El documento resume la leyenda de la correspondencia entre Jesús y el rey Abgaro V de Edesa, que data del siglo III. Según la leyenda, Abgaro, enfermo de lepra, le escribió a Jesús pidiéndole que fuera a curarlo o le enviara a un discípulo. Jesús no pudo ir pero le prometió a Abgaro que después de su ascensión enviaría a un discípulo. Después de la ascensión, Tomás envió a Tadeo, quien curó a Abgaro y predicó
El documento resume la leyenda de la correspondencia entre Jesús y el rey Abgaro V de Edesa, que data del siglo III. Según la leyenda, Abgaro, enfermo de lepra, le escribió a Jesús pidiéndole que fuera a curarlo o le enviara a un discípulo. Jesús no pudo ir pero le prometió a Abgaro que después de su ascensión enviaría a un discípulo. Después de la ascensión, Tomás envió a Tadeo, quien curó a Abgaro y predicó
El documento resume la leyenda de la correspondencia entre Jesús y el rey Abgaro V de Edesa, que data del siglo III. Según la leyenda, Abgaro, enfermo de lepra, le escribió a Jesús pidiéndole que fuera a curarlo o le enviara a un discípulo. Jesús no pudo ir pero le prometió a Abgaro que después de su ascensión enviaría a un discípulo. Después de la ascensión, Tomás envió a Tadeo, quien curó a Abgaro y predicó
Fuente: Aurelio de Santos Otero. Los Evangelios Apcrifos.
(Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1985), pgs. 662-69.
CORRESPODECIA ETRE JESS Y ABGARO
Se trata del rey Abgaro V Ukhm (segn Tcito, Acbarus Magnus), cuyo reinado se extendi primeramente desde el ao 4 a. C. hasta el 7 p. C., en que fue destronado por hermano Mahanu IV, y luego desde el ao 13 hasta el 50 p. C. Fue soberano de la ciudad de Edesa (Siria), capital de la Osrhoena, situada al otro lado del ro Eufrates. La leyenda que en poca remotsima se forj acerca de su persona y las relaciones con Cristo puede resumirse as: Encontrndose este monarca aquejado de una enfermedad incurable (algunos documentos afirman que era la lepra negra), escribi una carta a Jess hacia el ao 30-32 de la vida de ste y se la envi por medio de su correo Ananas (= Hannan del texto siraco). En ella le rogaba viniera a curarle de su en- fermedad y, al propio tiempo, le ofreca acogida en su territorio, conociendo la animosidad que tenan contra l los judos. Jess le envi su contestacin por medio del mencionado emisario, en que le haca saber la imposibilidad de trasladarse a Edesa, por tener que dar cumplimiento a su misin divina, y a la vez le prometa que, una vez que subiera a los cielos, le enviara un discpulo suyo para que le curase a l y predicara el Evangelio en su ciudad. Ananas entonces, que era pintor, aprovech la ocasin para hacer un retrato de Jess y se volvi con l a su tierra. Y, efectivamente, despus de la ascensin de Cristo y por inspiracin de Toms, fue enviado Tadeo (= Addai), uno de los 70 discpulos de Cristo, a Edesa. Y, llegado all, cumpli la promesa que haba hecho Jess a Abgaro por carta. Probablemente el cometido de esta antiqusima leyenda, cuyo ncleo fundamental se remonta a la mitad del siglo III, no es otro que el de conectar los orgenes del cristianismo en Edesa (que data de la segunda mitad del siglo II) con los tiempos apostlicos. En concreto, puede toda ella girar alrededor de la conversin del rey Abgaro IX (a.179-216), que con toda probabilidad fue el primer rey cristiano de Edesa.
FUETES DE ESTA LEYEDA. Son dos principalmente: a) la referencia que hace a ella Eusebio en su Historia Eclesistica (I, 13,15; cf. II, 1,6) ( i ), donde inserta, adems, el texto de las cartas; b) la llamada Doctrina de Addai ( ii ) que contiene asimismo el texto de las cartas en su lengua original siraca, siguiendo una versin ms amplia que la de Eusebio. El autor de la Hist. Ecl. ( 339) afirma que encontr estas cartas, redactadas en siraco, en los archivos pblicos de Edesa y que ofrece una traduccin griega de ellas. Confirma, adems, el hecho de la venida de Tadeo para evangelizar a Edesa, y aade que la emisin de las cartas en cuestin tuvo lugar el ao 340 de la era de los Selucidas (= 29-30 p. C.). La Doctrina de Addai ofrece ms detalles que el relato de Eusebio y algunas divergencias con relacin a l. La carta de Abgaro a Cristo est concebida en trminos muy semejantes a los de la Hist. Ecl.; pero la respuesta de Cristo ofrece pocos puntos de contacto en ambas versiones. Eusebio sugiere que Cristo la escribi de su puo y letra; en cambio, la Doctrina de Addai deja entrever claramente que Jess no escribi nada, sino que fue el correo Hannan (= Ananas) quien se encarg de transmitir (por escrito?) la contestacin oral de Jess. Este documento incluye, adems, lo referente al retrato que Han- nan hizo de Jess, a quien encontr, segn dice, en la casa de Gamaliel. Seala, finalmente, como fecha de emisin de estas cartas el ao 32 p. C. Estas divergencias nos dan pie para pensar en la existencia de dos versiones muy antiguas, paralelas entre s, representadas, respectivamente, por la relacin sucinta de Eusebio y el textus plenior de la Doctrina. La contaminacin sucesiva de ambas versiones fue produciendo redacciones cada vez ms amplias y adulteradas, que desembocaron, finalmente, en la ampulosa Epistula Abgari. Esta hiptesis, emitida primeramente por E. von Dobschtz ( iii ), ha venido confirmndose despus por las diversas inscripciones que han ido encontrndose ltimamente. Una de ellas es la publicada en 1914 por M. Oppenheim. y H. von Gaertringen ( iv ), Fue encontrada al OE de la villa de Edesa y data con toda probabilidad de principios del siglo VI, pues identifica a Tadeo con Toms (Eusebio, en cambio, haba dicho: Judas, que es Toms, envi al apstol Tadeo), y tal identificacin ces a partir del ao 550, en que se escribieron las Actas de Tadeo. Esta inscripcin ofrece nicamente la respuesta de Cristo y en trminos anlogos a la transmitida por Eusebio, pero ms prximos a la citada Epistula Abgari. Probablemente, sin embargo, no refleja un antiguo original siraco, sino que es sencillamente una reelaboracin del texto eusebiano. Ms inters que las inscripciones publicadas por J, G. C. Anderson ( v ) y por Ch. Picard ( vi ) ofrece la que L. Casson y E. L. Hettich han sacado recientemente a la luz pblica ( vii ), encontrada el ao 1937 en Nessana (hoy Auja Hafir), en el Negeb, por la expedicin arqueolgica de Colt. Se nos presenta en ella el texto de la carta de Abgaro a Cristo en trminos muy parecidos a los de Eusebio, mientras que la carta responsoria de Jess est claramente relacionada con la contenida en la inscripcin de Edesa y con la Epistula Abgari. Constituyen, pues, un documento de primer orden para avalar la existencia de una antiqusima reelaboracin existente paralelamente al texto eusebiano, que culmin, por ltimo, en la extensa redaccin griega de la Epistula Abgari.
REPERCUSI HISTRICA. Las diversas inscripciones mencionadas, as como las numerosas versiones en que se encuentra hoy esta correspondencia (siracas, armenias, griegas, latinas, rabes, coptas, eslavas) ( 7 bis ) son un buen ndice de la difusin que ha tenido en los diversos tiempos la leyenda de Abgaro. Ello se debe, sobre todo, a que el texto de estas cartas, particularmente el de la de Cristo, lleg a usarse como talismn contra las guerras y enfermedades. Ya una antigua redaccin aade al final de la carta de Cristo esta apostilla: Tu ciudad ser bendita, y ningn enemigo se apoderar de ella eternamente. As, pues, los edesanos, segn el testimonio de Procopio ( viii ), acostumbraban a poner esta carta sobre las puertas de su ciudad para conjurar el peligro de incursiones enemigas. Asimismo, en diversos ostraka y pergaminos de los siglos V-VII hallados en Egipto se puede ver el texto de dicha carta acomodado para servir de amuleto contra las enfermedades. Suele terminar de esta manera: Tus enfermedades sern curadas, tus pecados sern perdonados y Edesa ser bendita eternamente y crecer en ella el conocimiento de Dios. Yo, Jesucristo, he escrito esta carta con mi propia mano. Segn el testimonio de Cureton ( ix ), en Inglaterra perdur hasta el siglo XVII la costumbre de colocar en las casas particulares, a modo de placarte (cartel, ordenanza), dicho texto. Se lleg incluso a dar carcter litrgico a estas cartas y solan leerse en las asambleas religiosas, sobre todo en Siria. Quiz fuera sta la razn de que el Decretum Gelasianum las proscribiera como apcrifas en sus nmeros 56 y 57 ( x ). El detalle contenido en la Doctrina de Addai acerca de la imagen de Jess que Hannan llev a Edesa, tuvo una calurosa acogida en el imperio de Bizancio. Aun hoy la liturgia bizantina celebra el 16 de agosto la fiesta de la Traslacin desde Edesa de la imagen de nuestro Seor Jesucristo, no hecha a mano o del Santo Sudario ( xi ). El ttulo de a,.te:ete; (no hecha a mano) responde a la piadosa creencia, originada en poca posterior, de que, siendo refractario el lienzo a los colores que quera imprimir en l Hannan, el Seor enjug con la tela su rostro, dejando en ella grabada su imagen. Posteriormente lleg a confundirse an esta leyenda con la de la Vernica y se hizo de esta mujer, la hemorrosa, una princesa de Edesa. Sobre este punto puede verse el estudio acabado de E. von Dobschtz ( xii ). El eco que ha tenido en la literatura cristiana todo lo referente a Abgaro y su correspondencia con el Seor ha sido inmenso. Citaremos algunos ejemplos: San Efrn el Sirio ( 378) se refiere frecuentemente en sus obras a esta leyenda. Entre otras cosas, dice; Benedicta civitas quam incolitis, Edessa, sapientium mater: quae ex vivo Filii ore per discipulum suum benedicta est. Illa igitur benedictio in ipsa inhabitet, donec Sanctus apparebit (Testamento: Assemani, Biblioteca Orientalis I 141). La peregrina galaica Silvia Eteria visita hacia el ao 388 la tumba del rey Abgaro en Edesa. El obispo de la ciudad le muestra una estatua de ste y le dice: Ecce rex Aggarus, qui antequam videret Dominum, credidit ei quia esset vere Filius
Dei. Despus se va a la puerta de la ciudad por donde entr Ananas, el portador de la carta. Entonces el obispo hace de
pie una oracin, lee la carta y su respuesta y regala a la peregrina una copia de la correspondencia habida entre Abgaro y Jess. La peregrina acepta esta copia como preciosa reliquia, a pesar de que ya posee en su patria, segn confiesa, otros ejemplares de dicha correspondencia ( xiii ). Podramos citar un sinnmero de testimonios, entre ellos los de San Jernimo ( xiv ) y Daro en carta a San Agustn ( xv ); pero preferimos remitir al lector a la citada obra de Dobschtz (p.163 ss.), donde podr encontrar un completsimo elenco de ellos.
AUTETICIDAD DE ESTA CORRESPODECIA. Dejando a salvo su antigedad, que, como indicbamos, se remonta a la mitad del siglo III, hemos de decir que no existe argumento positivo alguno que acredite su autenticidad. Baste observar que las frases de Abgaro relativas a los milagros de Jess no son ms que un arreglo de Mt. 11,5; Lc, 7,21 y Mt. 11,5, citadas seguramente segn la armona evanglica o Diatessaron de Taciano, que era el texto corriente por aquel entonces en Siria. Por otra parte, los Santos Padres afirman categricamente que Jess no nos dej escrito nada de su mano ( xvi ). No obstante, hay autores que defienden la autenticidad, v.gr., J. Nirschl ( xvii ).
BIBLIOGRAFA. Ver en Aurelio de Santos Otero, Los Evangelios Apcrifos, pgs. 666-67, copiosa bibliografa.
COPIA DE LA CARTA QUE EL REY ABGARO ESCRIBI A JESS, Y QUE LE EVI A JERUSAL POR MEDIO DEL CORREO AAAS ( xviii )
Abgaro ( xix ), rey ( xx ) de Edesa, saluda a Jess, el buen Salvador que ha aparecido en Jerusaln: Han llegado a mis odos noticias referentes a ti y a las curaciones que, por lo visto, realizas sin necesidad de medicinas ni de hierbas. Pues, segn dicen, devuelves la vista a los ciegos y la facultad de andar a los cojos; limpias a los leprosos ( xxi ) y expulsas espritus inmundos y demonios ( xxii ); devuelves la salud a los que se encuentran aquejados de largas enfermedades y resucitas a los muertos ( xxiii ). Al or, pues, todo esto acerca de ti, he dado en pensar una de estas dos cosas: o que t eres Dios en persona, que has bajado del cielo y obras estas cosas, o bien que eres el Hijo de Dios y [por eso] realizas estos portentos. Esta es la causa que me ha impulsado a escribirte, rogndote al propio tiempo te tomes la molestia de venir hasta m y curar la dolencia que me aqueja. He odo decir, adems, que los judos murmuran contra ti y que pretenden hacerte mal. Sbete, pues, que mi ciudad es muy pequea, pero noble, y nos basta para los dos.
COTESTACI QUE EVI JESS AL REY ABGARO POR MEDIO DEL CORREO AAAS
Abgaro: Dichoso de ti por creer en m sin haberme visto. Pues escrito est acerca de m que los que me hubieren visto, no creern en m, para que los que no me hayan visto crean y tengan vida ( xxiv ). Por lo que se refiere al objeto de tu carta, en la que me rogabas viniera hasta ti, [he de decirte que] es de todo punto necesario que yo cumpla ntegramente mi misin y que, cuando la hubiere cumplido, suba de nuevo al lado de Aquel que me envi. Mas, cuando estuviere all, te enviar uno de mis discpulos ( xxv ) para que cure tu dolencia y te d vida a ti y a los tuyos.
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i PG 20, 121-124; GRAFIN, Eusbe, Historie Ecclsiastique I (Pars 1905) p. 98-103. ii Ed. G. PHILLIPS, The Doctrine of Addai the Apostle (London 1876). iii Der Briefwechsel zwischen Abgar und Jesus: ZtWTh 8 (1900) 422-86. En la p. 425 ofrece el texto de una inscripcin encontrada en una casa de Edesa. iv SitzAkPr (1914) p. 825. v Journal of Hellenic Studies 20 (1900) 157-58. Inscripcin de Gurdja. vi Bulletin de Correspondance hellnique 44 (1920) 45-48. Inscripcin de Filippos (Macedonia). vii Excavations at essana vol.2: Literary Papyri [pap. Nessan I 7] (Princeton 1950). 7 bis Puede verse un elenco muy completo de ellas en H. LECLERCQ: DACHEL: Abgar (La Lgende) I (1924) col. 87-97. Nosotros remitimos una resea pormenorizada a la nota bibliogrfica. viii Bellum persicum II 12. ix En J. JONES, ew and full method of settling the canonical authority of the . T. t.2 (Oxford 2 1798) p. 6 (cit. por H. LECLERCQ: DACHEL I col. 97). x Epistula Iesu ad Abgarum, apocrypha; epistula Abgari ad Iesum, apocrypha. xi Tengo ante mis ojos el calendario o epacta litrgica del ao 1953 publicado en Atenas por el protonotario M. I. Farleka. En la festividad correspondiente al mencionado 16 de agosto se lee: H . Ee.cc; a|a-ete ; A,.te:eteu Et-e|e; eu Kuteu a| Iceu Xtceu et eu A,teu \a|eut eu. xii Christusbilder, Untersuchungen zur christlichen Legende: TU 18 (Leipzig 1899) c. 5: Das Christusbild von Edessa, p. 103 ss. xiii Ed. J. F. GAMURRINI, S. Silviae Aquitanae peregrinatio ad loca sancta (Romae I887) p. 62 y 64. xiv In Mt. comm. I 1
: PL 26, 6I. xv August. epist.: PL 33, 1022. xvi SAN AGUSTN, Contra Faust. Manich. 28, 4: PL 42, 436-87; SAN JERNIMO, In Ezech. 44,29: PL 25, 443. xvii En su obra Der Briefwechsel des Knigs Abgar von Edessa mit Jesus in Jerusalem, oder die Abgarfrage (Mainz 1896) [manifiesta que] los testimonios de Eusebio y de Moiss de Chorene tienen un valor incontestable. xviii Se sigue el texto griego de EUSEBIO, Hist. Ecl. I 13, 6: PG 20, 121-124. xix La Doctrina de Addai le da el apelativo de Ukhm. Como indicbamos en la introduccin, se trata de Abgaro V, que rein en Edesa desde el ao 4 a. C hasta el 7 p. C. y desde el ao 13 hasta el 50 p. C. xx El trmino e:a,; , que hemos traducido en su sentido general de rey, se emplea con frecuencia en la significacin de gobernador o prefecto de provincia. xxi Cf. Mt. 11,5; Lc. 7,22. xxii Cf. Lc. 7,21. xxiii Cf. Mt. 11,5. xxiv Cf. Juan 20,29. xxv Este discpulo, segn Eusebio, fue Tadeo (Addai en sir.), a quien algunos identifican con Taciano, el autor del Diatessaron.