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en libertad. Lea Romanos 6.1-18 Tomando como referencia las imgenes que el Seor Jess utiliz para s mismo (vea Isaas 61.1 y Lucas 4.18), Pablo explica en este pasaje de Romanos cmo Cristo, al resucitar de entre los muertos, se convirti en el libertador que nos hace libres de la esclavitud del pecado. El poder de la muerte sobre nosotros, tanto espiritual como fsica, es destruido cuando ponemos nuestra fe en Jess, por su muerte expiatoria en la cruz y su triunfante resurreccin tres das despus. El pecado ya no tiene ninguna autoridad real sobre nosotros, porque nuestra vieja naturaleza ha muerto con Cristo, y as como l resucit, ahora nosotros somos capaces de experimentar una vida nueva con l. Jess se present delante de nosotros para deshacer las obras del diablo (1 Jn 3.8) y destruir al que tena el imperio de la muerte (He 2.14). El resultado es que somos libres, y ya no estamos dominados ms por el pecado. Reflexione Piense acerca de las siguientes preguntas, ore, y si es posible, escriba lo que piensa. 1. Si usted ha puesto su fe en Cristo como su Seor y Salvador, qu le dice este pasaje sobre su verdadera identidad? Qu le dice acerca de su falsa identidad, y cmo se relaciona esto con la lucha siempre presente con el pecado? 2. Hay algunos aspectos de su vida en los que desea andar con mayor libertad? D cabida en su vida al poder de la resurreccin de Cristo, para que le ilumine y fortalezca al rendir esas reas a l. Explore Medite en estas ideas bblicas en cuanto al poder de la resurreccin. Para un estudio ms profundo, vea los pasajes relacionados. La resurreccin de Cristo desarm y venci al enemigo de nuestras almas (Col 2.12-15). Con su resurreccin, Jess perfeccion su obra redentora en la cruz por amor a nosotros (He 12.1-3). La resurreccin ilumina el camino que nos llevar hasta nuestro hogar verdadero y eterno con Dios (2 Ti 1.8-10). El Seor Jess personifica la vida y el poder de dar vida a lo que est muerto; experimentamos esta realidad por medio de la relacin con l (Jn 11.25, 26). Por la gracia de Dios, hemos sido facultados para participar de la vida en Cristo como nuevas criaturas (Ef 2.4-10; 2 Co 5.17).