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A pocos días de realizarse una enmienda para favorecer la reelección indefinida de los cargos de
elección popular, parece el escenario muy reñido y posiblemente gane el megalómano de sabaneta.
Si bien muchos que han conocido a un venezolano, saben que uno de los rasgos que nos
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caracterizan es la fortaleza de nuestras opiniones y nuestra recurrente capacidad por alzarnos ante
CULTURA quienes nos intentan pisar o imponer sus ideas a la fuerza. Esto parece más un rasgo pasado, ya
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que bajo este nuevo escenario electoral, el uso sin ningún pudor de los recursos del Estado a favor
de una tendencia política (el chavismo), unas autoridades cada vez más parecidas a unas meretrices
dispuestas a satisfacer los deseos del megalómano, unos militares declarándose revolucionarios sin
pudor, y unos grupos parapolíticos con ¨sentido social¨ con capacidad de ejercer la violencia
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legitimada, entre otros factores; parecen haber vaciado de simple sentido común y reconocimiento
Suscribirse Mapa del pasado del país, por parte de muchos de los ciudadanos que habitan y nacieron en él. Ello sin
de la web Página percatarse de que lo que tenemos ante nosotros es la reproducción de la eterna historia
de Inicio Web de latinoamericana donde, quienes detentan el poder nos cambia piedras de vidrio (mentiras) por
Semana El Guiño nuestro oro (esperanzas).
¿Qué opina de
nuestra web?
Los 10 años de gobierno de Chávez han cambiado el sentir del venezolano medio y eso no lo
borrará nadie, lamentablemente. Y no digo esto, por desear que vuelvan los políticos tradicionales,
que no son para nada de mi agrado tampoco, sino que ahora el venezolano ha perdido, hasta tal
punto, la capacidad de sorpresa, que ya nada parece servir de revulsivo a lo que se está viviendo. Y
pensar que el gran detonante social que trajo consigo la salida del ex presidente Carlos Andrés
Pérez fueron los comienzos de su receta neoliberal en 1989, las cuales trajeron consigo una ola de
saqueos sociales que aún parece no parar. Solo que ahora ya no sucede en las calles únicamente,
sino dentro de las instituciones venezolanas.
Lo vivido en Venezuela no es solo de los venezolanos. Habría que tomarlo presente como
recordatorio de los líderes delirantes, en todos los sentidos, que han tenido nuestros países.
Quienes han podido cambiar nuestros rasgos más intrínsecos hasta convertir a algunas
generaciones de nuestros compatriotas en adoradores y defensores de deseos ajenos, disfrazados de
justicia social pero que por detrás solo tiene un fin: poder, poder y más poder.
http://www.lasemana.es/periodico/noticia.php?cod=22553 09/02/2009