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CONTRATAPA
Shri Sathya Sai Baba no llama sus discursos como tales o ‘charlas’ sino
‘conversaciones’. Él narra historias y parábolas tomadas de las epopeyas indias para ilustrar las
enseñanzas citadas por Él de los Vedas, los Upanishads, el Bhagavad Gita y otras escrituras que
engastan las lecciones establecidas por los yoguis y rishis para el bien de la comunidad, lecciones
aplicables a todos los seres humanos de todos los países y en todos los tiempos.
También explica los pasos prácticos que deben tomarse como parte de la disciplina
espiritual para remover esta ilusión y para obtener la liberación del ciclo de nacimiento y muerte.
Este volumen cubre los discursos dados durante el año 1984 y se publicó por primera vez
en forma de libro en septiembre de 1995. Este es uno de los 30 volúmenes que cubren los
Discursos Divinos dados por Baba desde el año 1953 hasta 1997.
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CONTRATAPA POSTERIOR
Cientos de miles de personas en casi cada país del mundo, consideran a Shri Sathya Sai
Baba como un Avatâr, una encarnación de Dios, la Divinidad en forma humana. El Dr. John S.
Hislop, un viejo devoto de Sai Baba de los U.S.A. dice: “La sabiduría de Baba, el amor que se
siente tan fuertemente cuando uno está en Su presencia, y Su sobrecogedor poder sobre los
elementos materiales y las circunstancias humanas contribuyen a la extraordinaria veneración en
la cual se le tiene y la practicamente inevitable atracción que sienten las personas de todas las
edades y razas cuando Lo ven, o comienzan a poner cuidadosa atención a Sus enseñanzas y a Su
vida”.
Baba dice: “Hay una sola religión, la religión del amor. Hay un solo lenguaje, el
lenguaje del corazón. Hay una sola raza, la raza de la humanidad”. Baba enseña los valores
humanos básicos de la verdad, la rectitud, la paz, el amor, la no violencia y el sacrificio para
contrarrestar los enemigos internos de la lujuria, la ira, la codicia, el deseo, el orgullo y los celos.
Discursos de
Prashanti Nilayam
Los derechos de autor y los derechos de traducción a cualquier idioma son reservados por el Editor.
Ninguna parte, parágrafo, pasaje, texto o fotografía o gráfico de este libro puede ser reproducido,
transmitido o utilizado, en idioma original o en traducción, en forma alguna o por medio alguno,
electrónico, mecánico, fotocopiado, grabado o por cualquier sistema de información,
almacenamiento o recuperación, salvo con la previa autorización por escrito del Convenor Sri
Sathya Sai Books & Publications Trust, Prashanti Nilayam (Andhra Pradesh), India, excepto por
breves pasajes citados en alguna crítica literaria. Este libro puede ser exportado de la India
únicamente por el Sri Sathya Sai Books and Publications Trust, Prashanti Nilayam (India).
Impreso por
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Página
La retención de las palabras en sánscrito en cada página sin sus equivalentes en inglés en
la mayoría de los casos, estaba causando gran confusión para los lectores, especialmente los
extranjeros no familiarizados con el sánscrito. Se ha hecho un intento de facilitar la lectura
reemplazando las palabras sánscritas con equivalentes en inglés siempre
que no afecten la expresión original de Baba. Se han dejado las palabras sánscritas cuando se ha
considerado necesario preservar la esencia de la expresión original de Baba y donde los
equivalentes en español pueden no dar plena justicia al texto en el contexto particular. Sin
embargo, en cada caso se han dado los equivalentes en inglés junto con las palabras en sánscrito.
Algunas palabras sánscritas comúnmente usadas o que se repiten muy a menudo han sido
mantenidas sin sus equivalentes en inglés para conservar el sabor original de los discursos de Baba.
Además, se ha adoptado una transliteración fonética para todas las palabras sánscritas (en itálicas)
para permitirles a los lectores no familiarizados con estas palabras su pronunciación correcta.
Los volúmenes de los discursos de Baba se están publicando en un formato más grande,
tamaño Demi Octavo, para que puedan ser libros compañeros de otros en las bibliotecas privadas.
La composición tipográfica computarizada usando un tipo de letra más grande y más legible así
como un mayor espaciamiento de las líneas ha sido adoptada para una lectura más cómoda de los
libros, especialmente por lectores mayores. Los parágrafos muy largos han sido divididos y en
cada página se han añadido títulos apropiados para aliviar la monotonía para los ojos y hacer de la
lectura un placer.
Convenor
Sri Sathya Sai Books and Publications Trust
Prashanti Nilayam (India)
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N. Kasturi
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Los años de dieciseis a treinta son los más preciosos de la vida. Es el período en el cual
todas nuestras facultades y energías están al máximo. De allí que debe hacerse el mejor uso de este
período. Es entonces que deben adquirirse las cualidades nobles como la autoconfianza, el
sacrificio, la aspiración y el valor. Si se desperdicia este tiempo de la vida, sólo habrá fracasos en
años posteriores. Los malos pensamientos, las prácticas malvadas y el calumniar deben ser
eliminados totalmente, Durante este período crucial, deben intentar comprender el propósito de la
vida y concentrar sus esfuerzos en lograr sus propios ideales. Ningún esfuerzo espiritual es posible
cuando se han disipado las propias habilidades físicas y mentales. Es una lástima que los jóvenes
hagan mal uso de estos preciosos años de sus vidas cayendo en malos pasos. Swami espera de
ellos que desarrollen todas sus facultades humanas y lleven vidas ejemplares que sean modelos
para otros.
Ofrecerle a Dios lo que Dios mismo ha provisto es como ofrecer agua del Ganges al
Ganges. La verdad es que es Dios quien está rindiendo el servicio al devoto. Todas las
capacidades dadas por Dios deben ser usadas en el servicio de lo Divino. No hay necesidad de ir
en busca de Dios. Dios es el que está todo el tiempo buscando al genuino y firme devoto. El
aspirante se acerca a Dios para el cumplimiento de sus deseos. Busca beneficios mezquinos y
transitorios. No busca entender la naturaleza del verdadero amor o la Divinidad que subyace a
todo. El aspirante de hoy es un ser que se autoengaña sin compromiso moral.
El verdadero criterio de conducta moral es la armonía entre lo que uno profesa y lo que
uno practica. La moralidad consiste en actuar de acuerdo a las reglas de la conducta correcta
prescritas por la sociedad en un momento y lugar particulares para un individuo o grupo. Si no hay
conexión entre lo que uno profesa en las palabras y las acciones, la moralidad no puede existir.
De todos los valores humanos, tres son de suma importancia. El principal es el amor a
Dios. Si hay amor, hay sacrificio. De allí surge la pureza de corazón. Debe haber una fusión del
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amor, el sacrificio y la pureza. No son simples cualidades humanas. Constituyen órganos vitales
de un ser humano. Son tan esenciales para un ser humano como la cabeza, las manos y las piernas
para el cuerpo. Sin estos atributos, nadie es un ser humano completo.
Del mismo modo que el sol puede verse sólo debido a su propia luz, el amor de lo Divino
puede adquirirse sólo por medio de la gracia divina y no por prácticas espirituales triviales. Estas
prácticas espirituales (sâdhanas) son invariablemente motivadas por objetivos egoístas. Hay un
elemento de egoísmo en cada servicio que el hombre emprende. Todas las empresas son
manchadas por el egoísmo o el afán adquisitivo. Sólo cuando el corazón del aspirante espiritual
esté lleno de lo Divino será él capaz de sentir amor puro y sagrado.
Los estudiantes deben tener en mente que su vida es determinada por sus acciones, sean
buenas o malas. El otro factor determinante es el tiempo. El tiempo es todopoderoso. No está
sujeto a nadie. Todos están sujetos a él. Sigue pasando sin comienzo ni fin. El exilio de Râma, la
muerte de Ravana, el descenso del Emperador Bali al mundo inferior, el supremo sacrificio de Sibi,
las ordalías de los Pandavas - son todos ejemplos del poder del tiempo sobre los destinos de los
hombres, Sólo cuando las acciones están armonizadas con los dictados del tiempo, se puede
disfrutar del tipo de bienaventuranza descrita como .satisfactoria (tripti).
Para esto, es necesario tener el control apropiado de la mente, que es la causa tanto de la
felicidad como de la aflicción. Este control no puede lograrse por la mera lectura de
las escrituras o la práctica de ciertos rituales. La mera erudición o adquisición de conocimiento
acerca del mundo externo no llevará a la paz interna. Si uno está dedicado todo el tiempo a la
adquisición de información, ¿cuándo va a emprender la tarea de transformación?
Los juegos que juegan pueden ser comparados con la guerra del MahâBharata. Por un
lado estaban dispuestas las fuerzas del mal, los Kauravas, y por el otro los poderes del bien, los
Pandavas. Jugaron al juego de la vida con el imperio como pelota. Hasta el fin de la batalla, el
Señor Krishna fue el único jefe para los virtuosos Pandavas. Los malvados Kauravas perdieron a
sus comandantes uno tras otro en la batalla. Los Pandavas, que se habían entregado totalmente a
Krishna, al final lograron la victoria. La contienda podría describirse como una entre las malas
cualidades del deseo, el odio, la envidia, el orgullo, etc., por un lado y por el otro, las buenas
cualidades como la verdad, la virtud, la tranquilidad, la no violencia y el amor. El cuerpo es el
campo de batalla. El capitán de un equipo es la personificación de las buenas cualidades. El
capitán del otro es la personificación de los deseos mundanos. Puede sólo haber derrota para
aquellos que se adhieren a los siempre cambiantes deseos mundanos. Sólo aquellos que se
adhieren al incambiable y eterno Divino pueden esperar tener éxito duradero en la vida.
El día de hoy es llamado Samkrânti, el día cuando el sol empieza su viaje hacia el Norte al
entrar en el signo Makara del Zodíaco. “Un cambio para lo mejor es Samkrânti”. Debemos
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Puede no ser posible escapar a las consecuencias de las acciones buenas y malas de uno.
Pero hasta una montaña de pecado puede ser borrada al ganar la Gracia de lo Divino. De allí que
hay que esforzarse por ganar el amor de Dios, que es todoabarcante y todopoderoso. A partir de
este día de Samkrânti, dedíquense al cultivo de buenas cualidades y a la acción correcta y
desarrollen esa devoción pura que redimirá su vida. Este es mi mensaje y mi bendición para
ustedes.
“Conozcan su linaje”
La conducta correcta (dharma) y la sabiduría espiritual (jñâna) son los dos ojos dados al
hombre para descubrir su unicidad y su divinidad. El dharma indica el camino correcto que cada
individuo, grupo o sociedad debe seguir. El dharma destruye al que lo viola. El dharma también
protege al que lo protege. Las escrituras han declarado, “Donde hay dharma hay victoria”. No hay
mayor dharma que la verdad. El edificio del dharma es erigido sobre la fundación de la verdad.
La justicia (nyâya) es un atributo esencial del dharma. Una sociedad, nación o individuo brilla con
gloria sólo cuando se adhiere a la justicia. Del mismo modo que uno adquiere riqueza con el
ejercicio de la agricultura, los negocios o la profesión, uno debe adquirir mérito y la gracia divina
adhiriéndose a la moralidad (nîti) y la rectitud (dharma).
Parece que hoy en día hubiera en todas partes un renacimiento de la actividad espiritual.
Están surgiendo asociaciones religiosas en el mundo entero. Pero mucha de la actividad de los
aspirantes espirituales está motivada por el interés propio. Los devotos dirigen oraciones a Dios
para el cumplimeitno de sus deseos materiales. Todo el estudio de las escrituras es de poca utilidad
si no fluye espontáneamente del corazón un amor genuino por Dios. Es sólo por medio de tal amor
que lo Divino puede ser realizado. El amor y el sacrificio son las dos cualidades más imortantes en
la vida. Es sólo sobre la base de estas cualidades que nuestros antiguos trataban de los problemas
de la sociedad para que el individuo, la familia, la comunidad y la nación pudieran seguir el
sendero del dharma.
De la unión ilícita de estos dos, nacieron Îrshya (los celos) y Krodha(el odio). De su unión,
nacieron Bhîtin (el temor) y Mrithyu (la muerte. Este linaje se conoce como la progenie de lo
incorrecto (Adharma Samtati). En este linaje, cada unión era inapropiada.
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Los padres de hoy tienden a darles demasiado afecto a sus hijos. Pero ese afecto no es
suficiente. También debe haber control sobre los hijos. Debe haber tanto “amor” como “ley”.
Sólo cuando el amor y el control están presente es que el amor resulta beneficioso.
Los padres son los primeros responsables por todos los malos hábitos de los niños que por
naturaleza son inocentes y carentes de información. No hacen ningún esfuerzo por enseñarles los
modos apropiados de comportamiento. Los miman dándoles dinero libremente. Quieren que sus
hijos se vuelvan altos oficiales, tengan muchos ingresos, adquieran riqueza y lleven una vida de
comodidad y facilidad. Pero no consideran por un momento qué deben hacer para que sus hijos
tomen conciencia de la necesidad de desarrollar buenas cualidades. Les corresponde a los padres
enseñarles a los hijos a cultivar las actitudes correctas y las cualidades morales. Alentarlos
meramente a cómo seguir con la vida no es apropiado. Los padres deben sentirse felices solamente
cuando ven que sus hijos llevan vidas intachables, adquiriendo un buen nombre y comportándose
apropiadamente. Regocijarse por el mero nacimiento de un hijo es tonto.
Dhritharâshtra tuvo cien hijos, los Kauravas. Él sabía muy bien que eran una banda de
malvados que andaban en malos pasos. También sabía que los hijos de su hermano, los Pândavas¸
estaban casados con la rectitud (dharma) y que los Kauravas les estaban infligiendo muchas
indignidades y maldades. Aunque Vyâsa le dijo varias veces a Dhritharâshtra que debido a su
erróneo afecto por sus hijos, él no debía permitirles perseguir a los Pandavas, el excesivamente
afectuoso padre hizo caso omiso de ese consejo. En consecuencia, él mismo fue involucrado en
muchas acciones pecaminosas.
No es equivocado amar a los niños. Pero ustedes, padres, deben aprender cómo deben
amarlos. Siempre que los niños se desvían, a sabiendas o no, los padres deben apurarse en corregir
sus faltas y traerlos al camino correcto. Las obligaciones de los padres no terminan con proveer
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alimento, escolaridad y conocimiento de los asuntos mundanos. Los niños deben también ser
provistos de valores correctos. No debe hacérseles creer que la adquisición de riqueza es el fin y
propósito de la vida. La riqueza no lo acompaña a uno cuando nos vamos del mundo. Demasiada
riqueza es un engorro como un zapato demasiado grande. Demasiado poco puede ser penoso,
como un zapato demasiado apretado. Así que es deseable tener sólo aquella cantidad de riqueza
que es adecuada para las propias necesidades básicas. Es deplorable que hoy en día, en la loca
persecución del dinero, la gente esté olvidando todas las cualidades humanas.
Los jóvenes de hoy olvidan totalmente la importancia que hay en dedicar su vida a
grandes ideales. Les corresponde a los padres hacer que sus hijos lleven vidas con propósito. Los
maestros, por su parte, deben dar el ejemplo e inculcar en sus alumnos valores correctos. Sólo una
lámpara encendida puede servir para encender otras lámparas. Si los maestros carecen de
idealismo, ¿cómo pueden inspirar a sus estudiantes a vivir vidas ideales?
La gente habla acerca de la vida espiritual, pero raramente la practica. A menudo actúan
al contrario de ella. La razón es la falta de virtudes. Sin buenas cualidades, todos los demás
atributos son inútiles. Es como verter agua en una vasija llena de huecos. Si el corazón está lleno
de malos pensamientos y malvados deseos, ¿cómo lo pueden llenar de aspiraciones puras?
El Gobernador Banerjee habló acerca del éxito y mencionó que “el éxito produce éxito”.
Pero ¿cómo ha de lograrse el éxito y cuál es el éxito que deben buscar? El Gita dice: “El buscador
perseverante se asegura la sabiduría” (“Shraddhâvân labhathe jñânam” - 4.39). Esto significa que
sin perseverancia y seriedad no se puede lograr ningún éxito. Deben tomar interés en el camino
que marcan los antiguos. Deben dedicar atención al conocimiento que enseñan los antiguos.
Deben poner atención a lo que dicen los ancianos. Si no tienen seriedad y sinceridad (shraddha)
no podrán lograr nada, no importa qué otras calificaciones puedan tener.
La meditación (dhyâna) y la repetición de fórmulas sagradas (japa) sin amor son rituales
sin vida. El amor que se expresa en servicio a todos los seres vivientes es la mejor expresión del
amor por Dios. No hay verdadera devoción sin tal amor. El amor, que es incambiante y al que no
le importa ningún sacrificio al servir a otros. Cuando tengamos estudiantes llenos de tal amor y
embebidos con el espíritu de servicio, la nación logrará una prosperidad, paz y progreso sin
paralelo. Aprendan, primero que todo, a honrar a sus padres. Sean respetuosos con los mayores y
atiendan sus consejos. Lleven a cabo lo que sus maestros les ordenen. Pongan su fe en Dios.
Sin fe en Dios, todas las demás posesiones no sirven para nada. Tomen, por ejemplo, el
caso de Duryodhana. Era el dueño de un imperio. Pero Duryodhana y Arjuna fueron ante Krishna
antes de la batalla de Kurukshetra. Duryodhana quería sólo el ejército de Krishna de su lado.
Arjuna se contentó con sólo tener a Krishna de su lado. Esto fue suficiente para asegurarle la
victoria en la guerra. Todos los ejércitos que tenía Duryodhana no sirvieron de nada. Duryodhana
confió en las ingeniosas estrategias de Shakuni. No tenía ninguna fe en la divina inteligencia de
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Krishna. La lección que los estudiantes deben aprender de este episodio es que deben confiar, no
en su ingenio intelectual sino en la guía de su inteligencia superior, la cual trasciende la razón y el
pensar ordinario. Deben buscar el apoyo de Aquello que lo sostiene todo en la creación.
Es el deber de los padres poner a los hijos en el camino correcto en sus primeros años. No
deben vacilar en corregirlos y hasta castigarlos cuando toman malos caminos. La mejor manera
que pueden mostrar su amor por sus hijos es haciendo todo lo necesario para que sigan el camino
correcto. Si algún muchacho resulta ingobernable o incorregible, no deben vacilar en repudiarlo.
Es mejor tener un solo hijo bueno que una prole de niños malos.
Cuando los hijos van a casa de vacaciones, los padres deben vigilar sus actividades,
movimientos y compañeros. Algunos padres tienden a mimarlos en la casa pensando que los
muchachos pueden haber carecido de algo en la residencia. Se les alienta a ver películas o
televisión. Se les da comida inadecuada. Todo esto es indeseable. Los muchachos quedan
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arruinados por estas indulgencias. Los padres deben ejercer control sobre sí mismos en el interés
de los niños. Es debido a que están presentes numerosos padres que hablo de esta manera.
Deben tener en mente que los años de juventud son los más preciosos años de la vida y no
deben ser desperdiciados o malgastados. El dejar que los niños vean televisión de la 6 p.m. a las 10
p.m. es hacerles olvidar todo lo que han aprendido en la escuela o el colegio. Además, aprenden
muchas cosas malas. Si la televisión se usara para enseñar cosas buenas, podría servir a un
propósito merecedor. Pero éste no es el caso. La nueva generación de jóvenes está siendo
arruinada por las películas indeseables y los programas de televisión. Sus mentes están siendo
envenenadas. No es una señal de amor paternal dejar que los niños se arruinen de esta manera.
Hasta los padres deben evitar ir al cine. Todos los crímenes y la violencia que estamos
presenciando hoy son mayormente el resultado de la mala influencia de las películas en las jóvenes
mentes.
Algunos padres dicen que sus hijos no escuchan sus palabras. Esta es una señal de
debilidad. ¿Por qué habrán de rehusar los niños a obedecer a sus padres? Si desde el comienzo los
niños son enseñados a respetar a padres y mayores, no se desarrollará esta clase de actitud. Un hijo
desobediente no debería tener lugar en el hogar. Sólo cuando los padres muestren firmeza en el
trato con sus hijos, éstos se desarrollarán de acuerdo con las líneas correctas. Debido a que padres
y maestros no imponen disciplina, los estudiantes se comportan de manera más irresponsable y se
dedican al desorden y la violencia.
La educación debe ser considerada como un proceso sagrado y una preparación para un
servicio desinteresado a la sociedad. Hay un sinnúmero de personas en el mundo que están
sufriendo de varias incapacidades físicas u otras. Es el deber de las personas educadas servirles y
ayudarles a aliviar su sufrimiento al máximo posible. Esta es la mejor
forma de servicio a lo Divino. Hay contaminación en el aire, en el agua que usamos e impurezas
en tantísimas otras cosas. Deben usar el conocimiento que adquieren para purificar lo que está
impuro. Es para esto que a los cursos de ciencias en el Instituto Sathya Sai se les está dando una
orientación espiritual. El servicio a la sociedad debe volverse el propósito primordial de la
educación. Los estudiantes de las Instituciones Sai deben dedicar sus conocimientos no sólo a
ganarse la vida, sino que deben usar sus talentos y energías en cualquier posición de la vida en que
se encuentren, para rendir servicio a la sociedad en todas las maneras que les sean abiertas.
Auditorio Kunwarba, Brindâvan, 5 febrero 1984.
La física se ocupa de las propiedades físicas de los objetos materiales. La química enseña
la composición y las cualidades de las cosas creadas. La botánica trata de las plantas y árboles que
se encuentran en la naturaleza. La zoología se ocupa del estudio de los seres vivientes. Todo lo
que el hombre aprende acerca de estas cosas tiene que ver con las ciencias naturales. No es
conocimiento relativo al Supremo. El hombre, inmerso en el placer temporal derivado de su
conocimiento acerca de los cinco elementos básicos que constituyen el universo físico, no sabe cuál
es su propio futuro, qué es lo que le está reservado en el momento siguiente. Se comporta como un
ratón que es atraído a la cebolla en una trampa para ratones. Atrapado en los conocimientos y las
destrezas que ha adquirido y satisfecho con los beneficios que deriva de ellos, el hombre no trata de
averiguar la verdad acerca de su futuro y de su verdadero destino.
Para obtener la gracia de Dios uno debe adherirse a la conducta correcta y observar pureza
de pensamiento, palabra y acción. La bondad y la compasión son la marca de un verdadero ser
humano. Los hombres jóvenes de hoy están listos para escuchar miles de mentiras, pero no tienen
la paciencia de poner atención a una sola verdad. Un hombre honesto que habla con amor es mejor
que cien aduladores.
Los jóvenes no tienen conciencia del valor de la salud y la fuerza de que disfrutan durante
sus años de juventud. Deben aprender a llevar vidas con propósitos y desinteresadas cuando
todavía tienen los beneficios de la juventud y la salud, en vez de disipar todas sus energías y
talentos en la persecución de objetos sensorios y deseos malvados. Una persona mal pensada en un
pueblo es más dañina para la comunidad que un estanque contaminado.
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Los jóvenes hacen grandes esfuerzos por adquirir grados para asegurarse buenos trabajos.
Pero apenas se molestan en desarrollar su carácter y personalidad. La buena conducta y el buen
carácter son los requisitos más esenciales para un hombre. Son la base de la vida espiritual. Si el
aspecto espiritual es descuidado, el hombre se vuelve un ser artificial, mecánico sin ninguna
cualidad genuinamente humana en él. Los jóvenes de hoy no entienden lo que se quiere decir por
espiritualidad. Es el conocimiento de la Divinidad que es el centro, la esencia de la verdadera
naturaleza del hombre. La espiritualidad revela el principio básico que está inmanente en todo y
que sostiene todo el cosmos.
Los jóvenes de hoy carecen de una visión universal y amplia que les permita llevar vidas
ejemplares. Están demasiados centrados en sí mismos y, como los sapos en un pozo, preocupados
sólo por sus estrechos intereses egoístas. Es esencial que amplíen su visión y desarrollen una
mayor amplitud de corazón.
Las personas no educadas en el mundo pueden parecer no ser grandes patriotas, pero no
hacen daño a su país. El mundo está siendo destruido por los altamente educados que pretenden
ser patriotas. Por ejemplo, hay grandes científicos en los Estados Unidos de América y en la Unión
Soviética. Por estrechas consideraciones de interés nacional, están ocupados en producir
monstruosas bombas que destruirán millones. No se dan cuenta de que su país es sólo una parte de
este mundo. Están en perpetuo temor del poder destructivo de las armas que han creado. ¿Cuál es
la razón de todo esto? Es un hecho que mientras la ciencia (vijñâna) ha progresado, no ha habido
ningún crecimiento en sabiduría (viveka). Es sólo cuando la sabiduría y la ciencia marchen juntas
que se evidenciará el verdadero carácter de la ciencia.
¿Quién tiene derecho a ejercer la autoridad? ¿La persona que tiene altas calificaciones
educativas y se siente orgullosa de sus conocimientos? No. O ¿es la persona que pretende que
tiene todos los recursos materiales y los puede usar como le place? No. Nadie que esté lleno de
orgullo y engreimiento es apropiado para ejercer el poder. Sólo la persona que está imbuida de
humildad y que no parece muy conocedora, es la mejor para ejercer la autoridad. Hanuman es un
ejemplo de una persona tal. Aunque él estaba provisto de enorme proeza, parecía ser una persona
sencilla. Esta humildad le permitió saltar por el océano. Sócrates, quien fue aclamado como el
hombre más sabio entre los griegos, siempre profesaba que no sabía nada.
El conocimiento que es ostentado es como una semilla sembrada en una roca para que
todos la vean. No brotará ni producirá frutos. Sólo la semilla sembrada en la tierra crecerá en
árbol y dará frutos. El escolástico que es humilde y respetuoso hacia todos es el verdaderamente
grande hombre. El que carece de estas cualidades, no importa cuánto conocimiento tenga, es sólo
una encarnación de orgullo egoísta. La persona verdaderamente educada no debería tener la más
mínima traza de ego. Pueden alcanzar gran distinción en los deportes o en sus exámenes o en
cualquier campo particular de estudio, pero si desarrollan orgullo o arrogancia como resultado de
ellos, esto traerá su caída.
Deben darse cuenta de que la gracia de lo Divino no puede obtenerse por hablar
dulcemente o cantar canciones. Si sus corazones son puros, lo Divino morará en ellos. A la
Divinidad no le agradan las ofrendas ostentosas o las costosas parafernalias. Un corazón amoroso
es el único medio para obtener la gracia divina. Todo el estudio de las escrituras no servirá de nada
para realizar lo Divino.
Cinco tipos de deberes (dharma) han sido establecidos para el hombre. Los primeros son
los correspondientes a su grupo ocupacional (kula dharma). El segundo es el deber para con la
nación (desha dharma). Tercero, vienen los deberes correspondientes a su religión (mata dharma).
En cuarto lugar están los deberes relacionados con la sociedad (gana dharma). El quinto es el
deber que tiene cuando se enfrenta a un peligro (âpath dharma).
Estos cinco tipos de deberes están relacionados con la vida de uno en el mundo
fenoménico y no tienen nada que ver con la Realidad Suprema. Todos estos deberes tienen
penalidades en caso de violación. Sin estas penalidades la vida organizada es imposible. Tales
castigos no deben ser considerados como imposiciones injustificadas. Por el contrario, deben
considerarse como medidas correctivas esenciales conducentes al bien de uno. Sólo la persona que
ha sido sometida a tales controles puede lograr algo grande en la vida. La disciplina es como las
riendas que regulan los movimientos de un caballo. Es como el aguijón que controla el elefante.
Sin disciplina - y el castigo que pueda ser infligido si se viola - el hombre no es capaz de corregir
sus errores.
Viendo el cambio que los devotos Sai en el Estado de Tamil Nâdu están logrando en las
vidas de la gente a su alrededor, mientras transforman sus propias vidas por sus prácticas
espirituales, los devotos en otras partes deberían preguntarse si están haciendo todo lo que pueden
para elevar sus propias vidas y contribuir al mejoramiento de los demás. Muchos son los que han
venido a Bhagavan por muchos años. Deben examinar en qué forma han mejorado su carácter y
conducta. ¿En qué medida han desechado sus cualidades indeseables? ¿Qué buenos hábitos han
cultivado? ¿En qué medida están viviendo de acuerdo a las enseñanzas de Bhagavan? ¿En qué
medida se adhieren a las disciplinas del Ashram? Estas disciplinas son para beneficio de los
devotos mismos. Los devotos que vienen del exterior han estado cumpliendo con las instrucciones
que les han sido dadas.
Esperaba que, por lo menos, los estudiantes observarían una estricta disciplina y dieran el
ejemplo a los demás. Es desafortunado que esto no siempre fue éste el caso. Los estudiantes eran
pocos y debe ser fácil desarrollar unidad entre ellos y verdadero compañerismo. ¿Cómo pueden
esperar servir bien al país si no han aprendido a cooperar entre sí mientras están en el Colegio?
¡Estudiantes! La educación debe servir para enseñarles dos cosas: Qué es la vida y cómo
deben vivirla. La vida no es mera existencia. Debe ser vivida para un fin, un ideal. Una vida sin
ideales carece totalmente de valor. Sólo el carácter y la humildad pueden darle significado a la
vida. Los estudiantes deben esforzarse por desarrollar estas cualidades. El ganar dinero no puede
ser el único propósito de la educación. Si el dinero fuera todo lo que importa, podría obtenerse por
otros medios que la educación, mendigándo o robándolo. La educación debe ayudar a adquirir
buenas cualidades.
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Las instituciones educativas Sai han sido establecidas no para permitirles a los estudiantes
ganarse la vida, sino para que adquieran buenas cualidades y lleven vidas ideales. Yo deseo que a
partir de ahora se concentren no sólo en sus estudios sino también en el desarrollo de su carácter
para que puedan servir de ejemplo a los demás y promover los ideales Sai en todas partes por sus
acciones.
Prashanti Nilayam, 9 febrero 1984
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El Mensaje de
Shivaratri
El gorrión anhela el frescor de la luna;
La abeja anhela el encantador dulzor de la flor;
El hombre enfermo anhela la dulce medicina curativa;
El devoto anhela al Señor que en Parti mora;
Aquello, que cuando se conoce, se conoce todo,
Que si se desconoce, nada se conoce,
Ese es Brahmán, más allá de las palabras,
Esta es la Verdad, El Camino, la palabra de Sai.
¡Encarnaciones del Divino Âtma! Habiendo logrado la rara fortuna de tener un cuerpo
humano, el hombre debe esforzarse por manifestar la excelencia que es su credencial y ganar,
como resultado de esa manifestación, a la Divinidad Misma. Una vez obtenido ésta, nada más
necesita ganarse. Si se gana la visión de Aquello, no hay nada más que visualizar. Si Aquello es
amado, nada más parece merecer ser amado. Todo lo demás sería desecho y polvo. Cuando se
conoce Aquello, es como si se conociera todo.
El gorrión (châtaka) está alerta para beberse las primera gotas de nectarina lluvia que
caen de la nube. No permite ni siquiera que el temible tifón ni las reverberaciones del trueno ni los
cegadores destellos de los relámpagos ni los desastrosos rayos que caen de las nubes distraigan su
concentración. El aspirante espiritual también debe, de la misma manera, llenar su corazón con el
anhelo por Dios y esperar Su nectarina gracia de amor, sin dejarse distraer o perturbar por la
alegría o el dolor, la ganancia o la pérdida, el honor o el deshonor que lo acosan por todos lados o
por el ridículo, la oposición o hasta el odio dirigi-dos sobre él por sus padres, parientes y
compañeros.
Pero la mayoría de los aspirantes de hoy sólo están actuando y pretendiendo estar
progresando espiritualmente. Sus oraciones y peticiones al Señor surgen, no del corazón, sino sólo
de los labios. Si el Señor les toma la palabra y se presenta ante ellos ofreciéndoles la liberación
que exigen, empiezan a balbucear y a temblar. “¡Oh Señor! Yo pedí la liberación sólo como una
fórmula repetitiva. No deseo la liberación si implica abandonar a mi esposa e hijos y a mi
duramente ganada riqueza. Confiéreme este don después de mi muerte. Entonces lo acogeré”.
Un cortador de leña un día recolectó y amarró una pesada carga de leña ya que ese día
necesitaba un dinero extra. En la senda de la jungla, esperó largo rato por alguien que pudiera
ayudarle a levantar la carga en su cabeza. Quejándose de su trágica pobreza, maldijo su destino.
Le oró patéticamente a Yama, el Dios de la Muerte. “¿Por qué me ha olvidado? Tómame bajo tu
custodia, termina esta miserable vida”. Y Yama se apareció en respuesta a la llamada. “Ven, Te
llevaré a mi reino”, le dijo Yama. El leñador respondió, “No tan pronto, querido amigo, pero
puedes hacerme otro servicio. Por favor levanta este fajo de leña y colócalo sobre mi cabeza”.
Estos aspirantes regatean con Dios. Tratan de usar al Señor para resolver sus problemas y
prometen adorarLo si les trae prosperidad. ¡Creen que pueden tentarLo con dones de dinero,
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cocos o cabellos, como si los poseyeran por su propia destreza! ¡No! OfrézcanLe una fe firme, un
amor puro y desinteresado. El hombre no ha intentado comprender la magnificencia del amor ni
sus preciosas posibilidades. Es mucho más valioso que toneladas y toneladas de erudición y
títulos kilométricos delante del nombre de uno. Coloquen éstos en uno de los platos de la balanza
llamada ‘Vida’ y una sola gota de amor divino en el otro. La gota pesará más que toda la
parafernalia.
El amor expansivo, la pureza de intención y un deseo de sacrificio - estos tres son los
criterios para la cualidad sáttvica. Son los principales miembros del cuerpo espiritual que
requieren atención. La salud mental y el bienestar espiritual dependen de estos miembros. La
afirmación, “Yo me refugio en Buda” debe estar basada en un intelecto iluminado. “Yo me
refugio en la sociedad (sangha)” debe por tanto incitar al aspirante a utilizar el intelecto como un
instrumento para el servicio de la sociedad (sangha)). Cuando se hace la tercera afirmación, “Yo
me refugio en la rectitud (dharma)”, le indica al aspirante que la utilice para fortalecer y promover
la rectitud, moralidad y virtud. El camino del amor es el camino del dharma. El amor resulta en
un servicio entusiasta. ¿Quién merece más amor? Nadie sobre la tierra merece más amor puro
que Dios, si uno está consciente de Dios en el hombre, que es la encarnacíon de la Divinidad.
Todos han pasado por un sinnúmero de vidas en el pasado, vidas vividas en total egoísmo.
Así, los impulsos egoístas lo esclavizan muy drásticamente hasta hoy, impidiendo que el amor
desinteresado brote y se expanda. Dios busca en el hombre amor y ley. El amor debe ser regulado
por la ley. Sin ley, el amor no se puede expandir. Será estrecho y torcido. Son como el negativo
y el positivo.
gracia de Dios. Los días sagrados como la Noche de Shiva, Shivaratri, son destacados a fin de
impresionar en la mente del hombre su deber de imponer un ‘ayuno’ a los sentidos y una ‘vigilia’ a
su inteligencia para mantener alejados los impulsos e inclinaciones contaminantes. Este es el día
en que Shiva consumió el veneno mortal que amenazaba con destruir el mundo y salvó a la
humanidad de la perdición.
El aspirante a la gracia divina tiene que recordar este día con gratitud. Él no debe
exaltarse cuando su felicidad es promovida ni debe desanimarse cuando cae en la miseria. “¡Que
se haga Tu voluntad, no la mía” debe ser su constante afirmación. Rara vez es éste el caso. Poco
buscadores intentan descubrir la intencion de Dios, caminar por el sendero que lleva a Él, seguir
los ideales que Él establece. Siguen sus propios instintos y juicios y obtienen aflicción y
desesperación como recompensa. No están conscientes del sacrilegio que están cometiendo.
Proclaman que Dios es el motivador interno y que Él está presente en todas partes, pero se
comportan como si Él estuviera ausente en los lugares donde no quieren que Él esté. Desperdician
un tiempo precioso en secas discusiones y controversias acerca de Dios.
Cada quien puede explorar la Verdad de Dios sólo hasta donde su capacidad - moral,
intelectual y mental - le permite ahondar en el misterio. Uno puede recolectar del océano sólo
tanta agua como la que puede contener el recipiente. Dios es inconmensurablemente vasto; está
más allá del alcance de la más osada imaginación. Un alumno en un nivel particular en la escuela
tiene que estudiar los textos prescritos por los alumnos de ese nivel de inteligencia.
Annamacharya, el poeta místico, se dio cuenta de la limitación impuesta por las propias fallas de
uno y cantó:
Dios aparece a cada quien en la forma y la magnitud de gloria que puede absorber. El
sentimiento de separación de Dios, la fuente y el sostenimiento, es una cualidad loable. El nutrir y
promoverla puede ayudar a consagrar el propio corazón. No permitan que la mente more en las
faltas y vicios de los demás; estará contaminada por ello. Fíjenla en la equidad y virtud de los
otros; con ello será santificada.
La mente del hombre debe sufrir una transformación. Debe promover no las ataduras
sino la liberación. Debe volverse hacia Dios y hacia adentro, no hacia el mundo y hacia afuera.
Sólo entonces pueden los intentos de transformación económica, política y social tener éxito en
levantar el destino del hombre. La mente juega muchos trucos para complacerles y darles una
gran opinión de ustedes mismos. Se deleita en la hipocresía, cabalgando en dos caballos al mismo
tiempo. Pueden postrarse ante Swami y declarar que se han rendido ante Él. Pero, una vez que se
han ido, puede que se comporten de otra forma y permiten que la fe se esfume. Ni siquiera el
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pensamiento de que no se han beneficiado por el culto (pûja) o repetición (japa) que hacen, debe
contaminar su fe. El hacer prácticas espirituales es su deber, su impulso más recóndito, su genuina
actividad. Dejen el resto a la voluntad de Dios. Esto es lo que deben resolver en este sagrado
Shivaratri.
Prashanti Nilayam, 20 febrero 1984
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Los estudiantes y
la práctica espiritual
El poder del espíritu es indescriptible. Es ilimitado. Puede elever al hombre de la
animalidad hasta la divinidad. Todo el conocimiento que uno adquiera no servirá de nada si no es
puesto en práctica. Es como una lámpara en la mano de un ciego.
El sabio Nárada, que dominaba las sesenta y cuatro ciencias y artes, incapaz de lograr paz
mental, fue a ver al sabio Sanatkumara para aprender cuáles eran los medios para obtener la
tranquilidad. Sanatkumara le preguntó si él había tratado de encontrar la verdad acerca de sí
mismo. Nárada confesó que esa era la única cosa que él no había aprendido. Sanatkumara
entonces le dijo que esta ignorancia era la causa de su falta de paz mental.
Hoy en día desde que se levanta, el hombre está ansioso de saber lo que está sucediendo
en los E.U.A., Rusia, el Punjab o Delhi. La persona que está tan preocupada por las noticias de
todas partes, no está consciente del estorbo que está surgiendo dentro de sí. Sólo la persona que se
ha transformado puede reformar a otros.
Los antiguos Yoga Shâstras (las ciencias espirituales de la divina comunión) de la India
han indicado diferentes métodos para la autorrealización. El despertamiento del dormido poder
del Kundalini es uno de ellos. La durmiente energía espiritual (Kundalini Shakti) en el hombre es
despertada por medio del control de la respiración y es llevada gradulamente hasta el tope de la
cabeza donde se funde con el loto de los mil pétalos (sahasrâra) asentado en el cerebro.
La fuerza vital que está en el hombre es también conocida como conciencia. El fundir
esta conciencia en la Conciencia Universal ha sido descrito como liberación en el Vedânta (la
esencia final de los Vedas). Hoy en dia se están promoviendo varios tipos de meditación en la
India y en otras partes. Muchas personas equivocadamente confunden la meditación (dhyâna) con
la concentración en un solo punto (ekagrata). No hay ninguna relación entre las dos. La
concentración es un fenómeno rutinario de cada día en la vida en cualquier forma de actividad
humana - el leer, el caminar o el comer. ¿Dónde está la necesidad de perder el tiempo tratando de
lograr algo que viene naturalmente? Lo que debemos averiguar es cómo ocurre esta
concentración.
Tenemos aquí un libro en la mano. Vemos este libro con nuestros ojos. El momento en
que lo vemos, somos capaces de leer las letras. Tan pronto como hemos leído las letras, el
intelecto trata de entender el significado y de cavilar sobre ello en la memoria. La mano que
sostiene el libro es un miembro del cuerpo. Los ojos que lo ven es un órgano de los sentidos. El
intelecto que comprende y la memoria que cavila son igualmente órganos sensorios. Es la acción
coordinada de todos los órganos la que nos permite examinar cualquier objeto. Así, la
concentración toma lugar en el nivel más bajo de los órganos de los sentidos.
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La meditación es un proceso que tiene lugar más allá de los sentidos. Entre la
concentración al nivel sensorio y la meditación que está por encima de los sentidos hay una línea
fronteriza en la cual ocurre la contemplación (chintana). La contemplación es la segunda mitad de
la inteligencia (chit) cuya otra función es la discriminación entre lo correcto y lo equivocado.
Una ilustración aclarará esto. Tenemos un rosal, con ramas, hojas, flores y espinas. El
ubicar el lugar donde hay una flor exige concentración. En esta etapa, estamos ocupados
únicamente en localizar la flor. Pero la flor debe ser cortada sin tocar las espinas. El amor es la
flor. La lujuria es la espina. No hay rosa sin espina. Cómo llegar a la flor del amor sin tocar la
espina de la lujuria es el problema. Allí es donde se necesita la contemplación. Habiendo cortado
la flor, ¿cómo vamos a usarla? Ofreciéndola a lo Divino.
Meditación significa ofrecer la flor del amor a lo Divino. En el rosal de nuestro cuerpo,
está la rosa del amor puro y sagrado que emite la fragancia de las buenas cualidades. Debajo de la
rosa, sin embargo, están las espinas en la forma de deseos sensorios. El propósito de la meditación
es separar la rosa del amor desinteresado de los sentidos y ofrecerla al Señor.
Las cosas que se deben hacer y las que no se deben hacer en la meditación
Hasta para sentarse para meditar, se deben observar ciertas reglas. El primer requisito es
sentarse en la postura del loto (padmâsana),. En esta posición, se debe tener cuidado de mantener
la espalda derecha y firme, sin que se doble de un lado o del otro. Algunas personas doblan el
cuello durante la meditación. Esto es muy dañino, ya que el detener la elevación del poder del
kundalini en la garganta, donde funcionan algunos canales (nâdis) sutiles, puede poner en peligro
todo el sistema físico. Muchos han sufrido desarreglos mentales debido a la mala dirección del
poder del kundalini. Durante la meditación tampoco debe uno doblarse hacia atrás. Esto es
también dañino. La ropa que se use durante la meditación debe estar muy suelta de manera que no
haya ninguna presión en la cintura. Los ojos deben estar concentrados en la punta de la nariz. Si
los ojos están abiertos, pueden irse en diferentes direcciones y la atención de uno puede distraerse.
Los ojos deben estar medio abiertos. Si están totalmente cerrados, el sueño puede vencerlo.
Antes de sentarse a meditar, la mente debe ser liberada de malos pensamientos y llenada
de pensamientos santos. Esto exige control sobre todos los órganos de los sentidos. Los oídos
deben ser adiestrados para escuchar sólo asuntos relacionados con lo Divino y evitar las
malediciencias. Los ojos deben ver sólo a Dios. La mente debe ser tranquilizada haciéndola
concentrarse en el proceso de respiración y relacionando la inhalación y la exhalación a la
repetición del mantra “So Ham”, “So Ham” (“Yo soy Él”). Por medio de este proceso, el aliento
vital es controlado. Esto revela el gran poder del Yoga. No hay necesidad de emprender un
ejercicio separado para despertar el poder del kundalini. El proceso del control de la respiración
por sí mismo logrará este propósito.
Algunas personas usan una lámpara (jyoti) como base para la meditación. La lámpara
revela la unicidad que es la base de la Unidad o de lo Divino así como la multiplicidad que refleja
las manifestaciones de lo Divino. En este método, la experiencia de la bienaventuranza no viene
rápido. Hay tres etapas en este tipo de meditación: el imaginar la forma (ûha), el experimentar la
forma (bhâva) y el verla como una realidad (sâkshâtkâra). Por ejemplo, si uno desea meditar
sobre Baba, debe primero tratar de imaginar con los ojos cerrados la figura de Baba como la ha
visto anteriormente. Esta figura desaparece a los pocos momentos. En el experimentar la figura,
el proceso es más largo y la impresión también dura más. En este proceso, uno empieza a
visualizar la figura de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies. Gradualmente, mediante este
proceso, la imagen de Baba se va implantando firmemente y se vuelve una realidad interna.
Mientras que el proceso imaginario da sólo un vislumbre momentáneo, el método del experimentar
lleva a la completa identificación del buscador con la Forma Divina. El tener conciencia de lo
Divino resulta en unidad con lo Divino (Brahmavid Brahmaiva Bhavati).
Cuando experimentamos la forma divina, ¿qué es lo que está sucediendo con nuestra
mente? La mente experimenta cada parte del Señor de la cabeza a los pies y finalmente se vuelve
una con la forma. Es el proceso de identificación de la mente con la forma divina lo que
constituye la verdadera meditación. La meditación no es el fundir la forma en la mente. Es fundir
la mente en la forma para que la mente como tal no exista.
Cuando se medita en un grupo, no se debe tener ningún contacto con nadie. Esto es
altamente importante. La meditación es como el proceso de electrificar un alambre. Si un alambre
vivo entra en contacto con algo, producirá un shock. Durante la meditación, se genera energía
espiritual. ¿Cómo se pierde esta energía? Se pierde por las uñas y los cabellos en el cuerpo. Esta
es la razón por la cual los antiguos yoguis y personas espiritualmente adelantadas permitían que
sus uñas y cabellos crecieran libremente. La energía espiritual debe ser conservada por todos los
medios posibles. Los santos rishis practicaban el silencio para conservar la energía que se pierde
al hablar.
No desarrollen una relación demasiado estrecha los unos con los otros. Tal relación
resulta en íntima amistad que produce obligaciones y expectativas mutuas. De éstas surge el
sentido de ego. Cuando las expectativas no son cumplidas, surge el resentimiento. Cuando son
realizadas, el ego se infla. De cualquier manera, las consecuencias de entretener deseos son
indeseables. Cuando crece el resentimiento, el poder de discriminación es debilitado. Uno pierde
control sobre la lengua y puede dedicarse a toda clase de abusos. El abuso lleva a una conducta
pecaminosa. Todo el proceso es generado por una excesiva asociación los unos con los otros.
Los jóvenes tienden a dejar que su mente divague por aquí y por allá. Deben concentrarse
en sus estudios y no darle rienda libre a sus mentes. Deben reducir sus preocupaciones mundanas
y dedicar algún tiempo a la meditación cada mañana y tarde. Esto ayudará a purificar sus mentes
y a ponerlos en el camino a la Divinidad como el río que se pierde en el océano, la mente debe
fundirse en lo Divino. Entonces no habrá ninguna mente en absoluto. Este bienaventurado estado
puede ser realizado sólo por medio del camino del amor. El amor es Dios. Vivan en amor. La
realización del poder del amor es la verdadera meta de la meditación. Ese amor es totalmente
desinteresado y está dedicado a lo Divino.
Los exámenes
entonces y ahora
Para cada hombre el desarrollo de su personalidad es un deber primordial. La palabra
sánscrita para personalidad es ’pourusham’ (la transliteración correcta en sánscrito es
‘paurusham’. N. de la T.) que significa vitalidad y heroísmo. Esto no se encuentra en todos. Se
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revela sólo en personas destacadas que han dejado una marca en la historia. El Râmâyana, que es
el libro de texto sobre la rectitud (dharma) para los hindúes, describe la personalidad de Rama
como el producto del carácter, moralidad y adhesión a la verdad. El emperador Ashoka fue otra
gran personalidad en la historia.
Un verdadero individuo es uno que manifiesta la divinidad que está dentro de él. La
palabra ‘persona’ era usada en latín para describir el personaje en una obra. Luego se usó en el
idioma inglés para describir una persona de descendencia divina. Se deriva de la palabra sánscrita
‘purusha’, que describe el origen divino del individuo. De allí que el fin primordial de la
educación debe ser el de hacer que el individuo desarrolle su personalidad por medio de la práctica
de disciplinas espirituales y morales. La educación es así un proceso por medio del cual el hombre
es llevado a su más alto estado. La falta de infundir la educación con un contenido ético es la
responsable por la futilidad de la educación de hoy en día.
En los tiempos remotos, los exámenes se realizaban no como una imposición a los
estudiantes sino para el desarrollo y protección de su personalidad. Los exámenes de hoy se han
vuelto una clase de castigo para los estudiantes. Los exámenes, al contrario de hoy, que son
primordialmente pruebas de memoria, en tiempos antiguos eran pruebas de moralidad. El
crecimiento de las instituciones educativas de hoy es más un índice de una creciente enfermedad
que un medio para adiestrar la gente a resolver sus problemas. En todas partes hay problemas,
violencia y confusión, la mayor parte causada por personas educadas. Los atracos, raptos, saqueos
y otros actos antisociales son llevados a cabo mayormente por personas educadas. Las personas
educadas se están comportando de manera inapropiada debido a la ausencia de carácter y de
moralidad en la educación. La educación inapropiada resulta en un gran daño para toda la nación.
Hay un árbol colmador de deseos en el templo del corazón; ese árbol está rodeado de
malezas. A menos que las malas hierbas sean removidas, el árbol colmador de deseos no podrá ser
visto. Ese árbol colmador de deseos es un sistema apropiado de educación moral. Si las malezas
que han crecido alrededor del árbol no son removidas, el sistema educativo no crecerá
apropiadamente y no producirá buenos frutos.
En la preparación de las preguntas para los exámenes, los maestros deben observar ciertas
reglas. Las preguntas deben relacionarse con lo que les ha sido enseñado a los estudiantes. A
menudo las preguntas no tienen relación alguna con lo que se les ha enseñado o con el programa
establecido. Esto resulta en mal comportamiento por parte de los estudiantes. El examinador debe
también conocer las respuestas para las preguntas que él prepara. Hace poco una cuestión relativa
a una lista de preguntas para un examen médico llegó hasta la Corte Suprema. Los maestros a
menudo no completan el programa de estudio dentro del período establecido.
Los maestros deben considerar su profesión como una en la cual no sólo enseñan sino
también continuamente aprenden cada vez más acerca del tema con el cual tratan. Debe ser como
la batería de un carro que se va cargando cuando el carro está andando.
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Los profesores universitarios, especialmente los que sirven en el Instituto Sathya Sai,
deben tener en mente ciertas obligaciones importantes. La principal entre ellas es evitar
involucrarse en política. Un gran líder nacional como Bala Gangadhar Tilak, quien jugó un papel
clave en la lucha nacional, era maestro de un liceo en Puna. Cuando se le preguntó qué posición
ministerial quisiera él tener cuando la India estuviera libre, él contestó que él continuaría como
maestro y no buscaría ningún cargo ministerial. El adiestramiento apropiado para los jóvenes que
pudieran llegar a ser futuros ministros era, en su punto de vista, un trabajo más importante que el
ser un ministro él mismo. Esto mostró el espíritu de sacrificio de Tilak y su devoción al interés
nacional.
Discurso de Baba como Rector del Instituto Sathya de
Educación Superior, al inaugurar los Talleres de
Cinco Días sobre Reforma de los Exámenes,
patrocinado conjuntamente por la Asociación de Universidades
Indias, Nueva Delhi y el Instituto Sathya Sai -en el Campus del
Instituto, Prashanti Nilayamn, 19 marzo 1984
LOS MAESTROS Y
LOS ESTUDIANTES
Un hombre no se vuelve plenamente humano por el mero hacerse una persona moral
próspera. También debe adquirir progreso espiritual. El cuerpo, la mente y el espíritu son los tres
componentes del hombre. El animal se preocupa primordialmente del cuerpo. El hombre ha
surgido puesto que ha sido provisto de una mente. El cultivo del espíritu lo elevará a la Divinidad.
Los tres están entrelazados e interdependientes. Cada uno promueve al otro. Sin la mente, el
cuerpo no puede decidir sobre paso alguno. La mente y el cuerpo deben servir al espíritu y
volverse conscientes del divino Âtma, el Ser divino.
La salud es muy importante para una vida plenamente disciplinada. La salud significa
totalidad, plenitud. Los sentidos y la mente deben ser controlados y regulados para que el hombre
pueda ganar la batalla de la vida. El autocontrol es control de los sentidos, control de la mente.
Esto se llama, con otro término, cultura (samskriti). La cultura debe estar evidente en cada aspecto
de la vida así sea estudiando, comiendo, durmiendo, jugando, etc. La cultura se expresa como
disciplina.
Deben asegurar que la vida, el vivir, sea un proceso con propósito. Sin tal fe, la vida se
vuelve alocada y desperdiciada. Con tal fe, pueden alcanzar la Divinidad. La fe inducirá una vida
regulada y disciplinada. Un granjero fue acusado ante una corte de Grecia de adulterar la leche
que estaba vendiendo. El juez encontró que la leche en verdad no era pura e iba a dictar la
sentencia cuando las súplicas y declaración de inocencia del granjero lo indujeron a indagar más a
fondo en sus hábitos. Encontró que el granjero ordeñaba sus vacas algunos días a las 4 a.m., otros
a la 6 a.m. y otros días más, cuando ya no podía dormir, hasta a las 3 a.m. La calidad de la lecha
estaba afectada por esta irregularidad en el ordeño. El granjero fue amonestado y se le aconsejó
adherirse a un horario regular.
El deber se cumple por medio de la disciplina. La disciplina para los maestros no puede
limitarse a la puntualidad y adhesión al horario. El deber para ellos implica una intensiva
preparación, escogencia de los más efectivos medios de comunicación y el descubrimiento de
cómo instruir e inspirar mejor a los alumnos bajo su cuidado. Los alumnos y los maestros deben
ambos tener altos ideales y aspiraciones. Conocen a Darwin, el gran científico. Aunque nacido en
una familia pobre, Dawin ya de niño tenía un corazón lleno de ambición. Fue puesto bajo el
cuidado de un maestro llamado Henslow quien descubrió sus talentos y fomentó sus aspiraciones.
Llenó a su alumno de valor y entusiasmo hasta que se volvió una imagen de su maestro.
comedor allá, la cocina en este extremo, etc., y luego, dibujamos el plano en el papel. Lo que
hacemos es proyectar un idea a la acción, en un programa concreto.
La acción o logro externo es sólo un reflejo del Ser interno que formuló las ideas y
conceptos. Así, la transformación y el refinamiento deben hacerse en la región interna de la
mente. La constante reflexión sobre la gloria de Dios ayuda a transmutar el cuerpo, mente y
espíritu. La cara refleja los humores de la mente. Cuando la mente está abatida, la cara lo registra;
cuando la mente está llena de bienaventuranza (ânanda), la cara esparce ânanda por doquier.
Aurangzeb era hijo del Emperador Shah Jehan. Estaba cansado de esperar por ascender al
trono, así que aprisionó a su padre y se coronó emperador. Sus malvados compañeros desearon
poner fin a la vida de Shah Jehan para que así Aurangzeb pudiera estar seguro en el trono.
Planearon ejecutarlo. Cuando Shah Jehan supo de su complot, se sintió feliz de poder escapar a la
humillación y miseria del exilio y aprisionamiento. Aurangzeb abandonó la idea de la ejecución
cuando se enteró de que su padre estaba deseando ese destino. No le alegraba la idea de satisfacer
al anciano. Decidió mantenerlo en prisión hasta su muerte, con un solo sirviente débil mental y el
Sagrado Corán como sus solos compañeros.
Cuando ridiculizan, reprenden o castigan a los alumnos, los maestros deben tratar de
visualizarse a sí mismos en la posición de ellos y descubrir cómo habrían reaccionado a ello
cuando ellos eran alumnos. Una autoindagación de esta clase será muy útil. La palabra upa-ni-
shad enseña una gran lección. ‘Upa’ significa cerca; ‘ni’ significa debajo y ‘shad’ significa
sentarse; el alumno se sienta a los pies del Gurú y también cerca de él. ‘Tat’ (Aquello) es el Guru;
‘Tvam’ (tú) es el alumno. El ’tvam’ hace la pregunta y el ‘Tat’ da la respuesta. El lazo es el amor
de ‘Tat’ y la humildad del ‘tvam’. Y ‘asi’ (es) denota la bienaventuranza (ânanda) ante el
conocimiento, la iluminación, que se comparte.
Por lo tanto, los maestros así como los estudiantes deben desarrollar fe en la validez y
valor de este proceso. Un proverbio telugú exhorta al hombre así: “Cree y Vive”. La fe es la
fundación misma para cada paso hacia adelante. Si el paso tiene que esperar que alboree la fe a
través de la experiencia, no se puede progresar en absoluto.
Cuando el bebé Krishna clamadb por leche, Yashoda le dijo que era demasiado temprano
y que lo alimentaría sólo al anochecer. Krishna cerró sus ojos y dijo que la noche había caído. La
madre dijo que la oscuridad de la noche es diferente. No puede suceder cuando una persona cierra
los ojos. Pero Krishna alegó que la luz contiene la oscuridad y la oscuridad tiene la luz en ella. Si
la una está presente, la segunda no es evidente, esto es todo. El sol ilumina al mundo pero esconde
las estrellas. ¡El niño contiene al anciano; en el anciano persiste la niñez! El dolor tiene la alegría
latente dentro de sí; la alegría tiene la potencia de hacer caer la persona en el dolor. Cuando la una
es evidente, el otro está escondido, es todo.
Los maestros deben esforzarse por ayudar a cada alumno a desarrollar sus talentos nativos
y destrezas innatas y a reconocer sus potencialidades latentes. Cuando siembran un retoño, lo
proveen de agua y abono; se aseguran que recibe bastante sol y aire. Pero, la maravilla es que la
planta no se vuelve aire, suelo, abono o agua. Crece como la misma planta que era la verdad de la
semilla. Recuerden su propia niñez y adolescencia, la lucha por preservar y promover su
individualidad y traten a sus estudiantes que tienen los mismos problemas y el mismo propósito.
Hay un proverbio telugú que dice: “Es siempre una vieja vasija de barro si es la suegra la
que la quiebra”. Si ella tropieza con un vaso de vidrio y lo rompe, ella culpa a la nuera por
mantenerlo en ese lugar. Si la nuera tropieza y lo rompe, la culpa sigue siendo la de la nuera.
“¿No tiene ojos?” le pregunta. La suegra sostiene que ella nunca está equivocada. Esa actitud
debe ser abandonada. El autoexamen ayuda a la corrección de las propias actitudes. El
Emperador Bhoja tenía una manera única de probar y juzgar el valor de los gurus. Él nunca
oponía un gurú contra otro. Él arreglaba certámenes y competencias entre los alumnos de
diferentes gurus y del resultado de estas pruebas, él honraba a los gurus.
Imaginen una mata de coco con una carga de cocos. Proyecta una larga sombra sobre el
suelo y las frutas sombras son igualmente abundantes. Si uno trepa por el árbol y corta los frutos,
puede también ser visto moviéndose por el árbol y cogiendo los frutos sombra. Así también,
cuando uno busca conocer el Âtma y tiene éxito, al mismo tiempo progresa por el “mundo” (que es
una sombra ilusoria) y obtiene la fruta sombra (que es trivial y temporal).
Esta es una noble tarea, un esfuerzo espiritual duro pero celestial. Los maestros deben
emprenderla con paciencia y humildad, siempre sobresaliendo como ejemplos e ideales. Entonces
podrán conferir al mundo el invalorable don de la conciencia âtmica, a través de los estudiantes a
quienes instruyen.
Discurso de Clausura de Bhagavan, Taller sobre
la Reforma de los Exámenes en el Instituto de Educación Superior,
37
MANIFIESTEN SU DIVINIDAD
Las personas educadas no parecen tener respeto por los valores morales. No sienten
gratitud por los que los ayudaron en tiempos de necesidad. No tienen ninguna consideración por
sus parientes y no vacilan en infligirles daños. Se reporta que estudiantes que han pasado por
muchos años de educación superior se comportan de una manera inadecuada. Los jóvenes
hombres y mujeres educados no se comportan como seres humanos cultivados después de pocos
meses de vida matrimonial. Muchos llevan vidas miserables. ¿Cuál es el valor de una educación
que no le permite a un hombre cumplir con su deber para con su esposa e hijos?
De los cuatro Yugas - Krita, Treta, Dvâpara y Kali Yugas - estamos ahora en el Kali
Yuga o la Edad del Hierro. Se dice que el Krita Yuga comenzó en el mes de Vaishâkha (abril-
mayo del Calendario gregoriano). El Treta Yuga en el mes Kârttika (octubre-noviembre); y el
Dvâpara Yuga en el mes de Mârgashîrsha (noviembre-diciembre) Los antiguos celebraban los
días al comienzo de cada yuga de manera apropiada, con la debida ceremonia. Con el paso del
tiempo y la declinación de las cualidades humanas, el sentido de estas observancias se ha olvidado
y el día de Ugâdi llegó a ser celebrado sólo al comienzo de un nuevo año en el almanaque. Así
que el comienzo del Kali Yuga, que era originalmente en el mes de mâgha (enero-febrero) llegó a
ser conmemorado en el mes Chaitra, cuando el sol entra en el signo de Aries y marca el inicio de
un nuevo año. El Ugâdi no se celebra como en tiempos antiguos. Ahora sólo tenemos días de año
nuevo basados en la posición del sol o de la luna.
Raktakshi es un nombre terrible, pero el año es probable que resulte muy apacible. El
gobernador de este año es Chandra (la deidad de la luna). Su ministro es Shukra. La luna y
Shukra están bien dispuestos la una con el otro. Más que esto, Surya, el sol, quien es la deidad que
preside a las cosechas, está colocado favorablemente. El sol o Sûrya es capaz de destruirlo todo y
de crearlo todo. Este año, debido a la posición del sol, no habrá carencia de lluvias y habrá
suficientes granos alimenticios.
Sin embargo, mirando la escena mundial como un todo, hay temor de una posible guerra
desastrosa, debido a conflictos entre países en diferentes partes del mundo. Es posible que la paz
se vea afectada en algunas áreas, pero no hay motivo alguno para temer una crisis grave. No
parece posible que este año haya alguna calamidad grande. Todas las personas santas deben
esforzarse por promover el bienestar del mundo con sus oraciones y acciones.
Había un escultor famoso en Italia conocido como Miguel Ángel. Un amigo suyo lo
encontró un día tallando un enorme trozo de roca. El amigo le dijo: “¿Por qué estás trabajando
tanto con esta roca? ¿Por qué no vas a casa y descansas?” Miguel Ángel contestó: “Estoy
tratando de liberar lo Divino que está en la roca. Deseo sacar de esta piedra sin vida la divinidad
viviente que está engastada en ella”. Si ese escultor podía crear de un pedazo inanimado de piedra
una imagen viviente de Dios, ¿no pueden los seres humanos, vibrantes de vida, manifestar la
divinidad viviente que reside en ellos?
¿Cuál es la razón de esta incapacidad para realizar a la divinidad interna? Se debe a que
no tomamos conciencia de la manchada cubierta en la cual está envuelta. Si nuestras ropas se
ensucian, las cambiamos porque nos da pena salir con ropa sucia. Si nuestra casa está sucia,
tratamos de limpiarla para que los visitantes no tengan una mala impresión. Pero cuando nuestras
mentes y nuestros corazones están contaminados, no sentimos vergüenza. ¿No es extraño que
estemos tan preocupados por la limpieza de nuestras ropas o de nuestros hogares, pero no por la
pureza de nuestros corazones y mentes, lo cual afecta nuestra vida entera?
Para purificar nuestros corazones y mentes, lo primero que debemos hacer es llevar una
vida correcta. Nuestras acciones deben estar basadas en la moralidad. El dedicarnos al abuso de
otros o a infligir dolor sobre ellos no es una señal de naturaleza humana. La maldad que les
hacemos a los demás finalmente nos regresa a nosotros. Los días auspiciosos como el Ugadi
deben usarse para tomar resoluciones de cambiar nuestras maneras de vivir y purificar nuestro
comportamiento abandonando todas las malas cualidades.
Discursos el día de Ugadi, Día del Año Nuevo telugú,
Prashanti Nilayam, 2 abril 1984
10
Durante una visita a Utacamund en abril de 1984, Bhagavan contó la siguiente historia
acerca del encuentro del Sabio Nárada con el Señor Narayana, al pequeño grupo de devotos que
Lo acompañaban:
En una ocasión, Nárada fue a ver al Señor. En el curso de la conversación, Narayana le
preguntó a Narada: “Tú te estás moviendo en los tres mundos, ¿qué noticias Me traes de tus
andanzas? ¿Has visto algo grande en mi creación?” “¿Qué hay en el mundo más grande que
Tú?”, dijo Narada. “Te estoy preguntando acerca de mi creación no acerca de mí mismo”, dijo
Narayana. Narada dijo: “No comprendo la pregunta”. “Tenemos los cinco elementos básicos
(panchabhûtas). ¿Cuál es el más grande entre ellos?” preguntó Narayana. Narada dijo: “La tierra
es el más grande”. Narayana dijo: “En la tierra tres cuartas partes están ocupadas por el agua”.
Narada convino en que el agua era más grande que la tierra. Pero Narayana observó,
“Todos los océanos fueron bebidos por el sabio Agastya de un trago. Por lo tanto, ¿quién es más
grande, el agua o Agastya?” Narada convino en que Agastya era más grande. Pero Narayana
observó que, “Agastya quedó como una estrella en el cielo. En el vasto firmamento, Agastya está
meramente titilando como una pequeña estrella; ¿no es el firmamento más grande que la estrella?”
Narada dijo que el firmamento era más grande que Agastya. Entonces Narayana dijo, “En Mi
Avatâr como Vamana cubrí la tierra y el cielo enteros con un solo pie mío. Así que ¿es más
grande el firmamento o mi pie?” Entonces Narada dijo, “Tu pie”.
(En otra tarde en Utacamund, Bhagavan se extendió sobre cómo deben cantarse los
cantos devocionales..)
41
Narada una vez le preguntó a Shrîman Narayana cuál era Su dirección permanente.
Narayana respondió, “Dondequiera que mi devoto canta mi nombre, allí estoy presente”. Entonces
Narada preguntó, “Hay un sinnúmero de lugares en los cuales los devotos cantan tu nombre,
¿cómo puedes estar presente en todos estos lugares al mismo tiempo?” (Aquí Bhagavan explicó
que no era cualquier clase de cantos lo que le agradaba al Señor). Al cantar hay algunos que se
regodean en gimnasia vocal y no revelan un genuino sentimiento devocional. Cuando se canta de
esa manera, ¿cómo puede el Señor estar presente allí? (Bhagavan ilustró esto recitando
meramente la escala musical india: Sa, Re, Ga, Ma, Pa, Dha, Ni, Sa).
Donde los cantantes meramente enfatizan la melodía (râga) y el ritmo (tâla), allí no estará
presente. Solamente cuando el canto es melodioso y combina la melodía, el ritmo y el sentimiento
(bhâva) Él estará presente allí. El canto debe estar lleno de sentimiento. El Señor se conmueve
sólo con el sentimiento que se expresa, no por el talento musical como tal. No importa si la
melodía no está perfecta y tampoco si el ritmo no está perfecto. Éstos atraen sólo a nivel
mundano. El Señor ama sólo la sinceridad de sentimiento.
En la corte de Akbar había un gran músico conocido como Tansen. Él solía cantar día y
noche y la música era meliflua. Era música perfecta pero no había un sentimiento profundo en su
canto.
Un día Akbar y Tansen iban por la ciudad. Akbar encontró a un anciano que cantaba para
sí mismo cantos en alabanza a Dios. Akbar detuvo su carro y se quedó escuchando el canto del
devoto y, sin darse cuenta, las lágrimas empezaron a fluir de sus ojos. Su corazón estaba
profundamente conmovido. Se alejó alguna distancia y le dijo a Tansen: “Tú has estado cantando
para mí por mucho tiempo y siempre he encontrado tu música muy dulce a los oídos pero nunca ha
conmovido mi corazón, sin embargo la música de este devoto ha derretido mi corazón. ¡Yo deseo
conocer la diferencia entre tu cantar y el de este devoto!” Tansen respondió: “¡Oh Gran Rey! He
estado cantando para complacerte a tí, pero este devoto está cantando para agradar a Dios, esa es la
diferencia”.
De modo que algo que es cantado para agradar a un hombre no puede conmover el
corazón. Sólo aquello que está dirigido a Dios puede tener ese efecto. Sólo lo que complace al
Señor puede cambiar la mente del hombre. Tanto el devoto como el gran músico Tansen cantaban
bien, pero sólo el canto lleno de sentir devocional podía agradar a Dios.
Utacamund, Sur de la India, Abril 1984
11
Difundan el mensaje
del amor
Los miembros de la Organización Sai deben llevar a cabo su trabajo en la firme fe de que
todos son hijos de un solo Dios. Deben realizar sus actividades de servicio en un espíritu de
dedicación desinteresada a la Divinidad. La práctica del amor puro y desinte-resado es el único
medio para alcanzar a Dios. Deben purificar sus corazones y sus mentes, considerando su cuerpo
como el templo de lo Divino.
Hoy en día vemos desórdenes, violencia y odio en varias partes del país. Las condiciones
parecen estar deteriorándose día a día. En esta situación, el deber de los devotos Sai está claro.
Deben cultivar el principio del amor y hacer de él la base de todas sus acciones. Deben alejar a los
aldeanos de los malos hábitos y aconsejarlos para que no caígan víctimas de las fuerzas divisivas
que están rampantes entre ellos. No hay lugar para las políticas de partidos en el campo del
mejoramiento rural.
Los trabajadores Sai deben identificarse con los intereses de los aldeanos y servirlos con
amor y simpatía. Esta es la práctica espiritual a la que deben dedicarse.
Dharmakshetra, Bombay, con ocasión de las
celebraciones del décimosexto aniversario, 12-5-1984
12
Combinen la moralidad
con los negocios
El mundo atrae al hombre de múltiples maneras, pero no permite que los pensa-mientos o
la inteligencia de éste vayan más allá de sus propios límites. Contento con la satisfacción derivada
del mundo físico, el hombre no toma en cuenta lo que el futuro le reserva. Dedica todas sus
energías físicas y mentales y todos sus recursos al logro de comodidades materiales, poder,
posición y honor, pero no hace ningún intento de mostrar su gratitud a la sociedad de la cual él
deriva todos éstos.
Para un vivir correcto, es esencial que haya rectitud y carácter. Lo divino es el aliento
vital del hombre. La plenitud de la vida consiste en dedicar todas las energías a estos objetivos.
El hombre, sin embargo, no tiene fe en lo divino. Créase en Dios o no, a cada momento se puede
tener evidencia de la presencia divina en todas partes. Sin la divinidad, no florece la humanidad.
La vida de un hombre brilla entre enormes vicisitudes sólo cuando él muestra cualidades como la
ecuanimidad y la compasión. Debido a que el hombre cubre su mente con una capa de ignorancia,
pone en sus ojos anteojeras de egoísmo y cierra su corazón con las puertas del orgullo, olvida al
Señor que lo ha creado y lo protege.
Es sólo en base a este hecho que Shri Shankarâchârya declaró en su famoso verso del
Bhaja Govindam: “¡Oh Hombre, no te alegres de tu riqueza, progenie o juventud. Todos éstos te
serán quitados en un momento por el tiempo. Destruye este mundo de ilusiones y entra al asiento
de lo Eterno”. ¡La sed por la riqueza es locura! La sed tiene dos significados, el de sed y el de
deseo. Es natural que el hombre tenga deseos y tenga sed. Pero hay una diferencia entre deseo y
sed. Es natural que no se contente con lo que tiene y que desee más y más cosas y más y más
comodidades. Pero al buscar el cumplimiento de tales deseos, deben tener cuidado de no causar
ningún daño o sufrimiento a otros. La sed es diferente del deseo; éste no tiene límite, es
insaciable.
El código de rectitud (dharma) establece un camino regulatorio para los hombres. Como
la refulgencia de los rayos del sol, el dharma ilumina los caminos que los hombres deben seguir
para el bienestar y el progreso de la sociedad. Entre las leyes del dharma, la manera apropiada
(nyâya) es de lo más importante. La rectitud significa que uno debe ganarse su sustento por
medios justos y ser un ejemplo para los demás demostrando una vida justa. La rectitud consiste en
no hacer diferencias entre uno mismo y los demás. No importa lo que le suceda a uno o a los
parientes de uno, no importan las dificultades que uno tenga que confrontar, no debe uno desviarse
del camino de la rectitud. La rectitud es como la brújula del marinero. No importa de qué manera
la pongan, la aguja apuntará sólo hacia el Norte. Similarmente, la rectitud revela la divinidad en el
hombre y lo hace disfrutar de la bienaventuranza de lo Divino. Por ende, la vida humana ideal
debe ser una en la cual la rectitud forma la base de cada acción.
Hoy en día, cualquier prosperidad que uno disfruta, cualquier comodidad que uno obtiene,
se derivan todas de la sociedad. Algunas reglas de dharma han sido establecidas para asegurar que
la riqueza que es ganada de la sociedad sea dedicada al beneficio de la sociedad. En el proceso de
adquirir riquezas, se pueden cometer algunas faltas. Es para compensar tales faltas que hay que
practicar la caridad.
El hombre piensa que cuantos más bienes mundanos tiene, más feliz será. Pero, a medida
que crecen los deseos, las desilusiones y problemas también aumentan. Debe haber un límite a
nuestros deseos, apegos y ambiciones. El mundo está sufriendo de numerosos problemas porque
la gente no pone límites a sus deseos. La naturaleza tiene límites preestablecidos para cada cosa -
para la temperatura del cuerpo, para la capacidad del ojo de tolerar la luz o para el oído de
escuchar el sonido. Cuando se pasan estos límites, se causan daños a los órganos en cuestión.
La vida misma es como una compañía límitada. Todas las acciones en ella deben ser
gobernadas por los límites aplicables a cada una de ellas. Cuando los deseos son controlados, se
experimenta una verdadera felicidad. Hasta en la práctica de la caridad, hay que observar límites.
Los dones que uno haga no deben exceder la propia capacidad financiera. Ni tampoco deben estar
debajo de esa capacidad. En el primer caso, experimentaríamos problemas financieros. En el
último, estaríamos reteniéndolo de los que necesitan lo que les es debido. La caridad no está
limitada al dinero solamente. Hay que compartir los propios recursos físicos, mentales y
espirituales con los que los necesitan en la sociedad. Es a través de tal compartir y sacrificio que
se alcanza la conciencia del Espíritu (Âtma jñâna). La caridad no debe ser indiscriminada. Se
debe dar la ayuda de acuerdo con las necesidades del caso. Los hambientros deben ser
alimentados, los desnudos vestidos.
Aunque se sabe cuánto bien se puede derivar del sacrificio (tyaga), no se hace sacrificio
alguno. Uno puede aspirar a la riqueza, pero hay que buscar sólo aquelo a lo que tenemos derecho
o que se es competente para obtener. Una cajero de banco manipula cientos de miles de rupias
cada día. Pero tiene derecho sólo a su salario. Él no debe desear más dinero que lo que él puede
ganar legítimamente. La riqueza excesiva trae consigo muchos peligros. Los valores humanos
son olvidados por los afluentes. Mientras hay riqueza, no se toma conciencia de sus males. Sólo
cuando se pierde se comienza a tomar conciencia de las propias locuras. Es mejor estar advertido
y aprender a llevar una vida correcta y derecha desde el comienzo. La riqueza puede venir e irse.
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¿Cuál es la causa raíz de todo el desorden, caos, crimen, falsedad y violencia que
prevalecen en el país hoy en día? El comportamiento de la gente contrario a la dignidad de la
naturaleza humana es el responsable por la situación actual. Toda la educación que se ha recibido
no tiene relación alguna con los valores humanos. Así sea en la esfera del comportamiento
político o la conducta social, en la actividad económica o los objetos espirituales, todas nuestras
acciones están basadas en las tendencias de la mente. No es posible lograr ningún cambio en
ninguna forma de actividad a menos que la mente sea cambiada. Es por esto que los Vedas,
nuestras antiguas escrituras de sabiduría espiritual, proclaman que la mente es la causa de la
esclavitud así como de la liberación de los hombres. Aquel que desea cambiar a los demás debe
primero cambiarse a sí mismo. El corazón es como una cerradura y la mente es como la llave. Si
giran la llave a la derecha, abren el corazón a Dios; si la giran a la izquierda, la abren hacia los
apegos a las cosas mundanas.
De nada sirve culpar al gobierno por todos los males que prevalecen hoy. Las personas
son responsables por la injusticia, la maldad, la falsedad y la corrupción prevalecientes en el país.
La gente no puede desechar su responsabilidad por las acciones de un gobierno que ha sido
colocado en el poder por sus votos. El que un gobierno sea bueno o malo depende de la gente
misma. Se habla mucho de corrupción en el país. Muchos vienen y me preguntan: ”¿Swami!
¿Cuándo va a terminar la corrupción en este país?” ¿Quién es responsable por esta corrupción?
¿Es el gobierno? No. Son los hombres de negocios los que son responsables directamente por
esta corrupción.
Por sus propias razones egoístas y ganancia privada los hombres de negocios han estado
financiando a los que están en el poder, haciéndolos más y más poderosos. Si ustedes, hombres de
negocios, viven de acuerdo con sus principios de rectitud, toda esa corrupción puede terminarse en
un momento. Es cierto que no hay nadie que no desee alguna riqueza. Un viejo proverbio telugú
dice que hasta una persona moribunda se levantará si ve a alguien ofreciendo dinero. No es
sorprendente si, cuando se ofrecen sobornos, los oficiales no los rehusan. Les corresponde a los
hombres de negocios poner un límite a sus negocios y a sus ganancias y utilizar sus habilidades
para la promoción del bien público. Puede ser difícil combinar los negocios con moralidad. Por lo
tanto, el primer requisito es instalar la moralidad en el corazón y, con fe en lo Divino, dedicarse a
los negocios. Si esto se hace, la nación se beneficiará de los esfuerzos del hombre de negocios y
éste estará sirviendo a la sociedad.
Hoy en día todos hablan sólo acerca de lo que desean. Dicen: Yo quiero esto, yo quiero
aquello. Si pierden algo se quejan de su pérdida. Toda la vida se la pasan en adquirir y perder y
no tienen paz mental. Los hombres de negocios deben entender la base de las relaciones humanas
y cultivar la armonía y la comprensión. A menos que se desarrolle un enfoque así de amplio, los
hombres de negocios no experimentarán la bienaventuranza de lo Divino.
El amor vive dando y perdonando. El ego vive tomando y olvidando. Todos buscan la
liberación. Todos desean la inmortalidad. Pero, ¿cómo ha de obtenerse la inmortalidad? La
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No consideren todas sus varias posesiones, casas, vehículos, riquezas, etc., como
permanentes. Hubo grandes emperadores en el pasado que gobernaron sobre vastos imperios.
Cuando se murieron, ¿qué fue lo que se llevaron? La posteridad ni siquiera desea recordar sus
nombres.
Lo que no pueden llevarse consigo no les pertenece realmente. Están llenos de temor,
como el viajero sin billete que sube al tren. En el viaje de la vida, si desean viajar sin temor, deben
tener el billete de una buena conciencia. Si se adhieren a la conducta correcta, no tendrán
necesidad de temer a nadie.
El gran conquistador, Alejandro, cuando se estaba acercando su fin, llamó a todos sus
guerreros y les dijo que cuando se muriera, su cuerpo debía ser llevado a la tumba con sus dos
manos levantadas hacia arriba. Al ver la procesión fúnebre con las manos del emperador hacia
arriba, la gente preguntaron por qué el emperador estaba siendo llevado de esa manera. Se les dijo
que el gran emperador, que había amasado una inmensa riqueza, deseaba mostrarles que al dejar el
mundo tenía las manos vacías y que no se llevaba nada consigo. La lección de este episodio es
que no debemos buscar ilimitadas posesiones mundanas sino contento y paz mental por medio de
las buenas acciones. Todo lo que acumulamos no es realmente nuestro. Pertenece a la gente.
Si las condiciones en la India han de mejorar, sólo los hombres de negocios pueden hacer
esto. Los hombres de negocios pueden hasta reformar el gobierno. Los hombres de negocios
pueden promover el progreso del mundo. Pueden también arruinar la economía mundial. Por su
propia conducta correcta, los hombres de negocios deben tratar de corregir la administración.
Bharat (la India) es la tierra de nuestro nacimiento. Es una tierra sagrada, dedicada al
sacrificio (tyâga bhûmi), dedicada a la acción correcta (karma bhûmi) y dedicada a la práctica del
yoga (yoga bhûmi). Estamos tratando de convertir esta tierra tan sagrada en un país de lujos y
placeres (bhoga bhûmi). Todas las fuentes de placer, son, de hecho, las causas de las
enfermedades (roga).
Este es el error más grande que podemos cometer. Nuestra disposición a sacrificarnos
constituye el verdadero yoga. De los cuatro objetivos (purushârthas) de la vida, el hombre
ignorante se confina a la riqueza (artha) y los deseos mundanos (kâma). El hombre sabio busca
sólo la virtud (dharma) y la liberación (moksha). Sin embargo, cada persona debería buscar estos
cuatro objetivos. Esto se hace asociando la adquisición de riqueza (artha) con la virtud (dharma)
y la satisfacción de los deseos (kâma) con la liberación (moksha).
Estado. Es sólo cuando la propia riqueza se utilice de esta manera que será realmente beneficiosa
y significativa.
Hoy en día muchas personas dan dinero para fines caritativos. Pero la razón de su acción
es para reducir la carga de los impuestos de una forma u otra. Todos saben cómo se están
construyendo grandes templos en Benarés, Prayag, Delhi y otros lugares. Hay lugares de oración
(Birla Mandirs) en muchos centros de peregrinaje. Son muy impresionantes y atractivos. Están
construidos en mármol y son adiciones a los logros arquitectónicos de la nación. Se gastan
decenas de millones en ellos. Sin duda, es bueno construir templos. Pero el verdadero templo es
el propio cuerpo. Si no nos purificamos, ¿de qué sirve construir templos? Los templos
construidos al costo de decenas de millones (crores) de rupias no son mantenidos apropiadamente.
Bandas de mendigos arruinan sus alrededores.
¿Cuán mejor sería si los millones de rupias gastados en construir templos fueran usados
para mejorar las condiciones de los pobres, los indigentes y los indefensos? Las instituciones que
ayudan a los indigentes y desafortunados son más útiles que los edificios para la adoración de
algunas deidades. El dar una mano a los indefensos es un verdadero servicio. El amor hacía
nuestros semejantes es la mejor disciplina espiritual. El mal uso del dinero es un gran mal. La
riqueza debe ser usada sólo para fines buenos. El dinero es capaz de llevar al hombre a cualquier
lugar, bueno o malo. Por ende, él debe velar por que esa riqueza no lo lleve a malos pasos o le dé
mal nombre a este gran país.
Los ricos deben dedicarse al servicio de los pobres y los abandonados limitando sus
deseos y reduciendo las comodidades requeridas para una vida cómoda. Busquen derivar felicidad
del servicio a sus semejantes. La felicidad es unión con Dios. Las Organizaciones Sathya Sai no
deben contentarse con dirigir cantos devocionales en grupo (bhajans). Su lema debe ser el
servicio desinteresado (seva) en todo momento. Deben adoptar cada forma de actividad y darle
una significación espiritual. Sólo aquellos que están concentrados en el espíritu de servicio
desinteresado son los apropiados para volverse líderes de la nación.
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Es posible que les haya causado alguna incomodidad a todos ustedes. No importa, pero
deben tomar a pecho y tratar de practicar todo lo que les he dicho. De esta forma obtendrán una
felicidad real. Los bendigo a todos.
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Las palabras que uno usa pueden causar dolor a otros o hacerles daño de una forma u otra.
Además, en el acto de hablar, varios gérmenes pueden morir. Su muerte nos afecta aunque no
estemos conscientes de ella. Cuanto barremos o limpiamos la casa, pueden quedar destruidos
innumerables hormigas y otros insectos. Asimismo, cuando caminamos, muchas diminutas
criaturas pueden quedar aplastadas bajo nuestros pies sin que nos demos cuenta. Cuando se
enciende un fuego para un fin u otro, algunos seres vivientes pueden quedar quemados. Cuando se
usa agua para lavar y otros fines, varios microbios y otros organismos pueden morir. Estos cinco
tipos de ofensas, aunque cometidas inconscientemente, tienen sus efectos sobre la vida del hombre
y pueden causar sufrimiento y aflicción. ¿Cómo pueden prevenirse las consecuencias de tales
ofensas? El Vedanta, la esencia conclusiva de las antiguas escrituras reveladas, establece cinco
clases de actos sacrificatorios (yajñas) para expiar tales ofensas. Éstos son: el Deva yajña, el pitru
yajña, el daiva yajña, el bhûta yajña y el athithi yajña. Estas cinco clases de sacrificios ayudan a
mitigar las consecuencias de los cinco tipos de ofensas.
El pitru yajña es el servicio que uno hace a los padres en señal de gratitud por el don de la
vida y la crianza recibida de ellos. El complacer a los padres con las acciones de uno, el velar por
ellos en su vejez y protegerlos de toda manera posible, todos estos actos constituyen el pitru yajña.
Tales actos sirven para reparar algunos tipos de malas acciones. Cuando los Upanishads
establecieron que la madre y el padre deben reverenciarse como a Dios, revelaron el valor
espiritual del respeto por los padres.
El Daiva yajña comprende actos como el estudio de los Vedas, el leer libros sagrados
como el Gita, los Upanishad y las epopeyas. Esto tiene un efecto expiatorio para algunas clases de
ofensas inconscientes.
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El bhûta yajña incluye varias clases de acciones para la protección y el bienestar de los
animales, insectos y otros seres vivientes. En tiempos remotos, se establecían varios deberes para
que la gente regularan sus vidas correctamente. Por ejemplo, en las ocasiones festivas, el lugar
delante de cada casa se decoraba con polvo de arroz colocado artísticamente, lo cual era una clase
de ofrenda a los pájaros, hormigas y otros insectos. Por este medio se propiciaba a los seres
inferiores en la creación. Desgraciadamente, esta ennoblecedora costumbre se ha perdido o está
sobreviviendo como un ritual carente de significancia por el uso de polvo blanco en lugar de
harina de arroz.
Antiguamente, la gente solía tomar harina de arroz o azúcar y esparcirlo encima de los
hormigueros u otros lugares para que fueran consumidos por los insectos. Lo que fue una
obligación sagrada a otros seres vivientes en la creación es ahora tratado como una superstición.
No se tiene conciencia de que por medio de este tipo de sacrificio a la naturaleza (bhûta yajña) se
ganaba considerable mérito y se prevenían muchas malas consecuencias de las propias acciones.
El quinto yajña es el servicio que se rinde a los huéspedes, el âthithi yajña. El satisfacer a
una persona que viene a su casa ofreciéndole alimento de acuerdo a sus medios o, por lo menos,
ofreciéndole suero o agua, es un deber sagrado. Es una forma importante de práctica espiritual
para el aspirante.
Al hacer el servicio desinteresado (seva), los miembros del Área de Servicio Sai no deben
pensar que sus servicios deben estar confinados a los pobres y los desasistidos. No hay ninguna
necesidad de hacer una distinción artificial entre el rico y el pobre en la esfera del servicio. Lo que
importa es el servicio hecho a una persona que lo necesita. Puede haber muchos sirvientes que
atienden a las necesidades de los ricos. Pero cuando ustedes van a rendir un servicio, su
preocupación debe ser sólo por qué clase de servicio se requiere, cuándo y dónde, y no la posición
de la persona en cuestión. El primer requisito es un genuino espíritu de amor y simpatía. Si no
hay ningún sentimiento de bondad y compasión, el servicio que se haga se vuelve un ejercicio
artificial, hecho para obtener publicidad o reconocimiento. Los voluntarios Sai no necesitan
nombre o posición. La ostentación al rendir el servicio está totalmente fuera de lugar. Sólo inflará
el ego. Deben rendir servicio hasta el límite de su capacidad, ni más ni menos.
La primera cualidad que cada miembro de la Organización Sathya Sai de Servicio debe
tener es fe firme en Dios. Esta fe debe estar basada en la conciencia de que Dios es omnipresente.
Lo Divino permea todo en el universo. Esto quizás no lo entiendan todos. Algunos pueden estar
de acuerdo con que lo Divino es omnipresente. Pero lo acepten o no, la verdad es evidencia de la
presencia de Dios en todas partes donde uno se voltea.
¿Es posible que esta ilimitada creación haya sido creada por el hombre sin que haya
habido un Principio Divino detrás de ella? Por ejemplo, el fuego está latente en las ramas de un
árbol y en el árbol mismo. Si las ramas se rozan las unas con las otras, pueden generar un fuego
que podría quemar todo el árbol. ¿Cuál es el poder que llena las ramas del latente fuego y asegura,
al mismo tiempo, que no se destruyen a sí mismas liberando ese fuego? ¿Es el hombre
responsable por esto? Tomen de nuevo, el ejemplo del proceso con el cual el alimento que
tomamos es convertido en sangre. ¿Es esto la invención de hombre alguno?
naturales? Sólo lo Divino puede hacer esto. Hay agua dulce en un coco tierno. ¿Quién vertió el
agua dentro del coco? ¿Fue obra de algún hombre? No. Sólo lo Divino puede hacer tales cosas.
Ejemplos como éstos deben servir para confirmar su fe en lo Divino. Nadie puede
sondear el misterio del poder de lo Divino o captar su infinita magnitud. Si los miembros de la
organización Sathya Sai no tienen fe en lo Divino, no tiene objeto que se queden en la
Organización. Tales personas no deben unirse a la Organización ni continuar en ella. Es con fe
que uno debe emprender el servicio social. La sociedad es nuestra preocupación primordial. Lo
Divino está manifiesto en la sociedad.
Venugopal, el Presidente del Comité Sai de Andhra Pradesh, afirmó que el Comité Estatal
había adoptado doscientas aldeas. Dio una lista de los nombres de estos pueblos. Pero, ¿es la
mera selección de pueblos para su adopción suficiente? ¿Se calmará el hambre de uno con sólo
poner el plato de hojas para servir delante de él? El hambre se calmará sólo si se le sirve alimento
y éste es consumido.
Van a un pueblo adoptado, conducen cantos devocionales públicos en las calles (nagara
sankîrtan) y emprenden la renovación de un templo destartalado. ¿Pueden estas actividades llenar
los propósitos de adoptar el pueblo? Sólo simbolizan las preparaciones para servir el alimento.
Sólo aguzan el apetito de los aldeanos. Lo que deben hacer es averiguar cuáles son las
necesidades esenciales de los aldeanos. ¿Sufren de escasez de agua potable? Podrían ver que
necesitan dinero para cavar un pozo, pero si todos los miembros de la Rama de Servicio trabajan
con todo el corazón, se pueden excavar dos pozos en un solo día. Deben rendir servicios que
surjan de un impulso espontáneo desde adentro, con un corazón lleno de amor.
¿Cómo se hace el servicio en la actualidad? Sin duda que hay personas que hacen
servicio con amor. ¿Pero para el bien de quiénes lo están haciendo? Es para su propio bien, no
para el bien de otros. No puede ser hecho para lograr nombre o para ganar algo. Es hecho por el
placer que se deriva de ello. El dedicarse a actividades de servicio con placer y considerar un día
dedicado al servicio como un día festivo no es suficiente. El placer que se deriva del servicio debe
ser una experiencia espiritual. El servicio debe ser considerado como un acto sacrifical ritual, un
yajña, para cualquier tipo de falta que uno pudiera haber cometido.
El utilizar la propia riqueza, los propios talentos y recursos para el servicio de la gente y
ayudar a todos los seres vivientes debe considerarse como una ofrenda a lo Divino y una forma de
adoración. Sólo entonces puede el servicio desinteresado volverse un verdadero servicio. El
aparecerse una vez a la semana o al mes en nombre del servicio no debe considerarse suficiente.
Cada miembro de la Rama de Servicio debe preguntarse si está rindiendo un servicio real al
máximo de su capacidad.
Todos han venido hoy a esta conferencia como delegados llevando las insignias de
delegados de la Rama de Servicio. Deben preguntarse si ustedes están realmente calificados para
llevar esta insignia. Cada uno debe preguntarse: ¿He hecho un servicio genuino? ¿O me he unido
al grupo sólo en la expectativa de tener la oportunidad de acercarme a Swami? Examínense con
una mente pura.
Todos saben cuán grande es el área de Andhra Pradesh. Si el número de delegados es tan
pequeño, ustedes decidirán si no es una vergüenza. La mayor pérdida sufrida por el país en años
recientes es la pérdida de un sentido de decencia y autorrespeto. Por ejemplo, si las ropas que
llevamos se ensucian, sentimos vergüenza de que nos vean nuestros amigos. Tratamos de
vestirnos bien antes de salir, porque deseamos ser respetados. De la misma forma, tratamos de
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mantener nuestras casas limpias porque no queremos sentir vergüenza cuando los visitantes vean
el sucio estado de la casa.
Aunque nos sentimos tan preocupados por el estado de nuestra casa o de nuestra ropa,
nuestro corazón en el cual reside lo Divino está totalmente contaminado. Está lleno de
pensamientos sucios y de fantasías impuras. Cuántos son los que van por el mundo con tales
impurezas en sus mentes sin ningún sentido de vergüenza. Si hicieran un examen honesto del
estado impuro de sus mentes y de la clase de doble vida que están llevando, serían capaces de
librarse de sus malos pensamientos en un instante. Lo que están haciendo es esconder sus
pensamientos, pero externamente están bien vestidos y se mueven por allí como personas
impecables. ¿De qué sirve tal conducta? Damos importancia a la apariencia externa del cuerpo y
valoramos el respeto que se le muestra, pero, el que sólo se ocupa del cuerpo e ignora el estado de
su mente es sólo un animal en dos patas.
Hay un proverbio telugú que dice: “Si todo el pueblo se une, se podrá cosechar toda la
granja”. Con unidad se puede lograr cualquier trabajo. Deben esforzarse por promover unidad.
Deben fraternizar con los aldeanos y demostrar su conciencia de lo Divino que está presente en
cada uno. No deben enredarse en la política local. Las diferencias políticas han entrado a los
pueblos y arruinado la vida comunitaria en las áreas rurales. Deben decirles a los aldeanos que:
“Cada individuo puede tener su propio punto de vista político, pero esto no debe afectar el
bienestar del pueblo en general”.
En asuntos acerca del progreso y del bienestar del pueblo, todos los aldeanos deben actuar
unidos sin importar las diferencias partidistas. Pueden apoyar a cualquier partido de su
escogencia, pero esto no debe afectar su actitud en cuanto a asuntos relativos al desarrollo del
pueblo. Todos ustedes deben actuar de manera unida. Los voluntarios Sai deben promover tal
actitud de cooperación.
Las condiciones insalubres son responsables por la mayoría de las enfermedades en las
áreas rurales. Deben proveer facilidades sanitarias para los aldeanos tales como pipotes para
basura, drenajes, letrinas, etc. En todo este trabajo, deben asegurarse que los aldeanos se
involucren para que puedan aprender a desarrollar autosuficiencia. Deben tratar de alejar de la
bebida a los adictos, cosa que ha arruinado muchos hogares. Debe emprenderse la provisión de
carreteras, pozos, luces y similares dondequiera que se requieran. El servicio que hagan debe
corresponder a las necesitades de los aldeanos y darles satisfacción.
La adopción de un pueblo puede volverse significativa sólo cuando les den amor y se
ganen el amor de los aldeanos. Nada debe hacerse en un espíritu de condescendencia. Sé que hay
muchos buenos trabajadores en el Área de Servicio. No sólo en Andhra Pradesh, sino en todos los
Estados. Sin embargo, hay una enfermedad que se ha notado en la Organización. Si los líderes se
comportan bien, los trabajadores pueden rendir un excelente servicio. El requisito primordial es
ver que sean las personas correctas las que se elijan como líderes. Deben ser personas dinámicas.
Deben estar llenos del espíritu de servicio a la sociedad y de dedicación. Deben sentir que le
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deben todo a la sociedad y que sus vidas valdrán la pena sólo cuando hayan cumplido con sus
obligaciones para con la sociedad. Deben considerar el servicio social como su meta primordial en
la vida. Sólo cuando dediquen todos sus recursos físicos, mentales y otros al servicio de la
comunidad estarán haciendo un verdadero sâdhana.
Como miembros de la Organización Sathya Sai de Servicio, deben ser ejemplos para los
demás. En cualquier servicio que hagan, es la calidad la que cuenta, no la cantidad. Ningún acto
de servicio debe considerarse trivial o degradante. Ni debe haber rivalidades insanas al rendir el
servicio. Si un Estado ha “adoptado” doscientos pueblos, no deben pensar los otros que deben
adoptar un número igual o mayor para producir una mejor impresión. Los meros alardes
numéricos carecen de significado. Es mejor rendir un servicio apropiado en dos pueblos que un
servicio nominal a doscientos. No es la presentación de listas de pueblos adoptados lo que
importa.
¿Cuál es el verdadero trabajo que se ha hecho en los doscientos pueblos adoptados? Que
aquellos que han trabajado en estos pueblos hablen. ¿Para la satisfacción de quiénes están
alegando servir a los aldeanos? Deben ser sus propios jueces del trabajo que están haciendo.
Consulten su conciencia y vean si están haciendo el servicio apropiado. No quiero que se haga
nada por Svami. Mi único objeto es la promoción y el bienestar de la humanidad. Cuando hacen
servicio en los pueblos, están redimiendo sus vidas.
Los sabios de antaño adquirían varias clases de poderes por sus penalidades. Con estos
poderes eran capaces de cumplir cualquier cosa que prometieran. Usaban sus poderes con
moderación. No hay nada malo en adquirir hasta una fuerza titánica. Pero debe ser usada de una
manera humana. No debe ser esgrimida para oprimir a otros. Shakespeare, el famoso dramaturgo
inglés, observó: “Es glorioso tener una fuerza de gigante, pero es tiránico usarla como un gigante”.
Cada quien debe hacer caso a esta advertencia.
Con más jóvenes en la Rama de Servicio, pueden llevar a cabo muchas actividades de
servicio en los años venideros. El presente es un producto del pasado, pero es también la semilla
del futuro. Si hacen buen uso del presente, pueden asegurar un mejor futuro. Si usan mal el
presente, el futuro será peor. Por ende, todos los miembros de la Organización Sai de Servicio
deben dedicarse a algunas actividades merecedores y lograr plenitud en el servicio que rindan.
Cada pueblo está hoy expuesto a muchas enfermedades. No necesitamos culpar a nadie
por esta situación. Debemos preocuparnos sólo acerca de los recursos en hombres y materiales a
nuestra disposición y usarlos con devoción para llevar a cabo nuestros servicios de asistencia.
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Debemos hacer este trabajo con fe. La gente despliega devoción y seriedad en la presencia de
Swami, pero actúa de manera contraria cuando están alejados de Swami. Esta no es una señal de
verdadera devoción. Devoción significa amor sincero por Bhagavan. Un amor tal puede domar
hasta animales salvajes. Sólo cuando sus corazones estén llenos de tal amor que pueden alegar ser
devotos. Deben mostrar ese amor a cualquiera que vean o con quien hablen y en cada una de sus
acciones.
Cada acto debe ser considerado como una ofrenda a lo Divino. Puede no ser fácil
desarrollar tal actitud, pero si el esfuerzo es hecho sinceramente, puede logarse. No exige que
deben abandonar su hogar o renunciar a su riqueza y posición. Lo que les pido es dedicarse por lo
menos media hora en un día de veinticuatro horas al servicio. ¿Está esto más allá de su capacidad?
Si pueden servir al gobierno o a algún otro durante ocho horas al día por el dinero que ganan de
ello, experimentando en el proceso muchas pruebas y dificultades, ¿no pueden dedicar algún
tiempo para ganarse la gracia de Dios, de la cual el beneficio es incomensurable? Lo que se ganan
por medio de la gracia de Dios les conferirá beneficios duraderos mayores que la riqueza que
ganan por cualquier otro medio. La gracia de Dios es como un seguro. Les ayudará en su
momento de necesidad sin ningún límite. La riqueza material confiere disfrute que lleva a la
enfermedad, pero el servicio desinteresado es un yoga que asegura la gracia divina.
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La triple promesa
“Al igual que Rama y Krishna en épocas (yugas) anteriores, He venido para cumplir tres
promesas (pratijñâs). Una vez que Swami ha aceptado a un devoto como ‘¿Tú eres mí devoto’, no
lo abandonará nunca, no importa lo que suceda. Swami ha venido para dar, no para recibir. Si
emprendo algo para el bien del mundo, no lo abandonaré, no importa lo que suceda”. Esta
histórica declaración fue hecha por Bhagavan en el curso de un emocionante discurso el día de
Guru Pûrnima en el Auditorio Purnachandra. La audiencia sin precedentes de devotos de todas
partes del mundo aplaudió emocionada cuando Bhagavan hizo este anuncio de Su misión como
Avatâr.
¡Encarnaciones del Divino Âtma! ¡Sólo es gurú o preceptor el que imparte aquel
conocimiento superior mediante el cual todo lo que necesita saberse se sabe y sin el cual todo lo
demás es inútil!
Hoy en día en todo el mundo se oye acerca de planes para construir una nueva sociedad.
La provisión universal de las necesidades diarias y de varias comodidades y la distribución de la
riqueza por igual son algunas entre las metas declaradas de este movimiento. Esto puede ser
deseable. Pero, ¿es práctico? Puede ser posible distribuir igualmente bienes y posesiones,
amenidades y comodidades. Pero, ¿es posible limitar igualmente los deseos de todas las personas?
Si los deseos no están limitados igualmente, seguro habrá frustración. La doctrina socialista es un
concepto importante. Pero no es menos esencial reconocer la realidad de Dios como la fuente
primordial de todas las cosas en el mundo.
De acuerdo con los visionarios indios, la fuente de todo el alimento que uno consume, el
poder que sostiene todas las cosas vivientes y la base de todos los objetos en la creación es Dios.
Es debido a que esta verdad básica ha sido olvidada que el mundo de hoy está acosado por
hambrunas, conflictos, guerras y conmociones.
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El santo Purandaradasa iba por las calles proclamando que todo era divino. Él cantaba:
“¿Quién plantó y regó el árbol que crece sobre una colina? ¿Quién pintó las plumas del pavo real?
¿Quién proveyó al loro de plumas verdes con un pico rosado?” Éstos son posibles sólo para lo
Divino.
Además, hoy debemos también intentar descubrir la unidad que subyace a toda la
diversidad entre la humanidad. La característica más notable del Sanatana Dharma es su
preocupación por el bienestar de la humanidad en general. Esta preocupación viene de la
conciencia de que todos son hijos de una sola madre. Puede haber diferencias entre las personas en
cuanto a proeza mental y física. Puede haber diferencias en las doctrinas que profesan y los
conocimientos y destrezas que tienen. Hasta en las cualidades puede haber variaciones. Pero con
respecto a una cosa no hay distinción alguna. Es con relación al proceso de creación que es común
a todos. Es esto lo que debe hacernos aceptar la igualdad de todos los seres. Es en base a esta idea
que la nueva sociedad debe establecerse.
Krishna instaló como gobernantes sólo a aquellos que tenían esas calificaciones. Esa es la
verdad que subyace al concepto del restablecimiento del reino del dharma (dharma samsthâpana).
Cualquiera que desee reformar la sociedad o el gobierno debe examinar su propia competencia e
idoneidad para la tarea.
Hoy estamos celebrando Guru Pûrnima. ¿Cuál es el verdadero Guru Pûrnima? ¿Es
simplemente el día de luna llena en el mes de Âshâdha? Este es el punto de vista común. Pero los
grandes le han dado otros significados. Un significado es que ese día fue que Vyasa comenzó a
escribir el Brahma Sutra. También fue ese día que Buda alcanzó la iluminación y les enseñó a sus
discípulos “Todo es aflicción; Todo es transitorio; Todo es vacío”. Por estas razones, el día se
conoce como Guru Pûrnima, Vyâsa Pûrnima o Buddha Pûrnima.
En este contexto, se puede preguntar: ¿Quién es digno de ser un maestro o guru y quién
es digno de ser un discípulo o shishya? Si examinamos el Gita, sabremos si somos los discípulos
ideales o no. En el Bhagavad Gita, el discípulo es el mejor entre los hombres (narottama), el guru
es la Persona Suprema (Purushottama); el discípulo es un alma grande (mahâtma), el Guru es el
Alma Suprema (Paramâtma); el discípulo es una persona ideal (âdarsha mûrti); el Guru es una
encarnación de lo Divino (Avatâra mûrti); el discípulo (shishya) es un actor (pâtradhâra), el Guru
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El verdadero guru es el que no tiene ningún ego o egoísmo, y puede elevar al discípulo a
su propio nivel. El vestirse con una túnica azafrán, el pronunciar unos pocos mantras y exponer
algunos textos son las señales de muchos gurus estos días. Las señales de un verdadero guru son:
amplitud de corazón, absoluto desinterés, pureza en el vivir, estar libre de adquisitividad, ausencia
de envidia y ecuanimidad en su conducta hacia cada uno. El estar libre de envidia es una cualidad
esencial en un gurú o en un discípulo, porque la envidia es la causa raíz de muchos males.
El papel del guru es conducir al discípulo en el camino hacia Dios. Debe enseñarle el
verdadero propósito para el cual ha de usar sus órganos sensorios - sus ojos, su lengua y sus
miembros. Todos los sentidos deben ser usados para descubrir y experimentar lo Divino. Esto fue
lo que Thyagaraja y Pothana alabaron en sus cantos.
Por esto cada quien debe establecer ante sí ciertas resoluciones. Sin éstas él no puede
hacer ningún progreso. Hasta las encarnaciones divinas (avatâres) toman su advenimiento con
ciertas resoluciones. También establecen ciertos límites a sus roles. Krishna encarnó con tres
resoluciones: (1) “Yo encarno de edad en edad para restablecer el Dharma” (Dharma
samsthâpanârthâya sambhavâ mi yuge yuge); (2) “Promoveré el progreso y bienestar de Mis
devotos” (Yoga kshemam vahâmyaham) y (3) “Liberaré a aquellos que se refugian en Mí”
(Mokshayishyâmi mâ suchah). Rama también había tomado tres resoluciones: “Una palabra, una
flecha, una esposa”. Rama declaró que cualquiera que buscara asilo con él, estaría totalmente
protegido.
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Similarmente, todas las personalidades divinas toman su advenimiento para algunos fines
definidos. No se desvían de ellos en ninguna circunstancia. La naturaleza esencial de Swami es
del mismo carácter. El amor divino (prema) de Swami no tiene traza de egoísmo en él. Es
absolutamente puro. Swami sabe sólo cómo dar, no cómo recibir. La mano de Swami es sostenida
arriba para conferir algo, no la estira para buscar algo. Además, una vez Swami declaró, ‘Ustedes
son Míos’; no importa en qué malos pasos pueden andar, Swami no los abandonará. Podría
preguntarse por qué alguien que ha sido aceptado por Swami como ‘Tú eres mío’ debe estar sujeto
a dificultades y problemas. Estos problemas son consecuencias de sus propias acciones (karmas).
Deben velar por que su conducta sea correcta. Si, suponiendo que el Señor bendice a un hombre
con cien años de vida, no debe inflarse de orgullo y empezar a saltar de un árbol en la confianza de
que él vivirá un siglo. Puede que viva cien años, pero puede romperse la pierna en la caída. Así
que, al aceptar la bendición de Dios, deben también tratar de llevar vidas rectas.
Cuando le he dado Mi palabra a alguien, aun si se alejan de mí, no sentiré ninguna mala
voluntad hacia ellos. Aunque me calumnien, continuaré amándolos. Cumpliré con mi promesa
hasta el final. Algún día volverán al camino recto.
Obligados por las circunstancias, pueden tener lugar algunos cambios. No son
permanentes. No cambiaré mi curso debido a tales eventos. Esta es mi segunda resolución.
La tercera es: Cuando yo emprendo algo porque siento que es para el bienestar de todos y
que es bueno para la sociedad en general, no lo voy a dejar, no importa lo que suceda. Aunque el
mundo entero esté en contra mía, no me echaré para atrás, sólo iré hacia adelante.
Estas son mis tres resoluciones: El pie que ha sido puesto adelante no retrocederá. No
fallaré a la palabra que he dado. Sólo doy, no recibo.
Éstas son Mis tres resoluciones y estoy determinado a cumplirlas y a dar el ejemplo. Sólo
entonces los demás seguirán estos ideales. Lo que el país requiere hoy en día son personas con
ideales (âdharshas), no con antojos (âshas). Los deseos pueden cambiar de vez en cuando, pero
los ideales permanecen mucho tiempo después que uno ha muerto. De ahí que cada uno debe tratar
de vivir de acuerdo con algún ideal. Deben llevar vidas ejemplares. Deben volverse nobles almas
y obtener la verdadera bienaventuranza que sólo puede venir de lo Divino.
Este día de Guru Pûrnima, traten de transformar su corazón haciéndolo puro y sagrado.
La pureza es la verdadera característica de un ser humano. Esta pureza deben manifestarse en todo
lo que se haga: en los pensamientos, en lo que se ve o dice y en todo lo que se hace. Sólo cuando
desplieguen tal pureza podrán volverse encarnaciones del Divino Âtma. Entonces la distinción
entre lo Divino y lo mundano desaparece. Todo se diviniza. La diferencia entre el objeto y el
sujeto también desaparece. Todo entonces se vuelve pleno, completo. La realización es esa
plenitud, es el verdadero Guru Purnima, no la ofrenda de homenaje ritualista a los pies de algún
gurú y obtener un mantra de él. Resuelvan hoy mismo volver sus pensamientos hacia Dios para
esforzarse por la purificación de sus corazones y buscar la autorrealización.
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Sin embargo, la sola posesión del intelecto no es suficiente. Él tiene que cultivar el
espíritu de indagación para convencerse de lo que es correcto o incorrecto. Ni siquiera esto es
suficiente. Después de haber encontrado lo que está correcto o incorrecto, él debe vivir de acuerdo
con sus convicciones. El pensar, el discriminar y el practicar - todos tres constituyen las
características humanas básicas. Por la unidad de estos tres, la luz de la sabiduría espiritual (jñâna)
iluminará el corazón. La mera presencia de la luz no es suficiente. Debemos intentar ir hacia
adelante con la ayuda de esa iluminación. Si, teniendo esta luz, no seguimos el camino que ella
revela, somos tan ciegos como los ciegos.
Una vez, el Señor Krishna apareció delante de Suradasa, el santo ciego y le dijo:
“Suradasa, si tienes mucho deseo de ver el mundo, restauraré tu vista para tí en este mismo
instante”. Gran devoto que era, Suradasa respondió: “Aquellos que están provistos de ojos están
realmente ciegos puesto que no miran tu auspiciosa y hermosa forma. Provistos de oídos, están
sordos al no escoger escuchar la música de su melodioso canto. Teniendo en sus manos el poder de
alcanzar lo Divino, se ahogan en el océano de la vida mundana (samsâra). Aunque tú moras en sus
corazones, se dejan engañar por las falsas, engañosas y transitorias atracciones del mundo. Aunque
tienen grandes ojos, son incapaces de verte. Por eso, yo no necesito tales corazones, tales ojos o
tales oídos. Dame, Oh Señor, oídos que escuchen tu canto, ojos que vean tu bella forma y un
corazón en el cual estés instalado”, le rogó Suradasa.
Todas las religiones son unánimes en considerar el corazón como el asiento de lo Divino.
Los Shastras hindúes han declarado que el corazón es el templo de Dios. Los sagrados Upanishads
se han referido al corazón como a una cueva en la cual lo Divino mora. Se dice en la Biblia que el
hombre con un corazón puro puede ver a Dios. Los musulmanes consideran al corazón como
ubicado entre los dos dedos de Dios. El Guru de los sikhs, Nanak, declaró que sólo un hombre con
un corazón puro puede ser considerado un verdadero sikh. De esta manera, las varias fes han
afirmado que el corazón es la morada de Dios.
Pero los santos y místicos (sâdhus) han definido el corazón de otra manera. Tomando el
mantra del Omkâr como una cuna mecedora, la gran sentencia (mahâvakya) “Tú eres Aquello”
(“Tat Tvam Asi”) como una cama y la conciencia universal (chaitanya) como un bebé, las grandes
almas de los siete mundos le han cantado nanas al Señor. Los aspirantes espirituales deben, por lo
tanto, considerar el corazón como la verdadera morada de lo Divino.
Muchas grandes almas han experimentado el corazón como un loto. Aunque enraizado en
el lodo y creciendo en agua lodosa, el loto brilla de pureza. Cuando el loto abre sus pétalos y mira
hacia arriba parece estar diciendo: “Oh Señor, te ruego vengas y mores en mí”. Aunque nacido en
el lodo no se revuelca en él. Aunque rodeado de agua sucia no es contaminado por ella. Esa es la
gran lección que el loto le enseña al hombre. “Aunque ustedes están viviendo en un mundo
corrupto y han nacido en el lodo de una sociedad incorrecta, deben volver su mente hacia Dios y
hacer de su corazón un templo para Dios” - éste es el mensaje del loto para el hombre.
Si ven a un hombre erudito tienden a mostrarle respeto. Pero cuando encuentran personas
con las cualidades de la bondad, desarrollan amor por ellos. Los ven como uno de ustedes. ¿Cuál
es la razón? El erudito tiene sin duda habilidades intelectuales, pero su conducta puede no ser
ejemplar. Cuando vemos a una persona que exhibe cualidades de tolerancia, compasión y simpatía,
tendemos a amarlo por su manera de vivir. El mero intelecto sin la acción práctica carece de valor.
Sólo un pensamiento combinado con la acción merece ser estimado.
Por lo tanto, debemos poner en práctica los preceptos que profesamos. No es posible para
nadie determinar si un hombre es bueno o malo examinando su corazón. Deben juzgarlo por sus
acciones y comportamiento.
Lord Acton era un profundo pensador y un gran erudito. Había logrado eminencia como
un agudo pensador. Pero el gran erudito no era igualmente grande en vivir de acuerdo con sus
ideas. En ausencia de una vida correcta, toda su erudición era de poco valor. La víspera de su
sesenta aniversario, dio un gran banquete al cual muchos grandes eruditos y prominentes
periodistas fueron invitados. Al día siguiente, los periódicos escribieron acerca de Lord Acton.
Admitieron que era una gran personalidad y un destacado erudito, pero señalaron que en sus
acciones no había sido ejemplar ni había hecho nada por el bien de la humanidad. A pesar de su
profunda erudición, no había servido a la nación.
Los libros no son meramente para ser leídos. Las sagradas escrituras como el Corán, la
Biblia, los Upanishads, el Zend Avesta, el Granth Saheb y otros son adorados en templos hoy en
día. Pero no se hace ningún intento de vivir de acuerdo con sus enseñanzas. La gente está
olvidando los propósitos para los cuales estos libros sagrados fueron escritos. Lo que se estudia
debe ser puesto en práctica. El conocimiento que no se pone en práctica es como el alimento que
no se digiere. Si desean digerir su alimento, deben masticarlo bien y tomarlo en una forma
digerible.
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Esto significa que no es suficiente hojear un libro, sino que uno debe estudiarlo
profundamente, reflexionar sobre su contenido y absorber su significado de manera que se pueda
practicar lo que se ha aprendido. Es por esto que todos los libros religiosos han enfatizado la
doctrina de la acción. El cosmos entero es gobernado por la acción. Si se toma esto en cuenta, de
nada sirve dedicarse a la especulación intelectual sin poner el conocimiento en práctica.
El Bhagavad Gita también hace énfasis en la doctrina de la acción. Krishna declaró: “No
hay nada en este mundo que desee para lo cual deba esforzarme. Sin embargo, estoy
continuamente dedicado a la acción porque si yo, que debo destacarme como un ejemplo para el
mundo, no realizo obras, la gente del mundo renunciará a las actividades”. Además, si los
pensamientos no son traducidos a acciones se desarrollan en una especie de enfermedad. Un
hombre que se siente hambriento y anhela alimento, si no lo obtiene, se enfermará. Similarmente,
un hombre que siente sed y desea agua, a menos que él haga el esfuerzo por obtener el agua, se
debilitará y colapsará.
Los deseos van surgiendo continuamente en el hombre. Él está siempre deseando algo.
Anhela varias cosas. Pero este anhelo por cosas materiales no puede ser considerado como amor.
Esto se puede llamar una fascinación por los objetos mundanos (apeksha). Cuando el anhelo es
volteado hacia Dios y se vuelve un intenso deseo por logros espirituales, se llama prema. El amor
puro o prema no tiene que ver con la mente. Surge del corazón. Es por esto que la divinidad puede
realizarse sólo por el corazón.
Hay muchos ejemplos para ilustrar esta verdad. Si toman el amor de las pastoras (gopis)
de Brindavan, por ejemplo, podrían preguntar para qué fin amaban a Krishna. No se preocupaban
por cosas mundanas. Sólo se preocupaban por la búsqueda espiritual. Cualquiera que mire la
conducta de las gopis desde un punto de vista mundano podría considerar sus acciones como
impropias. De la misma forma, el amor de Prahlada por lo Divino no fue entendido por aquellos
que lo juzgaban desde el punto de vista mundano. ¿Habría sido Prahlada capaz de soportar con
indiferencia todas las torturas a las cuales lo somietieron si hubiera sido una persona mundana?
Soportó, de niño, ordalías que ningún hombre hubiera podido aguantar.
Cuando los secuaces del rey lo aguijonearon con espadas, él le oró al Señor y alabó Sus
glorias sin derramar una lágrima o mostrar señal alguna de temor. Si su devoción hubiera estado
relacionada con deseos mundanos, ¿no debería haber llorado? ¿No debería haber mostrado algún
temor, siendo una mera criatura? Él no lo hizo porque el Señor Narayana estaba instalado en su
corazón. El nombre del Señor estaba siempre en su lengua. La conciencia de Narayana llenaba
todo su ser de la cabeza a los pies. Debido a esto, ninguno de los dolores que le infligieron con
instrumentos físicos lo afectaban en absoluto. Con sus pensamientos centrados en Dios, los dolores
del mundo no lo afectaban.
Miren el amor de las gopis. Cuando sus suegras les pegaban o sus esposos las
maltrataban, ellas no decían una palabra, no se quejaban, porque llevaban la imagen de Krishna en
sus corazones. ¿Habría sido posible para ellas soportar todos los males que les cayeron encima si
su amor por Krishna hubiera sido un amor meramente sensual? Eran simples aldeanas sin
instrucción, pero su amor por el Señor era tan trascendental que hasta Narada las alabó por su
devoción pura y sin mácula.
Sólo cuando lo que se pronuncia por la boca mueve el corazón a la acción, habrá una
conducta apropiada. Un aspirante decora la estatua de su deidad escogida y le hace ofrendas
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durante la adoración. Un granjero ara su tierra y la riega para cultivar el producto que ha escogido.
El devoto es el cultivador para el campo de su corazón. Debe irrigar el campo de su corazón con el
agua del amor, abonarlo con prácticas espirituales, sembrar las semillas del nombre divino y
cercarlo con la disciplina espiritual. Sólo entonces experimentará bienaventuranza - la
bienaventuranza del amor divino y no el amor mundano. Sin embargo, en esta Edad de Kali las
escrituras se leen pero no hay ningún cambio en el corazón que inspire un esfuerzo espiritual.
Como el corazón no es transformado y sublimado, las gentes llevan vidas vacías y futiles.
Cada buen pensamiento debe impulsarlo a uno a la acción. Por ejemplo, cuando un
aspirante canta un himno, él debe sentirse inmerso en su significado y volverse uno con él. Es el
corazón el que produce tal sentimiento de unidad. Dios reside en el corazón. Él está fuera del
alcance de los objetos externos. El hombre moderno derrama copiosas lágrimas para lograr
riqueza, salud, posición y fama. Se deja llevar por la corriente de sus lágrimas. ¿Derrama una sola
lágrima para obtener la gracia de Dios o ganarse Su amor? Purandaradâsa cantó: “¿De qué sirven
los ojos que no pueden ver a Dios?” Usan sus ojos toda su vida para ver el mundo externo. ¿Qué
es lo que logran con ello? Nadie intenta ver lo invisible. Las tareas diarias se repiten sin cesar - el
bañarse, el comer, el dormir, pero no hay ningún anhelo de ver al invisible divino. Sólo cuando
desarrollen ese deseo, sus vidas se volverán significativas. Es esto lo que les dará la paz.
Es debido a que no buscan aquello que debe buscarse, no experimentan lo que debe
experimentarse, que están hundidos en el dolor y no tienen ninguna paz mental. Es por esto que los
Upanishads declararon: “Llévame de lo irreal a la realidad, de la oscuridad a la luz, de la muerte a
la inmortalidad”. El significado de esta oración es que el hombre debe realizar la Realidad
permanente incambiante que subyace a las cambiantes apariencias del mundo fenoménico, dejar a
un lado su ignorancia de su propia y verdadera naturaleza y buscar la unidad con el inmortal Âtma,
el Espíritu Supremo, que reside en su cuerpo sujeto a degeneración y muerte. La búsqueda
espiritual no significa meramente dedicarse a la meditación, repetición del nombre sagrado o
alguna fórmula sagrada o similar. Abarca todas las actividades dirigidas a realizar al Âtma que ha
asumido una forma humana.
El cuerpo debe ser considerado como la base para la actividad espiritual. Con él como
base, es que deben dedicarse a la actividad espiritual. No deben considerar el cuerpo como un fin
en sí que hay que estar mimando y manteniendo con comodidad. Todas sus habilidades mentales y
las otras no deben ser usadas únicamente para logros mundanos. Sólo buscando el conocimiento
espiritual superior puede el hombre elevarse por encima del nivel del animal. El animal se
preocupa sólo del presente. Sólo el hombre puede tener conciencia de que el presente es el
producto del pasado y de que el futuro será determinado por lo que hace en el presente. Sólo si
actúan correctamente en el presente puede el futuro ser bueno y ennoblecedor. Esto requiere
firmeza y determinación para adherirse al camino de la rectitud sin importar las dificultades.
Hoy tienen una oportunidad dorada para actuar con este espíritu. Hagan el mejor uso de la
gracia de Sai para cambiar sus vidas. No dejen escapar esta gloriosa oportunidad para hacer de su
devoción el medio de su liberación. No escuchen lo que dicen los demás. Traten de corregir su
propia conducta y de redimirse a sí mismos. Usen su propia inteligencia y aférrense a la verdad a
la que lleguen. No se vuelvan esclavos de otros. Deben usar su propia capacidad de indagación y
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discriminación. Deben llegar a la verdad por sí mismos y ponerla en práctica. No deben ser
víctimas de dudas y vacilaciones.
A menudo sus problemas son creados por ustedes mismos. Si desarrollan una fe firme en
Dios y se entregan a Su voluntad, Él no les fallará. Este es el concepto de la entrega total
(sharanâgati) a la voluntad divina. La bienaventuranza que se puede derivar de esta rendición a
Dios no puede obtenerse por ningún otro medio. Consideren todo lo que les acaece como algo para
su propio bien. Descubran la bienaventuranza que se puede derivar de las pruebas y tribulaciones.
Fue durante los doce años de su exilio en la selva que la devoción de los Pândavas se desarrolló al
máximo.
No es una señal de verdadera devoción el esperar que la vida sea una cadena
ininterrumpida de felicidad y comodidad. ¿Es esto, en verdad, felicidad verdadera? Thyagaraja
preguntó si la felicidad estaba en la posesión de riqueza o en el servicio del Señor. Él no encontró
ninguna alegría en la adquisición de la riqueza. Él experimentaba la mayor alegría en reconocer la
omnipresencia del Señor. Similarmente, todos los devotos deben estar conscientes de la
inmanencia de Dios en todo y llevar a cabo sus deberes diarios como una consagración a lo Divino.
Si desarrollan tal devoción, el Señor iluminará sus corazones y los llenará de bienaventuranza.
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En este mundo no es posible hacer uso de nada sin transformarlo de una forma u otra para
hacerlo útil. No pueden tener arroz comestible sin quitarle la cáscara y convertirlo a granos de
arroz y luego cocinarlos. Similarmente, no pueden tener una tela sin transformar el algodón a hilo
y luego tejerlo en la tela. Asimismo, un ser humano necesita de una transformación con respecto a
tres cosas: la primera es la transformación corporal; la segunda, pertenece a la mente y la tercera,
es relativa al Âtma. El Âtma o Alma Divina es incambiante. Sólo este cuerpo y la mente requieren
transformación. ¿Cómo ocurre la transformación? Por ejemplo, si preguntamos si la plata o la
piedra pueden volverse Dios, la respuesta es ‘SÍ’.
Cuando un escultor convierte un trozo de roca en una bella imagen para ser adorada en un
templo, lo que estaba inerte y sin valor se vuelve sagrado. Esto es transformación. Similarmente,
una estatua hecha de plata se vuelve un objeto de adoración. De la misma manera, todo lo
mezquino y mundano puede ser transformado con el curso del tiempo en algo sagrado y divino.
Esa es la transformación necesaria para el hombre.
Tomen, por ejemplo, el cuerpo. Es una entidad que aloja mucho de malo y de indeseable.
Externamente tenemos gran cuidado del cuerpo por medio de baños y limpieza. Estamos
conscientes de la impureza externa y tratamos de librarnos de ella. Pero, ¿estamos conscientes de
las impurezas internas? ¿Cómo las purificamos? Para esta purificación interna, debemos adquirir
pensamientos sagradas y realizar actos sagrados.
Tenemos los conceptos del ser individual (jîva) y del ser divino (deva). El hombre está
compuesto de tres cualidades o gunas: sattva, la serenidad, rajas, la inquieta actividad y tamas, la
inactividad o inercia. Mientras formen parte de estos tres gunas, son un jîva. Una vez que han
trascendido estas tres cualidades, se vuelven deva.o Dios. Los tres gunas son como la cáscara que
cubre el arroz sin descascarar. Cuando le quitan la cáscara se vuelve arroz. Cualquier cosa que
hagamos, cualquier acción que emprendamos, si están permeadas con pensamientos centrados en
Dios, se vuelven sagradas. Hoy en día, en nuestras actividades de servicio, no tenemos este
elevado sentido de dedicación. Debemos librarnos del pensamiento de que las actividades de seva
son hechas para otros. Deben comprender que son emprendidas para su propio bien y para su
propio mejoramiento.
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En el Vedânta, esta identificación de nosotros mismos con otros se llama maitrî. En las
actividades de servicio, debemos desarrollar maitrî (amistad, amabilidad). Otra actitud que
debemos desarrollar es karunâ (compasión). La tercera se llama mudita (contento, alegría) y la
cuarta se llama upeksha (indiferencia por los resultados).
Luego viene mudita. Esto significa adquirir paz mental por medio del cultivo de la
ecuanimidad en la experiencia del honor y el deshonor, de la alabanza o la calumnia, la pérdida o la
ganancia, la alegría o la aflicción. Estos pares de opuestos deben considerarse como cosas que
vienen y se van, como nubes pasajeras. Cada servidor voluntario (sevak) debe desarrollar tal
ecuanimidad de mente.
El cuarto requisito es upeksha. Apeksha o el apego por los frutos, es lo que ata al hombre.
Upeksha o la indiferencia por los resultados, libera al hombre. Apeksha significa involucrarse con
asuntos mundanos. Upeksha significa librarse de estos. Tomen el ejemplo de una calabaza. Una
calabaza verde, cuando se coloca en agua, se hunde. La calabaza tiene mucha agua dentro y
cuando es colocada en agua se hunde. La misma calabaza, cuando está seca y no tiene agua dentro,
flota sobre el agua. ¿Cuál es la razón? En primer lugar, la calabaza tiene amistad por el agua y
hace al agua parte de su propio ser. Similarmente, cuando son mundanos ustedes mismos y se
mueven en el mundo, están atados a él. Cuando se libran de los apegos mundanos van hacia la
divinidad y se libran de la esclavitud por el mundo. El proceso de “liberarse” es lo que se llama
upeksha.
Esto no significa que deben renunciar al mundo. Viviendo en este mundo, deben
establecer un equilibrio entre la vida mundana y la vida espiritual. La vida del hombre es como oro
en su estado nativo, asociado con la tierra, que es impura. Es impuro en las etapas iniciales.
Cuando comiencen a purificar sus pensamientos, palabras y acciones, buscando buenos contactos y
cultivando nobles ideas, ustedes se transformarán. Este es el proceso de upeksha.
Más que las penalidades (tapas) o la meditación (dhyâna), el servicio a los demás es el
medio por el cual uno se transforma. Al prestar servicio, deben ser movidos por una genuina
preocupación por aquellos a quienes sirven. Deben tratar de averiguar la causa de su sufrimiento y
tratar de removerla. Sólo entonces pueden hacer un servicio desinteresado apropiado. Una
simpatía o caridad momentánea o el competir con otros para exhibir la propia generosidad no es un
verdadero seva. Si al hacer servicio, tratan de hacer algo que está más allá de su capacidad, es una
señal de su ego. Si dan menos de lo que pueden, entonces son como ladrones (negando a otros lo
que les corresponde). Deben usar el discernimiento en su servicio. Deben considerar el servicio
como un esfuerzo espiritual (sâdhana).
Deben creer que el servicio es un camino hacia la realización en Dios. Estas actividades
deben emprenderse no por el bien de Sathya Sai o ni siquiera por el bien de la sociedad. Son pura
y esencialmente por su propio bien. Es para transformar sus propias vidas que emprenden el
servicio. Por medio del servicio pueden cosechar los frutos de la repetición del nombre y de la
meditación. Haciendo a sus semejantes felices están haciendo feliz a Dios mismo.
El servicio que hagan no deben hacerlo por un sentido de compulsión o para complacer a
otros. Debe ser hecho de pleno corazón y espontáneamente. Al organizar actividades de servicio
no intenten comparar un estado con otros. Porque algunos estados han hecho algún trabajo en
algunos pueblos, no deben sentir que deben hacer lo mismo. Hagan lo que ustedes sientan es su
deber y lo que es necesario para las áreas en las cuales están trabajando. Háganlo con todo su
corazón sin compararse con los demás.
Tenemos el programa conectado con los Límites a los Deseos. Deben tomar conciencia de
que este programa no ha sido iniciado para recoger fondos. El objeto del programa es para impedir
el desperdicio del dinero, tiempo, alimento u otros recursos y para usar todos éstos para el bienestar
de la gente. El dinero que se ahorra no necesita ser guardado para las Organizaciones Sathya Sai.
Puede ser usado de la mejor manera que escojan para beneficio de otros. No malgasten el tiempo.
El tiempo perdido es vida perdida. El tiempo es Dios. Santifiquen todo el tiempo a su disposición
emprendiendo actividades de servicio en un espíritu puro y desinteresado.
Éstas son las metas del programa “Límite a los Deseos”. Nunca ha sido propósito de este
programa el recolectar dinero para las Organizaciones Sathya Sai. El objeto fue alentarlos a
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compartir su dinero con otros, para darles una oportunidad de utilizar sus recursos sobrantes para
algún propósito bueno y noble que santifique sus vidas.
Una persona recibe tres tipos de fuerza: fuerza física, fuerza mental y el poder del dinero.
Se ha dicho que todos éstos deben ser ofrecidos en sacrificio (yajña). Este sacrificio no es ofrecido
a Dios. Dios, quien les ha dado el cuerpo y la mente, no los necesita para sí. Dios es también la
fuente de todas las riquezas. ¿Qué es lo que Él pueda desear con su riqueza? Úsenla para fines
sagrados. El programa de servicio es únicamente para proveerles oportunidades de hacer que sus
vidas sean sagradas y merecedoras. Es para que desarrollen el espíritu de sacrificio.
¿Estaba más allá del poder de Rama el descubrir a Sita en Lanka por Sí mismo? ¿Qué
necesidad tenía Él de enviar a Hanuman? Rama quería que él fuera a la búsqueda para mostrar al
mundo la devoción, firmeza y fe de Hanuman. Es un caso de gracia por parte de Rama. De la
misma manera, si Sai quisiera hacer tantas cosas Él mismo, Él puede hacer cualquier cosa. Este
esfuerzo no es por el bien de Sai. Es hecho a través de estas organizaciones de servicio para que
los miembros de la organización tengan la oportunidad de hacer servicio y de redimirse. Traten de
entender la verdad básica de que estos medios de servicio les han sido proporcionados para que
obtengan un buen nombre para sí mismos y no para el bien de Sai.
69
Si la gente tiene nociones equivocadas acerca del programa de servicio, esfuércense por
remover sus dudas y expliquen los verdaderos propósitos. Por ejemplo, algunas personas dicen que
es debido a las Celebraciones del Sexagésimo Aniversario que se han embarcado en este proyecto
de “Límite a los Deseos”. Esta es una noción equivocada. Díganles a estas personas que no es así.
Sathya Sai no necesita nada y Él no les pide nada a ustedes. Nuestra idea es que debemos
emprender algún programa de desarrollo para que los pueblos pueden beneficiarse. La idea es
ahorrar el dinero que ahora se está malgastando de una forma u otra, para que pueda ser puesto a
disposición para hacer algo bueno. Por encima de todo, el propósito de todas las actividades de
servicio es efectuar una transformación del estado humano al estado de divino. Llenen su
corazones con lo Divino. Entonces habrá significado en su servicio voluntario.
El Mandir, Prashanti Nilayam, 14 julio 1984
17
Hay cuatro etapas en el viaje espiritual hacia Dios. En la primera, la mitad del tiempo de
la mente puede dedicarse a la persecución de las tres metas de la vida (purushârthas) - dharma (la
rectitud), artha (los objetos legítimos) y kâma (los deseos legítimos) - para ganarse uno la vida y
cumplir con sus deberes mundanos para con familia y parientes. Una cuarta debe ser usada en el
estudio de las escrituras y la restante cuarta parte en la contemplación de Dios. Gradualmente
procederá a la segunda etapa (la etapa intermedia) cuando sólo una cuarta parte del tiempo esté
dedicada a asuntos mundanos, la mitad del tiempo sea usada en el estudio de las escrituras y la
restante cuarta parte en la meditación en Dios. En la siguiente etapa superior, la mitad del tiempo
de la mente deberá estar dedicada al estudio de las escrituras y la otra mitad a la meditación.
En el Bhagavad Gita, Krishna ha declarado que Él y el Gita son uno. Cuando estudien
reverencialmente el Gita en su casa, deben considerarlo como a Krishna mismo instalado en su
santuario. Donde Krishna y el Gita residen, ya no es una mera casa sino un templo. Él ha
declarado que para aquellos que han instalado el Gita, el Ganges, el Gâyatri y a Govinda en sus
corazones, la liberación (moksha) es cierta.
Si el cuerpo es considerado como un hogar, hay en él un amo (el esposo) y una esposa. El
amo es una persona pura, sin mácula, sin vacilaciones. La esposa es veleidosa y llena de
impurezas. Es difícil que los dos se entiendan armoniosamente. Uno de ellos debe ceder al otro.
Obviamente, no es deseable que el puro e incorrupto esposo ceda a las maneras de la vacilante e
impura esposa. Si la esposa acepta la influencia del esposo y sigue sus mandatos, el hogar estará
lleno de paz y alegría. En el cuerpo, el amo de la casa es el Âtma, que es siempre puro y firme. La
mente, que siempre está vacilando y es poco firme, es la esposa. Es cuando la mente es
transformada y puesta bajo el control del alma (Âtma) que el cuerpo experimenta la
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18
El malestar y la cura
Arjuna había librado muchas batallas, pero nunca había experimentado la aflicción o el
apego. En la guerra del Mahabharata, sin embargo, el mismo Arjuna sintió que aquellos que
estaban alineados en su contra eran sus propios tíos, abuelos y maestros y se desalentó. Fue
víctima de la atadura a ‘lo mío’ y de su apego a sus parientes.
Cuando Krishna inició Su misión de paz, Arjuna estaba ansioso de librar la guerra contra
sus primos, los kauravas, y trató de persuadir a Krishna de hacer que Su misión de paz no tuviera
éxito. Arjuna le rogó a Krishna con toda la fuerza que pudo sacar, “Krishna, esta cuestión no
puede ser dirimida con negociaciones. Los kauravas no van a acceder a ningún compromiso. ¿Por
qué hablar palabras de paz? Ellos nunca las aceptarán. ¡No intentemos esa misión! ¿Aceptará
este lote de arrogantes nuestras proposiciones? ¿Por qué desperdicias Tus esfuerzos, Oh
Krishna?”
Cuando Krishna oyó estas palabras, se enojó mucho y reprendió a Arjuna: “Esta
debilidad de mente es inaceptable para un afamado guerrero como tú, estimado como un héros sin
rivales. Pareces estar sufriendo de timidez. La batalla está a punto de iniciarse. Las preparaciones
para la guerra se han estado haciendo durante los últimos tres meses. Si hubieras mostrado esta
vacilación en el comienzo, yo nunca hubiera asumido esta tarea. Pero, depués de obtener la ayuda
de nuestros aliados y parientes y de reunirlos a ellos y a sus fuerzas, si te retiras de la lucha, estarás
imcumpliendo el dharma de un verdadero guerrero (kshatriya). Pareces más bien un pusilánime y
débil de corazón. Las generaciones futuras te despreciarán por tu cobardía. Tú eres conocido por
el nombre de Arjuna. Recuerda el significado de este nombre.”
Arjuna significa sagrado y puro. La ignorancia de sí mismo era la única razón por la
angustia que lo había sobrecogido. Totalmente consciente de la naturaleza de esta particular
enfermedad, Krishna se preparó para tratarla. Krishna podría haberle enseñado en seguida el
“bhakti yoga”, el “karma yoga” y el “nishkâma yoga” a Arjuna. No lo hizo. De hecho, Krishna
empezó a hablar solamente en el segundo capítulo. El primer capítulo del Gita está dedicado a la
narración del dolor y angustia de Arjuna. Krishna le permitió expresarse. Krishna comenzó Su
enseñanza a partir del verso 11 del segundo capítulo. Hasta entonces, Krishna había escuchado
con extrema paciencia todo lo que Arjuna decía. Entonces le preguntó, “¿Has dicho todo lo que
tenías que decir?” Arjuna se quedó en silencio. Krishna le dijo, “La enfermedad que te está
afectando es debilidad mental. Yo sé cómo curarla. Lo voy a hacer. Tu ignorancia es responsable
por este apego y embobamiento”. Entonces instruyó a Arjuna en el “sânkhya yoga” (el camino
del conocimiento o jñâna).
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El Sankhya Yoga nos permite distinguir entre lo eterno y lo transitorio, entre el Âtma y lo
anâtma. Implica el tener conciencia de la verdad básica, por eso, una persona que sufre de
ignorancia, ¿cómo puede comprender el Âtma y lo anâtma? De todos modos, cuando un paciente
está en gran peligro, el doctor trata de sacarlo del peligro. Después puede darle el tratamiento
regular. A menos que el paciente sea salvado del peligro, los otros remedios serán fútiles. Cuando
una persona se está ahogando, primero hay que sacarla del agua a la orilla y entonces darle el
tratamiento necesario. No empezamos el tratamiento mientras la persona está luchando
frenéticamente. Por eso Krishna al comienzo le dio a Arjuna una fuerte inyección de valor para
salvarlo de la aflicción y el abatimiento. Le explicó el principo del Âtma y de lo anâtma. “Arjuna,
con temor no serás capaz de lograr nada. No te dejes vencer por el temor; tú eres el intrépido
Âtma. Es sólo en ese estado de conciencia átmica que yo puedo hacer que logres la victoria”.
Krishna dijo: “Arjuna, tú piensas que estas personas son tus parientes y amigos. Pero,
considera esto, ¿quién es un pariente? ¿quién es el cuerpo? ¿quién es el Morador Interno? Todos
los cuerpos son como burbujas en el agua. Tú y Yo y estos amigos y parientes hemos estado en
existencia en muchas vidas anteriores. El cuerpo, la mente y la inteligencia son todos agentes
temporarios. Son como la ropa que nos ponemos y nos quitamos. Son inertes. ¿Por qué
desarrollar un apego tan fuerte a estas cosas, sometiéndote a la aflicción y al apego! Haz tu deber:
Todo el honor y otras cosas que se te deben como príncipe, serán derramadas sobre tí. En el
campo de batalla, no puede haber lugar para pusilanimidad. No puedes jugar dos papeles al
mismo tiempo cuando uno de ellos está opuesto al otro. Ahora estás en el campo de batalla y has
venido a pelear. Así que, PELEA!”
Nuestro cuerpo mismo puede llamarse un Dharmakshetra, pues, cuando nace un niño, es
puro y sin mácula. No es víctima aún de ninguno de los seis ‘enemigos del hombre’ como la ira,
la codicia, la lujuria, el egotismo, el orgullo y los celos. Está siempre feliz. Llora sólo cuando
tiene hambre. No importa si es rey o plebeyo, santo o ladrón, el niño es feliz. El cuerpo del niño
no es afectado por ninguna de las tres cualidades innatas (gunas) y es un Dharmakshetra. A
medida que va creciendo el cuerpo, comienza a acumular cualidades tales como los celos, el odio y
el apego. Cuando estas malas tendencias se desarrollan, el cuerpo se vuelve un Kurukshetra.
La batalla entre los Pandavas y los Kauravas no duró más de 18 días, pero la guerra entre
las buenas y malas cualidades en nosotros se libra durante toda la vida. Las cualidades de la
pasión (rajas) y de la inercia (tamas) están asociadas con el ego y el sentido de ‘lo mío’. La
74
palabra pândava misma significa pureza y naturaleza sátvica. Pându significa blancura y pureza.
Los hijos de Pandu, los cinco Pandavas, eran puros. La guerra entre los Pandavas y los Kauravas
significa la guerra interna dentro de cada uno de nosotros; es la guerra de la cualidad de la bondad
(sattva) con las otras dos (rajas y tamas) la pasión y la inercia.
‘Dhritharashtra’ significa uno que considera suyas las cosas que no le pertenecen. Él no es
el cuerpo; pero él lo posee. No es los sentidos, pero deriva orgullo de poseerlos. Una persona que
considera el reino que no le pertenece como suyo propio, es un ‘Dhritharashtra’. Cada persona del
linaje de Dhritharasthra se identificaba con el cuerpo y los sentidos, lo cual los llevó a la tragedia.
Entre los Pandavas, había algunos que eran superiores a Arjuna en algún respecto.
Dharmaraja, el hermano mayor, era más sereno. ¿Por qué entonces no se le enseñó el sagrado Gita
a él? En términos de proeza física, Bhima era una persona mucho más fuerte. ¿Por qué no se le
dio a Bhima? ¿Por qué le fue enseñado a Arjuna? Dharmaraja era la personificación del dharma
sin duda, pero no tenía la previsión de visualizar los estragos de la guerra. Él no consideró cuáles
iban a ser las consecuencias de su acto. Se volvió sabio sólo después. Bhima tenía enorme fuerza
física y valor, pero no tenía suficiente inteligencia. Pero Arjuna tenía previsión. Él le dijo a
Krishna, “Preferiría estar muerto que luchar contra estas personas, porque si ganara, sería a costa
de matarlos y causar mucho sufrimiento”. En contraste con esto, Dharmaraja libró la guerra y
cuando hubo perdido a todos sus parientes, ¡se sentó desalentado a lamentar todo lo que había
sucedido!
Cuando uno actúa sin previsión, uno debe arrepentirse por las consecuencias de la acción
indiscriminada. Esto fue el caso con el rey Dasharatha. En la guerra entre los dioses y los
demonios, luchó del lado de los devas, tomando a la reina Kaikeyi, hija del rey de Kashmir, con él.
Ella estaba bien instruida en el arte de la guerra. Fue Kaikeyi quien enseñó la estrategia de la
guerra y el arte de la arquería a Rama. Mientras Dhasharata estaba ocupado en la batalla, una de
las ruedas de su carro estaba a punto de desprenderse ya que el pasador del eje se había salido.
Kaikeyi salvó la situación usando su dedo como pasador para sostener la rueda en posición.
Después del fin de la batalla, Dhasharatha notó que la mano de Kaikeyi estaba sangrando a
profusión. Viendo su problema y dándose cuenta de su valor y sentido de sacrificio, Dhasharatha
le dijo, “Kaikeyi, puedes pedirme dos dones”. No especificó qué tipo de dones podía ella pedirle
ni cuándo. Él prometió estos dones sin pensar acerca de las consecuencias. Kaikeyi le pidió estos
dones luego, en un momento que era ventajoso para ella pero desastrosamente mortal para él!
Krishna consideró que Arjuna era la persona más adecuada para absorber el Gita. Arjuna
previó los resultados de la guerra y por esto que quiso huir de la pelea. Él sabía que las
consecuencias serían terribles. Sólo un corazón puro puede sentir pena por algo aun antes de que
tenga lugar el evento.
Krishna y Arjuna habían sido compañeros inseparables durante setenta y cinco años,
porque Arjuna era un corazón puro. Aunque habían vivido tanto tiempo juntos, Krishna no había
instruido a Arjuna porque durante todo ese período Arjuna se estaba moviendo con Krishna como
su cuñado. Estaba consciente sólo de la relación familiar. El momento en que Arjuna se rindió
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ante Él y aceptó el discipulado, Krishna asumió entonces el rol de maestro. Si realmente deseamos
adquirir conocimiento superior de alguien, esto es posible sólo cuando se haya establecido la
relación de preceptor (guru) y discípulo (sishya).
Cuando Arjuna le dijo a Krishna, “Tú eres mi padre; tú eres mi madre, tú eres mi maestro,
tú eres mi riqueza y mi todo”, rindiéndose totalmente ante Krishna, sólo entonces Krishna
respondió: “Tú eres mi discípulo; tú haces mi trabajo; haz todo para Mí y Yo cuidaré de tí”.
Mientras trataba del Sânkya Yoga, Krishna le enseñó a Arjuna cómo rendirse totalmente
a Su voluntad. Krishna liberó a Arjuna del sentido de identificación de su cuerpo con el Âtma, el
espíritu divino que mora dentro de uno. Mientras persista esa dominante conciencia del cuerpo, no
seremos capaces de practicar ninguna disciplina espiritual así sea la del dharma marga, karma
marga o bhakti marga. De hecho, los apegos contaminan el corazón. Si no se limpia el corazón
de estas impurezas, no es posible llenarlo de sentimientos sagrados. “Arjuna”, dijo Krishna, “tú
estás inmerso en la conciencia del cuerpo. Desecha este engaño, sólo entonces podré llenar tu
corazón de sabiduría y bienaventuranza”.
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19
Las enseñanzas del Gita comienzan en el segundo canto con las palabras del Señor: “Tú te
afliges por cosas por las cuales no deberías afligirte” (Ashochyân anvashochas tvam - 2:11).
Empezando con esta declaración, el Gita gradualmente revela los medios con los cuales se puede
eliminar la aflicción. El señor le dice a Arjuna: “Te lamentas por lo que no deberías lamentarte”.
Todas las cosas en el universo tienen cinco cualidades: Existencia (asti), percepción
(bhâti), bienaventuranza (priyam), forma (rûpam) y nombre (nâmam). Las tres primeras
cualidades son también llamadas sat, chit y ânandam o ser, conciencia y bienaventuranza absoluta.
Estos tres atributos son eternos y, por tanto, divinos. Para ellos no hay nacimiento ni muerte. Pero
la forma y el nombre son creaciones artificiales. Como son productos artificiales están sujetos a
cambios. Son como las relaciones en una familia. Vienen y se van y no son miembros
permanentes del hogar. Asimismo, la alegría y la aflicción son también relaciones familiares que
vienen y se van. El imaginar que estas relaciones pasajeras son realidades eternas y desarrollar
apegos permanentes a ellas, es equivocado. Estas relaciones pueden cambiar y desaparecer. El
sentir dolor por la pérdida de tales relaciones no es apropiado.
El cultivo de las buenas cualidades implica desechar todas las malas cualidades. Entre
estas últimas, dos son particularmente indeseables. Son la envidia (asûya) y el odio (dvesha).
Estas dos malas cualidades son como dos conspiradoras, una ayuda y apoya a la otra en cada
acción. La envidia es como la peste que ataca la raíz de un árbol. El odio es como la peste que
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ataca las ramas, hojas y flores. Cuando se combinan las dos, el árbol, que puede verse bello y
floreciente, queda totalmente destruido.
Arjuna le pidió a Krishna que se bajara del carro y entrara a la casa. En su engreimiento,
se consideraba el amo del carro y Krishna sólo el conductor y de acuerdo a la práctica
acostumbrada, el conductor debía bajarse primero y sólo entonces el amo podía bajarse. Aunque
Arjuna repetidamente le pidió a Krishna que bajara primero, Krishna le dijo a Arjuna que él debía
bajarse primero. Finalmente, para evitar un desagradable incidente con Krishna debido a que
necesitaría su ayuda para la batalla del día siguiente, Arjuna se bajó del carro. Krishna le pidió
que entrara inmediatamente a la casa y después de que Arjuna hubiera bajado, Krishna saltó del
carro. Inmediatamente, todo el carro se incendió. Viendo esto, Yudhishthira y Arjuna le
preguntaron Krishna la razón por un evento tan extraordinario.
Una vez que la envidia echa raíz en la mente del hombre, ésta, con el debido tiempo,
destruye todos sus otros logros. Promueve cualidades demoníacas. Deshumaniza al hombre. Lo
reduce a la condición de un animal. Debido a su mala tendencia, la envidia debe ser desenraizada
desde el principio. Deben aprender a disfrutar de la prosperidad y de la felicidad del otro. Esta es
una gran virtud. Es una de las enseñanzas del Bhagavad Gita. En el noveno canto del Bhagavad
Gita, Krishna le dice a Arjuna, “Oh Arjuna, sé libre del mal de la envidia. Vúelvete carente de
envidia”.
Una persona libre de envidia puede convertir a la Divinidad misma en un bebito. Esto es
ilustrado por la historia de Anasuya. Cuando Brahma, Vishnu y Maheshvara vinieron a ella para
probar su castidad y pureza, las tres divinidades fueron transformadas en infantes por el poder de
la pureza de Anasuya. Al librarse uno de la envidia, uno puede hasta conquistar las cualidades de
la pureza, la pasión y la inercia. La envidia no sólo hace daño a los demás sino que es también
autodestructiva. Para el hombre lleno de envidia, no hay sueño y él no puede siquiera comer con
gusto. Es como una enfermedad consuntiva que debilita a la persona desde adentro. Es una
enfermedad debilitante muy difundida en esta edad de conflicto (Kali Yuga). Es debido a la
envidia que el hombre es presa de la intranquilidad.
Una vez Buda salió a buscar limosnas. Estaba acercándose a un pueblo donde había una
serie de devotos de Buda. En ese momento, algunas personas malvadas lo confrontaron en el
camino y lo insultaron de varias maneras. Buda se sentó en una roca cercana sin proseguir su
camino. Se dirigió a sus atacantes, “Amados hijos, ¿cuál es el placer que derivan de insultarme?”
Sin darle las razones, continuaron insultándolo en los peores términos. Buda se sentó diciendo,
“Si el insultarme les da placer, disfrútenlo pues”. Agotados por el maltrato que le daban, se
estaban preparando para irse. En ese momento, Buda les dijo, “Yo me quedé aquí todo este
tiempo porque si hubiera entrado al pueblo, mis devotos allí los hubieran matado al oírlos
insultarme delante de ellos. Es para salvarlos de esta calamidad que yo me quedé aquí y soporté
todos sus insultos, dándoles libre rienda”.
“Si queremos complacer a otros, tenemos que hacer muchas cosas y hasta gastar mucho
dinero. ¡Estoy feliz que hoy, sin incurrir en ningún gasto o tomarme el trabajo pude darles tanto
placer a todos ustedes! ¡Qué buen día ha sido éste para mí!”, exclamó Buda. “Ustedes han
derivado alegría de insultarme. Así, soy la causa de su alegría. Les he dado satisfacción con ello.
Para traer comodidad y felicidad a las personas, muchos construyen chozas, cavan pozos o hacen
otros actos caritativos. Pero sin emprender ninguno de estos actos, he podido darles gran
satisfacción a estos malvados hombres. Este es un gran logro, en verdad,” observó Buda.
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Buda también les dio otra lección. Él le preguntó a uno de ellos: “¡Hijo! Un mendigo
viene a tu casa pidiendo limosnas: ‘¡Oh Bendita Madre, dame algo de comida!’ Tú traes algo de
comida. Si el mendigo dice, ‘“Esto no son las limosnas que he pedido y no las aceptaré’ ¿qué
harías?” El hombre respondió: “Yo me guardaría la ofrenda”. Buda dijo, “De la misma manera,
trataste de ofrecerme la limosna de tus insultos. No la acepté. ¿A quién pertenece? Queda
contigo. Así, sólo te has insultado a tí mismo, no a mí,” dijo Buda.
Una vez un sabio tenía un bello jardín en el cual cultivaba una variedad de flores y frutas.
Hasta en él el egoísmo levantó su cabeza y a la zaga, el odio también se unió a la malvada ralea.
Viendo esto, el Señor, que sentía que un sabio que llevaba la túnica azafrán y alardeaba haber
renunciado a todos los apegos, no debe entretener tales malas cualidades, entró al jardín del sabio
bajo la guisa de un viejo brahmán para reformar al sabio.
El brahmán vio un árbol y alabando sus bellas flores y frutos, le preguntó al sabio quién
era responsable por el cultivo de un jardín tan lindo. El sabio respondió, “¡Oh, Venerable
Brahmán! Este jardín ha sido creado por mí con mis incansables esfuerzos, noche y día, cuidando
cada planta como a un niño. Cada árbol ha sido sembrado y cuidado por mí. Toda la poda y
disposición del jardín es mi obra”. Y así sucesivamente, alardeaba “que todo es mi trabajo, mi
logro”. Todas estas flores y frutas las estoy cultivando por el bien de otros”, dijo.
El brahmán salió y poco tiempo después, una vaca entró al jardín y causó destrozos entre
las flores. Viendo esto desde una distancia, el sabio le tiró un gran palo a la vaca. El momento en
que el palo golpeó a la vaca, el animal murió. El sabio internamente temió ser culpable del pecado
de haber matado la vaca. Mientras tanto, el viejo brahmán regresó y, viendo la vaca muerta,
exclamó: “¡Qué lástima! ¿Quién puede haber matado la pobre vaca?” El sabio respondió: “Todo
es la voluntad de Dios. De otra forma, ¿cómo podría la vaca perder la vida aunque alguien
quisiera matarla?”
Inmediatamente el brahmán dijo: “Tú cultivaste el jardín e hiciste florecer las flores. Pero
cuando muere la vaca, Dios es responsable por su muerte, ¿no es así? Tú reclamas el crédito por
todas las cosas buenas, pero cuando algo malo sucede, tú lo atribuyes a Dios. Tu engreimiento es
totalmente indigno.” El brahmán entonces reveló Su verdadera forma y dijo: “Yo no soy un
brahmán. He asumido esta forma sólo para remover el ego que se ha enraizado dentro de tí”.
Cada quien debe esforzarse por librarse del egoísmo, la envidia y el odio. Esta
eliminación no se puede lograr por el mero estudio de libros. Se requiere de un esfuerzo
constante. Cultivando el amor y dedicando todas las acciones a Dios es como se pueden eliminar
estos rasgos malignos. Mientras quede algo de envidia, en una cantidad mínima, destruirá cada
buena cualidad dentro de nosotros. Es por esto que el Gita enseña que la eliminación total de la
envidia es un requisito primordial para el aspirante espiritual.
81
Sólo cuando la vida diaria de uno está gobernada por el cultivo de las virtudes y la
promoción de un ambiente conducivo al esfuerzo espiritual es posible captar el significado de la
autorrealización. El Alma suprema es sutil y todopenetrante. Su refulgencia está en todas partes.
No está incorporada en ningún objeto particular. Brilla en todas partes. Tenemos luz en este
salón. ¿Cuál es la fuente de esta luz? Es una lámpara que está ardiendo en algún lugar. La llama
de la lámpara tiene una forma, pero la luz que emana de ella no tiene forma. El Âtma tiene
refulgencia pero no tiene ninguna forma ni nombre. Puede asumir cualquier nombre o forma. Las
formas y nombres están sostenidos por el Âtma.
20
Los keralitas creen que el Señor, que encarnó como Vamana, y el Emperador Bali, quien
fue inmortalizado por la gracia de ese Avatar, bendicen esa región de la India con su presencia
juntos este día. En cada hogar, son adorados con flores, incienso, ofrendas rituales, cantos, danzas
y deportes folclóricos. La tradición declara que el emperador oró por la oportunidad de revisitar el
área sobre la que había gobernado y que había amado e insistió en que el Señor que lo había
conducido a la autorrealización debía llevarlo. Esta fe está siendo recompensada cada año.
Muchos logran la visión de ambos, Vamana y Bali, allí así como en otras partes.
Bali era un demonio (asura) por nacimiento pero emuló a su padre, Virochana, quien
había logrado grandes alturas espirituales por medio de actos de autosacrificio y a su abuelo,
Prahlada, uno de los más grandes devotos del Señor. Él gobernó sobre su vasto imperio con
vigilante cuidado y afecto. Sus sujetos eran saludables, felices y llenos de gratitud. La gente era
tan próspera y santa que no había una sola persona que careciera de nada en todo el reino.
El preceptor del emperador se dio cuenta de que el mendicante era el Señor Mismo y que
los tres pasos abarcarían todo el imperio de Bali y más. Le advirtió a su discípulo del desastre que
sobrevendría. Trató personalmente de impedir el don, entrando en el pico del recipiente usado por
el emperador para concluir el rito de la donación. Cuando se insertó un manojo de hojas de grama
en el pico para quitar la obstrucción, Shukracharya perdió el ojo que fue tocado por el manojo.
Enseñar y practicar son los dos ojos del guru. Shukracharya enseñaba pero él mismo no honraba
su enseñanza, de modo que la pérdida del ojo fue altamente simbólica.
Los ‘tres pies’ de espacio que el Señor deseaba aceptar y santificar después de
magnificarse en el Triple conquistador (Trivikrama) son a menudo identificados como la tierra, el
espacio y el espacio externo, o bhû loka, bhuvar loka y svar loka. Pero el Señor, que ha
proyectado el cosmos por Su propia voluntad, no ansía tener ni una fracción de Su propia creación.
Ni están los tres mundos (lokas) situados uno encima del otro. Son regiones de conciencia,
existiendo contemporáneamente en Bali y en cada uno de los demás. Cuando ponen su atención
en los lokas, su personalidad individual no se impone a su atención; cuando se pone atención en la
personalidad individual, los lokas se esconden de la vista.
84
Cuando miran esta silla como una silla, no están conscientes de la palabra; cuando
observan la palabra, la silla se esconde de la vista. Tomen el caso de la estatua de plata de Shirdi
Sai Baba. Cuando la adoran como Sai Baba, no están conscientes de la plata; cuando tienen
conciencia de que es tanta plata, excluyen a Sai Baba. Así, también, cuando el hombre se
concentra en el bhû loka dentro de sí, los otros dos están fuera de su cognición.
El bhû loka en el hombre es el hogar físico del cuerpo que él lleva y en el cual reside o
sea el deha loka. El bhuvar loka en él corresponde al equipamiento o envoltura vital (prâna loka)
que activa el mundo físico (bhû loka) y el principio de la conciencia engastado en él y el svar loka
es la caja del tesoro interno, la bienaventuranza o ânanda, que impulsa por su misma presencia el
florecimiento del botón espiritual. Vamana buscó el consentimiento en el proceso divino de
purificación y santificación de estos tres niveles de su ser: el cuerpo, la conciencia y la esencia
cósmica. ¡Vamana habló de su bendición, simbólicamente, como una ‘medida de tres pies’ de
tierra!
Y Bali, inconsciente del significado interno, convino en dar a Vamana lo que obviamente
Él quería. ¡Estaba en verdad en gran éxtasis ante la oportunidad única de ofrecer al Señor lo que
Él le pedía de aquello que Él mismo le había dado!
Vamana asumió Su forma cósmica y midió los tres pasos, cubriendo el cosmos,
incluyendo a Bali. Bali se rindió totalmente a la voluntad divina y fue ampliamente
recompensado. Vivió de acuerdo con la herencia que le había sido transmitida por su padre
Virochana y su abuelo Prahlada. El Bhagavata Purana declara que fue consignado al sutala, la
más sagrada de las regiones inferiores. En otras palabras, Bali fue bendecido con una visión
interna del Señor en su corazón. El Señor le aseguró que Él le otorgaría Su constante presencia en
la región del sutala. El mensaje de Onam es que el Señor se gana por medio de la total rendición
del ego. Cuando el corazón es puro, el Señor reside allí y guía al hombre hacia Sí mismo.
Prashanti Nilayam, 7-9-1984
21
Cuando un trabajo es emprendido con una actitud egoísta, impulsado por motivos egoístas
e inspirado por esperanzas de autoadelanto, se alimenta de codicia, orgullo, envidia y odio.
Entonces, ata el lazo y promueve el sentimiento de apego a trabajos cada vez más provechosos.
Promueve ingratitud hacia aquellos que prestaron sus manos y cerebros y hacia Dios mismo que
proveyó a la persona con el impulso y las destrezas. “Yo lo hice”, dice uno cuando el trabajo es
exitoso; u “otros lo dañaron”, cuando fracasa. Siguen el resentimiento, la depresión y la
desesperación cuando el trabajo resulta en fracaso.
Cuanto más se apega uno a los frutos, tanto más intenso y doloroso es el sentimiento
cuando uno es decepcionado. Los únicos medios, entonces, para escapar tanto del orgullo como
del dolor es dejar el resultado a la voluntad de Dios, mientras uno está feliz en el pensamiento de
que uno ha cumplido su deber con toda la dedicación y cuidado de que uno es capaz. Nadie puede
hacer más que lo mejor de sí. El cuerpo está dotado de sus excelencias y defectos inherentes para
que pueda ser usado, en cada momento de la vida, para fines que puedan santificar el tiempo por
medio del servicio, el sacrificio y el amor.
La palabra karma traducida como trabajo o acción también connota los ritos prescritos
por los Vedas en la sección de este nombre. Están enfocados a obtener una variedad de beneficios
materiales para las personas que los realizan. Algunos de ellos prometen como recompensa hasta
una estadía en el paraíso. Pero, todos están orientados hacia los resultados. Aunque limpian la
mente y promueven el renunciamiento, dan los mejores resultados sólo cuando tienen el logro de
la paz y prosperidad mundial como meta. Entonces, karma se vuelve karma yoga, es decir, karma
uncido a ideales desinteresados. Todos los actos emprendidos por las personas después de que
éstas han entregado su voluntad y necesidades al Señor, como dice el Gita: “Abandona toda idea
de lo que debes o no hacer, tan sólo ríndete a Mí” (Sarva dharmân parityajya, mâm ekam
sharanam vraja - 18.66), se vuelven tan sagrados y tan puros que no nos atan ni por la cadena de
hierro de la miseria ni por la cadena dorada de la exultación.
86
Es como un océano de sabiduría espiritual del cual cada uno puede sacar la cantidad que
el recipiente que lleva puede contener. El buscador racional, el aspirante activo y el aspirante
devocional pueden todos obtener atención y cuidado del Señor. De hecho, el Gita infunde a cada
acto de la vida la sublimidad del Vedanta, la inmanencia y trascendencia del principio divino. El
Vedanta es interpretado en términos tan simples que hasta el hombre común puede entenderlos y
observarlos en la vida diaria.
22
Significancia de la adoración a
Ganesha
Vinâyaka significa uno que remueve todos los obstáculos en el camino del cumpli-miento
de cualquier acción. Vinâyaka también demuestra la verdad de que fue a Sus padres divinos
(Parameshvara y Pârvati) a los que él debía su nacimiento y existencia y a quienes debía buscar
como sus redentores. Esta es la razón por la cual es descrito como Vinâyaka y Vighneshvara (El
Señor de los Obstáculos). También se le llama Ganapati, el Señor de todos los Ganas (las huestes de
espíritus). Hay un significado interno en este nombre. Ganapati es conocido por su suprema
inteligencia. Es debido a esta inteligencia que es capaz de mantener bajo su control el vasto ejército
de espíritus.
Sólo la persona que tiene un agudo poder de intelecto puede realizar esta naturaleza de la
divinidad. El santo Thyagaraja inquiría si uno necesitaba una inteligencia refinada para reconocer al
Señor. ¿Cómo pudo un mono (Hanuman) cruzar el océano? ¿Cómo pudo Lakshmi alcanzar al
Señor? ¿Cómo pudo Yashoda atar a Krishna? ¿Cómo pudo Bharata disfrutar la gloria de Rama sin
saciarse? Todo esto era debido al poder de la suprema devoción al Señor. No hay nada más grande
que la devoción a Rama, declaró Thyagaraja.
Ganapati, que tenía un cuerpo muy grande y tenía como vehículo un ratón, aparentemente
no era un contendiente para su hermano menor. ¿Cómo podía esperar darle la vuelta al mundo?
Viendo a Ganesha sentado allí contento sin unirse a la carrera, los divinos padres le preguntaron por
qué no había salido aún. Lo instaron a ponerse en marcha. Pero Ganapati continuó disfrutando de
lo que estaba comiendo y no parecía estar apurado en salir.
Poco después, viendo que Subrahmanya se estaba acercando al lugar, Ganapati dio una
vuelta alrededor de sus padres y sentándose delante de ellos reclamó que él había dado la vuelta al
mundo. Parvati le preguntó: “Si no has dado la vuelta al mundo, ¿cómo es que reclamas haber
hecho esto con sólo darnos la vuelta a nosotros?” Ganesha respondió: “¡Oh Madre! El mundo
entero está permeado por ustedes dos. Si doy la vuelta alrededor de ustedes, ¿no es igual a dar la
vuelta al mundo? ¿Cuál es el sentido de afirmaciones tales como: “Todo está habitado por el Señor”
(Îshâvâsyam Idam Sarvam) o “Vasudeva lo es todo (Vâsudevas sarvam idam)? Tú eres
Omnipresente y el darte la vuelta es equivalente a circunvalar al universo,” dijo. Parameshvara le
regaló una fruta a Vinayaka y dijo: “Debido a que tienes un intelecto agudo, serás el amo de todos
los espíritus (ganas)”. Es por esta razón que Vighneshvara es adorado por todos antes de llevar a
cabo cualquier función auspiciosa, así sea entrar a una casa o realizar una ceremonia matrimonial o
cualquier otra función religiosa.
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Debe también notarse que la familia del Señor es una familia ideal, que mantiene la
armonía y paz a pesar de los elementos antagonistas presentes entre ellos. Los vehículos de Shiva
(el toro), Parvati (el león), Ganesha (el ratón) y Subrahmanya (el pavo real) son en su estado natural
enemigos unos de otros. Pero viviendo en la presencia del Señor dejan a un lado su enemistad y
viven en paz. La armonía en la familia divina muestra que donde está la divinidad hay paz y
amistad. El odio y la envidia surgen cuando se olvida o ignora la omnipresencia de lo Divino.
Los días santos como el Aniversario de Vinayaka (Vinayaka Chathurti) debe celebrarse
sólo para recordarles tales verdades sagradas y para santificar sus mentes y vidas en consecuencia.
No deben ser tratados como días festivos para festejar y divertirse. Ganapati debe ser adorado para
que todos los Ganas o espíritus se vuelvan amistosos y nos ayuden. Thyagaraja cantó que si él tiene
la gracia del Señor (daivânugraham) todos los planetas (grahas) estarán en sus manos. Debemos
purificar nuestros corazones para que el Señor pueda derramar Su gracia sobre nosotros. Toda la
educación, todo el dominio de las escrituras y todas las clases de adoración no servirán de nada si el
corazón no está lleno de cualidades como el amor, la compasión y la tolerancia.
23
El mundo entero es una manifestación de los tres gunas. De estos tres, rajas y tamas son
fuentes de problemas. Son responsables por todas las aflicciones, dolores, perturba-ciones y
problemas. Tamas tiene seis atributos: el sueño, la modorra, el temor, la ira, la pereza y la inercia.
Un granjero que desea cultivar algo debe remover, primero, las malas hierbas de su campo.
Si crecen diferentes tipos de malas hierbas, la cosecha será afectada adversamente. El remover las
malas hierbas es una precondición esencial para obtener una buena cosecha. Del mismo modo, un
aspirante espiritual que desea obtener la felicidad del Âtma, debe remover de su corazón las varias
manifestaciones de rajas y tamas en la forma de malicia, deseo, codicia, ira, odio y envidia. Estos
seis enemigos del hombre son hijos de las cualidades de rajas y tamas No podrán experimentar la
alegría del alma individual mientras estas malezas sigan allí. Por lo tanto Krishna le pidió a Arjuna
que removiera estas cualidades de su corazón.
Si invitamos a algún gran hombre, como un santo o una persona erudita, a nuestra casa,
tendremos que hacer algunas preparaciones para hacerla presentable. Debemos limpiar la casa y los
alrededores antes de que el huésped venga a nuestra casa. Una casa que no esté limpia carece de
santidad y los grandes personajes no irían a tales lugares. De la misma manera, si invitamos a un
ministro o a un gobernador a nuestro pueblo, debemos limpiar la carretera y decorar el camino y
mantener todo en orden y apropiado para recibir al eminente visitante. Si tomamos tanto cuidado y
precaución cuando invitamos a una persona que sólo tiene una posición temporal, ¡cuanto más
limpio debemos mantener nuestro corazón si invitamos al Creador y protector del mundo mismo a
entrar! Sólo cuando purifiquemos nuestro corazón Dios podrá entrar.
Para tomar otro ejemplo: En estos días, cuando van a un picnic, llevan un espejo, un peine
y un pañuelo. ¿Por qué llevan estas cosas? En el camino, el viento puede despeinarlos y pueden
necesitar un espejo y un peine para arreglarlo. Cuando se sientan acalorados y cansados, puede
haber algún sudor en la cara, así que usan un pañuelo para secarse. Estas tres cosas le ayudan a uno
a mantener nuestra apariencia. De la misma manera, si desean corregir la perturbada belleza de la
mente, deben tomar ciertas cosas.
Si su pelo está despeinado o no, lo muestra el espejo. Para averiguar si su mente está
perturbada o no, la devoción actúa como el espejo. Este espejo también debe estar limpio. Si el
espejo está limpio, será fácil ver si hay alguna impureza en la mente o no. Cuando reconocemos que
la mente está perturbada, debemos corregirla; para este fin, necesitamos el peine de la sabiduría. La
tela con la cual enjugamos el sucio de nuestro corazón es el desapego (vairagya). Esto remueve
todo el sucio. En el viaje de la vida, dondequiera que vayamos, necesitamos tener devoción,
sabiduría y desapego.
Los tres gunas están representados en el Ramayana por los tres hermanos en la familia de
Ravana. La encarnación de tamas es Kumbhakarna, de rajas, Râvana, y de sattva, Vibhishana.
Estos tres gunas son hermanos, pero si les permiten a los dos primeros entrar en su corazón,
causarán mucho daño. Cuando entren al reino de la liberación, tendrán que eliminar el guna sattva
también. El Vedanta, la esencia concluyente de los Vedas, enseña que debemos trascender estos tres
gunas. Si tenemos una espina en el pie, para removerla no necesitan un cuchillo; otra espina será
suficiente para ayudarles a removerla. Una vez removida la espina, pueden botar las dos espinas.
De la misma manera, con la ayuda de rajas, deben remover tamas y con la ayuda de sattva deben
remover rajas.
La causa más importante de los tres gunas es la mente. Es imposible elevarnos por encima
de nuestra naturaleza humana y realizar nuestra naturaleza divina hasta que la mente haya sido
transformada. Deben ofrecer su mente al Señor. Una vez entregada nuestra mente a Dios
completamente, Él cuidará de nosotros en todas las formas.
Una vez, el Rey Janaka envió un mensaje invitando a eruditos, sabios y yoguis para que le
enseñaran el conocimiento del Âtma. Él anunció: “En el tiempo que me toma subirme a mi caballo,
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alguien debe ser capaz de darme pleno conocimiento del Absoluto (Brahma jñâna)”. Los sabios y
eruditos se preocuparon porque sentían que “Esto iba a ser una severa prueba para su erudición y
conocimientos”. Nadie se atrevió a venir y ofrecer satisfacer la exigencia del rey.
Mientras tanto, un sabio llamado Ashtavakra entró al reino. Al acercarse a la capital vio a
los eruditos y rishis reunidos allí. Se veían preocupados y desalentados. Él les preguntó, “¿Cuál es
la causa de todas sus preocupaciones?” Explicaron su situación y él dijo, “¿Por qué deberían
asustarse por una cosa tan pequeña? Yo puedo resolver este problema”. Diciendo esto, entró a la
corte del rey Janaka. Le dijo al rey, “¡Oh Rey! Estoy dispuesto a enseñarte el conocimiento del
Âtma, pero no puede ser enseñado en este palacio que está lleno de las cualidades de rajas y tamas.
Primero debo llevarte a un área sáttvica”.
Tomaron algunos caballos y soldados y salieron del palacio. Al llegar a un sitio solitario,
Ashtavakra le dijo al rey, “Voy ahora a enseñarte el conocimiento del Âtma. Yo soy el preceptor y
tú eres el discípulo. ¿Estás dispuesto a aceptar esta relación? Si tu estás de acuerdo con esto,
entonces tendrás que hacer la ofrenda que el discípulo (sishya) debe dar al preceptor (guru) Sólo
después de que hayas hecho tu ofrenda es que empezaré mi enseñanza”. El rey Janaka le dijo a
Ashtavakra, “Deseo alcanzar a Brahmán y por tanto, estoy dispuesto a darte lo que deseas”.
Entonces el guru le dijo al rey: “No deseo nada, excepto tu mente”. A lo que el rey Janaka contestó:
“Te la ofrezco; a partir de ahora es tuya”.
Entonces el guru trajo un caballo, lo hizo pararse, y le pidió al rey que se sentara en el suelo
en medio de la carretera de su reino. Dejó al rey allí y se retiró a la selva para sentarse quieto debajo
de un árbol.
Los soldados esperaron mucho tiempo por el regreso del rey, pero ni el rey ni Ashtavakra
venían. Quisieron saber qué les había pasado, y uno a uno, fueron a averiguar. Encontraron a su rey
sentado en medio de la carretera con un caballo parado cerca. El rey había cerrado sus ojos y estaba
absolutamente quieto. Ashtavakra no se encontraba por ningún lado. Se asustaron mucho pensando
que este Ashtavakra le había echado algún hechizo al rey, haciéndole perder la conciencia. Fueron
con el primer ministro y lo trajeron al rey. El primer ministro llamó al rey, “Maharaja, Maharaja,
Maharaja”, pero el rey no abrió los ojos ni respondió en manera alguna. El primer ministro y todos
los demás cortesanos se alarmaron ya que no podían despertar al rey ni darle alimento o bebida. Se
estaban preguntando qué hacer. Dejados sin alternativa, el primer ministro envió el carro para traer
a la reina, pensando que si ella llamaba al rey, éste respondería a sus súplicas. La reina vino y le
rogó al rey, pero éste permaneció inconmovido.
El rey respondió, “Los pensamientos, palabras y acciones está asociados con la mente.
Puesto que te he ofrecido totalmente mi mente, primero necesito tu permiso antes de pronunciar una
palabra. ¿Qué autoridad tengo yo sobre mi mente? Te la he ofrecido a tí; es tuya. No haré nada sin
tu permiso y orden”. Entonces Ashtavakra dijo, “Has alcanzado el estado de liberación de la
limitación mental (amanaska) y le pidió que colocará su pie en el estribo para montarse en el
92
caballo. Cuando hubo montado le caballo y colocado su otra pierna encima, obtuvo la experiencia
de la bienaventuranza del Ser Divino (Âtmânanda).
Krishna le dijo a Arjuna, “Ofrécelo todo a Mí, ofrece todos tus dharmas a Mí y yo te
cuidaré y te daré la liberación y la redención. Sean físicas, mentales, espirituales o mundanas,
ofréceMe todas tus acciones”.
El rey Janaka pudo obtener la liberación cuando ofreció toda su mente y los tres tipos de
actividad: pensamiento, palabra y acción, a Ashtavarka. El significado esencial de este episodio es
que uno debe volverse amanaska para realizar la unidad con lo Divino. Mientras tenga una mente,
hay dualidad. El frío y el calor, el día y la noche, la aflicción y la alegría, la pérdida y la ganancia -
todos estos pares de opuestos ocurren sólo cuando tienen una mente. Si quieren aprender a tratar
todas estas cosas con ecuanimidad, deben ofrecer su mente a Dios. Es por esto que en el Vedanta se
ha dicho que la mente es la responsable de la liberación o de la esclavitud. Mientras tengan la
mente, las cualidades de tamas y rajas no los abandonarán. Mientras tengan estos dos gunas, no
habrá tranquilidad en el cuerpo. ¿Cuál es la razón de la intranquilidad de la mente? Debido a los
deseos de los órganos sensorios la mente se vuelve inquieta.
24
El hombre está atado por sus acciones (karmânubandhîni manushya loke). El cosmos
está permeado por la Suprema Realidad (Brahma mayam jagat). El cosmos está permeado por la
acción (Karma mayam jagat). La creación (shrishti) es Brahmán, el Eterno Absoluto. Toda
acción es impulsada por la fuerza vital. La vestimenta de esta fuerza vital es el cuerpo. El cuerpo
es el agente para la realizacíon del karma. Es también el producto del karma, o sea de las acciones
pasadas de uno. En un sentido, el cuerpo y el karma son uno.
Las acciones que llevan a cabo los hombres se describen como karma. Para cosechar los
frutos de sus acciones, nacen en cuerpos humanos. De ahí que el hombre sea representado como
atado por el karma. El nace para experimentar los resultados de sus buenas y malas obras que él
toma nacimiento.
Estamos familiarizados con los pares de opuestos como bueno y malo, pecado y mérito,
verdad y falsedad. La realización de ritos religiosos prescritos (vaidîka karmas) como los yajñas,
yâgas, que son sacrificios, y la caridad y las austeridades, se consideran como acciones
meritoriosas o punya karmas. Si la persona mientras se dedica a estos actos se preocupa por las
ganancias mundanas, surge el egotismo (ahamkâra). Tendrán el sentimiento de ‘yo estoy
haciendo estos actos sagrados’. Por otra parte, al dedicarse a acciones malvadas como fraude,
crueldad y engaño, el hombre olvida su naturaleza superior y no piensa en las consecuencias de
sus acciones. El involucrarse en acciones, sean buenas o malas, resulta en la esclavitud.
Las cadenas que atan pueden ser de oro o de hierro, pero, igualmente, son cadenas. Las
buenas acciones solas no pueden ser un medio de liberación. Los Vedas, los Upanishads, el Gita y
los Brahma Sutras han declarado que los rituales y prácticas religiosas no llevan a la realización en
Dios. Como son actos externos, se relacionan sólo con el cuerpo. No conducen en manera alguna
al desarrollo de la visión interna. Sólo cuando uno es capaz de librarse del egotismo y el apego es
que puede desarrollar la visión interna. La realización de lo Divino (sâkshâtkâra) y la fusión en
Brahmán (Brahma prâpti) no pueden alcanzarse por medio de rituales. “La percepción de la
unidad de lo Divino es sabiduría” (advaita darshanam jnânam). El sentido de dualidad debe ser
erradicado para poder realizar la unicidad de lo Absoluto.
cuerpo está sujeto a la mente y la mente controlada por el Âtma, es que la vida encuentra su
plenitud. Cuando sólo el cuerpo predomina, lo humano desciende al nivel de lo animal. Cuando
la mente prevalece por encima del cuerpo y de los órganos sensorios, se alcanza el nivel humano.
Cuando el Âtma prevalece por encima de la mente y del cuerpo, se realiza la divinidad.
Reconociendo este hecho, el Gita ha indicado un sendero de tres etapas hacia la divinidad.
Ocupar el cuerpo en buenas acciones, usar la mente para desarrollar buenos pensamientos y
cualidades humanas y contemplar a sobre Dios por medio de la adoración de lo divino permiten al
hombre alcanzar la etapa en la cual, como un río que se une al océano, él se funde en Brahmán.
Este es el proceso mediante el cual lo humano se vuelve uno con lo Divino.
No importan las escrituras que uno pueda estudiar, los esfuerzos espirituales que uno
pueda practicar ni los peregrinajes que uno pueda realizar, a menos que logre librarse de las
impurezas en el corazón, la vida seguirá careciendo de valor y de significado. La purificación del
corazón es la esencia de todas las enseñanzas de las escrituras y la meta básica de la vida.
En este contexto, el Gita se refiere a los deberes de acuerdo con la propia naturaleza de
uno (svadharma) y los deberes prescritos para otros (paradharma) y dice que el svadharma
conduce al ennoblecimiento del individuo, mientras que el paradharma está lleno de
consecuencias terribles. La sentencia dice: “El adherirse al propio dharma es loable, mientras que
la práctica del paradharma está llena de peligros” (Svadharme nidhanam shreyah para-dharmo
bhayâvahah. 3:35). Svadharma no significa deber relacionado con ninguna casta, comunidad,
raza o religión. Sva significa el Âtma. El dharma que se relaciona con el Âtma es el svadharma o
los propios deberes divinos. El paradharma es el dharma relacionado con la conciencia del
cuerpo. Todos los deberes asociados con el mundo externo están comprendidos en el paradharma.
Estos deberes inevitablemente lo atan a uno con los lazos de la vida mundana (samsara). Aunque
pueden conferir placeres temporales, seguro que resultarán en temor y ansiedad.
Al llevar a cabo yâgas, yajñas y otros rituales védicos, hay el peligro de que se vuelvan
instrumentos de atadura. Deben asegurarse de que al realizar estas buenas acciones, no desarrollen
su ego o su apego. Cuando algo está hecho con apego o deseo, resulta en acciones que llevan al
renacimiento. Los yâgas y yajñas son para llevarlo a uno al cielo. ¿Pero cuánto tiempo puede
durar la estada en el cielo? Si uno ha disfrutado de los frutos de las buenas acciones, uno debe
volver a nacer sobre la tierra. La sentencia dice: “Cuando el mérito acumulado se ha agotado, uno
vuelve a entrar al mundo mortal” (Kshîne punye martya lokam vishanti).
Por lo tanto, uno debe buscar lo que es permanente y eterno. Esto se puede realizar sólo
por medio de la acción sin deseo (nishkâma karma). Cada acción hecha sin ego conduce a la
divinidad. Ignorando esta verdad, el hombre se dedica a acciones carentes de significado. La
gente recita el Gita, logra destreza en exponerlo, pero no vive de acuerdo con el mensaje. El Gita
es interpretado de muchas maneras, de acuerdo con los caprichos y fantasías de uno. El Gita y
otros textos de las escrituras son como el Árbol Colmador de Deseos. Se prestan a varias
interpretaciones y significados. Pero, lo que importa no es la interpretación múltiple, sino la
comprensión derivada de la experiencia real. Si no ponemos en práctica las enseñanzas del Gita,
no podemos derivar la bienaventuranza que se puede obtener de él. El recitar el Gita
interminablemente o el escucharlo no servirá de nada si no se hace nada por purificar el propio
corazón y librarse de las malas cualidades como el ego, el egoísmo y el orgullo. Es mejor poner
en práctica una sola estancia del Gita que el saber de memoria todos los 700 shlokas.
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Ningún estudio o práctica espiritual puede ayudar a purificar el corazón a menos que uno
haga el esfuerzo. Y cuando el corazón es purificado, se vuelve una morada merecedora para lo
Divino.
Hagan lo que hagan, deben considerarlo como un deber hecho sin ningún motivo de
interés propio o ganancia egoísta. Sólo cuando todas las acciones - sean yâgas o yajñas o
austeridades o cualquier clase de práctica espiritual - son hechas como ofrendas a lo Divino, se
vuelven santificadas y liberadoras. Nacemos por medio de acciones llenas de deseo y por medio
de acciones sin deseo, podemos liberarnos de los renacimientos.
25
Para todos los mantras, el mantra principal, que engasta El Sin Atributos, el Omniser, es el
Omkâra. El Omkâra incorpora al Supremo Brahmán en la forma del sonido. La deidad que preside
a este sonido es Sarasvati. Comúnmente, Sarasvati es considerada como la consorte de Brahma (el
Semidios de la Creación). La unión de Brahma y Sarasvati es la razón para todo el conocimiento en
el mundo. ¿Quién es Brahma y quién es Sarasvati? Sarasvati es adorada en general como Diosa del
Habla y la deidad que ha de ser propiciada para adquirir conocimiento. También se le describe
como Varadhe (la dadora de dones) y como Kâmarûpini (Una que es capaz de asumir cualquier
forma). Pero Sarasvati no se conforma con estas descripciones. Sarasvati está presente en todos los
seres como la Diosa del Habla.
El cuerpo es considerado como Brahma y la lengua como Sarasvati y las vibraciones que
emanan del corazón encuentran expresión en sonido a través de la unión del cuerpo y de la lengua.
Aunque hay muchas letras y palabras, la letra fundamental (aksharam), que tiene lugar de primacía,
es el Omkâra. El Gita dice, “La sola letra OM es Brahmán Mismo (Om ity ekâksharam Brahma,
8.13). Todas las demás letras y palabras son creaciones lingüísticas. No poseen la santidad y el
carácter divino del OM. En general, no se reconoce o comprende la significancia especial del OM.
El Mantra Shâstra, la antigua escritura relacionada con las fórmulas sagradas ha puesto
énfasis en la letra OM. El Omkâra no tiene forma. Es la manifestación de Brahmán como sonido.
Está presente en toda la creación. Es refulgente. Está en todos los idiomas. Está siempre feliz. Es
la personificación del Supremo (parâtparamayî); el repositorio del poder ilusorio (mâyamayî); la
personificación de la prosperidad (shrîmayî). El Omkâra es el único sonido que tiene ocho atributos
divinos, de acuerdo con el Mantra Shâstra.
¿Cuál es la diferencia entre el Omkâra y todos los demás sonidos y palabras? El Omkâra
tiene una cualidad única, distintiva, en la manera en que se pronuncia y la meta que representa.
Cuando se pronuncian otras letras, los labios, la lengua, las mejillas y las mandíbulas están en
acción. Pero cuando se pronuncia el OM, ninguno de estos se mueve en absoluto. Esta es una de las
características únicas del Omkâra. Por esto, sólo el OM puede considerarse como imperecedero
(asksharam). Todos los demás sonidos son expresiones de diferentes lenguajes.
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El Omkâra es la base de los Vedas. Para captar la significancia del Omkâra que es
todopenetrante, es necesario tener la misma clase de autocontrol que uno ha de ejercer para traer los
órganos sensorios bajo control.
Al recitar cualquier mantra debe reconocerse la primacía que se le debe dar al OM. El
mantra termina con la palabra namaha (como por ejemplo en Om Keshavâya Namaha: Me inclino
ante Keshava). En los mantras como Keshavâya namaha, Govindâya namaha, Nârâyanâya
namaha, es de notar la significancia de namaha que ocurre al final de cada mantra.
Para eliminar este dualismo, el Mantra Shastra estableció que en lugar de namaha se usará
na mama (no para mi bien), en la cual entonces se establecerá la identidad del adorador con lo
adorado. ‘Om Keshavâya, na mama’ significaría entonces “para Keshava, no para mí”. Mediante
este proceso, se va destruyendo el ego. Y sólo por la eliminación del ego es que se puede realizar el
Brahmán Sin Atributos.
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En este contexto, hay que comprender la diferencia entre la Divinidad (como la Conciencia
Universal) y el Avatâr (Lo Divino en forma humana). El Ser Supremo (Parabrahmán) no está
sujeto a cambio. El avatâr tiene nombre y forma y, por ende, está sujeto a cambiar por su propia
voluntad. El Ser Supremo no tiene nombre ni forma. La diferencia entre los dos puede ilustrarse
con el ejemplo del sol y los rayos que vienen del sol. No hay diferencia en substancia entre el sol y
los rayos del sol. Son uno. No importa la situación en la cual el Avatâr aparece, no hay limitación
en la omnipotencia (Pûrnatvam) del Avatâr. El nombre y la forma no circunscriben la total plenitud
de la divinidad que el Avatâr manifiesta. Nombre y forma son los atributos autoescogidos de la
infinita, eterna, y siempre pura Conciencia universal.
Las características de lo Divino son asti, bhâti, priyam, o sea, existencia, refulgencia y
bienaventuranza. De hecho, son lo Divino mismo. Son la base de todo en el universo. Cuando
están asociadas con nombre y forma, adquieren un carácter quíntuplo, por esto todas las cosas en la
creación se conocen como objetos con cinco atributos (panchaka). El mundo es descrito como
prapancha porque hace evidentes estos cinco atributos en la creación. Para la evolución del cosmos,
los cinco elementos (pancha bhûtas) del éter, aire, fuego, agua y tierra, son necesarios. Para nutrir
los cinco elementos, las cinco envolturas (pancha koshas) deben ser desarrolladas. Las envolturas
deben ser sostenidas por los cinco aires vitales (pancha prânas). Los cinco aires vitales están
contenidos en la Encarnación Divina o Avatâr. Éstos son: prâna, aire vital, apâna, el aire que sale
por el ano, vyâna, el aire que se mueve por los lados, udâna, el aire que se mueve hacia arriba, y
samâna, el aire equilibrado. Estos cinco aires vitales surgen del Uno que es su fuente. Se originan
por la voluntad del Ser Supremo o Chaitanya, de la Conciencia Cósmica.
No hay nada en el universo sin este principio divino de chaitanya. Desde la más diminuta
partícula en su forma más sutil hasta la más vasta en su amplitud, lo Divino permea el universo.
El agua tomada del océano, no importa lo pequeño del recipiente, tiene la misma calidad
que el océano. Asimismo, el Avatâr, no importa Su nombre y forma, tiene la plenitud de lo Divino.
En todo respecto, excepto el de nombre y forma, es idéntico con la Divinidad. Cuando Krishna instó
a Arjuna, “Ríndete a Mí, adóraMe, ofréceMe todos tus dharmas, y te protegeré y liberaré”, Él
hablaba con la plena conciencia de Su Divinidad, Su omnipotencia, omniciencia y omnipresencia.
Sólo lo Divino podría haber hablado con esa seguridad.
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En el Ramayama, aunque Rama, en muchas situaciones, parece actuar como un ser humano
ordinario, el sabio Vasishta, que conocía Su Realidad âtmica, observó: “¡Rama! Tú eres la
encarnación misma del Dharma. Tú no eres esa entidad corpórea, hecha de carne y sangre. Tú eres
la encarnación de todos los mantras sagrados. Tú no eres de la tierra. Tú eres el Espíritu Eterno.
La gente común puede considerarte como un mortal ordinario. Pero los yoguis Te experimentan
como el Divino sostenedor del dharma”. El Avatâr Rama es la encarnación misma del dharma. La
sílaba ‘Râ’ significa la cualidad de hombría (purushatvam), la cualidad superhumana
(mahâpurushatvam). ‘Mâ’ también tiene varios significados. Así que ‘Râma’ simboliza la unidad
de la creación (prakriti) y el Ser Supremo (paramâtma).
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Por medio de la acción correcta se logra pureza de corazón, lo que lleva a la adquisición
del conocimiento espiritual superior (jñâna). Cuando la acción correcta es acoplada a ese
conocimiento espiritual, entonces hay verdadero servicio. El sentir que uno debe ser el único
difrutador de los resultados de las propias acciones es una señal de egoísmo. Es ingenuo pensar
que uno solo es el hacedor de las propias acciones. Todas las cosas en el mundo no están
destinadas al exclusivo disfrute de ninguna persona en particular. Son para ser compartidas por
todos.
Sólo cuando el apego a los frutos de las propias acciones es desechado, la acción se vuelve
un yoga, una comunión divina. Los miembros de la Rama de Servicio deben superar el sentido de
‘lo mío’ y ‘lo tuyo’. Cuando emprenden actividades de servicio, deben considerarlo como un
privilegio el servir a otros y mirarlo como una forma de adoración de lo Divino. Deben ver el
servicio a la sociedad como el medio de encontrar autorrealización en la vida. Deben confrontar los
problemas que puedan surgir con fe y valor y llevar a cabo sus actividades de servicio sin fanfarria
en un espíritu de humildad y dedicación.
En la Organización Sai no hay lugar para distinciones de raza, religión, casta, clase o
comunidad. Todos deben considerarse como hijos de un solo Dios. Si están así unidos por este
sentido de divino parentesco, actuarán con amor hacia todos. Deben desechar todas las ideas
estrechas y limitadas y dedicarse al servicio con un corazón lleno de amor por todos. El verdadero
servicio desinteresado (seva) puede surgir sólo de un corazón puro y amoroso.
No deben contentarse con lo que han realizado hasta ahora. Deben hacer mucho más para
hacer de este gran país un ejemplo para el mundo de los grandes ideales de sus visionarios y sabios.
La India debe volverse una tierra de sacrificio (tyaga), no de complacencia en el lujo (bhoga).
Tyaga es yoga; bhoga es roga (enfermedad). El vivir de acuerdo con el ideal de tyaga es su deber
hoy en día.
En el mundo de hoy no se ve por ninguna parte unidad o amor. La vida parece ser un
asunto totalmente mecánico. El hombre no sólo significa la aparición externa de un ser humano.
Debemos tener la convicción de que él es un alma que mora en un cuerpo. Esto puede ser un acto de
fe. Pero sin tal fe, la vida no tiene ningún significado. Hoy creemos en cosas en las que no
deberíamos creer y no creemos en las cosas en las cuales deberíamos creer. Debemos tener fe en
nosotros mismos. Debemos entender nuestra verdadera naturaleza y rectificar nuestras fallas. Al
descubrir nuestro verdadero ser, debemos vivir de acuerdo con sus exigencias.
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¡Encarnaciones del Divino Âtma! Podemos oír en Shikshâvallî, el primer capítulo del
Taittiriya Upanishad, la voz de los bienquerientes maestros impartiendo sus últimas instrucciones a
los que habían estudiado bajo ellos en las ermitas (gurukulas) y estaban en el umbral de asumir los
deberes establecidos para los amos de casa.
El segundo, el Aloka Samhita, es también conocido como el Jyoti Samhita. Este describe la
presencia del fuego y del sol y el lazo que los conecta a los dos. La radiación cósmica establece un
eslabón entre el fuego en la tierra y los rayos provenientes del sol, causando la creación del agua en
el proceso. El samhita atestigua que aquel que comprende la naturaleza del agua puede conocer la
naturaleza del universo también. La segunda enseñanza de este samhita es que hay un vínculo entre
el sol y el corazón del hombre. Las afirmaciones Chandramâ manasojâtah, Chakshos Suryo
Ajâyata, en los Vedas destacan la conexión entre la luna y la mente y el sol y la vista.
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No son sólo los educados a quienes hay que culpar por esta situación. El gobierno, que ha
fallado en alentar y entusiasmar a la gente, debe también ser culpado por ello. A los estudiantes no
se les enseña en confiar en sí mismos y a ser autosuficientes. A pesar de la posición de altos grados,
el hombre educado está persiguiendo frenéticamente trabajos asalariados en vez de buscar carreras
independientes. El hombre educado lucha por sus derechos sin preocuparse por los deberes que
debe cumplir. El hombre que descuida sus deberes perderá sus derechos también. Los derechos y
los deberes están insepara-blemente interrelacionados. El amor es la conexión entre los dos. Los
fieles en el reino espiritual ansían alegría, paz y comodidad sin esforzarse por saber cómo se pueden
obtener.
Los estudiantes deben tratar de desarrollar los poderes latentes en ellos. Los hombres
educados de hoy creen en lo que leen en las novelas y los periódicos, lo que ven en películas, y hasta
en las caprichosas palabras de un transeunte. Pero no tienen fe en Dios. Esta es una gran desgracia.
Los hombres que creen en las palabras de una astrólogo o un sacerdote, no confiarán en las palabras
de la Madre Veda que ha enseñado las cuatro grandes verdades como: “Tat Tvam Asi, Prajñânam
Brahma, Aham Brahmâsmi, Ayam Âtma Brahma” (Tú Eres Aquello, La Conciencia es Brahmán,
Yo Soy Divino, Este Ser es el Ser Supremo), que en definitiva declaran: “¡Oh Hijo! Tú eres la
Verdad Absoluta, el mismo Brahmán
Es a fin de impartir una educación verdaderamente ideal y moldear a los estudiantes como
ciudadanos ideales para el servicio del país que las instituciones educativas Sathya Sai han sido
creadas. Muchas personas tienen la noción de que los estudiantes de nuestras instituciones
educativas son capaces de realizar solamente pûjas y cantar bhajans y otras actividades espirituales
similares. Esto es totalmente equivocado. Nuestros estudiantes están preparados para asumir
actividades en el campo de la ética, la administración, la política, los negocios y varias otras
profesiones. Nuestros estudiantes están logrando excelencia no sólo en danza, drama, música y
literatura, sino también en las artes y en cultura física. Las hazañas gimnásticas que realizan son
testimonio de esto.
Como nuestros estudiantes son recatados y humildes, sin boato ni pompa, ustedes les
subestiman su excelencia y desprecian sus capacidades. Nuestros estudiantes rechazan y resienten
toda pompa y boato. Los que aman la pompa y el boato no son estudiantes en absoluto. Nuestros
estudiantes conocen la verdad de que el egotismo es causa de desastre. Nuestras instituciones
educativas están haciendo todos los esfuerzos por producir miles de estudiantes ideales para ayudar
a la gente a vivir vidas ideales.
¡Amados Estudiantes! Cuando salgan al mundo, deben mantener en su vida diaria los
sentimientos y hábitos sagrados que han adquirido aquí. Consideren esto como la verdadera
educación. Atesoren las enseñanzas y preceptos que han recibido en esta convocación como si
fueran su aliento vital y condúzcanse como hombres ideales e iluminen el mundo entero con su
precepto y práctica.
29
El verdadero cumpleaños
En la cavidad del corazón del hombre, en este sublime espacio, Dios reside asociado con
el principo del Ser, como la luz del sol existe asociada con la sombra. La luz y la sombra son
como pájaros gemelos. La sombra es causada por la luz; la sombra incluye la luz, pues declara
que la luz está adyacente. Necesita la presencia de la luz. Son fundamentalmente inseparables.
Así también están el ser individual (jîvi) y el Ser Universal (Brahmán), relacionados el uno con el
otro como Una Sola Entidad Inseparable. El ser individual, como la sombra, existe en y por
Brahmán y participa del mismo esplendor divino. Cada individuo debe tomar conciencia de esta
identidad.
Pues las sombras son muchas y variadas, aunque la luz es Una. Cuando el Uno está
reflejado en los muchos, en la multitud de almas individuales (jîvis), aparece como el Ser en cada
uno que observa inafectado como el testigo. El Âtma o Ser divino es eterno. El Ser es la verdad.
Sin embargo, puesto que está encerrado en cuerpo, huesos y piel, el hombre se engaña creyendo
que la cobertura externa es la fuente de bienaventuranza y no el núcleo interno. El principal deber
del hombre para consigo mismo es, por lo tanto, penetrar a través de estas envolturas y absorber la
bienaventuranza superior que sólo su corazón átmico puede conferirle. Cada quien debe, en sus
mejores intereses, esforzarse por alcanzar ese principo unificador que es su tesoro interno. De
todos los ejercicios espirituales (sâdhanas), éste es el más pertinente, el proceso de lograr esta
proximidad, ya que sâdhana significa el empeño y esfuerzo por alcanzar el objeto deseado.
Las actividades que carecen de verdad no merecen ser conocidas como sâdhanas. El
Âtma es la Verdad Universal Eterna y por lo tanto, no puede ser ganado
107
El habla es una importante función de los sentidos y sirve a los caprichos de la mente.
Así, hay que controlar la mente y no contaminarla con codicia por los placeres sensorios. Ni debe
la mente dejarse llevar en las olas de ‘sí’ y ‘no’ de la aceptación y del rechazo, de las resoluciones
y de las vacilaciones. La mente debe actuar como la asociada del intelecto. El habla debe servir a
la mente y la mente al intelecto - esta es la manera para lograr la paz suprema (Prashanti). Y
noten este otro punto: lenta y firmemente, instruyan al intelecto para que se dirija hacia el Âtma.
El habla con la mente, la mente con el intelecto y un intelecto iluminado por el Âtma - esto les
asegurará la verdadera meta de la vida humana.
El Âtma es eterno; manifiesta la verdad que es eterna y más allá de los límites del
espacio, tiempo y causalidad. La verdad no es afectada por el paso del tiempo desde el pasado por
el presente hasta el futuro. La sabiduría espiritual (jñâna) tampoco no es modificada o clarificada
por el paso del tiempo. De hecho, la sabiduría es verdad; la verdad es sabiduría. Así que deben
dirigir sus mejores esfuerzos para experimentar la unidad del habla, la sabiduría y el Âtma.
No necesitan correr de un lado a otro en busca de Dios, pues ustedes mismos son Dios.
Dios reside en sus corazones. “Todo esto está envuelto por Dios.” “Todo esto es Dios.” “Todos
los seres son Dios.” Él es la fuerza motriz que lo penetra todo. Tengan fe firme en este hecho.
Como el fuego en el fósforo, la divinidad está latente en el hombre. El fuego en el fósforo se hace
evidente cuando éste es frotado contra el lado de la caja. Así también, cuando el alma individual
(jîvi) entra en contacto con Dios (deva), la llama del conocimiento (jñâna) derrama la luz de la
sabiduría. ¿Cómo puede el hombre probar la experiencia de la sabiduría? ¿De qué forma emana?
La persona sabia no odia a nadie, no menosprecia ni culpa o hiere a nadie. ¿Qué es lo que los
impulsa a amarse los unos a los otros? El impulso de amar y de ser amado está inherente en cada
quien. Así, cuando niegan el amor o cuando odian, están haciendo daño no sólo a la persona sino
al principio universal, la naturaleza divina misma.
Sepan que cualquier cosa que sientan o hagan es una ofrenda a Dios, fluye hacia Dios.
Así que, tengan cuidado. No ofrezcan malos pensamientos, palabras y obras que Él no acepta.
Ofrezcan en su lugar lo sagrado y lo puro. Ese es su deber. Esto asegurará la autosatisfacción. La
autosatisfacción prepara el camino al autosacrificio y el autosacrificio trae la autorrealización.
Todo el proceso descansa en la fe; la autosatisfacción, el autosacrificio y la autorrealización - todas
dependen de la fe. La fe decide el anhelo; el anhelo decide el fruto; el acto decide la etapa que es
alcanzable.
“Pues, la sinceridad del acto promueve la pureza del camino; la pureza del camino determina la
validez de la sabiduría y la verdadera sabiduría es la divinidad misma.” El
cto, la conducta, la manera de vivir - deben ser disciplinados y elevados. ¿Cómo
108
puede una mente cargada de deseos jamás estar contenta? ¿Cómo puede estar dispuesta al
sacrificio? A pesar de ello, el hombre debe involucrarse sólo en actos que alientan el desapego y
la renuncia.
Un devoto le preguntó una vez a Brahma, el Creador: ¡Por el bien de quién levantaste la
Montaña de Oro, el Monte Meru? El renunciante no quería tener nada que ver con él; la persona
que desea oro nunca puede satisfacerse con un solo Meru! Aun miles de tales sólo lo incitará a
tener más!” Esa es la naturaleza del deseo; crece y crece sin cesar. El control del deseo es el
único medio de alcanzar paz mental.
En verdad, el mundo subjetivo y el mundo objetivo no son dos; son sólo aspectos del
Uno. La alegría que uno deriva de los sentidos ¿a quién pertenece? ¿de quién se origina? ¿del
cuerpo? ¿o del Âtma) Los sentidos no son sino herramientas. Son operados, puestos en uso por la
mente. La mente es también llamada Indra, puesto que manipula a los indriyas, los sentidos. La
mente debe actuar de acuerdo con las órdenes decididas por el intelecto (buddhi) y no de acuerdo
con sus propios caprichos. El intelecto es iluminado cuando se vuelve hacia el Âtma dentro.
¡Encarnaciones del Amor! No pongan atención al día en que el cuerpo nació ni satisfagan
fines egoístas celebrando el evento pomposamente. El día que manifiesten sentimientos puros en
sus corazones, planten fe firme en el principio divino en sus pensamientos y cultiven entusiasmo
desinteresado por servir a otros, ese día merece ser celebrado como el verdadero cumpleaños. El
servicio puede darles la experiencia de la omnipresencia de Dios, de Dios como Vishnu.
109
En muchos estados, la gente está sufriendo por los estragos de las inundaciones y
ciclones mientras que en otros, miles están sufriendo de hambre causada por prolongadas sequías.
Por ejemplo, en el Distrito Nellore, muchos están atrapados en gran miseria y pérdidas.
Emprendan las actividades de servicio apropiadas allí. Los devotos de los distritos vecinos deben
también unirse en esta tarea. ¿Por qué? Dondequiera que haya necesidad, cuandoquiera que
ocurra el llamado, el impulso por el servicio debe dirigirlos a ofrecer su servicio sin restricción.
30
¿Cuál es la razón de esta traición a su verdadera naturaleza, que hace que su vida carezca
de sentido? Es porque descuida el código que gobierna la vida basado en los controles y la
rectitud. El viejo adagio dice: “El dharma, la rectitud, está en la raíz de todo. Es la virtud más
elevada.” La moralidad es el corolario del dharma. La moralidad no sólo significa la observancia
de ciertas reglas en el mundo de cada día. Moralidad significa adherencia al camino derecho y
sagrado de la conducta correcta. Moralidad es el florecimiento de la buena conducta. Es el
camino real hacia la meta suprema del logro humano. El honor de la comunidad descansa en la
moralidad. Sin moralidad una comunidad degenera. Sólo la moralidad hace o deshace la
comunidad.
Amor es otro nombre para el dharma. El verdadero amor es inapreciable. No tiene traza
de egoísmo en él. No cambia, es puro y sin mácula. Siempre crece y nunca disminuye. Es
espontáneo. El amor de Dios es de una naturaleza tal: es espontáneo, libre de egoísmo, inalterable
y siempre pleno. El amor humano ordinario es motivado por consideraciones egoístas. Es
susceptible al cambio debido a variaciones en el tiempo o las circunstancias. Para personas
inmersas en tal amor, es difícil comprender o tener conciencia de la grandeza del amor divino. El
filósofo inglés Bacon ha señalado cómo el amor de Dios es todoabarcante e incambiante y cómo
puede crecer en un amor universal.
El amor lleva el manto de la verdad. Y el que está casado con la verdad es siempre joven
y vigoroso. Los Upanishads han declarado que el seguidor de la verdad no conocerá la vejez. La
Biblia también declara que el cuerpo se fortifica por la adherencia a la verdad. La verdad no debe
estar confinada al habla. Debe expresarse en la acción. Sólo aquel que es veraz en palabra y
acción puede ser estimado como un genuino ser humano, de acuerdo con el Profeta Mahoma. El
111
budismo también establece que cada quien, sin importar sexo o país, debe vivir de acuerdo a la
verdad.
Pueden creerlo o no. Debo decirles que la total adherencia a la verdad, la abnegación
absoluta, la universalidad y espontánea efusión del amor se ven sólo en Sai y en ninguna otra
parte. Sai no tiene una pizca de egoísmo. Sai carece de motivos. Sai trata a los aspirantes
espirituales de acuerdo con sus merecimientos. Sai continuará amando aun a aquellos que Lo
vilipendian. Sai no olvida a nadie, aunque olviden a Sai. Pero ocasionalmente, Sai parecerá estar
ignorando a aquellos que puedan haber olvidado a Sai, que actúen en contra de Sus mandatos, que
no ponen atención en los ideales Sai o que traicionan a Sai. De esto, algunas personas puedan
imaginar que Swami está enojado con alguna persona o insatisfecho con algunos otros. No es sin
razón que Sai evita reunirse o hablar con algunas personas. No deseo desperdiciar Mis palabras en
personas que no respetan las directivas de Sai ni siguen Sus ideales. No deseo hablar con aquellos
que no toman en cuenta Mis palabras. Esto no significa que Yo no sienta amor por ellos.
El amor no se somete a las fuerzas de la envidia o del odio, no importa lo poderosas que
puedan ser. El amor prevalecerá por encima de ellas. Una vez, cuando Buda estaba viajando, fue
controntado por una demonia con una espada en la mano. “¡Oh Buda! Tu amor debe someterse
hoy a mi envidia. Tu vida termina hoy”. Buda le respondió con una sonrisa: “No me someteré a
la envidia o al odio. No me afectan ni la alabanza ni la censura ni el ridículo. Yo hasta te amo a tí
que tienes tan malas intenciones para conmigo”. Cuando la demonia escuchó estas palabras, se
volvió una paloma y desapareció.
Aquellos que odian a otros son finalmente consumidos por su propio odio. Aquellos que
están llenos de envidia finalmente encuentran su fin en ella. Ricardo, un personaje en una de las
obras de Shakespeare estaba lleno de envidia y no podía soportar a nadie que fuera superior o más
hermoso que él. Al final, fue víctima de su propia envidia y murió miserablemente. Se pueden
encontrar ejemplares similares en las epopeyas de la India. Bhasmasura, que había obtenido un
don de Shiva de que cualquiera sobre quien él colocara su palma quedaría reducido a cenizas, fue
él mismo reducido a cenizas cuando colocó su propia palma sobre su cabeza.
Las malas acciones del hombre traen el descrédito sobre la especie humana
La animosidad que algunas personas muestran por las gentes buenas y santas puede ser
atribuida a uno u otro de tres factores. En la primera categoría están los que no tienen fe en Dios o
en la bondad y por eso se oponen a cualquier cosa que es buena o sagrada. En la segunda
categoría están aquellos que se vuelven en contra de Dios porque sus deseos o ambiciones no han
sido cumplidos. La tercera categoría son aquellos que son envidiosos por naturaleza y no pueden
tolerar nada bueno. Además de estos tres tipos, hay un cuarto, compuesto de personas que piensan
en Dios o buscan el favor de Dios cuando están en problemas o dificultades y olvidan
inmediatamente a Dios después de que han pasado sus problemas o sus deseos han sido cumplidos.
La ironía de la situación presente es que, por un lado, los gobiernos están apilando
monstruosas armas letales, dedicándose a actos demoníacos y promoviendo conflictos entre
naciones, mientras en las reuniones internacionales proclaman su deseo de paz. ¿Hay algún
significado en esto? ¿Por qué deben aquellos que anhelan paz alentar los conflictos? Si desean
genuinamente la paz, deben perseguir políticas que conduzcan a la promoción de la paz.
La necesidad primordial de hoy es que cada quien tome conciencia de que Dios es Uno
Solo. Es lo que Jesús y Mahoma proclamaron. La palabra ‘Alá’ realmente significa ‘el Uno
Supremo que contiene todo en el universo’. Este es el mensaje primordial de los Vedas: “La sola
letra Om es Brahmán” (“Om itiekâksharam Brahma”).
La verdad esencial de todas las religiones es que Dios es uno. Jesús proclamó la
paternidad de Dios y la hermandad del hombre. Uno puede tener sólo un padre, no dos. Cuando
Jesús nació, tres sabios siguieron una estrella para llegar a su lugar de nacimiento. Viendo al bebé
recién nacido, se inclinaron ante el divino niño en sus corazones. Antes de irse, cada uno de ellos
habló a sus padres acerca del niño como sigue: Uno le dijo a María: “Él ama a Dios”. El segundo
dijo: “Dios lo ama a él”. El tercero dijo: “Él es Dios”. ¿Cuál es la significancia interna de estos
tres pronunciamientos acerca de Jesús? La primera declaración de que “Él ama a Dios” contiene
la implicación de que Jesús es un mensajero de Dios. Un mensajero puede amar a su amo, pero el
amo puede no amar tan fácilmente a su mensajero. La segunda afirmación declara que “Dios lo
ama a él (a Jesús)”. ¿Por qué? Porque él es el hijo de Dios. La tercera afirmación “Él es Dios”
confirma lo que Jesús dijo: “Yo y mi Padre somos Uno”. Significa que como el Hijo de Dios, él
tiene derecho a adquirir el lugar de su padre. La unidad de padre e hijo fue proclamada por el
tercer sabio.
El significado interno de todo esto es que cada ser humano en el mundo es un mensajero
de Dios. ¿Qué significa esto? ¿Cuál es el mensaje que se espera que el ser humano transmita? De
que él es un “mensajero de Dios”, no del demonio. Un mensajero de Dios debe propagar las
divinas enseñanzas de Dios al mundo. No tiene ningún derecho de llamarse mensajero de Dios si
113
sus acciones son malas, sus pensamientos son malvados y predica ideas equivocadas. Tales
personas pueden sólo llamarse agentes del demonio.
En la Biblia se relata que Jesús lavó los pies de Sus discípulos. Cuando le preguntaron
por qué lo estaba haciendo, Jesús respondió: “Yo estoy lavando vuestros pies como su sirviente,
para que puedan aprender a servir al mundo”. Cada ser humano es, para comenzar, un mensajero
de Dios. Cuando él cumple con sus deberes como m8ensajero, tiene conciencia de que él es un
hijo de Dios y entonces alcanza la unidad con lo Divino.
El amor de Dios es ilimitado y universal, al contrario del amor humano, que es e8strecho
y egoísta. El amor de Swami está “más allá de la razón”. Es ilimitado e incambiable. Yo estoy
promoviendo el amor por doquier a través de Mi amor. Aquellos de ustedes que han sido nutridos
por este amor no deben privarse de su beneficio. No busco nada. No impongo penalidades a
nadie. En tal caso, si comprenden la verdadera naturaleza del amor de Swami y utilizan ese amor
para transformarse en personificaciones del amor, estarán dándole un ejemplo al mundo.
31
Sean humanos :
Vuélvanse humanos
¿Cuál es el propósito de la vida para el hombre? ¿Cuál ha de ser su logro más alto?
Tennyson ha exaltado la “autorreverencia, el autoconocimiento, y el autocontrol” como la meta
última ya que “estos tres solos llevan al hombre al poder soberano”.
El sentido del ‘yo’ debe detenerse hasta que quede sumergido en el ‘nosotros’ y
finalmente, en ‘Él’ de quien fue proyectado como Su voluntad. Este es un proceso arduo, que
requiere un largo viaje pasando por la compasión, el renunciamiento, la rectitud, la fortaleza y la
paciencia. Éstos son los cinco aires vitales que se necesitan para una vida con propósito. Todos
éstos están subsumidos bajo la palabra ’dama’ (control de los sentidos) en las escrituras. La
persona provista de ‘dama’ es llamada un ‘dânta’, lo cual indica un adepto en el Vedanta! Estos
cinco son las contrapartes de la verdad, la rectitud, la paz, el amor y la no violencia.
8
La verdad implica más que el relatar correctamente lo que se ha visto. Involucra la
coordinación de pensamiento, palabra y acción y el reconocimiento del Testigo eterno de los tres.
El te8stigo es el Ser, un juego del Ser Supremo. X puede llevar hoy una camisa marrón, pero ayer
pudo llevar una negra. “X en una camisa marrón” es una afirmación veraz hoy; “X en una camisa
negra” era una afirmación veraz ayer. Este nivel de verdad es conocido como ‘la verdad para todos
los propósitos mundanos prácticos’ (vyâvahârika satyam). Las camisas cambian; el cuerpo de X
no cambia de un día para otro. Pero el testigo, el Ser, está libre de cambio.
Los valores humanos fundamentales emanan todos del dharma basado en la verdad. Si el
comportamiento humano no tiene esa base, lo llevará al desastre. El hombre se ha deshumanizado
sistemáticamente debido al descuido de la unidad básica. De hondas a flechas, de bolas de cañón a
bombas, de la fusión a la fisión, el hombre ha progresado en el arte de matar y entrado en la edad
negra de la historia. La codicia por la riqueza y el poder ha dominado la creencia en la compasión.
La ley del autoengrandecimiento reina; la ley de la autoabnegación ha retrocedido. Cuando el hijo
es aclamado como un buen tipo, el padre se congratula; cuando es anatematizado como un mal tipo,
el padre condena a otros por descarrilarlo!
Una persona que es incapaz de salir adelante con las exigencias de la competición
mundana es etiquetado como un tonto, un ignorante (ajñâni), uno carente de conocimiento (jñâna).
Pero, bien podría ser un ignorante en lo imperecedero (akshara) no en las letras del alfabeto
(akshara), en aquello que no es kshara o perecedero. Una persona liberada es una persona que ha
dominado el conocimiento del indestructible núcleo cósmico y así, él esta establecido en la paz
suprema. El ignorante es uno que no está consciente de este principio imperecedero. Sólo el sat, el
ser existe; chit, la conciencia, es su refulgencia; y ânanda, la bienaventuranza divina, es la
consecuencia.
La enumeración de los valores humanos como cinco - verdad, rectitud, paz, amor y no
violencia - no es correcta. Son todas facetas de la humanidad fundamental. Crecen juntas; son
interdependientes, no separables. El dharma es amor en acción; el amor medra en la paz interna,
en la ausencia de conflictos internos. ¿Cómo puede uno tener paz cuando se regodea en violencia
de palabra y acción?
Ustedes están entrando en la sagrada tarea de guiar y adiestrar a maestros que inculcarán
valores humanos en los corazones de los niños. No traten los ‘valores humanos’ como una materia
curricular separada. Entonces, se volverán secas y poco inspiradoras. Deben transformar la
manera de vivir y no debe quedarse en impartir información. Deben ser inculcados más por medio
del ejemplo y la práctica que por los libros y la enseñanza formal.
Cualquier empresa beneficiosa tendrá que superar los obstáculos de la indiferencia, e8l
ridículo y la oposición. Pero, deben considerar este proyecto como una práctica espiritual, como
un ejercicio para la autorrealización, como una austeridad. Ya hay 25.000 p8ersonas dedicadas a la
enseñanza de los niños en las escuelas primarias que han sido adiestrados en los métodos para
cultivar los valores humanos. Este es en verdad un gran logro en el campo del servicio. No
permitan que se relajen. Continúen con el servicio desinteresado (seva) con pleno vigor. Más de
mil maestros más vienen aquí en junio para cumplir su deseo de volverse maestros ideales de
valores fundamentales.
El mundo está hoy inundado de propaganda conflictiva. Dejen que el mensaje de esta
revolución educativa, insistiendo en el resurgimiento de lo Divino en el hombre, se expanda a cada
calle y hogar. Tienen Mis bendiciones en plena medida. Siempre podrán recibir Mi guía y ayuda
en el cumplimiento de esta tarea.
Glosario
En este glosario se dan los significados de las palabras sánscritas para tópicos religiosos y
filosóficos más usadas en los discursos de Shri Sathya Sai Baba reproducidos en este volumen.
Aunque se dieron en el texto los equivalentes en español co8n referencia al contexto, este glosario
intenta proveer significados comprensivos y explicaciones detalladas de las palabras sánscritas
más importantes para bene8ficio de los lectores legos que están interesados en la religión y
filosofía hindú.
Bhûta - Pasado, ido; un espíritu (bueno o malo); el fantasma de una persona muerta, demonio; un
elemento, uno de los cinco elementos.
Bhûta yajña - El sacrificio dedicado a los espíritus, a los animales y seres y a objetos vivientes.
Birla mandirs - Templos construidos por un importante hombre de negocios de la India llamado
Birla..
Bodha - Percepción; conocimiento; conciencia.
Brahma - El Creador; la primera personalidad de la Trinidad hindú de semidioses..
Brahmachâri - Un estudiante célibe que vive y aprende de su guía espiritual o guru.
Brahmândam - El huevo cósmico, el universo
8Brahmán - El Ser Supremo; la Realidad Absoluta; Dios impersonal sin forma ni atributos. La
causa no causada del universo; existencia-conciencia-bienaventuranza absoluta (sat-chit-
ânanda); la Eterna Incambiante Realidad, no condicionada por tiempo, espacio y causación.
8Buddha - El Buda. Siddhartha Gautama.
Buddhi - Intelecto; inteligencia; facultad de discriminación.
8
Daiva yajña - El sacrificio dedicado a la deidad.
Dama - Autocontrol; el retener los8 órganos de los sentidos que corren detrás de los objetos
sensorios buscando placer. Esta es una importante disciplina para un aspirante que
practique yoga8.
Dâsya - Servicio, servidumbre, esclavitud.
Desha - Punto, región, lugar, parte, porción. Provincia, país, reino, nación.
Deva - Celestial, divino; un dios o deidad.
Dhanurdhâra - Arquero. Arjuna 8era un arquero famoso.
Dharma - Rectitud; religión; código de deberes; deber; naturaleza esencial de un ser o cosa.
Mantiene junto el universo entero. El hombre es exhortado a practicar el dharma para
lograr bienestar material y espiritual. Los Vedas contienen las raíces del dharma. Dios
está naturalmente interesado en el reino del dharma
Dharma samsthapana - El restablecimiento, defensa, del dharma.
Dhyâna - Meditación; un ininterrumpido flujo de pensamiento hacia el objeto de concen-tración.
Afirma y aquieta la mente y la hace apropiada para la realización en el curso del tiempo.
Divya - Divino, celestial, ; maravilloso, mágico; encantador, hermoso, agradable.
Divyâtma svarûpa - Encarnaciones de la divinidad.
Dosha - Ofensa, falta, vivio, deficiencia, carencia, desventaja; maldad, pecado.
Dvaita - Dualismo; la doctrina de que el alma individual y el Alma Suprema son dos principos
distintos.
Dvesha - Odio.
Gana - Rebaño, tropa, multitud, sociedad, número, tribu, serie, clase (de seres animados e
innimados; tropas o clases de seres inferiores (especialmente ciertas tropas de semi-dioses
considerados como los asistentes de Shiva, bajo el mando de Ganêsha..
Gâyatrî mantra - La muy sagrada oración védica para la autoiluminación repetida píamente en
las devociones al amanecer, al mediodía y al crepúsculo.
Gita - Un canto.
Grihastha - La condición (stha) del amo de casa (griha).
Guna - Cualidad, propiedad, rasgo; uno de los tres constituyentes de la naturaleza (sattva, rajas y
tamas). Atan el alma al cuerpo. La meta suprema del hombre en la vida es trascender los
gunas y alcanzar la liberación del ciclo de nacimiento y muerte.
Guru - Guía espiritual y conocedor de Brahman, que es calmado, carente de deseos,
misericordioso y siempre listo para ayudar y guiar a los aspirantes espirituales que se
acercan a él.
Hridaya - El corazón (o región del corazón como el asiento de los sentimientos y sensaciones); el
alma, la mente (como el asiento de las operaciones mentales); el corazón o interior del
cuerpo; el corazón o centro, núcleo o esencia o lo mejor o la más amada o más secreta parte
de cualquier cosa.
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Japam - Repetición pía del nombre o de un mantra sagrado, practicado como una disciplina
espiritual.
Jîva/Jîvâtma - El alma individual en un estado de no realización de su identidad con Brahmán.
Es el espíritu autoengañado y atado, inconsciente de su propia naturaleza. Está sujeto a las
sensaciones de dolor y placer, nacimiento y muerte, etc.
Jñâna - Conocimiento sagrado; conocimiento del espíritu, perseguido como un medio a la
autorrealización. Es experiencia directa de Dios, como el Alma de las almas. Jñânam hace
a un hombre omnisciente, libre, sin temor e inmortal.
Jñâni - Un sabio que posee jñânam (conocimiento y experiencia espiritual).
Kârana - Causa, razón, la causa de cualquier causa. Instrumento, medio. Un elemento. acción,
agencia, instrumentalidad, condición. La causa del ser. El cuerpo.
Kârana sharîram - El cuerpo causal que lleva las impresiones y tendencias en estado de semilla.
Es la envoltura de la bienaventuranza; la más recóndita de las cinco envolturas del alma.
Karunâ - Piedad divina; lástima, compasión.
Kashi - Antiguo nombre de Benarés.
Koshas - Las cinco envolturas que encierran el alma: las envolturas de bienaventuranza,
inteligencia, mente, energía vital y materia física.
Kshatriya - Un miembro de la casta guerrera, una de los cuatro grupos sociales (varnas) de la
comunidad hindú.
Kshetra - Campo; el cuerpo en el cual el jîva cosecha su karma.
Kshetrajña - El conocedor del campo; el Espíritu; el Ser individual conocedor.
Kula - Rebaño, tropa; agrupación, multitud, número. una raza, familia, comunidad, tribu, casta,
compañía.
Lîla - Juego; deporte; el universo es visto como un juego o deporte divino.
Lingam - Signo; símbolo: marca; emblema. Símbolo de lo sin principio; aquello en que se
funden todas las formas y todos los nombres y aquello hacia lo cual tienden todas las
formas y los nombres para lograr la realización. El símbolo más apropiado para lo
omnipresente, omnisciente y omnipotente que se encuentran todos incluídos en él.
Linga sharîram - El cuerpo sutil con sus principios vitales, sútiles órganos, mente, intelecto y
ego. Cuando el cuerpo burdo muere, el ser se va, vestido del cuerpo sutil.
Loka - Cualquiera de los 14 mundos (visibles e invisibles) habitados por seres vivientes.
Mahâbharata - La epopeya hindú compuesta por el Sabio Vyâsa que trata de las acciones y
fortunas de los primos (los Kauravas y Pandavas) de la raza Lunar, en los cuales el Señor
121
Krishna jugó un papel significativo y decisivo en darle forma a los eventos. El Bhagavad
Gita y el Vishnu Sahasranâma ocurren en esta gran epopeya. Es considerado como el
quinto Veda por los devotos hindúes. De esta gran epopeya se dice que “lo que no está en
ella no está en ninguna otra parte”.
Mahâtma - Una gran (mahâ) alma (âtma), un gran personaje.
Mahâvâkyas - Grandes sentencias o afirmaciones.
Maitrî - Amistad, amabilidad; benevolencia, buena voluntad. Contacto estrecho o unión; la
benevolencia personidicada. Igualdad, similitud.
Manas - Mente, el órgano interno que tiene cuatro aspectos: (i) manas o mente que delibera,
desea y siente; (ii) buddhi (el intelecto) que comprende, razona y decide; (iii) ahamkâra
(‘Yo siento) y (iv) Chitta (la memoria). La mente con todos sus deseos y sus raleas,
esconde la divinidad dentro del hombre. La purificación de la mente es esencial para la
realización del Ser.
Mânava - El hombre, descendiente de Manu, el gran legislador.
Mandir - Templo.
Manomaya-kosha - La envoltura mental. Una de las cinco envolturas que encierran el alma.
Consistente de la mente y de los cinco órganos sensorios sutiles. Está provista del poder de
la voluntad.
Mantra - Una fórmula sagrada, sílaba mística o palabra símbolo pronunciado durante la
realización de los rituales o de la meditación. Representan las verdades espirituales
reveladas directamente a los rishis (visionarios). La sección de los Vedas que contiene
estos himnos (mantras) es llamada Samhita.
Mata - Un pensamiento, idea, opinión, sentimiento, vista, creencia, doctrina, religión.
Mâtâ - Madre.
Mâyâ - El misterioso, creativo y engañoso poder de Brahmán a través del cual Dios proyecta la
aparición del universo. Mâyâ es la causa material y Brahmán es la causa eficiente del
universo. Brahmán y Mâyâ están inextricablemente asociados el uno con la otra como el
fuego y su poder para calentar. Mâyâ engaña a los individuos (jîvas) llevándolos al
egoísmo, haciéndoles olvidar su verdadera naturaleza espiritual.
Moksha/Mukti - Liberación de toda clase de esclavitud, especialmente la del ciclo de nacimiento
y muerte. Es un estado de libertad absoluta, paz y bienaventuranza alcanzado por medio de
la autorrealización. Es la meta suprema del esfuerzo humano, siendo las otras tres: dharma
(rectitud), artha (riqueza y poder) y kâma (placer sensorio).
Mûrti - Forma.
Mudita - Contento.
Mumukshu - El buscador de la liberación.
Panch - Cinco.
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Pancha koshas - Las cinco envolturas del cuerpo: la física (annamaya kosha); la de la
respiración (pranamaya kosha)¸ la de la mente (manomaya kosha); la del alma e intelecto
(vijñânamaya kosha) y la de la bienaventuranza (ânandamaya kosha).
Pancha prânas - Los cinco alientos vitales: Apâna, prâna, vyâna, samâna y udâna (ver
explicación bajo estas palabras).
Pâtra - Un recipiente para beber, una copa, un tazón.
Pâtradhâra - El que sostiene (dhâra) el recipiente. Un actor.
Paradharma - Los deberes de cualquiera; los deberes de un clan.
Paramdhâma - La Mansión Suprema.
Pitru - Los padres y ancestros.
Pitru yajña - Sacrificio dedicado a los padres y ancestros.
Pothana - Un gran devoto de Dios de la India del Sur.
Prakriti - La forma o condición original de cualquier cosa. substancia original o primaria; causa,
fuente original. Naturaleza, carácter, constitución, temperamento, disposición. La
naturaleza, (en distinción de Purusha, el espíritu).
Prâna - El aliento vital, respiración, espíritu, vitalidad.
Pranamaya Kosha - La envoltura de la energía vital. Consiste en cinco principios vitales y cinco
órganos sutiles de acción. Está provista del poder de la acción.
Pranava - Om, el sagrado sonido semilla, símbolo de Brahmán; “la sílaba más exaltada en los
Vedas”. Es usada en la meditación en Dios. Se pronuncia primero antes de cantar
cualquier mantra védico.
Prapancha - Expansión, manifestación, desarrollo. La expansión del universo, el mundo visible.
Pratijña - Admisión, reconocimiento, asentimiento, acuerdo, promesa, voto.
Prema - Amor extático por Dios; amor divino de la clase más intensa.
Priya - Amado, favorito, caro, querido, deseado. Amor, bondad, favor, placer.
Priyam - Agradablemente, bondadosamente, de manera agradable.
Pûja - Adoración ritualista en la cual una deidad es invocada en una estatua o imagen y
propiciada como un huésped real con ofrecimientos de flores, frutas y otros comestibles
junto con la recitación de mantras apropiados y muestra de señales relevantes.
Purânas - Las escrituras hindúes en las cuales se ilustran las verdades védicas por medio de
relatos de las encarnaciones y héroes divinos. Se cree que el sabio Vyasa es su autor. De
los 18 Purânas, el Shrimad Bhagavata es el más conocido.
Pûrnima - La noche o día de la luna llena.
Purusharthas - Los objetivos de la vida. Estos son cuatro; artha o riqueza, kâma o deseo
legítimo, dharma o cumplimiento del deber y moksha, la liberación.
Purushottama - La Persona o Ser Supremo, el Espíritu Supremo. Nombre de Vishnu o Krishna.
El mejor de los hombres, un hombre excelente o superior.
Rajas/Rajo Guna - Uno de los tres gunas o cualidades o disposiciones de Mâyâ o Prakriti.
Rajas es la cualidad de la pasión, energía, intranquilidad, apego y extroversión. Resulta en
dolor.
Râma - Agradable, Ameno, encantador, hermoso, bello. Nombre del principal Râma llamado
Dasharathi, como hijo de Dasharatha y Râghava, como descendiente de Raghu; el séptimo
Avatâr de Vishnu y el héroe del Ramayana.
Râmâyana - Esta sagrada epopeya hindú compuesta por el sabio Valmiki trata de la encarnación
de Vishnu como Shrî Râma quien se esforzó toda su vida por restablecer el reino del
dharma en el mundo. Con el paso de los siglos, el Ramayana ha jugado un papel muy
importante en influenciar y conformar el carácter distintivo de los hindúes.
Rata - Complacido, divertido, gratificado; que se deleita en, atento a, dedicado o apegado o
adicto o dispuesto a.
Roga - Enfermedad, dolencia, achaque.
Rûpa - Forma, figura, aspecto, forma hermosa, belleza, gracia, esplendor.
Tamas - Uno de los tres gunas (cualidades y disposiciones) de la Mâyâ o Prakriti. Es la cualidad
de la estupidez, torpeza, inercia, oscuridad y tendencia al mal. Resulta en la ignorancia.
Tâpa - Dolor, miseria; aflicción causada por los tres tipos de agentes (tapatrayam). Los agentes
son las enfermedades y perturbaciones de cuerpo y mente (âdhyâtmika); otros seres creados
(âdhibhautika) y agentes supernaturales como tempestades, inundaciones, terremotos,
planetas, etc. (âdhidaivikam).
Tapas - Austeridades religiosas.
Tapatrayam - Los tres tipos de agentes.
Tripti - Satisfacción, contento.
Trivikarma - El triple conquistador.
Tyâga - Dejar, abandonar, renunciar; sacrificar la propia vida. El renunciamiento.
Tyâga bhûmi - La tierra del renunciamiento, del sacrificio.
Udâna - Uno de los cinco aires vitales. El aire que va hacia arriba.
Upâsana - Adoración o contemplación de Dios.
Upanishads - Las porciones sagradas de los Vedas que tratan de Dios, el hombre y el universo, y
de su naturaleza e interrelaciones. El conocimiento espiritual (jñâna) es su contenido. Así
que conforman el Jñâna Kanda de los Vedas.
Upeksha - Indiferencia por los resultados.
Vaidika - Perteneciente o relativo a los Vedas, de conformidad con los Vedas, un brahmán
versado en los Vedas.
Vairâgya - Desapego; deseo y habilidad para dejar todos los disfrutes transitorios.
Vaishâkha - Uno de los doce meses que constituyen el año lunar hindú, correspondiente a abril-
mayo.
Vânaprastha - Una de las cuatro estaciones de la vida humana. El que se retira a la selva a
buscar a Dios.
Vandanam - La adoración.
Varna dharma - La comunidad hindú está dividida en cuatro grupos sociales (varnas), basados
en los gunas y los oficios. Éstos son: los brahmanas (los custodios de la parte espiritual y
moral), los kshatriyas (la comunidad guerrera que gobierna y defiende la patria); los
vaishyas (el grupo que se ocupa del comercio, negocios e industria y los shûdras (el grupo
dedicado al trabajo y servicio de la comunidad). Cada varna tiene su propia dharma o
varna dharma¸ que son las restricciones y regulaciones que canalizan sus impulsos e
instintos a los campos que son especiales a su lugar en la sociedad y los controles
pertenecientes a los deberes que les son atribuidos.
Vedas - Las más antiguas y más sagradas de las escrituras hindúes, la fuente primaria de
autoridad en la religión y filosofía hindú. Son cuatro: el Rig Veda, el Sama Veda, el Yajur
Veda y el Atharva Veda.
Vedânta - Significa “el fin de los Vedas”. Es la esencia de los Vedas engastada en los
Upanishads. La filosofía del no dualismo o monismo, del no dualismo calificado o del
dualismo basada en las enseñanzas de los Upanishdads, es lo que se denota por este
término.
Vidyâ - Conocimiento, ciencia, sabiduría, escolástica, filosofía.
Vijñânamaya Kosha - Una de las cinco envolturas (koshas) del alma. Consiste en intelecto y los
cinco órganos sensorios sutiles. Está provista del poder de conocer. El ‘yo’ o sujeto de la
experiencia o acción está asentado aquí.
Vinâyaka - Nombre de Ganêsha. El gran removedor de obstáculos. Un guru o preceptor.
Vishanti - De vish, entrar, volver a entrar, regresar.
Vishesha Dharma - Código de conducta a ser observado en situaciones especiales, obligaciones
que deben ser cumplidas en ocasiones especiales, o cuando se enfrenta a situaciones
especiales.
Vishnu - ‘El que todo lo penetra o el Trabajador’. Nombre de la segunda Persona de la Trinidad
hindú, el Preservador.
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Yâga - Una ofrenda, oblación, sacrificio; cualquier ceremonia en la cual se presentan ofrendas u
oblaciones.
Yajña - Un rito o sacrificio védico. Cualquier acto de servicio en nombre del Señor en el cual se
niega a uno mismo.
Yoga - Significa unión con Dios, así como el sendero mediante el cual se logra esta unión del
alma con Dios. Los cuatro importantes senderos del Yoga son los del conocimiento,
acción, meditación y devoción.
Yoga bhûmi - La tierra del yoga.
Yogeshvara - El Señor del Yoga.