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DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

TRAT

Criterios operativos para la prevención


del alcoholismo
R. Altisent*, R. Córdoba** y J. M. Martín-Moros***

*Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Actur. Zaragoza.


**Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Delicias Sur. Zaragoza.
***Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Jaime Vera. Coslada.
Madrid.

alcoholismo, programas de prevención

Se dice que ante un damero, el político piensa en cómo mo- conceptual alimentado en el modelo biopsicosocial, que in-
ver las fichas para ganar la partida, mientras que el filósofo troduce el concepto de «abuso del alcohol» redefinido en el
se pregunta cómo han llegado las fichas a su actual posi- DSM-III-R en 19874. Se tiende a evitar, en la medida de lo
ción. Es evidente que ante cualquier fenómeno se pueden posible, el término alcoholismo, cargado de confusión en la
dar distintos puntos de vista y que ante el alcoholismo, los teoría y más aún en la práctica.
profesionales de la salud tienen distintas sensibilidades se- A pesar de estos esfuerzos por delimitar situaciones y univer-
gún sea su posición. Sin embargo, al enfrentarse al proble- salizar criterios diagnósticos, los profesionales de atención
ma de salud pública que constituye el abuso del alcohol, primaria seguimos reclamando referencias objetivas que nos
como ante tantos otros, hay algo indiscutible: la eficiencia faciliten tomar decisiones y pasar a la acción. ¿Dónde se pone
pasa por la prevención 1. la frontera entre el riesgo y la enfermedad ante un paciente
Desde que el Programa de actividades preventivas y promo- que abusa del alcohol? ¿cuándo se aconsejará la abstinencia
ción de la salud en atención primaria (PAPPS) dio sus prime- o la reducción del consumo del alcohol? Para responder a
ros pasos en 1988, es creciente el número de profesionales estas preguntas se necesita disponer de unos criterios diag-
en España que utilizan un conjunto de elementos teórico- nósticos más operativos que permitan resolver situaciones
prácticos encaminados a detectar e intervenir tempranamente en la práctica clínica. Estos criterios también deberían ser
sobre una serie de problemas de salud prevalentes, donde fruto del consenso y contar con la aceptación más amplia
se ha demostrado la eficacia y rentabilidad de la actividad posible, lo cual facilitaría realizar evaluaciones y estudios
preventiva 2, entre ellos se encuentra el abuso del alcohol. multicéntricos con la suficiente magnitud como para hacer
Durante estos años se han ido realizando seminarios para aportaciones relevantes a la prevención del alcoholismo.
difundir el PAPPS entre los equipos de atención primaria. Con estas razones de fondo se propone utilizar la siguiente
Estas reuniones también han servido para contrastar y ma- clasificación: abstemio, bebedor moderado, bebedor de riesgo
durar estrategias adaptadas a la práctica diaria, que a menu- y bebedor problema. Como se verá más adelante, son defini-
do se echan en falta en los tratados clásicos. ciones acotadas por elementos de referencia que se encuen-
El objetivo de este artículo es proponer y ofrecer a discusión tran al alcance del profesional de atención primaria. Cual-
unos criterios operativos (fig. 1), que están siendo utilizados quier paciente se podrá clasificar en relación con su consu-
por varios equipos de atención primaria adscritos al PAPPS, mo de alcohol y en función de esta clasificación se podrá
para el manejo del paciente que abusa del alcohol. ¿Qué es actuar según pautas determinadas previamente.
un bebedor de riesgo? ¿cuál debe ser la pauta de actuación No se pretende sustituir ni entrar en discusión con las clási-
del médico de cabecera? son, por ejemplo, algunas de las cas y competentes definiciones de expertos y organismos in-
preguntas que harían deseable llegar a un amplio consenso ternacionales. Se busca más bien, disponer de un instru-
en el que deberían participar tanto quienes trabajan en aten- mento de trabajo más adaptado a la tarea diaria que nos
ción primaria como expertos y especialistas de otros niveles ayude a resolver problemas en el ejercicio de la atención pri-
asistenciales. Esto permitiría crear un cuerpo doctrinal ca- maria.
paz de apoyar estrategias preventivas más eficaces frente al
abuso del alcohol, así como consolidar y dar peso específico
a la docencia y a la investigación en este área. Definiciones

Abstemio: persona que nunca ha consumido alcohol de ma-


Diagnósticos operativos nera habitual, aunque tome alguna pequeña cantidad oca-
sionalmente.
Desde la primera definición de alcoholismo en 1849, se ha
producido una evolución hasta el actualmente aceptado «sín- Bebedor moderado: persona que consume alcohol de ma-
drome de dependencia del alcohol» propugnado por el Diag- nera habitual en cantidades que se sitúan por debajo de lo
nosis and Statistical Manual of Mental Disorders, 3.ª edición que vamos a aceptar como límite de riesgo: 40 g/día en el
(DSM-III)3. Este desarrollo ha supuesto un enriquecimiento varón y 24 g/día en la mujer.

Bebedor de riesgo: persona cuyo consumo semanal de alco-


hol alcanza el límite de riesgo admitido por diversos autores5-
9
Correspondencia: Dr. R. Altisent. , que se sitúa en los 280 g (40 g/día) para el varón y 168 g
Centro de Salud Actur. José Luis Borau s/n. 50015 Zaragoza. (24 g/día) para la mujer (tabla 1). En torno a cantidades simi-
Manuscrito recibido el 2-9-1991 lares se han pronunciado los informes del Royal College of
Psychiatrists10 y del Royal College of Physicians11 de Lon-
Med Clin (Barc) 1992; 99: 584-588 dres.

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R. ALTISENT ET AL.- CRITERIOS OPERATIVOS PARA LA PREVENCIÓN DEL ALCOHOLISMO

Fig. 1. Criterios operativos de alcoholismo en atención primaria de Salud. MALT = Münchner Alkoholismus Test.

Se propone incluir también en esta definición a quienes, sin te con la favorable opinión de otros autores14,15. Cuando nos
alcanzar el límite de riesgo en su consumo semanal, recono- hallamos ante un exalcohólico o una persona que reconoce
cen ingestas de una cantidad importante de alcohol (>80 g) haber sido un bebedor importante, aunque actualmente no
en un corto período de tiempo (por ejemplo, en un día festi- beba ni alcance los 11 puntos de MALT, se le considerará
vo), al menos una vez al mes. igualmente bebedor problema.

Bebedor problema: paciente que, a causa de su consumo


de alcohol, presenta algún problema físico, psíquico, fami- Exploración del consumo de alcohol
liar, social, legal o económico. Se trata de un concepto utili-
zado en el ámbito anglosajón que nos permitirá definir den- Se han desarrollado múltiples métodos para la detección de
tro de los bebedores quiénes precisan unos cuidados espe- alcoholismo y algunos de ellos con aceptable rentabilidad16,17.
cíficos que van más allá del consejo, por tratarse de perso- Sin embargo, en nuestra opinión, ninguna técnica hasta el
nas para quienes el alcohol constituye un serio problema. momento puede sustituir al médico o enfermera de cabece-
Por supuesto, incluiría a quienes presentan síndrome de ra, en una conversación confidencial con el paciente acerca
dependencia del alcohol. de sus hábitos de consumo de alcohol, que sigue siendo el
Para ser coherentes con nuestro propósito de utilizar crite- mejor «patrón oro» disponible para la validación de una prue-
rios diagnósticos con referencias objetivas, que eviten el lógi- ba18.
co subjetivismo de los profesionales a la hora de etiquetar a Las tradicionales críticas sobre la poca fiabilidad del consu-
un paciente, se ha seleccionado el Münchner Alkoholismus
Test (MALT).
El MALT es un protocolo diagnóstico que explora los ejes bio-
lógico, psicológico y social mediante un sistema de puntua-
ción que nos aporta un criterio objetivo. Para definir a un TABLA 1
paciente como bebedor problema, se acepta como punto de Límites del riesgo en el consumo de alcohol
corte la obtención de 11 o más puntos en el MALT, que es el Varón Mujer
criterio establecido para definir alcoholismo, tanto en la ver- Semanal 35 U 21 U
sión original alemana, como en la validación de la adapta- Diario 5U 3U
ción española12. Actualmente se dispone de una amplia y 1 unidad (U) = 8 gramos de alcohol al 100 %.
satisfactoria experiencia en el manejo del MALT13 coinciden-

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MEDICINA CLÍNICA VOL. 99 NÚM. 15. 1.992

Fig. 2. Encuesta semiestructurada sobre consumo de alcohol.

mo de alcohol reconocido por los bebedores, se basan gene- tica de la atención primaria.
ralmente en estudios con bebedores problema y alcohólicos, La exploración del consumo debe realizarse considerando
que son entrevistados por profesionales que no practican una los días laborables y los días festivos que componen el fin de
atención continuada al paciente19. Recientemente se han pu- semana, donde suele darse un cambio en los hábitos de con-
blicado datos sugiriendo que cuestionarios autoadministrados sumo. La cumplimentación de la encuesta facilita la
a la población general pueden proporcionar estimaciones fia- cuantificación del consumo total semanal, que servirá para
bles del consumo de alcohol20. indicar el riesgo.
El clima de confianza que genera la continuidad de la aten- El cálculo de las cantidades de alcohol según el tipo de bebi-
ción hace que el profesional de atención primaria se encuentre das y de recipientes utilizados se puede realizar en g o ml,
en una posición de privilegio para preguntar sobre el consu- manejando la graduación y el volumen de la bebida, me-
mo de alcohol. Además, el bebedor de riesgo muchas veces diante la realización de unas operaciones matemáticas que
no tiene conciencia de cometer un exceso, por lo que tam- no son complejas, pero sí engorrosas para ser realizadas in
poco intentará ocultarlo; mientras que el bebedor problema situ durante la consulta.
sabe que tarde o temprano un familiar desvelará su situación
al médico de cabecera. Así se requieren unas habilidades
mínimas en la entrevista clínica, que se pueden facilitar con Método de cuantificación por unidades (drinks )
el manejo de una encuesta semiestructurada y el método de
cuantificación por unidades. Se ha popularizado en los países de habla inglesa por su
sencillez para que el profesional pueda hacer sobre la mar-
cha un cálculo aproximado de la cantidad de alcohol consu-
Encuesta semiestructurada mido habitualmente por el paciente. El método se basa en
que una unidad (drink) equivale a 8 gramos de alcohol al
Se compone (fig. 2) de una serie de preguntas básicas que 100 %, estableciendo una equivalencia en unidades de los
se podrían catalogar como blandas o poco agresivas, a las distintos tipos de bebida según el volumen manejado (tabla
que se pueden añadir otras complementarias según el perfil 2). Teniendo a la vista una tabla de equivalencias en unida-
del paciente (sexo, edad, trabajo, medio rural o urbano). Se des (nosotros la incluimos en el mismo impreso de la en-
trata de una guía que recoge las bebidas usuales en nuestro cuesta semiestructurada) resulta muy sencillo hacer el cál-
medio en forma de un cuestionario de cantidad-frecuencia culo del total de unidades/semana y determinar si el pacien-
que está resultando el método más fiable 21,22 dentro de la te rebasa el límite de riesgo que se ha establecido (tabla 1).
siempre posible ocultación del verdadero consumo. Este sistema de cuantificar por unidades el consumo de al-
Las preguntas se deben formular intencionalmente con un cohol puede ser manejado, tras un elemental entrenamien-
tono comprensivo: «¿toma vino en las comidas, supongo?». to, por cualquiera de los miembros del equipo de atención
En el fondo, la encuesta es un poco de sentido común orga- primaria, y permite clasificar al paciente como abstemio, be-
nizado, para lograr una cierta sistemática, tan útil en la prác- bedor moderado o bebedor de riesgo.

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R. ALTISENT ET AL.- CRITERIOS OPERATIVOS PARA LA PREVENCIÓN DEL ALCOHOLISMO

Tipos de actuación
TABLA 2
La modificación de los estilos de vida juegan un papel decisi-
Cálculos del consumo de alcohol en unidades vo en muchos de los problemas de salud más prevalentes.
Tipo de bebida Volumen
N.º de Los profesionales de atención primaria disfrutan de una po-
unidades sición inmejorable para aconsejar sobre los hábitos de la po-
Vino 1 vaso (100 ml) 1 blación que deposita en ellos la confianza del cuidado de su
1 litro 10 salud23. El consejo tiene sus limitaciones en la persona adul-
Cerveza 1 caña (200 ml) 1 ta, cuando ya se ha completado gran parte del proceso edu-
1 litro 5
Copas 1 copa (50 ml) 2
cativo, pero es indudable que todavía se pueden obtener re-
1 carajillo (25 ml) 1 sultados en la medida que se vaya depurando la metodología
1 combinado (50 ml) 2 y mejorando el entrenamiento de los profesionales.
1 litro 40
Generosos 1 copa (50 ml) 1
(jerez, cava, vermut) 1 vermut (100 ml) 2 Consejo al abstemio
1 litro 20
Se podría informar sobre los beneficios de no consumir alco-
hol de manera habitual, sin embargo las actuales controver-
sias epidemiológicas sobre el beneficio del consumo de pe-
queñas cantidades de alcohol, recomiendan una posición
ecléctica24. Probablemente lo más sensato sea dejar en paz
a quien no consume alcohol habitualmente y, en todo caso,
Estrategia diagnóstica advertir sobre los riesgos de los consumos excesivos aunque
sean muy esporádicos (por ejemplo, accidentes de tráfico).
La cuantificación del consumo de alcohol debe hacerse al
abrir una historia de primer día o ante cualquier indicio de
sospecha, y puede realizarse tanto en la consulta médica Consejo al bebedor moderado
como en la de enfermería. Además, desde que se aplica el
PAPPS exploramos el consumo de alcohol en todos los adul- Informar sobre los beneficios de la moderación y de los peli-
tos asintomáticos que entran en el programa. Tengamos en gros potenciales del abuso del alcohol. Conviene señalar al
cuenta que en varones adultos la prevalencia de bebedores paciente alguna referencia que le resulte familiar y que no le
de riesgo supera el 25 %, una cifra que alcanza la de otros convendría rebasar (por ejemplo, beber más de un vaso de
factores de riesgo tan valorados actualmente como son la vino en la comida y en la cena). Aunque evitaremos hablar
hipertensión arterial o la hipercolesterolemia. de un límite de seguridad hasta el que se puede beber sin
Una vez detectado el bebedor de riesgo mediante la problemas, se puede mencionar una «franja de bajo riesgo»
cuantificación de su consumo de alcohol, se procede a cum- como la situada por debajo del consumo semanal de 21 uni-
plimentar el MALT. En este momento debe intervenir el mé- dades para el varón y 14 unidades para la mujer10,11.
dico haciendo la historia clínica y la exploración física orien-
tados según el protocolo, lo cual se complementa con la valo-
ración de un análisis en sangre que incluya transaminasas Consejo al bebedor de riesgo
hepáticas. En caso de alcanzar una puntuación igual o supe-
rior a 11, se diagnosticará al paciente como bebedor proble- Tras comunicar al paciente que su consumo de alcohol com-
ma, con las consiguientes repercusiones en la orientación porta un riesgo para su salud, la intervención consistiría en
terapéutica. el «consejo en tres tiempos» que incluiría:
A. Recalcar aspectos positivos de la disminucion de la ingesta
alcohólica.
Niveles de actuación «El alcohol no es un alimento, ni un tónico: es un tóxico. Si
bebe menos ganará en agilidad mental, se encontrará física-
Bajo una perspectiva teórica, la prevención primaria del al- mente mejor, tendrá mejor apetito, disfrutará más de la vida.»
coholismo desde el Centro de Salud sobre abstemios y bebe- B. Informar sobre el peligro potencial de una ingesta excesi-
dores moderados se debería realizar a través de la educa- va de alcohol.
ción para la salud, ya que otras medidas como el control de «Su hígado sufre, y aunque ahora se vaya recuperando, pue-
la producción del alcohol y su publicidad, estarían bajo la de llegar un momento, difícil de predecir, en que la recupe-
responsabilidad dé los poderes públicos. ración ya no será posible. Un consumo excesivo de alcohol
La prevención secundaria se centraría en el diagnóstico tem- ataca al sistema nervioso, al corazón, eleva la tensión arterial
prano, mediante la detección de bebedores de riesgo, que y afecta al aparato digestivo. También produce cansancio y
no han llegado todavía a desarrollar la dependencia del alco- disminuye la capacidad de atención y concentración. Cerca
hol. Este nivel de actuación se encuentra bajo la directa res- de la mitad de los accidentes de tráfico se atribuyen al alco-
ponsabilidad del dispositivo de atención primaria, que debe- hol, así como uno de cada cinco accidentes laborales. El al-
ría asumir el máximo protagonismo en el triple enfoque cohol es la tercera causa de muerte en nuestro país, inme-
asistencial, docente e investigador. diatamente detrás de la enfermedad cardiovascular y del
En la prevención terciaria, la responsabilidad del tratamiento cáncer.»
del paciente con síndrome de dependencia del alcohol debe C. Resaltar los beneficios de la moderación. «Si bebe menos,
ser compartida con el segundo nivel, en el ámbito de los cen- vivirá mejor. A la larga sus relaciones sociales mejorarán. Se
tros de salud mental u otras unidades especializadas en el encontrará física y mentalmente más fuerte. Ahorrará dinero
tratamiento de toxicomanías. El grado de colaboración y re- y tiempo que puede invertir en otro tipo de actividades inte-
parto de responsabilidades dependerá tanto de las circuns- resantes. Su vida familiar será más gratificante.»
tancias del paciente como de la interrelación profesional en- Una vez motivado el paciente, sin dramatizar, pasamos a pro-
tre los niveles asistenciales. ponerle una reducción mediante un pacto o negociación.

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Se le puede incitar con algún comentario como: ¿cree usted filósofo que se pregunta por qué las cosas están así. Si que-
que le costaría mucho esfuerzo reducir su consumo de alco- remos dar soluciones más estables al problema de salud pú-
hol? o ¿si fuera necesario, sería capaz de llegar a dejarlo to- blica que plantea el abuso del alcohol, este interrogante pue-
talmente? Es recomendable intentar acordar un consumo que de y debe estar presente en los profesionales de atención
se sitúe en la «franja de bajo riesgo» (21-14 U/semana). No- primaria, inspirando líneas de investigación epidemiológica.
sotros programamos una serie de consultas periódicas a lo Después de todo, aquí también irán de la mano la
largo del año para reforzar el consejo y evaluar los resulta- epidemiología y la prevención30.
dos.

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