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YANCUIC MEXICATL es una colección de poemas que hacen alarde del amor que un
hombre puede sentir por su origen, aun habiendo crecido lejos de su tierra y en especial
en un país donde abiertamente se menosprecian sus raíces.
De acuerdo a mucha gente, aun parientes y amigos, mi visión sobre mis raíces es quizás
un tanto ilusoria; pero no pido disculpas por la admiración y el respeto que siento por mis
antepasados, por mis ancestros, por mis abuelos…
Amo con nostalgia la tierra que me vio nacer, y en ello le doy gracias a mi madre: Eva
Julia Guzmán que siempre inculcó en mí el amor a nuestra patria, al viejo terruño y, en
forma especial, a nuestras raíces.
De joven, como muchos otros en los Estados Unidos, buscaba inspiración para mis
poemas en la literatura y la ideología de origen europeizada, pues no conocía a fondo mi
propia cultura. Después de muchos años de viajar extensamente por EL ANAUHAC;
especialmente por Oaxaca, Yucatán, y el Valle Central; después de conocer, de indagar,
se escudriñar sobre mi cultura y sobre mis antepasados, con orgullo hoy día le canto a mi
tierra y a mi gente, y lo hago a los cuatro vientos; divulgándolo en mis poesías, sin el
deseo de menospreciar a ninguna otra cultura. Pues fervientemente creo todo ser humano
debe valorar su origen y honrarlo esté donde esté. En su propia tierra y en el extranjero.
PRÓLOGO
I EXORDIO
II TRANSMUTACIÓN
II RAÍCES
III REVERBERACIONES
IV PENSAMIENTOS
VI ÍNDICE CRONOLÓGICO
V ÍNDICE ALFABÉTICO
Dedicatoria:
A todos aquellos que desean conocer su cultura, o que luchan por preservar sus raíces
para enfrentarse a los desafíos de la vida moderna, caminando con la frente alta;
orgullosos de ser quien son, y sin sentirse ni menos ni más que otros; simplemente que
han llegado a reconocer que todos somos hermanos de la creación universal y del cosmos
que nos aloja en su regazo por un corto tiempo.
Oscar L. Guzmán
Le doy las más expresivas gracias a este artista, gran colega y paisano, Edmundo Aquino
por la hermosa portada que pintó exclusivamente para mi obra Yancuic Mexicatl.
PROLOGO
Después de muchos años de reflexionar sobre mis raíces, recuerdo vívidamente cuando
escribí uno de mis primeros poemas, que por cierto fue muy popular: REFLEXIONES
DE UN MEXICANO. Al principio, mi idea era escribir mi autobiografía en verso; pero,
después de mucho considerar mi presencia en el mundo actual en que me encuentro, la
miré vacía; sin nada verdaderamente trascendental. Soy uno entre millones. Una gota de
agua en el océano.
Entonces se me ocurrió sobreponer en mis experiencias la vida de mi madre: EVA JULIA
GUZMÁN RUBIO. Ella si vivió una vida muy interesante, apasionante a no más dar.
Además tuve la suerte de ser recipiente de sus tantas experiencias. Casi todas las tardes se
sentaba con nosotros a contarnos su vida con miles de detalles. Fue cuando decidí escribir
dicho poema, que es el primero en mi primer libro: REFLEXIONES.
Curiosamente, cuando me tocó declamarlo en grupos numerosos del público de San
Francisco, California, algunos centro y sudamericanos, después de mi presentación, se
me acercaban, y me preguntaban porqué no me había yo asimilado al sistema que ellos
llaman “americano”. Hacían alusión precisamente a uno de los versos que decía:
…Y quieren hacerte gringo
sin límites ni reserva
mas su distancia conservan
aunque en inglés yo le hablo;
Pues que se vayan al diabo
que yo también son un pingo…
Obviamente, después de una larga explicación poco convincente, pues no se identificaban
con mi visión social de emigrante en los Estados Unidos; pero si me di cuenta que no
todos los de habla hispana pensamos, ni experimentamos las circunstancias de la vida con
la misma actitud; y agregaría, ni con la misma exactitud.
Noté que la mayoría de los que me hacían dicha pregunta eran personas, que aunque de
habla hispana, y obviamente lo que llaman en los Estados Unidos: Latinos, o Hispanos,
eran gente muy blanca; de ojos claros, tipo español. Aunque eran emigrantes, jamás
habían pasado las experiencias de mi madre, que era oriunda del estado de Oaxaca. No
obstante lo alta, era muy morena, y de facciones tipo mixteca-zapoteca.
Mi madre, al igual que miles de mexicanos y centroamericanos que entraron a los
Estados Unidos “ilegalmente,” si vivieron la discriminación. Si sintieron y sufrieron lo
que es “creer en Dios en tierra de indios.” (de la manera inversa debo agregar).
Entonces, se me ocurrió empezar a entrevistar paisanos emigrantes. Especialmente
aquellos obviamente mestizos o indígenas de apariencia.
Fue cuando empecé a conocer de verdad a mi gente. Fue cuando poco a poco le di
credibilidad a las diferencias sociales. Cosa que antes pasaba desapercibida.
Nuevamente, hago alusión a mi poema: REFLEXIONES DE UN MEXICANO:
Y aunque te llamen hermano
para ellos no es lo mismo.
Detectarás su cinismo
cuando llegue la ocasión
de dar una descripción:
Tú eres siempre mexicano…
Entre más platicaba con hermanos que venían de las más remotas provincias de México,
más me vislumbraba su esencia y su visión cosmológica, su humanismo, su religiosidad
hacia lo sagrado y hacia la familia. Obviamente que hay gran diversidad y no quiero que
se interprete que yo creo que todos los humanos de cierto origen son exactamente
idénticos; entonces no sería humanos. Estoy hablando de una razonable generalización.
Fue en el tiempo en el que de desarrollaron muchos problemas económicos y financieros
en los Estados Unidos; algunos gobernantes, entre ellos un tal Pete Wilson, gobernador
del estado de California; buscando a quien culpar; se popularizó oficialmente acosar a los
extranjeros; y comenzó, se podría decir la guerra en contra de los llamados
indocumentados…
Al convertirse tal cosa en un tema popular, pudo verse alrededor de los Estados Unidos
como salía a la superficie el verdadero color de muchos llamados “super-patriotas”
americanos, que se les apodan red-necks, que son unos fanáticos intolerantes que
fastidian a la gente de color, y hasta los mismos blancos inmigrantes.
Es durante tiempos como ese que nacen las revoluciones. Es cuando se definen las
actitudes. Es, como dicen por en Estados Unidos, cuando se separan los niños de los
hombres. Es cuando el hombre se debe definir como individuo, o simplemente perderse
entre las multitudes.
Tristemente se podían observar hasta paisanos de origen mexicano que ellos mismos se
hacían de un lado o del otro; con facilidad se veían la diferencias: Aquellos que eran
blancos de apariencia o blancos de conciencia se hacían del lado del anglo-sajón; los de
color, o los de visión universal, como yo les llamo, no se hacían de ningún lado,
simplemente se rehusaban a apuntar el dedo señalando a un grupo humano como ilegales,
criminales, parásitos, aprovechados, abusadores del sistema, etc.
Para mi, se me hacía imposible justificar dicha generalidad usada como generalización.
Necio de carácter que soy, fue desde entonces, que poco a poco, comencé a escribir los
poemas que aquí en este libro expongo.
Claramente, primero me empecé a sumergir dentro de mi cultura. Fue al Estado de
México, en México a estudiar Nahuatl; visité Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo,
Guanajuato, y otras partes más para conocer mi cultura, y entre más la conocía, más la
reverenciaba.
Sin darme cuenta nació en mi remontarme un poco más lejos que mi familia. Aunque mi
familia entera desde mis bisabuelos de las dos partes son oriundos del estado de Oaxaca;
quise ser más profundo al escribir poemas autobiográficos; que son los que aquí les
presento. Rotundamente me rehusé a aceptar lo que casi metódicamente se popularizaba
en los medio públicos de los Estados Unidos: que mi gente no eran seres humanos de
provecho; sino una carga pública.
Para iniciar un proyecto reflexivo de tipo biográfico, creo yo, se debe considerar la propia
historia detalladamente; pero al mismo tiempo es preciso contemplar tendidamente la
vida real. Por lo pronto, se hace a mi importante considerar la situación personal de los
involucrados. Se debe uno proyectar más lejos de lo que dicen los periódicos populares.
Ver más allá; hacia las condiciones de vida del entorno de aquellos cuyas vidas quiere
uno contemplar, y a lo mínimo, considerar su medio ambiente; su familia, parientes,
amigos, colegas, enemigos, amistades casuales, sus orígenes, su historia. No en una
forma anacrónica, sino tratando de remontarse al tiempo y el lugar en el que el sujeto, se
transforma ya sea para bien o para mal.
Sacudiendo el polvo de la memoria, se consideran eventos, incidentes, acaecimientos
memorables e inmemorables; se conversa con gente común, personajes sobresalientes,
expertos, sabios, parias; en fin, gente amiga y extraña; se leen cuantos libros se hayan
escrito sobre el tema, se anotan miles de observaciones y a trabajar…
Pronto se llega a la conclusión que la realidad de la historia, y la realidad de la vida es
muy distinta a lo uno se imaginaba al inicio del proyecto. Se puede con facilidad observar
que el hombre en sus inquietudes y reflexiones ontológicas, frecuentemente se interna en
lo divino, a lo existencial, o en la fantasía. Luego llega la racionalización, la justificación.
La mente comienza a trabajar asiduamente para hacer reales a personajes imaginarios o
históricos; beatificando a unos, satanizando a otros.
Se imaginaría uno que los historiadores académicos son exentos a esta falacia humana.
Pero no es así. Entonces se concluye que todos y nadie somos expertos. Que las
realidades nacen de las experiencias; de la fatalidad; buena, mala o “normal”.
En los poemas de este libro, especialmente traté de realizar un hallazgo válido, nacido de
pensamientos reales recolectados a través de los años; lo más cercano a la realidad.
En la búsqueda de mis raíces, con frecuencia recurrí a lo histórico, a veces a lo mítico.
Leí y releí leyendas, platiqué con los abuelos, con los tíos más viejos, con los amigos más
viejos. Pronto alcancé la conclusión, que para llegar al presente, se debe regresar al
pasado para encontrar las respuestas que se buscan.
Al principio me imaginé que sería muy fácil hablar de mi mismo, de mi gente, de mis
raíces. Pero me di cuenta que sobre nuestra historia, y sobre nuestros orígenes, existe una
inmensa diversidad de opiniones, expertas, académicas; laicas, ordinarias y prosaicas.
Entonces no con facilidad puede uno simplemente citar, mucho menos usar información
sobre nuestra historia oral o impresa para documentarse, ni para educarse, y menos para
educar a otros. Aquí es cuando la realidad se convierte en fantasía. La historia se
convierte en mito, y la verdad en mentira.
Entonces decidí usar lo que se llama: licencia poética. Usar mi propio criterio para
deducir la realidad. Verla como yo la percibo. Interpretarla como mis experiencias me lo
permiten. Expresarla como me nacen las palabras que vienen desde lo más profundo de
mi alma. Acaso no es así como se escribió la historia de nuestra Patria.
Pero poniendo los pies sobre la tierra se debe uno preguntar: ¿Por qué recurrir a la
fantasía en busca del yo? ¿Por qué no sacar en forma natural de nuestros propios archivos
de la mente aquellos recursos ideológicos para hacer uno un resumen de su persona?
Tristemente se observa que en nuestras tierras de Mesoamérica, y de América del Sur,
esto es algo muy difícil de realizar, porque vivimos en un mundo totalmente euro-
centrista que borró de nuestros libros de historia, y por ende, de nuestra mente nuestra
identidad en su totalidad.
Yo recuerdo en mis poemas de juventud, que lo que siempre me venía a la mente eran
alusiones con matices griegos o romanos o nórdicos. Hablaba, igual que muchos poetas,
hasta los más realizados, interponiendo en mis versos los nombres de Cupido, de Venus;
de Minerva; o si no Eros, Afrodita o Atenea... Hablaba del amor platónico; o hacía
alusión de los romances clásicos, en torno a Romeo y Julieta, como si el amor hubiese
sido inventado por Shakespeare, Byron, o Shelley; u otros poetas ingleses, españoles,
italianos o franceses... Claro, eran los únicos que conocía y que vivían en mi joven
corazón. Se puede decir que somos el producto de un mundo “occidental,” por lo cual no
es raro que nos expresemos de acuerdo a la educación que recibimos durante nuestra
temprana edad. Así ha sido siempre, y en todo el mundo.
Ya adulto, observé que los poetas hispano-hablantes más sobresalientes y vitoreados eran
aquellos que se expresaban como los europeos. Que mucha sus poesía venía matizada con
frases y ditirambos a la usanza de los españoles; alegorías de los franceses, hazañas rusas
o frases en ingles o en alemán, o en latín.
Hermosa poesía claramente; pero yo me pregunté sobre el pensamiento de nuestros
ancestros. Sobre su visión, su ideología, su idiosincrasia; sobre sus romances, sobre sus
ideales… ¿Qué fue de todo eso? ¿Por qué quedó enterrado en el olvido, como si nunca
hubieran existido?
Después de todo, la poesía, la literatura, la canción son un reflejo del alma de los
humanos. Es por medio de la escritura que el hombre dibuja las cavernas de su corazón y
las hace perennes, para que el mundo externo las contemple. Es ahí donde se define su
persona y se inmortalizan sus pensamientos.
Fue entonces que comenzó mi lucha por aprender sobre mis ancestros. Sobre mis
abuelos. Pero para más sorpresa mía, varias interrogantes empezaron a suscitarse en mí.
Entre ellas: ¿Por qué el desprecio hacia nuestras raíces? ¿Por qué el desdén hacia nuestras
antiguas culturas?
He aquí algunas situaciones con las que me tropecé: El hombre, especialmente el mestizo
y en especial el oriundo de Mesoamérica se da cuenta cuando se convierte en adulto que
los grupos dominantes, aún viviendo en su propia tierra, han controlado totalmente la
educación de su propia Patria, en tal forma, que su persona, su identidad, su cultura, su
mentalidad, su idiosincrasia han desaparecido y que vive hoy día en una realidad que no
es suya; que no le pertenece, porque la suya le ha sido despojada y arrojada al olvido.
Al ver las realidades sociales que lo rodean, ve un mundo, una cosmología, y sin exagerar
una religión, y un lenguaje que le fue impuesto a punta de garrotazos, latigazos y
castigos.
Con tristeza se puede observar que en casi toda Latino América, la educación está
inundada de información histórica totalmente europeizada; a tal grado que sólo aquellos
de la misma estirpe o que poseen la misma mentalidad de los escritores, la aceptan con
naturalidad y agrado, pues ciertamente les pertenece; se identifican con dichas
enseñanzas. ¿Y por qué no? Es su gente, son sus raíces; es su cultura, y creo que así
debería ser. Cada oveja con su pareja.
Aclaro, antes de proseguir, que este libro es un libro de poesías; no es un estudio
académico sobre la historia de Mesoamérica. Tampoco es un análisis psicológico, ni
mucho menos sociológico sobre el Ixachitlacatl, es decir, el habitante original del
hemisferio occidental; ni del Yancuic Mexicah: el mexicano actual, incuestionable dueño
del Anahuac. Ya se han escrito docenas de libros en muchos idiomas sobre esos temas;
otro más sería redundante o superfluo; o como se dice comúnmente: Sería como lanzar
más palabras al viento y solamente acumularía el polvo, ya que muy pocos son los que
escuchan las voces de aquellos que se atreven a hablar en contra de la historia establecida
por las instituciones académicas.
Pero para nuestra mala fortuna, la mayoría de los libros escolares de instrucción primaria,
de historia y de literatura a lo que todos los jóvenes de nuestras tierras están expuestos —
aun los aprobados por nuestros propios gobiernos, provienen de mentes europeas o
europeizadas, y reflejan consecuentemente, solamente el pensamiento de otro mundo que
no es nuestro; o peor todavía, son libros de escritores compatriotas, de mentalidad criolla,
que no aman a sus raíces; que no tienen raíces, ni les importa tenerlos, y estos son peores
que los extranjeros, porque cuando alguien de tu propia familia te traiciona, el dolor es
más severo.
También hay muchos libros escritos por extranjeros; individuos que miran de fuera hacia
dentro sin entendernos; especialmente sin entender al Ixachitlacatl, olvidando que para
ellos no existían barreras. Que los cuatro puntos cardinales en verdad no marcaban ni
fronteras ni los límites de su universo, sino que más bien indicaban los caminos que sus
ancestros habían seguido y podían seguir.
La verdad es que después de la conquista, el cosmos de nuestros antepasados de realidad
se convirtió en mito mucho antes de que el hombre “occidental,” lo pudiera conocer a
fondo y con exactitud. Dijéramos como la historia de los griegos, de los babilonios, de los
persas. Casi todo lo que se ha escrito y que se sabe sobre nuestros abuelos solamente
refleja lo que los conquistadores, quienes los aniquilaron, dieron a conocer.
Raras son las culturas y las civilizaciones que han vivido esa experiencia, aunque se
entiende que el conquistador, es “el que escribe la historia”. Pero en contraste y por
ejemplo, no obstante que los judíos fueron dominados por los egipcios, por los
babilonios, por los griegos, luego por los romanos, y después por los musulmanes; ,
hábilmente los judíos preservaron y resguardaron su cultura, su religión y su lenguaje; es
decir, su idiosincrasia, aunque los conquistadores trataran de erradicarla. Esa realidad fue
la que los mantuvo y los mantiene íntegros aun después de un largo historial de derrotas y
conquistas.
En forma similar, Roma conquistó a Grecia, y a muchas otras naciones, pero no destruyó
sus culturas, sino las absorbió y les dio el reconocimiento y el auge que merecían. Y
cuando hubo naciones que fueron obliteradas de la faz de la tierra, entonces, claramente
no quedó nadie que hablara en su defensa; simplemente dejaron de existir. No se
escucharon ni se escuchan, por obvias razones, sus quejas ni su llanto; ni se observa
corolario alguno por el genocidio ocurrido.
La conquista del Continente Occidental fue distinta. Para empezar, nuestras tierras no
fueron descubiertas, como se dice comúnmente, pues nunca estuvieron cubiertas. No eran
tierras abandonadas. No eran tierras vírgenes ni desoladas, ni abiertas a que alguien las
desenmascarara de algún despiadado oscurantismo.
Se entiende que el Anahuac y Tawantinsuyu, (la tierra de los Incas) fueron encontradas
por error, o por ignorancia geográfica. Ahí no hubo provocación. No existió una Helena
de Troya que incitara una venganza. No llegaron buques de guerra defendiendo el honor
de un soberano agraviado por un imberbe desnaturalizado que no supo honrar las leyes de
la hospitalidad. No se reunieron ejércitos para pelear en defensa de sus fronteras que
estuvieran en peligro de caer en manos ambiciosas o hambrientas de otros reinados
vecinos que sufrían depresión económica.
La conquista de América fue un acto de agresión inadvertida para el conquistado; injusta
e ilegal; arbitraria, e inicua, por parte del conquistador. El codicioso europeo llegó al
Anahuac y a Tawantinsuyu a robar; a destruir sistemáticamente; a matar a sangre fría y
en forma desalmada a millares de seres humanos, contra quienes no existía conflicto ni
riña; simplemente porque poseían algo que los rufianes codiciaban: Oro.
Luego de conquistarlas a esas ricas y legendarias tierras, demolió, mejor dicho, trató de
obliterar toda seña de civilización, cultura, y vida, para después sencillamente fundar una
nueva civilización sobre las ruinas de otra que acababa de destruir, porque la consideró
inferior, inculta, salvaje, silvestre...
Como si hubieran muerto a una cuadrilla de conejos, o exterminado a una ciudad de
hormigas. Ni siquiera eran enemigos. Era simplemente un mundo muy privado y personal
de las victimas, y desconocido para los asaltantes. Como cuando un ladrón inconsciente
que asesina y le roba las alhajas y la cartera a un indefenso desconocido que se encuentra
en un callejón desolado y oscuro, y sin tocarse el corazón; sin considerar que tal vez la
victima había trabajado arduamente para ganarse la pequeña fortuna que el cleptómano
tan fácilmente ahora disfrutaría. Y peor todavía, para después jactarse de su hazaña.
Para más burla, los historiadores, especialmente los adeptos y los descendientes de
aquellos truhanes se dan el lujo de llamar a ese genocidio hasta en forma poética: “El
descubrimiento de América” y hacen referencia histórica de nuestros antepasados con
una naturalidad pasiva e indiferente, como que le hicieron un favor en erradicar su cultura
de la faz de la tierra.
¿Cómo es posible que no se le llame exactamente lo que fue? “La Rapaz y Salvaje
Depredación del Anahuac”, o “La destrucción de la Civilización más grande del
Hemisferio Occidental por salvajes piratas europeos”.
Cuando menos los patriotas, los descendientes, los sobrevivientes de aquel holocausto así
deberían llamarlo, sin ambages, porque esa es la realidad de la historia de todos los países
de las Américas.
El resultado es que hoy día los propios compatriotas hacen simplemente sucintos, falsos y
raquíticos elogios a nuestros antepasados, o hablan de ellos como si fueran personajes
míticos; creados por la cinematografía de Hollywood, la que los presenta ya sea con una
magnificencia irreal y fantástica, o como salvajes sanguinarios; olvidando que nuestros
abuelos no eran gente de otro mundo. Eran seres humanos de razón y de sazón. Su cultura
y su cordura merecían reconocimiento, y honor; no la destrucción ni el trato al que fueron
y siguen siendo sujetos; como si fueran o hubieran sido animales infrahumanos.
Para más vergüenza, de los tantos males que heredamos, y que prevalecen en la
actualidad es la actitud arrogante y perniciosa entre nuestros hermanos europeizados que
se despliega en contra de los que llaman incorrectamente “indios.” Hipocresía claramente
evidente, pues por un lado de la boca hablan de los héroes de Patria con ditirambos de
honor y halago, pero a los “indios” vivos, los tratan con desprecio y frialdad; peor que a
un extranjero indeseable, peor que a un maleante, peor que a un criminal, aún en su
propia Patria. La Patria de sus antepasados.
Se podría entender que dicha actitud se justifica, ya que las enseñanzas que preponderan
en nuestras aulas escolares sobre el orígen de nuestro país son irreales, incompletas y
tergiversadas a más no dar.
Todo eso nos ha llevado a un malinchismo sistemático haciendo que la sociedad acepte
las actitudes que destruyen la identidad nacional y la economía local, pues únicamente
promueven las ideologías que se afanan en elogiar, imitar, emular, consumir, valorar, y
aprender solamente de los extranjeros. Así han enterrado en vida su autonomía y su
persona; pues lo único que valoran es, ya sean la grandeza extranjera, con sus héroes;
arte, literatura, música; y con ahínco promueven y admiran, casi con gula, a las
personalidades y artistas foráneos, ignorando y despreciando a los nuestros de sangre
mesoamericana, tal vez porque los consideran feos, ignorantes, inferiores; especialmente
a la gente común y proletaria. Tal como es hoy; como la han dejado; como ha quedado...
Con aspecto inútil; sin esperanza, y sin aparente valor inherente.
Todo esto ha difundido los ridículos dichos que alguas madres autóctonas les digan a sus
hijas: “Cásense con un extranjero; mejoren la raza…” ¿Mejoren la raza? No hay nada
más triste y repugnante que hasta nuestras madres desprecien a los de su misma raza por
creerla inferior, y buscar la belleza en extraños; especialmente en aquellos que asesinaron
a nuestros abuelos.
Muchos de los libros que hablan de nuestros antepasados no educan, ni ilustran con la
verdad a nadie—sino que simplemente repiten lo que ya fue escrito por aquellos que se
dejaron influenciar por la arrogancia y las falsas interpretaciones, o mentiras deliberadas
de los conquistadores. Los que aprovechándose de las circunstancias que les dieran
descomunales ventajas sobre una civilización aislada del progreso euroasiático que ellos
gozaron, (pues todos los adelantos e invenciones de la humanidad fueron compartidos,
experimentados, renovados, y corregidos entre todas aquellas naciones vecinas a través
de los siglos) beneficiándose todas y cada una de ellas, para después llegar a conquistar y
a destruir a otras grandes civilizaciones cinco mil o más años más jóvenes que la de ellos.
Igual que si un luchador profesional adulto y experimentado se enfrentara a un duelo a
muerte con un niño de pre-primaria.
Creo que es justo, saludable y necesario aprender de otras naciones, o de otras gentes que
han sabido salir avante no obstante las circunstancias históricas. La diferencia es que en
un país deben surgir patriotas, súper patriotas, que alimenten a su pueblo de la verdad de
su historia y de sus orígenes, para que puedan definirse e identificarse como seres
humanos individuales, particulares y homogéneos. Que no vivan el síndrome de la
Malinche; sino que vivan y mueran por su Patria, por su historia, por sus ancestros, por su
cultura y que estimulen el amor a su ascendencia y no vendan a su Patria, ni renieguen de
su sangre por unos cuantos pesos.
No yendo muy lejos, hay países que no teniendo historia, la inventan, o la compran. Los
Estados Unidos de Norte América, que en su desarrollo como pueblo, después de haber
nacido de un pequeño grupo de invasores, quienes jamás se imaginaron la magnitud del
resultado de su peregrinaje; procediendo de un grupo heterogéneo sin dimensiones ni
historia, de pronto se ha convertido en el país más poderoso del mundo.
Otro puño de aventureros que se apodera de un territorio que pertenecía a otras culturas, a
otro país, a otra gente, a otros seres humanos y luego crea su propio país y su propia
historia.
La diferencia que los ha hecho triunfadores es que ellos a través de los siglos se
autonombraron dueños de estas tierras y se convirtieron, opuesto a los criollos de nuestra
Patria, ellos convirtieon en patriotas; superpatriotas y dejaron las fortunas de este lado del
océano. Y hoy, aman a su Patria adoptiva, como un huérfano que al recibir el apoyo y el
sustento de un extraño lo llega a amar y acaba apreciándolo más que a sus verdaderos
padres.
Hoy día en sus escuelas se aprende una historia que justifica su existencia y que hace a
todo estadounidense, especialmente los de estirpe europeo, sentirse orgulloso de su linaje,
de su país, y de su “historia;” repleta de héroes, de hazañas, de grandeza que los pone a la
par de los países de donde huyeron buscando libertad.
Pero como todo lo humano, su orgullo se ha convertido en soberbia, y hoy día se sienten
dueños del mundo, y creen que todo les pertenece a ellos. Hasta la tierra que nos robaron.
Hasta la felicidad, el progreso, la igualdad, y solemnemente lo predican al hablar de su
búsqueda por el “sueño americano”.
En 1931, el historiador estadounidense, James Truslow Adams, al inmortalizar frase:
“the American Dream,” tal vez creyó que los sueños de progreso solamente aplican al
estadounidense, tal vez porque históricamente muy pocos seres humanos al rededor del
mundo llegan a realizar sus sueños. Pero en lo personal, se me hace ridículo tan siquiera
considerar que no sea el deseo ferviente de todo ser humano alrededor del mundo llegar a
vivir una vida sin carencias, protegidos de los explotadores, de conquistadores, de
opresores, de ladrones y oportunistas; viviendo y gozando de libertad, con el derecho de
adorar al dios de su agrado y preferencia; teniendo un hogar, una casa, un automóvil, y
hasta un gato y un perro. ¿Por qué no? A eso yo no los considero sueño, sino lo veo como
una meta que todo ser humano debería alcanzar.
Sin duda que al vivir entre gente que vive dicho concepto, abstracto aunque parezca, la
mayoría de los habitantes de los Estados Unidos obsesivamente se obstinan y se
esfuerzan por vivir ese sagrado modelo.
No obstante, aún en el país de la abundancia, no todo el mundo goza de tal plenitud. ¿Qué
podemos esperar, entonces? Solamente darnos cuenta que no todos los pueblos de la
tierra han tenido la misma fortuna que los residentes del país más poderoso del mundo
moderno. Y en el país, donde nace la frase que evoca igualdad, justicia, y todo lo demás
que el Sr. Adams añoró, debe ser una realidad perteneciente únicamente a los moradores
del norte del Río Bravo; pero obviamente a los que pertenecen al grupo mayoritario del
nuevo país.
Pues nos damos cuenta que igual que en muchas otras partes del mundo, también en los
Estados Unidos históricamente los grupos minoritarios viven en condiciones sociales,
educativas, económicas muy inferiores a las de las personas procedentes de los grupos
europeos. En todas partes del mundo, todos aquellos, que se puedan considerar de origen
europeo o que actúen como los europeos, especialmente si son de tez blanca, dominan,
están y viven mejor que las minorías, especialmente que la “gente de color”.
Para detrimento nuestro, muchos de nuestros hermanos viven la misma problemática no
sólo en los Estados Unidos donde se presume de igualdad, pues ahí existe una
justificación, ya que hoy día, Estados Unidos es un país solidario e independiente. Y para
nosotros, que antes éramos los dueños de la gran parte occidental, hoy día es un país
extranjero, aun para los mexicanos que ya antes poblaban las tierras robadas. Entonces en
el presente, por lógica hoy viven como extranjeros, hasta que se llegan a incorporar
dentro de las masas de la población dominante.
No necesita uno ser sociólogo para observar que vergonzosamente en todos los países de
nuestro hemisferio la mayor parte de la población, que es la gente de color canela, y de
apariencia indígena, no siendo emigrantes, viven en peores condiciones económicas que
el resto de la población, (por cierto que es blanca y de origen europeo).
Consecuentemente, muchos creen con absoluta firmeza que la mayoría de la gente pobre
y desahuciada vive en las condiciones económicas que se merece. Ya sea por perezosos,
o por faltos de inteligencia, o por su religión, o por viciosos; aunque tal vez sea cierto en
algunos casos, yo creo que esta es una conclusión miope y carente de conocimientos
sobre la historia de nuestras tierras.
Muchos de estos problemas sociales se originan, creo yo desde mucho tiempo atrás y
podría aseverarse que todas esas adversidades humanas que muestran nuestros hijos, y
nuestros hermanos tienen raíces desde el holocausto de la conquista, y los agravios
sufridos en contra de nuestra gente por más de 500 años de opresión europea sistemática
contra nuestro pueblo.
Casi todo estudioso de las culturas mesoamericanas insiste en que nuestros ancestros eran
gente de progreso, inteligente, trabajadora, creativa, e inventiva. No como nuestros
hermanos que vemos hoy día vagar sin dirección por las calles de un mundo que los
califica de fracasados e inútiles.
Para empezar, los jóvenes adoptan lo que ven y lo que pueden para aprender; y no
teniendo a nadie entre los suyos, se adhieren a los extranjeros, aunque no sean aceptados
como “iguales”. Aquellos que siendo de raza y de apariencia diferente, no con gran
facilidad pueden identificarse con la gente triunfadora ni con los héroes de la raza
blanca, principalmente cuando sus neuronas traen el recuerdo de haber sido oprimidos
por los blancos por más de 500 años, e indirectamente, continúan siendo oprimidos por
los criollos y sus descendientes.
Eso es una realidad para muchos relativo a la vida social. Luego consideremos el mundo
anímico, y espiritual, que a veces eso es más poderoso que el mundo material, pues
cuando eres diferente, no es tan fácil identificarse con aquellos que representan a un Dios
que supuestamente nos creó a su imagen y semejanza, y lo único que ven los ‘súbditos’
son enseñanzas contradictorias y en los nuevos templos contemplan a santos de
fisonomías europeas que se parecen a sus “amos” y que ignoraban la realidad de sus
hechos, su personalidad y su idiosincrasia.
Son especialmente los niños, quienes por medio de las enseñanzas establecidas por
gobiernos miopes e indiferentes, los que más sufren los efectos de dichas enseñanzas,
pues afectan su desarrollo personal y su individualidad que los cicatriza para toda la vida.
¿Cómo pueden crecer saludablemente con una imagen clara de identidad propia, al crecer
estando expuestos solamente a enseñanzas que degradan y condenan a su propio ser, a su
origen y a sus antepasados?
Si lo único que oían, empezando con los cuentos infantiles y cantos de cuna siendo de
origen europeo que solamente exaltaban la belleza de su cultura y su raza, siempre
encumbrando las virtudes de “…un hermoso niño blanco, con de rizos oro, dientes
blancos como el marfil y ojos azules como el cielo…”
Un mestizo mesoamericano, no podía jamás identificarse con dichas características; y si
eso fue lo único que escuchó toda la vida, crece creyendo que la única belleza admirable
es la de la raza blanca; para luego ir a escuelas secundarias a ser expuestos solamente a
las bellas historias del panteón grecorromano, con los grandes personajes históricos, y los
desarrollos en filosofía, matemáticas, pedagogía, y otras ciencias que han llevado al
hombre actual a la cúspide de la prosperidad moderna, haciéndonos creer que todas las
invenciones humanas han emanado solamente de las mentes euroasiáticas, y que todo el
mundo a su rededor no posee la inventiva, ni la creatividad para desarrollar sus propias
ideas.
Al ver que nuestros mismos líderes, el gobierno y sus dependencias especializadas, en
nuestros propios países de origen, ignoran la riqueza de nuestra propia historia o
paulatinamente la esconden y se la niegan a su propia gente. O que con gran facilidad
adoptan oficialmente lenguajes y expresiones extranjeros y crónicamente suprimen el
bello idioma de sus propios antepasados.
¿Cómo puede crecer nuestra juventud admirando lo que no conoce? Pues han arrancado
sus raíces de su tierra y su ascendencia, la grandeza de sus antepasados y cuya riqueza,
desde la invasión europea, ha sido suprimida sistemáticamente de nuestra gente, y hasta
del mundo entero.
Afortunadamente gracias a que en tiempos relativamente modernos, en muchos jóvenes,
adeptos al estudio y gente de criterio universal, se ha desarrollado una inclinación hacia
el pasado. El rencuentro con las raíces, la búsqueda de sus orígenes y de individualidad.
Los méxico americanos, que por décadas ignoraban y hasta negaban su origen, gracias a
los estudios universitarios de historia de Mesoamérica y Latinoamérica, cursos de
arqueología, u otros estudios sobre el México antiguo, lentamente comenzaron los
estudiosos a enriquecer sus conocimientos sobre la cultura de sus antepasados, de la que
antes se antes se avergonzaban. Muchos aprendieron a reconocer la grandeza de sus
raíces y acabaron por adoptar a Aztlan como su lugar de origen y a los aztecas como sus
principales antepasados, adoptando términos como chicano, para autoexcluirse de las
masas dominantes.
Es sorprendente, hasta cierto punto, como en el extranjero muchos méxico-americanos
han llegado a identificarse abiertamente con nuestros antepasados en un grado superior a
los mexicanos que viven en México. Tal vez porque la lejanía muchas veces nos acerca a
nuestras raíces. Tal vez porque la sociedad y la cultura anglosajona no acepta al
mexicano genuinamente. Pero no importa. Lo que cuenta es el resultado grandemente
positivo, ya que desde entonces se puede observar como miles de méxico-americanos han
progresado a pasos agigantados y sobresalido en muchas profesiones, en los campos
financieros, en los negocios, en la cinematografía, y en las artes.
Mucha gente me pregunta al leer mis poemas: ¿Por qué tantos términos en náhuatl y
tantas analogías y alegorías del panteón mesoamericano?
Y mi respuesta es siempre: ¿Por qué no? Como dije al principio de este preámbulo, antes
como joven poeta, por mi falta de experiencia, cuando buscaba inspiración, volteaba mis
ojos hacia Europa, hoy volteo mis ojos hacia mi cultura y hacia mis antepasados, porque
en ellos se refleja más genuinamente una imagen real de mi idiosincrasia y de mi visión
cosmológica.
Es sorprendente para me ver que en México no se honren las raíces de su pueblo en la
manera que debería ser. Que no se impulse con firmeza, aceptación y respeto la riqueza
de nuestras lenguas originales y que se no promuevan las lenguas de nuestros ancestros
para el uso común; aunque sea el Náhuatl por ser la lengua más abundante; la lingua
franca a la llegada de los invasores. No olvidando que antes de la invasión española se
hablaban más de 60 idiomas y dialectos en Mesoamérica.
Me aturde ver que no se honran a los personajes de la antigüedad, como lo hacen otras
culturas que primero honran a sus antepasados, y después ya indoctrinados en su cultura,
admiran a los extranjeros, para aprender de ellos, no para imitarlos.
Pero como ejemplo se puede ver que apenas minúsculas descripciones e información
sobre los grandes hombres del México antiguo aparecen en los diccionarios
enciclopédicos de México. En el diccionario enciclopédico Larousse, el nombre de
Nezahualcoyotl apenas aparece de él una sencilla anotación de tres pequeñas líneas para
describir a ese gran gobernante, guerrero, sacerdote y poeta. Cuitlahuac, lo mismo.
Cuauhtemoc, el último emperador azteca; el héroe que sufrió un increíble suplicio y
murió defendiendo nuestra legendaria tierra, solamente unas lacónicas líneas le dedica
dicho diccionario. Es más, dedica más espacio para hablar de los villanos Hernán Cortés,
y de Pedro de Alvarado, que de nuestros héroes.
Me avergüenza que haya más intelectuales europeos y estadounidenses que conocen más
de nuestra cultura y de nuestros antepasados que los mismos mexicanos. Me lastima
cuando veo o escucho, especialmente a los mexicanos que se creen criollos o de
ascendencia europea, como desprecian a sus conciudadanos, llamándolos erróneamente
“indios patarrajada”, “indígenas”, “nacos”, y todo tipo de adjetivo peyorativo,
simplemente por la condición económica en la que viven; sin reconocer que es
precisamente la indiferencia y el desprecio que los grupos dominantes les otorgan lo que
los tiene ahí encadenados y condenados a vivir en una pobreza y a un analfabetismo
degradante, crónico y vergonzoso.
Para mi, es fácil ver la importancia y el deber de fomentar el lenguaje Náhuatl, la poesía
y la cultura mesoamericana, nuestros héroes, los desarrollos técnicos y científicos; su
literatura, su arte, sus invenciones. En resumen, nuestras raíces, nuestra ideología, nuestra
cosmología escudriñada por genuinos mexicanos, no por letrados con mentalidad
europeizada que interpretan las enseñanzas de nuestros antepasados a su manera y en
forma discriminatoria y con falta de verdadera erudición.
Nuestra historia debe ser un estandarte de supremo valor para nuestro pueblo. Es más, yo
creo que si nuestros hijos llegaran a conocer a fondo el espíritu de nuestros antepasados,
nos se avergonzarían de ellos frente a los extranjeros, y frente a un mundo tan indiferente
afuera y dentro de nuestro mismo país.
Hasta hoy, no hay un plan concreto educativo auspiciado por las autoridades mexicanas
que fomente abiertamente, oficialmente a nuestra cultura; no de dientes para afuera, sino
con credibilidad rotunda, genuina y sincera; con erudición y academia para concienciar a
nuestra gente que ignora su grandeza.
No me disculpo por enardecer y tal vez, según muchos, sobre valorar a mis antepasados.
Más bien, me avergüenzo no saber hablar Náhuatl, Mixteca, o Zapoteca, lenguas de las
cuales hago alusiones en mis poemas. Soy mestizo, y he vivido en el extranjero la mayor
parte de mi vida, desde muy temprana edad. Pero me sentiría honrado de ser cien por
ciento de sangre Mixteca, Zapoteca, Azteca, o de cualquiera otra nación de Mesoamérica.
Desafortunadamente uno puede elegir donde muere, mas no donde nace.
Honro a mi origen oaxaqueño, y admiro a mis antepasados. Amo con nostalgia la tierra
que me vio nacer, y doy gracias a mi madre: Eva Julia Guzmán quien siempre inculcó en
mí el amor a mis antepasados, a mi tierra y a mis raíces. Por eso lo canto a los cuatro
vientos y lo divulgo en mi poesía, sin menospreciar a ninguna otra cultura. Pues todo ser
humano debe valorar su presente, su pasado y su origen, y debe honrarlo esté donde esté.
En su propia tierra y en el extranjero.
En conclusión, este libro es simplemente un homenaje a nuestra cultura, nacido del
corazón de un mexicano ausente, quien, no obstante la distancia, nunca perdió el amor a
su Patria, aun viviendo en el extranjero desde su infancia. Evoco, por tal, en aras del
recuerdo la historia de mi terruño vista con nostalgia, con amor y con respeto. La expreso
a manera de un canto a nuestros abuelos, y a nuestra gente, la que común y generalmente,
los que la desconocen, mejor dicho los que no la quieren conocer, pues creen que
pertenece a un pasado muerto, o en los museos, o en los libros de arqueología y de
historia; y ven los sucesos de nuestra antigua Patria como un cuento mitológico; como
algo fantástico, exótico y extraño; como cuando un químico bacteriólogo, o un biólogo
mira y admira impersonalmente por un microscopio a una cultura de gérmenes; o como
quien va a un parque zoológico a admirar animales en peligro de extinción.
Aunque muchos creen que nuestros antepasados son solamente eso: antepasados, es
decir: gente histórica, gente del ayer; sin reconocer que nuestro pueblo no consiste de una
raza extinta, sino de una raza viva y palpitante, Pues, no obstante que en tiempos
modernos goza y sufre de una serie de mezclas sanguíneas muy variada.
Aquellos que nos sentimos honrados al reconocer lo que somos, sin importarnos la
impureza de nuestra sangre; los que amamos a nuestra tierra, a nuestro origen y a nuestras
raíces, todos nos identificamos con la sangre de los hijos de Ometeotl y Ometecuhtli y en
totalidad o parcialmente somos directa o indirectamente Yancuic Mexicatl; y con alegría
y firmeza estamos despertando del sueño o de una pesadilla, y respondemos con
entusiasmo al escuchar la consigna de el gran Caballero Águila: Cuauhtemoctzin, que
hace un llamado a los de su sangre en su postrimero cántico, donde nos invita a no
olvidar la grandeza del Anahuac, de nuestros antepasados y de nuestra historia:
Ahora nosotros entregamos la tarea a nuestros hijos… ¡Que no olviden, que les informen
a sus hijos intensamente como será su elevación, como nuevamente se levantará nuestro
venerable sol y como mostrará dignamente su fuerza; como tendrá a bien completar
grandiosamente su digna promesa esta nuestra venerada y amada tierra madre:
ANAHUAC!
CUAHTEMOC,
Gran Emperador del Anahuac
México, Tenochtitlan
Un teléfono incesante,
Invadido de limosneros modernos,
Que nos recuerdan sus misiones tantas.
Correspondencia superabundante que no dice nada,
Pero siempre habla de pobrezas, en lejanos mundos,
Mas ignoran al vecino.
Como si no supiéramos que dondequiera
Que habite el hombre habrá injusticia, necesidad y hambre.
1
Tonatiuh: Representación del sol-viento de meso América.
2
Anahuac: El valle de México
3
Yancuic Teyaotlani: soldado moderno; neo guerrero
4
Xiuhuitzolli: Cubrecabeza, mitra de los nobles aztecas
5
Copilli: penacho de plumas
6
Tenochcas: Aztecas, los seguidores de Tenoch, rey azteca.
7
Chalchihuites: piedras preciosas, jadeite…
8
Ehecatonatiuh: Representación de la fuerza cósmica sol-viento
Haré que el teponaztli9 vibre y retumbe
En remembranza a la metamorfosis
De un hombre que vive la paradoja de lugar y tiempo.
Acaso Ipalnemouani13,
Y todos los héroes del Anáhuac me rescaten
Y me llenen de energía, para que entre las fuerzas naturales
Del viento, del agua, del fuego y de la tierra,
Mezclarme pueda yo,
Entre los páramos de mi fantástico universo.
9
Teponaztli: timabal, tambor de una sola pieza
10
Popocatepetl: volcán sagrado (guerrero mítico) de México central
11
Iztaccíhuatl: Volcán sagrado (doncella mítica) de México central.
12
Nahui-Olin: Terremoto-sol de Meso América
13
Ipalnemouani: Fuerza cosmológica de Meso América
14
Mitotiliztli: Danza de regocijo
Quizás al verme Quetzalcoatl15 perdido en mi lisonja
Me sonría y me reciba
En la morada dorada de Tonatiuh o de Huiztilopochtli16
Y me permita descansar en su inmortal montaña;
Como a un digno caballero águila,
Aunque en el mundo moderno sólo sea un Itzcuintli17.
15
Quetzalcoatl: serpiente preciosa, adornada de un bello plumaje;
Personificación de la sabiduría máxima de Meso América.
16
Huitzilopochtli: La fuerza de la guerra, y los guerreros náhuatl
17
Itzcuintli: perro
18
Miquiztli: la representación de la muerte
19
Calli: casa, morada, edificio.
20
Macehualiztli: danza fúnebre de sacrifico
21
Xochimeh: flores
22
Cipatli: cocodrilo
23
Cuetzpallin: lajartija
24
Coatl: serpiente
25
Mozatl: venados
26
Tochtli: conejos
27
papalotl: mariposa
Lamentaré la tristeza de sus hijos,
Presos en tierra extraña
En manos de una nueva Xiucoatl28 enfurecida,
Tirana que hoy nos tiene del cuello encadenados.
28
Xiucoatl: serpiente de fuego
29
Tezcatlipoca: deidad nocturna de la discordia.
Me montaré en mi auto
Para llenar de bruma el universo,
Cuyos humos ofenden las entrañas de Ehecatonatiuh.
30
Yancuic Teyaotlani: soldado moderno; neo guerrero
TRANSMUTACION
DE MI SER
TEJEDOR DE RECUERDOS
Yo, Oscar Luis,
Tardío tlahtocuicani31
Tejedor de recuerdos
Rasgando la lira de mi pensamiento
Canto aquí estos ditirambos
De mi apología
CACTIMANILIZTLI33
Me embarga la nostalgia del ayer
31
Tlahtocuicani: poeta; cantor
32
Xochimeh: flores; xochitl: flor, (singular)
33
Cactimaniliztli: nostalgia
Aquella época
Que nunca yo viví; que jamás conocí;
Tal vez porque el presente
No alimenta a mis entrañas
Con el sustento suficiente
Para saber quien soy.
YANCUIC MEXICATL34
De miríadas cromosomas injertadas;
Descendiente soy de españoles y mixtecas,
Un conjunto de infinitas naciones
Entre Iberia, el Atlantico y Oaxaca.
34
Yancuic Mexicatl: Neo mexicano; mexicano moderno
IPALNEMOUANI 35
35
Ipalnemouani- La fuerza universal del cosmos mesoamericano.
36
Ehecatl- Dios del viento de Mesoamérica
37
Nezahualcoyotl- Rey poeta de Texcoco,
38
Tlaloc- Dios de la lluvia de Mesoamérica
39
Cuauhtemoc- Último emperador Azteca
TLAHTOCUICANI40
Una pasión ardiente
Impulsa a mi alma en busca
De ambicioso, trotamundo y noctívago sueño.
40
Tlatohcuicani: poeta, cantor
41
Yancuic Tlatohcuicani: Nuevo poeta, cantor…
42
papalotl: mariposa
MI ESPIRITU QUIJOTIL
Fatalistas diademas adornan mi corona
La que heredé de los guerreros tenochcas,43
Hijos de Huitzilopochtli,44
Señor de mi legendaria Anáhuac.45
Quijotil Xochicuicani46;
Amo la espada y la poesía;
Y el Floricanto de mi raza destruida.
Combato la injusticia,
Y lucho por el amor que añoro conquistar.
43
Tenochcas: Los Aztecas, fundadores de Tenochtitlan
44
Huitzilopochtli: Colibrí zurdo; Deidad mayor Azteca
45
Anahuac: Mesoamérica del Norte de México a Nicaragua
46
Xochicuicani: poeta
MELANCOLÍA
El hombre sabe de donde proviene
Pero no su porvenir;
Y el cosmos tiene electa la guarida
Donde vamos morir.
Aunque lejos,
Del cielo del Anáhuac,
Melancólicos versos hinchen mi pensamiento.
Recordando a mi terruño.
Sufro al ver las hojuelas de mi floresta
Marchitas, contraídas, secas…
Al ver mis raíces de la tierra descepadas.
FRATERNIDAD
Hermanos del jaguar,
Del ocelote
Y la serpiente;
Al igual que de la flor y del gusano.
ORGULLO
Un orgullo brota desde lo más profundo
De mis incautas emociones.
Y se eleva sobre una realidad
Que embellece
A lo que algunos llaman mediocridad.
No temo a la complacencia,
Ni a los límites de mi hacienda,
Pues la inmensidad de la creación es mi heredad
Y cuanto me rodea goza de mi hermandad.
47
Tonatiuh: personificación del Sol-viento de Mesoamérica
TLAHUIZTLI48
En noches diáfanas y tibias,
En el huerto de mi fantasía,
Se transluce sobre el blanco lienzo de mi mente
Aquella enjuta rama, triste acacia desnuda,
O alguna triste ramilla de una calva jacaranda,
O empedernido esqueleto de algún cerezo durmiente.
48
Tlahuiztli: La luz de la aurora del nuevo día
49
Popocatepetl: Volcán sagrado del Anahuac, México: Cerro que humea
50
Iztaccihuatl: Volcán sagrado del Anahuac, México: Mujer Blanca,
51
Tonatiuh: Sol-viento; representación divina de mesoamérica
EL LLAMADO DE MIQUIZTLI52
Mi meta es gozar una gloriosa y aventurera vida,
Guiar mis pasos por bélicas veredas
Donde el bien derrota al mal
Con mi orgullo como escudo
Y mi pluma de poeta como espada en mi morral.
He soñado despierto,
Que al cruzar el umbral de mi puerta,
Miquiztli me encuentre echado en policromada hamaca
Bajo un ardiente sol tehuano,
O sumergido en aguamarinas playas
De mi hermoso mar suriano;
Con la guitarra en la mano,
Y un bule de aguamiel que me raspe la garganta
Cuando cante una chilena, de esas que invitan a zapatear .
52
Miquizti: La personificación de la muerte del panteón Mesoamericano
53
Ehecatl: divinidad sol-viento
EN LAS ARAS DEL ANAHUAC
En la búsqueda inútil de definir su ontología
El hombre crea panteones formidables,
Repletos de dioses misteriosos.
54
Ometeotl: Dueño y señor universal del cosmos mesoamericano.
55
Achiote: semilla molida colorante, color rojo.
56
Cuauhxicalli: ‘Jicara de aguila’ recipiente de corazones
DEL DIOS CREADOR
Antes brillaba tu presencia, Dios Creador.
Cuando tú refrescaste los xochimeh57 por las mañanas
Con el ahuachtli58 sagrado del ilhuicatl59,
De Mitla, y Monte Albán,
O en los templos de San Juan Teotihuacan,
Y en las aras sagradas de la Gran Tenochtitlan.
Te manifestaste en el jaguar,
En la serpiente, y hasta en el colibrí.
Netzahualcoyotl60 te percibió en su mente
Y cantó elogios a tu existencia.
Nuestra tlateomaniliztli61 perfumada de copal,
Se elevó con devoción y celo, buscándote
En el cielo infinito que tú creaste…
57
Xochimeh: flores; Xochitl: flor (singular)
58
ahuachtli: rocío
59
ilhuicatl: el cielo
60
Netzahualcoyotl: Rey, poeta y filosofo de Texcoco.
61
Tlateomaniliztli: petición, oración divina sacerdotal.
62
Cuauhxicalli: Jícara de águila. Recipiente
CUAUHXICALLI63
Su corazón sonrió al caer
En el ceñido fondo del sacro cuauhxicalli.
Somos la raza cósmica
De un mundo sin fronteras,
Sin límites, ni barreras.
Somos ambrosía
De las fuerzas dominantes del Anahuac
Y esclavos solamente de los dioses.
Esas crueles y perennes flores
En el edén del cosmos celestial.
63
Cuauhxicalli: Jicara de aguila; recipiente de corazón sacrificado.
64
Huitzilopochtli: Divinidad de la guerra, principal de los Aztecas
65
Tezcatlipoca: Hechicero del mal, hermano de Quetzalcoatl.
MIS DIOSES
En una bella y tibia tarde,
Un domingo florido en primavera,
Frente a los lánguidos portales de la Villa,
Donde siglos atrás, nos cuentan los abuelos,
Se apareció la hermosa Tonatzin66, frente a Juan Diego,
Llegaban unos hombres enjutos, viejos, pobres;
De piel de bronce, pálida y reseca,
A celebrar alegres una teocuicatl67 vespertina.
Danzaban frenéticamente,
En estruendosa algarabía,
Al compás de áspero teponaztli71
De tronco de ahuehuete,72
Como si fuese su postrer macehualiztli.73
88
huipillis/timatlis: camisas y capas tradicionales náhuatl.
89
Tlaloc: Imagen representativa de la fuerza del agua-viento
90
Tonatiuh: Imagen representativa del la fuerza del sol-viento
91
Xochipilli: Imagen representativa de la belleza y las flores
92
Quetzal: Plumas de bellísimos colores
93
Chalchihuitls: piedras preciosas de jade
Como monstruos, llegaron montados a caballo,
Y con feroces, gigantescos y voraces perros
Desgarraron las manos, cabezas, brazos
De aquellos valerosos guerreros,
Que morían infectados con las horribles llagas
Que tus fieros gérmenes causaron.
94
Cuauhtemoc: El Último emperador Azteca y defensor de su pueblo.
El evangelista poseía miríadas de palabras
Para refutar lo que él creía huecos argumentos;
Pero decidió, mejor, marcharse en silencio.
Prosiguió la danza,
Y el humo del copal
Se esparció otra vez al cielo
Para reunirse con los burdos ruegos
Que en silencio hicieran todos los mortales,
Acudiendo al cielo en busca de consuelo.
Ψ
EXPIACIÓN
La vida es un tlacochcalcatl95 a diario nos combate
Para llevarnos a la meta final
Que nos conduce a Mictlan96 encadenados
con un xoloitzcuintle97 a nuestro lado.
Cien mil depredadores colman nuestro universo.
Pero con arrogante osadía
Desafiamos a todos los poderes que asedian…
Derramamos nuestra sangre sobre cualquier terreno.
Aunque sólo sirva de abono
A la infértil tierra que cosechamos hoy día,
Para que otros se harten de sus frutos
Hasta saciar su goloso apetito.
Seguimos siendo prisioneros
De la insaciable sordidez humana.
He ahí, como celebran su mundano triunfo
En mísera fanfarria sobre nuestros
Cansados cuerpos derrotados.
El orgullo nos rige y nos libera empero,
Y nos mantiene vivos, aunque seamos prisioneros.
Pues cuando el hombre reconoce
Que nadie puede conquistar a su alma, ni a su mente,
Aunque quemen sus pies, y aten sus manos,
Su espíritu siempre será libre,
Pues goza la divina libertad
Que sólo los hijos y los hermanos de los dioses,
Pueden llegar a comprender.
95
Tlacochcalcatl: guerrero enemigo
96
Mictlan: el lugar de los descarnados
97
Xoloitzcuintle: perro mexicano, que acompañaba a su amo a Mictlan
MI TIERRA MADRE
Déjame ensalzar OH madre, a mis genes de mixteca,
Pues vivo aprisionado en esta tierra lejana,
Que no aprecia tu belleza real.
98
Omeyocan: Lugar de la dualidad
99
Huehueteotl: Primera manifestación de Ometecuhtli; el dios viejo
100
Anahuac: El valle de México
101
Tlaloc: Dios de la lluvia y del agua
102
Ñundehui: La Mixteca baja.
103
Pitao Peezi: Deidad máxima de Mitla, y Monte Albán
104
Zempoaltepec: El nudo de los 20 cerros.
105
Ñudzavuiñuhu: La Mixteca alta
CANTO A MI TIERRA
Deja Señor, que mi corazón aclame
Y eleve mis elogios a mi impetuosa gente
Y al universo que aloja el alma de mi terruño.
Le canto yo a Huaxyacac106
La tierra de Dzahuindanda107
Grabada en acuarelas de mi mente,
Donde los dioses de mis abuelos
Hicieran sus monumentos en sus mejores días
En los lagos azules donde alegre
Se alborozaba el faisán y el papagayo.
106
Huaxyacac: Oaxaca
107
Dzahuindanda: Héroe Mixteco legendario
MI HISTORIA
La historia se repite:
Cuitlahuac108y Cuauhtemoc109 fallecieron
Resistiendo la conquista que destruyó sus hogares.
Uno sucumbió ante el germen, y el otro ante la avaricia.
Y aunque el orgullo persista,
Aun sobrevive el tormento para el Yancuic Mexicatl110.
108
Cuitlahuac: Penúltimo rey Azteca, víctima de los gérmenes españoles
109
Cuauhtemoc: El último emperador Azteca, torturado por Cortez
110
Yancuic Mexicatl: neo mexicano; el mexicano de hoy día
ANTÍPODA NOCIÓN
Amar, odiar, cantar, pelear, reír, llorar, perder, vencer.
Son acciones que a veces definen al mortal.
Pero mi gente cuando sonríe, llora;
Ama cuando odia, y cuando vence, pierde.
Y aunque la tiranía hace pujar hasta al hombre más viril,
La pasamos sonriendo de manera infantil
Por no fruncir el ceño al sentir un dolor.
¿QUIÉN ES?
¿Quién es, Tloque in Nahuaque?
¿Acaso el padre de mis hermanos olvidados?
111
Mictlan: la morada de los descarnados; donde rige la muerte
112
Tlateomaniliztli: oración al divino
RAICES
MI CANCIÓN
Quiero cantarle a Ñudzavuiñuhu,113
Yucucano114, tierra legendaria
Que grabada llevo en eternas acuarelas,
De mi mente loca y soñadora.
113
Ñudzavuiñuhu: Región de la Mixteca
114
Yucucano: Montaña gigantesca
115
cuicani: cantor, poeta
FLORES
Mi tierra esta bordada de flores.
En cada estación se alegra
Y se viste de un nuevo traje de gala,
Y de plumaje elegante, brillante y multicolor.
116
Mictlan: El lugar de los descarnados. El reino de los muertos
TEYAOCHIHUANI117
Elogio yo en mi canto
El valor de nuestros héroes caídos:
Cuitlahuac y Cuauhtemoc,
Que despreciando la vida
Desafiaron a la muerte con arrojo y con valor.
117
Teyaochihuani: guerrero audaz
118
Yostaltepetl: Deidad Mixteca/Zapoteca, significa corazón del pueblo.
119
Tloque In Nahuaque: Deidad principal de Mesoamérica.
YANCUIC TENOCHCA
Por mis venas fluye sangre de conquistador,
La que se enriqueció
Al mezclarse con la sangre de una raza indomable;
Que prefirió morir gritando guerra,
A vivir bajo el yugo
De un cruel gobernador.
120
Tlaxalteca: nativo de la nación de Tlaxcala
121
Tenochca: miembro de los emigrantes Mexicas, seguidores de Tenoch
122
Mictlan: La estructura cósmica compuesta de 9 cielos verticales y descendientes bajo la tierra a donde
van los descarnados.
ALEACION
Me adorna una piel de bronce:
Metal oscuro y moreno cual barro fuliginoso
De mi adorado terruño.
Mi corazón es de oro y mi cerebro es de plata.
AUTO GENOCIDIO
Mi tierra es dulce-amarga…
Y mi gente es violenta y aguerrida.
Se juega hasta la vida
por un simple mal ver.
123
Huiztilopochtli: Representación de la Guerra; Azteca
BAUTISMO
Mestizo es nuestro linaje, pues fuimos bautizados
Con las aguas de Tlaloc en un templo divino
Bajo un Ilhuicatl124 de ébano crisol,
Por las manos de un cruel conquistador
Que mató a nuestros héroes
Y a nuestras heroínas las hizo concubinas.
124
Ilhuicatl: el cielo
125
Ñundeui: la costa mixteca
126
Xuicoatl: Serpiente de fuego
127
amoxtli: libro
REVERBERACIONES
DE MIS VIEJOS
CANTOS
HUAXYACAC128
Oaxaca, vergel de las acacias.
Sin nombre entre las grandes naciones
Que se proyectan en mi mente.
Es la tierra de mi gente…
Ahí respiré por vez primera el aroma sutil de la naturaleza.
Nací libre como la brisa de Ñundeui129;
Y mis raíces se enclavaron ahí por siempre;
Grabadas en las cavernas de mi mente y de mi corazón.
128
1 Huaxyacac: Oaxaca
129
Ñundeui: La Costa Mixteca
130
Yacoñooy: El flechador del sol Mixtecatl, padre de los mixtecas
131
Yostaltépetl: Fuerza divina del panteón Mesoamericano
132
Zapotlatlénan: Paraíso Zapoteca
GENES
Fui forjado en bronce en los altares Mexicas.
De oro y plata mis entrañas;
La aleación de dos materias en un caldero divino
Produjo mejor acero con la fuerza de Xuicoatl133.
Mi nación fue aterradora:
Fue erudita, fue sabia, y amante del universo.
133
Xuicoatl: Serpiente de fuego
134
Anahuac: Territorio del Imperio Azteca
135
Ilhuicatl: el cielo
136
Cuauhxicalli: “Jícara de aguila” y recipiente de corazones
ORIGENES
Las proezas de mis héroes se olvidaron
En las páginas de historia universal,
Pues la historia la escribe el triunfador;
Pero incrustadas quedaron
En el frígido granito de mi austero corazón.
Mi carne es de bronce,
Mi corazón de oro,
Mis huesos son de plata;
Y espesa sangre escarlata
Me hierve igual que un rojo carbón.
137
Cuetlaxochitl: flor de noche buena,
138
Dzahuindanda: Héroe legendario Mixteca
139
Yostaltépetl: Fuerza divina del panteón Mesoamericano
MI TERRUÑO
Mi terruño se viste
De una policromada y bella naturaleza;
Abundante en secretos y enigmas de vida y muerte,
De fantásticas leyendas, y maléficos cuentos.
140
Huaxyaca: Oaxaqueño
DE MI ORIGEN
De tan distantes orígenes nació una nueva nación.
Nueva raza, nuevo himno y hermoso nuevo color.
Dos notas hacen un canto,
Y dos palabras un verso.
Dos pasos abren veredas para poder caminar.
Es de mi cuna el origen
De la que orgulloso estoy.
De Yacoñooy,141 descendiente;
De devoción fatalista,
Guerrero del sol, heredero, amo y esclavo
Del cosmos que nos creó.
141
Yacoñooy: el flechador del sol Mixtecatl, padre de los Mixtecas.
MI PUEBLO
El sol ardiente de Monte Albán
Me alumbró por vez primera,
Enardeció mi corpiño
Y me dio el color canela.
142
Ñudzavuiñuhu: (Mixteca Alta)
143
Ñundeui: Costa Mixteca
MI CASTA
Mi casta es de una idiosincrasia sutil y altanera…
Nuestra sangre absorbe la belleza de una tierra
Engalanada por las disparidades
Y tersas dualidades que la abarcan.
ξ
MI CUNA
Cacahuatepec florido, Villa Juárez de apellido:
Cuna que me vio nacer.
Muy al sur y hacia el oriente del estado de Guerrero
Al este de Ometepec, mas allá de El Quiza, y Lo de Soto.
144
Yancuic Mexicalt: Mexicano de hoy día
NUESTRO CANTO
Los arrullos de mi gente tienen sabor a lamento;
Diariamente desafían a las sombrías paradojas
De su triste humanidad.
En noches estrelladas, vestidos de desconsuelo,
Y con huecos ecos ensalzan diariamente
La belleza de la aurora.
En la fanfarria escondida
El cuicani145 desnuda su alma en pena
Y la pone en su canción enmascarada de éxtasis.
145
cuicani: cantador; poeta; cantante
146
Miquiztli: la muerte
MI ARROGANCIA
Hago mejor lo que hago de corazón,
Especialmente cuando quiero.
Desdeñosa y orgullosa, dicen, es mi actitud.
No lo creo así,
Pues si ella es una hembra de veras.
Leal a ella misma, será leal a quien ama.
Y me respetará cual soy,
O como deseo ser.
MACHISMO
A la hembra le llaman el sexo débil…
Mas una dama no es frágil,
Y mucho menos débil.
Ciertamente, su vientre
Es el jardín divino que nutre
A la semilla que le da vida a nuestra humanidad.
Ω
MI RAZA
El pensamiento de mi raza es fiel reflejo de su naturaleza.
El brillo de la aurora se pinta en su diapasón
Cuando en las noches canta su canción,
Que como paradoja, la adorna y la embellece;
La colma de alegría y al mismo tiempo la entristece.
MI TIERRA
Mi tierra es selva florida,
Repleta de paradojas.
Es como la mujer, como una rosa.
¡Cuidado con la espina de su tallo!
MI GENTE
Mi tierra es tierna y apacible;
Pero mi gente es violenta y aguerrida.
Desde la Costa Chica, a la Mixteca
De día cortan la caña y la maleza crecida
Y por las noches, por una Juchiteca,
Se baten en combate, como dos soldados despiadados.
147
Fierros: hierros, armas.
XOCHIMEH148 DE MI TERRUÑO
Les canto a las Xochimeh de mi terruño,
Los perdurables aderezos
En el huerto de mis vibrantes emociones.
A mi abuela, a mi madre, a mi hija,
A mis hermanas, y a toda mujer que me ama.
148
Xochimeh: flores; Xoxhitl: flor (singular)
PANTEÓN
La fuerza de Yohualli Ehecatl149,
Impalpable como la noche
E invisible como el viento
Nos asecha en lo profundo de nuestra alma.
149
Yohualli Ehecatl: Sol viento de la noche
RAZÓN DE SER
¿Debe el hombre preguntarse cual es su razón de ser
No obstante su situación?
Hombre es el afortunado
Cuyos pies aunque descalzos
Dejan huellas en el lodo;
Huellas imperecederas
En la sangre de sus hijos.
Y sus manos maltratadas, echan semillas al aire,
Esperando que la tierra las cobije y las aloje
Para que echen raíces
Y algún día puedan dar fruto.
Bendito aquel,
Que echa sus redes al viento
Sobre las olas del mar
Para recibir sustento
Sin esperar que del cielo
Le llueva el pan de la vida.
DE LA IGUALDAD
Todo hombre cuando nace siendo igual es diferente.
Desde la cuna a la muerte, todos deseamos lo mismo;
Pero la verdad estriba en que todos en la vida
Gozamos distinta suerte.
LA RELATIVIDAD
Un enano, lingüista con su dedo pulgar
Tapó de su vista a las estrellas,
Y al universo sideral.
Luego, conversaba con otro enano igual
Contemplando su existencia:
Se creían semejantes a su Dios...
¡Vaya insistencia!
Un ángel sonriente, a lo lejos, complaciente,
Los miraba a los dos.
AL CUERPO
Tus lucidos y brillantes colores,
Templo altivo, (morada donde vivo),
Palacio de arquitectura noble y distinguida
En tiempos del antaño y del ayer.
EL SUEÑO DE MI VIDA
El sueño de la vida es relativo, pasajero...
Lo único perenne es la transmutación de la materia
Y en ello me regocijo,
Pues todos los mortales
Aunque difieran en vida sus ideales,
En manos de la muerte
Somos iguales.
Y la muerte es real.
Es aún más eterna que la vida.
LIBERTINAJE
Gozas de libertad, de ocio
Con de arrogancia.
Esos son los eslabones de tu nueva esclavitud,
Que haciendo grande
A quien ser grande quiere
Disminuyen su intrínseco valor.
PLURAL Y SINGULAR
Siete letras son una palabra;
Muchas palabras son una oración.
Varias oraciones son sólo un capitulo
De aquel libro confuso—ínfima obra nuestra.
TEMPLOS
Los templos de mis pueblos
Siempre empolvados y enfermos.
Sus blanquizcas paredes roídas por el tiempo,
Manchadas de humedad por el llanto
Que sus hijos lloraron.
✱Ω
NOVA EVA
En falso desahogo has hecho de tu vientre una corola seca.
Y tus bellas manos, que en el ayer eran
Cual pétalos de flor de la virtud,
Ansiosas por sanar dolores, enfermedades, penas;
Prestas para el amparo de los niños;
Tibias hacia tu amado;
Infatigables, siempre llenas de verdadero amor,
Se han quedado frías y vacías.
Hoy vives adornada y de aromas perfumada
Y luchas solamente para saciar
Tus ansias personales, nada más.
Tus sedosas manos son hermosas, pero están huecas;
Más bien, listas a desafiar al ex-verdugo, dices…
Sin niño que albergar; sin las caricias
Que den albricias a quien te supo amar.
¿Y qué virtud hay en ese egoísmo que llamas libertad
Que se conforma con sólo satisfacer el apetito?
La historia se repite, al recibir sin dar,
Pues nuevamente el oprimido se vuelve en opresor.
Todos somos iguales, hombre y hembra
Egoístas nacimos y egoístas morimos;
Mas son aquellos tocados por la luz divina
Los que ensalzan de virtudes al humano.
Egoísta es la bestia, la roca y el océano,
Egoísta es el árbol y la flor,
Que sólo viven nutriendo sus entrañas.
Que tristeza, pues la vida sola se extermina
Cuando no existen ya ni héroes, ni heroínas.
A MI MUSA
¿Hacia donde caminas OH musa de mis sueños?
Querubín de los ojos divinos y radiantes;
Cara de ángel, maquillaje perfecto,
De forma esbelta, y apariencia infantil…
Que si ángeles hubiera aquí en la tierra
En ti se reflejaran, o tú en ellos.
♣
EL CAMINO
El humano pronto aprende
Que en la guerra de la vida se nació para morir
Y que el sepulcro está a la vuelta de la esquina,
Al igual que la alegría está a un paso del dolor.
€
MI SOLILOQUIO
Como verás,
Mi soliloquio no siempre es
Un poema de amor.
A veces es brusco y es austero.
Es la oración que en silencio medito,
Cuando me irrito por mi mundana condición.
REFLEXIONES DE UN MEXICANO
(de mi primer libro: REFLEXIONES)
No presumo de patriota
si en el extranjero estoy.
Soy mexicano 'onde voy,
y eso nadie me lo quita.
Como mi madre bendita,
soy libre como gaviota.
En mi defensa yo digo
que vivo de mi trabajo.
Si mi madre aquí me trajo,
a ella le guardo honor.
Pero por mi propio amor
no seré ningún mendigo.
\
"...los hermanos deben verse
siempre como lo que son,
las notas de una canción
siendo diferentes se unen;
pa' que los números sumen
deben también de juntarse..."
PENSAMIENTOS
MI VIDA
Mi vida no es misterio, soy tenue mariposa
Que en áridos jardines va en busca de una flor.
Mi universo es inmenso,
En un mundo pequeño y sin amor.
Vago por todos los caminos,
Aunque sedentario en el romance soy.
Aventurero de linaje,
Incansable vagabundo soy.
Amo la libertad, mas no el libertinaje.
Amigo soy de aquel que me brinda su mano
Y es sincero.
Mi vida no es misterio:
Soy romántico, poeta y soñador;
Amante de la vida
Y esclavo de mi propio corazón.
MI RUTA
Mi pensamiento ha volado de prado en prado,
Me anidé en la madreselva y en los naranjos en flor.
He probado el dulzón de las gardenias,
Y los nardos perfumaron mi aguijón.
MACHO
Desprecio a los rufianes y a los débiles,
Los que le dan mal nombre al hombre.
También detesto a demagogas y a tiranos,
Porque manchan la virtud de los humanos.
Ostento una actitud de desdén ardiente.
Por tal, me llaman vano, altanero, macho…
HUELLAS
La vida es un suspiro que se vuela en el viento
Y su tenue existencia se aleja con el tiempo
Como aire que respiro, como los pensamientos.
♣
BELLEZA
Después de tantos años
Buscando regocijo en la belleza
He descubierto con fatal tristeza
Que los que sólo amamos a lo bello
Vamos a diario
Marcándonos el sello
De la desilusión.
Precaria es la belleza,
Su perfume volátil;
Todo esto lo sabemos;
No obstante, como efebos,
En la misma trampa
Más de una vez caemos.
Θ
TRANSMUTACIÓN
Si tan solo la inocencia
Perdurara entre nosotros
Con aquella nobleza
De los años de púberes anhelos…
Y que al pasar el tiempo,
Y también los eventos,
El candor del albor
Jamás se mancillara su esplendor…
Φ
FÚTIL EXISTENCIA
Lo perenne no existe; la muerte si es eterna…
Lo vivo, siempre muere.
Para morir se nace, para morir se vive.
‡
ESPERANZA
¿Cómo puede una llama de tristeza
Dar luz a la esperanza,
Cuando vive entre anhelos destruidos?
♠
LUNA DE FEBRERO
Arete celestial de bella aurora
Que brillas tenue en la fresca alborada
Y anuncias el camino del sol.
Astro durmiente, luna de febrero,
Le das luz al humano, que a veces ciego
Camina por las noches buscando inspiración
En tu grácil y pálido candor.
Ξ
RECUERDOS DORMIDOS
¿Cuántos años pasaron,
Que hoy viven escondidos
Entre los arrugados pliegues
Del libro del recuerdo?
El libro de la vida,
Que esconde en sus escombros
Las dichas, los placeres,
Los sueños, y las penas.
Los recuerdos dormidos.
NUESTRA CALAVERA
Quien viera el esqueleto enjuto y yerto
De una rata muerta en un oscuro callejón
Sabrá por fin que un día,
Todos seremos eso y nada más.
La diferencia no estriba
En la fisonomía de la estructura celular,
Sino en lo que habita en la mente,
Y en el sentir del corazón.
א
LA VIDA
La vida sigue igual, no se detiene.
Continúa en el trotar de un inquieto universo.
Está el tiempo, la muerte, y el amor.
Ω
JAULA DE LA FELICIDAD
He contemplado con ojos lacrimosos
Que a menudo, la felicidad es
Como un pájaro desnudo que uno mismo acicala
Con plumajes extravagantes y exóticos a no más dar.
TRANSICIÓN
Si la maldad existiera mejor
En todos los seres al nacer,
Y ésta, al pasar del tiempo,
Se convirtiera en bondad con lucidez…
No existiría el amor,
Ni la adhesión a los ideales irreales.
Φ
ORACIONES DE MI PUEBLO
Las oraciones de mi pueblo
Son a veces parecidas
A las sencillas palabras de un poeta empedernido.
Sus versos y sus canciones
Se dispersan en el espacio infinito
Sin que se escuchen sus gritos.
ANAHUACA
Érase un hermano lastimado,
Un humano desprovisto
De personalidad.
Sin dirección,
Perdido en un mundo ya no de el.
Mirando siempre atrás,
Tropezando a cada rato
En las trabas del destino.
Φ
QUETZALCIHUIATL150
Podría tener 15 años,
Parecía de 50.
Sus enaguas:
152
Un cueitl largo de percal gris trenzado.
Y sus pequeños huaraches:
Polvorientos y secos.
150
Quetzalcihuatl: mujer hermosa
151
Huipil: blusa
152
cueitl: falda tradicional náhuatl
Nadie sabe que existe,
Sólo aquel que amamanta.
La pequeña y endeble criaturita
Quien sin duda cree
Que su madre es una diosa o una santa.
Pues la mira
Cual si estuviera adornada de encantos.
O si fuera la misma Tonatzin153
Ahí encarnada.
Camina desolada
Por aquellas transitadas
Calles de la gran ciudad,
Sin dirección alguna.
153
Tonatzin: Madre de todos los dioses del panteón náhuatl
AYER VERSUS MAÑANA
Hermano de célebre pasado
Un pensamiento te une a tu universo:
La esperanza de revivir lo muerto.
Es hermoso recordar,
Mas los recuerdos del ayer sin un mañana
No construyen, sólo dañan.
☼
NOSTALGIA
Condenados a vivir en la nostalgia,
Atrapados en redes de recóndito sueño,
Recordando proezas del antaño
Porque no hay energía para nuevas hazañas.
EL CONFESIONARIO
(DE MI VIEJO PUEBLO)
א
AMANECE MI PUEBLO
Después de una noche invernal,
En medio de montañas de abundante flora,
Envuelta en silencioso frío,
Y llena de una tenebrosa y rotunda oscuridad,
Donde parece que el universo ha dejado de existir.
Ha despertado Aurora.
Y el dios-bestia; amo y esclavo del universo
Brinca de su petate y se levanta altivo.
λ
NEGLIGENCIA
Nadie asegura el fruto
De las semillas sembradas
Por un ciego jardinero,
O por un inexperto
Y negligente sembrador.
Inútil preguntarse
Porqué naufragan barcas en la mar.
PARADOJA
Yo quiero vivir muerto entre las flores.
Quiero dormir despierto enamorado.
LOS DIAS DE FIESTA
Los días de fiesta en medio de su alegría
A veces nos traen tristeza,
Nostalgia y melancolía...
MI FANTASÍA
Mustios sueños austeros y flagrantes,
Lívidas pretensiones desgarran mi cuello.
Antorchas frías que congelan a mi anatomía;
Flamas punzantes que hace que se derrame
La sangre purpúrea sobre mi anatomía.
♣
ESPERAR
Me dicen que se debe esperar
Y con paciencia espero aquí de hinojos
Tratando de esconder con plástica sonrisa
El huracán horrible de mi enojo.
£
MIS INQUIETUDES
En el laberinto de mis inquietudes
Vi pasar los sueños:
Vanas ilusiones
Que en los torbellinos de las juventudes
Cantan sus poemas,
Cantan sus canciones.
Esas realidades,
Las que nos despiertan
Del sueño profundo de las ilusiones
Para transportarnos a un inmenso océano,
De ciclópeas olas, las que nos envuelven
En una pesadilla que se vuelve real.
MI VACÍO
En medio de profanos pensamientos,
Ante una austera tempestad de recuerdos,
Sintiendo un gran vacío en el pecho,
Mi corazón se esconde en el desierto de mi alma
Tras un sombrío y seco manantial.
PROGÉNIE
Para unos es fácil olvidar…
Echar raíces en cualquier lugar,
Ir por donde el viento los arroja.
EL AYER
Hoy recorrí con los pies descalzos
Las torcidas y espinosas grutas del ayer.
Encontré a mis impúberes ideales,
Escondidos estaban
En las obscuras cavernas del recuerdo
Encadenados por un Apócrifo placer.
LOS HÉROES DERROTADOS
א
INDICE ALFABÉTICO
A mi Musa
Al Cuerpo
Aleación
Amanece mi Pueblo
Antípoda Noción
Arahuaca
Auto Genocidio
Ayer Versus Mañana
Bautismo
Belleza
Cactimaniliztli
Canto a mi Tierra
Cuauhxicalli
De la Igualdad
De mi Origen
Del Dios Creador
El Ayer
El Camino
El Confesionario
El Llamado de Miquiztli
El Sueño de mi Vida
En las Aras de Anahuac
Esperanza
Esperar
Expiación
Flores
Fraternidad
Fútil Existencia
Genes
Huaxyacac
Huellas
Ipalnemouani
Jaula de Felicidad
La Relatividad
La Vida
Libertinaje
Los Días de Fiesta
Los Héroes Derrotados
Luna de Febrero
Machismo
Macho
Meditación
Melancolía
Metamorfosis
Mi Arrogancia
Mi Canto
Mi Casta
Mi Cuna
Mi espíritu Quijotil
Mi Fantasía
Mi Gente
Mi Historia
Mi Pueblo
Mi Raza
Mi Ruta
Mi Soliloquio
Mi Terruño
Mi Tierra
Mi Tierra Madre
Mi Vacío
Mi Vida
Mis Dioses
Mis Inquietudes
Negligencia
Nostalgia
Nova Eva
Nuestra Calavera
Nuestro Canto
Oraciones de mi Pueblo
Orgullo
Orígenes
Panteón
Paradoja
Plural y Singular
Progenie
Quetzalcihuiatl
¿Quién Es?
Razón de Ser
Recuerdos Dormidos
Reflexiones de un Mexicano
Tejedor de Recuerdos
Templos
Teyaochihuani
Tlahtocuicani
Tlahuiztli
Transición
Transmutación
Xochimeh de mi Terruño
Yancuic Mexicatl
Yancuic Tenochca
INDICE CHRONOLOGICO
Metamorfosis
Tejedor de Recuerdos
Cactimaniliztli
Yancuic Mexicatl
Ipalnemouani
Tlahtocuicani
Mi espíritu Quijotil
Melancolía
Fraternidad
Orgullo
Tlahuiztli
El Llamado de Miquiztli
En las Aras de Anahuac
Del Dios Creador
Cuauhxicalli
Mis Dioses
Expiación
Mi Tierra Madre
Canto a mi Tierra
Mi Historia
Antípoda Noción
¿Quién Es?
Mi Canto
Flores
Teyaochihuani
Yancuic Tenochca
Aleación
Auto Genocidio
Bautismo
Huaxyacac
Genes
Orígenes
Mi Terruño
De mi Origen
Mi Pueblo
Mi Casta
Mi Cuna
Nuestro Canto
Mi Arrogancia
Machismo
Mi Raza
Mi Tierra
Mi Gente
Xochimeh de mi Terruño
Panteón
Razón de Ser
De la Igualdad
Meditación
La Relatividad
Al Cuerpo
El Sueño de mi Vida
Libertinaje
Plural y Singular
Templos
Nova Eva
A mi Musa
El Camino
Mi Soliloquio
Reflexiones de un Mexicano
Mi Vida
Mi Ruta
Macho
Huellas
Belleza
Transmutación
Fútil Existencia
Esperanza
Luna de Febrero
Recuerdos Dormidos
Nuestra Calavera
La Vida
Jaula de Felicidad
Transición
Oraciones de mi Pueblo
Arahuaca
Quetzalcihuiatl
Ayer Versus Mañana
Nostalgia
El Confesionario
Amanece mi Pueblo
Negligencia
Paradoja
Los Días de Fiesta
Mi Fantasía
Esperar
Mis Inquietudes
Mi Vacío
Progenie
El Ayer
Los Héroes Derrotados