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Quiero regresar a los versículos previos porque hacen resaltar un punto importante. El
deseo de escuchar la voz audible de Dios, o de un Angel es algo que mucha gente
busca y quiere. Y la verdad es que nosotros creemos que Dios puede hablarle a la
gente en voz audible. El lo hizo en las Sagradas Escrituras. El no cambia. Lo sigue
haciendo hoy en dia. Creemos también en el ministerio de los ángeles y me sorprende
que no oimos de esto más a menudo. Al leer el Nuevo Testamento, vemos a los
ángeles ministrando de forma continua. Pero tengo que decirle algo. Este libro que
tiene usted en la mano, es mucho más seguro que cualquier voz que pueda escuchar,
o visitación que pueda tener. Porque las “voces” puede engañar, y las apariciones
también, pero usted nunca se verá engañado si se aferra a este libro.
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Veamos los versículos 16-18 de 2 Pedro capítulo uno. Pedro está escribiendo y
haciendo referencia a la experiencia que tuvo en el monte de la transfiguración donde
la vestidura de Jesucristo se hizo blanco como la luz y fueron cubiertos por una nube y
Dios habló. Pedro lo describe así, “Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo,
cuando estábamos sobre el monte santo.” ¿Que impresionante sería eso? Fantástico,
sin duda. Pero ahora miremos el próximo versículo 19-20 “Pero tenemos la palabra
profética más segura....” en otra traducción usa la palabra “..confirmada”. Con eso
quiere decir que es segura, inmovible, y establecida. Pedro está diciendo, “¡Oye,
nosotros vimos esa nube! Nosotros escuchamos la voz de Dios. Pero tenemos algo
más seguro, y más estable.” Tenemos las Sagradas Escrituras. Son más seguras que
un ángel volando encima de tí o una voz audible. Le digo, cuando yo leo en la Biblia,
“mi Dios pues suplirá todas mis necesidades”, o “Por la llagas de Jesucristo he sido
curado” o “Dios me guirá por sendas de justicia”, veo que eso sí es algo puedo llevar al
banco. Son más seguras que si tuviese un sueño, o viese un angel. De hecho, no
necesito a un ángel. No necesito un sueño, aunque sería bonito. Pero no lo necesito
porque tengo esto, que es La Palabra de Dios. Esto es todo lo que necesito. Esto es
todo lo que usted necesita para su vida. No le hace falta una visitación, ni escuchar una
voz, ni ver una visión. Usted tiene la Palabra de Dios. Es más segura que cualquier
voz audible que pueda escuchar. Es algo más sólido que ver La Gloria de Dios con sus
propios ojos.
Necesitamos aprender como poner nuestra confianza en este libro. Ninguna profecia
de las Sagradas Escrituras fue inventada por el profeta que la escribió. Los hombres
escribieron y hablaron conforme fueron inspirados por el Espíritu Santo. Este libro fue
inspirado por Dios. El Rey David dijo, “ Todos tus preceptos los considero la verdad.”
Tenemos que llegar a ese punto de creencia. Este libro es nuestra autoridad más alta.
Le voy a decir algo: Lo que para usted es la autoridad final en cualquier area de su
vida, esa es su dios en esa area. Alguien puede decir, “ Bueno, yo se que la Biblia dice
eso, sin embargo yo pienso....”
Me acuerdo un día antes de casarme, vino el cartero a mi casa. Empecé a hablar con
él, y resulto que era un cristiano. El estaba testificándome y lo le estaba intentando
testificar a él, cuando nos dimos cuenta que los dos conocíamos a Cristo. Empezamos
pues, a hablar. El mencionó un tema de la Biblia y yo le cité una escritura al respecto.
El entonces dijo, “Pues el señor fulano dice,” y citó a un predicador reconocido que
tenía programas en la radio y que en verdad, yo respetaba mucho. Pero lo que el
cartero atribuyó al Predicador, y no estoy seguro que el predicador realmente lo dijo,
iba en contra de las Escrituras. Yo entonces respondí, “ Pero la Biblia dice...” y el
contestó, “ Sí, pero el Predicador fulano dice, y el ha estado en el ministerio por
cincuenta años.” Y yo le dije, “Sí, pero Dios ha estado en el ministerio aun más tiempo
que eso. “ Lo que quiero señalar aquí es la autoridad final del Cartero, era el
Predicador Fulano, y no las Sagradas Escrituras. Escuche bien, el Pastor Bayless,
jamás debería ser su autoridad final. Ese sitio le pertenece exclusivamente a la Biblia.
Este libro es nuestra guía y nuestra norma para esta vida. Es el manual del proprietario
sobre como vivir. Es la revelación de Dios al hombre. Es la voluntad de Dios revelada.
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Yo compré una barbacoa, y al montarlo pensé, “yo no necesito estas instrucciones.”
Pues al terminar de armarlo, me sobraron unas cinco tuercas y otras piezas. Pense,
“¿y estas a donde iban?”. Pues la barbacoa no funcionó y tuve que desmontralo y
empezar de nuevo usando las instrucciones. La Biblia es el manual del proprietario
para esta vida.
Abramos al libro de Isaias, capítulo 55:7. Aquí vamos a ver que existen algunas cosas
que pueden impedir que recibamos la misericordia de Dios. En este versículo Dios dice
que deberíamos de dejar dos cosas: El impío deje su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos., y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia; indicando que si
no estamos dispuestos a dejar nuestro camino equivocado, eso puede impedir que
recibamos la misericordia de Dios. Pero también vemos que si no estamos dispuestos
a dejar nuestros pensamientos, si son inicuos, eso puede mantenernos alejados de la
misericordia de Dios. A veces lo único que se interpone entre un derramiento de la
misericordia de Dios en tu vida, es un pensamiento. Porque el pensar
equivocadamente, nos lleva a acciones equivocadas. Y esas acciones equivocadas nos
traerán resultados negativos. Si vemos que nuestros caminos y nuestro pensar se
oponen a los caminos de Dios y a sus pensamientos, entonces tenemos que estar
dispuestos a dejarlos.
Ahora en Isaías 55: 8-11 nos dice que los caminos de Dios y su pensamientos son más
altos que los nuestros, tanto como los cielos están arriba de la tierra. Dios piensa
distinto a como pensamos nosotros. Pero quiero que tomen nota que El no dijo que no
podemos conocer sus caminos. De hecho, en el libro de los Salmos, encontrarás a
Dios lamentando , “¡Oh, si sólo Israel caminara en mis caminos!” Ellos pudieron
haberlos conocido. El dijo, “Demostré mis caminos a Moises, pero mis obras a los hijos
de Israel.” “Ellos sólo me conocieron por mis obras, las cosas externas, pero Moises
me conoció de otra forma.” No es que nos está diciendo que no podemos conocer sus
caminos, y que no podemos conocer sus pensamientos. De hecho, el sigue la
progresión y dice, “ Como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,
sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir.....así será mi palabra que sale de
mi boca..” Aquí vemos que la Palabra de Dios revela los pensamientos de Dios. Y su
Palabra desciende y hará que su vida sea fructífera.
La única forma que sabrán lo que pienso, es si me escuchan al hablar. Mis palabras
son una revelación de mis pensamientos. De otra forma, no sabrán lo que estoy
pensando. No existe forma que podamos conocer los pensamientos de Dios si no
estudiamos sus palabras. Este es un libro de los pensamientos de Dios. ¿Quiere saber
usted lo que piensa Dios sobre el matrimonio? ¿Desea saber lo que piensa Dios sobre
como criar a sus hijos? ¿Le interesa lo que piensa Dios sobre sobre el ser un empleado
con actitudes correctas? Pues el libro está lleno de sus pensamientos. ¿O que de ser
un patrón y el trato que tiene con sus empleados? ¿Y de su dinero? Dios tiene mucho
que decir al respecto. ¿Y de su cuerpo? Dios tiene mucho que decir. ¿Y que de sus
amistades? Este es un libro lleno de los pensamientos de Dios
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Yo me acuerdo de una pregunta que alguien le hizo al evangelista Billy Graham,
despues de llevar más de 25 años en el ministerio. Le preguntaron, “¿ Dr. Graham,
despues de 25 años de ministerio, si pudiese hacer algo diferente, que sería?” El
contesto, “La única cosa que haría, sería el pasar más tiempo leyendo las Sagradas
Escrituras, y menos tiempo leyendo libros sobre Las Sagradas Escrituras.”
La prueba de esta vida, es un examen a libro abierto. ¿Se acuerdan de esos exámenes
en el colegio? A mí me gustaban, ya que podías usar tu libro para buscar la respuesta
correcta. Y así es la vida. Sólo un necio no abre el libro cuando tiene el Libro. ¡Gracias
sean dadas a Dios por su Palabra!
Primeramente miremos el pasaje en Primera de Pedro, 2:2. Voy a compartir con usted
lo que la Palabra de Dios hace una vez que la recibe. Yo amo a las Sagradas
Escrituras. La Palabra le ayudará crecer espiritualmente como Cristiano.
Muchos de ustedes han visto esos programas de televisión donde recaudan fondos
para alimentar a los niños hambrientos del mundo. Quizà algunos de ustedes han
estado en areas del mundo donde existe el hambre y es cosa dolorosa enfrentarse con
personas que se están muriendo de hambre. Ves a los niños, sus brazos y piernas
como palitos, sus estómagos hinchados y sus ojos vacios. No tienen nada de comer.
Los senos de sus madres se han secado. ¡Realmente te quebranta el corazón!
No tienen nutrición, ni leche, ni comida. ¿Pero sabe usted qué? Yo creo que si Dios
retirara el telón de la carne, y pudiésemos mirar dentro del reino espiritual, habría
muchísimos Cristianos, que aunque están gordos y bien alimentados por fuera, su
estado interior, el del espíritu, es uno de malnutrición y hambre. Su espíritu está seco
porque no lo alimentan con el Pan de Vida. No se nutren de la leche sincera de la
palabra, y no han crecido. Son enanos espirituales.
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Si a un niño no le da una alimentación adecuada, su crecimiento quedará afectado. Lo
mismo es verdad con el espíritu. Tenemos que alimentarnos de la Palabra de Dios. El
gritar y clamar está bien, pero no te va a causar crecer espritiualmente. Y yo creo en la
libertad del Espíritu y en Adoración. Me gusta todo. Pero existe algo más importante
que la inspiración y la transpiración. Y eso es información. Necesitamos información
del Libro.
A mi me gusta gritar y pasarlo bien; y creo que hay momentos cuando el Espíritu de
Dios cae sobre alguien, que gritan. Pero otros, lloran. Si tienes un alambrado elèctrico,
y un hombre grande y fornido lo agarra, el va a reaccionar de forma diferente a la
ancianita que lo agarra. Y es igual cuando el Espiritu de Dios baja sobre la gente, y
reacciónan de diferentes formas. Aquí estamos abiertos a que Dios haga lo que quiera.
No queremos ser unos aguafiestas. Sin embargo, si sólo tenemos eso, y no
enseñamos, seremos unos enanos espirituales. No puedes crecer sin la Palabra de
Dios.
Vamos a San Juan 8:31-32. Les quiero demostrar algo que sucede cuando recibimos y
pasamos tiempo en la Palabra de Dios. Estas palabras las habló Jesucristo mismo.
“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.”
La palabra “permanecer” significa el continuar, o quedar. Si permaneces, si continuas
en mi palabra, entonces seréis mis discípulos. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres.” Entonces, para ser un discípulo verdadero de Jesucristo, necesitamos
permanecer y habitar en su palabra. No puedes descuidar la Palabra de Dios y ser
discípulo de Jesús. Luego el dijo que cuando permanecemos en la palabra, llegaremos
a conocer la verdad. Eso quiere decir que llegamos a conocer la verad de forma íntima,
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y esa verdad nos hará libres. Te librará espiritual, física, y económicamente. Es la llave
que abre la puerta a su libertad. Pero debemos mantenernos en su Palabra. Tenemos
que pasar tiempo en ella.
La verdad es que muchos descuidan este libro, pero no debería ser así. Tal como
leímos en Pedro, “..a la cual hacéis bien en estar atentos.”
Y la frase, “estar atentos”, significa que debería regresar vez, tras vez, tras vez “hasta
que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.”
En otra palabras, hasta que su corazón quede iluminado con su palabra. Entre más
tiempo pasa en este libro, más se le abrirán los ojos, más entendimiento tendrá y más
le hablará Dios a través de ella. Yo sé que nuestro deseo es el ser seguidores
disciplinados de Jesús, y ser libres. Hay personas que están batallando con cosas en
sus vidas. Permítame decirle que aquí tiene la llave a su liberación. Esta es la llave de
la libertad. Aquí está.
En Romanos 10:17 nos dice que la Fe viene por el oir. Por el oir y el oir la Palabra de
Dios. La fe crece cuando no oimos otras cosas, o ponemos a otras cosas en el lugar de
La Palabra de Dios. Se nos ha dado el medio por el cual desarrollar nuestra fe. “La fe
viene por el oir, y el oir por la Palabra de Dios.” Ve, nunca es un problema de la fe en la
vida de un creyente. Es un problema de la Palabra. Porque la fe viene
inconscientemente cuando la Palabra de Dios está en el corazón de uno. Igual que el
mojarse viene con el agua, la fe viene con el oir, y el oir con la palabra. Y nos llega
inconscientemente. Si siempre estás diciendo, “estoy creyendo, Ooooh estoy
intentando creer, estoy intentando creer,” usted realmente no está creyendo. La fe es
algo subconsciente. La fe es creada por la Palabra de Dios. Estas palabras están llenas
de fe. De hecho, el Apóstol Pablo lo llama La Palabra de la Fe. Esta palabra produce
fe. La fe viene pór el oir y oyendo la Palabra de Dios. La Biblia nos dice en Hebreos
11:6, que sin fe es imposible agradar a dios. Pues si la fe viene por el oir, y el oir por la
palabra, y sin fe es imposible agradar a Dios, entonces por consiguiente es imposible
agradar a Dios si no habitamos y continuamos en su Palabra. Porque así es como
viene la fe. Una traducción lo dice de esta manera. “Nuestra fe cobra vida cuando
escuchamos la palabra.” Dios envía su palabra, y ella produce fe en nuestro corazón
cuando la recibimos, y la fe entonces se adueña de las bendiciones prometidas o de la
victoria.