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Es sabido que el ser humano no puede vivir sin agua durante más de una semana,
estando en reposo o bien tres dias si está en actividad. En tiempos de ‘guerra’ esa
necesidad debe cubrirse con la posible agua que encontremos en el camino o cerca de
donde hayamos decidido acampar.
Y para ello, tengo un par de diseños que cubren la necesidad de depurar es agua
contaminada que podamos encontrar. Con materiales sencillos y que están al alcance de
todo el mundo, sea a nivel artesanal o comercial, y en el último caso sin tener que gastar
mucho dinero para ello.
Bién, comencemos: el agua que podamos encontrar puede ser en charcos, riachuelos,
pantanos, lagos, etc., pero de lo que podemos estar seguros es que nos erá apta para su
consumo directo y es por ello que hay que separar lo malo de lo ‘bueno’ (el agua en sí)
y que esta cumpla mínimamente con los requisitos que necesita el cuerpo.
Para ello necesitamos de un medio que actúe de barrera física inicialmente y separe los
cuerpos sólidos extraños sea cual sea su naturaleza para dejar esa agua con un mínimo
de elementos extraños de un tamaño superior a las 40 micras (1 micra = 1 milésima de
milímetro). Para que os hagais una idea del tamaño, pensad que un cabello humano
tiene de media un tamaño de entre las 40 y las 80 micras y que a ‘ojo desnudo’ el
tamaño más pequeño que podemos distinguir es de cerca de las 50 micras (yo no…llevo
gafas…).
Esa primera barrera deberá ser de un material resistente y que pueda ser fácilmente
recuperable y reutilizable. Lo mejor es una malla de acero inoxidable de ese tamaño de
poro y que podeis encontrar en ferreterías especializadas en suministro industrial.
Incluso podeis utilizar esos filtros que llevan ahora muchos grifos de casa y que lo que
hacen es oxigenar el agua (ese efecto de ‘espuma’ por esos discos-filtro se llama
cavitación). Pero pensad que el diámetro de esos discos es demasiado pequeño como
para poder tener un caudal medio y llenar una cantimplora puede ser algo…cansino.
El tamaño del poro de esa tela será de 40 micras o como máximo 80 micras. No os
recomiendo el uso de telas plásticas tipo malla de nylon porque se estopean con
facilidad rasgándose cuando la estuvieras limpiando para su reutilización y por otra
parte, si se deforma… se parte.
Ahora que ya teneis la primera parte del filtro, vamos a por la segunda: el filtro de finos.
Este filtro de finos es el encargado de separar las partículas sólidas que han pasado a
través de esa malla inox y que por tanto tiene un tamaño inferior al poro de la misma y
por supuesto hay que retirarlos del agua ya que, suelen ser más contaminantes aún que
los sólidos antes separados.
Estos finos suelen estar presentes en aguas turbias y la gran mayoría de ellos se
componen de microbios unicelulares cuyo tamaño oscila en las 5 micras. Pensad que la
Sterichia Colli es la gran provocadora de molestas y peligrosas diarreas… y su tamaño
es de entre 5 y 8 micras por lo cual no habrá sido detenida por ese filtro previo.
Para ello utilizareis varias capas de papel del tipo secante o incluso el que se usa para
pintar acuarelas: su tamaño de poro es de unas 2 micras lo cual permitirá el paso del
agua sin mayores problemas y además, podeis llevar plegadas varias hojas de papel en
la mochila o el bolsillo. Luego con unas tijeras cortareis un rectángulo que cubra el
interior del rulo donde está montado la malla inox. Para que no se mueva dicho
rectángulo podeis poner dentro otro rulo de menor diámetro al anterior y que actuará de
soporte-freno de ese papel.
Como dicho rulo más pequeño irá ajustado al papel y pared del otro rulo mayor, no hace
falta fijarlo más.
Pero si bien el filtro tal y como está os asegura una calidad de agua ‘justa’ y pueden
haber otros contaminantes químicos en esa agua que habeis encontrado, debeis mejorar
la calidad de la misma pero de forma que su potabilización sea más perfecta a nivel de
separación de patógenos.
Para ello os recomiendo el uso de carbón activo el cual por su estructura física, puede
retener por adsorción (si, está bién escrito: Adsorción y no Absorción, que son dos
cosas muy distintas…) muchos de minerales pesados, óxidos, sulfatos, sulfitos,
carbonatos y otros contaminantes químicos como pesticidas, fungicidas, insecticidas,
etc.
El carbón activo es más difícil de encontrar en gránulos sueltos aunque siempre teneis la
opción de poder romper un cartucho de filtración de los usados en depuradoras
domésticas y aprovechar ese carbón que hay en su interior (es lo mismo). Si dicho
carbón es del tipo antibacterias (lleva iones de plata en su composición) mejor que
mejor.
Ahora ya teneis ese carbón activo y procedeis a rellenar ese espacio del interior del rulo-
soporte del filtro de papel para que el agua se vea forzada a pasar a través de todo el
volúmen del mismo y garantizar así la máxima desinfección posible.
Para retener el carbón dentro del rulo pequeño, debereis utilizar un trozo de la malla de
inoxidable que habeis usado en el exterior del rulo grande, y que fijareis al mismo con
un tubo de plástico (nylon o polipropileno es lo recomendable) al poner el mismo por
fuera del rulo grande y que os servirá para succionar el agua a través de ese filtro de
bolsillo.
ESQUEMA DEL FILTRO DE BOLSILLO
PUEDE REDUCIR LOS COTAMIATES
HASTA U 98-99%.
RECTANGULO DE PAPEL-FILTRO O
SECANTE O DE PINTAR ACUARELA,
COLOCADO ALREDEDOR DEL RULO
PEQUEÑO.
RULO PEQUEÑO
BRIDA PLASTICA
MALLA INOXIDABLE DE 40 A 80
MICRAS DE PASO, ENRROLLADA
ALREDEDOR DEL RULO GRANDE
RULO GRANDE Y FIJADA CON LAS BRIDAS.
Este equipo no es para llevar en el bolsillo como el anterior (por supuesto que depende
del bolsillo…) si no que puede llevarse en mochila y a su vez desmontarse para un más
cómodo transporte.
Este filtro utilizará los llamados ‘filtros en linea’ y que aseguran una calidad de aguas
perfectas manteniendo dentro de los límites de seguridad sanitaria a la misma.
He de decir que son nuevos y no es fácil encontrarlos pero son lo mejor para poder
utilizar en caso de necesidad y si bien pueden requerir de un sistema de bombeo o de
presión, también os digo que pueden trabajar sin la misma: basta con dejar caer el agua
desde un metro de altura a través de embudo y manguera (o tubo flexible) para que la
misma pase a través de estos filtros.
Estos filtros miden 25 cms de longitud y 5 de ancho (cada uno) y van interconectados
con los elementos que se ven al lado mismo sin necesidad de herramientas. Van
colocados uno después del otro y son:
El azul es el de carbón activo antibacterias con ión plata y una membrana externa de
polipropileno de 20 micras. Ese carbón retiene el 99% de patógenos al ser del tipo
extruido (es un bloque sólido) y no granular.
AQUARIAN: http://aquarian.jimdo.com
Su precio está sobre los 25-30 euros, envío no incluido. Su duración es de un año tras el
cual puede desecharse el par de filtros completos (no requieren de carcasa de ningún
tipo).
Otra solución al filtro portátil de bolsillo es la de adquirir uno de esos que se usan en las
lavadoras y que llevan polisulfato de sodio (ojo: el agua tratada con ese producto NO es
potable y puede dar lugar a problemas cardíacos en personas con alimentación baja en
sodio e incluso diarreas graves en personas sin ningún tipo de problemas cardíacos).
Si decidís usar ese tipo de filtros, vaciadlos de esos cristales translúcidos (polifosfato),
lavad bien el interior y cargarlo con carbón activo granular (tipo GAC) a ser posible del
tipo ‘antibacterias’.
Antes de usarlo, colocad en cada extremo, por dentro, una malla inox (entrada de agua)
de 40 micras y un par de discos de papel secante o de acuarela (por dentro también) en
la salida de aguas. El carbón quedará perfectamente retenido dentro de este filtro.
Saludos.
JULIUS