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de-cometa-captaran-la-energia-eolica-de-la-
atmosfera_a3426.html
El viento a alta altitud tiene una potencia suficiente como para generar
toda la energía eléctrica que necesita nuestra sociedad. Esto es lo que ha
revelado un análisis de dicha potencia en distintas partes del mundo,
realizado por investigadores de la Universidad de Stanford. Para
aprovechar la energía eólica de la atmósfera terrestre, científicos y
compañías están diseñando actualmente dispositivos especializados. Son
las llamadas “cometas eólicas” que, si superan ciertos escollos, podrían ser
la solución a todos los problemas energéticos de la Tierra. Por Yaiza
Martínez.
En cualquier momento del día, las corrientes de viento a alta altitud contienen cerca
de 100 veces más energía que toda la electricidad que se consume en la Tierra,
según se desprende de los estudios realizados por los especialistas en clima de la
Universidad de Stanford, Cristina Archer y Ken Caldeira.
Estas cometas, sujetadas por cables, flotarían lo suficientemente alto como para
que las corrientes de aire a presión – que a esas alturas son 10 veces más rápidas
que cerca del suelo de nuestro planeta- puedan fluir a través de sus turbinas.
Por otro lado, las cometas son potencialmente competitivas en cuanto a su coste, y
los estudios realizados apuntan a que el viento a alta altitud es un recurso
energético muy amplio y relativamente fiable.
La densidad de potencia del viento es lo que permite conocer cuánta energía eólica
fluiría a través de una turbina eólica, explican los investigadores.
Archer y Caldeira usaron todos estos datos para componer la primera prospección
global de la energía eólica a alta altitud. Esta prospección ha sido detallada
recientemente en el artículo “Global Assessment of High-Altitude Wind Power”
publicado por la revista especializada Energies.
Según los científicos, los vientos a alta altitud suponen un enorme potencial
energético que está esperando a ser utilizado. Caldeira asegura que “si se
aprovecha sólo el 1% de la energía eólica de alta altitud, esto sería ya suficiente
para abastecer de energía continuamente a toda la civilización”.
Para que las células fotoeléctricas (dispositivos que permiten transformar la energía
luminosa en energía eléctrica) pudieran igualar esta capacidad de abastecimiento
energético, deberían cubrir un área 100 veces mayor que la que ocuparía una
turbina eólica situada a alta altitud, afirma el científico.
El estudio de los datos del CEP y del ECMWF reveló asimismo que las zonas con
mayor densidad de potencia eólica se encuentran sobre Japón, la China oriental, la
costa oriental de Estados Unidos, Australia meridional y el noreste de África.
Tokyo y Seúl también tienen una densidad de potencia eólica alta, porque ambas
áreas se ven afectadas por las corrientes del este asiático.
Ciudad de Méjico y Sao Paulo están localizadas en latitudes tropicales, por lo que se
ven afectadas raramente por las corrientes polar y subtropical. Como consecuencia,
tienen más bajas densidades de potencia eólica que las otras tres ciudades.
Modelos desarrollados
Otro modelo, desarrollado por la empresa Kite Gen parece un tiovivo o carrusel
rotatorio, con base en la tierra, y con varias cometas sujetas a él. El patrón de
vuelo de cada una de estas cometas sería controlado desde el suelo para conseguir
capturar la mayor cantidad de viento.
Archer y Caldeira sugieren que, para superar este escollo, se cree una red eléctrica
a gran escala que transfiera los excesos de energía a áreas donde haya más
demanda que producción. Según ellos, el viento siempre está soplando en alguna
parte, por lo que se debe aprovechar lo que sobre para llegar allí donde falte.
Caldeira explica que ésta sería la única solución, puesto que hacer baterías lo
suficientemente grandes para completar las fluctuaciones del viento resultaría
demasiado caro.