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RESTAURACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS

Perspectiva de Parapanda desde Cañada Gallego.

El paisaje que observamos es un medio muy diferente al primigenio, los


seres humanos han transformado a través de los siglos los diferentes
ecosistemas, alterando en muchas ocasiones su normal funcionamiento.
La presión ejercida en un ecosistema, puede llevar a una degradación de
este, ocasionando una perdida de biodiversidad.
El ser humano con sus transformaciones del paisaje natural no siempre ha
ocasionado un impacto negativo en este, en ocasiones estos cambios
benefician a diferentes especies;
Así la instalación de un embalse o una pequeña charca aumenta el número
de especies tanto animales como vegetales de ese lugar.

Igualmente la apertura de un monte espeso y la creación de una pradera de


pastos, aumentará igualmente las posibilidades para una nueva fauna y
flora antes inexistentes.

La transición de un biotopo a otro (por Ej.; de una pradera a un olivar) se


denomina ecotono. Los ecotonos son lugares que pueden albergar una
mayor diversidad de especies.
A medida que los ecotonos se hacen mas variados aumentan las
posibilidades para ser colonizados por nuevas especies.
En el campo se pueden observar ecotonos muy complejos con gran número
de biotopos en áreas pequeñas debido a la labor del hombre. Valga un
ejemplo;
Un monte mediterráneo en origen, cerrado y con una vegetación
mayoritariamente de encinar con sotobosque de rusco y varias especies de
enredaderas.
En este medio se instala una pradera para el ganado y en esta se perfora
un pozo y se crea una charca. Con el agua sobrante se instala una pequeña
huerta con algunos árboles frutales.
De esta manera se ha conseguido un ecosistema variopinto apto para que
lo habiten nuevas especies.

Aunque este ejemplo pasa por ser una idealización de la domesticación de


la naturaleza por el hombre, la verdad va mas allá de idílicos ejemplos y en
la mayor parte de los ecosistemas agrarios modernos se ha simplificado el
orden natural, destruyendo grandes extensiones de ecosistemas silvestres,
realizando monocultivos donde se han eliminado elementos que hasta hace
poco eran querenciosos por la fauna como son los setos, tapiales, albercas
de piedra y otros elementos que la agricultura moderna se ha encargado de
desterrar del campo o está en proceso de hacerlo si no se hace algo.
Illora ha sufrido desde antiguo una enorme transformación de sus
ecosistemas, ya en épocas romanas se estima que el 50% de sus bosques
primitivos habían desaparecido. Aun en el siglo XV en la zona se
conservan buenos hábitats, siendo el Soto de Roma nombrado como
cazadero de osos y fieras.
La presión por la tierra lleva a Illora a principios del siglo XX a una
degradación monumental de sus sierras.
No es hasta la segunda mitad del siglo XX cuando se comienza a hablar de
conservación del medio y cuando la administración repobla algunas sierras
con especies coniferas.
Estas repoblaciones se basaron en una inadecuada política forestal, donde
las plantaciones mono-especificas de coniferas simplificaron el medio
mediterráneo.

Pinares de Parapanda con illora al fondo.


Sin embargo en Illora el impacto de estas repoblaciones no ha resultado tan
negativo como en otras regiones donde se sustituyeron bosques maduros de
hoja plana muy complejos, por pinares con una o dos especies de pinos.
Las repoblaciones de Illora han creado dos grandes bosques de pinos
formados por tres especies; P. halepensis, P. pinaster y P. silvestris.
Estos bosques hoy maduros se encuentran en un estado que no siempre es
el adecuado.
Así en Parapanda encontramos manchas de pinares sucios, demasiados
espesos y con gran numero de pies muertos.
En los aledaños a Parapandilla el número de pies muertos llega a una
proporción de 1 por cada tres vivos.
Aun así estas repoblaciones fueron las únicas que se han hecho de modo
oficial en nuestras sierras.
En los últimos años se opta por unos tratamientos de selvicultura menos
impactantes. En sierra Pelada el método empleado para la mejora del
bosque es el aclareo de matas, dando muy buenos resultados en los últimos
veinte años.
Se puede observar una transformación muy exitosa de un maquis o zona
arbolada espesa y achaparrada a bosques maduros de encinas, sobre todo
en el área central y occidental.

Bosques invernales de encinas en Sierra Pelada.

Pero los tratamientos silvícolas creemos son insuficientes.


Nuestros montes para gozar de buena salud deben de ser tratados mas
generosamente, desde Illora Natural proponemos una serie de medidas para
propiciar la mejora de los ecosistemas del municipio.
RELACIÓN DE MEDIDAS PROPUESTAS POR ILLORA NATURAL
PARA LA RESTAURACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES
EN NUESTRAS SIERRAS.

-Los pinares de Sierra Madrid y Parapanda deben de ser tratados


eliminando madera muerta y formar con ella compost y acolchado.
Igualmente seria adecuado allí donde el pinar se encuentre espeso un
aclarado.

-Es recomendable la repoblación y diversificación de estos pinares con


especies vegetales mediterráneas, instalando pies sueltos de arbustos con
bayas y árboles frutales silvestres, igualmente formar nuevos rodales de
bosque mediterráneo y siembra de semillas en áreas despejadas.

-Es muy aconsejable diversificar el arbolado en Sierra Pelada, con la


siembra de quejigos, arces, madroños, almez, rosales silvestres, majuelos,
servales, piruetanos y otras variedades mediterráneas.

-Esta sierra es apta para la siembra de leguminosas que nitrogenen el suelo


y aporten nuevos recursos a sus moradores.

-En Sierra Pelada se deben de construir diques de contención impermeables


en barrancos con escorrentías, al considerar como muy urgente la presencia
de agua superficial para la vida en los campos. El agua acumulada no
necesariamente debe de ser almacenada en el mismo torrente.

-La falta de árboles maduros hace necesaria la instalación de anidaderas


para aves en Sierra Madrid y en menor medida pero tambien igualmente en
las demás sierras del municipio.

-Las cumbres de Parapanda son susceptibles para la recolonización de


especies amenazadas o extinguidas tales como la sabina, o el enebro
rastrero. La creación de rodales de espinares de agracejos, endrinos y
majuelos seria una medida muy acertada para la creación de nuevos
habitats escasos en las dolinas de Parapanda.

Reciente charca instalada en el Moral, el mismo año ha sido colonizada


por varias especies de odonatos (libelulas) y otros invertebrados.

-La instalación de alguna pequeña charca por encima de los 1300m en


parapanda resultaría una medida excelente para la avifauna, así como para
algunos anfibios e invertebrados amenazados como los odonatos
(Libelulas). Para ello se puede copiar los modelos de La sierra de Loja.

-Otro aspecto muy olvidado en planes de gestión forestal son la


recomendación para que se tomen planes a favor de la apicultura, incitando
la implantación de colmenas en los montes, y abogando por una cultura
apícola, tengamos en cuenta que la especie de abeja melífera es la
responsable de polinizar el 70% de las plantas europeas.
Esta especie tambien se beneficiaria de los abrevaderos o charcas para
fauna silvestre.

La implantación de estas medidas en lo referido a montes públicos


dinamizaría nuestros ecosistemas naturales.
Es importante recalcar que se hace necesario un censo de especies,
haciendo hincapié en las amenazadas.
Los escasos estudios que se han hecho hasta ahora en Illora sobre taxones
protegidos fueron propiciados en la mayoría de las veces por
organizaciones o colectivos no vinculados a la administración, dando
resultados muy satisfactorios en cuanto a la alta diversidad de especies
protegidas.
Esto resulta positivo a la hora de realizar planes de conservación o solicitar
ayudas.

Olvidarse de la naturaleza dice mucho de nuestra sociedad, tengamos en


cuenta que una naturaleza sana y dinámica es como un cuerpo sano, si la
maltratamos es como el que castiga con una vida insana su cuerpo.
Illora cuenta con algunos ecosistemas dignos del conocimiento de sus
gentes, es hora de que se empiecen a aplicar medidas de conservación y
restauración acordes con nuestros tiempos, crear un catalogo de
ecosistemas y contar con los planes de actuación aquí mencionados.

Lagunazo en invierno.

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