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Querido Eduardo,

Te tengo que contar esto. El otro día fui al mercado Carrefour, el que
construyeron donde jugaba el San Lorenzo. Estaba con mi ídolo de la infancia,
José Sanfilippo, quien fue goleador del San Lorenzo por cuatro temporadas en
fila. Estábamos allí, caminando entre carritos de mercado, rodeados por ollas y
cacerolas, y quesos y embutidos. De repente, mientras vamos caminando a
caja, Sanfilippo extiende sus brazos y dice: “Ni pensar que fue justo aquí donde
se la mandé a Roma con una media bolea en aquel encuentro contra Boca”.
Camina delante de una ama de casa, empujando un carrito- lleno hasta el tope
con latas, carne y vegetales- y dice: “Fue el gol más rápido en la historia”.
Se concentra, como si estuviese esperando un tiro de esquina y me dice: “Le
dije al medio punta, un joven muchacho, ‘En lo que comience el juego
mándame el balón al área. Tranquilo, no te haré quedar mal’. Yo era mayor y el
pibe este, Capdevilla se llamaba, pensaba en miedo ‘¿Y si fallo?’” En ese
instante Sanfilippo le apunta a un montón de tarros de mayonesa y grita: “La
colocó ahí mismo!” La gente nos comienza a ver como si estamos locos. “El
balón cayó detrás de los defensas centrales, yo tropecé pero rodó un poco
luego de donde está el arroz, viste?” Apunta a la parte inferior del tramo, y de la
nada comienza a correr como un conejo, a pesar de su traje azul y sus zapatos
de patente. “La dejé picar y pam!” Patea tremendamente con su pierna
izquierda. Todos volteamos a ver hacia la caja, donde solía quedar el arco hace
unos 30 años ya, y es como si todos viesemos el balón estrellarse contra la red
en lo alto del arco, justo al lado de las pilas y afeitadoras. Sanfilippo alza sus
brazos y comienza a celebrar. Los cajeros y clientes chocan sus manos en
aplausos. Estoy prácticamente llorando. “El Nene” Sanfilippo anotó ese gol de
1962 una vez más, solo para que yo lo viera”
Osvaldo Soriano

Anécdotas como esta plagan un fenómeno social conocido como fútbol. De


este sencillo deporte nace una red compleja de interacción que –exceptuando
casos puntuales- no deja por fuera a nadie. Por más ridículo que suene, no
existe algo más global que este deporte creado formalmente en 1848, por
estudiantes de la universidad de Cambridge.
En la turbulenta historia humana siempre han existido elementos o fenómenos
que logran agrupar a un buen grupo de personas, como el cristianismo en
Occidente desde la edad media hasta nuestros días; también las otras fes del
globo, que unieron a pueblos, pero a su vez lograron que se pelearan entre sí
personas de distintas creencias. Naciones han surgido y caído por el poder de
sus pueblos y la debilidad de sus gobiernos, logrando en el proceso agrupar
territorios extensos y cantidades infinitas de habitantes. Fenómenos culturales
como la música, el arte, la escultura, incluso el cine han creado un mundo
culturalmente más uniforme que antes. Pero incluso hoy día, en los años del
siglo XXI, cierta música, ciertos filmes, ciertas obras siguen siendo
consideradas ofensivas por personas de distintas partes del mundo, e incluso
dentro de una misma sociedad. El Beethoven de algunos, es un aullido de gato
para otros, profesa un dicho, reflejando la subjetividad del arte. Si bien todos
estos fenómenos sociales lograron agrupar a una cuantiosa cantidad de
personas, ningún movimiento logró consentimiento universal de la manera en
que lo ha logrado el fútbol durante el siglo XX. Si bien pasó todo el siglo XIX en
pies de marineros ingleses, quienes fueron los primeros maestros del deporte,
navegando el mundo y siendo introducido a prácticamente todo el mundo, es
en el siglo XX que se considera al fútbol como un fenómeno global. Prueba de
tal alcance sirve la siguiente cifra: las Naciones Unidas, el órgano
gubernamental internacional por excelencia cuenta con 193 miembros. FIFA, la
Federación Internacional de Fútbol Asociación cuenta con 208. Y es acerca de
este fenómeno del siglo XX, conocido como fútbol y cómo ha sido capaz de
convivir en sociedades tan dispares, de lo que se trata este trabajo.

El deporte en general, no solo el fútbol, se presta fácilmente a una adaptación


universal, puesto que cuenta con reglas estrictas, cuya violación alteraría la
misma esencia del deporte. A diferencia de otros deportes, el fútbol cuenta con
otras ventajas:
• Mientras otros deportes cuentan con cientos y hasta miles de reglas, el
fútbol cuenta con un grupo de 17 leyes.
• Los requisitos para jugar el deporte son muchos menores, en cuanto a
equipo necesario. Solo hace falta un espacio lo suficientemente grande
para correr, dos arquerías y un balón. Deportes como basquetbol y el
béisbol requieren equipo algo más elaborado o una cancha en especial.
• Por el hecho de tener menos reglas que otros deportes, es mucho más
fácil de jugar al fútbol.
• La cantidad de conceptos se limita a solo siete: gol, falta, fuera de juego,
tiro libre, saque de esquina, saque lateral y saque de meta. Si se
compara con el fútbol americano- deporte que es pariente lejano del
fútbol asociación- se nota una mayor facilidad al nivel conceptual del
deporte. Fútbol americano cuenta con tres tipos de pase (pass, punt,
kick), tacleos, falta, dos formas de hacer puntos (touchdown y field kick),
el sistema de los downs, y otras complejidades que hacen parecer a las
reglas de juego del fútbol como reglas de suprema sencillez.
Por razones como estas es que el Deporte Rey logró colarse fácilmente en
todos los rincones del mundo, al punto de ser el deporte nacional de la mayoría
de los países del mundo.

Ahora, una vez ya en el país surge un distinto fenómeno: la recepción que


obtuvo por las distintas culturas. Si sería prudente hacer una escala de
aceptación del deporte en distintos países con un sistema que va desde
recepción ferviente hasta simple actividad casual y poco frecuente, es cuestión
merecedor de un trabajo más extenso y no solo una breve mención. Lo cierto
es que si uno mira cómo se desarrolló el deporte en distintas partes del mundo,
haciendo un hincapié especial en Suramérica y Europa, se va a encontrar con
similitudes y diferencias inmensas, y el mejor ejemplo de esto, es el concepto
de barra que se aplica en el deporte, y cómo los seguidores argentinos difieren
enormemente de los seguidores escoceses, pero no al punto de pertenecer a
dos camadas diferentes.

Lo importante de este punto en particular, radica en lo íntimo que se convirtió el


fútbol en ciertas sociedades, pasando a ser ya ícono de la misma cultura del
país. Cuando uno piensa en Brasil piensa en Río do Janeiro, Cristo Redentor y
Pelé. Cuando uno piensa en Argentina, piensa en tango, el mate y Maradona o
Boca Juniors. Lo mismo logra ocurrir en países del viejo continente, como
Escocia, Inglaterra, Alemania, Italia, entre otros; donde el fútbol pasa a ser un
aspecto característico de sus sociedades, y el estilo de juego de las
selecciones es definido por la conducta social de aquellas naciones. No es
descabellado atribuirle a Inglaterra el fútbol caballeresco, elegante, formal
incluso; o a Escocia el fútbol aguerrido con una mentalidad “todo o nada”;
quizás Alemania también, con un juego disciplinado, táctico, fuerte y ofensivo;
Italia con un fútbol vistoso, pero precavido. Violento pero defensivo.

Lo que revelan estos ejemplos es que cada país hizo del fútbol un producto
doméstico, para consumo interno y como producto con calidad de exportación.
Se formaron escuelas de juego en un sentido ya estratégico que varían
enormemente de un país a otro. Tan intrínseca es la unión del deporte con la
cultura que la forma de pensar y actuar de la sociedad permeó en la manera de
jugar de los países. Hoy en día es mucho menos obvio de lo que lo fue en los
años setenta- ochenta, el clímax de este fenómeno. La causa de la merma en
identidad nacional en estilo de juego, radica en la internacionalización del
fútbol, en la que no es raro ver a españoles en Inglaterra, o franceses en
Alemania, o incluso brasileños en países tan remotos como Uzbekistán
(Rivaldo). La experiencia y el roce continuo con otras escuelas de juego, ha
eliminado barreras previamente defendidas con brío y orgullo.

El por qué un deporte fue aclamado en ciertos países y no tan bien recibido, es
debatible, pero una atribución aceptable puede ser la esfera de influencia bajo
la cual orbitan ciertos países. En países caribeños, Venezuela incluida, más
peso tuvo el béisbol, por ser países culturalmente ligados a EEUU. A pesar de
haber llegado primero el fútbol, fue el béisbol quien tuvo mayor impacto, ya que
a Venezuela el fútbol entra por el sur, por Brasil, y el béisbol entra por el norte,
donde están la mayoría de los centros urbanos de importancia. Cuando se
comparan las cifras, uno se da cuenta que la población del Callao- lugar donde
tuvo lugar el primer encuentro de fútbol en Venezuela- y la de Caracas,
Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, y demás difieren enormemente. Tampoco
ayudó al desarrollo del fútbol el hecho que la proporción de americanos con
respecto a británicos o cualquier otro país europeo es muy favorable para los
norteamericanos. Claro, teniendo Venezuela un propio deporte traído del norte,
la incorporación formal del fútbol en la sociedad tuvo que esperar más de un
siglo desde su llegada a tierras venezolanas, para ser considerada, puesto que
aun falta tiempo y recursos para que el fútbol vino tinto termine de despegar.
En países que tuvieron mayor influencia europea, pasó lo contrario; los
deportes americanos tardaron en llegar, y para el momento en que arriban, ya
el fútbol había acaparado toda la atención. No es casualidad que el fútbol entra
a Suramérica por Argentina y no otro país.

En resumidas cuentas, el fútbol hoy día no se puede firmar bajo una sola
bandera, ya que ha sido acogido por literalmente el mundo entero. Más allá de
enaltecer los valores de un deporte tan simbólico, entretenido y emotivo, el
reflejo que es el único nexo verdadero entre todas las naciones del mundo.
Prueba de esto fue el partido que jugaron Israel y Palestina el 27 de Octubre
del 2008, en territorio palestino, meses antes de que el mundo se estremeciera
con el más reciente de los conflictos en Gaza.

El fútbol sigue siendo para la mayoría simplemente el deporte número uno en


el mundo; pero hay quienes siguen de cerca el verdadero impacto social del
deporte, afuera de las canchas y estadios, y ve las cosas desde otra
perspectiva. Los mundiales son la prueba perfecta de tal coerción internacional
en este deporte. Las reglas son las mismas en Inglaterra, como lo son en
Arabia Saudí, Australia, Argentina e incluso la inhóspita Canadá. Muchas son
las lecciones que se pueden recoger de la FIFA y demás entes del fútbol, ya
que son los organismos encargados de un nexo cultural que no pertenece a
nadie en particular, sino a todo un mundo.

Bibliografía

• Galeano, Eduado (1998). Fútbol en Sol y Sombra. (3era Edición). Nueva


York, Edit. Verso.
• Torres, Cesar R & Campos, Daniel G. (2006) ¿La Pelota No Dobla?:
Ensayos filosóficos en torno al fútbol (1era Edicion). Buenos Aires,
Libros del Zorzal.
• Maya, Luis (2004) El Fútbol en Venezuela (1era Edición) Caracas,
Fundación Bigott.
• (Sin fecha). Wikipedia. http://en.wikipedia.org/wiki/FIFA . Consultado el día
3/1/09
• (17/10/08) ESPN Deportes
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=736791&s=mundial&type=story
. Consultado el día 8/1/09

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