Professional Documents
Culture Documents
Consejodel
PlanUrbano
Ambiental
16 16
"GÉNERO Y CIUDAD"
INDICADORES URBANOS DE GÉNERO
Consejo del Plan Urbano Ambiental
e-mail: consejeros_copua@buenosaires.gov.ar
"GÉNERO Y CIUDAD"
INDICADORES URBANOS DE GÉNERO
NOTA PRELIMINAR
1 INTRODUCCIÓN
2 EL ORGANISMO GUBERNAMENTAL:
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. SECRETARÍA DE ACCIÓN SOCIAL.
DIRECCIÓN GENERAL DE LA MUJER
3 EL ORGANISMO NO GUBERNAMENTAL:
AMAI, ASOCIACIÓN DE MUJERES ARQUITECTAS E INGENIERAS.
RESEÑA DE LA RELACIÓN ENTRE GÉNERO, POLÍTICAS PÚBLICAS URBANO
AMBIENTALES Y GLOBALIZACIÓN EN LAS CIUDADES MEDIEVAL, BARROCA,
INDUSTRIAL Y CONTEMPORÁNEA
7.1 Ley 71
7.2 Indicadores de sustentabilidad
7.3 Contribución de los indicadores de sustentabilidad
7.4 Indicadores de competitividad para la Ciudad de Buenos Aires
7.5 Indicadores de sustentabilidad para la Ciudad de Buenos Aires. Una propuesta participativa
7.6 Agenda 21
7.7 Sondeo
7.8 Participación ciudadana y género en el Plan Urbano Ambiental
BIBLIOGRAFÍA
PORTADA DE "GÉNERO Y CIUDAD" - MUJERES URBANAS -
INDICE DE FOTOGRAFÍAS Y AUTORES
ANEXO 1
ANEXO 2
Entendemos que esta publicación, como las editadas con anterioridad, coadyuva a
dotar de mayores elementos de juicio al CoPUA y por tanto contribuye a consolidar
y esclarecer el desarrollar de los procesos de participación con la comunidad.
Storani, Carmen Doctora en Abogacía. UBA . Posgrado en Derecho Administrativo y Ciencias de la Administración UBA.
- Directora General de la Dirección General de la Mujer.
capítulo 1
INTRODUCCIÓN
La Dirección de la Mujer, Secretaría de Acción Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, -DGMUJ,
GCBA- y AMAI, Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras, en un esfuerzo conjunto entre una ONG y dife-
rentes áreas del gobierno local han buscado instalar el tema de las políticas públicas urbanas y medio ambien-
tales con equidad de género -PPUMACEG-, como la más apropiada relación entre el Estado y la sociedad civil.
El presente trabajo, expresa las instancias de un proceso de legitimación e institucionalización con referencia a
los condicionantes simbólicos, normativos y políticos que operan en la instalación de estas políticas como
dimensión impostergable de equidad social; su correspondencia con los Planes de Igualdad y las proposiciones
de las Conferencias Mundiales sobre el tema y la formulación de Indicadores Urbanos de Género.
Toda práctica social es el resultado del interactuar de individuos y de grupos, distintos actores de la sociedad
que mediante una trama y urdimbre de compromisos y acuerdos dan solución a los problemas públicos. Pero
no todos los miembros de una sociedad moderna, que a través de sus prácticas definen las instituciones, dispo-
nen de igual capacidad y recursos para producir y transformar las mismas.
La ideología de género tradicional basada en la familia nuclear relegó a las mujeres a espacios privados desva-
lorizados que dificultan el desarrollo de las personas, pero esta situación es reversible al ser el régimen de
género una construcción social no estática ni inmutable y a que su desenvolvimiento sigue el devenir de lo social
y la dinámica de género.
En cuanto al orden de género en particular, debe ser aplicado al enfoque de los problemas políticos, en nuestro
caso los urbanos-ambientales que habitualmente se encaran con una concepción restrictiva de ciudadanía que
ignora lo privado y que a través de diversos mecanismos que operan en los ámbitos institucionales va consti-
tuyendo a las mujeres en un grupo subordinado respecto a la distribución de recursos, responsabilidades, atri-
butos, capacidades, poder y privilegio.
Sin embargo existe una profunda dicotomía entre la noción universal de ciudadanía fundada en los derechos
individuales iguales para todos y el particularismo que caracteriza a la diversidad de los/as ciudadanos/as con-
cretos. Para resolver esa contradicción en lo referente al "género" es preciso desarmar la concepción patriarcal
de la ciudadanía y la vida privada y pública cuya separación da origen al mundo de la "sujeción natural", el de
las mujeres separado del de los hombres.
Así los nuevos rasgos y vinculaciones de actores que caracterizan a la sociedad actual, cada vez más organi-
zada y compleja- influyen en los procesos políticos de la toma de decisiones sobre políticas públicas.
Es este quehacer de actores/actrices el que propicia mayor interdependencia de los subsistemas sociales. Estos
conforman espacios socioeconómicos de creciente autonomía y de difícil regulación por parte de un Estado
descentralizado y fragmentado con funciones cada vez más heterogéneas según la modalidad de que se trate,
sean áreas públicas, sectores productivos o niveles políticos; además, inhábil para asumir la conducción y mo-
delación social debiendo recurrir a la experticia de actores/actrices no estatales para entre todos/as abrir un
espacio de acción común.
Dentro de esta dimensión de articulación entre grupos sociales y Estado aparece el concepto de "red" como con-
figuración de nuevas formas de coordinación social que no superponga lo público con lo privado y que permita
multiplicar los intercambios y combinar los recursos.
En abril de 2001, la Dirección de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, -DGMUJ, GCBA-, nos con-
vocó para realizar una investigación sobre las relaciones desiguales entre los géneros que se producen en la ciu-
dad; analizar planes urbanos existentes o en elaboración por la Secretaría de Planeamiento, así como los progra-
mas urbanos propuestos por la Secretaría de Obras Públicas. Ello permitiría a la DGMUJ transversalizar el género
en la gestión de esas Secretarías o sea insertar políticas urbano-ambientales en el "gender mainstreaming".
La tarea que se encaró en forma conjunta involucró finalmente a la Dirección General de la Mujer, Secretaría de
Acción Social; la Secretaría de Planeamiento; la Dirección de Estadística y Censo; los Centros de Gestión y
Participación, el Consejo del Plan Urbano Ambiental, todos ellos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y AMAI, Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras quienes como punto de partida diseñaron
un modelo para determinar Indicadores Urbanos de Género, IUGs.
En fin, que nuestra tarea al participar en el interior de una política de género implicó revisar los significados, va-
lores y relaciones de poder y aún aceptando las implicancias políticas que ello conlleva, elaborar discursos de
resistencia a toda forma de subordinación y dominio, que impida a hombres y mujeres el pleno desarrollo
humano, tratando de transformar los discursos hegemónicos buscando nuevas formas de ver, sentir y actuar
con libertad.
EL ORGANISMO GUBERNAMENTAL:
GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.
SECRETARÍA DE DESARROLLO SOCIAL.
DIRECCIÓN GENERAL DE LA MUJER
Es importante considerar que cuando hablamos de "Políticas públicas de igualdad de oportunidades", "Políticas
públicas con perspectiva de género" "Políticas públicas tendientes a la equidad", estamos en presencia del di-
seño de políticas públicas dirigidas a disminuir las brechas diferenciales por cuestiones de género y la discri-
minación contra la mujer en la sociedad.
Cuando esas políticas se implementan desde el Estado, se demuestra la decisión política de los- las gober-
nantes de incorporar en su agenda la variable género.
Esta evolución en el diseño de las políticas públicas, no es casual. Está relacionada con la conceptualización
del sistema normativo internacional, en cuanto a los Derechos Humanos de las personas. Esta evolución tiene
un resultado altamente significativo, en la declaración de la Conferencia de Derechos Humanos en Viena,
Austria, año 1993, en la que se sostiene que: "...los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalie-
nable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales...".
Las Conferencias de la Mujer 1, convocadas en el ámbito de Naciones Unidas que se vienen realizando desde
hace más de tres décadas, han sido una fuente trascendente de formulación de políticas y propuestas a ser
tomadas de manera universal, con posiciones ideológicos claras en defensa de los intereses de las mujeres y en
contra de la discriminación. Así temas, como la accesibilidad igualitaria de mujeres a cargos de conducción políti-
ca, social y sindical; la condena, prevención, asistencia y tratamiento de la violencia física, psicológica, y sexual
contra la mujer y la niña y- o niño; la prevención del VIH SIDA y el ejercicio y garantía de los derechos sexuales
y reproductivos; la visibilización de la feminización de la pobreza y la necesidad de generar diversas políticas que
resguarden la situación de mujeres pobres, desocupadas, con hijos e hijas menores a cargo, son apenas una
breve descripción de los planteos específicos, que de manera mundial se sostuvieron en esos ámbitos.
Estos planteos se trataron en forma paralela, en nuestro país, por parte de las mujeres políticas de partidos
democráticos como el "Partido Justicialista", el "Partido Socialista" y la "Unión Cívica Radical", así como el
1) Conferencias Mundiales sobre la Mujer (Naciones Unidas): México (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985), Beijing (1995) y Asamblea de seguimiento
Beijing + 5, Nueva York (2000).
Estas propuestas fueron acompañadas por estrategias de movilización social, que tuvieron su correlato formal
en la formulación de legislación, y consiguientemente en la generación de políticas públicas que desde los
poderes ejecutivos comenzaron a implementarse.
Los derechos humanos son aquellos que todo ser humano posee y que tiene el derecho de disfrutar simple-
mente por su condición de ser humano. Estos derechos nacen con la persona y su protección es responsabili-
dad de todo Estado.
Se basan en el principio de que todas las personas poseen una dignidad humana inherente y tienen igual dere-
cho de disfrutarlos, sin importar su sexo, raza, color, idioma, nacionalidad de origen o clase, ni sus creencias
religiosas o políticas.
El concepto de derechos humanos y del Derecho de los Derechos Humanos son, por naturaleza dinámicos:
aunque una gama de derechos humanos fundamentales ya tiene reconocimiento jurídico, nada excluye la posi-
bilidad de dar una interpretación más amplia a los existentes, o de que la comunidad internacional acepte, en
cualquier momento derechos adicionales.
Este dinamismo hace de los derechos humanos una herramienta potencialmente muy poderosa para garantizar
el desarrollo social y civil de las personas, su dignidad.
La firma de la "Carta de las Naciones Unidas", en el año 1945 luego de la Segunda Guerra Mundial, donde se cons-
tituye la Organización de la Naciones Unidas (ONU), es un hito histórico para la humanidad; y la "Declaración
Universal de los Derechos Humanos" adoptada por la asamblea general de la ONU en 1948, es el primer intento
de codificar los estándares necesarios para el tratamiento de las personas. Este documento es reconocido, hoy
como un parámetro, para todos los pueblos y naciones, en la lucha por promover la dignidad humana.
El "Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)" y "Pacto Internacional sobre los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)": adoptados por el Comité de la Asamblea General para asuntos
de derechos humanos en 1966: convierte en obligaciones para los Estados lo que manifiesta la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Ambos entraron en vigor en 1976, y en conjunto con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos reciben el nombre de Carta Internacional de Derechos Humanos.
Son acuerdos interestatales de carácter vinculante, el término se usa como sinónimo de convención y tratado.
El PIDCP afirma que todas las personas tienen una amplia gama de derechos civiles y políticos, el organismo
que supervisa el cumplimiento de este pacto es el Comité de Derechos Humanos.
El PIDESC declara que todas las personas poseen una amplia gama de derechos económicos, sociales y cul-
turales. El organismo de supervisión es el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Además hay diversos tratados para diferentes campos específicos tendientes a garantizar los Derechos
Humanos de las personas.
Los tratados en nuestra Constitución Nacional: la reforma constitucional del año 1994 adoptó la normativa de los tratados:
2) Para las breves consideraciones sobre derechos humanos se ha seguido el análisis de "Derechos Humanos de las Mujeres" Paso a Paso, Editado por el
"Instituto Interamericano de Derechos Humanos", "Women Law and Development International", "Human Rights Watch Women's Rights Proyect", 2000.
346.013-D432d.
Todo ser humano tiene derecho a gozar de sus derechos humanos y a su protección a través de las leyes y las
costumbres de su país de residencia. Según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, hombres y
mujeres por igual están investidos por libertades fundamentales y derechos humanos, sin distingo de carac-
terísticas de sexo y raza. Por eso independientemente de cualquier particularidad cultural, dogma religioso y
nivel de desarrollo, las mujeres de todo el mundo tienen derecho a gozar de los derechos humanos.
La valoración efectiva que los derechos de las mujeres son derechos humanos se consagra en el derecho inter-
nacional en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, a través de la Declaración y Programa de Acción
de Viena, en Junio de 1993.
En el punto 18 de la citada declaración, se sostiene que "... Los Derechos Humanos de la Mujer y de la Niña
son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en
condiciones de igualdad, de las mujeres en la vida política, civil, económica, social y cultural, en los planos
nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son
objetivos prioritarios de la comunidad internacional.
La violencia y todas las formas de acoso y explotación sexuales, en particular las derivadas de prejuicios cul-
turales y de la trata internacional de personas, son incompatibles con la dignidad y la valía de la persona humana
y deben ser eliminadas.
Esto puede lograrse con medidas legislativas y con actividades nacionales y cooperación internacional en
esferas tales como el desarrollo económico y social, la educación, la atención a la maternidad y a la salud y el
apoyo social.
La cuestión de los derechos humanos de la mujer debe formar parte integrante de las actividades de derechos
humanos de las Naciones Unidas, en particular la promoción de todos los instrumentos de derechos humanos
relacionados con la mujer.
La conferencia Mundial de Derechos Humanos insta a los gobiernos, las instituciones intergubernamentales y
las organizaciones no gubernamentales a que intensifiquen sus esfuerzos a favor de la protección y promoción
de los derechos humanos de la mujer y de la niña...".
En el Capitulo II- B igualdad, dignidad y tolerancia, en el punto 36, se manifiesta que: "La Conferencia Mundial de
Derechos Humanos pide encarecidamente que se conceda a la mujer el pleno disfrute en condiciones de igualdad
de todos los derechos humanos y que ésta sea una prioridad para los gobiernos y las Naciones Unidas...".
3) Para este párrafo de " Por qué los derechos humanos de las mujeres" se ha seguido el análisis de "Derechos Humanos de las Mujeres" Paso a Paso,
Editado por el "Instituto Interamericano de Derechos Humanos", "Women Law and Development International", "Human Rights Watch Women's Rights
Proyect" , 2000. 346.013-D432d.
En la declaración y programa sobre desarrollo social en marzo de 1995, se sostiene en su Quinto Compromiso:
"...Nos comprometemos a promover el pleno respeto de la dignidad humana y a lograr la igualdad y la equidad
entre el hombre y la mujer y a reconocer y a aumentar la participación y la función directiva de la mujer en la
vida política, civil, económica, social y cultural, y en el desarrollo...".
Las dos cumbres mencionadas deben ser analizadas armónicamente con la "Convención sobre eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer" y las Conferencias de Nairobi, Beijing y Beijing más 5, su
articulado y sus informes, en el entendimiento de que todas estas normativas son el sustento legal internacional
y nacional en que se basan el desarrollo de los derechos humanos de las mujeres.
11 (igualdad ante la ley :no se admiten discriminaciones de ningún tipo, incluido cuestiones de "género");
14 (acción de amparo: se incluye su viabilidad en el caso que se interponga contra cualquier forma de
discriminación);
21 (necesidad del dictado de una ley básica de salud que debe contar con los siguientes lineamientos- entre
otros- inc 4* promoción de la maternidad y procreación responsables, debiendo garantizar los derechos
reproductivos con la información, educación , métodos y prestaciones de servicios adecuados; inc.5*
atención integral del embarazo, parto y puerperio y de la niñez hasta el primer año de vida; promoción de la
lactancia materna);
23 (asegura la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso , permanencia, reinserción y egreso
del sistema educativo);
24 (contempla la perspectiva de género y la incorporación de programas de educación sexual y derechos
humanos a ser asumida en los lineamientos del sistema educativo público);
37 (reconoce los derechos reproductivos y sexuales libres de coerción y violencia, como derechos humanos
básicos, especialmente a decidir responsablemente sobre la procreación, el número de hijos, y el intervalo
entre sus nacimientos, garantiza la igualdad de derechos y responsabilidades de mujeres y varones
como progenitores y se promueve la protección integral de la familia).
111 (Tribunal Superior de Justicia :en su integración no pueden ser todos de un mismo sexo).
Resulta de interés para esta publicación y, en especial para el análisis de este capítulo transcribir de
manera textual el articulo 38 , debido a que su contenido opera no sólo como marco normativo, sino de
fundamento conceptual a la obligación de implementar políticas públicas con perspectiva de género desde
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Así,
"La ciudad incorpora la perspectiva de género en el diseño y ejecución de sus políticas públicas y elabora par-
ticipativamente un plan de igualdad entre varones y mujeres.
Estimula la modificación de sus patrones socioculturales esteriotipados con el objeto de eliminar prácticas
basadas en el prejuicio de superioridad de cualquiera de los géneros, promueve que las responsabilidades fami-
liares sean compatibles; fomenta la plena integración de las mujeres a la actividad productiva, las acciones po-
sitivas que garanticen la paridad en relación con el trabajo remunerado, la eliminación de la segregación y de
toda forma de discriminación por estado civil o maternidad; facilita a las mujeres único sostén de hogar, el
acceso a la vivienda, al empleo, al crédito, y a los sistemas de cobertura social; desarrolla políticas respecto de
las niñas y adolescentes embarazadas, las ampara y garantiza su permanencia en el sistema educativo; provee
a la prevención de violencia física, psicológica y sexual contra las mujeres y brinda servicios especializados de
atención; ampara a las víctimas de la explotación sexual y brinda servicios de atención; promueve la partici-
Queda claramente fijado, cuál es el plexo normativo en esta ciudad en cuestiones que abarcan la defensa de
los derechos de las mujeres y la lucha contra la discriminación en todos sus aspectos; siendo bastante minu-
ciosa la descripción que se realiza en la norma constitucional , destinada a resguardar estos derechos humanos
básicos.
Asimismo el Plan de Igualdad de Oportunidades, hoy legislado por la ley 474, forma parte del mandato consti-
tucional que aquí se reseña.
La dirección General de la Mujer es el organismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destinado a difundir
y a promover el ejercicio igualitario de los derechos humanos de las mujeres y a garantizar su cumplimiento.
Tiene como tarea llevar adelante el reconocimiento de la existencia de las conductas discriminatorias hacia las
mujeres, y por otro lado, debe sostener y fortalecer los servicios de atención hacia las mujeres que son víctimas
de esas mismas conductas, naturalizadas en muchos casos, en la sociedad.
El desarrollo conceptual e ideológico sobre los contenidos de la discriminación contra la mujer, llevado adelante
durante más de dos décadas de trabajo sostenido del "colectivo" femenino de esta Ciudad, formado por mujeres
políticas, organizaciones no gubernamentales "que trabajan para y con mujeres", sindicalistas, profesionales,
académicas, mujeres militantes de organizaciones barriales, logró que algunas de esas conductas discriminato-
rias " naturalizadas" fueran visibilizadas y condenadas. La legislación, paulatinamente, fue incorporando las pro-
tecciones al ejercicio igualitario de los derechos humanos de las mujeres.
En la actualidad y, como corolario de la situación descripta, el organismo cuenta con uno de los servicios más
importantes del país (en cuanto a su cobertura y complejidad) que abarca la escucha y contención telefónica, la
derivación para la atención, asistencia psicológica y patrocinio jurídico gratuito para mujeres víctimas de violen-
cia física, psicológica y- o sexual. 4
Las derivaciones que se realizan desde la central de llamadas son hacia los Centros Integrales de la Mujer (CIM) 5
desde donde se brindan los tratamientos señalados en forma individual y en grupos terapéuticos. Estos centros
reciben demanda espontánea y derivada del poder Judicial, en algunos casos. En algunos de los centros se han
incorporado modalidades de trabajo con la comunidad, siendo estos talleres de trabajo cultural y creativo y, en
otros talleres de capacitación en oficios, brindados desde las actividades previstas en la Dirección.
Para casos de grave riesgo físico y- o psicológico para mujeres víctimas de violencia y - o sus hijos e hijas
menores y su posterior revinculación con su medio social y proyección de un modelo de vida sin violencia; así
como para la situación de desamparo de mujeres adolescentes embarazadas, se cuenta con lugares de alo-
jamiento adecuados. En los mismos se brinda la debida contención y seguimiento en los tratamientos. 6
Es importante señalar el desarrollo de las actividades de sensibilización, capacitación y de generación de
agentes multiplicadores desde lo social para lograr que se reconozca la problemática de la violencia, y se pueda
trabajar en su prevención, así como en la difusión de los derechos que asisten a las mujeres víctimas de vio-
lencia, niños y- o niñas.
La accesibilidad a la salud tiene un espacio decisivo en las actividades destinadas a su sensibilización y pro-
moción, fundamentalmente aquéllas dirigidas con relación al ejercicio de la salud sexual y reproductiva, la pre-
vención del VIH-SIDA, así como la derivación y asistencia a los servicios hospitalarios especializados.
5) Los centros de atención son: "Arminda Aberastury", H.Yrigoyen 3202; " Isabel Calvo" Avda. Brasil entre Lima Este y Lima Oeste-Plaza Constitución; "María
Gallego", Fco. Beiró 5229; " Margarita Malharro" 24 de noviembre 113; "Lola Mora" Agüero 301; "Alicia Moreau" Humberto Primo 470, 1* piso; " Elvira
Rawson" Salguero 765 y Área de atención espontánea en Carlos Pellegrini 211 7°piso.
6) Casa de Medio Camino "Julieta Lanteri"; Hogar para Madres Adolescenters" María Eva Duarte de Perón"; Refugio para la Mujer golpeada y sus hijos-as "
Mariquita Sánchez de Thompson".
Los temas sobre los Derechos Humanos de la mujer, que abarcan la situación de violencia, el trabajo y la salud,
las conferencias internacionales, las teorías sobre el feminismo, la historia del movimiento de mujeres, sus pro-
tagonistas, pueden estudiarse, analizarse y profundizarse, a través del centro de documentación 7. Por otro lado,
desde allí se brinda la información de todas las actividades que se realizan en esta Ciudad destinadas a pro-
mover, fortalecer e impulsar cuestiones específicas en las temáticas de la mujer. Es un espacio de información
abierto a todas las organizaciones no gubernamentales, fortaleciendo de esa manera la interacción que debe
existir entre el gobierno y la sociedad civil.
La formulación de nuevas ideas y de líneas de investigación relacionadas con la situación de la mujer en la ac-
tualidad, tendiente a ampliar el universo de lo "femenino" con la intención de abordar nuevas alternativas de tra-
bajo social y de generación de políticas públicas específicas, se encuentra en pleno desarrollo. A través de estas
líneas de trabajo el objetivo es generar, con la participación de distintos actores, nuevos programas, actividades
y/o redireccionar las existentes. 8
Por último, en el capítulo 6 de este libro se analizará el trabajo que el área desconcentrada de servicios, a través
de las Delegadas de la Dirección General de la Mujer, en los Centros de Gestión y Participación han realizado
para la obtención de la muestra analizada en detalle en esta publicación.
Los servicios que se brindan desde el organismo y, los programas y actividades que se desarrollan se han ido
fortaleciendo con el transcurso de los años.
Resta incorporar una capacitación permanente de forma integral en relación a los temas que se abordan, dirigi-
da a los equipos técnicos ,con el criterio de unificar criterios de abordaje, tratamiento y patrocinio jurídico a
mujeres, niñas y niños víctimas de los diferentes tipos de violencia. Así como, es necesario realizar una planifi-
cación estratégica en la ejecución de los programas y actividades, a los efectos de abarcar aún más a la
población , optimizando de esa manera los recursos financieros y humanos disponibles.
Por otro lado, es importante precisar que a partir del proceso de implementación de la Ley 474 en todo el ámbito
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 9, las políticas públicas dirigidas a las mujeres , tienen en la actualidad
otro enfoque.
Este consiste en potenciar las políticas diseñadas para resolver los problemas graves y específicos ,que son
consecuencia de la discriminación contra la mujer, ya abordadas en la reseña de las actividades en el punto
anterior, a través de una incorporación efectiva de la perspectiva de género en todas las áreas del ejecutivo.
Significa visualizar y poner en ejecución el papel que el Estado local debe tener en relación a implementar y res-
guardar con sus políticas la igualdad de oportunidades para mujeres y varones, cumpliendo de esa manera pre-
ceptos constitucionales.
7) El centro de documentación "Zita Montes de Oca", se encuentra en la sede la Dirección General de la Mujer Carlos Pellegrini, 211,7* piso y cuenta con toda
esta información disponible al público.
8) El tema tratado en este año ha sido el de "Sostén de los hogares", en edición para su publicación.
Dos cuestiones fundamentales: decisión política y ,en consecuencia reforma del Estado; dado que enfocar las
políticas dirigidas para la mujer desde esta perspectiva, significa modificar la concepción que desde el Estado
se debe tener para incorporar efectivamente estas ideas sin " atajos" conceptuales .
Por esto, es importante señalar que cuando se analiza el papel del Estado en cuestiones de " género" no sig-
nifica exclusivamente que éste pueda reproducir con la implementación de sus políticas desigualdades de "
género". Abarca la concepción, que el Estado puede y debe transformar estas desigualdades, desde el diseño
de las mismas.
Significa que el Estado no es neutro en términos de género, ya sea porque reproduce las condiciones de
desigualdad, porque es un actor con intereses propios y con capacidad para actuar autónomamente y porque
sus políticas tienen impactos en las relaciones de género, sexualidad, etnia, clase, y especialmente porque den-
tro de esquemas interpretativos crea nuevos significados, es un sitio de producción cultural y discursiva en
donde las relaciones de género se configuran, re-significan y re-codifican. (Rojas y Caro: 1998).
Guzmán (1999) señala que el Estado a través de sus políticas afecta en forma directa o indirecta las relaciones de género.
Esto trae aparejado los siguientes efectos:
Siguiendo a Laura Pautasi y Jacinta Burijovich se pueden analizar los conceptos relacionados con la " trans-
versalidad de género".
En ese sentido se acuerda que para la instrumentación de la planificación de género en las políticas públicas es
necesario incluir el modelo "gender mainstreaming". La definición de la Unión Europea dice: "Es la (re)organi-
zación, mejora, desarrollo y evaluación de procesos de política, de manera que una perspectiva de igualdad de
género sea incorporada en todas las políticas, en todos los niveles y en todas las etapas, por los actores nor-
malmente involucrados en el diseño, ejecución y evaluación de políticas". Se trata de hacer del mismo un eje
transversal de decisiones que afecte a todas las políticas sociales y económicas del Estado, de esa manera se
garantiza su incorporación como macro-lineamiento de las políticas.
10) Laura Pautassi y Burijovich, Jacinta : Seminario "Introducción a la perspectiva de género" mimeo Consejo Nacional de la Mujer, 2001.
Entre las políticas macro y las políticas sectoriales es necesario armonizar un enfoque global de género con las
visiones específicas y particulares. La inclusión del enfoque global permite superar la consideración de los asun-
tos de la mujer en forma segmentaria y desintegrada. A su vez, el proceso de mainstreaming implica, por una
parte la integración del enfoque de género en las políticas ya existentes, y por otra, poner el tema y el análisis
de género en la agenda de toma de decisiones.
El poder formular y ejecutar una política de género supone contar con diagnósticos, indi-
cadores e información. Esto implica institucionalizar procedimientos para producir infor-
mación pertinente y discriminada por sexo.
Si bien la inclusión del enfoque de género significa formular políticas con equidad de género, el diseño de políti-
cas sectoriales debe incorporar también la equidad social en general. Esto significa que no se debe considerar
a las mujeres como un "grupo vulnerable" y mucho menos pensar que porque se incorpore un "componente
mujer" o "mujeres beneficiarias" en los programas sociales o políticas de desarrollo se ha considerado la pers-
pectiva de género. Precisamente esta implica considerar la distribución asimétrica del poder a nivel micro y a
nivel macro político, económico y social.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuenta con la Constitución constitutiva de la Ciudad, sumamente mo-
derna (entre otros los artículos 11; 21; 36; 37; 38; 111) y con la ley 474 que plasma el "Plan de Igualdad Real de
Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones", que la coloca en una de las más avanzadas del mundo en
su normativa, al consagrar de manera adecuada los derechos humanos de su ciudadanía.
Dicha ley precisa en su articulado, objetivos y definiciones muy claros, tendientes a incorporar la perspectiva
de género en las políticas públicas del gobierno de la Ciudad.
El objeto de la misma consiste en garantizar a las mujeres el pleno reconocimiento, goce y ejercicio de sus dere-
chos y garantías y promover la igualdad real de oportunidades y de trato entre varones y mujeres, tal como lo
establece la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Constitución Nacional y los Tratados
Internacionales suscriptos por nuestro país. Art. 2*.
Los objetivos del Plan de Igualdad, están incorporados en su articulado y se detallan a continuación:
• la inserción económica, social, laboral, política y ciudadana, el acceso a puestos de decisión y la integración
en las políticas de desarrollo, en condiciones igualitarias para mujeres y varones.
• la participación en condiciones de paridad de mujeres y varones en los procesos de elaboración y trans
misión de conocimientos en todos los niveles y en el desarrollo de opciones educativas y profesionales.
• investigaciones y campañas tendientes a hacer visible y cuantificar el aporte de varones y mujeres en el
trabajo doméstico y familiar y su contribución a la economía.
• el reparto equitativo de las tareas y responsabilidades domésticas y familiares.
• la integración de mujeres y varones en condiciones de igualdad en las políticas de desarrollo.
• la investigación y diseño de los programas socio- sanitarios que afectan a las mujeres en particular.
• el estímulo a la labor de las organizaciones para la defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de
oportunidades y su participación en la implementación de las acciones previstas en la presente ley. Art 9.
A principios del año 2002, para cumplir con esas propuestas, se constituyó, en el ámbito de la Secretaria de
Desarrollo Social, el equipo de trabajo del Plan de Igualdad de Oportunidades, conformado por personal técnico -
político de esa Secretaría y de la Dirección General de la Mujer, y que contó con el aporte técnico de la
Fundación Friedrich Ebert (FES).
• Diseño de la estrategia de trabajo y la búsqueda de consensos necesarios para la implementación del Plan
de Igualdad y de Oportunidades;
• Preparación de material escrito de difusión y/o de sensibilización para el Ejecutivo, y ONGs que "trabajan
para y con mujeres";
• Convocatoria a todas las/os Secretarias/os de la Ciudad, a los efectos de que designen una representante
para el desarrollo del Plan de Igualdad;
• Constitución de la comisión del Plan de Igualdad en la Ciudad, con las representantes de dichas
Secretarias. En la misma se trabajaron los alcances de la Ley 474 y se consensuaron estrategias de
implementación.
• Diseño de una grilla-instrumento para registrar y organizar las propuestas sectoriales, los organismos
responsables, los ejecutores y el cronograma de actividades previstas, según lo dispuesto por la ley 474.
• Incorporación en la "grilla" de los compromisos sectoriales en cumplimiento de la Ley 474. Los mismos
surgieron como producto de diversas reuniones de trabajo realizadas en las Secretarías del Poder Ejecutivo.
• El 4 de noviembre de 2002 el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y todo su Gabinete
firmaron el "Acta Compromiso por la Igualdad" .Los compromisos asumidos potenciaron los alcances de la
Ley e instalaron las políticas de igualdad entre mujeres y varones en la agenda pública de la Ciudad.
• Edición y presentación de los "Compromisos por la Igualdad 2003", resultado de la labor conjunta de todas
las áreas de gobierno en cumplimiento de la Ley 474 - Plan de Igualdad Real de Oportunidades y Trato
entre varones y mujeres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta tarea se encara tanto para los niveles técnicos como políticos, siendo este último esencial para el logro de
resultados.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra comprometido en incorporar esta perspec-
tiva a las políticas activas desde las diferentes Secretarias de la ciudad, así como en continuar las diversas
políticas en defensa de nuestras mujeres, que han sido aplicadas a lo largo de este último año.
La puesta en ejecución del Plan de Igualdad de Oportunidades es un proceso que se ha iniciado con una firme
decisión política. En la actualidad se encuentra en una etapa de concreción de los compromisos asumidos para
el año 2003 y en una etapa de elaboración de compromisos para el próximo año.
Con la puesta en marcha de este Plan, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, avanza hacia una sociedad igua-
litaria entre mujeres y varones, garantía efectiva del ejercicio de una ciudadanía pluralista y transformadora, eje
sustantivo y parte esencial del ideal democrático.
EL ORGANISMO NO GUBERNAMENTAL:
AMAI, ASOCIACIÓN DE MUJERES ARQUITECTAS E INGENIERAS.
RESEÑA DE LA RELACIÓN ENTRE GÉNERO, POLÍTICAS PÚBLICAS URBANO
AMBIENTALES Y GLOBALIZACIÓN EN LAS CIUDADES MEDIEVAL,
BARROCA, INDUSTRIAL Y CONTEMPORÁNEA
BRANDARIZ, GRACIELA
CATALDO, CRISTINA
KAUFMAN, DORA
LELCZUK, ALICIA
Ingeniera BEVILACQUA, SONIA
La presente investigación intenta complementar, con la visión de la cultura urbana, aspectos referidos a la con-
formación de los espacios público y privado desde su expresión urbanística pero también desde las caracterís-
ticas que la globalización, entendida ésta como signo distintivo de la expansión capitalista no referida a una
situación histórica determinada sino como un proceso de transformación permanente en lo económico, social,
cultural y científico, ha impreso en la organización espacial de las ciudades con especial detenimiento en cuál
ha sido el modo de inserción de las mujeres en ellas.
Su desarrollo se produjo a lo largo de varios siglos, ubicando el comienzo de la era global en el siglo X, alrede-
dor del año 900, con la invención de la moneda, la expansión del comercio internacional y la conformación de
las ciudades medievales.
La ciudad es el punto de concentración máxima del poderío y de la cultura de una comunidad. Funciona como
el órgano especializado de la transmisión social. Acumula e incorpora la herencia de una región combinándola
con la herencia cultural de unidades más grandes, nacionales, raciales, religiosas y humanas. Junto con el
idioma es la obra de arte más grande del ser humano.
Hacia el año 900, las ciudades occidentales despertaron a una nueva vida, conformando un período que afec-
tó profundamente las instituciones dominantes en Occidente y en particular las de la ciudad. Cinco siglos pre-
vios de violencia, de incertidumbre, crearon en el corazón europeo un deseo profundo de seguridad; una necesi-
dad de protección de vidas y propiedades. Nace la ciudad amurallada.
El interés público se concentró en la lucha por el poder entre la burguesía urbana y sus señores. Peleando o
negociando las ciudades ganaron el derecho de estar sujetas a las leyes del mercado, transitar libremente,
acuñar monedas y establecer pesas y medidas, administrar justicia en las cortes locales: es decir un estado
soberano, aunque no por mucho tiempo.
La población era más homogénea que la de las ciudades actuales, existían menos diferencias de clase, más
igualdad de riqueza y más armonía de intereses.
La vida doméstica medieval tuvo carácter corporativo; la familia urbana medieval no era una unidad privada, en
la casa vivían los parientes, los trabajadores de las industrias y talleres familiares y los criados que eran miem-
bros secundarios de las familias. Todos comían juntos en la misma mesa, trabajaban juntos en el taller o fábri-
ca, dormían en el mismo dormitorio separados por sexos, relegando el intercambio sexual a la oscuridad del
jardín o a la intemperie de los parajes agrestes; rezaban y se divertían juntos. La castidad y la vir-
ginidad eran los estados ideales, el matrimonio representaba la felicidad. La actividad erótica estaba
sujeta a variaciones estacionales, con su máximo en primavera.
La vida para las mujeres fértiles era una sucesión de embarazos que las llevaban frecuentemente a
la muerte, de allí el prestigio de la virginidad. La hostilidad de los clérigos hacia el placer conformó la
opinión que se tenía de las mujeres, a las que se colocó en un plano de absoluta inferioridad, de acen-
tuada misoginia, sólo útiles para traer hijos al mundo o como fuerza de trabajo.
"El desarrollo de una moral de las relaciones conyugales con roles definidos en cuanto al compor-
Plaza pública. tamiento sexual de marido y mujer de tanta importancia para la moral cristiana se dio lentamente a lo
La población era homogé- largo de un proceso histórico y a pesar de grandes resistencias consiguió instalar el modelo cristiano
nea, con escasas diferencias
de clase. de matrimonio y su desigualdad contractual expresiva de dos modalidades sociales diferentes: públi-
ca y privada, conformando espacios y producciones subordinados uno al otro, el de las mujeres donde se ge-
neran las condiciones para la apropiación del capital cultural de las mismas y donde se produce la invisibilidad
de su producción económica desarrollándose como un mundo subalterno privado de productividad y poder orga-
nizacional características de lo público, de generación y dominio masculino". (Fernández, A.M.(2000) "La mujer
de la ilusión. Pactos y contratos entre hombres y mujeres).
El hacinamiento era desconocido. La salubridad rudimentaria, pero no por ello perjudicial para la salud. Algunas
grandes ciudades observaban reglas de higiene, pero los hábitos de tirar excrementos y basura a la calle eran
difíciles de erradicar. Era dificultoso hacer desaparecer los desperdicios no orgánicos: cenizas y desechos de
curtiembres y desengrase de lanas pero su volumen era infinitamente menor que el que generaron las ciudades
posteriores; el grueso de la basura eran materiales orgánicos que se fundían con la tierra fértil, generosa en la
ciudad. La provisión de agua de consumo era una función colectiva de la ciudad así como el mantenimiento del
manantial o el arroyo o la provisión de bellas fuentes en la plaza pública o en la calle, cumpliendo con la doble
La calle estrecha y llena de vericuetos era la expresión del tejido urbano de relaciones, una línea de
comunicación más que un medio de transporte y al no estar pavimentada se parecía a una granja o
a un jardín, con escaso número de vehículos. Aún no se había producido la destrucción del tejido
urbano con separación de ricos y pobres, propia de las ciudades que siguieron a la medieval y que
Vista de Venecia. alcanza su máxima expresión en las ciudades contemporáneas.
El comercio internacional y el
municipio como gobierno au- La expectativa de vida era baja, especialmente entre las mujeres, debido a la pobre alimentación, los
tónomo caracterizan a la Ciu-
inviernos rigurosos, el trabajo duro, la maternidad frecuente.
dad Medieval.
Aún no había aparecido la preocupación por el individuo, impensable dentro de esta sociedad comunitaria. Tuvo
vigencia el interrogante respecto de las obligaciones para con Dios pero mantuvo ausente toda noción de indi-
vidualidad e intimidad (1). Por ese entonces pretendía no haber diferencias entre el espacio "privado", propio de
las mujeres y la servidumbre y lo "público" territorio de dominio masculino, aunque las mismas parecen existir
desde el inicio de los tiempos.
La cultura del período medieval se mantuvo activa durante los siglos XV y XVI. Por ese entonces, aparece la
ciudad barroca al tiempo que se da la conquista de América, el avance del mercantilismo y la creación de un
primer mercado mundial y con ello el afianzamiento de lo negativo de la moderna globalización: capitalismo
inclemente, autoritarismo, concentración del poder, desigual distribución de la riqueza.
Sus características eran la burocracia permanente, los tribunales permanentes, los archivos permanentes y los
edificios permanentes ubicados en el centro de la ciudad. Incipientemente comienzan a darse ciertas
condiciones que caracterizarán la globalización siglos más tarde tales como las divisiones entre ricos
y pobres, pobres e indigentes como claro ejemplo de fragmentación por desigualdad económica,
acceso diferencial a los bienes materiales y culturales, concentración de la riqueza en pocas manos.
La ciudad dejó de ser un medio para conseguir la libertad y la seguridad por la muerte del municipio;
sirvió en cambio para consolidar el poder político bajo la supervisión del rey en la capital
todopoderosa. El Estado se desarrolló a partir de ello. Por el contrario desde los últimos años del siglo
XX un efecto muy positivo del último proceso de globalización es la revalorización del municipio como
forma de gobierno local y participación ciudadana, -especialmente para las organizaciones de mujeres,
París boulevars.
muchas veces con el apoyo de programas de cooperación de organismos internacionales- debido a la
Comenzaba en plenitud el es- destitución gradual del Estado-nación como práctica dominante.
píritu masculino de domina-
ción de espacio, tiempo y na- Comienza en el siglo XVII como expresión de políticas públicas urbanas: el hacinamiento, la pérdida
turaleza. del suburbio, la especulación en tierras; la construcción de barrios precarios, donde se mezclaban
mendigos, ladrones y la población pobre en general.
La piedad cristiana y la “gestión” capitalista se combinaron y enviaron conquistadores al otro lado del océano
para saquear a la India, el África, Sur y Centroamérica. La guerra se convirtió en una actividad continua, y la
necesidad de armas de guerra puso a las ciudades en manos de las oligarquías.
1) Fernández, A. Op. cit. "La preocupación por el individuo, sea en el plano cotidiano, filosófico o científico -surge posteriormente con el desarrollo de las
ciencias humanas- es una preocupación impensable dentro de las sociedades feudales. En las formas de ser del feudalismo no había lugar a ninguna
pregunta sobre el individuo".
página 23 | “GENERO Y CIUDAD” | capítulo 3
El estudio de la perspectiva tiró abajo la muralla y se abrió a la lejanía con las grandes avenidas de estilo ba-
rroco, diseñadas como vías militares. -el militarismo se suma a partir de ahora al poder del capital- para satis-
facer el placer especial de recorrerla a velocidad creciente en carruajes o a caballo y éste se constituyó en el
factor determinante del nuevo trazado de la ciudad. El nuevo espíritu de la sociedad anhelaba el transporte rápi-
do y la conquista de espacio como expresión de poder universal; comenzaba a desenvolverse en plenitud el
espíritu masculino de dominación de tiempo, espacio y naturaleza, otra expresión de la
antinomia entre femenino y masculino, que tanto dolor ha traído a la humanidad.
En las callecitas medievales de París, irregulares y mal pavimentadas, con recovecos para
esconderse, delincuentes y milicianos tenían enormes ventajas sobre el ejército o la policía
cuyos vehículos no podían maniobrar por falta de espacio. El moderno trazado de la París
actual fue realizado sobre todo por motivos de seguridad, pero según un modelo que a
todas luces preanunciaba el autoritarismo municipal -opuesto al concepto contemporáneo
París etoile.
Nacen las grandes avenidas para los des- de “planificación urbana participativa”- con el que el poder de las burguesías dominantes
files y la lucha contra la guerrilla urbana. emprendería los futuros planes urbanos. En la ciudad medieval las clases superiores e infe-
riores se habían codeado en la calle y en la plaza del mercado, así como en la catedral. Con
el desarrollo de la avenida ancha, la disociación de las clases superiores e inferiores se lleva a cabo en la ciu-
dad misma, donde sólo existía una situación envidiable y era la de la alta burguesía.
El palacio, la tesorería pública, el cuartel, la prisión y el manicomio, esos cinco edificios simbolizan el nuevo
orden en la vida pública de la ciudad barroca.
Fueron los parques un importante y bello rasgo barroco accesible al público, particularmente a las mujeres a quienes
sacaba del encierro hogareño e incorporado a la ciudad, quizás la mayor contribución a la vida urbana. Avenidas de
árboles como suaves murallas verdes, el cerco recortado, la belleza del cantero floral, la fuente ornamental fueron
el remarcable rasgo de una política urbano ambiental bien concebida en relación a los espacios verdes.
El desfile espectacular tuvo su contrapartida femenina en el desfile ante las tiendas. El ritual del espectáculo
superfluo absorbió todas las energías para vivir; la competencia en el despilfarro afectó a todas las clases. El
gastar más, era más importante que el gastar suficiente. El nuevo patrón en la dirección del mercado: la moda y
las principales víctimas: las mujeres. El dinero reinaba como dueño supremo. Casi todo podía
ser comprado, poder y honores, empleos civiles y militares, y la nobleza misma cuyos títulos
eran inseparables de las tierras que ocupaban perfilándose ya aspectos perversos de la glo-
balización actual.
El primer cambio que destruyó la forma de la casa medieval fue el sentido del aislamiento
para dormir y comer, para el acto religioso y el sexual, marcando el comienzo del nuevo
alineamiento de clases (2).
París 1861.
En lo doméstico, el desarrollo de un nuevo código de modales eróticos dio lugar al dormi-
El desfile espectacular tuvo su contraparti-
da en el desfile ante las tiendas torio privado, que conjuntamente con la calefacción y los espejos transformaron los rituales
del amor, antaño una actividad estacional, de primavera y verano. La exaltación de los sen-
tidos, propia de la época, estaba propiciada por una mejor alimentación y el uso del alcohol, de perfumes y de
especies. La coquetería y el galanteo eran el contrapeso de la rutina y un ambiente de erotismo, a veces román-
tico, otras brutal, invadía la casa, siempre en beneficio de los varones ya que mucho más adelante, recién en la
segunda mitad del siglo XX se dará importancia al erotismo conyugal. Las acciones privadas del dormitorio se
extendían al jardín, la casa de verano, el templo del amor o el laberinto de cercos vivos donde las parejas aris-
tocráticas se amaban, ocultas a los ojos de los demás.
Sin embargo sigue desarrollándose una moral de hombres diseñada por varones donde aparecen "las mujeres
como objetos o en el mejor de los casos como entes a las que hay que educar cuando están bajo custodia o de
las que hay que abstenerse cuando pertenecen a otro hombre. No obstante el hogar concebido como privado
2) Fernández, A. op. Cit. "El tránsito de la casa feudal a la familia burguesa no es una cuestión sólo de la historia de la vida cotidiana sino que puntúa
tránsitos claves desde las relaciones de producción hasta la constitución de subjetividades, se acentúan la intimidad, la individuación, las identidades
personales...etc.
En los siglos XVII y XVIII, se calcula que casi la cuarta parte de la población urbana se componía de
desocupados y de mendigos; en 1684 el jefe de policía de París hace alusión a la "horrible miseria
que aflige a la mayor parte de la población de esta gran ciudad", donde más de 50.000 personas eran
Ciudad barroca. Palacio. mendigos.
El gastar más era más impor-
tante que el gastar suficiente. Uno de los rasgos de la opulencia barroca era la existencia de un proletariado de muy bajos salarios.
Sin un sobrante de desocupados, el servicio hubiera escaseado o se hubiera encarecido. Sirvientes
y soldados eran reclutados entre las multitudes que llenaban las metrópolis. Los que no conseguían trabajo
mendigaban, robaban o se prostituían, condiciones que ha repetido la actual globalización en las grandes ciu-
dades debido a las políticas económicas, al flujo y reflujo del capital financiero especulativo, a la precarización
del mercado de trabajo, la desaparición del poder regulador de los estados nacionales y las imposiciones de los
organismos de crédito internacional (3).
Desarrollada entre el siglo XIX y principios del XX. Comienza con la invención de la máquina a vapor, la
Revolución Francesa y la Industrial; la segunda etapa de la expansión colonial y la consolidación de los países
europeos industrializados.
Se intensifican la globalización y sus consecuencias: las desigualdades sociales, países europeos ricos y colo-
nias pobres, sobrevaloración del poder material en detrimento del cultural.
Las bases económicas eran la explotación de las minas de carbón, la gran producción de hierro y la energía
segura y permanente de la máquina de vapor.
Pero el progreso técnico dependía socialmente de la invención de nuevas formas de organización: las compañías
por acciones, las SRL, todos asuntos de técnica política. Esta conjunción de banqueros industriales y técnicas
de organización anticiparía en un siglo lo que en términos de globalización ocurriría más tarde.
Ciudad industrial.
vado y lo público reestructuran tanto sus territorios como sus significaciones y se organiza
La ubicación de las fábricas y los servicios un cambio radical en las prioridades de la vida apareciendo en primer plano el libre albedrío
fueron hechos en beneficio del fabricante.
y la felicidad personal".
Existieron dos hechos de importancia colosal: el enorme aumento de la población y su
impresionante desplazamiento por el planeta. Estas masas que se dirigían a las ciudades explican el gran cre-
cimiento de los centros más importantes.
A diferencia de los términos contemporáneos de la globalización que ha creado un grupo de pobres "estruc-
turalmente superfluos" esta ciudad industrial creó una comunidad de pobres funcionales imprescindibles para el
logro de objetivos del capitalismo. El fenómeno migratorio masivo, también propio de la globalización del siglo XX
y sus consecuencias, particularmente sobre mujeres y niños/as comienza en esta época e incide decisivamente
en la forma que adoptan los espacios urbanos.
3) Bonder,G. 'Globalización y Género: Dimensiones económicas, políticas, culturales y sociales. Tensiones, reacciones y propuestas emergentes en América
Latina'. Seminario PRIGEPP; Ed FLACSO, citando a Marcia Rivera, "Para los países en desarrollo este proceso significó una pérdida de oportunidades
económicas del orden de 500 mil millones anuales, 10 veces más de lo que recibieron en ayuda exterior".
La ubicación de las fábricas, la construcción de barrios para los obreros, el suministro de agua y hasta la recolec-
ción de basura eran servicios que debía llevar a cabo la empresa privada para conseguir beneficios privados.
Se creía que la libre competencia ayudaría a construir un patrón social coherente. Sólo prevalecían el derecho
privado y la iniciativa privada. Dentro de esta ciudad los servicios de aguas corrientes, cloacas y saneamiento
fueron hechos al servicio de la fábrica, transformando ríos y arroyos en cloacas abiertas, envenenando el agua;
el ciudadano pagaba impuestos para que el fabricante pudiese realizar su ganancia, quien tiraba al río subpro-
ductos valiosos que se convertían en residuos que degradaban por años los alrededores, anticipando en térmi-
nos sociales y económicos efectos actuales de la globalización del último cuarto de siglo XX, en términos de pri-
vatizaciones de servicios públicos, eliminación del movimiento cooperativo, sobrevaloración de la iniciativa pri-
vada, "pensamiento único", nacido de las recomendaciones del Consenso de Washington, que fija las causas
de las crisis latinoamericanas en el sobredimensionamiento del Estado y los populismos económicos (4) .
El nuevo complejo urbano europeo, estaba determinado por la fábrica y el slum, léase conventillo, favela, villa
miseria, cantegril, bohío, callampa, asentamiento precario o como se llame el hábitat de la miseria. La vivienda
de interés social se conformó subdividiendo las viviendas señoriales en conventillos donde cada habitación era
compartida por una familia entre tres y ocho personas durmiendo en el mismo colchón, en condiciones de haci-
namiento y enfermedad indescriptibles, haciendo insoportable particularmente la situación de mujeres y niños/as
pobres por su miseria y desamparo, siendo las mayores víctimas de mortalidad infantil, tuberculosis o infec-
ciones debido al hacinamiento. Pero lo peor de todo era la falta de agua, eliminando la posibilidad de aseo
doméstico e higiene personal. Los pobres mendigaban agua de casa en casa.
La creación del plan 'inorgánico' de la ciudad industrial la convirtió en la ciudad sin planeamiento: el 20% del
área urbana se dedicó a industria; luego se abrieron las calles, después se vendieron los lotes a los particulares,
los constructores edificaron y a partir de allí fue imposible realizar un desarrollo coordinado de las necesidades
públicas. Se eliminaron los espacios abiertos y verdes y se alejó el campo de la ciudad. Se perdieron los cen-
tros cívicos y las funciones sociales quedaron al arbitrio del libre mercado.
Masas urbanas se expandieron cien veces sin que aparecieran en ellas las instituciones que caracterizan una
ciudad en el sentido sociológico: un lugar donde se concentra la herencia social y las posibilidades de inter-
cambio potencian las actividades de los seres humanos.
Finalmente arribamos a la ciudad actual, la megaciudad que caracteriza el siglo XX y XXI, con profundos cam-
bios en la estructura del capitalismo, surgimiento y expansión de empresas multinacionales, exportación de ca-
pitales, concentración industrial y financiera y profunda renovación tecnológica, propios de la globalización, aún
sin haber hallado una forma urbana adecuada.
4) Fernández, Roberto. (2001): 39. La Ciudad Verde. Teoría de la Gestión Ambiental Urbana. ESPACIO Editorial.
"El problema ambiental puede definirse como un déficit de racionalidad; esto es exceso de carga de las demandas de un consumo social sobre un soporte
territorial; deficiencia general de sustentabilidad de un grupo social organizado,... dimensión del consumo entendida como dimensión activa de la presión de
la sociedad sobre la naturaleza.
Megaciudades. La transformación operada habla de una mutación que erosiona los cimientos de la ciudad, en la
Existe en el país de los contrarios:
inseguridad, marginación, delin- cual los problemas ciudadanos no se resuelven en el buen o mal funcionamiento de la misma, en
cuencia, abuso de autoridad y
el alto o bajo rendimiento de sus prestaciones. Ya no se dispone más de la solidez estatal, ahora
apropiación del espacio público.
existe la fluidez mercantil, no es la era de las instituciones "sino la de las destituciones creando
modalidades de sufrimientos, condiciones, subjetividades y riesgos radicalmente distintos al de la era anterior".
La constitución del "sujeto" que habita la ciudad dista de ser actualmente aquel sujeto que el Estado-nación
requería. Este ha sido la forma de organización social durante los siglos XIX y XX y su capacidad para orientar
el devenir y el modo de constitución de la vida de hombres-mujeres, siendo ese ciudadano/a el resultante de
su discurso y práctica, pero cuya existencia parece desdibujarse luego de las transformaciones producto de la
globalización. El mercado es práctica dominante pero no sustituye al anterior Estado-nación. (Lewkowics, I. 2002).
Traumas, acontecimientos y catás-trofes en la historia. Trabajo presentado en las Jornadas de clínica psi-
coanalítica ante las catástrofes sociales. La experiencia argentina (documento especial para Página/12 publica-
do el 21.07.02)
El pasaje de Estado a mercado no significó pasar de una configuración a otra sino de "una
totalidad articulada a un devenir no reglado". Lo previo fueron instituciones que de alguna
manera funcionaban, lo actual "destituciones permanentes" que disuelven los rasgos de
subjetividad.
La identidad se da no sólo por la pertenencia territorial sino por compartir una moralidad y
un pasado comunes. El Estado de la era globalizada es incapaz de imponer un orden sim-
bólico y conformar un sujeto igual ante la ley, portador de una moralidad compartida alrede-
dor de los valores nacionales. Su potencia soberana - y su poder articulador- se han corri-
do hacia el mercado, siendo los individuos los que deben "gestionarse" a sí mismos en un
contexto de gran deterioro. Se ha suspendido la "secuencia narrativa" en la que las circuns-
tancias se anudan con cierto significado por lo cual las acciones de hoy están ligadas a los
sucesos por venir. El mercado no impone un "orden simbólico articulador"; libra a cada cual
Megaciudad de los Contrastes.
La "institución ciudad" no logra componer a su propia iniciativa y capacidad y allí es donde el Estado se convierte en mero admi-
identidades homogéneas dado que la
nistrador de esos efectos. Sin embargo intercambio, mercado y consumo no son realidades
identidad urbana se construye por interac-
ción con múltiples otros/otras. emergentes sino que han sido constitutivos de lo social y político por siglos. Pero es en este
escenario de la globalización contemporánea, debido al nuevo lugar asignado al mercado y
al consumo que se conforma un nuevo ideal del yo. Los Estados aparecen despojados de su capacidad sim-
bólica y la ley no es lo que era en su aporte a la cons-titución del "sujeto"; aparece la figura del consumidor/a,
que a diferencia del ciudadano/a es un sujeto del instante que se forma por fuera de la ley, del otro/a y del tiem-
po histórico. La situación que se presenta para este sujeto, -antes construido alrededor de un sistema de refe-
rencia- ahora definido a partir de sí mismo/a donde las instituciones no son ya el anclaje de la vida de cada
uno/a, es la de hacerse a sí mismo/a al margen de todo antecedente histórico político.
Surge la pregunta: ¿cómo transitan esta situación hombres y mujeres en las ciudades? ¿de qué manera
enfrentan la pobreza o actúan frente a la violencia urbana, cómo reconstruyen su identidad en tanto traba-
jadores/as, su pertenencia comunitaria, su carácter de ciudadanos/as?
En los '90, referido a la globalización, a partir del achicamiento y debilitamiento del Estado y de las privatiza-
La ciudad aparece como el lugar donde se enfrentan los que quedaron fuera del sistema, los empobrecidos que
no tienen acceso a aquellos bienes y servicios y los que se mantienen en ella. La ocupación del espacio es con-
flictiva y se produce en los sectores altos un fenómeno de aislamiento, de amurallarse en los suburbios. La
muralla "grafica" la brecha productiva entre "ganadores" y "perdedores" dentro del tejido social, construido ahora
por las políticas de ajuste.
Lo global en clave local o "glocal", copiando modelos urbanísticos de probada eficacia en las ciudades de los
países centrales, define el carácter de los espacios privados transformados ahora en enclaves suburbanos, con
pérdida del "barrio", detrás de muros de protección que poseen enorme carga material y simbólica del autoex-
cluirse al igual que los traslados asépticos en autos particulares, a través de autopis-
tas privatizadas que miran la ciudad desde arriba, hasta los shoppings y oficinas
donde la rigurosa vigilancia limita los intercambios, reproduciendo el sistema de ais-
lamiento. El suburbio es el refugio seguro y protector frente al miedo y lo incontrolable
de la sociedad urbana, simplificando el medio ambiente social, tornando a lo mítico de
la "vieja aldea" curiosamente cuando aumentan los recursos tecnológicos para estruc-
turas sociales más complejas. Todo esto destruye la trama urbana, el espacio público
como lugar de encuentro y pertenencia de todos/as debido en gran parte a las condi-
ciones de destrucción del tejido social propias de las nuevas reestructuraciones insti-
tucionales y nuevos marcos regulatorios.
Country /Villa.
La ocupación del espacio es conflictiva, lo que des- Dentro de esas casas privadas, se da una falsa intimidad de puertas abiertas y la
truye la trama urbana y el espacio público. situación de las mujeres pasa por un significativo grado de encierro y exclusión.
Así como la carga de trabajo de las mujeres de bajos recursos limita su participación en el espacio público, esta
vida bucólica supuestamente ligada al medio ambiente que parece predisponer al hedonismo, perturba en
muchos casos la vida de las mujeres de clases adineradas y en cierta forma las enajena al no poder participar
de ese riquísimo espacio urbano que proponen las ciudades y que niegan los "barrios cerrados".
No son pocas las patologías y perturbaciones que desarrollan las mujeres insertas en estas falsas "cajas
doradas", privadas de una verdadera interacción social.
"Las ciudades y sociedades de todo el mundo están experimentando una transformación histórica estructural.
En el centro de dicha transformación se halla la revolución tecnológica, organizada en torno a las tecnologías
de la información. Basándose en la nueva infraestructura tecnológica, el proceso de globalización de la
economía y la comunicación han cambiado nuestras formas de producir, gestionar, informar y pensar abriendo
una nueva era de la historia de la humanidad: la era de la información". En esta situación se inscriben los pro-
cesos de urbanización; ciudades y ciudadanos/as se ven inmersos en ellos. La mayoría de la población mun-
dial es urbana y habita sobre todo en ciudades de países periféricos pero las tecnologías de la información en
lugar de diluir los centros urbanos fusionan entre sí sistemas urbano- rurales en gigantescas aglomeraciones
territoriales de características socio-espaciales nuevas. "El destino de la humanidad se juega en las áreas
urbanas y sobre todo en las grandes metrópolis". (Borja, J. y Castells M.(1997) "Local y Global. La gestión de
las ciudades en la era de la información". Taurus)
Estos procesos han modificado profundamente la estructura espacial y social de las ciudades de todo el plane-
ta afectando a todos los niveles, historia urbana, cultura e instituciones.
La ciudad global es una red de nodos urbanos de distinto nivel y con distintas funciones que se extiende por
todo el orbe, en un real sistema interactivo. Las nuevas tecnologías de información permiten la articulación de
procesos sociales a distancia ya sea en el área metropolitana, -tele-trabajo, tele-compra, tele-información, tele-
diversión-, entre regiones o entre continentes; en la sociedad de la información lo global condiciona lo local.
Dicen Borja y Castells, que lo global y lo local son complementarios, creadores conjuntos de sinergia social y
económica, como lo fueron en los albores de la economía mundial en los siglos XIV-XVI, momento en que las
ciudades-estados se constituyeron en centros de innovación y de comercio a escala mundial.
Estas megaciudades que articulan la economía mundial, conectan las redes informacionales vinculadas a una
red global, concentran en ellas el poder mundial, constituyen centros de dinamismo económico, tecnológico y
empresarial, de innovación cultural, de creación de símbolos y de investigación científica, de poder político por
ser los puntos de conexión del sistema mundial de comunicaciones son también el espacio en que intentan
sobrevivir inmensos sectores de población adaptados malamente a carencias de vivienda y servicios y a fenó-
menos de exclusión social. Aquellas, a pesar de los problemas urbanos y medioambientales continuaran cre-
ciendo en dimensión espacial y funciones de alto nivel, siguen siendo igualmente como lo fueron a lo largo de
la historia el espacio de los lugares, la forma territorial de organización de la cotidianeidad y la experiencia de
vida de gran parte de los seres humanos.
Las grandes ciudades latinoamericanas emergen en la última parte de los '90 como actoras políticas y económi-
cas y deben responder a desafíos básicos tales como: nueva economía, infraestructura urbana, calidad de vida,
integración social. La respuesta a estos retos requiere un proyecto de ciudad, "entendida no solamente como
territorio que concentra a un importante grupo humano sino como espacio simbiótico -poder político-sociedad
civil- y simbólico -que integra culturalmente y da identidad colectiva a sus habitantes- dando respuesta a los
retos económicos, políticos y culturales de nuestra época (5). Como instancia herramental para el logro de este
propósito surgen los planes urbanos. ¿Qué significa planificar?
"La planificación consiste en el planteamiento estratégico de la práctica emancipatoria, que involucra la producción
de información adecuada y en el tiempo oportuno; una revisión cuidadosa de las diferentes opciones disponibles;
el seguimiento continuo de las acciones, sus resultados y el cambio constante del contexto de la acción colectiva".
(Bustelo, Eduardo (1996) "Planificación social: del rompecabezas al abrecabezas" San José, Costa Rica).
De la definición se desprenden tres vertientes -cuyos límites e intersecciones no son precisos- sobre la planifi-
cación social: una, la practicada "desde arriba" y ejecutada como un conjunto de justificativos y técnicas a desen-
volver por el Estado; otra partiendo de la sociedad civil y focalizada en la movilización y el aprendizaje social
5) Los "retos que enfrentan las ciudades actuales pueden sintetizarse en tres: el primero: dar adecuada respuesta a los problemas de empleo, educación,
cultura, vivienda, transporte, etc. El segundo: lograr un equilibrio entre crecimiento y medio ambiente. Tercero: crear nuevos espacios y mecanismos para la
participación política de grupos sociales organizados, facilitando la relación entre "administraciones y administrados". (Borja, op.cit)
Un plan estratégico implica la definición de un proyecto de ciudad que elabora diagnósticos, propone acciones
públicas y privadas dentro de un marco coherente de actuación y gestión de actores /actrices sociales urbanos,
siendo el resultado del mismo contrato político entre las instituciones públicas y las de la sociedad civil.
El planeamiento urbano, entendido como la organización de funciones en el espacio sobre el territorio dado enhebra
las dimensiones medio ambientales, de sustentabilidad y de equidad, en la última se inscribe el orden de género.
El "plan urbano" es un cuestionamiento al gobierno local, a sus competencias y organización así como la
relación que establece con sus ciudadanos/as, su "imagen" y presencia internacional. En este contexto nos
inscribimos como "grupo social organizado" como ONG que trabajó con el gobierno local sobre el Plan Urbano
Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (7), quien previamente debió encarar la reforma política nece-
saria para generar un gobierno local con capacidad de liderazgo para promover la reforma urbana.
Las ciudades adquieren cada día más protagonismo en la vida política tanto como en la social, cultural y mediáti-
ca, al punto que puede considerárselas como "actoras sociales complejas y multidimensionales". Son el pivot
entre las instituciones políticas y la sociedad civil. La nueva economía global se articula territorialmente en torno
a redes de ciudades que a su vez dependen cada día más en su modo de vida de la economía global.
Deben integrar y estructurar la sociedad local, mediante mecanismos políticos democratizados, -descentra-
lización administrativa, participación ciudadana en la gestión municipal- ya que sin un anclaje sólido de sus ciu-
dadanos/as los gobiernos de las ciudades carecerían de fuerza para enfrentar el desafío global.
La ciudad global es una red de nodos urbanos extendida por todo el orbe, en un sistema interactivo de rela-
ciones cambiantes al cual deben adaptarse de forma flexible empresas y gobiernos y de ello depende el desti-
no de ciudadanos /as.
6) Conformados por mujeres, negros, indígenas, anarquistas, homosexuales, ambientalistas, vegetarianos, sindicalistas, varones comprometidos con el
"género", militantes por los DDHH, "the new radicals" y en nuestra Región además de los/as mencionados los movimientos zapatistas, los/las "sin tierra",
desocupados/as, piqueteros/as, los que surgen de las asambleas barriales y las organizaciones vecinales, los que demandan participación política y
reconocimiento de identidades culturales, desencadenando un proceso imparable que intenta conformar nuevas subjetividades en los individuos y colectivos
a favor de una justicia global definida como globalización alternativa que disputa sitios a la neoliberal. Alonso Vidal, M. (2002) Trabajo final, "Equidad de
género en las Políticas Publicas Urbanas y Ambientales"; 3º Seminario "Análisis comparado de legislación, políticas públicas e institucionales orientadas
hacia el logro de la equidad de género" del PRIGEPP -FLACSO, Buenos Aires, 2002
7) PUA Documento Final (2001) Al igual que la red de ciudades hispanoamericanas, Buenos Aires nació como ciudad planificada, producto de un código
urbanístico reglamentario, que tuvo el rol de controlar las actividades religiosas, cívicas y productivas en los nuevos territorios. Su "centralidad", su rol
portuario y de "ciudad capital" fueron las claves políticas y económicas de su crecimiento futuro, ya impresas dentro de las políticas de dominación colonial
desde fines del siglo XVIII. Los planes subsiguientes fueron de regularización y las ideas que los sustentaban un pensamiento técnico iluminista según la
cual "regularizar el territorio" lograría "regularizar la sociedad". El inicio del proceso de consolidación del Estado Nacional (1853), la Capitalización de la
ciudad (1880) y el establecimiento de sus nuevos límites jurídico administrativos (1887) inauguran la etapa de las grandes transformaciones de fin del siglo,
cuando la ciudad no solo fue el escenario sino el objeto mismo de la modernización de un país agroexportador. Los dilemas de la ciudad del inicio del siglo XX,
apuntan a conciliar el "embellecimiento del centro" con el equipamiento suburbano, el rol del "capital privado" y la "acción pública". Estas operaciones
"modernizan" el Centro urbano y evitan los procesos de temprana "tugurización" que afectan a otras ciudades latinoamericanas. Sucesivos planes (1925)
intentan recuperar la figura histórica de la ciudad conciliando "lo viejo y lo nuevo" y precisan las funciones estratégicas de Buenos Aires en estos términos:
"ciudad comercial y portuaria", "ciudad universitaria, intelectual y artística", "ciudad, centro de atracción de Sur América" y " puerta de acceso al país -abierta
al trabajo y al turismo". Del período del cincuenta al setenta se rescatan el "ideario planificador, que apunta tanto a las políticas económicas como sociales,
en un contexto de políticas distributivas y en consonancia con la experiencias internacionales de la 2º posguerra, el "urbanismo" porteño de las primeras
décadas deviene "planificación territorial". La "urbanización" y la "industrialización" como sinónimos de modernización, fueron algunas de las claves de las
políticas desarrollistas. Entre los setenta y los ochenta el ciclo de los gobiernos militares (1966-1983) es apenas interrumpido por una gestión democrática
entre 1973 y 1976. El Código de Planeamiento Urbano (1977) se constituye como un nuevo instrumento de regulación.
Los ochenta se caracterizan por carencia de inversión pública y concentración económica, en tanto los noventa inauguran una etapa de apertura y afluencia
de capitales que transforma las modalidades de constitución del espacio urbano. Se registra el retiro del Estado de las políticas sociales y de las inversiones
en infraestructura en correlato con una segregación social acentuada que se manifiesta en las configuraciones del espacio urbano
Hoy Buenos Aires es una ciudad de 2.800.000 de habitantes, centro de un Área Metropolitana que llega a los 12 millones y cubre un territorio de 4.000 has.
Es la principal sede de decisiones e interacciones empresarias y el segundo distrito industrial del país
Su contexto de planificación está atravesado por profundas transformaciones, propias de las ciudades metropolitanas bajo los efectos de la globalización,
que se manifiestan en su espacio social y urbano.
Buenos Aires es capital nacional, centro de una amplia región metropolitana y nodo de una red global de ciudades. En la consolidación de ese triple rol están
las bases de la resolución de su dilema prioritario: el desarrollo de un espacio socialmente equitativo conjuntamente con su transformación en una estructura
urbana eficiente, capaz de atraer inversiones creadoras de empleo.
En el contexto actual de profunda reestructuración de nuestras sociedades que erosiona lo que solía ser el "pri-
mado de la política" se conforma un nuevo marco de referencia en que es necesario determinar el escenario
actual de coordinación social. En el nuevo contexto se dan las siguientes tendencias: creciente sectorización de
la sociedad; drástico aumento de los intereses en juego con mayor pluralidad de actores y sobreabundancia de
participantes en la elaboración de políticas; aumento de demandas de intervención estatal que sobrecargan al
Estado que debe delegar, lo que constituye en sí una política.
Se imbrican los sectores estatales y actores sociales que crean instancias mixtas; se diluye la frontera entre lo
público y lo privado; el compartir información o desarrollar consensos y conocimientos desata una "interacción
sistémica" que desborda los mecanismos de mercado como los de control. (Lechner, N. (1999) "Tres formas de
coordinación social. Un esquema. Ley, cuerpo y sujeto. Debate feminista. Año 10 Vol.19. Ed. FLACSO)
En este escenario se desarrolla la coordinación mediante redes, produciéndose una vinculación ínter subjetiva
donde las redes operan como un "seguro mutuo" al tiempo que arbitran competencias o arman el escenario propi-
cio para el desarrollo de planes regionales, planes reguladores o para encarar privatizaciones de áreas de tecnología
compleja como la de comunicaciones, energía o de áreas urbanas, o reformas sectoriales referidas al medio am-
biente, salud o educación. Presentan como debilidad la escasa vinculación intrínseca entre la coordinación por redes
y las instituciones democráticas, manteniendo como interrogante pendiente la integración con la sociedad.
Están integradas por expertos/as o profesionales en diferentes asuntos que comparten saberes y habilidades y
que actúan en la sociedad y en el gobierno; se comunican sistemáticamente y se entienden con rapidez. Como
especialistas tienden a estructurar las cuestiones políticas dentro de marcos y regulaciones similares; como
organización se desempeñan de manera relativamente homogénea manteniendo distancia de los juegos de
poder que se dan en las organizaciones gubernamentales y en los grupos representativos de la sociedad civil.
En cuanto a las mujeres profesionales que en décadas pasadas como integrantes de los colectivos feministas
militaban en la oposición salen al ruedo con conocimiento y comprensión de las nuevas formas de relación entre
Estado y sociedad civil y consiguen desarrollar un quehacer más institucional. Con pleno conocimiento de las
transformaciones que operan en la sociedad actual y en como afectan la situación de las mujeres afrontan el
desafío de diseñar estrategias de acción y gestiones políticas más complejas que antaño; como contrapartida
ello las distancia de otros grupos de mujeres como los de campesinas o sindicalistas menos "preparadas" en el
sentido expuesto por lo que su gestión es poco visible por darse en espacios más privados. Además se ha pro-
ducido una situación de distanciamiento entre unas y otras alterando las relaciones que en otras épocas se
daban más fluidamente, circunstancia que por una gestión conjunta les permitió el acceso a espacios públicos
oficiales donde hicieron oír sus demandas. Pero en cualquier caso constituyen un nuevo referente para la ela-
boración de políticas y favorecen el reconocimiento de las mujeres como "actoras sociales con derecho a par-
ticipar en los espacios públicos, -donde se identifican y construyen las necesidades sociales - y a ser interlocu-
toras del Estado". (Guzmán, Virginia (1998)."La equidad de género como tema de debate y de políticas públi-
cas" Isis Internacional Ediciones de la mujeres Nº 27 2.).
Suponen finalmente la inclusión del movimiento feminista en una "sociedad de redes" con conexiones amplias
y extensas cuyas interrelaciones crean superposiciones infinitas y en constante transformación que posibilitan
la construcción por parte de los colectivos de mujeres de espacios públicos alternativos, construyendo nuevos
discursos, generando conocimientos, identificando problemas, elaborando demandas, ganando poder, influen-
cia y legitimidad social.
En la última parte del siglo XX se produce una fuerte urbanización, con lo cual más de la mitad de esa población
concentrada en las urbes es femenina y guarda con la ciudad una relación distinta a la tradicional. Por otro lado
la nueva economía instalada a nivel planetario tiene un "cariz femenino", incorporando mayor cantidad de
mujeres a las fuerzas del trabajo por las condiciones laborales más precarias que favorecen a los flujos de ca-
pital y fundamentalmente porque la mundialización de la economía propia de la globalización, trae aparejada la
contracara de la economía informal, de mayor flexibilización y precarización de las condiciones laborales y es
allí donde se verifica la mayor tasa de crecimiento de la economía y también que esa fuerza de trabajo es fun-
damentalmente femenina.
Ello produce una dinámica de inclusión-exclusión dentro de la lógica del mercado que produce distorsión al sis-
tema de género al tiempo que propicia cambios en su interior producto de la crisis de identidad del "sujeto", hom-
bre o mujer devenido consumidor/a al desaparecer el orden simbólico articulador que imponía el Estado nación.
También se da la nueva "auto percepción" de las mujeres como sujetos de derechos permitiéndose a sí mismas
vivir el "mundo como un todo" al transformar las subjetividades sociales expandiendo la gestión dentro de la
política hacia escenarios más amplios, tanto en la vida cotidiana como en la sociedad globalizada.
Por lo tanto partimos del convencimiento que debe tratarse la perspectiva de género en la
gestión urbana como una de las estrategias principales en la construcción de la democra-
cia e instalar en la conciencia de los gobiernos locales que en la nueva ciudad global el pro-
tagonismo de las mujeres no puede ser ignorado, dado que se articula una importante y
nueva relación mujer-ciudad.
La estructura espacial de las ciudades incide en la condición femenina ya que la mujer debe
compatibilizar diariamente sus distintas funciones en la casa, en el trabajo y en los servicios
1 º Votación de la mujeres en Buenos situados en puntos diversos del espacio urbano. Los cambios en esa estructura espacial
Aires, 11 noviembre 1951.
afectan a las mujeres más que a los hombres por esa necesidad de articulación cotidiana.
Por ello la ciudad de las mujeres es diversa, temporal y espacialmente.
Son y han sido las mujeres las encargadas de expandir los contenidos democráticos más allá del Estado nación
así como la construcción de la ciudadanía femenina y la ciudadanía global.
El movimiento de mujeres actuando en el espacio global y local, redefinió el constante terreno en disputa en el
que se asienta el feminismo latinoamericano que también ha dado a conocer que las relaciones de género
expresan la contradicción entre el individualismo y la solidaridad, entre los principios de igualdad y desigualdad;
entre el valor dado a la independencia y la experiencia de la dependencia, es decir entre la realidad social de
los hombres y la de las mujeres.
"La ciudad como la sociedad han estado basadas a lo largo de la historia en el trabajo de las mujeres, subordi-
nada a los hombres en la estructura de la familia patriarcal". (Borja, op.cit.)
Desde siempre la mujer ha venido desempeñándose en el trabajo productivo: las tareas domésticas,
el cuidado de la familia, las tareas agrícolas y la ayuda a las actividades remuneradas del hombre.
"La historia de la humanidad es la historia de agotadores trabajos agrícolas llevados a cabo por las
mujeres de todo el mundo, al igual que la historia de la industrialización ha sido escrita en buena medi-
da por las obreras de fabrica". (Borja, op. cit.)
Trabajadoras agrícolas. Lo nuevo es que la mayoría de las mujeres se incorporan en proporción significativa al mercado de
La ciudad, como la sociedad
ha estado basada en el traba- trabajo, que unido al trabajo doméstico supone un número mayor que el del hombre en horas diarias
jo de las mujeres subordina- trabajadas. La globalización que ha penetrado las economías y culturas de casi todos los países, ha
das a la estructura patriarcal.
movilizado la reserva de mano de obra que constituyen las mujeres del mundo, "visibilizando" el tra-
bajo femenino. No obstante estas sufren una mayor discriminación en oferta de empleo, constituyen el sector de
población relativamente más pobre y sufren los peores efectos del mal funcionamiento de las ciudades en las
dificultades de acceso a viviendas, servicios y créditos, limitaciones en la movilidad y ante la violencia, porque
son las primeras víctimas. "Las tendencias del empleo femenino -en América Latina- revelan las contradicciones,
contrastes e inequidades vividas por las mujeres en todo el continente: alta movilidad de ocupaciones y oficios,
no reconocimiento de derechos laborales, fuertes brechas salariales, desprotección legal y ausencia de meca-
nismos de fiscalización en las condiciones laborales, hostigamiento sexual." (Bareiro, Line (1994) Igualdad,
Democracia y Ciudadanía. Isis Internacional. Edición de las Mujeres nº 212). Las nuevas tecnologías de infor-
mación benefician a las mujeres permitiendo el tele-trabajo y también a través del uso de redes informáticas la
movilización y participación en los movimientos urbanos ejerciendo una mayor influencia en la política local.
La economía global, la era informacional, la disolución de los bloques político-militares y el reforzamiento de las
instituciones han configurado un espacio mundial al tiempo que se refuerzan los espacios locales y regionales
como ámbitos de identidad colectiva y de participación política. Las ciudades que son la expresión mayoritaria
y simbólica de nuestra forma de vida deben resolver conflictos como crecimiento y medio ambiente, despilfa-
rro y pobreza, libertades posibles y exclusiones reales. Sin embargo una parte de esa población urbana no tiene
los derechos propios de ciudadanía, entendida como conjunto de derechos y deberes, de
cultura cívica compartida, de estilos de vida compatibles con la nueva realidad urbana y
enfrenta dificultades para vivir la ciudad como espacio de la democracia, de participación
en la gestión de los asuntos públicos y reforzamiento de las identidades colectivas.
La ciudad debe ser sustentable y sostenible mediante el compromiso entre desarrollo económico y calidad de
vida asegurando un uso racional y austero de los recursos, condiciones que de ninguna manera son
excluyentes. La ciudad debe ser para todos/as eliminando la contradicción entre centralidades y dispersión; es
inconcebible la ciudad dual que consolida centros pe-riféricos mutuamente excluyentes ni la que segrega social y
funcionalmente población y actividad o la que niega simbología e identidad a los sitios urbanos. Pero sobre todo la
ciudad debe incorporar plenamente a las mujeres en la toma de decisiones y el ejercicio pleno del gobierno como
condición para la renovación democrática del proyecto urbano que se ha constituido en uno de los más grandes
desafíos del siglo XXI.
Una sociedad democrática debe consultar a las mujeres en materia de diseño y política urbana. La mujer como
ciudadana sufre varias discriminaciones, no participa en el diseño de los proyectos urbanos y de vivienda; sufre
una mayor exclusión en oferta de empleo; constituye el sector de población relativamente más pobre y sufre los
peores efectos del mal funcionamiento de las ciudades en las dificultades de acceso a las viviendas y créditos,
las limitaciones de movilidad y ante todo la violencia, porque es la primera víctima Las mujeres, que hoy llevan
una vida mucho más compleja que la mayoría de sus congéneres varones, se encuentran infrarepresentadas
en los equipos que toman las decisiones sobre el futuro de la ciudad. La población femenina es la más intere-
sada en mejorar el desarrollo urbano y el ordenamiento territorial. Una mayor participación de las mujeres en el
planeamiento tiene efectos muy positivos en el sentido de: reforzar la democracia local y la ciudadanía respon-
Los estudios de uso del tiempo y del espacio comparando hombre-mujer ofrecen una disparidad enorme
entre pautas de comportamiento de unos y de otros. Las mujeres se ocupan de los niños y de los ma-
yores, de las compras y de la asistencia, es decir asumen buena parte del trabajo doméstico y comuni-
tario que contribuye al mantenimiento de la sociedad. La doble jornada de trabajo se traduce en un uso
de la ciudad más diverso y complejo.
Si en la construcción y/o disfrute de la trama urbana, del espacio público como lugar de encuentro y perte-
nencia de todos/as hay exclusión aunque sea parcial de una parte de la sociedad el pleno ejercicio de ciu-
dadanía esta limitado.
Desde siempre se consideró que lo privado o personal -propio de las mujeres- y lo público o político
Más de la mitad de la pobla- de dominio masculino eran independientes e irrelevantes entre si.
ción de las ciudades es feme-
nina. Sin embargo la experiencia cotidiana de las mujeres y su desempeño en el espacio público urbano,
trabajando en múltiples actividades, empujando coches de bebés, cuidando niños y ancianos, rea-
lizando las compras, buscando plazas y parques para esparcimiento, el ocio y el deporte propio y de sus hijos,
superando las infinitas barreras arquitectónicas que les plantea la ciudad, sufriendo las dificultades de una red
de transportes no diseñada para atender sus necesidades de doble jornada y trayectoria en red, la poca disponi-
bilidad que ofrece la ciudad en cuanto a facilidades como lugares de encuentro, esparcimiento, deporte, sitios
protegidos y seguros en plazas y parques, baños públicos y cambiadores para bebés, centros comerciales,
educativos, de salud y deporte cercanos a la vivienda, la inseguridad de las calles y de los espacios abiertos,
muestran hasta qué punto la vida privada doméstica de las mujeres y el espacio público están íntimamente rela-
cionados y no desconectados tal como lo supone el pensamiento liberal adherido a una estructura patriarcal
que aun se verifica en el diseño de la ciudad actual.
Es también en la ciudad donde se operan los múltiples cruces con otras exclusiones y realidades intersectando
el género con raza, etnia, sexualidad, nacionalidad y con la modificación de la subjetividad y a través de este
proceso reformular relaciones de género y formas de construcción de la masculinidad y feminidad.
Hannah Arendt señaló que "la ciudad es una memoria organizada" y que la "historia ha dejado de lado a las
mujeres". No obstante estamos convencidas de la reversibilidad del proceso que las mujeres podemos realizar,
generando conocimiento, identificando problemas, elaborando demandas, adquiriendo visibilidad social y ejer-
ciendo un poder mayor que el que se les reconoce a nivel individual, proyectando nuevos espacios públicos
donde mujeres y hombres desarrollen una vida mejor.
Dice Ana Falú, hablar de "hábitat" implica referirse al medio físico, natural y construido y a las relaciones
sociales, económicas y políticas que se dan en un determinado territorio, sea el de las megaciudades, ciudades
o barrios y esas relaciones implican problemáticas complejas para la vida cotidiana de las mujeres y tiene
impactos diferenciales con relación a la de los hombres.
Por ello el diseño de políticas públicas urbanas y medioambientales debe incidir para revertir las situaciones
sociales críticas provocadas por los programas de ajuste, el retiro del Estado de las políticas sociales, las pri-
vatizaciones de servicios -impuestas por el "mercado" y la voracidad del capital- que golpea de manera parti-
cular a mujeres y niños/as.
No obstante y en orden a instalar la equidad de género como tema de política y responsabilidad gubernamen-
tal, arquitectas, urbanistas, trabajadoras sociales, así como los estudios antropológicos y los de la sociología
urbana, la decidida gestión del movimiento de mujeres y el feminismo fueron avanzando al igual que sobre tan-
tas otras, en esta área "urbana" que plantea múltiples intersecciones de prácticas, conocimientos y acción políti-
ca para desentrañar cuáles deben ser las propuestas a trabajar desde las políticas, los poderes locales, las arti-
culaciones de las ONGs, las organizaciones barriales y los espacios de gobierno, buscando debilitar las resisten-
El terreno de las políticas públicas urbanas y medioambientales es un campo de estudios aún nuevo, en el cual
se ha logrado incorporar la cuestión de género en algunas políticas públicas relativas a planes urbanos y am-
bientales, vivienda, servicios, localización de asentamientos, equipamientos urbanos. Son numerosas las pro-
puestas metodológicas munidas de diagnósticos y estrategias lo que ha permitido insertar en la agenda de las
políticas públicas alertas relacionadas con la gestión urbana, el diseño de las políticas habitacionales marcando
el impacto diferenciado sobre la vida cotidiana de las mujeres.
Sin embargo son muchas las dificultades en lo que respecta a la construcción social de la equidad de género
como principio organizador de la democracia, producto de la inercia de "los sistemas cognoscitivos y valóricos"
que hace que los hombres se resistan a perder sus privilegios frente a las mujeres en los espacios públicos y
privados. Otros más profundos como el temor a los cambios en la identidad del otro/a al cuestionar la propia
identidad. La incertidumbre frente a las transformaciones en curso, así como aceptar modificaciones en la re-
presentación de lo femenino y masculino y en las relaciones y prácticas genéricas. Ello no es otra cosa que la
decidida oposición de las mujeres frente a la dicotomía masculino-femenino, público-privado, productivo-repro-
ductivo y nuevas formas de resolución de tensión entre emancipación y domesticidad transformando los funda-
mentos de la familia, las relaciones de género, el amor, la sexualidad, la intimidad.
Toda autoridad gubernamental expresa el poder político que detenta al tomar decisiones en
materia de políticas públicas en el espacio correspondiente, el público. Pero el problema,
objeto de esas decisiones nace, se construye y define en espacios de la sociedad muchas
veces privados y es la interacción entre diferentes actores/actrices y el Estado lo que hace
difusas las fronteras entre espacio público y privado.
Sin embargo lo que ha dinamizado el espacio público, en especial el urbano objeto de éste
análisis es el deseo de autonomía de las mujeres y del principio feminista "lo personal es
Espacio urbano público y privado.
La vida privada de las mujeres y el espacio
político". Así han salido a la conquista de ese espacio público buscando ampliarlo a través
público están íntimamente relacionados. de reafirmación de identidades, renegociando las relaciones con la familia y la sociedad,
adquiriendo visibilidad social.
Las relaciones entre individuos y grupos, actuando como actores /actrices sociales tejen una malla de compro-
misos y acuerdos buscando solucionar problemas públicos. Pero es desigual la capacidad de recursos de que
disponen los miembros de una sociedad moderna para, mediante sus prácticas, modificar las insituciones; en
particular las pautas que re-gulan la institución "familia" están basadas en una sobrevaloración de la diferencia
radical que separa hombres y mujeres en función de sus diferencias biológicas y en un discurso que legitima
esas distinciones.
Las mujeres y otros grupos han estado excluidos de los beneficios que otorga la institucionalidad moderna,
basada en la libre asociación, el contrato público y la acción política y son las prácticas de reproducción social
las que particularmente inciden en la construcción de desigualdades de género -familia, sexualidad, intimidad,
etc.-. Por décadas sólo los varones tuvieron acceso al pleno empleo y al salario familiar del que estuvieron ex-
cluidas las mujeres. También fue invisible e invalorado el trabajo reproductivo y productivo de las mujeres:
doméstico, comunitario, de subsistencia, informal. Sin embargo la creciente incorporación de las mujeres a una
organización más colectiva las pone en relación con diversas experiencias laborales, promoviendo cambios en
la subjetividad y posición social. Ingresos propios, ampliación de relaciones interpersonales y aprendizaje de
nuevas competencias van cambiando la imagen de sí y el lugar que ocupan en las relaciones en las que se
insertan". (Todaro, R. (2000) "El género en la economía. La economía en el género" Ed.PRIGEPP).
La planificación de políticas públicas urbano-ambientales con equidad de género se inscribe en la problemática del
hábitat y el medio ambiente y supone transversalizar la dimensión del género y la ambiental a la ciudad. Ambas
dimensiones, parten de movimientos distintos, pero se estructuran a partir de una corriente crítica al modelo de
crecimiento económico y ambas terminan también conformando los principios del desarrollo sustentable.
En los '60 resultaba impensable incorporar la dimensión ambiental al planeamiento urbano. Por más de 30 años
existió un controvertido proceso de presupuestos que fueron redefiniendo paradigmas y teorías (8). Así se pasó de
una visión lineal y "ecologista"de los procesos a una dimensión ambiental transversal a los mismos, incorporando
la perspectiva ambiental a las políticas públicas locales e internacionales y a los planes estratégicos y urbanos.
Estos procesos fueron convalidados por contrateorías críticas -la más trascendente fue la "Teoría de la
Dependencia"- al enfoque económico neoliberal y en especial a quienes aseguraban que el crecimiento
económico produciría de manera casi mecánica el "efecto derrame" hacia los marginados. Paralelamente se
desarrolló una corriente que analizó la problemática precedente desde la visión de la "satisfacción de las necesi-
dades básicas" y no desde "el objetivo de acumulación de capital", estableciendo que "definir un estilo de desa-
rrollo significa establecer para cada grupo social y a lo largo del horizonte elegido el grado en que la sociedad
se propone satisfacer cada una de las necesidades de todo tipo, -materiales o no- de los miembros de ese
grupo" (Rosenfeld, 2002, cit. a Varsavsky, 1975; 'Programación estratégica, análisis prospectivo y tecnologías
para el cambio organizacional. La gestión y evaluación de políticas de equidad de género'. Ed. PRIGEPP).
Por entonces Naciones Unidas y CEPAL revisaron la "Estrategia Internacional del Desarrollo" o los modelos de
planificación económicos, introduciendo el concepto de Desarrollo Integral, reconociendo que el crecimiento
económico no había incrementado ni el bienestar ni la justicia social, proponiendo el diseño de políticas sociales
por parte del Estado para neutralizar efectos indeseados del mercado, admitiendo que la problemática social no
se revierte por el mejor desempeño de la economía y que el diseño de las políticas sociales debe encararse en
forma autónoma.
En la llamada segunda ola del movimiento feminista se extiende el debate sobre el concepto
"género" que alude a relaciones de poder que atraviesan y articulan otras formas de ejerci-
cio de poder y estructuran lo social y la problemática de las mujeres ingresa en las agen-
das académicas y políticas. Durante 30 años se produjo -tal lo señalado- la destrucción de
un mito fundamental: si los países periféricos cumplían los pasos que antes habían dado
La ciudad de las mujeres es diversa, tem- los desarrollados, llegarían a ser países económica, política y socialmente plenos; parale-
poral y espacialmente. lamente comenzó a socavarse el mito de la neutralidad del desarrollo económico en térmi-
nos de su impacto sobre los sexos. Investigaciones sobre el papel de la mujer demostraron
que la brecha en la productividad laboral entre hombres y mujeres se incrementaba y que las políticas de capa-
citación laboral consecuentes llevaban a una creciente descalificación de las mujeres de cara a su inserción en
8) Comenzando en los ´70 con documentos internacionales como "Los Límites al Crecimiento", la declaración de UN del `72, pasando en los '80 por "La
declaración de Cocoyoc", las "Teorías del Ecodesarrollo" y ya en los ´90 con "Nuestro Futuro Común" y el compromiso internacional de Río, Cumbre de La
Tierra se establece la Agenda 21 y un plan de acción para "el desarrollo sustentable", donde se incorporan a este concepto las dimensiones sociales y
económicas y se comienzan a articular los principios de equidad interregional, instancia que se ve defraudada con la 2º Cumbre de la Tierra, Johannesburg
2002, llamada Río - 10. tal el retroceso operado en materia de acuerdos sobre medio ambiente y pobreza, donde 189 países lograron consenso a último
momento mediante un apartado sobre derechos de la Mujer, con una remarcable actitud de la delegación de Canadá que revierte la Declaración Final
logrando evitar el párrafo que dejaba el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres "a las legislaciones nacionales y valores culturales y
religiosos", cambiándola por los "derechos y libertades fundamentales de las mujeres". Es por demás significativa como la trama y urdimbre, -paradigma de
desarrollo sustentable- que vincula, mujer, ambiente y pobreza se tejen. (Alonso Vidal, M. op.cit.)
En cuanto al "sistema de género" en los '90, el enfoque se desplazó hacia la "institucionalidad", trans-
verzalizando las instancias de políticas públicas sectoriales como las urbano-ambientales desde la
planificación hasta la evaluación; un fenómeno relativamente nuevo para los colectivos de mujeres
que en los '70 habían sido guiados por una "cultura feminista" informal, antijerárquica, militante y no
diferenciada funcionalmente, que jugando un papel relevante en el mantenimiento y articulación de
9) Pasaron algunos años antes que se aceptara que género era el término más preciso para aludir a las relaciones entre hombres y mujeres, las cuales
marcaban para ellas, un signo más en el abanico de desigualdad social. Y debió pasar otro tiempo para que los especialistas en desarrollo, planificadores y
diseñadores de políticas, reconocieran que si el concepto no involucraba solamente crecimiento económico sino también redistribución, bienestar y
democracia, un sector de la población, las mujeres, quedaba al margen de esos beneficios. La importancia y la necesidad de que los programas y proyectos
de desarrollo tengan una perspectiva de género han convertido el tema, su estrategia y metodología en un asunto de preocupación para el conjunto de
actores que confluyen en el proceso. Barrig, Maruja (2002) "El genero en las instituciones: Una mirada hacia adentro". Ed.PRIGEPP).
10) La coalición de ONG de mujeres para el medio ambiente, la población y el desarrollo, fue anfitriona del cabildeo mundial de mujeres, denominado Planeta
de Mujeres en la Conferencia Mundial de la Tierra de Río de Janeiro, 1992.
En los '80, tanto la II Conferencia de la Mujer en Copenhague (1980), como en la III Conferencia Nairobi (1985), preparan el camino para la Cumbre de la
Tierra en 1992 en Río de Janeiro, donde ambas dimensiones, la Ambiental y la de Género se cruzan, consensuan y comparten una definición en la esfera
económica: el paradigma del Desarrollo Sustentable. El camino preparatorio hacia la "La Carta Europea de la Mujer en la Ciudad" de la Unión Europea de
1994 y la IV Conferencia de la Mujer en Beijing 1995 fue a partir de experiencias de Ongs del Tercer Mundo: se fue generando una estrategia que corrió
paralela a la de equidad, acorde quizás a sus orígenes doblemente periféricos: la del "empoderamiento". No se trataba que las mujeres participaran en las
relaciones sociales desde una posición de dominación en vez de hacerlo desde una posición subordinada, sino de transformar las relaciones mismas
apoyándose en otra concepción del poder: como capacidad de potenciación resultante de la cooperación de dos cuerpos autónomos y de la contribución a
un objetivo común de dos fuentes de energías diferentes. (Alonso Vidal, M. op.cit.)
11) Las cumbres mundiales se convierten, en los 90, en escenario privilegiado para la consolidación y difusión mundial del
movimiento amplio de mujeres". (Guzmán, op.cit.) El gran número de mujeres participantes de casi todo el mundo las convirtió en "protagonistas de los
procesos de formulación de leyes y relaciones internacionales" toda vez que expuestas a "ideas de autonomía, individuación, libertad, igualdad, modificando
su auto percepción y su condición de sujetos de derecho... para vivir en el "mundo como un todo". (Vargas citando a Virginia Guzmán. Vargas, Virginia
(2002) "Globalización, Feminismo y construcción de la Ciudadanía." Seminario PRIGEPP Análisis comparado de legislación, políticas públicas e
instituciones orientadas hacia el logro de la equidad de género. Ed. PRIGEPP).
12) ¿Porqué el tema de género habría de constituir una tradición de planificación por derecho propio?... En el mundo de las políticas y la planificación…las
preocupaciones sobre mujer y desarrollo son una anomalía especial y se niegan resueltamente a desaparecer. Pero a diferencia de otros competidores
recientes como el medio ambiente, son inquietudes que no han logrado alcanzar la legitimidad en planificación. ¿Porqué a la planificación ambiental le ha
sido tan fácil lograr una identidad como tradición planificadora diferenciada, algo que al enfoque de "mujer en el desarrollo" le resulta tan difícil? (Moser, C.
"Planificación de género, objetivos y obstáculos"; Género en el Estado, Estado del Género. Isis Internacional. Ediciones de las Mujeres Nº 27)
Ellas son agentes esenciales de la dinámica urbana y su plena inserción en la ciudad 'gestionan' un "régimen
de género" como instancia que a través de la cotidianeidad mantiene un "orden de género".
Una sociedad democrática debe consultar a las mujeres en materia de diseño y planeamiento de PPUMACEG.
Las mujeres, que hoy llevan una vida mucho más compleja que la mayoría de sus congéneres varones, -son las
responsables de las tareas asociadas a la reproducción y de muchos cuidados y trabajos solidarios respecto a
los sectores más débiles de la sociedad: niños/as, ancianos/as, discapacitados/as, aquellos/as cuyas necesi-
dades no son tenidas en cuenta en las ciudades- se encuentran poco representadas en los equipos que toman
las decisiones sobre el futuro de la ciudad. La población femenina es por estos motivos la más interesada en
mejorar el desarrollo urbano, el ordenamiento territorial y el medio ambiente. Una mayor participación de las
mujeres en el planeamiento tiene efectos muy positivos en el sentido de: reforzar la democracia local y la ciu-
dadanía responsable, ampliar los temas de reflexión que plantea el ambiente y el urbanismo, mejorar el uso de
los recursos locales y apoyar y aportar ideas a los propios procesos de planeamiento urbano.
Una ciudad democrática es una ciudad visible con referencias físicas y simbólicas que ubiquen a su gente. Es
aquí donde se visualiza la "ideología de género" entendida como representación simbólica e imaginaria que jus-
tifica una "justicia de género" (13) .
Democracia local es ciudadanía, inconcebible si hay exclusión social o carencia de igualdad jurídica. Las ciu-
dades deben ser los lugares privilegiados de participación democrática; de allí que la inclusión de la mujer en el
diseño, planificación y conformación del espacio urbano es de legitimidad democrática.
Implica definir el conjunto de opciones teóricas e ideológicas que encuadra el sentido final de las PPUMACEG,
que es un campo de estudios aún innovativo, en el cual se ha logrado incorporar la cuestión de género en planes
urbanos y ambientales, vivienda, servicios, localización de asentamientos, equipamientos urbanos. Pero son
muchas las dificultades en lo que respecta a la construcción social de la equidad de género como principio orga-
nizador de la democracia, en lo que respecta al diseño de la ciudad, ajustada a una sociedad patriarcal con tradi-
ción de pautas culturales diferenciales de la mujer, con transmisión de roles discriminatorios a través de la edu-
cación familiar y formal; falta de participación en los niveles de decisión y de compromiso y actitud de cambio
de las mujeres; cercenamiento de la participación a través del autoritarismo; falta de capacitación y formación
en autogestión, confrontación de roles tradicionales y adquiridos y carencia de programas elaborados con par-
ticipación comunitaria. Ello es producto de la inercia de "los sistemas cognoscitivos y valóricos" que hace que
los hombres se resistan a perder sus privilegios frente a las mujeres en los espacios públicos y privados. Otros
más profundos como el temor a los cambios en la identidad del otro/a al cuestionar la propia identidad. La incer-
tidumbre frente a las transformaciones en curso, así como aceptar cambios en la representación de lo femeni-
no y masculino y en las relaciones y prácticas genéricas.
Por lo tanto la opción "teórica" referida al proceso de instalar el Plan de Igualdad de Oportunidades,-PIO- en la
Ciudad, implica revertir el uso diferenciado de la misma para varones y mujeres; el "ideológico", que el espacio
privado-doméstico, -antes reducto de las mujeres- y el espacio público estén íntimamente relacionados y no
desconectados, introduciéndolas en el disfrute de la ciudad como pleno ejercicio de ciudadanía y el "sentido
final", una ciudad vivida en igualdad y plenitud por hombres y mujeres sin discriminaciones.
13) Nancy Fraser propone una concepción bidimensional del género y la justicia, una cara político económica y otra cultural discursiva articuladas entre sí.
Considera el origen de la explotación tanto en el orden económico como en el cultural, donde la diferenciación de género es una construcción simultánea
conformada por diferencias económicas, concepto que asimila al de clase o de patrones culturales establecidos, que vincula al de status. Ninguna de las
dos dimensiones de la subordinación: "distribución y reconocimiento" es causa efecto de la otra pero están íntimamente relacionadas, por lo que acceder a
la justicia de género, requiere modificar el orden económico al mismo tiempo que el del status. En su concepción "bidimensional" de la justicia Introduce el
concepto de "paridad" de participación que permitiría a los adultos miembros de la sociedad interactuar como"pares" para lo cual es imprescindible crear
condiciones que excluyan privación, explotación, desigualdades de riqueza, tiempo libre, pleno disfrute del espacio público, etc. La otra condición "ínter
subjetiva" es la de igualdad de oportunidades en el terreno cultural para obtener estima social enmarcada en la filosofía del "reconocimiento". Su concepto
de paridad es condición de interacción en igualdad de condiciones. (Alonso Vidal, M. op.cit. citando a Fraser, N. "Políticas feministas en la era del
reconocimiento. Una aproximación bidimensional a la justicia de género". Doc. PRIGEPP. Ed. FLACSO)
La "orientación instrumental" se sostiene -en los planes- con fuerte contenido "reivindicativo" y en tal sentido
soluciona demandas puntuales de las ciudadanas tales como proveer mayor número de guarderías, baños públi-
cos y cambiadores para bebés en la ciudad; eliminación de las barreras arquitectónicas; mayor iluminación de
áreas públicas; espacios protegidos para mujeres y niños/as en plazas, parques y patios urbanos de deporte
cercanos a la vivienda; espacios de socialización "articulares" en establecimientos educativos, de recreación
para adolescentes en el "barrio"etc (15) .
Una sociedad así como una ciudad, se percibe como una gran red de acciones comunicacionales y en tal sen-
tido la planificación debe entenderse como labor argumentativa antes que como acción instrumental, por lo que
es imperativo desarrollar narrativas prácticas y políticas que habiliten a la planificación como un proceso de
mediaciones que induzcan a la participación y autodeterminación. ¿Cómo lo planeamos? Visibilizando la pro-
puesta de AMAI mediante gestión en los CGP del GCBA; interacción con los legisladores/as, con los partidos
políticos progresistas, haciendo presión con "iniciativa popular", difusión mediática adecuada, -de enorme impor-
tancia para la captación de la opinión pública y de instituciones intermedias- consultas o encuestas, recursos de
advocacy y lobbying, para actuar contra las estructuras políticas, económicas y sociales que implementan inter-
acciones comunicativas distorsionadas y hacer frente a presiones de intereses sobre todo del mercado que
inhiben el sistema solidario y la práctica de una planificación de entendimiento mutuo. Este enfoque comunica-
cional es de fundamental impronta en nuestro programa, de gestión pluriactoral, cargada de mediaciones ple-
nas de significados, valoraciones, símbolos e intereses de los/as que menos poder y bienes tienen.
14) En "Una Ciudad para la Vida" la Red Latinoamericana Mujer y Hábitat, HIC, Coalición Internacional del Hábitat, organismo al que AMAI pertenece como
ONG asociada presentó como demandas a la Conferencia Hábitat II, Istambul `96 lo que estimamos deberían ser consideradas prioritariamente como
políticas públicas urbano-ambientales de género: derecho a la herencia, a la propiedad de la tierra y la vivienda; igual acceso al crédito, infraestructura,
servicios y a las actividades que generen ingresos; decisión sobre el ordenamiento territorial, el espacio urbano, el transporte y el ambiente; incorporar en la
enseñanza de la arquitectura y el urbanismo la perspectiva de género como fuente de una nueva cultura compartida. Fempress (1996) "Una ciudad para
la vida", Revista Mujer/Fempress, Nº 176.
15) En letra cursiva conceptos vertidos por Mónica Rosenfeld en el Seminario PRIGEPP, obra citada.
AMAI, Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras, nacida en octubre de 2000, ha buscado instalar el tema
de las PPUMACEG dentro del gobierno local - valorizando al municipio como forma de gobierno y participación
ciudadana -especialmente en Latinoamérica-, como ONG con relación al Estado y a la sociedad y en el marco
más amplio que proporcionan las "redes de sentido" como es el caso de la Unidad Temática "Género y
Municipio" de la Red de Mercociudades.
Llegábamos de carreras profesionales exitosas en algunos casos, de buenas formaciones por estudios
académicos de grado y postgrado y de escasa militancia en grupos feministas pero con un conocimiento algo
superficial -si bien detentábamos más de veinte años de lecturas sobre el particular- pero ningún estudio sis-
temático de lo que "género" significa. En abril de 2001, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, -GCBA-, por
intermedio de la Dirección de la Mujer, -DGM- nos convocó para realizar una investigación sobre las relaciones
desiguales entre los géneros que se producen en la Ciudad; de alguna manera diseñar PPUMACEG como un
modo de gestión destinado a influir en las Secretarías de Planeamiento y de Obras públicas -SPU y OP, GCBA-
única área vedada a la "visión transversal de género" de la DGM, al decir de su Directora-, en consonancia con
el enfoque GAD que orienta las recomendaciones de la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer (Nairobi
‘85), o sea insertar políticas públicas urbano ambientales en el proceso del "gender mainstreaming", enten-
diendo el mismo -siguiendo a Gloria Bonder- como la reorganización , mejoramiento, desarrollo y evaluación de
los procesos políticos, de manera que la perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las políticas,
a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores/actrices normalmente involucrados en la imple-
mentación de políticas, aún cuando intuíamos que era una meta muy difícil de alcanzar.
La idea era que la gestión fuese un proyecto conjunto que involucrara a una ONG, a diferentes secretarías de
estado y sus respectivas direcciones dentro del gobierno local.
AMAI respondió proponiendo como identificación de proceso crítico y punto de ataque desarrollar "Una mirada
de género sobre el Plan Urbano Ambiental de la CABA"-PUA-, (16) además de diseñar un modelo para determi-
nar Indicadores Urbanos de Género, IUGs. El modelo propuesto era estadístico, de iniciativa externa como inicio
de planificación para la construcción de igualdades de género como problemas públicos por parte de sujetos
sociales movilizados desde la sociedad civil pero terminó siendo no probabilístico: muestra accidental debido a
su elevado costo y dificultades de implementación y ello dificultó la formulación con valores numéricos de IUGs.
16) EL CONCEPTO DE PLAN URBANO AMBIENTAL La Constitución de la Ciudad definió al Plan como urbano ambiental. Lo urbano se refiere al territorio de
Buenos Aires, al escenario que se estudia y sobre el que se actúa, lo ambiental es considerado como dimensión que atraviesa y da sentido a la totalidad
del proceso de planeamiento, desde el diagnóstico hasta la implementación de las propuestas. El PUA apunta a constituirse en el "instrumento técnico
político de gobierno para la identificación e implementación de las principales estrategias de ordenamiento y mejoramiento urbano ambiental de Buenos
Aires...". Esto supone "definir nuevas orientaciones y condiciones para la actuación de los distintos agentes en la ciudad, haciendo más transparentes y
democráticas las decisiones en materia de política urbanística y ambiental". Para ello, se requiere precisar los intereses, los roles y el compromiso de cada
uno de los actores que participan en la producción de la ciudad; así como crear los ámbitos para su articulación y consenso.
17) Art. 18º de la Ley 474, expresa entre otros conceptos "La ciudad y las mujeres intervendrán en las áreas de formulación y gestión de las políticas urbanas
de descentralización, diseño y construcción del espacio público, la infraestructura social, los servicios administrativos y el transporte, desarrollando
políticas y acciones":
a) incorporar en la evaluación de las medidas propuestas por el Plan Urbano Ambiental las perspectivas y necesidades de las mujeres en su doble rol con
relación al equipamiento social, el espacio público y el transporte.
b) Impulsar a través de la ley de Comunas y del Plan Urbano Ambiental patrones de organización descentralizados con la perspectiva de mejorar el acceso
de las mujeres a los servicios.
c) armonizar los horarios de atención de los servicios públicos con los horarios de trabajo de las mujeres en atención a la doble jornada.
Cooperan en la instalación de las PPUMACEG la importancia institucional de la Dirección de la Mujer y la Secretaría de Acción Social del GCBA, o a nivel
nacional el Consejo Nacional de la Mujer, CNM; el CEDAW, con rango constitucional; el Congreso Nacional con la reciente sanción, aún no reglamentada,
a la Ley de Salud Reproductiva y Procreación Responsable; la Defensoría del Pueblo con acciones de amparo, en particular en noviembre del 2002, en
beneficio de las trabajadoras de Metrovías, Subterráneos de Bs.As.; el Congreso Nacional con la ley de cuotas que además de aplicarse a las bancas
legislativas acaba de aprobarse por instancia de las senadoras argentinas a los Sindicatos con la misma proporción del 30%. La sanción en noviembre de
2000 del Plan de Igualdad de Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones, más la firma del acta compromiso para la implementación de dicha ley
referida a políticas públicas con equidad de género entre el Jefe de Gobierno y Secretarios de Estado de la Ciudad de Buenos Aires en noviembre 2002.
(Alonso Vidal, M. op.cit.)
Todo ello dentro del marco jurídico "local" de la CABA: (17) Constitución de la misma, Ley 474, Ley 123 de Impacto
Ambiental, Plan de Igualdad de Oportunidades y Trato entre Mujeres y Varones, -PIO- CEDAW; e "internacional":
tratados internacionales sobre la materia, Agenda 21, marco institucional de las Conferencias Mundiales y
Organismos Internacionales como CEPAL, UNIFEM, etc. con la intención de obtener datos estadísticamente
precisos socio-culturales y económicos sobre la situación de las mujeres, tan universales como para incorpo-
rarlos por extensión al listado de indicadores de CEPAL, buscando visualizar la contribución de la mujer a la eli-
minación de conceptos estereotipados. También se buscó, sin conseguirlo por ahora, que los IUGs fueran de
aplicación en las diferentes ciudades Mercosureñas aplicando un modelo de análisis similar que teniendo en cuen-
ta las variaciones locales, abarcase algunos de los temas de las doce áreas del sistema de indicadores de CEPAL.
Pese a que ya en ese entonces la orientación teórica de las integrantes del equipo se fundamentaba en el "orden
de género", no existía un conocimiento preciso de esta noción aplicada a la relación mujer-ciudad, menos aun
estaba instalada en la agenda pública y poco sabíamos que proponer una PPUMACEG requeriría de un con-
junto complejo de instrumentos conceptuales y metodológicos así como del proceso de socialización política y
de "empoderamiento" que contienen estas propuestas dentro del espacio público.
Fue necesario en una primera etapa de "reconocimiento del terreno" la búsqueda de información precisa sobre
el tema y el inventario de recursos humanos con "experticia"; fueron estudiados y revisados más de cincuenta
documentos, trabajos y libros, que nos afirmaron en la certeza que "la historia no empezaba con nosotras".
4.9.2 | LA CARTA ACUERDO CELEBRADA ENTRE UN ORGANISMO GUBERNAMENTAL -OG- Y UNA ORGANIZACIÓN NO
GUBERNAMENTAL -ONG-
La Carta Acuerdo celebrada entre AMAI, Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras y la Dirección de la
Mujer, -DGM-, GCBA, indicaba que ésta prestaría colaboración, la que se hizo efectiva, pero en áreas y aspec-
tos de la investigación no previstos originalmente; el Consejo del Plan Urbano Ambiental - GCBA, acercaría su
conocimiento profundo del PUA del cual eran autores/as, así como el presupuesto necesario, la Dirección
General de Estadística y Censo, -DGEyC- tendría a su cargo el diseño muestral y la realización física de la
encuesta conjuntamente con las mujeres de los Centros de Gestión y Participación de la CABA y AMAI el di-
seño de la totalidad del proyecto, la formulación del cuestionario, los "cruces" estadísticos y la formulación de
IUGs; un escenario perfecto para nosotras "actrices con libreto propio" de la gestión entre una ONG y el
Gobierno Local como organismo gubernamental, participando del proceso de "ongeizacion" de los feminismos
latinoamericanos.
La iniciativa era inédita y al contar con tan pocos recursos, no hubo ningún tipo de honorarios ni retribución algu-
na, debimos afrontar la totalidad de los gastos emergentes con excepción de los costos de la encuesta y la pu-
blicación del trabajo a cargo del GCBA.
Aún así prevaleció una "lógica militante", una voluntad compartida por llevar adelante el proyecto por encima de
dificultades.
Este modo de funcionar facilitó el crecimiento conjunto, así como trajo aparejados otros problemas, en especial,
avances y retrocesos no previstos en el desarrollo de la investigación.
El equipo estuvo integrado por personas con diferente "experticia", es decir que poseían antecedentes para el
diseño y ejecución y otras que se acercaban al tema por primera vez. Pese a la complejidad del funcionamien-
to pudimos entrever la densidad de una experiencia en la que se articularon múltiples representaciones y
visiones de lo urbano en relación al género así como identificar tensiones, relaciones de poder y estrategias de
resolución de conflictos por parte de "actores/actrices", en número mucho mayor del que habíamos previsto. (18)
Participamos del proyecto por AMAI, ocho investigadoras: cinco arquitectas, una ingeniera, una matemática mr.
estadística, una socióloga y un número significativo de profesionales de los cuadros técnicos del GCBA y fue
importante el esfuerzo mancomunado, llevado a cabo por la DGMUJ y AMAI en cuanto a sensibilización en
materia de "género en lo urbano" de los niveles dirigentes y cuadros técnicos que actuaban a manera de inter-
locutores, ya que si bien la cuestión era demostrativa de la importancia del avance de la mujer, no resultaba
igualmente claro porqué, un tema que no registraba en las estadísticas discriminaciones significativas "visibles"
hacia la población femenina, debía realizar alguna acción específica, invirtiendo recursos en un tema tan pe-
riférico de las prioridades del momento; particularmente varios encumbrados arquitectos colegas, varones y
mujeres de otras organizaciones de profesionales, recelaban de la impronta que pudiera tener en la comunidad.
Otros, sin conocerla, satirizaban la investigación negándole toda calidad académica.
El funcionamiento del equipo fue variable a lo largo del tiempo, impulsado además por un gran apasionamiento
y optimismo y dependió de numerosos factores: el diferente apoyo prestado al tema por parte de las autoridades,
nuestras propias capacidades profesionales que fueron creciendo y afirmándose a lo largo del tiempo inclusive
las referidas a la negociación, "advocacy" y acuerdos sustentados y el reconocimiento o prestigio profesional
que dependió además del apoyo de los medios de comunicación.(19)
El tema fue declarado de interés por la DIJER: Dirección de la Mujer de Cancillería Argentina y presentado ante
la Reunión Regional del MERCOSUR en Montevideo, en noviembre de 2001 y "presentado en sociedad" en la
VI Reunión de "Mujeres del MERCOSUR", un evento de carácter internacional celebrado en Buenos Aires, el 24
de mayo de 2002 y en el Centro Recoleta de la misma ciudad por iniciativa de la DGM, GCBA, en junio 21, 2002.
También y por invitación del Intendente de la Ciudad de Mar del Plata, Argentina y "AMAIZA" ONG "hermana"
de AMAI de la misma ciudad, en julio 1º, 2002. Igualmente, en el 51º Congreso Internacional Americanista rea-
lizado en Santiago de Chile, 14 al 18 de julio, 2003, AMAI lo presentó en la Dimensión "Espacio y Género en el
Campo y la Ciudad Latinoamericanos" con la ponencia "Género y Espacio Urbano".
18) “Estas relaciones suelen atravesar momentos críticos debido a las dificultades, a veces mayúsculas, de funcionar de manera "contractual”. Es decir, de
utilizar formas racionales y democráticas para armonizar las lógicas, los roles y las prioridades de quienes trabajan en el Estado y en las ONGs. Las
pasiones que inevitablemente se invisten en un proceso de cambio social y cultural tan encarnado en la subjetividad de sus actoras, como es el de género,
las diferencias políticas o partidarias, la inexperiencia de las feministas en los lugares de poder instituidos, y la falta de visiones estratégicas de ambas
partes, e incluso, el sustrato imaginario (materno filial), que suele atravesar las relaciones entre mujeres, tienden a precipitar conflictos de no fácil
resolución." Bonder Gloria (1999) "La equidad de Género en Políticas Educativas. Lecciones de la Experiencia." CEM. Buenos Aires
19) Diario La Nación. "Suplemento de Arquitectura"; Buenos Aires. "Las mujeres en clave constructiva" por Marta García Falco. Miércoles 24 de enero, 2001
Diario La Nación, Buenos Aires, pág. 17.-"Una mirada femenina permite replantear el futuro de la ciudad" Incorporaran la perspectiva de género al
Plan Urbano. Miércoles 17 de octubre, 2001. Diario La Nación, Buenos Aires.
Diario Página 12; "Las Doce", Buenos Aires, "Género y Ciudad" por Susana Vallejos. Viernes 16 de noviembre, 2001
La República, "Suplemento de la Mujer"; Montevideo. "Igualdad de oportunidades en el MERCOSUR". Noviembre 2001
"Diario Página 12; "Las Doce", Buenos Aires. "La ciudad según las mujeres" por Ma. Elena Barbagelata. 28 de junio, 2002
Revista Construir en Internet: Nº 63 "PUA" Ene/ Feb 2002 y Nº 64 "La ciudad y las mujeres". Mar/Abril 2002
OCTUBRE, la revista. Nº 37. La Ciudad y las Mujeres, Arqs. Martha Alonso Vidal-Graciela Brandariz. Septiembre 2002.
El enfoque de género muestra que se enfocan los problemas políticos con una concepción "restrictiva" de ciu-
dadanía que ignora lo privado. La ambivalencia se refleja en la tensión entre la universalidad de la noción de
ciudadanía basada en los derechos individuales iguales para todos y el particularismo que caracteriza a la diver-
sidad de los ciudadanos concretos. Hoy el feminismo moderno y las instituciones democráticas del Estado
desarrollan políticas de igualdad, "poniendo el centro en los que las mujeres son y hacen tanto en sus presen-
cias sociales y en las relaciones de poder entre hombres y mujeres" y propone que las mujeres deben ser incor-
poradas a la reivindicación política. Queda sin embargo por revisar el concepto de ciudadanía de las democra-
cias occidentales, donde si bien todos/as somos ciudadanos, debe introducirse lo privado y las reivindicaciones
de las mujeres en una nueva ciudadanía que termine con la división público-privado. "Darle una dimensión de
género a la política, la ciudadanía y la democracia es garantizar la igualdad de las mujeres en el mundo publi-
co y equilibrar las relaciones de poder entre hombres y mujeres integrando la dimensión de género del ámbito
privado a la política. Es lo que se ha denominado construir una democracia paritaria". (Astellarra, J. 2002;
Democracia, ciudadanía y sistema político de género. Doc. Prigepp, FLACSO incluido en Democracia, ciuda-
danía y Estado en América Latina en el siglo XXI).
Un "indicador" es un dato -número o porcentaje con unidad de medida-, obtenido a partir de información estadís-
tica para dar repuesta a una pregunta formulada en forma precisa dentro de un encuadre muestral. Es una infor-
mación procesada que debe generar una idea clara, sencilla y accesible de un fenómeno mayor y más comple-
jo que lo que demuestra el indicador en sí, sobre el cual nos "indica y alerta respecto al sentido en el que evolu-
ciona". Este tipo de información es esencial en todo proceso de toma de decisiones. Un "indicador urbano" es,
entonces, una variable o dato, cuyo objetivo es reflejar de forma sintética una preocupación social con respec-
to al entorno e insertarla posteriormente en el proceso de toma de decisiones. Al mismo tiempo, un indicador es
más que un dato estadístico, es decir permite la lectura de una realidad social, es decir, explicita su carácter
social y de sistema. Los "indicadores urbanos de género -IUGs-", intentan medir el nivel de acceso de las ciu-
dadanas a las facilidades de la ciudad, teniendo en cuenta los rasgos característicos de la actividad de la mujer.
Un grupo o sistema de indicadores urbanos pretende brindar información sobre la conexión o cruces entre
aspectos relacionados con el medio ambiente, el bienestar de la población -en nuestro caso, especialmente las
mujeres- y el desarrollo comunitario. Por tanto, un indicador urbano de género puede medir una sola variable:
cantidad de mujeres que tienen la secundaria completa o bien relacionar dos o más componentes: edad de las
mujeres y/o zona de residencia con actividades que le gustaría realizar en los espacios verdes de su barrio. Los
indicadores pueden identificar la necesidad de acciones, así como ser muy útiles para resaltar los cambios o
modificaciones necesarias. Por otra parte, el sistema de "indicadores urbanos de género -IUGs-", deberá ser en
sí mismo un instrumento de monitoreo y control de una política estratégica de acciones concretas y de coo-
peración técnica. En lo posible, intentarán ser parte de un proceso sustentable, proceso que hace compatible
el desarrollo social y económico respetando el medio ambiente y el género desde una visión integradora, con
participación y flexibilidad. En tal sentido, los indicadores nos permitirán medir en el tiempo las modificaciones
positivas o negativas que presenta la relación mujer-ciudad en función de la pregunta formulada. "La construc-
ción de un sistema de indicadores sobre la Igualdad de Oportunidades para las mujeres evalúa como evolucio-
nan las relaciones de género y la situación de ellas en comparación a la de los hombres en un momento dado
y a lo largo del tiempo con relación a los aspectos que se consideren más importantes. Expresa cuantitativa-
mente el estado de la igualdad de oportunidades entre los géneros y permite evaluar los cambios en la realidad
de la mujer." (Guzmán V. op. cit.)
Los indicadores deben caracterizarse por su: Simplicidad: Fácil de medir y de interpretar. Por ej. X% de mujeres
que prefieren establecimientos barriales para sus compras domésticas. Relevancia: El cruce de datos permite
interacciones claves entre el ambiente y sociedad. Por ej.: X% de mujeres que perciben algún tipo de contami-
nación. Este indicador puede a su vez interrelacionarse con transporte y pesar al momento de la toma de deci-
siones. Medición: se determinará su unidad de medida, por ej. X% de mujeres que realizan o no actividades
A partir del análisis de los resultados obtenidos por la muestra accidental “Una mirada de género sobre apsectos
urbanos de la Ciudad de Buenos Aires” realizada sobre 400 mujeres de diferentes franjas etáreas y socio-económicas,
el grupo de trabajo determinó una primera propuesta de indicadores urbanos de género -IUGs-, a saber:
La ciudad debe acompañar los cambios de la sociedad y en particular el nuevo rol de la mujer, para permitir y
favorecer cada vez más la equidad entre hombres y mujeres. La mujer vive el espacio público urbano con pautas
diferentes a las del hombre; además de su jornada laboral como trabajadora asalariada se ocupa de los niños y los
mayores, de las compras y de la asistencia; ello se traduce en un uso de la ciudad distinto y complejo.
* Estos indicadores pueden ser alimentados por datos ampliados relevados por la Dirección de Estadísticas y Censo de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
En este caso, a los datos obtenidos se los cruzó con lugar de residencia. En 1 y 2 las tendencias registradas en el estudio actual coiciden con los datos
estadísticos del INDEC para indicadores.
El objetivo de diseñar Indicadores Integrados Urbanos de Género (IUGIs) es brindar herramientas de monitoreo
y control como un aporte a las políticas urbano-ambientales, dirigido a los responsables políticos y a los dife-
rentes actores sociales. Un sistema de indicadores o indicadores integrados brinda un significado más amplio
que la del indicador individual, el que estaría dando un dato aislado e inconexo. Cada uno de los indicadores
sintetiza, generalmente, situaciones mucho más complejas y alimenta al sistema de indicadores, donde se
establecen con claridad los cruces necesarios para dar una realidad de conjunto de la relación mujer-ciudad. En
tal sentido, la interpretación de un indicador urbano es mas útil cuando se combina con la de otros indicadores
territoriales, económicos y sociales, tales como: diferencias geográficas en la ciudad e incidencia de la pobreza
y la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres.
Los IUGIs podrán actualizarse con el tiempo y así detectar los cambios necesarios de la situación existente si los
resultados no han sido los esperados, o de resultar positivos continuar en la misma línea. Elaborar un sistema de
indicadores permitirá el seguimiento y la evaluación de las medidas e intervenciones, algunos a nivel urbano, vin-
culados con el mejoramiento de la condición de las mujeres y la equidad de género en el uso de la ciudad.
La siguiente propuesta de IUGIs de carácter flexible, podría ser considerada como un módulo base o un míni-
mo común al que se debería llegarse, con el fin de mostrar la potencialidad de la utilización de un sistema de
indicadores para el diseño, monitoreo y evaluación de políticas públicas y programas de desarrollo social, con-
siderando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y las políticas de género que han tenido par-
ticular relevancia en los últimos tiempos a nivel nacional.
La propuesta no pretende agotar todos los Indicadores Urbanos de Género posibles, ni abarcar con igual pro-
fundidad todos los temas, sino realizar una selección de indicadores teniendo en cuenta que éstos sean útiles,
a través de la realización de encuestas y censos, para la comparación posterior entre distintas ciudades a nivel
nacional e internacional.
En particular, la siguiente propuesta contiene la presentación de cada indicador con su nombre, una descripción
precisa para la justificación del objetivo, la identificación de una unidad de medida, la relación entre enunciado
e indicadores propuestos y la vinculación con otros indicadores.
1 - Indicador de Economía
El colectivo 'mujer' vive la agresión ambiental, la degradación de su entorno, como una situación de riesgo para
la integridad física de su familia-comunidad. Del mismo modo que entiende la naturaleza, como parte de sí
misma y prolongación de su marco vital de acogida, identifica la ausencia de lugares y servicios que faltan para
mejorar la calidad de vida.
4 - Indicador de Transporte:
La movilidad condiciona el acceso al empleo, como también, la integración social y puede convertirse en un fac-
tor para la discriminación social
La calidad del espacio público y la adecuación de calles y plazas al uso cotidiano de todo tipo de personas es
una preocupación para los ciudadanos.
6 - Indicador de Seguridad:
Los grupos sociales más vulnerables son los que más han perdido: los niños, los ancianos y las mujeres.
La conciencia creciente, tanto en el mundo de las ciencias sociales como en el área de las políticas públicas, de
la importancia de desarrollar sistemas estadísticos de género con el objeto de monitorear la evolución de la
situación de las mujeres comparada con la de los hombres, ha puesto en evidencia el papel crucial que juega
la selección de indicadores apropiados para este fin.
El criterio que influyó en la selección de nuestros Indicadores fue la disponibilidad de información que se obtu-
vo a partir de PNUMA, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente; Indicadores de la Unión Europea;
Estambul + 5: Programa de Indicadores Urbanos para el Centro de Naciones Unidas para los asentamientos
humanos; Fundación Forum Ambienta: Departamento de Medio Ambiente de Cataluña. Agencia Europea de
Medio Ambiente; Colectivo de mujeres Urbanistas: Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Pamplona;
Agenda 21 de Gijón, España; Forum Cívico para una Barcelona Sostenible; Instituto de Estadística de
Andalucía, Sevilla y CEPAL, Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Igualmente y dentro del ámbito local los indicadores urbanos de género -IUGs- suponen una total adecuación a las
pautas que propone el Plan Urbano Ambiental y la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, -PUA;
CABA- y el Plan de Igualdad de Oportunidades y Trato entre Mujeres y Varones -PIO-. Constituyen datos precisos
socio culturales y económicos sobre la situación de las mujeres de la CABA que por extensión podrían ser de apli-
cación en las diferentes ciudades Mercosureñas aplicando un modelo de análisis similar al de la presente investi-
gación que tuviese en cuenta las variaciones locales, dentro del marco que propone la Unidad Temática Género
y Municipio de la Red de Mercociudades creada en setiembre de 1999 en Belo Horizonte, Brasil.
Esta Unidad Temática -que reconoce a los municipios como espacios articuladores de los diferentes actores
locales en su potencialidad para el conocimiento de las necesidades de ciudadanos y ciudadanas-, tiene como
instancia el intercambio, capacitación, investigación entre municipios de la Red de Mercociudades y mantiene el
compromiso de continuar desarrollando líneas estratégicas para visibilizar la contribución de la mujer a la eli-
minación de conceptos estereotipados y como espacio dinámico de interacción entre diferentes actores en el
marco de la formulación y seguimiento de las Políticas Públicas de Género y de la Integración Regional. También
reafirma el compromiso en tal sentido ya asumido por los gobiernos nacionales, expresado en las Convenciones
y Acuerdos Internaciones que promueven los Derechos de las Mujeres.
Pero esta es una instancia que espera la oportunidad de ser puesta en práctica por lo que aún no está explíci-
ta en el presente trabajo.
DGM-DGEyC-PUA-AMAI | 2002
Son estas las principales conclusiones obtenidas a través de un relevamiento, cuyas características metodoló-
gicas pueden leerse en el último apartado de este trabajo. Debe destacarse la colaboración que las instituciones
participantes del mismo aportaron en las diferentes etapas del trabajo y de acuerdo a sus especificidades temáti-
cas y técnicas, mostrando -una vez más- que la articulación de esfuerzos posibilita la realización de tareas que,
encaradas individualmente, no superarían la etapa de la manifestación de intenciones.
Se reconoce el aporte realizado por las mujeres entrevistadas quienes, al otorgar su tiempo, colaboraron de
manera también significativa a la concreción de la tarea.
Atendiendo al barrio donde viven las entrevistadas, hay una presencia de todos los barrios, aunque se veri-
fica la sobrerrepresentación de algunos de ellos (principalmente Palermo (13.2%), pero también Balvanera,
Belgrano, V. Lugano, San Cristóbal y Caballito).
Para facilitar el análisis y debido a la cantidad de casos que el relevamiento se propuso efectuar, las entrevis-
tadas fueron agrupadas según el domicilio de las mismas, en 4 zonas en que la Ciudad fue dividida.
La distribución por edad de las mujeres finalmente entrevistadas, muestra una mayor presencia de quienes
cuentan entre 26 y 45 años (41,0%) seguidas por quienes tienen entre 46 y 65 años (34,7%). Esta estructura de
tarea es bastante diferente a la del conjunto de mujeres que habitan la Ciudad de Buenos Aires.
Al atender la composición por edad según la zona de residencia se observan algunas diferencias: en primer
lugar y respecto al grupo 46-65, en el Oeste hay una proporción (40,1%) que resulta mayor que la del total, en
tanto que en el Centro (27,8%) resulta bastante menor. En cuanto a las de más de 65 años, hay una mayor pre-
sencia de mujeres de esta edad en el Norte (10,2%) y en el Centro (14,4%) desapareciendo en el Oeste (0,7%).
Al considerar la edad de las mujeres se observa que entre las más jóvenes (15-25 años) la proporción resulta
algo más reducida, particularmente por ser menos las que trabajan en su casa por remuneración. En el grupo
de entre 26 y 45 años, la diferencia más importante se debe a la alta proporción de mujeres que trabajan fuera
de su casa (65,4%); por último en el grupo de las de mayor edad, se observa que la proporción de quienes sólo
realizan tareas de su hogar (80,6%) duplica, prácticamente, a la proporción correspondiente al total.
La zona de residencia parece incidir en este aspecto ya que en el Centro y Norte de la Ciudad la proporción de
empleadas como las mencionadas disminuye, en tanto aumentan de manera importante las que trabajan en
maestranza como cadetas o peones (14,0%) y las vendedoras (12.0%) en el Centro y las profesionales en el
Norte que llegan a representar a casi la cuarta parte (23,9%). En el Oeste tienen mayor presencia relativa las
empleadas administrativas o de servicios (57,1%) en detrimento de todas las otras ocupaciones. Por último en
el Sur, hay menor cantidad de profesionales (6,5%), compensada por mayor presencia de trabajadoras espe-
cializadas y técnicas independientes (19,4%) y de comerciantes (6,5%).
Cuando se analiza el nivel de instrucción alcanzado por las entrevistadas se observa que una tercera parte
(32,2%) tiene un nivel menor que el secundario completo. Las entrevistadas muestran niveles educativos dis-
pares cuando se atiende a la zona en que viven. Así, las mujeres del Sur tienen uno menor ya que la propor-
ción antes mencionada asciende en este caso de manera importante hasta alcanzar a casi la mitad (46,7%); la
situación opuesta se observa en el Norte en donde esa proporción se reduce a la cuarta parte (24,1%).
Si se atiende a las mujeres que al menos completaron el nivel secundario, surge que dos tercios del total lo han
hecho, advirtiéndose disparidades notorias en las zonas Sur y Norte: en el primer caso esta proporción dismi-
nuye, alcanzando la mitad (51,6%) en tanto en el segundo alcanza a tres cuartos (75%) de ellas.
Sólo un 6,6% de las entrevistadas declaró convivir con algún discapacitado. A pesar de la poca cantidad de
casos se puede decir que en las zonas Centro y Oeste es donde se encuentra la mayor proporción de mujeres
en esta situación.
La mayoría de las mujeres entrevistadas (75%) manifiestan realizar sus compras en super o hiper mercados.
Asimismo una gran proporción de las mismas (60%) también declaran realizarlas en los comercios de su barrio.
Al tomar en cuenta la zona de residencia se observa que quienes residen en el Centro frecuentan en menor
medida que las demás los minimercados, y junto a las residentes en el Norte de la Ciudad son las que prefieren
en mayor proporción los super o hiper mercados. Mientras tanto, las que más se inclinan por los negocios del
barrio son las entrevistadas que residen en el Sur (72,6%) aunque también las que residen en el Norte se vuel-
can de manera importante (67,6%) a ese tipo de comercio.
Cuadro 5.2.1 | Mujeres que realizan compras en minimercados por personas del hogar que las llevan a cabo
Ns/Nc 6 3,7
Cuadro 5.2.3 | Mujeres que realizan compras en negocios de su barrio por personas del hogar que las llevan a cabo
Ns/Nc 3 1,2
Cuadro 5.2.4 | Mujeres que realizan compras en otros lugares por personas del hogar que las llevan a cabo
Ns/Nc 2 20,0
Total 10 100,0
Son las propias entrevistadas las que mayoritariamente realizan las compras (59,6%) en minimercados y en algo
menos de la tercera parte (29.2%) esta tarea es compartida con otros miembros del hogar. No se advierten dife-
rencias de importancia cuando se atiende al tipo de negocio ya que las variaciones no alteran esta tendencia y
sólo en el caso de "otros lugares" aumenta notoriamente la proporción de casos (70%) en que es la entrevista-
da la que generalmente realiza las compras.
5.3 | INSEGURIDAD
Casi la totalidad (97,2%) del universo de estudio, cree que existe inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires,
siendo unánime la respuesta entre las que viven en el Sur, mientras que en el Centro esa proporción es ligera-
mente menor (94,4%).
Esa percepción de inseguridad introduce modificaciones en la cotidianidad de las mujeres ya que dos ter-
cios de las entrevistadas modifican y/o alargan su recorrido habitual para evitar lugares inseguros en la Ciudad.
Es en el Sur y Oeste (71%) en donde se acentúa más esta característica.
Al indagar los lugares donde se percibe mayor inseguridad se puede ver que casi la totalidad de las entre-
vistadas (92,9%) menciona a las calles como uno de esos lugares.
También los parques o plazas son percibidos como lugares inseguros; más de tres cuartas partes (78,5%) de
las entrevistadas las perciben de esa forma; esto es algo más acentuado en el Sur (83,6%) y algo menos en la
zona Oeste (73,8%), sin modificar la tendencia general antes mencionada.
Sigue en importancia, de acuerdo a la percepción de las mujeres entrevistadas, la inseguridad en los medios de
Cuadro 5.3.1 | Mujeres entrevistadas por percepción de inseguridad en la ciudad según zona de residencia
Zona de Residencia
Cuadro 5.3.2 | Mujeres entrevistadas por tendencia a modificar recorridos inseguros según zona de residencia
Zona de Residencia
Cuadro 5.3.3 | Mujeres que perciben inseguridad por lugares donde la notan
CALLES SI NO AUTOPISTAS SI NO
MEDIOS DE TRANSPORTE SI NO
En cuanto al conocimiento de delitos en su barrio, un alto porcentaje de las entrevistadas (86,1%) dice cono-
cerlos de manera directa. En la zona Norte se observa que esta cifra se incrementa aún más (93,5 %).
Al indagar acerca del tipo de delito que estas mujeres conocen se puede ver que la mayoría tiene conocimien-
to de robos con armas (83,7 %) y en proporción bastante más baja el robo sin armas (63,8%). En ambos casos
el grado de conocimiento en la zona Sur es más elevado, alcanzando al 90,2 y al 78,4 por ciento para el robo
con y sin armas, respectivamente. En la zona Oeste también es mencionado el robo con armas en una más alta
proporción (89,6%) pero el robo sin ellas disminuye de manera importante, llegando al 54,8%.
El conocimiento de violencia familiar y de violación son mencionados por una quinta parte de las entrevistadas
(21,1 y 18,1 por ciento respectivamente), sin diferencias de importancia entre las distintas zonas, aunque debe
destacarse el caso del conocimiento de homicidio en la zona Sur donde la proporción de quienes manifiestan
conocerlo se eleva al 29,4%.
Gran parte del universo de estudio (94,9%) cree que en la Ciudad hay contaminación ambiental. En la zona
Norte posee esta percepción casi la totalidad de las entrevistadas (98,2%).
Al atender la zona de residencia de las entrevistadas, puede verse que son las mujeres de la zona Oeste y Centro
las que en proporción ligeramente menor (92,6% y 93,3%) creen que hay contaminación ambiental en la Ciudad.
Con relación al tipo de contaminación percibida se puede resaltar que el 84,5% de las entrevistadas consi-
dera que se debe a la presencia de contaminantes por residuos. Hay que destacar que el 76,8% del universo
menciona a los excrementos en la vía pública. También los ruidos molestos (65%) y los malos olores (64,8%)
son factores contaminantes mencionados por gran parte de las entrevistadas.
Por último, el exceso de carteles publicitarios es mencionado por algo más de la cuarta parte (27,2%) de las
entrevistadas, pero es en las zonas del Oeste y del Norte donde se lo menciona en mayor proporción (31,5%
y 30,8% respectivamente) mientras que en la zona Sur esa proporción disminuye de manera notoria (al 17,7%).
Cuadro 5.4.1 | Mujeres que perciben contaminación por factores que la provocarían
MALOS OLORES SI NO
En cuanto a otras diferencias que se observan en las distintas zonas se destaca, en relación al conjunto de
mujeres entrevistadas, la menor proporción (75,6%) de mujeres que en el Oeste mencionan la contaminación
por acumulación de residuos. La contaminación por excrementos en la vía pública es percibida en mayor pro-
porción por las mujeres que residen en las zonas Norte (84,1%) y Sur (80,6%), mientras que las de la zona
Oeste la mencionan con menor frecuencia (67,7%). Los ruidos molestos adquieren mayor importancia relativa
en la zona Norte (71,0%) y, contrariamente, menor importancia en la zona Sur (54,8%). Por último y en relación
a la contaminación por malos olores, ésta es percibida de manera mucho más intensa en la zona Centro (74,1%)
y en menor proporción entre las entrevistadas del Sur y Oeste (58%).
A propósito de lugares o servicios que faltan para mejorar la calidad de vida, el 84,1% de las mujeres, consi-
dera que existen deficiencias al respecto. En este caso, la zona en donde residen las mismas no modifica sus-
tancialmente esta situación, aunque en la zona Oeste la proporción mencionada se eleva al 89,6% siendo algo
más baja en el Sur y en el Norte (80% en ambos casos).
Al atender la zona de residencia de las entrevistadas, se observa que la demanda de rampas en las veredas es
bastante menor (52,0%) en la zona Oeste y notoriamente mayor en la zona Norte (73,3%); la solicitud de centros
de salud es más notoria entre las entrevistadas de la zona Sur (62,7%) mientras que entre las de zona Centro
disminuye de manera notoria (al 48,7%); las rampas de acceso a edificios son sensiblemente más demandadas
en la zona Centro (67,1%) mientras que en el Oeste el nivel de esa demanda desciende de manera notoria
(43,9%); la falta de escuelas o guarderías es mucho más mencionada entre las mujeres que residen en el Sur
(56,9%) y en el Norte (52,2%). La demanda de hogares de día para ancianos es bastante similar entre las entre-
vistadas de las diferentes zonas, aunque en el Oeste el nivel desciende de manera importante (al 38,2%); la
carencia de baños públicos es mencionada de manera mucho más frecuente entre quienes residen el la zona
Centro (57,9%), el plantado de árboles es significativamente menos mencionado (27,5%) entre las mujeres de la
zona Sur, el estacionamiento para bicicletas es demandada por la mitad de las mujeres que residen en la zona
Centro y la señalización en la vía pública es mencionada con mayor frecuencia -casi la mitad- por quienes resi-
den en la zona Norte en tanto que entre quienes viven en el Oeste se reduce a poco más de la cuarta parte.
Cuadro 5.5.1 | Mujeres que creen que faltan servicios o mejoras en el barrio según tipo de necesidad
BANCOS SI NO
332 45 287
Al analizar las demandas según el nivel de instrucción no puede establecerse una regularidad de comportamien-
to: en algunos casos son las más instruidas (las que tienen estudios universitarios completos o más) las que ma-
yores demandas mencionan (es el caso de las rampas en veredas y las de acceso a edificios, de los semáforos,
de escuelas o guarderías) mientras que en otros son las mujeres con hasta primaria incompleta las que deman-
dan con mayor intensidad (por ejemplo, centros de salud, baños públicos y señalización en la vía pública).
Cuadro 5.5.2 | Mujeres entrevistadas por creencia de factores que se constituyen en barreras para el traslado por las calles
395 76 315
5.6 | RECREACIÓN
La mayor parte del universo estudiado (66,1%) prefiere los lugares abiertos para realizar paseos mientras que
sólo un 9% de las entrevistadas privilegian los lugares cerrados para realizar actividades referidas al ocio. La
preferencia por los lugares abiertos es notoriamente menor entre las mujeres que residen en la zona Sur de la
Ciudad, resultándole indistinto el ámbito de realización a una tercera parte de ellas.
Cuadro 5.6.1 | Mujeres entrevistadas por elección de tipo de lugares para realizar paseos según zona de residencia
Zona de Residencia
En cuanto a la realización de actividades en los espacios verdes del barrio de las entrevistadas, se obser-
va que casi la mitad (48,4%) de ellas afirma realizarlas y casi otro tanto (46,8%) no. En las zonas Sur y Oeste
la proporción de mujeres que realizan este tipo de actividades se reduce a cuatro de cada diez. Al considerar la
edad, se observa que entre quienes tienen entre 15 y 25 años de edad la realización adquiere bastante más
presencia (61,5%).
El 77,4% de las entrevistadas que realizan actividades al aire libre en los espacios verdes de su barrio, lo hacen
al menos 1 vez por semana, aunque quienes las realizan de manera cotidiana son algo menos de la tercera
parte (29,8%). Un dato interesante a señalar es la preponderancia del uso de estos espacios 1 o 2 veces por
semana entre las mujeres residentes en la zona Centro.
Cuadro 5.6.2 | Mujeres que llevan a cabo actividades en espacios verdes por frecuencia de realización según zona de residencia
Zona de Residencia
Frecuencia de actividades Sur Centro Oeste Norte Total %
en el espacio verde Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Del mismo modo que con los espacios barriales, se observa la acentuación en su uso por parte de las mujeres
jóvenes.
Con relación a la frecuencia de uso, en este caso se observa que un 67 por ciento de las mujeres que realizan
actividades en las plazas y parques de la Ciudad, lo hacen al menos 1 vez por semana.
Cuadro 5.6.3 | Mujeres que llevan a cabo actividades en espacios verdes por frecuencia de realización según zona de residencia
Zona de Residencia
Realización de actividades Sur Centro Oeste Norte Total %
en parques y plazas Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Cuadro 5.6.4 | Mujeres que llevan a cabo actividades en parques y plazas de la Ciudad por frecuencia de realización
según zona de residencia
Zona de Residencia
Frecuencia de realización de Sur Centro Oeste Norte Total %
actividades parques y plazas Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
En referencia a las actividades que realizan las entrevistadas, se puede decir que son las caminatas o pasear
a los perros la actividad que en mayor proporción realizan (70,5%), siguiéndole según la importancia de men-
ciones -casi en igual proporción- andar en bicicleta (35,5%), concurrir a espectáculos culturales (35,5%) y acom-
pañar a niños o personas discapacitadas (32,5%). Sin embargo la zona de residencia parece establecer algu-
nas diferencias: las mujeres de la zona Norte mencionan en una alta proporción
(88,4%) las caminatas o paseos de perros, disminuyendo en la zona Oeste al 56,3%.
Las mujeres que residen en la zona Sur concurren a espectáculos culturales en mayor
proporción (47,4%) y en menor proporción las de zona Oeste (20,3%), en tanto que el
acompañamiento a niños o personas con alguna discapacidad es más frecuente entre
las que residen en el Centro (44,9%) y menos entre las de zona Norte (24,6%).
Del total de las entrevistadas, dos tercios consideran que existen dificultades para la
práctica de deportes en los espacios verdes. Esta situación no varía de manera importante entre las que efec-
tivamente realizan actividades deportivas (69,3%) y quienes no (60,9%). Tampoco se registran cambios signi-
ficativos cuando se considera la edad o la zona de residencia de las entrevistadas.
Cuadro 5.6.5 | Mujeres entrevistadas que realizan actividades en espacios verdes de la ciudad por actividad desarrollada
200 71 140
Cuadro 5.6.6. | Mujeres entrevistadas por la consideración de existencia de dificultades para la práctica de deportes
en espacios verdes
Si 264 66,8
No 91 23,0
Ns/Nc 40 10,2
Cuadro 5.6.7 | Mujeres que consideran que hay dificultades para la práctica de deportes en espacios verdes por tipo
de dificultades
264 186 78
La mayoría de las entrevistadas, casi dos tercios de ellas, no muestran disposición a mudarse a un barrio dis-
tinto del que vive actualmente. Al atender el deseo de cambio de barrio según la zona de residencia, no se obser-
van diferencias significativas entre las entrevistadas. La edad sí aparece como un factor de incidencia, pudien-
do establecerse una asociación positiva entre la mayor edad y el deseo de cambiar de barrio: así, mientras algo
más de la cuarta parte (27,7%) de las mujeres más jóvenes se mudaría si tuviese la posibilidad de hacerlo, esta
proporción aumenta a un 41,9% entre las mujeres de más de 65 años.
Zona de Residencia
Deseos de mudarse Sur Centro Oeste Norte Total %
a otro barrio Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Cuadro 5.7.2 | Mujeres que llevan a sus hijos a diversas actividades por transportes utilizados según zona de residencia
Zona de Residencia
Transporte / niños Sur Centro Oeste Norte Total %
Respuestas % Respuestas % Respuestas % Respuestas %
(*) Los porcentajes surgen del cociente entre la cantidad de respuestas de determinado tipo y el total de casos, por la tanto, al ser una pregunta de respuesta
múltiple, la sumatoria de porcentajes será mayor a 100%
Entre las que quisieran mudarse de barrio no se observan tendencias claras en tanto más de la cuarta parte
(28,7%) no sabe a qué barrio se mudaría y solamente Palermo y Caballito aparecen como los barrios que son
mencionadas con alguna proporción que los diferencia de los restantes (14,4% y 9,6% respectivamente).
Al considerar la zona elegida por las mujeres dispuestas a mudarse, el 27,9% de ellas opta por trasladarse a
barrios ubicados en la zona Oeste de la ciudad, en tanto el 24,8% escoge barrios de la zona Norte.
Contemplando la zona de residencia surge que son las mujeres que habitan en las zonas Norte y Sur quienes
muestran mayor predisposición a mudarse a barrios de la Oeste (35,1% y 31,6% respectivamente). En tanto no
se observan diferencias significativas en las zonas de residencia de las mujeres que se inclinaron por mudarse
a barrios de la zona Norte.
Cuadro 5.7.2 | Mujeres que se mudarían por zona elegida según zona de residencia
Zona de Residencia
Zona a la que se mudaría Sur Centro Oeste Norte Total %
Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
El medio de transporte más utilizado para realizar todas las actividades presentadas (salidas con niños/ visitas
al médico/ realización de compras/ trámites/ movilidad para ir a trabajar/ movilidad para ir a estudiar/ otras activi-
dades) excepto las compras, es el colectivo. En todos estos casos, el 60% o más de las entrevistadas que rea-
lizan cada una de las actividades mencionadas, utiliza dicho medio de transporte. Es para realizar las compras
que la mayor frecuencia recae en la alternativa "a pie-caminando" (62,5%). El auto particular aparece como otra
alternativa utilizada con cierta frecuencia (10,5%), pero muy lejana del colectivo, para desplazarse por la ciudad.
Es interesante señalar que para ir a trabajar (20%), estudiar (15,6%) o realizar trámites (17,6%) otro de los
medios de transporte que se utiliza con cierta frecuencia es el subte.
Cuadro 5.8.1 | Mujeres que llevan a sus hijos a diversas actividades por transportes utilizados según zona de residencia
Zona de Residencia
Transporte / niños Sur Centro Oeste Norte Total %
Respuestas % Respuestas % Respuestas % Respuestas %
(*) Los porcentajes surgen del cociente entre la cantidad de respuestas de determinado tipo y el total de casos, por la tanto, al ser una pregunta de respuesta
múltiple, la sumatoria de porcentajes será mayor a 100%
Cuadro 5.8.2 | Mujeres que concurren a consultas médicas por transportes utilizados según zona de residencia
Zona de Residencia
Medio de transporte Sur Centro Oeste Norte Total %
Respuestas % Respuestas % Respuestas % Respuestas %
(*) Los porcentajes surgen del cociente entre la cantidad de respuestas de determinado tipo y el total de casos, por la tanto, al ser una pregunta de
respuesta múltiple, la sumatoria de porcentajes será mayor a 100%
Zona de Residencia
Transporte / compras Sur Centro Oeste Norte Total %
Respuestas % Respuestas % Respuestas % Respuestas %
(*) Los porcentajes surgen del cociente entre la cantidad de respuestas de determinado tipo y el total de casos, por la tanto, al ser una pregunta de
respuesta múltiple, la sumatoria de porcentajes será mayor a 100%
Cuadro 5.8.4 | Mujeres que realizan trabajos por transportes utilizados según zona de residencia
Zona de Residencia
Transporte / trabajo Sur Centro Oeste Norte Total %
Respuestas % Respuestas % Respuestas % Respuestas %
(*) Los porcentajes surgen del cociente entre la cantidad de respuestas de determinado tipo y el total de casos, por la tanto, al ser una pregunta de
respuesta múltiple, la sumatoria de porcentajes será mayor a 100%
En cuanto a la necesidad de tomar medidas para mejorar el transporte la acción que se señala -entre las alter-
nativas que fueron presentadas- con mayor frecuencia es la de ampliar la red de subtes, coincidiendo con esa
acción las tres cuartas partes (74,9%) de las entrevistadas. Resulta de interés señalar que pese a no ser el medio
más utilizado, es para el subte, en donde se encuentra la mayor frecuencia de demandas de mejora del servicio;
esto es así, particularmente si se considera que bastante más de la mitad de las entrevistadas (57,9%) cree que
también tendría que ampliarse el horario de servicio. Sin embargo debe señalarse también que una proporción si-
milar a esta última, el 56,4%, coincide en señalar que deberían crearse nuevos recorridos de las líneas de colec-
tivos y que más de un tercio (36,7%) señala que deben evitarse superposiciones en los recorridos de dichas líneas.
Al atender las zonas en que las entrevistadas residen, aparece una demanda más intensa (83%) en cuanto a la
ampliación de la red de subtes entre las que residen en la zona Norte. Se observa también una mayor deman-
da (70,5%) en cuanto a la creación de nuevos recorridos de colectivos pero esta vez entre las mujeres que viven
en la zona Sur.
Se preguntó acerca de algunas acciones que tiene algún impacto en el planeamiento urbano. En primer lugar
se indagó acerca de la necesidad de trasladar y/o reubicar el aeroparque en la Ciudad. El 64% de las entre-
vistadas considera que no es necesario su traslado o reubicación, aunque hay una proporción de relativa impor-
tancia (16%) que no sabe opinar acerca de este tema. Pero si se discrimina según la zona de residencia se
puede ver que entre quienes viven en la zona Norte aquella proporción se eleva a las tres cuartas partes (75,9%)
pero desciende de manera notoria (al 37,1%) entre quienes residen en el Sur. Es también entre estas mujeres
donde se verifica la mayor proporción de quienes no saben acerca de la necesidad de trasladar el aeroparque,
llegando a constituir casi la tercera parte (30,6%).
Cuadro 5.9.1 | Mujeres entrevistadas por opinión sobre traslado del aeroparque según zona de residencia
Zona de Residencia
Traslado al Aeroparque Sur Centro Oeste Norte Total %
Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Un segundo tema estuvo constituido por la ubicación de los asentamientos precarios. Se observa que no es
un tema inadvertido para las mujeres entrevistadas: más del 90% de ellas tiene opinión formada al respecto.
Casi la mitad (47%) sostiene que sería necesario urbanizar los asentamientos precarios mientras que una can-
tidad algo menor (43,5%) piensa que lo más conveniente sería reubicarlos. Al atender la zona de residencia de
las entrevistadas, puede verse que ésta no influye en la opinión referente al tema; sólo entre las mujeres de la
zona Sur hay una proporción de quienes no saben opinar sobre el tema que asciende al 14,5%.
Cuadro 5.9.2 | Mujeres entrevistadas por opinión sobre destino de los asentamientos precarios de la Ciudad según zona
de residencia
Zona de Residencia
Opinión sobre destino de Sur Centro Oeste Norte Total %
asentamientos precarios Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
Atendiendo al máximo nivel de instrucción alcanzado casi la mitad de las mujeres con estudios secundarios com-
pletos y superiores incompletos consideran la posibilidad de urbanizar los asentamientos precarios (el 49,2%);
en tanto son las mujeres que no completaron la escolaridad primaria quienes en mayor proporción opinan que
los asentamientos deben ser reubicados en otro lugar (el 53,6%).
Al centrarse específicamente en la temática de la planificación urbana hubo otros aspectos sobre los que se
indagó. Cuando se habla sobre la necesidad de contar con dicha planificación en determinados temas, la
preservación de la calidad ambiental es el más mencionado ya que casi dos tercios (64,5%) de las entrevistadas
cree que se debería tener una planificación sobre ese aspecto. Alrededor de la mitad de las entrevistadas opinan
que se debe tener planificación acerca del uso del espacio público y sobre los centros de transporte y tránsito
Cuadro 5.9.3 | Mujeres entrevistadas por la opinión acerca de temas que la Ciudad debería tener planificación
CENTRO TRANSPORTE/TRÁNSITO SI NO
Al atender a la edad de las mujeres que respondieron parecen ser que quienes cuentan con más de 65 años
son las que se muestran más atentas al tema de la planificación urbana; como contrapartida parecen ser las
mujeres más jóvenes las que menor atención le prestan, aunque la quinta parte de ellas (20%) no saben opinar
acerca de esta temática.
En cuanto a diferencias que se observan en las distintas zonas parece destacarse, en términos generales, una
mayor preocupación por la planificación urbana entre las mujeres que viven en las zona Norte y Oeste, aunque
la diferencias encontradas no alcanzan magnitudes de significación.
Si bien las mujeres entrevistadas muestran interés por la planificación urbana de la Ciudad, más de dos tercios
de las mismas no tienen conocimiento acerca de la definición del Plan Urbano Ambiental por parte del
Gobierno de la Ciudad. Se advierten diferencias al considerar la zona de residencia; si en el conjunto algo
menos de la tercera parte (30,4%) de las entrevistadas tienen conocimiento del mencionado Plan, esta propor-
ción se acerca a la mitad (44,4%) entre las que viven en la zona Norte y a la quinta parte (19,4%) entre las que
residen en la zona Sur.
Cuadro 5.10.1 | Mujeres entrevistadas por conocimiento del Plan Urbano Ambiental según zona de residencia
Zona de Residencia
Conocimiento del Sur Centro Oeste Norte Total %
Plan Urbano Ambiental Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %
También la edad de las entrevistadas parece introducir algunas diferencias, siendo las mujeres más jóvenes (las
de 15-25 años) las que menor conocimiento declaran tener acerca del Plan Urbano Ambiental.
Por último puede decirse que el nivel de instrucción también incide en el conocimiento del Plan. Las mujeres que
han finalizado estudios universitarios, en importante proporción (43,1%) declaran conocerlo mientras que las
que no han completado el nivel primario lo conocen en una proporción notoriamente menor (21,4%).
Atendiendo a las diferencias encontradas por zonas de residencia se observa que entre las que viven en la zona
Oeste es más elevada la proporción (56,4%) de quienes han tomado conocimiento por publicaciones periodísticas
y bastante menos que el conjunto por participar de encuentros (12,8%). Por su parte las mujeres que residen en
la zona Centro se han informado en mayor proporción (38,1%) a través de la participación en encuentros.
Cuando se considera la edad, puede verse que las mujeres de entre 26 y 45 años conocieron el Plan en mayor
proporción (63,0%) mediante publicaciones periodísticas. Puede destacarse también que quienes se encuentran
en las edades extremas (15 a 25 y más de 65 años) son las que en mayor proporción han tomado conocimien-
to por participar de encuentros (alrededor de la tercera parte).
Por último, se observa que el nivel de instrucción no parece tener incidencia importante en la forma de conocer el Plan.
Para concluir con el tema de la información referente al planeamiento urbano, se puede subrayar que algo más
de la mitad de las mujeres entrevistadas (55,9%) desearían estar informadas o participar en las reuniones
realizadas por el GCBA. La zona de residencia no parece tener incidencia en el interés por estar informada o
participar de las reuniones que el Gobierno realiza. No obstante ello, entre las mujeres que residen en la zona
Sur aquella proporción resulta algo más elevada.
Si se toma como referencia la edad de estas mujeres es interesante mencionar que son las de 46 a 65 y las de
más de 65 años las que se muestran más propensas a la participación. Entre las más jóvenes es bastante más
elevada la proporción (40%) de las que no quieren participar de reuniones como las mencionadas.
El objetivo del relevamiento apuntó a captar la percepción que tienen las mujeres sobre temas relacionados con
la organización urbano-ambiental de la Ciudad de Buenos Aires.
El trabajo se estructuró sobre la base de una muestra accidental a ser aplicada a 400 mujeres que concurren a
realizar trámites en las sedes de los 16 Centros de Gestión y Participación de la Ciudad (a razón de 25 mujeres
entrevistadas en cada uno de ellos)
Los encargados de aplicar el cuestionario (Anexo 1) fueron los delegados (mayoritariamente mujeres) de la
Dirección General de la Mujer que cumplen funciones en cada uno de los Centros, quienes habían recibido opor-
tunamente capacitación brindada por la Dirección General de Estadística y Censos, ambas del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires.
El relevamiento se llevó a cabo entre los días 16 y 22 de Abril del 2002, entrevistándose a un total de 395
mujeres concurrentes a los Centros en el transcurso del horario de atención de los mismos.
Si bien se trató de una muestra accidental se estableció una pauta que tuviese en cuenta franjas de edad de las
mujeres consultadas a los efectos de evitar el mayor peso de una franja en perjuicio de otra. Por ello cada
encuestador, considerando la aplicación de cinco encuestas diarias tuvo que entrevistar a: 1 mujer que tuviese
entre 16 y 25 años de edad; 1 (ó 2) mujeres que tuviesen entre 26 y 45 años de edad; 1 (ó 2) mujeres que
tuviesen entre 46 y 65 años de edad y, por último, 1 mujer que tuviese más de 65 años de edad.
El estado local es el ámbito donde la población tiene mayores posibilidades de relacionarse de manera directa
con sus gobernantes y constituye la mejor instancia para transformar la democracia formal y delegativa en
democracia participativa.
El proceso de descentralización lleva implícita la participación, ya que es en este nivel donde el Gobierno se
encuentra más próximo a la sociedad civil. La participación relaciona gobierno y sociedad civil, y potencia la
capacidad del Estado para responder a las demandas de la sociedad. La descentralización, por su parte, posi-
bilita participación, transparencia y responsabilidad, tendiendo a satisfacer con la mayor eficacia las demandas
sociales. De esta forma, la democracia participativa contribuye a la gobernabilidad.
El proceso crea instancias administrativas con sede en distintos ámbitos territoriales. Se busca asegurar efica-
cia y eficiencia en la gestión, aportar soluciones en los lugares en los cuales se producen los problemas, y faci-
litar la mayor participación de los vecinos -en el marco de las propuestas políticas del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires-.
Este modelo se puso en práctica en la Ciudad de Buenos Aires con los Centros de Gestión y Participación -a
cargo de un Director General y un Delegado Comunal, designados por el Ejecutivo, con responsabilidades y fun-
ciones para tomar decisiones en materia administrativa en el área de su responsabilidad funcional y de su com-
petencia territorial-.
El Gobierno de la Ciudad -en uso de las facultades conferidas por los Arts. 102 y 104, incisos 9) y 15) y por la
Cláusula Transitoria Decimoséptima de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- dictó el Decreto
Nº 13/1996 y sus modificatorios, por el cual se crean 16 Centros de Gestión y Participación -CGP-, con el obje-
to de diseñar un régimen jurídico que contenga medidas que faciliten la participación social y comunitaria en el
proceso de descentralización durante el período de transición existente hasta la constitución de las Comunas.
Los Centros de Gestión y Participación cuentan con una estructura organizativa: mediante la identificación de pro-
blemas y acciones prioritarias, programan la ejecución local de políticas específicas y sectoriales, lo cual permite
un mayor y mejor control de la gestión gubernamental, así como el seguimiento de la prestación de los servicios
públicos. Entienden en la administración, distribución y aprovechamiento de los recursos asignados al área.
Entre sus competencias está la articulación de la relaciones con el vecino. A través de sus áreas de atención al
público captan las demandas vecinales, luego las identifican, clasifican y derivan a las áreas que habrán de sa-
tisfacerlas. Asimismo, canalizan reclamos, quejas y denuncias de los vecinos, con lo cual contribuyen a agilizar
la gestión y transparentar los procedimientos.
Brindan el soporte administrativo para llevar a cabo acciones conjuntas con las asociaciones y entidades sin
fines de lucro de su ámbito territorial, que tiendan a la formación institucional y a la participación comunitaria.
Promueven, asimismo, la convocatoria de las distintas expresiones de participación vecinal en el accionar de los
Consejos Consultivos honorarios, en materia de prevención del delito, de Presupuesto participativo, y otras ini-
ciativas similares.
La Dirección General de la Mujer, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social, establece -a partir de 1997-
Delegaciones en los distintos Centros de Gestión y Participación, con el fin de facilitar a las mujeres la consulta,
brindarles información y proporcionarles el acceso a los servicios y recursos existentes, y en su tarea de promover
y desarrollar acciones tendientes a lograr la plena inserción y participación de la mujer en el conjunto social y político,
Estas áreas desconcentradas tienen por función canalizar las diferentes necesidades de las mujeres y su
entorno, para lo cual se disponen desde entonces, actividades y servicios para asegurar la adecuada respues-
ta a las problemáticas que presentan, procurando reducir trámites y traslados innecesarios.
El rol de estas delegaciones se fortalece en virtud de la Ley Nº 474/2000, cuando se crea el "Plan de Igualdad
Real de Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones" en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. A partir de entonces se profundiza la tarea de facilitar el uso de los servicios generados por las diferentes
políticas públicas y las posibilidades que de ellas emanan.
A tales fines, y teniendo en cuenta la interacción existente entre la Dirección General de la Mujer y los Centros de
Gestión y Participación, dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social y de la Secretaría Descentralización y
Participación Ciudadana respectivamente, resultó procedente delimitar formalmente el accionar de las delega-
ciones asignadas en los CGP, las cuales dependen operativamente de las Direcciones Generales de los distintos
Centros de Gestión y Participación, y jerárquicamente de la Dirección General de la Mujer.
Con tal motivo se consideró la necesidad de establecer un "Convenio de Gestión", basado en la Resolución con-
junta de ambas Secretarías del Gobierno de la Ciudad, a fin de institucionalizar lo que de manera informal se
viene realizando desde 1997.
Cada uno de los Centros de Gestión y Participación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CGP) cuenta
con la presencia de una Delegada de la Dirección General de la Mujer -en días y horarios determinados- las que
responden a una Coordinación con asiento en la Dirección General de la Mujer.
Las Delegadas de la Dirección General de la Mujer en los distintos CGP, tienen a su cargo la escucha de la
problemática que les acercan las mujeres, brindándoles contención, orientación y derivación a los diferentes
Centros Integrales de la Mujer -C.I.M.- o a los servicios que se articulan con otras áreas gubernamentales y no
De tal forma, en sus funciones articulan servicios y recursos con los diferentes Programas Sectoriales de la
Secretaría de Desarrollo Social y de las diferentes áreas del Gobierno de la Ciudad, especialmente los destina-
dos a urgencias o emergencias sociales. Efectúan el relevamiento de los recursos comunitarios disponibles y
de las instituciones existentes en el ámbito territorial de cada CGP con el fin de organizar acciones concretas;
participan en reuniones de Redes y Consejos Consultivos en las cuales se vuelcan las problemáticas locales;
determinan necesidades sectoriales; señalan grupos de riesgo; organizan talleres y jornadas en función de las
distintas problemáticas y de las propuestas de instituciones territoriales y vecinales.
Asimismo apoyan las acciones concretas de los Programas de la Dirección General de la Mujer que se ejecuten
en el ámbito territorial de los CGP; se capacitan en las áreas que aseguren un mejor desenvolvimiento de su
función; mantienen una fluida comunicación entre las Delegadas y la Dirección General de la Mujer para el mejor
desenvolvimiento de la labor a su cargo, aportando los datos que mensualmente solicita el Área de Estadística
de la Dirección General de la Mujer.
Las condiciones de acceso a estos servicios no implica el cumplimiento de requisito alguno, por el contrario, se
promueve el amplio acceso de las mujeres y se garantiza su abierto protagonismo en base a una estrategia
comunicacional que facilite la información permanente a la comunidad del ámbito territorial del CGP.
En virtud del compromiso asumido oportunamente por la Dirección General de la Mujer con los organismos abo-
cados al proyecto: "Una mirada de género sobre el Plan Urbano Ambiental", las Delegadas de la Dirección
General de la Mujer en los Centros de Gestión y Participación, realizaron una encuesta a las mujeres residentes
en el ámbito territorial del CGP que se acercaron a demandar algún servicio, fundamentalmente los que a través
de la Delegada, brinda la DGMUJ.
Para la realización del proyecto la Dirección General de la Mujer y la Dirección General de Estadística y Censo
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires articularon con el Consejo de Planeamiento Urbano Ambiental
(COPUA.) y con la Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras (A.M.A.I.).
En este proyecto, las áreas de la Dirección General de la Mujer específicamente involucradas fueron: el Área de
Estadística y el Área Desconcentrada de la Dirección General de la Mujer en los CGP.
El Área de Estadística participó en la búsqueda de consenso y posterior rediseño del cuestionario propuesto por
AMAI., así como también -junto con las demás áreas- de las reuniones realizadas para arribar a los acuerdos
finales. En estos encuentros se organizó el cronograma propuesto para cumplimentar las distintas etapas a fin
de operativizar el proyecto.
Para realizar esta tarea con la mayor idoneidad posible, las Delegadas fueron convocadas para su capacitación.
La instrucción estuvo a cargo del Lic. Enrique Jontés de la Dirección General de Estadística y Censos del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En esta capacitación se les proveyó del material para hacer efectiva la
encuesta y se las instruyó minuciosamente sobre la manera de realizar el cuestionario, adiestrándolas sobre las
técnicas para efectuar el sondeo de opinión de la manera más eficiente para el cumplimiento de los objetivos
propuestos.
Se informó a los Directores generales de los Centros de gestión y Participación sobre la realización de la
Encuesta a las mujeres del ámbito de influencia del CGP, destacando la importancia de la investigación y la con-
vergencia de diferentes Organismos Públicos y Privados.
El sondeo de opinión de treinta y nueve (39) preguntas, a razón de veinticinco (25) entrevistas por cada CGP,
significó la consulta a trescientas noventa y ocho (398) mujeres habitantes de los diferentes barrios de la ciu-
dad, provenientes de distintas pertenencias socio-económicas y de diferentes franjas etáreas.
La encuesta se efectuó en el término de una semana y de esta manera las Delegadas de la DGMUJ sumaron
su esfuerzo y cumplieron con las expectativas de los organismos que formaron parte del proyecto. Este sondeo
constituyó una herramienta fundamental en lo que respecta a la investigación que nos ocupa.
Si bien para garantizar los mejores resultados, las Delegadas de la DGMUJ fueron previamente capacitadas,
como ya lo expresáramos, debemos destacar como regla general el compromiso de las mismas y su disposi-
ción a capacitarse, integrarse y compartir recursos. La predisposición de las Delegadas de la DGMUJ en los
CGP al diálogo, y su apertura para enfrentar los nuevos desafíos -ya sean de la realidad social, como los
requeridos desde la gestión- merecen asimismo ser distinguidos.
El día 21 de junio se realizó en el Centro Cultural Recoleta, la Jornada "Una mirada de Género Sobre la Ciudad".
En dicha reunión, pensada como un espacio de encuentro de las diferentes áreas que trabajaron en el proyec-
to de investigación conjunto, se pusieron de manifiesto los resultados de la articulación entre Áreas de Gobierno
y Organizaciones No Gubernamentales -como AMAI-. Se trató de una jornada en la que los panelistas destac-
aron cómo el trabajo comprometido y serio de los integrantes de organismos de Gobierno y asociaciones civiles,
dieron como resultado aportes innovadores que no hubieran tenido lugar sin esta convergencia de instituciones
públicas y de la ciudadanía.
Al promediar la jornada tuvieron lugar los talleres temáticos, que fueron coordinados
Jornada celebrada en el Centro Cultural Recoleta
por profesionales integrantes de la Dirección General de la Mujer. El objetivo de estos
de la Ciudad de Buenos Aires.
talleres fue el de crear un espacio de diálogo y reflexión para que las mujeres hablasen
sobre su relación con la ciudad -calidad de vida, problemas de hábitat, acceso a los medios de transporte, inse-
guridad, contaminación ambiental, etc.- La propuesta también incluyó la idea de que las mujeres pudieran
expresar cómo debería ser la ciudad en la que les gustaría vivir.
Los talleres consistieron en la formación de tres grupos integrados por quienes concurrieron a participar de la
jornada. Cada uno de estos grupos se abocó a reflexionar sobre la vida cotidiana de la mujer en relación con su
medio y a recrear las situaciones que podía enfrentar a diario. Para ello, se trabajó sobre el escenario de tres
mujeres imaginarias pertenecientes a barrios distintos, con diferente situación económica, social, laboral y fami-
liar. Se profundizó sobre la relación de estas mujeres con su entorno, puntualizando sus dificultades, sus necesi-
dades, los obstáculos con que debían enfrentarse cotidianamente, etc.
Cada uno de los grupos realizó interesantes aportes sobre las relaciones de estas mujeres hipotéticas y la ciu-
dad. Se establecieron con bastante claridad las situaciones de dificultad por las que atraviesan en su vida de
El cierre de la jornada contó con un panel integrado por profesionales de AMAI, del
Presentación de: "Una mirada de género sobre la Consejo del Plan Urbano Ambiental, de la Dirección General de Estadística y Censos y
Ciudad", el 21 de junio de 2002.
de la Dirección General de la Mujer. Estos se refirieron a los resultados de la encuesta.
Se realizaron agradecimientos a los aportes de las áreas de la Dirección General de la Mujer, especialmente al
Área de Estadística de DGMUJ a cargo de la Sra. Marita Albarez y a las Delegadas en los Centros de Gestión
y Participación. También se efectuó un reconocimiento a las mujeres que accedieron a participar de la entrevista,
ya que prestándose a contestar las preguntas, colaboraron cediendo su tiempo para hacer posible este proyec-
to conjunto.
De la encuesta "Una Mirada de Género Sobre la Ciudad" participaron las integrantes del Programa "Área Desconcentrada de la DGMUJ en los CGP"
con Coordinación Técnica a cargo de la Lic. María Cristina De Ciervo- que seguidamente se mencionan:
El trabajo conjunto realizado con las Direcciones Generales de la Mujer y Estadísticas y Censos a instancias de
la organización no gubernamental AMAI, ha sido fructífero y permite al Consejo del Plan Urbano Ambiental, en
forma sistemática y racional, ampliar y responder las necesidades de género vinculadas con el Plan Urbano
Ambiental.
Esta perspectiva y la relectura de las Conclusiones del Sondeo abren un espacio de diversidad de miradas, de
tolerancia en la apropiación social del espacio público y profundiza la preocupación por el modo en que se defini-
nen los instrumentos técnicos y su gestión intersectorial.
A continuación se sintetizan los trabajos realizados por el CoPUA en pos de establecer Indicadores de
Sustentabilidad, una valoración inmediata del sondeo -en atención al análisis expuesto por la Dirección General
de Estadísticas y Censos en el capítulo anterior-, y una conclusión general para encarar nuevas actividades
inherentes al tema que nos ocupa.
7.1 | LEY 71
La necesidad de contar con indicadores para la Ciudad fue incluida en los criterios básicos de la Ley Nº 71 de
creación del Consejo del Plan Urbano Ambiental. El artículo 14 inciso H 1) menciona específicamente "fijación
de metas anuales o indicadores de sostenibilidad consensuados para el progresivo mejoramiento de los
estándares vigentes".
En función de ello, y atento al proceso desarrollado para la elaboración del Proyecto del Plan Urbano Ambiental, el
Consejo del Plan Urbano Ambiental encaró dos (2) iniciativas que buscaron: una, responder a la comparación de la
Ciudad de Buenos Aires con otras ciudades, especialmente en sus rasgos de mayor fortaleza, denominado
"Indicadores de Competitividad de la Ciudad de Buenos Aires" (CoPUA, 1999), la otra, "Criterios e Indicadores de
Desarrollo Sustentable para la Ciudad de Buenos Aires" (CoPUA, 2001), estuvo dirigida a establecer una metodología
de trabajo para el desencadenar un proceso de definición de los indicadores de sostenibilidad consensuados.
Los indicadores de sustentabilidad emergen como resultado de una creciente preocupación por los aspectos
ambientales del desarrollo y de la calidad de vida lo cual requiere cada vez más la generación de información
que sintetice los principales aspectos de esta interrelación orientando el proceso de toma de decisiones. El pro-
ceso de desarrollo de indicadores en parte busca facilitar la planificación pero también prevenir los continuos
cambios ambientales.
Recientemente organizaciones internacionales (UICN, Amigos de la Tierra, ICLEI, OMS, etc.) se han involucra-
do en el desarrollo de indicadores de sustentabilidad. De la misma manera gobiernos nacionales y locales, tanto
Las modalidades y la calidad de los indicadores de sustentabilidad han sido múltiples y dependen de los obje-
tivos propuestos a partir del desarrollo de los mismos.
Un indicador es una información procesada que debe generar una idea clara y accesible de un fenómeno mayor
y más complejo que lo demostrable por el indicador en sí. Mediante los indicadores debe ser posible evaluar ten-
dencias, políticas y decisiones en distintos campos y su aplicación sirve para disminuir los grados de incertidum-
bre en las futuras decisiones y asegurar el apoyo de las mismas. Los indicadores son herramientas simples que
miden y comunican lo que pasa. Este tipo de información es esencial en todo proceso de
toma de decisiones.
Desde hace tiempo se considera que los indicadores son herramientas eficaces para
comunicar procesos complejos tanto en los ámbitos de carácter social, como político
y económico. Por ejemplo, los indicadores sociales tuvieron sus inicios en los años
sesenta y buscaban, en una aproximación sintética, comunicar sobre el grado de
avance del desarrollo y sus distintos componentes. El Índice de Desarrollo Humano del
Programa para las Naciones Unidas se extendió profusamente en los años ochenta.
Así mismo en el ámbito de la economía, más allá de las revisiones críticas, la uti-
lización extendida de indicadores tradicionales como el Producto Bruto Interno es frecuente en materia de desar-
rollo económico. En este sentido es importante remarcar que este tipo de indicadores no miden hasta que punto
el crecimiento se basa en procesos que llevan a la degradación del medio.
En los últimos años aparece asimismo la necesidad, cada vez más frecuente, de contar con información sobre
el estado del ambiente que contribuya tanto al diagnóstico de las condiciones ambientales como a la evaluación
del progreso de las políticas. Distintos países de América Latina (Venezuela y México entre los primeros)
emprendieron en mayor o menor grado la organización de sistemas de información ambiental y estadísticas en
la materia. La necesidad de encontrar indicadores agregados e interrelacionales llevó a distintos organismos
internacionales -entre ellos el World Resources Institute- a buscar integrar indicadores más o menos tradi-
cionales de carácter social, económico o ambiental. Dicha integración, mejor o peor lograda, no constituye
automáticamente un indicador de sustentabilidad.
Un indicador puede medir una sola variable: la cantidad de hectáreas destinadas a espacios verdes o bien
la relación de dos componentes: por ejemplo, la relación entre el porcentaje de material reciclado en
relación al porcentaje de residuos sólidos producidos. Un indicador puede ser una variable cualitativa: por
ejemplo, un barrio seguro o inseguro o la existencia de mecanismos de participación en el proceso de
Los indicadores cuantitativos son los más extendidos. No obstante, los indicadores cualitativos son también
importantes cuando el tema a ser medido no es cuantificable dado su carácter subjetivo: tal como el grado de
satisfacción de un nuevo servicio, la eficacia de los mecanismos participativos existentes.
Los indicadores cualitativos también adquieren relevancia cuando no existe información cuantitativa disponible
o confiable o cuando es demasiado costoso realizar un proceso de recopilación de información cuantitativa. En
algunos casos la simple inspección visual puede ser una señal significativa para tomar acciones.
Se destacan a continuación en forma sintética algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta en el desa-
rrollo de indicadores de sustentabilidad.
En el marco del Desarrollo Sustentable los indicadores que elija la comunidad no requieren la incorporación de
todos los aspectos de la sustentabilidad, pero si se aspira a que faciliten en forma creciente una imagen gráfica
de distintos aspectos de la sustentabilidad de la ciudad y que, puestos en contexto más amplio de análisis, ayu-
den a rever objetivos y políticas. Las modalidades y la calidad de indicadores de sustentabilidad han sido múlti-
ples y dependen de los objetivos propuestos a partir del desarrollo de los mismos.
Al mismo tiempo un indicador es más que una estadística o un dato, pero en muchos casos deberemos utilizar
información que provenga de las estadísticas "clásicas". Para construir indicadores de sustentabilidad necesita-
mos basarnos en estadísticas, datos, información que provengan tanto de la estadística oficial, de estudios
específicos o que provengan de la recolección de información realizada por los interesados en los problemas
que se busca remediar.
En la medida que estos indicadores permitan establecer interrelaciones cada vez más progresivas de la
comunidad como un todo, y permitan evaluar tendencias en función de las prioridades y los criterios de
sustentabilidad acordados en el ámbito local más útil será esta herramienta dentro de la transformación
de la Ciudad y los barrios.
Además, interesa poder llegar a niveles cada vez más desagregados para evaluar la distribución de un efecto o
causa determinada. Si analizamos el problema de las enfermedades hídricas nos interesará saber las carac-
terísticas de la población, género, niveles de ingreso, distribución geográfica.
Los Indicadores son una herramienta útil tanto para la ciudadanía como para aquellos responsables de la toma
de decisiones, en el proceso de desarrollo de políticas y en el control y la evaluación de su implementación.
• Función participativa: Crea oportunidades para que distintos actores sociales se involucren en las deci-
siones que los afectan y contribuye a encontrar soluciones apropiadas para sus necesidades.
Además ayudan a los participantes a establecer prioridades, decidir sobre acciones a realizar y monitorear
el avance.
• Función de coordinación: Genera la posibilidad de aumentar la interacción entre distintos sectores, inte-
grar información y datos de distintas fuentes, promover actividades con efecto sinérgico.
• Ayudan a definir la visión de sustentabilidad para la ciudad y muestran las interrelaciones entre los
diferentes temas comunitarios
• Permiten visualizar problemas, analizarlos y priorizarlos
• Son una herramienta para fijar objetivos y metas y diseñar soluciones
• Son instrumentos para monitorear los cambios, fomentar acciones y permitir a los ciudadanos ejercer mayor
control sobre aspectos de la política local
• Aumentan la participación fomentando niveles crecientes de organización y capacitación
• Fomentan la comunicación y fortalecen las redes de cooperación
• Potencian la descentralización y el desarrollo local
El Consejo del Plan Urbano Ambiental realizó un trabajo de carácter cuantitativo denominado "Indicadores de
Competitividad de la Ciudad de Buenos Aires" (ver Documento Nº 5 del Consejo del Plan Urbano Ambiental;
1999). El mismo ha sido desarrollado utilizando el marco conceptual del proyecto Europa Prossima, con el
propósito es monitorear una serie de indicadores de competitividad urbana, y compila la información cuantitati-
va de doce (12) áreas: Demografía, Educación, Bienes Raíces, Tránsito, Transporte, Medio Ambiente,
Seguridad, Salud, Cultura, Industrialización e Internacionalización. Los Indicadores Urbanos de Competitividad
presentan, así mismo, el siguiente esquema por Área de Interés: a/ Indicador, b/ Explicación del indicador, c/ Últi-
mo dato, d/ Año del dato, e/ Notas y f/ Fuente.
Dicho trabajo fue dado a conocer, casi de inmediato, sobre la base del diagnóstico de la situación de la Ciudad
de Buenos Aires (1er etapa del Proyecto Plan Urbano Ambiental), para contribuir con la comunidad a un mejor
conocimiento de los distintos aspectos de configura a la ciudad y consolidar el proceso de participación inicia-
do con los Foros llevados a cabo en los meses de abril y mayo, y noviembre y diciembre de 1999.
Los Indicadores Urbanos mencionados consideran los aspectos que determinan la eficiencia de la Ciudad ante
las nuevas y diversificadas demandas planteadas por ciudadanos y empresas localizadas en ella. Para tal fin se
consideró necesario sistematizar el seguimiento de algunos indicadores que posibilitarían posicionar a Buenos
Aires en el concierto internacional e identificar posibles brechas existentes entre los estándares de un conjunto
ciudades del mundo y los registros de Buenos Aires.
El objetivo del documento fue el de reunir información a efectos de incorporar a la Ciudad de Buenos Aires al
Sistema de Ciudades que conforma el Proyecto Europa Prossima. Como tal, la primera
etapa de los trabajos desembocaron en el análisis del posicionamiento de Buenos
Aires en el seno del concierto internacional de ciudades. El documento consta de dos
partes, la primera comprende una caracterización de la Ciudad, a través de la evolu-
ción en las diferentes facetas que hacen a la vida urbana en los tópicos requeridos por
el Proyecto. En la segunda, se incluye una presentación sistemática de los indicadores
solicitados de acuerdo al esquema propuesto por Europa Prossima.
Se atienden especialmente las fortalezas que le permiten a la ciudad mantener su capacidad retentiva de
grandes contingentes de clase media urbana y casas centrales de grupos económicos nacionales e interna-
cionales se fundamentan en la amplia oferta educativa y de salud con participación pública y privada, la disponi-
bilidad de recursos en materia de telecomunicaciones que promueven un creciente grado de internaciona-
lización, su posicionamiento como centro financiero de diversificada vinculación externa y una actividad cultural
y turística que le otorga a Buenos Aires un nítido perfil de centro cultural y comercial del MERCOSUR.
Asimismo, se evalúa que en materia de servicios de salud y educación Buenos Aires refleja su mayor ventaja
comparativa. La calidad de los servicios de salud de alta complejidad la constituyen en un centro de referencia
para toda Latinoamérica. Es amplia la oferta pública y privada en salud, lo que permite atender los requerimien-
tos propios y generar externalidades al conjunto del Área Metropolitana Buenos Aires. Con 23 médicos cada diez
mil habitantes, comparte con Santiago de Chile el liderazgo regional en disponibilidad de recursos humanos. En
educación la Ciudad muestra una de sus mayores fortalezas relativas con oferta diversificada y de alta diferen-
ciación, Buenos Aires posee un graduado universitario cada 5 habitantes mayores de 24 años y una tasa de
analfabetismo inferior al 1% revelando que es la ciudad con mayor alfabetización de la región (Río de Janeiro y
San Pablo poseen tasas de analfabetismo que rondan el 7 y 8%).
La obtención de la información comprendió tres tipos de tareas: a) la recopilación de datos de fuentes secun-
darias donde se llevan periódicamente algunos de los indicadores requeridos, b) la consulta a informantes
claves conformado por organismos, instituciones o profesionales con incumbencia en la temática abordada por
un determinado indicador y c) la realización de relevamientos directos de información en campo.
Amigos de la Tierra - Argentina desarrolló, a pedido Consejo del Plan Urbano Ambiental, el estudio denomina-
do "Criterios e Indicadores de Desarrollo Sustentable para la Ciudad de Buenos Aires" (ver Documento Nº 13
del Consejo del Plan Urbano Ambiental; 2001). El documento presenta los resultados de la investigación,
dentro de un contexto participativo, de conjugar la recopilación de la experiencia internacional en materia de
desarrollo de indicadores de sustentabilidad y al mismo tiempo promover un proceso de desarrollo de indi-
cadores dinámico en el cual deben participar todas las partes interesadas.
La elaboración del documento constituyó una etapa preliminar, en cuanto al proceso de selección de indicadores
y sensibilización de distintos actores, sobre la necesidad de contar con información actualizada de las princi-
pales problemáticas de la ciudad.
En función de las áreas críticas y partiendo de un contexto participativo y de los objetivos fijados para el Plan
Urbano Ambiental, la investigación, como experiencia piloto, consensuó con distintos sectores de la comunidad
cuáles eran las áreas prioritarias para desarrollar indicadores para la ciudad y qué criterios se consideran vali-
dos en un proceso de estas características. A partir de allí se buscó seleccionar indicadores claves, para las
áreas prioritarias.
La efectividad de un buen indicador depende en gran medida de reflejar la multiplicidad de dinámicas que tiene
el desarrollo urbano. Cabe destacar que no se aspiró a abarcar toda la complejidad de interacciones que Buenos
Aires presenta, pero fue un estímulo para debatir la necesidad de generar información y conocimiento en forma
sistemática que, simultáneamente sean accesibles para todo los ciudadanos -como una metodología de toma
de decisiones-. Las cuatro (4) áreas seleccionadas para desarrollar criterios e indicadores hacia la sustentabili-
dad fueron: 1 Agua; 2 Transporte; 3 Residuos, y 4 Espacio Público.
Fuente: Lineamientos Estratégicos del Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires. Documento Preliminar. 1999 Consejo del Plan Urbano Ambiental-
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires - Secretaría de Planeamiento Urbano.
Aunque existen diferentes conjuntos de datos, validados y actualizados, su relevancia para una evaluación de
desarrollo sustentable no ha sido determinada. Los datos se recogen a menudo alrededor de temas muy restric-
tivos y pueden o no tener conexión directa con el desarrollo sustentable. La falta de datos o la existencia de
datos irrelevantes desde la perspectiva del desarrollo sustentable crea serias restricciones. Estas restricciones
tienen una influencia significativa sobre la selección, finalmente, de los indicadores. En otros casos las fuentes
mas actualizadas de datos se constituyen a partir de estudios específicos que recopilan información en el
momento del estudio pero esto no necesariamente lleva a un seguimiento y monitoreo sistemático. Por ejem-
plo, un estudio de Consultoría llevado a cabo por el Comité de Cuenca del Río Matanza construyó una base de
datos sobre contaminación industrial en la mencionada cuenca; dadas las características del estudio esta infor-
mación permaneció en forma confidencial y no se prevén actualizaciones de la base de datos.
Por otra parte, se requieren datos por períodos históricos prolongados, incluyendo detalles por ejemplo sobre la
formas de recolección. La posibilidad de contar con una serie histórica permitiría construir indicadores para eva-
luar la efectividad de las políticas pasadas y presentes. Asimismo, se podrían identificar tendencias y enfocarse
las prioridades. Cabe resaltar que los datos e indicadores tradicionales son en muchos casos insumos nece-
sarios para construir indicadores de sustentabilidad más integrados.
Los Talleres de Indicadores de Sustentabilidad para la Ciudad de Buenos Aires, basándose en las áreas selec-
cionadas en forma previa (Agua, Transporte, Residuos y Espacio Público) y con la participaron de organismos no
gubernamentales, gubernamentales y universidades, realizó el siguiente proceso: a/ identificación de los proble-
mas relevantes e interconexiones entre los mismos y las prioridades; b/ establecimiento de las bases para las solu-
ciones, tomando en cuenta criterios de Desarrollo Sustentable; c/ creación de indicadores sobre la base de los
puntos anteriores o debate sobre la pertinencia de indicadores ya desarrollados, que se sintetizan a continuación.
Control de la contaminación del recurso. • Aumento anual de metros cúbicos de efluentes tratados.
• Incorporación de servicios de reparación domiciliaria (ciudad de familias que
Saneamiento, preservación y explotación controlan sus pérdidas, cambios en la conducción del agua -plomo por otros
racional del recurso. materiales menos peligrosos para la salud).
• Incorporación doméstica de tecnología adecuada para el ahorro de agua.
Eficiente uso del recurso. • Posibilidad de libre acceso a las costas (metros lineales incorporados
Concientización sobre el uso racional anualmente).
del agua.
Tener fácil acceso a la información • Nº de Empresas que empiezan a relacionarse con la comunidad
existente sobre diagnóstico y proyectos (marketing verde).
de recuperación.
Conseguir una sistematización • Número de personas que solicitan informacion sobre la temática.
de información básica.
Información centralizada sobre diagnóstico.
(proyecto de recuperación ejecutados
y por ejecutar)
AREA INDICADORES
Crecimiento del volumen • Tn/hab o año. También puede utilizarse: Indicador simple pues está compuesto por dos
variables simples cuyos valores se disponen
• Productos con ciclo de vida útil con facilidad.
descartados.
Es relevante ya que indica rápidamente las
• Residuos dispuestos per cápita en la CBA. fluctuaciones del volumen, anulando las
(diferenciado por estrato social). variaciones estacionales.
Es comparable con otros índices económicos
(PBI) o de urbanización (densidad poblacional),
sociales (NSE, tipo de viviendas), etc.
Participación social • Cantidad de ONG's independientes que • No requiere costo para su cálculo.
forman parte de organismos de control
y consulta.
• Presupuesto destinado a la Promoción
y Difusión del problema.
• Cantidad de Foros de Discusión para
aportar soluciones.
Falta de ecuación Valor referencial = Costo para evitar Indican aspectos claramente diferenciados.
económica que incorpore la contaminación / costo para recuperar
la variable ambiental lo contaminado.
Reapropiación de Espacios Públicos • Cantidad y tipo de elementos que invaden las veredas (comparación con las
normas; legalidad e ilegalidad).
• Estado de las veredas.
A modo de Conclusión se destaca que: a/ existe una urgente necesidad de contar con información sencilla y
fácilmente comunicable de los distintos proyectos que se lleva a cabo en la Ciudad ; b/ La selección de indi-
cadores no puede sustituir la implementación de políticas pero puede ayudar a priorizar las agendas locales;
c/ se debe consensuar los objetivos de un proceso de indicadores entre la mayor cantidad de actores sociales
posible y generar una estructura institucional adecuada para dicho proceso; d/ es importante promover activi-
dades de desarrollo de indicadores en forma descentralizada; e/ en cuanto al proceso para la selección de indi-
cadores se identificaron como pasos fundamentales: Formar un grupo de Trabajo, Establecer Objetivos,
Identificar los problemas prioritarios y objetivos para la gestión, Proponer un conjunto de indicadores, Realizar
un proceso de selección participativo, Realizar una revisión técnica, Recolección de la Información,
El desarrollo de los indicadores demanda la existencia de una política de información que cubra los siguientes
aspectos: Existencia de mecanismos por los cuales las Secretarías informen sobre las actividades realizadas y
los objetivos cumplidos anualmente; Generación de una base de datos centralizada donde se compatibilice la
información recolectada por las distintas Secretarías, organismos no gubernamentales, institutos de investi-
gación con jurisdicción nacional, empresas privadas, etc. y Promoción de acuerdos interinstitucionales para faci-
litar el acceso a la información.
7.6 | AGENDA 21
El Consejo del Plan Urbano Ambiental, durante la elaboración del Proyecto Plan Urbano Ambiental, atendió la
necesidad de encuadrarse en los criterios y la orientación global de la Agenda 21 de Naciones Unidas, con las
limitaciones propias de no poder cubrir la totalidad de los aspectos y con una articulación interjurisdiccional solo
informativa. Cabe aclarar que la Agenda 21, o Programa 21, es uno de los cinco documentos acordados durante
la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, firmado por 179 Jefes de Gobierno y cons-
tituye un proyecto para el desarrollo sustentable para el siglo XXI.
El documento es un plan de carácter global, que tiene como característica distintiva la intersectorialidad del
planteo, el cual pretende presentar la vinculación entre los temas ambientales y los correspondientes al desa-
rrollo. Este programa debe ser implementado por la comunidad internacional e incluye importantes compromisos
de los gobiernos, como asimismo un rol protagónico de la sociedad civil.
El objetivo general de la Agenda 21 fue la de preparar al mundo para enfrentar los desafíos del siglo XXI, sobre
la base de un consenso mundial, el compromiso político sobre el desarrollo socioeconómico y la cooperación en
la esfera del medio ambiente. La planificación de la Agenda 21 Local -de cada país, de cada Provincia, de cada
Municipio o Localidad, de cada Barrio-, según su grado de inserción, debe posibilitar:
• Involucrar sistemáticamente a todos los grupos principales de la comunidad tales como los diferentes
grupos étnicos, de género, etarios y de ingresos, en todas las etapas de la planificación, implementación,
control y evaluación del Plan de Acción Local;
• Desarrollar conciencia y compromiso en los hogares, vecindarios y comunidades para que las deci-
siones y preferencias hechas en esos niveles no sean contradictorias con la sostenibilidad;
• Involucrar a todas las dependencias y organismos locales relevantes para el proceso, y crear rela-
ciones entre las actividades de planificación requeridas legalmente y el Plan de Acción Local;
• Crear una red de socios informados y comprometidos para examinar las causas sistémicas de los
asuntos problemáticos desde la perspectiva social, económica y ambiental;
• Enfrentar de inmediato las necesidades prioritarias a corto plazo y avanzar en forma constante aten-
diendo las amenazas de largo plazo a la sostenibilidad local; y,
• Desarrollar metas concretas y compromisos para lograr resultados mensurables para el desarrollo
sostenible.
La concepción general de la Agenda 21 fue asumida, en clave de desarrollo sustentable y en concor-
dancia, principalmente, con los artículos 27º, 28º y 53º de la Constitución de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y de la Ley 71º. Explícitamente se lo detalló en las presentaciones a la Legislatura de la
Etapa 1 "Diagnóstico y Objetivos" (1999) -Introducción y Capítulo 4-, y de la Etapa 2 "Modelo Territorial
y Políticas Generales de Actuación" (2000) -Programa específico-.
La determinación de los indicadores de género, propuestos por AMAI, y ajustados conjuntamente con la
Dirección General de Estadísticas y Censos, se encuadra en la dimensión de Fortalecimiento del papel de los
grupos principales Medidas a favor de la mujer para lograr un desarrollo sustentable y equitativo, a la vez que
se conjuga y amplia los trabajos realizados a favor del Fortalecimiento del papel de las Organizaciones No
Gubernamentales (ONGs) durante la elaboración del Plan Urbano Ambiental.
El Consejo del Plan Urbano Ambiental, organismo creado por la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires
(art. 104, inc. 22), desarrolló un proceso de producción de un ideario y debate de sus iniciativas, así como diálo-
gos y análisis de propuestas e inquietudes de vecinos u organizaciones no gubernamentales (ONGs) con interés
en el desarrollo sostenible, registradas o invitadas a integrarse a la Comisión Asesora Permanente Honoraria
(CAPH) o no, y de las iniciativas tratadas durante el proceso de análisis para emitir el Despacho de Comisiones
de la Legislatura.
Las actividades participativas realizadas por el CoPUA con las ONGs y los Centros de Gestión y Participación (CGPs),
que tienen un componente importante para el desarrollo de indicadores, fueron las siguientes:
Las actividades participativas con ONGs y CGPs, para amplificar el espectro de participantes, fueron las siguientes:
• Buenos Aires 2010: Exposición de Trabajos de las ONGs / Vecinos y Paneles de Debate.
• Imagen de Barrio: Muestra Fotográfica de Vecinos y Panel de Debate.
De todas ellas surgieron conclusiones que fueron analizadas por todos los miembros del CoPUA para su eva-
luación y/ o inclusión en los documentos finales elevados a la Legislatura de la CBA y consideradas en los ple-
narios del CoPUA.
Dadas las condiciones de conformación progresiva del CoPUA -integrantes, equipos y recursos- el proceso para
la difusión del trabajo elaborado sigue los pasos previstos por la Ley 71º. Por ello, a partir del enunciado del
Modelo Territorial (Etapa 2) se realizaron reuniones, no solo en el contexto de la CAPH, sino también abierta a
toda la comunidad a través de los Centros de Gestión y Participación.
La participación de la mujer puede entenderse como equitativa durante el período descripto más arriba. No
obstante la temática y diferenciación del uso de la ciudad no fueron explicitadas ni relevadas. Se adoptó un cri-
terio integrativo, que por el carácter global de la propuesta sólo permite distinguirlo por la coincidencia de los
objetivos finales del propio plan:
y los propios de tener un ideal compartido por alcanzar una sociedad sustentable, que buscaría:
7.8 | SONDEO
El sondeo a través de indicadores consensuados para atender una "Mirada de Genero sobre Aspectos Urbanos de la
Ciudad" (DGM-DGEyC-CoPUA-AMAI; 2002) permite arribar, entre otros, a las siguientes conclusiones sobre el proce-
so específico:
En cuanto a los resultados del relevamiento, y acentuando lo señalado por la DGEyC con el objeto de optimizar el sis-
tema de hipótesis sobre el particular, se arriba a la siguiente lectura general:
• De las mujeres entrevistadas las de mayor edad se localizan en la zona Norte, en tanto las del Sur eviden-
cian una menor formación profesional. La mayor proporción de trabajadoras fuera de su casa tiene de 26
a 45 años, de las cuales el 90% lo hacen en la Ciudad.
• En su mayoría las propias entrevistadas realizan las compras predominantemente en super o hipermercados,
tarea poco compartida con otros miembros del hogar, y en segundo término en negocios de sus barrios, antes
que en minimercados.
• Casi la totalidad del universo de estudio, cree que existe inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires.
Percepción que induce a dos tercios de las entrevistadas a modificar y/o alargar su recorrido habitual, ca-
racterística que se acentúa en el Sur y Oeste. La mayor inseguridad se localiza en las calles (92,9%), parques
o plazas (78,5%) y medios de transporte (69%), acentuándose más en las zonas Sur y Oeste. En cuanto al
conocimiento de delitos en su barrio, un alto porcentaje de las entrevistadas (86,1%) dice conocerlos de man-
era directa, incrementándose en la zona Norte. En cuanto el tipo de delito que la mayoría tiene conocimiento es
el de robo con armas, siendo ligeramente mayor en la zona Sur.
• También hubo una fuerte coincidencia en creer que hay contaminación ambiental en la Ciudad (94,9%), con
mayor intensidad en las zonas Sur y Norte. Con relación al tipo de contaminación percibida resaltan la pre-
sencia de residuos (más en la zona Oeste). También, aunque en menor magnitud, la existencia de excremen-
• A propósito de lugares o servicios que faltan para mejorar la calidad de vida, el 84,1% de las mujeres,
considera que existen deficiencias al respecto. Entre las mejoras faltantes se destacan las rampas en las
veredas (64,7%). Otras de las deficiencias notorias son los Centros de Salud (56,9%), rampas de acceso a edi-
ficios (51,9%), escuelas o guarderías (47,8%), hogares de día para ancianos (46,9%), baños públicos (42,7%),
plantado de árboles (41,5%), semáforos (40,4%), estacionamiento para bicicletas (39,1%) y señalización en la
vía pública (38,6%). La demanda de rampas en veredas es mayor en la zona Norte (73,3%); la solicitud de cen-
tros de salud es más notoria en la zona Sur (62,7%); las rampas de acceso a edificios son más demandadas en
la zona Centro (67,1%); la falta de escuelas o guarderías es más solicitada por las residentes en el Sur (56,9%)
y en el Norte (52,2%); la demanda de hogares de día para ancianos es similar entre las entrevistadas de las
diferentes zonas; la carencia de baños públicos es mencionada de manera más frecuente entre las residentes
del la zona Centro (57,9%), el plantado de árboles es significativamente menos mencionado (27,5%) entre las
mujeres de la zona Sur, el estacionamiento para bicicletas es demandado por la mitad de las mujeres que resi-
den en la zona Centro y la señalización en la vía pública es mencionada -casi la mitad- por quienes residen en
la zona Norte.
• Sobre la existencia de barreras para el normal traslado por las calles son preponderantes las veredas rotas
o en mal estado (ocho de cada diez entrevistadas), mencionándose luego los puestos callejeros y en menor pro-
porción los postes y cables para diversos fines. La problemática de las veredas rotas o en mal estado se acen-
túa más en el Sur.
• Una parte significativa del universo estudiado (66,1%) prefiere los lugares abiertos para realizar paseos,
aunque es notoriamente menor entre las residentes en la zona Sur. El 77,4% realizan actividades al aire libre en
los espacios verdes de su barrio al menos 1 vez por semana, en tanto cotidianamente lo hace algo menos de la
tercera parte. El uso de estos espacios 1 o 2 veces por semana es preponderante entre las mujeres residentes
en el Centro. En cuanto a la realización de actividades en los espacios verdes del barrio de las entrevistadas,
casi la mitad de ellas afirma hacerlo, con mayor presencia de quienes tienen entre 15 y 25 años de edad.
• En cuanto a realizar actividades en plazas y parques de la Ciudad -y no sólo del barrio- también la mitad
de las entrevistadas declara hacer uso de ellos. Las mujeres del Sur utilizan en menor medida los espacios
verdes que brinda la Ciudad (30,6%), y son las residentes en el Norte las que muestran una mayor propensión
a concurrir a estos lugares (65,7%). Del mismo modo que con los espacios barriales, se observa la acentuación
en su uso por parte de las mujeres jóvenes. Con relación a la frecuencia de uso, se observa que un 67 por
ciento realizan actividades en las plazas y parques de la Ciudad al menos 1 vez por semana. En referencia a
las actividades que realizan las entrevistadas, se puede decir que son las caminatas o pasear a los perros. Las
mujeres de la zona Norte mencionan en mayor proporción las caminatas o paseos de perros (88,4%). Las
mujeres que residen en la zona Sur concurren más a espectáculos culturales (47,4%), en tanto que el acom-
pañamiento a niños o personas con alguna discapacidad es más frecuente entre quienes residen en el Centro
(44,9%). De las entrevistadas, dos tercios consideran que existen dificultades para la práctica de deportes
en los espacios verdes. Esta situación no varía de manera importante entre las que efectivamente realizan activi-
dades deportivas (69,3%) y quienes no (60,9%). Entre las que practican deportes, las dificultades son la inse-
guridad (66%) y la falta de instalaciones gratuitas (61,4%).
• Casi dos tercios de las entrevistadas no muestran disposición a mudarse a un barrio distinto del que vive
actualmente. Al atender el deseo de cambio de barrio la edad de las entrevistadas parece ser un factor de
incidencia, con una asociación positiva entre la mayor edad y el deseo de cambiar de barrio. Al considerar la
zona el 27,9% de ellas opta por trasladarse a barrios ubicados en la zona Oeste de la ciudad, en tanto el 24,8%
a barrios de la zona Norte. Contemplando la zona de residencia surge que las mujeres que habitan en las zonas
Norte y Sur son quienes muestran mayor predisposición a mudarse a barrios de la zona Oeste.
• El medio de transporte más utilizado para realizar actividades tales como salidas con niños/ visitas al médi-
co/ trámites/ movilidad para ir a trabajar/ movilidad para ir a estudiar y otras, excepto compras, es el colectivo
(del 60% al 67,8%), seguido del uso de subte y caminar. Para realizar las compras la mayor frecuencia recae
en la alternativa "a pie-caminando" (62,5%). El auto particular adquiere mayor significación como alternativa
• Sobre la necesidad de trasladar y/o reubicar el aeroparque de la Ciudad, el 64% consideró que no es
necesario su traslado o reubicación y el 16% no tiene opinión. El 75,9% de quienes viven en el Norte conside-
ran que no es necesario el traslado.
• En cuanto a la ubicación de los asentamientos precarios, casi la mitad (47%) sostiene que sería necesario
urbanizar los asentamientos precarios mientras que una cantidad algo menor (43,5%) piensa que lo más con-
veniente sería reubicarlos.
• Con respecto a la necesidad de contar con una planificación urbano ambiental en determinados temas,
la preservación de la calidad ambiental fue el más mencionado (64,5), en tanto, la planificación urbana resultó
ser de mayor interés entre las mujeres que viven en las zona Norte y Oeste.
• De las entrevistadas más de dos tercios no tenían conocimiento acerca de la definición del Plan Urbano
Ambiental por parte del Gobierno de la Ciudad. La mitad de las entrevistadas que conocían el Plan Urbano
Ambiental habían tomado conocimiento del tema a través de publicaciones periodísticas (50,4%); en menor
medida por haber participado de encuentros (24%) o por interés personal (16,5%). Las mujeres entre 26 y 45
años conocieron el Plan en mayor proporción (63,0%) por medio de publicaciones periodísticas. Puede
destacarse también que quienes se encuentran en las edades extremas (de 15 a 25 años y más de 65 años)
son las que en mayor proporción han manifestado interés por participar en ese tipo de encuentros.
• Sobre la información referente al planeamiento urbano, se puede subrayar que más de la mitad de las mujeres
entrevistadas (55,9%) desearían estar informadas o participar en las reuniones realizadas por el GCBA, en
mayor proporción quienes viven en la zona Sur. Si se toma como referencia la edad, las mujeres de 46 a 65
años y las de más de 65 años son las que se muestran más propensas a participar.
El objetivo del relevamiento apuntó a captar la percepción que tienen las mujeres sobre temas relacionados con
la organización urbano-ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, a través de: la realización de las compras, inse-
guridad, contaminación ambiental, calidad de vida, recreación, cambio de barrio, transportes, planeamiento
urbano ambiental e información acerca del Plan Urbano Ambiental.
Cabe aclarar, que, si bien el relevamiento fue realizado en cada Centro de Gestión y Participación (1, 2 N, 2 S,
3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 E y 14 O) los resultados se regionalizaron (zonas: Sur, Centro, Oeste y Norte)
y universalizaron para tener una mayor síntesis. Ello ha permitido enfatizar aspectos que, más allá de lo previ-
sible, muestran diferencias notorias y podrían conformar aproximaciones para considerar algunos de los rasgos
latentes de Buenos Aires, tales como: la mayor apropiación social del espacio público e intensidad de uso en la
zona Norte, las limitaciones ambientales, laborales y educativas para el desarrollo de la zona Sur, las fuertes
contradicciones que plantea la mayor complejidad de la zona central frente a las otras zonas y la inminente
necesidad de preservar -en término de las aspiraciones predominantes- las condiciones socioambientales de la
zona Oeste, todas ellas atravesadas por un fuerte sentido de pertenencia, valoración de lo público y aspiraciones
colectivas de superación -más allá de las meras individualidades-.
Es importante resaltar que el bajo conocimiento del Plan Urbano Ambiental concurrente con las dificultades por
participar y el interés por estar informadas implican una doble necesidad del CoPUA por difundir de modo acce-
sible el conocimiento que se tenga sobre la ciudad. Ello hará a reconocer mejor las necesidades, a potenciar
algunas de las capacidades existentes y a alentar soluciones alternativas de interés colectivo.
El Plan Urbano Ambiental para Buenos Aires requiere de una agenda compartida de acción que responda en el
presente respetando intergeneracionalmente el futuro. La mayor demanda de espacios verdes en la zona Norte
está en consonancia con evitar su mayor densificación poblacional y edilicia, a la vez que ejecutar mejoras y
diversificar las capacidad y oportunidades potenciando al Sur y al Oeste. La inseguridad y la contaminación
La necesidad de contar con indicadores para la Ciudad, señaladas en la Ley 71º, y su selección en un proceso parti-
cipativo puede ayudar a priorizar las agendas locales y atendiendo, ya que:
• Los indicadores pueden resaltar problemas que no están siendo considerados pero no pueden producir cam-
bios en sí mismos. Los informes de indicadores no son planes estratégicos. No obstante pueden ser recursos
informativos útil para dichos planes.
• La información por sí misma no es una garantía para que se diseñen políticas e implementen proyectos.
• El proceso participativo será más útil y eficiente en la medida que existan programas y proyectos definidos con
objetivos y metas, para que no se transforme en un ejercicio de diagnóstico.
Se deben consensuar los objetivos de un proceso de indicadores entre la mayor cantidad de actores sociales posible
y generar una estructura institucional adecuada para dicho proceso, por ello:
• La construcción de indicadores en forma participativa es un desarrollo de largo plazo. Tiene un carácter ite-
rativo y evoluciona en el tiempo en función de las prioridades y necesidades de los participantes.
• Un desafío fundamental es incrementar la diversidad de la participación e integrar los distintos objetivos de
diferentes actores sociales, en especial de los grupos principales señalados por la Agenda 21. Asimismo, la inte-
gración institucional es un aspecto necesario para todo el proceso, lo cual refuerza la comunicación entre la
administración y las organizaciones no gubernamentales, permitiendo un enfoque más amplio que un proyecto
simplemente realizado desde una repartición gubernamental para la elaboración del ideario del Plan.
• La selección de indicadores determina el significado concreto del desarrollo sostenible para un grupo amplio
de actores, a la vez que el proyecto representa los valores de un sector amplio de la comunidad y brinda legi-
timidad a las actividades realizadas.
• Así como los acuerdos institucionales entre distintos sectores constituyen un hecho importante para construir un
proceso de estas características, el liderazgo de las reparticiones gubernamentales es importante para la iden-
tificación de los mismos.
Es importante promover el desarrollo de indicadores en forma descentralizada. La Ciudad de Buenos Aires pre-
senta muchas diferencias en materia territorial. A nivel barrial o de otra unidad de gestión (tomando en cuenta
a las futuras comunas) la implementación de indicadores podrá ser un elemento para simplificar, monitorear e
informar lo que se ha planificado realizar o ya se ha efectuado. Para que ello ocurra es importante:
En cuanto al proceso para la selección de indicadores se identifican los siguientes pasos fundamentales:
• Conformar un Grupo de Trabajo: Estos proyecto ofrecen importantes oportunidades para la co-gestión entre
el sector gubernamental y el no gubernamental así como para la coordinación de diferentes instancias técnicas.
• Establecer Objetivos: La selección de indicadores debe estar ligada estrechamente a los objetivos del
proyecto y los problemas urbanos que se quieren enfrentar. Se debe poner especial cuidado a la escala espa-
cial y temporal del proyecto.
• Identificar los problemas prioritarios y objetivos para la gestión: Tanto la identificación de problemáticas
como el establecimiento de objetivos de gestión deberán ser lo más específicos posibles para facilitar la selec-
ción de indicadores específicos
• Proponer un conjunto de indicadores: Al final de esta etapa aspiramos a arribar con una cantidad mane-
jable de indicadores en las áreas seleccionadas como prioritarias en forma consensuada por los distintos par-
ticipantes del proceso.
• Realizar un proceso de selección participativo: Este enfoque de selección de indicadores tiene un compo-
nente importante en cuanto a la participación local. Las actividades de consulta pueden realizarse a través de
talleres, grupos de trabajo y en última instancia encuestas.
• Realizar una revisión técnica: una vez consensuados los indicadores se establece un proceso de revisión
técnica para la selección final y la recolección de información.
• Recolección de la Información: La selección de indicadores debe ser práctica y realista y considerar la exis-
tencia o no de información en las distintas áreas. Los costos de recolección de la información deberán ser eva-
luados desde el inicio del proyecto.
• Comunicación de los Resultados: Los resultados de este proceso debe difundirse en la mayor cantidad de
ámbitos posibles. Es importante difundir los datos por medio de anuarios e informes que puedan ser fácilmente
consultados y realizar materiales didácticos con las conclusiones.
• Evaluación periódica: Este tipo de procesos es una actividad que requiere continuidad y sistematicidad. La pe-
riodicidad de los informes deberá reflejarse en la legislación local, normalmente se estipula de dos a cinco años.
Toda evaluación implica llevar a cabo una actividad programada de reflexión sobre la acción para poder emitir
-y arriesgar- juicios valorativos y comunicables sobre las actividades así como los impactos que la gestión rea-
lizada en este caso, produce sobre el intento de instalación de políticas públicas, las PPUMACEG.
A partir de allí formular propuestas y proveer herramental -como lo constituye el uso y aplicación de los
Indicadores Urbanos de Género, -IUGs-, que ayuden a tomar decisiones a la autoridad competente, con pre-
visión de tiempos y recursos y que permitan medir con periodicidad y suficiente exactitud, logros, errores y
desviaciones de lo planeado.
Nuestra tarea fue difícil como pocas. No obstante con verdadera tenacidad y convencimiento, -la labor fue enca-
rada como un ejercicio de paciencia, de humildad, con una pizca de sabiduría-, supimos no intentar abarcar "el
mundo y sus alrededores", antes bien nos conformamos con instalar el tema, lo que no es poca cosa.
Actuando en el "campo del derecho" -por considerar así a los aspectos normativos y legales que regulan a las
PPUMACEG- y sabiendo que operaban en nuestro favor, dado que están contempladas en la Constitución de
la CABA, en el Plan de Igualdad de Oportunidades y Trato entre Varones y Mujeres -PIO- y en los acuerdos inter-
nacionales, sentíamos que cada etapa era una reafirmación de que las desigualdades deben ser corregidas.
Cada vez que el tema era presentado ante cualquiera de los actores/actrices gubernamentales y no guberna-
mentales involucrados, demostraban un enorme interés por conocer el mismo así como una profunda desinfor-
mación acerca del rango constitucional y legal que posee, demostrando que no es la institucionalidad o la lega-
lización, -per se- la que garantiza la continuidad de la acción. La discriminación no desaparece con la incorpo-
ración normativa de las mujeres al mundo público ya que siguen siendo total o parcialmente las responsables
del ámbito doméstico y es esa ocupación no rentada la que las aparta del espacio público.
Lo privado y doméstico queda oculto e ignorado para los que manejan la política social en grandes términos de
equidad, bienestar e igualdad de oportunidades, manteniendo invisibles las conexiones con los micro mundos
familiares e íntimos, terreno en el que también se desenvuelven las PPUMACEG.
Ese ha sido el aporte de AMAI, Mujeres Arquitectas e Ingenieras, que ha evidenciado el rol que desempeñan
las ciudadanas en el ámbito público, en particular en el espacio urbano, introduciendo el concepto de "género
en la ciudad" como contribución a la transformación de las desiguales posiciones con respecto a los hombres
en el trabajo, la política, el mundo social, la ciudad.
En la faz técnica algunos propósitos quedaron incumplidos.
En la formulación de la investigación para determinar los Indicadores Urbanos de Género, IUGs, y desde la
toma de partido de "Una mirada de género sobre el PUA" -que supone una integración de la Ciudad de Buenos
Aires con el Área Metropolitana de la misma, AMBA - la encuesta programada involucraba a las mujeres de esa
área pero la misma no consiguió incluirlas, lo que resta amplitud a aquellos.
A manera de reflexión final hacemos nuestras las palabras de Ana Rico de Alonso: "El logro de la justicia y la
equidad social y de género requiere de una obstinación estratégica y calificada de los grupos que seguimos per-
siguiendo utopías realizables. Ello implica el fortalecimiento de cuadros políticos, técnicos y sociales. Y requiere
alianzas e inserciones estratégicas. El abordaje del género como postura teórica, metodológica, estratégica,
dentro de una institución debe insertarse de manera transversal tanto en los lineamientos de acción como en la
composición de los equipos técnicos, y trascender las culturas de ghetto que aíslan y generan mayores resisten-
cias. Esta reflexión se complementa con la necesidad de incorporar la dimensión masculina y las problemáticas
que afectan a los hombres dentro de los intensos y no siempre coherentes cambios, en los contenidos y en las
relaciones de género".
Anderson Jeanine, Falú Ana, (1999) Proyecto Mujer y Gobierno Local en América Latina.
Cuaderno de Desarrollo Local.
Bonder Gloria (1998) Género y Subjetividad: Avatares de una relación no evidente PIEG.
Edición de la Universidad de Chile.
Bonder Gloria (2001) Las nuevas tecnologías de información y las mujeres: reflexiones necesarias.
Reunión de Expertos sobre Globalización, Cambio Tecnológico y Equidad de Género. San Pablo.
Bonder Gloria (2002) Globalización y Género. Dimensiones económicas, políticas, culturales y sociales. Tensiones,
reacciones y propuestas emergentes en América Latina.
Seminario PRIGEPP. Ed. FLACSO.
Borja Jordi y Castells Manuel (1997) Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información.
Taurus.
Encario, Pilar, Alberdi Inés y López Accotto, Ana Inés (1996) Lo personal es político.
Fernandez, Ana María La mujer de la ilusión. Pactos y contratos entre hombres y mujeres.
Fernández Roberto, Alba Antonio, Subirats Eduardo; (1996) Astrágalo: Cultura de la Arquitectura y la Ciudad. - Espacio
y Género.
Itinerarios al Paraíso.- Revista Cuatrimentral Iberoamericana. Universidades de Alcalá y Valladolid.
Ferrer, Aldo La globalización, las crisis financieras y América Latina. Tiempos violentos.
Eudeba.
Fraser, Nancy (2002) Políticas feministas en la era del reconocimiento. Una aproximación bidimensional a la justicia
de género.
Doc. Prigepp 2002.
Guzmán, Virginia (1998) La equidad de género como tema de debate y de políticas públicas.
Isis Internacional Ediciones de las mujeres Nº 272.
Mervin, Sabrina - Prunhuber Carol (1990) Women, Around the world and Through the Ages.
Atomiun books. Wilmington, USA.
Ranke-Heinemann,Uta (1994) Eunucos por el reino de los cielos. La iglesia católica y la sexualidad.
Editorial Trotta. S.A. Madrid.
Rivera, Marcia Tejiendo futuro. La participación: motor del desarrollo humano sostenible.
Rosenfeld, (2002) “Programación estratégica, análisis prospectivo y tecnologías para el cambio organizacional”.
La gestión y evaluación de políticas de equidad de género'. Ed. Prigepp.
Sassen, Saskia (1991) The Global City, New York, London, Tokio.
Princeton University Press . Princeton, New Yersey USA.
SCA Sociedad Central de Arquitectos (1999-2000) Revista de Arquitectura Nº. 194, 196, 198. Periferia; La Propiedad; El Techo.
(Buenos Aires).
página 37 G/V
página 57 G/V
página 59 G/V
Restantes fotos publicadas en WOMEN, por Mervin - Prunhuber. Ed. atomium books
RELEVAMIENTO:
MIRADA DE GÉNERO SOBRE ASPECTOS URBANOS DE LA CIUDAD
1 ¿Nos puede decir dónde vive? Basta con que nos diga la calle o avenida y la altura de la
numeración, no hace falta número exacto y menos piso o departamento.
4 ¿Podría decirnos dónde queda el lugar donde trabaja? Sólo interesa la calle o avenida y la altura
de la numeración si es en esta Ciudad, o el partido y provincia si es fuera de esta Ciudad
6 ¿Nos podría decir cuál fue el máximo nivel de instrucción que Ud. alcanzó?
Encuestador: según la respuesta marque:
8 ¿CONSIGNA PARA EL ENCUESTADOR: Por favor anote aquí, por simple observación y sin hacer
ninguna referencia al respecto, si la persona entrevistada tiene alguna discapacidad.
10 ¿Podría decirnos quién hace las compras para el abastecimiento del hogar, según los diferentes
lugares de compras?
Quién hace las compras MINIMERC. SUPER HIPER BARRIO OTRO LUGAR
4 Otro. Especificar:…………........................
12 ¿Modifica y/o alarga su recorrido habitual para evitar lugares inseguros de la ciudad?
1 • Si 2 • No 3 • Ns/Nc
17 ¿Qué tipo de contaminación percibe? Encuestador: marque todas las que percibe la persona.
18 ¿Usted cree que en su barrio faltan lugares o servicios que son necesarios para mejorar la
calidad de vida?
1 • Escuelas o guarderías
2 • Centros de salud
3 • Centros de abastecimiento
4 • Lugares de entretenimiento
5 • Hogares de día para ancianos
6 • Ensanchar veredas
7 • Peatonalizar calles
8 • Plantar árboles
9 • Baños públicos
10 • Cambiadores para bebés
11 • Semáforos
12 • Rampas de acceso a edificios
13 • Rampas en veredas
14 • Estacionamiento de bicicletas
15 • Señalización en la vía pública
16 • Oficinas de correos
20 ¿De la lista que le mencionaremos a continuación quisiéramos que nos señalara cuál considera
que constituye una barrera o dificultad para el normal traslado por las calles.
Encuestador: mencione cada una de las opciones y marque las afirmativas.
21 ¿Para realizar paseos, usted privilegia los lugares abiertos (parques, plazas) o los lugares
cerrados(shoppings, cines)?
26 ¿Podría indicarnos el tipo de actividades que realiza en los parques y plazas de la Ciudad?
Encuestador: marque todos los tipos de actividades que realiza la persona.
1 • Deportes y juegos
2 • Caminata o paseo de perros
3 • Andar en bicicleta
4 • Concurrencia a espectáculos culturales
27 ¿Considera usted que existen dificultades para la práctica de deportes en los espacios verdes de
la Ciudad?
28 ¿Podría decirnos cuáles cree que son las dificultades para la práctica de deportes?
Encuestador: marque todas las dificultades que conozca la persona.
31 ¿Podría decirnos si tiene que salir de su casa con frecuencia por alguno o varios de los siguientes
motivos? Y de ser así ¿cuál es el medio de transporte que utiliza?
Encuestador: las respuestas no son excluyentes, puede señalar todas las que realiza
Para ir a trabajar
Para ir a estudiar
33 ¿Nos gustaría conocer su opinión respecto de la necesidad de tomar algunas medidas para mejorar
el transporte en esta Ciudad. Por ejemplo, usted cree que se debería:
Encuestador: mencione todas las opciones y señale las afirmativas
34 ¿Usted considera necesario trasladar y/o reubicar el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires?
1 • Si 2 • No 3 • Ns/Nc
36 ¿Usted cree que la Ciudad debería tener una planificación sobre los siguientes temas?
Encuestador: mencione todas las opciones y señale las afirmativas
37 ¿Tiene usted conocimiento que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está trabajando
en definir el Plan Urbano Ambiental para la Ciudad?
39 ¿Le gustaría estar informada o participar en las reuniones realizadas por el GCBA sobre este tema?
1 • Si 2 • No 3 • Ns/Nc
Documento Final
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2000
Anexo 3 | Programa de Actuación Desarrollado, Corredor Verde del Oeste Soterramiento del FFCC Sarmiento
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2000
7 Integración de los Bordes Urbanos entre la Ciudad de Buenos Aires y los Partidos Vecinos
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2001
FADU UBA - Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires
11 Capacidad de Soporte de Población y Actividades por Parte de los Servicios Urbanos en Buenos Aires
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2001
Centro de Estudios Avanzados, Universidad de Buenos Aires
13 Indicadores de Sustentabilidad
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2001
15 Transporte de Cargas en Ciudad de Buenos Aires y Región Metropolitana | Ordenamiento del Sistema
GCBA / Secretaría de Planeamiento Urbano / Consejo del Plan Urbano Ambiental, 2001
PROGRAMAS DE ACTUACIÓN
e-mail: consejeros_copua@buenosaires.gov.ar
16 16