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SISTEMA VENEZOLANO DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

INTRODUCCION

La nueva Ley de DIP tiene su origen remoto en el Proyecto de Ley de Normas de Derecho
Internacional Privado elaborado por los Profesores Roberto Goldschmidt, Joaquín Sánchez-
Covisa y Gonzalo Parra-Aranguren a solicitud del Ministerio de Justicia venezolano entre los
años 1958 y 1963, posteriormente reformado en 1965.3 Durante los próximos 30 años, el
entonces proyecto fue objeto de comentarios favorables en el extranjero4 y en Venezuela,5
aun cuando en esta última nunca fue objeto de una verdadera e íntegra discusión pública.
Tampoco se supo nunca si el proyecto fue presentado al Congreso Nacional para su discusión.
Sin embargo, el proyecto se mantuvo vivo en el pensamiento científico y en la enseñanza
universitaria.

Las soluciones del proyecto fueron a menudo consideradas como principios generalmente
aceptados de Derecho Internacional Privado y, como tales, aplicados a tenor del artículo 8 del
Código de Procedimiento Civil, en la solución de los problemas con elementos de extranjería.
El proyecto fue resucitado en julio de 1995, con ocasión de la celebración de la Primera
Reunión Nacional de Profesores de Derecho Internacional Privado. Allí se acordó por
unanimidad dirigir una comunicación al Ministro de Justicia apoyando la presentación del
proyecto original al Congreso Nacional para su consideración y aprobación. Recibió también el
impulso del Ministro de

Justicia. Sin embargo, en vista de los desarrollos de Derecho Internacional Privado en el


continente americano desde 1975, a raíz de los trabajos de las Conferencias Interamericanas
Especializadas de Derecho Internacional Privado, se hizo necesario revisar las disposiciones del
proyecto. En abril de 1996 se celebró la Segunda Reunión Nacional de Profesores de Derecho
Internacional Privado.

Para la revisión del proyecto original, que se convirtió en el proyecto de 1996, fueron
determinantes las soluciones contenidas en las Convenciones Interamericanas ratificadas por
Venezuela desde 1975 hasta 1994.

El sistema venezolano de derecho internacional privado.

A. Prelacion de fuentes:

1. Consagración normativa
a. convención internacional sobre normas generales de derecho internacional privado,
artículo 1.

b. El derecho internacional privado, artículo 1.

2. Prelacion

a. normas del derecho internacional público sobre la materia, en especial las establecidas en
los tratados internacionales.

b. Normas de origen estatal

c. Analogía

d. principios del derecho internacional privado generalmente aceptados.

B. Normas del derecho internacional público sobre la materia, en especial las establecidas en
los tratados internacionales:

1. Universales:

a. convención de las Naciones Unidas.

b. Convenciones de la Haya

2. Regionales:

a. acuerdos bolivianos.
b. Código Bustamante.

3. Subregionales: decisiones de la comunidad andina de naciones.

C. Normas de origen estatal

1. Sistema derogado:

a. Estructura estatutaria (artículos 9,26,10 y 11 del Código Civil)

b. Factor de Conexión personal: nacionalidad (influencia del Código Civil francés, articulo 3,
y de Mancini)

c. Tendencia territorialita (artículo 8 del Código Civil. Influencia de Andrés Bello9.

d. Deformación practica del sistema Venezolano: el “hibridismo antagonico”

✓ Causas generales: aislamiento económico- jurídico y sus consecuencias.

✓ Causas especiales:

- De tipo legislativo: consideraciones criticas del articulo 8 del Codigo Civil.

- De tipo doctrinario: interpretaciones de anibal dominici, ramon feo y angel cesar rivas.

2. Ley derecho internacional privado:


a. Promulgaciones: G. O. 36.511 de fecha 06/08/1998

b. Entrada en vigencia: 06/02/1999

c. Antecedentes:

✓ Proyecto de la Ley de Aplicación del Derecho Internacional Privado, redactado por


Pedro Manuel Arcaya, en agosto de 1912. Aspectos fundamentales: conserva el factor de
conexión personal nacionalidad; consagra el reenvio de primer grado y el orden publico
internacional (en términos confusos); no consagra normas en materia de calificaciones,
cuestión incidental; y regula el Derecho Civil internacional y el Derecho Procesal Civil
Internacional.

✓ Proyecto de Ley de Normas de Derecho Internacional Privado de 1963, reformado en


1965. Realizado por Roberto Goldshmidt, Joaquin Sanchez – Covisa y Gonzalo Parra –
Aranguren.

d. Historia Legislativa:

✓ revisión del proyecto de 1963/1965, la segunda reunión nacional de Suárez de


derecho internacional privado, en Caracas en 1995.

✓ Formulación definitiva del proyecto por una comisión integrada por profesores de las
cátedras de derecho internacional a de la escuela de derecho de la UCV y de la UCAB, bajo la
coordinación de la profesora tal Tatiana B. de Maekelt y con la participación activa del Prof.
Gonzalo Parra Aranguren.

✓ Remisión al ministerio de justicia.

✓ Seguimiento de todos los pasos de la ley.

✓ Participación en las discusiones en el Congreso de la República.


e. Objetivos:

✓ resolver los problemas que presentaba el sistema venezolano de derecho


internacional privado.

✓ Ajustar la regulación del derecho internacional privado a la realidad social del país.

✓ Adaptar la legislación interna venezolana a las soluciones contenidas en los tratados


internacionales ratificados Venezuela especialmente en las convenciones interamericanas y de
la Haya.

✓ Adaptar las soluciones venezolanas a la evolución universal de la materia.

f. Estructura.

g. Características

✓ autonomía legislativa

✓ carácter general de sus disposiciones.

h. Metodología de la ley

i. aspectos fundamentales:

✓ basada en las concepciones de Story y Savigny.

✓ Inspirada en las enseñanzas de Lorenzo Herrera Mendoza.


✓ Regula la parte general, el derecho civil y procesal internacional.

✓ Satisface las necesidades prácticas de la realidad venezolana.

j. Soluciones generales:

✓ adopción del domicilio como factor de conexión personal.

✓ Consagra: tratamiento igualitario del derecho extranjero artículo dos y su aplicación


de oficio artículo 60; solución a los conflictos interterritoriales; reenvío de primer y segundo
grado artículo cuatro; respeto a la situación jurídica válidamente creadas artículo cinco;
cuestiones incidentales articuló seis; adaptación artículo siete; orden público en su concepción
a poteriori articuló ocho; institución desconocida artículo nueve y normas de aplicación
necesaria artículo 10.

✓ No contiene: normas expresas en materia de calificaciones y fraude a la ley.

k. Soluciones especiales:

✓ regulaciones de derecho de familia: capacidad matrimonial, efectos personales y


patrimoniales del patrimonio, filiación, adopción, sucesiones, instituciones de protección de
incapaces.

✓ Consagración de la excepción de la lex favore negotii.

✓ Adopción de la regla locus regit actum de manera facultativa.

✓ Adopción de la regla lex rei sitae en materia de bienes.


✓ Consagración de normas sobre jurisdicción y competencia territorial interna, eficacia
de la sentencia extranjera y procedimientos

3. leyes especiales

D. analogía:

En la ausencia de norma positiva el juez aplicarán las disposiciones que regulen casos
semejantes o materias análogas.

E. Principios del derecho internacional privado generalmente aceptados:

Ante la imposibilidad de recurrir a la analogía, se podrán aplicar los principios del


derecho internacional privado, generalmente aceptados.

F. Doctrina:

1. posiciones universalistas. Luis Sanojo, Francisco Gerardo Yanes, Carlos Grisanti, Pedro
Manuel Arcaya, Lorenzo Herrera Mendoza, Joaquin Sanchez- Covisa.

2. Posiciones de territorialistas: Andrés bello, Ramón feo, Aníbal Dominici, Oangel


Rodríguez, Angel César Rivas, Pedro Itriago.

Fuentes de derecho internacional privado venezolano

Antes de la aprobación de la ley del derecho internacional privado, la doctrina venezolana


estaba dividida entre el universalismo manciano y el territorialismo de bello. Un elemento a
favor de la concepción universalista del derecho internacional privado era la disposición que
establecía la prelacion de sus fuentes. El código de procedimiento civil señalaba la dicha
prelacion en su artículo ocho: en primer lugar se aplicarán los tratados internacionales
ratificados por Venezuela, en segundo, sus leyes internas, a falta de éstas, lo que se desprende
de la mente de la legislación patria (analogía) y, en su defecto, los principios del derecho
internacional aceptados generalmente. Esta amplitud de fuentes, establecidas en una norma
legal, existencia es tan importante para el sistema continental, permitía resolver cualquier caso
del derecho internacional privado y no limitarse a la aplicación territorial de la lex fori.

Sin embargo, no faltan voces que abogaran a favor de la concepción territorialista, aunque
cada vez con menos insistencia.

El articuló 1 de la ley del derecho internacional privado deroga el artículo 8 del código de
procedimiento civil y prevé, como fuente primaria del derecho internacional privado, las
normas del derecho internacional público sobre la materia, en particular las establecidas en los
tratados internacionales. Hasta un tratado internacional se reafirma la vigencia del derecho
interno, cuya norma de conflicto, en la mayoría de los casos, va a determinar la aplicación del
derecho extranjero. Por cuanto la ley no pretende regular todos los supuestos, se reiteran las
fuentes supletorias: analogía y principios generales del derecho internacional privado. En la
práctica también se aplica a las fuentes complementarias: doctrina y jurisprudencia.

La relación entre el derecho internacional y el derecho interno está regulada en dos


fuentes, una de carácter internacional y otra interna. La primera es la convención
interamericana sobre normas generales de derecho internacional privado, vigente en la
República y que, en su artículo primero, claramente establece la superior era el día del tratado
frente a la ley interna; Bill la fuente interna es el artículo 1 de la ley del derecho internacional
privado, agregando, como ya se ha mencionado, como primera fuente, las normas del derecho
internacional público sobre la materia.

En nuestro ordenamiento jurídico la fuente primaria siempre ha sido el tratado, que es, por
lo demás, un factor común en el derecho comparado. Así lo determine la ley polaca (1966), la
ley húngara (1979), el código civil alemán (1986, reformado en 2001), la ley suiza (1989), la ley
italiana (1995) entre otras.

Es significativa, la ya tradicional en Venezuela, revisión a los principios del derecho


internacional privado generalmente aceptados, en cuanto destaca la autonomía de nuestra
disciplina y reafirma que la regulación del derecho internacional privado no puede tener
carácter exclusivamente nacional, sino que debe apoyarse en las fuentes internacionales.

fuentes internacionales
El Congreso boliviano aprobó 14 acuerdo, sin embargo el más relevante para en esta
materia es el acuerdo sobre ejecución de actos extranjeros, el cual contiene algunas
disposiciones de derecho procesal internacional que van más allá de la materia prevista por su
denominación. El pacto suscrito en Caracas ratificado por todos los países signatarios.

El compromiso asumido por Venezuela al ratificar el acuerdo boliviano consiste en la


obligación de reconocer y ejecutar las sentencias que cumplen con los requisitos establecidos
en dicho acuerdo.

También significativa ha sido la participación de Venezuela en las discusiones del código de


Bustamante, ratificado por Venezuela en 1932, con 44 reservas especiales las cuales, en su
mayoría, se refiere a la materia del derecho de familia, de las sociedades mercantiles y de la
ejecución de sentencia extranjeras; las disposiciones que regulan esta última materia está
reservada en su totalidad al ser derecho positivo vigente en Venezuela, debe ser aplicado a los
casos con elementos extraños que se susciten en relación con lo ordenamiento jurídico de los
estados parte, excepto en aquellas materias que, taxativamente, fueron objeto de reserva.
Además también es aplicable, a falta de ratificación de otros tratados internacionales que
regulen la materia, frente a los estados no partes del código, bien como principio del derecho
internacional privado generalmente aceptado, bien por la analogía.

En 1975, año en que comienzan una fase de codificación interamericana, Venezuela es uno
de los países más activos en el proceso de codificación en América. Desde la proposición de los
temas, pasando por la elaboración y discusión de los proyectos de convenciones, finalizando
con la aprobación y ratificación de las mismas, nuestro país juega en este proceso un rol
protagónico muchos de los proyectos discutidos en la conferencia especializada
interamericana sobre derecho internacional privado han sido elaborados con la participación
de Venezuela.

A partir del año 1984, Venezuela ha ratificado 12 convenciones interamericanas y dos


protocolos adicionales. A esto debe agregarse cinco convenciones de la Haya, y tres de las
naciones unidas.

Así, en los últimos 25 años el desarrollo de esta materia en Venezuela está marcado por
tres factores: ratificación de numerosos tratados internacionales; la promulgación de la ley del
derecho internacional privado, y un gran movimiento doctrinal corresponde al progreso
regional y universal de esta disciplina.
Normas del derecho internacional público sobre la materia

Lo novedoso el artículo 1 de la ley consiste en agregar un nuevo elemento como fuente


derecho internacional privado: las normas del derecho internacional público sobre la materia.

En comparación con el artículo número del código de procedimiento civil, que se refiere a
“… los tratados públicos de Venezuela con el estado respectivo, en cuanto al punto en
cuestión…”, la norma del artículo 1 de la ley extiende el contenido de los tratados: pueden ser
derecho internacional público, siempre y cuando tengan una incidencia en las relaciones
jurídicas privadas, o de derecho internacional privado por tratarse de materias diferentes, se
aplicarán simultáneamente o guardando la prelacion que debe responder al contenido del
tratado. Si se está frente a un caso en el cual podría suponerse la violación de los derechos
humanos, o un problema de la inmunidad de jurisdicción, ambos objeto de derecho
internacional público, se aplicará, en primer lugar, el tratado que regula la materia; y si la
aplicación de este último permite continuar la solución del caso, se aplicará el correspondiente
tratado derecho internacional privado, atendiendo a la especialidad derivada de la materia
regula.

¿Se trata solamente de las fuentes convencionales sobre esta materia o, acudiendo al artículo
38 del estatuto de la Corte Internacional de Justicia, de las demás fuentes mencionadas en
dicho artículo? ¿Cuáles son las demás normas del derecho internacional público contenidas en
el ordenamiento jurídico venezolano? Y con frecuencia normas internas referentes a los
derechos humanos que no pasan desapercibidas para el derecho internacional privado. Por
ejemplo, en la aplicación del derecho extranjero el aspecto de los derechos humanos un rol
importante, ¿pero pueden considerarse las disposiciones internas acerca de los derechos
humanos como norma de derecho internacional público?. Las fuentes internas, cualquiera que
sea su contenido no constituyen normas de derecho internacional público, debido al carácter
nacional de la regulación que no es aplicable en las relaciones entre los estados otros sujetos
de la comunidad internacional. La solución debería limitarse a los tratados internacionales de
derecho internacional público e internacional privado y, una vez agotada esta fuente, proceder
a aplicar las fuentes internas de derecho internacional privado.

Vigencia de los tratados

La constitución venezolana hace depender la validez de los tratados internacionales de la


aprobación de la ley especial, salvo lo dispuesto en los artículos 153 y 154 de la constitución de
la República.
El artículo 153, se refiere a la aplicación directa de las normas adoptadas en el marco los
acuerdos de integración de carácter general, lo cual responde a las inquietudes de la doctrina
venezolana que insistía en el tratamiento especial de las normas comunitarias.

Dentro de estas “ normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración”


debemos diferenciar el acuerdo de Cartagena y sus sucesivas modificaciones, las cuales han
sido debidamente incorporadas a nuestro derecho interno, así como los demás instrumentos a
través de los cuales se crearon los órganos de la comunidad andina de naciones.

Éstos instrumentos convencionales se ubican dentro del llamado “ derecho comunitario


originario”, mediante el cual “ el estado venezolano adquiere nuevas obligaciones
internacionales, o incorpora a su derecho interno principios no recogidos expresamente por la
constitución, o que implique la realización de actos que excedan las competencias ordinarias y
la ley o la constitución atribuye al ejecutivo nacional.

De acuerdo con el artículo 6 del acuerdo de Cartagena, se crea una comisión a la cual se le
atribuye la competencia para adoptar, por consenso, normas jurídicas, las cuales constituye
una verdaderas leyes de la comunidad de que las mismas “ obligan a los países miembros
desde la fecha en que sean aprobadas por la Comisión”. Estas normas jurídicas constituyen el
llamado derecho comunitario derivado, ya que estas emanan de los órganos supranacionales
creados a través de los tratados previamente ratificados por el estado venezolano, dirigidos a
facilitar el proceso de integración económica de la nación.

A este tipo de derecho derivado es al que le hace referencia el artículo 153 de la


constitución y cual deberá ser considerado parte integrante del ordenamiento jurídico y de
aplicación preferente a la legislación interna.

El artículo 154 establece la distinción entre tratados internacionales que necesitan la


aprobación legislativa y aquellos otros que no la requieren. Aún hoy, esta norma, aunque de
objetivos aparentemente claros, presenta dificultades en su interpretación.

Sin temor a equívocos, se puede afirmar que en Venezuela la mayoría de los tratados
internacionales debe someterse a la aprobación legislativa. Una vez aprobado por la Asamblea
Nacional, el Presidente la República procederá a la promulgación de la ley aprobatorio del
tratado de la posterior ratificación del mismo. Estas facultades del ejecutivo nacional son
eminentemente discrecionales, ya que no está obligado a promulgar internamente la ley
probatoria del tratado, ni ratificar internacionalmente el tratado aprobado por la asamblea. La
ratificación del tratado por el presidente de la República que implica su entrada en vigencia, ya
que esta está suspendida a la fecha e estableciéndola en el mismo o en su defecto, con el canje
del documento de ratificación, que se trata de un acuerdo bilateral con el depósito del número
preestablecido de instrumentos de ratificación, ante el organismo competente para recibirlos,
es un tratado multilateral.

Fuentes internas

CONSTITUCION de la República bolivariana de Venezuela, 1999

Como todas las ramas jurídicas, el derecho internacional privado desarrolla en el marco
constitucional y no sólo porque en la actualidad todo el ordenamiento jurídico se han
“constitucionalizado” . Hay que evidenciar relaciones entre la carta magna y las fuente derecho
internacional privado. También encontramos en la constitución los principios rectores para la
aplicación de la ley del derecho internacional privado nuestro principal fuente interna en esta
materia.

Un tema, ampliamente debatido en la doctrina como ha sido resuelto por la constitución


venezolana vigente. Se refiere al nombre de la materia motivo de controversias en Venezuela y
en el derecho comparado. La constitución pone a estos debates al acoger el nombre de
derecho internacional privado, en su artículo 156, numeral 32. Al hacer referencia a las
materias de la competencia del poder público nacional, incluye la potestad de legislar en
materia de derecho internacional privado. Es la primera vez que la constitución menciona la
disciplina e indirectamente considera importante su codificación interna.

La constitución de 1999 no contiene normas de conflicto ni tampoco consagra normas de


jurisdicción. Solamente el artículo 151 pudiera citarse como una excepción, ya que, según este
artículo, en materia contratos de interés público, sino por improcedente según la naturaleza
de los mismos, se considerará incorporada aún cuando no estuviera expresa, una cláusula
según la cual las dudas y controversias que puedan suscitarse sobre dichos contratos y que no
llegare a ser resueltas amigablemente por las partes contratantes, serán decididas por los
tribunales competentes de la República, de conformidad con sus leyes, sin que por ningún
motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones extranjeras.

Es evidente que se trata de una norma unilateral que indica la aplicación del derecho
venezolano y la jurisdicción de los tribunales de la República, en un supuesto especifico que no
permite su generalización.
El impacto de la normativa constitucional se observa en varios ámbitos de derecho
internacional privado. En primer lugar, en la columna vertebral de esta materia: la aplicación
del derecho extranjero indicado por la norma de conflicto. Se impone el análisis de la relación
entre normas constitucionales y los principios de orden público. Por cuanto no todas las
normas de la carta magna consagra principios fundamentales, es imprescindible revisar caso
por caso para determinar si efectivamente el derecho extranjero resulta violatorio de estos
principios de nuestro ordenamiento jurídico. En caso afirmativo, se rechazará la aplicación del
derecho extranjero. Esto reitera la concepción restrictiva del orden público considerado como
una indeseable excepción.

Ejemplos de los principios fundamentales lo encontramos en las disposiciones que


consagran la protección de los derechos esenciales, especialmente de los derechos humanos
que, entre otros, permita fundamentar el derecho internacional privado en la identidad
cultural del individuo. En este sentido el derecho internacional privado venezolano podría
construirse e interpretarse en base al artículo 20 de la constitución que señalar: "toda persona
tiene derecho a libre desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las que
derivan del derecho de las demás y del orden público y social”.

Ley de derecho internacional privado, 1998

Antecedentes

El sistema interno venezolano de derecho internacional privado, como la mayoría de los


ordenamientos jurídicos latinoamericanos, nace primordialmente bajo la influencia de dos
factores que lo acompañan a lo largo de su evolución: la recepción del código Napoleón con su
estructura estatutaria y, posteriormente, de la escuela italiana de Mancini; y el apego al
territorialistas o el código de Andrés bello. Efectivamente, las disposiciones sobre esta materia
aparecen en el primer código civil venezolano, en 1862. Este código incorpora la estructura
estatutaria reflejada en los artículos 8 (actualmente 9), 9 (actualmente el 10) y 11
(actualmente 11 también).

El artículo 8 el código civil de 1862 regula, mediante una norma unilateral, el estado y la
capacidad de los venezolanos y los somete a la ley venezolana. Nos señale expresamente cuál
es la ley competente para regir el estado y la capacidad de los extranjeros. Sanojo, al comentar
los códigos de 1867 y 1873, vio en el silencio del por una laguna la ley y procedió a llenarla
declarando aplicable el estado y capacidad del los extranjeros su respectiva ley nacional. Sólo
en 1880 el codificador incluye la disposición contenida en el actual artículo 26 del código civil
(con poca modificación desde su redacción originaria) permitiendo aplicar al estado y
capacidad de los extranjeros su ley nacional.

En cuanto al estatuto real, los códigos civiles de 1862 y 1867 someten los bienes inmuebles
situados en Venezuela, a la ley venezolana y los bienes muebles, a la ley del domicilio de su
propietario. Los códigos de 1873 y 1880 sólo se refieren a los bienes inmuebles y los regulan
por la ley del lugar de su publicación. Sobre los bienes muebles existe un silencio total. Las
cuales de este silencio fueron motivo de distintas interpretaciones, la más veraz,
probablemente, es la que lo atribuye a la cierta reserva de someter también los bienes
muebles a la lex sitae, de acuerdo con la doctrina europea imperante. En los códigos sucesivos
(1896, 1904, 1916, 1922, 1942 y 1982) ambas categorías de bienes se rigen por la ley del lugar
de su ubicación.

En relación con el estatuto mixto, el código de 1862 menciona la exigencia de documento


público para ciertos actos y somete su forma a la ley. El código de 1867 regula la forma y
solemnidades de los contratos con testamentos y todo instrumento público, por la ley del
lugar de su otorgamiento. Los códigos de 1873 y 1880 repite la solución referente a la forma
de los actos y consagre la aplicación de la ley venezolana a los actos celebrados por los
venezolanos en el extranjero ante autoridad venezolana competente. Y los códigos de 1896 y
1904 se extiende este derecho a los extranjeros domiciliados en Venezuela y en los sucesivos
(1916, 1922, y 1982) no se hace distinción alguna entre venezolanos y extranjeros. Junto con el
sistema estatutario, basado en el factor de conexión "nacionalidad", aparece el primer código
civil venezolano una norma absolutamente territorialistas (artículo 7, actualmente artículo 8),
transcripción exacta del artículo 14 del código civil chileno de 1855, redactado en su mayor
parte por Andrés bello. Esta norma impone la aplicación a todos los habitantes de la República
de las leyes venezolanas. La influencia de bello está reforzada por el contenido del ordinal
tercero del artículo 3 del código de Napoleón, se pero no acoge la acción que hace éste último
al referirse a las leyes de policía y seguridad. La disposición encuentra su antecedente
legislativo venezolano en el artículo 218 de la constitución de 1830, según el cual los
extranjeros en Venezuela estaban sometidos a las mismas leyes que los ciudadanos
venezolanos.

La existencia de dos elementos antagónicos, es decir, de un sistema estatutario, con factor


de conexión nacionalidad, enmarcado en la prelación de las fuentes y que puede considerarse
universalista, congruente y lógico y, por otra parte, la vigencia de una disposición
absolutamente territorialista, han marcado el desarrollo del derecho internacional privado en
Venezuela. En el siglo XIX principios del siglo XX, pocos tribunales, algunos de provincia, se han
comprometido con la aplicación del derecho extranjero. Era y sigue siendo más fácil aplicar el
derecho propio, en vez de preocuparse por tener, mediante engorrosas investigaciones, la
necesaria, y a veces difícil, información sobre los diversos aspectos de fuentes extranjeras para
poder aplicarlas en forma congruente y lógica.
Apoyados en el contenido territorial del artículo ocho del código civil, los tribunales
venezolanos se preocupaban poco por sus normas de conflicto y conducir a la aplicación del
extranjero. Sin embargo y a pesar de las dificultades, la idea de poder contar con un
instrumento legislativo que resuelva estos problemas nunca abandonó al foro venezolano.

Es curioso observar el interés de la doctrina venezolana por el derecho internacional


privado, lo cual determina el lento, pero sostenido desarrollo de la jurisprudencia, al comienzo
reacia a la aplicación del derecho extranjero. La doctrina se preocupó por encontrar
interpretaciones congruentes del artículo 8 del código civil, limitándolo de acuerdo con la
correspondiente disposición del código Napoleón, a las normas de orden público. Esta
interpretación no fue totalmente convincente, por cuanto la calificación de las leyes como el
orden público debería haberla hecho expresamente el legislador, al redactar la norma;
además, esta interpretación relacionaba el orden público con la llamada Concepción
“apriorística”, contraria al evolución de esta institución en el mundo y en la doctrina y
jurisprudencia venezolana.

Buscando otras vías, notables internacionalistas venezolanos (Joaquín Sánchez, y Gonzalo


Parra) interpretar una norma que obliga a aplicar el derecho venezolano a todo los habitantes
del territorio la República, como una afirmación general de la unidad del ordenamiento
jurídico que incluye también al derecho internacional privado, de prioritaria aplicación en los
casos con elementos extraños. Si estas normas ordena la aplicación del derecho extranjero, el
juez deberá obedecer su mandato. Es interpretación ha permitido, no sin obstáculos, el
desarrollo más congruente del derecho conflictual.

A este “hibridismo antagónico”, se agregaba la escasez y la dispersión de normas del


derecho internacional privado en el código civil, en el código de comercio, en el procedimiento
civil y en algunas leyes especiales, lo cual dificultaba la solución de casos con elementos
foráneos.

Historia legislativa

El caos interno y las contradictorias soluciones producidas por la ratificación de numerosas


convenciones internacionales han sido determinantes para que la doctrina insiste en la
necesidad de una nueva legislación interna. En esta labor ha sido de gran ayuda el primer
intento de codificar el derecho internacional privado mediante una ley especial. En el año
1912, el conocido jurista venezolano, Pedro Arcaya, elabora el proyecto de la ley de aplicación
del derecho internacional privado "… A fin de que los jueces sepan cómo deben proceder en
los asuntos que envuelvan cuestiones de esta índole…”. El proyecto fue objeto de elogios por
parte de la doctrina venezolana, pero nunca se convirtió en el vigente.

A pesar del constante y manifiesto interés de la doctrina y, especialmente, del doctor


Lorenzo Herrera Mendoza, sólo en el año 1963 se elaboró el segundo proyecto, por la
Comisión ad hoc, designada por el ministro de justicia e integrada por Roberto Goldshmidt,
quien la presidió, Joaquín Sánchez-Covisa y Gonzalo Parra. El proyecto fue ligeramente
modificado por sus proyectistas en 1965.

Las soluciones consagradas en este proyecto han inspirado a los redactores de las
convenciones interamericanas sobre derecho internacional privado, en las cuales encontramos
normas similares.

El proyecto de 1965, alabado por la doctrina extranjera, tampoco contó con el apoyo
necesario para convertirse en ley vigente. Esto se debe, entre otras razones, a la falta de
madurez del foro venezolano para la aplicación práctica del derecho internacional privado, las
dificultades inherentes a su adaptación a la legislación vigente, debido a lo novedoso de sus
soluciones, así como la falta de interés por la materia, la cual se redujo a las aulas
universitarias que las corporaciones científicas. Sin embargo, nunca cesó la inquietud por la
necesidad de una legislación adecuada en esta materia.

Transcurridos treinta años desde la elaboración del proyecto, y después de varios intentos
frustrados de llevarlo a las cámaras legislativas, se fueron removiendo los obstáculos y, a
iniciativa de todas las cátedras de esta asignatura del país, en 1995, 1 grupo de profesores, con
la participación de una los redactores del proyecto original, Gonzalo Parra, procedió la revisión
y actualización del proyecto, labor que finalizó en 1996. En esta revisión se mantienen las
disposiciones fundamentales del proyecto anterior, se adapta a las leyes vigentes en
Venezuela y se recoge en su articulado la evolución de la doctrina en la jurisprudencia. Sus
soluciones responde a las necesidades prácticas, tales como la sustitución de factor de
conexión nacionalidad, por el factor domicilio, y están acordes con las modernas corrientes
doctrinales y legislativas en el derecho comparado. Este proyecto fue remitido al Congreso y
aprobado definitivamente con algunas modificaciones el 6 de agosto de 1998.

Objetivos

De acuerdo con la exposición de motivos, la ley persigue los siguientes objetivos concretos:
✓ resolver los problemas que presentaba el sistema venezolano de derecho internacional
privado, caracterizado por sus contradicciones entre el personalismo y territorialismo, su
carácter estatutario y la dispersión de sus disposiciones en los códigos y leyes especiales.

✓ Ajustar la legislación venezolana de derecho internacional privado la realidad social del


país. Esto se refleja especialmente en la adopción de factor de conexión personal "domicilio",
propio de los países y inmigratorios y más con sonoros con las concepciones territorialistas que
han sido predominantes en Venezuela. En esta forma disminuye la posibilidad de rechazar la
aplicación del derecho extranjero, ya que la ley califica el domicilio como la residencia habitual
de una persona física, que esté más fácil determinación. Otras disposiciones que no responden
a las realidades sociales sino más bien a la idiosincrasia venezolana se refiere a la consagración
de la legítima (artículo 35) y de la injerencia yacente favor del estado venezolano (artículo 36).
Sin estas soluciones, criticadas buenas razones, por Neuhaus, la aprobación de la ley hubiera
sido muy difícil.

✓ Adaptar las soluciones internas a los avances consagrados en la codificación


convencional, específicamente las convenciones interamericanas y las convenciones de La
Haya sobre derecho internacional privado. La ratificación de esas convenciones ha producido
una brecha entre las regulaciones consagradas en las fuentes internacionales y las previstas en
la legislación interna causas del tratamiento distinto de los casos con elementos extraños,
hecho atentatorio contra la deseable armonía de soluciones.

✓ Adaptar las soluciones venezolanas al evolución universal de la materia y en las


legislaciones más recientes, que se han convertido en instrumentos válidos para el armónico
desarrollo de las relaciones jurídicas entre los particulares. Efectivamente, el actualización del
proyecto de 1965 se han tomado en cuenta las más recientes legislaciones internas, tales
como la ley de Suiza (1987), la ley italiana (1995), la ley de Liechtenstein (1996), la reforma de
la ley introductoria al código civil alemán (1986), así como la reforma de los códigos civiles de
Louisiana (1991) y de Quebec (1991).

Filosofía

El fin fundamental de la ley consiste en dar respuestas a los requerimientos del mundo
globalizado, especialmente dentro los procesos de integración interamericana, así como
adaptarse a las nuevas corrientes del método neoclásico conflictual del sistema venezolano
acoge punto.
La filosofía de la ley responde al convencimiento de que en el método conflictual tiene que
prevalecer el logro de la justicia material frente a la justicia formal, es decir, la justicia del caso
y no del sistema. Por ello el juez y, lo que Werner Goldschmidt denomina el método sintético
judicial, se convierten en los protagonistas de la ley.

Si revisamos distintas disposiciones de la parte general, encontramos la confirmación de


esta filosofía. Por ejemplo, en el artículo 2 de referencia la aplicación del derecho extranjero
de acuerdo con los objetivos perseguidos por las normas venezolanas de conflicto. También la
solución en materia de la cuestión incidental abre al juez la posibilidad de aplicar la norma de
su propio derecho internacional privado o la norma de conflicto del ordenamiento jurídico que
vive la cuestión principal. La escogencia de una u otra solución debe hacerse en función de la
equidad del caso concreto (artículo 6).

En la difícil tarea de adaptación, el juez le corresponde la responsabilidad de encontrar la


solución "impuesta por la equidad en el caso concreto" (artículo 7). En materia contractual, y a
falta de la determinación de la ley por las partes, el juez aplicará la lex mercatoria, es decir
usos y prácticas comerciales de general aceptación con la finalidad de realizar las exigencias
impuestas por la justicia y equidad en la solución del caso concreto (artículo 31).

En apoyo al juez, la ley ofrece una serie de elementos que facilitarán la búsqueda el derecho
que permitirá una solución equitativa.

Estructura

La ley se divide en 12 capítulos, referentes a: disposiciones generales, domicilio, personas,


familia, bienes, obligaciones, sucesiones, formas y prueba de los actos, jurisdicción y
competencia, eficacia la sentencia extranjeras, procedimiento y disposiciones finales. La
enumeración de sus capítulos permite conocer el contenido fundamental de la ley:
disposiciones generales, derecho civil internacional y derecho procesal internacional.

La exposición de motivos de la ley, a la cual nos adherimos, explica las razones de a estos
tres grandes aspectos. Efectivamente, su carácter general aconseja limitarse a estas ramas
jurídicas, más allá de las cuales tendrían que darse temas muy específicos cuya consideración
excedió los objetivos de la ley, tales como: seguro o quiebra, sociedades mercantiles, etc., los
cuales ameritan ser regulados por las leyes especiales sobre materias además, las
disposiciones de derecho civil internacional aplicables a los aspectos generales del derecho
comercial internacional, en virtud de la creciente tendencia a la unificación del derecho
privado.

La inclusión del derecho procesal internacional en el ámbito de Derecho Internacional


Privado aún hoy despierta la desconfianza en algunos procesalistas. Consideramos que esta
inclusión responde a la existencia de las relaciones íntimas entre la cuestión de la jurisdicción,
el derecho aplicable y, por último, el reconocimiento de sentencias extranjeras, contenido
triple de Derecho Internacional Privado contemporáneo. Esta relación es innegable y se refleja
en algunos disposiciones de la ley cuando, por ejemplo, el derecho rige el fondo del asunto
determina la jurisdicción en casos de acciones relativas a las universalidad de este bienes
(artículo 41) y en materia estado y relaciones familiares (artículo 42).

Características

a. Autonomía de la ley: se trata la ley especial que consagra la autonomía legislativa, lo cual
responde a la tendencia actual en la evolución del Derecho Internacional Privado, iniciaba con
la ley polaca de 1926 inspirada en el proyecto austríaco de 1913 e incrementada,
especialmente, desde los fines de los años 70, con la promulgación, entre otras, de las
siguientes leyes especiales: Austria (1978), Hungría (1979), Yugoslavia (1979), Turquía (1982),
Suiza (1987), Rumania (1992), Italia (1995), Liechtenstein (1089) y Eslovenia (1990). En el
continente americano no ha permanecido alejado de esta tendencia, al elaborar varios
proyectos de leyes especiales, tales como los de Brasil (1924 y 1995), el de Argentina (1974) y
otros proyectos de reciente data. La codificación en una ley especial no sólo responde carácter
autónomo del Derecho Internacional Privado, sino a la conveniencia, por razones prácticas,
facilitando una posible actualización.

b. Carácter general: se ha considerado aconsejable que esta ley especial incluye disposiciones
de carácter general, a fin de que sirva de marco a las disposiciones que permanecerían en las
correspondientes leyes. Tal generalidad se aconseja, debido a la amplitud de la materia que
habría obligado a elaborar una ley excesivamente larga y, en consecuencia, de difícil
aplicación.

c. Similitud con las convenciones interamericanas: la aproximación al texto de los tratados


ratificados debe ser el objetivo de la codificación interna de todo estado para evitar la creación
de regímenes distintos aplicables a los supuestos con elementos extraños. En el caso la ley
venezolana, existe otra circunstancia que cuál suba a este acercamiento: las convenciones
interamericanas se apoyaron, en numerosos casos (especialmente en lo que a situaciones
generales que se refiere), en el texto del proyecto de ley de normas del Derecho Internacional
Privado de 1965 y, en consecuencia, no se puede afirmar, que la ley se nutrió solamente de las
convenciones.

Metodología

La ley es, en principio, exponente del método neoclásico que utiliza normas indicadoras,
pero sus propósitos finales consiste en resolver asuntos conectados con varios ordenamientos
jurídicos en el marco de la justicia material, con lo cual la ley abandone la exclusividad de
criterio formal de la conexión idónea.

Aunque la mayoría de las normas que utiliza la le hizo normas de concepto, tales como: "la
existencia, estado y capacidad de las personas se rigenn en el derecho de su domicilio"
(artículo 16) o "las sucesiones se rigen por el derecho del domicilio del causante" (artículo 34),
también encontramos normas materiales complementarios o aclaratorias, por ejemplo, el
artículo 17 consagra el cambio de domicilio no restringe la capacidad adquirida; el artículo se
refiere a la fórmula lex favore negotii; y el artículo 19 reitera el principio constitucional que
rechaza toda las limitaciones basadas en preferencias de taza, nacionalidad, religión o rango.

En el caso de las sucesiones encontramos normas materiales que regulan legítimas a favor
del de sobreviviente, los descendientes descendientes (artículo 35), así como la herencia
yacente a favor del estado (artículo 36). Por otra parte la ley incluye normas materiales
independientes. Un poco estas normas luego tomó el artículo 10 de la ley, que ordena la
aplicación de las disposiciones imperativas que regulan los supuestos de hecho conectados con
varios ordenamientos jurídicos. Esta disposición ha generado interrogantes relativas a las
normas imperativas internas, cuya explicación tendría que resolver el juez en cada caso
concreto. En el derecho comparado la aplicación de normas imperativas se consagra en forma
más amplia. El método plural utilizado en la ley, responde al que encontramos en la
codificación internacional e interna recientes fechas, ya que es el único que garantiza el
proceso y dorio de solución de casos concretos como elementos foráneos.

Comentarios de las disposiciones más relevantes

A. sustitución del factor conexión nacionalidad por el domicilio: este cambio es fundamental
para el sistema venezolano por cuanto se adapta mejor al carácter inmigratorio del país. La
identificación del domicilio con la presidencia habitual le da carácter práctico nuevo factor de
colección o facilitando la determinación del domicilio y con ello la localización del derecho
aplicable. La adopción del domicilio impone la regulación del mismo y por ello la ley dedica
todo el capítulo II a su regulación. Se incluye una calificación autónoma del mismo,
considerado en forma general (artículo 11), y tres domicilios especiales: domicilio la mujer
casada (artículo 12), de los menores e incapaces (artículo 13), y de los funcionarios públicos
(artículo 14). Estas calificaciones garantizan la correcta interpretación del factor conexión
personal. Por último, se establece la esfera de aplicación de estas calificaciones, la cual se
reduce a todos los casos en que el domicilio constituye un medio para terminar el derecho
aplicable o la jurisdicción competente (artículo 15). Cualquier otra calificación de domicilio
ajena al Derecho Internacional Privado, mantiene, en principio, su vigencia.

B. Aplicación del derecho extranjero: al regular el tratamiento el derecho extranjero (artículo


2 y 3), la ley consagra la tesis jurídica y consagra su aplicación de acuerdo a los objetivos
perseguidos por las normas de conflicto venezolano, objetivos que se resuelven en la
búsqueda general de la justicia del caso concreto y de los objetivos particulares de cada norma
de conflicto. Esta disposición resulta particularmente importante en la medida en que la
legislación venezolana interna no había establecido normas sobre el particular.

C. Regulación de las instituciones generales: la ley regula todas las instituciones generales del
Derecho Internacional Privado, con excepción de las calificaciones fraude a la ley. La exclusión
de estas dos instituciones se debe a causas diferentes. En lo que ha calificaciones se refiere, el
legislador consideró que, por tratarse de una institución en pleno desarrollo, debería dejarse a
la libertad del juez la aplicación de las alternativas más adecuadas, con franca tendencia hacia
la calificación autónoma. Por otra parte, se ha omitido el fraude la ley, debido su poca utilidad
en el ámbito de Derecho Internacional Privado y porque fácilmente puede sustituirse por otras
instituciones, tal es o orden público internacional o, no ir a resoluciones tan drásticas al abuso
del derecho, etc. la inclusión de las instituciones generales no sólo responde a la tendencia de
la doctrina venezolana hacia el contenido de la convención interamericana sobre normas
generales de Derecho Internacional Privado de la reafirmación de la base científica de la
materia. También, toma en cuenta que estas instituciones son elementos coadyuvantes del
juez en la búsqueda de la solución equitativa de caso concreto.

Las instituciones generales consagradas en la ley son: reenvío de primer grado y un


herido, con exclusión expresa del circular y de grados sucesivos, respeto a las situaciones
jurídicas válidamente creadas (artículo 5); cuestión incidental, la cual puede resolverse a través
de la lex causae o la lex fori; orden público internacional en su concepción a aposteriori
(articulo 8) e instituciones desconocidas, cuya aplicación está concebida en forma restringida
(artículo 9).

D. regulación es el derecho civil internacional:


- unificación de la regulación de los efectos personales y patrimoniales del matrimonio.
Los efectos personales y patrimoniales del matrimonio quedan sometidos al domicilio común
de los coyotes o, en su defecto, el último domicilio común (artículo 22). Esta unificación
efectos matrimoniales, en lo que el derecho aplicable se refiere, renuncia a la inmutabilidad
del régimen patrimonial que no responde a los cambios vertiginosos en esta materia a favor de
la protección de la mujer.

- Capitulaciones matrimoniales, el artículo 22 incluye una disposición, muy novedosa, en


materia capitulaciones matrimoniales válidamente celebradas en el extranjero. Esta norma
permite registro en cualquier momento, en aquellos casos en que se pretenda que produzcan
efectos respecto a terceras personas, de buena fe, sobre bienes inmuebles situados en
Venezuela. Se podría preguntar a qué se debe este cambio, de que Venezuela los requisitos
temporales y el aspecto registral de las capitulaciones matrimoniales tiene carácter de normas
imperativas. Efectivamente, frecuentes planteamientos prácticos, que hasta ahora no habían
podido ser solucionados, determinaron la inclusión de esta disposición.

- La regulación del divorcio y la separación de cuerpo. Éstos aspectos se someten al


derecho del domicilio de conyugues que intenta la demanda, solución que se adopta en virtud
de su identificación con la realidad del país. Esta solución se le critica "la invitación" para elegir
el derecho aplicable en fraude la ley, ya que basta con domicilio hace en un estado que prevé
una regulación más favorable, para que sea esta la que se aplique.

- Protección de niños y adolescentes. Las disposiciones referentes a la filiación (artículo


24), la adopción (artículo 25 Cervantes, la tutela y las demás instituciones de protección del
menor (artículo 26) tienen como norte el bien superior del niño, principio fundamental
contenido la convención de Naciones Unidas sobre los derechos del niño, de las convenciones
de la haya interamericanas o la materia es interesante observar que las regulaciones incluyen
el estado autónomo del niño, que es la ley de su domicilio, solución frecuente en las más
recientes legislaciones comparadas de cuatro a las decisiones equitativas en materia de
menores.

- Obligaciones. Con relación a las obligaciones convencionales se destaca la aplicación del


principio de la autonomía de la voluntad, sin limitación alguna, para darle terminación de la ley
aplicable; y, a falta de ella, se prevé la aplicación de la ley con la cual estemos más
directamente vinculadas dichas obligaciones. La introducción del vínculo más estrecho, como
el factor de conexión contractual, adapta el ordenamiento jurídico interno a las soluciones
contempladas en la convención interamericana sobre derechos aplicables a los contratados
internacionales, y corresponde a la tendencia civilizadora del Derecho Internacional Privado
- Legítima y bono vancatia. La normativa referente a las sucesiones, las somete la ley del
domicilio del causante (artículo 34), y consagra a través de una norma imperativa, la institución
venezolana de la legítima (artículo 35), la cual puede definirse como una porción de la sucesión
intestada que corresponde de pleno derecho a ciertos herederos legítimos y de la cual, por
consiguiente, no fue exponer el causante por testamento.

E. regulaciones de derecho procesal internacional

- Jurisdicción internacional y competencia interna. Las normas sobre jurisdicción prevista


en la nueva ley tiene importancia fundamental. Las mismas contemple y, en parte modifican,
las reglas del código procedimiento civil que resultaron insuficientes o discutibles. La ley
reafirma el criterio general atributivo de la jurisdicción tres domicilio del demandado (artículo
29) y, además, regula los supuestos de demandados no domiciliados en el territorio la
República, distinguiendo entre los criterios atributivo de jurisdicción en materia de acciones de
contenido patrimonial (artículo 40), sobre universalidad este bienes (articulo 41) y sobre
estado y relaciones familiares (artículo 42). También, sustituye el término competencia
procesal internacional, utilizado por el código de procedimiento civil, por jurisdicción, para
evitar confusiones con la competencia territorial interna.

- Eficacia sentencias extranjeras. Las normas que enumeran los requisitos de fondo y de
forma para el eficacia extraterritorial de las sentencias extranjeras, establecen criterios
tradicionales en esta materia, revisados y actualizados, sin referirse al procedimiento
respectivo para cuya regulación deberán aplicarse las normas del código de procedimentos
civil (artículo 853 al 857). Destaca en esta materia la ausencia del requisito de reciprocidad
tantas veces criticado por la doctrina venezolana y la regulación expresa la eficacia parcial de
una sentencia extranjera (artículo 54). Es importante destacar, que y salvo lo establecido en el
artículo 47 de la ley, que se refiere a las materias en las cuales no procede la derogatoria
convencional de la jurisdicción los tribunales venezolanos, todo lo concerniente al arbitraje
comercial internacional se regirá por las normas especiales que regula la materia.

- Cooperación judicial internacional: se consagra la cooperación judicial internacional,


tanto los casos en que Venezuela se estado requerido como en los que sea estado requirente,
a través de exhortos y comisiones rogatorias (artículo 59). La norma se refiere exclusivamente
a los actos de mero trámite, quedando excluida la posibilidad de realizar actos coactivos. Esta
disposición responde a la necesidad de establecer medios créditos para la eficaz aplicación del
Derecho Internacional Privado, en los casos en que se hace necesaria la actuación de
autoridades extranjeras.
Otras leyes especiales

Debido al carácter general de la ley del Derecho Internacional Privado conserva su


vigencia algunas disposiciones contenidas en leyes especiales. Estas disposiciones se refiere al
derecho aplicable y a la jurisdicción, así como a normas imperativas.

A continuación citamos ejemplos de estas leyes especiales:

a) la ley que regule y fomenta la multipropiedad y el sistema de tiempo compartido, 1995.


Determina que los contratos sobre multipropiedad y tiempo compartido, celebrados conforme
con ordenamientos jurídicos extranjeros, para ser ejecutados en territorio venezolano, se
regirán por el derecho venezolano en todo lo referente la creación, regulación o extinción de
los derechos reales (artículo 3). Esta solución responde el artículo 10 del código civil, derogado
por el artículo 27 de la ley del Derecho Internacional Privado, así como las normas imperativas
en materia turística, urbanística y de protección al consumidor y el usuario.

b) Ley sobre derecho de autor, 1993. Determina cuanto a las diversas obras de ingenio se
aplicara el derecho venezolano (artículo 125-129).

c) Ley de arbitraje comercial, 1998. Prevé la posibilidad de reconocimiento automático de los


laudos arbitrales y, en consecuencia, la posibilidad de ejecución forzosa sin previo exequatur
(artículo 48).

d) Ley orgánica para la protección del niño y del adolescente, 2006. Regula la adopción
internacional.

e) Ley de mensajes de datos y firmas electrónicas, 2001. Establece sobre solemnidades y


formalidades de ciertos actos (artículo seis), sobre presunción del domicilio (artículo 12) y
sobre la eficacia jurídica de los certificados electrónicos extranjeros (artículo 44).

f) Ley de comercio marítimo, 2001.


g) Ley de procedimiento marítimo, 2001. El capítulo II, intitulado "de la jurisdicción de la
competencia los tribunales marítimos", se establece jurisdicción de los tribunales marítimos se
determinará por lo dispuesto en las leyes respectivas de los tratados y convenios
internacionales (artículo 5).

Analogía

La alusión a la analogía adquiere global importancia, por cuanto la ley del Derecho
Internacional Privado ofrece numerosas soluciones que podrán aplicarse a supuestos similares
a los que ella misma prevé, pero disminuirles la aplicación por analogía de los tratados
internacionales, ya que sólo procederá a falta de las normas pertinentes de la ley.

En la doctrina venezolana el estudio del concepto de analogía es muy limitado. Algunos


autores tratan de diferenciar este concepto de otros, tales como integración, la investigación,
averiguación interpretación. Otros se refieren "impulsión del derecho en la dirección apuntada
por la ley", que va mucho más allá de la interpretación. Es importante aclarar el concepto
forma sencilla: se trataron procedimiento que decide casos concretos, cuyos supuestos no
aparecen en disposiciones legales precisas, mediante la aplicación de normas que han sido
dictadas para casos similares.

Se han confundido las disposiciones legales expresas con los principios de Derecho
Internacional Privado:

“… es un precepto expreso de nuestro derecho procesal, concordante con principios de


Derecho Internacional Privado, que las causas de divorcio el juez competente para conocer es
el que ejerza la plena jurisdicción ordinaria en la primera instancia en el lugar del domicilio
conyugal…” es principio de derecho procesal internacional, reconocido generalmente y
consagrado en las convenciones, que cuando procedimiento se sigue en rebeldía no puede
entenderse que exista sumisión tácita del contumaz a la competencia del tribunal.

“Esta conclusión es evidente no sólo a la luz de las leyes patrias, sino también en el punto de
vista de los principios de Derecho Internacional Privado, generalmente admitidos. Sigue
rigiendo entre los estados lo que Andrés bello describiera hace más de un siglo: si un tribunal
extranjero no puede, según el derecho de gentes, ejercer la jurisdicción que asume, sus
sentencias no tienen valor alguno".
Principios generales de Derecho Internacional Privado

Antes de la promulgación de la ley de Derecho Internacional Privado, a falta la regulación


interna, las soluciones del código Bustamante se aplican no sólo a los estados partes del
mismo, sino también a los estados no parte, por analogía o como principios generalmente
aceptado ser Derecho Internacional Privado.

En el artículo 1 de la ley de Derecho Internacional Privado se consagra específicamente los


principios generales como fuente supletoria del Derecho Internacional Privado.

Antes de la promulgación de la ley, encontramos en la jurisprudencia algunas fórmulas de


soluciones como consecuencia de la aplicación de principios generales de Derecho
Internacional Privado. Son ellas, por ejemplo: la concepción "jurídica" del derecho extranjero,
es decir, su aplicación de oficio por el juez, la autonomía de las partes como criterio principal,
tanto en materia obligaciones convencionales de carácter civil, como de índole mercantil.

El artículo 30 de la ley de Derecho Internacional Privado subraya la relevancia de los


"principios generales de derecho comercial internacional aceptados por organismos
internacionales". Esta disposición se refiere especialmente a las obligaciones contractuales. El
artículo 31 también menciona los principios del derecho comercial internacional en el marco
del la lex mecatoria.

La convención interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales


admiten aplicación de los "principios generales del derecho comercial internacional aceptados
por los organismos internacionales" (artículo 9). A pesar del evidente positivización de
soluciones, los principios generales seguirán aplicándose en el sistema venezolano, ya que sea
constituido en una tradicional fuente de relevante importancia para el derecho internacional
privado.

La costumbre. lex mercatoria

Otra fuente de especial importancia la actualidad amerita comentarios: la lex mercatoria


que, según James – Otis Rodmer, consiste en “… usos, prácticas y costumbres que regula las
relaciones comerciales y financieras internacionales…”. Para algunos autores aceptable por ser
un cuerpo de normas de conducta sin procedencia terminada, para otros su utilidad, o más
bien, su necesidad en el ámbito Derecho Internacional Privado, puede ser tema de discusiones.
Según la definición de Irineu Strenger, que acogemos, la lex mercatoria “… es un conjunto
de principios, que instituciones y de reglas de múltiples orígenes, que se han inspirado y se
inspiran tanto en las estructuras legales como el funcionamiento legal de la colectividad de los
operadores del comercio internacional. Ella tiene su base en la autonomía de la voluntad
incorporada a las cláusulas contractuales y en las decisiones arbitrales que contribuye a la
elaboración de los principios del comercio internacional”.

En el ámbito del Derecho Internacional Privado, en general y, en especial, del derecho


comercial internacional se aceptado la lex mercatoria como fuente, por su amplia aplicación en
los negocios internacionales y las ventajas que genera en las relaciones comerciales del mundo
globalizado. Sin embargo su aplicación original varias interrogantes: ¿cuál es su ubicación en la
escala de la prelación de las fuentes? ¿Deberá tener carácter supletorio, es decir, deberá
aplicarse a falta de todas las demás fuentes formales? ¿O podrá tener rango prioritario, en el
ámbito mercantil?. La convención interamericana sobre derecho aplicable a los contratos
internacionales, ratificada por Venezuela, responde en parte a este interrogante. A elección
del derecho por las partes, somete el contrato al derecho con el cual tendrá vínculos más
estrechos. Para encontrar este derecho autoriza al juez a tomar en cuenta todos los elementos
objetivos y subjetivos del contrato, así como los principios generales de derecho comercial
internacional aceptados por organismos internacionales (artículo 9).

La misma convención, en su artículo 10, consagra la aplicación de la lex mercatoria


(costumbre, principios del derecho comercial internacional, usos, prácticas comerciales de
General aceptación) para lograr la solución justa y equitativa del caso concreto.

Los artículos 30 y 31 de la ley de Derecho Internacional Privado los algunos elementos para
formular la respuesta. El artículo 31 se refiere a la lex mercatoria como elemento importante
para “… realizar las exigencias impuestas por la justicia y equidad en la solución del caso
concreto". En este artículo la lex mercatoria es un correctivo, cuyo fin es lograr la solución
justa y equitativa. En el segundo, se otorga al derecho espontáneo una merecida importancia,
ya que se aplicaría la lex mercatoria “ cuando corresponda", para lograr decisiones justas. En
este último caso, el tribunal decidirá al momento oportuno para ello.

En conclusión, la aplicación de la lex mercatoria en Venezuela es indiscutible en los casos


previstos en las disposiciones señaladas, que demuestra que el derecho comercial
internacional no totalmente fuera de la aplicación de la ley Derecho Internacional Privado y
podrá aplicarse en otros casos relacionados con esta misma materia.
Aunque en la práctica se observa escasa aplicación de la lex mercatoria, la doctrina
venezolana presenta un consenso sobre la importancia y la necesidad de esta fuente,
especialmente en materia contratos y arbitrajes.

fuentes conplementarias

Como se ha dicho, la evolución histórica del Derecho Internacional Privado nos demuestra
que es una disciplina jurisprudencia y doctrinal. En Venezuela no pueden dejar de mencionarse
los casos sobresalientes de soluciones jurisprudenciales que ha aceptado instituciones
generales del Derecho Internacional Privado, tales como reenvío y calificaciones; también se
eleva al nivel de los principios generales la aplicación de oficio derecho extranjero,
interpretación de alcance de orden público en materia divorcio, etc.

En los sistemas "civiles", como el venezolano, la función de la doctrina se refleja en la


búsqueda de soluciones apropiadas a nuevos planteamientos que surgen paralelos a los
constantes cambios sociológicos y económicos.

Jurisprudencia

En la resolución de casos de Derecho Internacional Privado, el poder judicial venezolano


tiene importante tarea de contribuir a la armonía interna de soluciones. Esta forma, además
de desarrollar el derecho, colmar los vacíos legales, interpretarlo y aplicarlo, en ocasiones, e
incluso crea derecho y, en caso de lagunas, nuestros tribunales están llamados a cumplir una
importante labor en el desarrollo del Derecho Internacional Privado venezolano.

Los tribunales venezolanos han aplicado y aplican los tratados en materia Derecho
Internacional Privado aunque con ciertas restricciones. El acuerdo boliviano sobré ejecución de
actos extranjeros de 1911, ha sido aplicado en materia de ejecución de actos de autoridades
extranjeras provenientes de los estados parte. Así la sala político administrativa ha hecho
referencia al acuerdo en múltiples oportunidades. No obstante, en ocasiones el Tribunal
Supremo de justicia acordó el exequátur, fundamentándose en las normas del código de
procedimiento civil, a pesar del reconocimiento expreso de la primacía del acuerdo.

El código Bustamante ocupa un lugar especial en la jurisprudencia venezolana. Su


aplicación, exceptuando las reservas especiales, ha sido frecuente tanto en forma directa, a los
supuestos conectados con los ordenamientos jurídicos de los estados partes del código, por
analogía o como principios del Derecho Internacional Privado generalmente aceptados.

En varios casos se han utilizado los criterios retributivos de competencia procesal


internacional directa establecidos en el código Bustamante, con relación a la validez de la
sumisión expresa y tácita (artículo 318 al 342); en el periódico habiéndose aplicado con
mayor frecuencia en materia aplicación del derecho extranjero, ya que dicho código se
establecen mecanismos para justificar el texto, vigencia y sentido del derecho extranjero
aplicable al caso en cuestión (artículo 409 al 411).

CONCLUSION

La verdadera gran reforma del Derecho Internacional Privado venezolano es la adopción


del factor de conexión domicilio y el abandono del factor conexión nacionalidad para regular la
capacidad de las personas físicas incluyendo la capacidad matrimonial, efectos del matrimonio,
el divorcio y la separación de cuerpos, la filiación, relaciones paterno-filiales, adopción, tutela y
demás instituciones de protección de incapaces, y las sucesiones (artículos 16, 21, 22, 23, 24,
25, 26 y 34). Al acogerse el criterio del domicilio se abandona la tradición venezolana vigente
desde 1862, según la cual el estatuto personal se regía por el derecho de la nacionalidad de las
personas. El domicilio de una persona natural se encuentra en el territorio del Estado donde
aquella tiene su residencia habitual (artículo 11). Parejas casadas pueden tener domicilios
separados (artículo 12). El domicilio de los menores e incapaces se determina
independientemente del de sus padres o representantes legales (artículo 13).

Aun cuando la Ley de DIP no regula el fraude a la ley de manera general, el aparte único del
artículo 23 de la Ley de DIP regula un supuesto de fraude a la ley a los fines de la
determinación de la ley aplicable al divorcio. Allí prevé que el cambio de domicilio del cónyuge
demandante sólo produce efecto después de un año de haber ingresado en el territorio de un
Estado con la intención de fijar en él la residencia habitual. El domicilio juega un papel
fundamental también como criterio atributivo de la jurisdicción (artículos 15 y 39). Dado que la
Ley de DIP no establece criterios para determinar el domicilio de las personas jurídicas, la
determinación del mismo se hará según los artículos 27, 28 y 29 del Código Civil venezolano y
del artículo 203 de Código de Comercio venezolano, en cuyo caso se seguirá lo dispuesto en el
documento constitutivo, a falta de tal señalamiento, el lugar de su dirección o administración,
o establecimiento principal, según sea el caso, salvo lo dispuesto en leyes especiales.

Las capitulaciones matrimoniales celebradas en el extranjero pueden registrarse en


Venezuela en cualquier momento. Ello es sólo exigido, sin embargo, cuando se pretende que
las mismas produzcan efectos respecto a terceras personas de buena fe, sobre bienes
inmuebles ubicados en Venezuela. El estatuto real se regula por la lex rei sitae (artículo 27). El
cambio de lugar de ubicación no afecta los derechos válidamente constituidos según el
Derecho anterior. Sin embargo tales derechos sólo son oponibles a terceros después de
cumplidos los requisitos que al respecto establezca el Derecho de la nueva situación (artículo
28). En la regulación de las obligaciones contractuales se siguen los lineamientos de la
Convención Interamericana sobre Derecho Aplicable a los Contratos Internacionales (México
1994): Autonomía de las partes, vínculos más estrechos, aplicación de la lex mercatoria
(artículos 29 a 31). Las obligaciones derivadas de hechos ilícitos se regulan a elección de la
víctima por el derecho del lugar donde se produjo la causa generadora del hecho ilícito o se
han producido sus efectos (artículo 32). Aquí es notoria la influencia de la jurisprudencia
alemana.13 La gestión de negocios, el pago de lo indebido y el enriquecimiento sin causa se
rigen por el derecho de lugar en el cual se realiza el hecho originario de la obligación (artículo
33) La forma de los actos se regula en forma flexible y alternativa por el derecho que rige el
contenido del acto o el del domicilio de su otorgante o el domicilio común de sus otorgantes
(artículo 37). Se abandona así la rigidez de la regla locus regit formam actus recogida en el
artículo 11 del Código Civil. De manera general la Ley de DIP omite regular de manera
independiente lo relativo al derecho mercantil internacional aun cuando deroga algunas de sus
disposiciones.. Además, se consideró que las normas relativas a temas muy especiales —
seguros, quiebras, títulos valores o sociedades mercantiles— debía hacerse en las leyes
especiales siguiendo los principios generales establecidos en la ley.

BIBLIOGRAFIA

✓ Werner Goldschmidt,

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

✓ GERARDO ONTIVEROS PAOLINI

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADOMARGA EDITORES, S.R.L

http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Sistema-Venezolano-De-Derecho-
Internacional/303512.html

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