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Ecología industrial
y metabolismo
socioeconómico:
concepto y
evolución histórica.
J. MARTÍNEZ-ALIER
Universitat Autónoma de Barcelona
ddes atacó ya a los economistas neoclási- ces, todo hay que decirlo, por el poder
cos como Walras por no tener en cuenta militar.
los flujos de energía, de materiales y la
producción de residuos en la economía Habría aquí cuestiones a discutir como,
(eso está explicado en Martínez-Alier y por ejemplo, las objeciones que se pue-
Schlüpmann, 1987, cap. 6). den hacer desde la teoría neoclásica, las
interpretaciones optimistas de la exporta-
Geddes (1884) propuso la construcción ción de materias primas desde el punto
de una especie de tabla input-output se- de vista de la staple theory of growth, la
gún el modelo del Tableau Economique reelaboración de la teoría estructuralista
del fisiócrata François Quesnay. La prime- latinoamericana, incluyendo perspectivas
ra columna contendría las fuentes de ecológicas en esa antigua doctrina de la
energía y también los materiales que se CEPAL (Cabeza y Martínez-Alier, 2001).
usaban no por su energía potencial sino Pero los fundamentos de una teoría del
por otras propiedades. La energía y los comercio internacional ecológicamente
materiales se transformaban en productos desigual están puestos, y a ello ha contri-
en tres etapas: la extracción, la manufac- buido muchísimo el trabajo efectuado por
tura o fabricación y, por último, el trans- los ecólogos industriales, que han calcu-
porte y comercio. Hacía falta estimar las lado los flujos materiales de exportacio-
pérdidas (disipación y desintegración) en nes e importaciones.
cada etapa. La cantidad del producto final
(o producto «neto» en términos fisiocráti- Existe hoy en día un renovado interés
cos) podía parecer sorprendentemente por la vieja disciplina de la Warenkunde
pequeña en proporción a la cantidad bru- dióxido de carbono y en distintos conta- de parte de los ecólogos industriales que
ta de producto potencial. minantes de las exportaciones e importa- evalúan los «ciclos de vida» de los pro-
ciones. Eso es lo que se viene realizando ductos desde la cuna a la tumba (y desde
Ahora bien, las pérdidas en cada etapa (Muradian et al., 2002). Así pues, hay mu- la tumba a la cuna, al reciclar los resi-
no eran contabilizadas. El producto final chos estudios nuevos sobre el comercio duos). Por ejemplo, para exportar una to-
no era en absoluto un valor añadido sino internacional en términos de metabolis- nelada de aluminio hace falta un input
que era el valor residual de la energía y mo social (Hubacek y Giljum, 2001; Gil- triple en cantidad de bauxita y además
materiales que habían estado disponibles jum, en prensa; Hubacek y Giljum, 2003). mucha electricidad. Se destruye también
y habían, sido usados al principio, una En Colombia, resultados todavía en ela- mucha vegetación y se dejan lodos conta-
vez pasadas las tres etapas. En el lenguaje boración muestran que las exportaciones minados como subproducto. Asimismo,
de hoy, diríamos que la exergía en las anuales alcanzan unos 70 millones de to- para exportar un producto de lujo como
materias primas es mayor que en los pro- neladas (sin «mochilas ecológicas») y las una tonelada de cocaína (mucho precio,
ductos finales. importaciones son de unos 10 millones, poco peso: una «preciosidad» en el len-
mientras en términos monetarios el ba- guaje de Wallerstein), se erosiona el suelo
El esquema de Geddes resulta relevante lance está casi equilibrado (M. A. Pérez, en el cultivo en condiciones de precarie-
para los intentos actuales de diversos au- 2004). Son resultados típicos para la Amé- dad y se contaminan los ríos con kerose-
24 tores de desarrollar una teoría del comer- no y ácido sulfúrico. Considérese el co-
rica Latina. Además, el sector de exporta-
cio ecológicamente desigual entre los ción crece también (físicamente) con re- mercio de cuernos de rinocerontes o
centros metropolitanos y las periferias lación al metabolismo de la economía colmillos de elefantes, de diamantes, oro
mundiales. Desde luego, eso enlaza tam- interna o caoba, con grandes «mochilas ecológi-
bién con los trabajos de la World System cas». En cierto modo, son bienes super-
Theory y, en un plano más práctico, con La teoría del comercio ecológicamente fluos.
las actuales manifestaciones «altermundia- desigual sostiene que, cuanto mayor sea
listas». Las investigaciones de los flujos de la exergía original (es decir, la energía Los antropólogos han puesto en duda
materiales muestran que las exportacio- disponible o, si se quiere, el potencial con razón que esas «preciosidades» sean
nes superan, con mucho, a las importa- productivo en las materias primas expor- menos importantes socialmente que las
ciones en América latina y Africa. Los flu- tadas) que ha sido disipada para producir mercancías a granel, las bulk commodities
jos de materiales en toneladas son una los productos o servicios finales, tanto (Schneider, 1977). Esos bienes prestigio-
buena aproximación a la contabilidad de más altos deberán ser los precios de esos sos son cruciales en un sentido social
flujos de exergía, y son más fáciles de servicios o productos (Hornborg, 1998, (para el pago de dotes o para la acumula-
contar. Naredo y Valero, 1999). Así, Hornborg di- ción de poder político en sistemas clien-
ce que «los precios de mercado son los telísticos). Además, hay «preciosidades»
Una contabilidad actual no sólo de los medios de los que se valen los centros como el azúcar, que, como explicó Sid-
flujos directos sino de las «mochilas eco- del sistema mundial para extraer exergía ney Mintz, dejó de ser un bien de lujo y
lógicas», lleva a investigar la intensidad en de las periferias», lo cual es ayudado a ve- se convirtió en un producto barato para
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