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Título de la obra : Polvos de Orquídea (Novela)
Primera edición - 2005
El editor
Lujuria
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polvos de orquiDEA 13
después se pararon para ir por los platos calientes; otra vez pa-
saron revista a toda la selección y Mariela escogió el lechón al
horno con arroz de aceitunas y algo de guiso de perdiz con pan
serrano. Alexander fue por la sopa de pescado primero y volvería
después por algo de frijoles preparados tipo “tacu-tacu”, fritos
en aceite de oliva y con seco de cordero y arroz con legumbres.
Y para terminar, una langosta a la thermidor.
Otra vez cada uno se enfrascó en su comida y sólo volvieron
a hablar cuando se dirigieron a los postres donde el bavarois de
mango fue escogido por Alexander y los suspiros a la limeña
fueron del agrado de Mariela.
Con el delicioso vino bebido y la exquisita comida, era ahora
el momento de “intimar”. Alexander la veía desnuda. Mariela, entre
tanto, pensaba en tener muebles nuevos en su departamento.
Ambos se pusieron muy amorosos por diferentes motivos.
Y decidieron hacer el “negocio de amor” yendo al departamento
lo más pronto posible.
Al salir, Alexander dijo que iba al baño y se adelantó.
Una vez a solas, sacó un tubo de crema analgésica del bolsillo
y se aplicó un poco de crema –medio centímetro no más, para
no pasarse– y luego sacó una Viagra y se la tomó con un poco
de agua. Ahora estaría listo, súper listo, para cuando estuvieran
en el departamento.
Llegaron prácticamente sin hablar. En la radio se escuchó
a varios de los comentaristas de programas políticos hablando
del nuevo Presidente en forma favorable o negativa. Muchos se
referían a las exageradas promesas de gobiernos pasados que
terminaron por descarrilar la economía del Perú. Se trataba de
la corrupción en tantos casos como el de la “construcción” del
nuevo Tren Eléctrico de Lima, del más de 1000 % de inflación
anual, de la marginación del Perú por parte de todos los medios
financieros del Mundo, de la extrema y tremenda pobreza que
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deció y movía las caderas para ayudarlo. Pronto los dos estaban
moviéndose sincronizadamente y con Mariela diciendo:
¡Oh amor! ¡Oh amor!
Alexander estaba en la gloria. Pensaba que ni los emperadores
romanos habían tenido tanta suerte como él. Ahora, sintió un fuego
lento y en aumento que se originó en los testículos y siguió por
dejarlo jadeando al llegar al clímax, más rápido que lo planeado.
Pensó que la próxima vez tenía que doblar la cantidad
de pomada analgésica y que debería estar menos gordo, ya que
la panza lo estorbaba porque no podía tener todo el contacto
que hubiera querido tener con la divina Mariela y que además
necesitaba más movilidad durante el acto sexual.
Mariela deseaba que ojalá pronto él se pusiera sobre la
cama porque la estaba aplastando y para ello lo empujó de lado.
Además le molestaba todo el sudor que le bajaba sobre el pecho
y estómago. Mariela se levantó y fue al baño para darse una
ducha rápida. Lo único que ella apreciaba de Alexander en la
cama era el perfume “Safari” que él siempre se ponía de modo
generoso. Recordó que su esposo nunca olía bien, tendencia que
fue en aumento en Madrid con todo el ajo que comía, pero que
era más “duro y firme” que Alexander, y la satisfacía más, aunque
era un bestia a veces por el modo como le pegaba cuando ella
miraba a otro hombre. ¡Un bestia celoso!
Pero era hora de recordarle a Alexander de los muebles.
Salió del baño con una gran sonrisa de satisfacción y se acercó
a él y le dio un gran beso como señal de agradecimiento y le
dijo:
—Mi amor, ¿vamos? Quiero ver el conjunto lila y los
muebles para el departamento.
Mientras tanto pensaba que, una vez en LarcoMar, pararía
a ver unos blue jeans con adornos metálicos muy de moda y
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ambición
La llave
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sobreabuso de poder.
Si una democracia abierta sería mejor a una dictatura
benevolente o todo lo contrario. Hasta ahora, había sido sólo
un elemento operativo sin voz o pensamiento político. Estas
nuevas dudas políticas habían comenzado a dejarse ver a nivel
de sus jefes y ellos comenzaron también a observar a Diego
más estrechamente.
Destacado en Perú por los últimos 2 años, luego extendi-
dos a 4 por decisión propia y como crédito a la persuación de
ángela, la secretaria de la embajada, con quien ya se veía por
más de 3 años, pensaba qué hacer en el servicio que lo haga
sentirse anímicamente bien, asegurarse una promoción, ganar
más dinero, y quizás retirarse del servicio activo.
No tenía amigos dentro de las fuerzas de lucha anti-drogas.
El hecho de ser indio-americano no lo favorecía puesto que había
notado discriminación con la gente de su raza. Se preparaba y
alistaba para hacer algo que le diera posición o dinero o paz
interna, o todo a la vez. Sentía que tenía demasiada acción sin
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Corrupción
públicamente.
Creo que la mejor definición de su mandato la dio un
amigo usando una metáfora con los frutos del mar. Decía que
su gobierno se pareció a un cebiche peruano mixto de: Bonito,
Lenguado, Choros y Conchas. Lo de Bonito y Lenguado se
refiere a la persona de Alan García, siempre pintón y pico de
oro; lo de Choros es en referencia a la corrupción generalizada
en su gobierno y Concha por lo sinvergüenzas.
En los 90´s, el mayor banco del Perú solía recoger dólares
del interior del país. Todos sabían que ninguna región del país
tenía impresoras de dólares –sin embargo, llegaban las avionetas
del Banco con grandes cantidades en cajas cerradas, y en forma
continua.
Los campos de coca habían aumentado cuatro veces las
áreas de producción. Prácticamente toda la coca era concentra-
da en pasta básica en el Perú y luego transportada a Colombia
para su refinación en polvo blanco. Polvo blanco con destino
seguro: USA.
Importancia súbita y notoria fueron adquiriendo las planta-
ciones de coca en los campos remotos, en el interior de algunos
países andinos como Bolivia, Colombia y Perú. De pronto y
silenciosamente mucho dinero comenzó a llegar a pequeñas ciu-
dades paupérrimas del interior de estos países. Lugares que nunca
habían compartido nada con las capitales. Así se descubrió que
las ciudades del interior también tenían gente ambiciosa, aunque
muchas veces sin el nivel de educación de los capitalinos.
Inmigrantes en sus propios países, que aún después de
graduarse en universidades eran como ciudadanos de segunda.
Unos amigos contaban una vez lo siguiente:
Un tipo va a visitar a su amigo Congresista, y ya que está
allí, le pide un trabajo para su hijo adolescente:
—Mira, el chico no sabe hacer nada, no estudia, y me
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Entre tanto en Caracas. Diego ya estaba cerca del Euro-
Building, hotel donde tenía su reservación.
La camioneta doblaba la esquina de Las Mercedes lista
para subir al parqueo del hotel. Alumbró la subida con sus po-
tentes luces de halógeno y cuando pararon, el chofer dijo que
volvería en la mañana y preguntó si algo se le ofrecía para esa
noche. ¿Podía enviarle compañía al hotel?
—Sólo necesito saber si tiene que ser rubia o morena, alta
o baja –todas las mujeres son de lo mejor, súper complacientes,
¡chéveres!
—Gracias, le respondió Diego, pero debo alistarme para
mañana. ¡Hasta mañana a las 9 a.m.!
Entró Diego al EuroBuilding donde tuvo que esperar un
momento. Una tripulación de aviación de Iberia terminaba de
registrarse. Notó que las azafatas españolas de Iberia se veían
El “Loco”
esta tarde a Santa Teresita del Tuy. Estaré allí hasta las 5 de la
tarde. Adiós.
Challe volvió a la mesa y dijo:
—Diego, dejémonos de cojudeces y escucha. Me acaban
de confirmar que hubo un “accidente”, si se puede llamar así.
Resulta que ayer una avioneta particular fue detectada por tus
operadores del avión-radar contratado por la CIA, volando sobre
el río Amazonas en Loreto, Perú, mientras cruzaba la frontera
con Brasil. Los operadores llamaron a la Fuerza Aérea Perua-
na, encargada de forzar el aterrizaje de aviones sospechosos de
llevar drogas y, cuando éste no respondió, lo bajaron a tiros.
Como consecuencia murieron una misionera americana, llamada
Verónica Bowers y su hija. Pero, lo que a mí me interesa es
recuperar el video que estaba escondido en la cabina del piloto.
Quiero ese video.
—¿Se puede saber que hay en ese video?
—Es mejor que no lo sepas. Sólo consíguelo antes que
alguien más se apoderé de él. Todo lo que voy a decirte es que
pertenece a la colección de Montesinos del Perú. Además, si te
interesa, va mi proposición: Daré un millón de dólares por ese
video.
—¿Por el video un millón de dólares? ¿Tan importante
es?
—Para mí lo es. Para ti no. Además yo no quiero aparecer
como involucrado. El video deberá ser entregado a una persona.
Sabrás el nombre de esa persona pero sólo si aceptas mi pro-
puesta. ¡Y claro, si consigues el video primero!
—Primero debo pensarlo y ver si se puede conseguir el
video. Segundo, debo dar una respuesta a mi embajada sobre
el mensaje que traje. Tercero, si el video implica a mi gobierno
no haré nada; sólo lo entregaré a la embajada. De todos modos
gracias por avisarme de la existencia del video.
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VIDEO CASETTE
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de los cielos–.
Súbitamente Diego se acordó de algo que había leído
hacía un tiempo:
“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja,
que un rico entre al Reino de los Cielos”. El problemita es que
San Jerónimo, el traductor del texto, interpretó la palabra “Ka-
melos” como camello, cuando en realidad en griego “kamelos”
es aquella soga gruesa con la que se amarran los barcos a los
muelles, recordaba Diego.
Pensó en otra explicación que también le habían dado. En
las ciudades amuralladas de la Antigüedad que por protección
cerraban al anochecer las pesadas y aparatosas puertas, para no
tener que estar abriéndole a los retrasados, dejaban una estrecha
abertura en los muros que se llamaban “aguja” por la cual podía
pasar sólo un hombre a la vez. El problema era que si un hombre
llegaba con un camello cargado, tenía que descargarlo y pasar
entre sus patas y arrastrando la carga, todo al mismo tiempo…
Pero lo importante en las palabras de Jesús es que al calificar
como tan difícil… el que un rico entrara al reino de los cielos,
se refería a un rico en maldades o apegos.
La bendita historia ha sido muy mal utilizada y las frases
peor explicadas por los monjes, para así auto decretarnos que
es muy deseable ser pobre para alcanzar el paraíso celestial.
Pensaba Diego que los anglicanos sabían por lo menos cantar
himnos de alegría.
Finalmente llegaron al final del pasillo y la hermana indí-
gena y Diego entraron a una oficina fresca y pintada en marrón,
donde había un escritorio de madera maciza también marrón
y con un gran crucifijo en la parte central. Se veían bastantes
libros sueltos sobre el escritorio y más estantes de libros en tres
de las paredes.
—La hermana Regenta Sol María está almorzando, le dijo
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ÁNGELA
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he conocido en mi vida!
Omar notó lo entusiasmada que estaba por Diego, a quien
en ese momento vio en franca y muy animada conversación con
Alexander. En ese momento los dos pares se dirigieron la mirada
y caminaron a encontrarse.
—Una vez que el embajador termine de hablar, quisiera
invitarlos a tomar una copa en algún lugar, dijo Alexander.
ángela dio una mirada a Diego y éste a Omar y dijo.
—¿Qué tal si nos separamos ahora y nos encontramos en
el Café Haití? ¿A las 2 a.m.?–.
–¿En cuanto salgamos? Alexander había ganado más
entusiasmo todavía y respondió que sí. Y que Omar no debía
faltar.
En eso comenzó a oírse música bailable del Caribe en forma
de susurro, gracias a un buen sistema de sonido con parlantes de
calidad y Omar vio que la sala se estaba llenando con señoras
bien vestidas y con varios nuevos políticos, muy sonrientes. Los
viejos políticos estaban rodeados de sus séquitos de correligiona-
rios y se los veía “comprometidos”, casi imposible de acercarse a
ellos. Omar pensó que Latino América debería exportar políticos,
porque teníamos muy buena producción de éstos, sobre todo en
cantidad.
Hugo Vera, ahora hablando con un viejo amigo, Alberto
Bravo –empleado de la Pilsen– le hizo señas a Omar que se
juntara con ellos y así seguir con la estéril discusión de qué
hacer con el Perú para mejorarlo.
Así pasó la cena-velada sin mayor incidente. Omar se sentía
desilusionado, los políticos de ahora y los viejos seguían iguales de
prometedores, y los “financistas” de los partidos políticos y campañas
tan ambiciosos y activos como siempre. El embajador, no dijo nada
nuevo tampoco. Lo mismo de siempre, sólo mostró preocupación
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El “Perro”
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camino a su casa.
El departamento de Marisela estaba muy convenientemente
localizado en la avenida Salaverry, muy cerca a su casa en San Isidro.
Cuando llegó, después de estacionar a lo largo de la acera de la calle
–pensaba que a esta hora nadie reconocería su auto–, abrió la puerta
muy despacio con el corazón palpitando demás en anticipación al
encuentro sexual y se movía silenciosamente para sorprenderla en
la cama dormida. ¡Estará húmeda!, pensaba Alexander. Se acerca-
ba muy lentamente para darle un beso en el cuello. Pero Marisela
estaba con los ojos muy abiertos en la oscuridad de la habitación,
al haber sentido los movimientos torpes y la respiración pujante del
“gordo” Alexander, que respiraba vahídos de alcohol por la nariz y
por la boca.
—¡Mira lo sinvergüenza que eres! ¡Tenemos que hablar
seriamente! (¡necesito quejarme!). Te has pasado los últimos dos
días sin verme. ¡Te fuiste a Miami sin decirme nada y proba-
blemente con la flacuchenta esa! Dijo Marisela muy enfadada.
Además quiero una nueva cocina (¡quiero una casa nueva!).
—Mi amor tengo mucho sueño y vine para dormir contigo
porque también sé lo que te gusta. Mírame todo tuyo y tú tan
linda (¡quiero ponerme entre tus piernas, ya!).
—Tu hijo ha sacado malas notas en el colegio. No quiere
estudiar y pregunta por ti todo el tiempo (¿dónde andas, degene-
rado?). Diciendo eso, Marisela se quedó callada por un momento
y luego procedió a quitarse las panties y le dijo:
—¿Seguro que me quieres? (¡te voy a pedir algo caro!).
Y dejó que Alexander la tocase toda y se acomodó de costado,
dándole la espalda.
Ambos se dedicaron a complacerse el uno al otro. Algo
era muy cierto, mientras que Alexander estaba muy entusiasma-
do con Mariela, no podía nunca pensar en dejar a Marisela por
que era como su conciencia, su alma, su compañera de muchos
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Confusión
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Panamá.
Diego estaba comenzando a maldecir la situación. Feliz-
mente, ángela pudo hacerle reserva en LAN para un vuelo esa
misma mañana. Tenía que salir del Perú hasta que pueda hacer
un plan y buscar una salida. De cualquier manera ya se sentía
muy comprometido y con una gran sensación de desilusión en
el servicio de la DEA. De sus jefes, de sus operativos. Pensaba
que sólo él, Diego, realmente había dado su sangre y respeta-
do la bandera de los Estados Unidos. Lágrimas de patriotismo
aparecieron en sus ojos por el error que había cometido. Pero
debía apresurarse.
Ya en camino al aeropuerto, Diego se percató del auto-
móvil Datsun verde que lo seguía, al ver luces que aparecían y
desaparecían en la distancia, especialmente cuando entraron en
la avenida La Marina, por estar prácticamente desierta a esa hora
de la mañana y mejor iluminada que el resto de las avenidas.
Durante todo el trayecto Diego pensaba en alguna forma
de escapar para ganar tiempo y poder pensar en una salida.
Nada le venía a la mente y no quería llamar la atención del
chofer del taxi, quien en ese momento escuchaba las noticias
en Radio Programas del Perú sin pensar en el drama que estaba
viviendo Diego.
Pasaron por una serie de intersecciones de calles y por el
centro comercial de La Marina sin que nada pasara. El Datsun
se limitaba a seguirlo sin tratar de adelantarse. Llegó Diego al
aeropuerto y bajó del taxi apresuradamente. Comprobó que había
muy poca gente por lo temprano y el frío de la mañana. No sabía
si ir al counter de LAN o a otro sitio. Se dirigió al terminal de
vuelos nacionales. Eran las 6 a.m. y ya veía el avión de LAN
en la pista de abordaje.
En eso Diego comenzó a tranquilizarse y una calma fría
lo invadió. Se acordaba y comenzó a sentirse como en sus días
en los desiertos de Sonora y en los días de entrenamiento en
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Prieto. Esta vez para decirle con tono amargo que Diego había
vuelto a desaparecer.
—General, tenemos problemas y no sé todavía si reportarlo
al comando local. Diego ha tomado un vuelo desde el aeropuerto
nacional, pero podría haber salido en vuelo internacional. Todo
esto es extraño porque Diego tuvo que salir súbitamente de su
departamento y sin dejar dirección alguna. Nosotros lo sabemos
porque hace dos días puse a un agente local a vigilarlo.
—Probablemente con el estado de cosas es mejor que sepas
que Diego llamó a Hugo Challe hace 12 horas para decirle que
tenía el video que estamos buscando. Creo que alguien más sabe
de esto en la embajada. Entabla relación con las personas que
han estado cerca a Diego en los últimos días, él no actúa solo.
Y ve si todavía se puede hacer algo por recobrarlo.
El “Perro” pensó que era mejor esperar hasta más entrada
la mañana, antes de reportar el incidente de Almeida a la policía
y a la embajada Americana. Tenía que dar razones para haber
asignado el caso a Almeida y poder explicar alguna relación con el
presente estado del “accidentado” Mientras tanto debía investigar
más a los cercanos a Diego. Tendría que tener una buena historia
antes de hablar con Wallace de la embajada. Sabía lo perspicaz
que era y podía detectar mentiras por la inflexión de voz.
Prieto por su lado pensó que tendría que hablar con Cha-
lle y ponerlo al tanto de la situación en Perú. No sabía cómo
reaccionaría, podía estar de acuerdo con tener al “Perro” atrás
siguiendo a Diego o por lo contrario podía pensar en cómo es
que no lo había ayudado a salir del país. Esta era una situación
que se estaba tornando seria. Si no hablaba con Challe sin te-
ner todavía un plan se arriesgaba a su cólera y si le hablaba le
preguntaría ¿por qué no tenían el video ya?
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MIAMI
cerca a él. Carmen era venezolana y de joven había sido muy guapa,
una esbelta figura y linda cara con cabello rubio natural. Ahora en sus
cuarentas, veinte kilos de más y con dos divorcios, se había constitui-
do en una de las fijas en Alberto’s. Buscaba compañía como se
busca alimento. No podía nunca estar sola, se deprimía; ahora
más que nunca, ahora que su única hija prefería estar con su
padre, quien ya se había vuelto a casar.
Carmen vivía sola, manejaba un BMW 325 blanco. Era co-
rrentista de bienes raíces y le iba muy bien económicamente… pero
siempre se sentía sola. Sobre todo estaba dedicada a la clase latina
de ingreso alto con quienes ella se desenvolvía muy bien. Ahora
estaba atrayendo a sus clientes hacia los grandes “administradores”
del dinero como “Morgan-Stanley-Dean-Witter y Schwalb” y se
estaba especializando en “mutual funds” tecnológicos.
Al ver a Alexander ahora de cerca, lo reconoció y se sen-
tó en su mesa muy sonriente, como lo hacía cada vez que un
proyecto era casi seguro. Después de tres rones y tres boleros,
ya los dos estaban contándose todas sus desventuras amorosas.
Como ella también se encargaba del marketing del Alberto’s,
pidió a Alexander que la acompañe al interior del restaurante
para enseñarle la cocina y lo que ella estaba haciendo para lograr
mayor publicidad del restaurante.
Se dirigieron a la cocina y de allí al estacionamiento, en
la parte de atrás… sólo para los empleados. Allí Alexander fue
requerido para que tocara los senos bastantes grandes de Carmen
y que la besase mucho. Carmen veía sin ver, sólo sentía y con
cada caricia de Alexander se sentía revivir otra vez. Sentía cómo
todo su organismo respondía y se curvaba. Entre tanto, Alexander
estaba pensando que algo magnético debía de tener él, para que
todas las mujeres siempre lo estén buscando. Se sentía dichosa-
mente macho, él era como Rodolfo Valentino de antes o el Brad
Pitt de ahora.
Lo de salir esa misma noche hacia Lima quedó posterga-
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126 paco paratore
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Fernandinho
y sin nunca poder escapar. En sus pesadillas y sueños ella vivía si-
tuaciones de desesperación cuyo origen no entendía y que no fueron
apropiadamente interpretados, a pesar de la ayuda proporcionada, pri-
mero por psicólogos contratados por su padre y durante los primeros
años de la universidad, después. Las tempranas agradables situaciones
de gran despliegue musical fueron seguidas por desagradables escenas
sexuales, prematuramente mostradas a sus jóvenes ojos.
Un amigo compañero de escuela de Diana, de 16 años de
edad, había comenzado a compartir bastante tiempo con ella. Era
el “boy friend” de Diana. En ese tiempo él experimentaba con
anfetaminas que eran usadas, supuestamente, para poder estu-
diar por más tiempo y así pasar sus exámenes. Las anfetaminas
también le causaban una gran excitación, que aumentaba cuando
llevaba videos pornográficos de adultos y otros de escenas muy
violentas y con mucha sangre.
Estas películas las veían muy frecuentemente y durante
varias horas, en sesiones que eran seguidas algunas veces con
juegos físicos bruscos con Diana. En estos videos, muy explícitos
en experiencias sexuales sado-masoquistas, era también mucha la
violencia y mutilación de miembros humanos con efusión de san-
gre, que la pequeña Irene veía con sus inocentes ojos. Pero la aún
niña Irene, no sólo no podía dejar de verlas, sino que eran como
un imán que le causaba repudio y excitación al mismo tiempo.
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cayó de espaldas por tanto licor bebido. Bob se rió también. Pero en
eso Fernandinho sintió, más que oyó, cómo un golpe propinado por
Rolfi partía el cuello de Bob de modo tan violento que éste no llegó
a emitir ningún sonido. Sólo cayó como un peso libre, muerto.
Irene al ver esto abrió enormemente los ojos. Se quedó
primero muda y espantada y luego comenzó a llorar y a temblar
imparablemente, todo al mismo tiempo. Edgar Ferreira inmedia-
tamente tomó del brazo a Irene, y a empujones la llevó al auto
y luego ayudó a Fernandinho a levantarse para meterlo al auto
también. Rolfi y Bruno al mirar y considerar la situación decidie-
ron salir caminando, solos como otras veces lo habían hecho, sin
mirar a los costados pero con pasos seguros. Tomaron un taxi a
una cuadra de distancia y se alejaron sin dar una simple mirada
a sus espaldas.
Solo, el cuerpo de Bob permaneció en el lugar hasta la
mañana siguiente, sin ningún curioso alrededor y sin que nadie
hubiera visto nada. Ninguno quería estar cerca para no tener que
dar declaraciones a la policía.
Fernandinho pidió a Edgar dirigirse a su casa. Allí algo
ya repuesto de los efectos del alcohol, sacó una dosis de opio e
inyectó a Irene y ambos se quedaron durmiendo hasta muy tarde
la mañana siguiente. Edgar, en cuanto los dejó en la casa, salió
de vuelta al “Bar de la Tojuca” para hacer saber que no había
pasado nada. Ni con ellos ni con la policía. Que todo se arreglaría.
Los mozos recibieron la promesa de mejoras económicas de parte
del administrador quien tampoco quería propaganda y también
quería el agradecimiento de Fernandinho por su silencio.
La policía nunca encontró nada, ni se preocupó en hacerlo.
Quedó como un asesinato más en esta gran ciudad de más de 14
millones de habitantes, tampoco se dio mucha publicidad para
no perjudicar el turismo. Como se encontró residuos de drogas
en los exámenes de sangre de Bob durante la autopsia, la policía
emitió un comunicado para la embajada en el que atribuía a la
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Nada iba a cambiar los planes de reencuentro en la pareja
como la captura de Tulio Pérez, distribuidor de drogas en Río,
por la policía internacional. Con él caía toda la estructura de
narco-distribución que se había creado en Río de Janeiro.
Ahora Fernandinho, que había visto crecer solo su negocio
desde los primeros días del colegio hasta tomar gran parte del mer-
cado estudiantil del centro de Río, tuvo que verse forzado a efectuar
grandes gastos para sobornar a la policía y así mantenerse al margen
de las noticias.
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En cuanto pasó la aduana de Río y antes de tomar un taxi,
Diego había comprado un periódico en el aeropuerto para leerlo y así
poder esconderse tras él como simulando leerlo. Se dirigía al hotel
Sheraton en la playa. Desde allí planeaba llamar al número telefónico
que tenía con él y ver cómo localizar a Fernandinho. Lo importante
era salir cuanto antes del aeropuerto por ser de los más intervenidos
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por la policía.
Salió y tomó un taxi que estaba algo alejado del esta-
cionamiento principal, en la zona de vuelos nacionales. Era un
VW Gol blanco con azul, un radio-taxi, que lo llevó a bastante
velocidad a lo largo del malecón donde las losetas serpenteantes
de color negro y blanco era un marco perfecto al Sol poniente
dorado con coloraciones rojizas en un cielo azul.
Brillaba todo sobre las arenas de las varias playas que iban
pasando. La gente, hombres y mujeres muy bronceados y con ropas
de baño de color llamativo eran de admirar. Casi nadie era gordo,
a diferencia de USA donde la mayoría de la gente se nota con so-
brepeso, pensó Diego. En el transcurso del viaje, Diego tuvo tiempo
de pensar en cómo y cuándo llamaría a Challe, para proseguir con
el intercambio de la llave del casillero en Miami donde estaba el
video, por el dinero. Tenían que hacer llegar la llave a la persona
indicada. Según había dicho ángela, la llave ya estaba en poder
de Omar.
Diego llegó al hotel Sheraton pudo registrarse sin incon-
veniente y a pesar de no haber hecho reservación previa. Una
vez en su habitación del piso 11 que miraba al mar infinito,
Diego tomó un baño y bajó rápidamente al lobby para hacer su
llamada telefónica. No se atrevía a hacerla desde su habitación
por temor a una revisión posterior de llamadas hechas desde
ese número.
En el lobby del hotel habían varios teléfonos de llamada
al exterior y entrando en una cabina marcó el número de Fer-
nandinho. Nadie contestó. Volvió a llamar pero tampoco nadie
contestó esta vez. No entendía qué pasaba. Volvió a llamar y
una voz dijo que ese número no existía, que debía anteponer el
número 3 antes de marcar el número. Lo hizo y tampoco nada
sucedió. Ahora, totalmente desorientado, Diego decidió ir a tomar
un café y volver a intentarlo en unos 10 minutos.
144 paco paratore
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otro hombre.
“Carlitos” no dijo nada. Sólo comenzó a tocarle los bra-
zos, pasarle las manos por las piernas, besarla por el cuello…
Cinco minutos más y los dos estaban haciendo el amor como en
sus primeros días de matrimonio. “Carlitos” sudando y Mariela
diciendo… ¡“Carlitos”, “Carlitos”, cuánto te he extrañado!
Después de casi dos horas, con “Carlitos” dormido y aún
con el televisor encendido, que mostraba un partido de fútbol de
España entre el Real Madrid y el Barcelona, Mariela se levantó
y comenzó a vestirse para irse a su departamento por si acaso
Alexander la estuviera buscando o que le hubiera dejado un mensaje
en la grabadora. No quería causar problemas ahora que las cosas
podían comenzar a ser como ella pensaba era el mejor arreglo
“conyugal” para todos. ¡Qué alegría que “Carlitos” estaba otra vez
cerca! Ojalá que en este tiempo de separación, haya cambiado y
que ya no sea tan celoso con ella. Salió de la habitación sin decir
nada, cerrando la puerta muy despacio y se dirigió al ascensor,
volteó la mirada para ver una vez más la puerta de la habitación
y entró en el ascensor.
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Sino-México.
Según el periódico esta estrategia estaba encaminada a lograr
estabilidad económica en Asia y América. Para esto fue conve-
niente dejar el camino libre a la República Socialista de China
en la producción de exportaciones de manufacturas de “mano de
obra barata”. Pero debilitarían o anularían la competitividad de los
otros países del Asia. Así, Japón quedó por un tiempo sin espacio
económico; fue también un castigo a las compañías japonesas que
se negaban a abrir los mercados japoneses a productos “Made in
USA”. Japón había quedado claramente solo y como la principal
“víctima” del cambio de política regional en Asia.
Los países exportadores del Sudeste Asiático: Indonesia,
Singapur, Tailandia, Corea, etc. sintieron también el sufrimiento
económico de ver languidecer sus industrias de exportación; Wall
Street se había tornado más ambiciosa y agresiva en la colocación
de capitales en el Mundo. Lo podía ser porque ahora recibía de
modo continuo capitales de ahorro de jubilación de cuarenta
millones de trabajadores americanos con cuentas 401 K.
Capitales que había que invertir o prestar. Con sólo un
bufido y respiro Wall Street barrió a todos los tigres asiáticos y
creo una tremenda recesión en toda esa región… que todavía dura
de cierta manera y de la cual sólo China sobrevive pero aun más
exacerbada debido a sus muy bajos costos de manufactura.
Esa política afectaba ahora a México, que tampoco podía
competir con una China ya moviéndose sola con motivos estra-
tégicos, económicos y políticos. Siguiendo su propia estrategia
de país, con jerarquía política monolítica y con planes de ser la
primera potencia mundial.
Se presumía, en el artículo del periódico, que China podía esta-
bilizar económicamente el Asia mejor que Japón. Aunque China era
todavía un gran enigma político, al haber demostrado que no seguiría
todos los dictados de Wall Street. Concluía el artículo, sin embargo:
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mejor China que los otros países menores del Asia, con dictadores cam-
biantes, fraccionados en políticas disímiles e idiomas tan distintos.
América dejaría que el comunismo chino se ahogue un
poco más en su propia retórica. Al fin y al cabo, los jerarcas
chinos estaban y seguirían estando felices mientras continuasen
en el poder. Era una apuesta peligrosa, con los países globaliza-
dos como recompensa para el ganador, pero causando grandes
pérdidas de puestos de trabajo en los países industrializados con
tecnología antigua. Brasil se defendía con exportaciones crecientes
de alimentos, precisamente al Asia, donde estaban sus principales
clientes.
El problema de qué hacer con la otra China, Taiwán, sería
otra historia y daría nuevas oportunidades de expansión global
al capital mundial.
China podía proveer un gran mercado consumidor a la
industria del capital global. Pero también podía poner normas
de tratamiento al capital extranjero que no se verían muy bien
en América. El capital global siempre está en expansión y
siempre sediento por más capital. Capital siempre en busca de
ganar mayores intereses y que atrajesen más inversionistas a
Wall Street.
Paralelamente al desarrollo en Asia, la productividad eco-
nómica en USA creció sin competencia en el mundo, estrujando
a los trabajadores lícitos o ilícitos producto de la ahora acelerada
inmigración de mexicanos desplazados en su propio país y que se
convertían en mano de obra barata para los hoteles, restaurantes
polvos de orquiDEA 157
“Duda”
*****
con los dinosaurios, pero no con las orquídeas, que aún ahora
siguen mutando y haciendo que las muten para así continuar
sobreviviendo por siempre, al amparo de alguien o algo.
Según Duda, las orquídeas ejercen gran poder sobre los
hombres y los convierten en sus instrumentos de propagación.
Usan métodos tan sutiles de convencimiento basados en los en-
cantos que ellas proyectan, como son sus incomparables colores,
exóticas formas y delicados perfumes así como combinaciones
de ellos en un total misterio. Los hombres y mujeres que tienen
un contacto con las orquídeas, sienten la necesidad imperiosa
de sembrarlas, cuidarlas y propagarlas. Se convierten en una
obsesión. En un culto.
—¿Sabes que mucho del romance con las orquídeas está
en la dificultad de encontrarlas? Muchas crecen en Perú, Ecuador,
Panamá, Brasil, Madagascar. En ciénagas que producen fiebres
tropicales o en lugares donde hay salvajes listos a matar o hasta a
comerse al invasor. Una expedición que en 1901 fue a las Filipinas
terminó con sus miembros devorados por tigres, o quemados vivos
por los nativos después de ser embadurnados en aceite. La historia
está llena de casos fatales y trágicos –añadió Duda– producidos
por celo o amor que las orquídeas inducen en los humanos.
Terminó diciendo que en la historia de las orquídeas uno
puede encontrar que muchos hombres famosos han muerto por
rescatarlas, y matado por defenderlas o por robarlas.
Diego sentía estar realmente viviendo una experiencia inol-
vidable, pero haciendo un esfuerzo miró otra vez a su alrededor
y observando una foto de una linda señorita rubia, quien sonreía
y miraba directamente a quien tomó la foto, preguntó:
—¿Quién es la persona de la fotografía?
Ahora Fernandinho que había estado muy silencioso, to-
mándose un tiempo, dijo:
—Es mi futura esposa… Nos vemos sólo de vez en cuando
166 paco paratore
“Carlitos”
*****
estamos. ¡Jodidos!
—¡Bien jodidos!, le afirmó el interrogador.
Desde atrás se oyó cuando el “Perro” le preguntó al “negro
Julio”… ¿Qué pasó en Pasamayo?
El interrogador describió el accidente:
—Han habido accidentes múltiples por causa de la neblina
y por culpa de los pendejos estos, “Carlitos” y Mariela, que
habían decidido estacionarse para dormir a un costado de la
carretera y en medio de la niebla. Ya todos los periódicos tenían
la descripción de los accidentados y sería leída por la mañana.
—Algo así había pasado: el auto Mercedes Benz se esta-
cionó sobre la berma en el kilómetro 64 de la carretera norte. A
eso de las 3:30 a.m. un bus de la línea Paraíso de placa U-1100
con 35 personas a bordo perdió el control al ver al Mercedes y
por la pista resbaladiza, ¡se volcó!
–No sólo esto, –continuó el interrogador con la descrip-
ción–, porque luego un camión que llevaba 30 toneladas de
triplay embistió al bus volcado y como resultado hay más de 4
muertos y 11 heridos. Y eso que horas después otros dos buses
chocaron en la misma localidad, pero eso ya no fue culpa de
este ¡cabrón!… la policía y los bomberos deberían fusilarlos por
imbéciles. Los policías y los bomberos tuvieron que trabajar toda
la noche removiendo heridos y cadáveres. ¡Y estos dos casi no
notaron lo que causaron por quedarse dormidos!
–A propósito, qué pinturas eran esas, las que estaban en
la maletera, preguntó ahora el interrogador a Mariela. ¿Las
estaban robando?
—No sé de qué pinturas me habla y por favor, no me
grite, por que ya estoy muy asustada, dijo Mariela.
—La de la niña cuzqueña y la otra que parece un Renoir.
Le aclaró el interrogador…
180 paco paratore
“Orquídea negra”
ahora letras.
Duda podía cambiar el código varias veces por mes. En un
instante podía referirse al nombre y documento de identidad correcto
con sólo apretar la tecla “Home”. Nadie nunca sabía cuánto dinero
tenía depositado aunque todos los miembros de la Financiera reci-
bían dividendos/intereses pero en forma de número equivalente de
“semillas”, cada mes con valor establecido en dólares pero pagado
en reales.
El dinero era enviado o depositado en la dirección que se había
dado al asociado. Los préstamos se hacían en dólares y los pagos de
dividendos/intereses en reales. La financiera con este motivo estaba
siempre cambiando reales y dólares en el mercado formal.
Cuando se enviaba los pagos al exterior eran siempre en
dólares limpios de toda sospecha. La Financiera generaba una gran
cantidad de reales cosa que apreciaban los bancos corresponsales
que podían ahora intercambiar sus dólares en el extranjero con
los reales en Brasil. Todos ganaban, pensaba Duda.
El contar equivalente de semillas era también simple. Así,
durante el mes de junio una semilla era $ 10, dos semillas $ 20,
pero a partir de 10 semillas el valor era de $ 12 por semilla. Una
persona que tenía 4,8 semillas tenía $ 48. Una persona con 22,3
tenía $ 267.60. El siguiente mes el equivalente de una semilla
podía ser $ 8 dólares, etc. El propósito era que nunca una persona
podía reclamar una cantidad exacta de dólares aunque recibiese
un “equivalente” en semillas cada mes en forma de dólares.
Todas las personas que entraban a la familia de la Orquídea
Negra ganaban bastante dinero, pero mientras la organización lo per-
mitiese y nunca se podía proyectar por estar cambiando cada mes el
valor de la semilla. La organización daba el valor de la “semilla” a
voluntad y las personas firmaban un contrato estando de acuerdo con
toda esta práctica.
Además Duda había creado tres tipos de miembros, llama-
polvos de orquiDEA 185
*****
“doble juego”
señas para que no haga ruido. Uno de ellos abrió una pequeña puerta
por donde pasaron a otra habitación menos iluminada, mientras que
el compañero se quedaba en la primera haciendo guardia.
—De acuerdo al coronel Wallace tú debes ser Diego y estás
aquí en misión de penetración de la organización de Fernandinho.
Sólo mueve la cabeza si es cierto. Diciendo esto le entregó un
mensaje con el nombre de ángela y escrito con su letra.
Diego después de algunos segundos dedicados a leer el
mensaje donde ángela le decía que Wallace sabía que él estaba
en Brasil con Fernandinho y que requerían su ayuda para pene-
trar su organización… terminaba con sólo: “Te extraño y confía,
sigue las instrucciones que te den”.
Diego decidió en ese momento estar de acuerdo con todo
lo que le decían para ver cuál era el plan y cómo salir del pro-
blema del cual todavía no veía solución. Aunque una pequeña
esperanza comenzaba a aparecer.
Movió la cabeza asintiendo y el otro continuó:
—Soy Orlando y mi compañero se llama Roberto, ambos
estamos con la DEA de Brasil. Nosotros éramos los que estábamos
siguiendo el vehículo que te trajo al hotel. Nos dimos cuenta
que nos viste. Tenemos dos años siguiendo todos los pasos de
esta organización que ha crecido mucho últimamente, pero uno
de los problemas es que no hacen tráfico con USA, sólo con la
Unión Europea. Legalmente no tendríamos caso contra ellos.
Sólo la Interpol podría hacerlo.
Orlando siguió hablando después de dar tiempo a que
Diego procese sus palabras.
—Por eso estamos tratando de penetrar en esta parte, en
Río, a través de la Financiera que ellos usan en Brasil, que se
llama “Orquídea Negra”. Aparentemente todo es legal acá o casi
legal. No encontramos nada que los implique aunque tiene que
haber un modo ilícito de ganar tanto dinero… porque están cre-
polvos de orquiDEA 191
*****
le confío:
—Si voy a Asunción con Fernandinho nos van a seguir.
—Lo sé. Dijo Duda.
Diego se quedó pasmado, frío. No quiso preguntar cómo
Duda sabía eso.
Duda le explicó:
—El empleado del gimnasio del Sheraton trabaja para
nosotros. Es un asociado miembro que viaja a Asunción con
alguna frecuencia. Sé que anoche te reuniste con miembros de
la DEA. Sé que te habrán propuesto algún plan. Pero también
sé que Brasil es Brasil, que nosotros no tenemos ahora negocios
con USA. Nosotros sabemos lo que ellos quieren. ¿Quieres que
te lo diga, Diego?
Diego, otra vez estaba siendo adelantado en su pensamiento
y sin pensarlo, le dijo:
—Que les entreguemos a los colombianos. A los que sí
hacen daño a los ciudadanos americanos en USA.
Duda se adelantó más en su asiento y tomándolo por la
cara con ambas manos y sin decir nada lo besó en los labios…
en un beso largo y húmedo. Sintiéndose la respiración y los
latidos mutuos de corazón… Diego no supo cuánto duró el
beso. Creía que una eternidad, y casi ni se movió cuando Duda
todavía sonriente le confió:
—¡Eres lo que pensé! Pero quiero que sepas que no soy
de nadie, ni seré nunca de nadie, pero sí aprecio tu corazón y
tus sentimientos y sé que algún día te sentirás en paz. Eso te lo
prometo. Ayudaré a devolverte el alma.
Dicho eso Duda se levantó y tomó el teléfono para llamar
a Fernandinho y al señor Nacarato.
Una vez que entraron Fernandinho y el señor Nacarato a
196 paco paratore
*****
198 paco paratore
*****
El “Perro” andaba más confundido todavía. Había llamado
por teléfono al general Prieto en Caracas y le dijo que el video
que tanto había buscado, ahora lo tenían en la embajada ameri-
cana y no habría manera de obtenerlo.
El general Prieto primero se quedó callado. Después le había
dicho que era mejor que lo olvide y que no vuelva a llamar otra
vez. Que si era necesaria su ayuda él lo llamaría. El “Perro” había
notado al general Prieto bastante frío y se preguntaba si estaría
pasando por un mal momento en el gobierno de Challe.
Challe por su parte estaba muy ocupado. Estudiaba el modo
de presentar al día siguiente a su consejo de ministros, todos
generales, varios puntos de su agenda. Esta decía así:
1. Cómo ayudar a los habitantes de la provincia de Sucum-
bios, en Ecuador, a presentar una agresiva denuncia contra
el Plan Colombia de erradicación de plantas de coca que
estaba llevando a cabo la DEA en ese país y desarrollar un
plan de indemnización. Los herbicidas usados –glisofato
y Roundup–, estaban matando las plantaciones de café,
plátano y maíz. El ganado también estaba comenzando a
morir como efecto del envenenamiento. Challe quería que
el Congreso de Ecuador proteste en las Naciones Unidas
por el maltrato a la vida humana.
2. La compra de helicópteros Cobra AHI –helicópteros de
ataque–. El motivo que quería presentar como argumento
para la compra era que USA estaba ayudando a Colombia
en la obtención de helicópteros Blackhawk UH-60 muy
armados con las últimas tecnologías de aviación y detec-
ción de enemigos. Challe quería lo último para sus Cobras:
misiles TOW y el sistema presentado por el fabricante
de los helicópteros “Bell” con el sistema de fuego rápido
“Hellfire”.
200 paco paratore
El “Mono”
a negociar más con los narcos de Bogotá, sino sólo con los
de las FARC, con los terroristas o guerrilleros como se quiera
llamarlos. Porque verdaderamente ellos son los que controlan el
negocio. Ya no es un negocio de los narcotraficantes, como se los
llamaba antes, y como mucha gente piensa. Todo es controlado
ahora directamente por las FARC.
¡Todavía la gente piensa que éstos luchan por liberar a
Colombia, pero ellos son los primeros y más interesados en
que no se libere nada! ¡Es un negocio! La política es sólo una
pantalla para operar y tener algo de legitimidad. ¡Pensé que tú
sabías eso!
—Sí lo sabía, ¡pero nunca se ha podido demostrar nada!,
respondió Diego.
—¡Exactamente! Por eso siento que los americanos nos
van a ayudar. Por eso estamos tú y yo ahora aquí. Para probar
eso y para liberarnos del pasado.
–¿Y si el “Mono Jirón” sospecha o se entera del verdadero
motivo de nuestra visita? ¿Qué hacemos?, ¿cómo quedamos?
—¡Muertos! Fue la respuesta de Fernandinho.
Por eso la intervención de la DEA debe hacerse mientras
estamos aquí y no después, cuando ya hayamos regresado al
Brasil. Así no pensarán que los hemos vendido. Todo depende
de la sincronización con las fuerzas de intervención. Por eso es
importante que no nos vean en comunicaciones con la DEA y
que piensen que es sólo una coincidencia que nosotros estemos
aquí cuando la DEA entra. ¿Comprendes?
Diego se había quedado pensativo por un momento. Dejó
que la azafata de Avianca recoja toda la comida y cuando estaban
tomando café, preguntó:
—¿Cómo piensas que deba encarar mi situación con la
embajada americana en Perú? ¿Con mis jefes? Tengo todavía la
polvos de orquiDEA 209
*****
Una vez que Diego quedó solo en su habitación del hotel,
hizo el intento para llamar a ángela.
En cuanto pudo establecer la comunicación a casa de
ángela, hablando rápidamente, sin darle la oportunidad de re-
plicar, dijo:
—Estoy bien, no te preocupes, ya volveré a Lima en cuanto
pueda. No me digas nada de nada por teléfono y colgó. Trataba
de evitar la localización de la llamada.
Aunque apenada por lo escaso de la comunicación, ángela
comprendió que Diego no pudo hablar absolutamente nada por
si acaso el teléfono estuviese intervenido por las organizaciones
terroristas en Colombia.
Diego ahora pensaba en cómo hacer para comunicarse con
el coronel Wallace. Decidió ponerse una camisa amarilla e ir al
lobby del hotel y correr su suerte en caso alguien del ofrecido
apoyo esté presente allí.
Diego, ya no estaba seguro de nada por todos los cam-
bios de planes de los últimos dos días. Primero era un fugitivo;
después fue colaborador de la DEA en Brasil y ahora terminó
siendo colaborador de Fernandinho como parte de una operación
de la DEA en Colombia.
En eso pensó en todo lo dicho por Fernandinho y en el
plan de Duda… ¡no sabían todavía si había sido aceptado o no!
¡No sabían siquiera si el plan de Duda había sido bien recibido
y tomado en consideración por la embajada!.
Salió de su habitación apuradamente para preguntarle a
Fernandinho si ya se había comunicado con ella. O si sabía
cómo lograr comunicación antes de la reunión con el “Mono
Jirón”.
Caminando por el pasillo del tercer piso pensó que debía
polvos de orquiDEA 211
que pueden cambiar la historia del modo que más les convenga...
Adiós y buena suerte, ¡Cuídense!. Si necesitas llamarme usa esta
misma línea y dale las gracias de mi parte a la “mama Beatriz”.
Que siga teniendo mucho éxito con la “Casa de Buda”
Salieron de la “Casa de Buda” cuando ya amanecía. En
Bogotá, serían las 7 a.m. Diego pensaba en dormir pero sabía
que serían recogidos a las 9 a.m. ¿por quién?, se preguntaba.
Estos están tan borrachos que no saben ni su nombre.
La “mama Beatriz” había llamado a su chofer para que
lleve a Fernandinho y Diego de regreso a “La Fortaleza”. Pero
iba a dejar a los otros que duerman un poco antes de decirles
que se fueran. Los accidentes no eran buenos para su negocio
y no quería que estas bestias vayan a chocar su carro con todo
el licor bebido.
Ya ella sacaba cuenta mental de la comida, “las chicas” y
las varias botellas de whisky y licor puro de caña que necesi-
taba cobrar. Estaba feliz, había ganado bastante y ella también
necesitaba divertirse, se decía.
*****
*****
polvos de orquiDEA 227
GATO NEGRO
*****
*****
kilo, pero eso no podía ser cierto, él ganaba mucho más. Proba-
blemente estaría lleno de dinero y estaba bien que ahora venga a
producir en Colombia para que invierta y sepa de los problemas
de producir con el ejército colombiano y los americanos con sus
aviones espía encima todo el tiempo.
Le iba a enseñar todas las instalaciones y ayudarlo a que
se instale aquí. No estaba seguro de este ex-agente llamado
Diego… ¡y con la camisa amarilla!, se decía para sus adentros.
Nadie se ponía colores amarillos vivos en la selva, salvo que
sea un pájaro, ¡un tucán! se había dicho.
Y su instinto no estuvo muy lejos de ser verdad. Cuando
los soldados llegaron habían evitado disparar al de “amarillo”…
siguiendo órdenes de sus jefes. Fernandinho no pudo vestirse
de amarillo ese día, primero porque Diego sólo había comprado
tres camisas y dos ya habían sido usadas previamente. Además
Fernandinho no había querido indicaciones sospechosas y dar
más de pensar al “Mono Jirón”, quien podría haber sospechado
de la coincidencia.
*****
miraba ¡con esos ojos negros sin fondo! y sabía que disponía de
muchos medios para convencer a una persona. Por las buenas o
por las malas. Mejor estar de su lado, se dijo.
A la mañana siguiente, “Bembo” estaba feliz... ¡habían
pasado una noche espectacular!
“Bembo” no fue de la partida a Barrancominas y sólo se
enteró del asalto del ejército al día siguiente. Había pasado todo
el día “curándose” de la noche anterior. Del dolor de cabeza de
tomarse una botella de Chivas él sólito y de toda la coca que
había consumido con Rosita. “Bembo” se miraba su nariz tan
roja en el espejo!
Tampoco se dio cuenta cuando la “mama Beatriz” llegó y
ofreció un teléfono celular a Fernandinho para hacer su llamada
a Brasil y avisar a Duda que irían a Barrancominas la mañana
siguiente… y que ojalá que la policía o la DEA o el ejército
o alguien tenga la sabiduría de enviar elementos que puedan
seguirlos y rastrearlos porque no sabían adónde específicamente
llegarían.
—Diego, dijo Fernandinho, estará vistiendo una camisa
amarilla.
Diego por su parte, en algún momento durante la “fiesta”
en su habitación, había bajado al baño del lobby del hotel y
pretendiendo estar muy borracho, cuando estaba en el urinario,
casi cantando o hablando consigo mismo, al ver entrar al con-
serje del hotel, dijo:
—¡Qué buen hotel es este Fortaleza y toda su gente! Pero
tengo que ir a Barrancominas mañana temprano y no sé para
qué ¿será para pasear o ganar dinero??
El conserje que también había entrado después de asegu-
rarse de que no había nadie más en los baños… mirando bajo
las puertas de los escusados, mientras hablaba bajo, le dijo:
236 paco paratore
como prisioneros!.
En Bogotá, Fernandinho necesitó de una operación rápida
en el brazo para desinfectarlo restablecer la circulación a nivel
semi-normal y sacar todas las astillas de hueso.
El médico dijo que el brazo quedaría prácticamente in-
utilizado, aunque quizás no, si se hacía una operación especia-
lizada con injertos y que pudiera ser realizada pronto. Pero no
en Bogotá sino en USA donde los equipos podían garantizar un
mayor porcentaje de recuperación.
Tuvieron que hacerle varias transfusiones de sangre y darle
una gama de antibióticos para evitar la fuerte infección que ya
había comenzado, por haber estado mucho tiempo en ambiente
caliente y con suciedad de la selva… muy activa en bacterias,
terminó diciendo el médico.
Ambos fueron trasladados a USA a pedido de la DEA.
—¡Felizmente vivos!, pensaba Diego.
242 paco paratore
polvos de orquiDEA 243
FASHION MALL
Fort Lauderdale, USA
Regina
Consideraba un nuevo trabajo esta vez para ser representan-
te de Reuters en Rusia. El petróleo ruso podía ser un gran
desestabilizador del sistema de la OPEP. Se buscaría un
funcionario cercano a la cúpula para la infiltración. Regina
pensaba seriamente en comenzar una nueva línea de perfumes
que llevaran su nombre.
General Prieto
Fue enviado como delegado permanente de Venezuela al
Consejo de la OPEP en Europa.
Embajador USA
Casi se atraganta comiendo su cereal mañanero viéndose en
el video en las noticias de Tv.
Coronel Wallace
Tuvo que comunicarle nerviosamente a su esposa, la inte-
rrupción de sus vacaciones en Italia para volver de urgencia
a Perú a discutir el problema del video de Montesinos. ¿Dos
Videos?
Diego
252 paco paratore
Ángela
Fue gerente de las cadenas “Blanco en Blanco” por muchos
años y comenzó a cultivar orquídeas.
Fernandinho
Irene llegó al día siguiente al Jackson Memorial a verlo y
planeaban vivir parte del tiempo en Montana, donde tendrían
un criadero de caballos de carrera y en Miami cerca a Duda
por el calor y las playas. Fernandinho nunca recuperó el
movimiento del brazo izquierdo.
Duda
Sonriente, bella y sola seguía ganando mucho dinero en
cuanta aventura comercial iniciaba. Ahora poseía más de 3
000 orquídeas en su casa en Coral Gables, Miami.
Mariela
Conoció a un italiano de 60 años funcionario de una
empresa hotelera que la invitó a unas vacaciones en
Varadero, Cuba. Mirando la playa y sintiendo el calor
y la música pensaba y extrañaba a Carlitos, su esposo.
Terminó casándose con el italiano y viviendo en Irán
donde las mujeres deben ser extremadamente recatadas
y tienen que vestir velo.
Carlitos
Tuvo que pasar 10 años en una cárcel peruana. Cuando salió
polvos de orquiDEA 253
Marisela
Encontró que unas cifras de un papel que Alexander mantenía
en su departamento eran el código de una cuenta numerada
de un banco en Suiza.
Sofía
Encontró que vivía mejor sola.
El “Perro”
Tuvo que trabajar muchas horas extras para poder mantener
el vicio de su esposa,
Narcotraficantes Colombianos
A través de políticos amigos usaron el video de Montesinos
para hacer que el Plan Colombia fuera revisado en el Con-
greso Americano disminuyendo el presupuesto de la DEA,
una vez más. Esto permitió a los narcotraficantes retomar el
poder de decisión y tráfico directo de manos de las FARC.
La quema de los laboratorios sólo los ayudó a construir más
y mejores laboratorios porque el precio de la droga subió.
Carlos Castaño, jefe de los Contras se vio forzado a renunciar
por no contar con dinero ni armas para continuar la lucha
contra las FARC.
Nota
Presentación.......................................................................... 7
Lujuria................................................................................... 9
Ambición............................................................................... 21
La llave................................................................................. 25
Diego..................................................................................... 31
Corrupción............................................................................ 37
El “Loco”.............................................................................. 45
Regina................................................................................... 59
Video Casette........................................................................ 63
ángela................................................................................... 75
El “Perro”............................................................................. 87
Confusión ............................................................................ 105
Miami.................................................................................... 119
Fernandinho.......................................................................... 129
Mariela.................................................................................. 147
“Duda”.................................................................................. 157
“Carlitos”.............................................................................. 167
“Orquídea Negra”................................................................. 181
“Doble juego”....................................................................... 189
El “Mono”............................................................................ 203
“Casa de Buda”.................................................................... 215
Gato negro............................................................................ 229
Fashion Mall......................................................................... 243
Impreso en los talleres gráficos de
Gráfica Bellido S.R.L.
Los Zafiros 244 - Balconcillo
La Victoria (Lima 13), Lima-Perú,