enterarse
de esa “escapadita”. A veces puedo creerlos. Lo que ellos consideran
“querer mucho” yo lo percibo de un modo diferente. Cuando ellos dicen:
“la quiero mucho” lo que en realidad estan diciendo es: “Yo con mi
matrimonio tal como esta, con la situación tal como la vivo, tengo
suficiente y no voy a tirar pájaro en mano para buscar ciento volando”.
Se sienten cómodos en su matrimonio, de horarios rutinarios, de
comidas rutinarias, de amigos rutinarios, de problemas rutinarios y
también de ¿cariño rutinario?
... Y tratas de analizar la situación, sin prejuzgar a nadie, sin buscar los
culpables de la agonía que esposas y maridos viven en este
estandarizado y sacrosanto matrimonio. Seguramente ellas son y
argumentan sobre la vida igual que cualquiera de tus amigas, casadas,
que llevan unos cuantos años de matrimonio y poseen ese tono mate de
desencanto en el mirar. ¿Realmente son ellas, las ausentes, felices en
ese matrimonio?. Si, ellas tambien quieren mucho a sus maridos.
Disfrutan yendo a los mismos lugares, conversando con las mismas
personas, tienen las mismas preocupaciones sobre el futuro de sus
hijos, leen los mismos diarios... comparten el calor, el cansancio...
¿Realmente son felices? ¿Cómo se da cuenta uno de que no es feliz?
¿cuándo lo nota?.
han aprendido a vivir sin los reyes magos, ya no los necesitan. Se han
hecho fuertes, se han hecho adultos, y saben lo que, realmente, se
esconde detrás de la engañosa palabra “amor”.
Garúa Medrano 54 Sin Cuento
EN PEPE CAVALLÉ
La pizzería esta un poco mas tranquila que a principio de mes, aun así
no eres capaz de saber, con la gente que ha estado en ella, quien sería
la mujer que ha dejado esta nota dentro de una de las cartas, en la
zona de los postres.
Es la misma mujer que está al teléfono y con una voz extremadamente
femenina y sensual te ruega que leas esto.
Ella continúa con esa respiración de fuego al otro lado del teléfono...
Sin Cuento 55 Garúa Medrano
Garúa Medrano 56 Sin Cuento
LA TRASTIENDA
cantidad de sueños que tenia, que iba a casarse pronto, que su novia
era una buena chica, y el le confesaba lo frustrante que le resulto su
propio matrimonio, la posterior y dolorosa ruptura e incluso se atrevió a
contarle el motivo de dicha ruptura hablándole de ella, de su gran
pasión.
-“Ella es todo lo que necesito para ser feliz”- Decía esto entornando los
ojos y mientras expulsaba bocanadas de humo en forma de oes..
miraba hacia arriba a un lugar inalcanzable que el chico no llegó nunca
a imaginar. “Mi matrimonio se estaba deteriorando cuando apareció ella
en mi vida. Era exactamente lo que necesitaba. Al enterarse, mi esposa,
hizo las maletas, pidió la mitad de todo y se fue”.
Tras la estantería del fondo vio un pie, su pie. Tras unos pasos, pudo
contemplarla desnuda, deshinada.
Sin Cuento 59 Garúa Medrano
Iba a huir. Huir lejos. Huir de una ciudad con compás de lluvia. Huir del
atosigante y fatigoso rumor de las máquinas de escribir, del ruido de los
televisores, de los lejanos pitidos de los trenes donde siempre había
soñado subir para huir sin un destiono fijo, no importaba donde, el caso
era huir.
Huir para dejar de oir cosas razonables, huir por asco, por aburrimiento,
por instinto de supervivencia.
Aquella carta, frágil papel, solo papel con poder de antorcha, había
recorrido muchos kilómetros para llevar en sí un salvavidas, el único
posible, para la vida que hasta entonces lucía como vela que va
gastándose, ahogada por la cera que rodea la llama.
Sin Cuento 61 Garúa Medrano
-"Se vende una ola de playa, tres vuelos de paloma coja, el soplo de
una vela de cumpleaños, lágrimas de amor, ilusiones hechas añicos,
soledad oscura, fatiga tras una carrera, frío en la punta de la nariz,
conversaciones de semáforo, pasos perdidos, días olvidados, tres canas
y una pata de gallo, arroz usado en una boda, varios charcos de
colores, tres bostezos, el agua de un muñeco de nieve derretido.....
¡¡¡¡os vendo la viiiiiidaaaa!!!!!, acérquense, acerquenseee!!!
Pasó el tiempo. Hubo frio, Una semana de mucho frio no solo en las
calles, también en las miradas.
Garúa Medrano 62 Sin Cuento
Sin Cuento 63 Garúa Medrano
MOLLEDO
Habrán de saber que ese chico con camisa gris de cuello mao,
pantalón de mahón y aspecto de personaje del malo en películas de
Fumanchú, es un cerebro privilegiado - Titulado Superior de Minas-
como así lo comentan las personas del pueblo que solían ver sus notas,
ordenada y periódicamente pegadas en las vitrinas del escaparate del
comercio, como un artículo más a comprar, las calificaciones de “Cal-
litos”. Después se dedicó por afición al Rock, dicen que toca bien, pero
confieso desde aquí mi incapacidad para imaginarlo.
Parece que ellos si han sabido capear como nadie los temporales.
Han sido, tan claros como el paisaje de Ribadesella, aislados quien sabe
Sin Cuento 65 Garúa Medrano
Garúa Medrano 66 Sin Cuento
LA MONTAÑA DE MAHOMA
La fe y las montañas.
Al principio la fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el
paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero cuando la fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover
montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el
lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más
dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la fe y ahora las montañas permanecen por lo
general en su sitio.
Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que
alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.
Augusto Monterroso
Sin Cuento 67 Garúa Medrano
DOBLANDO LA ESQUINA
(a Nacho Martínez)
Doblando la esquina
se ha parado el silencio
buscando esa palabra
que no dijimos nunca.
Doblando la esquina
queda tu imagen desvaída,
algo deshilachada,
medio rota.
el caos, la nada,
lo pequeños que somos y
para qué vivimos.
Sin Cuento 69 Garúa Medrano
Dormiría el futuro
si cerrara los ojos.
Haciendo que el presente
lo inundase todo.
Garúa Medrano 70 Sin Cuento
ESPERANZAS AMORDAZADAS
Mis esperanzas
eternamente se marchitan,
Blanquecinos cadáveres infantiles
en inútiles cajas de muerto.
Ilusiones huidizas,
ingenuamente humildes,
sucumben
como perros sin luto,
Nadie llore no limpien
sepulturas
de olvido ¡Suprímase el recuerdo!
Poco a poco
ascienden a los ojos
y arden
en silencio.
No se quejan, no importa
¿A quien importa
cuando ya no hay consuelo?.
Sin Cuento 71 Garúa Medrano
ESCRIBIR A BORBOTONES
Escribir a borbotones,
mientras
las gaviotas
gritan fuerte
sobre la cabeza,
y la respiracion de la siesta
de mi madre
Escribir a borbotones,
mientras
y ya no hay siesta,
van a prepararme
pompas de colores
Es tan facil
Escribir a borbotones,
tan facil
uno mirando
como se eleva,
o aplastadas
inalcanzable.
Escribir a borbotones,
mientras
en el mundo
surgen y estallan
miles de pompas
llenas
y llegaran
Escribir a borbotones,
mientras
Sin Cuento 73 Garúa Medrano
......................................................................................................................................................11
LADRONES DE POLVO................................................................................................................................12
EL MURO.........................................................................................................................................................26
(A ALGUIEN MUY ESPECIAL)................................................................................................................................46
NOTA DE LA AUTORA: GRACIAS A LA PRESIÓN DEL PUEBLO, Y DE MONCHU VILLAR, EL
DRAGÓN VOLVIÓ A SU SITIO, EN LA ESQUINA DEL AYUNTAMIENTO DE RIBADESELLA,
EN 2008.............................................................................................................................................................50
YO, A MI MUJER, LA QUIERO MUCHO..................................................................................................53