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Al día siguiente me desperté a mi hora habitual que era las 6.00 de la mañana para irme
a mi centro laboral, lo primero que hice al despertarme fue tocarme la parte derecha de
mi cara para saber si el adormecimiento había pasado, pero grande fue mi sorpresa que
este se mantenía, este síntoma en mi cara ya empezó a preocuparme. Ese día como de
costumbre me fui a trabajar, estando en el trabajo sentí que la parte derecha de la
lengua y encías se habían adormecido, esta situación me preocupo mas, decidí en ese
momento ir donde un medico, me acuerdo que pedí permiso en mi trabajo y me fui a
una clínica particular, allí me vio un neurólogo, un señor de aproximadamente de 70
años, al auscultarme me diagnostico que me había querido dar un derrame facial, me
receto unas pastillas para 10 días y ejercicios musculares en la cara, ejercicios que el
mismo medico me enseño, me dijo que no me preocupara y que en el termino de unos
días este síntoma desaparecería. Compre y tome la medicina pero al cabo de 10 días
este síntoma persistía, esta síntoma no dolía pero molestaba tenerlo allí. Después de los
10 días decidí ir de nuevo a un Neurólogo del cual unos amigos me habían
recomendado, este medico me diagnostico estrés y me receto medicina para 10 días, al
cabo de 10 días para mi ingrata sorpresa este molestia persistía, decidí regresar donde
este medico para decirle que los medicamentos que me había recetado no habían surtido
efecto alguno. Este doctor evidencio su molestia de que este síntoma no había
desaparecido, me dijo que este molestia era algo somático, ya esta absorbida en mi
cuerpo y que había que sacarlo, me cambio de medicina y por 10 días la misma tenia
que tomarla, como buen paciente tome la medicina pero para mi mala suerte la molestia
no paso. Entonces decidí ir a un 3er Neurólogo, le conté la experiencia que había vivido
con los 02 médicos anteriores y de la molestia que no me pasaba, me dijo ¿te han
tomado alguna tomografía?, yo le dije que no, entonces el me dijo que aquellos doctores
me habían estado “paseando” pues al no tener ninguna examen no podían
diagnosticarme correctamente, me prescribió que me tome una tomografía y que se la
lleve para diagnosticarme, me acuerdo que lo primero que hice fue irme al laboratorio y
pagar para que me realicen el mencionado examen.
Eran aproximadamente las 11.00 de la mañana cuando ingrese a la maquina para
tomarme las placas, este examen durara exactamente 25 minutos pero las placas recién
me las entregarían a partir de las 4.00 p.m. . Regrese a trabajar y a las 5.30 p,m. que era
la hora de salida me fui al laboratorio a recoger las placas, de allí tenia que dirigirme al
consultorio del medico para que lea el Informe y vea las placas. El medico me fue
atendiendo pasado las 7.00 de la noche, leyó las placas y el Informe, después de esto me
dijo “verdaderamente no tienes nada, que solo era un estrés, me indico que me vaya con
mi familia de vacaciones y con los días esta molestia desaparecería, yo le reclame
puesto que dije que algo tenia que tener puesto que no era normal que tenga la molestia
en la cara, me acuerdo que me dijo que para su tranquilidad de el y la mía me tome una
resonancia magnética, esto era opcional pues esta no se hacia en Piura sino en Chiclayo,
además el costo económico de este examen era muy alto, antes de retirarme me
pregunto si no tenia problemas al caminar, yo le dije que no puesto que no lo tenia.
Al día siguiente regrese a mis labores un poco más confiado puesto que el médico me
había dicho que las placas estaban normales y que no tenia ningún tumor en la cabeza,
pero el adormecimiento de la cara seguía allí pero no dolía, yo pensé que con el tiempo
esto se me pasaría. Por cuestiones de trabajo tenia que viajar a Lima junto con dos
compañeros de trabajo por 02 días de estadía, recuerdo que viaje un día domingo por
vía terrestre, en la capital tuve reuniones con funcionarios del Ministerio de Economía
y Agricultura, es allí que siento problemas al ponerme de pie. Estando en Lima por
medio de una amiga de mi hermana visite la Asociación de Ciegos del Perú donde me
hicieron masajes en el cuerpo para que me pase la molestia, pero esta seguía. Regrese a
la ciudad de Piura y llegue un día miércoles en la mañana, allí me di con la sorpresa que
en el mismo ómnibus había viajado un compañero de trabajo, me puse de acuerdo para
presentarnos a la oficina después del almuerzo puesto que yo tenia que viajar a Sullana
para ver a mi familia, dejar mi equipaje, asearme, descansar y almorzar, pero
sinceramente lo primero quería hacer era descansar. Al llegar a mi casa lo primero que
hice fue acostarme en el mueble de la sala, recuerdo que me quede profundamente
dormido, al despertarme mi esposa para almorzar sentí que no tenia estabilidad para
pararme, en ese momento yo y mi esposa nos preocupamos, lo primero que hice fue
llamar a mi amigo del trabajo que había viajado conmigo para indicarle que no iba ir a
trabajar por que me encontraba mal de salud, ese día me dirige a la mesa para almorzar
pero con cierta dificultad, ese día almorzamos nerviosos, empecé con remedios caseros
a quererme sanar pero no lo lograba, llego el día sábado y yo evidenciaba mas
problemas de estabilidad, recuerdo que mi esposa empezó a llorar, yo le conté que ya
había ido a tres neurólogos y los tres me habían dicho que era estrés, de los tres el único
que me había preguntado si tenia desequilibrio al caminar era el ultimo medico que
visite pero yo le dije que no puesto que en ese momento yo no presentaba este síntoma,
decidimos ir a su consultorio, ese mismo día fuimos al neurólogo, nunca me voy a
olvidar su cara desencajada cuando me vio, me dijo “te veo que en estos momentos ya
tienes problemas para caminar, tienes que tomarte la resonancia magnética y me la traes
para verla, viendo estas tomas podré saber que es lo que tienes”, me dijo además que no
tomara ninguna medicina. Recuerdo que vine a mi casa en Sullana y llame a la clínica
de Chiclayo para realizarme la resonancia magnética, me dijeron que ese día atendían
hasta las 2.00 p.m. (eran aproximadamente la 1.00 p.m.) y que el día Domingo no
atendían, considerando que de Sullana a la ciudad de Chiclayo hay en promedio tres
horas de distancia opte por sacar cita para el día lunes a las 10.00 de la mañana .
El día Lunes aproximadamente a las seis de la mañana en movilidad familiar viaje a la
ciudad de Chiclayo, aproximadamente a las diez de la mañana ingrese a la “capsula” por
un lapso de 40 minutos, el especialista me indico que no podía moverse en ese lapso de
tiempo, una vez terminado este examen, me indicaron que a las tres de la tarde estaban
los resultados, lo que hicimos con mi familia es ir a ver a mi hermano que vivía en la
ciudad de Lambayeque (a quince minutos de Chiclayo) , recuerdo que al salir de la
clínica ya tenia problemas serios para desplazarme puesto que tenia que ayudarme mi
esposa para caminar. Al llegar a Lambayeque mi hermano se sorprendió al verme en ese
estado, me invito a almorzar y allí espere que sean las tres de la tarde para recoger los
resultados de la clínica de la ciudad de Chiclayo.
Tal como lo había planeado así sucedió, a las tres de la tarde estuve allí para que me
dieran el resultado, las placas venían con un informe medico, mi esposa recibió el sobre
donde contenía dicho informe, fue la primera persona que lo leyó, nunca voy a olvidar
la cara que puso al leerlo, el informe decía que en las tomas se evidenciaba una mancha
en el cerebro exactamente en el cerebelo, que el cuerpo extraño podría ser un GLIOMA
O UNA INFLAMACION, yo preferí no saber que era lo que tenia pero si sabia que era
algo grave por la cara de mi esposa.
Regrese a casa, al día siguiente muy temprano mi esposa me llevo al Hospital del
Seguro Social en la ciudad de Sullana, por la complejidad del caso me transfirieron a la
ciudad de Piura. En la ciudad de Piura el medico del seguro social me transfirió a la
ciudad de Lima, específicamente al Hospital Almenara. El traslado duro hasta el día
domingo debido a los tramites administrativos y debido a que el Hospital no contaba
con camas disponibles, mi familia decidió llevarme a Lima e ingresar por emergencia al
hospital Almenara. Así fue. Un día domingo 02 de Junio del 2007 junto con mi esposa
salí rumbo a Lima por vía aérea, quizás en un viaje sin retorno, atrás quedo la triste
despedida con mis tres hijos, familiares, amigos del trabajo, de la universidad y vecinos.
Iba en silla de ruedas puesto que ya no podía caminar, además tenia problemas en la
visión y la audición.
Dos días estuve en Cuidados Intensivos, luego pase dos días en Cuidados Intermedios, y
por ultimo fui llevado a la Unidad de recuperación, todos los días me visitaba el medico
tratante, me decía que me veía bastante mejor pero que habría que esperar el resultado
de la biopsia para saber que es lo que tenía, los resultados de la biopsia los darían en
quince días. Al sexto día el medico decidió darme de alta, no presentaba los signos que
el temía como era dolores de cabeza, convulsiones ni desmayos, me dio cita ambulatoria
en un fecha donde ya estaría los resultados de la biopsia. Recuerdo que deje el Hospital
un 03 de Julio, me fui al departamento de mi hermana a esperar solamente los
resultados de la biopsia. El día 17 de Julio tenia cita con el Neurocirujano, empecé a ver
los días pasar hasta que llego esta fecha, cuando me toco la consulta me dijo que los
resultados no estaban en el File, seguro estaban en la Unidad de Archivo, me dijo “anda
a Archivo y tráeme los resultados para verlos y recetarte medicina, estoy casi seguro que
lo tuyo ha sido solo una inflamación”. Fui a Archivo y los resultados fueron llevados
por un trabajador del hospital, recuerdo que yo estaba muy tenso, el sobre que tenia
aquel señor contenía lo que seria mi vida en el futuro.
Aprovechando un feriado largo por fiestas patrias viaje a la ciudad de Sullana para ver a
mi familia, yo ya caminaba pero con dificultad, era producto del tumor que se ubicaba
exactamente en el cerebelo que es la zona del equilibrio y la coordinación. En Sullana
me case por lo religioso en un reunión que fue íntimamente familiar, me volví realmente
cristiano, aprendí a rezar el rosario, a leer la Biblia y a ir a misa todos los domingos, El
mismo día, antes de viajar para la ciudad de Lima fui a nueve iglesias y entregue nueve
cartas a cada una, le pedía a San Judas Tadeo, santo de mi devoción, que la adversidad
sea mas compasiva conmigo y que la radioterapia que iba a recibir no me perjudique.
Regrese a Lima, al día siguiente fui al Hospital de Neoplasicas, la secretaria en
Patología nos comunico que los resultados de la biopsia ya estaban listos, mi esposa los
recibió, al leer el Informe nos decia que era un astrocitoma pilocítico de grado I, es decir
un tumor maligno de nivel inicial, lo recibí con cierto optimismo.
El siguiente paso era la radioterapia, estaba en duda realizarlo en el Hospital del Seguro
( Almenara) o el Ministerio de Salud ( Neoplasicas), al final me decidi realizarlo por
Neoplasicas, averiguando me di con la ingrata noticia de que este tratamiento era muy
costoso para un paciente asegurado que para un paciente no asegurado, la diferencia era
de 1 a 4. Con la ayuda economica de familiares y amigos se pago dicho tratamiento,
aquí me paso un evento muy curioso, recuerdo que el doctor tratante necesitaba una
tomografía para ver el tumor después de la biopsia, el costo de realizarme la tomografía
ya no estaba a mi alcance, puesto ya no contaba con dinero, contaba tan solo para el
pago del tratamiento de la radioterapia y para los gastos de alimentación, decidi
disponer de este dinero para realizarme la tomografía, cuando ya había cancelado
escuche mi nombre, me estaban llamando de la oficina de comunicaciones, me acerque
para indagar, la secretaria de dicha área me hizo pasar con un medico, lo que el me dijo
me sorprendió, el medico era de nacionalidad mexicana, me explico que el hospital
había adquirido un resonador magnético de ultima generación y que el había venido al
Perú para enseñar el manejo de este equipo a los radiólogos peruanos, en mi caso me
dijo que había sido escogido como paciente para realizar este examen , yo le pregunte y
cuanto cuesta este examen? Me dijo nada, yo le dije que ya había pagado por hacerme
una tomografía, me dijo “lo que has pagado te lo devolvemos”, además este examen es
mucho mejor que una tomografía, acepte y procedieron luego a realizarla, el dinero me
fue devuelto en su totalidad.
El día 28 de Agosto, comenzó el tratamiento, las imágenes que les lleve de Neoplásicas
les sirvió para precisar la zona que iba a recibir la radiación, fueron 27 sesiones,
regularmente por cuatro veces a la semana recibía este tratamiento, cada vez que entraba
a este equipo me encomendaba a Dios. En el departamento rezaba el rosario todos los
días, tenia confianza, paciencia y estaba tranquilo, cuando dormía siempre sentía una
voz femenina que me decía “Hijo, ten paciencia, todo esto va a pasar”, en la mañana
me levantaba alegre y con ganar de seguir viviendo. Así se llegue hasta el Dos de
Octubre que fue la última sesión que recibía, el neurólogo me dijo que regrese en
diciembre para hacerme un examen, quería saber si el tumor se había reducido o al
menos se mantenía. A los tres días viaje a la ciudad de Sullana, puesto que quería
reencontrarme con los míos, me regresaba a Sullana mucho mas débil puesto que según
el radiólogo de la clínica la radioterapia me dejaría muy débil, pero con el tiempo
recobraría las energías. A Sullana llegue muy cansado del viaje, estando en Sullana
según me dijo mi esposa perdí la razón , empecé ha hablar incoherencias, esto fue por
dos días, con el transcurrir de los días esto fue pasando, según me cuentan, mi esposa
estuvo conmigo todo el tiempo y rezaba por mi a cada momento, este evento yo no me
acuerdo, luego de este ingrato recuerdo empecé a tener mas energía, empezaba sentirme
mejor, leía la Biblia, rezaba, iba a grupos de comunidad e iba a misa, además iba a mis
sesiones de rehabilitación física tres veces por semana.
El 28 de Octubre, fue una fecha muy especial puesto que por mi casa teniendo 10 años
viviendo ahí paso por primera vez la procesión del Señor de los Milagros, en la cuadra
donde yo vivo hizo un alto debido que los vecinos le habíamos preparado un homenaje,
para mi era una bendición que mi familia y yo recibíamos de Dios.
Así pasaron dos meses, solicite cita médica para el Hospital Almenara, pero me dieron
cita para el día 29 de Enero. El día 27 de Enero regrese a Lima, ese día saliendo de
Sullana en automóvil de un amigo empezó una lluvia, me embarque vía terrestre en
Piura rumbo a Lima, no se a que hora terminaría dicha lluvia puesto que me quede
profundamente dormido, ya en Lima, note que el clima había cambiado, estábamos en
verano, yo me sentía bastante bien.
Llego el día 29 de Enero, fui a la cita del Neurólogo, estando con el me dijo que
necesitaba la resonancia magnética para poder saber como iba el tumor, me dio cita para
el 18 de marzo, me dijo que todo el mes de Febrero no iba a estar puesto que se iba de
vacaciones, mi ansiedad por saber como iba mi enfermedad me llevo a la clínica donde
había recibido la radioterapia, hable con un especialista pero me dijo lo mismo
“necesito la resonancia magnética para hacer un análisis comparativo antes y después, le
dije ¿cuanto le debo doctor? Nada, tráeme la resonancia y no te preocupes por el dinero,
converse con mi esposa, mi hermana (propietaria del departamento) y unos amigos, se
tomo la decisión de que no había que esperar mucho tiempo, tenia que realizarme la
resonancia magnética en una clinica privada.
Por recomendaciones de amistades el día jueves 31 de enero, fui a la Iglesia de un Padre
que vive en Surco, me habían dicho que tenia don de visión, que era bien franco y te
decia la verdad: si ibas a vivir o a morir, fui donde este sacerdote, ese día se
desarrollaría una jornada de sanación, nunca me voy olvidar que cuando me vio delante
de mucha gente me dijo “ ya se a que has venido, tienes un tumorcito en la cabeza, pero
déjalo ahí, mas tarde conversamos” , mas tarde nuevamente se acerco a mi y me dijo
“tienes una buena esposa que a andado solamente contigo desde que te enfermaste, ella
a sido tu ángel de la guarda” después de decir se fue, en otro momento nuevamente se
acerco a mi y me dijo “ no creas que la enfermedad te esta venciendo, tu estas
venciendo la enfermedad, te iras de esta ciudad con sorpresas, las noticias malas ya
terminaron, ahora vienen las buenas, yo se que van a salir de esta, pero eso si, tienen
que ayudar a mucha gente que lo necesita”, me sorprendió mucho lo que había dicho.
Al día siguiente, me levante muy temprano, no había podido dormir, algo me decía que
todo había pasado, recuerdo que antes de recibir los resultados fui la Iglesia Las
Nazarenas en La Victoria, le rece al señor de los milagros que todo salga bien y que me
perdone mi ansiedad de saber los resultados, después de orar me dirigí a la Clínica, el
corazón me empezó a latir mas de lo costumbre.
Los resultados de las imágenes ya estaban, leí el Informe pero por su lenguaje medico,
no le entendía, quizás dije yo, ahí esta pero no me doy cuenta, se lo lleve al medico de
la clínica donde me realice la radioterapia, ya no se encontraba puesto que se había ido a
almorzar, yo viajaba ese día a las nueve de la noche, es por ello que regrese en la tarde
pero todavía no llegaba, lo espere hasta que llego, al momento de ingresar a su
consultorio me vio, me pregunto si traía la ultima resonancia le dije que si, me hizo
entrar a su consultorio, empezó viendo el Informe, bueno, me dijo con cara de
sorprendido en el informe dice que no tienes nada de tumor, solo presenta un liquido en
el cerebro, pero eso es normal por la biopsia tipo operatoria que te han hecho, ese
liquido se absorberá con el tiempo, en seguida vio las imágenes anteriores y las ultimas,
me dijo en las primeras que te tomaron el año pasado ahí se evidencia el tumor pero en
las que tomado ayer ya no hay nada, “ el tumor ya no esta, ha desaparecido”, yo y mi
esposa lo mirábamos sorprendido, volvió a decirme anda tranquilo, tu ya no tienes nada,
después de la sorpresa vino la emoción y la alegría , le dije al doctor cuanto le debía, me
dijo nada, anda nomás, y llévale las placas a tu medico para que vea que ya no tienes
nada, al salir del consultorio mi esposa y yo nos mirábamos con emoción, empecé a
llamar a mi casa pero nadie contestaba, llame a mi hermana que estaba fuera de la
capital y la llamada entro, comencé a decirle la noticia pero no pude mas, empecé a
llorar, le di el teléfono a mi esposa puesto que no podía hablar, ella le contó todo a mi
hermana, luego mi esposa llamo a mi hermano sacerdote que se encuentra en Venezuela,
le contó la noticia, no terminaba de contarle cuando mi esposa y mi hermano empezaron
a llorar, lo que mi hermano dijo cuando yo estaba en el tratamiento “yo no me doy por
vencido, mientras haya vida hay esperanza, yo se que mi hermano esta sano, solo que el
no lo sabe” se le hacia realidad.
El día 25 de Febrero fui nuevamente al hospital del seguro en Sullana con un neurólogo
que había llegado en una campaña medica nacional, este medico me confirmo lo que yo
ya sabia, textualmente me dijo “es verdad, tu ya no tienes el tumor, pero tienes que venir
a tu control por un tiempo, solamente te prescribo rehabilitación física para tu plena
recuperación.
Yo se que Jesús me dio una segunda oportunidad, día a día le agradeceré lo que hizo
con mi persona, nunca mi familia, mis amigos y yo podremos olvidar este
acontecimiento que ocurrió en mi vida, es por ello que siempre diré “JESUS ESTA
VIVO, EL ME HA TOCADO”.