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RETARDO MENTAL
AUTOR:
Niño Sandra
Guzmán Ana
Rojas Marianny
A lo largo del tiempo el sistema educativo ha pasado por grandes cambios que han
permitido descubrir nuevas estrategias para la atención de los educando, pero no
solo eso, ha entendido que todos los seres humanos tiene el derecho de ser
escolarizados pesé a su apariencia física, a su comportamiento, conducta, déficit
cognitivo, malformaciones o cualquier tipo de discapacidad que afecte un
individuo.
Estos conocimientos se han adquirido gracia a grandes estudios que permiten
comprender el comportamiento de las personas con dichos padecimientos, adema
se ha logrado concienciar a la sociedad e integra a estos seres humanos dentro de
la misma, permitiéndoles un desarrollo pleno y pudiendo asi cumplir con lo
establecido en la ley y con los buenos valore que como persona se deben poseer.
El Retardo Mental es un daño a nivel cerebral que afecta el área cognitiva que
puede traducirse en un funcionamiento significativamente bajo, que puede afectar
a dos o más áreas de desarrollo, pudiendo ser de origen orgánico o ambiental.
En realidad, para ser diagnosticado como retrasado mental, la persona tiene que
tener ambos, un coeficiente intelectual significativamente bajo y problemas
considerables en su adaptación a la vida diaria. Sin embargo, la mayoría de los
niños pueden aprender muchas cosas y al llegar a adultos pueden vivir de una
manera parcialmente independiente. Lo que es más importante, pueden disfrutar
de la vida al igual que todo el mundo.
Hay que insistir en que no siempre se dan estos problemas pero que cuando se
dan dificultan el desarrollo y hacen más compleja la adaptación social.
En el desarrollo motor, se acepta que el ritmo de los niños con retardo mental
suele ser más lento como consecuencia del desarrollo cognitivo. Pero a medida
que los niños crecen se vuelven más competentes y, las diferencias en este aspecto
se manifiestan menos.
Es en el área cognitiva es donde se ven más las limitaciones de estos niños en
relación con sus compañeros, ya que suelen tener limitaciones en:
A pesar de que las formas en que se de el retardo mental parecen ser distintas,
posiblemente tengan a la base algo común, más que sólo su consecuencia. A
continuación se presenta una hipótesis del origen frecuente de aquellas causas
orgánicas que acarrean retardo mental moderado.
Pareciera ser que las causas remotas del retraso mental pueden deberse a dos
grandes causas: Por un lado, pueden deberse a problemáticas que ya se encuentran
en el organismo del feto posiblemente transmitidas por herencia y por otro lado
pueden deberse a problemas que surgen desde el exterior y que a la larga atacan al
organismo del niño. Entre las primeras causas se pueden agrupar a los problemas
cromosómicos y metabólicos (debido a que estos tienen a la base un problema en
un gen), y entre las segundas causas se pueden incluir a los traumas y a las
infecciones e intoxicaciones.
Ahora bien, tanto las causas heredadas como las no heredadas, parecen provocar a
la larga una problemática en la función cerebral, ya sea atacando directamente a
las partes del cerebro (como las meninges, hipófisis, etc.) o sino atacando a las
neuronas. Los mecanismos para hacerlo son muy diferentes, dependiendo de la
problemática que los subyaga. Sin embargo, independientemente del proceso, al
final quien se ve afectado es el cerebro mismo, produciendo así retado mental.
1. Infecciones e intoxicaciones
1.1 Infecciones
A. Infecciones prenatales
B. Infecciones postnatales
Encefalitis: Es una infección del cerebro mismo, y también con frecuencia causa
retraso mental moderado (Ingalls, R. 1982). Puede ser causada por el virus
Arbovirus, transmitido por los mosquitos infectados, aunque también puede
responder a otras causas. Puede afectar al sistema nervioso, inflamar la medula
espinal, y el cerebro (Diccionario de medicina, 1993).
1.2 Intoxicaciones
Otra categoría de causas del retraso mental moderado son las intoxicaciones,
mejor conocidas como envenenamientos. Esta categoría incluye los desórdenes en
los que una sustancia extraña entra en el sistema del niño, ya sea antes o después
de nacer, y le causa daño permanente de algún tipo.
Anticuerpos maternos: Hay un gran número de circunstancias en que la madre
produce anticuerpos que atacan las células sanguíneas del feto en desarrollo y le
causan lesión cerebral, retraso mental y con frecuencia la muerte . La intoxicación
más común en este caso es producida por el factor Rh. Estos están presentes en los
glóbulos rojos de la sangre. Cuando la sangre de un feto contiene factores Rh
siendo la sangre de su madre Rh negativa, es decir, sin factores Rh, estas
sustancias llegan por primera vez a la sangre de la madre por el feto. La madre
produce anticuerpos que, al penetrar a su vez en la corriente sanguínea del feto,
destruyen los glóbulos rojos de su sangre privándola de oxígeno.
Una tercera categoría de causas de retraso mental son las indisposiciones que
resultan porque el niño no está asimilando debidamente lo que come por razón de
algún desorden de herencia.
La FCU la transmite un gen recesivo único. Hay dos genes que pueden ocupar
cierto lugar en uno de los cromosomas, uno de los cuales da como resultado un
individuo normal (gen N) y otro que puede producir un individuo con FCU (gen
f). Cada individuo recibe dos genes como éstos, uno de cada progenitor. Existen
tres combinaciones (o genotipos) diferentes:
NN, Nf y ff. Los individuos con cualquiera de los dos primeros genotipos serán
normales, aquellos que tengan la combinación ff desarrollarán FCU
4. Anormalidades cromosómicas:
“El bebé con debilidad mental suele ser muy tranquilo - en ocasiones, demasiado-,
lo que puede inquietar ya desde un principio a las personas que lo tienen a su
cuidado. Es capaz de sonreír, conseguir los movimientos oculares adecuados y
mirar con atención, al menos en apariencia. Puede desarrollar aptitudes sociales,
de relación y de comunicación, presentando un mínimo retardo sensorio motor.
Las diferencias con el niño normal son poco notables durante los primeros años de
su evolución, pero es en el inicio de la escolaridad cuando los padres comienzan a
apreciar las diferencias existentes a través de las dificultades que el niño presenta.
Durante la edad escolar, pueden llegar a aprender hasta niveles de segundo grado
en la enseñanza elemental, y adquirir conocimientos sociales y ocupacionales.
Este retardo se evidencia ya en las primeras semanas de vida, aunque los niños
afectados no presenten características morfológicas especiales (Excepto los
mongólicos). Su desarrollo físico es generalmente normal en peso y estatura; no
obstante, muestran, por lo general, una total hipotonía abdominal y,
consecuentemente, leves deformaciones torácicas con frecuentes escoliosis.
Suelen tener insuficiencia respiratoria (respiración corta y bucal) y posibilidad de
apnea (suspensión transitoria de la respiración).
Se sabe muy poco acerca de sus actividades psíquicas, pero no por ello hay que
negar su existencia. Durante los primeros años, y hasta la edad escolar, los niños
afectados por este déficit desarrollan una mínima capacidad de funcionamiento
sensoriomotor. En algunos casos pueden adquirir los mecanismos motores
elementales, una exigua capacidad de aprendizaje, y conseguir relaciones
afectivas simples durante el período de la escolaridad. En otros, no se alcanza este
grado mínimo de desarrollo, y necesitan permanentemente ser atendidos, con
cuidados maternos y si es preciso, incluso de enfermería.
El desarrollo global de los niños con retardo es más lento que el niño normal, pero
cuanto mas severo sea el retardo, más lento será el proceso evolutivo en todas sus
formas de expresión.
DEBIL MENTAL Construye una torre de dos o tres cubos. 18-24 MESES
CONDUCTA DEL LENGUAJE 3 AÑOS
Ellos sienten las emociones comunes de cualquier ser humano: alegría, tristeza,
enojo, aburrimiento, interés. Tienen capacidad para aprender, se pueden adaptar
socialmente y pueden beneficiarse de una educación apropiada, de una
capacitación, de una atención personal y de oportunidades para trabajar.
Los individuos con un nivel de retraso mental severo o profundo presentan con
frecuencia otras incapacidades además del retraso mental. Ellos necesitan de más
asistencia que aquellos con retardo mental ligero o moderado; las personas con
retardo mental profundo necesitan de un gran cantidad de atención para satisfacer
sus necesidades físicas básicas o de mucha supervisión para vivir.
La mayoría de las personas con retardo mental tienen un nivel ligero o moderado
de retardo. Pueden vivir y trabajar de una manera independiente o semi-
independiente en la comunidad. Aquellos que tienen un nivel severo o profundo
de retraso mental pueden aprender a cuidarse a si mismos y pueden funcionar
exitosamente, con una supervisión a diferentes niveles, en la comunidad.
Son muchos los factores que influyen en el siclo vital de una familia al enterarse
que su hijo es deficiente mental y que marcan el modo de afrontar sus pasos por
las distintas etapas.
Para que pueda existir un ambiente positivo es imprescindible que tanto los padres
como el resto de la familia acepten incondicionalmente tener un hijo deficiente
mental, por ello es fundamental que desde que el niño es diagnosticado los padres
tengan una información adecuada y completa sobre la deficiencia de su hijo y no
enfrenten solos un problema que se escapa de sus manos sin ninguna tipo de
ayuda.
Hay una gran diversidad dentro de las familias que, lógicamente, se manifiesta
en el impacto de la presencia de un hijo con retardo mental y en el
comportamiento de la familia para responder a sus necesidades. Normalmente, la
interacción de los padres con el hijo con retardo dependerá del tipo y grado de
retraso, de la rapidez con que se tome consciencia, de la naturaleza de los retos
que se planteen en relación a la educación del hijo y de la historia, recursos y
características personales de la familia en su conjunto.
Pero el nacimiento de un hijo con retraso mental siempre provoca una situación
de crisis que se caracteriza por:
1. Información
2. Soporte emocional
3. Asesoramiento en los objetivos educativos
4. Potenciar la comunicación y el lenguaje
5. Incrementar la confianza en las posibilidades del hijo
6. Favorecer la participación y la iniciativa del hijo
7. Dar a su hijo oportunidades de participar en actividades culturalmente
valoradas
8. Valorar el progreso y no establecer comparaciones
9. Colaborar con los maestros
10. Vigilar por la transición a la vida adulta y laboral
En esta etapa los padres ven crecer a su hijo, pero observan cómo sus capacidades
intelectuales no acompañan en la misma medida, observan cómo en el desarrollo
escolar no avanza de la forma que ellos esperaban, por lo que deben ir
reacomodando continuamente sus expectativas con relación al hijo con retraso
mental.
En la etapa escolar son muchas las decisiones y situaciones a las que debe hacer
frente la familia y que influirán decisivamente en el futuro de su hijo,
evidenciando su supuesta incompetencia: el desconocimiento del sistema
educativo, las ventajas o desventajas de la integración escolar o de los centros de
educación especial, los apoyos que deben prestar a su hijo en el ciclo educativo, la
relación con los hermanos, con los compañeros de colegio, etc.
Los padres precisan de una formación que les propicie los apoyos y orientación
necesarios para hacer frente a la que sin duda es la etapa que viven con mayor
sentimiento de desconcierto. Por un lado, porque se realiza un gran numero de
detecciones de retraso mental en niños en los primeros ciclos escolares y, por otro,
se toman importantes decisiones que marcarán los próximos 15 años de la vida de
su hijo y que influirán de forma importante en su futuro, en su vida adulta.
La intervención a realizar con las familias en esta etapa irá dirigida a transformar
este desconcierto, este sentimiento de incompetencia en aceptación, en trabajo
diario con el hijo con retraso mental al igual que con el resto de los hijos. En
definitiva, se trata de conseguir que los padres vivan esta etapa con normalidad,
como si de la de cualquiera de sus hijos se tratase, enfrentándose al día a día y
aceptando que cualquiera puede equivocarse en las decisiones y que se puede
rectificar, sin que tenga que aparecer un sentimiento de culpa por ello.
-El compromiso del apoyo para que con sus limitaciones y sus capacidades
puedan aspirar a una participación en igualdad de condiciones con sus semejantes.
Todos precisamos apoyos de una u otra índole para desarrollar nuestras
habilidades. Aquellos que no tenemos ciertas limitaciones mentales poseemos la
capacidad para buscar y encontrar esos apoyos. Las personas con retraso mental,
en su propia condición, tienen dificultades para realizar esa búsqueda y demandar
el apoyo que precisan. Es obligación de la sociedad estar abierta a la posibilidad
de prestar los apoyos necesarios en la forma demandada, por las limitaciones y las
capacidades presentes, por parte de cualquier persona con retraso mental.
Se tiende a pensar que los prestadores de servicios, son los únicos que contribuyen
significativamente a la habilitación y rehabilitación de las personas con RM. El
Estado y la familia contribuyen e esta creencia, por delegación, por ineficiencia,
por una cultura acostumbrada a pensar la realidad desde lo que no se tiene, no se
puede.
Si uno combina las funciones, las naturalezas, los orígenes y las intensidades de
los apoyos, puede lograr que:
Los apoyos no deben ser retirados bruscamente; para que su eficacia sea evidente,
su instalación, su desarrollo y su suspensión, requieren tiempo. Su naturaleza y su
origen deben variar en sintonía con los diferentes momentos vitales de la persona,
esto implica que deben revisarse periódicamente.
Planificaciones Asistenciales:
Los tiempos de reevaluación de los programas deberían ser determinados caso por
caso.
Posición subjetiva
Inclusión social
Cuando una persona cuenta con niveles bajos de interacción y apoyo social, la
cantidad de síntomas psicopatológicos se incrementa. La mayoría de los síntomas
psicopatológicos de las personas con RM pueden abordarse, otorgando un
ambiente social que les permita desplegar interacciones. Aunque el ámbito del
intercambio no sea supervisado profesionalmente, aunque las interacciones sean
tanto placenteras como implacenteras, el resultado será siempre humanizados.
Leyes:
Prevención:
Tratamiento
Sólo pueden prevenirse algunos tipos de retraso mental. Para algunos síndromes
caracterizados por este problema, las pruebas genéticas realizadas antes de la
concepción ayudan a los futuros padres a conocer sus probabilidades de transmitir
determinados genes a su descendencia. El hecho de que el padre o la madre sean
portadores de un gen concreto asociado a retraso mental no significa
necesariamente que el bebé nacerá con este problema. Hablar con un consejero
genético ayudará a los padres a tomar decisiones sobre crear una familia y
someterse a exámenes adicionales.
FUENTES CONSULTADAS
http://www.feaps.org/manuales/temas/7/7-escolariz.htm
http://usuarios.lycos.es/marele1971/educacion/retrasomental.html
http://usuarios.discapnet.es/disweb2000/art/paradigm.htm
http://www.umm.edu/esp_ency/article/001523prv.htm
http://www.slideshare.net/ishtarmaria/retardo-mental/
http://www.monografias.com/trabajos37/dificultades-aprendizaje/dificultades-
aprendizaje2.shtml