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02134~::)()Aé,OO 1
COLECCION LETRAS DE VENEZUELA
103
SERIE POESJA
JOSE JESUS VILLA PELAYO
Nueva York
PQ8883
V615N8 Villa Pelayo, José Jesús.
Nueva York / José Jesús Villa
Pelayo.-- Caracas; Universidad Cen-
tral de Venezuela, Dirección de Cul-
tura, 1992.
86 p.; 28 cm. -- (Colección Letras
de Venezuela; 103. Serie Poesía).
ISBN: 980-00-0606-0
1. Título DIRECCION DE CULTURA
BC 6-07-92 UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
CARACAS / 1992
(
!
A Dios a quien amo; /
A muchos amigos,
A mis padres, abnegados y sinceros,
A torres de marfil junto a las aves.
PROLOGO
9
no porque el juicio que de eUa me hice en ese
tral lajo de licenciatura era, precisamente, un
momento hubiera estado condicionado por
pOI;mario, precedido de un ensayo sobre la
factores afectivos que me llevasen a sobreva-
om/lipresencía de la poesía en el mundo: «La
10rada, sino porque lo común es que la
poesía se halla plasmada en todo cuanto nos
poesía inicial -la obra primigenia, en gene-
rodea», comenzaba diciendo. «Es precisa-
ral, más allá de géneros, épocas y estilos-,
mente allí, en cada árbol, roca o edificio
inevitablemente obra de principiante, esté
donde la poesía deja escuchar sus ecos. La
signada por la inmadurez y el titubeo natu-
poesía tiene voces que claman, desde los
ral de quien se inicia en un menester, que se
objetos y el mundo, ser evocadas en el papel
disimulan, por no decir que se perdonan,
en blanco. La poesía nace en la profunda
sensibilidad del hombre. Donde cada ser precisamente por ser obra de iniciación. Pero
hoy, al releer este ensayo y estos versos de
crece, crea o muere, la poesía sintetiza for- hace más de cinco años, dejados todo ese
mas. y el mundo de las ideas reproduce la
seJ1Sibilidadde lo creado». tiempo -lo confieso- en el olvido, resalta en
ellos la misma espléndida madurez que en
Quise citar estas palabras iniciales del su momento nos Uamó la atención, no sólo a
ensayo introductorio de su libro, porque en mí, también a los restantes miembros del
ellas están los elementos que mejor definen Jurado, Ely Galíndez y Alejandro Oliveros,
la personalidad de José Jesús Villa Pela yo. si la memoria no me traiciona.
pocas veces, en mi largo y muchas veces «N ueva York» es el título del libro de José
íntimo trato con poetas y otros escritores de
Jesús. El ensayo introductorio, como ya dije,
diversos países, tendencias y estilos, he visto
es una reflexión, muy atildada y sagaz, sobre
como en su caso una tan grande consustan-
ciación de la vida de un ser humano con la la poesía, sobre su omnipresellcia en el mun-
do, y por esa vía, sobre su esencia panteísta.
poesía. José Jesús vive eIl poesía. Para él la
Villa Pela yo es hombre de profundas convic-
poesía es alimento diario, aliento vital, razón
ciones religiosas, y la presencia de Dios ensu
de ser. Todo lo demás, modus vivendi inclui-
pensamiento marca decisivamente una pau-
do,es subsidiario del hecho puro y simple, y
ta que se manifiesta primordialmente en lo
a lavez tan complejo, de ser poeta.
que escribe. Quizás haya sido Dámaso Alo-
De ese conocimiento inicial de José Jesús nso quien mejor se ha referido a esos espíri-
y desu poesía han pasado varios aiios. Y me tus en quienes lo religioso, más que un con-
sorprende hoy ver cómo sus versos de aq ue- junto de normas que determinan el compor-
lla vez conservan la misma frescura y el tamiento de la gente, es más bien una manera
mismo encanto de entonces. Sorpresa, digo, de ser, que cuando se es poéta, ineludible-
l.
<
11
mente se trasmuta en poesía: «Si la poesía no muchos elementos, que van desde rincones
es religiosa no es poesía», dijo una vez don materiales, calles, esquinas y vericuetos di-
Dámaso, en un trabajo sobre la obra de versos, hasta el paisaje general urbano de la
Leopoldo Panero. Y en otra ocasión, en el inmensa metrópolis, y aún más allá, al clima
prólogo a un libro de José María Valverde, moral, a la atmósfera espiritual que envuel-
fue mucho más explícito: «Toda poesía es ve aquellas· calles y aquellos edificios de
religiosa. Buscará unas veces a Dios en la peculiaridad única en el mundo.
Belleza. Llegará a lo mínimo, a las delicias
Yno obstante, el poeta nunca ha estado en
más sutiles, hasta el juego, acaso. Se volverá
otras veces, con íntimo desgarrón, hacia el Nueva York. Uno de los enigmas que más
centro humeante del misterio, llegará quizás me acuciaron cuando leí estos versos por
primera vez fue, precisamente, el de cómo
hasta la blasfemia. No importa. Si trata de
reflejar el mundo, imita la creadora activi- este muchacho había podido captar tan fiel y
dad. Cuando lo canta con humilde asombro, tan auténticamente el aire neoyorkino, si
bendice la mano del Padre. Si se revuelve, nunca ha estado allí. Porque no se trata de
una visión artificial, postiza, superficial, como
iracunda, reconoce la opresión de la podero-
sa presencia. Si se vierte hacia las grandes la del turista cotidiano que recorre boquia-
bierto la Quinta Avenida, o se detiene ante el
incógnitas que fustigan el corazón del hom;
bre, a la gran puerta llama. Así va la poesía Empire State, en la acera de enfrente, preten-
de todos los tiempos a la busca de Dios». diendo contar sus incontables pisos. Esto es
otra cosa. Ante versos como los de es te libro
No habrá que desmentir a don Dámaso, (<<JessieLincoln 18 / New Amsterdam se ha
sino más bien confirmar algo de lo que en ese. convertido / En la Nueva Babilonia. / Una llama- '
pasaje plantea, para decir que, además de da / Un taxi / Un aparador. / Washington Squa-
Dios, en los poetas y en la poesía suele re»), escritos por alguien de quien se sabe
también es tar presente algo de demoníaco. Y que nunca ha estado allí, no hay más reme-
este libro lo confirma, tanto en su ensayo dio que admitir la fuerza poderosa de la
introductorio, como en sus textos poéticos. poesía _¿deífica?; ¿demoníaca?; ¡mágica!--
El título de este libro puede inducir a un , que todo lo puede. Dicho sea esto sin ánimo
error. La presencia de Nueva York en sus de contradecir al poeta, sino más bien de
páginas por supuesto, es notoria. Quien al- ratificado, cuando afirma que su poemario
«Ha sido creado a través del único instru-
guna vez haya estado en esa ciudad, espe-
cialmente en su centro vital de Manhattan, mento capaz de forjar el alma del poeta: la
revelación» .
reconocerá en los versos de Villa Pelayo
12 13
Pero no se crea que es sólo Nueva York.
Por las páginas de este libro, en la mágica
intensidad de sus versos desfilan otros luga-
res: Praga, París, Cracovia, Lisboa, el Hima-
laya, Varsovia, Murcia, Samarkanda y mil
más. Igual se tropieza uno en estas páginas
con figuras como Eliot, Marguerite Yource-
nar, Romain Rolland, Horderlin, Hornero,
Saint-John Perse, Goethe, John Keats, Rim-
baud, Milton, Blake, Baudelaire, Artaud,
INTRODUCCION
Saint-Exupéry, Jarry, Rilke, Pound, Poe y
muchos, muchísimos más. Prácticamente
todos los que forman la familia espiritual de
un hombre extremadamente sensible del «The piers are pummelled by the waves»
Wystan Hugh Auden
mundo de hoy.
«Issues from the hand of God, the simple
soul»
Alexis Márquez Rodríguez
Thomas Stearns Eliot
14
1
]7
poema. El poema no es más queelproducto del primeros años del siglo- no resulta de hecho,
aliento del mundo. El poema surge de la más musical, lo musical, de forma genérica, conti-
extraordinaria melodía. núa signando el hecho y el oficio poético.
La naturaleza y sus representantes se hallan Recuerdo algunos versos de Worsdworth di-
inmersos en esta melodía, en una música pro- rigidos a la naturaleza. Ehtendía que su razón
pia, abrazan te y diáfana. En los más remotos principal era describir ciertos «actos» suscritos
parajes de las montañas nace la melodía de las en las melodías. Los salmos de David o Moi-
nieves o de las hadas, antes profundamente sés6; por ejemplo, retienen frutos musicales
escondida en la tierra. imperecederos y únicos. La música se halla
Cuando Hemigway recuerda el Kilimanja- allí: en las flores grises de campos sin color, en
ro, evoca también la música dé las nieves el ruiseñor chino de Jorge Luis Borges o en las
aves del Génesis.
perpeluas~ En sus poemas, Hesíodo, a través
de cítaras mágicas, señala el campo en algún En Tro ilo y Criseida Cha ucer canta una his to-
canto extraviado y sin embargo muy cercano riahendida en el amor y elsentimiento. Shakes-
a cada hombre. Las frases más hermosas en las peare hace igual en The tragedy 01 Romeo alZd
que Shakespeare o Chaucer describieran la Juliet (La tragedia de Romeo y Julieta);
naturaleza no han hecho más que organizar, «jAh! Juliet, if the measure of thy joy
en versos de profundo lirismo, las canciones Be heap' d like mine, and !hat thy skill be
del universo. La naturaleza canta.zy elhombre more
entona melodías que el poeta siembra y reco- To blazon it, then sweeten with thy breath
ge. Pero la tarea de la recolección no es sencilla. This neighbour air, and let rich music's
El poeta ha de tomar del ámbito circundante tongue
música que echar en graneros.3 Unfold the imagined happiness that both
En su poema a Vanini4, verbigracia, Hor- Receive in either by this dear encounter»7
derlin nos entrega un sublime trigo musical y No es tan sólo música, sin embargo, lo que
canta a un hombre extraviado en la leyenda. la poesía ha tomado de la naturaleza, de la
Cuando Milton describe los ángeles del cieloS sociedad o del hombre; ha tomado, además,
arpas y liras dejan vibrar sus cuerdas y llenan temas, contenidos particularmente determi-
el oído del lector. Incluso en la poesía que nados, escenas hiladas en finas hebras y ma ti-
podríamos llamar, con justicia, de vanguar- ces puros.
dia,sehalla esta música,I11lísica in abstraclull1 Horderlin, en el poema «Empedokles» re-
perteneciente a la poesía. Yaun cualldl) mucha cuerdala vida del filósofo griego. Enalguno de
de la más notable poesía de v(1I1gllardia me sus poemas Catulo remembra a Lesbia:81a
refiero a la vanguiH'dia I¡;¡cid,\ dllr,,"II' los hace surgir de la naturaleza y crea entonces
18 19
111
r
argumentos repletos de musicalidad. Ocurre II
otro tanto en «An Island in the moon»') «<Una
isla en la luna») de William B1ake. «¿Quién llama al individuo al rito universal,
En «B1oodand the Moon» «<Lasangre y la en donde pulsa espléndidos acordes? ¿Quién
luna») de William Butler Yeats hallamos la hace que el huracán de las pasiones se enfurez-
oración de MitcheI. Recuerdo ahora algunos ca? ¿Y que los rojos celajes vespertinos ardan
versos de Yeats: con un sentido grave? ¿Quién siembra esas
«JohnSynge, 1, and Augusta Gregory thought galanas flores primaverales sobre el sendero
All that we did,all tllat we said or sang ____
de la amada? ¿Quién entreteje las insignifican-
Must come from contact with the soil».lO
tes verdes hojas en corona de honor para
El mundo de la naturaleza está henchido de galardonar toda clasede méri tos? ¿Quiénafian-
contenidos e historias. La tradición, las leyen- za el Olimpo y congrega a los dioses? Pues la
das o las historias míticas no han hecho más fuerza del hombre, patente en el poeta»,11
que cargar de sentido la poesía. Hornero, enÚl En una carta a Schiller (9 de diciembre de
llíada, recoge en vasijas hermosas una historia 1797), Goethe afirma que el poeta sólo puede
antigua pero lIenade significado. EnÚl canción laborar en soledad Y y es allí, en la soledad,
de Rolando el poeta estimula la imaginación del pero muy junto a las estrellas y el firmamento,
lector a través de la gesta medioevaI. Creo que el poeta puede labrar y hacer surcos.
hallar en la poesía un mundo de leyendas. Las El poeta necesita la revelación. Y la revela-
leyendas son poesías que no mueren; nacen ción no viene tan sólo de Dios, proviene aun
cada día y juglares, llenos de entusiasmo, las del espíritu del poeta. Entonces nace la poesía.
J
transmiten, recordando, evocando formas, Cuando B1akeescribe Cantos de InocencÚ113 asu-
I
como diría Maurice B1anchot. La poesía se me el papel del escucha, de quien duerme en
carga de imágenes en la naturaleza; imágenes una habitación iluminada por la voz de Dios.
que viajan acompai'ladas por instrumentos La voz de Dios, como observa Hermano Hes-
musicales en el viento. En los ríos más hermo- se, no viene del Sinaí, viene de La BiblÚ1.
sos, en las más recónditas montai'las, las apa- El poeta es el gran escucha de las voces
riencias de las cosas, como diría Platón, viven inéditas y extraordinarias que circundan el
y se transforman. Cada objeto y sus circuns- universo.
tancias se hallan llenos de imágenes. Wilhelm Stekel en Los sue1ios de los poetas
Cuando Saint-John Perse describe «lo ne- afirma que el origen profundo de la poesía se
gro» de las zarzas, cuando nombra las zarzas halla en los sueños. Me pregunto ¿aquésueños
negras, inmediatamente, la apariencia de las se referiría Stekel?
hojas y un arbusto escondido en la imagina- Los sueños se encuentran latiendo profun-
ción o en el Sinaí llega hasta nosotros.
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damente en el espíritu humano. La fuente encarnada en cada símbolo. El poeta toma las
inagotable de la poesía yace ahí, en la revela- formas, imágenes e ideas del mundo exterior
ción. El Espíritu y la voz de Dios dictan sus y las de su propio mundo interno y las siembra
ecos, vibraciones que las brisas y las hojas en el papel. La cosecha es el poema.
hacen llegar al pensamiento. El espíritu del ¿Dónde se hallan las imágenes? En cada
hombre emite cantos que, percibidos por el ()vjeto, ser o circunstancia, en el poema de
poeta, celebran fiestas apolíneas, danzando Finnsburh o en el rostro de Macbeth.
alrededor de templos creados por Dios y soña- Según Goethe toda poesía es poesía de
dos por los hombres. En la revelación, pues, circunstancia.
encuentro la armonía de la palabra poética. En
la inspiración, la vía hacia el poema. ID
En Tlze Glzots of Abel (El alma de Abel) Blake
afirma la :revelación del poema en una frase El producto final de los cantos -recogidos o
inicial: • '111 regados por la revelación- ha de ser el
«A revelation in the vision of Jehovah».14 IH lema. Este es el fruto que ha de tomar el poeta
Toda poesía, de alguna manera, ha sido d.·spués de la siembra. y se celebra. Todo
revelada. Algunos de los versos de Eliot en .'¡¡lIloqueha nacido ha de producir una fiesta.
Four Quartets (Cuatro Cuartetos), según obser- l .••fiesta del poeta es apolínea. El poeta emite
vo, lo demuestra: t't lroS,voces que alegran los espacios en blan-
«Time present and time past t.I, Cuando culmina la celebración ya el fruto
Are both perhaps present in time future, 1 '" IJacido,
And time future contained in time past. . Recuerdo las celebraciones judías: la Fiesta
lf all time is eternally present, dI' las Semanas,16 precisamente, honraba el
AIl time is unredeemable».15 II.lcimientodelas primicias de la naturaleza. El
La poesía se nutre de imágenes; vive de 1'( II.'lI1a, primicia de la naturaleza, emana su
ellas, las encuentra en el universo, regadas, IImpía celebración, cuando culmina ha de
dispuestas a ser tomadas, a ser extraídas de su It ':>Icjarseenmuchoshogares, tierras y mentes.
contexto natural y a ser enfrentadas en la obra I,a poesía, como escribió John Keats, tiene
misma que es el poema. Wordsworth en «Mil- .,I.lsinvisibles. Alas capaces de llevamos hacia
ton, thou shouldst be living» toma imágenes ""sques iluminados y hallar en ellos todo el
que recorren la vida de Milton, la muestra, la ."¡lIll·lItOdel poema. El poema es el resultado
transcribe. La poesía, cargada de imágenes, de t 1.·1 •• mor puro y noble hacia la creación; como
formas exteriores e interiores, surca la natura- IloIflt' tifo; ella, he aprendido a viajar en las
leza y nace en ella. La poesía se encuentra ''''T,tlricas alas de la poesía,
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El poema, como el otoño de Keats, ha llega- me / alejaré / En medio de la naturaleza; /
do desde muy lejos; nace y más tarde se hace dichoso
vivo y eficaz; después quizás alcance a viajar como una mujer».J7
hacia las manos del lector de sueños.
Cada símbolo que tañe alguna campanada
He encontrado en el poema una obra, un
en la na turaleza ha tomado de Dios su signifi-
fruto que la naturaleza nos otorga, el melodio- cado. Cada hombre que escucha liras romper
so producto de la revelación. las brisas ha de entender quién hace sonar
aquellos ruidos.
IV Enla voz de Dios cada símbolo encuentra su
eco. El poeta, creador de símbolos y lugares, e
La poesía, según Saint-John Perse, es ante
todo un modo de vida y de vida integral. // ha
intérpre te de ellos,los aprisiona en el fru to que
cosechado.
El poeta adorna, en líneas sutiles, los símbo-
los del universo. En su mente ha de tomar el v
vino de Dios, la purpúrea esencia de Dios,
pues él es quien escribe figuras en los lagares. He intentado observar en Nueva York los
El hombre, enraizado en ellas, las toma, las
símbolos que circundan el universo y que se
plasma, las describe y las hace suyas. hallanenla mente de Dios. Todo cuanto hay en
Los símbolos que frecuentan el mundo han este poemario proviene del noble espíritu de la
de ser echados en fraguas. Ya dentro, el poeta revelación (los símbolos son ejes de cualquier
los alcanzará y hará de ellos instrumentos misterio).
útiles y aptos para la creación. Cuando un poema se encuentra nutrido de
Es muy cierto que en cada ser hay un símbolos, nace en un lagar de vid cristalina.
símbolo. Las aves a las que Keats o Blake Los símbolos han dadoa los poetas lavirtud de
cantaran, representan símbolos que el poeta soñarse así mismos a través de cris tales. Nueva
ha escogido, riendo muchas veces o enten- York es un gran cristal con un sinnúmero de
diendo el universo como el lugar más impor- imágenes: ciudades, fechas, nombres, hom-
tante donde nacer.
bres conocidos o no rebozan estas páginas. Los
El amor hacia los símbolos, como expresara símbolos lorecorren. Las expresiones sencillas
Saint-John Perse, y el poeta se han unido. hacen vivir un mundo con tonos irreales. Las
Rimbaud escribía:
imágenes, varias, surcan sus primicias en la
«Pero el amor infinito ascenderá entonces naturaleza.
por mi alma / Nueva York es el poemario de las expresio-
y lo mismo que un nómada me alejaré, nes, imágenes y símbolos. Ha sido creado a
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través del único instrumento capaz de forjar el
alma del poeta: la revelación. Hay voces, can-
tos, frases comunes, versolibrismo, tonos me-
lódicos y cadencias singulares.
Nueva York ha nacido de muchas lecturas,
que, comoes sabido, nutren la imaginación del
poeta. Me he servido de los poetas líricos
ingleses: Milton, Donne, Wordsworth, Keats,
Blake, Browning y de muchos otros; del sim-
bolismo francés en Rimbaud, Baudelaire y I
Schwob. He leído a Artaud y a Antoine de NUEVA YORK
Saint-Exupéry, a quien he amado. En Saint-
John Perse y Alfred Jarry he encontrado ami- I
gos. Herder, Horderlin, George, Hugo von
Hoffmanthal y RilkesehallanaquLEzra Pound,
TS. Elioty Poe sembraron sus semillas enestas
páginas. He omitido, sin embargo, a muchos
escritores; pero he amado y estudiado, con
singular detenimiento, a los escritores bíbli-
cos, a quienes debo giros poéticos, estilo, for-
mas y tonalidad.
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A Karel1 BlixeI1
NUEVA YORK
31
MEIN GOTI Borisoglebsk Anne Mnrie
Cracovia,1965
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33
Praga ... 1875
Lisboa 1935
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34
Wroc1aw una tarde Andhara Pradesh
Amal Parmi
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..
YON KIPPUR
(El velo se rasgaba)Era el mes del Yon Kippuf»
Marie terminó diciendo:
Marie me refirió esta historia: «Eljoven estuvo todo el día'
«Era el mes de Nisán, día 19. junLo al Arca de la Alianza.
El Cordero había muerto.
El Templo se abría.
(Uno de los pórticos le permitía la entrada) Yon Kippur nacía el 19 de Nisán.
El Calvario moría ese mismo día ...»
Era un joven judío.
¿Su edad? ¡Qué importa!
Se celebraba el Yon Kippur,
como los franceses celebran el 14 de julio
y la toma de la Bastilla...»
Marie se detuvo, respiró.
Luego prosiguió:
«Era el día del sacrificio,
la fiesta de la Pascua (Panes sin levadura)
Era el día de la libertad.
38
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Haley, Idaho ... 1900 Marie, Marie ... 1962
1966
40 41
CANTO V A long way
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43
A Gerard Mallley Hopkills
:Itll
BRISA
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AIREFRESCO
aun cuando el aire desapareciese,
la nieve siguiese cayendo
y los desiertos aumentando. Detrás de aquellas sombras
se esconde la mirada alegre de las palomas,
tan retraídas del llano
como de las virulentas aguas del río.
Detrás del horizonte oscuro
que las sombras cubren,
se encuentran tapizadas de brisas frescas
las calles iluminadas de Ariza,
como el lugar más distante
que los pensamientos hallen.
Así es el color de las casas de la ciudad,
más allá de las brisas,
más allá de las risas.
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48
EL FARO POLONIA
50 51
A Romain Rolland
Frágiles dedos
Marie, 1965
55
Noir A Marguerite Yourcenar Si mueres antes,
te avisaré la llegada del tren de Arlés.
No mientras jamás.
«Querida tía abuela,
Te recordaré cuando llueva»
los ojos negros de Marguerite siempre
fueron grises.
Te ama,
Estoy contenta.
Marie Bazin, 1963
Mi matrimonio con Hervé Bazin ha palidecido.
Sin embargo, hoy toco la puerta de Bazin
esperando haIlarte.
Perdona si río,
1111
I
y estoy segura que veré las alas muertas de
Roger Nimier
en el teatro de Madame Florence.
Estoy triste.
Si pensaras cómo he extraiiado tus manos,
hoy me amarías un poco más.
Si supieses.
André ya no está entre nosotros.
Viajó a Murcia
y dejÓ sus ojo? dentro del Augeau.
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KAREN
sentada en la baldosa roja de la granja,
junto al departamento de Madame Anouilh,
siguiendo aquella hacia los grillos».
«Presiento, querida Karen, esa extraña soledad
que vaga por el mundo. John,1965
Quisiera ver te y sentirte llorar junto a mí.
11I
:111
Querida Karen, las hojas del otoño están
cercanas
y las casas de las granjas negras se hallan
solitarias.
Sé que soñarías con observar aquel horizonte
que se oculta frente al mar y reír,
I
y si estuvieses en Madrid, con mirar el faro
y las estaciones.
j Sé que vivirás allí, en la granja de cercas
11 negras.
I~ y sé que tu bicicleta se extraviará
entre un sinnúmero de finas hebras de plata
II11
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NICOLE Kamal
«Extraña Nicole, llegué a Florencia Intento verte Kama!. Intento ir hasta ti.
y los Finzi Contini me parecieron graves Espero hallar aquellas puertas abiertas.
e inconsecuentes. Seré tu ama y tu segunda esposa.
Precisamente allí, Seré para ti como las auras.
junto a la estación de caracoles verdes, Llegarás a amarme
pensé huir hacia el norte, donde, Nicole, y brindar sobre mi tumba.
los hijos de las gracias italianas Nunca llegarás a conocer mi nombre.
ya no sienten miedo. Detendré las hojas del viento donde naces.
Tu retrato, que ayer ya no veía, Kabul no es mi tierra.
se enredaba entre finas hebras griegas. Nací cerca del Neguev, donde crecían
Porque 'en Turín ya no hay colinas, los pinos y las palmas del Líbano.
y las fogatas, que más adelante vi, Sin los arcos no habrá esfinges.
creía se habían apagado. Sin ti, Kamal, ya no habrá templos que
y las sombras del mar, Nicole, construir.
me enseñaron aquel rito Estaré allí, donde hay budas, donde crecen
que tus abuelos olvidaron. cedros,
En medio de zarzas, el orfebre encontró y vendrá la noche, ciega,
los rastros de tus huellas. y guiará duendes hacia tu casa.
No sé si te hallabas allí, Kamal no resistirá la mirada de las aves.
pero, Nicole, Llegarás hasta Kabul
sin aldeas y sin tierras y regresarás hacia los pinos.
tus labios azules se quebrarían Nunca te amaré.
gracias a la piedad y los días» y mi primera hija la ofreceré a la luna,
donde Kamal nació
y florecen hojas rojas y zarzas verdes.
André, 1965
Japura, 1965
60 61
PO
62
63
BAUM
El Duque de Adalein
decidió contraer nupcias
con la pequeña EIsa Baum.
El castillo se hallaba. en ruinas.
A Eisa Baum le agradab<)n los caracoles verdes
y aquel agrio sabor de un lago negro.
El Duque ya no vivía en Flainsbeld,
vivía en Samarkanda.
El castillo lloraba en el prado,
los caracoles negros en el Templo,
en el Atrio.
1966
65
Il!il
EDIMBURGO BAIN
como una paloma por un andamio danzando en las riberas del Zimizu.
11
I
I
como André-Martín lbet en un valle sin color. Eres como la huella en la vereda gris,
un canto dulce a Farrel
~I 1966
111
I/!III1
Kioto, 1965
I!!II
II!I
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¡'l¡¡
I
111
1111.1".
ti!
¡Ir
11ill
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111'
~'
I~II
66
____ 1__ --'--_ 67
A Rudyard KiplÍlzg
KITING
l'
ti
1,
·11
Habías nacido en Bombay
y pensabas en el Kilimanjaro.
Entretanto, lograrás llorar
entre ramas y pinos azules
en la casa del viejo Alí-lb-lbrahim.
Nunca olvides aquel verso:
«Las calles verdes son de oro /
El Templo de Riab yace muerto»
1966
71
MARFIL ARETE
1966
11
72 73
ZAHIR
l
Conozco aquellos ruidos en la habitación.
Crecían, por entonces, algas grises en las
montañas de Banff.
Nunca entendí quién reía en la habitación de
Calcuta.
Los jardines de Pakistán, Rudyard,
han creído amar las hojas del templo.
En el mar; según el cristal de Sikkim, A James Joyce
1966
74 75
-----------------_ ------------------_ .._~
II~n¡
Bath,1965
77
ESTRELLA BAHIA
78 79
ENERO DORADO
Chenonceaux, 1965
80 81
ESE GUISANTE BAYONETA
82 83
A Gilbert Keith Chestertoll
THOU GOD RUISEÑOR NEGRO
«Thou mastering me God! giver of breath Cuando entendí que John Milton reía,
and bread» tomé, entre loscaballos,
No recuerdo más. aquellas prendas de fiesta
Aquellos días tristes en la casa de Bath, que el poeta amaba.
según creo, llenaron el alma de las gaviotas No entendía la mirada del ave,
en la playa. repleta de ramas doradas.
Edén, donde nacía el ruiseí10r negro,
La muerte se acercaba. recordaba la voz de Milton.
Pocos, (l decir verdad, Procuré escuchar entonces
conocían la infatigable tarea del alcatraz. los gritos del pequeí10 pájaro.
Cuando las rocas observaban las olas, Subí hasta Manley
yo recordaba la nostálgica historia y los árboles, aquellos sauces negros,
de Arma de Noailles. lloraron.
Las vírgenes de los ríos Entendí la suerte del marino
deseaban hallar en el valle y su muerte.
a Wystan Hugh Auden. Crecían, por aquellos días, nueces verdes
El Rubaiyat, el templo y la lWla sobre el Monte Korzenowski.
se acercaron hasta Bath. Quise hallar a Mandela, un viejo amigo,
No entendía quién rezaba en Ib-razim. enterrado entre ruinas
Las aves de Dios amaban la dulce mirada de y frescos graciosos.
los cisnes.
Los cirios grises jamás te recordarán. Supe quién reía en la habitación
Thou mastering me God! lloraba Karshish. y dónde nacían las paredes rojas.
Thou msterind me God! lloraba Hugh Auden Emprendí tu búsqueda
en la playa. y recordé el adagio de Sir Thomas Browne:
«Ningún hombre nace sin tierra.
Muere en ella.
1111'
1965
86 87
Eden Bower André Lafón
no on
Annet, 1965
90 91
TICMOCTU
Sé quién eres
París, 1965
93
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AVE MOBILE
H. M. 1966
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94
Robert Wallace
escribió un episodio de tu vida
entre versos desatinados:
«La inmortalidad no es un don /
sino un triunfo que se gana»
El río Spoon dejó de llorar.
Marie Krossev huyó hacia la calle 15.
Jeremías Wellington no irá al Congreso.
96
CZEREMCHA
Varsovia ha muerto.
Las camisas,
Las banderas,
Duermen entre hebras de carmí y zanjas
doradas.
La pequeña Sassha ya no duerme en las losas.
Ha llorado en la plaza de Prusków.
Ha llorado junto al abrigo de Karl,
Ha rezado en el templo
Gritando a la muerte.
1963
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MUELLE NOTAS DE LA INTRODUCCION:
Savannah perdió sus olas 3. El poeta, bien podría decirse, es quien hace quieu traza el
surco en la tierra que es el papel en blanco --verso eu latín
James MacPherson significilsurco-;qiuensicmora,quicn labra la tierra. El poeta
Aquel viejo amigo es inc111so el crcador--cn griego I<pocta» significa «hacedor»,
«constructor)), ((creado[JI--; el forjador de un Inundo, tiC' un
Ha mirado el cisne de colores grises edificio. No es tan sólo quien siembra, quien labra y quien
I3aton ROllge ba muerto después recoge un fruto. Este fruto, sin duda, es el poema. Y
el poema ha nacido, precisamente, de este trabajo, de este
obrar, de este andar del poeta en el mundo, del eamiuo
Te observé desde las olas recorrido.
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("H6rderlin, un colosal discípulo, músico intrínseco, con un
lirismo que con facilidad se desarrolla en lo metafísico, aC0ge
la realidad como fusiÓn de acorde cósmico y experimenta
angustiado el desvanecimiento de su cercada vida social".
~
11"
5. En el cuarto libro del Paraíso Perdido (Paradise Lost) de
John Millon se lee: "Entre los dos pilares de la roca estaba
sen tado Cabriel, jefe d e los guard ianes a ngélicos; esperaba la
noche: en torno suyo se ejercitaba en nobles juegos la juven-
tud del cielo, desarmada; pero no lejos de ella, las armaduras
'11 divinas, las corazas, los escudos y las lanzas suspend idas en
forma de haces, brillaban con los destellos del oro y del
:1 dialI1anlc».
1AA
iVV
(Tomado de: MacNeice, Louis: La ¡lOesía de W.B. Yeats.
con tualientoelaireambienteydejaque la melodiosa mlÍsica
F.C.E. México, 1979. Pág. 72).
de tu voz cante la soñada ielicidad que cada uno experimen-
tamos con motivo de este grato encuentro~}.
11. Coethe, Johann W. Obras Completas. Tomo III. Aguilar,
(Tomado de: Shakespeare, William. Thecomplete worksof
Madrid. 1973. (Fausto, Prólogo). Pág. 1297.
William Shakespeare. Abbey Library. MurraysSalse Servi-
ce Co. Cresta House / 146-152. Holloway Road, London N°
7, Creat Britain, Pago 757). 12. Coethe pensaba que el poeta sólo podía laborar en soledad
absoluta. Muchas veces lo expresó, sobre todo en esta carta a
Schiller del 9 de diciembre de 1797.
8. «Quaeris quot mihi basiationes
tuae, Lesbia, sint satis superque. 13. Sobre William Blake ha escrito Harold Bloom: «De los cuatro
quam magnus numerus libyssae arenae
estados del ser que enumera Blake (Inocencia, o Beulah;
lasarpiciieris iacet Cyrenis,
oraclurn Iouis ¡nter aestuosi Experiencia o Procreación; Inocencia organizada, más eleva-
da, o Edén; y elInfierno de la autoabsorción racional o Ulro),
el Batti tlC'tcris sacrum sepulcrum;
es el más bajo, el de la inocencia no organizada, o Beulah,
aut quam sidera multa, cum tacet nox,
furtiuos homínum uident amores;
sobre el que tiene más que decir. Porque Beulah es el estado
tam te hasia multa hasiare más ambiguo. Su inocencia, ser creatividad se liga a la
uesano satis ets super Catullost, destructividad, su belleza ulterior. Los poemas de Blake
sobre Beulah son Canciones de Inocencia, La vitrina de
qua\: nec pernumerare curiosi
possint nec mala fascinare lingua)}. rristal, El libro de Thel, Visiones de las hijas de Albión y
las partes dominantes del breve poema épico Milton •..
(<<Mepreguntas Lesbia, cuántos besos
tuyos serían bastantes a saciarme.
Tantas como las inmensas arenas de Libia,
14. «Una revelación de las visiones de Jehová». Tomado de:
Blake, William. The complete writings of William Blake.
que se extienden por la laserpífera Cirene,
entre el oráculo del ardiente Jtípiter Edited by Coeffrey Keynes. London. Oxford University
y el sacro sepulcro del viejo Bato. Press. 1966. Pág. 770.
Tantos corno las estrellas, que cuando calla
la noche, ven los amores furtivos de los hombres. 15. Lo he traducido así: «El tiempo presente yel pasado / Están
Esos son los besos tuyos, Lesbia mía, acaso presentes en el futuro / y el tiempo futuro contenido
que podrían saciar al loco de Catulo, en el pasado. / Si todo tiempo es eternamente presente, /
tantos que los curiosos no pueden contarlos todo tiempo es irredimible».
ni echarles maldición con mala lengua •.).
16. La fiesta de Pentecostés o Fiesta de las Semanas, que se
Tornado de Catulo. Ediciones Júcar, Madrid, España, 1979. celebraba cincuenta días después de la Fiesta de la Pascua,
(Traducción y selección de Luis Antonio Villena, 1977). duraba un día y señalaba la terminación de la cosecha del
trigo; ese día se hacían dos panes con harina de grano recién
9. «Un rey coronado recogido y se los ofrecían a Dios (Dt. 16:9-12). Esta fiesta se
montado en un caballo blanco, celebraba con santa convocación cincuenta días después de
con SlIS trompetas resonando
la Pascua (Levítico 23:15-21). Se ofrecían dos panes sin
y sus pendones flameando levadura, como primicias por el sacerdote. También se ofre-
se abre paso por entre nubes de hnmo cían en este d ía siete corderos, un becerro y dos carneros con
sus libaciones en ofrenda encendida. Además se ofrecían un
y los gritos de sus miles le llenan el corazón de jlíhilo y
victorias macho cabrío y dos carneros en ofrenda de paz.
y los gritos de sus miles le llenan el corazón de júbilo y
victorias. 17. Rimbaud, Arthur. Obra completa en verso y prosa. Edicio-
iVictoria, victoria! Era Cuillermo, Príncipe de Orange». nes 29. Barcelona, Espapña. 1979. Pág. 78.
(Tornado de Canciones de una Isla en la Luna de William
Blake, en: William Blake. I'oesía completa. Ediciones Orhis,
S.A. Barcelona, Espaila, 1986).