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al) Entrevista a Graciela Frigerio De la gestion al gobierno de lo escolar Durante tos dftimos aos ha sido habitual referir- ss¢ al término “gestién” para dar cuenta de uno serie de procesos y acciones destinadas a Wevar adelante las instituciones educatives. cHa lega- do ef momento de repensar ef con = El concepto de gestién ha sido y sigue siendo. im- portante para el trabajo alrededor de lo educativo y de lo escolar. También, alo largo de estos affos, hemos podido constatar cémo se ha ido banalizando. O bien quizis esto ha sido lo més inquietante— como se fue deslizando hacia una version instrumentalista, co- mo si un orden pragmatico fuera quiténdole la fers dad pedagogic. Una hipétesis explicativa para este desvirtuamiento sostendria que el concepto de gestion fue traducido y capturado por Jas versiones que lo vuelven sinénimo de gerenciamiento, y por propuestas burocrati- zantes que lo transformaban en equivalente de una serie de procedimientos y forma. tos supuestamente neutros. Cuando algunos de nosotros empezamos a pensar en térmi- nos de gestion educativa festo ocurrié. tiempo antes de la reforma de los 90) lo hicimos des- de una perspectiva que afirmaba el caracter po- liico de la edueacion; reafirmaba la importan- cia chve de la escuela publica; reconocia las relaciones de poder en dicho campo: significaba la necesidad de reconsi- derar los contratos fun- dacionales entre el Esta- do, a escuela y fa socie- dad, sin admitr que ef Estado se “achicara" y discutien- do cualquier renuncia a su responsabilidad en la cons- trucclén de lo pili Entendimos que en esas construcciones se abria una perspectiva para poder pentar y resituar lo es- pecifico de la eseuela y valorar su cardcter po- litico como co-participe de la produccién de fo iiblico. Se puso en juego (desde auestra perspecti va) ra manera de entender la gestién con respeto 2 las instituciones y sus actores, para poder trabajar con conocimiento y reconocimiento lo complejo del tra- bajo en las escuelas, Entendemos que fueron posibles ciertas construc- ciones (algunas de ellas las propusimos, con otras NOVEDADES EGUCATIVAS + N'IS9 + Marzo 2004 032714 coincidimos) que pusieron en evidencia los dobles ‘mensajes de ciertas politicas coyunturales; recordaron cel margen de poder y libertad que offece el concepto de actor; destacaron la importancia del uso de los in- tersticios; visualizaron los modos en los que una con- cepcién perversa de la administracion ze sostenta pa- ra robar tiempo 2 lo sustantivo; insistieron en el sign ficado de la participacion de los que viven y trabajan dentro y fuera de los muros de la organizacion, volvie- ron a las logicas de los actores temiticas a considerar, analizar y tomar en cuenta ‘tras concepciones, bajo el mismo nombre “ges- ‘t6n", sostuvieron otros enfoques y otras précticas. Se han desplegado muchas maneras de signticar la ges- 840 y con muchas de ellas (interpretaciones, traduc- ciones,eraiciones) no necesariamente acordamos. En particular, no coincidimos, ni coincidiremos, con aquellos que han aprovechado el concepto pa- ra olvidar la especificidad de lo educativo, para mercantilizar las organizaciones y al conocimiento. Por ciereo.las palabras y los concep 108 son fechados, es decir que apa- recen en un contexto dado, en tun tiempo histérico determina- do, y apuntan generalmente a trabajar sobre carencias, sobre huecos, sobre fallas de cons- trucciones anteriores, rezén por fa cual uno sabe que el co- nocimiento esti siempre en actividad, que el conocimiento no se congela, que seria Imn- pertinente adoptar ura mane ra de entender el mundo y cristalizarla de una forma defi nitva. Sin embargo, esto mo sig- nifica que no haya conceptos que mantienen su vigencia y su pertinencia a lo largo de si los, asi como hay principios éticos a sostener més alla de toda coyuntura, Justamente por esto siempre afir= maremos que la escuela debe ejercer una contra- interpretacién vigilante sobre los conceptos es- telares, resistirse a cumplir con cualquier de- manda sin analizar su pertinencia y mantener una oferta significativa para el lazo social, aun cuando para ello no hubiera demands. ‘ito ha estado asociado a fos émbitos empresariales el concepto de gestién educative? = No necesariamente: el concepto de gestion es mis, antiguo y estuvo vinculado a la accion administrativa y a modos de concretar un trabajo politico, Reltexién y Debate oe eee Cuando nosotros colaboramos en la instalacion de! concept, lo hicintos eratanco de apuntar a una reje- rarquizacién, a una valorizacién, de la complejidad del trabajo educative adentro de los formatos colares, Advertlamos enconces que no habla que des- preciar ningin concepto de otres campos de! saber, 2 condicién de no proceder a un transplante acri- tico, ya que cada concepte debia (s! era pertinente acudir 2 él pars designar elementos, aspectos de it realidad y de las prdccicas) ser re-situado, resignificado ¥ especifiada. Sosteniamos, hace mas de diez ats que hay algo especifico a lo escolar que no permi- te que lo escolar se icencifique con el cerritario em- presario con el econémico y de esto daban cuenta ‘nuestros escritos y posiclones Por otra parte. siempre aptamos por trabajar con y sobre el cancepto de institucién como un concep- Co ms amplio que el concepto de organiraciér, cue constituye en sf un encuadre. Actualmente, el concep- to de instizucin es bastardeado por las afirmaciones de los que sestienen que se vive Luna des-instituctona- lizacién y que resulta menos de una realidad que de una concepci6n que Io confunde con organizacin que desconace la praduccién de corrientes y pensa- dores que han puesto en evidencia el caracter de cons trueto propio a la institucién, ‘Consideramos que es posible y opormuno reflexio- rar sobre fas dervaciones y efectos (deseados y versos) del sentido de ias palabras y sobre fos desl ces de los conceptos. | destizamiento hacia lo geren Cal, el “monogerent’, incluso hasta el extrema del marketing educetvo, deswrtiia completamente el core ‘cepto de gestion educatva con el que la necién habia empezado a hacer su camino. Por ello no se trata de renegar del concepto de ges- tien, ni de desvalorizar todas kas construcciones que se han hecho a su alrededor, sino de revisitar el con- ceepco tomando en cvanta Is experiencia del concepto y | experitncia de las politicas que eventualmence contribuyeron a colocarlo en ia cartelera. La expe- riencia no es algo que se adquiere solo porque pasé el tlempo, implica considerar aquello que se ha conmo vido, que nos ha afectaco, Als lux (si esto pudiera metaforizar la puesta en fo- <0) de la historia reciente, queremos advertir que mu- cho de lo que se ha producida en materia de concep- tos fue “colocado” en un territario que los descoloca Y @Ué no aporta a la defensa de lo ptiblico. Por ello, tal ver sea el tiempo de renombrar, de modo tal que el caricter politico de todo acto educativo no pueda ser diluldo en ningun procedimiento, distraldo por ningun formato, ni capturado por ninguna demagogia. £1 concepto fue malversade en términos do ta discusién conceptuol, o también en el terreno de Jas practices? = Fue desvirtuado al quedar atrapada (en muchas oca- siones) en versiones que no tomaban en cuenta lo es pecifico (lo espectiico implicaba y exigia una traduc- cid). Fue desvirtuado cuando quedé a fa vex sobre- cargado de mercantilsmo y desprovisto de su sentido ieativo. No diria que fve malversado necesariamen- te por Ins préctieas, porque los actores institucionales ranovedue.com son interpretes de conceptos: le dan su acento, ponen sus énfasisTal vez corresponderia preguncarse si cier~ tos estilos de macropolitica no fueron las que propusieron o facilitaron una sinonimia entre gestion y razén Instrumental, entre gestion y Pragmatismo cortoplacista. Esto propicié lo que podria liamarse un confor in- telectual acerea del cual podemas interrogarnos in- quietarnos. En materia de conocimiento, toda comodidad duradera obliga a repensar los tér- mings con los que se da cuenta de la realidad y de las preacupaciones. Por todo ello, y por cuestiones extramuros de lo escolar, consideramos interesante volver a mirar fa problemética educativa replanteando la cuestisn de lo escolar en térmmnos del gobierno de lo escolar. Un modo de insistir en que la gestién de lo escolar es una decision politica y, como diria Badiou, hacer politica no es gestionar.O al menos no es 610 gestionar. Hay modelos de gestion que desdi- bujan o tratan de desmencir en sus pricticas el cardc ter politico de cada decisi6n, de cada accién Reivindicar la politica en tiempos de descredito de sus personajes es inentar reinstalar las preguntas acerca de los tees sociales, las précticas de accion, los modos de participar e ineerverir en la vida y en el espacio publico (responsabilidad de la que ne debiera eximirse ningun ciudadare). Entendemos gobierno como un térming amplio que inchyye la gestén. pero que re se limita a ell Es una palabra que restituye clararvente la idea de que io cue pasa en la escuela resulta de pesicionamientos y elec ones politicas, de maero y micropal’tiea. El concept de gobierno Impone una definkion acerca ce su carde- ter. es obvio que aqui lo vinculamos y especificamos en eérrrinos de lo cue deseamos y sostenemos: un gobierno democratico. Esto es también un mado ¢e relterar que la educa- idn no s¢ puede pensar con reutralidad. que ba eduea~

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