You are on page 1of 147

BACK COVER DESCRITPTION

YANCUIC MEXICATL es una colección de poemas que hacen alarde del amor que un
hombre puede sentir por su origen, aun habiendo crecido lejos de su tierra y en especial
en un país donde abiertamente se menosprecian sus raíces.
De acuerdo a mucha gente, aun parientes y amigos, mi visión sobre mis raíces es quizás
un tanto ilusoria; pero no pido disculpas por la admiración y el respeto que siento por mis
antepasados, por mis ancestros, por mis abuelos…
Amo con nostalgia la tierra que me vio nacer, y en ello le doy gracias a mi madre: Eva
Julia Guzmán que siempre inculcó en mí el amor a nuestra patria, al viejo terruño y, en
forma especial, a nuestras raíces.
De joven, como muchos otros en los Estados Unidos, buscaba inspiración para mis
poemas en la literatura y la ideología de origen europeizada, pues no conocía a fondo mi
propia cultura. Después de muchos años de viajar extensamente por EL ANAUHAC;
especialmente por Oaxaca, Yucatán, y el Valle Central; después de conocer, de indagar,
se escudriñar sobre mi cultura y sobre mis antepasados, con orgullo hoy día le canto a mi
tierra y a mi gente, y lo hago a los cuatro vientos; divulgándolo en mis poesías, sin el
deseo de menospreciar a ninguna otra cultura. Pues fervientemente creo todo ser humano
debe valorar su origen y honrarlo esté donde esté. En su propia tierra y en el extranjero.

Oscar Luis Guzmán


CONTENIDO
DEDICATORIA

PRÓLOGO

I EXORDIO

II TRANSMUTACIÓN

II RAÍCES

III REVERBERACIONES

IV PENSAMIENTOS

VI ÍNDICE CRONOLÓGICO

V ÍNDICE ALFABÉTICO
Dedicatoria:

A todos aquellos que desean conocer su cultura, o que luchan por preservar sus raíces
para enfrentarse a los desafíos de la vida moderna, caminando con la frente alta;
orgullosos de ser quien son, y sin sentirse ni menos ni más que otros; simplemente que
han llegado a reconocer que todos somos hermanos de la creación universal y del cosmos
que nos aloja en su regazo por un corto tiempo.

Oscar L. Guzmán

In quexquichcauh maniz; In cemanahuatl aic ix pollihuiz; In itenyo in itauhc


In Méxihco-Tenochtitlan…

Mientras exista el mundo, no acabará jamás la fama, la honra de México-Tenochtitlan…

Chimalpain Quauhtlehhuanitzin, (Historiador nahuatl)


PORTADA:
Diseño por: EDMUNDO AQUINO, artista plástico, maestro, dibujante, escultor;
Originario de Zimatlán-Huyelachi, Oaxaca, México. Egresado de diversas academias de
arte nacionales e internacionales como: La Escuela Nacional de Artes Plásticas- San
Carlos, UNAM; Titulo de Maestro de Artes Plásticas en la ENAP; Escuela Nacional de
Artes Plásticas, UNAM; Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, Francia.
Slade School of Fine Arts, University College of London, Inglaterra; Taller de
Integración Plástica, del Instituto Nacional de Bellas Artes.
EXHIBICIONES: Paris, San Francisco, EE.UU.
OBRA EN COLECCIONES:
La Biblioteca Nacional de París, Francia; Centro Internacional Exlibris, Sint Niklaas,
Bélgica; Museo de Arte Contemporáneo de América Latina, OEA, Washington, D.C. La
Universidad de Massachussets, Amherst, Massachussets; London County Council, The
City Literary Institute, Londres, Inglaterra; Slade School of Fine Arts, University College
of London, Londres, Inglaterra; Strang Printroom, University College of London,
Londres, Inglaterra; La Rassegna Internazionale delle arti e della cultura, Lugano, Suiza
College of Arts and Crafts, Oakland, California, EE.UU.;Museo Rayo, Roldanillo,
Colombia; Museo Mexicano, San Francisco, California, EE.UU.; Museo de la Estampa y
Grabado Mexicanos, Plovdiv, Bulgaria; Instituto Nacional de Bellas Artes, México DF
Colección AGPA (Artes gráficas panamericanas): EE.UU. San Juan, Puerto Rico;
Bogotá, Colombia, Cali, Colombia; Caracas, Venezuela; Santa Barbara, California; New
York, EE.UU

Le doy las más expresivas gracias a este artista, gran colega y paisano, Edmundo Aquino
por la hermosa portada que pintó exclusivamente para mi obra Yancuic Mexicatl.
PROLOGO
Después de muchos años de reflexionar sobre mis raíces, recuerdo vívidamente cuando
escribí uno de mis primeros poemas, que por cierto fue muy popular: REFLEXIONES
DE UN MEXICANO. Al principio, mi idea era escribir mi autobiografía en verso; pero,
después de mucho considerar mi presencia en el mundo actual en que me encuentro, la
miré vacía; sin nada verdaderamente trascendental. Soy uno entre millones. Una gota de
agua en el océano.
Entonces se me ocurrió sobreponer en mis experiencias la vida de mi madre: EVA JULIA
GUZMÁN RUBIO. Ella si vivió una vida muy interesante, apasionante a no más dar.
Además tuve la suerte de ser recipiente de sus tantas experiencias. Casi todas las tardes se
sentaba con nosotros a contarnos su vida con miles de detalles. Fue cuando decidí escribir
dicho poema, que es el primero en mi primer libro: REFLEXIONES.
Curiosamente, cuando me tocó declamarlo en grupos numerosos del público de San
Francisco, California, algunos centro y sudamericanos, después de mi presentación, se
me acercaban, y me preguntaban porqué no me había yo asimilado al sistema que ellos
llaman “americano”. Hacían alusión precisamente a uno de los versos que decía:
…Y quieren hacerte gringo
sin límites ni reserva
mas su distancia conservan
aunque en inglés yo le hablo;
Pues que se vayan al diabo
que yo también son un pingo…
Obviamente, después de una larga explicación poco convincente, pues no se identificaban
con mi visión social de emigrante en los Estados Unidos; pero si me di cuenta que no
todos los de habla hispana pensamos, ni experimentamos las circunstancias de la vida con
la misma actitud; y agregaría, ni con la misma exactitud.
Noté que la mayoría de los que me hacían dicha pregunta eran personas, que aunque de
habla hispana, y obviamente lo que llaman en los Estados Unidos: Latinos, o Hispanos,
eran gente muy blanca; de ojos claros, tipo español. Aunque eran emigrantes, jamás
habían pasado las experiencias de mi madre, que era oriunda del estado de Oaxaca. No
obstante lo alta, era muy morena, y de facciones tipo mixteca-zapoteca.
Mi madre, al igual que miles de mexicanos y centroamericanos que entraron a los
Estados Unidos “ilegalmente,” si vivieron la discriminación. Si sintieron y sufrieron lo
que es “creer en Dios en tierra de indios.” (de la manera inversa debo agregar).
Entonces, se me ocurrió empezar a entrevistar paisanos emigrantes. Especialmente
aquellos obviamente mestizos o indígenas de apariencia.
Fue cuando empecé a conocer de verdad a mi gente. Fue cuando poco a poco le di
credibilidad a las diferencias sociales. Cosa que antes pasaba desapercibida.
Nuevamente, hago alusión a mi poema: REFLEXIONES DE UN MEXICANO:
Y aunque te llamen hermano
para ellos no es lo mismo.
Detectarás su cinismo
cuando llegue la ocasión
de dar una descripción:
Tú eres siempre mexicano…
Entre más platicaba con hermanos que venían de las más remotas provincias de México,
más me vislumbraba su esencia y su visión cosmológica, su humanismo, su religiosidad
hacia lo sagrado y hacia la familia. Obviamente que hay gran diversidad y no quiero que
se interprete que yo creo que todos los humanos de cierto origen son exactamente
idénticos; entonces no sería humanos. Estoy hablando de una razonable generalización.
Fue en el tiempo en el que de desarrollaron muchos problemas económicos y financieros
en los Estados Unidos; algunos gobernantes, entre ellos un tal Pete Wilson, gobernador
del estado de California; buscando a quien culpar; se popularizó oficialmente acosar a los
extranjeros; y comenzó, se podría decir la guerra en contra de los llamados
indocumentados…
Al convertirse tal cosa en un tema popular, pudo verse alrededor de los Estados Unidos
como salía a la superficie el verdadero color de muchos llamados “super-patriotas”
americanos, que se les apodan red-necks, que son unos fanáticos intolerantes que
fastidian a la gente de color, y hasta los mismos blancos inmigrantes.
Es durante tiempos como ese que nacen las revoluciones. Es cuando se definen las
actitudes. Es, como dicen por en Estados Unidos, cuando se separan los niños de los
hombres. Es cuando el hombre se debe definir como individuo, o simplemente perderse
entre las multitudes.
Tristemente se podían observar hasta paisanos de origen mexicano que ellos mismos se
hacían de un lado o del otro; con facilidad se veían la diferencias: Aquellos que eran
blancos de apariencia o blancos de conciencia se hacían del lado del anglo-sajón; los de
color, o los de visión universal, como yo les llamo, no se hacían de ningún lado,
simplemente se rehusaban a apuntar el dedo señalando a un grupo humano como ilegales,
criminales, parásitos, aprovechados, abusadores del sistema, etc.
Para mi, se me hacía imposible justificar dicha generalidad usada como generalización.
Necio de carácter que soy, fue desde entonces, que poco a poco, comencé a escribir los
poemas que aquí en este libro expongo.
Claramente, primero me empecé a sumergir dentro de mi cultura. Fue al Estado de
México, en México a estudiar Nahuatl; visité Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo,
Guanajuato, y otras partes más para conocer mi cultura, y entre más la conocía, más la
reverenciaba.
Sin darme cuenta nació en mi remontarme un poco más lejos que mi familia. Aunque mi
familia entera desde mis bisabuelos de las dos partes son oriundos del estado de Oaxaca;
quise ser más profundo al escribir poemas autobiográficos; que son los que aquí les
presento. Rotundamente me rehusé a aceptar lo que casi metódicamente se popularizaba
en los medio públicos de los Estados Unidos: que mi gente no eran seres humanos de
provecho; sino una carga pública.
Para iniciar un proyecto reflexivo de tipo biográfico, creo yo, se debe considerar la propia
historia detalladamente; pero al mismo tiempo es preciso contemplar tendidamente la
vida real. Por lo pronto, se hace a mi importante considerar la situación personal de los
involucrados. Se debe uno proyectar más lejos de lo que dicen los periódicos populares.
Ver más allá; hacia las condiciones de vida del entorno de aquellos cuyas vidas quiere
uno contemplar, y a lo mínimo, considerar su medio ambiente; su familia, parientes,
amigos, colegas, enemigos, amistades casuales, sus orígenes, su historia. No en una
forma anacrónica, sino tratando de remontarse al tiempo y el lugar en el que el sujeto, se
transforma ya sea para bien o para mal.
Sacudiendo el polvo de la memoria, se consideran eventos, incidentes, acaecimientos
memorables e inmemorables; se conversa con gente común, personajes sobresalientes,
expertos, sabios, parias; en fin, gente amiga y extraña; se leen cuantos libros se hayan
escrito sobre el tema, se anotan miles de observaciones y a trabajar…
Pronto se llega a la conclusión que la realidad de la historia, y la realidad de la vida es
muy distinta a lo uno se imaginaba al inicio del proyecto. Se puede con facilidad observar
que el hombre en sus inquietudes y reflexiones ontológicas, frecuentemente se interna en
lo divino, a lo existencial, o en la fantasía. Luego llega la racionalización, la justificación.
La mente comienza a trabajar asiduamente para hacer reales a personajes imaginarios o
históricos; beatificando a unos, satanizando a otros.
Se imaginaría uno que los historiadores académicos son exentos a esta falacia humana.
Pero no es así. Entonces se concluye que todos y nadie somos expertos. Que las
realidades nacen de las experiencias; de la fatalidad; buena, mala o “normal”.
En los poemas de este libro, especialmente traté de realizar un hallazgo válido, nacido de
pensamientos reales recolectados a través de los años; lo más cercano a la realidad.
En la búsqueda de mis raíces, con frecuencia recurrí a lo histórico, a veces a lo mítico.
Leí y releí leyendas, platiqué con los abuelos, con los tíos más viejos, con los amigos más
viejos. Pronto alcancé la conclusión, que para llegar al presente, se debe regresar al
pasado para encontrar las respuestas que se buscan.
Al principio me imaginé que sería muy fácil hablar de mi mismo, de mi gente, de mis
raíces. Pero me di cuenta que sobre nuestra historia, y sobre nuestros orígenes, existe una
inmensa diversidad de opiniones, expertas, académicas; laicas, ordinarias y prosaicas.
Entonces no con facilidad puede uno simplemente citar, mucho menos usar información
sobre nuestra historia oral o impresa para documentarse, ni para educarse, y menos para
educar a otros. Aquí es cuando la realidad se convierte en fantasía. La historia se
convierte en mito, y la verdad en mentira.
Entonces decidí usar lo que se llama: licencia poética. Usar mi propio criterio para
deducir la realidad. Verla como yo la percibo. Interpretarla como mis experiencias me lo
permiten. Expresarla como me nacen las palabras que vienen desde lo más profundo de
mi alma. Acaso no es así como se escribió la historia de nuestra Patria.
Pero poniendo los pies sobre la tierra se debe uno preguntar: ¿Por qué recurrir a la
fantasía en busca del yo? ¿Por qué no sacar en forma natural de nuestros propios archivos
de la mente aquellos recursos ideológicos para hacer uno un resumen de su persona?
Tristemente se observa que en nuestras tierras de Mesoamérica, y de América del Sur,
esto es algo muy difícil de realizar, porque vivimos en un mundo totalmente euro-
centrista que borró de nuestros libros de historia, y por ende, de nuestra mente nuestra
identidad en su totalidad.
Yo recuerdo en mis poemas de juventud, que lo que siempre me venía a la mente eran
alusiones con matices griegos o romanos o nórdicos. Hablaba, igual que muchos poetas,
hasta los más realizados, interponiendo en mis versos los nombres de Cupido, de Venus;
de Minerva; o si no Eros, Afrodita o Atenea... Hablaba del amor platónico; o hacía
alusión de los romances clásicos, en torno a Romeo y Julieta, como si el amor hubiese
sido inventado por Shakespeare, Byron, o Shelley; u otros poetas ingleses, españoles,
italianos o franceses... Claro, eran los únicos que conocía y que vivían en mi joven
corazón. Se puede decir que somos el producto de un mundo “occidental,” por lo cual no
es raro que nos expresemos de acuerdo a la educación que recibimos durante nuestra
temprana edad. Así ha sido siempre, y en todo el mundo.
Ya adulto, observé que los poetas hispano-hablantes más sobresalientes y vitoreados eran
aquellos que se expresaban como los europeos. Que mucha sus poesía venía matizada con
frases y ditirambos a la usanza de los españoles; alegorías de los franceses, hazañas rusas
o frases en ingles o en alemán, o en latín.
Hermosa poesía claramente; pero yo me pregunté sobre el pensamiento de nuestros
ancestros. Sobre su visión, su ideología, su idiosincrasia; sobre sus romances, sobre sus
ideales… ¿Qué fue de todo eso? ¿Por qué quedó enterrado en el olvido, como si nunca
hubieran existido?
Después de todo, la poesía, la literatura, la canción son un reflejo del alma de los
humanos. Es por medio de la escritura que el hombre dibuja las cavernas de su corazón y
las hace perennes, para que el mundo externo las contemple. Es ahí donde se define su
persona y se inmortalizan sus pensamientos.
Fue entonces que comenzó mi lucha por aprender sobre mis ancestros. Sobre mis
abuelos. Pero para más sorpresa mía, varias interrogantes empezaron a suscitarse en mí.
Entre ellas: ¿Por qué el desprecio hacia nuestras raíces? ¿Por qué el desdén hacia nuestras
antiguas culturas?
He aquí algunas situaciones con las que me tropecé: El hombre, especialmente el mestizo
y en especial el oriundo de Mesoamérica se da cuenta cuando se convierte en adulto que
los grupos dominantes, aún viviendo en su propia tierra, han controlado totalmente la
educación de su propia Patria, en tal forma, que su persona, su identidad, su cultura, su
mentalidad, su idiosincrasia han desaparecido y que vive hoy día en una realidad que no
es suya; que no le pertenece, porque la suya le ha sido despojada y arrojada al olvido.
Al ver las realidades sociales que lo rodean, ve un mundo, una cosmología, y sin exagerar
una religión, y un lenguaje que le fue impuesto a punta de garrotazos, latigazos y
castigos.
Con tristeza se puede observar que en casi toda Latino América, la educación está
inundada de información histórica totalmente europeizada; a tal grado que sólo aquellos
de la misma estirpe o que poseen la misma mentalidad de los escritores, la aceptan con
naturalidad y agrado, pues ciertamente les pertenece; se identifican con dichas
enseñanzas. ¿Y por qué no? Es su gente, son sus raíces; es su cultura, y creo que así
debería ser. Cada oveja con su pareja.
Aclaro, antes de proseguir, que este libro es un libro de poesías; no es un estudio
académico sobre la historia de Mesoamérica. Tampoco es un análisis psicológico, ni
mucho menos sociológico sobre el Ixachitlacatl, es decir, el habitante original del
hemisferio occidental; ni del Yancuic Mexicah: el mexicano actual, incuestionable dueño
del Anahuac. Ya se han escrito docenas de libros en muchos idiomas sobre esos temas;
otro más sería redundante o superfluo; o como se dice comúnmente: Sería como lanzar
más palabras al viento y solamente acumularía el polvo, ya que muy pocos son los que
escuchan las voces de aquellos que se atreven a hablar en contra de la historia establecida
por las instituciones académicas.
Pero para nuestra mala fortuna, la mayoría de los libros escolares de instrucción primaria,
de historia y de literatura a lo que todos los jóvenes de nuestras tierras están expuestos —
aun los aprobados por nuestros propios gobiernos, provienen de mentes europeas o
europeizadas, y reflejan consecuentemente, solamente el pensamiento de otro mundo que
no es nuestro; o peor todavía, son libros de escritores compatriotas, de mentalidad criolla,
que no aman a sus raíces; que no tienen raíces, ni les importa tenerlos, y estos son peores
que los extranjeros, porque cuando alguien de tu propia familia te traiciona, el dolor es
más severo.
También hay muchos libros escritos por extranjeros; individuos que miran de fuera hacia
dentro sin entendernos; especialmente sin entender al Ixachitlacatl, olvidando que para
ellos no existían barreras. Que los cuatro puntos cardinales en verdad no marcaban ni
fronteras ni los límites de su universo, sino que más bien indicaban los caminos que sus
ancestros habían seguido y podían seguir.
La verdad es que después de la conquista, el cosmos de nuestros antepasados de realidad
se convirtió en mito mucho antes de que el hombre “occidental,” lo pudiera conocer a
fondo y con exactitud. Dijéramos como la historia de los griegos, de los babilonios, de los
persas. Casi todo lo que se ha escrito y que se sabe sobre nuestros abuelos solamente
refleja lo que los conquistadores, quienes los aniquilaron, dieron a conocer.
Raras son las culturas y las civilizaciones que han vivido esa experiencia, aunque se
entiende que el conquistador, es “el que escribe la historia”. Pero en contraste y por
ejemplo, no obstante que los judíos fueron dominados por los egipcios, por los
babilonios, por los griegos, luego por los romanos, y después por los musulmanes; ,
hábilmente los judíos preservaron y resguardaron su cultura, su religión y su lenguaje; es
decir, su idiosincrasia, aunque los conquistadores trataran de erradicarla. Esa realidad fue
la que los mantuvo y los mantiene íntegros aun después de un largo historial de derrotas y
conquistas.
En forma similar, Roma conquistó a Grecia, y a muchas otras naciones, pero no destruyó
sus culturas, sino las absorbió y les dio el reconocimiento y el auge que merecían. Y
cuando hubo naciones que fueron obliteradas de la faz de la tierra, entonces, claramente
no quedó nadie que hablara en su defensa; simplemente dejaron de existir. No se
escucharon ni se escuchan, por obvias razones, sus quejas ni su llanto; ni se observa
corolario alguno por el genocidio ocurrido.
La conquista del Continente Occidental fue distinta. Para empezar, nuestras tierras no
fueron descubiertas, como se dice comúnmente, pues nunca estuvieron cubiertas. No eran
tierras abandonadas. No eran tierras vírgenes ni desoladas, ni abiertas a que alguien las
desenmascarara de algún despiadado oscurantismo.
Se entiende que el Anahuac y Tawantinsuyu, (la tierra de los Incas) fueron encontradas
por error, o por ignorancia geográfica. Ahí no hubo provocación. No existió una Helena
de Troya que incitara una venganza. No llegaron buques de guerra defendiendo el honor
de un soberano agraviado por un imberbe desnaturalizado que no supo honrar las leyes de
la hospitalidad. No se reunieron ejércitos para pelear en defensa de sus fronteras que
estuvieran en peligro de caer en manos ambiciosas o hambrientas de otros reinados
vecinos que sufrían depresión económica.
La conquista de América fue un acto de agresión inadvertida para el conquistado; injusta
e ilegal; arbitraria, e inicua, por parte del conquistador. El codicioso europeo llegó al
Anahuac y a Tawantinsuyu a robar; a destruir sistemáticamente; a matar a sangre fría y
en forma desalmada a millares de seres humanos, contra quienes no existía conflicto ni
riña; simplemente porque poseían algo que los rufianes codiciaban: Oro.
Luego de conquistarlas a esas ricas y legendarias tierras, demolió, mejor dicho, trató de
obliterar toda seña de civilización, cultura, y vida, para después sencillamente fundar una
nueva civilización sobre las ruinas de otra que acababa de destruir, porque la consideró
inferior, inculta, salvaje, silvestre...
Como si hubieran muerto a una cuadrilla de conejos, o exterminado a una ciudad de
hormigas. Ni siquiera eran enemigos. Era simplemente un mundo muy privado y personal
de las victimas, y desconocido para los asaltantes. Como cuando un ladrón inconsciente
que asesina y le roba las alhajas y la cartera a un indefenso desconocido que se encuentra
en un callejón desolado y oscuro, y sin tocarse el corazón; sin considerar que tal vez la
victima había trabajado arduamente para ganarse la pequeña fortuna que el cleptómano
tan fácilmente ahora disfrutaría. Y peor todavía, para después jactarse de su hazaña.
Para más burla, los historiadores, especialmente los adeptos y los descendientes de
aquellos truhanes se dan el lujo de llamar a ese genocidio hasta en forma poética: “El
descubrimiento de América” y hacen referencia histórica de nuestros antepasados con
una naturalidad pasiva e indiferente, como que le hicieron un favor en erradicar su cultura
de la faz de la tierra.
¿Cómo es posible que no se le llame exactamente lo que fue? “La Rapaz y Salvaje
Depredación del Anahuac”, o “La destrucción de la Civilización más grande del
Hemisferio Occidental por salvajes piratas europeos”.
Cuando menos los patriotas, los descendientes, los sobrevivientes de aquel holocausto así
deberían llamarlo, sin ambages, porque esa es la realidad de la historia de todos los países
de las Américas.
El resultado es que hoy día los propios compatriotas hacen simplemente sucintos, falsos y
raquíticos elogios a nuestros antepasados, o hablan de ellos como si fueran personajes
míticos; creados por la cinematografía de Hollywood, la que los presenta ya sea con una
magnificencia irreal y fantástica, o como salvajes sanguinarios; olvidando que nuestros
abuelos no eran gente de otro mundo. Eran seres humanos de razón y de sazón. Su cultura
y su cordura merecían reconocimiento, y honor; no la destrucción ni el trato al que fueron
y siguen siendo sujetos; como si fueran o hubieran sido animales infrahumanos.
Para más vergüenza, de los tantos males que heredamos, y que prevalecen en la
actualidad es la actitud arrogante y perniciosa entre nuestros hermanos europeizados que
se despliega en contra de los que llaman incorrectamente “indios.” Hipocresía claramente
evidente, pues por un lado de la boca hablan de los héroes de Patria con ditirambos de
honor y halago, pero a los “indios” vivos, los tratan con desprecio y frialdad; peor que a
un extranjero indeseable, peor que a un maleante, peor que a un criminal, aún en su
propia Patria. La Patria de sus antepasados.
Se podría entender que dicha actitud se justifica, ya que las enseñanzas que preponderan
en nuestras aulas escolares sobre el orígen de nuestro país son irreales, incompletas y
tergiversadas a más no dar.
Todo eso nos ha llevado a un malinchismo sistemático haciendo que la sociedad acepte
las actitudes que destruyen la identidad nacional y la economía local, pues únicamente
promueven las ideologías que se afanan en elogiar, imitar, emular, consumir, valorar, y
aprender solamente de los extranjeros. Así han enterrado en vida su autonomía y su
persona; pues lo único que valoran es, ya sean la grandeza extranjera, con sus héroes;
arte, literatura, música; y con ahínco promueven y admiran, casi con gula, a las
personalidades y artistas foráneos, ignorando y despreciando a los nuestros de sangre
mesoamericana, tal vez porque los consideran feos, ignorantes, inferiores; especialmente
a la gente común y proletaria. Tal como es hoy; como la han dejado; como ha quedado...
Con aspecto inútil; sin esperanza, y sin aparente valor inherente.
Todo esto ha difundido los ridículos dichos que alguas madres autóctonas les digan a sus
hijas: “Cásense con un extranjero; mejoren la raza…” ¿Mejoren la raza? No hay nada
más triste y repugnante que hasta nuestras madres desprecien a los de su misma raza por
creerla inferior, y buscar la belleza en extraños; especialmente en aquellos que asesinaron
a nuestros abuelos.
Muchos de los libros que hablan de nuestros antepasados no educan, ni ilustran con la
verdad a nadie—sino que simplemente repiten lo que ya fue escrito por aquellos que se
dejaron influenciar por la arrogancia y las falsas interpretaciones, o mentiras deliberadas
de los conquistadores. Los que aprovechándose de las circunstancias que les dieran
descomunales ventajas sobre una civilización aislada del progreso euroasiático que ellos
gozaron, (pues todos los adelantos e invenciones de la humanidad fueron compartidos,
experimentados, renovados, y corregidos entre todas aquellas naciones vecinas a través
de los siglos) beneficiándose todas y cada una de ellas, para después llegar a conquistar y
a destruir a otras grandes civilizaciones cinco mil o más años más jóvenes que la de ellos.
Igual que si un luchador profesional adulto y experimentado se enfrentara a un duelo a
muerte con un niño de pre-primaria.
Creo que es justo, saludable y necesario aprender de otras naciones, o de otras gentes que
han sabido salir avante no obstante las circunstancias históricas. La diferencia es que en
un país deben surgir patriotas, súper patriotas, que alimenten a su pueblo de la verdad de
su historia y de sus orígenes, para que puedan definirse e identificarse como seres
humanos individuales, particulares y homogéneos. Que no vivan el síndrome de la
Malinche; sino que vivan y mueran por su Patria, por su historia, por sus ancestros, por su
cultura y que estimulen el amor a su ascendencia y no vendan a su Patria, ni renieguen de
su sangre por unos cuantos pesos.
No yendo muy lejos, hay países que no teniendo historia, la inventan, o la compran. Los
Estados Unidos de Norte América, que en su desarrollo como pueblo, después de haber
nacido de un pequeño grupo de invasores, quienes jamás se imaginaron la magnitud del
resultado de su peregrinaje; procediendo de un grupo heterogéneo sin dimensiones ni
historia, de pronto se ha convertido en el país más poderoso del mundo.
Otro puño de aventureros que se apodera de un territorio que pertenecía a otras culturas, a
otro país, a otra gente, a otros seres humanos y luego crea su propio país y su propia
historia.
La diferencia que los ha hecho triunfadores es que ellos a través de los siglos se
autonombraron dueños de estas tierras y se convirtieron, opuesto a los criollos de nuestra
Patria, ellos convirtieon en patriotas; superpatriotas y dejaron las fortunas de este lado del
océano. Y hoy, aman a su Patria adoptiva, como un huérfano que al recibir el apoyo y el
sustento de un extraño lo llega a amar y acaba apreciándolo más que a sus verdaderos
padres.
Hoy día en sus escuelas se aprende una historia que justifica su existencia y que hace a
todo estadounidense, especialmente los de estirpe europeo, sentirse orgulloso de su linaje,
de su país, y de su “historia;” repleta de héroes, de hazañas, de grandeza que los pone a la
par de los países de donde huyeron buscando libertad.
Pero como todo lo humano, su orgullo se ha convertido en soberbia, y hoy día se sienten
dueños del mundo, y creen que todo les pertenece a ellos. Hasta la tierra que nos robaron.
Hasta la felicidad, el progreso, la igualdad, y solemnemente lo predican al hablar de su
búsqueda por el “sueño americano”.
En 1931, el historiador estadounidense, James Truslow Adams, al inmortalizar frase:
“the American Dream,” tal vez creyó que los sueños de progreso solamente aplican al
estadounidense, tal vez porque históricamente muy pocos seres humanos al rededor del
mundo llegan a realizar sus sueños. Pero en lo personal, se me hace ridículo tan siquiera
considerar que no sea el deseo ferviente de todo ser humano alrededor del mundo llegar a
vivir una vida sin carencias, protegidos de los explotadores, de conquistadores, de
opresores, de ladrones y oportunistas; viviendo y gozando de libertad, con el derecho de
adorar al dios de su agrado y preferencia; teniendo un hogar, una casa, un automóvil, y
hasta un gato y un perro. ¿Por qué no? A eso yo no los considero sueño, sino lo veo como
una meta que todo ser humano debería alcanzar.
Sin duda que al vivir entre gente que vive dicho concepto, abstracto aunque parezca, la
mayoría de los habitantes de los Estados Unidos obsesivamente se obstinan y se
esfuerzan por vivir ese sagrado modelo.
No obstante, aún en el país de la abundancia, no todo el mundo goza de tal plenitud. ¿Qué
podemos esperar, entonces? Solamente darnos cuenta que no todos los pueblos de la
tierra han tenido la misma fortuna que los residentes del país más poderoso del mundo
moderno. Y en el país, donde nace la frase que evoca igualdad, justicia, y todo lo demás
que el Sr. Adams añoró, debe ser una realidad perteneciente únicamente a los moradores
del norte del Río Bravo; pero obviamente a los que pertenecen al grupo mayoritario del
nuevo país.
Pues nos damos cuenta que igual que en muchas otras partes del mundo, también en los
Estados Unidos históricamente los grupos minoritarios viven en condiciones sociales,
educativas, económicas muy inferiores a las de las personas procedentes de los grupos
europeos. En todas partes del mundo, todos aquellos, que se puedan considerar de origen
europeo o que actúen como los europeos, especialmente si son de tez blanca, dominan,
están y viven mejor que las minorías, especialmente que la “gente de color”.
Para detrimento nuestro, muchos de nuestros hermanos viven la misma problemática no
sólo en los Estados Unidos donde se presume de igualdad, pues ahí existe una
justificación, ya que hoy día, Estados Unidos es un país solidario e independiente. Y para
nosotros, que antes éramos los dueños de la gran parte occidental, hoy día es un país
extranjero, aun para los mexicanos que ya antes poblaban las tierras robadas. Entonces en
el presente, por lógica hoy viven como extranjeros, hasta que se llegan a incorporar
dentro de las masas de la población dominante.
No necesita uno ser sociólogo para observar que vergonzosamente en todos los países de
nuestro hemisferio la mayor parte de la población, que es la gente de color canela, y de
apariencia indígena, no siendo emigrantes, viven en peores condiciones económicas que
el resto de la población, (por cierto que es blanca y de origen europeo).
Consecuentemente, muchos creen con absoluta firmeza que la mayoría de la gente pobre
y desahuciada vive en las condiciones económicas que se merece. Ya sea por perezosos,
o por faltos de inteligencia, o por su religión, o por viciosos; aunque tal vez sea cierto en
algunos casos, yo creo que esta es una conclusión miope y carente de conocimientos
sobre la historia de nuestras tierras.
Muchos de estos problemas sociales se originan, creo yo desde mucho tiempo atrás y
podría aseverarse que todas esas adversidades humanas que muestran nuestros hijos, y
nuestros hermanos tienen raíces desde el holocausto de la conquista, y los agravios
sufridos en contra de nuestra gente por más de 500 años de opresión europea sistemática
contra nuestro pueblo.
Casi todo estudioso de las culturas mesoamericanas insiste en que nuestros ancestros eran
gente de progreso, inteligente, trabajadora, creativa, e inventiva. No como nuestros
hermanos que vemos hoy día vagar sin dirección por las calles de un mundo que los
califica de fracasados e inútiles.
Para empezar, los jóvenes adoptan lo que ven y lo que pueden para aprender; y no
teniendo a nadie entre los suyos, se adhieren a los extranjeros, aunque no sean aceptados
como “iguales”. Aquellos que siendo de raza y de apariencia diferente, no con gran
facilidad pueden identificarse con la gente triunfadora ni con los héroes de la raza
blanca, principalmente cuando sus neuronas traen el recuerdo de haber sido oprimidos
por los blancos por más de 500 años, e indirectamente, continúan siendo oprimidos por
los criollos y sus descendientes.
Eso es una realidad para muchos relativo a la vida social. Luego consideremos el mundo
anímico, y espiritual, que a veces eso es más poderoso que el mundo material, pues
cuando eres diferente, no es tan fácil identificarse con aquellos que representan a un Dios
que supuestamente nos creó a su imagen y semejanza, y lo único que ven los ‘súbditos’
son enseñanzas contradictorias y en los nuevos templos contemplan a santos de
fisonomías europeas que se parecen a sus “amos” y que ignoraban la realidad de sus
hechos, su personalidad y su idiosincrasia.
Son especialmente los niños, quienes por medio de las enseñanzas establecidas por
gobiernos miopes e indiferentes, los que más sufren los efectos de dichas enseñanzas,
pues afectan su desarrollo personal y su individualidad que los cicatriza para toda la vida.
¿Cómo pueden crecer saludablemente con una imagen clara de identidad propia, al crecer
estando expuestos solamente a enseñanzas que degradan y condenan a su propio ser, a su
origen y a sus antepasados?
Si lo único que oían, empezando con los cuentos infantiles y cantos de cuna siendo de
origen europeo que solamente exaltaban la belleza de su cultura y su raza, siempre
encumbrando las virtudes de “…un hermoso niño blanco, con de rizos oro, dientes
blancos como el marfil y ojos azules como el cielo…”
Un mestizo mesoamericano, no podía jamás identificarse con dichas características; y si
eso fue lo único que escuchó toda la vida, crece creyendo que la única belleza admirable
es la de la raza blanca; para luego ir a escuelas secundarias a ser expuestos solamente a
las bellas historias del panteón grecorromano, con los grandes personajes históricos, y los
desarrollos en filosofía, matemáticas, pedagogía, y otras ciencias que han llevado al
hombre actual a la cúspide de la prosperidad moderna, haciéndonos creer que todas las
invenciones humanas han emanado solamente de las mentes euroasiáticas, y que todo el
mundo a su rededor no posee la inventiva, ni la creatividad para desarrollar sus propias
ideas.
Al ver que nuestros mismos líderes, el gobierno y sus dependencias especializadas, en
nuestros propios países de origen, ignoran la riqueza de nuestra propia historia o
paulatinamente la esconden y se la niegan a su propia gente. O que con gran facilidad
adoptan oficialmente lenguajes y expresiones extranjeros y crónicamente suprimen el
bello idioma de sus propios antepasados.
¿Cómo puede crecer nuestra juventud admirando lo que no conoce? Pues han arrancado
sus raíces de su tierra y su ascendencia, la grandeza de sus antepasados y cuya riqueza,
desde la invasión europea, ha sido suprimida sistemáticamente de nuestra gente, y hasta
del mundo entero.
Afortunadamente gracias a que en tiempos relativamente modernos, en muchos jóvenes,
adeptos al estudio y gente de criterio universal, se ha desarrollado una inclinación hacia
el pasado. El rencuentro con las raíces, la búsqueda de sus orígenes y de individualidad.
Los méxico americanos, que por décadas ignoraban y hasta negaban su origen, gracias a
los estudios universitarios de historia de Mesoamérica y Latinoamérica, cursos de
arqueología, u otros estudios sobre el México antiguo, lentamente comenzaron los
estudiosos a enriquecer sus conocimientos sobre la cultura de sus antepasados, de la que
antes se antes se avergonzaban. Muchos aprendieron a reconocer la grandeza de sus
raíces y acabaron por adoptar a Aztlan como su lugar de origen y a los aztecas como sus
principales antepasados, adoptando términos como chicano, para autoexcluirse de las
masas dominantes.
Es sorprendente, hasta cierto punto, como en el extranjero muchos méxico-americanos
han llegado a identificarse abiertamente con nuestros antepasados en un grado superior a
los mexicanos que viven en México. Tal vez porque la lejanía muchas veces nos acerca a
nuestras raíces. Tal vez porque la sociedad y la cultura anglosajona no acepta al
mexicano genuinamente. Pero no importa. Lo que cuenta es el resultado grandemente
positivo, ya que desde entonces se puede observar como miles de méxico-americanos han
progresado a pasos agigantados y sobresalido en muchas profesiones, en los campos
financieros, en los negocios, en la cinematografía, y en las artes.
Mucha gente me pregunta al leer mis poemas: ¿Por qué tantos términos en náhuatl y
tantas analogías y alegorías del panteón mesoamericano?
Y mi respuesta es siempre: ¿Por qué no? Como dije al principio de este preámbulo, antes
como joven poeta, por mi falta de experiencia, cuando buscaba inspiración, volteaba mis
ojos hacia Europa, hoy volteo mis ojos hacia mi cultura y hacia mis antepasados, porque
en ellos se refleja más genuinamente una imagen real de mi idiosincrasia y de mi visión
cosmológica.
Es sorprendente para me ver que en México no se honren las raíces de su pueblo en la
manera que debería ser. Que no se impulse con firmeza, aceptación y respeto la riqueza
de nuestras lenguas originales y que se no promuevan las lenguas de nuestros ancestros
para el uso común; aunque sea el Náhuatl por ser la lengua más abundante; la lingua
franca a la llegada de los invasores. No olvidando que antes de la invasión española se
hablaban más de 60 idiomas y dialectos en Mesoamérica.
Me aturde ver que no se honran a los personajes de la antigüedad, como lo hacen otras
culturas que primero honran a sus antepasados, y después ya indoctrinados en su cultura,
admiran a los extranjeros, para aprender de ellos, no para imitarlos.
Pero como ejemplo se puede ver que apenas minúsculas descripciones e información
sobre los grandes hombres del México antiguo aparecen en los diccionarios
enciclopédicos de México. En el diccionario enciclopédico Larousse, el nombre de
Nezahualcoyotl apenas aparece de él una sencilla anotación de tres pequeñas líneas para
describir a ese gran gobernante, guerrero, sacerdote y poeta. Cuitlahuac, lo mismo.
Cuauhtemoc, el último emperador azteca; el héroe que sufrió un increíble suplicio y
murió defendiendo nuestra legendaria tierra, solamente unas lacónicas líneas le dedica
dicho diccionario. Es más, dedica más espacio para hablar de los villanos Hernán Cortés,
y de Pedro de Alvarado, que de nuestros héroes.
Me avergüenza que haya más intelectuales europeos y estadounidenses que conocen más
de nuestra cultura y de nuestros antepasados que los mismos mexicanos. Me lastima
cuando veo o escucho, especialmente a los mexicanos que se creen criollos o de
ascendencia europea, como desprecian a sus conciudadanos, llamándolos erróneamente
“indios patarrajada”, “indígenas”, “nacos”, y todo tipo de adjetivo peyorativo,
simplemente por la condición económica en la que viven; sin reconocer que es
precisamente la indiferencia y el desprecio que los grupos dominantes les otorgan lo que
los tiene ahí encadenados y condenados a vivir en una pobreza y a un analfabetismo
degradante, crónico y vergonzoso.
Para mi, es fácil ver la importancia y el deber de fomentar el lenguaje Náhuatl, la poesía
y la cultura mesoamericana, nuestros héroes, los desarrollos técnicos y científicos; su
literatura, su arte, sus invenciones. En resumen, nuestras raíces, nuestra ideología, nuestra
cosmología escudriñada por genuinos mexicanos, no por letrados con mentalidad
europeizada que interpretan las enseñanzas de nuestros antepasados a su manera y en
forma discriminatoria y con falta de verdadera erudición.
Nuestra historia debe ser un estandarte de supremo valor para nuestro pueblo. Es más, yo
creo que si nuestros hijos llegaran a conocer a fondo el espíritu de nuestros antepasados,
nos se avergonzarían de ellos frente a los extranjeros, y frente a un mundo tan indiferente
afuera y dentro de nuestro mismo país.
Hasta hoy, no hay un plan concreto educativo auspiciado por las autoridades mexicanas
que fomente abiertamente, oficialmente a nuestra cultura; no de dientes para afuera, sino
con credibilidad rotunda, genuina y sincera; con erudición y academia para concienciar a
nuestra gente que ignora su grandeza.
No me disculpo por enardecer y tal vez, según muchos, sobre valorar a mis antepasados.
Más bien, me avergüenzo no saber hablar Náhuatl, Mixteca, o Zapoteca, lenguas de las
cuales hago alusiones en mis poemas. Soy mestizo, y he vivido en el extranjero la mayor
parte de mi vida, desde muy temprana edad. Pero me sentiría honrado de ser cien por
ciento de sangre Mixteca, Zapoteca, Azteca, o de cualquiera otra nación de Mesoamérica.
Desafortunadamente uno puede elegir donde muere, mas no donde nace.
Honro a mi origen oaxaqueño, y admiro a mis antepasados. Amo con nostalgia la tierra
que me vio nacer, y doy gracias a mi madre: Eva Julia Guzmán quien siempre inculcó en
mí el amor a mis antepasados, a mi tierra y a mis raíces. Por eso lo canto a los cuatro
vientos y lo divulgo en mi poesía, sin menospreciar a ninguna otra cultura. Pues todo ser
humano debe valorar su presente, su pasado y su origen, y debe honrarlo esté donde esté.
En su propia tierra y en el extranjero.
En conclusión, este libro es simplemente un homenaje a nuestra cultura, nacido del
corazón de un mexicano ausente, quien, no obstante la distancia, nunca perdió el amor a
su Patria, aun viviendo en el extranjero desde su infancia. Evoco, por tal, en aras del
recuerdo la historia de mi terruño vista con nostalgia, con amor y con respeto. La expreso
a manera de un canto a nuestros abuelos, y a nuestra gente, la que común y generalmente,
los que la desconocen, mejor dicho los que no la quieren conocer, pues creen que
pertenece a un pasado muerto, o en los museos, o en los libros de arqueología y de
historia; y ven los sucesos de nuestra antigua Patria como un cuento mitológico; como
algo fantástico, exótico y extraño; como cuando un químico bacteriólogo, o un biólogo
mira y admira impersonalmente por un microscopio a una cultura de gérmenes; o como
quien va a un parque zoológico a admirar animales en peligro de extinción.
Aunque muchos creen que nuestros antepasados son solamente eso: antepasados, es
decir: gente histórica, gente del ayer; sin reconocer que nuestro pueblo no consiste de una
raza extinta, sino de una raza viva y palpitante, Pues, no obstante que en tiempos
modernos goza y sufre de una serie de mezclas sanguíneas muy variada.
Aquellos que nos sentimos honrados al reconocer lo que somos, sin importarnos la
impureza de nuestra sangre; los que amamos a nuestra tierra, a nuestro origen y a nuestras
raíces, todos nos identificamos con la sangre de los hijos de Ometeotl y Ometecuhtli y en
totalidad o parcialmente somos directa o indirectamente Yancuic Mexicatl; y con alegría
y firmeza estamos despertando del sueño o de una pesadilla, y respondemos con
entusiasmo al escuchar la consigna de el gran Caballero Águila: Cuauhtemoctzin, que
hace un llamado a los de su sangre en su postrimero cántico, donde nos invita a no
olvidar la grandeza del Anahuac, de nuestros antepasados y de nuestra historia:

Axcan tehhuantzitzin tiquintotequimaquiliah in topilhuan


Macamo quicalhuilican, ma quinnonotzacan
inpilhuan huel quenin moyetzinotiyez in imahcoquizaliz,
quenin occeppa moehualtiz in totohaltzin
ihuan huel quenin mochicahuilihtzinoz
huel quenin moquitzontiliz hueyica
inehtotiliztzin inin totlazohtlalnantzin Anahuac
CUAHTEMOCTZIN
Anahuac Huei Tlahtohuani
Tenochtitlan-Mexico

Ahora nosotros entregamos la tarea a nuestros hijos… ¡Que no olviden, que les informen
a sus hijos intensamente como será su elevación, como nuevamente se levantará nuestro
venerable sol y como mostrará dignamente su fuerza; como tendrá a bien completar
grandiosamente su digna promesa esta nuestra venerada y amada tierra madre:
ANAHUAC!
CUAHTEMOC,
Gran Emperador del Anahuac
México, Tenochtitlan

Oscar Luis Guzmán


MI EXORDIO:
METAMORFOSIS
Heterónomo de disímil estampa,
Habito tierra extraña que antes era mía,
En donde solamente se ama la vida,
Mas yo vivo desdeñando a la muerte.
Igual que mis abuelos,
Burlesco, diariamente desafío sin temor
A los rigores que la vida me da.

Cuando el camino se presenta brusco y retorcido,


O después de un día largo, preso de la monotonía;
Sumergido entre compleja muchedumbre,
Gente arrogante, desordenada y fría,
Que vive absorbida en la rutina diaria del trabajo,
Y en la triste encrucijada de la vida moderna.

Donde esclavizados vamos de paso,


En un modernismo que nos lleva de prisa, sin avanzar
Conduciendo un auto que a veces no camina;
Manipulados por ordenadores sobrehumanos
Que cuando más falta hace, se contaminan
De invisibles pero reales viruses.

Un teléfono incesante,
Invadido de limosneros modernos,
Que nos recuerdan sus misiones tantas.
Correspondencia superabundante que no dice nada,
Pero siempre habla de pobrezas, en lejanos mundos,
Mas ignoran al vecino.
Como si no supiéramos que dondequiera
Que habite el hombre habrá injusticia, necesidad y hambre.

Aquí, los pagarés de interminables deudas,


IVA que nos cobra impuesto sobre impuesto.
Visitas al doctor, al oculista y al dentista.
Radiografías de pulmón, del corazón y dietas que seguir,
Diseminadas por expertos que no saben nada.
Reportes indicando el fin del mundo;
Amenazantes si no cambiamos
nuestros desenfrenados modos
Por los peligros del colesterol, la azúcar y la sal;
O el alcohol, los cigarrillos y los desvelos bohemios.

Donde los caballeros de la mesa redonda


Son la autocracia de la nueva orden,
Y se imparte la injusta justicia de los nuevos justos:
Temores por lo que digo, o hago
que bien podría ofender
La sensibilidad de aquellos, cuya vaca sagrada,
Llámese género, raza, o preferencia sexual,
No se debe ofender.

Se vive agobiado por las dos mil maneras


De amar al mismo Cristo,
Todas ellas correctas, e incorrectas las demás.

En las noticias, si no es esto, es aquello:


Bombas, lluvia química, guerras, epidemias.
Violencia, raptos, robos.
Todos los días lo mismo.
Prevalece en el aire el caos eterno
En el cosmos de nuestra humanidad.

En verdad, vivir en un país civilizado es sin duda


Lo mismo que estar enamorado
Y vivir sufriendo por amor;
Pues se viaja en cómoda carroza;
Misma que nos arrastra al precipicio
Del desquicio, o a la desilusión.

Luego me invade un calor que me agobia y me calcina.


Necesito que el aire y que la tierra acaricien
A mi piel desnuda.

Quiero llenar mi desnutrido ser,


De una vida que me lleve más allá de lo vivido;
De la energía cósmica que se deriva de lo etéreo,
Que se conecte con la naturaleza;
Ya que de día, no soy más que un mísero gusano
Que se arrastra por la torcida vereda de la vida
Para ser arrollado por las indiferentes multitudes,
Transeúntes, sin raíces y sin claro destino.

Por la tarde tendré que desprenderme de mi ropaje,


Ese atavío que me ahorca y me restringe;
Una corbata que me asfixia y me acalora;
Unos zapatos sudorosos, malolientes que me estorban.
Quiero que el Sol de Tonatiuh1 me bañe con sus rayos;
Que la montaña del Anáhuac2 me atrape en sus entrañas
Para esconderme yo así entre sus enaguas.
Después de todo, soy caballero Tigre,
Caballero Jaguar;
Hermano del venado, del colibrí, del halcón y del quetzal.

Todos vinimos del mismo vientre de la Madre Tierra;


Soy sin duda, aquí en mi corazón, yancuic teyaotlani3 .

Entonces me refugio en el portal secreto de mis sueños,


En donde portaré mi Xiuhuitzolli4, como copilli5
Flabeliforme con plumaje multicolor y bello,
Y el escudo de Caballero águila, noble tenochca6,
Porto una capa de piel de tigre, adornada en Chalchihuites7.

Volaré hacia los brazos de Ehecatonatiuh8


Como ágil halcón que se desplaza por las nubes
Sobre los altibajos del Anahuac,
Vagando en el espacio y circundando el cielo;
Emanando mi esencia
Hacia los cuatro puntos cardinales del cosmos:
Nido secreto y fuente de nuestro incierto origen.

1
Tonatiuh: Representación del sol-viento de meso América.
2
Anahuac: El valle de México
3
Yancuic Teyaotlani: soldado moderno; neo guerrero
4
Xiuhuitzolli: Cubrecabeza, mitra de los nobles aztecas
5
Copilli: penacho de plumas
6
Tenochcas: Aztecas, los seguidores de Tenoch, rey azteca.
7
Chalchihuites: piedras preciosas, jadeite…
8
Ehecatonatiuh: Representación de la fuerza cósmica sol-viento
Haré que el teponaztli9 vibre y retumbe
En remembranza a la metamorfosis
De un hombre que vive la paradoja de lugar y tiempo.

Resonando vibraciones desde lo más profundo


De las entrañas del gran Popocatépetl10.
Pregonaré en estruendoso eco la grandeza
De mi candente amor por mi Iztaccíuahtl,11
Cual si mis pasos imitaran la danza
Del Terremoto-Sol, Nahui-Olin12.

Acaso Ipalnemouani13,
Y todos los héroes del Anáhuac me rescaten
Y me llenen de energía, para que entre las fuerzas naturales
Del viento, del agua, del fuego y de la tierra,
Mezclarme pueda yo,
Entre los páramos de mi fantástico universo.

Y movido por el Sol-Viento de Ehecatonatiuh,


Flote yo, NO como hoja perdida en el espacio,
Que vaga sin rumbo, ni fin, sino que mi mente remozada
Guíe de mis pies la danza, girando alegremente
En medio de mi Mitotiliztli14.

9
Teponaztli: timabal, tambor de una sola pieza
10
Popocatepetl: volcán sagrado (guerrero mítico) de México central
11
Iztaccíhuatl: Volcán sagrado (doncella mítica) de México central.
12
Nahui-Olin: Terremoto-sol de Meso América
13
Ipalnemouani: Fuerza cosmológica de Meso América
14
Mitotiliztli: Danza de regocijo
Quizás al verme Quetzalcoatl15 perdido en mi lisonja
Me sonría y me reciba
En la morada dorada de Tonatiuh o de Huiztilopochtli16
Y me permita descansar en su inmortal montaña;
Como a un digno caballero águila,
Aunque en el mundo moderno sólo sea un Itzcuintli17.

Quiero que al arribar Miquiztli18,


A mi modesta calli19 me de su abrigo,
Al encontrarme danzando mi postrer Macehualiztli20
Que bailaré yo altivo en honor del Sol-Viento, Eheclatl,
Y del Sol-lluvia, Quiahutl.

Hoy que sueño sobre una cúspide piramidal,


De florecientes Xochimeh21 y fecunda fauna,
repleta de Cipatlis22, Cuetzpallins23, Coatls24, Mozatls25, Tochtlis.26

Celebraré a mi raza derrotada, que murió con honor


En el campo de batalla y hoy flota vacilante,
Cual frágil papalotl27 a la deriva.
Perdida en las entrañas de lo poco que queda
De la naturaleza destruida.

15
Quetzalcoatl: serpiente preciosa, adornada de un bello plumaje;
Personificación de la sabiduría máxima de Meso América.
16
Huitzilopochtli: La fuerza de la guerra, y los guerreros náhuatl
17
Itzcuintli: perro
18
Miquiztli: la representación de la muerte
19
Calli: casa, morada, edificio.
20
Macehualiztli: danza fúnebre de sacrifico
21
Xochimeh: flores
22
Cipatli: cocodrilo
23
Cuetzpallin: lajartija
24
Coatl: serpiente
25
Mozatl: venados
26
Tochtli: conejos
27
papalotl: mariposa
Lamentaré la tristeza de sus hijos,
Presos en tierra extraña
En manos de una nueva Xiucoatl28 enfurecida,
Tirana que hoy nos tiene del cuello encadenados.

No hay nada nuevo, siempre fuimos esclavos


De las fuerzas que al universo mueven,
Y que implacablemente rigen,
Cual prisioneros fuimos de Tezcatlipoca29 en el ayer.

Mañana temprano despertaré


Bajo una aurora revestida de un luto artificial
A encararme a una metamorfosis invertida.

¿Acaso no la vida está repleta de sueños quebrantados?


¿Sueños que mueren antes de nacer?

Ya pronto, tendré que despojarme de mi bello plumaje


De pavo real, de faisán, de papagayo.
Como todos los días, me bañaré entre pútridas aguas
Contaminadas de cloro, de plomo y de mercurio.
Me pondré mi camisa almidonada y mi corbata de seda,
Y mis zapatos apretados que me impiden acariciar la tierra,
Hoy cubierta de asfalto y de cemento.

28
Xiucoatl: serpiente de fuego
29
Tezcatlipoca: deidad nocturna de la discordia.
Me montaré en mi auto
Para llenar de bruma el universo,
Cuyos humos ofenden las entrañas de Ehecatonatiuh.

Y me transportaré hasta mi oficina


Donde el ordenador IBM
Y un reloj electrónico bañarán a mi cuerpo
De una infernal radiación que me asesina.

Y llegaré a donde el incesante sonido del teléfono


No sólo me ensordece, si no que me lastima.
Y donde esa música incoherente nos amenaza
Con convertir al hombre en un imbécil sordomudo.

Ya pronto mi mente se siente aglomerada


Repleta de miríadas reflexiones
Y me convierto en guerrero danzante
yancuic teyaotlani30..

Heterónomo de disímil estampa,


Que en mi perenne metamorfosis
Habito tierra extraña que antes era mía,
En donde solamente se ama la vida,
Donde vivo, como siempre, desdeñando a la muerte.

30
Yancuic Teyaotlani: soldado moderno; neo guerrero

TRANSMUTACION
DE MI SER


TEJEDOR DE RECUERDOS
Yo, Oscar Luis,
Tardío tlahtocuicani31
Tejedor de recuerdos
Rasgando la lira de mi pensamiento
Canto aquí estos ditirambos
De mi apología

Evocando a la musa de mis fantasías


Para que llenase a mi sedienta boca
Con el floricanto de mi utopía
Y desgarre el cáncer oculto e interno
De la gran nostalgia que irrumpe a mi cuerpo
Por mi pueblo muerto…
Y así
Con el florilegio de mis desvaríos
Haga un panegírico a mi raza ida

Aunque mis palabras en céfiro vuelo


Huecas, como xochimeh32 marchitas
Volasen frugales, en precario cielo
Como una plegaria que evoca el efebo
hacia el infinito, por un amor incierto…

CACTIMANILIZTLI33
Me embarga la nostalgia del ayer
31
Tlahtocuicani: poeta; cantor
32
Xochimeh: flores; xochitl: flor, (singular)
33
Cactimaniliztli: nostalgia
Aquella época
Que nunca yo viví; que jamás conocí;
Tal vez porque el presente
No alimenta a mis entrañas
Con el sustento suficiente
Para saber quien soy.

Vivo buscando en esa fantasía


La vida que quisiera yo vivir.
Por tal, encontré en el pasado
Las realidades que el presente me ha negado.

Aunque siempre haya dicho que el presente rige


Y que el pasado, en el ostentoso laberinto
De nuestras realidades,
Es a veces un sueño…
Que puede convertirse
En un candado que no nos deja abrir
La puerta del progreso,
Para seguir avante
En el camino de la vida.
Pero basta con ver la confusión en los entornos
Del mundo que nos rige,
Para saber no hay un hoy, ni un mañana;
Sin un ayer que defina claramente nuestro ser.


YANCUIC MEXICATL34
De miríadas cromosomas injertadas;
Descendiente soy de españoles y mixtecas,
Un conjunto de infinitas naciones
Entre Iberia, el Atlantico y Oaxaca.

Se forman en las grietas de mi mente


Elementos mexicas, y a ratos zapotecas,
Y mis neuronas sorben partículas vivientes de
Griegos, de romanos, de sajones.

Se llenan los cajones de mi mente


De leyendas fantásticas y bellas,
Y un cúmulo de mixtas y confusas enseñanzas
Habitan en mi mente;
Donde hasta empedernidos pensadores modernos
Han llegado a morar.

Me cobijan del frío los pensamientos frívolos del paria


Y en camino me nutren los vagos pensamientos
De pensadores perdidos en el letargo
De un misticismo arrinconado
En las páginas de libros destruidos.

Mi álgido invierno se cobija de recuerdos


Adornados de un ilusorio monocromático follaje
Que esconde en las entrañas de su selva
El florido verano de un lejano ayer.

34
Yancuic Mexicatl: Neo mexicano; mexicano moderno
IPALNEMOUANI 35

Señor, creador del universo, accede


Que le cante a tus vergeles radiantes,
Y deja que en mis labios se desfloren
Mi canto y mi poesía;
En cuya inspiración se adorna el rubor de mis amores.

Deja que Ipalnemouani


Bañe de energía y sustento,
El plectro que Ehecatl36 esparció en el cosmos de Nezahualcoyotl37.

Sabio bardo, bautizado en las aguas


Que emanaran de las manos de Tlaloc38,
Y hoy se despliega en la fuerza y la verbosidad
De aquellos que aman a la naturaleza
Que en el ayer se proyectó en Cuauhtemoc39,
Caballero Tigre, transformado en Águila
Pues nació para morir
Y vivió y murió sin temor y con honor.

Permite Señor que brote de mi pecho


Un canto para a mi tierra amada,
Que se engalana de flores, Quetzal de mil colores,
Y de radiantes mujeres, y héroes de gran valor.

35
Ipalnemouani- La fuerza universal del cosmos mesoamericano.
36
Ehecatl- Dios del viento de Mesoamérica
37
Nezahualcoyotl- Rey poeta de Texcoco,
38
Tlaloc- Dios de la lluvia de Mesoamérica
39
Cuauhtemoc- Último emperador Azteca
TLAHTOCUICANI40
Una pasión ardiente
Impulsa a mi alma en busca
De ambicioso, trotamundo y noctívago sueño.

De conquistar un extraño universo,


En dirección a la musa que me espera
No importa adonde vague mi insaciable anhelo.

Dos ideales vibran en mi mente:


Ser libre de la ambición y la avaricia.
Y ser libre del temor al miedo.

Me lleva la esperanza de la mano,


Pues no existe sueño vano
Si éste nace de una realidad fecunda y verdadera.

Soy audaz vagabundo y trovador de condición:


Yancuic Tlatohcuicani41
Pues un canto vibra siempre en mi pecho,
Y el papalotl42 del amor se anida en mi corazón.

40
Tlatohcuicani: poeta, cantor
41
Yancuic Tlatohcuicani: Nuevo poeta, cantor…
42
papalotl: mariposa
MI ESPIRITU QUIJOTIL
Fatalistas diademas adornan mi corona
La que heredé de los guerreros tenochcas,43
Hijos de Huitzilopochtli,44
Señor de mi legendaria Anáhuac.45

Y del celtíbero heredé el espíritu aventurero


Que quema a mi alma, y me impulsa
A desafiar incógnitas laderas,
E inexplorados mares,
Y me invita a enfrentarme y soportar
Los dolores de un amor que se va.

Sueño con conquistar un sueño inexpugnable.


Anhelo ser libre
Saboreando incansable
La miel de todos los capullos
Para rondar el mundo
Y cortar cualquier flor.

Quijotil Xochicuicani46;
Amo la espada y la poesía;
Y el Floricanto de mi raza destruida.
Combato la injusticia,
Y lucho por el amor que añoro conquistar.

43
Tenochcas: Los Aztecas, fundadores de Tenochtitlan
44
Huitzilopochtli: Colibrí zurdo; Deidad mayor Azteca
45
Anahuac: Mesoamérica del Norte de México a Nicaragua
46
Xochicuicani: poeta
MELANCOLÍA
El hombre sabe de donde proviene
Pero no su porvenir;
Y el cosmos tiene electa la guarida
Donde vamos morir.

Aunque lejos,
Del cielo del Anáhuac,
Melancólicos versos hinchen mi pensamiento.

Añoranzas atrapadas en las neuronas de mi ser


Y mi sangre de mixteca se derrama
En grietas de una incertidumbre cruel
Que fluye hacia mares de confusión y de sed.

Recordando a mi terruño.
Sufro al ver las hojuelas de mi floresta
Marchitas, contraídas, secas…
Al ver mis raíces de la tierra descepadas.

Quisiera comprender al hombre que fácilmente olvida,


Aquel que igual que las mujeres
Se enraíza donde el viento lo arroja.
Y yo que me ahogo evocando mis recuerdos,
Como un árbol, cuyas raíces
se quedaron desnudas, al transplantarlo el destino
Y hoy sus hojas se marchitan,
Pues no hay tierra por buena y fértil que sea
Que nutra sus entrañas, o le de vida serena.


FRATERNIDAD
Hermanos del jaguar,
Del ocelote
Y la serpiente;
Al igual que de la flor y del gusano.

Hermanos de los dioses frígidos y tiranos


Y del Dios que rige al firmamento,
Y hasta de aquellos
Que se mofan de ser cristianos.

Somos una familia en el continuo conflicto universal.

El canto que estalla desde el fondo de mi pecho


Es una sinfonía que evoca la fraternidad del universo,
Y resuena en mi canto a través de mis versos.

Hoy lo difundo aún en tierra extraña,


Donde la base de la vida es la materia.

Donde el muchos aclaman ser hermanos,


Pero rechazan a conurbanos,
Tan sólo por su piel o por su acento,
Olvidando que los genes que portamos
Nos hacen consanguíneos de la misma humanidad.


ORGULLO
Un orgullo brota desde lo más profundo
De mis incautas emociones.
Y se eleva sobre una realidad
Que embellece
A lo que algunos llaman mediocridad.

No temo a la complacencia,
Ni a los límites de mi hacienda,
Pues la inmensidad de la creación es mi heredad
Y cuanto me rodea goza de mi hermandad.

¿No es acaso, tal caso,


Un llamado divino?

El que comparten todas las criaturas


Bajo el sol de Tonatiuh47.

Mi simple ontología define al universo


Como una multitudinaria
Y divina fraternidad
Que invita a la igualdad.

47
Tonatiuh: personificación del Sol-viento de Mesoamérica
TLAHUIZTLI48
En noches diáfanas y tibias,
En el huerto de mi fantasía,
Se transluce sobre el blanco lienzo de mi mente
Aquella enjuta rama, triste acacia desnuda,
O alguna triste ramilla de una calva jacaranda,
O empedernido esqueleto de algún cerezo durmiente.

Soy impaciente guerrero,


Mas paciente espero
Sobre un eterno volcán;
Llámame Popocatepetl49 que aguarda
El retorno de Iztaccihuatl50.

Así espero yo intranquilo


Que se restaure en mí aquella fantasía,
de revivir aquella gloria ida, y llegue a revestirse luego
En un plano de flores primorosas,
Color de rosa, blancas, lilas.

Alumbrada por Tlahuiztli, luz de la bella aurora,


Que brillará primeriza en una fresca alborada,
Anunciando de Tonatiuh51, la llegada;
Que con tenue y pálido candor
Deleite a mis somnolientos ojos
Con bellas acuarelas de su resurrección.

48
Tlahuiztli: La luz de la aurora del nuevo día
49
Popocatepetl: Volcán sagrado del Anahuac, México: Cerro que humea
50
Iztaccihuatl: Volcán sagrado del Anahuac, México: Mujer Blanca,
51
Tonatiuh: Sol-viento; representación divina de mesoamérica
EL LLAMADO DE MIQUIZTLI52
Mi meta es gozar una gloriosa y aventurera vida,
Guiar mis pasos por bélicas veredas
Donde el bien derrota al mal
Con mi orgullo como escudo
Y mi pluma de poeta como espada en mi morral.

Mi anhelo es feroz, es implacable,


Con la fuerza de Ehecatl53 camino por la vida
Entre voraces espectros que incesantes me atosigan.
Abrigo en mi pecho una pasión verdadera
Y una esperanza me guía:
De jamás ser esclavo del yugo de un tirano,
Ni sufrir por los caprichos de rameras.

He soñado despierto,
Que al cruzar el umbral de mi puerta,
Miquiztli me encuentre echado en policromada hamaca
Bajo un ardiente sol tehuano,
O sumergido en aguamarinas playas
De mi hermoso mar suriano;
Con la guitarra en la mano,
Y un bule de aguamiel que me raspe la garganta
Cuando cante una chilena, de esas que invitan a zapatear .

Tal fue el sueño de mi madre, que nunca pudo lograr;


Y ese es el sueño que dejo yo a mi progenie,
Pues aunque sabemos de donde vinimos,
No sabemos donde vamos a parar.

52
Miquizti: La personificación de la muerte del panteón Mesoamericano
53
Ehecatl: divinidad sol-viento
EN LAS ARAS DEL ANAHUAC
En la búsqueda inútil de definir su ontología
El hombre crea panteones formidables,
Repletos de dioses misteriosos.

Ometeotl54 unió a mi gente eternamente


Con las fuerzas de la naturaleza,
En las aras hieráticas de su dominio,
Marcando nuestra vida y nuestra muerte,
Con indeleble achiote55 carmesí.

Y la presencia del Dios creador, se reveló


Dibujando sus formas en la inmensidad del cielo,
Y en las profundidades de la tierra y del océano.
Lo encontraron mis ancestros escondido
En las lágrimas de Tlaloc,
Cuando regaba los campos del Anahuac.

Y mis mayores sirvieron con su sangre


A Yoztotépetl, a Tloque in Nahuaque
Para sin queja alguna dejar su corazón
En el negro Cuauhxicalli56…

Pues fue ahí: En la muerte,


Que descubrieron la presencia viva del creador.

54
Ometeotl: Dueño y señor universal del cosmos mesoamericano.
55
Achiote: semilla molida colorante, color rojo.
56
Cuauhxicalli: ‘Jicara de aguila’ recipiente de corazones
DEL DIOS CREADOR
Antes brillaba tu presencia, Dios Creador.
Cuando tú refrescaste los xochimeh57 por las mañanas
Con el ahuachtli58 sagrado del ilhuicatl59,
De Mitla, y Monte Albán,
O en los templos de San Juan Teotihuacan,
Y en las aras sagradas de la Gran Tenochtitlan.

Te manifestaste en el jaguar,
En la serpiente, y hasta en el colibrí.
Netzahualcoyotl60 te percibió en su mente
Y cantó elogios a tu existencia.
Nuestra tlateomaniliztli61 perfumada de copal,
Se elevó con devoción y celo, buscándote
En el cielo infinito que tú creaste…

¿Por qué, Señor, entonces, no bañas


Con tus aguas etéreas a mi gente
Y los llenas de tus gratas bendiciones?
Si te dieron su sangre con amor;
Sus corazones yacieron en tétrico cuauhxicalli62.
Y trataron de ser un reflejo diminuto de tu esencia y de tu ser
Y caminaste entre ellos, mis abuelos,
En los tiempos gloriosos del Anahuac?

57
Xochimeh: flores; Xochitl: flor (singular)
58
ahuachtli: rocío
59
ilhuicatl: el cielo
60
Netzahualcoyotl: Rey, poeta y filosofo de Texcoco.
61
Tlateomaniliztli: petición, oración divina sacerdotal.
62
Cuauhxicalli: Jícara de águila. Recipiente
CUAUHXICALLI63
Su corazón sonrió al caer
En el ceñido fondo del sacro cuauhxicalli.
Somos la raza cósmica
De un mundo sin fronteras,
Sin límites, ni barreras.

Somos ambrosía
De las fuerzas dominantes del Anahuac
Y esclavos solamente de los dioses.
Esas crueles y perennes flores
En el edén del cosmos celestial.

Los que a diario perecen,


A menos que su sed sea saciada
Con la sangre de sus hijos
Y así puedan vivir eternamente.

Tal fue nuestro pasado, tal es nuestro presente.


Nuestra sangre hoy nutre a otros espectros
Enmascarados de líderes humanos
Más fieros que Huitzilopchtli64, y Tezcatlipoca65…

Los que nos tienen atados sobre nuevas aras;


Listos a desgarrar de nuestro pecho el corazón
Y enterrarlo en sintético moderno cuauhxicalli.

63
Cuauhxicalli: Jicara de aguila; recipiente de corazón sacrificado.
64
Huitzilopochtli: Divinidad de la guerra, principal de los Aztecas
65
Tezcatlipoca: Hechicero del mal, hermano de Quetzalcoatl.
MIS DIOSES
En una bella y tibia tarde,
Un domingo florido en primavera,
Frente a los lánguidos portales de la Villa,
Donde siglos atrás, nos cuentan los abuelos,
Se apareció la hermosa Tonatzin66, frente a Juan Diego,
Llegaban unos hombres enjutos, viejos, pobres;
De piel de bronce, pálida y reseca,
A celebrar alegres una teocuicatl67 vespertina.

Después de una larga jornada,


Se revestían de su pobre atuendo
Que consistía en xicollis68 y maxtlatl69 de manta,
Cortados a la usanza de guerreros.

Unos portaban sus copillis70 de ordinarias plumas


De guajolote, pavo real y loro;
Otros de faisán, y papagayo.

Danzaban frenéticamente,
En estruendosa algarabía,
Al compás de áspero teponaztli71
De tronco de ahuehuete,72
Como si fuese su postrer macehualiztli.73

Haciendo un círculo en crudo y taciturno ritmo,


66
Tonatzin: Otro nombre de Cuauticle, la madre de los dioses
67
teocuicatl: danza, canto de alabanza
68
Xicollis: camisa de hombre, vestimenta del danzante
69
maxtlatl: Taparrabo; vestimenta del danzante
70
Copilli: penacho de plumas
71
teponazti: tambor
72
ahuehuete: árbol conífero común de mesoamérica
73
macehualiztli: danza fúnebre ceremonial
Los más jóvenes, a manera de escolta,
Como en afectación de reverencia y honra,
Y haciendo vibrar sus chachayotls74,
Con sus pasos marcaron en la tierra
Los cuatro puntos cardinales.

En medio de ellos, el anciano yaotaxqui75


Se postró en silencio, y con un mitl y chimalli76
Apuntó hacia la ermita de la Villa…

Luego giró hacia la Icztlaccihuatl77


Antigua centinela del grandioso Anahuac,
Y haciendo inclinación al infinito,
Levantó un popochcaxitl78 de pedernal negro,
Donde quemaba el copal e incienso,
Cuyo negro humo se elevaba al cielo,
Como haciéndole honor a Quetzalcoatl,
El máximo maestro.

De pronto, de entre la muchedumbre


Que observaba curiosa la célebre protesta.
Otro hombre de apariencia funesta, que vestía de negro,
Con una tez fría y severa…

Empuñando una Biblia entre sus manos,


Se interpuso en el centro de los tristes danzantes,
74
chachayotl: cascabeles; huesos de fraile
75
yaotaxqui: Anciano capitán del grupo danzante
76
Mitl / Chimalli: flecha y escudo de plumas
77
Icztlaccihuatl: volcán sagrado de México
78
Popochcaxitl: incienciario, (sahumerio)
Y elevando a las nubes aquel sacro libro, exclamó:

¡Que paren los tambores! ¡Éste es un sacrilegio!


Existe un sólo Dios, continuó diciendo, el Dios eterno;
Y es aquel que vino a redimir al mundo,
El único que merece honor y reverencia…

Callaron los tambores.


Confundida la multitud se refugió en silencio.

Sólo un joven guerrero vestido de caballero tigre,


Con macahuitl79 de simulado ónix,
Se lanzó en contra del reverendo protestante
Como para partirle la cabeza
Por atreverse a reprender al venerable tlayeconqui80,
Cuyo sólo pecado era hacerle reverencia al cielo.

Mas, el antiguo danzante, digno tiopixcatsintli81,


Se interpuso con garbo entre aquel mitotiani82
Y aquel evangelista…

Y exclamando con una autoridad celeste dijo:


Deja tu arma, escuintle83, sólo se ataca con bastón,
79
macahuitl: macana
80
tlayeconqui: reverendo anciano, jefe ceremonial de los danzantes
81
tiopixcatsintli: sacerdote ceremonial
82
mitotiani: danzante, participante del grupo musical
83
escuintle: niño, joven mancebo (de izcuintli: perro sin pelo).
A quien con un bastón nos arremete.

Y usted, amigo, amante del Dios a quien también yo amo,


Le suplico, que no se postre irreverente y necio
Ante lo que para usted es desconocido.

¿Por qué se ofende si elevo el humo de copal al infinito,


Ansioso porque el Dios eterno escuche mis plegarias?
¿Quién lo ha visto jamás?

Al Dios que hoy usted aquí enaltece también yo glorifico:


Ipalnemouani84, Tloque in Nahuaque85, el ser omnipotente,
Es un ser al que todo el universo lo reclama.

En su grandeza, Él se hace ver como mejor le place


Y optó por proyectarse a nuestros soberanos,
Los hijos de Ometecuhtli y Omecihuatl86,
Quienes fundaron nuestras tierras mexicanas,
Y así se manifestó a mi gente
En la imagen del ungido Quetzalcoatl87
En el turbio panteón de mi guerrera raza.

Él fue el verbo de los dioses del Anahuac,


Y así se declaró a mi legendaria gente.
No conocimos otro; ni tampoco otro conocieron ellos.
Él enseñó a sus hijos a sembrar sus tierras,
84
Ipalnemouani: La fuerza creadora del cosmos mesoamericano
85
Tloque in Nahuaque: El ser que está en todas partes de la dualidad
86
Ometecuhtli/Omecihuatl: los padres de la raza mesoamericana
87
Quetzalcoatl: la serpiente preciosa, manifestación de la sabiduría
Y a hilar las fibras del maguey
Para tejer sus huipillis y tilmatlis88.

El nombró nuestra flora y nuestra fauna.


Se vistió de Tlaloc89 y bañó de rocío a nuestros campos.
Se vistió de Tonatiuh90 y calentó los céfiros del monte;
Dio vida a nuestra madre tierra
Y con su sangre le dio vida a nuestros cuerpos.
Xochipilli91 vistió de flores a mis hembras
Y adornó a mis guerreros de quetzal92 y chalchihuitls93.

Mas al noble Jesucristo, del que con falso orgullo tú te afanas,


Nos lo introdujo la conquista a latigazos;
A garrotazos, con lanzas y cañones.

Y si mis aguerridos ancestros fueron sanguinarios guerreros,


Los tuyos eran hombres crueles,
Y desalmados forajidos hambrientos de dinero,
Que sólo buscaban oro, y a cualquier precio
Explotar las tierras que encontraban.

Aquellos facinerosos navegantes,


Cuyos cañones derrumbaron a nuestros monumentos,
Venían vestidos con acero, y armamento impenetrable
para nuestros bastos de ónice...

88
huipillis/timatlis: camisas y capas tradicionales náhuatl.
89
Tlaloc: Imagen representativa de la fuerza del agua-viento
90
Tonatiuh: Imagen representativa del la fuerza del sol-viento
91
Xochipilli: Imagen representativa de la belleza y las flores
92
Quetzal: Plumas de bellísimos colores
93
Chalchihuitls: piedras preciosas de jade
Como monstruos, llegaron montados a caballo,
Y con feroces, gigantescos y voraces perros
Desgarraron las manos, cabezas, brazos
De aquellos valerosos guerreros,
Que morían infectados con las horribles llagas
Que tus fieros gérmenes causaron.

No conformes, violaron a las vírgenes del templo,


Matando a mis abuelos, a mis hermanos, a mis padres;
Aniquilando a la raza predilecta
De Huitzilopochtli, de Tonatiuh, de Tlaloc.

Para más ofensa, hicieron que las mismas manos


Que antes honraban a los dioses naturales de mi tierra,
Y con las mismas piedras de sus sacros templos,
Construyeran altares para los dioses nuevos.

Nuestras hembras no fueron sus esposas,


Más bien, fueron esclavas,
Dejándolas preñadas de incógnitos linajes
Sin honor, sin respeto, sin dignidad, sin nombre.

Y aquellos mestizos de nueva progenie


No tuvieron padres: Tuvieron verdugos;
Tuvieron patrones; fueron los bastardos de una casta nueva.
Y murió mi raza, al morir Cuauhtemoc94;
El Caballero Águila con sus pies quemados;
Pues al caer ante la espada de frígido acero,
¡Murieron los hombres, murieron los héroes!
Murieron los dioses de nuestros ancestros
Que enterrados viven hoy entre las sombras
De un país que arranca las raíces de su propio pueblo.

Y el sacro panteón de mis queridos viejos,


Ahora solamente vive en el recuerdo.
Pues un Cristo europeo, sordo, mudo y ciego—
Que no se parece nada a mi Juan Diego—
Adorna hoy las aras de los nuevos templos.

Nuestra raza pura se infestó de fetos sin casta,


Y la inmensa gloria de la Tenochtitlan
Se hundió en los pantanos de una historia nueva,
Con los mismos dioses, pero nombres nuevos
Que nos dan la vida, y nos la quitan luego.

94
Cuauhtemoc: El Último emperador Azteca y defensor de su pueblo.
El evangelista poseía miríadas de palabras
Para refutar lo que él creía huecos argumentos;
Pero decidió, mejor, marcharse en silencio.

Y así, los troncos de ahuehuete


Vibraron nuevamente su sonoro estruendo.

Prosiguió la danza,
Y el humo del copal
Se esparció otra vez al cielo
Para reunirse con los burdos ruegos
Que en silencio hicieran todos los mortales,
Acudiendo al cielo en busca de consuelo.

Sólo el Dios eterno,


Al que Cristo aclama
En su sufrimiento:
<<Eli, Eli, Lama Sabachthani>>
El de los mil nombres,
Tloque in Nahuaque,
Iplanemohuani,
Que vive en secreto
En las multitudes del cosmos inquieto;
Sólo Él sabe las verdades
Que para los hombres son un gran misterio…

Ψ
EXPIACIÓN
La vida es un tlacochcalcatl95 a diario nos combate
Para llevarnos a la meta final
Que nos conduce a Mictlan96 encadenados
con un xoloitzcuintle97 a nuestro lado.
Cien mil depredadores colman nuestro universo.
Pero con arrogante osadía
Desafiamos a todos los poderes que asedian…
Derramamos nuestra sangre sobre cualquier terreno.
Aunque sólo sirva de abono
A la infértil tierra que cosechamos hoy día,
Para que otros se harten de sus frutos
Hasta saciar su goloso apetito.
Seguimos siendo prisioneros
De la insaciable sordidez humana.
He ahí, como celebran su mundano triunfo
En mísera fanfarria sobre nuestros
Cansados cuerpos derrotados.
El orgullo nos rige y nos libera empero,
Y nos mantiene vivos, aunque seamos prisioneros.
Pues cuando el hombre reconoce
Que nadie puede conquistar a su alma, ni a su mente,
Aunque quemen sus pies, y aten sus manos,
Su espíritu siempre será libre,
Pues goza la divina libertad
Que sólo los hijos y los hermanos de los dioses,
Pueden llegar a comprender.

95
Tlacochcalcatl: guerrero enemigo
96
Mictlan: el lugar de los descarnados
97
Xoloitzcuintle: perro mexicano, que acompañaba a su amo a Mictlan
MI TIERRA MADRE
Déjame ensalzar OH madre, a mis genes de mixteca,
Pues vivo aprisionado en esta tierra lejana,
Que no aprecia tu belleza real.

Permíteme encumbrar la gloria de mis mayores


Y alabar con mi canción a mis valientes héroes del ayer
Que hoy descansan en la mansión de Omeyocan98
Disfrutando las prismáticas moléculas del rocío etéreo
Del cosmos que nos creó, Cuna de Huehueteotl99.

Quiero alabar a los agros del Anahuac100,


Los que una vez regó Tlaloc101 con su llanto
Al ver a sus hijos derrotados.
Permite que le cante a mi primer mantón color esmeralda;
Flora que se derrama en las espaldas de Ñundehui102.

Aquellas montañazas que abrazan a las nubes


Y adornan los portales de Pitaoo Peezi103
En Mitla y Monte Albán;
En Zempoaltepec104, Ñudzavuiñuhu105,
Cuna real de mis ancestros.

98
Omeyocan: Lugar de la dualidad
99
Huehueteotl: Primera manifestación de Ometecuhtli; el dios viejo
100
Anahuac: El valle de México
101
Tlaloc: Dios de la lluvia y del agua
102
Ñundehui: La Mixteca baja.
103
Pitao Peezi: Deidad máxima de Mitla, y Monte Albán
104
Zempoaltepec: El nudo de los 20 cerros.
105
Ñudzavuiñuhu: La Mixteca alta
CANTO A MI TIERRA
Deja Señor, que mi corazón aclame
Y eleve mis elogios a mi impetuosa gente
Y al universo que aloja el alma de mi terruño.

Le canto yo a Huaxyacac106
La tierra de Dzahuindanda107
Grabada en acuarelas de mi mente,
Donde los dioses de mis abuelos
Hicieran sus monumentos en sus mejores días
En los lagos azules donde alegre
Se alborozaba el faisán y el papagayo.

Quiero cantar un himno que resuene


De las profundas cavernas de mi apasionado pecho,
Adornado en mis quimeras
Con plumas de Quetzal, en ardua fantasía.

Que el mundo escuche la sonora melodía,


Disfrazada de lamento,
Al recordar el tormento de mis gente…
La que llora, sufre y muere en su propia tierra y patria,
Y aún más en el auto exilio
En tierras que deploran la hermandad
Del cosmos que para tus hijos creaste.

106
Huaxyacac: Oaxaca
107
Dzahuindanda: Héroe Mixteco legendario
MI HISTORIA
La historia se repite:
Cuitlahuac108y Cuauhtemoc109 fallecieron
Resistiendo la conquista que destruyó sus hogares.
Uno sucumbió ante el germen, y el otro ante la avaricia.
Y aunque el orgullo persista,
Aun sobrevive el tormento para el Yancuic Mexicatl110.

Las plantas de sus pies quemadas,


Malheridas por los nuevos verdugos.
Sus caminos llenos de sal y de abrojos.
Sus pasos aún sujetos a caprichos del destino.

No hay descanso, ni receso;


Es preciso apocarse del linaje; desconocer su progenie
Y amputarse de su casta,
Para ser reconocido aun en su propio terreno…
¿Cuántos héroes morirán en aras del sacrificio
Para apaciguar el vicio encarnado
De ignorantes y tiranos?

Mas tal es nuestro destino.


Hoy bailamos al son de nuevos tambores,
E igual que en el ayer, encarados a la muerte,
A la vida y a caprichos desalmados,
Seguimos sometidos al mandato de nuestro hado.

108
Cuitlahuac: Penúltimo rey Azteca, víctima de los gérmenes españoles
109
Cuauhtemoc: El último emperador Azteca, torturado por Cortez
110
Yancuic Mexicatl: neo mexicano; el mexicano de hoy día
ANTÍPODA NOCIÓN
Amar, odiar, cantar, pelear, reír, llorar, perder, vencer.
Son acciones que a veces definen al mortal.
Pero mi gente cuando sonríe, llora;
Ama cuando odia, y cuando vence, pierde.
Y aunque la tiranía hace pujar hasta al hombre más viril,
La pasamos sonriendo de manera infantil
Por no fruncir el ceño al sentir un dolor.

No obstante nuestra hombría,


Escondemos las congojas en fanfarronería,
O en los mensajes sutiles de una lastimera canción.
Pues esa es una de las tantas maneras de olvidar
Las muchas luchas que la vida nos trae.

Y porque nadie es dueño de los sueños,


Vivimos sólo de añejas fantasías;
Admirando el tras claro de un océano ideal,
O la gasa esmeralda de montañas sin par;
Disfrutado la belleza del cielo;
Anhelando conquistar un universo cruel y perverso.
Vivimos esperando un milagro que nunca llegará.

Pues nuestras oraciones se esfuman en el viento


Pues los dioses de piedra sordomudos están;
Ese panteón que ha quedado sepultado
Debajo, o detrás de una utópica cristiana libertad
Que sólo los que la gozan la conocen.


¿QUIÉN ES?
¿Quién es, Tloque in Nahuaque?
¿Acaso el padre de mis hermanos olvidados?

Esas flores con espinas de mi sangrante tierra;


Las que a diario gravitan hacia a la destrucción,
En insensato hedonismo, que hace temblar
Hasta a los dioses inhumanos de Mictlan111.

En verdad vivimos maldecidos


Por esa bendición que nos tiene confundidos.
El miedo de vivir y el gusto de morir
En un cosmos inquieto e inflexible que nos rige.

¿Quién te conoce, Señor, si no tus rebeldes hijos?


Los ojos inocentes que te miran retratado
En ese caos universal,
Donde se teme al creador y se adora a la creación.

¿Es por eso tal vez,


En medio de tanta confusión,
Que las plegarias se pierden en la desolación?
Los ruegos de mi gente, su tlateomaniliztli112
Que sólo busca conocerte
Hasta en las sombras importunas
De nuestra humanidad.

111
Mictlan: la morada de los descarnados; donde rige la muerte
112
Tlateomaniliztli: oración al divino

RAICES


MI CANCIÓN
Quiero cantarle a Ñudzavuiñuhu,113
Yucucano114, tierra legendaria
Que grabada llevo en eternas acuarelas,
De mi mente loca y soñadora.

Donde mis abuelos construyeran


Los monumentos a sus antiguos amos,
Sobre aras zapotecas de Mitla y Monte Albán.

Deja Señor, que mi corazón te enaltezca


Cantando a mi impetuosa gente
Y al universo que aloja el alma de mi terruño.

Quiero elevar un himno que resuene


Desde las profundas cavernas
de mi apasionado pecho,
Donde susurra el cuicani115 la sonora melodía,
Adornado con plumas de papagayo y de faisán.

Elevo mi agridulce canción, como un lamento,


Al recordar el tormento de mi sufridora gente,
Que llora en un exilio universal,
Apátrida y hambrienta,
Con sus plantas quemadas por su incansable andar.

113
Ñudzavuiñuhu: Región de la Mixteca
114
Yucucano: Montaña gigantesca
115
cuicani: cantor, poeta
FLORES
Mi tierra esta bordada de flores.
En cada estación se alegra
Y se viste de un nuevo traje de gala,
Y de plumaje elegante, brillante y multicolor.

Tal parece que sus flores nunca se marchitan.


Sus jardines, como su canto son perennes,
Igual que su dolor.

Las bellas hembras de mi terruño son una oferta floral:


Flores blancas por dentro, de ébano pintadas,
Enmarcadas en un eterno luto;
Que a diario, con sus rezos,
Le dan gloria a ese su dios incógnito
De tronco seco o pedernal.
Dios insensible de granito, inmovible, brutal.

Dios Mixteca, Zapoteca o Mexica.


¿Quién sabrá?
Quetzalcoatl de Mesoamérica,
O el Cristo ungido quizás,
Que confundido vive entre los dioses
De la realidad y de la imaginación
En un Olimpo universal:
Caprichoso jardín de mis hermanos
Que vagan por el mundo camino hacia Mictlan.116

116
Mictlan: El lugar de los descarnados. El reino de los muertos
TEYAOCHIHUANI117
Elogio yo en mi canto
El valor de nuestros héroes caídos:
Cuitlahuac y Cuauhtemoc,
Que despreciando la vida
Desafiaron a la muerte con arrojo y con valor.

Me asombra la astucia de Colón,


Y de aquellos decididos celtíberos viajeros,
Que al emprender un éxodo por incógnitos océanos
Buscando oro, encontraron el tesoro
De bronce de mi piel.

Doble gloria persigue


Que honra las dualidades de mis ancestros:
Mi vanidad mixteca,
Cuya casta mestiza
Se proyecta en mi tez.

Y que siendo cristiano,


Negar no puedo mi linaje mexicano.
Arrodillado a una cruz,
Aun se transluce en mi mente
Mi estirpe de Tonatiuh.
Que escondida reclama de Yostaltépetl118 los favores
Y de Tloque In Nahuaque119 sus amores.

117
Teyaochihuani: guerrero audaz
118
Yostaltepetl: Deidad Mixteca/Zapoteca, significa corazón del pueblo.
119
Tloque In Nahuaque: Deidad principal de Mesoamérica.
YANCUIC TENOCHCA
Por mis venas fluye sangre de conquistador,
La que se enriqueció
Al mezclarse con la sangre de una raza indomable;
Que prefirió morir gritando guerra,
A vivir bajo el yugo
De un cruel gobernador.

Me dan asco de Alvarado y Cortés;


Desprecio al tlaxcalteca120 por traidor;
Que por unirse al enemigo, creyendo redimirse,
Murió crucificado por su aliado; y sin honor.

Y le canto al aguerrido tenochca121 con amor.


Pues yo corro por igual la misma suerte:
Enfrentándome a la vida, que a veces es más cruel
Que la ultratumba del cristiano creyente pecador.

Todos somos iguales y mortales,


El que se afianza a la vida y el que se arroja a la muerte.
Todos, con suerte, llegaremos a Mictlan122,
Ojalá, acompañados de nuestro fiel xoloitzcuintle,
Para no quedar solos en una incierta eternidad.

120
Tlaxalteca: nativo de la nación de Tlaxcala
121
Tenochca: miembro de los emigrantes Mexicas, seguidores de Tenoch
122
Mictlan: La estructura cósmica compuesta de 9 cielos verticales y descendientes bajo la tierra a donde
van los descarnados.
ALEACION
Me adorna una piel de bronce:
Metal oscuro y moreno cual barro fuliginoso
De mi adorado terruño.
Mi corazón es de oro y mi cerebro es de plata.

Pero una sangre escarlata fluye por entre mis venas


Y mis genes sólo producen fruto color de mi tierra;
Cromosomas adornados de flores multicolores,
De cantos, plumas, diademas…

Mi tierra, como doncella elegida, es bella, sencilla y noble;


Presta para el sacrificio de los dioses.

Mi madre, damisela de aquellas áridas tierras,


Como ellas, también de la misma alcurnia,
Sacrificó su ser para darme mejor vida
A la que ella no pudo tener.

Por huir de la pobreza se refugió en tierra extraña.


Donde el ser, deja de ser, por ser quien no puede ser.
Donde el bronce macho es despreciado,
Y se junta, mas no se mezcla,
Mucho menos se combina con otros burdos metales.

Donde invisible se juzga su cordura


Por los miopes, monocromáticos ciegos,
Cuyo pequeño universo desconoce la gloriosa
E inmortal esencia de nuestro ser.


AUTO GENOCIDIO
Mi tierra es dulce-amarga…
Y mi gente es violenta y aguerrida.
Se juega hasta la vida
por un simple mal ver.

Es misteriosa como su selva;


Como su fauna silvestre.

Malheridas sus carnes


Por el arpón divino del Señor Huiztilopochtli123
Quien diariamente le lanza dardos sin cuartel,
Vive sin esperar un mañana.

Si sobrevive el desafío de un machete,


Y no pierde la vida después de una embestida,
Simplemente se lame sus heridas
Y se levanta luego
Para enfrentarse a otro enemigo fiero:
La batalla cotidiana
De la supervivencia.

Pues siempre habrá adversarios que afrontar.


Guerra que nunca gana.
Guerra que no termina.

123
Huiztilopochtli: Representación de la Guerra; Azteca
BAUTISMO
Mestizo es nuestro linaje, pues fuimos bautizados
Con las aguas de Tlaloc en un templo divino
Bajo un Ilhuicatl124 de ébano crisol,
Por las manos de un cruel conquistador
Que mató a nuestros héroes
Y a nuestras heroínas las hizo concubinas.

Nacido de mixtecas con sangre de españoles.


Moléculas distantes unidas en tierras de Ñundeui125,
Fundidas para siempre
Por calcinante aliento de un frívolo Xuicoatl126.
Perfecta aleación para la pedrería que adorna
El panteón del universo,
El que implacablemente dirige nuestro andar.

Aunque mi gente fue temeraria y audaz


Y su fama trascendió su coraje y su valor,
Por medio del bautismo comenzó su destrucción
Cuando Huiztilopochtli,, al terminar la gloria de sus hijos
Selló por siempre el último amoxtli127 de su esplendor.

No hay gloria eterna en la vida del hombre,


Ni en la vida de un dios.
El agua nos dio vida, luego nos la quitó.

124
Ilhuicatl: el cielo
125
Ñundeui: la costa mixteca
126
Xuicoatl: Serpiente de fuego
127
amoxtli: libro

REVERBERACIONES
DE MIS VIEJOS

CANTOS

Poemas publicados en ediciones previas,


revisados para esta publicación.


HUAXYACAC128
Oaxaca, vergel de las acacias.
Sin nombre entre las grandes naciones
Que se proyectan en mi mente.
Es la tierra de mi gente…
Ahí respiré por vez primera el aroma sutil de la naturaleza.
Nací libre como la brisa de Ñundeui129;
Y mis raíces se enclavaron ahí por siempre;
Grabadas en las cavernas de mi mente y de mi corazón.

Soy escendiente orgulloso mixteca-zapoteca


Hijo de Dzanhuidanda, y Yacoñooy130 con piel de bronce,
Como la tierra que alimentó a mis entrañas.

Al viajar por tierras donde me lleva el viento,


Me siento ciudadano de un universo sin barreras;
Pues las cuatro veredas del mundo en que vivimos
Rodean la fortaleza de Yostaltépetl131,
Y guían mis pasos a mi destino.
Por ende, hago un hogar doquiera
Que mis alas bajen a descansar.

Mas sueño regresar a refrescarme


En las aguas de Zapotlatlenan132, paraíso sagrado,
Jardín donde añoro para siempre descansar.

128
1 Huaxyacac: Oaxaca
129
Ñundeui: La Costa Mixteca
130
Yacoñooy: El flechador del sol Mixtecatl, padre de los mixtecas
131
Yostaltépetl: Fuerza divina del panteón Mesoamericano
132
Zapotlatlénan: Paraíso Zapoteca
GENES
Fui forjado en bronce en los altares Mexicas.
De oro y plata mis entrañas;
La aleación de dos materias en un caldero divino
Produjo mejor acero con la fuerza de Xuicoatl133.
Mi nación fue aterradora:
Fue erudita, fue sabia, y amante del universo.

Los señores del Anahuac134 desde Ilhuicatl135


Mis neuronas bautizaron.
Mestizo soy y en mis sienes,
Con orgullo doble corona distingue mi caminar.
Ya que por mis venas corre
Sangre descendiente de toltecas,
Y del íbero también fluyen entre mis arterias
Genes de conquistador.

Y escondida en cobrizas cromosomas


Fluye una raza de guerreros que murieron con honor.
Nació así una nueva raza
Que hoy vive para conquistar fronteras;
Para despreciar la vida y mofarse de la muerte.
En eterno cuauhxicalli136 va mi insigne corazón,
Pues los héroes le dan vida al universo,
Solamente cuando llegan a morir.

133
Xuicoatl: Serpiente de fuego
134
Anahuac: Territorio del Imperio Azteca
135
Ilhuicatl: el cielo
136
Cuauhxicalli: “Jícara de aguila” y recipiente de corazones
ORIGENES
Las proezas de mis héroes se olvidaron
En las páginas de historia universal,
Pues la historia la escribe el triunfador;
Pero incrustadas quedaron
En el frígido granito de mi austero corazón.

Mi carne es de bronce,
Mi corazón de oro,
Mis huesos son de plata;
Y espesa sangre escarlata
Me hierve igual que un rojo carbón.

Mi alma es Cuetlaxochitl137 fecunda


Que el viento de la vida, un mal día deshojó.

Fueron mis neuronas alimentadas


Por los pechos montañeses
De Mitla y Monte Albán.
Y mi carne se nutrió de amaranto, de chia y de chocolate
Y el chile le dio a mi alma su bravura y su valor...

Mi tez fue pintada sobre aquellos altares,


Con sangre de valientes e indomables guerreros;
Hermanos de Dzahuindanda138,
Por Yostaltépetl139 fui amados.

137
Cuetlaxochitl: flor de noche buena,
138
Dzahuindanda: Héroe legendario Mixteca
139
Yostaltépetl: Fuerza divina del panteón Mesoamericano
MI TERRUÑO
Mi terruño se viste
De una policromada y bella naturaleza;
Abundante en secretos y enigmas de vida y muerte,
De fantásticas leyendas, y maléficos cuentos.

Sus colinas y sus campos de huapinoles se adornan;


De toronjiles, bocotes, de robles, y palos de zopilote.
Gigantescos caobas elevan su ramaje al cielo
Y firmemente enganchan sus raíces en su suelo.
Hermosas enramadas de jazmín, cuitlaxotchil.

Arbustos de huichicatas y helechos;


Tras su belleza se ocultan nefastas fieras
Y coloridas serpientes.
Nuestra floresta: abundante y arrolladora.
Sus fértiles entrañas siempre llenas de flores;
Que opacan la belleza de cien mil arco irises.

¡Cuidado! que hay escorpiones detrás de cada flor


Esperando la mano del mancebo curioso
Que a diario irrumpe esa pureza celestial.

Así es el paraíso de Huaxyaca140


En donde se retozan mis fatalistas hermanos
A jugar entre aquellos capullos florecientes.
En esa vega misteriosa
Donde la vida y la muerte se confunden,
Pues recorren el camino mano a mano.

140
Huaxyaca: Oaxaqueño
DE MI ORIGEN
De tan distantes orígenes nació una nueva nación.
Nueva raza, nuevo himno y hermoso nuevo color.
Dos notas hacen un canto,
Y dos palabras un verso.
Dos pasos abren veredas para poder caminar.

Es de mi cuna el origen
De la que orgulloso estoy.
De Yacoñooy,141 descendiente;
De devoción fatalista,
Guerrero del sol, heredero, amo y esclavo
Del cosmos que nos creó.

Del celtíbero heredé


Mi espíritu trotamundo,
Y un corazón arrogante, romántico y fantasioso.

Por los dos soy adepto al romance y a la guerra,


A la música y al verso, al sable y al espetón.
Sobre un caballo mal hecho me dirijo
A conquistar universos; y mi escudo es el honor.

En mi corazón siempre guardo mis ideales


Y en la mente una esperanza me alumbra por donde voy.
No en vano soy:
Soñador, aventurero, y trovador.

141
Yacoñooy: el flechador del sol Mixtecatl, padre de los Mixtecas.
MI PUEBLO
El sol ardiente de Monte Albán
Me alumbró por vez primera,
Enardeció mi corpiño
Y me dio el color canela.

Me cobijó una floresta, multicolor y florida


Entre frescos manantiales, arroyos y verdes ríos.

Me dieron mi primer beso las gigantescas montañas,


Centinelas del Anáhuac, guardianes de Ñudzavuiñuhu142
Que se extienden portentosas, desafiando a las alturas,
Y forman El Nudo Mixteco.

En esa ara sagrada mirador de los llanos de Ñundeui143


Mi madre con sus dos brazos desnudos
Me elevó en sus oraciones, como ofreciéndome al cielo.

A ese cielo donde enardecidos moran


Los Dioses de la Mixteca, de Mitla y de Monte Albán
Los guardianes de mi pueblo,
Que igual que todos los dioses son sordomudos y ciegos,
Pues no escuchan los lamentos
Que a diario eleva mi pueblo.

142
Ñudzavuiñuhu: (Mixteca Alta)
143
Ñundeui: Costa Mixteca
MI CASTA
Mi casta es de una idiosincrasia sutil y altanera…
Nuestra sangre absorbe la belleza de una tierra
Engalanada por las disparidades
Y tersas dualidades que la abarcan.

Las paradojas de nuestro hado


Se proyectan en mucha de mi gente.
Nuestro temple siendo jovial, es grave.
A veces se inclina a lo espectral.

Nuestro canto posee la dulzura de trinos vespertinos,


Pero lo adornan los vestigios
De una tormenta nocturna y tropical.

Nuestra ternura, como fuerte reproche,


A veces se escucha en nuestro canto,
Que proviene de un sombrío diapasón.

Nuestro arte refleja prismáticos colores


Trazando un fuerte e indefinido desafío
En contra del implacable orden universal.

En nuestras vidas se dibujan la alegría y la tristeza


En la misma escobillada de una brocha ancestral.

ξ
MI CUNA
Cacahuatepec florido, Villa Juárez de apellido:
Cuna que me vio nacer.
Muy al sur y hacia el oriente del estado de Guerrero
Al este de Ometepec, mas allá de El Quiza, y Lo de Soto.

La Costa Chica Sureña, de Oaxaca rico emblema,


Alimentó a mis entrañas con nutridos elementos.
Entre los hombres bravíos de Ixcapa y Camotinchán.
Los que se mueren altivos en su plena juventud.

Hijo de los elementos de la sierra de Ñundaa


Que se entrelaza con llanos de la Mixteca,
Y las costas Zapotecas.

Vivo desafiando a mi destino, enfrentándome a la vida


Y desdeñando a la muerte,
E igual que mis hermanos del antaño
Soy la ambrosía divina, pues nací para morir.

Hoy vivo satisfaciendo los voraces apetitos


De un nuevo Huitzilopochtli en un mundo que se mofa
De ser un moderno Aztlán…

En fin, soy Yancuic Mexicatl144,


Frívolo y aventurero:
Aires que heredé del español.

144
Yancuic Mexicalt: Mexicano de hoy día
NUESTRO CANTO
Los arrullos de mi gente tienen sabor a lamento;
Diariamente desafían a las sombrías paradojas
De su triste humanidad.
En noches estrelladas, vestidos de desconsuelo,
Y con huecos ecos ensalzan diariamente
La belleza de la aurora.

En la fanfarria escondida
El cuicani145 desnuda su alma en pena
Y la pone en su canción enmascarada de éxtasis.

Un grito desesperado vibra entre sus alegrías


Y aunque sus bellas poesías ensalcen al universo,
A los dioses desafían al final de cada verso.

Mi gente canta llorando, su canto es suave y sereno;


Pero a veces es perverso.
Adorna con sonrisas el peso de sus penas,
Oxímoron indecible define nuestro vivir,
Pues se derrocha la vida y se provoca a la muerte.

Y gozando en los jolgorios, a cada instante espera


Que Miquiztli146 se asome tras del portal
Cantando una serenata en una noche plateada
Requintando su última chilena en el fandango final.

145
cuicani: cantador; poeta; cantante
146
Miquiztli: la muerte
MI ARROGANCIA
Hago mejor lo que hago de corazón,
Especialmente cuando quiero.
Desdeñosa y orgullosa, dicen, es mi actitud.

Soy audaz, y férreo de convicción


Y mi corazón rige a mi mente.
Algunos me llaman macho
Sin el vocablo entender,
Porque desprecio la cobardía
Y detesto la indecisión.

¿Acaso mi hembra se sentirá ofendida


Y repudie mi arrogancia,
O quizás desprecie mi vanidad?

No lo creo así,
Pues si ella es una hembra de veras.
Leal a ella misma, será leal a quien ama.
Y me respetará cual soy,
O como deseo ser.

Pues yo a ella la valoro tal cual es,


O desea ser.
Que una hembra real es claramente una dama;
Una diosa encarnada.
Y una dama es lo más preciado por los dioses
Y será por el hombre que la tenga, bien amada.


MACHISMO
A la hembra le llaman el sexo débil…
Mas una dama no es frágil,
Y mucho menos débil.

Pero una dama reconoce, acepta, admira


El brazo fuerte que va a su lado.

No se ofende al saber que quien la ama


Preferiría la muerte que enviarla
A defender a su Patria mientras él duerme.

Y ella misma reconoce


Que posee un cargo más valioso
Que morir por una Patria definida por los hombres,
Especialmente por hombres sin honor.

Ciertamente, su vientre
Es el jardín divino que nutre
A la semilla que le da vida a nuestra humanidad.

¿Ofenderá mi credo a los críticos que abundan?


No hay duda en ello.
No obstante, como hombre solitario,
Escojo sólo como jueces
A quienes valoran la verdad,
Y reconocen al honor como signo magno
De un caballero macho, cuya opinión vale más
Que su peso en oro.


MI RAZA
El pensamiento de mi raza es fiel reflejo de su naturaleza.
El brillo de la aurora se pinta en su diapasón
Cuando en las noches canta su canción,
Que como paradoja, la adorna y la embellece;
La colma de alegría y al mismo tiempo la entristece.

En su voz, manchada de un místico reproche,


Sólo hay dolor que sale con fuerza y desafío.
Su inspiración se salpica de alegría,
Y se matiza de melancolía.

Sonríe por no llorar,


Ahogando sus querellas con una botella de mezcal.

Después de un día cansado,


Para olvidar el sueño de la vida,
Su piel candente y su impetuoso corazón se reposan
En una hermosa playa tropical en su tehuano mar;
O se guarece debajo de una madreselva, o de un palmar.

Echado en una hamaca la pasa


Cobrando inspiración a las estrellas;
Acariciando con sus ásperas manos
Su rústica guitarra con cuerdas de metal.

Y en noches de fandango se la pasa cantando


Nostálgicas chilenas por no poder llorar;
Porque las lágrimas no deben de los hombres emanar.


MI TIERRA
Mi tierra es selva florida,
Repleta de paradojas.
Es como la mujer, como una rosa.
¡Cuidado con la espina de su tallo!

Esconde en la maleza, enmascarada en flores,


Serpientes venenosas y traperas
Y escorpiones detrás de cada pedernal.

Repleta de misterios es mi tierra.


La vida se celebra y se desprecia.
Aun en la misma cantilena
Se le canta a la mujer que lo ama,
Y le llora a aquella que se va.

Y en su oración alaba dulcemente a su creador.


¿Cual de ellos? Quetzalcoatl, Tonantzin, o Cristo rey,
¿Qué sé yo? ¿Quién lo sabrá?
Si luego los desprecia a todos con rencor.

Nuestros hombres se destruyen entrambos;


A diario se hieren, se lastiman en una simple trasnochada.

Su vida es simple pero cruel.


Se vive encarcelado en un fatalismo despiadado,
En una real dualidad de amor y desamor,
Que al verlos, hasta los fieros dioses del Anáhuac
Se llenan de pavor.


MI GENTE
Mi tierra es tierna y apacible;
Pero mi gente es violenta y aguerrida.
Desde la Costa Chica, a la Mixteca
De día cortan la caña y la maleza crecida
Y por las noches, por una Juchiteca,
Se baten en combate, como dos soldados despiadados.

Sacan machetes de sus morrales,


Y hacen saltar las chispas de sus fierros147,
Como luciérnagas sin rumbo,
Inconsecuentes, pero mortales.

Las aguas de sus múltiples arroyos


Se tiñen a menudo de su purpúrea sangre,
Mojando sus tierras arenosas
Del palúdico fluido de estos tristes guerreros,
Que empedernidos y en aguardiente brutos,
Mantienen a todas sus mujeres:
Madres, esposas, hijas
En un interminable negro luto.

Listas para huir con cualquier extranjero,


Para gozar de paz y con dinero;
En una vida sin misterio
Que nuestros hombres no les pudieron dar.

147
Fierros: hierros, armas.
XOCHIMEH148 DE MI TERRUÑO
Les canto a las Xochimeh de mi terruño,
Los perdurables aderezos
En el huerto de mis vibrantes emociones.
A mi abuela, a mi madre, a mi hija,
A mis hermanas, y a toda mujer que me ama.

Las que jamás se marchitan


Y brillan en las aras de mis oraciones
Como ofertas a los dioses
De mi lúgubre panteón.

Hoy echo mi canto al viento


Como hálito sobre el altar de los dioses,
Las terrenales imágenes de la creación;
Mixtecas, Zapotecas, o Mexicas
Que cuelgan incrustadas,
En los cuantiosos templos de nuestra humanidad,
Escondidas en decrépitos y enjutos crucifijos;

Que hoy día


Adornan las paredes de mi frivolidad
Y lucen en los pechos ardientes
De las xochimeh de mi nación
A quienes hoy les canto mi canción.

148
Xochimeh: flores; Xoxhitl: flor (singular)
PANTEÓN
La fuerza de Yohualli Ehecatl149,
Impalpable como la noche
E invisible como el viento
Nos asecha en lo profundo de nuestra alma.

¿De quién se esconde la presencia del Creador?


Si ésta se manifiesta a diario
En nuestra cosmológica conciencia?
La sentimos en la sangre y en los huesos.

Sin conocerla percibimos su existencia.


¿No acaso se vistió de Quetzalcoatl, o de Tlaloc
En nuestro amanecer?
¿No era tal la esencia de nuestro improbable
Panteón universal?

¿Por qué mora escondido en el cosmos infinito?


Si está siempre fundido
En las vanas pretensiones
De nuestra realidad
Y habita en las páginas turbias
De nuestro ensueño, y nuestra humanidad.

149
Yohualli Ehecatl: Sol viento de la noche
RAZÓN DE SER
¿Debe el hombre preguntarse cual es su razón de ser
No obstante su situación?

Ya había oído yo decir:


Que la vida no tiene valor
Si no se vive por algo.

Aunque hay quien sólo existe


Para vivir por vivir
Sin que su mente se agobie...

He ahí el zángano, el soldado;


El rey que los esclaviza.
He ahí el patrón y el obrero;
Unos se hartan de la miel, otros se hartan de dinero.
Unos se hartan del placer,
Otros que sólo viven de sueños.

La vida es una playa de arena


Donde todos dejan huellas
Que con el tiempo se borran.

Hombre es el afortunado
Cuyos pies aunque descalzos
Dejan huellas en el lodo;
Huellas imperecederas
En la sangre de sus hijos.
Y sus manos maltratadas, echan semillas al aire,
Esperando que la tierra las cobije y las aloje
Para que echen raíces
Y algún día puedan dar fruto.
Bendito aquel,
Que echa sus redes al viento
Sobre las olas del mar
Para recibir sustento
Sin esperar que del cielo
Le llueva el pan de la vida.

Hombre es el noble ser que escarba áridas tierras


En busca de un fresco pozo,
Para saciar al sediento, y no se muera de sed.

Los de noble corazón que combaten al tirano


Y al mundo mueven sus manos;
Que defienden a su hermano y que rezan por la paz
Y sirviendo a los demás, viven desatendidos de si.

El hombre debe preguntarse mirándose en un espejo


Al fondo del corazón.
¿Para qué queremos vida si vivimos sin destino,
Sin saber a donde vamos,
Y menos de donde vinimos?

Si te adornas de altruismo, tal vez así, al fin de cuentas


Puedas descubrir entonces cual es tu razón de ser.
Si te acuerdas de los pasos
Que siguieron tus abuelos,
Y si acaso los imitas, o mejor si los emulas,
Entonces tendrás honor
Pues sólo abriendo caminos,
Los que te siguen, sabrán en que dirección andar.


DE LA IGUALDAD
Todo hombre cuando nace siendo igual es diferente.
Desde la cuna a la muerte, todos deseamos lo mismo;
Pero la verdad estriba en que todos en la vida
Gozamos distinta suerte.

Sin embargo, hay quién se atreve a decir


Que sólo los "elegidos" deben gozar de la miel
Que la señora fortuna regó por el universo.

Es virtud reconocer aunque indiscutible suene,


Que salud, amor, y un techo;
Libertad, educación y más que un trozo de pan
Es lo que todos anhelan.

Lo más triste y pavoroso es que los más poderosos


Se auto-nombran herederos de todo sobre la tierra.
Y se hacen dueños del pan, del agua, y el molino;
Del arroyo, de las piedras y de la arena del mar;
De la semilla, del árbol, de su fruto y de su sombra;
Del aire, del sol, de la lluvia y del rocío;
De la vida y de la muerte.

Mas no sólo la de ellos,


sino hasta del que no ha nacido;
Pues amos se dicen ser hasta del pájaro azul...

Creo que la única igualdad que comparte todo humano


Consiste en que todos acabamos siendo
Comida de los gusanos.
♣ MEDITACIÓN
Me he puesto a veces a pensar
En momentos que me siento redundante:
En lo cretinos que somos los amantes
Cuando por un desdén o decepción,
Sufriendo de perfidia o del olvido
Ultrajamos con cólera a Cupido
Con rauda e infantil reclamación.
A veces con magna impertinencia
Olvidando, o ignorando la razón
Relacionamos el dolor del corazón
Con la debilidad de la cabeza.
Fatuamente creemos que los dioses
Nos ultrajan con golpes y con coces,
Como si no tuviesen otra cosa que hacer.
Muchas veces el hombre enamorado
Por sus debilidades se acongoja.
Si fracasa, contra el amor se enoja
Sin ver que por sus propias deficiencias
Sucedió lo que debía de suceder.
Trata siempre de culpar a la mujer
Si no cede a él con diligencia.
¿Porque creer debemos los humanos,
Al sentirnos atraídos hacia una,
Que Cupido nos deba la fortuna
De ser amados por ella en un instante;
Sin comprender que ella quizás ya ame,
O que otro a Cupido la reclame,
Y lo mismo que uno pide, también pida?


LA RELATIVIDAD
Un enano, lingüista con su dedo pulgar
Tapó de su vista a las estrellas,
Y al universo sideral.
Luego, conversaba con otro enano igual
Contemplando su existencia:
Se creían semejantes a su Dios...
¡Vaya insistencia!
Un ángel sonriente, a lo lejos, complaciente,
Los miraba a los dos.

La oscuridad, con su grandeza universal,


Dejaba que las estrellas brillaran con lucidez,
Y así luego el Astro rey con su luz
Destruyera sin clemencia
De las estrellas en aquella inmensidad
Su sutil magnificencia.

Luego miraba a la luna, y a la tierra…


Y al verse tan grande
Se sintió como el rey del universo.
Un astro enano perdido entre lo etéreo
Miraba a dicho monarca como quien mira
A lejos una chispa, o a un gusano.

Mientras Dios contemplaba a su microscópica creación


Y se lavaba las manos para hacer otro universo,
Más grande, y poder jugar con el.


AL CUERPO
Tus lucidos y brillantes colores,
Templo altivo, (morada donde vivo),
Palacio de arquitectura noble y distinguida
En tiempos del antaño y del ayer.

Como valiente caudillo portabas alto penacho.


Fuiste en aquella distante juventud
Una imponente pirámide que daba besos al sol.

Posabas tan erguido


Que todo el mundo estiraba el pescuezo para verte,
Como quien mira a un árbol gigantesco,
Lleno de admiración y de deleite.

Todos querían descansar bajo tu sombra


Y saborear de tus nutrientes frutos
Pues eras frondoso, florido, bello.
Todo cambia, hasta tú, joya estimada.

Hoy, viejo, enjuto, enfermo,


Seco, triste y arrugado,
A tu esqueleto inmolado ya nadie hecha
Ni siquiera de limosna una mirada.

Ya está el hacha preparada


A culminar tu destino
Que hará de tu entelequia
A tú última morada...


EL SUEÑO DE MI VIDA
El sueño de la vida es relativo, pasajero...
Lo único perenne es la transmutación de la materia
Y en ello me regocijo,
Pues todos los mortales
Aunque difieran en vida sus ideales,
En manos de la muerte
Somos iguales.

Y la muerte es real.
Es aún más eterna que la vida.

La juventud pronto se desvanece.


Los hijos se hacen padres
Y los padres abuelos.

El pelo se hace blanco


Y la tersura de la piel más fina
Pronto se termina.

La historia se convierte en mito.


El grito se hace silencio.
Y sin darnos cuenta,
Esa es la misma suerte
Que todos inevitablemente
Debemos de seguir.
Pues por vivir aprisa se nos olvida que
La vida camina de la mano con la muerte.


LIBERTINAJE
Gozas de libertad, de ocio
Con de arrogancia.
Esos son los eslabones de tu nueva esclavitud,
Que haciendo grande
A quien ser grande quiere
Disminuyen su intrínseco valor.

Por tantos años dices


Haber sido esclavizada,
Víctima del dominio del varón
Y hoy día que te sientes liberada
Desconoces el término: PERDON

Gozando en tus laureles


Con furia de huracanes,
Desatas tu coraje
Contra la humanidad.

Y porque dices haber sufrido tanto,


Hoy no dejas que ni un grano de arena
Sobrecargue el peso de tu andar.

Mas creyendo ser libre de los hombres


Te has vuelto esclava
De tu propia libertad.


PLURAL Y SINGULAR
Siete letras son una palabra;
Muchas palabras son una oración.
Varias oraciones son sólo un capitulo
De aquel libro confuso—ínfima obra nuestra.

Pasan los meses, los días; las horas y los minutos,


Y se convierten en años…
Mas si todo lo sumamos, acaba siendo un momento,
Y todo lo plural, termina en singular.

Las últimas veinticuatro horas no volverán jamás,


Y una vida vivida no podrá repetirse más.

Una vida tenemos, sólo una.


Dos pies tenemos que llevan a la muerte,
Una lengua que nos pierde.
Dos ojos para mirar la luz.
Con uno solo se puede ver el universo entero,
Mas sólo con los dos se puede ver la oscuridad.

Con dos manos luchamos en contra de un hermano,


Mas con una brindamos amistad.
Decisiones hacemos muchas en la vida
Pero sólo una nos lleva a la verdad.


TEMPLOS
Los templos de mis pueblos
Siempre empolvados y enfermos.
Sus blanquizcas paredes roídas por el tiempo,
Manchadas de humedad por el llanto
Que sus hijos lloraron.

Y los Cristos inválidos


En esas cajas viejas cristalinas,
Adornadas de miríadas de milagros:
Brazos, piernas, corazones, que
Esconden la sustancia de tantos desconsuelos.

No son templos serenos,


Aunque se vean dormidos.
Son lúgubres esquemas
De un sentimentalismo
Crudo, triste, sangriento.

Son como aquellas viudas


Que de tanto amor que dieron
Se quedaron solitas, tristes,
Vacías, y llenas de recuerdos.

Y en sus bóvedas huecas


Se escuchan lejanos ecos de espanto;
Los silbidos de los tristes lamentos,
Como flechas al aire que nunca dieron al blanco.

✱Ω
NOVA EVA
En falso desahogo has hecho de tu vientre una corola seca.
Y tus bellas manos, que en el ayer eran
Cual pétalos de flor de la virtud,
Ansiosas por sanar dolores, enfermedades, penas;
Prestas para el amparo de los niños;
Tibias hacia tu amado;
Infatigables, siempre llenas de verdadero amor,
Se han quedado frías y vacías.
Hoy vives adornada y de aromas perfumada
Y luchas solamente para saciar
Tus ansias personales, nada más.
Tus sedosas manos son hermosas, pero están huecas;
Más bien, listas a desafiar al ex-verdugo, dices…
Sin niño que albergar; sin las caricias
Que den albricias a quien te supo amar.
¿Y qué virtud hay en ese egoísmo que llamas libertad
Que se conforma con sólo satisfacer el apetito?
La historia se repite, al recibir sin dar,
Pues nuevamente el oprimido se vuelve en opresor.
Todos somos iguales, hombre y hembra
Egoístas nacimos y egoístas morimos;
Mas son aquellos tocados por la luz divina
Los que ensalzan de virtudes al humano.
Egoísta es la bestia, la roca y el océano,
Egoísta es el árbol y la flor,
Que sólo viven nutriendo sus entrañas.
Que tristeza, pues la vida sola se extermina
Cuando no existen ya ni héroes, ni heroínas.


A MI MUSA
¿Hacia donde caminas OH musa de mis sueños?
Querubín de los ojos divinos y radiantes;
Cara de ángel, maquillaje perfecto,
De forma esbelta, y apariencia infantil…
Que si ángeles hubiera aquí en la tierra
En ti se reflejaran, o tú en ellos.

Pero que triste condición reclamas


Ya que has abandonado a tu inherente ser:
Pechos que no amamantan para lucir bellos,
Vientres fríos que no quieren dar vida,
Atrofiados como infecunda corola de una flor.
Labios que besan tanto por placer
Sin llegar a sentir jamás amor.

Manos que disfrutaron las delicias de la fruición


Mas se arrugaron sin jamás darle a un niño su calor.
Un corazón que amando tanto a tantos
No ama a ninguno en especial,
Y si lo amó, muy pronto lo olvidó.

Pecho que no sufrió.


Ojos que si lloraron, fue de ira, no de dolor.

Caminas con bandera de venganza


En contra del varón, exigiendo justicia;
Sin saber que no hay justicia sin perdón…


EL CAMINO
El humano pronto aprende
Que en la guerra de la vida se nació para morir
Y que el sepulcro está a la vuelta de la esquina,
Al igual que la alegría está a un paso del dolor.

Condenados estamos a vivir en la nostalgia,


Atrapados en sueño arcano,
Recordando nebulares proezas
Perdidas en las páginas de ayer.

El hombre aprende raudo


Que al buscar mejores prados
Pronto queda aprisionado en jaula de confusión.

Que el sepulcro está a la vuelta de la esquina,


Pues se nació para morir.

En las calles de la vida,


Cuando los seres solamente buscan la alegría,
Terminan tropezándose con las piedras del dolor.


MI SOLILOQUIO
Como verás,
Mi soliloquio no siempre es
Un poema de amor.
A veces es brusco y es austero.
Es la oración que en silencio medito,
Cuando me irrito por mi mundana condición.

Tal vez creerás que me siento perfecto.


Que creo ser preferido de los dioses.
Pero nadie mejor que yo
Contiende, que como es el jardinero
Es el jardín,
Y el hombre bueno es bueno
Con o sin dinero.

Y en este verso te afirmo yo al momento


Que no hay más cruel verdugo
Para juzgar mis acciones
Que mi propia conciencia
Y mi propio parlamento.

El auto elogio lo condeno yo en otros


Y más en mi persona como humano;
Porque sé que los errores son más graves aun
Que las pocas acciones de bondad y de amor
Que todos, con petulancia, damos.


REFLEXIONES DE UN MEXICANO
(de mi primer libro: REFLEXIONES)

Muy cerca de las montañas


que hacen el Nudo Mixteco,
de ascendencia zapoteca
nací yo un día en Oaxaca
y aunque me lleve la flaca,
decir la verdad no daña.

De raza yo soy mestizo,


doblemente con orgullo
pues hay que darle lo suyo
a los indios y al hispano,
pero eso si, mexicano
ante todo Dios me hizo.

Del Indio llevo en mis genes


mi devoción fatalista;
mas un aguijón de avispa
traigo escondido en la sangre
porque a veces muerto de hambre
te deja el que mucho tiene.

Claro que sobrevivir


es la más antigua ciencia;
mas me enseña la experiencia
que si no pisas, te pisan
y hasta de golpes te atizan
los que tienes que servir.
Los parásitos inmundos
habitan en todas partes,
y utilizan sabias artes
para esclavizar al pobre
y aunque comida les sobre
quieren ser dueños del mundo.

Al hombre pobre lo aterran


y en vez de darle, le quitan.
Con muchas mañas evitan
que reciba educación.
Esa es la misma canción
que se canta en muchas tierras.

La tierra trae en su entraña


lo que le da vida al hombre;
debe uno olvidar su nombre
antes que olvidar su tierra,
que es preferible la guerra
que convivir con pirañas.

Por eso el hombre pelea,


por eso lucha y reprocha.
Solo gritando lo escucha
el oído del tirano.
Cuando no pelee el humano
su vida será más fea.
Hombre es el afortunado
que por su tierra da todo
aunque enterrados en lodo
queden sus huesos un día.
¿Para qué queremos vida
sino andamos bien fajados?

El indio es de buena mata


y en ese espejo me miro.
Con gran devoción admiro
a aquellos que por su tierra
dieron incansable guerra
como Cuauhtemoc, Cuitlahuac,
don Morelos, y si, Don Emiliano Zapata.

No quiero decir con eso


que yo soy célebre indio;
pero por mi raza brindo
contra cualquier extranjero
(sea prieto, amarillo o güero),
que el indio es de duro hueso.

Tampoco voy a decir


que el indio es de mejor raza.
Los hijos en una casa
todos deben ser igual
y sería un error fatal
el quererlo prescindir.
Sin cometer nepotismo,
el hombre merece casa
porque sino se la pasa
como un mísero gusano;
que siendo todos humanos
todos queremos lo mismo.

Pero a veces no sabemos


ni en verdad lo que queremos.
De un lugar a otro nos vamos
buscando vida mejor
y acabamos en lo peor
sin saber donde empezamos.

Mi madre, (Eva Julia Guzmán Rúbio),


se vio afligida
y se vino al extranjero.
¡Cuantas veces por dinero
deja uno a su país,
destruyendo la raíz
de sus hijos en la vida..!

Ella trabajo sin tregua


bajo el gringo que da estancia;
pero su única ganancia
fue su prematuro fin.
Pues ni siquiera el hollín
logró limpiar de su lengua.
Muchas veces el destino
conduce a la gente lejos
y no hasta llegar a viejos
les recuerda el corazón,
que ellos son de otra nación,
mas no encuentran el camino.

Eva Guzmán no encontró


el regreso hacia su origen.
Donde con la mente virgen
conoció un día a mi padre.
Donde aunque siempre fue pobre
Dios felicidad le dio.

Pero Dios, aunque le brinda


al pobre toda la dicha,
otras fuerzas de desdicha
le cubren la luz del cielo,
pues tienen tantos anhelos
que soñando se les van...

Eva Julia al verse sola,


con sus tres hijos desnudos,
no faltaban orejudos
que querían hacerle daño.
¡Que hasta a las indias con paño
siempre hay quien les haga bola..!
Mas la vida como un Río
sigue su curso sin tregua.
A veces la fina yegua
se rejunta con un asno
pero pa'l caso es lo mismo
que hay que cubrirse del frío.

Yo todavía era pequeño


cuando me vi trasladado;
pero hubiera yo jurado
que dentro del corazón
sentí un ardiente tizón
quemar mi sangre de niño.

Pero el tiempo y la distancia


hacen hoyos en el saco
y las penas poco a poco
se extravían en la vereda
y entre las venas se enredan
matas de rara fragancia...

Así pues llegue a olvidar


mi humilde cuna y origen.
A veces al alma rigen
emociones transitorias,
hasta que alguien la memoria
le viene a uno a refrescar.
U otras veces la conciencia
nos pregunta con firmeza:
¿Donde estaba tu cabeza
que te llegaste a olvidar
de aquel bendito lugar
que fue tu primera estancia?

Cierro los ojos y miro


dentro de mi pensamiento
y hasta ha llegado el momento
que golpes me quiero dar,
al no poder siempre estar
en el lugar que yo admiro.

Y hasta me he puesto a soñar,


(y soñando me desvelo)
en la tierra que mi abuelo
con su caballo aplanó
y que como ave sin vuelo
nunca, nunca abandonó.

Una vez por vanidad


transformé mi nombre un poco.
Debí haber estado loco
porque después me reía
de los que lo mismo hacían
y hasta vergüenza me da.
Pero ahora me doy cuenta
que lo hice por ignorancia
de débil adolescencia.
Estando en el extranjero,
vive uno en un agujero
y lo que quieren te cuentan.

Te dicen que el mexicano


es bruto como los bueyes,
y que por todas las leyes
abajo siempre andará.
Que en la ignorancia estará
hasta que sea... americano.

Y quieren hacerte gringo


sin límites, ni reserva.
Mas su distancia conservan
aunque en inglés yo les hablo.
¡Pues que se vayan al diablo,
que yo también soy un pingo!

Si tienes la piel canela


y eres bajo de estatura,
eres inferior criatura.
No eres parte de su clan.
Que aunque en tu acta lo vean,
primero tu tez verán.
Y aunque te llamen hermano
para ellos no es lo mismo.
Detectarás su cinismo
cuando llegue la ocasión
de dar un descripción
tú eres siempre un... mexicano.

Y eso en realidad no importa.


¡Yo quiero ser mexicano!
e insisto que mis hermanos
levanten siempre la frente.
Que el mexicano es valiente.
y nuestra historia no es corta.

Y a las pruebas me remito--


eso se lo dije a un güero--
primero mi pecho encuero,
antes de cubrir mis ojos.
Ante el mundo yo me arrojo,
dije, y eso no es un mito.

Que uno debe ser valiente


y olvidarse que es mortal.
Que si el destino fatal
te avienta una bofetada,
defiéndete con patadas
porque el destino es potente.
El hombre comienza manso;
pero si vida es dura,
muy temprano se madura
y el corazón más blandito
se vuelve como granito
y de pelear no se cansa.

Es como el más fino gallo


que la pelea no le importa;
al cabo la vida es corta
y se nació pa' morir...
¿Qué más se puede decir,
cuando solo valor sobra.?

Yo soy poco solitario


y pocos amigos tengo;
mas los pocos lo retengo
pues se apreciar la amistad,
de los que sin vanidad
ofrecen la mano en serio...

Soy amigo del amigo


y enemigo de truhán.
Cuando las ganas me dan,
hago lo que quiero hacer.
Si me quiere mi mujer
así ha de vivir conmigo.
Y no es que me crea muy valiente,
mas conozco mi lugar.
La mujer te debe amar
seas como seas, mientras cuando
tú la sepas respetar
y le des vida decente.

No presumo de patriota
si en el extranjero estoy.
Soy mexicano 'onde voy,
y eso nadie me lo quita.
Como mi madre bendita,
soy libre como gaviota.

Mas vivo con la añoranza


de regresar a mi suelo.
A la tierra que mi abuelo
amansó como a una yegua
y aunque vivo a muchas leguas
aun conservo la esperanza.

Y es curioso que el valiente


de nadie recibe orden,
y aunque parece desorden
mi modo de razonar,
yo estoy aquí por estar,
aunque al decirlo lo ostente.
Mientras haya gringo vivo
que quiera que yo me largue,
seguiré yo haciendo alarde
de mi rebeldía suprema.
Que yo no soy una nena
y sostengo lo que escribo.

En mi defensa yo digo
que vivo de mi trabajo.
Si mi madre aquí me trajo,
a ella le guardo honor.
Pero por mi propio amor
no seré ningún mendigo.

Y les enseño a mis hijos


que su identidad no pierdan.
"Primero la tierra muerdan
antes de olvidar su origen...
que al hombre que otros lo rigen
no trae pantalones fijos.."

Y les digo que... "no olviden


apreciar a sus hermanos...
...unirse los mexicanos,
es el mejor ademán."
Si hijos son de Oscar Guzmán
lo harán sin que los obliguen.

\
"...los hermanos deben verse
siempre como lo que son,
las notas de una canción
siendo diferentes se unen;
pa' que los números sumen
deben también de juntarse..."

Para mí lo más hermoso


es que 'onde vaya el mexicano
se distinga como humano,
en su estación, en su esencia:
pues gozando esa excelencia
fácilmente y sin violencia
podrá sentirse valioso...

Poderoso ante Dios, ante los hombres


y ante su propia conciencia,
que un hombre sin tal decencia
nunca ha merecido honor.
No hay que sentirse Señor,
sin merecer ese nombre.


PENSAMIENTOS


MI VIDA
Mi vida no es misterio, soy tenue mariposa
Que en áridos jardines va en busca de una flor.
Mi universo es inmenso,
En un mundo pequeño y sin amor.
Vago por todos los caminos,
Aunque sedentario en el romance soy.

Aventurero de linaje,
Incansable vagabundo soy.
Amo la libertad, mas no el libertinaje.
Amigo soy de aquel que me brinda su mano
Y es sincero.

Detesto la injusticia y la arrogancia vana,


Y enemigo soy del rufián y del tirano.

Entre los pobres un millonario soy,


Y soy rico entre los ricos
Pues tengo cuanto quiero.

Soy pobre de dinero,


Pero desprecio la pobreza de espíritu
Y la carencia de honor y valentía.

Mi vida no es misterio:
Soy romántico, poeta y soñador;
Amante de la vida
Y esclavo de mi propio corazón.


MI RUTA
Mi pensamiento ha volado de prado en prado,
Me anidé en la madreselva y en los naranjos en flor.
He probado el dulzón de las gardenias,
Y los nardos perfumaron mi aguijón.

La frivolidad me ha guiado hacia cuantiosos santuarios,


Cuya riqueza y tesoro con mis manos he saqueado.
Me he postrado ante todo ídolo
Que ha llegado a mis altares
Sin encontrar un motivo para saciar mi vacío.

He buscado disfrutar el falso milagro de Eros.


He derramado mis diezmos en los altares de Baco.
Mil ofrendas he dejado en el templo de Minerva.

Y Venus fue la musa que ha inspirado mis cantares.


He explorado tantos mares…
Como Ulises, de Neptuno he sido juego.

Y hasta hoy me he dado cuenta


Del porque de mi extravío:
Por mirar a mis espaldas,
Por siempre mirar atrás,
Me he quedado sordo, ciego y congelado
Como una estatua de sal.


MACHO
Desprecio a los rufianes y a los débiles,
Los que le dan mal nombre al hombre.
También detesto a demagogas y a tiranos,
Porque manchan la virtud de los humanos.
Ostento una actitud de desdén ardiente.
Por tal, me llaman vano, altanero, macho…

¿Debo acaso disculparme por mi altivez? No lo creo.


Ya que un gran hombre es verdadero macho
Que su vida da por la verdad,
Y aprecia el calor de una dama con respeto y gallardía;
Mas nunca sobre su integridad y menos sobre su honor.

Macho es el incansable guerrero, apasionado, invencible;


Es amante de lo bello, sin sufrir por la incongruencia.
Y es benigno hacia la dama
Que posee la inmutable belleza de la lealtad
Pues ahí estriba su nítida feminidad.

Un macho valora la justicia sobre la igualdad


Y el honor sobre la libertad.
Pues la igualdad incontrolada procrea las injusticias,
Y la libertad sin freno procrea libertinaje y frivolidad,
Condiciones que todo macho debe odiar.

Tal es mi proyectada vanidad.


¿Acaso debes disculparte por no creer tú así? ¡Jamás!
Mas no debes condenar lo que no entiendes,
Si eres macho de verdad.


HUELLAS
La vida es un suspiro que se vuela en el viento
Y su tenue existencia se aleja con el tiempo
Como aire que respiro, como los pensamientos.

Nuestros pasos marcados con alegrías y penas


Se borran sin sentirlos en playas de la vida,
Cual castillos de arena.

Inútil nuestra historia, vanos nuestros apegos.


Queremos la memoria saturar de recuerdos.

Y en la sienes—que abrazan ataúd polvoriento—


Colocamos guirnaldas; y en nuestros aposentos
Erigimos estatuas, bustos, muros.

Cargamos las espaldas con bultos de ilusiones


En pos de un efímero futuro.
La vida es un suspiro de inútiles esfuerzos.

En hojas otoñales mis poemas escribo


Y huecas mis palabras al mundo se las digo
En volátiles versos, y se elevan al cielo,
Queriendo dejar huellas, las que lleva el viento.


BELLEZA
Después de tantos años
Buscando regocijo en la belleza
He descubierto con fatal tristeza
Que los que sólo amamos a lo bello
Vamos a diario
Marcándonos el sello
De la desilusión.

Es fácil amar a una cara hermosa


El ingenuo y el débil
En ello se distinguen.
Ya que amar lo externo sólo requiere
El esfuerzo de los ojos;
Cuando la mente, el corazón
Y todos los sentidos
Están con Morfeo, o con Baco,
Dormidos, o borrachos de ilusión.

Precaria es la belleza,
Su perfume volátil;
Todo esto lo sabemos;
No obstante, como efebos,
En la misma trampa
Más de una vez caemos.

Θ
TRANSMUTACIÓN
Si tan solo la inocencia
Perdurara entre nosotros
Con aquella nobleza
De los años de púberes anhelos…
Y que al pasar el tiempo,
Y también los eventos,
El candor del albor
Jamás se mancillara su esplendor…

No existiría entonces en el mundo tanta pena.

No habría jamás dolores que marcaran


Con profundas cicatrices y eviternas penas
A tanto quebrantado corazón.

Ni pechos que se ahogaran


En este mar de llanto
Por la amargura que dejan las acciones
De la metamorfosis
Que sufren los humanos
Día a día, al paso de los años
A causa de una efímera pasión…

Φ
FÚTIL EXISTENCIA
Lo perenne no existe; la muerte si es eterna…
Lo vivo, siempre muere.
Para morir se nace, para morir se vive.

El imponente huracán de desfallece,


Las gigantescas olas de un mar violento
Al llegar a la playa se desmayan…

Aun el universo se está desvaneciendo;


Se mueren las estrellas,
El sol, la luna, las montañas.

¿Qué se puede esperar de una ilusión que nace


De la increíble ingenuidad de los efebos,
De cuya boca emana—a conveniencia—
Un soplo frío y de repente emite un vaho caliente…
¿Si de los gráciles labios emana una sonrisa
Para después aguzar filosos dientes?

La inmanencia de un romance que se decía inmortal,


De aquel amor que se creía trascendental
Se muere pues destinado está para morir;
Igual que todo fuego que inútilmente
Que no queremos extinguir…


ESPERANZA
¿Cómo puede una llama de tristeza
Dar luz a la esperanza,
Cuando vive entre anhelos destruidos?

¿Cómo podría quien por dentro muere de dolor dar vida?


Si en su pecho sólo hierve
La desesperación y el desencanto?

¿Cómo puede dar de comer el que hambre tiene,


Si por dentro está muerto
O vive muriendo de inanición?

El que posee la luz de la esperanza


Lleva en el alma una fuente
De inexhaustos dones: Regalo de los dioses.
Y es tal quien lleva los recursos
Que ayudan a salir avante a un ser
Ahogado en infortunio.

Solamente el que conoce la esperanza


Es quien puede darnos de beber
El fluido más puro de la vida
Y calmar la sed y la sequía,
Cuando se ha bebido
El trago amargo de la desilusión.


LUNA DE FEBRERO
Arete celestial de bella aurora
Que brillas tenue en la fresca alborada
Y anuncias el camino del sol.
Astro durmiente, luna de febrero,
Le das luz al humano, que a veces ciego
Camina por las noches buscando inspiración
En tu grácil y pálido candor.

Fantástica acuarela se dibuja


Sobre el blanco lienzo de tu tez,
Y deleita sutilmente a mis somnolientos ojos.
Hoy tiemblo frente a los congelantes vientos
Del inverno infernal, donde despiertan ya
Los humanos como hormigas obreras;
Vibrantes, alegres en la rutina matutina.

Y se observan desde su despertar que luchan por la vida


Al igual que las avecillas tambaleantes
Que vuelan; brincan presurosas de aquí a allá,
Preservando, alimentando, nutriendo
Una vida que pronto se les va.

La luna de febrero invita


A todos los humanos a buscar el calor
Y a sentarse cerca de una hoguera
A disfrutar las bendiciones de un Dios,
Quien los espera en un lugar que se dice
Que es más bello que este despertar.

Ξ
RECUERDOS DORMIDOS
¿Cuántos años pasaron,
Que hoy viven escondidos
Entre los arrugados pliegues
Del libro del recuerdo?

El libro de la vida,
Que esconde en sus escombros
Las dichas, los placeres,
Los sueños, y las penas.
Los recuerdos dormidos.

Unos fueron semillas


Que nunca germinaron;
Otros fueron embriones
Que frescos frutos dieron,
Y otros dieron espinas
Que a nuestras manos desgarraron.

La historia del humano,


Misterio perenne que vive aunque haya muerto
Escrito sobre losas de mármol
Con la sangre que vertió de las venas
De pechos que sangraron
Y murieron creyendo que su amor fue en vano.


NUESTRA CALAVERA
Quien viera el esqueleto enjuto y yerto
De una rata muerta en un oscuro callejón
Sabrá por fin que un día,
Todos seremos eso y nada más.

Pues muchos somos


Como un monumento auto-erigido.
La vanidad y la soberbia nos transportan
A increíbles alturas y lugares.

El bello monumento de la carne barata


Que el ser humano admira, cuida, elogia, adorna
Y lo alimenta y lo abastece,
Acabará al final, igual que aquella rata.

La diferencia no estriba
En la fisonomía de la estructura celular,
Sino en lo que habita en la mente,
Y en el sentir del corazón.

Los sueños, la ideas, los pensamientos


Son más perennes que las neuronas que les dan alojamiento.
Si no se da uno cuenta de eso a tiempo,
Sólo será como la hueca calavera de esa rata,
Sin dejar huellas al final.

‫א‬
LA VIDA
La vida sigue igual, no se detiene.
Continúa en el trotar de un inquieto universo.
Está el tiempo, la muerte, y el amor.

Muere el hombre, la bestia, las plantas,


Todo lo que camina, todo lo que respira;
Hasta el reloj que marca el tiempo,
Con el tiempo deja de andar.
Igual que un corazón viejo
Cuando cansado deja de palpitar.

Y el humano sigue engendrando vida


Que en su pensar cree eterna;
Sin querer darse cuenta, que la vida
Desde que nace, se apresura hacia la muerte.
Sin ver que en el espectro del tiempo interminable.

Es tan corta la vida, y tan pequeño nuestro mundo


Mucho más pequeño que la cabeza de un alfiler,
Donde se dice que los pies de un ángel suelen descansar,
Olvidando que un ángel no debe descansar
Porque descuida las cosas que marcan los pasos
De los humanos en este vendaval.

Y el hombre trabaja, sufre, llora por detener el viento


que conduce su buque hacia el final;
Hasta que el Dios eterno, quien no conoce el tiempo,
Nos dice: Ya déjate de juegos, es hora de expirar.

Ω
JAULA DE LA FELICIDAD
He contemplado con ojos lacrimosos
Que a menudo, la felicidad es
Como un pájaro desnudo que uno mismo acicala
Con plumajes extravagantes y exóticos a no más dar.

Cuando éste se ve atrapado,


Por cualquier iluso humano,
Con un menor diminuto parpadeo,
Se desliza entre los dedos de la mano.

Una vez lo vi enjaulado entre las cuatro paredes


De mi simple corazón.
Cerré puertas y ventanas,
Llenándome de ilusión.

Pero por una rendija de la jaula se escapó...


Y quedaron las paredes
De mi pequeña cabaña
Salpicadas de recuerdos,
Con plumas, cantos, colores
Que escribí en una canción…

Como la foto arrugada de alguna bella ocasión


Que se perdió entre las hojas de un triste álbum
Que empolvado se encuentra en un oscuro rincón.


TRANSICIÓN
Si la maldad existiera mejor
En todos los seres al nacer,
Y ésta, al pasar del tiempo,
Se convirtiera en bondad con lucidez…

¡Qué feliz fuera el mundo!


¡Qué alegre la humanidad!

No existiría el amor,
Ni la adhesión a los ideales irreales.

Pero la realidad es otra:


El imberbe siempre se enamora
De seres que despliegan la pureza,
El decoro, la bondad, el pundonor.

Para luego sufrir acongojados


Por la desilusión de aquella transición
Que destroza, y que desgarra al corazón…
Al ver a los seres que antes eran buenos
Abandonar su estado de decoro
Y olvidan la decencia, la dignidad y la honradez
En busca de algo raro, que le llaman amor…

Φ
ORACIONES DE MI PUEBLO
Las oraciones de mi pueblo
Son a veces parecidas
A las sencillas palabras de un poeta empedernido.
Sus versos y sus canciones
Se dispersan en el espacio infinito
Sin que se escuchen sus gritos.

Son voces tenues se pierden en el azul firmamento,


Igual que las tristes hojas en un otoño tristón,
Igual que las esperanzas de los amores que añoran
Por un amor imposible sin que jamás se haga real.

Amores que vivirán como las sedientas flores


En un desierto sin agua.

Como los sueños del paria


Que al amparo del destino, en el buque de la vida.
Como hojas secas al viento van sedientas de rocío.

Como débiles suspiros a la intemperie perdidos;


Si llegaran a oídos de los dioses del Anáhuac,
Quizás los hallen de humor.

Mi Dios, ¡Bendito sea!


Él no espera mis oraciones para actuar;
Aunque a veces deja a mi corazón sangrar.


ANAHUACA
Érase un hermano lastimado,
Un humano desprovisto
De personalidad.

Un ser sin rumbo y abrumado


Quien al no poseer un sólido presente,
Ni un lúcido futuro,
Hoy vive encadenado por glorioso pasado.

Es un ser quien arrastrando sus pies


Con somnolientos pasos
Y adormecidos brazos
Navega en un incierto y frígido camino.

Sin dirección,
Perdido en un mundo ya no de el.
Mirando siempre atrás,
Tropezando a cada rato
En las trabas del destino.

Trabaja sólo con servil designio


Sin función, ni esperanza;
Rogándole a esperpentos
Que le confieran vida.

Olvidando tal vez


Que ellos también han muerto.

Φ
QUETZALCIHUIATL150
Podría tener 15 años,
Parecía de 50.

Su cuerpo enjuto y encorvado.


Su ropaje:
Un reboso de colores, en el ayer brillantes.

Huipil151 bordado de flores,


Antaño lúcidas y bellas,
Con hebras deshiladas y nudos reanudados.

Sus enaguas:
152
Un cueitl largo de percal gris trenzado.
Y sus pequeños huaraches:
Polvorientos y secos.

Sus uñas quebrantadas,


Sus tobillos renegridos;
Sus pies heridos por las espinas
Que abundan dondequiera que camina.

Su pelo negro, lacio, por el sol desteñido.


No lo adorna listón, ni peineta florida.

Su mundo que una vez fue grande


Hoy es inexistente y diminuto.

150
Quetzalcihuatl: mujer hermosa
151
Huipil: blusa
152
cueitl: falda tradicional náhuatl
Nadie sabe que existe,
Sólo aquel que amamanta.
La pequeña y endeble criaturita
Quien sin duda cree
Que su madre es una diosa o una santa.

Pues la mira
Cual si estuviera adornada de encantos.
O si fuera la misma Tonatzin153
Ahí encarnada.

Camina desolada
Por aquellas transitadas
Calles de la gran ciudad,
Sin dirección alguna.

Su corazón vibrante de evidente ansiedad.


Con la mano estirada pide pan,
Con unos ojos que, aunque hermosos y adornan a su tez,
Reflejan la tristeza, la angustia,
Y una increíble impotencia y aridez.

Ahí en la gran ciudad,


Que un día, de sus abuelos
Fuera su heredad
Hoy camina sin rumbo, y sin hogar.

153
Tonatzin: Madre de todos los dioses del panteón náhuatl
AYER VERSUS MAÑANA
Hermano de célebre pasado
Un pensamiento te une a tu universo:
La esperanza de revivir lo muerto.

Mas la esperaza estriba en una nueva vida,


No en un sepulcro oscuro
Donde solamente moran los difuntos.

El que mira hacia atrás se vuelve estatua.


No puede, sin tropezar, caminar hacia delante.
Los inánimes recuerdos del pasado
Sólo cargan de peso a tus espaldas
Y encorvan tu figura
Antes altiva, y adornada de plumas de quetzal y papagayo.

Es hermoso recordar,
Mas los recuerdos del ayer sin un mañana
No construyen, sólo dañan.

El ayer debe servir para aprender


A asentar los pies en suelo firme,
Y debe ser solamente un punto de partida
Para seguir el camino de la vida.
El mañana debe ser la meta;

El futuro, pues, debiera ser


A donde deben apuntar los pies.


NOSTALGIA
Condenados a vivir en la nostalgia,
Atrapados en redes de recóndito sueño,
Recordando proezas del antaño
Porque no hay energía para nuevas hazañas.

Viviendo memorias del ayer


—Una historia perdida.
Caminamos veredas deplorables y mezquinas.
Es historia común del hombre esclavizado
En jaula vestida de mansión.

A veces nunca aprendemos


Que en la guerra de la vida se nació para morir.

Que el sepulcro está a la vuelta de la esquina,


Al igual que la alegría en las calles de la vida
A un paso está del dolor.
Ya tarde nos damos cuenta que al buscar mejores prados,
A veces nos extraviamos en bosques de confusión.

Presos de la vida somos y esclavos de circunstancias.


De un sitio a otro nos vamos, recorriendo los caminos.
Creemos reconocer el presente y el futuro.

Con los dos ojos cerrados, o sólo mirando atrás


Buscamos donde vamos a morir
Muchas veces sin tener donde vivir…


EL CONFESIONARIO
(DE MI VIEJO PUEBLO)

En aquella silenciosa, vieja iglesia


Donde las flamas de unas tristes velas
Tenuemente alumbran la silenciosa bóveda sombría,
Llegan mujeres de todas las edades
Y esperan pacientes a ejercer
Su milenario y misterioso ritual:
Deshojar la flor de sus pecados, se dice,
Y así limpiar sus almas de todo mal.
Aunque más castas son
Que aquellos que se mofan de su ingenuidad.
Con semblante triste y pavorido
Se ven dispuestas a llenarle los oídos
Al anciano presbítero que dormita escondido;
Aburrido de escuchar concupiscencias,
Que se esconden tras las obscuras sombras
De los espíritus enfermos.
Al ver tantas mujeres ahí formadas, me preguntaba:
¿Acaso sólo las mujeres son las pecadoras
En este extremo de un mundo
Dividido claramente entre los ricos y los pobres?
¿O acaso sólo ellas gozan de la virtud inmensa
De admitir que existen los pecados,
Y que pedir perdón es don divino?
¿Acaso el hombre necio no puede, no quiere,
Ni sabe perdonar, y por lo consiguiente
No le son perdonados sus pecados?

‫א‬
AMANECE MI PUEBLO
Después de una noche invernal,
En medio de montañas de abundante flora,
Envuelta en silencioso frío,
Y llena de una tenebrosa y rotunda oscuridad,
Donde parece que el universo ha dejado de existir.

El hombre y la bestia, dormitan temerosos


Dentro de un aposento oscuro
Por protegerse de la adversidad,
E invernar en un sueño profundo
Que lo transporta hacia una fantasía que le parece real.

Hasta que el casto reflejo de una luz creada


Por gigantesca brocha de divino pintor
Traza una tira de anaranjado,
Rojizo y amarillento brillo
Sobre el negro horizonte que parecía dormido,
Como una tierna mano maternal
Cuando acaricia a un niño que no puede despertar.

Una avecilla brinca, vuela, trina;


Una ardilla se sacude, se estira, salta y corre;
Las mariposas en silencioso vuelo invaden los espacios,
Acariciando a las buganvilias, las madreselvas,
Las gardenias y los nardos y se hartan de su miel.
A lo lejos un gallo canta desafiante,
Los perros ladran belicosos,
Corretean a los gatos trasnochados,
Y persiguen a los cerdos, a las gallinas
Por las calles empedradas…

Ha despertado Aurora.
Y el dios-bestia; amo y esclavo del universo
Brinca de su petate y se levanta altivo.

Al sacar su cabeza de la modesta choza


Las bestias se recluyen de repente
Para ver si despertó contento,
Hambriento o abrumado,
Para saber si deben alegrarse, o esconderse.
Igual que como vemos los mortales al creador.

Al verse vivo, camina, corre, salta, grita,


Canta, llora, ama, odia,
Maldice, reza, implora,
Trabaja, roba, quita, da, ayuda y lastima;
Da vida, mata, pide perdón, perdona,
Planea, olvida, sueña, añora…

Se prepara igual que toda bestia


Para luchar la cotidiana batalla terrenal
Y al despertar, se refugia en el sueño de la vida
Que lo transporta diariamente a lo irreal.

λ
NEGLIGENCIA
Nadie asegura el fruto
De las semillas sembradas
Por un ciego jardinero,
O por un inexperto
Y negligente sembrador.

El que no supo cuidar de sus jardines


Y que por negligencia,
O por error,
Sin saber, permitió
Que la escarcha marchitara su flor.

Inútil preguntarse
Porqué naufragan barcas en la mar.

Son tantas las tormentas


Que acaecen por causas de un ayer
Confuso y tormentoso,
Sin jamás haber sustraído redención,
Que a veces sin amparo
Destruyeron tantos sueños.

Lo peor es que nuestras acciones indolentes


Destrozaron corazones inocentes;
A veces en nombre del amor.


PARADOJA
Yo quiero vivir muerto entre las flores.
Quiero dormir despierto enamorado.

Quiero sufrir una vida sin rigores;


Y ver el paraíso aun viviendo desterrado.

Yo quiero ver al mundo sin mis ojos;


Todo tocar sin ningún de mis sentidos.

Recordar quiero a todo en el olvido


Y poder olvidar el recuerdo prometido.

Quiero amar sin sentir las pasiones del amor;


Pero quiero que sea un amor apasionado.

Quiero poder llorar ante el dolor,


Sin haber una lágrima tan sólo derramado.

Y quiero con valor sentir el miedo.


Enfrentarme a la vida con la muerte.

Quiero vivir sin ver la vida;


Y morir quiero sin mirar la muerte...


LOS DIAS DE FIESTA
Los días de fiesta en medio de su alegría
A veces nos traen tristeza,
Nostalgia y melancolía...

Muchas veces nos recuerdan


Que donde hay risa y fandango,
También hay gran sufrimiento.
Como a veces bajo el asfalto
Se encuentra escondido el fango.

La multitud muchas veces,


En medio de su presencia
Brilla y luce por su ausencia;
Y para los que están tristes,
Les trae aun más tristezas.

Los felices bien harían


En compartir su alegría
Con los desafortunados.

Tal vez, esos días de fiesta serían así para todos


Razón de más alegría,
Y esas canciones de paz que de pecho alegre brotan
Gozarían más de armonía sobre los seres que lloran.


MI FANTASÍA
Mustios sueños austeros y flagrantes,
Lívidas pretensiones desgarran mi cuello.
Antorchas frías que congelan a mi anatomía;
Flamas punzantes que hace que se derrame
La sangre purpúrea sobre mi anatomía.

Gime mi mundo con singular tristeza,


Al ver que los árboles lloraban
Por contemplarme tiritando en mi desolación.
Al mirar a las aguas de mi océano
Inundando las grutas de mi desesperación.

Mas el cielo sonrió pacientemente, como una madre buena,


Al ver como sufre el humano
Por tantos desvaríos que hay en su corazón,
Por estar ataviado de verdades transeúntes,
O por irrealidades que nuestra inocencia
No sabe descifrar.

Certezas que son nebulosas flotantes,


Neblina que entre las manos se acaricia
Para desvanecerse luego;
Como la vida, como los sueños, como el amor…


ESPERAR
Me dicen que se debe esperar
Y con paciencia espero aquí de hinojos
Tratando de esconder con plástica sonrisa
El huracán horrible de mi enojo.

Ya vendrán las alondras algún día


Y los gorriones también
A derramar su canto matutino
Sobre mi frente (altiva en el antaño),
Que el peso de las cuitas doblegó hace años;
Hundiendo hasta el fondo del fango mis rodillas.

Por tanto orar, quedó ronca mi garganta


Seca y muda, con palabras huecas
Que resuenan como eco
En el inmenso silencio de mi
Multitudinario universo.

Y aun debo esperar se dice,


Y aun espero, como liebre silvestre
Que trémula se acoge bajo un árbol
Hasta que pasa la tormenta, sin saber
Que detrás de los arbustos que me esconden,
Espera un lobo hambriento…

£
MIS INQUIETUDES
En el laberinto de mis inquietudes
Vi pasar los sueños:
Vanas ilusiones
Que en los torbellinos de las juventudes
Cantan sus poemas,
Cantan sus canciones.

Un rojo purpúreo del ocaso grave circundó el hechizo


Que antaño estuviera cubierto de azul.
La blanca quimera del canto de un niño,
Tierno, quieto, suave.

Y al pasar del tiempo,


En las enseñanzas de los viejos sabios
Se encarnó la espina de las realidades.

Esas realidades,
Las que nos despiertan
Del sueño profundo de las ilusiones
Para transportarnos a un inmenso océano,
De ciclópeas olas, las que nos envuelven
En una pesadilla que se vuelve real.


MI VACÍO
En medio de profanos pensamientos,
Ante una austera tempestad de recuerdos,
Sintiendo un gran vacío en el pecho,
Mi corazón se esconde en el desierto de mi alma
Tras un sombrío y seco manantial.

Jadeante, me reclino en mi lecho


A contemplar mi falsa vanidad.
Realidades que el hombre crea en su mente
Y se engalanan de quimeras
Por buscar ciegamente el falso lucero
De la felicidad.

El sueño que se esfuma de repente


Y lo hace a uno despertar
En un palacio inmenso, majestuoso,
Adornado de una aterradora soledad.


PROGÉNIE
Para unos es fácil olvidar…
Echar raíces en cualquier lugar,
Ir por donde el viento los arroja.

Yo como planta seca


Vivo con raíces desgarradas.
Como semilla hueca, cuya vida se va.

Sufro melancolía al ver un ayer ido,


Las hojas del árbol de mi vida, corroídas,
Y a mis enjutas rizomas
Lejos de la tierra que me vio nacer,
Sin poder regresar para volverla a ver.

Hoy lejos del cielo, cuyo sol me dio la vida.


Vivo sólo de recuerdos.
Envuelto de tristeza vivo hoy mirando
A mi guitarra empolvada, a mi canto postergado;
Mis héroes olvidados
Y el recuerdo de nuestra esencia
Enterrado en un nuevo y formidable Edén.

El fruto de mi ser—confundida progenie—


Por culturas plurales, peculiares
Que no muestran ni minúsculo reflejo
De lo que mis pasos quisieran proyectar al caminar.


EL AYER
Hoy recorrí con los pies descalzos
Las torcidas y espinosas grutas del ayer.
Encontré a mis impúberes ideales,
Escondidos estaban
En las obscuras cavernas del recuerdo
Encadenados por un Apócrifo placer.

Contemplé la incongruencia de mi ser,


Y quise revivir los momentos ya muertos;
Enmendar experiencias ignotas;
Los errores pasados, las fallas cometidas.

Tratando de detener aquellos pasos malogrados,


Vi tantas cosas que pudiera haber visto
Y otras tantas que nunca quise ver.
Me hubiera gustado caminar los pasos nunca dados.

Mas tarde me di cuenta


Que cada paso que damos, o no damos,
Es una acción que nunca ha de volver.

Y al pasar de los años,


Lo único que queda es recordar,
Que el tiempo ido jamás se puede recobrar.
Que vida sólo hay una, y es corta y fugitiva;
Que pronto se nos va,
Y que al partir, ninguna fuerza humana
La puede revivir.


LOS HÉROES DERROTADOS

Nuestras mujeres ya no quieren oír


Los lisonjeros gritos que el tímpano revientan
Y hacen hervir la sangre del mancebo.
Ni se complacen con aquellas intermitentes
Luces de un pasado glorioso, fantástico, o genial
Hoy prefieren al que tiene las manos llenas
De semillas, de placer, de belleza y juventud.
Nunca regresarán aquellas antiguas fantasías…
Los héroes no reviven cuando han muerto;
Sus hazañas ya fueron bien pagadas con guirnaldas.
Sus bustos ya fueron esculpidos
Y hoy están al intemperie, enmohecidos
Adornados de excremento de palomas.
Acabó nuestra gloria cuando el acero
Derroto a la obsidiana del guerrero
Y de eso ya hace siglos…
Hasta los dioses aquellos quedaron enterrados
En los pantanos del olvido.
No hay mujer que ame a los héroes derrotados,
Aunque hayan muerto con honor.
Solamente sus madres los recuerdan.
Las amantes traidoras, las Malinches
Fácilmente olvidan y buscan héroes nuevos;
Especialmente si sus héroes fueron derrotados.

‫א‬
INDICE ALFABÉTICO

A mi Musa
Al Cuerpo
Aleación
Amanece mi Pueblo
Antípoda Noción
Arahuaca
Auto Genocidio
Ayer Versus Mañana
Bautismo
Belleza
Cactimaniliztli
Canto a mi Tierra
Cuauhxicalli
De la Igualdad
De mi Origen
Del Dios Creador
El Ayer
El Camino
El Confesionario
El Llamado de Miquiztli
El Sueño de mi Vida
En las Aras de Anahuac
Esperanza
Esperar
Expiación
Flores
Fraternidad
Fútil Existencia
Genes
Huaxyacac
Huellas
Ipalnemouani
Jaula de Felicidad
La Relatividad
La Vida
Libertinaje
Los Días de Fiesta
Los Héroes Derrotados
Luna de Febrero
Machismo
Macho
Meditación
Melancolía
Metamorfosis
Mi Arrogancia
Mi Canto
Mi Casta
Mi Cuna
Mi espíritu Quijotil
Mi Fantasía
Mi Gente
Mi Historia
Mi Pueblo
Mi Raza
Mi Ruta
Mi Soliloquio
Mi Terruño
Mi Tierra
Mi Tierra Madre
Mi Vacío
Mi Vida
Mis Dioses
Mis Inquietudes
Negligencia
Nostalgia
Nova Eva
Nuestra Calavera
Nuestro Canto
Oraciones de mi Pueblo
Orgullo
Orígenes
Panteón
Paradoja
Plural y Singular
Progenie
Quetzalcihuiatl
¿Quién Es?
Razón de Ser
Recuerdos Dormidos
Reflexiones de un Mexicano
Tejedor de Recuerdos
Templos
Teyaochihuani
Tlahtocuicani
Tlahuiztli
Transición
Transmutación
Xochimeh de mi Terruño
Yancuic Mexicatl
Yancuic Tenochca
INDICE CHRONOLOGICO

Metamorfosis
Tejedor de Recuerdos
Cactimaniliztli
Yancuic Mexicatl
Ipalnemouani
Tlahtocuicani
Mi espíritu Quijotil
Melancolía
Fraternidad
Orgullo
Tlahuiztli
El Llamado de Miquiztli
En las Aras de Anahuac
Del Dios Creador
Cuauhxicalli
Mis Dioses
Expiación
Mi Tierra Madre
Canto a mi Tierra
Mi Historia
Antípoda Noción
¿Quién Es?
Mi Canto
Flores
Teyaochihuani
Yancuic Tenochca
Aleación
Auto Genocidio
Bautismo
Huaxyacac
Genes
Orígenes
Mi Terruño
De mi Origen
Mi Pueblo
Mi Casta
Mi Cuna
Nuestro Canto
Mi Arrogancia
Machismo
Mi Raza
Mi Tierra
Mi Gente
Xochimeh de mi Terruño
Panteón
Razón de Ser
De la Igualdad
Meditación
La Relatividad
Al Cuerpo
El Sueño de mi Vida
Libertinaje
Plural y Singular
Templos
Nova Eva
A mi Musa
El Camino
Mi Soliloquio
Reflexiones de un Mexicano
Mi Vida
Mi Ruta
Macho
Huellas
Belleza
Transmutación
Fútil Existencia
Esperanza
Luna de Febrero
Recuerdos Dormidos
Nuestra Calavera
La Vida
Jaula de Felicidad
Transición
Oraciones de mi Pueblo
Arahuaca
Quetzalcihuiatl
Ayer Versus Mañana
Nostalgia
El Confesionario
Amanece mi Pueblo
Negligencia
Paradoja
Los Días de Fiesta
Mi Fantasía
Esperar
Mis Inquietudes
Mi Vacío
Progenie
El Ayer
Los Héroes Derrotados

You might also like