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ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA

LATINA

PAÍS ADVOCACIÓN MARIANA FIESTA

1. Antillas Virgen de Salete 19 de


septiembre
2. Argentina Nuestra Señora de Luján 8 de
mayo
3. Bolivia Nuestra Señora de Copacabana 5 de
agosto
4. Brasil Nuestra Señora de Aparecida 12 de
octubre
5. Colombia Nuestra Señora de Chiquinquirá 9 de
julio
6. Costa Rica Nuestra Señora de los Ángeles 2 de
agosto
7. Cuba Virgen de la Caridad del Cobre 8 de
septiembre
8. Chile Virgen del Carmen de Maipú 16 de
julio
9. Ecuador Nuestra Señora de la Presentación
del Quinche 21 de
noviembre
10. El Salvador Nuestra Señora de la Paz 21 de
noviembre
11. Guatemala Nuestra Señora del Rosario 7 de
octubre
12. Haití Nuestra Señora del Perpetuo Socorro 27 de
junio
13. Honduras Virgen de Suyapa 3 de
febrero
14. México Nuestra Señora de Guadalupe 12 de
diciembre
15. Nicaragua Nuestra Señora de “El Viejo” 8 de
diciembre
16. Panamá Santa María de la Antigua 9 de
septiembre
17. Paraguay Nuestra Señora de los Milagros
de Caacupé 8 de
diciembre
18. Perú Nuestra Señora de la Evangelización 14 de
mayo
19. Puerto Rico Nuestra Señora de la Divina Providencia 19 de
noviembre
20. República Dominicana Nuestra Señora de las Mercedes 24 de
septiembre
21. Uruguay Virgen de los Treinta y tres 2º
doming
o de
noviem
bre
22. Venezuela Nuestra Señora de Coromoto 8 de
septiembre
ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA

1. ANTILLAS: VIRGEN DE SALETE (Fiesta: 19 de septiembre)

La Virgen de Salete apareció en la pequeña villa de Salete, en


los Alpes franceses, a dos jóvenes pastores, Melânia y
Maximino, el 19 de Septiembre de 1846. Surgió en una bola de
fuego “que parecía un sol caído en la tierra”. Los dos pequeños
pastores, deslumbrados y paralizados, la Virgen con fisonomía
triste, dio mensajes para que ellos transmitiesen a los otros.
Recomendó mucha oración, más espiritualidad, sumisión a la
voluntad divina.
Al final, la Virgen recomendó a los dos pastores que llevasen su
mensaje a todos, y se fue elevando «en un rayo de luz que
llegaba hasta el cielo». Este fenómeno fue estudiado
minuciosamente por la iglesia, dando, después de unos años, la
aparición como «autentica, indudable y cierta», por el Obispo de Grenoble, Don
Felisberto de Bruillard.
La devoción a la Virgen de Salete fue llevada a Dominica, una pequeña isla de las
Pequeñas Antillas, entre Martinica y Guadalupe que en aquella época estaba bajo el
dominio francés.

2. ARGENTINA: NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN (Fiesta: 8 de mayo)

En 1630, Antonio Farías de Sáa, un portugués residente en


Argentina, pidió a un amigo que le enviase desde Brasil una
imagen de la Purísima y Limpia Concepción de María, para
entronizarla en la capilla de su estancia.
El amigo cumplió el encargo y mando dos imágenes
acondicionadas en sendos cajoncitos: una de la inmaculada y
otra de la Madre de Dios. La carreta que las transportaba acampó
después de dos días de marcha, cerca de río Luján, al norte de la
actual ciudad de Pilar. A la mañana siguiente, al querer reanudar
la marcha, los bueyes no fueron capaces de poner en
movimiento la carreta, a pesar de los esfuerzos. Los bueyes solo
pudieron avanzar cuando fue quitada una de las cajas que
contenía una de las Vírgenes de la carreta. Al abrirla descubrieron la imagen de la
Purísima y Limpia Concepción de María.
Los viajeros percibieron que era una señal del cielo, y acataron la voluntad de la Virgen
de ser venerada en ese lugar. La condujeron a la vivienda más cercana: la casa de la
familia de Don Rosendo, entronizándola en un humilde oratorio; confiándola al Negro
Manuel, quien cumplió su cometido hasta la muerte (1685). Al enterarse del milagroso
suceso muchos fueron los que acudieron a venerar la imagen. Por el año 1674 la señora
Ana de Matos, viuda de Siqueyras, traslada la imagen a su estancia. En 1677 comienzan
los trabajos del templo en un terreno que donó la señora de Matos. Fue inaugurado el 8
de diciembre de 1685. Alrededor del santuario, comenzaron a edificarse casas,
surgiendo así el “Pueblo de Nuestra Señora de Luján”. En 1730 fue declarada parroquia.
3. BOLIVIA: NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA (Fiesta: 5 de agosto)

A orillas del Lago Titicaca, en las fronteras del Perú y Bolivia y


recostado sobre una colina, se levanta el santuario de
Copacabana. En el pequeño pueblo de Copacabana los
indígenas vivían divididos en dos grupos, los Anansayas y los
Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe, los indios vivían
apegados a sus antiguas supersticiones. Malas cosechas y otras
desventuras obligaron a los indios a pensar en atraerse los
favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía
y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Se
opusieron los Urinsayas alegando que ellos tenían pensado
dedicarla a San Sebastián, pero al final no se hizo nada. Un
buen indio llamado Francisco Tito Yupanqui no abandonó la
idea y concibió el proyecto de labrar una imagen de la Virgen pensando que una vez
hecha y trasladada al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta.

Ensayó primero labrando con sus manos una efigie de barro que salió tan tosca que se la
mandaron retirar de la Iglesia. Se dirigió a Potosí para aprender allí algo de escultura y
luego a La Paz donde conoció a un maestro escultor español que lo ayudó a decorar la
imagen. En La Paz supo que les había sido dada la licencia para fundar la cofradía de la
Virgen en el pueblo. Este hecho motivó a Yupanqui a terminar su obra. Los Urinsayas
admitieron fundar la cofradía, pero no aceptaron la efigie labrada, por lo que Yupanqui
empezó a buscar compradores. En La Paz, la imagen llegó a manos del cura de
Copacabana quien decidió llevar la imagen al pueblo. El 2 de febrero de 1583 llegó a
los cerros de Guacuyo la imagen de María. Todo el pueblo salió gozoso a recibirla y con
gran alegría la condujeron a la iglesia donde se celebró una misa en su honor. El
santuario de Copacabana es uno de los más antiguos de América. El templo actual data
de 1805 y la imagen fue coronada durante el Pontificado de Pío XI.

4. BRASIL: NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA (Fiesta: 12 de octubre)

A unos cuantos kilómetros de Guaratinguetá, villa del Estado de


São Paulo, se encuentra el pueblo de la Aparecida, que debe su
nombre y origen al Santuario de la Virgen que fue levantado en
1743.

En octubre de 1716 pasaba por Guaratinguetá con rumbo a


Minas, el gobernador de San Pablo, Pedro de Almeida y
Portugal. Los pescadores de la zona querían darle la mejor
atención, por lo que tendieron sus redes al río Parahiba, pero con
escasa fortuna. Viendo esto, uno de ellos llamado Juan Alves,
corrió hasta el lugar denominado Itaguassú y habiendo allí
lanzado sus avíos de pesca, sacó del primer lance entre las
mallas de su red una imagen de la Virgen a la que falta la cabeza. Volvió de nuevo a
lanzar la red en otra dirección y esta vez logró aprisionar la cabeza de la imagen.
Lleno de asombro ante tal hallazgo, dirigió su barca hacia la orilla y después de
limpiarla descubrió que era una Virgen Inmaculada. Sus compañeros participaron de
esta alegría y animados por este suceso volvieron a echar sus redes consiguiendo una
abundante pesca. Aún se ignora el cómo vino a parar al río esta imagen pero todo hace
creer que se remonta a los primeros tiempos de la colonización del Brasil.

Los pescadores se llevaron la imagen y en la casa de uno de ellos, le arreglaron un


sencillo altar. Más tarde otro pescador al trasladarse a Itaguassú, construyó en su nuevo
domicilio un oratorio y en él puso la imagen, ante la cual los vecinos se reunían para
rezar el rosario y entonar himnos.

En 1904 fue coronada canónicamente, y en 1930 Pio XII la nombró Patrona de Brasil.

5. COLOMBIA: NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ (Fiesta: 9 de julio)

Cuenta la tradición que entre los primeros conquistadores del


Nuevo Reino de Granada, Antonio de Santana, encomendero de
los pueblos de Suta y Chiquinquirá, era especialmente devoto de
la Virgen del Rosario. Por este motivo construyó en el pueblo de
Suta su dormitorio y una pequeña capilla.

Deseando poner en ella una imagen de la Madre de Dios, mandó


pintar una imagen de Nuestra Señora del Rosario en una rústica
tela de algodón de procedencia indígena. Un pintor español,
llamado Alonso de Narváez pintó con bastante arte, una imagen
de la Virgen del Rosario. En su paleta usó colores al temple, con
pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la
tierra y del zumo de hierbas y flores de la región. Como el lienzo
era casi cuadrado (44 pulgadas de alto por 49 de ancho), el artista balanceó y completó
el espacio añadiendo, a los lados de la Virgen del Rosario, las imágenes de San Antonio
de Padua y de San Andrés Apóstol por ser el primero patrono del encomendero que
solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.

En 1562 el cuadro fue colocado en la capilla techada con paja en la que se filtraba la
lluvia y con ella la humedad del ambiente. Esto, unido a la acción del aire y del sol
dejaron la pintura en tan mal estado que muy pronto era ya imposible reconocer lo que
había sido pintado en ella. A la muerte de Don Antonio, en 1577, su viuda, se trasladó a
Chiquinquirá llevándose consigo el cuadro al que colocó en una capilla.

Diez años más tarde vino a aquel lugar María Ramos, una piadosa sevillana cuñada del
difunto Santana, quien después de arreglar y limpiar la modesta capilla colocó en ella el
borroso lienzo que un día llevara la imagen de la Virgen del Rosario. Cuenta la
tradición que el viernes 26 de diciembre de 1586, se disponía a salir de la capilla,
cuando una india cristiana le llamó la atención hacia la imagen, que aparecía rodeada de
vivos resplandores. Volvió el rostro y fue grande su asombro al advertir la
transformación que se había obrado en el lienzo, cuyos colores, antes tan borrosos y
desteñidos, aparecían ahora vivos y claros.

Pio VII la declaró patrona de Colombia en 1829 y fue coronada canónicamente en 1919.
6. COSTA RICA: NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES (Fiesta: 2 de agosto)

La tradición nos cuenta que en la ciudad de Cartago, el 2 de


agosto 1635 (fiesta de la Virgen de los Ángeles), en un lugar
llamado "Puebla de los Pardos", una mujer mestiza llamada
Juana Pereira, recogía leña cuando vio de repente una imagen
de la Virgen colocada sobre una roca.

Juana llevó la imagen a su casa. Al otro día volvió al bosque en


busca de leña y la imagen de la Santísima Virgen estaba en el
mismo sitio en que la había hallado el día anterior, la mujer la
tomó y la llevo nuevamente a su casa. Al siguiente día se repitió
el suceso y asustada fue a la parroquia a contarle al sacerdote.
La imagen fue llevada a la iglesia, pero de allí también
desapareció, regresando al mismo lugar. Después de esto, todos comprendieron que la
Virgen quería permanecer allí y que deseaba que se construyera en aquel sitio una
iglesia.

La estatua de la Virgen, es muy pequeñita, es de piedra oscura, su rostro es redondo, sus


ojos son rasgados, en su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús. En la actualidad es
mostrada a los fieles para su veneración en un hermoso ostensorio con piedras
preciosas. En la base de esta "custodia" hay una flor de lis rematada por el ángel que
sostiene la imagen de piedra. Sólo es visible el rostro de María y el del Niño Jesús,
porque un manto la cubre. Los costarricenses la llaman cariñosamente la "Negrita". Fue
solemnemente coronada el 25 de abril de 1926. Nueve años más tarde, su Santidad Pío
XI elevó el Santuario de la Reina de los Ángeles a la dignidad de Basílica menor.

7. CUBA: VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE (Fiesta: 8 de septiembre)

La tradición cuenta que en los primeros años del siglo XVII, dos
indígenas y un niño negro esclavo de aproximadamente diez
años, salieron en busca de sal desde Barajagua a la bahía de
Nipe. Los dos indígenas se llamaban Juan de Hoyos y Rodrigo
de Hoyos y el niño, Juan Moreno, se los recuerda como “los tres
Juanes” Estas tres personas que trataban de encontrar sal, sólo
pudieron llegar hasta la mitad de la Bahía de Nipe, a Cayo
Francés, donde acamparon para refugiarse de una tormenta que
se avecinaba.

Pasado el temporal, reanudaron su viaje rumbo a las salinas de la


costa. Pero de repente vieron venir un objeto blanco que flotaba
sobre las olas y se les acercaba lentamente. Al principio creyeron
que era un ave marina o ramas secas, pero aproximándose, vieron que se trataba de una
imagen de la Virgen María con el niño. La tabla en donde estaba la pequeña estatua
tenía una inscripción que decía: “Yo soy la Virgen de la Caridad”, y según se cuenta, a
pesar de la tormenta y del movimiento de las olas, ni la imagen de la Virgen, ni su ropa
estaban mojadas.
Después los tres volvieron a Barajagua y la estatua de la Virgen fue instalada en una
ermita del lugar, pero la imagen desapareció una noche y reapareció en la mañana, el
hecho se repitió dos o tres veces más, hasta que los pobladores pensaron que la Virgen
quería cambiar de lugar y fue colocada en el altar mayor de la iglesia parroquial, en
donde estuvo unos tres años, pero también de allí desaparecía en algunas ocasiones.

Cierto día una niña, llamada Apolonia, subió hasta el cerro de las minas de cobre donde
trabajaba su madre y vio la imagen de la Virgen de la Caridad en la cima. Los
pobladores pensaron entonces que ella quería estar allí y tiempo después llevaron la
estatua de la Santísima Virgen hasta su nuevo altar en ese lugar.

La imagen de la Virgen de la Caridad es pequeña y su rostro es redondo. En el brazo


izquierdo sostiene al Niño Jesús quien en una mano tiene un globo terráqueo. El 10 de
mayo de 1916, el Papa Benedicto XV, la proclamó Patrona de la isla.

8. CHILE: VIRGEN DEL CARMEN DE MAIPÚ (Fiesta: 16 de julio)

Corre el año 1785 y Don Martí de Lecuna encarga a un escultor


de Quito una imagen de Nuestra Señora del Carmen, cuyo culto
y devoción estarán en el futuro asociados a las luchas
independentistas de la patria chilena. El 5 de diciembre de
1811, los Generales José Miguel Carrera y Bernardo O'Higgins
se dirigen al Vicario de Santiago de Chile para pedirle Una
Misa Solemne de Acción de Gracias por ese triunfo de las
luchas independentistas.

El 5 de enero de 1817 el General José de San Martín coloca su


bastón de mando en la mano derecha de la imagen jurándola
solemnemente como Patrona del Ejército de los Andes y en la
víspera de la batalla de Chabuco, el ejército con O'Higgins a la cabeza proclama a la
Virgen del Carmen Patrona y Generala de las Armas Chilenas. En 1818, ante el avance
de las fuerzas españolas, el pueblo y sus líderes inundan la catedral para depositar su
oración y su confianza a los pies de la Virgen Carmelitana, prometiéndole levantar un
templo en su honor allí donde fuera firmada la libertad de Chile.

Por eso, el 5 de abril, en medio del fragor de la batalla de Maipú, el General San Martín
anima a su ejército gritando: "Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Carmen nos
da”. Antes de que termine el Año se habrá colocado la primera piedra del santuario, que
se terminó en 1892. El templo actual fue inaugurado en octubre de 1974.

En 1923 la Santa Sede, a petición del Episcopado Chileno nombró a la Virgen del
Carmen como Patrona Principal de todo el pueblo de Chile, ya que antes lo era sólo del
ejército y la armada chilena.

Dos son las imágenes del Carmen que los chilenos veneran con especial cariño; la del
Santuario Nacional de Maipú tallada en Quito en 1785 y la de la Basílica del Salvador
en Santiago de Chile, de factura francesa del siglo XIX, coronada solemnemente en
1926. Los chilenos celebran el último domingo de septiembre la fiesta litúrgica de su
Patrona.
9. ECUADOR: NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN DEL QUINCHE
(Fiesta: 21 de noviembre)

Hacia el año 1585 existía cerca de Quito una tribu de indios,


llamados Oyacachis. Convertidos a la fe desearon poseer una
imagen de la Santísima Virgen. Los indios de Lumbicí
mandaron hacer una estatua al escultor quien al final se las
vendió a los indios Oyacachis. La llevaron al pueblo y la
vistieron con una sencilla túnica tejida. Buscando un sitio
apropiado donde colocarla, toparon con un nicho cavado en una
dura roca y allí la colocaron. En aquel improvisado altar,
comenzaron a venerarla los indios y -según cuentan- la Virgen
agradecida por sus obsequios, empezó a derramar sobre ellos sus
gracias. La fama de la Virgen de Oyacachi se extendió por la
comarca y entonces pensaron los indios trasladarla y edificarle
una Iglesia. En Oyacachi permaneció la milagrosa imagen
alrededor de 15 años, pero a fines del siglo XVI, se trasladó al pueblo de Quinche donde
se le erigió un templo. La imagen es de madera, de unos 62 centímetros de altura y se
halla cuidadosamente tallada y adornada.

La imagen fue coronada canónicamente en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de


noviembre.

10. EL SALVADOR: NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ (Fiesta: 21 de noviembre)

En El Salvador, en la iglesia de San Miguel, se venera la imagen


de Nuestra Señora de la Paz. La Virgen tiene en su brazo
izquierdo al Niño Jesús y en el derecho una rama de palma u
olivo, como símbolo de la paz.

Según cuenta la tradición, corría el año de 1682 cuando unos


mercaderes encontraron en la villa del Mar del Sur salvadoreño
una caja abandonada; tan bien sellada que no pudieron abrirla con
sus herramientas. Seguros de que contenía algún objeto valioso,
se trasladaron a la ciudad de San Miguel, donde había más
posibilidades de abrirla. Ataron la caja a lomo de burra y
emprendieron el largo y peligroso camino hasta llegar a la ciudad
el 21 de noviembre. Con la intención de asegurar la propiedad del
posible tesoro, se dirigieron primero a las autoridades del lugar para dar cuenta del
hallazgo; cuando al pasar por delante de la iglesia parroquial, hoy Catedral, la burra se
echó en tierra decidida a no moverse de ahí. Sin esfuerzo alguno lograron abrir la caja
que contenía una hermosa imagen de Nuestra Señora con el Niño en los brazos.

El origen de la imagen permanece en el misterio y la leyenda, pues nunca se pudo


conocer qué destino tenía aquella caja, ni cómo llegó a las playas de El Salvador.

Se cuenta que al arribar la imagen había una cruenta lucha entre los habitantes de la
región y al correr la voz del maravilloso hallazgo, todos depusieron las armas e
inmediatamente cesaron las hostilidades; también se refiere que la intercesión de la
Virgen fue determinante para la pacificación del país, agitado por las luchas entre
nonualcos y migueleños en enero de 1833.

Estos últimos fueron derrotados por el coronel Benítez, quien junto a sus tropas entró en
la ciudad San Miguel. Queriendo dar testimonio de su benevolencia hacia los
migueleños y sustentar la paz sobre una base sólida, mandó sacar del atrio de la iglesia
parroquial la venerada imagen de Nuestra Señora de la Paz. Luego de alinear sus tropas
en torno a la imagen, se postró ante ésta y colocó su espada a los pies de la Virgen,
tomándola por testigo. El coronel Benítez volvió a tomar su espada y después de haberle
rendido homenaje a la Virgen la regresó a su Santuario.

11. GUATEMALA: NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO (Fiesta: 7 de octubre)

En el templo de Santo Domingo en la ciudad de Guatemala, se


encuentra la imagen de Nuestra Señora del Rosario. La imagen,
confeccionada totalmente en plata pura, data del año 1592 y fue
hecha por encargo del dominico Fray López de Montoya. La
Virgen tiene un hermoso rostro que según cuentan los devotos,
cambia su color rosado encendido a otro mucho más pálido
cuando surge algún conflicto o se aproxima alguna desgracia para
la nación.

La imagen lleva un gran rosario en la mano derecha y la otra


sostiene al Niño que parece querer escaparse de su abrazo. La tradición cuenta que la
Virgen salió a recorrer América y el Niño se durmió al llegar a Guatemala, por eso se
quedó en la imagen así.

Los caudillos de la independencia la escogieron en 1821 como Patrona, cuando reunidos


en los claustros de Belén, bajo las órdenes de Juan de la Concepción, determinaron
liberar a su país. Durante el tiempo de la Colonia su cofradía fue una de las más grandes
de todo el territorio. La Virgen del Rosario fue solemnemente proclamada Reina de
Guatemala en 1833 y coronada canónicamente el 28 de enero de 1934.

12. HAITÍ: NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO (Fiesta: 27 de junio)

El icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es anterior al


descubrimiento de América.

Teniendo esta advocación mariana como patrona de su


congregación, los Padres Redentoristas la llevaron a sus
misiones en Haití. Allí se le edificó un santuario en Béle-Aire,
cerca de Puerto Príncipe.

En 1883 una terrible epidemia de viruela azotaba el país. Los


devotos acudieron a la Virgen del Perpetuo Socorro y le
hicieron una novena. La epidemia cesó milagrosamente y se
decidió nombrarla patrona del país.
En 1993 se celebró con gran regocijo el centenario del milagro y del nombramiento de
la Virgen como patrona de Haití. El Papa Juan Pablo II visitó Haití para esta celebración
y puso al país bajo el amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro.
En el cuadro, El Niño Jesús observa dos ángeles que le muestran los instrumentos de su
futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo
sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su
cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte.

13. HONDURAS: VIRGEN DE SUYAPA (Fiesta: 3 de febrero)

La devoción a la patrona de Honduras comenzó en febrero de


1747, cuando su imagen fue descubierta por unos indios,
quienes sorprendidos al regresar de su trabajo en la noche,
decidieron quedarse a dormir junto al camino. El jefe del grupo
empezó a limpiar el terreno para acomodar a sus hombres,
cuando en el suelo tocó un objeto duro que despertó su
curiosidad. Lo desenterró y al día siguiente, pudo ver que se
trataba de una pequeña estatua de la Virgen María. Asombrados
por el hallazgo, los indios se apresuraron a llevar la imagen a la
vecina aldea de Suyapa, donde en seguida ganó la veneración
de todos los indígenas. Se dice que la imagen comenzó a obrar
milagros y se le erigió una ermita que poco a poco se convirtió
en un pequeño y concurrido templo. La estatua no mide más
que seis centímetros y medio de alto.

En 1925 Pío XII la declaró Patrona de la República de Honduras y se escogió el 3 de


febrero como el día de su fiesta.

14. MÉXICO: NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE (Fiesta: 12 de diciembre)

Un sábado 9 de diciembre, el indio Juan Diego, recién


convertido a la fe católica, se dirigió al templo para oír Misa.
Al pie de un cerro pequeño llamado Tepeyac vio una nube
blanca y resplandeciente y oyó que lo llamaban por su nombre.
Vio a una hermosa Señora quien le dijo ser “la siempre Virgen
María Madre de Dios” y le pidió que fuera donde el Obispo
para pedirle que en aquel lugar se le construyera un templo.
Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Fray Juan de
Zumárraga y le contó todo lo que había sucedido. El obispo
oyó con admiración el relato del indio y le hizo muchas
preguntas, pero al final no le creyó.

De regresó a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la


Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que
al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le
repitiera el mensaje. Esta vez el obispo, luego de oír a Juan Diego le dijo que debía ir y
decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que
era su voluntad que se le construyera un templo.
De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que
volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan
Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. La
madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un
sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía
encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María
salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que
ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que
ya estaba sano. Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le
dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose
la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo.

Una vez ante Monseñor Zumarraga, Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las
rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen
de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó
una ermita en el lugar que había señalado el indio.

Pio X la proclamó como "Patrona de toda la América Latina", Pio XI de todas las
“Américas”, Pio XII la llamó “Emperatriz de las Américas” y Juan XXIII “La
Misionera Celeste del Nuevo Mundo” y “la Madre de las Américas”.

15. NICARAGUA: NUESTRA SEÑORA DE “EL VIEJO” (Fiesta: 8 de diciembre)

En Nicaragua, en el departamento de Chinandega se halla


situada la parroquia de El Viejo, en la cual se venera desde
hace mucho tiempo la imagen de la Inmaculada
Concepción de María.

Según la tradición la imagen de Nuestra Señora de “El


Viejo” fue traída de España por un pariente de Santa Teresa
que fue nombrado gobernador de la provincia en
Nicaragua. La misma santa le entregó la imagen antes de
viajar a las Indias. Desde el momento en que llegó a la
ciudad la población empezó a rendirle culto a la imagen por
lo que el gobernador instaló un oratorio en su casa.
Acabado su gobierno y promovido a otro cargo, y a pesar de las súplicas del pueblo,
decidió llevarse la imagen de regreso.

Sin embargo el día que salía del puerto tuvo que regresar por mal tiempo. Este hecho
que ocurrió dos veces más lo cual lo indujo a pensar que el plan de Dios era que la
imagen permaneciera en Nicaragua.

Desde ese día la población empezó a extender el culto a la imagen y desde entonces le
dieron el nombre de Nuestra Señora de "El Viejo".

16. PANAMÁ: SANTA MARÍA DE LA ANTIGUA (Fiesta: 9 de septiembre)

La imagen de la Santísima Virgen María se encontraba en una capilla lateral de la


Catedral de Sevilla-España. Dicha catedral fue reconstruida en el siglo XIV,
conservándose la imagen. Así vino a llamársele Santa María de la Antigua (es decir, de
la Antigua Catedral).

Santa María La Antigua fue la primera advocación llegada al Istmo de Panamá en 1510
y establecida primero en un poblado de Darién. Esto ocurrió cuando ese año llegaron
Vasco Núñez de Balboa y el Bachiller Martín Fernández de
Enciso. Le habían prometido a la Virgen María ponerle su
nombre a un poblado si salían con vida de una feroz batalla que
tuvieron con los nativos. Así fue que, tras la victoria, al poblado
del cacique Cémaco le pusieron el nombre de Santa María La
Antigua.

El 9 de septiembre de 1513, el Papa León X crea la primera


diócesis en Tierra Firme en Santa María la Antigua y la capilla
de la Virgen es elevada al rango de catedral. Esta nueva diócesis
era sufragánea de la Arquidiócesis de Sevilla.

El 15 de agosto del 1519 se funda la Ciudad de Panamá y se


honra a Nuestra Señora del Verano o de la Asunción. Pero en
1524 la diócesis de Santa María la Antigua se trasladó a la recién fundada ciudad de
Panamá. La advocación también se traslada y Santa María la Antigua pasa a ser, por
continuidad eclesiástica, la titular de la capital de Panamá y patrona del Reino de Tierra
Firme del Sur de Castilla del Oro, Panamá. Al principio todo el país era una sola
diócesis. Hoy día Panamá cuenta con ocho diócesis.

Hace unos años, se quitó de la Catedral Metropolitana el óleo de escuela quiteña


dedicado a la Asunción, y fue sustituido por uno de La Antigua.

17. PARAGUAY: NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS DE CAACUPÉ (Fiesta: 8 de diciembre)

A fines del siglo XVI un indio converso, de oficio escultor, se


internó en el monte y se encontró con una partida de salvajes
Mbayaes de los cuales logró escapar, ocultándose tras un grueso
tronco. En los angustiosos momentos que pasó en su escondite,
pidió a la Virgen salir con vida de aquella aventura. Libre de
aquel riesgo, labró una imagen con el mismo tronco que le
había cobijado como le prometió a la Virgen.

En el año 1603 el lago Tapaicuá se desbordó e inundó todo el


valle de Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso incluso la
imagen de la Virgen. Sin embargo al retroceder las aguas
milagrosamente apareció la imagen de la Virgen que el indio
había labrado. Los pobladores comenzaron a difundir su
devoción y comenzaron a invocarla con el nombre de “Virgen
de los Milagros”. Un devoto vecino, llamado José y carpintero de oficio, le labró una
modesta ermita y en ella empezó a recibir culto la Virgen de Caacupé. La imagen de
Nuestra Señora de Caacupé es pequeña, de poco más de cincuenta centímetros. Es
Inmaculada y sus pies descansan sobre una pequeña esfera, ciñendo su talle una faja
blanca de seda.
Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de María de Caacupé y los peregrinos llegan
por millares al Santuario a demostrar su amor y gratitud a la Madre de todos, a la
“Virgen Azul de Paraguay”.

18. PERÚ: NUESTRA SEÑORA DE LA EVANGELIZACIÓN (Fiesta: 14 de mayo)

Según una sólida tradición sustentada en las crónicas más


antiguas, la imagen de Nuestra Señora de la Evangelización fue
obsequiada a la recién creada diócesis de Lima por el
Emperador Carlos V de España alrededor del 1540. Es por
tanto, una de las imágenes más antiguas de la región que recibe
culto.

Ubicada en el retablo mayor de la primera catedral, la imagen


de Nuestra Señora de la Evangelización recibió el culto de los
grandes santos peruanos y presidió los célebres Concilios
Limenses, de modo particular el tercero, que tanta importancia
tuvo para profundizar la primera evangelización de parte
importante de América Latina.

Ante Ella fue depositada en medio de gran fiesta la primera rosa florecida en la ciudad
por el primer obispo de la diócesis, Fray Jerónimo de Loayza.

La venerada imagen presidió la vida de la Iglesia arquidiocesana de Lima, que tuvo


tanta importancia en la difusión del Evangelio desde Nicaragua hasta el Cabo de
Hornos. Ante Ella fue entonado el Te Deum con motivo de la Independencia Nacional
en 1821.

Recientemente, la imagen fue restaurada, devolviéndole su esplendor original, y


colocada en el altar del Santísimo Sacramento en la Catedral de Lima, donde recibe el
culto de los fieles.

En 1985, durante su primera visita al Perú, el Papa Juan Pablo II la coronó


solemnemente, consagrándole la Nación; y tres años después, con ocasión del Congreso
Eucarístico y Mariano de los países Bolivarianos, el Santo Padre la honró de forma
extraordinaria al concederle la Rosa de Oro.

19. PUERTO RICO: NUESTRA SEÑORA DE LA DIVINA PROVIDENCIA (Fiesta: 19 de


noviembre)

En la mitad del siglo XIX fue nombrado obispo de Puerto


Rico, Monseñor Gil Esteve y Tomás, este hombre era español,
de Cataluña y llevo consigo a la isla la devoción a Nuestra
Señora de la Divina Providencia, esta advocación tiene su
origen en Italia, surgió en el siglo XIII y tiempo después paso
a España, donde se creo un santuario en Tarragona, Cataluña.
El obispo Gil Esteve puso gran empeño en fomentar la devoción a la Virgen,
reconstruyo la iglesia Catedral, que estaba destruida, y en poco tiempo logro conseguir
con ayuda de los fieles recursos para adquirir en Barcelona la Sagrada imagen de la
Virgen, le levantó un altar y estableció su culto el día 2 de enero, que quedó designado
como su fiesta anual.

La imagen fue realizada en Barcelona, en ella la Virgen esta sentada y tiene al Niño
dormido angelicalmente sobre su falda, las manos de María se unen en posición de
oración, mientras sostiene la manito izquierda de Jesús, estuvo expuesta al culto en la
catedral, hasta 1920 cuando fue sustituida por otra talla, que es la imagen de Nuestra
Señora de la Divina Providencia más conocida por el pueblo puertorriqueño.

La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas
italianas, es un óleo en el que aparece la Virgen con el Niño Jesús dormido
plácidamente en sus brazos.

La isla de Puerto Rico (llamada por los indígenas “Borinquen”), fue descubierta el 19 de
noviembre de 1493, cuando Colón desembarcó en ella durante su segundo viaje. Por tal
motivo dicha fecha fue elegida para su solemnidad en 1969, cuando S.S. Pablo VI
declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la
isla de Puerto Rico, en el decreto del Papa se indicaba que la fecha de la Virgen debía
trasladarse del dos de enero (aniversario de la llegada de la imagen a la isla), al 19 de
noviembre, uniendo de esa forma la veneración a la Santísima patrona, con el
descubrimiento de la isla.

20. REPÚBLICA DOMINICANA: NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES


(Fiesta: 24 de septiembre)

Entre las imágenes de gran devoción en Santo Domingo, la más


antigua es la de Nuestra Señora de las Mercedes. En marzo de
1495 Cristóbal Colón, acompañado de unos cuantos españoles,
tuvo que enfrentar a un crecido número de indios acaudillados
por un cacique. Levantaron una trinchera y junto a ella
colocaron una gran cruz de madera.

Luego del ataque los indios lograron desalojar a los españoles,


quienes de inmediato se replegaron a un cerro. Mientras tanto
los indios prendieron fuego a la cruz y con hachas intentaban
destruirla, pero no pudieron lograrlo. Viendo la agresividad de
los indios, Colón y la mayoría de la tropa decidieron retirarse
del lugar. Sin embargo el mercedario Fray Juan Infante, confesor de Colón, que llevaba
consigo una imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, donativo de Isabel la Católica,
exhortó a los españoles a seguir combatiendo y les prometió la victoria en nombre de la
Virgen María.

Al día siguiente las fuerzas de Colón obtuvieron una increíble victoria frente a los
indios, quienes se dispersaron por los montes. Luego de este suceso se construyó un
santuario a la Virgen de las Mercedes en la misma cumbre del cerro donde Colón
colocó la milagrosa cruz.
21. URUGUAY: VIRGEN DE LOS TREINTA Y TRES (Fiesta: 2º domingo de noviembre)

En el antiguo pueblo de Pintado, hoy Villa Vieja, a unos veinte kilómetros al oeste de la
ciudad de Florida, en la república del Uruguay, se erigió a fines del siglo XVIII una
capilla que recibió el nombre de Capilla del Pintado. En ella se rendía culto a una
Virgencita, que según los informes más probables, había sido enviada por los jesuitas
desde Paraguay a mediados del mismo siglo. Cuando a principios del siguiente siglo, el
vecindario del Pintado logró la construcción de una parroquia, los principales
pobladores, se consagraron a su Patrona la Inmaculada, bajo la
advocación de Nuestra Señora de Luján. Su primer párroco, el
presbítero Santiago Figueredo, en vista de la pobreza y aridez de
aquellos terrenos resolvió trasladar la parroquia a otro lugar más
cómodo y propicio para el culto de la Virgen. Acudió al Cabildo
de Montevideo y una vez obtenido el permiso, los vecinos del
Pintado se trasladaron a la que hoy es la ciudad de Florida.

En este lugar se construyó otra capilla y se colocó a la Virgen de


Luján. Al pie de esa imagen el 25 de mayo de 1825 se inició la
lucha por la independencia de Uruguay. El mismo año los jefes
orientales inclinaron la bandera tricolor ante la imagen de la
Virgen, llamada desde entonces la Virgen de los Treinta y Tres.
El 25 de agosto los convencionales del Congreso de la Florida
después de suscribir el acto de la independencia en un rancho
situado al lado de la Iglesia de la Virgen, se dirigieron a Ella y
arrodillados al pie de la sagrada imagen, le pidieron que
fortaleciera sus corazones y les diera valor para llevar a feliz
término sus anhelos de emancipación. El triunfo coronó sus esfuerzos y la devoción a la
Virgen de los 33 quedó ligada a la libertad de Uruguay.

La imagen fue coronada canónicamente en 1961, por concesión del Papa Juan XXIII,
quien al año siguiente la proclamó oficialmente “Patrona del Uruguay”. La fiesta de la
Virgen de los Treinta y Tres se celebra el segundo domingo de noviembre con una
peregrinación a su Santuario desde todos los lugares de la nación.

22. VENEZUELA: NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO (Fiesta: 8 de septiembre)

Desde mediados del siglo XVII los religiosos capuchinos


empezaron la evangelización de la comarca de Guanare. En
una de las tribus indígenas evangelizadas se originó el culto a
Nuestra Señora de Coromoto. Según cuenta la tradición,
cuando se disponían los indios Cospes a ser bautizados, el
cacique se negaba rotundamente a participar. En setiembre de
1651, el cacique se encontró con un vecino de la villa del
Espíritu Santo, llamado Juan Sánchez y durante la
conversación el indio le contó que una Señora muy hermosa se
le había aparecido en una quebrada y le había dicho que
recibiera el agua del Bautismo. Juan Sánchez le exhortó a seguir las indicaciones de la
aparición y prosiguió su ruta.

Al mismo tiempo algunos niños, hijos de los conversos, confesaron que una Señora muy
bella se les aparecía cuando iban a recoger agua. Esto hizo que los indios miraran con
respeto aquel lugar y que utilizaran el agua que allí manaba para curar a sus enfermos.
Sin embargo pasó un año y el cacique no daba muestras de querer convertirse a la fe
cristiana. El 8 de septiembre de 1652, la Virgen se le apareció al Cacique, en la misma
puerta de su choza y según se cuenta éste la amenazó con su arco pero la Virgen le cegó
con sus resplandores y desapareció, dejando en sus manos una pequeña imagen suya.
Luego de esto el Cacique se convirtió y se bautizó. Juan Sánchez al tener noticia del
suceso, mandó recoger la imagen y desde entonces se la comenzó a venerar bajo el
título de Nuestra Señora de Coromoto.

El 7 de octubre de 1944, el Papa Pío XII la declaró "Patrona de la República de


Venezuela" y su coronación canónica se celebró tres siglos después de la aparición, en
1952.

Los venezolanos celebran su fiesta tres veces al año, el 2 de febrero, el 8 y 11 de


septiembre.

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