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PSICOLOGIA S O CIAL DE LAS ORGANIZACIONES ¢ Las organizaciones y el concepto de sistema * Caracteristicas que definen a las organizaciones sociales * Desenvolvimiento de las estructuras organizacionales * El concepto de efectividad organizacional a Katz Robert L. Kahn trillas @) Psicologia social de las organizaciones Kacz + Kahn Basada en un amplio programa de inves: tigacion acerca de las relaciones humanas, en las organizaciones, la presente obra des cribe y explica los procesos de organizacién, desplazando los concepts tradicionales de la psicologia individual y las relaciones in- terpersonales hacia un contexte mucho mas amplio:los constructos de la teoria de los sis- temas La psicologia tradicional acepta tacitamente el hecho de que los individuos estan inmer- 305 en un vacio social. Con objeto de llenar tal vacia, los estudiosos de la personalidad han reconocide la importancia de las pautas de conducta en la familia, respecto del des- arrollo del cardcter; pero han olvidado que la gente se comporta no solamente como un grupo de nifios en desarrollo, sino tambien como adultos que forman parte de sistemas sociales, Por tanto, debido a los actos de apoyo y com plementacion, la conducta interdependiente de muchas personas adquiere una forma 0 estructura que requiere ser conceptualizada a un nivel colectivo adecuado. Asi pues, teniendo en cuenta lo anterior € insatiste chos con la teoria clasica de la organizacion, dadas sus suposiciones implicitas acerca del cardcter cerrado de las estructuras sociales, los autores de este libro aprovechan en forma extraordinaria el marco de referencia que oftece la teoria del sistema abierto, mu: cho mas dindmico que el tradicional. Ello les permite emprender el estudio de las orga- A Floyd Henry Allport Pease ae Ee pciCOLOGIA Fernando Arias Galicia ‘Ex Director del Centro de Investigacién y Ensefianza de la SOCI A I Administracién y el Hombre. Ex Coordinador del Centro de Investigacién, Facultad de Contadurfa y Administracién, DE LAS ———- ORGANIZACIONES Profesor de Tiempo Completo en la Divisién de Estudios de Posgrado, Facultad de Contaduria y Administracién, Universidad Nacional Auténoma de México. Daniel Katr ‘Traduccin: Federico Patén Robert L. Kahn Revisi6n técnica: Fernando Arias Galicia Maestro en Administracién, Universidad de California, Berkeley Doctor en Psicologta, Universidad Nacional Autonoma de México EDITORIAL TRILLAS (8) 2 Industries - Aarnnstrocn trates Robot PE br 0-S0emIS5p) wel ees Tuo de esta obra en silts: The Social Psychology of Organizations \Versn autorzada en espaol de ia pemera edicn pubicada en ingés por ‘© John Wey & Sons, Inc. Thue Yorks, FY, EUR Derechos reservados en lengus expoiotx © CE, 1989, Caton Tatas, 5A. de C. Duisién Administrative Av. Rio Chutubusco 585 Col Pecio Moria Anaya, C. P 03340 ‘México, 0. F Tel, 96884255, FAX 56041364 Dusién Comercial Calzada de la Viga 1152 €P.09439, Manco, DF Tel. 56380995 FAX 56550870 ‘wu trllas.com. me ‘Miembro de la Cémara Nacional de ly Industria Edtoral Reg, nim. 158 Prmera edeisn en esparo! LE 158r 968-20.0547-5, ee ee ‘Segunda ecicién en {en 978-968:24:5228-6 #(@5, 01, OA, OF, 00. 51. 5A) ‘eimpresién, 2008" Impreso en Ménico Printed in Menico Prélogo Este libro se origin6 en el programa de’ investigacién ‘sobre’ relaciones humanas en as onganizaciones que Rensis Likert lanz6 (1947) como uno de los principales proyectos del Survey Research Center de la Uni- versidad de Michigan. Desde sus inicios, exta serie de investigaciones se interes6 en problemas de la moral de trabajo y la motivacién, de la pro uctividad y la efectividad, del poder y del control, del liderazgo y les procesos de cambio en las grandes organizaciones. Los hallazgos realiza- dos durante las investigaciones surgidas del programa, y otros trabajos relacionados del Institute for Social Research fueron resumidos hace varios afios por Rensis Likert, cuyo trabajo original con problemas de Ia ‘organizacién y cuyo contagioso entusiasmo por la investigacién nos han ayudado en extremo. En parte, este libro ofrece un tratamiento teérico mis general de algunos temas ya examinados en New Patterns of Man- agement (1961), del que hemos tomado algunos materiales’ y aprove- chado ciertas experiencias, Interesados en ampliar ta descripeién la explicaci6n de los procesos de ta organizacin, hemos desplazado 1 anterior hincapié en’ les concep- tos tradicionales: de psicologia individual y relaciones interpersonales, evindolo a los constructos de Ia teoria de los sisternas. Por sus actos de apoyo y complementacién, la conducta interdependiente de muchas personas adopta una forma o estructura que necesita ser conceptualizada ‘4 un nivel colectivo més adecuado. No nas satisface’ la ‘teoria. clisica sobre la organizacién, dadas sus siposiciones implicitas acerca del cardc- ter cerrado de las estructuras sociales. Por otta parte, la aparieién de Ia teorfa del sistema abierto ha proporcionado un marco de trabajo mucho mis dindmico y adecuado, ‘Por ello, en las paginas que siguen hemos ditigido nuestros esfuerzos a utilizar el punto de vista de un sistema abierto para estudiar las organizaciones a gran scala. Muchos individuos han proporcionado ideas y sugerido enfoques para los problemas complejas de la vida en las organizaciones y nosotros hemos aprovechado su trabajo. En particular debemos mucho a Floyd H. s PR6L0Go Allport, ‘original enfoque te6rico de los problemas de la estructura socal ite rn ‘en 1 apenas se refleja una versién pélida y distorsionada de lo ‘por Allport. Gracias a muchas discusio- ines y a sus propios ‘Herbert ‘Thelen y John R. P. French Jr. han mejorado la calidad obra. Otros que han Tidiado con los pro- ‘blemas de la teoria de la para considerable ventaja nuestra, fueron Chris Argyris, Sidney Cobb, Stanley Seashore y Floyd C. Mann. ‘Todos ellos, junto con Agnus Campbell, Gerald Gurin y Arnold Tan- nenbaum, comentaron parte de nuestro manuscrito, al igual que Ellen Baar y Shirley Ball. Jom DeLamater nos proporcioné su valiosa ayuda ‘en la preparaci6n del manuserito. Agradecemos el apoyo que nos dieron los National Institutes. of Health, la Camegic on y el fondo para investigaciones, de la Horace H, Rackham School of Graduate Stadies. También desea- dores de los catorce capitulos que componen este libro; sin embargo, realiz6 gran parte de ese trabajo, con exeelencia y sin. perder jamés su buen humor, Rita Lamendella, quien merece parte de todo el placer yy la satisfaccién que la tarea de completar esta obra haya productdo; la ayudaron muy eficazmente Nancy Abbey y Marcia Kahn. ‘También descamos agradecer a las siguientes casas editoras ¢ institu- cones el permiso para utilizar en nuestro libro extractos, tablas y figuras: American Psychological Association, Basic Books, Dorsey, Doubleday, ‘Free Press, Harcourt, Brace and World, Industrial and Tabor Relations Review, Industrial Relations Research Association, McGraw-Hill, Men- ‘tal Health Research Institute, Universidad de Michigan, Mentor, Perga- mon, Tavistock Publications y John Wiley and Sons. Daste: Karz Rosear L, Kann Prélogo CAP. CAP. GAP. 10. Indice general Punto de partida ‘Las organizaciones y el concepto de sistema Garacteristicas que definen a las organizaciones sociales {La natualeca de ls sistemas social as Principales eom- onentes de un sistema social: papeles, normas y valo- Tes, 46, Tipos genéricos de subsistemas, 48, Caracteristicas jue definen a las organizaciones sociales, 57. Especifica- es acconales respecto a regia, nrmasy valores, 58 La organizacién en relacién a su ambiente, 69. Conceptos subsidiarios, 74. Resumen, 81. Desenvolvimiento de las estructuras organizacionales El crecimiento de las organizaciones, £0, La dindmica de Jos subsistemas de las organizaciones, 97. Una tipologia de 1as organizaciones Funciones genotipicas, 127. Caracteristicas de segundo or- den, 130, Relacibn entre funcién genotpica y carcters- ticas de segundo orden, 144. El concepto de efectividad organizacional La adopcidn del papel en Ia organizacion Poder y autoridad Comunicacién: el flujo de informaciin Formulacién de politicas y toma de decisiones Formulacién de metas y objetivos, 290. La formulacién de ppoliticas como elaboracién de procedimientos y estrategias ‘generales, 299, El proceso para tomar decisiones, 305. Liderago Seen CAP, 12, Bases psicolégicas de la efectividad organizacional 371 519 1 Punto de partida Gierta incapacidad para manejar los hechos surgides de la estructura y de la organizacién sociales ha impedido aplicar el enfoque psicolégico al ‘studio de los problemas que existen en el mundo social. Es un hecho lemental que las sociedades, debido a su naturaleza variada, represen- tan agrupamientos organizados de personas cuyas actividades estén ins- titucionalmente encauzadas. El ejercicio del poder y del control en una sociedad €s, en gran parte, una funcién de su estructura institucjonal ; sin embargo, la tradicién dominante en la psicologia supone implicita- mente que les individues existen en un vacto social. Para lenarlo, quie- nes estudian Ia personalidad han reconocide la importancia que las pautas de conducta familiares tienen en ¢l desarrollo del cardcter; pero han olvidado que 1os individuos no slo se comportan como nifios ere- ides, sino como adultes miembros de sistemas sociales. Los psicélogos sociales tienen parte de culpa por haber descuidado les hechos de la vida social; no obstante, tampoco a ellos les ha sido posible trabajar en un vacio social completo. Sus intentos parciales de incluir variables sociales reflejan una alternancia curiosa entre la mas global de todas las influencias, la de la cultura, y las influencias de grupos menores. Se ha ignorado esa gran area central que ela conducta del hombre en las organizaciones y las instituciones, asi como el cardcter psicol6- ggico de tales agrupamientos; sin embargo, en el mundo occidental de hoy dia el individuo pasa la mayoria de sus horas diurnas en organiza- ciones ¢ instituciones. El libro de texto comin eobre psicologia social sta compuesto de tres partes: una reexposiciin de los_principios de la Psicologia de laboratorio, con cierta atencién a sus posibles aplicaciones a problemas pricticos; un creciente hincapié en conceptos y hallazgos hhechos en experimentos com grupos pequefios y una seccién sobre perso- nalidad, en la que se reconoce la importancia de la rianza. de’ nifios de que los rasgos y sindromes de la personalidad estén atados a lacul- tura. Este tipo de libro de texto, necesario como ¢s, concluye en general alli donde se inician los mis importantes problemas de la psicologia 9 social. Es imprescindible un segundo volumen que pase de la introduc- cién al campo y se dedique a los aspectos psicolégicos de las estructuras ‘sociales. Con la presente obra se intenta proporcionar ese segundo libro sobre Psicologia social, por dificil que la empresa sea. En gran medida, la modestia de los psicélogos que se contentan con ‘estudiar al individuo en el ambiente de los grupos pequefios se debe a la falta de herramientas conceptuales que permitan aventurarse en Areas més complejas. Aunque todas las disciplinas han reconocido la necesidad de estudiar la estructura y las formas organizadas, gran parte de los cenfoques teéricos, populares en la psicologia social, presentan puntos ébiles béisicos. La orientacién del conductismo, del freudismo y de la teoria de campo ha sido demasiado individualista y, por ello, de utili dad muy limitada para los problemas socioestructurales. Tampoco las ms antiguas teorias societarias de otras ciencias sociales han aportado respuesta alguna. Conductismo. La social: experimental y orientada a la investigacion se originé en el movimiento. conductista. F. H. Allport acometié de modo sistemético la experimentacién en grupo y la integrd tedricamente en el primer texto cientifico dedicado al tema (1924); pero ¢l conductismo, basado en la mecdnica newtoniana, no podia ma- nejar adecuadamente los problemas de la organizacién y la estructura, La férmula. estimulo-respuesta aceptaba un mundo psicolégico dema- siado estético, demasiado constante y demasiado atomistico, ¢ ignoraba las relaciones que, en un campo de fuerzas, afectan a los elementos com- ponentes. Las constancias que se daban por existentes entre estirnulos ‘especificos y respuestas especificas producian descripciones de fenémenos sociales no siempre exactas y si a menudo inadecuadas. Mis atin, la definicién misma de estimulo dificulta su aplicacién a lo social. Estimulo es una forma de energia fisica, posible de manipularse y controlarse en el laboratorio; sin embargo, en el dmbito social no pueden especificarse de modo comparable las dimensiones del estimulo. Por ello los enfoques conductistas de F. H. Allport (1924) y, después, de Miller y Dollard (1941) tropezaron. pronto con dificultades para identificar los estimulos sociales que eran tan importantes en Ja proyeccién tebrica de aquéllos. En el laboratorio se controla el reforzamiento aplicado a cier- tos tipos de respucstas; pero en el Ambito social noes posible predecir de modo satisfactorio en base a una teorfa del aprendizaje tradicional, pues en general no puede identificarse de antemano cull serf la naturaleza del reforzamiento que se dard. a un individuo. Claro, esto no resulta tan cierto en situaciones de aprendizaje menos restringidas, como el salén de clase o el hogar; pero, incluso en clas, los conceptos de reforza- 10 ‘CAP. 1. PUNTO DE PARTIDA miento plantean genuinas dificultades cuando se trata de aplicarlos en Ia priictica, Teoria de campo. La teoria de campo, ala izquierda del movi- miento Gestalt, corrigié las suposiciones “elementalistas” del conductismo, ero s6lo a nivel individual. El campo psicolgico de los lewinianos es un rea individual. Aunque la teoria de campo a utiliza la dindmica de las relaciones y hace hineapié en las propiedades de una estructura dada, no importa cul sea su historia fenotipica, sigue estando més dedicada 8 los.problemas de organizacién dentro del individuo que dentro de la colectividad. Segin lo conceptualiza Cartwright (1959), poder es la ca- pacidad. que tiene el individuo A para influir sobre el individuo By no @ una funcién de la estructura social. Dentro de la misma tradicin, Festinger ha pasado del problema de la uniformidad en el grupo a los eonceptes de autocomparacién (1954) y a la disonancia cognoscitiva (1957). Los principios bésicos de la teorla del campo siguen apareciendo laramente en este enfoque. La disonancia cognoscitiva posee las mismas Propiedades, no importa cuél sea la génesis especifica del desequilibrio; Pero, una vez més, todo esto a nivel de individuo. Se reconocié ampli ‘como un fracasado tour de force el arro- Jado iintento de Brown (1936) de aplicar los conceptos te6ricos del ‘campo individual al campo social. Brown tomé constructos tales como barreras, locomocién, vectores y valencias y los convirtié en aspectos de grupos y onganizaciones sociales: la comin atribucién de las caracteris- ticas individuales a los grupos. El enfoque de Asch (1952), més sutil, de crear una doctrina de campos psicolégicos compartidos, tiene el mé- tito de tomar la interaccién cara a cara en términos sociales mas bien que individuales, sin recurrir a la analogia y dentro de la légica de una. mecdnica no newtoniana; sin embargo, no alcanza a manejar estructuras sociales amplias. Bl enfoque de Ja teorfa de campo es causa de los grandes progresos falcanzados en los tiltimos veinte afios en la psicologia social; ademés, permitié utilizar en éta los conocimientos venidos de la percepeién y la cognicién de un modo que nunca fue posible con la teoria del aprendi- ‘taje, pero su contribucién primaria fue el haber proporcionado una Psicologia del individuo més adecuada y sutil. De necesidad rompe ‘con la psicologia social de grupos porque su posicién te6rica fundamen- tal es el campo psicolégico del individuo. Teoria freudiana. La escuela psicoanalitica y en especial los neo- freudianos, han contribuido a que se comprenda el. proceso de sociali- zacién y los tipos de personalidad resultantes de ella. Pero al igual que la teoria de campo, la freudiana hha preparado conceptos para estue iar la psicologia del individuo y no Ia naturaleza de las estructuras n PUNTO DE PARTIDA sociales. Bstas son, en parte, producto de complejas interacciones de la igente ¥ no: un sencillo reflejo de la mecénica de la personalidad indivi- dual a nivel colective. La sociedad no esté compucsta de gente que actia de un modo paralelo; noes un modelo integrado por las personas que la. ‘componen; consiste en interacciones complicadas mediadas por sistemas de papeles, Una nacién que deciara la guerra no ex reflejando la suma de los impulsos agresives de sus ciudadanos consideracos indivi- dualmente. El mismo Freud advirtié, con su acostumbrada perspicacia y_ penetracién, esas complejidades sociales; por ejemplo, cuando en Tx'Puturo de una Itusién (1928) examin6 ol conflicto entre las clases sociales; sin embargo, al hacerlo, no estaba aplicando los conceptos de su teoria psicoanalitica, sino utilizando su modo de interpretar los conoci- mientos sociolégicos. Teorias socioldgicas anteriores. Dos tipos de teoria sociolégica han estudiado més directamente los problemas de la estructura social: Ia doc- trina superorgénica y la escuela socioeconémica. El enfoque superorgi- nico ead] nivel coleetivo sin relere a los factorespsiolégicos © sociopsicolégices participantes; mo estd dedicado a estudiar a los indivie duos 0 a sus interacciones, sino alos productos o resultados de los pro- cesos sociales, Es posible estudiar la cultura en sus muchas manifestacio- nes materiales y no materiales como la tecnologia, los objetos artisticos, las formas lingiiisticas y la organizacién social, sin meneionar los vehiculos especificos de dicha cultura. Tal era Ja posicién de Kroeber (1952) en su tesis de que, a nivel superongénico, es posible trabajar con formas culturales sin caer en variables intereurrentes como la percepcién, la mo- tivacién y el aprendizaje, De igual modo, White (1949) afirma que Malinowski, Mead 0 Benedict, quienes a menudo buscan un anilisis sociopsicolégico de la cultura, no ejemplifican la culturologia; si la re- presentan aquellos especialistas que han permanecido a su propio nivel y han tratado a la cultura como un tipo brotante de materia de estudio. La escuela ecolégica también sigue en la sociologia esta légica esencial y otros soci6logos adoptan la doctrina superorgénica, pero sin la consis- tencia de los culturdloges. Merece crédito la posicién superorgénica que establece como posible estudiar los productos colectivos sin referirse a la psicologia de quienes Jos producen, Adems, con ese enfoque se evitan algunas de las dificul- tades légicas que surgen al tratar de incluir en un mismo marco de tra- bajo diferentes formas de conceptualizacién; sin embargo, tiene sus desventajas en las generalizaciones muy limitadas que se derivan de tra- bajar con los resultados y no con los procesos dindmicos responsables de cllos, Este tipo de tratamiento se acerca a una conceptualizacién de un sistema cerrado, pues se ignoran los insumos humanos © se toman éstos 12 CAP.1, PUNTO DE PARTIDA como constantes. En las sociedades primitivas, pequefias y estables, es posible aceptar como constante Ja naturaleza de los insumos humanos. En sociedades més grandes, complejas y dindmicas, es menos defendible tal suposicién y resulta esencial conocer el cardcter cambiante de varios tipos de insumos humanos y de interaceién social para predecir y com- prender. El enfoque superorgénico contribuye a que se conozca el marco focietal y cultural més amplio en que transcurre la conducta, pero no un anSlisis adecuado de dicho marco; por consiguiente, es un error suponer que el estudio del ambiente social y cultural de las instituciones ¥ organizaciones en que se instala al individuo, s6lo es provincia de las lencias sociales a nivel superorginico. ‘A veces los psic6logos creemos que queda a las otras ciencias sociales escribir y explicar el ambiente social e identificar sus dimensiones; des- pués nosotros, como psicéloges, trataremos de explicar la conducta de la fente dentro de esos Ambitos sociales. Tal sohucién es conveniente, pero presenta dos dificultades bésicas. El ambiente social no es un paralelo dal fisico y no podemos acudir a fisicos y quimicos en busea de los bene- ficios de un andlisis mAs preciso. El ambiente social consiste, simplemente, en otra gente; en sw conducta y'en los productos de sus actividades; por €llo, como psieblogos, no podemos evitar la responsabilidad de contribuir a analizar la naturaleza del ambiente social y sus dimensiones. La segun- da raz6n para que exista una actividad cooperadora entre todos los cien- tificos sociales es que a nivel social hay menos justificacién que a nivel fisico para mantener Ia santidad de disciplinas especializadas. Muchas de Tas diferentes Areas de estudio que diferencian a las ciencias sociales, mis son resultado de sus canceptos que de Ta naturaleza de los datos feunidos a nivel empirico de investigacién y manipulacién experimental. El fisico extudia un nivel diferente de fendmenos que «l fisiélogo. Socié- Jogos, antropélogos 'y ‘otros’ cientificos dela conducta mis que estudiar Aiferentes niveles de fendmenos utilizan diferentes niveles de generaliza- elén en sus conceptos, para manejar esencialmente el mismo: nivel de fenémenos, a saber: la conducta de los seres humanos, Teorias socioeconémicas. Quizh el intento més sistemitico y atrac- tivo de lidiar con Ia estructura social y sus aspectos sociopsicolégicos sea ti teoria marxista. Debido a que con frecuencia se confunde con la doc- trina propagandistica, ta teoria en st ha recibido a veces tun tratamiento stimario por parte de los cientificos sociales. En ciertos sentidos constituyé lun exfnerzo de dar una teorfa del campo de Ta sociedad, en que fueran fiueraas determinantes las relaciones sociales més que las caracteristicas individuales y en que se expresara dialécticamente la dindmica estric- tural. No era una teorfa de simple determinismo econémico, sino de un determinismo socioecanémico complejo. Marx consideré las relaciones 13 PUNTO DE PARTIDA ‘sociales de produccién como el sistema institucional clave de una socie- dad y afirm6 que Hevaban a la estratificacién en clases, a los conflictos dnctcnaateiceracasmisetasie. El fact merieate pean cstaba tanto en ¢l interés propio del individuo como en el papel que poceadeieeec ¢l interés de grupo que tenia la gente Sere France sie: ln cnvioca maniio- tada en papeles comunes y después la ideclogia, elaborada como un arma para manejar los intereses de ese papel comtin. En otras palabras, la es tratificacién social precedié a la conciencia de clase. Alrededor de las relaciones sociales de produccién surgieron otros subsistemas sociales, como la Escuela, la Iglesia y el Estado. j ‘De este modo, la Reforma protestante fue expresién. religiosa del cre~ cimiento de Ja sociedad eapitalista y propicié una libre afluencia de ideas jiosas como: cont del mercado libre en el intercambio de articu- los de consumo, La tesis de Weber (1930) sobre el surgimiento de la ética protestante como explicacién del desarrollo capitalista invertia la ex- plicacién marxista. 2 deteace. conceit tonaaianiemmg sais eepbiod. 7. pratenitia, explicaba 1a organizacién societal, especificaba sus instituciones parentemente entcasy, no obstante, relacionaba su andliss estructural con los vehicules, los seres humanos del sistema y con sus interacciones; afirmaba que ¢l determinante principal de las ideas y los valores no estaba en el estatus econémico como tal, sino en los papeles econémicos clave, en el modo.en que los hombres se relacionan con sus congéneres ‘en €l proceso productive, al vender su trabajo o cualquier. otro articulo ‘ al comprar el trabajo de otros. El trabajador que ya no poscia sus herramientas estaba alienado por los valores dominantes en una sociedad, pues trabajaba en un gran sistema fabril y era explotado al comprarsele su fuerza de trabajo, La teotia afirma que la interacci6n social entre Jos obreros de centros fabriles urbanos faciitaria el surgimiento de una ideo- logia. Ademis, afirma que para cristalizar la ideologia de grupo era necesario un conflicto conduetual franco; de aqui que manifestaciones, hhuelgas y confrontaciones facilitaran el desarrollo idealégico. Con esto, la teoria marxista establecia algunas. suposiciones sobre la interaccién social, el reforzamiento social, la interpretacién de papeles conductuales, Ja alicnacién y las condiciones que producian la solidaridad de grupo. Desde el punto de vista de Ja ciencia social, Ja teoria marxista mani fiesta dos debilidades: en primer lugar, esté atada de un modo dema- siado especifico a ciertas condiciones que Marx habia observado en un periodo histérico y en ciertas localidades. Por ello, aquél no generaliz6 su nocién sobre la importancia de las circunstancias que rodean a. los papeles, estrechdndola a un tipo de nexos que consideraba primarios: 4 GAP.1L PUNTO DE PARTIDA las relaciones sociales de produccién y el resultante contlicto de clases, Los hechos indican que en la sociedad norteamericana las clases sociales no integran los agrupamientos significativos, mientras que puede serlo el tipo de organizacién en que el individuo es socializado, cuando nifio y evando adulto, En segundo lugar, el concepto marxista de dinémica estructural era igualmente estrecho, pues s6lo se aceptaba un proceso intnico bésico: Ia operacién de la contradiecién entre la produccién eolectiva y cooperativa y la posesién individual y explotadora. Una diné- mica estructural més adecuada aceptarfa una pauta de fuerzas en cons tante cambio, ya que al sistema social responde a sus propios resultados; ‘@ decir, continuamente recibe nuevos insumos, muchos de ellos creados por el propio sistema, De este modo se han resuclto las contradicciones ‘entre sobreproduccién y ciclos econémicass 0, al menos, se ha legado a luna cierta avenencia en las naciones industriales desarrolladas, por Ja ereacién de nuevos mecanismos que aseguran una amplia distribucién, ‘asi como el mantener la cconomfa en un equilibrio estable. La limita- cidn bésica de Ia. teoria artista estuvo en no comprender el funciona- milento de la dindmica estructural en el tiempo, lo que quiere decir que Jas estructuras cambian de cardcter al pasar del tiempo uno al dos, y de Gste al tiempo tres. Finalmente, la teorfa marxista, aunque se adentré su Spoca al proponer procesos sociopsicolégices de reforzamiento de grupo, de confrontacién y de cohesién de grupo, no formulé claramente emo podria el teérico pasar de una estructura social a un nivel indi- ‘Vidual; por ejemplo, la pregunta tépica seria: ;Por qué la gente parti- sclparia en producir ese cambio social que la dialéetica marxista considera ha de surgir debido al cardcter de las estructuras sociales? Durkheim (1947) propuso un enfoque parecido, pues hizo de la /primacia de la estructura social, su doctrina central. Al observar la estruc- ‘tura de papeles econémicos de una sociedad, consideré Ia divisién del jtabajo punto de partida principal para estudiar el proceso. Cuando imo hay especializacién en el trabajo la gente ocupa puestos similares y ‘establece sistemas similares de valores; pero cuando hay homogencidad ‘en los papeles, existe una solidaridad mecénica basada en una concien- tela colectiva comiin. Las leyes penales son sencillamente la codifieacién del ultraje que la gente siente cuando los actes de personas desviadas wiolan los principios morales mantenides por todos. Cuando se dliversifi- ‘ean los papeles, la gente ya no es similar, pero la interdependencia de Papeles produce una solidaridad orgénica. El altruismo y la cooperacién Femplazan al cédigo moral especifico y Ia ley civil y la restitucién rem- Plazan a las leyes criminales:y represivas. E] anilisis durkheimiano comparte de algin modo los puntos fuertes y débiles de la teoria marxista. En cierto sentido es més general por no 15 sotcntrarsesen xm tio inion de pepe econémica; dems, royeca su atencién sobre la prioridad de la organizacién social existente en ‘cuanto a los. individuos toca; sin embargo, su dinmica estructural ‘es débil y no da bases para predecir el. cambio social, excepto cuando la sociedad avanza hacia’ tjidad, en su divisién del trabajo. Tiene ‘menos en cuenta las : psicolégicas que las doctrinas marxistas y también sufre por no eontar con un modo sistemitico de manejarlas. Aunque Durkheim hablaba mucho acerca del nivel de estructura social, se vio envuelto en problemas sociopsicolégicos al diferenciar entre valo- res comunes ¢ idiasincrisicos; entre interiorizacién de oédigos morales apse cena eA Pasco, enait, varie Hoon de weet dal seme better Mediante tn ‘nplicacén de la teois dal sistema abierto comenzamos a avanzar hacia la solucién del dilema de una psicologia social dedicada a la estructura social, Obviamente, tres lineas de desarrollo. convergen para indicar el tipo de enfoque necesario, aunque atin no se disponga de una teorla compleja. En primer lugar, desde su anterior formulacién conductista en los afios veinte, F. H. Allport ha estado dedicado a elaborar una concep- cién estructuronémica de la psicologia social. En sus primeros trabajos atacb vigorosamente el uso de un lenguaje metaférico en las ciencias sociales, asi como toda imputaci6n de la influencia personal en concep- tos que se referian a grupos ¢ institueiones. Insistié en que, para cual- quier ciencia, el lenguaje metaférico no es sustituto adecuado del lenguaje de los datos, Metodoligicamente su posicién es correcta y Allport no laha abandonado; por otra parte, también se dio cuenta de que los con- ceptos conductuales tradicionales resultaban inadecuados para los proble- mas de relacién y de estructura social, Su propia teoria (1954, 1962), atin no del todo: formulada, conceptualiza Ia estructura como un ciclo de acontecimientos que, con movimiento circular, retornan a reiniciar aquél. Los acontecimientos constituyen puntos nodales observables que pueden ser conceptualizados como estructuras. En lugar de una conducta lineal en que A estimula a B y éste responde, como ocurre en un modelo newtoniano, Allport cree que existe una serie continua de acontecimien- tos que completan un ciclo, antes de que se obtenga. una estructura social, ‘Ademés, los ciclos cruzados son tangenciales entre s{ o varian de tamafio. Es necesario identificar las pautas complejas para entender la conducta social. Por su tipo, el modelo estructural de F. H. Allport es similar al de los te6ricos de los sistemas generales, Miller (1955) y sus colegas han estado aplicando la teorla del sistema abierto en términos generales, para abarcar todos los niveles de ciencia, desde el estudio de una célula hasta 16 CAP. 1. PUNTO: DE PARTIDA 1 andlisis de una sociedad. Ante todo, les interesan las generalizaciones que funcionan a todos los niveles y, por ello, estén dispuestos a observar la conducta social compleja respecto a insumo, procesamiento y resul- tado, respecto a los métodos para manejar la sobrecarga en cualquier sistema, respecto a fronteras y subsistemas codificadores, ete. Muchas de sus hipétesis resultan sugerentes para trabajarse a nivel de organizaciones sociales, aunque todavia. no se ham investigado a escala total en dicho nivel. El tercer sistema y, para nuestros propésitos, el més completamente desarrollada, es el de Parsons (1951). Més que cualquier otra. persona, Gte ha utilizado el enfoque de sistema abierto para estudiar Ins estrue- turas sociales. Antes de que él comenzara a escribir y ensefiar, gran parte de las explicaciones sobre sistemas sociales seguia la teorfa del sistema cerrado, como en las doctrinas de lo superorgénico. En manos de Parsons, lun considerable cuerpo de pensamiento sociolégico ha ido aceptando un enfoque de sistema abierto; ademis, ese investigador ha proporcionado herramientas conceptuales especificas al delinear los varios subsistemas de una sociedad y sus funciones. Gran parte del andlisis que se pre- senta en los siguientes capitules procede de sus contribuciones. Nos parece que el:enfoque de sistema abierto conserva muchas de las virtudes de Jos intentos anteriores para manejar Ias estructuras sociales sin quedar atrapado en simplificaciones extremas y materializaciones; tiene la ventaja de permitir que los hechos, a cualquier nivel, determi- nen Ia formulacién te6rica especifica requerida a ese nivel. Muchas de las antiguas ideas sobre Ia organizacién social eran analégicas y con- fiaban excesivamente en la metifora biolégica y psicolégica. Aunque se puede utilizar Ia teoria del sistema abierto, a todos los miveles, como en la obra del grupo de Miller, sus concepciones principales son lo bas tante generales para exigir el tipo de elaboracién especifica que Parsons ya ha comenzado a ofrecer en lo que a estructuras sociales se refiere. La teoria de sistema abierto, com su supuesto de la entropia, hace hincapié en la intima relacién que existe entre una estructura y el am- iente que le da apoyo, pues de no haber insumos continuos, pronto la estructura se va a pique. De este modo, una base critica para identificar sistemas sociales Ia constituyen sus relaciones con las fuentes energéticas que los mantienen, En casi todas las estracturas sociales el esfuerzo y la ‘motivacién humanas son la principal fuente de mantenimiento; por ello, aunque el enfoque teético esté dedicado a las relaciones, étas incluyen ‘os seres humanes. Si nos interesan los aspectos especifices de la fun- cién de mantenimiento en base a la conducta humana, estamos a nivel sociopsicolégico, En la teorfa del sistema abierto es imposible ignorar los vvehiculos, pues éstos aportan el insumo mantenedor. 7 PUNTO DE PARTIDA, ‘Ademis, otra relacién principal que el sistema abarca ¢s el procesa- miento de insumos de produccién para proporcionar cierto resultado Sue MINS MAN Meppaposotetonin cotcroo. El bospitalextace as, Ta comunidad, y In empresa industrial crea ‘Nuevamente, es posible identificar esas y mediante el ciclo de insumo, procesamiento y ; pero pudieran mo ser primariamente psicolégicas si s6lo se toman los insumos y dentro del ambiente; es decir, tantas toneladas de materias primas y tantos productos terminados. Sin em- argo, desde el momento que se conceptualiza la organizacién de Ta gente cen el sistema respecto al procesamiento, estamos nuevamente en el nivel sociopsicolégico. De este modo, la teorla del sistema abierto proporciona un marco ditil para examinar las estructuras sociales desde un punto de vista sociopsicolégico. Finalmente, la teoria del sistema abierto permite integrar el asi lla- mado enfoque a nivel macro de los socidlogos y el enfoque a nivel micro de los psicélogos, para estudiar los fenémenos sociales. Al estudiar las acciones de Castro y sus seguidores, cuando derribaron el régimen de Batista en Cuba, los psicblogos sociales hablarian de privaciones y frus- traciones, que motivaron a la gente a la accién contra las fuentes visibles de sus dificultades. Loe sociéloges hablarian de un sistema social inesta- ble, en el que una sociedad semifendal, mantenida por la fuerza militar, se derrumbé cuando una revolucién agraria destruyé dicha férula, Con base en este ejemplo se plantean de inmediato dos observaciones. El ané- Tisis sociol6gico es de Ambito més amplio ¢ intenta enfocar un campo mayor de hechos relacionados. Logra esto, empleando conceptos como sistema semifendal, que se refiere a una pauta de relaciones econémicas, sociales y de poder. Ademis, el marco sociolégico de referencia, por ser més amplio en Ambito, no proyecta tanto la atencién a un nivel diferente de hechos fenoménicos como a hechos de Ja conducta humana més nume- rosos y diferentes, situadas al mismo nivel fenoménico. El ambito mas estrecho de la tearla psicoldgica no nes daria tantos hechos a nivel dife- rente como detalles sobre aquellos que, en cualquier descripcién sociol6- ten, econ mencionados- de pains Riva liveighién‘encigica tendencia ha sido emplear en el estudio los mismos métodos de campo que usan los psicélogos: muestreos, entrevistas y métodos cuantitativos para observar la conducta. La diferencia principal estd en que las teorias de la sociologia, més globales y ambiciosas, buscan comprender la pauta total de acontecimientos. Las teorias psicolégicas se interesan mis en algunos aspectos generales de todas las situaciones sociales, incluso aun- que s6lo tengan que ver con un segmento del problema. A veces sc dice que la distinci6n entre el macro y microenfoque es cuestién de grado 18 CAP, 1. PUNTO DE PARTIDA "de abstraccién y, por ello, de generalidad. Esta formulacién puede moti- ‘var equivocos, pues el enfoque psicol6gico es més abstracto cuando se tata de alejarse del contenido de situaciones especificas y de manejar formas de conducta sumamente: generalizadas. Quiz4 no sea mis abs- tracta la formulacién sociolégica, pero abarca mis cuando se trata de Tidiar con 1a interaccién, de muchas variables. El punto débil del macroenfoque esté en que la naturaleza obtusa © rida de sus conceptos no especifica suficientemente 1a dinsimica psico- Hogica en funcionamiento, Se sabe que, en general, cuando una, nacién ‘en, proceso de pasd de una industria, secundaria o de producciém, a tipos de industria terciarios o de servicio experimenta cambios cn cl earkcter de sus partides politicos y en la conducta de voto de sus ciuda- ‘danos; pero la predicci6n exacta de los cambios en si dependerd. de que ve conozcan factores como la fijacién de la gente en Ja identidad y valo- res de sus grupos anteriores, Ins condiciones que facilitan percibir, de ‘acuerdo con la realidad, los cambios que estin ocurriendo y el apego f valores de grupo, sin relaciGn directa con «l agrupamiento de ocupa- iones;, sin embargo, el. macroenfoque es muy valioso por centrar.la atencién en el problema significativo y dirigirla a frehs en que ¢s nece- sario formular con mayor cuidado las variables. En el pasado, el microenfoque.present6 dos puntos débiles, pues se dedieé a muy pocas variables significativas dentro de la situacién total. A menudo ha variables inadecuadas e insistido demasiado en demostrar la universalidad de algén principio fundamental, como el re- forzamiento, cuando la teoria del aprendizaje enfoca problemas sociales. Por su mismo caricter, esta insistencia en la reduccién tiende a perder de vista los problemas que debieran importarle. Se comprender& me- ‘nos un resultado de la organizacién como Io ¢s una huelga decidida por Jum sindicato, si se trata de reducirla a los principios del aprendizaje en ‘Inboratorio; sin embargo, se logra provecho al utilizar tales principics ‘en la identificacién del problema dentro del sistema social en que surge. Los autores creen que es facil superar esos puntos débiles del micro- ‘enfoque si se combina esta acometida psicolégica can los conceptos veni- dos del macroenfoque. Tal procedimiento obliga a traducir conceptos sociolégicos a un grupo de microconceptos dedicados a la misma drca de: conducta social. La traducci6n se hace mas facil ya que los dos nive- ‘es, a la larga, no presentan diferentes tipos de hechos. Es posible corre- Jncionar, aunque no traducis, lo fisiolégico y lo psicol6gioo; Ia sensacién de “azul” siempre se distinguiré, como dato factual, del proceso neuro- quimico del que quizh dependa; sin embargo, resulta posible traducit ‘el sistema de papeles a valores y expectativas interdependientes y com- partidas que presenta la conducta legitima de un grupo de personas. 19 s PUNTO DE PARTIDA ‘De este modo, el macroenfoque describe el problema amplio, que re- quiere de un andlisis detallado basado en las muchas conductas interre- estén en escena, Se sabe dénde mirar y de ataque. Si se desea saber més sobre ‘votb por ir a la huelga cuando en ‘en situaciones semejantes deberin estu- 8 ‘como las condiciones de la industria en gene- ral, de wna estrategia adecuada por parte de gerencia y sindicato para resolver sus diferencias, la posicién de poder de los lide- res sindicales respecto a sus seguidores y aquéllas de quienes representan ‘a Ta empresa, con respecto a los subsistemas de los que dependen. ‘Combinar el macro y microenfoque contribuiré a conocer mejor las organizaciones. El macroenfoque en si, carceer& de una formulacién precisa sobre In dindmica motivacional, que explique a fondo la con- ducta de la gente dentro de las organizaciones. El interés por el resultado y las propiedades del sistema crea un enfoque demasiado global como para que se maneje adecuadamente la multitud de variables psicol6gicas causales que hay; por otra parte, el microenfoque, por si solo, carece de direcei6n y podria manejar demasiado pocas variables 0 variables inade- ‘cuadas, En otras palabras, si se desea comprender por qué una nacién est siguiendo una politica exterior escabrosa, beligerante y al borde del peligro, necesitamos saber algo mAs que la economia es de utilidades y que est& mantenida al mAximo de rendimiento por un presupuesto de defensa que lega a los miles de millones de délares. Las microvariables que deben interesarnos no son una estructura de cardeter beligerante de la masa social 0 de los Hideres, sino los muchos aspectos detallados de Ja estructura politica y social que aparecen expresados en la conducta diaria de la gente. Resumen Los enfoques antiguos para estudiar Jos problemas y la conducta sociales se han visto limitados por earecer de herramientas conceptuales adecuadas. Estas limitaciones han quedado manifestadas en la psicologia y en la sociologia, aunque de modos diferentes, Caracteristicamente, los psicélogos no han podido o no han querido cenfrentar los hechos de la organizacién y la estructura sociales. Las socie- dades y las organizaciones estan integradas mediante conductas disefiadas y en gran medida la conducta de cada individuo esti. determinada por las exigencias del esquema mis ampli. No es comiin que se incorpore este contexto a las teorias psicolégicas. Algunas de étas —por ejemplo, el psicoandlisis— toman en cuenta la influencia de la familia sobre el 20 : CAP. 1, PUNTO DE PARTION Jndividuo. Otras en parte aceptan al grupo pequefio como ambiente indi- ~ vidual y otras més estudian la influencia de la cultura, el mas global de ods los conceptos ambientales; sin. embargo, incluso la psicologia social iw ignorado los niveles de organizaciOn e institucional y es comin que los | fibos de texto de psicologia social concluyan tratando de algiin modo & pequefics grupos. En este libro deseamos ampliar tales estudios comen- yando donde otros terminan: con la conducta de la gente dentro de las ‘onganizaciones; en ese sentido, constituye un segundo volumen sobre palcologia social. Las primeras teorias sociologicas reflejan una limitacién complemen- fria de las formuladas por la psicologia, pues manejan el nivel super- ‘orgdnico o colectivo sin hacer referencia a las caracteristicas individuales a los atributos de las transaeciones entre individuos; les interesan los luctos de tal interaccién, pero no el proceso. Aunque Marx y Durk- modificaron esa critica gencral, sigue siendo vilida. Este libro propone que el mejor modo de resolver esas dificultades tebricas esté en una teorfa de sistema abierto. Aunque tal enfoque te6rico io ha sido ain totalmente desarrollado, lo ejemplifican varias lineas de Anvestigacin importantes que incluyen la teoria del acontecimiento y la ‘@itructura, de F. H. Allport; el enfoque de sistemas general, de J. G. pene Miller y sus colegas, y la tcoria sociolégica de Talcott Parsons. Nos parece que la teoria del sistema abierto permite ampliar sin simplificar ‘idl extremo; mediante la nocién bisica de entropia, hace hincapié en la “necesaria dependencia de cualquier organizacién respecto a su ambiente. “Tios conceptos, pertenecientes a esta teoria, de insumo energético y man- tenimiento apuntan a los motivos y conducta de los individuos que son ehiculos, en las organizaciones humanas, del insumo energético. El con- de resultado y su mecesaria absorcién por el ambiente, también lune Jos niveles micro y macro de la disertacién. Por todas estas razones, a teoria del sistema abierto representa el punto de partida de los siguien- tes capitulos. Spt rit 2 2 Las organizaciones y el concepto de sistema Respecto a las organizaciones humanas, las metas de la ciencia social se parecen a las de cualquier otra ciencia, en relacién con los acontecimien- ‘os y fenémenas ocurridos en su dominio. El cientifico social desea com- prender las organizaciones humanas, describir aquello que es esencial en u forma, aspectos y funciones; desea explicar los ciclos de crecimiento y caida, predecir efectos y efectividad de las organizaciones. Quizé tam- ign desce probar y aplicar tales conocimientos, al introducir cambios dentro: de esas organizaciones; por ejemplo, haciendo que étas sc vuelvan més benignas o que respondan mejor a las necesidades human: a8. ‘Sin embargo, tales esfuerzos no son prerrogativa de la ciencia social, [pues tradicionalmente se ha aplicado el sentido comin a entender y alte- trar las organizaciones; en general, dichos intentos tienden a bifurcarse hacia dos suposiciones: que el nombre de una organizacién proporciona ‘su localizaci6n y naturaleza; que la organizacién posee metas innatas, ya ‘que étas fueron implantadas por sus fundadores, decretadas por los factuales directores 0 porque surgieron misteriosamente, como propésito del sistema de organizacién en si. Esas suposiciones apenas proporcionan funa base adecuada para estudiar las organizaciones y, algunas veces, rresultardn engafiosas y aun falsas; sin embargo, nos abocamos a utilizar la informacién que proporcionan. Para entender una organizacién o un sistema social, el primer proble- ‘ma consiste en establecer su ubicaciin ¢ identificacién. ;Cémo saber que fe esti. ante una organizacién? Cules son sus limites? ;Qué conducta ppertenece a la organizacién y cul esta fuera de ella? De qué individuos ‘estudiar las acciones y qué segments de su conducta inchuir? EI hecho de que existan nombres populares para rovular organiza: cciones sociales es, a la vez, ventajoso e inconveniente. Esas etiquetas re- presentan estereotipos socialmente aceptados respecto a las onganiza- ‘clones y no especifican su estructura de puestos, su naturaleza psicolégica ‘6 sus limites; por otra parte, esos nombres ayudan a localizar el drea de 23 AS ORGANIZACIONES ¥ EL CONCEPTO DE SISTEMA conducta que nos interesa, Ademés, el que dentro y fuera de la organi- zacién se acepten estercotipos sobre la naturaleza y funcionamiento de 6ta es un determinante de su propio éardcter. ‘La segunda ccaracteristica clave surgida de ese enfoque de sentido jconsiderar ala organizacién simplemente como epitome de los de quien ‘de sus directores 0 de sus miembros prin- cipales. vez més, de este enfoque es al mismo tiempo luna ventaja y un inconveniente. Ya que en las organizaciones se ha in- dluido deliberadamente tin propésito humano y ha sido registrado espe- cificamente en su contrato social, estatus o cualquier otro protocolo formal, seria tonto no utilizar esas fuentes de informacién. Al comenzar a desarrollar un grupo, se generan muchos procesos que poco tienen que ver con su propésito racional; pero, con el tiempo, se van reconociendo acumulativamente Jos, dispositives. para ordenar la vida en. grupo y se usan.éstos deliberadamente, ‘Aparte del protocolo formal, la misién primaria de una organizacién, ‘segiin la perciben sus directores, constituye una serie de claves altamente informativas para el investigador que desce estudiar el funcionamiento de la misma; no obstante, los propésitos de la organizacién, tal como les enunciaron sus estatutos o los informes de sus directores, pueden resultar engafiosos pues quizd esos enunciades de objetivos pueden idealizar, racionalizar, distorsionar, omitir 0, incluso, ocultar algunos aspectos esen- Gales de su funcionamiento. Ademés, no siempre concuerdan directores y miembros respecto de la misi6n de la organizacién. El rector de una universidad dird que el propésito de dicha institucién es preparar dirigen- tes nacionales; el secretario académico, que trasmitir la herencia cultural venida del pasado; el subsecretario, que permitir a los estudiantes llegar a la realizacién de sf mismos y a su total desarrollo; cl director de una escuela de graduados, que crear nuevos conocimientos; el jefe de la sec- eién masculina, que adiestrar a los jévenes en lo técnico y lo profesional para que puedan. ganarse la vida; el director de algiin periédico estu- diantil, que inculcar los valores conservadores, que: preservan el statu quo de una sociedad eapitalista pasada de moda. La falacia de esto radica en haber igualado los propésitos 0 metas de las organizaciones con aquéllos de los: miembros como individuos. Como sistema, la. organizacién tiene un resultado, un producto © conse- cuencia que ino necesariamente es idéntico a los propésites individuales de los integrantes del grupo. Aunque los fundadores de la organizacién y sus miembros principales piensen respecto a los objetivos de ésta en términos teleol6gicos, cuando se proponga un anilisis cientifico no deber’ aceptarse ese pensamiento prictico, por itil que sea, en lugar de una serie te6rica de constructos. Con demasiada frecuencia, en el pasado, 4 - i ‘CAP. 2: 1AS/ORGANIZACIONES ¥ EL CONCEFTO DE SISTEMA Wa clencia social se extravié por tales atajos, igualando fenomenologia _ popular con explicacién cientifica. De hecho, las teorias y nociones clésicas sobre organizaciones han “supuesto que una teleclogia de este tipo ¢s el modo més facil de identi- flear las estructuras organizacionales y sus funciones. Desde este Angulo, na’ organizacién social es un dispositive para mejor lograr, con los me- dios de un grupo, algiin propésito; equivale al plano del que surgiré. la indquina con algin objetivo prictico. La dificultad principal can este ‘enfoque intencional o-de diseiio es que la organizacién sucle, de hecho, incluir més y menos de lo indicado por el disefio de su fundador 0 el pro- pésito de sus directores. En el funcionamiento practico quizA falten algu- ‘nos de los factores asumidos en el disefio o se encuentren tan distorsio- halos que no tengan significado, mientras que galas no previstas dominen Inestructura de la organizacién. Mis ain, no siempre es ffcil consultar al Alsefiador o descubrir las complicaciones del croquis que tenia en su men- te. El intento de Merton (1957) de habérselas con la funcién latente de la organizacién en contraste con la manifiesta, es una forma de enfren- wr el problema; otro modo similar de hacerlo es estudiar las consecuen- ‘las previstas ¢ imprevistas del funcionamiento de la organizacién. Una ‘Yee més; sin embargo, estamos de vuelta cn los propésitos del creador del directar, pues nos enfrentamos a consecuencias fortuitas, al supo- “er que es posible descubrir los resultados anticipades por él y juntar las gonsecuencias y los resultados como un tipo de varianza de error, Sin embargo, tedricamente seria mucho mejor comenzar con concep- los que no exijan identificar los propésitos de los disefiadores y después eorregir de acuerdo a tales propésitos, cuando no. parezca que estén siendo satisfechos, Los conceptos teéricos deberén comenzar con el insu- “mo, el resultado y el funcionamiento de la organizacién como sistema y no con Jos propésitos racionales de sus directores. Quiz se desce util- tar esas nociones intencionales para llegar a las fuentes de datos 0 como “temas de estudio especial, pero no como constructos tedrices bisicos para ‘omprender Jas organizaciones. ‘Nuestro modelo teérico para entender las organizaciones acepta étas como un sistema cnergético de insumo-resultado, en que ¢l energético Proveniente del resultado reactiva al sistema, Las organizaciones sociales son notoriamente sistemas abiertos, pues el insumo de energias y la con- versién del resultado en insumo enengético adicional, consisten en trans- accioncs entre Ja organizacién y su ambiente: ‘Todos los sistemas sociales, incluyendo las organizaciones, se integran mediante las actividades disefiacas de un nimero de personas; mas ain, as actividades moldeadas son complementarias o interdependientes de Aalgdin producto o resultado comin; se repiten, son rélativamente perdu- 25

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