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Papeles del Psicólogo ISSN 211-7851.

Diciembre , nº 89 , 2004 Copyright 2004 © Papeles del Psicólogo

PERSONALIDAD, PSICOPATOLOGÍA Y SUGESTIONABILIDAD HIPNÓTICA

James R. Council, Ph.D.

North Dakota State University (EE.UU.)

En esta revisión se contrasta la investigación académica y clínica relacionada


con la sugestionabilidad hipnótica. La investigación académica básica usando
medidas estandarizadas ha demostrado varias relaciones consistentes y
significativas. La investigación sobre el constructo, absorción, y otras variables
relacionadas con la habilidad imaginativa parecía prometedora, pero
investigación posterior indicó que los resultados estaban influidos por el
contexto de la evaluación. En general, la investigación básica sobre
personalidad y sugestionabilidad hipnótica indica que pueden haber
correlaciones válidas, pero los niveles de las relaciones son bajas. Sin embargo,
la investigación clínica sobre la relación de varios síntomas psicopatológicos y
síndromes indica la existencia de relaciones significativas entre alta
sugestionabilidad hipnótica y psicopatología. Se discute las razones de la
discrepancia entre los hallazgos de las investigaciones académicas y clínicas.

Academic and clinical research on correlates of hypnotic suggestibility is


contrasted in this review. Basic academic research using standardized
measures has yielded few consistent, significant relationships. Research on the
construct, absorption, and other variables related to imaginative ability seemed
promising, but further research indicated that results were biased by the
context of assessment. Overall, basic research on personality and hypnotic
suggestibility indicates that there may be some valid correlates, but the levels
of the relationships are quite low. However, clinical research on the relationship
of various psychopathological symptoms and syndromes indicates a number of
meaningful relationships between high hypnotic suggestibility and
psychopathology. Reasons for the discrepancy between academic and clinical
research findings are discussed.

Correspondencia: James R. Council.


E-mail: James.Council@ndsu.nodak.edu
...........
Traducción: Claudia Morales. Universitat de València. España
...........
Revisión Técnica: Dra. Ana Alarcón. Universitat Jaume I. España
INTRODUCCIÓN

Es frecuente que los teóricos e investigadores de la hipnosis no coincidan en lo


concerniente a las relaciones entre las variables de diferencias individuales y
sugestionabilidad hipnótica; incluso, en ocasiones, sus posiciones son
marcadamente opuestas. Los desacuerdos son particularmente evidentes
cuando la investigación académica, usando estudiantes voluntarios normales,
se compara con la investigación clínica que emplea pacientes en proceso de
tratamiento por conductas anormales en hospitales o clínicas (Barber, 1999).
Esta revisión plantea el problema de cómo la personalidad correlaciona con
sugestionabilidad hipnótica desde las dos posiciones. Comenzará con la
investigación académica, que con frecuencia utiliza cuestionarios
estandarizados y análisis estadísticos de datos de grupo, con voluntarios
normales como sujetos. El control experimental es habitual. Después, haré una
revisión de la teoría e investigación desde la perspectiva clínica, que, como
norma, ha usado una metodología menos rigurosa.

Investigación académica de cuestionario

Los cuestionarios estandarizados han sido la base de la investigación en


personalidad durante muchos años, y muchos han sido los intentos de
correlacionar estas medidas con sugestionabilidad hipnótica (para una revisión,
ver Barber, 1964; Deckert & West, 1963; DeGroh, 1989; Hilgard, 1965, 1967;
Kirsch & Council, 1992; Weitzenhoffer, 1953). En la mayoría de la literatura ha
habido un patrón de resultados con una variable particular de personalidad,
seguido de fracasos en el intento de replicar los resultados (Kirsh & Council,
1992). Sin embargo, se han dado algunas excepciones al fracaso general de
encontrar resultados consistentes, lo que se repasará más adelante.

Absorción. En los años sesenta, los investigadores comenzaron a informar de


correlaciones consistentes entre sugestionabilidad hipnótica y varias medidas
relacionadas con habilidad imaginativa (para revisiones completas, ver Council,
Kirsch, & Grant, 1996; Kirsch & Council, 1992). En particular, las escalas
desarrolladas por Shor, Orne y O´Connell (1962), As (1963) y Lee-Teng (1965)
contenían ítems relacionados con experiencias imaginativas y con experiencias
similares al trance en la vida cotidiana, y demostraron correlaciones
consistentes con medidas estándar de sugestionabilidad hipnótica. Tellegen y
Atkinson (1974), construyeron estas escalas para desarrollar una primera
medida que fue posteriormente perfeccionada con la Escala de Absorción de
Tellegen (EAT) de 34 ítems (Tellegen, 1981). La EAT no sólo mostró
correlaciones significativas con sugestionabilidad hipnótica en numerosos
estudios (ver Council et al., 1996 para una revisión completa), sino además
introdujo el constructo de absorción, proporcionando una teoría explicita sobre
la relación entre la EAT y las escalas de hipnosis. Tellegen y Atkinson (1974)
presentaron la absorción como un rasgo de la personalidad que posibilita a la
persona implicarse en una variedad de experiencias a través de la imaginación.
Las personas que son altas en absorción informan tener imaginaciones vividas
e involucrarse en experiencias sensoriales e imaginativas hasta el punto de
perder su sentido del ego.
Durante algún tiempo, la investigación en absorción y variables relacionadas
parecía ofrecer un acercamiento entre puntos de vista teóricos opuestos, en el
que todos podían coincidir en la habilidad imaginativa como un paso a la
respuesta hipnótica. Sin embargo, cuando se refinaron los métodos de
investigación, la influencia de las variables situacionales en las correlaciones se
hicieron patentes. El primer signo fue un experimento realizado por Council,
Kirsh, Vickery y Carlson (1983), que indicó que la correlación entre absorción y
sugestionabilidad hipnótica estaba mediada por la expectativa. En un estudio
de seguimiento (Council, Kirsch, & Hafner, 1986), se administró la EAT bajo dos
condiciones diferentes: en una condición, se administraban la EAT y una escala
de hipnosis durante la misma sesión de investigación; en la otra condición, las
escalas se administraban en contextos diferentes que no podían ser
relacionados por los participantes. Sólo cuando las escalas estaban asociadas
de manera clara, surgieron correlaciones significativas entre absorción e
sugestionabilidad hipnótica. Council, Kirsch y colegas (Council et al., 1986;
Kirsch & Council, 1992) propusieron que los sujetos usaron el contenido de las
respuestas de sus TAS para inferir sus propios niveles de habilidad hipnótica, lo
que podía influir en sus expectativas para responder a las sugestiones
hipnóticas de prueba. Todos los ítems de la EAT están escritos positivamente y
de forma auto-descriptiva (ejemplo: "Si lo deseara, podría imaginar que mi
cuerpo es tan pesado que no podría moverme aunque quisiera"). Una persona
que señala positivamente un número de ítems, puede inferir que puede ser un
buen sujeto hipnótico. A esto lo llamamos un "efecto de contexto": si se
administra la EAT en un contexto de un estudio de hipnosis se incrementa la
correlación.

Una serie de investigadores realizaron estudios para replicar y ampliar los


resultados de Council et al. (1986) (pueden ser encontrarse referencias y una
revisión detallada sobre el tema en Council et al., 1996). Se realizaron doce
estudios independientes con, al menos, 4.000 participantes. Los tratamientos
pertenecían a tres categorías básicas: una en donde los participantes eran
conscientes de que la investigación estaba analizando la relación entre la EAT y
la sugestionabilidad hipnótica antes de que la TAS fuera administrada, una en
donde se indicaba la relación a los participantes después del test de absorción
pero antes de que la sugestionabilidad hipnótica fuera medida, y otra en donde
el contexto de la medición de la absorción y la sugestionabilidad hipnótica se
mantenía totalmente separado, de modo que los participantes no podían ser
conscientes de que dicha relación estaba siendo investigada.

Council et al.(1996) condujeron un meta-análisis de estos resultados, que


mostró que las correlaciones eran significativamente menores cuando ambas
medidas eran administradas en contextos independientes (p<.01). Hemos
encontrado una relación significativa incluso cuando la EAT era administrada
en un contexto no hipnótico. Sin embargo, las correlaciones fueron bastatne
bajas (r=.12 con medidas conductuales de sugestionabilidad hipnótica, y .09
con medidas subjetivas), explicando menos del 1 % de la varianza. Estos
resultados indican que la absorción tiene un efecto directo pequeño en la
sugestionabilidad hipnótica.
Sin embargo, algunos estudios informaron de correlaciones significativas
cuando la EAT era administrada en el mismo contexto después de la hipnosis.
La EAT no podía haber afectado las respuestas de la escala de la hipnosis, pero
la correlación estaba inflada de todas formas. Tomando estos resultados en
cuenta, Council et al. (1996) propusieron que la motivación de presentarse a
uno mismo de forma consistente (Cialdini, Trost, & Newsom, 1995) puede
contribuir al efecto del contexto. Sea evaluada primero la absorción o la
sugestionabilidad hipnótica en la misma situación de investigación, los sujetos
deben formular apreciaciones de sí mismos basadas en su comportamiento
durante la primera medida. Los sujetos, basándose en su forma de entender
las medidas, tratarán de hacer consistente su actuación en la segunda medida
con lo realizado en la primera.

Green y Council (2004), y Council y Green (2004) han colaborado en una serie
de estudios para ir más allá, e investigar cómo la redacción positiva y la forma
de puntuación de la EAT influyen en la correlación entre absorción e
sugestionabilidad hipnótica. Green y Council (2004) informaron que cambiar
todos los ítems en una dirección negativa (ejemplo: "Me gusta mirar figuras de
nubes en el cielo" se cambió por "No me gusta mirar figuras de nubes en el
cielo") no tuvo efecto en la relación de la EAT con la sugestionabilidad
hipnótica. Este resultado desafía la explicación de la expectativa de Kirsch y
Council (1992), en la que las oraciones en forma positiva de la EAT
desempeñan un rol clave.

Council y Green ( 2004) informaron de varios estudios que sugerían que las
puntuaciones de la EAT están influidas por el prejuicio de contestación de
conformidad (Couch & Keniston, 1960), una tendencia a señalar un amplio
rango de contenido del cuestionario como descriptivo de uno mismo, o en un
nivel más abstracto, una tendencia hacia la aceptación del estímulo. Council y
Green informaron de que la EAT correlacionó significativamente con La Escala
de Respuesta de Acuerdo, de Couch y Keniston (1960), una medida de la
respuesta de conformidad.

Council y Green (2004) también informaron de un estudio donde usaron un


cuestionario falso, diseñado para replicar las características superficiales de la
EAT (auto descriptivo, formulado positivamente y con los ítems puntuados
positivamente), pero con contenido heterogéneo no relacionado con la
imaginación, hipnosis, o "estados alterados". Este cuestionario no sólo
correlacionado positivamente con la EAT, sino que también lo hizo con la
sugestionabilidad hipnótica cuando se administraba antes de la escala de
hipnosis. Sin embargo, no había correlación significativa cuando el cuestionario
falso se administraba después de la hipnosis. En contraste, la EAT correlacionó
positivamente con la sugestionabilidad hipnótica en ambos órdenes de
administración. Council y Green interpretaron estos resultados indicando que,
además de la expectativa, la tendencia de la aceptación del estímulo y efectos
de consistencia pueden contribuir en la correlación de la absorción y la
sugestionabilidad hipnótica.

Propensión a la fantasía. Wilson y Barber (1981, 1983) entrevistaron a "sujetos


hipnóticos excelentes" para determinar las cualidades que los distinguían de
otros sujetos promedio. Estos sujetos aparentaban tener un tipo de
personalidad caracterizado por una profunda implicación en un mundo privado
de fantasía, ensoñamiento vívido, recuerdos, experiencias sensoriales y
verbalizaciones de experiencias paranormales. Wilson y Barber etiquetaron
este tipo como "personalidad propensa a la fantasía". Uno de los aspectos más
curiosos de las personas propensas a la fantasía era su habilidad para tener
alucinaciones vívidas que se experimentan "tan reales como la propia
realidad". Estas experiencias alucinatorias pueden ocurrir involuntariamente.
Por ejemplo, una mujer entrevistada por Wilson y Barber dijo que mientras
conducía, no podía permitirse pensar que un niño se lanzaba a su coche, ya
que, por el simple hecho de pensar en ello, podía provocarle dicha alucinación.
Basado en la entrevista, Wilson y Barber (1983) construyeron un cuestionario
de auto-informe, el "Inventario de Recuerdos e Imaginaciones de la Infancia"
(IRII), que ha facilitado la investigación posterior en propensión a la fantasía.

Los estudios de campo de Wilson y Barber permitieron que otros investigadores


estudiaran la personalidad de propensión a la fantasía. Lynn y Rhue, en
particular, condujeron un programa extensivo de investigación (Lynn & Rhue,
1986, 1988; Rhue & Lynn, 1987). Aunque generalmente se encontraban
resultados a favor de la descripción de Wilson y Barber ( 1981, 1983), otros
resultado divergentes indicaron que la propensión a la fantasía no se asociaba
con fuerza a unas habilidades hipnóticas excelentes. Este hallazgo ha recibido
apoyo en una investigación de Council y Huff (1990). En otro estudio, Council,
Chambers, Jundt y Good (1990-1991), no consiguieron en encontrar evidencia
de que la imaginación visual eidética estaba asociada con la propensión a la
fantasía.

Dos estudios han investigado la posibilidad de que el efecto del contexto pueda
influir las correlaciones del IRII con la sugestionabilidad hipnótica (Green, Kvaal,
Lynn, Mare, & Sandberg, 1991; Silva & Kirsch, 1992). Aunque Green et al.
(1991) informaron de una correlación baja pero significativa con
sugestionabilidad hipnótica cuando las medidas se administraban en diferentes
contextos, sus resultados estuvieron influidos posiblemente por la inclusión de
dos ítems en el IRII que se referían a la hipnosis. Sin embargo, Silva y Kirsh
(1992) encontraron una correlación significativa en un contexto controlado aún
después de que se eliminaran estos ítems. Por lo tanto, puede que el IRII tenga
una relación con la sugestionabilidad hipnótica que no es dependiente del
contexto de la evaluación. Sin embargo, el IRII tiene una gama amplia de
contenido y no está claro qué componente es responsable de la relación (Kirsch
& Council, 1992).

Disociación. Las características disociativas o histéricas se han relacionado con


la sugestionabilidad hipnótica más que otro rasgo de personalidad actual.
Aunque la disociación no suscitó mucho el interés de los investigadores
durante buena parte del siglo XX, el texto publicado por Hilgard (1977) Divided
consciousness: Multiple controls in human thought and action ("Conciencia
dividida: controles múltiples en el pensamiento y acción humanas"), ha
estimulado una gran variedad de teoría e investigación. Kirsch y Council (1992)
revisaron la investigación sobre los dos cuestionarios de disociación que han
sido utilizados en estudios de hipnosis. Uno, la Escala de Alteración Perceptiva
(EAP; Sanders, 1986), se desarrolló basándose en la teoría neo-disociaciativa
de Hilgard (1977), para usarse en investigación sobre hipnosis. Aunque Nadon,
Hoyt, Register y Kihlstrom (1991) informaron de una correlación pequeña,
aunque significativa, con sugestionabilidad hipnótica, Green, Kvaal, Lynn, Mare
y Sandburg (1991) informaron que la relación era significativa sólo cuando la
EAP se administraba en el mismo contexto de la medida de la
sugestionabilidad hipnótica.

La Escala de Experiencias Disociativas (EED) de Bernstein and Putnam (1986)


se ha usado más ampliamente, tanto en investigación sobre psicopatología
como sobre sugestionabilidad hipnótica. Fue específicamente desarrollada
como una medida de disociación patológica para usarse con poblaciones
clínicas (Bernstein & Putnam, 1986).Varios estudios sobre la relación entre EED
e sugestionabilidad hipnótica (revisado en Kirsch & Council, 1992) informaron
de correlaciones significativas entre bajas y moderadas con medidas de
sugestionabilidad hipnótica, cuando ambas escalas se administraban en un
contexto hipnótico, pero no se obtenían correlaciones significativas cuando se
mantenían contextos de medición independientes. Otra evidencia revisada por
Kirsch y Council (1992) indicó que el EED se solapa con medidas de absorción y
propensión a la fantasía. King y Council (1998) usaron el EED para aclarar si
responder a las sugestiones hipnóticas es algo automático y sin ningún
esfuerzo, tal y como hipotetizó Hilgard (1977), o si es una conducta intencional
y dirigida a un objetivo, como predice la teoría socio-cognitiva (Spanos, 1991).
Aplicando la teoría de proceso irónico de Wegner (1994) a la hipnosis,
razonamos que, si responder a la sugestiones hipnóticas es intencional, los
sujetos hipnotizados tenderían a realizar errores "irónicos" bajo condiciones de
carga cognitiva. De acuerdo con Wegner (1994), cuando uno trata de mantener
un estado mental deseado –un proceso de esfuerzo para mantener el estado-,
y un proceso de observación (monitoring) automático que busca elementos de
fracaso, se ven implicadas dos operaciones complementarias. El efecto irónico
ocurre cuando el proceso de observación en sí mismo fracasa (ejemplo:
produce el pensamiento que uno trata de evitar), y es más probable si se
impone una carga cognitiva. El estudio bien conocido de Wegner (1994)
mantuvo a sujetos tratatando de no pensar en un oso blanco. Los sujetos a los
que se les dio una tarea cognitiva adicional tendían a informar de mayor
intromisión de pensamientos sobre osos blancos cuando trataban de no pensar
en ellos.

En nuestra investigación (King & Council, 1998), evaluamos sujetos con el EED
y una medida estándar de sugestionabilidad hipnótica. Así, pudimos crear
grupos que variaron en sugestionabilidad hipnótica y capacidad disociativa.
Usamos tareas difíciles que exigían a los sujetos mantener una amnesia
mientras estaban bajo carga cognitiva por otras tareas. Por ejemplo: en un
estudio, a los sujetos se les daba la sugestión de que no reconocerían o
recordarían el número "5". Entonces se les daba una hoja de papel con filas de
números, en las que debían tachar todos los números impares dentro de un
tiempo límite. En la condición de carga cognitiva, también tenían que escuchar
una lista de palabras grabadas, tratando de seguir la pista de cada palabra
sobre un animal de granja. Aun cuando no controlamos el efecto de contexto,
la tarea bajo condiciones de carga cognitiva era tan difícil, que los sujetos no
podían falsear una buena actuación para aparentar que eran altamente
hipnotizables. A pesar de que la EED y la Escala Grupal de Susceptibilidad
Hipnótica de Harvard (EGSHH) se administaron en el mismo contexto, no
mostraron una correlacionados elevada (r=.26, p<.05). Nuestros resultados
indicaron que los sujetos más disociadores hicieron menos errores bajo
condiciones de carga cognitiva, independientemente de su grado de
sugestionabilidad hipnótica. Si consideramos la sugestionabilidad hipnótica, los
resultados indican que hubo dos subcategorías de participantes hipnotizables.
Una categoría se comportó consistentemente con las predicciones de la teoría
de la neodisociación (Bowers, 1994; Hilgard, 1977), respondiendo
automáticamente y sin esfuerzo a la sugestión de amnesia. Sin embargo, otro
grupo se comportó más consistentemente con el modelo socio-cognitivo
(Spanos, 1991), cometiendo más errores bajo condiciones de carga cognitiva, e
indicando que su respuesta era intencional y dirigida a un objetivo.

Conclusiones

Los resultados de la investigación académica sobre los correlatos de


personalidad de la sugestionabilidad hipnótica no son muy prometedores. Ello
se debe a los problemas inherentes a los cuestionarios de auto-informe de
personalidad, que no han sido predictores robustos de la conducta (Pervin,
1994). Las respuestas de un sujeto a un cuestionario pueden estar influidas por
muchas variables situacionales. No obstante, hay algunas indicaciones de que
la imaginación y la propensión a la fantasía, así como las tendencias
disociativas, están relacionadas con la sugestionabilidad hipnótica. Como
veremos en la próxima sección, la literatura clínica describe muchas
conexiones curiosas entre sugestionabilidad hipnótica y psicopatología. Sin
embargo, mucha de esta investigación ha sido menos rigurosa que la
investigación señalada anteriormente, y los resultados deben tomarse
tentativamente, hasta que se repliquen con medidas estandarizadas y
controles experimentales.

Sugestionabilidad hipnótica y Psicopatología

La literatura clínica indica que la sugestionabilidad hipnótica puede estar


relacionada con distintas psicopatologías. En concreto, se ha considerado a la
sugestionabilidad hipnótica (o sugestionabilidad) extremadamente alta, como
un componente central de los trastornos de personalidad y otras condiciones
crónicas. Se ha identificado a una sugestionabilidad hipnótica alta, pero no
extrema, como un indicador de otros diagnósticos psiquiátricos.

Personalidad, psicopatología y sugestionabilidad hipnótica.

Charcot consideró que, ambas, la histeria y la sugestionabilidad hipnótica


provenían de un trastorno neurológico. La opinión de Charcot no es
sorprendente, considerando que estudió pacientes en un asilo de enfermos.
Aunque la teoría e investigación moderna ha "despatologizado" la
sugestionabilidad hipnótica, los investigadores que estudiaron muestras
clínicas (ejemplo: Spiegel & Spiegel, 1978), seguían informando que una alta
sugestionabilidad hipnótica estaba asociada a una serie de características
centrales de personalidad frecuentemente unidas a psicopatologías.

El síndrome del 5º grado: la etiqueta de "5º Grado" deriva de la máxima


puntuación (5) que se puede obtener en el Perfil de Inducción Hipnótica (PIH;
Spiegel & Spiegel, 1978). Estos pacientes experimentan profundamente el
fenómeno clásico de hipnosis (por ejemplo, experimentan regresión de edad
usando el tiempo verbal en presente, ejecutan sugestiones post-hipnóticas en
respuesta a una señal, y son amnésicos para todo el episodio hipnótico). De
acuerdo con Spiegel y Spiegel (1978), los pacientes con grado 5 presentan
síntomas clínicos de histeria clásica, incluyendo reacciones de conversión,
episodios disociativos, y una conducta sexual inapropiada.

Spiegel (1974) caracterizó al 5º grado con las siguientes cualidades: 1. Postura


de confianza: estos clientes tienen una inocente y alta expectativa de apoyo
por parte de otras personas. 2) Suspensión de juicio crítico: se refiere a un
deseo no crítico de reemplazar viejas ideas con otras nuevas.3. Afiliación a
nuevos eventos: el grado 5º se afilia con nuevos eventos o perspectivas "casi
con una atracción magnética" descontando u olvidando el viejo conocimiento a
favor de un nuevo aprendizaje saliente. 4. Sentido relativamente plegado
(telescoped) del tiempo: la regresión de edad se experimenta en el tiempo
presente, como si realmente estuviera ocurriendo. 5. Lógica del trance: el 5º
grado acepta de manera no critica cualquier información que recibe durante
hipnosis, y parece no se consciente de incongruencias lógicas extremas. 6.
Excelente memoria: de acuerdo con Spiegel y Spiegel (1978), el grado 5 tiene
una super capacidad para la repetición y la memoria eidética –cuando están
motivados, pueden absorber información como una esponja-. 7. Capacidad de
concentración: el grado 5º puede centrarse hasta tal punto en un proceso
creativo que pierden todo el sentido del ego. 8. Núcleo de personalidad fijo:
debajo de lo que parece una cubierta maleable existe un núcleo fijo,
acumulándose para imprimir aprendizaje. Por ejemplo, un paciente podría
mantener obstinadamente un síntoma de conversión físico incluso después de
que está claro para todos, incluso para el paciente, de que el síntoma es
psicológico. 9. Rol de confusión: la interacción entre la maleabilidad superficial
y el centro de personalidad fijo, complicado por las tendencias disociativas del
grado 5º, a menudo hace sentir a tales personas que realmente no están al
mando de su propia conducta. 10. Lentitud en la reorientación a las señales
interiores: estas personas tienen dificultad para aplicar su propio conocimiento
y pensamiento crítico en situaciones sociales –como son tan sensibles a las
fuerzas externas, tienden a ser manipulados fácilmente e involucrarse en
relaciones destructivas-.

Bliss (1983, 1986; Bliss, Larson, & Nakashima, 1983) investigó a un grupo de
pacientes psiquiátricos que eran altamente hipnotizables, propensos a
desarrollar los síntomas principales de conversión, y pronos a tener múltiples
personalidades. Sus síntomas eran bastante similares al grado 5º descrito
anteriormente, y también correspondían con "la gran histeria" estudiada por
Janet, Charcot, Breuer, Freud, y otros psiquiatras del siglo XIX. Estos pacientes
mostraban múltiples síntomas de ansiedad, somáticos, disociativos y
depresivos. Según Bliss, es probable que estas personas sean mal
diagnosticadas debido a la multitud de síntomas que presentan. En su estudio,
Bliss y colegas (Bliss, 1986; Bliss, et al. 1983) examinaron 45 pacientes
psiquiátricos que informaron tener alucinaciones auditivas. A la mayoría se les
había diagnosticado con alguna forma de esquizofrenia. Se encontraron que el
sesenta por ciento eran excelentes sujetos hipnóticos con múltiples
personalidades que eran las responsables de las alucinaciones.

Personalidad prona a la fantasía y Psicopatología. Aunque Wilson y Barber


(l983) no encontraron psicopatología significativa en sus sujetos propensos a la
fantasía, Rhue y Lynn (l987) encontraron señales claras de desajuste en otra
muestra de altos fantasiosos. Estos individuos alcanzaron puntuaciones medias
en las escalas 8 (de Esquizofrenia) y 9 (de Hipomanía) del MMPI, clínicamente
elevadas y significativamente superiores a las de los sujetos controles. Huff y
Council (1987) también encontraron puntuaciones significativamente más altas
en la escala 9 del MMPI, pero no en la 8. Una interpretación conservadora de
estos resultados sugiere que la propensión a la imaginación se asocia con el
pensamiento no convencional, deseos de informar de experiencias poco
usuales, y fuerte implicación con la fantasía.

Rhue y Lynn (1987) también identificaron un subconjunto de fantasiosos, cuyo


perfil e historia psiquiátrica indicaban un desajuste significativo, e informaron
que estos sujetos tenían más probabilidad de haber sufrido abuso físico
durante la infancia. Huff (1987) ha informado de resultados similares para
mujeres altamente fantasiosas, que mostraron una mayor psicopatología
general que los controles normales y hombres altamente fantasiosos, e
informaron que habían sufrido un mayor abuso sexual durante la infancia y
adolescencia. Altos fantasiosos también informaron tener significativamente
más ensoñaciones de culpabilidad-disfóricas, que los fantasiosos medios o
bajos (Council y Huff, 1990), indicando que el contenido de las ensoñaciones
de las personas propensas a la fantasía puede que no sea tan gratificante
como Wilson y Barber (1981) han sugerido.

Personalidad propensa a la Amnesia. Barber (1999), ha añadido otros tipos en


su modelo de sujetos hipnóticos excelentes. Además de la persona propensa a
la fantasía descrita anteriormente, Barber a propuesto "un tipo de set positivo",
que tiene actitudes, expectativas y motivaciones positivas, y trata de
experimentar las sugestiones "pensando en" e imaginando junto con las
instrucciones (Barber, 1999). Estas son personas bien ajustadas habitualmente
estudiadas por investigadores académicos. Sin embargo, el tercer tipo, la
persona propensa a la amnesia, muestra el peor ajuste de los tres. Ampliando
los resultados de Barret (1990, 1996), Barber caracteriza los sujetos propensos
a la amnesia como propensos a exhibir amnesia post-hipnótica espontánea,
indicando que casi todas estas personas responden profundamente a la
amnesia post-hipnótica sugerida. En contraste con los otros tipos mencionados,
los pronos a la amnesia necesitan de inducciones hipnóticas largas y, aunque
son altamente sensibles a las sugestiones, parecen aletargados y sumisos.
Cuando la hipnosis ha terminado, se sienten confundidas, aletargados y no
pueden recordar sus experiencias durante la hipnosis.
Las experiencias hipnóticas de las personas propensas a la amnesia son
también cualitativamente diferentes. Por ejemplo, las personas propensas a la
fantasía recuerdan sus experiencias alucinatorias y pueden aceptar que se les
ha sugerido efectos, mientras las personas propensas a la amnesia no
recuerdan las sugestiones para alucinar, y, como norma, creen que sus
alucinaciones son eventos reales (Barber, 1999; Barrett, 1990, 1996). También
son altamente sensibles a los efectos de las sugestiones psicosomáticas,
dentro y fuera de la hipnosis.

Las características de las personas propensas a la amnesia tienen un gran


significado clínico. No son fantasiosos, sus ensoñaciones e imaginaciones son
mundanas, limitadas y las olvidan fácilmente (Barber, 1999). Son bastante
olvidadizas en general, fallando en recordar incluso eventos recientes y
notables. Además, suelen informan de que "se quedan en blanco". Son
consientes de estos estados cuando se les saca repentinamente de ellos, e
informan de que no son conscientes de los contenidos o procesos mentales
durante estos períodos. Datos de entrevista de Barret (1990, 1996) indicaron
que la amnesia de experiencias previas a la edad de 5 ó 6 años es muy común.
En general, estos individuos sufrieron abusos físicos y/o sexuales de niños.

Síndromes específicos e sugestionabilidad hipnótica. El DSM-IV (APA, 1994)


identifica alta sugestionabilidad hipnótica con varias categorías diagnósticas:
Amnesia Disociativa, Fuga Disociativa, Trastorno Disociativo de Identidad, y
Trastorno de Despersonalización. Un conjunto de otros síndromes ha mostrado
relaciones con sugestionabilidad hipnótica, lo que trae consigo tanto
implicaciones diagnósticas como de tratamiento. El DSM-IV reconoce la
mayoría de los síndromes discutidos más abajo, pero otros no.

Trastorno Disociativo de Identidad (TDI). El trastorno disociativo de identidad, o


trastorno de personalidad múltiple, se identifica claramente con alta
sugestionabilidad hipnótica. La hipnosis tiene un papel destacado en el
diagnóstico y tratamiento de casos bien conocidos de personalidad múltiple,
como Sally Beauchamp (Prince, 1906), o Eve (Thigpen & Cleckley, 1957, 1984).
Sin embargo, el diagnóstico de los trastornos disociativos es difícil, siendo
relativamente reciente el desarrollo de criterios diagnósticos específicos. Casos
genuinos de TDI pueden ser mal diagnosticados como otros trastornos,
particularmente con esquizofrenia (Bliss, 1983, 1986). De acuerdo con Bliss,
estos excelentes sujetos hipnóticos pueden tener riesgo de ser mal
diagnosticados debido a sus alucinaciones, delirios y conductas raras (Bliss et
al., 1983). Los estudios de la personalidad propensa a la fantasía (Wilson y
Barber, 1981; Lynn y Rhue, 1986) y del síndrome del 5º grado (Spiegel, 1974)
también sugieren que personas altamente hipnotizables pueden presentar este
mismo riesgo, debido a sus experiencias de alucinaciones vívidas e
involuntarias, y sus informes de pensamientos y experiencias inusuales. Su
extrema vulnerabilidad a la influencia social puede también llevarlos a que
adopten síntomas de otros trastornos psiquiátricos (Spiegel, 1974). La hipnosis
puede ser realmente útil en el diagnóstico diferencial de TDI. Puntuaciones
totales en medidas estandarizadas de sugestionabilidad hipnótica han
demostrado repetidamente que pueden diferenciar pacientes con TDI de otros
grupos de trastornos (Bliss, 1983, 1986; Frankel, 1990; Frischholz & Braun,
1991). Habitualmente, estas personas puntúan dentro del 10 % superior de
estas escalas.

Trastorno de Estrés Post-Traumático. Los criterios del DSM-IV para el trastorno


de estrés post-traumático (TEP) incluye la re-experimentación de eventos
traumáticos, amnesia, despersonalización, y embotamiento emocional.
Disociación y sugestionabilidad hipnótica parecen ser componentes
importantes del TEP. Spiegel, Hunt y Dondershine (1988), y Stutman y Bliss
(1985) encontraron que los veteranos de Vietnam diagnosticados con TEP eran
significativamente más hipnotizables que los veteranos sin TEP, o pacientes
psiquiátricos con otros diagnósticos.

Stutman y Bliss se hicieron la pregunta de "el huevo o la gallina" sobre la


relación entre ambos aspectos: ¿el trauma aumenta la sugestionabilidad
hipnótica, o la alta sugestionabilidad hipnótica predispone a una persona a
desarrollar el TEP después de una experiencia traumática?
Desafortunadamente, no se han realizado estudios prospectivos para
determinar si la alta sugestionabilidad hipnótica es un factor de riesgo para el
TEP. Existe alguna evidencia retrospectiva de que experiencias traumáticas en
la infancia pueden estar relacionadas con el desarrollo de alta
sugestionabilidad hipnótica (J. Hilgard, 1970; Nash, Lynn, & Givens, 1984). Sin
embargo, otros estudios no han conseguido apoyo al papel causal del trauma
en la infancia (Nash, Hulsey, Sexton, Harralson, & Lambert (l993), y
probablemente hayan caminos evolutivos basados positivamente (J. Hilgard,
1970; Wilson y Barber, 1981). En cualquier evento, estos hallazgos dicen poco
acerca de si el trauma tardío en la vida puede incrementar la sugestionabilidad
hipnótica. En conjunto, el consenso parece ser que una sugestionabilidad
hipnótica elevada puede predisponer a un adulto a desarrollar el TEP después
de experiencias traumáticas. Butler, Duran, Jasiukaitis, Koopman y Spiegel
(1996) propusieron un modelo de diathesis-estrés que incluye dos factores
continuos: sugestionabilidad hipnótica y experiencia traumática. Considerando
que una experiencia traumática severa, como una violación, puede disparar
síntomas de TEP en casi cualquier persona, las personas altamente
hipnotizables pueden desarrollar sintomatología postraumática tras una
experiencia menos intensa.

Fobias. En 1976, Frankel y Orne publicaron un artículo en el que relacionaban la


sugestionabilidad hipnótica con conducta fóbica. No sólo eran los pacientes
fóbicos significativamente más hipnotizables que una muestra control, sino que
los pacientes con fobias múltiples lo eran más que aquellos con una fobia
simple. El resultado de una alta sugestionabilidad hipnótica en fóbicos se ha
replicado en cinco estudios (Foenander, Burrows, Gerschman, & Horne, 1980;
Gerschman, Burrows, & Reade, 1987; Gerschman, Burrows, Reade, &
Foenander, 1979; John, Hollander, & Perry, 1983; Kelly, 1984), y el resultado de
que fóbicos múltiples eran más altamente hipnotizables encontró apoyo en los
trabajos de Gerschman et al. (1987), y Kelly (1984). Brown y Crawford (1986),
estudiando una muestra no clínica de mujeres universitarias, encontraron que
informar de intensos miedos en una encuesta de miedo, estaba relacionado
con una alta sugestionabilidad hipnótica. Crawford y Barabasz (1993)
explicaron la relación entre sugestionabilidad hipnótica y fobias en términos de
la tendencia de la persona altamente hipnotizable a absorberse intensamente
en recuerdos de una experiencia de miedo inicial, que provoca una evitación
fóbica.

Trastornos de la alimentación. Pettinati, Horne y Staats (1985) informaron que


pacientes psiquiátricas femeninas con bulimia nerviosa eran altamente
hipnotizables, pero aquellas con anorexia nerviosa puntuaron en un rango
medio. Pettinati et al., señalaron una tendencia en el grupo de anoréxicas que
se purgan (aquellas que controlaron su peso a través de vómitos o laxantes) a
ser más hipnotizables que las abstemias (aquellas que controlan su peso
rehusando comer). M. Barabasz (1991) también halló que las mujeres bulímicas
eran significativamente más hipnotizables que las controles no bulímicas. Estos
resultados son consistentes con las impresiones clínicas de que las bulímicas
son más propensas a experimentar menos control sobre su conducta, y de que
darse el atracón y purgarse pueden darse en un estado tipo disociado o
hipnótico. En relación con esto, Groth-Marnat y Schumaker (1990) encontraron
que la sugestionabilidad hipnótica estaba relacionada con actitudes hacia la
comida y miedo de tener sobrepeso. Los autores interpretaron estos resultados
como que indican que una alta sugestionabilidad hipnótica puede facilitar que
se adopten actitudes extremas y distorsiones perceptivas relacionadas con el
cuerpo de uno mismo.

CONCLUSIONES

Contrastando con la literatura de la investigación académica, la literatura


clínica indica una variedad de relaciones significativas con varios síntomas y
trastornos. En algunos casos, por ejemplo, en el síndrome de Grado 5º (Spiegel,
1974), las relaciones se basan ampliamente en impresiones clínicas y no tienen
una sólida validación empírica. Sin embargo, otros hallazgos, como la relación
de la sugestionabilidad hipnótica con trastornos disociativos y fobias, han sido
confirmados en múltiples estudios.

DISCUSIÓN GENERAL

El contraste de hallazgos en investigación académica y clínica recuerda la


fábula de los ciegos y el elefante1. Aunque sean muy incompatibles, cada
hallazgo tiene sentido desde su propia perspectiva. Como investigador clínico y
académico, yo soy simpatizante de ambos puntos de vista. Por un lado, he
visto pacientes en terapia que eran altamente hipnotizables, cuya
sugestionabilidad hipnótica pareciera estar directamente relacionada con su
personalidad y síntomas. Por otro lado, la investigación experimental indica
claramente que las diferencias individuales desempeñan sólo un papel menor
en las ejecuciones hipnóticas, en comparación al que muestran las
expectativas y otras variables motivacionales o situacionales.

Barber (1999) propuso una solución simple a este rompecabezas: los


investigadores de la hipnosis en ámbitos académicos y en ámbitos clínicos han
estado estudiando diferentes tipos de personas. El investigador académico
habitualmente estudia grupos de pregraduados universitarios voluntarios en
situaciones experimentales altamente controladas. En contraste con lo
anterior, el investigador clínico típicamente ve un grupo concreto de personas
que están siendo tratadas por conductas anormales en hospitales o clínicas.
Muchos de los síndromes psicopatológicos descritos anteriormente tienen poca
probabilidad de darse en los estudios habituales con estudiantes universitarios.
De este modo, los estudios clínicos nos dan ideas únicas sobre la naturaleza de
la sugestionabilidad hipnótica. Por otra parte, la investigación académica nos
advierte sobre el error de aceptar los resultados de los estudios hasta que no
sean replicados con controles a las posibles amenazas de la validez. Tal y como
Barber (1999) ha propuesto, en lugar de discutir, los investigadores de cada
punto de vista deben comprender sus diferencias y usarlas para enriquecer
nuestra comprensión global de la hipnosis.
1
Se refiere a la fabula en la que tres ciegos tocan sólo una parte de un
elefante, uno la trompa, otro un piue y otro el rabo, discutiendo entre ellos
sobre la forma de animal, teniendo en cuenta sólo su experiencia limitada
extraída de la parte del animal que estaban tocando (nota de la revisora
técnica).

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