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Actualizado el miércoles, 15 febrero 2006

Índice:

1 NOCIONES GENERALES SOBRE EL METABOLISMO ENERGÉTICO


BACTERIANO

2 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN LAS BACTERIAS QUIMIOTROFAS

2.1 FOSFORILACIÓN A NIVEL DE SUSTRATO. FERMENTACIONES

2.2 FOSFORILACIÓN OXIDATIVA. RESPIRACIONES

2.2.1 CADENA TRANSPORTADORA DE ELECTRONES Y FUERZA


MOTRIZ DE PROTONES

2.2.2 MECANISMO DE LA ATP-SINTASA DEPENDIENTE DE PROTONES

2.2.3 DIVERSIDAD DE LAS RESPIRACIONES

2.2.3.1 SEGÚN LOS TIPOS DE DONADORES DE ELECTRONES

2.2.3.1.1 QUIMIORGANOTROFÍA

2.2.3.1.2 QUIMIOLITOTROFÍA

2.2.3.2 SEGÚN LOS TIPOS DE ACEPTORES DE ELECTRONES

2.2.3.2.1 RESPIRACIÓN AEROBIA

2.2.3.2.2 RESPIRACIONES ANAEROBIAS

2.2.3.3 DIVERSIDAD DE CADENAS TRANSPORTADORAS

3 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN LAS FOTOTROFAS:


FOTOFOSFORILACIÓN

3.1 COMPONENTES DEL APARATO FOTOSINTÉTICO

3.2 FUNCIONAMIENTO DE UN FOTOSISTEMA

3.3 TIPOS DE FOTOFOSFORILACIÓN


3.3.1 FOTOFOSFORILACIÓN CÍCLICA

3.3.2 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA

3.3.2.1 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA ANOXIGÉNICA EN


ANOXIFOTOBACTERIAS

3.3.2.2 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA OXIGÉNICA EN


CIANOBACTERIAS

4 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN HALOBACTERIUM

5 EL OXÍGENO Y EL METABOLISMO PROCARIÓTICO

5.1 REACCIONES MEDIADAS POR FLAVOPROTEÍNAS

5.2 RELACIONES DE LOS PROCARIOTAS CON EL OXÍGENO

ENLACES

El metabolismo es el conjunto de reacciones bioquímicas que permiten el


crecimiento de un organismo (por lo tanto, en bacterias, que conduce a la creación de
nuevas células). El metabolismo de la célula comprende dos grandes tipos de reacciones:

1) reacciones de mantenimiento, que suministran

a) energía

b) poder reductor

c) precursores metabólicos

2) reacciones del anabolismo (biosíntesis), que usan energía y poder reductor


procedente de las reacciones de mantenimiento.

1 NOCIONES GENERALES SOBRE


EL METABOLISMO ENERGÉTICO
BACTERIANO
Las bacterias requieren aporte continuo y de acceso inmediato de energía, que es
usada en procesos de:
biosíntesis (anabolismo)
transporte activo
translocación de proteínas a través de la membrana citoplásmica
movimiento flagelar
bioluminiscencia

En bacterias, al igual que en eucariotas, la conservación intracelular de energía ocurre


principalmente por medio de la síntesis de ATP:

ADP3- + H+ + PO4H2- --------> ATP4- + H2O

La hidrólisis de ATP hasta ADP y P genera una variación de energía libre ∆Go'=
-31 kJ (= -7,3 kcal). La síntesis de ATP a partir de ADP y P requiere una ∆Go' de +31 kJ.
Los métodos usados por las bacterias para generar este ATP son principalmente:

fosforilación a nivel de sustrato (en las fermentaciones);


fosforilación oxidativa (en las respiraciones);
fotofosforilación (durante la fotosíntesis).

Cada uno de estos procesos implica uno o varios pasos de reacciones redox
exergónicas, pero la manera en que esas reacciones exergónicas se acoplan a la síntesis
de ATP varía entre la fosforilación a nivel de sustrato y las otras dos.

Veamos en primer lugar las características comunes de estas reacciones redox:

En esta reacción se libera energía libre, cuyo valor viene expresado por la fórmula:

∆G0'= - n·F·∆E0'

n = nº de electrones transferidos

F = cte. de Faraday = 96,6 kJ·volt—1·equivalentes--1

∆E0' es la diferencia entre los potenciales de reducción del donador (pareja D/DH2) y del aceptor (pareja
A/AH2).

Una reacción redox exergónica de este tipo se puede acoplar a la consecución de


trabajo útil:

formación de un compuesto rico en energía;


formación de un gradiente de concentración y/o de carga eléctrica a ambos lados
de una membrana.

Ambos tipos de trabajo se pueden usar en la síntesis de ATP.


Por lo tanto, los seres vivos, para poder obtener su moneda energética
(principalmente ATP), han de captar alguna fuente de energía externa, del medio
ambiente. Veamos, pues, cuáles son los tipos de energía que captan los procariotas y los
correspondientes tipos de metabolismos energéticos:

1) Si la energía procede de radiaciones (en los cuantos de una determinada longitud de


onda de la luz visible): bacterias fototrofas, que a su vez pueden ser:

a) fotolitotrofas: captan energía lumínica en presencia de sustancias inorgánicas;

b) fotoorganotrofas: captan energía lumínica con requerimiento de sustancias


orgánicas.

2) Si la energía se desprende a partir de moléculas químicas en reacciones biológicas de


óxido-reducción: bacterias quimiotrofas, que a su vez pueden ser:

a) quimiolitotrofas: captación de energía química a partir de sustancias inorgánicas;

b) quimiorganotrofas: captación de energía química a partir de sustancias


orgánicas.

Veamos ahora lo que diferencia a grandes rasgos a la fosforilación a nivel de


sustrato respecto de la fosforilación oxidativa y la fotofosforilación:

La fosforilación a nivel de sustrato es un sistema usado por ciertas bacterias


quimiorganotrofas. El sustrato orgánico (donador de electrones) es oxidado por un
coenzima (p. ej., NAD+), de manera que se origina un intermediario no fosforilado con
una gran energía de hidrólisis. Dicho intermediario experimenta una sustitución con un
fosfato, para dar la correspondiente forma acil-fosfato (siendo este enlace de alta
energía). Finalmente, este acil-fosfato dona su fosfato de alta energía al ADP, que pasa a
ATP.

Las fosforilaciones a nivel de sustrato se caracterizan por lo siguiente:

son procesos escalares (es decir, no influye su situación espacial dentro de la célula);
son series de reacciones bioquímicas en las que la transferencia de un grupo químico
(ej., el fosfato) se cataliza por enzimas solubles (en el citoplasma);
existen intermediarios metabólicos (antes de llegar al ATP) en los que el fosfato está
unido covalentemente.

En cambio, tanto la fosforilación oxidativa como la fotofosforilación son procesos


caracterizados por:

ser vectoriales (orientados en el espacio);


estar ligados a membrana;
implicar una secuencia ordenada de transportadores de electrones que sufren
oxidaciones y reducciones reversibles (cadena transportadora de electrones, c.t.e.).
no hay intermediarios covalentes ricos en energía, sino que la transferencia de energía
se realiza por medio de un gradiente electroquímico de protones (y, en algunos
casos, de cationes). Este gradiente de protones se puede emplear a su vez para:

síntesis de ATP,
transporte de nutrientes,
translocación de proteínas fuera del protoplasto,
movimiento flagelar.

2 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN LAS


BACTERIAS QUIMIOTROFAS
En los organismos quimiotrofos, la captación de energía consiste esencialmente
en la oxidación de un sustrato reducido (orgánico en quimiorganotrofos e inorgánico en
quimiolitotrofos) con una redución concomitante de un aceptor de electrones (que a su
vez puede ser orgánico o inorgánico), y todo ello acoplado a un sistema de fosforilación
del ADP, que se convierte en ATP.

2.1 FOSFORILACIÓN A NIVEL DE SUSTRATO.


FERMENTACIONES
La fosforilación a nivel de sustrato es un sistema usado por ciertas bacterias
quimiorganotrofas. El sustrato orgánico (donador de electrones) pasa por una ruta
catabólica (p.ej., la ruta glucolítica), y uno de los intermediarios de esa ruta es oxidado
por un coenzima (p. ej., NAD+), de manera que se origina un intermediario no fosforilado
con una gran energía de hidrólisis. Dicho intermediario experimenta enseguida una
sustitución con un fosfato, para dar la correspondiente forma acil-fosfato (siendo este
enlace de alta energía). Finalmente, este acil-fosfato dona su fosfato de alta energía al
ADP, que pasa a ATP. Ejemplo: gliceraldehido-3-P  1,3-difosfoglicérico  3-
fosfoglicérico. Ejemplo:
La fosforilación a nivel de sustrato está acoplada a un proceso metabólico
denominado fermentación. Durante la fermentación, el sustrato orgánico reducido (DH2)
es catabolizado, de modo que como acabamos de ver, se produce ATP. Este catabolismo
genera, además:

equivalentes de reducción (en forma de NADH y otros cofactores reducidos), e


intermediarios oxidados de la ruta catabólica.

Pues bien, es característico de las fermentaciones que los equivalentes de


reducción reaccionen con uno de esos intermediarios (A), que de este modo se reduce a
AH2 (producto de la fermentación), regenerándose el cofactor en forma oxidada
(NAD+) para el siguiente ciclo. Ejemplo: la reducción del pirúvico a láctico (este es el
producto de la fermentación) permite la regeneración del cofactor oxidado (NAD+):

Observaque, a diferencia de la respiración (en la que el aceptor final de electrones


esexógeno) en la fermentación el aceptor de electrones (A) es un compuestoorgánico
endógeno producido en la misma ruta de fermentación.El rendimiento de las
fermentaciones, expresado como variación de energía libre, es bajo, debido a la poca
diferencia de E’0 entre el donador y el aceptor. En la fermentación homoláctica se
producen 2 moles de ATP por cada mol de glucosa consumido (frente a los 28 moles de
ATP/mol de glucosa en la respiración aerobia). Esto significa que para que el
microorganismo crezca en estas condiciones, degrada grandes cantidades de sustrato
fermentable. En las fermentaciones el sustrato orgánico se oxida parcialmente, de modo
que parte del C se excreta como producto de fermentación y parte se usa para las
reacciones biosintéticas.

Las fermentaciones se dan en determinados microorganismos quimiorganotrofos,


que pueden ser anaerobios obligados o anaerobios facultativos (cuando crecen en
ausencia de O2).

Hay una gran variedad de fermentaciones microbianas, y cada tipo libera uno o
varios productos de fermentación característicos. Algunos ejemplos:

Tipo de fermentación Producto(s)


Fermentación láctica Lactato
Fermentación alcohólica etanol, CO2
Fermentación ácida-mixta etanol, succinato, acetato, formiato, lactato, CO2, H2
Fermentación butilénglicólica butilénglicol, CO2
Fermentación aceto-butírica acetato, acetona, butirato, butanol, etanol, CO2, H2

Como ya dijimos, la fosforilación a nivel de sustrato suele ir acoplada a algún tipo de


fermentación, pero a la inversa no tiene por qué ser así, lo cual viene a remarcar la ya citada no
identidad de ambos conceptos. Algunas bacterias especializadas realizan algún tipo de
fermentación sin fosforilación a nivel de sustrato. Por ejemplo, Propionigenium modestum lleva a
cabo la siguiente fermentación:

Succinato + H2O  propionato + HCO3- (ΔG0’ = -20,5 kJ)

La energía libre generada es insuficiente para acoplarla directamente a la síntesis de ATP por
fosforilación a nivel de sustrato, y por otro lado esta bacteria carece de cadenas de electrones
respiradoras. Entonces, ¿cómo obtiene la energía? Esto se logra porque la descarboxilasa de
membrana que realiza la anterior reacción acopla la descarboxilación del succinato a la salida de
iones Na+, con lo que se crea un gradiente electroquímico de Na+. La disipación parcial de dicho
gradiente a través de ATP-sintasas de membrana dependientes de Na+ impulsa la síntesis de ATP.

2.2 FOSFORILACIÓN OXIDATIVA.


RESPIRACIONES
Respiración es la obtención de energía por oxidación de sustratos reducidos DH2
(orgánicos en quimiorganotrofas, e inorgánicos en quimiolitotrofas), pero los coenzimas
reducidos (ej., NADH) transfieren los electrones a un aceptor final oxidado, no
directamente (como en la fermentación), sino a través de una cadena transportadora
de electrones al final de la cual existe un aceptor exógeno oxidado (A), que se reduce.

Si el aceptor final es el O2, hablamos de respiración aerobia;


Si el aceptor final es distinto del O2 (nitrato, sulfato, etc.), respiración anaerobia.

En ambos casos, la transferencia se da ordenadamente, en la dirección de mayor potencial


redox positivo, con la consiguiente liberación de energía libre. Como veremos enseguida,
esta energía libre se va a traducir en un potencial electroquímico de protones, cuya
disipación a través de ATP-asas de membrana origina ATP, conociéndose este proceso
como fosforilación oxidativa.

2.2.1 CADENA TRANSPORTADORA DE ELECTRONES Y FUERZA


MOTRIZ DE PROTONES

Como el alumno seguramente sabrá, el mecanismo de la fosforilación oxidativa se


suele explicar en base a la teoría quimiosmótica de Mitchell (1961 y años siguientes).
Recordemos que la c.t.e. está formada por una serie ordenada de moléculas
transportadoras situadas (en bacterias) en la membrana citoplásmica (y en sus
invaginaciones), moléculas que sufren oxidaciones y reducciones reversibles.
Los donadores de electrones inmediatos para las c.t.e son el FADH2 y el
NADH+H+, que se generan, p.ej., en la glucolisis o en el ciclo de Krebs (ciclo de los
ácidos tricarboxílicos o del ácido cítrico). El alumno conocerá por la asignatura de
Bioquímica los principales tipos de componentes de las c.t.e. respiratorias:

NADH deshidrogenasas, unidas a la cara interna de la membrana. Aceptan átomos de


H a partir del NADH, y se los ceden a las flavoproteínas
Flavoproteínas (Fp, un tipo de riboflainas), dotadas de grupos FAD o FMN. Pueden
acepar átomos de H, pero a su vez ceden electrones.
Proteínas no hémicas de Fe-S (Fe/S proteínas). Algunas poseen agrupamientos de
Fe2S2 (como la ferredoxina) y otras Fe4S4. Transportan solamente electrones.
Quinonas. Son moléculas muy hidrofóbicas, inmersas en la membrana, capaces de
moverse dentro de ella. Sirven como aceptores de átomos de H, pero sólo ceden
electrones. En bacterias podemos encontrar dos principales tipos de quinonas:

ubiquinona (UQ)
menaquinona (MQ), más frecuente en bacterias Gram-positivas.
Citocromos (proteínas hémicas con Fe quelado). Sufren oxidación y reducción por
pérdida y ganancia de un electrón cada vez, a través del Fe del centro de la molécula.
Los citocromos son de varias clases, según el tipo de grupo hemo (ej. tipo a, b, c, etc),
y a veces forman complejos fuertes con otros citocromos (ej., cit bc1) o con Fe/S-
proteínas.

El alumno recordará que los electrones fluyen desde los transportadores con
potencial de reducción más negativo hacia los de potencial más positivo, hasta que
finalmente reducen un aceptor final de electrones (A) obtenido del ambiente. Observar
que algunos de estos transportadores transportan átomos de H (o sea, protones y
electrones), mientras que otros transportan únicamente electrones. ¿Qué pasa con los
protones? Ahí está la gracia... paciencia, enseguida lo veremos. La situación de los
transportadores dentro de la membrana es asimétrica, lo que condiciona que el transporte
sea un proceso vectorial (es decir, tiene un sentido determinado), de modo que los H
salen hacia afuera y los electrones tienden a entrar al interior. Como resultado de
todo ello, tenemos que existen determinados puntos de la c.t.e. (llamados bucles o lazos
translocadores de protones) en los que el efecto neto es la salida de protones al
exterior de la membrana citoplásmica (concretamente, en los puntos donde confluyen
un transportador de H+ y otro de electrones). Es decir, existe una translocación de
protones hacia el exterior ligada a las reacciones redox que ocurren en la c.t.e.

Por otro lado, la membrana es impermeable a los protones, por lo que los
protones translocados a resultas del funcionamiento de las c.t.e. no pueden entrar
directamente. Por lo tanto, se crea un gradiente electroquímico de protones,
compuesto de gradiente osmótico de esos iones H+ (∆pH) y un gradiente de carga
eléctrica (∆ψ). Este gradiente es una forma de energía potencial que puede realizar
trabajo. El valor de este gradiente electroquímico de protones o fuerza protón motriz
(f.p.m.) es:
∆p = ψ∆ -Z·∆pH (expresado en milivoltios, mV),

donde Z = 2,3 R·T/F, siendo R= constante de los gases, T= temperatura absoluta, F=


constante de Faraday

Como ya dijimos, esta ∆p (f.p.m.) es capaz de:

realizar trabajo útil directamente:

transporte activo ligado a simporte de iones (repasa el capítulo 6)


rotación del motor flagelar (repasa el capítulo 8)
usarse para dirigir la formación de enlaces fosfato de alta energía en forma de ATP
(fosforilación oxidativa), como veremos a continuación.

2.2.2 MECANISMO DE LA ATP-SINTASA DEPENDIENTE DE


PROTONES

La conversión de la fuerza protón-motriz en ATP se realiza por medio de una


ATP-asa. Este complejo proteico consta de dos partes funcionales, un canal integral de
membrana (F0) y una estructura globular en el lado citoplásmico de la membrana (F1). La
ATP-asa funciona de modo reversible, como ATP-sintasa y como ATP-hidrolasa. La
disipación de la fuerza protón motriz supone el funcionamiento como ATP-sintasa, según
el siguiente modelo:

F0 es un complejo integral de membrana, que trasloca los protones. Está compuesto de


{a, b2, c12}. La subunidad a es la encargada de canalizar los protones a través de la
membrana, mientras que las dos subunidades b sobresalen hacia el lado citoplásmico,
interaccionando con la F1. Las 12 subunidades de c se disponen formando una especie
de cilindro transmembranoso, capaz de rotar en ambos sentidos.
F1 constituye la porción intracitoplasmática, dotada de los sitios catalíticos. Su
composición se puede expresar como {α 3, β 3, γ, δ, ε). La parte más saliente de F1
consta de 3 subunidades α alternando con 3 subunidades β.
Al parecer, la traslocación de unos 3 o 4 protones a través de F0 está acoplada, por
medio de grandes cambios conformacionales, a la síntesis de una molécula de ATP en
las subunidades β de la F1, por un notable mecanismo de catálisis rotacional:

El que los 3-4 protones entren por F0 (probablemente a través de la proteína a)


provoca la rotación del cilindro de c12, lo que supone una torsión que se transmite a
la F1 a través de las proteínas εγ. lo que a su vez provoca un cambio
conformacional en las subunidades β.
El cambio conformacional en las subunidades β permite que a ellas se una ADP y Pi.
El trabajo realizado por el sistema se usa para producir entonces el ATP, volviendo
las β a su configuración original, preparadas para un nuevo ciclo de síntesis de ATP.
La función de b2δ es equivalente a la del estator del motor: sirven para evitar que
las α y β se muevan cuando se produce la torsión de εγ.
ATP-sintasa de E. coli, el más pequeño motor rotatorio del mundo vivo

Las ATP-sintasas son los motores rotatorios más pequeños del mundo vivo (más
pequeños que el motor del flagelo bacteriano). Las ATP-asas de membrana pueden
funcionar también en sentido inverso al de síntesis, es decir, como ATP-hidrolasas: se
produce hidrólisis de ATP y extrusión de protones al exterior. Por lo tanto, en este sentido
de funcionamiento, se genera un gradiente de protones a expensas de gasto de ATP
intracelular. Esto muestra una vez más que el ATP y el gradiente de protones se pueden
considerar como formas diferentes e interconvertibles de energía celular.

Las ATP-asas productoras de gradientes de protones existen en bacterias no


respiratorias, que carecen de c.t.e., como por ejemplo, las bacterias anaerobias del
ácido láctico. Estas bacterias obtienen su ATP por fosforilación a nivel de sustrato, en sus
procesos de fermentación. Pero al igual que otras bacterias, necesitan realizar procesos de
transporte activo ligado a simporte de protones y pueden moverse por flagelos, por lo que
necesitan también crear un gradiente de protones para estos fines. En estas bacterias las
ATPasas funcionan siempre como ATP-hidrolasas, conviertiendo parte del ATP
obtenido por fermentación en una fuerza protón-motriz que se usa para transporte de
nutrientes y para alimentar al motor flagelar.

2.2.3 DIVERSIDAD DE LAS RESPIRACIONES

2.2.3.1 SEGÚN LOS TIPOS DE DONADORES DE ELECTRONES

2.2.3.1.1 QUIMIORGANOTROFÍA

Los organismos que “respiran” una fuente orgánica de electrones se denominan


quimiorganotrofos. En ellos, la oxidación de la fuente orgánica de carbono no solo sirve
como donante de electrones para la fosforilación oxidativa, sino que también sirve para
generar intermediarios metabólicos que serán usados para las reacciones biosintéticas.
Por ejemplo, tanto la ruta glucolítica como el ciclo del ácido cítrico producen
intermediarios (como α-cetoglutarato y oxalacetato en el ciclo de Krebs) que, llegado el
caso son “retirados” del ciclo y usados como precursores de biosíntesis. La diversidad de
fuentes de carbono orgánico que pueden usar los procariotas organotrofos respiradores es
asombrosa (aludiremos a ello en el capítulo próximo, cuando tratemos el carbono como
nutriente).

2.2.3.1.2 QUIMIOLITOTROFÍA
En los quimiolitotrofos, el donador de electrones es una molécula inorgánica
reducida. Esta capacidad de obtener energía por fosforilación oxidativa a partir de
donadores inorgánicos de electrones sólo ha evolucionado en ciertos grupos de
procariotas. Los quimiolitotrofos se pueden clasificar en grupos fisiológicos según el tipo
de donador inorgánico que “respiran”:

Los quimiolitotrofos “típicos”, son por lo general respiradores aerobios, o sea, el


aceptor final de electrones es el oxígeno molecular. Son de varios tipos según la clase
de donante inorgánico de electrones que oxidan:

bacterias oxidadoras de hidrógeno (oxidan el H2 hasta H2O)


bacterias oxidadoras del hierro ferrroso (pasan Fe2+ a férrico, Fe3+)
bacterias oxidadoras de azufre reducido: de sulfuros (S2-) y azufre elemental (S0). La
oxidación total de este azufre reducido conduce a la producción de ácido sulfúrico
(SO4H2)
bacterias nitrificantes, con dos subtipos diferentes:

las oxidadoras de amoniaco (llamadas nitrosas, que respiran NH3 para convertirlo
en NO2-)
las oxidadoras del nitrito (llamadas nítricas, que respiran NO2- para convertirlo en
NO3-)
Recientemente se ha descubierto un nuevo tipo de quimiolitotrofos, que acoplan en
anaerobiosis la oxidación del amoniaco con la reducción de los nitritos, produciendo
nitrógeno molecular y agua (NH4+ + NO2-  N2 + 2 H2O). Este proceso ha recibido el
nombre de oxidación anaerobia del amoniaco (anammox en su abreviatura inglesa,
que fácilmente podemos traducir como oxanam en abreviatura castellana,
desgraciadamente poco usada).

Las bacterias anammox (como Brocadia anammoxidans) son miembros del phylum de los
Planctomicetos, un fascinante grupo de eubacterias con paredes proteicas (sin peptidoglucano), y
citoplasma dividido en compartimentos mediante membranas especiales. (Recuerda que decíamos
en el capítulo 7 que estas bacterias, a diferencia de las demás, pueden llevar el nucleoide rodeado
de membranas). El género Brocadia posee un orgánulo rodeado de este tipo especial de
membrana, denominado anamoxisoma, donde tiene lugar esta reacción anammox. El
descubrimiento de este proceso ha supuesto una revisión de nuestras ideas tradicionales sobre el
ciclo del nitrógeno en la naturaleza (antes se pensaba que el amoniaco era estable en anaerobiosis),
y puede tener secuelas prácticas en el campo de la protección ambiental, ya que se han diseñado
procesos industriales para eliminar anóxicamente el amoniaco y las aminas de las aguas
residuales.

El mecanismo de generación de ATP en quimiolitotrofos es similar al de


quimioorganotrofos respiradores: los electrones extraídos del donador exógeno (en este
caso inorgánico) pasan a una cadena transportadora de electrones hasta un aceptor final
(que suele ser el oxígeno en los litotrofos típicos, y que es nitrito en los anammox),
generando una fuerza protón-motriz que se transforma en ATP por ATP-sintasas.

Pero a excepción del H2, los demás donadores inorgánicos de electrones tienen un
potencial de reducción E0’ menor que el del NADH, por lo que la oxidación de estos
donadores inorgánicos sólo puede generar energía, pero no poder reductor de modo
directo. Para obtener poder reductor emplean transporte inverso de electrones: parte del
gradiente electroquímico creado durante la respiración se emplea en hacer que electrones
viajen por la cadena transportadora de electrones (o una parte de ella) en sentido inverso,
para poder reducir el NAD+.

Obviamente, los quimiolitotrofos, a diferencia de los quimiorganotrofos, no


pueden usar el donador de electrones como fuente de carbono. La mayor parte de los
quimiolitotrofos recurren a fijar CO2 de la atmósfera, es decir, son también autotrofos.
Para reunir estas dos características se usa el nombre de quimiolitoautotrofos. La
fijación del carbónico por parte de las eubacterias litoautotrofas “típicas” se realiza por el
ciclo de Calvin, y disponen de reservas de RuBisCo (carboxisomas, estudiados en el tema
7). Las bacterias anammox son también autotrofas aunque carecen de ciclo de Calvin, y
aún se desconoce el mecanismo de fijación del CO2.

2.2.3.2 SEGÚN LOS TIPOS DE ACEPTORES DE ELECTRONES

2.2.3.2.1 RESPIRACIÓN AEROBIA

En la respiración aerobia el oxígeno molecular se usa como sumidero de los


electrones procedentes de la cadena transportadora, y junto con protones se reduce hasta
agua (½ O2 + 2 ee + 2 H+  H2O). Esos protones proceden de la previa disociación del
agua (H2O  H+ + OH-), por lo que la oxidación del agua deja el lado citoplásmico de la
membrana con pH alcalino y cargado negativamente; mientras tanto, como hemos visto,
el funcionamiento de la cadena de transporte de electrones deja el lado externo o
periplásmico de la membrana cargado positivamente y ácido).

2.2.3.2.2 RESPIRACIONES ANAEROBIAS

Como ya hemos dicho, en algunas bacterias, al final de la c.t.e. puede existir un


aceptor diferente del oxígeno (respiración anaerobia). Los aceptores y sus respectivos
productos reducidos (A  AH2) son:

Aceptor  prod. reducido Procariotas (Ejemplos)


NO3-  NO2- N2 Pseudomonas, Bacillus
NO3-  NO2- Enterobacterias
SO42-  S0 SH2 Sulfatorreductoras (Desulfovibrio, Desulfotomaculum)
fumarato  succinato Enterobacterias
CO2  CH4 Arqueas metanogénicas
Fe3+  Fe2+ Shewanella, Geobacter

Con estos aceptores se obtiene menos energía que con el oxígeno, porque la
pareja O2/H2O es más oxidante que las otras. Algunos de estos procariotas son
respiradores estrictamente anaerobios (caso de las arqueas metanógenas y de las bacterias
sulfatorreductoras). Otros pueden alternar entre respiración aerobia y anaerobia,
dependiendo de la disponibilidad de los correspondientes aceptores (caso de las bacterias
que usan nitratos como aceptores). Y adicionalmente, existen bacterias como las
enterobacterias que aparte de tener respiración aerobia y anaerobia (en este caso usando
nitratos) pueden usar igualmente metabolismo fermentativo (en anaerobiosis y en
ausencia de aceptores de electrones para sus cadenas respiratorias).

El uso de nitratos, sulfatos y CO2 como aceptores finales de electrones (y no como


material a incorporar al metabolismo plástico) se denomina metabolismo disimilativo (o
desasimilativo). para distinguirlo del asimilativo (nutricional). El producto reducido se
excreta al ambiente de la bacteria.

El uso disimilativo de nitrato se llama desnitrificación, y ocurre por medio de


una serie de fases donde el N va cambiando su estado de oxidación:

NO3- NO2- (nitrito)  NO (óxido nítrico) N2O (óx. nitroso)  N2 (dinitrógeno)

Los tres últimos son gases y pueden escapar a la atmósfera. Las enzimas que catalizan
esta ruta son reprimidas por el oxígeno molecular y se inducen (en ausencia de oxígeno)
por el nitrato:

La reducción disimilativa de nitrato hasta nitrito se lleva a cabo por la nitrato-reductasa


disimilatoria, que viene a ejercer un papel semejante al citocromo terminal (citocromo-
oxidasa) de muchas cadenas que usan oxígeno molecular como aceptor. Es de
localización intramembranosa.
En las bacterias Gram-negativas la nitrito-reductasa es de localización periplásmica.
Las nitrito-reductasas de Pseudomonas constan de citocromos c+d1.
La óxido nítrico-reductasa (que cataliza el paso NO  N2O) es un complejo de
citocromo b+c integral de membrana.
La óxido nitroso-reductasa (que cataliza el paso N2O N2) es una enzima de
localización periplásmica.

Hasta la llegada de las actividades industriales humanas, todo el dinitrógeno (N2) de la


atmósfera procedía de estos procesos desnitrificantes.

El uso disimilatorio del sulfato (es decir, como aceptor de electrones en


respiraciones) solamente ha evolucionado en el grupo de las bacterias sulfatorredutoras
(ej.: Desulfovibrio, Desulfotomaculum). Para que el sulfato (SO42-) pueda recibir los
electrones, primero se tiene que “activar” con ATP (mediante la ATP-sulfurilasa),
formándose la adenosina-fosfo-sulfato (APS). La parte sulfato de la APS recibe dos
primeros electrones y se reduce (por la APS-reductasa) hasta sulfito (SO32-), con
liberación de AMP. Luego el sulfito es reducido (aceptando otros seis electrones) hasta
sulfuro (S2-) mediante la sulfito-reductasa. La mayoría de sulfatorreductoras son
quimiorganotrofos, pero algunos pueden usar también H2 como donador de electrones
(quimiolitotrofos).
Las arqueas metanogénicas son los únicos seres vivos capaces de obtener
energía acoplando la oxidación del hidrógeno molecular con el uso de CO2 como aceptor
de electrones (actuando en estas condiciones como quimiolitotrofos):

4H2 + CO2  CH4 + 2H2O

Además, algunas metanógenas no solo son litotrofas, sino que igualmente fijan
autotróficamente el carbónico, aunque por rutas especiales diferentes al ciclo de Calvin.

El hierro férrico (Fe3+) puede ser usado en la naturaleza como aceptor de


electrones por parte de ciertas bacterias quimiorganotrofas (Shewanella putrefaciens) y
quimiolitotrofas (Geobacter metallireducens es litotrofo facultativo: puede usar como
donador de electrones el hidrógeno molecular y compuestos orgánicos sencillos).

Otros aceptores inorgánicos de electrones:

El manganeso mangánico (Mn4+) puede ser reducido por algunas bacterias, como la ya citada
Shewanella putrefaciens cuando crecen respirando acetato y otros sustratos orgánicos.
El clorato (ClO3-)
El selenato (SeO42-) se puede reducir a selenito (SeO32-) y posteriormente a selenio metálico (Se0).
Se ha aprovechado esta reacción para descontaminar aguas que llevaban estos compuestos tóxicos
(biorremedio).
El arseniato (AsO42-) es un compuesto muy tóxico, y puede ser reducido junto con el sulfato por la
bacteria sulfatorreductora Desulfotomaculum, formándose un complejo mineral de arsénico y
sulfuro (trisulfuro de arsenio, As2S3), que precipita. Este ejemplo de biomineralización se está
intentando aprovechar para detoxificar suelos y aguas contaminados.

2.2.3.3 DIVERSIDAD DE CADENAS TRANSPORTADORAS

El estudiante seguramente conocerá por otras asignaturas la cadena de transporte


electrónico de las mitocondrias. Pues bien, en bacterias existe una gran diversidad de
tipos de cadenas transportadoras de electrones, si bien en todos los casos aparecen los
elementos que citamos más arriba (flavoproteínas, Fe/S-proteínas, quinonas, citocromos).
La cadena sigue el orden derivado de la torre de electrones (desde los componentes más
electronegativos a los menos electronegativos o más electropositivos) y se da una
alternancia entre transportadores de átomos de hidrógeno (protones y electrones) y de
sólo electrones (es decir, aparecen bucles translocadores de protones hacia fuera, lo que
genera la fuerza protón-motriz).

La c.t.e. de Paracoccus, una bacteria que posee un sistema


similar al de las mitocondrias (Fp FeS proteína --> quinona -->
cit bc --> cit c --> cit aa3 O2), donde se observan 3 sitios
donde termodinámicamente la variación de energía libre es
suficiente para apoyar la síntesis de una molécula de ATP en
cada uno.
La cadena transportadora de electrones de Paracoccus cuando usa
oxígeno como aceptor final es similar a la de las mitocondrias (Fpà FeS proteína
à quinona (coenzima Q) à cit bc1 à cit c à cit aa3 àO2), y en ella se observan tres
sitios donde termodinámicamente la variación de energía libre es suficiente para
apoyar la síntesis de una molécula de ATP.

Muchas cadenas respiradoras aerobias muestran ramificaciones alternativas, sobre


todo a nivel de los citocromos terminales. El papel principal de estas ramificaciones es
lograr flexibilidad en la ruta de transferencia de electrones, de manera que se obtengan
rendimientos máximos en ciertos sustratos y condiciones de crecimiento, y para
minimizar los efectos nocivos de otros.

P. ej., si E. coli dispone de oxígeno lo usará como aceptor final de electrones, pero
dependiendo de su concentración recurrirá a una u otra rama. (A su vez, esto puede
estar relacionado con la fase de crecimiento: en la fase exponencial, cuando hay
todavía suficiente nivel de O2, se usa una rama, mientras que en fase estacionaria,
cuando el nivel de O2 ha bajado, se usa la otra).
El mismo E. coli y otras bacterias anaerobias facultativas, en un ambiente sin oxígeno
pero con presencia de nitratos puede usar estos aceptores alternativos con las
correspondientes variantes en los citocromos terminales.
Cuando Azotobacter (fijador aerobio de N2) crece fijando nitrógeno molecular, usa una
ramificación que gasta muchísimo oxígeno como aceptor final (aunque el rendimiento
en ATP es menor); con ello logra evitar que el oxígeno pase al citoplasma, con lo que
protege a la nitrogenasa de la inactivación por oxígeno.

En los quimiolitotrofos, cuando el donador de electrones es diferente al


hidrógeno molecular, la cadena transportadora de electrones funciona en los dos sentidos:

en su sentido “normal”, ya estudiado. Un donador inorgánico de electrones cede


electrones, que llegan a la cadena transportadora de electrones, que crea un gradiente
de protones, cuya disipación a través de ATP-asa genera ATP; Sin embargo, salvo en
caso de usar H2, los donadores exógenos no sirven para generar poder reductor
(coenzimas reducidas);
pero estas bacterias necesitan equivalentes de reducción (NADPH) para reducir el CO2
(su fuente exclusiva de C) hasta material orgánico celular [CH2O]. Este NADPH lo
logran merced a un flujo invertido de electrones a través de la cadena transportadora
de electrones, usando para ello como energía parte del potencial de protones (f.p.m.)
generado por el flujo normal.

3 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN LAS


FOTOTROFAS:
FOTOFOSFORILACIÓN
La fototrofía es la capacidad de captar energía de la luz. Aunque la capacidad de
usar la luz como fuente para generar ATP (fotofosforilación) depende de un mecanismo
característico, tiene en común con la fosforilación oxidativa el hecho de que produce
también un gradiente electroquímico de protones a ambos lado de una membrana, el cual
a su vez alimenta ATP-sintasas. Estrictamente hablando, la fotosíntesis alude a la
fotoautotrofía, es decir, la combinación de fototrofía o captación de esa energía lumínica
(obtenida en la “fase luminosa”) con su empleo para fijar el CO2 (autotrofía) hasta
material celular (“fase oscura”). Haciendo abstracción del tipo de donante de electrones,
la ecuación general de la fotosíntesis sería:

energía de la luz (hν)

2 H2A + CO2 ----------------------------------------------------> [CH2O] + H2O + 2 A

En cianobacterias, algas y plantas verdes, H2A = H2O, como agente reductor. Por lo
tanto, al oxidarse se genera O2 (fotosíntesis oxigénica)
En bacterias fotosintéticas anoxigénicas H2A puede ser H2, SH2, S2O3-, etc.
Evidentemente, no pueden liberar oxígeno (fotosíntesis anoxigénica).
Por otro lado, existen procariotas fototrofos que captan la energía de la luz, pero
emplean materia orgánica como fuente de carbono, por lo que se denominan
fotoheterotrofos.

Más de la mitad de la fotosíntesis de nuestro planeta se debe a bacterias


fotosintéticas. (NOTA: nosotros nos vamos a ocupar solamente de la fase luminosa de la
fotosíntesis, es decir, el proceso por el que la energía de la luz se convierte en ATP).

En bacterias tenemos, pues, dos modalidades de fotosíntesis en función de que el


donador de electrones sea o no el oxígeno: fotosíntesis oxigénica y fotosíntesis
anoxigénica. Como veremos, en ambas pueden existir dos versiones de un mecanismo de
obtención de energía a partir de la luz visible: fotofosforilación cíclica y acíclica:

En la fotofosforilación cíclica (FFC) no existe aporte de un agente reductor externo ni


de agente oxidante externo.

Su única función es transformar la energía de la luz en un gradiente de protones


(f.p.m.), que a su vez puede convertirse en ATP.
No se originan equivalentes de reducción (NADPH), y por lo tanto, no hay fijación
de CO2.
En cambio, en la fotofosforilación acíclica (FFA) un donador exógeno de electrones
(H2A) servirá para que, por acción de la luz, se produzcan equivalentes de reducción
(NADPH, o NADH), que a su vez se usarán para la reducción (asimilación) de CO2
hasta materia orgánica. Al igual que en la cíclica, se produce gradiente de protones,
convertible en ATP.

3.1 COMPONENTES DEL APARATO


FOTOSINTÉTICO
Los componentes funcionales del aparato fotosintético son los siguientes:

Fotosistemas: catalizan la conversión de la energía de la luz, capturada en moléculas


excitadas de clorofila o bacterioclorofila en una forma útil de energía. Están
constituidos por complejo antena (con pigmentos captadores de luz) y centro de
reacción (con las clorofilas o bacterioclorofilas fotoactivas). Los centros de reacción
suelen estar situados dentro de estructuras membranosas: tilacoides de las
cianobacterias, cromatóforos (invaginaciones de membrana) de bacterias anoxigénicas
purpúreas o la propia membrana citoplásmica (bacterias anoxigénicas verdes y
heliobacterias).
Cadenas transportadoras de electrones: estas cadenas situadas en membranas están
ligadas de forma estrecha al centro de reacción, y crean una fuerza protón-motriz.

Antes de describir el funcionamiento del aparato fotosintético, describamos


brevemente las principales moléculas implicadas:

A) Clorofilas y bacterioclorofilas. Estos tetrapirroles cíclicos quelados con Mg2+ y


dotados de largas cadenas de alcohol (como el fitol) pueden formar parte tanto de los
pigmentos antena como de los centros de reacción.

Las clorofilas que no participan en el centro de reacción funcionan como parte del
sistema de antena, y pueden llegar a unas 300 en cada uno de estos sistemas.
Las clorofilas del centro de reacción son mucho menos abundantes que las del
complejo antena. Típicamente son 4 moléculas, de las cuales dos están asociadas a
proteínas, de modo que en este estado actúan como “trampas” para los cuantos de luz.
Como veremos, estas clorofilas especiales, tras excitarse, se oxidan, por lo que se
denominan clorofilas fotoactivas. La luz convierte a estas clorofilas desde su estado
basal a su estado excitado, en el que tienen un E0’ negativo, por lo que entonces pueden
ceder electrones (oxidarse) fácilmente.

(Enlace a modelo 3-D de clorofila, manejable por usuario. Requiere un programa de tipo
Chime o Protein Explorer)

B) Carotenoides. Forman parte del complejo antena. Sus funciones son:

protección contra los efectos potencialmente perjudiciales derivados de la interacción


entre la luz y el oxígeno;
como pigmentos antena, captadores de luz (aunque menos eficientes que otros).

(Enlace a modelo 3-D manipulable por el usuario de un carotenoide. Requiere un


programa de tipo Chime o Protein Explorer)

C) En las cianobacterias, existe, además un conjunto de ficobiliproteínas, organizadas en


complejos supramoleculares denominados ficobilisomas, dispuestos en la superficie de
los tilacoides. Las principales ficobiliproteínas son ficocianina, ficoeritrina y
aloficocianina, y constituyen el complejo antena en las Cianobacterias.
D) Feofitinas y bacteriofeofitinas. Son similares a las respectivas (bacterio)clorofila s,
excepto que no están queladas con Mg++. Actúan como aceptores inmediatos del
electrón que pierde cada (bacterio)clorofila del centro de reacción.

(Enlace a modelo 3-D de fefitina manejable por usuario. Requiere Chime o Protein
Explorer)

E) Otros componentes. En el mismo centro de reacción se encuentran los primeros


componentes de la c.t.e. fotosintética: quinonas especiales acomplejadas con Fe (enlace
a 3-D de quinona). Por lo demás, las c.t.e. fotosintéticas contienen moléculas de tipos
parecidos a las ya estudiadas en las c.t.e. respiratorias: quinonas, citocromos y
ferroproteínas no hémicas.

3.2 FUNCIONAMIENTO DE UN FOTOSISTEMA


Para estudiar el funcionamiento, hagámonos una idea de cómo están organizados
los principales componentes que acabamos de citar dentro del aparato fotosintético.

Complejo antena: Es un conjunto de pigmentos captadores de luz, en gran número


(desde unos 50 hasta miles). Sobre ellos incide la luz solar, de manera que se van
transfiriendo la energía de unos a otros, en paquetes (excitones), pero sin oxidarse, en un
fenómeno conocido como resonancia inductiva. El complejo antena actúa como un
“embudo”, captando energía lumínica, y canalizándola hacia el centro de reacción, donde
como veremos enseguida, esta energía podrá ser convertida a una forma útil.

Centro de reacción: Para hacernos una idea concreta de un centro de reacción,


mostraremos uno de los mejor estudiados: el de la anoxifotobacteria purpúrea
Rhodopseudomonas viridis (el primero en desentrañarse a nivel molecular, en el año
1985, mediante técnicas de difracción de rayos X).

posee 4 bacterioclorofilas, de las cuales dos (denominadas P870) son las


fotoquímicamente activas (también llamadas “par especial”), debido a su asociación
con las proteínas citadas abajo
2 bacteriofeofitinas
2 ubiquinonas y un Fe, que constituyen el complejo Q·Fe.
Proteínas del centro de reacción (denominadas L, M y H).
Todo el conjunto se encuentra en la bicapa lipídica.
Asociado al C.R., un citocromo c2.
Modelo 3-D de los pigmentos del centro de reacción. Requiere Chime o Protein Explorer
Enlace a todo el C.R: mira y maneja a tu voluntad el centro de reacción, resalta las proteínas,
o los pigmentos, etc. Requiere Chime o Protein Explorer

Todos estos componentes del centro de reacción están dispuestos de tal manera
que pueden interaccionar rápidamente para transferirse electrones, según veremos a
continuación.
Esquema del funcionamiento del fotosistema de la bacteria
purpúrea Rhodopseudomonas viridis

Mecanismo de la fotofosforilación: transferencia de electrones en el centro de


reacción, generación de fuerza protón-motriz y producción de ATP:

1) Antes de excitarse, cada bacterioclorofila especial (P870) tiene un E’0 de +0.5 V.

2) La energía de la luz capturada por los pigmentos antena llega en forma de


“excitones” al centro de reacción, de modo que cada bacterioclorofila especial pasa a
una forma excitada (bacterioclorofila*, con un E’0 de –1.0 V). Esta forma excitada con
bajo potencial de reducción es, pues, un fuerte donador de electrones, de modo que
enseguida…

3) … cada bacterioclorofila* se oxida (pierde un electrón), pasando a bacterioclorofila+.


Esta transición es increíblemente rápida, de 3 billonésimas de segundo (3x10-12). El
entorno proteico del centro de reacción (en este caso, proteínas L, M y H unidas al par
especial de bacterioclorofilas) estabiliza el estado excitado y evita que los electrones
“vuelvan atrás”.

4) El electrón cedido por cada bacterioclorofila pasa a una cada una de las
bacteriofeofitinas.

5) Los dos electrones (uno por feofitina) pasan a una ubiquinona (QA) estrechamente
ligada al centro de reacción (la quinona se reduce a quinol: QAH). Observa que se ha
originado una separación de cargas, de modo que se ha formado una especie de
“agujero” cargado positivamente: las bacterioclorofilas con carga positiva tienen
ahora una alta afinidad por electrones.

6) La bacterioclorofila+ captura un electrón de un citocromo cercano (cit c2, ligado al


centro de reacción). Normalmente este citocromo es un donador débil de electrones,
pero ahora los cede, debido al intenso “agujero” de carga positiva representado por
las bacterioclorofilas+ (oxidadas).

7) Mientras tanto, el electrón de la QA pasa a una segunda ubiquinona del centro de


reacción (QB), que pasa a la forma quinol.

8) El electrón abandona el centro de reacción y pasa a otra quinona, perteneciente al


“pool” de quinonas que se encuentra libre en la bicapa lipídica. Esta quinona, una vez
reducida (forma quinol), es un buen reductor (donador de electrones). El electrón pasa
a la cadena transportadora de electrones (citocromos bc1  cit c2). El citocromo c2 es
de localización periplásmica, y conecta el bc1 con el centro de reacción. Cuando el
citocromo c2 transfiere electrones a la bacterioclorofila oxidada (P870+), ésta vuelve a
su estado inicial, con un E’0 de +0.5 V, quedando el centro de reacción preparado para
otro ciclo de excitación por absorción de energía de la luz.

9) El funcionamiento de esta cadena transportadora de electrones provoca una


translocación de protones fuera de la membrana, o sea, un potencial electroquímico
de protones o f.p.m., cuya disipación a favor de las ATP-sintasas se traduce en
producción de ATP celular (fotofosforilación).

3.3 TIPOS DE FOTOFOSFORILACIÓN


3.3.1 FOTOFOSFORILACIÓN CÍCLICA

El mecanismo que acabamos de ver ilustra el concepto de fotofosforilación


cíclica: la (bacterio)clorofila del centro de reacción (fotosistema I) sirve tanto como
donador primario como aceptor final de electrones procedentes de una cadena
transportadora de electrones. Es decir, los electrones no salen del ciclo, están “dando
vueltas”, y no hay donador exógeno de electrones.

Ahora bien, si la bacteria es autotrofa, esta fosforilación cíclica no es suficiente,


porque no se crea poder reductor, imprescindible para la fijación (reducción) de CO2,
hasta material celular [se necesita NAD(P)H, aparte de ATP]. Para formar equivalentes de
reducción hace falta que el fotosistema funcione en su modalidad de fotofosforilación
cíclica, que pasamos a estudiar.

3.3.2 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA

En la fotofosforilación acíclica los electrones cedidos por la (bacterio)clorofila


excitada no solo sirven para generar f.p.m. y por lo tanto ATP, sino que también se
emplean en producir los equivalentes de reducción [NAD(P)H+H+] que hacen falta para
la fijación del CO2. Ahora bien, los electrones empleados en generar equivalentes de
reducción, por definición ya no pueden servir para reducir la forma oxidada de la
(bacterio)clorofila. Por lo tanto, esos electrones deben de proceder de una fuente exógena
para poder regenerar la forma basal del pigmento fotoactivo.

3.3.2.1 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA ANOXIGÉNICA

En la fotofosforilación acíclica anoxigénica el donador exógeno de electrones


para generar poder reductor es siempre una molécula diferente del agua. Hay ciertas
variantes según el grupo de bacterias que consideremos:

Las bacterias purpúreas (o rojas) recurren como donantes exógenos de electrones a


compuestos reducidos de azufre inorgánico (principalmente SH2, pero también S0,
S2O32-), al hidrógeno molecular (H2), o incluso (en el caso de las “purpúreas no del
azufre”) a un compuesto orgánico reducido[1]. Estos compuestos ceden electrones a un
citocromo de tipo c. Esos electrones siguen un curso inverso al de la cadena normal
que hemos visto y pasan al depósito de quinonas de la membrana. Pero el potencial de
reducción de la quinona (casi ∆E0' = 0 V) no es suficientemente negativo como para
poder reducir espontáneamente el NAD+. Los electrones son forzados a retroceder
contra el gradiente termodinámico: consumen parte del potencial electroquímico
(f.p.m.) producido por la previa excitación del fotosistema para generar los
equivalentes de reducción (NADH+H+). Esto es un caso de transporte inverso de
electrones. Esta fosforilación acíclica es diferente a la de las otras bacterias
fototróficas anoxigénicas:

Observa que, a diferencia de lo que vamos a ver enseguida con esas otras bacterias
anoxigénicas, el primer aceptor estable de electrones procedentes de la
bacterioclorofila (en este caso la quinona) tiene un potencial de reducción (∆E0')
menos electronegativo que el par NAD+/NADH+H+, por lo que no puede donar
electrones para producir equivalentes de reducción. (Por cierto, la fijación del CO2 es
por ciclo de Calvin).
Observa igualmente que la producción de los equivalentes de reducción no va ligada
directamente a la fase luminosa de la fotosíntesis: el donante exógeno no regenera la
bacterioclorofila.
Las bacterias verdes del azufre usan también compuestos reducidos de azufre e
hidrógeno molecular, pero a diferencia de las purpúreas, esos donantes sirven para
regenerar la bacterioclorofila. En otras palabras, la producción de equivalentes de
reducción se realiza, al igual que la fotofosforilación, como resultado de la reacción
luminosa. En este caso esto se debe a que el primer aceptor estable de electrones
procedentes de la bacterioclorofila excitada y oxidada (una Fe/S proteína) es
suficientemente electronegativo (∆E0' =-0.54 V), y por mediación de una ferredoxina
(∆E0' = -0.41 V) dona electrones al NAD+ para generar equivalentes de reducción. (Por
cierto, la fijación de CO2 es por una ruta única entre los seres vivos, denominada ciclo
reductivo de los ácidos tricarboxílicos, una especie de ciclo de Krebs que funciona al
revés).
Las heliobacterias (bacterias esporulantes fototrofas, descubiertas hace pocos años) al
igual que las bacterias verdes, tienen como primer aceptor estable de electrones una
Fe/S proteína con potencial redox suficientemente bajo (∆E0' = -0.5 V) como para
reducir NAD+. Por lo tanto, su poder reductor deriva igualmente de la reacción
luminosa. La regeneración de la bacterioclorofila oxidada es mediante un aceptor
exógeno orgánico (son fotoheterotrofos, y parece que no son capaces de fijar CO2).

3.3.2.2 FOTOFOSFORILACIÓN ACÍCLICA OXIGÉNICA EN


CIANOBACTERIAS

Las cianobacterias, al igual que las plantas y algas, usan H2O como donador
exógeno de electrones, que sirven tanto para la obtención de energía como para la de
poder reductor; la fotofosforilación acíclica oxigénica es más compleja que la
anoxigénica, ya que el H2O requiere un elevado potencial de reducción para poder
extraerle los electrones, y el FSI no es un oxidante suficientemente fuerte como para
captar electrones directamente del agua.

La manera de resolver este problema es acoplar un fotosistema adicional (FSII),


dotado de un E0' más alto que el FSI, y que funciona en paralelo con éste, siguiendo el
llamado “esquema en Z” (por la forma de Z “tumbada” que tiene su representación
gráfica):

El FSI se activa por la luz de longitud de onda larga (cerca del infrarrojo) y se oxida, de
modo que los electrones pasan por una quinona, de ahí a una Fe/S proteína, y terminan
en una ferredoxina, que a su vez los cede al NADP+, para generar poder reductor
(NADPH + H+)
Ahora bien, como hemos dicho, el FSI+ no puede regenerarse directamente por el agua,
sino que recibe los electrones desde el FSII, a través de una c.t.e. (por supuesto, con
creación de ∆p y por lo tanto, ATP).
Esta c.t.e. consta de la serie de transportadores siguiente

PQ (plastoquinona)  citocromo b·f  PC (plastocianina). Como se puede inferir,


esos electrones proceden de la anterior excitación y oxidación del FS-II.
El FSII se excita por la luz roja y ,como acabamos de decir, envía los electrones al FSI
vía c.t.e.). Este FSII+ sí puede regenerarse extrayendo los electrones directamente del
H2O, desprendiéndose O2 (merced a un complejo enzimático que contiene Mn, llamado
complejo lítico del agua o “reloj oxidante del agua”).

Esquema en "Z" de la fosforilación acíclica en una cianobacteria

En resumen, el FSI+ actúa como un aceptor final de electrones procedentes del FSII.
A su vez, el FSII+ (oxidado) se reduce directamente por el agua.

4 CAPTACIÓN DE ENERGÍA EN
HALOBACTERIUM
(NOTA: esta sección del tema no será impartida durante las clases en este tema,
y se hará referencia a ella en la parte de Taxonomía)

Algunas arqueas halófilas (p. ej., Halobacterium) presentan una capacidad de


síntesis de ATP mediada por la luz, pero sin implicación de clorofilas ni fijación de
CO2. Cuando estas bacterias se encuentran en condiciones de baja aireación (bajas
tensiones de O2), sintetizan una cromoproteína especial llamada bacteriorrodopsina, que
forma “parches” de color púrpura en sus membranas citoplásmicas.
La bacteriorrodopsina consta de:

porción proteica: bacteriopsina, que forma 7 hélices α atravesando la membrana;


grupo cromóforo: retinal (el mismo de la rodopsina retiniana de los vertebrados).El
retinal es un carotenoide C20 que puede absorber la luz y catalizar la transferencia de
protones a través de la membrana. Se encuentra unido como una base de Schiff a una
determinada lisina de la bacteriopsina.

Veamos el mecanismo de captación de energía de la luz por parte del retinal de la


bacteriorrodopsina (figura).

El retinal, como base de Schiff (con una carga positiva), tiene en principio la
configuración 13-cis. Esta forma del retinal absorbe un cuanto de luz de λ=565 nm, de lo
que resulta un bombeo de un protón fuera de la membrana. Para regenerar la base de
Schiff, la forma neutra anterior pasa conformación todo-trans, capta un protón y pasa a la
forma protonada 13-cis.

El funcionamiento del sistema crea, pues, un gradiente de protones, cuya


disipación a favor de ATP-asas de membrana es convertido a ATP. Obsérvese que
funciona como una bomba de protones, que saca H+ al exterior.

5 EL OXÍGENO Y EL METABOLISMO
PROCARIÓTICO
5.1 REACCIONES MEDIADAS POR
FLAVOPROTEÍNAS
Aparte de las bacterias que usan O2 como aceptor terminal de electrones de sus
c.t.e. respiratorias, todos los procariotas presentan algunos enzimas que pueden
reaccionar directamente con este oxígeno. De estos enzimas, los más típicos son las
flavoproteínas, que se pueden autooxidar en presencia de O2, dando inevitablemente
peróxido de hidrógeno (H2O2), que es un compuesto muy tóxico; también se pueden
generar pequeñas cantidades de otro producto tóxico, el radical superóxido (O2 -). Por lo
tanto, no es de extrañar que en bacterias haya evolucionado un arsenal de enzimas para
detoxificar estas sustancias:

Protección respecto de los peróxidos: En muchas bacterias aerobias existe el


enzima catalasa:

catalasa

H2O2 ----------------------------------------------------> H2O + ½ O2


Algunos anaerobios aerotolerantes producen peroxidasa, capaz de eliminar
cualquier peróxido, incluyendo el de hidrógeno. Las peroxidasas catalizan la oxigenación
de compuestos orgánicos por el peróxido de hidrógeno, que pasa a agua:

peroxidasa

H2O2 + NADH + H+ ---------------------------> 2 H2O + NAD+

Protección respecto del superóxido: El radical superóxido se produce por:

acción de oxidasas;
autooxidación de quinonas, ferredoxinas y flavoproteínas.

Este radical es muy tóxico, de modo que todas las bacterias aerobias y anaerobias
aerotolerantes presentan el enzima superóxido dismutasa (SOD), que cataliza la
conversión del superóxido en oxígeno molecular y agua oxigenada, que a su vez se
destruye por los mecanismos que acabamos de ver:

SOD

2 O2· - + 2 H+ --------------------> O2 + H2O2

En algunos anaerobios estrictos (como ciertas arqueas) se ha descubierto hace


poco un nuevo mecanismo de protección frente al superóxido, dependiente de una
superóxido-reductasa (SOR), que cataliza la reducción del superóxido con protones y
citocromo reducido.

5.2 RELACIONES DE LOS PROCARIOTAS CON


EL OXÍGENO
Dependen en buena medida de la disponibilidad de las enzimas eliminadoras de
peróxidos y superóxidos, que acabamos de estudiar. Veamos los tipos de procariotas
según sus relaciones con el oxígeno:

Aerobios: Necesitan O2 para crecer, ya que lo usan (al menos en algunas ocasiones)
como aceptor final de electrones para la captación de energía química. Como el oxígeno
tiene poca solubilidad en el agua, cuando queremos cultivar un aerobio en medios
líquidos, hay que forzar la aireación, bien sea por agitación de los matraces o tubos de
ensayo, o insuflando aire u oxígeno estériles.

Algunos aerobios requieren para crecer tensiones de oxígeno inferiores a la


atmosférica (del 2 al 10% de O2, en lugar del 20%). A estas bacterias se las califica como
microaerófilas.

Algunos microaerófilos lo son permanentemente (microaerófilos estrictos).


Otros se comportan como microaerófilos sólo cuando crecen usando determinadas
fuentes de energía química o de nitrógeno (microaerófilos condicionales).

Anaerobios: Son aquellos que pueden crecer en ausencia de oxígeno, debido a que
pueden usar aceptores finales distintos del oxígeno, o porque poseen metabolismo
estrictamente fermentativo.

Anaerobios estrictos: El oxígeno les resulta tóxico ya que carecen de catalasa,


peroxidasa y SOD, y por lo tanto, no pueden eliminar los productos nocivos resultantes
del oxígeno. (Por ejemplo, las especies de Clostridium, y las arqueas metanogénicas).
Anaerobios aerotolerantes (= aerodúricos): Al igual que los anteriores, presentan un
metabolismo energético anaerobio, pero soportan el oxígeno debido a que poseen
enzimas detoxificadores. Ejemplos típicos son las bacterias del ácido láctico, como
Streptococcus, Leuconostoc, Lactobacillus). También se les llama anaerobios
indiferentes.
Anaerobios facultativos: Pueden realizar metabolismo energético aerobio o anaerobio,
dependiendo del ambiente y la disponibilidad de aceptores finales de electrones.
Ejemplos son las enterobacterias como E. coli.

Para cultivar los anaerobios hay que evitar el oxígeno. Los anaerobios que no sean
demasiado sensibles al oxígeno se pueden cultivar fácilmente llenando los tubos con el
medio hasta arriba y cerrándolos con tapón hermético. También se puede añadir al medio
un agente reductor (como el tioglicolato) que reaccione con el oxígeno, reduciéndolo a
agua. Los anaerobios más estrictos se suelen cultivar en las llamadas “jarras de
anaerobios”, unos contenedores con cierre hermético, en cuyo interior se colocan las
placas de Petri o tubos inoculados, junto con un reactivo y catalizadores químicos, que
reemplazan el aire por una mezcla de H2 y CO2 u otros gases inertes.

Capítulo 5 Nutrición

5.4-5.13
5.14 – no fue discutida pero resume el material discutido
Figura 5.24

Capítulo 17 Diversidad Metabólica

17.1-17.11
17.12 hasta la pagina 574 (Anamox NO)

17.13-17.14 Use el material discutido en clase como guía al leer esta sección.
17.19

Capítulo 12 Diversidad de procariotes

Sección 12.19 Figura 12.53 y Texto asociado


Sección 12.20 Figura 12.58 y Texto asociado

NOTA
Este enlace es un resumen de la mayoria del material discutido en español. La
seccion 5 no corresponde.

ÍNDICE:

1 CONCEPTOS BASICOS

2 CLASES DE NUTRIENTES

2.1 NUTRIENTES UNIVERSALES

2.1.1 EL AGUA

2.1.2 EL CO2
2.1.3 FÓSFORO

2.1.4 SALES MINERALES

2.2 NUTRIENTES PARTICULARES

2.3 NITRÓGENO Y AZUFRE

2.3.1 FIJACIÓN DE NITRÓGENO

2.4 FACTORES DE CRECIMIENTO

3 MEDIOS DE CULTIVO

1 CONCEPTOS BASICOS
La nutrición es el proceso por el que los seres vivos toman del medio donde
habitan las sustancias químicas que necesitan para crecer. Dichas sustancias se
denominan nutrientes, y se requieren para dos objetivos:

fines energéticos (reacciones de mantenimiento);


fines biosintéticos (reacciones plásticas o anabolismo).

Las biosíntesis de nuevos componentes celulares son procesos que requieren


energía procedente del medio ambiente. En el capítulo anterior vimos los principales
modos de captación y obtención de energía existentes en las bacterias.

Es importante tener claro desde el principio una serie de conceptos y


nomenclaturas relacionados con los principales tipos de nutrición bacteriana. Puesto que,
como acabamos de ver, la nutrición presenta un aspecto de aprovisionamiento de energía
y otro de suministro de materiales para la síntesis celular, podemos hablar de dos
“clasificaciones” de tipos de nutrición:

1) Desde el punto de vista de los fines de aprovisionamiento de energía, las bacterias


se pueden dividir en:

a) litotrofas: son aquellas que sólo requieren sustancias inorgánicas sencillas (SH2
S0, NH3, NO2-, Fe, etc.).

b) organotrofas: requieren compuestos orgánicos (hidratos de carbono,


hidrocarburos, lípidos, proteínas, alcoholes...).

2) Desde el punto de vista biosintético (o sea, para sus necesidades plásticas o de


crecimiento), las bacterias se pueden dividir en:
a) autotrofas: crecen sintetizando sus materiales a partir de sustancias inorgánicas
sencillas. Ahora bien, habitualmente el concepto de autotrofía se limita a la
capacidad de utilizar una fuente inorgánica de carbono, a saber, el CO2.

b) heterotrofas: su fuente de carbono es orgánica (si bien otros elementos distintos


del C pueden ser captados en forma inorgánica).

Otros conceptos:

autotrofas estrictas son aquellas bacterias incapaces de crecer usando materia


orgánica como fuente de carbono.
Mixotrofas son aquellas bacterias con metabolismo energético litotrofo (obtienen
energía de compuestos inorgánicos), pero requieren sustancias orgánicas como
nutrientes para su metabolismo biosintético.

Sean autotrofas o heterotrofas, todas las bacterias necesitan captar una serie de
elementos químicos, que se pueden clasificar (según las cantidades en que son
requeridos) como

macronutrientes (C, H, O, N, P, S, K, Mg), y


micronutrientes o elementos traza (Co, Cu, Zn, Mo...)(1[1])

En la naturaleza, estos elementos se encuentran combinados, formando parte de


sustancias orgánicas o inorgánicas. Algunos de los nutrientes serán incorporados para
construir macromoléculas y estructuras celulares; otros solo sirven para la producción de
energía, y no se incorporan directamente como material celular; finalmente, otros pueden
ejercer ambos papeles.

El mundo bacteriano, como conjunto, exhibe una gigantesca versatilidad


metabólica de uso de nutrientes: desde autotrofos que obtienen su carbono por reducción
del CO2 y los demás elementos a partir de fuentes igualmente inorgánicas, hasta
heterotrofos capaces de usar amplia gama de fuentes orgánicas de carbono.

A su vez, dentro de los heterotrofos, podemos encontrar muchos y variados tipos


de nutrición, desde bacterias metilotrofas que sólo usan metano o metanol como fuente de
carbono y energía, hasta los muy versátiles Pseudomonas, que pueden recurrir a degradar
más de 100 tipos de fuentes de C (incluyendo entre ellas sustancias tan “exóticas” como
hidrocarburos alifáticos y cíclicos). De cualquier modo, entre los heterotrofos, una de las
fuentes más típicas de carbono consiste en glucosa.

En los heterotrofos-organotrofos, los sustratos carbonados (con un nivel de


oxidación no muy distinto del material celular -CH2O-) entran simultáneamente a:

1 [1] .- Quizá llame la atención del lector no ver citado aquí el Na. De hecho, el Na no es
un requerimiento universal en las bacterias; sólo lo necesitan ciertos procariotas marinos,
de lagunas saladas, cianobacterias y anoxifotobacterias.
metabolismo energético (donde la fuente de C se transforma en CO2, o en CO2 junto
con otras sustancias no totalmente oxidadas);
metabolismo plástico (anabolismo = biosíntesis de nuevo material celular).

Aunque dentro del mundo de los procariotas se encuentre tanta variedad de


nutriciones, las bacterias que pueden nutrirse solamente de sustancias inorgánicas
sencillas (H2O, CO2, N2, NO3--, NH3, SO4=, fosfatos, etc.) son minoría, pero sus procesos
metabólicos son muy interesantes. De hecho, existen tipos metabólicos que sólo han
evolucionado en procariotas. Como paradigma de esto citaremos los microorganismos
quimioautotrofos (o quimiolitoautotrofos): obtienen su energía de la oxidación de
sustancias inorgánicas sencillas, el carbono procede del CO2, y el resto de elementos a
partir de sales inorgánicas, por lo que pueden vivir en soluciones de sales minerales en
ausencia de luz.

Lo habitual, sin embargo, es que muchas bacterias recurran, siempre que puedan,
a tomar del medio ciertos compuestos más complejos, ya que carecen de ciertas rutas
biosintéticas.

2 CLASES DE NUTRIENTES
Podemos clasificar los nutrientes en las siguientes categorías:

Universales (es decir, aquellos que son requeridos por todos los procariotas): agua,
CO2, fosfatos y sales minerales;
Particulares;
Factores de crecimiento.

2.1 NUTRIENTES UNIVERSALES


2.1.1 EL AGUA

Las bacterias necesitan grandes cantidades de agua. De hecho, salvo excepciones,


se pueden considerar como organismos acuáticos. Requieren cierto grado de humedad
para crecer. Desde el punto de vista de sus posibles papeles, el agua es:

el principal constituyente del protoplasto bacteriano;


el medio universal donde ocurren las reacciones biológicas;
un reactante en exceso (es decir, un producto resultante de algunas reacciones
bioquímicas).

Las fuentes de agua pueden ser:

endógena: procedente de procesos de oxido-reducción;


exógena (la más importante): procedente del medio, y que difunde a través de las
membranas.
Ahora bien, no toda el agua de un ambiente está disponible para la bacteria:

Existen determinadas sustancias que absorben y superficies que adsorben de modo más
o menos intenso moléculas de agua, dejándolas inasequibles para la bacteria.
Los solutos disueltos en agua (p. ej., sales, azúcares) tienen afinidad por las moléculas
de H2O que los rodean, por lo que éstas tampoco estarán a disposición del
microorganismo.

La disponibilidad de agua se mide por un parámetro llamado actividad de agua o


potencial de agua, indicativo del agua libre, y que se expresa como

aW= PS/PW

donde PS es la presión parcial de vapor de agua en la solución problema y PW es la


presión parcial de vapor del agua destilada.

¿Cómo medir el potencial de agua de un medio líquido determinado? Se mide la


humedad relativa del aire que hay encima del medio (en frascos), y este valor se
refiere al valor de 100, que es la humedad del aire encima del agua destilada. O
sea, la aW = humedad relativa/100).

Las bacterias tienen valores de aW normalmente entre 0.90 y 0.99.

Bacterias de hábitats oligotróficos (como Caulobacter, Spirillum) tienen aW cercanos a


1.
Bacterias como Escherichia y Streptococcus, que viven en sangre y fluidos corporales,
tienen aW de alrededor de 0.995.
Bacterias marinas como ciertos Vibrio y Pseudomonas encuentran valores de 0.980.
Ciertos bacilos Gram-positivos que resisten mejor la sequedad poseen valores de
0.950.
En el extremo de resistencia encontramos ciertas bacterias xerófilas, capaces de vivir a
aW muy bajos (en torno a 0.75). Muchas de estas bacterias viven de hecho en medios
acuosos, pero donde gran parte del agua no está disponible por las razones arriba
citadas:

procariotas halófilos extremos, como la arquea Halobacterium, que habita en lagunas


hipersalinas;
bacterias (y sobre todo, ciertos microrganismos eucarióticos como levaduras)
sacarófilos, que viven en jugos y zumos con altas concentraciones de azúcares.

2.1.2 EL CO2

El anhidrido carbónico es requerido por todo tipo de bacterias:

Las autotrofas lo requieren como fuente de carbono, y lo reducen usando como fuente
de energía la luz (en el caso de las fotoautotrofas) u oxidaciones de determinadas
sustancias inorgánicas (los quimioautolitotrofos).
Las arqueas metanogénicas pueden usar el CO2 como aceptor de los electrones
procedentes de la oxidación del H2, proceso por el que obtienen su energía de modo
litotrofo:

CO2 + 4H2 --> CH4 + 2H2O (∆G'0<0)

Además, algunas arqueas no sólo usan CO2 como aceptor de electrones para obtener
energía, sino que, además lo usan como fuente de carbono celular (arqueas
metanogénicas autotrofas).

Los heterotrofos, aunque no usan el CO2 como fuente de C ni como aceptor de


electrones, necesitan pequeñas cantidades para las carboxilaciones en determinadas
rutas anabólicas y catabólicas.

El origen del CO2 puede ser:

endógeno: procedente de descarboxilaciones que ocurren al degradar la fuente orgánica


de carbono;
exógeno: el CO2 de la atmósfera o disuelto en las soluciones acuosas.

Normalmente, las bacterias crecen a la concentración de CO2 atmosférico (0.03%), pero


algunas bacterias (Neisseria, Brucella), cuando se aislan por primera vez, requieren
atmósferas enriquecidas, con 5-10% de CO2. Ello parece deberse a que poseen alguna
enzima con baja afinidad hacia el carbónico; sin embargo, tras varios subcultivos, suelen
adaptarse a crecer a tensiones normales.

2.1.3 FÓSFORO

Suele requerirse en forma de fosfatos, sea orgánicos o inorgánicos. Las bacterias


que pueden usar los fosfatos orgánicos (merced a la posesión de fosfatasas) no dependen
absolutamente de ellos, ya que pueden recurrir igualmente a los fosfatos inorgánicos. Los
fosfatos orgánicos son hidrolizados por fosfatasas extracelulares o (en las Gram-
negativas) periplásmicas (p.ej., la fosfatasa alcalina).

El fósforo se usa principalmente para la síntesis de los ácidos nucleicos y los


fosfolípidos, pero aparece también en coenzimas y en proteínas.

2.1.4 SALES MINERALES

Las sales minerales son la fuente de aniones (p. ej. el Cl-) y de cationes para la célula. Los
siguientes cationes, concretamente, se necesitan en cantidades relativamente grandes: K+,
Mg++, Ca++, Fe++.

El ión potasio (K+):


interviene en la activación de una variedad de enzimas, incluyendo las que participan
en la síntesis de proteínas.
En Gram-positivas está asociado con los ácidos teicoicos de la pared.
El ión magnesio (Mg++):

estabiliza ribosomas, membranas y ácidos nucleicos;


como cofactor en muchas reacciones, especialmente las que implican transferencia de
grupos fosfato. Por ejemplo, en las reacciones que requieren ATP, el Mg++ puede unir
la enzima al sustrato durante el mecanismo de acción de la primera.
Participa de las clorofilas y bacterioclorofilas de bacterias fotosintéticas.
El ión calcio (Ca++):

es un cofactor de ciertas enzimas, como proteinasas.


El hierro (principalmente como ión ferroso, Fe++) suele estar acomplejado en la
naturaleza, formando sales insolubles. Las bacterias disponen de una serie de
moléculas, denominadas sideróforos, capaces de captar ese hierro (p.ej., hidroxamatos
y enterobactina). El hierro

participa en muchas moléculas implicadas en procesos de respiración, como


citocromos y ferroproteínas no hémicas (proteínas con Fe-S);
interviene como cofactor en ciertas enzimas.

Aparte de estos iones que se requieren en cantidades relativamente grandes, las bacterias
necesitan minúsculas cantidades de otros elementos (oligoelementos), a los que también
se denomina como micronutrientes o elementos traza:

El manganeso (Mn++) es un cofactor de ciertas enzimas, y a veces puede sustituir al


Mg++.
El cobalto (Co++) se requiere casi exclusivamente para la vitamina B12 (de hecho, si
suministramos esta vitamina al medio, la bacteria se vuelve independiente del Co++
libre).
El zinc interviene en la estabilización de complejos enzimáticos como las ADN- y
ARN-polimerasas.
El molibdeno participa en las llamadas molibdoflavoproteínas, implicadas en la
asimilación de nitratos. Por otro lado, participa como cofactor, junto con el Fe, en el
complejo nitrogenasa de las bacterias fijadoras de N2 atmosférico.
El níquel participa en hidrogenasas, enzimas que captan o liberan H2.

2.2 NUTRIENTES PARTICULARES


2.3.1 NITRÓGENO Y AZUFRE
Se trata de elementos que pueden ser cubiertos de modo muy distinto,
dependiendo del tipo de bacteria que consideremos. Concretamente, los elementos N y S
(que requieren todos los seres vivos) pueden ser captados por las bacterias de modos muy
distintos, dependiendo de sus capacidades biosintéticas.

Tanto el N como el S se encuentran en la célula en estado reducido:

el radical -NH2 forma parte de los aminoácidos (que a su vez son los sillares de las
proteínas) y de las bases nitrogenadas (que participan en los ácidos nucleicos y en
algunas coenzimas);
el radical -SH interviene en determinados aminoácidos y en coenzimas como la CoA.

¿En qué formas químicas entran N y S a las bacterias?

La mayoría de bacterias fotosintéticas y muchas heterotrofas asimilan estos elementos


en forma combinada inorgánica oxidada:

como NO3--, merced a la actuación secuencial de nitrato-reductasas y nitrito-


reductasas asimilatorias.
como SO42-. Este sulfato se activa con ATP, y luego se reduce hasta sulfito y
finalmente sulfhídrico, que ya tiene el estado de reducción adecuado para la
incorporación del S.
Muchas bacterias heterotrofas pueden usar alguna forma reducida

de N inorgánico: amonio (NH4+)


de S inorgánico: sulfuros (S2-, SH-)
de N orgánico: aminoácidos, péptidos
de S orgánico:cisteína.

Muchas de las bacterias que pueden usar amonio como única fuente de nitrógeno también
pueden usar nitratos.

2.3.2 FIJACIÓN DE NITRÓGENO

La atmósfera contiene enormes cantidades de nitrógeno no combinado (libre) en


estado gaseoso: el nitrógeno molecular o dinitrógeno (N2), que procede de
microorganismos desnitrificantes (véase el capítulo 10). Sin embargo, esta gran reserva
sólo puede servir de fuente de nitrógeno a ciertos procariotas, las llamadas bacterias
fijadoras de nitrógeno o diazotrofos. Esta notable capacidad bioquímica no ha
evolucionado en eucariotas. (Lo más a que ha llegado la evolución es a seleccionar
ciertos tipos de asociaciones simbióticas entre procariotas diazotrofos y ciertos
eucariotas, como p. ej., la simbiosis entre raíces de leguminosas y bacterias del grupo de
Rhizobium).

La fijación del N2 es un proceso de reducción que convierte el nitrógeno


molecular en amoniaco, según la siguiente ecuación:

N2 + 8H+ + 8e + 18 ATP ---------> 2NH3 + H2 + 18 (ADP + Pi)


Esta reacción está catalizada por un complejo enzimático denominado nitrogenasa o
dinitrogenasa, que consta de dos componentes:

Componente I o nitrogenasa propiamente dicha; posee un cofactor de hierro y


molibdeno (FeMoCo) que forma parte del centro activo. Por ello, a este componente
también se le conoce como molibdoferroproteína. (En realidad existen dos copias del
cofactor, cuya estequiometría es MoFe7S8-homocitrato)2[2]
Componente II o nitrogenasa-reductasa, que posee átomos de Fe acomplejados con
S de determinadas cisteínas (por lo que este componente se denomina a veces
ferroproteína).

Mecanismo del complejo dinitrogenasa:

Los electrones para la reducción llegan al complejo por medio de una ferredoxina o una
flavodixina (FeS proteínas no hémicas), que los transfiere al componente II, que queda
reducido. El componente II reducido se une a dos moléculas de ATP, y cambia su
conformación, lo que le permite unirse al componente I. Entonces se produce la
transferencia de electrones desde el componente II al componente I, con hidrólisis de
ATP, lo que a su vez provoca la separación del componente II respecto del I. Una vez
reducido el componente I (la molibdoferroproteína), éste transfiere los electrones (y los
protones) al N2, hasta convertirlo en dos moléculas de amoniaco. (El centro activo es
FeMoCo). El amoniaco entra entonces en las rutas biosintéticas para convertirlo en N
orgánico, incorporable a las macromoléculas.

2[2] Existen ejemplos de nitrogenasas “alternativas” en las que no existe FeMo-


co, sino cofactores de hierro y vanadio (FeVa-co) o cofactores con solo sulfuro
de hierro. Se supone que estas nitrogenasa funcionan solo mecanismos de
apoyo cuando en el medio no hay suficiente molibdeno.
Mecanismo
de la
nitrogenasa

Dos cosas llaman la atención de la reacción de la nitrogenasa:

Obsérvese que la reacción requiere un gran aporte de energía en forma de al menos


18 ATP (en ocasiones puede llegar a 24 ATP). Ello se debe a que el dinitrógeno (N≡N)
es una molécula extremadamente inerte (su energía de disociación es de 940 kJ), y su
reducción precisa una gran energía de activación para transferirle 6 electrones.
Parte de la actividad nitrogenasa (así como ATP y electrones) “se pierden” en reducir
dos iones H+ hasta H2. Se desconoce la razón de este “despilfarro”, pero se sabe que es
un efecto intrínseco de este complejo enzimático.

Un aspecto muy importante del complejo nitrogenasa es su extrema sensibilidad


al oxígeno, de modo que queda rápida e irreversiblemente inactivado por este gas. Ahora
bien, esto no significa que la capacidad de diazotrofía esté relegada a bacterias
anaerobias, ya que, como veremos en la sección de taxonomía, la evolución ha
“inventado” distintas estrategias para proteger a la nitrogenasa en fijadores aerobios:
Eliminando rápidamente el O2 por una intensa respiración (ej: Azotobacter)
Produciendo capas mucosas que retardan la entrada del oxígeno a la célula (en
Azotobacter, Beijerinkia)
En células especiales dotadas de mecanismos protectores, como el heteroquiste de las
cianobacterias o los bacteroides de Rhizobium dentro de los nódulos radicales de las
leguminosas
Protección conformacional: en Azotobacter: la nitrogenasa se une con proteínas
protectoras

Debido a lo “caro” que resulta fijar nitrógeno, no es extraño comprobar que este
proceso esté regulado de forma muy estricta ante la presencia en el medio de fuentes
combinadas de nitrógeno (nitratos, amonio, aminoácidos):

la actividad nitrogenasa se ve inhibida ante la presencia de N combinado (nitratos,


amonio, aminoácidos);
ante N combinado, se reprime la transcripción de los genes codificadores de la
nitrogenasa y demás funciones relacionadas (genes nif).

La nitrogenasa es una enzima relativamente “inespecífica”, ya que puede reducir otras


pequeñas moléculas provistas de triples enlaces, como cianuros (N≡C-) y acetileno
(HC≡CH). La reducción de acetileno a etileno sirve de base al método más usual de
medir la actividad nitrogenasa, el llamado ensayo de reducción del acetileno, que se
registra mediante aparatos de cromatografía gaseosa.

2.4 FACTORES DE CRECIMIENTO


Los factores de crecimiento son moléculas orgánicas específicas que, en muy
pequeña cantidad, algunas bacterias necesitan para crecer. Salvo excepciones no tienen
función plástica (no son sillares de macromoléculas) ni sirven como fuente de energía.
Suelen ser coenzimas o sus precursores, vitaminas, que determinadas bacterias no pueden
fabricar por sí mismas, al carecer de parte o toda una ruta biosintética.

Ejemplos: las bacterias del género Brucella requieren como factores de


crecimiento en sus medios de cultivo la biotina, niacina, tiamina y ácido pantoténico.
Haemophilus necesita suplementos de grupos hemo y piridín-nucleótidos.

En la siguiente tabla se muestran algunas de las vitaminas y cofactores requeridos


por algunas bacterias:

Factor o vitamina funciones principales


p-aminobenzoico (PABA) precursor del ácido fólico
Acido fólico metabolismo de compuestos C1, transferencia de grupos
metilo
Biotina biosíntesis de ácidos grasos; fijación de CO2
Cobalamina (vitamina B12) reducción y transferencia de compuestos C1; síntesis de
desoxirribosa
Niacina (ácido nicotínico) precursor del NAD; transferencia de electrones en
reacciones redox
Riboflavina precursor de FAD y FMN
ácido pantoténico precursor de la CoA
Tiamina (vitamina B1) descarboxilaciones; transcetolasas.
Complejo B6 (piridoxal, piridoxamina) transformaciones de aminoácidos y cetoácidos
Grupo Vitamina K, quinonas transportadores de electrones (ubiquinonas,
menaquinonas, etc.)

3 MEDIOS DE CULTIVO
(NOTA: esta parte del tema es para que te sirva de cara a las prácticas de la asignatura,
que es el sitio ideal para aprender sobre los medios de cultivo, su fundamento y sus
variedades).

El conocimiento de la nutrición microbiana permite el cultivo de los


microorganismos en el laboratorio. Como acabamos de ver, en general, todos los
microorganismos tienen parecidos requerimientos de macro- y micronutrientes, aunque
ha quedado claro que la forma en que cada nutriente es captado puede variar mucho entre
unas bacterias y otras, así como la cantidad relativa de cada nutriente. Los microbiólogos,
en su trabajo cotidiano, están acostumbrados a manejar multitud de “recetas” o fórmulas
correspondientes a muchos tipos de medios de cultivo.

Un medio de cultivo es una solución acuosa (bien como tal, o bien incorporada a
un coloide en estado de gel) en la que están presentes todas las sustancias necesarias para
el crecimiento de un(os) determinado(s) microorganismo(s). Los medios de cultivo se
pueden clasificar, en primera instancia, en tres grandes tipos:

1) Medios complejos o indefinidos: su composición química exacta se desconoce, ya


que son el producto de realizar infusiones y extractos de materiales naturales complejos:

Ejemplos:

Digeridos crudos de extracto de carne


Digeridos de extracto de levadura
Digeridos de peptona de carne o de soja
Digeridos de caseína (de la leche).

Con ellos se logra un tipo de medio rico nutricionalmente, aunque indefinido


químicamente. Si lo que pretendemos simplemente es obtener un buen crecimiento
bacteriano, este tipo de medios es ideal, ya que su confección es fácil y rápida (basta
pesar una cierta cantidad del extracto desecado, suministrado por casas comerciales,
disolverlo en agua y esterilizar en autoclave, antes de inocular e incubar la bacteria con la
que queramos trabajar). Estos medios contienen fuentes variadas de C y N orgánicos,
sales minerales y micronutrientes. Sin embargo, con ellos no podemos tener un control
nutricional preciso, ya que desconocemos la composición química y proporción exacta de
los distintos nutrientes.

2) Medios sintéticos o definidos: se obtienen disolviendo en agua destilada cantidades


concretas de distintas sustancias químicas puras, orgánicas y/o inorgánicas. La
composición concreta de un medio sintético dependerá de la bacteria que queramos
cultivar: lógicamente, un medio definido para una bacteria con grandes capacidades
biosintéticas será más sencillo que el medio definido de otra bacteria con menores
posibilidades biosintéticas. En la tabla siguiente se dan las composiciones de sendos
medios sintéticos para dos bacterias diferentes.

_______________________________________________________________________
____

Medio sintético para Escherichia coli Medio sintético para Leuconostoc


mesenteroides

K2HPO4 7.0 g K2HPO4 0.6 g

KH2PO4 2.0 g KH2PO4 0.6 g

(NH4)2SO4 1.0 g NH4Cl 3.0 g

MgSO4 0.1 g MgSO4 0.1 g

CaCl2 0.02 g Glucosa 25 g

Glucosa 10 g acetato sódico 20 g

microelementos:

(Fe, Co, Mn, Zn, Cu, Ni, Mo) 2-10 µg cada uno

agua destilada 1000 ml aminoácidos (los 20) 100-200 µg cada


uno

purinas (adenina, guanina) 10 mg cada una

pirimidinas (uracilo, xantina), 10 mg cada una

vitaminas: biotina, fólico,


nicotínico, piridoxal, piridoxamina,

piridoxina, riboflavina, tiamina,


pantoténico, PABA)...... 0.01-1 mg cada una

elementos traza 2-10 µg cada uno

agua destilada 1000 ml


_______________________________________________________________________
____

Como se puede deducir de la tabla anterior, Escherichia coli posee muchísimas capacidades biosintéticas, ya que puede
crecer en un medio confeccionado exclusivamente a base de glucosa y sales minerales. (Aún más impresionantes son
las bacterias autotrofas, que ni siquiera requieren fuente orgánica de carbono, y se “apañan” con medios a base de sales
solamente).

En cambio, Leuconostoc, a más de fuente orgánica de C y sales similares a las necesitadas por E. coli, precisa una
enorme diversidad de sustancias adicionales, incluyendo todos los aminoácidos proteinogenéticos, las bases
nitrogenadas y un buen muestrario de vitaminas.

3) En tercer lugar, podemos fabricar un tipo de medio “mezcla” de los anteriores,


denominado medio semisintético: llevan algunas sustancias químicas cuya naturaleza y
cantidad conocemos, junto con sustancias de naturaleza y composición indefinidas.

Cualquiera que sea el tipo de medio, de los tres que acabamos de citar, podemos elaborar
dos tipos de “versiones”, según su estado aparente:

medios líquidos (por ejemplo, los dos de la tabla)


medios sólidos: derivan de los líquidos simplemente añadiendo a la solución nutritiva
un coloide en estado de gel, que solidifica (da consistencia) a esta solución.

En los primeros tiempos de la Bacteriología sólo se conocía como sustancia


gelificante incorporable a los medios la gelatina. Sin embargo, presenta muchos
inconvenientes, ya que funde a 25oC (por encima de esta temperatura el medio
se licúa), y además, muchas bacterias presentan gelatinasas que hidrolizan la
gelatina.

El gelificante más usado es el agar-agar, extraído de algas rojas (p. ej.


Gelidium), del cual existen versiones más o menos purificadas (las más puras
están más enriquecidas en el polisacárido agarosa; son las que se emplean para
los medios definidos, con objeto de evitar la introducción de sustancias
"contaminantes" inadvertidas que falseen las interpretaciones sobre el
comportamiento nutricional de la bacteria). El agar presenta la gran ventaja de
que una vez gelificado, no funde hasta cerca de los 100oC, lo que permite su uso
para la inmensa mayoría de bacterias, que son mesófilas. Un comportamiento
notable del agar es que una vez fundido (a 100ºC), no gelifica (solidifica) hasta
los 45ºC. En este margen de temperatura hasta el límite de solidificación de
45ºC se dice que el agar está en sobrefusión.

Para cultivar ciertas bacterias (sobre todo los quimioautotrofos) se suele recurrir
a un gelificante inorgánico, el silicagel o gel de sílice.

Finalmente, introduciremos otra serie de conceptos relativos a medios de cultivo, que al


igual que los anteriores, serán tratados con la suficiente amplitud en las sesiones de clases
prácticas:
Medios selectivos son aquellos que permiten seleccionar un tipo (o unos pocos tipos) de
microorganismos. En el laboratorio se emplean mucho medios selectivos sólidos que
incorporan ciertas sustancias que inhiben el crecimiento de ciertas bacterias, pero
permiten el crecimiento de otras. (P. ej. medios que llevan violeta cristal inhiben el
crecimiento de bacterias Gram-positivas.

Medios diferenciales son aquellos que permiten distinguir a simple vista dos o más tipos
de bacterias en función de su distinto comportamiento respecto de algún nutriente del
medio. Ese comportamiento diferencial se traduce normalmente en un viraje de color de
una sustancia indicadora presente en el medio.

Ejemplos:

en el medio EMB (eosina-azul de metileno) ciertos tipos metabólicos de bacterias


producen cambios de color y precipitación de sales cuando producen ácidos por
fermentación de ciertas fuentes de carbono.
El medio llamado agar-sangre lleva un 5% de sangre de caballo o carnero, lo cual
revela la capacidad (y el tipo) de hemolisis de ciertas bacterias.

Algunos medios son simultáneamente selectivos y diferenciales.

P. ej., el agar de MacConkey, que el alumno manejará en la segunda tanda de prácticas.


Se trata de un medio de color rosado y transparente, que posee, entre otras sustancias,
lactosa, peptonas, el colorante vital rojo neutro, sales biliares y violeta cristal.

Este medio es selectivo contra muchas bacterias Gram-positivas debido al violeta cristal,
y también contraselecciona muchas Gram-negativas debido a las sales biliares (que son
agentes tensioactivos que desorganizan muchas membranas externas). En cambio, las
Enterobacterias están evolutivamente adaptadas a soportar sales biliares en su hábitat
natural (el intestino de vertebrados superiores), y pueden crecer en este medio.

En su faceta de medio diferencial, el agar MacConkey permite visualizar dos tipos de


Enterobacterias según que puedan o no fermentar la lactosa, con producción de ácidos.
Las bacterias fermentadoras de lactosa (Lac+), excretan al medio gran cantidad de ácidos
orgánicos, lo que provoca que sus colonias, y sus alrededores aparezcan de color rojo
intenso, debido al viraje del rojo neutro; además, se forma un halo turbio a cierta
distancia de estas colonias, fenómeno ocasionado por la precipitación de las sales biliares
inducida por la acidez. En cambio, las bacterias Lac-, al no poder usar la lactosa, recurren
como fuente de C a las peptonas, a las que desaminan: incorporan el esqueleto carbonado,
excretando iones NH4+, que alcalinizan el medio de cultivo, lo cual se traduce en que el
indicador rojo neutro vira a amarillo.

NOTAS

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