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REQUISITOS PARA UNA BUENA REFLEXIÓN

Tal y como comentamos en la reunión que tuvimos, la reflexión escrita que hagáis acerca de
alguna cuestión que os llame la atención durante el periodo de prácticas se va a convertir en
el elemento principal de este foro. Por lo tanto creemos conveniente precisar en este
documento los requisitos que dicha reflexión debe cumplir.
Algunos de estos requisitos van unidos al fondo de lo que escribáis; otros, en cambio, a la
manera de presentarlo. Nosotros a la hora de la evaluación los tendremos muy en cuenta y en
base a ellos vuestras reflexiones serán MUY BUENAS, BUENAS o NECESITARÁN
MEJORAS.
Éstos que os planteamos a continuación serán los detalles que deberéis atender:

MUY BIEN BIEN NECESITA MEJORA

Con solo leer el título es El escrito no tiene título y


El tema da título a la
suficiente para saber cuál es si lo tiene no va unido al
reflexión. Sin embargo a
el tema de debate. tema central.
Identificación el lo largo de ésta aparecen
tema otros temas que
Se trata de un único tema y Aparecen varios temas
entorpecen su
se identifica claramente a lo muy diferentes y el
identificación.
largo del texto. principal no se identifica.

La narración de la situación
está muy bien contada y se La narración de la
La narración está hecha de
han tenido en cuenta los situación está bien
una manera confusa y los
Descripción de siguientes aspectos: descrita; de todos modos
errores sintácticos y
la situación • Claridad. son apreciables algunos
ortográficos son
• Sintaxis. errores de sintaxis y
abundantes.
• Ortografía. ortografía.
• Riqueza de léxico.

Las opiniones que se vierten


a lo largo del escrito están
bien razonadas y además se
han recogido y citado otras A pesar de estar bien
Las opiniones no se han
fuentes de información razonadas las opiniones
razonado en absoluto y no
como: que se recogen en la
Argumentación está claro si se trata de una
• Autores reflexión, tan sólo se ha
de las opiniones apreciación personal o han
significativos. utilizado una fuente de
sido recogidas de algún
• Revistas información y además no
otro sitio.
especializadas. se cita claramente.
• El tutor del centro
escolar.
• Otras.
La postura y las opiniones
personales que se tienen ante En la reflexión no quedan
Las opiniones y posturas
el tema están claramente del todo claras las
personales ante el tema
Implicación justificadas y expuestas de posturas y opiniones
están expuestas de una
personal con el una manera que respeta a personales aunque sí que
manera ordinaria y sin el
tema todas las personas están planteadas de una
mínimo respeto hacia las
implicadas en él. manera respetuosa hacia
personas involucradas.
los demás.

La reflexión invita a la La reflexión no ayuda en


Aunque el final de la
Inducción a la contribución de los demás absoluto a la participación
reflexión es abierto las
participación de compañeros de foro. de los restantes miembros
preguntas sugeridas son
los demás del foro pues se trata de un
demasiado concretas y
compañeros de El final de la reflexión es monólogo personal al que
sólo plantean disyuntivas.
foro abierto y se plantean no parece interesarle la
(Sí o no)
preguntas sugerentes. opinión de los demás.
MODELOS DE REFLEXIÓN

Después de haber explicitado las características de una buena reflexión y tratando ahora de
presentarlo de un modo más real, os mostramos ahora dos modelos de reflexión, el primero
de ellos lo calificaríamos “MUY BIEN”, mientras el segundo NECESITARÍA MEJORA y
habría que volver a escribirlo.

“Las demandas de los niños y nuestras respuestas”


Hola a todos los del foro:
Aquí me tenéis en el intento de ser una profesora reflexiva y con la intención de contaros
algo. De acuerdo con el espíritu de los artículos de Richert, A. y Lieberman, A. y Word, D.,
todos los profesores y en especial los noveles necesitamos reflexionar y escribir sobre lo que
acontece en nuestra práctica si es que queremos mejorarla.

En primer lugar os comento que estoy rodeada de doce niños y niñas de dos años y bajo la
tutela de la andereño Olatz. La verdad es que trabajamos a destajo y no creía que esto fuera
tan cansado, siempre hay algún quehacer, si un niño se ha hecho daño hay que estar con él, si
otra se ha hecho pis hay que cambiarle el pañal, si otro, por la razón que sea, empieza a llorar
intentamos consolarle,…, por lo que podéis imaginar que no tenemos mucho tiempo para
aburrirnos y, yo por lo menos, acabo el día hecha polvo. Contenta, eso sí, muy contenta pues
estoy aprendiendo muchísimo acerca de los niños de esta etapa y, además, voy observando de
día en día el fruto de mi trabajo en el progreso de los propios niños.
Por otro lado, Olatz, la maestra que me ha tocado en suerte, tiene una gran experiencia. Lleva
veinte años en educación infantil y se le nota. Sabe cómo tratar a los niños, cuándo hacer
cumplir las normas y cuándo mostrarse más flexible. Hombre, no siempre, siempre estoy de
acuerdo con las decisiones que toma pero esto lo encuentro bastante lógico ya que no creo
que tengamos que pensar igual. En cualquier caso nos arreglamos bien, de día en día mejor, y
noto que ella cada vez tiene más confianza en mí.
Bueno, ya es hora de contar mi reflexión. El caso es que en nuestra clase, y pienso que se
trata de algo que en mayor o menor medida sucede en todas las clases, hay niños y niñas que
piden una atención especial y muchas veces me pregunto cuál debe de ser la respuesta del
adulto y hasta dónde debe llegar.
Os voy a relatar un caso concreto para explicarme mejor. Sucedió un día que estábamos en el
aula de psicomotricidad. Los niños se encontraban más alterados que de costumbre y también
nuestra paciencia se había ido agotando durante el día. Desde el principio de la sesión vi a
Mikel, un niño que hace tres meses ha tenido una nueva hermanita, nervioso y bravucón,
subido de tono diría yo. Durante el ritual de entrada no fue capaz de estar quieto; en el
espacio sensorio-motor no paró de un lado a otro, yendo a toda pastilla pero sin verle
disfrutar de sus acciones en ningún momento. Para entonces Olatz ya le había regañado en
dos o tres ocasiones, pero fue en vano. Mikel seguía haciendo de las suyas, hasta que un
momento determinado, y sin nosotras darnos cuenta, comenzó a pegar a una niña. Entonces
Olatz se enfadó muchísimo con Mikel y le castigó a que estuviera sentado en un rincón hasta
que ella lo ordenara. Mikel se agarró una rabieta de cuidado. Entonces decidí intervenir. Le
pedí permiso a Olatz y me senté al lado de Mikel. Entendía el enfado y el agotamiento de
Olatz y en ese momento me di cuenta que yo estaba para ayudar y no sólo para observar lo
que pasaba en clase.
Cómo ayudar en una situación así, me preguntaba. Me acordé entonces de las palabras de
Bernard Aucouturier: “La agresión de los niños es una llamada para que les escuchemos, les
entendamos y les queramos; es decir, una llamada para la comunicación”. Por lo tanto, ¿No
deberíamos de dedicar a Mikel un tiempo y una atención especial? Eso traté de hacer al
sentarme a su lado. No le dirigí la palabra al principio. Tengo la impresión de que los niños
viven muchas veces las preguntas de los adultos como una especie de interrogatorio. Así que
me senté a su lado y me puse a jugar con una pelota de goma espuma, sin hacerle demasiado
caso, pero a su lado. Él enseguida dirigió su mirada hacia lo que yo hacía. Entonces yo me
alejé un poco y le lancé la pelota. El me la devolvió. Yo se la volví a lanzar, esta vez más
fuerte, y también el me la devolvió con fuerza. De esta manera anduvimos durante un rato.
En el rostro de Mikel me pareció descubrir una sonrisa pícara. Yo también le sonreí.
Entonces me vino a la memoria algo que había leído en los apuntes de psicomotricidad: la
dialéctica construcción/destrucción resulta de gran ayuda en el caso de niños agresivos. Me
incorporé y con los bloques de goma espuma hice una pequeña torre. Me coloqué tras ésta y
le pregunté a Mikel si sería capaz de tirarla estando yo sujetándola. Mikel ni contestó,
simplemente arremetió con fuerza contra la torre y contra mí. La primera vez le aguanté pero
le volví a retar: “¿No tienes más fuerza o qué?”. Él entonces, y con más ímpetu todavía,
volvió a embestir. ¡Esta vez sí! Tanto la torre como yo rodamos por el suelo. Me alcé
enseguida y levanté rápidamente otra torre. Mikel la tiró con furia. Así estuvimos el resto de
la sesión, yo jugando para Mikel en exclusiva y él jugando sólo conmigo. Al final de la
sesión nos despedimos hasta el día siguiente con una sonrisa de complicidad. Ese día regresé
muy contenta a casa, además incluso Olatz me había felicitado. ¡Has intervenido muy bien,
Amaia, tienes madera de maestra!

Al llegar a casa sin embargo cierta duda empezó a tomar cuerpo en mi mente. Sí, era cierto
que todo me había salido bien, pero ¿qué hubiera sucedido de estar yo sola en el aula?, Y
Mikel, hoy se había quedado bien, pero ¿Y mañana?, ¿De nuevo tendré que ofrecerle toda mi
atención?, ¿Cuánto caso hay que hacer a los niños que lo demandan?, y aquellos niños y
niñas que siempre están tranquilos, sin montar nunca el numerito, ¿no merecen nuestra
atención y nuestro tiempo?
Ya veis cómo me encuentro, dichosa pero llena de dudas. ¡¡Decidme, por favor, qué pensáis
de todo esto que yo también necesito un poco de caso!!
Espero vuestras respuestas cuanto antes.

Amaia

Hola familia:
Aquí ando en una ikastola pribada aprendiendo a ser andereño. Bueno, lo de aprender es un
decir, pues lo que he visto hasta ahora no me ha gustado demasiado y la verdad es que no me
ha aportado gran cosa.
Estoy en el aula de los de 4 años. Estan 25 niños, la andereño y yo. Los niños son muy
jatorras casi siempre pero aveces se vuelben insoportables. No se que tipo de educación
reciben en casa pero el caso es que cuando vienen aquí, algunas veces, no paran de meter
ruido de pegarse y de no hacernos ningun caso. Cuando estan asi no hay manera alguna de
enseñar nada.
Por otro lado esta la andereño Kontxi. Es una mujer de 55años. Conmigo siempre esta
diciendo algo. Siempre mandandome algo: ¡haz esto, Nekane!, ¡cuida estos niños, Nekane,
que yo estoy con estos otros!, ¡Nekane, trae papel de la otra gela que aquí se ha acabado!
Parezco su criada, siempre haciendo algo y ella siempre dando ordenes. Ya veis que no me ha
tocado una andereño nada enrollada.
Ademas para rematar la faena la semana pasada empezamos a tener las entrevistas con los
padres. Kontxi me pregunto aver si yo queria estar presente y le dije que si. ¡Pues estoy
flipando con los papis! El otro dia uno protestava por que a su hija no le gustaba la comida de
la ikastola y nos pedia aver sino podiamos traerla de otro sitio, que esa era muy mala y que lo
mismo le iva a decir al director. Otra madre nos dijo que el dia anterior su hijo habia llegado
a casa llorando por que en el autobus otro le habia pegado y que aver quien era la responsable
del autobus para decirselo. Todos asi, con alguna queja. Pues lo que yo le decia a Kontxi:
¡que se vayan a otra ikastola!

De todos modos hay 2 cosas que me gustan mogollón: la gela de informatika y los recreos. A
la gela de informatika vamos 2 veces por semana y tienen una señora gela. 25 ordenadores
uno para cada chabal. Los niños ahí andan haciendo sus cosas y yo ayudandoles. Ademas
como a Kontxi no le gusta demasiado el mundo del ordenador, me deja a mi que me encargue
de la clase. ¡¡Ahí si que ando yo agusto!! Los niños siempre andan preguntandome como se
hace esto y lo otro. Y como yo se mas que ellos pues todos quieren estar conmigo. Se me
pasan muy rapido las clases de informatika.
Tambien en el recreo me lo paso de cine. Casi siempre me quedo en el patio de la ikastola
jugando con los niños. Kontxi se suele ir con el resto de las andereños a tomar café a la sala
de profesores pero yo me aburro. Siempre estan contando las mobidas de clase. No
desconectan ni en el recreo y yo lo necesito. Por eso me quedo en el patio jugando con los
niños. Y organizando las txandas de los columpios. ¡Los crios estan locos! Suelen tener unas
mobidas en los columpios de alucinar. Que si me toca a mi, que no que me tocaba a mi…, y
ahí ando yo poniendo un poco de orden.

Pues todo esto esta siendo mis practicas. Estoy un poco decepcionada, yo esperaba cosas mas
interesantes pero con los niños lo paso bien. Me gustan, son muy jatorras estos pequeños
locos. Y creo que ellos tambien estan agusto conmigo. ¿Y vosotras como estais? ¿agusto con
los crios?
Escribirme contando vuestras aventuras.
Adios a todas,
Nekane

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