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TIPOS DE PISCICULTURA.

ASPECTOS TÉCNICOS DE LA PRODUCCIÓN


Brunilda Heredia
Investigadora. FONAIAP-Centro de Investigaciones
Agropecuarias del Estado Guárico. Guanapito.

La piscicultura se puede clasificar de acuerdo con el tipo de producción, el grado de manejo y la


tecnología aplicada, en: extensiva, semi-intensiva, intensiva y superintensiva. De acuerdo con el
número de especies que se encuentren involucrada en el cultivo, se empleará el término monocultivo
en el caso del cultivo de una sola especie y policultivo si se trata de dos o más especies. Si se
complementa o combina con otras actividades agropecuarias se habla de cultivos integrados.

La piscicultura extensiva es la que se realiza con fines de repoblación y/o aprovechamiento de cuerpos
de agua no construidos con este objetivo (embalses, préstamos, lagunas y abrevaderos), bien sean
naturales o artificiales, dejando que los peces subsistan del alimento natural que allí se produzca.
En este sistema de cultivo no se proporciona alimento suplementario y la cosecha se practica en el
momento que se detectan animales de talla comercial. Las densidades a las cuales se siembran los
organismos son bajas y la intervención del hombre se limita a la siembra y al aprovechamiento de
estos organismos.

La piscicultura semi-intensiva se practica en forma similar a la extensiva, pero en este caso se usan
estanques o reservorios construidos por el hombre para este fin. Las técnicas de manejo se limitan a la
siembra de los peces, abonamiento y preparación del estanque en forma incipiente y esporádica. En
ocasiones, si se suministra algún tipo de alimento estará compuesto por desechos domésticos y
residuos agrícolas. Cuando se suministra alimento concentrado es de bajo contenido proteico. Se
emplean densidades un poco más altas que en el sistema anteiror y se efectúa poco control sobre el
cultivo. Con esta modalidad hay una mayor producción, debido al suministro de alimento y de
abonamiento.

La piscicultura intensiva se efectúa básicamente con fines comerciales y para ello se necesitan
estanques técnicamente construidos con entradas y salidas de agua. Las cosechas y las siembras se
llevan a cabo periódicamente, obedeciendo a una programación de la producción.

Se realiza un control permanente de la calidad del agua y se practican abonamientos frecuentes con
estiércol de animales y/o fertilizantes químicos. Se suministra diariamente alimento concentrado con
elevados niveles de proteína y se programa la densidad de siembra, la cual varía de acuerdo con la
especie y el grado de explotación. Se aplica una mayor tecnología, cuya base está dada por los
recambios de agua continuos y/o la aireación. En lagos, represas y embalses también se pueden llevar
a cabo cultivos intensivos, mediante la utilización de jaulas flotantes.

La piscicultura superintensiva, la cual se ha desarrollado en los últimos años como consecuencia de los
avances tecnológicos, consiste en aprovechar al máximo la capacidad del agua y los estanques. La
programación y la atención sobre el cultivo es total, utilizando el recambio de agua y aireación
artificial, para obtener altas producciones.

En ese sistema pierde importancia la producción natural y en consecuencia, se utilizan alimentos


concentrados con alto contenido de proteínas (28 a 45%). El control permanente de los parámetros
fisicoquímicos del agua es fundamental para la obtención de las producciones esperadas, ya que se
trabaja con elevadas densidades de siembra. Regularmente se realiza un control ictiopatológico
riguroso.
Como se señaló anteriormente, la actividad piscícola puede integrarse fácilmente a los procesos
productivos ordinarios de la finca, mejorando notablemente el uso de los factores de producción. En el
siguiente esquema puede observarse su funcionamiento:

Este tipo de sistema permite la reducción de los costos de producción, incrementar la productividad de
la tierra, de la mano de obra y por ende, un aumento de la ganancia de los productores.

Escogencia del terreno

Las prácticas piscícolas bajo las modalidades semi-intensiva, intensiva y superintensiva requieren la
utilización de estanques, generalmente de tierra, siguiendo para la escogencia del terreno ciertos
criterios, como:

Topografía. Se refiere a la característica superficial de éste; es decir, al relieve del terreno. La


cantidad, forma, superficie, profundidad y el tipo de estanque depende de la topografía. Para que se
puedan construir uno o varios estanques en un terreno con declive, es preciso que se pueda llevar el
agua a un nivel inferior al fondo de los mismos para poder vaciarlos.

Los terrenos planos o ligeramente inclinados, con pendientes naturales inferiores a 5% son
recomendables para la construcción de los estanques. Donde una quebrada fluya se pueden construir
estanques, levantando diques alrededor de dos o tres lados de la misma, llenándolos con agua desviada
de la corriente. También pueden ser construidos en hondonadas o depresiones naturales, con
pendientes superiores a 8%, cerrando cañones angostos con diques.

Suelo. Es conveniente para la construcción de estanques picícolas que peste sea impermeable, lo que
no quiere decir que se requiera que tenga una buena calidad. Las características físicas y químicas del
suelo deben ser consideradas para la construcción de los estanques, ya que las primeras intervienen en
los aspectos de construcción y las últimas en lo relativo a la calidad del agua.

El terreno se caracteriza mediante la excavación de calicatas de 1,20 m de largo x 1,0 m de ancho,


variando la profundidad según el tipo de substrato. En éstas se determina el color, la textura, estructura
y actividad biológica entre otras, en los diferentes horizontes encontrados.

Se toma una muestra alterada y homogeneizada para el análisis mecánico (% de arena, limo y arcilla;
coeficiente de elasticidad) y para el análisis químico (fósforo, potasio, calcio, pH y porcentaje de
materia orgánica).

La permeabilidad es una propiedad del suelo para permitir el paso del agua y del aire, y se mide en
función de la velocidad del flujo de agua durante un período determinado. Puede expresarse como tasa
de permeabilidad en cm/h, mm/h, o como un coeficiente en cm/seg, m/seg. Esto depende de la textura
del suelo; mientras más fina sea, más lento será el paso del agua y por tanto, su permeabilidad será
menor y viceversa.

Para determinar la capacidad de retención de agua del suelo se realizan pruebas de infiltración, de la
manera siguiente:

- Llenado de la calicata con agua hasta el borde en horas de la mañana, con la finalidad de saturar el
terreno.
- En horas de la tarde (6 pm) se completó el agua perdida por infiltración y por evaporación.
- A la mañana siguiente se midió con una regla la cantidad de agua que se infiltró en cada calicata.
- Se llenaron seguidamente para medir las pérdidas por evaporación y por percolación.
Los suelos, según su composición química, pueden presentar reacciones alcalinas, ácidas o neutras.
Estas reacciones se expresan mediante el valor del pH, parámetro que influye notablemente en la
productividad de los estanques. El crecimiento del plancton que sirve de alimento a las especies
(plantas y animales microscópicos que flotan libremente en el agua), puede disminuir en gran medida
cuando el agua es muy ácida. Asimismo, cuando la acidez o alcalinidad son extremas se ve afectado el
crecimiento y la reproducción de los peces.

Se recomienda que el pH del suelo debe estar entre 6,5 y 8,5 para obtener buena productividad en los
estanques. Valores inferiores a 5,5 y superiores a 9,5 no son adecuados para estos propósitos.

Agua. Esta debe estar disponible durante todo el año en cantidades adecuadas, de tal forma que pueda
ser controlada y manejada. Debe existir una fuente de agua segura, la cual puede provenir de lluvia,
manantiales, ríos y riachuelos, lagos, reservorios y agua del subsuelo.

La cantidad de agua necesaria va a depender de la tasa de evaporación, la tasa de infiltración a través


del fondo y diques de los estanques, de las especies cultivadas y del nivel de cultivo.

Calidad del agua


Además de la cantidad, debe considerarse la calidad, la cual está determinada por los valores de ciertos
parámetros físicos y químicos. Entre los caracteres físicos está la transparencia y la temperatura.

La transparencia puede tomarse como una medida indirecta de la productividad del estanque, siempre
y cuando se deba al plancton y no a partículas orgánicas e inorgánicas en suspensión. Una turbidez
permanente en el agua (término opuesto a la transparencia) que restringe la visibilidad a menos de 30
cm, impide el desarrollo del plancton al reducir la penetración de luz.

La temperatura es un parámetro de mucha importancia en el cultivo de peces, por cuanto éstos son
animales poiquilotermos. Es decir, que su temperatura corporal depende de la termperatura ambiental;
así cada especie puede vivir dentro de ciertos límites de temperatura. Sin embargo ocurren
determinados procesos en intervalos estrechos de temperatura, como por ejemplo: la reproducicón y el
crecimiento. Fuera de este intervalo los peces están sometidos a condiciones estresantes, que los hacen
propensos al ataque de enfermedades.

Por otra parte, hay una relación inversa entre la cantidad máxima de oxígeno, que pueda disolverse en
el agua y la temperatura. A mayor temperatura, menor es la cantidad de oxígeno en el agua.

Entre los caracteres químicos se consideran los gases disueltos, el pH, la alcalinidad, la salinidad y los
pesticidas, entre otros. Los gases más abundantes en el agua son el nitrógeno (N2) y el oxígeno (O2),
sin embargo se consideran además de éstos, al dióxido de carbono (CO2) y a los gases tóxicos. El
oxígeno es el elemento más importante en el agua para los organismos acuáticos, ya que los animales
necesitan adecuadas cantidades de este gas, para realizar los procesos oxidativos que le permiten la
obtención de energía a partir del alimento.

La presencia del oxígeno en el agua está determinada por el proceso fotosintético de los vegetales y
por el aporte proveniente de la atmósfera. Su concentración en el aire está en equilibrio permanente
con el del agua, dependiendo de la altitud (presión) y de la termperatura. En los estanques de cultivo la
pérdida de oxígeno se debe, en mayor grado, a la respiración de los organismos vegetales y animales,
así como también por las reacciones químicas con la materia orgánica.

El contenido de oxígeno varía con la hora del día; en la noche la fotosíntesis no tiene lugar y en
consecuencia, las concentraciones de este elemento son bajas, llegando a un mínimo justo antes de
comenzar el nuevo día.
La cantidad de fitoplancton también promueve variaciones en el contenido de oxígeno en los
estanques de cultivo. Un mayor número de estos organismos aumenta la concentración del elemento
durante el día por medio de la fotosíntesis, detectándose en ese momento una alta saturación en el
agua. Pero en horas nocturnas los organismos dejan de realizar la fotosíntesis, respirando únicamente,
lo que trae como consecuencia que puedan producirse estados anóxicos.

El nitrógeno es un elemento biológicamente inerte para los peces, pero niveles de sobresaturación de
nitrógeno, por encima de 102%, puede inducir la aparición de la enfermedad de la burbuja. Este
elemento no es regulado por los procesos biológicos del pez y cuando se encuentra en altas
concentraciones, resulta difícil su control en la sangre. Si ocurre una reducción de la presión por un
aumento temporal de la temperatura en el cuerpo del animal, el nitrógeno puede transformarse
rápidamente en gas, impidiendo la circulación sanguínea.

El dióxido de carbono está presente en todas las aguas, generalmente a menos de 5 mg/l,
concentración soportable para los peces. En tanto que altos niveles interfieren con la fisiología
reproductiva y pueden provocar acidosis en la sangre.

Este elemento (CO2) es producido en los estanques de cultivo durante la respiración de los organismos
y es consumido mediante la fotosíntesis, por lo que se obtienen bajas concentraciones durante el día y
altas por la noche. Esto crea variaciones del pH, debido a la relación que existe entre éste y las
concentraciones de dióxido de carbono.

Entre los gases tóxicos encontramos el sulfuro de hidrógeno (H2S), el cual, cuando no está ionizado es
extremadamente tóxico para los peces. A bajas concentraciones (0,006 mg/l) es letal. El sulfuro de
hidrógeno cuando se encuentra por encima de 0,1 mg/l es posible detectarlo mediante el olfato. Este
compuesto en los peces inhibe la reoxidación del citocromo a3 por el oxígeno molecular, bloqueando
el sistema de transporte de electrones y la respiración oxidativa.

En complemento de lo anteriormente expuesto sobre el pH, es pertinente señalar que los peces pueden
ser cultivados en intervalos de 6,5 a 9, y algunos pueden sobrevivir en pH más extremos. Los cambios
de este parámetro en un cuerpo de agua están relacionados con la concentración de dióxido de carbono
durante la fotosíntesis, de tal forma que estes proceso determina en parte la fluctuación del pH, y es así
como se eleva durante el día y disminuye en la noche.

Al igual que el pH, la alcalinidad mide la capacidad de aceptar iones hidronio (H+) o neutralizarlos.
Los iones involucrados son carbonatos (CO3) y bicarbonatos (HCO3) o alcalinos referidos a CaCO3,
mientras que la dureza se refiere al calcio (Ca++) y al magnesio (Mg++), expresados también como
equivalentes de carbonato de calcio (CaCO3).

Los peces pueden vivir en un intervalo amplio de alcalinidad. Aguas con valores de 120 hasta 200
ppm son óptimos. A bajas alcalinidades el agua pierde su capacidad de actuar como buffer en los
cambios de acidez en los estanques de cultivo.

En lo que respecta a los metales pesados, los peces son susceptibles a éstos. Se ha comprobado un
amplio intervalo de toxicidad por estos elementos, por lo que pequeñas cantidades de cobre, plomo,
cadmio, zinc y mercurio deben ser evitados en las fuentes de suministro de agua del criadero.

La salinidad se refiere a la concentración total de los iones disueltos en aguas naturales. Las sales en
solución cambian la naturaleza física y química del agua. La salinidad está determinada
principalmente por sólidos disueltos, como: fosfatos, bicarbonatos, sulfatos, nitratos y otros.
Altas salinidades pueden afectar el funcionamiento de algunos procesos fisiológicos del crecimiento y
la reproducción de los peces. Las larvas y juveniles son más susceptibles a cambios de salinidades que
los adultos.

En relación con los pesticidas, estos son tóxicos a los peces. Las concentraciones que se usan
normalmente en la agricultura están entre 5 y 10 µ En relación con los pesticidas, estos son tóxicos a
los peces. Las concentraciones que se usan no

Construcción de estanques
En lo que respecta a la construcción de estanque con fines piscícolas, dada la necesidad de manejo es
imprescindible que puedan ser llenados y vaciados fácilmente, según las necesidades y constituyendo
un medio favorable para el desarrollo de los organismos que se están cultivando.

Los estanques son construidos mediante el levantamiento de diques o presas por encima de la
superficie del suelo. Este es el procedimiento más usado, ya que permite utilizar una variedad de
condiciones topográficas.

También pueden construirse por el método de excavación, el cual consiste en remover el suelo desde
un área determinada para formar depresiones que son llenadas con agua. El método más eficiente y
recomendable para construir estanques en áreas con mediana pendiente, es por medio de excavación y
el uso de diques al mismo tiempo.

Características del estanque


Forma: son muchos los factores que determinan la forma del estanque para minimizar los costos de
construcción, como la relación entre la longitud del dique y el área cubierta por agua, así como
también la topografía del terreno.
De manera general, este factor no es un aspecto de mucha importancia, sobre todo en aquellos que
puedan ser vaciados y sea posible concentrar los peces en un área pequeña al momento de la cosecha.

Tamaño: el principal factor que interviene en la escogencia del tamaño del estanque, es el costo de la
construcción, seguido por la producción de peces esperada, el manejo planificado y el tiempo
necesario para llenar y vaciarlos.
El área de los estanques varía entre 50 y 50.000 m2, según la especie, el objetivo de la explotación y la
tecnología utilizada.

Profundidad: esta característica viene dada por la altura de los diques (Figura 1). En la zona más
profunda de la laguna está entre 1,5 y 2,0 m, mientras que en la zona más baja oscila entre 0,9 y 1,2 m.
En caso de evaporación excesiva o escasez de ésta durante alguna estación, la máxima profundidad de
la laguna podría ser aumentada de 2,5 a 3,0 metros.

Diques: la altura de los diques a construir debe calcularse tomando en consideración la profundidad
deseada del agua, la disminución de la altura por asentamiento del material, el borde libre y, en
algunos casos, el factor "ola" por la acción de los vientos.
El ancho de la cima del dique varía según el uso que tenga, si va a ser usado como vía o si corresponde
a un estanque grande y profundo. El ancho mínimo debe ser entre 3 a 3,5 m. Para estanques pequeños
un metro es suficiente.
Frecuentemente la pendiente del talud interno (lado del agua) es menos inclinada que la pendiente
exterior, debido a que está saturada de agua, sujeta a la acción de las olas y soportando la actividad de
los peces y otros organismos.
La pendiente de los taludes va a depender del tipo de suelo, siendo mayor cuando el contenido de
arcilla es alto. Es necesario considerar en la construcción de los diques un borde libre, lo que permite
tener cierta holgura en relación con la cantidad de agua que puedan recibir de escorrentía. Este
depende de la longitud del estanque.
Longitud del estanque (m) Borde libre (m)
Menos de 200 0,30
200 - 400 0,50
400 - 800 0,60

Fuente: Heredia, 1988.

La fosa central del dique o base, generalmente debe ser el mismo ancho que la cima o igual a la mitad
de la profundidad del agua. El ancho mínimo es de 1 m, y de 2 a 3 m para diques grandes. La fosa
debe estar a menos de 0,5 a 0,7 m por debajo del nivel, dentro de suelo impermeable.

Pendiente del fondo del estanque: la pendiente mínima debe ser uno por mil (1 o/oo); es decir, por
cada 1.000 metros en sentido horizontal debe bajarse un metro en sentido vertical. Las pendientes del
fondo deben variar preferiblemente entre 2 y 5 o/oo. Si la pendiente es demasiado inclinada, el área
cerca del drenaje estará invadida con fango y sedimento llevado o lavado por el agua drenada; es decir,
se erosionaría el fndo. Si por el contrario, la pendiente es poca, se dificultaría el vaciado.

Fosa de cosecha: es necesaria su construcción en estanques grandes y en aquellos donde se cultivan


peces pequeños, los cuales deben ser vendidos vivos o transportarlos en buenas condiciones. Por lo
general, está comprendida entre 1 y 10% del área del estanque. Está localizda entre 45 y 60 cm por
debajo del nivel del fondo, cerca de la estructura de drenaje.
Los estanques para su cabal funcionamiento están provistos de una serie de estructuras para el llenado,
vaciado y filtros para el control de la calidad del agua y de potenciales depredadores.

Estructura de aprovisionamiento: permite regular la cantidad de agua que entra al estanque. Entre los
sistemas de llenado más usados están los canales abiertos o zanjas, los cuales no son muy
recomendables cuando no existe gran disponibilidad del líquido, debido a que se pierde mucho por
evaporación e infiltración en el canal. Sin embargo, los costos son menores en relación con las tuberías
subterráneas.
Otra desventaja que presenta es la dificultad de controlar la entrada de peces silvestres a los estanques
y los mayores requerimientos de mantenimiento.
Las tuberías, tanto superficiales como subterráneas pueden ser de concreto armado, cuyo uso no es
recomendado en presencia de aguas ácidas, las de metal y polivinilcloruro (PVC). Actualmente el uso
de esta última es generalizado, dado lo inerte del material, poco peso y menores costos que las
metálicas.
Otros materiales que pueden ser usados para el aprovisionamiento son los tallos huecos de bambú,
bananos y palmeras, estructuras de madera y cualquier otro tipo de material impermeable e inerte.
El diámetro de la tubería depende de la cantidad de agua disponible, el flujo de ésta y el tiempo
necesario para el llenado. También deben considerarse los costos en el momento de escoger el tipo y
diámetro de las mismas.

Sistemas de drenaje: éste permite controlar el vaciado y regular la profundidad del agua. Existen
diferentes métodos para extraer el agua de los estanques, como de vaciado permanentes o tuberías,
sifones y bombas.
Los sistemas permanentes más conocidos son el monje y el tubo vertical (stand pipe). El primero se
construye en concreto y la profundidad del agua es controlada con trozos de madera, colocados
adecuadamente a las ranuras, de tal forma que el agua del fondo sea la que desagüe; es un sistema
costoso y es usado regularmente en estanques grandes.
El segundo método consiste en un tubo vertical conectado con un codo basculante a la tubería del
desagüé, ubicado en el fondo de la laguna, del lado más profundo. La altura del agua se regula
mediante el movimiento del tubo vertical. De esta manera el agua que sale del estanque es la de la
superficie; sin embargo, existe la posibilidad de adecuarlo para permitir la salida del agua más
profunda.
Los sistemas temporales son los sifones y las bombas. El sifoneo es una medida que puede ser
utilizada para vaciar un estanque cuando éste no cuenta con un sistema apropiado. Sin embargo, no es
recomendable como uso rutinario. Esta alternativa es válida sólo en aquellas áreas más bajas que el
fondo del estanque. En lo que respecta a las bombas, su uso se restringe por los costos del equipo y la
energía necesaria para su funcionamiento (eléctrica o química).

Filtros: tienen la finalidad de eliminar materiales de tipo orgánico de cierto tamaño y evitar la entrada
al estanque de peces silvestres y otros posibles depredadores o competidores. Están localizados al
comienzo, a la mitad o al final de la tubería que suple de agua, pero siempre antes que ésta llegue al
estanque.
Existes diferentes tipos de filtros que son usados con este fin, entre los que encontramos:
- Tamices fijos: son fáciles y cómodos de instalar, pero requieren ser cambiados regularmente si están
elaborados con metal. Primero se debe colocar una malla de mayor tamaño para evitar que los objetos
grandes tapen muy rápido los huecos de la malla fina.
- Bolsas de malla muy fina: se colocan en la boca de la tubería de entra del agua, pudiéndose sostener
con una estructura de madera. Los bordes son unidos con hilos, de manera que la limpieza y el
reemplazo se realice con facilidad.
- Filtros tipo caja: están hechos con madera y un tamiz en el fondo. Son colocados justo debajo de la
entrada del agua y actúan dispensando ésta en pequeñas partículas, lo cual ayuda a la difusión del
oxígeno.
- Filtros de piedra y grava: pueden ser construidos de manera que el agua entre desde arriba, desde
abajo o por el lado del filtro.
- Filtro vertical: está localizado en el canal que surte de agua, pasando ésta a través de los lados del
filtro. La capacidad de filtración depende del área superficial, más que de la profundidad del filtro.

Ingeniería del proyecto

Según sea la concepción del proyecto, se van a definir las instalaciones necesarias para la producción.
A continuación se indicarán aquellas necesarias para una unidad, en la cual se produzca tanto carne
como alevines. En este sentido se requiere de la construcción de estanques de tierra para el
mantenimiento de los reproductores, levantamiento larval y engorde. Asimismo, es necesario contar
con un criadero para realizar el proceso de inducción al desove, un pequeño laboratorio, una oficina,
un depósito y una sala para procesar el pescado.

Descripción de las edificaciones

Criadero. Este galpón se encontrará dotado de cuatro tanques de fibra de vidrio, de 3.000 l de
capacidad para el mantenimiento de los reproductores durante la inducción; cajas sde cría de fibra de
vidrio, con capacidad de 1.000 l, donde permanecerán las larvas desde la eclosión hasta la reabsorción
del saco vitelino.
También debe contarse con incubadoras elaboradas con material acrílico transparente y que tengan una
capacidad de 60 a 120 l cada una. Se requiere de un soplador para airear los tanques y las incubadoras.
Las instalaciones de agua y aire deberán ser aéreas; es decir, deberán estar en la parte del techo, de
manera que no tengan obstáculos para el libre movimiento de las personas y objetos. Las aguas
servidas deberán conducirse a una laguna de oxidación .

Galpón para almacenamiento de alimento. Con paredes de bloques, ventilación en la parte superior
y techo de acerolit. Debe estar dotado de un extractor de humedad para evitar la proliferación de
microorganismos.
Depósito general. Destinado para el almacenamiento de fertilizantes e implementos relacionados con
el proceso productivo, con paredes de bloques y ventilación en la parte superior.

Oficina. El área de la misma está contemplada en 20 m 2, con techo de acerolit y paredes de bloques.
Contará con un baño privado.

Área de procesamiento. Consta de un galpón de aproximadamente 45 m2, en el cual se construirá un


mesón para el descamado y eviscerado de los peces, contando a su vez con una unidad de
refrigeración. Contiguo a esta área estará la oficina de atención al público.

Caseta de vigilancia. Constituye una instalación de suma importancia, por cuanto es la responsable de
resguardar la integridad de las instalaciones, equipos y materiales de trabajo.

Tanque de almacenamiento. Consiste en un tanque (de agua) para suplir el criadero.

Tabla de contenido

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