ESTUDIO GEO-ECOLÓGICO

DEL
CIRCO DE PEÑALARA

Reserva de visitas de grupo: 918520857 (10 a 18 h)

Bibliografía:

- AA.VV.: El alto Valle del Lozoya: Edit. A.E.P.D.E.N., 1991

- AA.VV.: Atlas de Geomorfología. Edit. Alianza Atlas. 1986
- AA.VV.: Guía del Parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Consejería de la Presidencia de la C.A.M. 1987
- López Lillo, Antonio: Árboles de Madrid. Consejería de agricultura y
ganadería de la C.A.M. 1984
- Nicolás Martínez, Pedro M.: Itinerarios geográficos: De Madrid a la
Sierra de Guadarrama. Consejería de Educación de la C.A.M. 2001
- Pliego, Domingo: Excursiones para colegios por la provincia de
Madrid. Edit. Desnivel. 1992 NOMBRE:

CURSO: FECHA:
INTRODUCCIÓN
El propósito de esta práctica de campo consiste en dar una dimensión
globalizadora y paisajística al estudio del medio natural de nuestra provincia,
haciendo un recorrido por los distintos dominios fisiográficos que conforman
la Comunidad de Madrid.

Se propone recorrer durante la excursión los siguientes tramos:

Fuenlabrada – M50-A6 hasta Villalba- Puerto de Navacerrada- Puerto de los
Cotos - Peñalara.

HISTORIA GEOLÓGICA DE LA SIERRA DE GUADARRAMA

Geológicamente la Sierra de Guadarrama pertenece a la zona Centro
del Macizo Ibérico.
A comienzos del Paleozoico (570 millones de años) la Península
Ibérica no existía como tal. En su lugar estaba el mar de Tetis
que separaba los supercontinentes de Gondwana y Laurasia. Mar de
Tetis

Como consecuencia de la aproximación de dichos continentes se

produce, durante el Devónico (350 m.a.), la orogenia hercínica que eleva los
materiales sobre el nivel del mar formando una primera cordillera.

Durante el Cretácico, el mar vuelve a sumergir casi toda la superficie

produciéndose un gran depósito de sedimentos carbonatados de gran
extensión.
 Cuando estas estructuras están colonizadas por gramíneas de Al comienzo del Cenozoico, durante el Paleógeno (50 m.a.), se
Festuca indigesta, las plantas se disponens en círculos que por deslizamiento reactiva el levantamiento consolidándose la cordillera que ya limita con las
forman guirnaldas, gradas y escalerillas. fosas del Tajo y del Duero por sendas fallas inversas que fueron reactivadas
durante la orogenia alpina que provocó dicho levantamiento, permitiendo la
Desde el refugio de Zabala se tiene una excelente panorámica sobre
elevación del antiguo macizo hercínico.
el circo glaciar de Pañalara desde donde se divisa su pico más alto (Peñalara,
2.430 metros) y la laguna. También se obtiene una buena visión de Dos
Hermanas (2284 y 2268 metros).
Podemos observar en el paisaje la zona ocupada por los hielos
glaciares así como la disposición de morrenas dejadas por ellos.
Peñalara Claveles
Dos En el Plioceno (3 m.a.), la posterior etapa distensiva originó fallas
Hermanas Fosa Montes
del Carpetano
Duero s

Hor
Gra Fosa
st
ben del Tajo
normales que delimitan zonas hundidas (fosas tectónicas o grabens), como la
fosa del Lozoya, y otras elevadas (horst) como Cuerda Larga y los Montes
Carpetanos que tiene el pico más alto de la sierra (Peñalara, con 2.430 m.).
El paisaje actual es el resultado de la posterior erosión de la
cordillera y del glaciarismo sufrido. La erosión determinó la formación de las
terrazas y vegas fluviales y el depósito de los materiales terciarios que hoy
cubren las fosas del Duero y Tajo. El glaciarismo y el posterior
periglaciarismo han modelado las zonas más altas de la Sierra. Buen ejemplo
de ello es el Macizo de Peñalara, donde existen glaciares de circo y de
Desde el refugio iniciamos el camino de regreso al puerto de Los ladera cuyas fluctuaciones han originado tres complejos morrénicos.
Cotos.

LA SIERRA DE GUADARRAMA: SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y
GEOLÓGICA
Localizada al norte de la comunidad de Madrid, constituye una de las
unidades del Sistema Central. Su morfología responde a una tectónica de
fracturación (estilo germánico) que ha dejado unas zonas elevadas bastante
aplanadas, restos de una antigua penillanura. No es la típica cordillera en
dientes de sierra. Las laderas son convexas y suaves y, algunas de ellas,
presentan restos del glaciarismo cuatemario: circos, morrenas, lagunas
glaciares... que se enclavan casi en su totalidad en las laderas meridionales,
posiblemente a causa de una morfología más suave que ha permitido la
acumulación de hielo con más facilidad que en las septentrionales, más
escarpadas.
La erosión de la cordillera depositó los materiales terciarios que hoy
cubren las fosas del Duero y Tajo y en las que se puede observar una clara
gradación de borde a centro de cuenca: material detritico grueso - material
detrítico fino material evaporítico (yesos) - depósitos químicos (calizas).
Estos últimos debidos a la existencia de lagos temporales que ocuparon el
centro de las depresiones.
El glaciarismo, así como el posterior periglaciarismo, ha modelado las
zonas más altas de la Sierra. Uno de los mejores ejemplos corresponde al
Macizo de Peñalara, donde existen glaciares de circo y de ladera cuyas
fluctuaciones han originado tres complejos morrénicos. El posterior
desarrollo de cuencas endorreicas permite observar a estas alturas
turberas y formaciones periglaciares: suelos almohadillados, coladas de
gelifluxión, etc.
Otro aspecto destacable en la Sierra de Guadarrama es la presencia
de pequeños stocks graníticos (La Pedriza, Sierra de la Cabrera, etc.)
originados por sucesivas intrusiones plutónicas durante el paleozoico que
atraviesan el resto de las rocas, éstas de origen metamórfico, que aparecen
en la zona. La alteración de estos macizos plutónicos durante una época de
clima tropical, tipo sabana, ha permitido la aparición de unas formas
graníticas espectaculares (berrocales, domos, tors, etc.) modeladas por el
agua durante una fase de alteración subterránea y exhumadas
posteriormente por erosión del regolito que las cubría.
6 16 7
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9 5
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Rodeamos la laguna por el este y en el lado oeste comenzamos a
ascender el resalte rocoso que nos separa del refugio de Zabala, que se
encuentra en la divisoria entre los circos de Peñalara y de Dos Hermanas.
A lo largo del recorrido se pueden observar los efectos en el relieve
del modelado periglaciar.
La acción del hielo-deshielo sobre las rocas provoca su fractura por
gelivación. Se liberan gran cantidad de derrubios de bloques que tienen
aspecto anguloso y que pueden caer por gravedad. Se acumulan en las laderas
formando los canchales.
 Los cambios de volumen, por el ciclo de fusión-congelación, del agua
infiltrada en el suelo determinan movimientos en su interior y el
ahuecamiento del mismo. Este fenómeno es la crioturbación, así se forman
los suelos almohadillados, los suelos poligonal, etc.
La acción del agua infiltrada puede, también, permitir el
deslizamiento del suelo, conocido como gelifluxión, y originar de este modo
los escalones de gelifluxión.
La petrología sigue siendo la misma que la de la parada anterior
(gneises glandulares) con algunos afloramientos interesantes por su
disposición y frescura.
5.- Laguna de Peñalara-Refugio de Zabala
Se toma el camino que sube a la laguna de Peñalara, observando los
gneises glandulares que ocupan toda la región afectada por el glaciarismo
cuaternario. Hacia los 2.000 metros nos topamos con las morrenas glaciares
que llegaron hasta allí en el momento de máximo avance de los hielos. El pinar
desaparece pero continúa el matorral de piornos y enebros rastreros. Al
tomar una curva hacia la izquierda se atraviesa un arroyo que baja desde la
laguna y se pasa por una turbera.
Dicho arroyo secciona la morrena terminal-central formada por la
confluencia de los glaciares de Peñalara y de Dos Hermanas. Por último se
llega a la laguna, enclavada en el principal circo glaciar de la Sierra. Es una
laguna de sobreexcavación glaciar, cerrada por una morrena de nevé. Es de
destacar la presencia de un enorme espolón rocoso o gran roca aborregada
en lo alto de la cual está instalado el refugio Zabala.
En los alrededores de la laguna ya ha desaparecido el pinar,
destacando un paisaje vegetal de pequeño porte, achaparrado y de formas
redondeadas, constituido por piornos y enebros. A mayores alturas, las
15. Buitre leonado (Gyps
fulvus)
16. Chova (Pirrhocorax
sp.) / Cuervo (Corvus
corax)
condiciones climáticas del piso crioromediterráneo o piso de las cumbres
sólo permiten la existencia de prados y pastizales alpinos. Toda esta zona ha
sido declarada parque natural por lo que está protegida y deben respetarse
las normas que se indiquen. En la siguiente imagen podemos observar una
muestra representativa de la flora y fauna de las cumbres.
LA VEGETACIÓN SERRANA
El estudio de la vegetación, atendiendo a consideraciones globales,
divide a nuestro planeta en una serie de regiones florísticas que, a su vez, se
subdividen en provincias. España comprende dos de estas regiones: la
Eurosiberiana, al norte, y la Mediterránea que incluye la mayor parte de la
Península Ibérica.
Madrid se enclava, por lo tanto, dentro de la región Mediterránea,
caracterizada por especies de hoja dura y perenne, adaptadas a un clima
seco durante el verano. La encina (Quercus rotundifotia) y el olivo (Olea
europea) son los representantes más típicos.
Las diferencias altitudinales y el diferente sustrato rocoso, que
origina suelos básicos (calcícolas) o ácidos (silicícolas), van a permitir la
existencia de distintos ecosistemas climácicos, que se representan mediante
las denominadas catenas altitudinales. La región Mediterránea se divide de
esta forma en una serie de pisos bioclimáticos que se caracterizan por una
vegetación determinada en cada provincia florística y para cada tipo de
sustrato.
Desde el nivel del mar hasta las máximas cumbres existen los
distintos pisos: termomediterráneo, mesomediterráneo, supramediterráneo,
oromediterráneo y crioromediterráneo. En la provincia de Madrid no aparece
representado el piso termomediterráneo, de temperaturas superiores a las
indicadas a continuación, pero sí el resto de los mismos.
Mesomediterráneo T anual 12° a 16°
Supramediterráneo T anual 8° a 12°
Oromediterráneo T anual 4° a 8°
Crioromediterráneo T anual < 4°
El piso mesomediterráneo está dominado por la encina (Quercus
rotundifolia) formando encinares con diferentes sotobosques según el
sustrato sea silíceo o calcáreo. Suele estar muy degradado ya que al Corresponden a antiguas llanuras originadas por colmatación de la cuenca,
tratarse de las zonas más bajas y relieve más suave ha sido muy utilizado durante el Terciario, y que posteriormente fueron labradas por la erosión
por el hombre. No obstante, encontramos una zona en nuestra región donde fluvial (dominando el paisaje aparecen algunos resaltes, como el Cerro de los
la conservación de este ecosistema es excelente: el Monte del Pardo. Ángeles, "testigos" del antiguo nivel topográfico). Como resultado de este

El piso supramediterráneo se caracteriza por melojares de roble
melojo (Quercus pirenaica) en suelos ácidos y quejigo (Quercus faginea) en
suelos básicos. También aparecen, en menor extensión, dos tipos de bosques
relictos: el hayedo (Fagus silvatica), en el borde más oriental del Sistema
Central, en localizaciones muy húmedas; y el sabinar, que forma pequeños
bosquetes de sabinas (Juniperus thurifera) que se desarrollan bajo
condiciones climáticas durísimas en altas parameras, generalmente
calcáreas, de la zona central española, bajo un clima seco y extremadamente
continental.
El piso oromediterráneo contiene los bosques mejor conservados, por
la altitud a la que se encuentran y la morfología abrupta que presentan estas
zonas. Viene marcado en nuestra Sierra por la aparición de pinares de pino
silvestre o albar (Pinus sylvestris), con un sotobosque de piornos (Cytisus
balansae) y enebro rastrero (Juniperus communis ssp. alpina). Hacia los 2000
metros de altitud desaparece el pino pero la presencia del piorno serrano y
del enebro rastrero sigue marcando el mismo piso.
El piso crioromediterráneo aparece en altitudes superiores a los
2100-2200 metros y se caracteriza por la desaparición del piornal y su
sustitución por un pastizal de altura que forma cervunales (Nardus stricta y
Festuca sp.)
Tomamos el camino que parte de una caseta de atención a visitantes
y que conduce a la laguna de Peñalara. A pocos metros alcanzamos un
mirador. Este lugar nos ofrece un magnífico belvedere desde donde poder
observar y estudiar las macroformas geológicas y las unidades del relieve.
El sistema de bloques hundidos (grabens/fosas) y elevados
(horsts/macizos) se nos presenta claramente definido: el valle del Lozoya,
por donde discurre el río del mismo nombre y se represa en el Embalse de
Pinilla, es un valle estructural y no fluvial, y las cuerdas o elevaciones que lo
flanquean (Cuerda Larga y los Montes Carpetanos) son superficies casi
equialtitudinales que han sido retocadas por fallas menores y retrabajadas
por el glaciarismo.
Al sur del valle de Lozoya observamos el horst de Cuerda Larga, que
es la elevación E- W visible desde Madrid. Sus elevaciones son de W-E: La
Maliciosa, Bola del Mundo, Cabezas de Hierro y la Najarra.
Al norte del valle de Lozoya observamos el horst y de los Montes
Carpetanos, no visible desde Madrid por quedar tapado por el anterior, pero
que tiene el pico más alto de la Sierra: Peñalara, con 2.430 m.
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6 2
3

RECORRIDO Y PARADAS 4

1.- Carretera M50 desde Fuenlabrada a Las Rozas.

El itinerario comprende el paso por una serie de unidades del relieve,
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que van desde las llanuras de transición, donde se encuentra Fuenlabrada,
atravesando a continuación el piedemonte, terreno en rampa que sirve de
enlace y llega hasta la sierra, en el seno de la cual se localizan las
depresiones o valles interiores.

Los terrenos que rodean el instituto se encuentran enclavados en la

submeseta sur, en la denominada Depresión Carpetana o Fosa del Tajo.
 Desde él se divisa una vista general de Cuerda Larga y se pueden según vayamos ascendiendo, disminuirá el porte de la vegetación arbórea
apreciar las diferencias en la geomorfología sobre la base de la litología: debido al mucho frío y fuertes vientos a los que está sometida e irá siendo
granitos en Siete Picos y gneises en Bola del Mundo/Cabezas de Hierro. sustituida por los piornales, los tapices de enebros y los pastizales.
Fases de sucesión del pinar por piorno (1), enebro rastrero (2) y gramíneas (3).

4.- Puerto de Cotos/Mirador modelado reciente surge la campiña, paisaje alomado de formas suaves y
redondeadas, constituida por materiales arcósicos (arenas, arcillas y limos)
Este puerto de montaña de 1.830 metros da paso a las estaciones de
que se extienden desde la Sierra, pasando por el casco urbano de Madrid,
Valcotos y Valdesquí, donde se realizan deportes de invierno, razón por la
hasta zonas por debajo de nuestra localidad. Los elementos gruesos -arenas-
cual recibe una presión humana demasiado intensa que conviene controlar.
dominan hacia el norte, mientras que los finos -arcillas y limos- lo hacen
hacia el sur.
Ref
Dos Lagu Peñalar 2.- Carretera A6 desde Las Rozas a Villalba
ugi
Herman na a
o Este tramo recorre el piedemonte o rampa. Iremos ascendiendo por
as la alineación montañosa de La Sierra de Hoyo de Manzanares y el Cerro de
San Pedro para descender a la fosa de Villalba-Manzanares-Guadalix. Luego
nos desviamos y volvemos a ascender, esta vez la alineación de Cuerda Larga
(La Maliciosa, Bola del Mundo, Cabeza de Hierro Menor, Cabeza de Hierro
Mayor y la Najarra) y Siete Picos.
Hemos abandonado los terrenos arcósicos de la depresión y nos
hallamos en la presierra, con materiales cristalinos de tipo granitoide. El
Los modelado de los granitos corresponde a un régimen de alteración
Mirado subterránea (a favor de diaclasas), subsiguiente desagregación mineral y
Cotos
e posterior exhumación exhibiendo formas redondeadas en típico paisaje de
Conecta el valle del Lozoya con la rampa segoviana que da a la depresión del bolos o berrocal. Formas mayores como crestas, domos y tors se pueden
Duero. observar en La Pedriza en la base de Cuerda Larga y la Sierra de Hoyo de
El recorrido se realiza sobre un terreno metamórfico, constituido Manzanares.
por gneises glandulares o nodulares. Estas rocas, a diferencia del granito que Por lo que respecta a la
presenta textura granuda, se encuentran estructuradas en bandas: unas son vegetación estamos situados por
oscuras y contienen minerales micáceos, mientras que otras son más claras y altitud y condiciones climáticas en el
están formadas por elementos cuarzofeldespáticos. La estructura glandular piso mesomediterráneo o piso del
viene marcada por nódulos de feldespato de espectacular forma y tamaño. encinar. Se trata de un bosque de
En el puerto de Los Cotos encinas que se encuentra en fase de
todavía nos encontramos en los degradación y sustitución por especies
dominios del pinar, sin embargo, tales como las jaras, retamas,
cantuesos, tomillos, etc.
 En la subida al puerto, el melojar va siendo sustituido por el pinar
Fases de sustitución del encinar (1) propio del piso oromediterráneo o piso del pino silvestre, con piornos y
por el matorral de encina, enebro y enebro rastrero formando parte del sotobosque.
retama (2), jaral (3) y el pastizal (4).
Las altitudes a las que aparece cada uno de los pisos pueden variar
Sin embargo, es la
con la orientación norte o sur (efecto solana-umbría).
presión urbanística la principal causa de desaparición del encinar. En los
últimos 15 años ha sufrido un gran retroceso, siempre proporcional al También se observarán comunidades permanentes que son estables
crecimiento de urbanizaciones, centros comerciales e infraestructuras
(autovías, carreteras, aparcamientos…).
3.- Subida desde Villalba al puerto de Navacerrada y Los Cotos

Pasado el pueblo de Villalba los encinares, adehesados para

explotación ganadera, van
cediendo lugar según ganamos en
altura al piso supramediterráneo Forma rastrera

o piso del roble. Aunque el límite

inferior es muy variable, el
bosque de roble melojo alcanza
cotas bastante constantes de
1.600 a 1.700 metros en los que
es sustituido por el pino.
El melojo o rebollo es un árbol más exigente que la encina en cuanto a
sus requerimientos hídricos, por lo que necesita precipitaciones más
frecuentes y mayor humedad. Por tratarse de formaciones densas y con
follaje muy tupido no suelen presentar un sotobosque importante, aunque
como etapas de sustitución o aclaramiento pueden aparecer piornos (en el
tramo superior) y helechos y jaras laurifolias (en el tramo medio e inferior).
En zonas de borde pueden medrar fácilmente espinosas como el majuelo,
zarzamoras y rosales silvestres, así como madreselvas y algunas retamas.
Fases de sustitución del melojar (1) por el
piornal (2), jaral (3) y pastizal (4). El pinar
puede formar bosques secundarios y
ocupar zonas propias del roble.
bajo determinadas condiciones muy concretas. Es el caso de los bosques de
ribera, bosques de hoja caduca que aparecen a lo largo de los márgenes de
los ríos, por una mayor humedad edáfica; las turberas de las laderas suaves
de Peñalara, que aparecen en terrenos muy fríos y encharcados; los
abedulares (Betula pendula) del Puerto de Canencia, los hayedos o sabinares,
restos de una distribución mucho mayor en el pasado y que han quedado
confinados en zonas muy reducidas debido a las características
microc1imáticas de las mismas (en este caso, laderas muy umbrófilas y
húmedas a unos 1500 metros).
Hay que considerar que la vegetación c1imácica no suele coincidir con
la vegetación real, que suele estar en función de la actividad humana. Así,
por ejemplo, el pinar ha ganado muchísimo terreno con respecto al melojar
por su interés para la explotación maderera. Por lo que para ver donde
comienza el piso oromediterráneo, no podemos tener en cuenta la sustitución
del melojo por el pino, sino la de los sotobosques de ambos. El sotobosque del
melojar suele estar constituido por retamas, jaras, espinosas y helechos,
mientras que el del pinar lo está por piornos y enebros rastreros.
 No habrá que considerar en ningún caso la vegetación, muy
abundante, introducida por el hombre, como las repoblaciones de pinos,
cultivos, etc.