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LA GRACIA EN EL EVANGELIO DE JUAN

GRACIA Y VERDAD
Por Ramón R. Herrera

Cuando el apóstol Juan declaró claramente es su evangelio diciendo «Hizo además Jesús muchas
otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están descritas en este libro. Pero estas
se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis
vida en su nombre» (20.30,31 – estos versículos son generalmente aceptados como el pasaje
central de este evangelio. Sin embargo, hay otro pasaje que pudiera considerarse, como coronario,
que nos puede traer una iluminación más profunda que podemos encontrar en este evangelio.

Este es el verso 17 del primer capítulo «porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero la
gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo». Este versículo incluye todo lo que fue
inicialmente mencionado en Juan 20.30,31. Este pasaje se ilumina ante nosotros, por cuanto la ley
vino por Moisés, pero la gracia y la verdad brillan con excelente gloria.

Si la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo, esa creencia nos trae vida en su nombre
y concluimos con el apóstol Pablo «La ley se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando
el pecado abundó, sobreabundó la gracia, porque así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor
nuestro»/ (Rom. 5.20,21).

Creer es la condición para recibir vida, la fe y la gracia son inseparables «Porque por gracia sois
salvos por medio de la…» (Ef. 2.8) «Por eso, la promesa es fe, para que sea por gracia,
…»(Rom.4.16).

Esta preeminencia de Jesucristo sobre Moisés es indicativa de la preeminencia de la gracia sobre


la ley, las únicas dos opciones que Dios tiene para lidiar con las personas.

Durante este estudio veremos que este evangelio la gracia y la verdad se enfrentan con la ley.

Preeminencia y Gloria de Jesucristo


Juan 1.1-9-14

La preeminencia de El, por la cual viene la gracia y la verdad sobre Moisés es mencionada. Se
hace necesario entender la preeminencia, no sólo sobre Moisés sino sobre todas las cosas, de
manera que podamos entender la gloria de la gracia.

El prologo del evangelio de Juan es la certificación de su preeminencia él dijo «En el principio


era el Verbo, y el Verbo era Dios…Todas las cosas por El fueron hechas… en El estaba la
vida y la Vida era la luz de los hombres” (1.14)
El no era una criatura, pero El fue el que creó todas las cosas. El es el Verbo de Dios «Por El
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sea tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por
medio de El y para El» (Colosenses 1.16).

En ningún otro libro encontraremos una reclamación tan fuerte de la deidad de Jesucristo, como
en el evangelio de Juan.

Esto es esencial para su particular mensaje. Jesús dijo: «Antes de Abraham yo so» (Juan
8.58). «Mi Padre y yo somos uno» (Juan 10.30) «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Juan
14.6).

Juan escribió «Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios» (Juan 20.31) Porque la vida es inherente en El (v 4), y eso es posible para que la gracia
reine para vida eterna.

«Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad» (v 14).

La gracia y la verdad vinieron a ser hecha carne y habitó entre nosotros, esta idea de Dios que se
manifestase a los seres humanos, no puede ser entendida por las personas. En otro lugar Juan
escribió: »Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos tocante el Verbo de vida» (1Juan
1,1).

No nos debe causar extrañeza de Pablo escribiendo a los creyentes de la iglesia de Gálatas que
deseaban estar bajo la ley escribió de esta manera: «pero ahora, ya que conocéis a Dios o, más
bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres
rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar”(Gálatas 4.9.

El Verbo está lleno de gracia y verdad. Hay una enseñanza muy superficial, que pretende
asociarnos de que gracia es una licencia para pecar. La gracia no demanda verdad; la gracia
produce verdad. Pablo nos lleva a la carta de Tito cuando escribió: «La gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a toda la humanidad, y nos enseña que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa, y piadosamente,
mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro
gran Dios y salvador Jesucristo» (Tito 2.11-13)

Testigos de la Gracia

Juan 1,6-8; 15-34

Si la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo, los testigos de la gracia somos nosotros los seres
humanos. Los versículos 6-8 de Juan dicen:«Hubo un hombre enviado por Dios, el cual se
llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos
creyeran por medio de él. El no era la luz, sino un testigo de la luz».

El énfasis esta puesto en las personas como testigos, Juan tiene una gran importancia, se le dio a
las personas que fueran testigos de la ley. El nombre de Juan significa “Dios es precioso”.
Y no se le puede pedir más, este hombre emerge con su mensaje. Este hombre fue enviado por
Dios. La más esencial condición por uno que testificó sobre la gracia. La más esencial condición
por uno que sostiene su testimonio sobre la gracia. El vino a sostener el testimonio sobre la luz.
Aquí no hay espacio para una reforma moral o de beneficios sociales.«Respondió Jesús y les
dijo: -Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que El ha enviado-» (Juan 6.29)

Juan el Bautista no era esta Luz, pero fue enviado para ser testigo de la Luz.¡Cuan importante es
esto!’Bajo de la gracia ninguna persona es la Luz del mundo solo el verbo que estaba con Dios y
era Dios es la Luz del mundo durante el tiempo de la gracia.

En el evangelio de Mateo Jesús predicando a una multitud de Judíos les dijo:«Vosotros sois la luz
del mundo…Así alumbre vuestra luz delante de los hombres...»(Mateo 5.14;16).

Esta era una condición bajo la ley, y estas son buenas palabras, pero los que estaban bajo la ley
fueron grandemente cuestionados ya que en próximo versículo dijo que había venido a cumplir la
ley y los profetas.

Bajo la ley las personas fueron alabadas por las buenas obras, bajo la gracia todo testimonio le
concierne a la Luz.

Este contrastante mensaje de Juan hay entenderlo, solo si recordamos el ministerio doble de
Jesucristo, (1) La circuncisión de los Judíos para confirmar la promesa hecha a los padres y (2)
para que los Gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia. (Romanos 15.8.9).

El espacio no nos permite la comparación de estos dos mensajes predicados por Juan, pero baste
decir que en Mateo este mensaje era uno de juicio para producir frutos de arrepentimiento (Mateo
3.1-12). Este era un mensaje de la ley.

El evangelio de Juan es totalmente diferente «De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre
gracia” (v.6).

En una ocasión Juan el Bautista vio a Jesús acercándose a él y le dijo: «¡Este es el cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo!» (v.29) Las primeras 5 palabras de su mensaje son la
llave de la vida del creyente “el quita el pecado del mundo” El Cordero de Dios es el sacrificio
del pecado. «La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado
abundó, sobreabundo la gracia, porque así como el pecado reinó para muerte, así también
la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor
nuestro» (Romanos 5.20,21).

El fundamental mensaje de la gracia no es la condenación de los pecados, Pero sí la proclamación


que el Cordero de Dios quita el pecado del mundo. El solamente, la persona no contribuye en
nada para ello. Así lo dice la Biblia en Romanos 3.24-26: «y son justificados gratuitamente
Portu gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con miras a manifestar en este tiempo
su justicia, a fin de de que El sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús»,
La Vida como Resultado de la Gracia
Juan Capítulo 2

La obra principal de la gracia es tratar con el problema de la muerte, a causa del pecado; Romanos
5.21 dice: «Así cómo el pecado reinó para muerte, asó también la gracia reinará por la
justicia para vida eterna mediante Jesucristo Señor nuestro»

Es interesante que el primer milagro de Jesús fue transformar el agua en vino, una sustancia
inorgánica que pertenece al reino mineral donde todo es muerte, fue cambiado en una sustancia
orgánica que pertenece al área de la vida.

Este milagro tipifica el más grande milagro de Dios: La regeneración del ser humano. Efesios
2.4,5 dice: «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos).

No solamente este milagro tipifica la obra de gracia y verdad de Dios, sino todos los milagros
registrados en el evangelio de Juan, los siete relatos antes de Jesús ira la cruz, que evidencian vida
y esta en abundancia.

Así mismo los 8 milagros realizados por El después de su resurrección y registrados por Juan
tipifican la obra de amor en aquel que recibe vida eterna.

En la presente era de gracia no hay milagro más grande que aquel que ocurre en la persona que
recibe la vida eterna.

Este es el pacto mediante el cual lo único que se requiere es creer en Jesús el Cristo.

El resucito espiritualmente para realizar este milagro. Lo cual está en perfecta armonía con la
gracia, ya que la gracia y la verdad se efectúan primordialmente en el espíritu del ser humano y se
expresa en el cuerpo.

Las promesas de bendiciones son espirituales. Efesios 1.3 dice: «Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo»

Todo el programa es espiritual. No así bajo la ley donde no hay impartición de la vida o sea la
vida de Dios, es la ley el poder está en la carne no en el espíritu, todas las bendiciones y promesas
son materiales.

Hay dos métodos por los cuales Dios trata con los seres humanos, son tan distintos como el cielo
y la tierra, como lo material y lo espiritual, como lo eterno y lo temporal.2 Corintios 3. 11
dice: «Si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece».

Si se confunden estos dos programas de Dios, todo el programa se confunde esa es la razón de la
gran confusión que ha traído el legalismo. El primer milagro se realizó durante una boda, de la
misma manera se culminará la gracia con las bodas de Jesús con su Iglesia.
El V. 3 nos enseña que se acabaron los recursos humanos, y nos muestra que los recursos de Dios
están siempre listos a suplir las necesidades del ser humano.

La madre del Señor dejó bien claro que solo hay un mediador entre Dios y los seres humanos
(vs.3,4) 1 Timoteo 2.5 nos lo recuerda: «…pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres: Jesucristo hombre» Mientras el legalismo, con sus obras, pretenden hacer a
todos los seres humanos mediadores.

Nadie puede incluir ningún elemento humano en la obra de la gracia de Dios, ni siquiera la madre
de Jesús, le fue permitido entrometerse en algo que sería hecho por Jesús solamente, hoy es igual.
Es imposible entender la gracia si entender esta gran verdad.

Un milagro realizado no para que la gente creyera, sino para la gloria de Dios (v.11) Efesios 1.6
nos dice:«…para alabanza de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado»

El don de la Vida Eterna es tipificado por la transformación del agua en vino. L autoridad
demostrada por El apunta hacia su señorío. Romanos 10.9 dice:«Si confiesas con tu boca que
Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás
salvo,».

La gracia no pude ser gracia si ella no hace a Jesús Señor como condición para recibir vida eterna,
hacer lo contrario es inyectar principios de legalismo o méritos humanos a la gracia.

Jesús requiere y produce santidad en aquellos a quienes El le ha dado vida. «Y así, con una sola
ofrenda hizo perfectos para siempre a todos los santificados”.

La limpieza del templo sugiere limpieza del cuerpo, el Templo del Espíritu Santo y demostró
autoridad (vs. 18-21)

En el incidente de la limpieza del templo Jesús hizo un látigo con cuerdas (v.15) No se menciona
el látigo en los relatos recogidos por los otros evangelios.

El uso del látigo es parte del trato del amor de Dios con sus hijos. Hebreos 12.5-8 «…y habéis ya
olvidado la exhortación que como hijos se os dirige, diciendo: “Hijo mío, no menosprecies la
disciplina del Señor ni desmayes cuando eres reprendido por El, porque el Señor al que
ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo”Si soportáis la disciplina, Dios os trata
como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si os deja sin
disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos no hijos».

Otra distinción (v.16) Convertir el altar en mostrador violenta la gracia de Dios, en la cual todo es
suplido por Dios. Es casa de oración, confesión, del Nuevo Pacto.

Otra enseñanza (vs 23-25) No se puede confiar en aquellos que siguen al Señor solo a causa de
los milagros.
Vida Eterna por la Gracia, no por la Ley

Juan capítulo 3.

En la capítulo tres la insuficiencia de la Ley, positivamente

declara que la Ley era una era que había de terminar, por el contrario el nuevo nacimiento era el
nuevo principio que debía ser predicado a Nicodemo. Cuatro principios tenían se tenían en cuenta;
primero era judío, era un judío que conocía la ley de Moisés, era un fariseo, los fariseos eran una
secta que enseñaba la justificación por las obras.

Nicodemo le dijo a Jesús “-Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie
puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”.

Esta declaración es muy importante, porque Nicodemo entendía que Jesús no era un hombre
cualquiera. A pesar de que Nicodemo había pasado toda su vida buscando la justificación por la
obras de la ley.

Pablo nos declara en Gálatas cuan perfectamente él podía describir como funcionaba la ley. “
Pero antes que llegara la fe, estábamos confinados bajo la Ley, encerrados para aquella fe
que iba ha ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo(guía) para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe”(Gálatas 3.23-24)

En este punto Nicodemo estaba en tinieblas espirituales. Mucho más que la noche en que vino a
Jesús.

La respuesta de Jesús fue inspirada “De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y
del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (v.3).

Esta es la respuesta que viene de la gracia y la verdad al representante de la ley. Es la que


necesitamos, una vida nueva que pueda complacer a Dios.

El nacimiento es el comienzo de la vida; nacer de nuevo es empezar a vivir de nuevo. Jesús no


podía haber elegido una expresión más fuerte para significar un cambio de estado y de carácter
más grande y notable. Pero Nicodemo no entiende este mensaje. El apóstol Pablo escribiendo a
Tito lo hace más claro: “…nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por el lavamiento en
el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro
Salvador,…” (3.5) (Efesios 5.25; 1 Pedro 1.26; Juan 15.5).

Esta no es una reformación, esta realidad se confirma en el versículo 6 “Lo que nace de la carne
de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es” La carne esta siempre relacionado
con la Ley y la gracia con el Espíritu.

La carne siempre trata con la Ley, nunca con el Espíritu: Contra es espíritu no hay Ley.
El velo puesto sobre el corazón de Nicodemo cuestionó a Jesús: “¿Cómo puede hacerse
esto? Jesús le respondió (v.10) “Tú que eres el maestro de Israel, ¿no sabes esto?

Esto es algo totalmente separado de la Ley, algo que pertenece a la gracia y la verdad que vinieron
por Jesucristo.

Ante la respuesta de Nicodemo ¿cómo puede hacerse esto? Jesús le respondió “-Tú eres el
maestro de Israel,¿no sabes esto?...Nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo
del hombre, que está en el cielo”(vv.10-13).

Esta exposición hecha por Jesús de la doctrina de la regeneración pareciera no haber quedado
clara para Nicodemo. Las cosas del Espíritu de Dios son necedad para el hombre natural.

Jesús usó una historia para explicar este punto (Números 21.5-9), que era bien conocida por
Nicodemo. Jesús explico como es posible nacer otra vez. “Y como Moisés levantó la serpiente
en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel
que en El cree no se pierda, sino tenga vida eterna”.(vv.14,15).

Es imposible para poder entender la realidad de estos dos versículos que están el ángulo legal.

Como Moisés estaba parado solamente en la ley. Levantó la serpiente que bajo la Ley el Hijo del
hombre fue levantado.

Este es un importante mensaje que no podemos dejar de entender.

Los hijos de Israel pecaron contra Dios y envió serpientes ardientes contra ellos: “Entonces el
pueblo acudió a Moisés y le dijo «Hemos pecado por haber hablado contra Jehová y contra ti;
ruega a Jehová para que aleje de nosotros estas serpientes» Moisés oró por el pueblo, y Jehová le
respondió. «Hazte una serpiente ardiente y ponla sobre un asta; cualquiera que sea mordido y la
mire, vivirá» Hizo Moisés una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta. Y cuando alguna
serpie mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y vivirá”. (Número 21.4-9).

La serpiente es símbolo de muerte que inundó el campamento de Israel. La serpiente fue quien
tentó a la raza humana trayendo la muerte.

La serpiente hecha por Moisés es símbolo de pecado, el bronce habla de juicio por el pecado.

Jesús vino a salvarnos, sanándonos con su gracia, como a los hijos de Israel, mordidos por
serpientes ardientes, fueron curados y vivieron al mirar la serpiente de bronce.

Hay una condición para obtener vida eterna y escapara de la muerte eterna. Esta condición es
creer Hijo del hombre que sufrió en el madero la pena impuesta por la Ley y satisfacer las
demandas de Dios de justicia y santidad.

La fe es siempre la dependencia del hombre ante Dios que ofrece la provisión particular de la fe y
la gracia, para que las personas encuentren salvación y vida eterna. Pablo lo expresa de esta
manera en Romanos 3.31 “Luego, ¿por la fe invalidamos la Ley?¡De ninguna manera! Más
bien, confirmamos la Ley”.
Cuando la justicia es satisfecha y la fe pase a través de la Ley se obtiene la opción de la gracia,
este es el mensaje que aparece en Juan 3.16. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para todo aquel que en El cree no se pierda, sino que tenga vida
eterna”.

Gracias a esta provisión quien cree en El recibe la vida eterna. “Mas todos lo que lo recibieron,
a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”(Juan 1.12).

La gracia es impartida a manera de una nueva vida espiritual que redime de la pena de la Ley, y
hace que las personas vengan a ser hijos de Dios; de esta manera la gracia reina soberana.

El pasaje de Juan 3,17-19 revela la causa para la condenación de la raza humana. Es condenado
“porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”

Por medio de la ofensa de un solo hombre, toda la humanidad queda expuesta a la condenación
eterna. Pero la gracia y la misericordia de Dios y el don libre de la justicia y salvación son por
medio de Jesucristo como hombre: sin embargo, el Señor ha llevado a la multitud de creyentes a
un estado más seguro y enaltecido que aquel del cual cayeron en Adán.

Como por el pecado de uno prevalecieron el pecado y la muerte para condenación de todos, así
por la justicia de uno prevaleció la gracia para justificación de todos los relacionados con Cristo
por la fe para que sea por gracia.

Agua de Vida- El Regalo de la Gracia


Juan Capítulo 4

La historia de Jesús en el poso de Jacob en Samaria nos llega en una atmósfera de gracia y verdad.
Es un cuadro del mundo lleno de gracia y de verdad.

Es evidente que Jesús tenía que pasar por Samaria, para ofrecer agua de vida a una mujer que de
acuerdo a la ley de Moisés, sería apedreada (Levítico 20.10; Juan 8.5). El no hablo palabras de
condenación a esta mujer, al contrario le ofreció agua de vida: “…pero el que beba del agua que
yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua
que salte para vida eterna. (v.14) Esta táctica llevó a esta mujer a confesar sus pecados y aceptar
a Cristo como el Mesías.

El contraste entre la mujer samaritana y Nicodemo es notorio. El era un hombre. Miembro del el
grupo de legalistas de los judíos, y era el Maestro de Israel. Ella era una mujer cuya vida no
cumplía los requerimientos de la moral y era un escándalo para los samaritanos, con quien los
judíos no tenían ninguna relación.

Cristo convirtió a esta mujer demostrándole su ignorancia y pecaminosidad y su necesidad de un


Salvador. Se alude al Espíritu con el agua viva. Con esta comparación se había prometido la
bendición del Mesías en el Antiguo Testamento.

La gracia del Espíritu y sus consolaciones satisfacen el alma sedienta que conoce su propia
naturaleza y necesidad. Lo que Jesús dijo figuradamente, ella lo entendió literalmente. Cristo
señala que el agua del poso de Jacob daba una satisfacción de breve duración. No importa cuáles
sean las aguas de consolación que bebamos, volveremos a tener sed. Pero quien participa de la
gracia de Dios, y del consuelo del Espíritu y del evangelio, nunca le faltará lo que dará abundante
satisfacción a su espíritu.

Aquellos corazones carnales no miran más alto que las metas carnales. Dame, dijo ella, no para
que yo tenga la vida eterna, propuesta por Jesús, sino para que no tenga que venir más aquí a
buscar agua. El por su parte la reprendió por su actual estado de vida. –La mujer reconoció que
Jesús era profeta. El poder de su palabra para escudriñar corazones y convencer de cosas secretas
a la conciencia es prueba de su autoridad divina.

Dios estaba por ser revelado como padre de todos los creyentes de toda nación. El espíritu o alma
del ser humano, influido por el Espíritu Santo, debe adorar a Dios y tener comunión con El. Los
efectos espirituales, como se demuestran en las oraciones, súplicas y acciones de gracia
fervorosas, constituyen la adoración de un corazón recto, en el cual Dios se deleita y es
glorificado. El Señor se reveló a esta mujer con más plenitud de lo que había hecho con
cualquiera de sus discípulos.”… pero cuando el pecado abundo, sobreabundo la gracia,
porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia
para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro” (Romanos 5.20, 21).

La samaritana y otros creyeron por su palabra. Esta es unas características de la época de la


gracia. Esos dos días que Jesús pasó en Samaria sirve de punto de partida a los dos mil años
durante los cuales la gracia ha sido ofrecida a la raza humana por Jesucristo Señor nuestro.

La Gracia ofrecida por la Impotencia de la Ley


Juan 5.1-17

La gracia no solo provee vida, sino vida en abundancia, esto se debe a la impotencia de vivir bajo
la Ley.

La escena es el estanque de Betesda. Este milagro demuestra que la salvación es gracia. Este
hombre estaba en una condición deplorable. Debido a su pecado pasado (v.14) llevó su aflicción
por treinta y ocho años. Estaba rodeado de personas atribuladas, las cuales ilustran del
inconverso; impotentes (sin poder, Ro. 5.6) ciegos, cojos, (incapaces de caminar correctamente,
(Ef. 2.1-3), paralíticos y esperando que algo les ocurra (sin esperanza, Ef. 2.12). Si estas personas
pudieran meterse en el agua cuando el ángel viene, podrían sanar; pero ¡no tienen el poder para
lograrlo!. Como el pecador hoy; si pudiera guardar la perfecta ley de Dios, podría ser salvo; pero
es incapaz de hacerlo.

Sin embargo, vemos la gracia de Dios obrando. Betesda significa «casa de misericordia, o de
gracia», y esto es lo que llegó a ser para este hombre. ¿Qué significa «gracia»?. Significa bondad
para quienes no se la merecen. Jesús vio una multitud de enfermos, ¡pero escogió solamente a un
hombre y lo sanó! Este hombre no era más merecedor que los demás, pero Dios lo escogió
(elección). Es un cuadro hermoso de la salvación y de cómo debe humillarnos saber que hemos
sido escogidos «en El» y no debido a nuestros méritos, sino por su gracia.”Según nos escogió en
El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de
El” (Efesios 1.4).

Lo que Cristo dice en 5.21 se aplica aquí “Como el Padre levanta a los muertos y les da vida,
así también el Hijo a los que quiere da vida,”No podemos explicar la gracia de Dios: “¿Qué,
pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? ¡De ninguna manera!, pues a Moisés dice:
«Tendré misericordia del que yo tenga misericordia y me compadeceré del que yo me
comparezca» Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia” (Romanos 9.14-16), pero si no fuera por ella nadie podría ser salvo (Romanos
11.32-36).

Había cinco pórticos y en la Biblia cinco es el número de la gracia; y el estanque estaba cerca de
la puerta de las ovejas, lo cual habla de sacrificio. El Cordero de Dios tenía que morir antes de que
la gracia de Dios se derramara sobre los pecadores. Jesús sanó el hombre en sábado, probando así
que la Ley no tenía nada que ver con la sanidad.

No somos salvos por guardar la Ley. El sanó al hombre por sí mismo, porque la salvación es sólo
por Cristo. El hombre se quejó: «No tengo quien» (v.7), pero aun cuando hubiera tenido una
docena de hombres que le ayudaran no hubiera podido hacer por él lo que Jesús hizo. El pecador
perdido no necesita ayuda; necesita la salvación por medio de la gracia de Dios.

La Vida- Sustentada por la Gracia


Juan 6.1-58

Tenemos, que las tres primeras señales ilustran cómo las personas se salvan por medio de Palabra,
por fe y por gracia: como bien dice el apóstol Pablo en Efesios 2.8: “porque por gracia sois
salvos por medio de la fe”. La cuarta señal, la alimentación de los cinco mil. Nos muestra que la
salvación satisface las necesidades internas del corazón.

Jesús es el Pan de Vida. Este milagro nos recuerda que mientras que la salvación es del Seños y
concedida solamente por gracia, Dios todavía usa a los instrumentos humanos para llevar el
evangelio de la gracia a las personas.

Jesús les dio el pan y de los pescados a los discípulos, y ellos lo repartieron a la gente.¿Y cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?”, pregunta Pablo en Romanos 10.14. Si
como el muchachito en Juan 6.9 le damos todo lo que tenemos, El lo tomará, y lo repartirá y lo
usará por su gracia para bendecir a otros.

Las cuatro últimas señales en el evangelio de Juan ilustran la gracia como resultado de la
salvación.

*Alimentación de los cinco mil (6.1-14): La Salvación por gracia trae satisfacción.

La tormenta se calma (6.15-21) La salvación por gracia trae paz.

*Sanidad del ciego por gracia trae luz


*La Resurrección de Lázaro (11.34-36) La salvación por gracia trae vida.

En los versículos 22-31 tenemos el escenario del sermón. La gente interesada en la comida siguió
a Jesús al otro lado del mar hasta Caperanaum y le halló en la sinagoga (v.59). El reveló los
motivos superficiales, carnales, de ellos (vv.26-27) y cómo ignoraban lo que quiere decir ser
salvos por fe y por gracia (vv.28-29). Así como El, por gracia, les alimentó con pan y todo lo que
tuvieron que hacer fue recibirlo, de la misma forma El quería darles vida eterna, pero ellos
pensaron que debían ganársela, así piensan una gran mayoría de creyentes en el día de hoy.

En el versículo 30 los judíos lanzaron un reto a Jesús:”¿Qué señal, pues, haces tú, para que
veamos y te creamos? ¿Qué obras haces?” El legalismo se presenta a si mismo como queriendo
decir que la gracia significa que nuestra confianza no está puesta en Dios, porque tenemos que
hacer las obras que Dios hace. Pablo nos recuerda que: “La Ley, pues, se introdujo para que el
pecado abundara, pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, porque así como el
pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna
mediante Jesucristo, Señor nuestro” (Romanos 5.20-21).

Las personas con un legalismo rampante; Preguntan a Jesús “Qué tenemos que hacer para poner
en práctica las obras de Dios”La respuesta de Jesús fue: “Esta es la obra de Dios, que creáis en
aquel que El ha enviado” O sea la gracia de Dios en su persona. La obra que brinda a las
personas una total dependencia de Jesucristo porque: “Porque la Ley fue dada por medio de
Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1.17) En constante
dependencia de Jesucristo. La gracia es en oposición a la ley. La obra de Dios durante la época de
la gracia es la creación de una nueva persona.«…porque Dios es el que en vosotros produce así
el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2.13).

En los versículos 22-34 tenemos es escenario del sermón. La gente interesada en la comida siguió
a Jesús al otro lado del mar de Capernaum y le halló en la sinagoga (v.59). El le reveló los
motivos superficiales, carnales, de ellos (vv.27-27) y cómo ignoraban lo que quiere decir ser
salvos por la fe y la gracia (vv.28-29). Así como El, por gracia, les alimentó con pan y todo lo que
tuvieron que hacer fue recibirlo, de la misma forma El quería darles vida eterna, pero ellos
pensaron que debían ganársela, hoy en día la gran mayoría de los creyentes así lo creen. En el
versículo 30 los judíos lanzaron un reto a Jesús:“¡Muéstranos una señal!” Le recordaron la
manera en que Moisés les dio pan (maná) del cielo para alimentarlos (Éxodo 16); y Jesús lo usó
como base para su sermón. Hay tres divisiones del Sermón, cada una seguida por una reacción de
la multitud.

En los versículos 32-34 Jesús revela que El era el mismo Hijo de Dios. El pan de Dios es una
persona del cielo (v.33) y da vida, no sólo a los judíos, como Moisés hizo), ¡sino a todo el mundo!
La manera en que se recibe este Pan es viniendo y tomándolo por gracia; y este Pan dará vida no
sólo para hoy, sino también vida en el futuro en la resurrección. Nótese la reacción de los judíos
(vv.41-42) que negaron su deidad. Jesús dijo que Dios era su Padre (v.32), pero ellos dijeron que
era José (v.42).

En los versículos 43-45. Jesús revela el proceso de la salvación. El pecador perdido no busca a
Dios (Romanos 3.11), de modo que la salvación tiene que empezar con Dios. ¿Cómo Dios atrae a
las personas a Cristo? El usa la Palabra: “Escrito está en los Profetas:«Y todos serán enseñados
por Dios» Así que, todo aquel oye al Padre y aprende de El, viene a mí»”.
Leamos 2 Tesalonicenses 2.13-14, para ver una clara descripción de los que Jesús quiere decir por
“atraer a la personas” “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para
salvación, mediante la santificación por Espíritu y la fe en la verdad. Para esto El os llamó
por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo”.

Comer el pan terrenal sostiene la vida por un tiempo, pero la persona al fin morirá. Recibir el Pan
espiritual por gracia le da a uno vida eterna.

Jesús sin ambages afirma en el versículo 51 que El dará su carne por la vida del mundo. Los
judíos se rebelaron contra esto (v.52) debido a que comer carne humana era contrario a la Ley
judía. Como Nicodemo, confundían lo físico con lo espiritual.

Jesús revela el poder de la salvación: (vv.53-65). ¿Qué quiso decir Jesús al declarar que debemos
“comer su carne” y “beber su sangre”? No estaba hablando de términos literales. En el versículo
63 claramente dice: “La carne para nada aprovecha”. ¿Qué da la vida? “El Espíritu es el que da
vida” (v.63). “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”.

En otras palabras, una persona que come la carne de Jesús y bebe su sangre, o sea, participa de
Jesús y le recibe, al recibir la Palabra según el Espíritu la enseña. Jesús no está hablando del pan y
la copa de la Santa Cena, ni de ningún otro rito religioso. La Cena del Señor todavía ni siquiera se
había instituido y cuando lo fue, Jesús afirmó que era un recordatorio. No imparte vida. Decir que
alguien recibe vida eterna al comer el pan o beber de la copa es negar la gracia de Dios en la
salvación.

La Biblia dice: “porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros,
pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2.8-9)

Triunfo Sobre La Ley: Libertad De La Gracia


Juan 8.1-36

Uno de momentos más impresionantes que sirven de ilustración a la lucha entre el legalismo y el
triunfo de la gracia sobre la Ley están escritos en estos once versículos de este capítulo ocho. Este
incidente es una ilustración en Romanos 10.4 “…pues el fin de la ley es Cristo, para justicia a
todo el que cree”.

Los escribas y Fariseos trajeron a Jesús a una mujer tomada en un acto de adulterio:”y en la Ley
nos mandó Moisés a apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices”.

La Ley como tal, declaraba a la mujer culpable. Pare ella no había ninguna posibilidad de escape,
ella era culpable y tenía que pagar la pena de muerte.”Pero sabemos que todo lo que la Ley
dice, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede
bajo el juicio de Dios” (Romanos 3.19).

La Ley era un ministerio de condenación y muerte (2 Corintios 3,7-9). En el caso de esta pobre
pecadora no había nada que cuestionar. Ella cometió un acto que nadie cuestionaba, cometió un
pecado que la Ley de Moisés aceptaba como un acto inmoral que violaba las normas de sus
acusadores religiosos; era un acto pecaminoso y sujeto a condenación. Tal parece que ningún
legalista entiende la declaración de Dios de lo que es pecado.”…y todo lo que no proviene de
fe, es pecado.” (Romanos 14.23).

Los Fariseos trajeron a la mujer a Jesús para tentarle. Esta es la verdadera característica del
legalismo. Ellos acusan a todos los que apoyan la gracia. Ellos dicen que todos los que enseñan
gracia, tiene poco cuidado de vivir como creyentes.

Jesús ignoró sus acusaciónes, ellos no tenían el verdadero espíritu de la Ley, y continuaron
presionando a Jesús para una respuesta (vv.7,8) El conocido escritor Arthur Pink nos da una
sugerencia muy interesante. El sugiere que Jesús escribió con el dedo en tierra dos veces para
recordarles las dos tablas de la Ley, escritas por el dedo de Dios (Ex. 31.18; ; 32.15-18; 34.1). Los
judíos pecaron y Moisés rompió contra el suelo las primeras tablas de piedras; pero Dios perdonó
su pecado, hizo provisión para el sacrificio de sangre y les dio otras dos tablas de piedra. Jesús
murió por los pecados de esta mujer y pudo perdonarla. Aquí hay una viva ilustración y la Ley y
la gracia.

Estas palabras de Jesús llena de gracia y verdad eran muerte para el legalismo y se convertían en
justicia, mientras que el legalismo ponía su confianza en la carne.

La presencia de Jesús que es la Luz del mundo y frente a El realizó cada uno su propia culpa
(v.9).

Después de esto ellos no tenían nada para mantener sus argumentos, ellos rechazaron la gracia y
ahora fueron convictos ante la Ley.

Bajo la gracia la aceptación del Salvador es un asunto personal, y la condición ante la Ley era
también personal. Ellos eran convictos ante la Ley así como ante la gracia a causa de su rechazo.

Al final la mujer estaba sola con Jesús, los Fariseos que la acusaban era un perfecto cuadro de la
gracia. La gracia es siempre personal e individual en su encuentro con Jesús (v.10). Esta mujer fue
liberada de la Ley. “Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la
que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo
el régimen viejo de la letra” (Romanos 7.6).

Jesús es la Luz del mundo. Dios es luz, y Jesús es la imagen del Dios invisible. Un sol ilumina a
todo el mundo; así lo hace un solo Jesús y no necesita más. Quienes siguen a Jesús no andarán en
tinieblas; andarán en la Luz de su gracia redentora. No serán dejados sin las verdades necesarias
para impedir el error destructor, y sobre todo sin las instrucciones en el camino de gracia, del
deber, necesarias para guardarlos del pecado condenador.

La maldición de la Ley es quitada para todos los que se sometan a la gracia del evangelio. Nada
sino la doctrina de la gracia, será un argumento suficientemente poderoso para que todos podamos
entender que: “La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el
pecado abundó, sobreabundó la gracia, porque así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor
nuestro” (Romanos 5.20,21)

La Manifestación de la Gracia a Través del Sufrimiento


Juan 9.1-38

La gracia no siempre se manifiesta en asuntos que tienen que ver con experiencias gozosas, en
algunos casos se manifiesta en medio de aflicciones y en dificultades difíciles de entender. En este
capítulo encontramos una manifestación de la gracia de Dios en un hombre desdichado que nació
ciego.

Esto despertó la pregunta de sus discípulos “Rabi –¿Quién pecó, este o sus padres, para que
haya nacido ciego? Ellos miraron la ceguera como causa del pecado, o más bien como una
consecuencia de haber violado la Ley, bajo la Ley no había otra manera de considerar el
sufrimiento a causa de las bendiciones temporales que Israel recibía por guardar la Ley (vea
Deuteronomio Cap.28).

El Señor Jesús les respondió de esta manera “-No es que pecó este, ni sus padres, sino para que
las obras de Dios se manifiesten en él (v.3). Con estas palabras descartó Jesús la cuestión de
pecado, así como que la ceguera un castigo de parte de Dios como resultado de alguna acción
culpable. A este hombre se le permitió nacer ciego par demostrar el poder y la gracia de Dios.
Había sido elegido para ser un recipiente de la obra de gracia y verdad de Jesús.

Esta es siempre la realidad de la gracia, aun el sufrimiento es permitido para su más completa
manifestación. A pablo el ministerio de la gracia le fue manifestado de una manera especial. “…
porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9.16). Este es
un sufrimiento enteramente desconectado del pecado como tal, el propósito es manifestar la gracia
y la gloria de Dios. Efesios 1.4-6 dice: “…según nos escogió en El antes de la fundación del
mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. Por su amor, nos predestinó
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”.

No es extraño ver el sufrimiento permitido en la vida de los creyentes, para que de esta manera se
vea la gloria de Dios en sus vidas…A pablo se le repitió ¡Bástate mi gracia!

Es de notar que la obra de gracia no fue hecha solamente en el hombre ciego, sino que fue hecha
por Jesús: Me es necesario hacer las obras del que me envió, mientras dura el día; la noche
viene, cuando nadie puede trabajar”. (v.4)

En los versículos 6 y 7 encontramos un método diferente: “Dicho esto, escupió en tierra, hizo
lodo con la saliva y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: -Ve a lavarte en el estanque
de Siloé -que significa enviad. Entonces fue y se lavó y regresó viendo”.
Tres cosas se destacan, 1. Se encontró con Jesús. 2. Obedeció el mandato de Jesús o sea se lavó. 3.
Regreso viendo. Estas tres cosas ilustran las condiciones esenciales para vivir bajo la gracia.

Hay que ser atraído a Jesús. La Biblia señala lo siguiente: “…Nadie puede venir a mí, si el
Padre, que envió, no lo atrae; y yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6.43). Obedeció la
Palabra de Jesús y se lavó. ¿Qué se lavó? La mezcla de lodo y saliva que había en sus ojos. El
polvo es de la tierra y pertenece a las cosas de la tierra. El se lavó, aquí hay un caso cuando Jesús
condiciona la sanidad a la obediencia.

El creyente tiene que abandonar su propio camino y su propia visión antes de recibir la visión
espiritual.

No podemos confundir esto con recibir la salvación eterna, ya que esta depende totalmente de
Dios sin esfuerzo humano alguno. Efesios 1.15-20 dice” “Por esta causa también yo, habiendo
oído de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de
dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios
de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os de espíritu de revelación en el
conocimiento de El; que alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es
la esperanza que a que El os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en
los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la acción de su fuerza poderosa. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los
muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales”

Años de ceguera y sufrimiento prepararon a este hombre para obedecer el mandamiento “Ve y
lávate”, por eso el poder de Dios se manifestó en él.

El sufrimiento del creyente es usado por Dios a través de la gracia para remover de su vista las
cosas temporales y darle una visión nueva de las riquezas en su gloria. Filipenses 4.19 dice: “Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

Fijémonos en los comentarios de los vecinos: “Unos decían:«El es». Otros : «A él se parece».
El decía:«Yo soy» El dio la respuesta adecuada. Llama la atención la actitud de los fariseos, fue
que durante el resto del pasaje se mantuvo la confrontación de este hombre y a sus padres,
finalmente la repuesta llena de gracia del hombre que había nacido ciego y objeto de la gracia de
Dios la encontramos en el versículo 25 “ Entonces él respondió y dijo: -Si es pecador, no lo sé;
una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo”. Es natural la actitud de los Fariseos como
furibundos legalistas “¿Acaso también nosotros somos ciegos? Jesús les respondió: -Si fuerais
ciegos no tendrías pecado, pero ahora, porque decís: “Vemos”, nuestro pecado permanece”.

La expulsión de la sinagoga provoca la simpatía de Jesús y eso lo vemos en los versículos 35-41.
Este hombre sufrió para recibir la gracia, siguió sufriendo y perseguido por el legalismo aun
siendo un testimonio viviente del poder restaurador y sanador de la gracia de Dios.
Manteniéndonos en la Gracia

Juan 10.1-29-

La gracia es esencial para la regeneración y la glorificación, y para mantenernos creyendo durante


toda la vida. En el ministerio de gracia y verdad Jesús no falló en dar particular énfasis en este
aspecto.

La parábola del buen Pastor es una hermosa presentación de Dios manteniendo la gracia. Este es
un cuadro del Pastor teniendo cuidado de sus ovejas, donde los creyentes dependen de Dios y las
ovejas al Pastor.

Este es un cuadro de las relaciones de Dios y el hombre bajo la gracia. Las ovejas son conocidas
por debilidad y desamparo. Estas criaturas necesitan protección y guía, dependen de Pastor, son
un cuadro perfecto de los creyentes que tienen una completa dependencia del la gracia de Dios.

Las ovejas oyen la voz del Pastor: (v.3) “A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a
sus ovejas llama por nombre y las saca” Y ellas le siguen: (v.4) “Y cuando ha sacado fuera
todas las propias, va delate de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz”. Esta es
una tierna relación entre el Pastor y sus ovejas. El Pastor es el dueño. El las llama “mis ovejas”
(v27). El las llama por su nombre (v.3), no colectivamente sino individualmente, cada una de ellas
es conocida personalmente y son de gran valor para El. El las dirige (vv.3, 4) ¡Que cuadro de
devoción y cuidado! El conoce sus ovejas (v.14) Conoce sus tentaciones, sus debilidades, sus
fracasos, sus necesidades. El conoce todo a cerca de sus ovejas y ellas conocen que El es
omnipotente, que no puede fallar que El provee las mejores cosas en el tiempo apropiado.

Aquí hay un contraste entre los Fariseos, asalariados, a quienes no les importan las ovejas, y Jesús
el buen Pastor. Los asalariados huyen y se autoprotegen cuando el enemigo viene; pero Jesús,
como el buen Pastor, su vida da por las ovejas. Jesús el buen Pastor da su vida en la cruz, como el
gran Pastor cuida las ovejas, y como el Pastor principal vendrá otra vez en gloria por sus ovejas.
En el versículo 18 habla tanto de su muerte como de Su resurrección . En los versículos 27-29
inclusive, se encuentra una de las más iluminadas declaraciones que muestran la dependencia de
parte de los creyentes y la provisión de parte de Dios, que podemos encontrar en todo evangelio.
Esta es una hermosa descripción de los verdaderos creyentes sus ovejas que oyen su voz.

Oyen su voz, lo que quiere decir que oyen su Palabra y responden a ella. Los no elegidos tiene
muy poco o ningún interés en la Biblia; las verdaderas ovejas viven en la Palabra.

Conocen a Jesús y son conocidos (vv.14,27), de modo que no seguirán a un falso pastor. Los
miembros de las iglesias que corren de un sistema religioso a otro, o de una mera secta a otra,
demuestran que no son verdaderas ovejas.

Siguen a Jesús, lo cuan habla de obediencia. Nadie tiene el derecho a reclamar ser una de las
ovejas de Jesús si vive en voluntaria, persistente y abierta desobediencia, y rehúsa hacer algo al
respecto. Así como hay falsos pastores, también hay cabritos que tratan de pasar por ovejas, Un
día Jesús les dirá: “Nunca os conocí” (Mateo 7.23). La gracia no permite pecar
concitudinariamente, porque la gracia es excelencia de vida.
Tienen vida eterna y están seguros, sostenidos por Su gracia. Los versículos 28,29 declaran la
maravillosa seguridad que los verdaderos creyentes tienen en Cristo. Tenemos vida eterna o sea
seguridad eterna. Estamos al cuidado de Cristo y en las manos del Padre, una seguridad doble de
seguridad eterna para sus ovejas. Somos el regalo del Padre al Hijo, y el Padre no le quitará otra
vez lo que regalado. Las ovejas son una ilustración hermosa de los creyentes. Las ovejas son
animales limpios y los creyentes han sido limpiados de sus pecados. Las ovejas se juntan en
rebaños y también los verdaderos creyentes. Las ovejas son inofensivas y los creyentes deben ser
inofensivos y sin culpa. Las ovejas son proclives a apartase del rebaño ¡y también nosotros!. Las
ovejas necesitan un pastor para protección, guía y alimento; y nosotros necesitamos a Cristo para
protección espiritual, dirección diaria y alimento espiritual. Las ovejas son útiles y productivas;
asimismo los verdaderos creyentes. Finalmente, las ovejas se usaban en los sacrificios; y los
creyentes están dispuestos a entregarse a sí mismo a Cristo como “Sacrificio vivos” (Romanos
12.1). Todo esto es la obra de gracia que Jesús ganó en la cruz del Calvario, “Lleno de Gracia y
Verdad”

Manifestación de la Gracia en la Revelación de Jesús


Juan 11.1-44

El vino con gracia y verdad y apareció a quienes les habían de aceptar trayendo la gracia. De
quien el apóstol Pedro escribió diciendo:”Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la
acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza en la gracia que se os traerá en la
revelación de Jesucristo” (1 Pedro 1.13.V B.D.A.).

En la historia de la resurrección de Lázaro de la muerte y los incidentes relacionados con los


mismos hay varios puntos de particular interés acerca de la gracia de Dios.

Este milagro tipifica la resurrección de los creyentes anunciando la eterna provisión de Dios. En
el primer escenario que vemos en la gracia es que el ser humano nazca de nuevo. Este es el regalo
de la vida eterna. Es segundo escenario que incluye la gracia que hace provisión para suplir la
vida espiritual del creyente. Esta es la provisión de Dios para la vida diaria del creyente que
incluye el agua de vida, para los santos. La liberación de la impotencia de la Ley y el sustento del
Pan de Vida, para la vida de los creyentes es una libertad del cautiverio de la Ley.

El énfasis esta puesto en el amor por dos hermanas y un hermano en su hogar de Betanía, es
provechosa esta nota especial del versículo 3: “Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús;
-Señor, el que amas está enfermo”Esta fue una declaración de Jesús que amaba a Marta, María
y a Lázaro (v.5) y hablando a sus discípulos dijo: “Nuestro amigo Lázaro” (v.11). El amor es la
base de la amistad. Cuando el fue a la tumba, el lloró (v.35). Los judíos interpretaron la
expresión: “…¡Mirad cuánto lo amaba! (v.36). Todo lo que Jesús hizo por Lázaro estaba
motivado por su amor y por su gracia. Después dijo: “-Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy
a despertarlo” (v.11).
Cuando Marta escucho que Jesús había llegado ella fue a su encuentro y le dijo: “-Señor, si
hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v.21). Mas tarde cuando María llego
dijo las mismas palabras (v.32).

En esta casa había el temor de Dios y sobre la cual reposaba su bendición, pero fue hecha la casa
de duelo. La gracia enluta el duelo en el corazón, pero no el de casa. Cuando Dios por su gracia
viene a nosotros por caminos de misericordia y consuelo, cuando Marta salió a encontrar a Jesús,
María se quedo tranquila en casa. La gracia y simpatía de Jesús por sus amigos afligidos se
manifestó por la angustia de su Espíritu. El es afligido en todas las aflicciones de los creyentes. Su
preocupación por ellos lo demuestra por su bondadosa pregunta por los restos de su amigo que
dormía El lo demostró con sus lagrimas (v.35). “Era varón de dolores y experimentado en
quebranto”. Los que están bajo la gracia no están muertos sino dormidos en Cristo. Es muy
significativo que Pablo nunca dijo que Jesús estaba “durmiendo” El murió a causa del pecado y
por las demandas de la Ley.

En el versículo 23 Jesús dijo a Marta “tu hermano resucitará” y ella le contestó “Yo se que
resucitará en la resurrección del día final” (vv.25,26) Esta es la gracia que El trajo a todos los
creyentes en su revelación. Esta gracia que vino al hombre el cree y nace de nuevo, renueva la
mente espiritual como consecuencia de la trasgresión de Adán, trasgresión de la Ley de Dios y
que le da al hombre vida eterna. “El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces los muertos en Cristo resucitaran
primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedados, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre
con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”. (1 Tesalonicenses
4.16-18). Esta admonición de Pablo conlleva la promesa de gracia que revelada por Jesucristo y
ha confortado a los creyentes por muchas centurias.

Jesús vino a la tumba y ordenó que piedra fuera removida, Marta objetó y dijo: “-Señor, hiede
ya, porque lleva cuatro días.(v.39). Aquí hay un detalle que puede escaparse fácilmente, pero
que es muy importante y una ilustración de la gracia que viene de su revelación “hiede” esto habla
de descomposición o corrupción. El ser humano llegó a ser mortal y corruptible a causa de la
trasgresión de Adán. El apóstol Pablo declaró: “…en un momento, en un abrir y cerrar de
ojos, a la final trompeta, porque se tacará la trompeta, y los muerto serán resucitados
incorruptibles y nosotros seremos transformados, pues es necesario que esto corruptible se
vista de inmortalidad” (1 Corintios 15.52,53). Jesús llamo a gran voz “¡Lázaro ven fuera! Esto
es un tipo de que corrupción para a la incorrupción y lo mortal a la inmortalidad (1 Corintios 15.
54-57). Esto es la gracia que nos trajo Jesucristo en su revelación de la gracia y la victoria final
sobre la Ley, un ministerio de muerte y condenación.
La Gracia Disponible a los Elegidos
Juan 12.20-50

Ciertamente algunos griegos vinieron a adorar en las fiestas. Estos griegos eran gentiles y
representaban el mundo gentil. Cuando Andrés y Felipe los trajeron a Jesús. El les contesto
hablando acerca de su muerte. No hay evidencia cierta de que estos griego vieron a Jesús.

El gran deseo de nuestras almas será ver a Jesús al participar en las santas ordenanzas, en
particular de la pascua del evangelio; verlo como nuestro, teniendo comunión con El y derivando
gracia de El.

El llamado a los gentiles magnificó al Redentor. Una semilla de trigo no produce a menos que sea
sepultada. Así Jesús podría haber poseído solo la gloria celestial sin volverse hombre. O, después
de haber asumido la naturaleza humana, podría haber entrado solo al cielo, por su justicia
perfecta, sin sufrimiento ni muerte, pero entonces ningún pecador de la raza humana hubiera
podido ser salvo ¡Que gran demostración de la gracia! La salvación de nuestras almas ahora y de
aquí en adelante hasta el fin del tiempo, se debe a la muerte de esa simiente de trigo. Pablo define
de esta manera esta realidad: “Os digo que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión
para mostrar la verdad de Dios,la gracia, para confirmar las promesas hechas a los padres, y
para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, gracia, como esta escrito: «Por
tanto, yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a su nombre”. (Romanos 15.8,9. Salmo
18.49).

Esto es solamente por el segundo ministerio de gracia hacia los gentiles incluyendo estos griegos.
Efesios 2,1, 12 nos dice la razón: El os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. Estaban
muy alejados, pero gracias a la sangre de Cristo: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efesios
2.13)

Esta situación es comparable cuando Nicodemo se acercó a Jesús y el le llamó Maestro de Israel y
Jesús le contestó, que el tenía que nacer otra vez.

La diferencia en esta ocasión es que Nicodemo un judío se acercó a Jesús con el propósito de
aprender de la Ley y como vivir una vida cerca de Dios. Esa vida solamente se puede vivir con la
ayuda de la gracia de Dios.

Los griegos vinieron a Jesús para ver que recibían de El. A ambos Jesús les habla de su muerte
(vv. 23,24). “Yo soy la verdad” El estaba en el principio con Dios y estaba destinado a regresar a
Dios. En la respuesta a Felipe, Jesús le habló de su muerte El le dijo “ Ha llegado la hora para que
el Hijo del hombre sea glorificado” (v.23). Si el moría traería mucho fruto.

Hablando sobre el futuro de esa muerte dijo “Y yo cuando fuere levantado (v.32) En el caso de
Nicodemo El dijo: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el
Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel que en El cree no se pierda, sino tenga vida
eterna” (3.14-15). Para la Ley todo el mundo era culpable delante de Dios y la muerte reinó.
Cuando el fue levantado en la cruz la gracia de Dios trajo salvación. Jesús murió por
Su pueblo “ Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo
de sus pecados” (Mateo 1.21). Por sus ovejas (Isaías 53.6). “Todos nosotros nos descarriamos
como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo en El el pecado de todos
nosotros” Por su Iglesia “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia
y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5.27)

El capítulo cierra con la última proclamación concerniente a la gracia. El vino como la luz del
mundo, y todos los que creen en El no estarán en tinieblas, y aquellos que no crean en El serán
juzgados no de acuerdo a la Ley sino por las palabras de gracia y verdad que El ha hablado. El no
habló por sí mismo, sino que habló lo que el Padre le encomendó. Lea proverbios 1.20-33.

Hasta aquí la Ley. En lo Adelante la Gracias

Juan 13.34, 14.16-17, 15.14-15, 16.23-24

Un nuevo mandamiento

Antes de que Jesús dejara a sus discípulos, les daría un nuevo mandamiento. Un
nuevo mandamiento supone que no había uno de mandato obligatorio. Ellos tenían que amarse
unos a otros por amor de Cristo y conforme a su ejemplo buscar lo que beneficie a su prójimo, y
fomente la causa del evangelio, como un solo cuerpo animado por una sola alma. Este
mandamiento aun parece nuevo para muchos creyentes. En general las personas notan cualquier
otra palabra de Cristo antes que estas. Por esto se revela, si lo seguidores de Cristo no se
demuestran amor unos a otros, dan causa para sospechar de su sinceridad.

La medida de amor bajo de los antiguos mandamientos era del corazón, el alma y la mente. Todo
esto era basado en un plan humano.

Este nuevo mandamiento trasciende el amor humano, ya que la que el amor de Dios manifestado
en la gracia es “favor no merecido” Pablo lo expresa en Gálatas 2.20 de esta manera “el cual me
amo y se entregó a sí mismo por mi”

Un nuevo poder

La segunda declaración la encontramos en Juan 14.16-17. Hasta este tiempo estas palabras
habladas por el Espíritu Santo, es un fruto de la mediación de Cristo. Comprado por sus méritos y
recibido por su intersección. La palabra aquí empleada sindica, abogado, consejero, monitor. Y
consolador. El permanecerá con sus discípulos hasta el fin, sus dones y gracias alientan sus
corazones. Las expresiones usadas aquí y en otros pasajes, denotan una persona; y el oficio
mismo incluyen todas las perfecciones divinas. Es por el Espíritu Santo dado a los discípulos de
Cristo y no al mundo. Este es la favor que Dios da a sus elegidos: como fuente de sanidad y
felicidad, el Espíritu Santo permanecerá con cada creyente para siempre. Bajo la gracia el Espíritu
Santo habita en los creyentes para confortarlos, darle poder para vivir en nuestra peregrinación en
la tierra. El conflicto entre la Ley y la gracia continuará.
Una nueva relación para el servicio

Una tercera declaración encontramos en el capítulo 15 versículos 14 y 15. Ahora Jesús llama
amigos a sus discípulos. Su propia muerte en la cruz demostraría su amor por ellos; ahora ellos
deben demostrar su amor por El amando a sus hijos. Los amigos se quieren y se ayudan unos a
otros. La obediencia que Cristo nos pide no es la del esclavo, sino la de amigo. Debido a que
somos sus amigos y permanecemos en El, conocemos su voluntad y tenemos el secreto de su
gracia. Se nos recuerda que Abraham fue amigo de Dios y El le comunicó sus planes para
Sodoma y Gomorra.

Esa misma tarde El les dijo a ellos: “Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien,
porque lo soy” (Cap. 13.13)

La relación entre el Maestro y el siervo es bien conocida bajo la Ley. La responsabilidad y los
derechos de cada uno eran gobernados por la Ley. Las cortes de justicia tenían jurisdicción en
cuestiones en cuestiones levantadas con las relaciones; no en las relaciones de amistad. En esta
relación no había ninguna responsabilidad legal y las cortes nunca decidieron el lo relacionado
con la amistad. El amigo trabajaba por su amigo, pero no había un salario envuelto. De igual
manera en la gracia no hay un salario impuesto para servir al Señor Jesucristo, el amor a los
perdidos es el salario. ¡Cómo cambian los tiempos!. La amistad con el Señor no solo representa
obediencia y trabajo por amor a Cristo, sino la revelación que viene de parte de El: “…pero os
he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os la he dado a
conocer” (Juan 15.15).

Es significativo que Abraham fue llamado “amigo de Dios” Por que Dios le reveló lo que
intentaba hacer con Sodoma y Gomorra (Génesis 18.17). Por otra parte Dios nunca llamó a
Moisés amigo él era siervo de Dios, David también fue llamado siervo; esto esta en armonía
con Gálatas 4.4-5 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de de
que recibiéramos la adopción de hijos”

Una nueva transición

Presentada como una nueva transición de la Ley a la gracia, la encontramos en Juan 16 versículos
23 y 24. “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto os digo que todo cuanto pidáis al
Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y
recibiréis para que vuestro gozo sea cumplido”. Este es un cambio incuestionable en las
relaciones entre Jesús y sus discípulos.

“En aquel día”, talvez se refiere al día cuando vendría el Espíritu Santo y empezaría su ministerio
entre ellos.

Mientras que Jesús estaba en la tierra, los discípulos estaban acostumbrados a llevarle sus
preguntas y necesidades. Cuando Cristo regresó al cielo, El les envió su Espíritu para ayudarles en
sus oraciones. Pablo lo presenta de esta manera: “De igual manera, el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que escudriña los corazones
sabe cual es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por
los santos” (Romanos 8.26,27)

En los primeros tiempos es su respuesta “enséñanos a orar” El los enseño en lo que se llama “La
oración del Señor”. Mucho se ha escrito que esta oración pertenece al tiempo de la Ley y que no
es para el tiempo de la gracia. Este no es el momento para esta discusión El dijo “hasta ahora nada
habéis pedido en mi nombre”.

Antes de la muerte de Jesús en la cruz las personas estaban ante Dios basadas en sus propios
méritos. En la cruz Cristo vino a ser la propiciación por el pecado y los que reciben a Cristo
vinieron a ser “aceptados por el amado” (Efesios 1.6). La declaración “nada habéis pedido en mi
nombre” Es una declaración hecha bajo la Ley. La declaración que pidamos en su nombre, es una
declaración bajo la gracia. El apóstol Pablo lo pone de esta manera: “Por eso Dios también lo
exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y
debajo de tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el
Padre” (Filipenses 2.9-10)

Seguridad en la Gracia

Juan 14.1-3, 16.18, 16.33

Estos tres versículos del capítulo 14 de Juan traen seguridad a una gran multitud de creyentes. La
admonición “No se turbe vuestro corazón” está directamente relacionada a tener fe en Dios y fe
en Cristo Jesús. No es suficiente conocer a Dios, también hay que reconocer a su Hijo de quien
fluye la gracia como un hombre de Dios. Aparte de Cristo la gracia de Dios es inoperante. El que
recibe la gracia tiene que creer en El.

El trajo la gracia y la verdad. La gracia es sólo para aquellos que confían en el Hijo y tienen el
conocimiento de que están perdidos.

La primera confirmación de la Palabra de gracia apunta a la vida eterna. “En la casa de mi Padre
muchas moradas hay;” (v.2). La integridad del Hijo es una garantía de que hay mansiones en la
casa de su Padre “si así no fuera yo os lo hubiera dicho” Confirmado por el apóstol Pablo en 2
Corintios 5.1 “Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace,
tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de por manos, eterna en lo cielos” Hay una
condición atada a esta seguridad. Pero esta condición no depende del hombre; depende del Hijo El
dijo: “Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mi mismo, para que
donde yo esté, vosotros también estéis” (v.3) No deje que la angustia llene su corazón.

Pero la provisión de Dios es una demostración de gracia, amor y confianza “Y yo rogare al


Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros siempre: el Espíritu de verdad,
al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; paro vosotros lo conocéis,
porque vive con vosotros y estará en vosotros” (Juan `14.16-18).
El ayuda a los creyentes en su intersección de acuerdo a la voluntad de Dios. Pablo lo describe en
Romanos 8.27-27 de esta manera. “De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que escudriña los corazones y sabe
cuál es la intención del Espíritu, conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” El
Espíritu nos ayuda y lo ratifica en Romanos 11.29: “…porque irrevocables son los dones y el
llamamiento de Dios”

El consolador es también “Espíritu de Verdad” (v.17) y El os guiará a toda verdad (vv.16,18)


Cuando el creyente peca se aparta de la verdad; en ese caso la labor del Espíritu de verdad lo
regresa al camino de la verdad. En Romanos 6.14 dice: “El pecado no se enseñoreará de
vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia”

Jesús pronunció a sus discípulos un discurso que terminó con palabras de de consolación al
decir: “Estas cosas os he habado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción,
pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16.33).¡Qué bendición escuchar a Jesús decir esta
palabra: “Confiad” Estaba a punto de ser arrestado y crucificado, y sin embargo, les da paz y gozo
a sus seguidores. Les promete la victoria” Yo he vencido al mundo” El contraste entre la gracia y
la Ley es evidente. Estas son las palabras de Moisés en Deuteronomio 28.1-2: “Acontecerá que si
oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus
mandamientos que yo de prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las
naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones, si escuchas
la voz de Jehová, tu Dios” Aquí hay una promesa de futura bendición. Esta promesa no pasa de
las cosas terrenales, no hay nada aquí celestial, a diferencia con la promesa de muchas mansiones
en la casa de mi Padre. Lo que hace es poner condiciones para que guarden los mandamientos.
Solo con recompensas materiales. La Ley y la gracia son dos métodos opuestos entre Dios y las
personas. Estos dos sistemas no se pueden mezclar sin hacer violencia. La Ley causa temor, pero
la gracia trae consuelo, alivio, satisfacción y bienestar.

La Consumación de la Gracia
Juan Capítulo 17

Este capítulo es conocido como “la intersección de Cristo” o también como “El lugar Santísimo
del Evangelio de Juan”. Aquí tenemos el privilegio de oír al Hijo en una conversación con el
Padre. Pasaríamos mucho tiempo meditando en las verdades que contiene este capítulo, pero aquí
sólo podemos destacar los puntos más sobresalientes.

Cristo ora por sí mismo (vv. 1-5) El gran tema de estos versículos es que Jesús ha concluido la
obra de la salvación “He acabado la obra” (v.4) la obra de salvación, y debido a esto, “te he
glorificado en la tierra” (v.4) Jesús siempre miró a la cruz como un medio de glorificar a Dios.

Jesús le pide al Padre que le dé nuevamente la gloria que El dejó cuando vino a la tierra a morir.
La única vez en que la gloria se reveló en la tierra fue en el monte de la transfiguración. Notemos
el verbo “dar” en el versículo 2; (1) El Padre le ha dado al Hijo autoridad sobre todos los elegidos;
(2) el Hijo da vida eterna a (3) aquellos que El Padre le ha dado al Hijo. ¡Una de las verdades más
poderosas en Juan 17 es que cada creyente es un regalo de gracia del amor de Dios al Hijo! “Todo
lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, no lo hecho fuera” (Juan 6,37) Esto
nos dice claramente que nuestra salvación es segura, porque el Padre no nos quitará del Hijo.
(Juan 10.27-29).

“He manifestado tu nombre” (v.6), esta declaración podía estar relacionada con las
declaraciones “YO SOY” de Jesús en el Evangelio de Juan. Y Jesús revela que Dios es para
nosotros lo que quiera que necesite ser. Para aquel que tiene hambre El dice “Yo soy el Pan de
vida” Para el perdido El le dice “Yo soy el camino”. Para el ciego “Yo soy la Luz del mundo”
Para los que están bajo la Ley; ahora están bajo la gracia “Porque la gracia y la verdad vinieron
por medio de Jesucristo”.

La clave en esta petición es la santificación, más bien, la relación de los discípulos al mundo.
Jesús dijo: “Yo les he dado tu palabra” (v,14), y el el versículo 17 afirma que somos
santificados por medio de la Palabra, o sea separados. La santificación no significa perfección sin
pecado, de otra manera Jesús nunca pudiera haber dicho: “Yo me santifico a mismo” (v.19), por
cuanto nunca pecó.

Jesús le pidió al Padre que guardara a los discípulos (v.11). Esta petición no sugiere la posibilidad
de que los discípulos perdieran su salvación. Notemos la petición completa:“Guárdalos en tu
nombre, para que sean uno” Ahora que se iba de regreso al cielo, le pidió al Padre que los
guardara.

Algunos usan el versículo 12 como «prueba» de que un creyente puede perder su salvación, pero
una lectura cuidadosa del versículo ¡prueba precisamente lo opuesto! Jesús dijo:“Ninguno de
ellos se perdió, sino el hijo de perdición”. Esto muestra que Judas nunca fue parte del grupo de
discípulos. En el versículo 11 Jesús afirma con claridad meridiana que El guardó a todos los que
Padre le dio; puesto que Judas estaba perdido, no podía haber tenido nada entre los que se les dio.
Muchas personas hoy día enseñan que «Judas perdió su salvación» cometen una gran
equivocación al pensar que Judas tenía la salvación, ¡cuando no la tenía!

Los cristianos no son del mundo, pero están en el mundo para predicar y enseñar sobre la gracia
de Dios que nos trajo nuestro Señor y Salvador Jesucristo

El tema principal aquí es la glorificación: “Yo les he dado la gloria que me diste” (v.22), por
tanto en el plan de Dios el creyente ya ha sido glorificado (Romanos 8.30). Esta es otra prueba de
la seguridad del creyente; ya somos glorificados en tanto y en cuanto a Dios concierne. Jesús ora
que podamos estar con El y ver su gloria. Colosenses 3.4 afirma que participaremos de su gloria;
mientras Romanos 8.18 promete ¡que manifestaremos su gloria!

Jesús también ora por la unidad de su iglesia: “Para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí
y yo en ti, que también ellos sean uno, así como nosotros somos uno”(v.21). Hay una gran
diferencia entre unidad, de corazón y espíritu, y uniformidad, todo el mundo es exactamente igual.
Jesús nunca oró por que todos los creyentes pertenecieran a una iglesia mundial.

Todo creyente que muere va al cielo porque Jesús oró para que esto fuera así: “Padre, aquellos
que me has dado, quiero que donde yo esté, también ellos estén conmigo, para que vean mi
gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo” (v.24)

Los versículos 20-26 enfocan la glorificación: “La gloria que me diste, yo les he dado” Estos
dones de gracia abarcan el pasado, presente y futuro..
El glorioso poder de la gracia que nos trajo Jesús obra de esta manera. Los creyentes son el don
del Padre al Hijo (v.2) Dios no pide que le devuelva lo que El regala por amor. Jesús concluyó su
trabajo, de modo que los creyentes no pueden perder su salvación. Jesús pudo cuidar a los suyos
mientras estaba en la tierra y es capaz de seguir cuidándolos hoy, porque es el mismo Salvador.
Jesús sabe que finalmente estaremos en el cielo porque El ya nos ha dado su gloria. Jesús oró que
podamos estar en el cielo y el Padre siempre responde a las oraciones del Hijo.

La comisión Bajo la Gracia


Juan 20.21

En cada uno de los cuatro evangelios encontramos la comisión dada por nuestro Salvador de salir
y predicar. Por supuesto hay algunas diferencias entre uno y otro. Mateo nos presenta la comisión
de predicar a la Iglesia.”Por tanto, id y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los día, hasta el fin del
mundo” (Mateo 28.19, 20).

Cuando Jesús dio esta comisión a sus discípulos, no fue la primera vez que hacia referencia a que
El había sido enviado por el Padre. Por menos cuarenta veces en el evangelio de Juan se menciona
el tema. Estas palabras tienen un valor profundo “Como me envió el Padre así también yo os
envió” (v.21).

El sabbat indica descanso después del trabajo y pertenece a la Ley. El domingo es el día del
Señor, el primer día de la semana, y habla de vida y descanso antes del trabajo; y esto nos
recuerda la gracia de Dios. Jesús atravesó puertas cerradas en su cuerpo glorificado y trajo paz a
las personas temerosas. Nótese que dos veces habla de la paz (vv.19, 21) La primera «paz» es con
Dios, basada en su sacrificio voluntario en la cruz como una demostración de la gracia que es
impartida a los elegidos por los cuales El murio. La segunda paz es de Dios, que viene de su
presencia con nosotros.

La comisión bajo la gracia incluye la realización de uno que ha sido enviado ysu vida es igual a
aquel que envió. En muchas ocasiones Jesús expresó su dependencia del Padre. He aquí algunas
de esas expresiones: (Cap. 10.15) “así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre” (Cap.
10.30) “El padre y yo somos uno” (10.36) “… al que el Padre santificó y envió al
mundo” (16.32) “ … no estoy solo, porque el Padre está conmigo”

Ellos son inseparables en cuanto a su comisión. De igual manera El es inseparable con aquellos
que ha enviado. Toda esta dependencia tiene el propósito de que Padre sea glorificado en el Hijo.
El no busca su propia gloria sino por aquel que lo envió.(Cap/ 7.18; 8.50).

Esta comisión bajo la gracia no especificaba un lugar especifico. Su misión era a todo el mundo.
Sin descuidar el mensaje de gracia y verdad.
El Trabajo de Amor Bajo la Gracia
Juan 21

Jesús apunto que bajo la gracia hay una nueva relación entre El y los creyentes basado en lo que
El les mandó. Esta es una relación de amistad y de amor o sea de gracia.

Los dos versículos del capítulo veinte nos presenta el propósito de este libro; como hemos
señalado en el principio. Esta es una parte esencial de la gracia que aparece en muchas \partes de
este evangelio. Simón Pedro dijo a los seis discípulos “a pescar me boy” y ellos dijeron “vamos
nosotros también”. Ellos trabajaron toda la noche y no pescaron nada, Jesús entonces apareció en
la escena pero no lo conocieron. El les dijo: ¿“Hijitos tenéis algo de comer? Y ellos le
respondieron: “NO”. Entonces el les dijo:”Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis.
Entonces la echaron, y ya no la podían sacar por la gran cantidad de peces”.(vv.2-6).

Cuando Pedro les dijo “a pescar me voy” esa expresión denota esfuerzos humanos; y esos
esfuerzos fracasaron, porque fueron planeados por liderazgo humano y ese tipo de líder tiene que
aprender que es importante someterse a la gracia y no ha esfuerzos humanos. Jesús dijo, orden
divina, “Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis”.Eran los mismos hombres, el mismo
barco, la misma red, pero ahora tienen la dirección divina, el trabajote la gracia de Dios que
siempre da resultados positivos (v.11).

En este punto reconocieron al Señor, no al maestro, porque ya no eran siervos sino amigos

“Al descender a tierra” v.9). Aquí encontramos una provisión de gracia para el futuro. Algunos
ven en esta escena un cuadro de la Iglesia de hoy. Estamos echando la red del evangelio, pero con
mucha frecuencia nuestras redes se rompen, y nos parece que fracasamos. En realidad hay varios
milagros en este capítulo. Aparte de la pesca, Pedro recibió una fuerza milagrosa al levantar una
red que siete hombres juntos no podían con ella. (v. 6-11). Toda esta escena estaba procesada para
despertar la conciencia de Pedro y abrir sus ojos. La pesca le recordó su decisión de dejarlo todo y
seguir a Jesús. Las brazas le llevarían de nuevo a su negación (Juan 18.18) El lugar, el mar de
Galilea, le recordaría las múltiples experiencias pasadas con Jesús: la alimentación de los cinco
mil, andar sobre las aguas, atrapar el pez con la moneda, la tempestad que calmó, etc. Debido a
que Pedro negó a Jesús tres veces públicamente, tenía también que enderezar las cosas
públicamente. Pero Jesús quería enseñar a Pedro, lo concerniente a su vida bajo la gracia. Nótese
que El alimentó a Pedro antes de analizar su desobediencia, esto es una demostración de la
gracia: “Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: -Simón, hijo de Jonás ¿me amas más
que estos? Le respondió –Si, Señor; tú sabes que te quiero. El dijo apacienta a mis
corderos” (v.15) Pedro tomó una real posición bajo la gracia.

La segunda vez: “-Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?”

-Pedro le respondió: “-Sí Señor, tú sabes que te quiero. Le dijo Pastorea mis ovejas” Nótese
que Jesús le da una nueva comisión, ahora es un pastor, además de un pescador de personas.

Le dijo por tercera vez; “Simón hijo de Jonás, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que le
dijera por tercera vez «¿me quieres?», y le respondió –Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que
te quiero” Jesús le dijo “Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo; Cuando eras mós
joven, te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás tus manos y te
ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo dando a entender con que muerte
había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió” –Sígueme. (vv. 15-19).

La naturaleza de la comisión dada a Pedro era merecida con una nota muy especial. Cuan
diferente eran los mensajes dados a los profetas bajo la Ley. Primero todo el énfasis estaba puesto
en los corderos y las ovejas que pertenecían a Cristo. El dijo “Mis corderos” “Mis ovejas” El
era el responsable. El conocía sus ovejas. El las llamaba por nombre. El dií su vida por ellas.
Ellas son su más preciosa posesión. El les da vida eterna. El también dijo “que ellas no perecerán
jamás”. Pedro tenía que trabajar y alimentarlas. ¡Que tremenda responsabilidad!

No hay dudas que Pedro siguió la comisión de Jesús; en una de sus epístolas escribió: “Ruego a
los ancianos que están entre vosotros, yo, anciano también con ellos y testigo de los
padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada;
apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como
teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, siendo ejemplos de la grey” (1 Pedro
5.1-3) Sería muy oportuno que algunos de nuestros “pastores” leyeran esta porción de la
Escritura, porque algunos no la están cumpliendo, trasquilando las ovejas, y sirviéndose de ellas,
cuando el Señor nos mando, por boca del apóstol Pedro a ser todo lo contrario. ¡Dios tenga
misericordia de esos llamados pastores.

Conclusión

Estás notas sobre la Gracia en el evangelio de Juan, han sido hechas con mucha oración y
cuidado, escribiendo y reescribiendo muchas veces mis notas; las he escrito con el corazón
tratando de encontrar cada versículo de la gracia en cada capítulo, también estoy seguro que se me
han escapado muchos de ellos, pero también estoy seguro que si se escribieran 100 libros sobre
este asunto harían falta muchos más para agotar el tema. ¡Bendecidos!

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