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"Mantener un contacto íntimo y cálido con el cuerpo de otra persona mientras se concilia el sueño es
una necesidad primigenia y connatural a todo niño... La necesidad biológica del lactante de la presencia
constante del adulto que lo cuida ha sido completamente ignorada en la cultura occidental, donde se
expone a los bebés a largas horas de soledad, debido a la idea errónea de que es más saludable que los
pequeños duerman ... solos. "
Anna Freud
El autor da a entender que el niñ@ “necesita” que los padres se comporten así
con él (por su propio bien, por supuesto), y parte de la premisa de que los
bebés necesitan "aprender" a dormir, como si los bebés no supieran dormir. Lo
que no saben es dormir cuando sus padres “necesitan” que duerman o cuando están
luchando para que se atiendan sus necesidades primarias.
Con el método Estivill (que es una copia más o menos sofisticada de los
métodos de crianza conductistas tipo Feber - métodos inspirados en dicho autor),
el bebé no se duerme, sino que se adormece para intentar reprimir la
catastrófica realidad de estar bajo el cuidado de unos padres tan poco sensibles
a sus necesidades básicas; y se adormece también para intentar evitar "perder el
sueño” y perder la esperanza de que algún día sus necesidades primarias vayan a
ser satisfechas.
Muchos de los padres que siguen el método como si fuera su nueva religión no
tardarán mucho tiempo en comprobar los daños psicológicos causados por este
método de "adoctrinamiento" conductista que, entre otras cosas, parece dar a
entender que el niñ@-bebé es un ser manipulador por naturaleza.
El libro del Dr. Estivill debería de titularse más bien "Cómo criar a un bebé
neurótico y pensar que lo estás haciendo bien".
Pero el bebé no puede hacer desaparecer una necesidad primaria (ya que estamos
hablando de necesidades esenciales, vitales o básicas), tan solo puede
"adormecer" una parte de su ser (una especie de muerte parcial invisible que
pasa desapercibida a la mayoría de los adultos).
El Dr. Estivill muestra claramente su “miopía emocional” con frases como estas,
extraídas del capítulo 4º de su libro:
“...no dudéis que vuestro “corazoncito” flaqueará cuando oigáis llorar a vuestro
hijo...”
“...lo más probable es que en ese momento esté llorando a moco tendido... Ni
caso. Seguid hablando como si nada...”
“...lo lógico es que llore, grite, vomite, patalee, diga “sed”, “hambre”,
“pupa”, “no te quiero”... lo que sea con tal de conseguir que os dobleguéis,
pero ni os inmutéis ... Y si os cuesta mucho, pensad que lo estáis haciendo por
su salud y la de toda la familia...”
Uno de los argumentos más frecuentes utilizados por quienes apoyan los métodos
tipo Estivill tiene que ver con el riesgo de aplastamiento o asfixia del bebé al
dormir con sus padres, lo cual ha sido relacionado de forma incorrecta con lo
que se conoce como "muerte súbita".
Para acallar una parte de esos argumentos, incluimos el siguiente recuadro
explicativo: