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TEMA 4 - CENTRALES TÉRMICAS CLÁSICAS

Una central termoeléctrica clásica es aquella que transforma la energía


calorífica, procedente de combustibles fósiles (carbón, fuel-oil o gas natural), en energía
eléctrica. El sobrenombre de clásica sirve para diferenciarla de otros tipos de centrales,
que generan igualmente electricidad a partir de un ciclo termodinámico semejante, pero
mediante fuentes energéticas distintas, como por ejemplo las centrales nucleares
(utilizan uranio) y las centrales solares térmicas (campos de helióstatos).
Estas centrales se basan en calentar agua hasta transformarla en vapor a gran
presión (190 kg/cm2) y una temperatura cercana a 370ºC. Este vapor generado se hace
pasar por una batería de turbinas cuyo eje está conectado a un generador de corriente
que, mediante el fenómeno de inducción electromagnética, transforma la energía
mecánica en eléctrica.
Las centrales térmicas conocidas como centrales térmicas de ciclo combinado,
aprovechan la presión del vapor generado en la combustión y la presión del propio gas
combustible para accionar las turbinas. Estas centrales consiguen un rendimiento del
60%, mientras que las convencionales no llegan a alcanzar rendimientos del 40%.

1. FUNCIONAMIENTO DE UNA CENTRAL TÉRMICA

1.1. Aprovechamiento térmico del combustible

El alimentador se encarga de proporcionar el combustible que se ha de quemar.


Existen centrales térmicas mixtas que pueden funcionar indistintamente con carbón,
fuelóleo o gas.
El hogar es un recinto cerrado donde se quema el combustible. Dispone de
canalizaciones que controlan el aporte de aire y regulan así la combustión.
El conducto de humos conduce los humos hacia el exterior y se expulsan a
través de la chimenea. La energía térmica que conservan los humos se aprovecha para
recalentar el vapor obtenido o para precalentar el agua que se suministra a la caldera.

1.2. El ciclo de vapor

Las calderas contienen el agua que ha de transformarse en vapor. Las más


empleadas son las de circulación natural a través de tubos.
Los recalentadores primarios evaporan las partículas líquidas que todavía salen
de la caldera arrastradas por el vapor. De este modo se consigue el vapor
sobrecalentado.
Las turbinas de alta presión aprovechan la energía cinética del vapor
sobrecalentado, que se transforma en energía mecánica de rotación.
Parte del vapor utilizado es reciclado hacia los recalentadores secundarios. Éstos
aprovechan la energía térmica de los humos de la caldera y envían el vapor hacia las
turbinas de media presión.
El calor almacenado en el vapor, después de pasar por ellas, es todavía
aprovechado en parte por las turbinas de baja presión.
El vapor procedente de estas últimas turbinas pasa por el condensador, donde se
enfría y se convierte de nuevo en agua líquida. La bomba de alimentación se encarga de
enviar esta agua hacia los precalentadores. Allí aumenta su temperatura gracias al aporte
energético del vapor que procede de las turbinas de alta y media presión.

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La bomba de extracción envía el agua hacia los economizadores. Éstos
aprovechan la energía térmica de los humos para calentarla antes de devolverla de
nuevo a la caldera. Así se inicia de nuevo el ciclo.

1.3. El circuito de refrigeración

Una bomba se encarga de aportar agua al condensador y hacerla circular para


enfriar el vapor que sale de la turbina de baja presión.
Cuando la central se encuentra cerca de un río o un embalse, el agua se toma de
ellos y después se les devuelve algo más caliente. Si no se dispone de agua abundante y
para evitar la alteración del ecosistema de estos ríos, el agua de la central circula por un
circuito cerrado y se enfría mediante torres de refrigeración.

1.4. Generación de energía eléctrica

Todas las turbinas son solidarias con el mismo eje, de modo que la energía
mecánica generada en cada una se va sumando a la generada en las otras.
Esta energía se transmite a un turboalternador, que es el responsable directo de
la producción de corriente alterna trifásica. Solidario con él, existe un dispositivo
denominado excitatriz, cuya misión es suministrar la corriente de excitación al
alternador para que éste produzca la fuerza electromotriz.
La red de salida envía la energía eléctrica generada a un transformador, el cual
eleva la tensión para evitar pérdidas durante el transporte. De esto último se encarga la
red de alta tensión.

2. LAS CENTRALES TÉRMICAS EN ESPAÑA

Nuestro país cuenta con numerosas centrales térmicas distribuidas por todo el
territorio peninsular e insular. Las más potentes son:
As Pontes (A Coruña): 1400 MWh
Compostilla (León): 1312 MWh
Castellón: 1083 MWh
Andorra (Teruel): 1050 MWh
Sant Adriá (Barcelona): 1050 MWh
Santurce (Vizcaya): 936 MWh

3. IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

El impacto no deseado que producen las centrales térmicas sobre nuestro entorno
origina fundamentalmente trastornos de tipo económico y otros relacionados con el
medio ambiente o ecológico, como los siguientes:
Contaminación atmosférica: Emisiones de CO2 y de CO y SOx, que son los
causantes del efecto invernadero, la lluvia ácida y una gran toxicidad para el ser
humano.
Niebla smog: Procedente de la exposición a la luz solar de los gases emitidos
por las chimeneas de las centrales térmicas, provocando importantes afecciones
de tipo cutáneo y respiratorio.
Contaminación térmica: Algunos condensadores de las centrales térmicas son
refrigerados por un sistema denominado de ciclo abierto, mediante el cual el

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agua caliente procedente de los condensadores se vierte a los ríos próximos y al
mar. El agua caliente vertida al medio suele estar unos 10ºC por encima de la
temperatura natural del sistema, con lo cual al mezclarse con las aguas del
entorno se produce un aumento de ésta, rompiéndose de esta manera el
ecosistema en torno a la central térmica. Por esta causa, son preferibles los
sistemas de refrigeración cerrados, que cuentan con torres de refrigeración.

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