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DE LA POESÍA CÓSMICA DE
MATANZAS, CUBA
por
Raúl Tápanes López
Iván Suárez Merlín
Selección arquetípica
Fredo Arias de la Canal
Antología
de la Poesía Cósmica de
Matanzas, Cuba
por
Agradecimientos
A todos los poetas que nos han hecho llegar sus textos en
muestra de confianza y amor a la poesía.
5
PRÓLOGO
PARTE I
12
AGUSTIN ACOSTA
(Jagüey Grande, 1886-1979)
AMERICA BOBIA
(Limonar, 1893-1984)
Gloria a ti
(Fragmento)
(… )
14
Posibilidades
Es cuestión de categorías
y tú estás
varios peldaños, más arriba.
Y yo no podré subir y tú no querrás bajar
(o no te dejarán bajar).
Doña Martina
(Fragmentos)
I
La LUZ mía, pura y tierna,
más de cien años BRILLÓ.
Como era una madre, yo
llegué a pensar que era eterna.
La sombra que nos gobierna
desde su sombra infinita,
un LUMINAR necesita
para la MUERTE ALUMBRAR...
¡y ya tiene el LUMINAR
de mi dulce viejecita!
(… )
III
En la mísera barriada
su escuela fue como un templo
16
REGINO PEDROSO
(1896-1983)
De Obra poética
19
… Y habló la Esfinge…
(Fragmentos)
… Y habló la Esfinge:
-Oh tú, que desafías
el silencio de mis labios de PIEDRA,
que jamás profanó mortal alguno!
Sabe que la Verdad en mí se encierra,
y oirás revelaciones espantosas,
como en un nuevo Apocalipsis… Tiembla,
oh mortal, ante la ira de los dioses,
por quien mi BOCA sus designios sella!
-Habla!
Y pues mis hombros desnudos sustentan
el formidable peso de la Vida,
vengo hacia ti consciente de mis fuerzas!
(… )
21
VIRGILIO PIÑERA
(Cárdenas, 1912-1979)
Elegía así
Invito a la palabra
que pasea entre PERROS su desierto ladrido.
Todo es triste.
Si con LUSTROSAS hojas corona frente y SENOS
una fría sonrisa florecerá en la LUNA.
Todo es triste.
Después los PERROS tristes comerán de las hojas
y ladrarán palabras de LUSTROSO sonido.
Todo es triste.
Un perro invita a los jacintos en el RÍO.
Todo es triste.
Con LUNADAS palabras, con aperradas FLECHAS,
con DENTADAS hojuelas
HIEREN a las mudas doncellas los jacintos.
Todo es triste.
Crece la negra hierba con un rumor tranquilo
pero LUSTROSOS FILOS acarician el ritmo.
Todo es triste.
Detrás de las palabras las SERPIENTES se ríen;
así la sorda tierra no permite sonidos.
Ladra un AVE celeste por el VIENTO
para alejar la MUERTE;
con FLORES de la noche la descubre,
con palabras de perro la seduce,
con una copa de tierra la sepulta.
Todo es triste.
Invito a la terrosa palabra que PERFORA la vida y los ESPEJOS
y el eco de su imagen dividido.
Todo es triste.
Crujiendo CRÓTALOS cremosos crecían:
22
Equis
(Fragmentos)
(… )
En lo alto de la ermita
-atalaya espiritual-
tu CIELO es como un CRISTAL
cuando el SOL se desorbirta…
Más abajo, la bonita
estampa de algún bohío,
entre el suave lomerío
que se desliza en el abra:
destino de la palabra
por donde se MUERE EL RÍO.
(… )
DIGDORA ALONSO
(Matanzas, 1921)
Micros
(Fragmentos)
Cuento
Yo era débil,
rubia, poetisa, bien casada.
Tenía deudas
y una salud de panetela blanca.
Hicimos una casa pobremente,
muchas ventanas:
para enseñar nuestros besos a las nubes,
para que el SOL entrara.
Fueron días
como no quedan otros en las ramas.
Yo me empeñaba en sembrar algo en el patio:
tus GATOS LO ORINABAN,
pero era tan feliz que no podía
decir malas palabras.
Ay, una tarde...
(Septiembre tomó parte en la desgracia),
ay, una tarde
(Dios estaría sacando crucigramas);
ay, una tarde
pusiste tantas PIEDRAS en mi saya
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Tarde en otoño.
MIRÉ las sábanas AMARGAS,
el jarro de la LECHE,
las cortinas
y el crepúsculo me convirtió en su mancha.
(Yo era un CLAVEL PODRIDO de repente,
un CANARIO botado).
Con empujones que lo gris me daba,
entre temblores,
volví a la falda
de mi madre.
Un viernes
–un viernes en que tu olvido me enterraba–
llegué a la esquina
de la casa.
Estaba allí como una TUMBA diferente,
se veía otra LUZ por las ventanas.
Tuve miedo de odiar...
(Ya era hasta mala).
30
¡Ríanse,
AGUJAS que en mi carne se desmandan;
ríanse,
ARAÑAS que me tejen la mortaja;
ríanse,
que a mí, también, carajo, me da gracia!
31
Alianza
No,
no anochezcas su paso,
no DESGARRES su aguda transparencia.
deja que la palabra
atraviese montañas. Deja que viaje intrépida
sobre el lomo del tiempo
horadando el silencio milenario
de las PIEDRAS y de los sordos de alma.
Deja que vuele, tan ligera y blanca,
que se deshaga en polvos ESTELARES.
Que se vista de música y de auroras
estremeciendo las conciencias
huérfanas de palabras.
Deja que truene en furia,
que se desate en cólera estrenada,
que golpee y se encone y se DESGARRE
en FLECHAZOS de LUZ,
hasta de LUZ cegar a los que MUEREN
a sorbos de CEGUERA de palabras.
NORMAN RODRÍGUEZ
(Matanzas, 1926-1992)
FRANCISCO HENRÍQUEZ
(Unión de Reyes, 1928)
(Fragmento)
ISIDORO NÚÑEZ
(Matanzas, 1933)
(s/t)
Yo vi a Matanzas confusa
entre Yucayo y Atenas
cuando el SOL doraba apenas
su alba túnica de musa.
Vi volando la LECHUZA
de Minerva en el estero
vi a Venus hecha LUCERO
nacer de las sombras CIEGAS
y entre dos columnas griegas
el MAR violeta de Homero.
DOMINGO ALFONSO
(Jovellanos, 1935)
ROMUALDO SUAREZ
(Matanzas, 1935-1979)
II
JOSÉ BELTRÁN
(Cárdenas, 1936)
ADOLFO SUÁREZ
(La Habana, 1936)
Luz de la brisa
El tiempo es LUZ.
Los RÍOS ESPEJEAN
bajo el VIENTO QUE ARDE entre los puentes.
En la pulpa del día
crepitan los sonidos.
El espacio se cuaja de sabores
y se detiene el MAR sobre las nubes.
DESTELLO, ardor,
CENTELLEO de árboles y PÁJAROS,
puertos HERIDOS:
no haya voz que te exalte como el VIENTO,
LUZ de la brisa.
43
(s/t)
LUIS LORENTE
(Cárdenas, 1948)
De Café nocturno
45
ARAMÍS QUINTERO
(Matanzas, 1948)
(s/t)
LUIS MARIMÓN
(La Habana, 1951-1995)
Mutaciones de un silogismo
Te hallé: más DESOLLADURA que esperanza
cuando en la insólita infancia veías la LUNA como un trapo sucio.
Vi a tu corazón nacerle crepúsculo con un crujido,
que aún huele a SANGRE y a hojarasca.
He aquí yo descubro en ti
ese linaje múltiple
que hace el tiempo más justo.
Tu humedad SIDERAL sube a mi cuerpo,
como esas CIEGAS AGUAS que nunca vieron el SOL;
enmudecidas,¡que ya están muriendo
en el ahogo vacío de las cuevas!
La revelación, atroz paz del vacío
por eso mis resecos huesos
al lado de las últimas BRASAS perciben
las manos de los espíritus
que viven en mi conciencia.
Los carbones cubiertos de CENIZA,
buscan mi oscuridad en el rincón más apartado.
Yo estoy pariendo mis SUEÑOS con la augusta
serenidad de los que nacen póstumos.
Cierro los OJOS, vuélvome hacia dentro
y allí soy el profundo MANANTIAL
sin saber qué hacer con tanta AGUA.
Un fervor minucioso recorre los concéntricos
cráneos que en su almagre de SANGRE
los hombres venidos de la PIEDRA dejaron.
Chocan, se entremezclan, abovedan mis pasos
sobre la tierra prometida donde se convulsionan
los gritos y la garrapatas que todo tiempo arrastra
y los montículos formados por las heces
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de los MURCIÉLAGOS.
Todo me hace pensar que existe todavía
la espuma del MAR tal como era
ya que nada, al final, sigue perdurando lo mismo.
Todo en mi fue de magia.
Mis crímenes, un SUEÑO.
Por eso, cuando me hablas,
veo praderas cálidas en las que el universo,
total, se simplifica
en esas remotas arboledas que giran sin definir sus rasgos,
que tornan sin saber que se fueron
a BEBER de la niebla antigua que nace en las orillas de los RÍOS.
Voces cumulativas de silencio,
palabras que no bastan para expresar
ni siquiera una serie de sonidos cósmicos.
El corazón del MAR huele a salitre.
El mago, en mayo, no era
o quizás sí era y era también el tiempo
cuando cubría con su AMARILLO vellón las amapolas
y en el frenesí de los aires
veía surgir entre la niebla los CABALLOS salvajes
que una vez se llevaron toda la pureza del alma humana.
En las soportables mutaciones de esos días,
la hondura se hizo más perfecta
y ya era el INCENDIO que detrás de la montaña
el METEORO, como un cordero en su caída, ramonea.
Apresando UNICORNIOS y sirenas más allá de sus CÓRNEAS,
neutro como la sombra cruel que desde abajo llega,
un oscuro ídolo que encontró en la arena
le dijo: eres disolución
mutación
y CASTRACIÓN,
el profeta
por todos esperado,
como las ruinas de algo y el MUNDO
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De Shalom Shabbath
49
PARTE II
50
Farol
Qué valiente,
qué solo en cada esquina,
en medio de las sombras
cómo BRILLA.
Aunque el frío
ponga en sus OJOS niebla
y le silbe al oído,
no se acuesta.
Y si LLUEVE,
COMO UN SOL, siempre en vela
contra el AGUA y la noche,
CENTELLEA.
De Locos zapatos
51
IVONNE SOTOLONGO
(Colón, 1948)
Caballo de fuego
y pasó el tiempo y pasó
un águila sobre el mar…
José Martí
Chandra que estás encima
allá lejos
por qué medita solo
en Montes que no son de Olivos
si va con las velas desplegadas
de pie
a estribor y en su buque pasa
como soldado de plomo
por qué los VIENTOS no son propicios
y los caracoles están dispersos
entre la arena.
Algún que otro caminante debió jugar
con tesoros ocultos
es posible que mientras cae una ESTRELLA,
pida un deseo para cargarte del misterio.
Así pasará el tiempo y pasará
una GAVIOTA rápida que aunque no sea mensajera
me sorprenderá con su graznido.
Pudiera enviarte mis coordenadas pero temo
lo que escribirán los poetas de mí
caracola bailarina medusa que
cansada de mirar CABALLOS DE FUEGO
traza nombres y danza
alrededor
de tu imagen rupestre
ahora frente a una HOGUERA
que me consumió
hace siglos.
52
LUIS ESPINO
(Matanzas, 1949)
Lucía
La estrella necesaria
(Fragmentos)
¿Recuerdas?
Me regalabas polvos de la noche que yo volví un UNICORNIO
alado.
El trotaba mansamente bajo las ESTRELLAS
y con su hocico llegó a besar el rostro oculto de la LUNA.
Era un tibio animal despreocupado, que a la salida del SOL,
sobrevivía aún más blanco.
Siempre en camino hacia la LUZ, en majestuoso vuelo
y sus cascos transparentes se posaban
sobre todas las cosas imposibles.
El UNICORNIO DE OJOS DE CRISTAL
dormía en cualquier rincón del CIELO;
de acuerdo a los SUEÑOS
la larga crin flameaba al VIENTO cual bandera
o inerte le cubría su propio cuerpo.
(… )
Si en una LUNA de éstas
yo logro hacer un huso del propio corazón
a otro UNICORNIO blanco, muy despacio,
le voy a hilar la vida.
El UNICORNIO eterno, sin demonios,
que anuncie un nuevo canto de campanas
lejos de todo polvo falso, de todo mal conjuro.
Sólo para que tú seas verdad yo existo,
para que con tu CUERNO DE VITRAL señales siempre a los que
amen
la ESTRELLA necesaria.
54
ILUMINADA GONZÁLEZ
(Colón, 1952)
IV
De Monólogo de la insomne
56
El muro
De El ángel agotado
57
ROLANDO ESTÉVEZ
(Matanzas, 1953)
Mujeres de la uva
(Fragmento)
(… )
58
(s/t)
primeros pescadores.
El hombre ya es distinto
cuando ve su cuerpo tocado por los PECES y el FANGO.
Nadie tiene tierra propia ni CIELO único,
pero el MAR es de todos.
Nadie enseñó a las algas su camino rosado
ni se sabe cómo fue exactamente
el graznido de las primeras GAVIOTAS.
Sólo cuentan los hechos de SANGRE.
Pero la SANGRE DEL MAR es de un AZUL tramposo
y la arena es un fino recado
que MUERDE LAS PIEDRAS con su angustia.
El hombre es una PIEDRA respirando
frente al MAR de esta ciudad
donde convergen todas las sales,
los NAUFRAGIOS
y las historias de caracoles.
60
De los boleros
(fragmento)
I
Para una mujer que se desviste
tienes el hechizo de un naranjo en FLOR…
(… )
61
los que hablan por los que callan piensan quizás sea partir
un beso eternizado o es el SEXO la ebriedad, desganadamente
el preludio amoroso (tan viejos somos como el polvo reciclado)
Casa de silencios
Mundos
He visto mi cuerpo caer sobre los campos asesinos y los que han
visto pocos,
la LUZ detrás de las premeditadas traiciones.
La oscuridad y la LUZ.
He visto.
66
ALFREDO ZALDÍVAR
(Holguín, 1956)
Período de observación
(Fragmento)
PARTE III
72
ELIEZER LAZO
(Matanzas, 1959-1996)
Murió mi voz
Géminis
JACQUELINE FONT
(Matanzas, 1962)
Si viniera alguien,
no separando las hojas de los libros
ni cambiando el FUEGO de los sacrificios;
alguien con azafrán en las manos
dando un grito que se escuche en el manglar
mientras los PERROS retornan gimiendo tristes tristes
MIRANDO el mayor LUCERO que se cruza.
Las ESTRELLAS no tienen precipitaciones
para impulsar las prendas que quedarían en las manos,
el vestido estrenado como la noche negra,
y se intenta soplar al aire, separar las sábanas del lecho
en ese RÍO que arrastra todo, los huesos de otro
en el caminar libre por la habitación.
Rectos desde mis dedos, están sus SENOS
y siento como copla desde el norte
la brisa que dibuja sombras en la pared
como los llanos ásperos de cinturas malgastadas
en una gruta donde el hombre más valiente
intentó hacer de su cuerpo la piadosa ausencia,
los silbos desde las PEÑAS y la MIRADA desgranada
que la ven desnuda en grave peso HIRIENDO la balanza
entre la rama seca y el junco delgado al final del reloj
que me anuncia ser bastón suyo, camino labrado
por donde se andara de regreso a la BOCA,
el día que estaba lejos, como más eco, más mortal
haciendo signos en la espalda, buscando la blusa
recamada de botones argentados
que han dudado en el caer, y la FLOR en sus labios
MIRANDO desde el jarrón el trópico que son sus OJOS.
77
VII
De Yo adoro
78
(s/t)
IV
Malaventuranza
Malaventurados los adoradores de la palabra
los que escriben desesperadamente en los MUROS
los que creen en la oscura profecía
dispuestos a ser una ESTATUA DE SAL
dispuestos a la gloria y al ZARPAZO
hombres
nadie debiera atreverse contra la LUZ
la eternidad es una fábula
rampa de seducir nuestras lenguas
quien posea la palabra poseerá el desasosiego
no podrá MORIR sin historia
no podrá MORIR
a eternidad es una fábula
animal castigado con la lluvia de ESTRELLAS
aunque nadie espere su testimonio
tendrá que dejar su rastro vergonzoso en las escrituras
días de TIGRES
en que nos crecerán las UÑAS irremediablemente
dispuestos a revelarlo todo
a inspiración que no tuvimos
las manos que no alcanzaron
las HOGUERAS de guardar papeles con historias verdes.
Oh triste destino el de los adoradores
dispuestos a revelarlo todo
malaventurados
malaventurados
así sea.
La Dama de Rombo
84
Sabiamente la noche
DAMARIS CALDERÓN
(La Habana, 1967)
ROTA
tu boca intenta sonreír por ese ESPEJO
urgido que es mi abrazo.
Estoy pujando tu cabeza,
otras fibras.
Estoy llorando otra vez tu cercano
vetusto corazón hurgándome la SANGRE.
Que sonría
(me dices).
Que te MUERDA LOS OJOS
que solloce
a otro juego infantil para tu almohada.
En un poema quise decir:
la yerba
crecerá hasta el final de tu sonrisa,
la yerba va a crecer pese a nosotros,
la yerba está inflamando mi cabeza.
Quise decir:
me estoy creando para creencia tuya,
consanguínea sustancia que he absorbido
sobre el jugo apretado de tu carne.
Mi mano está rasgando
sobre palabras MUERTAS que sugieres.
La gente está creyendo en derredor.
Se han tragado comunes sus pastillas de júbilo.
Que tengo miedo
(dicen)
que te rompas
SANGRE de mi cabeza,
87
Ausencia y elegía
Desde donde MIRAS, la lluvia cierra a la inmensidad
los CRISTALES
el tiempo decidió jugar con la espera
y la humedad recuerda que aún La Habana no ha abandonado tus
OJOS.
Y mientras,
tú,
muchacha del infinito, de la LUZ,
abres tus OJOS y preguntas detrás del CRISTAL
por qué el MUNDO se convierte en un solo rostro
para tantas CONSTELACIONES.
De Palabra de la muerte
89
Noticia
Hay un bosque de PÁJAROS, FLORES y HAMBRE;
tiene un niño por espíritu del aire y del SUEÑO.
Inconformes, las hadas simplifican tiempos que no llegan,
mientras el monstruo de la tierra ENCIENDE el techo de su árbol.
Un niño inválido espera la llegada del día con su muslo derecho
colgándole a un costado.
Aquí hay HAMBRE y penumbras.
Están archivados los gestos y los ratones.
Nada cambia el círculo del bosque:
niños, hadas, monstruos y de nuevo niños.
Se disculpa el rumbo de la vida (y sobre todo al destino).
Hay un bosque de PÁJAROS, FLORES y HAMBRE.
LAURA RUIZ
(Matanzas, 1967)
Atardecer en Nicodemus
(A Ernesto)
II
Hammurabi
(Fragmentos)
El UNIVERSO sigue
sin entender la sustancia de los mapas
la demarcación exacta e inapelable
de quienes fueron diferentes rojos de mesura
y airosa reminiscencia en el signo
no pocos quedan la vida les PENETRÓ un día
hizo de ellos ESTATUAS tan serias
que sostenían la razón adentro
El MÁRMOL de vencer los estragos
también les fue cuerpo
ego
alegría clarividente en la estampa
no en el camino
caminar sobre los pies les fue una hazaña
mezquina y ronca
encubriendo el fantasma
los pasos malditos en la LUZ
mejor VOLAR –pensaron-
y se abrieron los riesgos del MUNDO
las alas
como payasada continental del equilibrio
definitiva y lista
95
(… )
La cúspide
Charlot
(Fragmento)
97
(… )
De El gran padre
99
La meditación de Judas
Luz y sombras
IV (Estadio en el bosque)
II (Cántico de la despedida)
RAIDEL HERNÁNDEZ
(Colón, 1971)
4 (Libro II)
12 (Libro II)
(s/t)
Para Arletys
ELBA TORRES
(Matanzas, 1971)
Dibujo de Irene
(Fragmentos)
(fragmentos)
Ah, el puñal del agua que trastocó las bocas de los peces.
ah, el puñal del agua que siempre esperó para matarme.
J.M.
A Israel Domínguez
IV
(… )
VII
VIII
La voz de la lanza
De Imagen y semejanza
111
Página suelta
De Yo, Safo
112
ISRAEL DOMINGUEZ
(Placetas, 1973)
CABALLOS
(Fragmentos)
A Javier Marimón
a Maritza Espinosa
(… )
III
IV
113
V
Entonces el hombre no descansa.
Ha confundido la LUZ con la CLARIDAD,
el reposo con el simple hecho de cerrar los OJOS,
la paz con el silencioso paso de la bestia
que acecha su descuido.
114
Yo seré el padre
y el hijo
y otra vez el padre
y otra vez el humo de MÁRMOL
que HIERE las cerraduras
con sus FILOS de CIELO estropeado.
Yo seré el padre
y el hijo de los MUROS
que DIVIDEN EL CUERPO
con sus PIEDRAS CONGELADAS.
Guiones en la escena
El dramaturgo,
nuestro hacedor,
desconoce la importancia de una lágrima leve.
Ya sé ladrar
como los hombres tristes.
SOÑAR,
como los PERROS viejos,
quita tus patas de mi rostro, cabálgame,
sin que al OJO lo CIEGUE tu herradura.
De Extinción
116
(s/t)
(Fragmentos)
(… )
Yo MORÍ el día que nací.
Yo nací el día que MORÍ.
El nació en una isla.
Yo amo el viejo MUNDO
por eso de que Dios podría quedarse CIEGO..
A veces Yo y El
usamos la misma ropa
comemos lo mismo
o amamos a la misma mujer
y como el amor y el vino y el pan
igualan las cosas
en el ESPEJO nos damos las manos
en mí su corazón conversa
viaja mi cuerpo hacia sus huesos
y nos creemos la misma persona.
Bajo un árbol nos hablamos:
¿Qué será del CABALLO que pude ser?
¿Qué será del guerrero que quise ser?
¿Qué será del rey que SUEÑO ser?
¿Serán la MUERTE en otra vida
o habrán nacido en otra MUERTE?
Ulises, el hombre, y el PEZ;
la sombra y la LUZ;
el arado y el PERRO;
el ORO y la hierba;
cabalgan en mis huesos. Son en mi SANGRE.
117
Yo soy la unidad.
Tu eres la mitad de mi rostro
y lo que se ve.
(… )
118
Tan sola
con un pedazo de papel y un lápiz intentará pirograbar su estancia
encima de los hombros las nubes
en el lugar del PECHO.
Aquí nadie tiemble lleno de inseguridades que hincan.
Donde los locos donde el invierno a solaas
se fuma
será buena hasta que canten los gallos
y otro amanecer le descubra
en los zapatos el polvo.
JAVIER MARIMÓN
(Matanzas, 1975)
(s/t)
A mi padre
Mi padre duerme
junto a mis hermanos
Ajeno al MUNDO de los pequeños dioses,
ajeno a la manzana
que se pudre en el primer callejón
de un paraíso que él no conoce,
ajeno al regreso de un hombre
que no pidió regresar,
ajeno a una casa sin palabras infantiles,
sin SUEÑOS,
sin insectos,
sin CABALLOS.
Mi padre duerme.
Detrás del CRISTAL todos se entretienen
jugando a ser esclavos,
hombres que salen a navegar
sobre la mano de Dios.
Mi padre cree en Dios,
en el hijo que no pudo ser hijo.
Yo también fui un niño,
ESTRELLA perfecta abrazando fábulas.
Duerme mi padre.
¿Acaso sabe si he crecido golpeándome los OJOS
con las gotas de un aguacero inmaduro,
con las almas que se desnudan en las esquinas,
escuchando monótonas noticias
123
Por si vuelves
(s/t)
II
III
Los poetas