“Esforzaos y cobrad ánimo! No temáis ni tengáis miedo de ellos,
porque Jehová, tu Dios,
es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará".
Deuteronomio 31.6
Objetivos
• Ayudar a las personas a reconocer las causas de su desánimo y
darles herramientas para desecharlo.
• Confrontar al espíritu de desánimo y detener su operación en el
cuerpo de Cristo.
Introducción
En algún momento de la vida todos hemos pasado por momentos
de desánimo. Uno de los principales motivos es la estrategia del enemigo de destruir nuestras emociones, sacarnos del camino y alejarnos del propósito de Dios.
¿Qué es el desánimo?
Desánimo es la palabra griega adsuméo, que significa estar
descorazonado, carecer de valor y fuerzas para seguir adelante.
¿Cuáles son sus causas?
• La falta de comunión con Dios. La persona que no tiene una relación personal con Dios se desanimará. Al no tener la palabra de Dios ni vivirla, el Espíritu Santo no morará en ella. ¡Cómo no va a estar desanimada, sí no tiene a Dios! (Gen4:5- 7).
• Las circunstancias o actitudes negativas. Fijar nuestra atención
en situaciones adversas (enfermedad, crisis económicas, amor al dinero o enemistades) (Mr.10:22) nos va a distraer de Jesús y del llamado de Dios para nuestra vida. Eso nos causará desánimo.
• Los comentarios negativos de la gente. Envolvernos en la
crítica o el chisme nos desanimará. No haga ni preste sus oídos a comentarios negativos acerca de su iglesia, trabajo o familia (Num 21:4-7).
• Una victoria muy peleada. Cuando se lucha por algo durante
mucho tiempo y se obtiene, el enemigo enviará un espíritu de desánimo para impedir el gozo y detener a la persona.
¿Cuáles son las actitudes de la persona que está
desanimada?
• Aislamiento. La persona desanimada se aísla, levanta auto-
barreras y desanima a otros (Jue5:6-7).
• Autocompasión. Después del encierro, desarrolla auto-lástima y
comienza con expresiones como "nadie me quiere", "no me toman en cuenta", "estuve enfermo y no me visitaron", etc.
• Crítica y murmuración. Una persona desanimada es vulnerable
al espíritu de murmuración y queja contra Dios, los líderes, la iglesia, su trabajo, su familia, su casa y todo en general (Num14:2)
• Frialdad espiritual. La persona desanimada no siente la
presencia de Dios y, como resultado, se inclina hacia el pecado (Jer7:24). Se muestra insensible a la necesidad de la gente, a la oración y la Palabra.
¿Cuáles son las soluciones bíblicas para salir del
desánimo?
1. Esfuércese y sea valiente.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas". Josué 1.9
2. Ore y alabe.
"Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está
alguno alegre? Cante alabanzas". Santiago 5.13 Si está desanimado, desalentado o tiene problemas en su vida, vuélvase a la oración y acérquese a Dios.
3. Restaure el gozo.
"...no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra
fuerza". Nehemías 8.10
El enemigo siempre tratará de robarle el gozo, pero si usted
toma la decisión de permanecer animado en medio de la adversidad, su gozo le dará la fortaleza de Dios para salir victorioso.
4. Convierta sus decepciones en crecimiento espiritual.
Diga en voz alta: "Todo lo que me ha pasado, Dios lo usará
para bien (Rom8:28). La traición que sufrí es un escalón para mi madurez espiritual. La ofensa y el rechazo de la gente sólo han sido un peldaño para crecer".
La palabra final es: ¡Ten ánimo!, tu matrimonio se arreglará.
¡Ten ánimo!, serás sano de tu enfermedad. ¡Ten ánimo!, tus hijos volverán a la casa. ¡Ten ánimo! Dios suplirá el dinero que te falta (Fil4:19). ¡Ten ánimo, ánimo y ánimo!
"36porque os es necesaria la paciencia, para que, habiendo
hecho ¡a voluntad de Dios, obtengáis la promesa". Hebreos 10.36