ESTRÉS, MEJOR PREVENIR QUE CURAR

Mucho se habla acerca del estrés; en el trabajo, en el colegio y en la universidad. Pero muchas
veces relacionamos todo con esta enfermedad, sin saber qué es o qué la produce. Pero antes
de llegar a estados crónicos, hay muchas cosas simples que puedes hacer par evitar padecer
de la enfermedad más común de hoy en día.

Estrés es una tensión o carga ejercida sobre un cuerpo, por sobre su capacidad de resistencia.
Generalmente lo asociamos a exceso de trabajo, pero esto no lo define. El estrés tiene un
componente físico y uno mental. El cuerpo se reciente y enferma, te sientes cansado y tenso,
con dolor de espalda, enfermo del estómago o con alguna reacción alérgica. En la psiquis, se
experimenta ansiedad y preocupación, falta de motivación, tristeza, culpa y desesperanza. Hay
dos fuentes fundamentales de estrés:

El exceso de carga o trabajo sin el debido descanso

Dejar de lado la satisfacción de necesidades del cuerpo y mente, produce estrés. Cuando se
dedica el tiempo justo y correcto al descanso y la distracción, aún en períodos de alta exigencia,
hay una gran protección ante el estrés.

Un trabajo sin propósitos claros y sin resultados positivos

Hay más exposición a estresarse cuando no se tiene una visión clara de lo que se quiere,
cuando se confunde ocupación con productividad y se emprenden acciones que no tienen
ningún resultado.

¿Qué hacer?

- Antes de acostarte, sumerge los pies en agua caliente con un poco de sal. Envuélvelos en una
toalla tibia y luego masajéalos con un poco de crema.

- Una vez acostado, semi sentado en la cama, cierra los ojos y respira lento y profundo,
inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Repite esto 10 veces.

- Una vez a la semana, date un baño de tina con agua caliente. Una vez sumergido, aprieta
suavemente cada pierna, desde los pies hasta los muslos. Repítelo 10 veces. Haz lo mismo con
tus brazos, desde la punta de los dedos hasta las axilas.

- Al despertar, antes de bajar de la cama, elonga tu cuerpo; ¿has visto a los gatos? Estira una
pierna primero y la otra después, lo mismo con los brazos.

- Cada día realiza una actividad que te agrade; comer algo rico, dibujar o pintar, conversar con
alguien que te guste, cocinar, salir a caminar, hacer un deporte, bailar, tejer, cantar, etc. Si no se
te ocurre nada interesante, estás en serios problemas.

- Sueña con lo que deseas, define tus propósitos y emprende acciones para lograrlos. Desecha
las actividades inútiles y los pensamientos negativos. La clave está en eliminar lo que no da
resultado, probar nuevas estrategias y darse el tiempo para distraerse y descansar.