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Buenas tardes. Antes que nada, quisiera agradecer a la Facultad por haberme
invitado a participar en este foro, en ocasión del 60° aniversario de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Y quiero agradecer especialmente al Dr.
Sergio Elías Gutiérrez por traer al ámbito académico la discusión de un tema tan
importante como es el de los Derechos Humanos. Creo que en la medida en que
estudiantes y profesores se reúnan, no sólo a rememorar una fecha tan importante
como lo es hoy, sino también a dialogar sobre la situación de los derechos
humanos en el mundo, y particularmente en México, estaremos avanzando en los
cometidos que se plantearon los redactores de la Declaración.
En primer término, para situar un poco el contexto, hay que recordar que la
Declaración Universal de los Derechos Humanos se crea al final de la Segunda
Guerra Mundial. El mundo entonces se encontraba aún lesionado y traumatizado
por el dolor causado por el conflicto mundial más grave del siglo XX. Un conflicto
que se vio precedido por una prolongada depresión económica, graves
persecuciones y el exterminio cometido por Estados autoritarios. Ante este
escenario, los pueblos lastimados por la guerra, fueron los que ejercieron presión
para que la nueva Organización de las Naciones Unidas asegurara una protección
internacional permanente de la persona humana. Y fueron particularmente las
asociaciones civiles, las que ejercieron amplia influencia durante el periodo que se
extiende entre la fecha de adopción de la Carta por la que se establece la
Organización de las Naciones Unidas, y la adopción de la Declaración Universal
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en 1948, para así iniciar una cruzada por la defensa de los derechos humanos en
el mundo.
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Fue así como se puso ante los ojos de los seres humanos un mensaje destinado a
desempeñar para el conjunto de la humanidad, el papel que había desempeñado
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada
exactamente 150 años antes en Francia. Pero la Declaración Universal no se
conecta únicamente con la Declaración creada por los franceses, sino que
además tiene relación con una serie de Declaraciones que han codificado
derechos en momentos y lugares distintos. Entre ellas se encuentran la Carta
Magna Inglesa de 1215, la Petición de Derechos de 1628, el Habeas Corpus Act
de 1679, el Bill of Rights británico de 1689, el Bill of Rights de Virginia de 1776, la
Declaración Americana de Independencia también de 1776 y las enmiendas de la
Constitución de los Estados Unidos de America, entre otros. Sin embargo, el
carácter universal y conciliador de la Declaración Universal, la convierte en un
documento único y de vital importancia. Además, al tratarse de un documento que
deja atrás una concepción rígida de la soberanía absoluta del Estado, se dio un
paso trascendental y revolucionario en la forma de concebir las relaciones
internacionales. Se trata de un documento que reconoce que los individuos de las
distintas naciones no estarán a merced de sus propios gobiernos cuando éstos no
respeten ciertos derechos y principios básicos en favor de la dignidad humana.
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con el cometido de presidir, al frente de la recién establecida Comisión de
Derechos Humanos, la elaboración y aprobación del documento que recogería
solemnemente esos derechos.
Para tratar de ver la visión que tenían los representantes de los distintos países
respecto a la Declaración, me gustaría referirme a la última parte de su preámbulo,
la cual me resulta particularmente ilustrativa. En ésta parte se concibe a la
Declaración Universal de los Derechos Humanos “como ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos
como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan,
mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y
aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su
reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los
Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción”.
Ahora bien, empecemos por la parte que se refiere al ideal común. Porque la
Declaración Universal a final de cuentas eso es lo que representa: un ideal. El
sueño de cambiar la conciencia del ser humano y de reconocer universalmente
que todos los seres humanos nacemos libres e iguales y estamos dotados de
ciertos derechos que se deben satisfacer con idéntico compromiso. Estos
representan la base de nuestra seguridad colectiva y de nuestra humanidad
común. Por eso, la Asamblea General de Naciones Unidas ha proclamado, creo
que con razón, que la Declaración debe ser el estándar común al que deben
aspirar las personas y las naciones.
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columna se refiere a los derechos del individuo en sus relaciones con los grupos
de los que forma parte y las cosas del exterior. La tercera es la de las facultades
espirituales, libertades públicas y derechos políticos fundamentales. La cuarta
columna dijo, es simétrica a la primera, cuya solidez no cede en nada a la de las
otras. Es la de los derechos económicos, sociales y culturales.
Habrá quienes afirmen que no sirve de mucho formular bellos principios teóricos
que no se cumplen. O que no existen más derechos que los garantizados en un
determinado Estado. Sin embargo, creo que el planteamiento que hace la
Declaración Universal de reconocer y resaltar el valor inherente de la dignidad
humana es el paso previo y necesario para lograr la garantía de cualquier derecho
a través de sistemas de protección. El artículo primero establece los fundamentos
filosóficos sobre los que está basada la Declaración, usando un lenguaje similar al
de la Declaración Francesa de 1789. Y dice: “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” Creo que
es éste el principio básico y fundamental para poder empezar cualquier discusión
sobre derechos humanos. Actualmente los países invocan a cada momento la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero además, invitan a otros
Estados a apoyarse en ella para formular declaraciones o convenciones más
específicas respecto a una categoría de derechos o a la aplicación de un
determinado principio fundamental. La Declaración ha sido en este sentido, un
factor desencadenante en la evolución del derecho internacional de los derechos
humanos. Y lo más importante: sigue siendo un documento que contiene un ideal
aún vigente.
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gobierno cuestiona los compromisos contenidos en ella. Además, es importante
reconocer, que la Declaración Universal no consideró al Estado como el único
obligado a proteger los derechos humanos, sino que hace un llamado a
organizaciones nacionales e internacionales así como a todas las personas a
difundir su contenido y trabajar para lograr su garantía.
Quisiera referirme ahora a la parte de las medidas progresivas a las que se hace
mención en el preámbulo de la Declaración. Si bien es cierto que la Declaración
por sí sola no tiene ningún efecto vinculante para los países que la han adoptado,
es de trascendental importancia destacar su influencia en la evolución del derecho
internacional de los derechos humanos.
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derechos. Asimismo se han ido gestando, en el seno de Naciones Unidas, otras
declaraciones y convenciones enfocados a la lucha de los problemas más serios
en el mundo. Temas como la pena de muerte, genocidio, la discriminación racial,
la discriminación contra la mujer, los derechos del niño y los derechos de las
personas con discapacidad son algunos de ellos. Resulta significativo que en la
mayoría de esos documentos se hace referencia y se reafirma el valor de la
Declaración Universal.
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países del continente la han ratificado. El nacimiento de la Corte Interamericana
de Derecho Humanos ha contribuido a que los Estados cumplan con su obligación
de respetar y garantizar los derechos ahí contemplados. También ha sido
significativamente impulsora de una jurisprudencia de evolución progresiva.
Finalmente, en África tenemos la adopción de la Carta Africana sobre los
Derechos Humanos y de los Pueblos en 1981. Asimismo, se ha establecido
recientemente la Corte Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, que
tuvo su primera reunión el 22 de enero del 2006, y que tendrá como objetivo
garantizar los derechos contemplados en la Carta.
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nacimiento y favorecer el encuentro académico para la discusión y el análisis en
temas de derechos humanos.