... No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: (Lucas 2:10)
Hoy encendemos la vela de la Esperanza, la vela del Amor y además
encendemos la tercera vela como símbolo de la Alegría. Tenía un amigo que siempre decía muy risueño “alegría, alegría, que son dos días, y la mitad son noches”. Eso revela el ritmo desenfrenado con el que los no cristianos se enfrentan ante la corta duración de la vida. Sin embargo, el sentir cristiano es totalmente diferente. Nosotros vivimos una vida gozosa porque el Señor ha venido a nuestras vidas y ahora disfrutamos de Su vida en nosotros. Por eso podemos estar gozosos en medio de las dificultades. Es más, es precisamente en medio de las pruebas donde se muestra la calidad de nuestro cristianismo porque nuestro gozo se completa por la presencia de Dios en nuestras vidas, especialmente en el momento del sufrimiento.
Adviento es un tiempo de reflexión y acción. Por eso mientras nos preparamos
para celebrar el nacimiento de Jesús, dedicamos nuestras vidas a Jesús rogándole al Padre que transforme nuestras quejas en alegría (Salmo 30:11) y nos dé el valor de vivir la vida cristiana con corazones sinceros y llenos de alegría.