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INTRODUCCIÓN
Los titulares de prensa, las voces de altos funcionarios del Gobierno, la de los
Legisladores y en especial la de los usuarios que constituyen la alta población
Colombiana que usan el celular como medio de comunicación, rechazan el
delito de hurto de celulares. El hurto de teléfonos móviles se convirtió en un
delito de alto impacto social y un verdadero problema para las autoridades y los
operadores de telefonía móvil. Mientras que en el año 2005 se reportó el hurto
de un millón 600 mil aparatos, en el año 2010 la cifra llegó a dos millones 500
mil equipos.
Como quiera que los tipos consagrados en la Ley de Delitos Informáticos, todos
son dolosos, implicando que ninguno admite culpa. No será extraño que
escuchemos en los Estrados Judiciales, que se arguya una presunta atipicidad
porque ignoraban que la destrucción de la información y/o el cambio de
configuración no autorizado en un sistema de tratamiento de información como
lo es los teléfonos celulares, es delito en Colombia, el manipular y/o
reprogramar es una conducta puntualmente dañina por ende dolosa, porque el
sujeto cuando ejecuta este comportamiento sabe perfectamente que dicha
información contenida en el equipo móvil no es suya, como tampoco está
autorizado a manipularla, menos a destruirla como ocurre en la mayoría de los
casos, cuando preparan el equipo hurtado para la reventa ilícita, podríamos
hacer una aproximación si acusar analogía, como cuando el sub judice instala
una bomba en un centro comercial para matar a un personaje, logrando
segarle la vida a éste como también a una veintena de personas; el detonar el
explosivo incursiona en el dolo indirecto (cuando el agente se propone el fin
delictivo, sabe con certeza que causará otros).
La anterior fórmula resulta jurídica resulta viable para intentar contener este
flagelo, que como lo anunciábamos arriba, crece vertiginosamente sin ningún
control aparente efectivo.
Sobre el tema tenemos que indicar que la hipotética situación argüida es bien
factible (y así lo tomaban lo toma la Judicatura) pues era la realidad judicial de
entonces en Colombia, antes que se promulgara la Ley 1273 de 2009 y
lamentablemente se estaba tipificando de esa manera, pero olvidábamos que
el delincuente cuando se apodera del dispositivo SABE o CONOCE consciente
y previamente que dicho bien mueble contiene información que pueden ser
datos personales o no (no es requisito sine qua nom), es una información que
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Afirmación que realiza Jorge A. Medina Villalobos, CISSP. Experto en Computación Forense y
Atención de Incidentes. Especialista en Derecho Informático y de las Nuevas Tecnologías, en
el foro que abrí en la ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE INGENIEROS DE SISTEMAS, ACIS
SEGURINFO.
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Ahora bien considerando los hipotéticos concursos reseñados, los respeto pero
no los comparto, primero por las razones arribas expuestas y segundo porque
no puede coexistir concurso con más de un tipo del mismo título, porque nos
encontraríamos ante un concurso aparente de tipos que más adelante
trataremos.
los Maestros de mis especializaciones y así lo realizo con mis discípulos (U.
Javeriana, Militar, Santiago de Cali, Cooperativa, Autónoma de Bucaramanga,
Autónoma de Occidente, Ibagué, CES, Manizales, Escuela de Administración
Pública, Departamento de Justicia de los Estados Unidos ICITAP, entre otras)
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Entre otros: Proceso N° 12820. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACION
PENAL. Aprobado Acta No.022. Magistrado Ponente: Dr. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL.
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En efecto nos ilustra esa alta Corporación, que se alude a los reconocidos
principios de especialidad, consunción y subsidiariedad, acorde con los cuales,
según el primero, la comparación entre dos tipos penales uno de contenido
genérico frente a otro caracterizador en forma más precisa, completa y
enriquecida de la conducta, conduce a la escogencia de éste en lugar de aquél;
a su vez, en el segundo evento la concreción de un supuesto de hecho más
grave, absorbe (si pudiésemos utilizarlo pero para una mejor ilustración) o
comprende la de otro de menor entidad y en el último prima el grado de
afectación para el bien jurídico, en forma tal que la mayor progresión o
intensidad determina la escogencia del tipo respectivo aplicable.
Santa Fe de Bogotá, D. C., dieciocho de febrero del dos mil. Proceso n.° 30148. CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL. Magistrado Ponente: ALFREDO
GÓMEZ QUINTERO. Aprobado Acta No. 98. Bogotá D. C., siete (7) de abril de dos mil diez
(2010) Proceso No 21629. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL.
Magistrado Ponente: Dr. ALFREDO GÓMEZ QUINTERO. Aprobado Acta No. 48. Bogotá, D.C.,
quince (15) de junio de dos mil cinco (2.005). Proceso No 21629. CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL. Magistrado Ponente: Dr. ALFREDO GÓMEZ
QUINTERO. Aprobado Acta No. 48. Bogotá, D.C., quince (15) de junio de dos mil cinco (2.005).
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Empresa Colombo Holandesa, especializada en Seguridad Informática y en Informática
Forense, radicada en la ciudad de Medellín Colombia.
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SEGURINFO es el ámbito donde los CEOs, CIOs, CISOs, CTOs de las empresas, directores
y usuarios de tecnología en general puedan interiorizarse con los problemas relacionados a
seguridad de la información, compartir experiencias y encontrar las soluciones adecuadas a
través de los especialistas que día a día trabajan en esta temática.
http://www.segurinfo.org/home.php
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Pero tenemos recordar lo que dice la Suprema Corte una norma penal es
especial cuando describe conductas contenidas en un tipo básico, con
supresión, agregación, o concreción de alguno de sus elementos estructurales;
por consiguiente, para que un tipo penal pueda ser considerado especial
respecto de otro, es necesario que se cumplan tres supuestos fundamentales:
alediaganet@gmail.com