You are on page 1of 46

Te amaré por siempre

Annasak2

1
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

DERECHOS DE AUTOR: HIROYUKI TAKEI

OBRA: SHAMAN KING

TÍTULO: TE AMARÉ POR SIEMPRE

GUIÓN ORIGINAL: ANNASAK2

EDICIÓN: MÉXICO, 2011


2
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Te amaré
por
siempre
ANNASAK2
3
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

4
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Podrá nublarse el sol eternamente;

Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra

Como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte

Cubrirme con su fúnebre crespón;

Pero jamás en mí podrá apagarse

La llama de tu amor.

Gustavo Adolfo Bécquer


5
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Índice
CAPÍTULO I……………………….... 7
CAPÍTULO II………………………..13
CAPÍTULO III…………………….....17
CAPÍTULO IV…………………….....22
CAPÍTULO V………………………..26
CAPÍTULO VI……………………….33

EPILOGO…………………………….40
6
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

I
—Anna, él es Yoh—señaló su madre.

Y francamente, no dejaba de mirar al niño acostado en su cama. Se veía


bastante delicado, bastante pálido, pero eso no opacaba su amigable
sonrisa que le dedicaba especialmente para ella.

—Quédate con él—le indicó feliz—Yo iré a platicar con Keiko al


jardín. Y espero que cuando regrese, ya sean amigos.

Así se marchó, dejándola sola con el pequeño enfermo. Sus padres habían
charlado con ella previamente a su visita y esperaba que no la obligaran a
estar con él demasiado tiempo, no quería que le pegara esa rara
enfermedad.

— ¿Y tú eres… mi nueva amiga?—preguntó con inocencia.

—No, no soy tu amiga. Sólo vengo de visita—contrastó de inmediato,


por lo que miró de reojo como Yoh trataba de acomodarse en su
cama.

—De todos modos, gracias por estar aquí.

Sabía de antemano que ser cruel le generaba la antipatía de muchos niños,


y también les provocaba temor a las niñas, pero extrañamente Yoh era
7

indiferente a ese carácter frívolo y desdeñoso.


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

— ¿Y por qué estás en cama?—se atrevió a preguntarle— ¿Por qué no


sales a jugar como tu hermano?

—Hao no está enfermo, Anna—respondió tranquilo—Y estoy en


cama porque pronto voy a morirme.

— ¿Y mientras te mueres, no prefieres salir a jugar un momento?

—Sí, sí quiero—admitió con una sonrisa triste, antes de que la


tos comenzara de nuevo—Perdón, no quiero asustarte, será mejor
que vayas con Hao.

—No…—negó con extrañeza mientras tomaba un libro del estante y


se sentaba a su lado—Aquí estoy bien.

Sonrió. Jamás alguien se había quedado más de diez minutos platicando


con él, ni siquiera su hermano y menos sus padres, que ya esperaban con
impaciencia a que se muriera, o tal vez sólo malinterpretaba las palabras
de sus progenitores en las discusiones de cada mañana.

Sin embargo, eso no lo deprimía y sabía que aun cuando viviera recluido en
esa habitación, no se dejaría caer, y esperaría pacientemente a cerrar los
ojos. No lloraría y sería feliz sus últimos días, que con el pasar del tiempo
se convirtieron en años. Por eso se extrañó de ver que alguien abría la
puerta y traía a una pequeña y hermosa niña.

—Y hay un lago—relató la pequeña rubia de ocho años—Quise tomar


una foto, pero mi madre no quiso prestarme su cámara.

Cómo olvidar que a partir de esa visita, Anna continuó frecuentando su


casa y cada vez que lo hacía le llenaba de emoción todo lo que le contaba.
Además que entre ellos había una especial conexión y eso podía notarlo
cuando Hao celosamente trataba de robarle la atención de la rubia, que
muy difícilmente conseguía para él, puesto que Anna se notaba entregada
de lleno a su amistad.

—Quiero pasear contigo—declamó con firmeza—Sal conmigo.

Miró a su enfermera que estaba parada en la puerta como soldado de


guerra y después contempló el gesto suplicante de Anna.
8

—Bien, pero… más tarde, cuando ella no nos vea—sugirió el castaño


Página

y ella simplemente se recostó a su lado.


Te amaré por siempre
Annasak2

En realidad no sabía cuánto tiempo había pasado, hasta que Yoh le susurró
al oído que era su oportunidad. Por supuesto que había oscurecido y por
obvias razones su madre había optado por dejarla, lo que sí le extrañó fue
que la familia Asakura no la alejara del castaño.

No obstante, tomó su mano y le ayudó a bajar de la cama. Ocasionalmente


se levantaba y era sancionado por la enfermera, otras veces trataba de
moverse y su madre le prohibía tal hazaña, por lo que sus piernas estaban
sumamente frágiles.

—Tienes que caminar más seguido—sugirió Anna— ¿no sientes


que te caes?

—No si tú me tomas la mano—contestó seguro y agradado de


ver el inmenso campo que tenía Izumo—Es… muy grande ¡y la
luna!

Anna percibió como un par de lágrimas rondaban las mejillas de Yoh y lo


abrazó antes de que él fuera a caerse o tuviese la imperiosa necesidad de
recostarse en el césped.

—No llores, Yoh—dijo con tristeza—Yo aún no quiero que te mueras.

—No, yo tampoco quiero morirme todavía—pronunció con cierta


melancolía—Quiero estar contigo.

Entonces olió con claridad el cabello rubio de su amiga y lloró largamente


mientras observaba el reflejo de la luna. Cuantas cosas se había perdido
por vivir encerrado en su cuarto, esperando una muerte que tardaba en
llegar, pero sus padres… eso es lo que esperaban cada mañana. No le
preguntaban cómo estaba, sino que cuestionaban si aún seguía con vida.

Era una triste realidad que tuvo que soportar dos años más, hasta que
Anna llegó emocionada a verlo sin la compañía de su madre y le confesó
que había conocido a un niño muy especial, y que la trataba como a una
verdadera amiga.

—Se llama Ren Tao—comentó—Llegó apenas hace dos semanas, y se


parece mucho a mí. Tiene un carácter muy similar al mío.

Yoh sabía, por el tono de voz, que eso era algo mucho más especial de lo
9

que Anna denotaba y así lo supo más adelante, cuando las visitas de ella
Página

comenzaron a ser más esporádicas.


Te amaré por siempre
Annasak2

—Veo que tu novia te ha cambiado, ¿no, hermanito?

Y cada mañana se empeñaba en recordárselo, como si a sus trece años


necesitara que alguien más le espetara en la cara que Anna se había
olvidado de él. Lo peor es que no la culpaba, él era un estorbo, no servía
para nada.

—Oye, alguien me dijo que Anna está enamorada del tal Ren Tao,
¿puedes creerlo?—añadió su hermano— Y me extraña mucho que
no te hayas muerto ya, los doctores no te daban más de dos
años.

Sólo que el problema apenas estaba complicándose, cuando en verdad tuvo


una severa crisis y su estado se volvió crítico. Fue a parar al hospital de
Izumo y sólo así pudo volver a ver el sol, la naturaleza.

Entonces, sólo pudo permanecer ahí hasta que salió de la terapia, ya que
sus padres le dieron la espalda. No querían seguir pagando más, ya tenía
casi los dieciocho años y era un verdadero bulto para su familia. Así fue
como pudo salir y liberarse de las enfermeras, comenzar a vivir.

El sol pronto comenzó a broncear su piel y por un momento los dolores


intensos en su cuerpo disminuyeron. Caminaba, corría, podía sentarse en el
césped, trabajar en una vieja cafetería en la que un buen hombre le dejó
permanecer.

— ¿Eres tú Yoh Asakura?—le preguntó repentinamente un joven de su


edad.

—Sí, lo soy—afirmó el castaño con amabilidad.

—Te ves mucho mejor de lo que me contaba, Anna ¿Recuerdas a


Anna Kyouyama?

—Claro que sí…- sonrió con tristeza—Entonces tú debes ser Ren Tao,
su novio.

—Soy Ren Tao, pero no soy su novio—aclaró de inmediato—Dejé de


verla hace casi seis años, cuando aún éramos unos adolescentes.
Su madre la mandó a un internado, después de que tu familia se
10

quejara de lo rebelde que eras gracias a ella.


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Aquello debía ser una broma y una de mal gusto, porque Anna se notaba
bastante tranquila, y le ayudaba en mucho a su estado de salud, le hacía
sentir fuerte, tanto que sentía poder vivir normal. Por ese motivo, corrió a
buscarla, en cuanto sus ahorros lo permitieron, investigó donde
encontrarla.

Y a sus dieciocho años se veía tan radiante, tanto o más que de niña.
Llevaba el cabello largo y vestía con propiedad un vestido negro, bastante
llamativo. Pero su mirada estaba ausente, al igual que su cuerpo.

No podía creer que siguiera atada ahí. En realidad no deseaba regresar a


Izumo con su familia, y mucho menos después del escándalo que armara
los Asakura en su contra. Por supuesto que no, pero sólo así podría ver a
Yoh nuevamente.

— ¡Anna!—escuchó en la lejanía cómo alguien pronunciaba su


nombre y pudo ver a un joven alto, de cabello castaño y sonrisa
realmente pacifica.

Sus piernas flaquearon un momento. No podía creer que ese hombre fuera
Yoh, era totalmente irreal, pero cuando corrió a su lado y lo abrazó, en
efecto, sintió que todo regresaba. Y tal vez era una imprudencia, mucho
más por la enfermedad del castaño, pero aún así lo abrazó con fuerza.

—No puedo creer que seas tú—pronunció sorprendida—Y estás bien,


¿cómo ha sido eso posible?

—Los avances de la ciencia médica—le mintió un poco,


sintiéndose tonto por sentirse nervioso—Tenía tanto tiempo sin
verte…

—Años—completó Anna—Y no he dejado de pensar en ti.

—Ni yo en ti—agregó el castaño, tomando su mano y caminando con


ella con normalidad.

Esa era la vida que quería, con Anna, con tranquilidad… con salud.
Aparentemente se notaba sano, pero ambos sabían, que no era así y
mientras eso ocurría, en verdad Yoh no quería desaprovechar el tiempo.
11

—Anna… ¿crees que soy atractivo?—le preguntó con curiosidad a la


rubia que caminaba a su lado.
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

—Eres el hombre más atractivo que conozco—respondió sin ninguna


duda.

—Y soy el único hombre con el que sales—completó el castaño,


evocando que desde su reencuentro, sólo estaba con él.

—Claro—afirmó sin miedo— Me siento bien contigo, porque te


quiero y mucho…

En realidad no necesitaba más palabras que esas, sólo con ver su mirada, el
brillo que destilaban sus ojos sabía con claridad que sentía lo mismo que
él.

— ¿Quieres ser mi novia?—interrumpió de repente, antes de que las


palabras jamás salieran de su boca.

No le pareció sorpresivo, sobre todo porque de niña, siempre imaginó vivir


con Yoh largamente, en un lugar donde nadie les impidiese salir a
divertirse. En realidad, sólo él ocupaba su mente como su pareja ideal, así
que la respuesta era obvia.

—Me encantaría—declaró feliz, especialmente cuando él se acercó


para darle su primer beso.

12
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

II
Era simplemente fascinante. Yoh la esperaba siempre al salir de la
universidad de arte y juntos iban a caminar, recostarse en el césped,
comer. Tomaba su mano y juntos se dirigían a la habitación pequeña en la
que rentaban y que ella le ayudaba a pagar gracias a la beca que tenía del
patronato de arte.

Entonces Yoh se recostaba en su cama, se quitaba la chamarra y esperaba


pacientemente a que ella le acompañara a descansar. No le extrañaba que
compartiendo el techo todos los días, él no quisiera sexualmente algo, si
vivía mucho más atrasado que ella, él hasta cierto punto era más inocente.

— ¿Cuánto llevamos saliendo?—le preguntó la rubia acomodándose


en su pecho.

—Casi dos años—rememoró con rapidez mientras su pecho le ardía


con el aire frío de la habitación y del crudo invierno.

— ¿Te sientes bien?—cuestionó preocupada por su palidez.

—Sí, estoy bien, no te preocupes—respondió tranquilo mientras se


volteaba para besarla—Te amo, Anna.

—Yo también—contestó con melancolía—Y no mientas cuando te


13

sientas mal, por favor…


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Y aunque le extrañó que mezclara las palabras de amor con una petición,
el sólo saber que podía preocuparla, y mucho, lo hacía sentir culpable.

—Jamás te mentiría—susurró a su oído—Ahora, quiero pedirte algo.

— ¿Qué cosa?

—Que si un día te sientes desesperada y no quieres estar más


conmigo, no me lo digas, sólo vete…

Por supuesto que no haría algo similar, especialmente porque lo amaba y


no quería dejarlo fuera la condición que tuviera. Aunque lo entendía,
comprendía su miedo y su reacción a lo negativo por culpa de su familia.
Así que lo besó con verdadero amor, con auténtico frenesí.

Posó su cuerpo arriba del de él y comenzó a mover sus labios con mucha
más pasión de la acostumbrada. Yoh sintió que le faltaba el aire y se
incorporó un poco, levantando consigo a Anna, que le veía con una tierna
paciencia. Inevitablemente le sonrió y continuó besándola después de
respirar más tranquilo, metió sus manos dentro de la playera que llevaba
puesta y se la sacó sin dudarlo.

— ¿Qué haces?—le preguntó fascinado por la acción de sus manos.

—Acariciándote—respondió besando con pasión su cuello— Ahora


tócame, tú.

— ¿Me dejarías verte desnuda?—cuestionó con timidez— ¿Aunque no


estemos casados?
— Para mí, ya estamos casados—contestó segura— Y no voy a dejarte,
por nada y por nadie, ni aunque me lo pidas a gritos.

Y cómo le pediría algo semejante, si lo único que llenaba su vida de alegría


era ella. Así que como tal, necesitaba sentirla cerca, hacerla suya, aun por
debajo de esa estorbosa ropa que pronto terminó debajo de la cama, con
cada roce de su piel y cada succión en su cuerpo.

En realidad cómo podía describir lo maravilloso que era el sexo. No podía,


ni siquiera se había imaginado con ella en esa situación por lo
comprometedora y tangible que era. Lo que menos quería era ilusionarla
14

con una vida plena y feliz.


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

— ¿En qué piensas, Asakura?—preguntó acariciando su cabello


castaño.
— En el éxito que vas a tener abriendo esa galería de arte—contestó
con melancolía—Tus padres estarán orgullosos de ti.

¿Lo estarían? Después de contarles su romance con Yoh, no querían saber


nada de ella y habían dejado de mandarle dinero para terminar la
universidad, por lo que la dichosa galería de arte era un sueño lejano, por
no decir imposible por lo imposible de llevarlo a cabo.

—Algún día, con mucho dinero, la pondremos, ambos—le aseguró


con firmeza—Por ahora con lo único que sueño todos los días es
con verte bien.

—Qué tierna eres, Anna— bromeó el castaño atrayéndola hacia él,


como si no supiese que la desnudez de sus cuerpos y el contacto no
reavivarían de nuevo la llama de la pasión.

—No soy tierna, soy realista. Me da miedo que al despertar, algo se


complique y vuelvas al hospital.

—No pienses en eso—animó Yoh— Mejor piensa en lo que harás


mañana, pronto será tu graduación y tienes que llamar a tus
padres…

—Sólo estamos tú y yo contra el mundo, Yoh—le reveló sin mucha


preocupación.

Cómo si eso no fuera importante, pero en realidad lo era y mucho más


cuando en la graduación y la entrega de diplomas sólo él estuvo presente.
Anna era hija única, por lo que el contacto con sus padres era fundamental
para ella, aunque ahora parecía plena y feliz.

Bajó del estrado y lo besó, sin importarle el poco o mucho público que
estaba presente. Francamente, lo único que pensó durante años fue
volverlo a ver y ahora que lo tenía a su lado no quería, ni permitiría que se
fuera.

—Anna, ¿irás a la fiesta?—le preguntó a la distancia una de sus


amigas.
15

—No, lo siento. Nosotros tenemos nuestra fiesta privada.


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Y entonces sólo una botella de soda sirvió de brindis para la gran ocasión.
Se sentaron en el sofá de su habitación e Yoh admiró el temple indiferente
de su novia cuando encendió el pequeño televisor que tenían en la
recámara. Su mirada chocó con la de ella y pegó su botella de vidrio para
que continuara bebiendo.

—Estás muy pensativo—declaró con curiosidad— ¿Pasa algo?

—Sí…—confesó con ternura—Desde que te conozco siempre has


pensado en mí y en la forma en la que puedes hacerme sentir mejor. Eres
la mujer más hermosa, firme, valiente y entregada que he conocido. Por
eso, Anna, quiero pedirte que seas mi esposa

Sus palabras realmente le sacaron una lágrima, especialmente cuando le


mostró un anillo de plástico hermoso.

— ¿Quieres casarte conmigo?

—Claro que sí—afirmó sorprendida. Podía ni siquiera pedirlo, darlo


por hecho, porque de verdad no lo necesitaba. Le ofreció la mano y con
mucho cuidado posó en su dedo la argolla.

16
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

III
No necesitó más de dos meses para planificar su boda, y para invitar un
par de personas. Compró todo lo escasamente requerido y obvio los
detalles más caros, especialmente con tan pocas personas presentes.

Horo Horo se acercó a felicitarlos por la gran ocasión. Él que había


intentado ser su novio, no veía con buenos ojos a Yoh, por la fatiga
excesiva y el desgaste que a leguas se notaba en su cuerpo.

—No debiste casarte con él, cualquier día se puede morir—le dijo con
mucha lástima—Y se ve que es un buen hombre.

—Es el amor de mi vida—confesó sin un ápice de temor—A su lado


me siento bien, me da tranquilidad, no me aburre aunque esté
callado… decir que lo amo es poca cosa, porque en verdad es una
emoción muy fuerte.

—Es obsesión—concretó Yoh abrazándola con premura—Yo le he


dicho lo mismo varias veces, no debió rechazarte, Horo Horo. De
todos modos, gracias por venir.

El hombre sonrió y le estrechó la mano. Sólo diez personas estaban


17

reunidas ahí. Cinco invitados de Anna y cinco de él. Fue todo lo que el
Página

presupuesto les dio. Y no fue malo, realmente no lo fue. La boda había sido
Te amaré por siempre
Annasak2

precaria, pero muy hermosa, tanto que ella se sintió orgullosamente feliz,
aún sin la presencia de sus padres.

Bailó con Yoh una bella melodía y después simplemente se fueron a


dormir, estaban por demás agotados y aún sin desvestirse se abrazaron.
Pero esa noche, en aquella intempestiva oscuridad despertó al castaño de
golpe. Y su estomago volvió todo cuanto hubo comido. Más cuando ahora
ardía en fiebre. Anna llamó de inmediato al hospital más cercano, que le
llevó una ambulancia, especialmente cuando Yoh presentaba arritmia.

— ¿Toma algo, se droga?—le interrogó el paramédico, pero al verla


aún vestida con el traje de novia, simplemente calló.

Cubrió su boca cuando el médico se acercó a darle un diagnostico


detallado del asunto. Yoh tenía meses sin visitar el doctor, cómo podía ser
eso posible. Después le reveló el grave estado en el que se encontraba su
esposo, se lamentó mucho que sus padres no pudieran apoyarla, aunque
sea económicamente, ya que Yoh requería una operación con urgencia.

Entró al cuarto donde estaba él recostado, dormido, sedado. Y acarició sus


cabellos castaños. Era claro que no podía oírle, pero necesitaba decirle que
estaría con él, pasara lo que pasara. Sin embargo, cada cuenta elevaba todo
su presupuesto, incluso el dinero que Yoh minuciosamente había guardado
para usarlo en la galería de arte.

—No creo que pueda cubrir los gastos, mucho menos cuando
tenemos que llamar a un especialista, porque su caso es
verdaderamente anormal.

—De niño le decían que iba a morir, siempre se lo han dicho, ¿qué
tan cierto es eso?

—A mí también me extraña que no se haya muerto desde hace


tiempo—confesó sin saber qué decir—Su cuerpo aguantará la
operación, pero puede que no sea como antes.

¿Y cómo podría ser entonces? Se sentó en el comedor del hospital y bebió


lentamente un vaso de agua, hasta que un terrible y agudo dolor la detuvo
de su labor. Dudaba que fuera un dolor estomacal, aquello se sentía
18

horriblemente peor. Tocó por debajo y percibió la sangre manchar su piel.


Página

Fue ahí cuando recordó la noticia que quería darle a Yoh al día siguiente.
Cuando tuvo por primera vez en sus manos el papel que confirmaba su
Te amaré por siempre
Annasak2

embarazo de tres semanas, mismo que se vio interrumpido mucho antes


de comenzar. Y no podía creerlo, simplemente no podía, pero el estrés, la
inquietud la estaba matando, al igual que a su bebé.

Permaneció tres días en cama del hospital, asegurándole que no iban a


cobrarle más por el servicio. Dada su perdida, qué más podía esperar,
hasta que alguien conocido tocó su puerta. Aquel hombre que hacía años
no veía: Ren Tao. Se acercó y sin pensarlo mucho lo abrazó y lloró en su
hombro.

—Tranquila, estoy contigo—le aseguró Tao—Puedo ayudarte a pagar


el monto de la operación.

Sí, eso era lo que más necesitaba ahora, pagar la operación de Yoh. Lo
demás no importaba, ni siquiera su estado anímico, cada día más
sobrecargado de emociones. Toleraba todo, y trabajaba todo el tiempo que
le era posible, aunque sea en un museo cercano al hospital. Le importaba
mucho pagarle cada centavo a Ren y ver a Yoh de nuevo andar tranquilo.

—La operación ha sido un éxito—afirmó contento el doctor—En un


rato lo pasamos a cuarto, y podrá verlo.

Se veía tranquilo, tan pasivo cuando dormía, porque ahora sólo eso hacía.
Aun cuando todo su estomago estaba fuertemente vendado. Sólo eso era
suficiente, verlo respirar era lo único que pedía. Tomó su mano y la besó.
Jamás pensó ser tan dependiente de él, pero lo era, en verdad lo era a tal
grado que no quería vivir si él moría.

—Estás aquí…—pronunció agotado.

—Por supuesto tonto, no podría dejarte así porque sí—le respondió


con ferviente ternura.

—No debiste…

—Cállate o te golpeó, Asakura—le amenazó conmovida.

—No… así está bien. ¿Sabes? Soñé contigo.

—Yo también—aseveró firmemente—Teníamos un bebé.


19

Aunque eso en realidad era más que un sueño, era un verdadero anhelo,
Página

mucho más cuando él pudo volver a caminar y a la vida cotidiana. Sólo que
las indicaciones de los médicos eran demasiado claras al revelar su
Te amaré por siempre
Annasak2

verdadero estado de salud. Algo que a él parecía no importarle, cuando


caminaba de la mano con Anna, o incluso cada vez que la esperaba al salir
del trabajo.

— ¿Llevas mucho tiempo afuera?—cuestionó la rubia posando sus


manos sobre su cara, especialmente por notar el viento helado.
— No mucho, quería darte una noticia importante—reveló muy
feliz— ¿Recuerdas el empleo que dejé el año pasado? Pues un
hombre viejo me miró ahí y me dejó una gran propina, ese hombre
era millonario, y ahora que desgraciadamente murió… me ha
dejado un poco de dinero.

¿Eso era cierto? ¿Y un poco? Cuando vio el cheque, casi se cae al notar la
cantidad de ceros que tenía ese papel. No sólo pagaría todas sus deudas
con el hospital, con Ren Tao, sino que conseguiría al mejor médico para
Yoh, para saber qué podía hacer con su enfermedad, pero antes que
consiguiera tomar el teléfono, el castaño la detuvo.

—Nadie puede hacer nada por mí, cielo—pronunció con tanta


entereza y tranquilidad que le asustó la resignación.

—Algo debe de haber, Yoh, y este dinero lo vamos a usar para eso—
aclaró decidida— ¡El médico dice que tu caso es especial, que de
ser otra persona ya estarías muerto desde hace mucho, así que…!

—También sabe, que mi cuerpo aguantará hasta agotarse, aunque mi


mente quiera seguir viviendo, y a pesar de que tú seas el motivo que
le da fuerzas a mi vida, un día, Anna, voy a morirme—le explicó
con autentica devoción, sobre todo cuando lo hubo meditado toda la
tarde— No voy a torturarte en cada hospital, ni limitarte a que veas
paredes blancas, ya he vivido toda mi niñez y mi adolescencia
encerrado en un cuarto, no me pidas que abandone la vida que
llevamos sólo por unos minutos más.

No, no eran unos minutos más, eran días, podrían ser años. Muchos
incluso. Y en verdad no sabía qué decirle, ya que en sus ojos había
emoción por otras cosas antes que pensar en su salud, se notaba. Percibió
como tomó su mano y caminó a casa, el viejo cuarto que llevaban rentando
desde hacía muchos años por lo barato de la zona.
20

—Ahora podemos comprar una casa—dijo emocionado el castaño—


Página

¿quieres algo grande, espacioso, cómo lo quieres?


Te amaré por siempre
Annasak2

—Quiero que envejezcas conmigo—dijo al borde del llanto—Yoh…

Lentamente, el castaño la cobijó en sus brazos y respiró en pausas,


esperando que todo el aire de sus pulmones llenara el espacio entre su
realidad y la mentira. Entonces Anna comenzó a llorar mientras se aferraba
con sutileza a su camisa.

—Compraremos una lavadora, dejarás de lavar a mano. Habrá un


bonito estudio para que pintes…un jardín, una televisión grande de alta
definición. Tendremos una cama grande, Anna—describió emocionado el
castaño—Y tal vez hasta podamos viajar…

—Y al final…. Me dejaras sola— concretó con desesperación—No, he


dicho que no. Vamos a ir a Alemania a ver a un médico, a donde sea
necesario, pero vas a curarte.

—Aún no existe alguien que siga vivo con esta enfermedad—dijo


enternecido mientras le secaba las lágrimas—Por favor, Anna,
siempre hacemos lo que tú dices. Ahora déjame a mí decidir en algo.

—Es como pedirme que deje de respirar…

21
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

IV
Sin embargo, lo siguió. Y alentó su sueño de comprar una casa, un espacio
propio. Vio dos propiedades que se alzaban en el millón de dólares se
horrorizó de ver tal cantidad de dinero desperdiciado, hasta que ambos
optaron por una casa pequeña con un gran y enorme jardín.

Realmente amaba esa casa, cada espacio, escalón y puerta era un bello
mausoleo, especialmente cuando miró los marcos de las ventanas. Toda la
iluminación era perfecta. Yoh se sentó de frente a la enorme ventana que
daba al jardín y sonrió complacido. El precio rayaba en lo razonable y aún
le quedaba mucho dinero que gastar.

— ¿Cómo te sientes?—se acercó a preguntarle al notar su gesto de


dolor.

—No es nada, solo me duele un poco la columna—pronunció con una


sutil sonrisa— Pero estoy feliz, al fin tenemos algo, después de
tantos años…

—Sí, y no volverás a trabajar en ningún establecimiento—aclaró Anna


22

tomando su mano—Ya no más.


Página
Te amaré por siempre
Annasak2

—No, aún puedo trabajar—reprochó divertido—además, quién mejor


que yo para preparar almuerzos y servir cafés, al mismo tiempo
es muy sano para mí.

Por supuesto que no, vivía al límite, y llegaba tan cansado que apenas
tocaba la cama dormía profundamente. Aún cuando la acompañara diario
al trabajo, siempre que salía era un logro ver a Yoh tan feliz y entero, como
si su cuerpo fuese tan jovial como su mente.

—No, Yoh, ya no.

—Vamos, Anna, apenas tenemos veinticiocho años—alegó interesado.

—Sí, eso es precisamente lo que digo. Lleva tu vida más tranquila,


nos quedan muchas cosas por hacer juntos—alegó bastante
molesta—Tengamos un bebé…

¿Cuánto tiempo tenía sin tocarla? Varios meses, sí, llevaba un buen tiempo
sin tener relaciones con ella. Y no por gusto, sino porque le dolía
muchísimo hacer un esfuerzo como ese, pero no quería decírselo, que a
raíz de la operación, todo, o mejor dicho su cuerpo ya no funcionaba tan
bien como antes.

—Sí, ya es tiempo de tener un bebé—afirmó sin dudarlo.

Inevitablemente, recordó la forma tan sorpresiva en que perdió su primer


bebé y también la manera en que ocultó esa información. Sonrió con
nostalgia, tanto tiempo preocupada por la salud de Yoh, que pasó por alto
que ya llevaban varios años de casados y no tenían ni un solo niño.

—Así que esta es la casa—escuchó la voz de Horo Horo—Incluso yo


me quiero quedar a vivir aquí.

—Es cierto, se ve muy bien—añadió Ren llevando un paquete de


cervezas.

—Claro, yo la escogí—respondió orgullosa como siempre.

Y eso le fascinaba a Yoh, que dejara de preocuparse de cómo estaba por


seguir adelante con la vida. Agarró una lata que Horo Horo le dio, misma
que Anna le quitó por el medicamento que estaba tomando.
23
Página

—Lo siento, pero no puedes tomar. El médico lo prohibió.


Te amaré por siempre
Annasak2

— ¿Y qué no prohíbe ese médico?—ironizó Horokeu.

—Tener amigos borrachos como ustedes—le espetó de lleno— Creo


que nadie debería tenerlos.

Pero los tenían y poco a poco invitó a más personas a la casa, hasta que su
círculo de amigos creció. Ahora nadie los desdeñaba por ser pobres. Nadie.
Tenía reuniones, comidas en el patio trasero y celebraban gustosos, aún
cuando siempre tosía demasiado.

— ¿Quieres un poco de agua?—le ofreció Chocolove.

—No, estoy bien, muchachos, no se preocupen—agradeció de


inmediato, especialmente cuando todos pararon de golpe sus
acciones.

—Sí, es demasiado caprichoso para que alguien que no sea yo lo


atienda correctamente—añadió Anna sentándose a su lado.

Horo Horo miró con atención la forma en que la rubia tomaba la mano de
su esposo para besarla y él sonreía extasiado por el amor tan notorio que
irradiaban como pareja.

—Ustedes sí que parecen un par de ancianos—se quejó de buena


forma, aunque eso no evitó que Anna le golpeara la cabeza.

—Eso se llama envidia—admiró Ren—Y valor para decir lo que


piensas.

—Es la pura verdad. Además cuando piensan tener niños, esto se ve


tan sólo cuando no estamos nosotros—pronunció con entereza
Horokeu—Pueden adoptar, además no tendrían ninguna queja.

Era una buena sugerencia, sólo que…

—No, no necesitamos de niños, con nosotros basta y sobra—eludió


con firmeza Anna.

— ¿En verdad?—preguntó Pilika— Aún estás a muy buena edad, tienes


casi treinta.
24

Por supuesto que tenía tiempo para embarazarse, pero dejó de intentarlo
cuando notó el esfuerzo descomunal de Yoh por tratar de tener relaciones
Página

tan seguido. Y no quería forzarlo en ningún sentido, para nada. Motivo por
Te amaré por siempre
Annasak2

el cual adoptó esa idea como única, y propia, porque era lo que había
escogido y eso Yoh lo sabía.

—Vamos, Anna, sé que hay un buen orfanato, ahí hay bebés de todas
partes del país…

—No, claro que no, no lo digas ni de broma—se quejó—No tengo


tiempo y paciencia para cuidar a un niño.

Abrazó su cuerpo delgado y siguió bebiendo el agua de sabor que Ren le


había proporcionado en un vaso. Todo mientras Anna seguía discutiendo
con los demás esa idea que le dolía en el alma no poder realizar. Y se
hubiese sorprendido de cualquier cosa, menos de la frialdad con que lo
tomaba.

—Deja eso, debes de estar cansada—le dijo al mirarla recoger los


platos, la basura y todo cuanto hubo para festejar su cumpleaños.

— ¿También piensas que soy una anciana?—le preguntó directamente.

—No, sólo quiero irme a la cama temprano—pronunció en una forma


bastante seductora.

— ¿Temprano? Son casi las once de la noche—describió Anna


interesada en ese repentino juego—Y tienes consulta mañana, no me
perdonaría por nada que te perdieras esa cita.

—Me las perdería todas, sólo por estar contigo un rato más—
respondió besando sus labios reiteradas veces— ¿vamos a la
cama?

Entonces no puede evitar abrazarla y rodear su cintura con verdadera


vehemencia. Esta vez promete, mentaliza, será diferente. Y lo hará sólo por
ella, que no será quien se monte encima de él y lleve todo el trabajo, mucho
menos quien se desvista para acurrucarse por completo a su lado.

Sus manos pasan por sus pechos y no puede creer la pasión desatada de
Yoh. En verdad no lo comprende y menos cuando se ha deshecho de sus
bragas para estimularla directamente con sus dedos.

—Sólo dime que no te estás despidiendo de mí—le susurra en medio


25

de un minuto de cordura.
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Levanta su cuello y enfrenta la mirada libidinosa de Anna. Su respiración se


agita, eso es tener verdadero sexo, no el tormento por el que la hace pasar
cada noche mientras pose paños mojados en su espalda, y mucho menos
cuando lo cuida por la fiebre alta. Esta vez él es quien provoca en ella una
verdadera calentura y la sienta en un banco alto, donde tiene total acceso a
su intimidad y le proporciona un espacio intermedio para su dolor y su
lujuria.

—No, no me estoy despidiendo de ti—le comenta excitado—Sólo


déjame recompensarte por tantos años de incondicionalidad.

26
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

V
Cerró sus ojos y no pudo creer que él mandara a decorar ese cuarto.
Después de usarlo como un desván para cosas viejas, como ese sofá viejo,
ahora estaba pagando para que lo pintaran de un color más vivaz.

— ¿Te gusta?—preguntó con curiosidad su esposo—Pensaba usar un


color azul.

—Es lindo—admitió sin ninguna reserva—Y hace tiempo que no te


veo tan… despierto por emprender un proyecto.

No después de montar con ella esa galería de arte y que ahora llevaba el
nombre de ambos combinado. No desde la última vez que remodelaron su
habitación hace ya casi un año.

—Es que vamos a tener un bebé—pronunció ilusionado.

— ¿En serio? ¿Cómo es que yo no me he enterado?


— Bueno, es que yo siempre recibo la información antes—respondió
sin problema— Además, así me distraigo pensando en el nombre
del bebé, mucho antes que tú le impongas uno más feo.

—Siento decirlo, pero no estoy embarazada, Yoh—contrastó con una


sutil sonrisa— Aun así, es un lindo gesto.

Y lo fue más cuando Anna no podía creer que un mes después estuviese
27

yendo al doctor por todos esos síntomas. Casi lo creía imposible, mucho
más cuando la salud de Yoh se deterioró notablemente. Pasó casi un mes
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

en cama por fuertes dolores en la espalda y por una anormal pigmentación


en su piel.

— ¿Y…?

—Lo estoy— afirmó emocionada, aunque no tan emotiva como lo


estaba él.

—Lo sabía… yo lo sabía—dijo cerrando sus ojos.

Anna se acercó a la cama y le extendió los análisis de sangre, así como una
prueba certera de embarazo.

— No tenías que hacerlo, Yoh.


— ¿Hacer qué, Anna?—preguntó con cierta inocencia.
— Sabes de qué hablo y no entiendo cómo puedo ser tan egoísta
contigo. Por mi culpa estás así. Por mi culpa…
— Anna, deja de culparte—le interrumpió con decisión—Esto es parte
de la enfermedad, no es tu culpa, he tomado todo, y no he hecho
un esfuerzo sobrehumano. Al contrario, yo debería sentirme mal
por no ser un verdadero hombre para ti.

Podría abofetearlo por pensar de ese modo, pero ya no quería lastimarlo y


menos físicamente.

—No digas eso, tú eres mi hombre—confesó melancólica—Desde el


primer momento en que te vi en esa cama, siempre quise que tú
vivieras, lo mereces más que yo o que alguno de los que están
afuera.

—Pero no he hecho nada extraordinario en mi vida, ni siquiera fui a


la escuela, no desde que cumplí seis años—argumentó
sumamente tranquilo— Todo lo que hemos conseguido ha sido
gracias a tu esfuerzo y el de muchos más.

—No, Yoh—replicó de inmediato— Nadie podría soportar el dolor y


sonreír como tú lo haces. Amas… amas tanto la vida, que no
quieres renunciar a ella. Y no importa si tus padres nunca te dieron
toda la educación que necesitabas, tú saliste adelante y por eso
estamos aquí.
28
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

—Pero no llores, odio verte llorando y por culpa mía—trató de


consolarla, pero poco podía hacer tendido en la cama— Nuestro
bebé va estar triste, Anna, no llores….

¿Cómo no hacerlo si lo veía todos los días en cama? ¿Cómo poder evitar
derramar una lágrima cuando el derramaba dos por el intenso dolor en las
noches?

— ¿Qué recomiendas?—le preguntó a Fausto.

—Primero, que descanses, casi tienes cinco meses y sigues


desvelándote como si eso no afectara tu cuerpo.

—No voy a contratar una enfermera. Cuando era niño tenía una
terrible mujer que lo cuidaba y lo maltrataba. Además, no me
pesa cuidarlo.

—Pero incluso él nota lo cansada que estás.

El médico alemán que tanto pidió y que con tanto esmeró consiguió para
su esposo, tenía exactamente el mismo dictamen que todos y eso la
frustraba, incluso más que los otros, que aguardaban por lo menos que
Yoh viviera los siguientes diez años.

Diez años eran una basura, realmente no era nada. No lo era. Ella llevaba
casi toda su vida conociéndolo y aún así sentía que era un instante, un
mísero segundo que se le escapaba de las manos, hasta que lo vio caminar
por la casa.

— ¿Qué haces? Debes de estar en la cama—le regañó en cuanto lo vio


salir de su habitación a la del bebé.

—Tranquila, puedo caminar aún. Mira, me siento mucho mejor—y la


besó efusivamente— Además, ese niño va a querer a alguien con
quien jugar. Y no va a encontrar a su padre tirado en la cama sin
hacer nada.

Miró con atención los detalles nuevos que ella había puesto ahí. Y sintió la
necesidad de preguntarle todo sobre cada juguete, cada ropa que había
comprado y que desgraciadamente no pudo hacer en su presencia.
29
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

—No he comprado nada yo—argumentó Anna—Todo lo que ves aquí


lo han traído tus amigos y también ese regalo, que no he abierto,
porque lo han mandado tus padres.

Yoh percibió el gran paquete sobre el mueble y notó que estaba


perfectamente forrado y dirigido a su persona. Sabía bien el por qué Anna
no le había comunicado nada, sobre todo por el dolor en su pecho que se
formó al recordar que era un adolescente cuando ellos le dieron la espalda.

—¿Quieres abrirlo por mí?—le preguntó el castaño— Es que no creo


poder hacerlo

—Claro….

Ella entendía perfectamente cómo se sentía, era el mismo sentimiento que


proferían sus padres.

—Es una carta y un juguete—describió al hombre que miraba absorto


la habitación de su hijo.

—Léemela…

Aunque hubiese preferido no saber del contenido, pues en ella decía que
estaban profundamente arrepentidos de sus acciones y que además su
hermano, Hao, había fallecido en un accidente varios años atrás. Fue
inevitable no llorar ante ese recuerdo, y mucho más cuando Anna le
abrazó.

Pero lo comprendía y hasta cierto punto entendía que él sólo era un


estorbo en sus vidas. Pronto llegaron y los visitaron, le pidieron perdón a él
e incluso a Anna, que seguía indiferente ante sus palabras. Mientras Keiko
se desvivía en atenciones por él.

—Falta poco menos de un mes para que nazca mi nieto—dijo feliz la


mujer—Espero que nos dejes cuidarlo.

Sin embargo, su mirada chocó con la de Anna más de una ocasión.

—Lo sé… sé que yo soy ahora lo único que tienen, pero así como
ustedes me ven, no duraré más de dos años con vida—les informó
con frialdad— Me estoy muriendo poco a poco y tal vez de no haber
30

vivido encerrado toda mi niñez, tendría más años de vida.


Página

—No lo sabíamos—confesó Mikihisa—Pero aún queda tu hijo….


Te amaré por siempre
Annasak2

—No, padre, este niño no es mío. Anna se embarazó gracias a una


donación, porque yo no podía tener relaciones sexuales con ella.
Pero aún así, les agradecería mucho que cuidaran de ese bebé…

No necesitó ser genio para adivinar el pensamiento de sus padres, lo que sí


le sorprendió fue como ellos simplemente estaban más interesados en el
bebé que en él. Y que al saber que no era de su propia sangre, había
desdeñado la labor que con tanto ahínco los había traído de regreso.

Lloró y después se tranquilizó. Especialmente porque Anna estaba hecha


una furia y porque gracias a eso se había adelantado el parto. Cómo si no
tuviese suficiente con no poder cargarla y llevarla él al hospital. Se quedó
tras cuando todos los demás corrían al quirófano.

En realidad no estaba frustrado. El problema con sus huesos le hacía


caminar más despacio y su cuerpo pedía a gritos sentarse, cuando lo que
debería hacer era estar al Aldo de Anna y tomar su mano. Pero tenía que
ser fuerte, tanto o más que el pequeño rubio que nació una hora después.

Admiró desde el cunero la bella criatura que Anna había traído al mundo.
Era tan parecido a él, que creyó irreal ver su propio reflejo a través del
vidrio. Fausto le informó que el niño estaba sano, totalmente libre de la
enfermedad que carcomía su cuerpo. Entonces fue a verla y dormía
tranquilamente.

—Gracias…. — le susurró ella antes de abrir los ojos.

— ¿Por qué? Yo debería darte las gracias, me has dado un lindo bebé.

—Tú sabes por qué—respondió abrazándolo—Te amo, Yoh, nunca lo


olvides.

Acarició su cabello largo y dejó que su mente se llenara de júbilo. El


pequeño Hana no tardó en hacer eco en la casa, mucho más cuando
comenzó a andar. Y alzaba sus manitas en busca de que él lo cargara, como
si sintiera un gran rechazo por no saberse querido por su padre que lo
amaba con locura.

Se sentó y con él en su regazo, besó su cabecita rubia. Ahora comprendía la


alegría de Anna todas las mañanas que veía despertar al niño, en cada
31

segundo que pasaba y le mostraba cómo armar su juguete favorito.


Página

—Pa…pá
Te amaré por siempre
Annasak2

Cómo olvidarlo, si Anna le repetía incansablemente esa palabra.


Normalmente otras madres preferían que sus hijos aprendieran su primera
palabra diciendo mamá, pero ella simplemente le enseñó a decir esa y su
nombre. Era curioso ver a Hana llamándolo de varias formas,
especialmente cuando Anna se sentaba a su lado a besarlo.

—No hagas eso, siento que me va apegar un día—dijo Yoh con gracia.

—No, no lo hará. Él te adora—le susurró al oído.

—Casi tanto como yo a ti…

32
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

VI
Recordaba con claridad muchas épocas felices, pero esa significaba de una
forma prodigiosa su forma de amar a dos personas. Amaba a Hana casi
tanto como a Yoh, quien de alguna manera se veía repuesto y mucho más
jovial. Sin embargo, en la reunión del primer cumpleaños de Hana, notó la
incomodidad que tenía para sentarse y cómo la horrible tos había
regresado.

—No, Hana, ve a jugar, hijo—le dijo preocupado de que aquello fuera


a enfermarlo.

— ¿Quieres ir adentro?—interrogó Anna con discreción,


especialmente cuando todos estaban en su alboroto.

—Estoy bien, no te preocupes, tú sigue…

Pero no todo estaba bien. No lo estaba y menos cuando Yoh cayó de


rodillas al suelo y gritó de dolor. Horo Horo y Ren corrieron a auxiliarlo,
pero antes de que llegaran. Él ya había caído desmayado. Anna llamó de
inmediato a Fausto, y pidió una ambulancia. Sus manos temblaban. No
33

había vivido una experiencia similar desde hace varios años y esa sin duda
era peor.
Página

—Por favor, Pilika, cuida de Hana—le pidió angustiada.


Te amaré por siempre
Annasak2

La mujer lo tomó de inmediato y lo llevó a su cuarto, mientras ella acudía


al hospital con varios más. No podía, simplemente no podía quitar la vista
de Yoh, que sangraba por las heridas que él mismo se infringió en las
manos para tolerar el dolor. Derramó un par de lágrimas sin poder evitarlo,
sacó una voz que le pedía a gritos expresar su desesperación.

Horo Horo la abrazó y Ren llenó el formulario mientras Fausto se


preparaba para entrar a quirófano. Respiró y suspiró más de una vez, sin
dejar de observar el pasillo por el cual los médicos entraban a sala de
operaciones, hasta que finalmente pudo ver al rubio con un gesto bastante
decepcionante.

—No volverá a caminar—le dijo con crudeza— Y temo que no le


quede mucho tiempo de vida, sus órganos están demasiado
deteriorados. Y no soportará una operación más, estuvimos a punto de
perderlo en quirófano.

Era raro cuando callaba y menos en ocasiones como esas, en las que
luchaba fervientemente por el mejor tratamiento para Yoh, porque
obtuviera las mejores medicinas, el mejor estudio… Sin embargo, Fausto
pudo ver que incluso Anna, había visto la realidad.

—¿Cuándo puedo llevármelo a casa?—fue lo único que atinó a


preguntar.

—Dos semanas más. Quiero asegurarme de que la herida no se


infecte y que siga sedado hasta que pueda tolerar de nuevo el dolor.

Sus ojos se cristalizaron una vez más. Y caminó en círculos para soportar
la presión de no derrumbarse.

—Bien, me encantaría que te quedaras el tiempo que sea necesario.

—Claro que sí—afirmó sin la menor duda. Yoh se había convertido


en su paciente más problemático, pero también en el más
querido.

Así que cuando pasó el tiempo establecido, lo acompañó a casa, en donde


muchas personas ya lo esperaban con globos y muchos carteles de
bienvenida. Había visto eso en demasiados lugares, que ya nada le parecía
34

extraño, nada hasta que vio al pequeño Hana caminar torpemente a la silla
Página

de ruedas de su padre.
Te amaré por siempre
Annasak2

Entonces el pequeño rubio extendió sus brazos y clamaba porque Yoh lo


cargara. El castaño sonrió y tomó las manitas de su niño, sólo así calmó sus
locas ansias de estrecharlo, eso sólo hasta que Anna lo abrazara y cargara a
una altura prudente de Yoh, sólo para que el castaño lo besara.

Fausto, al igual que todos, contempló la acción tan cuidadosa de Anna,


mientras platicaba con Hana e Yoh le sonreía al bebé. Él siendo doctor, no
comprendió porque aquella escena le cautivó hasta las lágrimas. Se detuvo
un momento y miró todas las cajas de regalos especial para el castaño, que
a pesar del cansancio y el dolor que le causaba la silla de ruedas, seguía
ahí.

Lo más prudente era llevarlo directamente en una camilla a la cama, pero


su negativa y la aceptación de Anna, terminó por convencerlo.
Francamente no podía comprender cómo Yoh tenía la entereza de sonreír y
ser feliz aun cuando su vida se estaba evaporando, sencillamente no lo
comprendía.

—Vamos, Fausto, únete a la fiesta—le animó el castaño.

Y lo hizo. En verdad el ambiente era perfecto, Hana acariciaba la cabeza de


su padre, las veces que ella lo acercaba e Yoh estaba fascinado con el
cariño que ese bebé le profesaba.

— ¿Estás cansada?—preguntó Yoh a su esposa, que tiernamente


estrechaba a su hijo en su regazo.

—No, estoy feliz—concretó sin la menor duda al ver que ahora pocos
quedaba en la reunión.

Horo Horo se acercó y bromeó con Yoh, mientras Ren tomaba una
fotografía con su cámara, no entendiendo cómo pudo ser tan cercano a dos
personas que conoció de adolescentes. Especialmente cuando tenía
sentimientos por Anna, que ahora no eran más que admiración por la
labor tan loable que había hecho toda su vida.

—Anna, hace mucho que no pintas—comentó Yoh— ¿por qué no


retomas la pintura?, sería interesante ver cómo retratas a Hana.

—Sí, sería interesante, incluso para mí. Sabes bien que tu hijo no se
35

está quieto ni un segundo—se quejó abiertamente ante las risas de


Página

todos.
Te amaré por siempre
Annasak2

Sólo así Horokeu pudo percibir el aura tranquila de Yoh, que por mucho
tiempo usó como protección, pero eso no era una careta como todos
pensaban. No, era su forma de vivir, su manera de entregarse ante la
adversidad. Posó su mano con sutileza sobre la de él y sonrió, al igual que
hizo Ren y Chocolove.

—Cuídate, vendremos a verte muy pronto—le dijeron los tres


hombres.

—Por supuesto que sí—afirmó feliz—Ahora hay un niño que debe


dormirse ya.

Fausto admiró como Anna tomaba al inquieto niño en sus brazos.

—Fausto, lleva por favor a Yoh…

—No, espera, quiero ver como acuestas a Hana—le interrumpió.

—Lo ves cada noche, por favor, ve a descansar por hoy—le pidió
amablemente la rubia, pero el deseo de Yoh era ferviente.

—Sólo serán unos minutos más—insistió con una dulce sonrisa—Ya


que no puedo cargarlo ahora, déjame ver cómo duerme.

Y no hubo más palabras. Yoh acompañó a Anna a la habitación azul de


Hana. Besó su pequeña frente y después de contemplarlo un poco más,
dejó que su esposa lo colocara en la cuna.

—Descansa, bebé—se despidió feliz el castaño mientras Anna lo


guiaba a su habitación.

Fausto lo esperaba con dos hombres que le ayudaron a colocarlo en la


cama con mucho cuidado. Ella miró la dedicación del médico y le agradeció
internamente toda su ayuda, que sin poder evitarlo, sintió como todas las
fuerzas se evaporaban en la intimidad de su alcoba.

Yoh estaba prácticamente acostado, de no ser por las tres almohadas que
acomodaban su cuerpo en una posición medianamente estable, parecida a
la posición en el hospital. Aunque los médicos no la aprobaban, él sentía
mucho menos dolor de esa manera, especialmente cuando ahora estaba en
su cama.
36
Página

Anna lentamente se cambió y lo acompañó sentada a su lado. Entonces Yoh


la miró con debilidad.
Te amaré por siempre
Annasak2

— ¿Puedo recostarme en tu pecho?—le preguntó sorpresivamente.

—Claro…—y así cuidadosamente reemplazó las almohadas con la


calidez de su cuerpo—Debes estar cansado.

—No… ahora mismo siento mi cuerpo muy ligero.

—¿De verdad?—le preguntó con melancolía—Ayer no dejabas de


morderte los labios por las vendas y el dolor de espalda.

Sonrió, claro que lo recordaba.

—Y tú siempre estuviste ahí. Firme, inamovible, ¿y….estabas


alegre?—cuestionó dudoso—Siempre te enojas mucho en el hospital.

Era difícil, tan imposible retener las gotas en sus ojos para poder
pronunciar algo más.

—Es que…—pronunció con un nudo en la garganta—Al fin entiendo


tu forma de ver la vida.

— ¿Sí? ¿Desde cuándo?—preguntó con curiosidad mientras sentía la


tibieza de las lágrimas de Anna tocar su hombro.

—Desde… desde que vi tus manos—confesó por la falta de aire—


Jamás me di cuenta que apretabas los puños cada vez que
caminabas. Siempre lo hacías tan seguro, tan firme a pesar de que
por dentro de derrumbabas…

—No… no Anna—negó el castaño posando una mano sobre la suya—


Ocultar lo que sentimos es malo, pero yo me lastimaba porque en
verdad no quería hacerte llorar. Eres la razón por la que mi vida se
prolongó hasta este punto. Sin ti, yo hubiese muerto siendo niño.

¿Y cómo demonios no quería que llorara? Más ahora que era como una
figura de porcelana, que al menor problema se rompería en mil pedazos.

—Mi vida no tenía sentido hasta que llegaste tú, el amor que me da
todas las fuerzas que necesito para poder seguir adelante. Te amo,
mi amor, más que a nada… en este mundo—añadió Yoh.
37

El sollozo de Anna fue inevitable, mucho más cuando el castaño se recargó


por completo en su hombro.
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

—Lástima que agoté todos mis elementos vitales—prosiguió Yoh—


Pensé que podría jugar con Hana, correr en el parque detrás de una
cometa… abrazarte y decirte que a pesar del tiempo, sigues siendo
la mujer más hermosa que he conocido.

—Y tú eres el hombre más extraordinario—dijo con dificultad,


mientras trataba de estabilizar su ritmo cardiaco y su respiración
que en vano revoloteaban por su cuerpo— Jamás cambiaría los
momentos que pasamos juntos, ni los buenos y ni los malos.

¿Por qué el alma se le estaba partiendo en dos? Francamente no entendía


porque cada conversación así terminaba en una cursilería depresiva, no lo
aceptaba, pero esta vez, no podía cegarse más. Y le abrazó con delicadeza
antes de apoyar su mejilla contra la suya, como si eso pudiese limpiar las
lágrimas que poco a poco cedían a su entereza.

—No llores, cielo…—pronunció Yoh con evidente cansancio mientras


sus ojos se cerraban lentamente— ¿Puedo contarte que soñé
anoche?

—Claro…-alcanzó a decir en medio de un suspiro.

—Era un campo enorme de flores, arboles y había muchos hombres


caminando. Había niños y también un perro, que me dio mucho
miedo—confesó en un tono de voz alegre. Entonces venía Horo Horo
a saludarme, después llegaba Ren y por ultimo Chocolove…

— ¿Y después?—preguntó al notar el prolongado silencio de su


esposo.

—Platicamos, bebimos, aún sin tu permiso y yo… podía correr. Podía


saltar…

— ¿Y dónde estabas?

—En Izumo—respondió de inmediato—Caminé con lentitud ahí y


pude ver a Hao.

Tomó un poco de aire antes de que expulsara un grito altamente doloroso


a su alma.
38

—Me pidió perdón… y lo abrace—contó Yoh—Pero sabes cuál fue la


Página

mejor parte.
Te amaré por siempre
Annasak2

—No…-pronunció ahogadamente al sentir la pesadez de su cabeza.

—Que después apareciste tú…—respondió el castaño—Jovial,


hermosa, radiante como siempre. Y pensé… que todas las historias
tienen un final feliz, como la nuestra.

— ¿Y…cómo acaba la nuestra?—preguntó Anna llorando


incontrolablemente a pesar de su esfuerzo sobre humano para no
abrazarlo con más fuerza.

—Vivimos felices por siempre-concretó Yoh mirándola tierna y


lentamente—Por siempre…

Y no hubo un sonido más. Su respiración se volvió pesada, pausada… hasta


que sus ojos se cerraron por completo y su cuerpo se dejó ir a un hermoso
y dulce sueño. Entonces Anna cubrió su boca con la mano antes de emitir
algún sonido. Le abrazó mientras sus ojos derramaban una lluvia de
sufrimiento, de dicha, de pérdida.

Sus lágrimas bañaron su rostro y notó entonces la diminuta sonrisa en los


labios del castaño.

— ¿Y sabes qué fue lo más extraordinario?

—No…

—Ahí pude cargarte, pude girarte y abrazarte. Tú llegaste al último,


por eso… cuando te encontré, tardé en volver a vivir.

Pero ahí estaba, tan fuerte, tan atractivo y joven como siempre. Tomó su
mano y la estrechó, sus dedos se unieron a los de él. Y sus labios besaron las
manos que lo sostuvieron por última vez y sin más preámbulo le besó, sin
nada, más el más puro y sincero amor que vivió por siempre.

Fin
39
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

Epilogo
Abrió sus brazos al pequeño niño que corría hacia ella. Si Hana
simplemente no existiera, su vida estaría vacía, tanto que a veces se
preguntaba cómo toleraba las mañanas frías en su ausencia, hasta que
finalmente el rubio salía de la escuela y lo abrazaba.

A sus seis años era tan parecido a Yoh y tan virtuoso. Sus maestros decían
que era una eminencia, tenía una excelente memoria y una sonrisa bastante
tierna. Lo cargó y así lo llevó al carro, mientras Hana se despedía de sus
amiguitos.

— ¡Mamá! ¡Adivina qué me ha puesto mi maestra de calificación en


mi último proyecto!

—Una buena nota— supuso sin la menor duda mientras se abrochaba


el cinturón.

—Sí, pero es diferente, incluso me pidió que fueras mañana, ¿puedes


ir? Dice que es algo importante.
40

¿Y qué no era diferente a su lado? Hana era tan vivaz, que era difícil no ver
Página

algo en sus trabajos, aunque en eso admitía, se parecía bastante a Yoh,


siempre tan distraído.
Te amaré por siempre
Annasak2

Llegaron a casa y Ren esperaba afuera como siempre, como llevaba


haciéndolo durante los últimos meses.

— ¡Hola Ren! —le saludó con efusividad el pequeño.

—Hola, enano—respondió agradado, especialmente cuando Hana


comenzó a contarle cosas del colegio.

Anna sonrió con levedad. Su actitud era muy relajada para en verdad
intentar algo con ella y eso debería de verlo con claridad, por mucho que se
acercara a Hana, por tanto que estuviese al pendiente de ella, él
simplemente no era Yoh.

—¿Sigues molesta? —le cuestionó directamente, una vez que el niño


se fue a su recámara a dejar todas sus cosas.

—No, claro que no— argumentó tranquila— Te agradezco que seas


una figura paterna para Hana, él en realidad sí te necesita mucho.

—Sabes que no es un sacrificio—le explicó con seriedad— Me lo pidió


antes de…

—Está bien, no lo digas—pidió de inmediato— Para Hana eres como


un padre y eso lo respeto mucho, pero no esperes algo más serio
conmigo, Ren.

— ¿No extrañas acaso que alguien te abrace y te acaricie, Anna? —le


preguntó con cierta curiosidad— ¿Que alguien te bese y te desnude y
te haga delirar de deseo?

Por supuesto que extrañaba todo eso, y más, probablemente mucho más
de lo que su mente razonaba en ese instante, pero al mismo tiempo, todo
se quedó parado cuando Yoh se marchó, incluso su propio mundo.

—Te ves tan distinta, estás muy vulnerable—argumentó Ren— ¿Al


menos sigues acudiendo a la galería o la administra otra persona en
tu lugar?

—Pilika sigue haciendo un buen trabajo—recordó con nostalgia, que


la última vez que ella trabajo como tal fue durante el primer año de
Hana, después de eso y con la enfermedad de Yoh, no pudo regresar.
41
Página

—No importa, no planeo que lo olvides, nunca lo harás. Pero debes


salir de tu propia burbuja, lo único que haces aquí es extrañarlo.
Te amaré por siempre
Annasak2

—Aun puedo imaginarlo caminando en el jardín— agregó serena—


Yoh podía soportar el dolor, y yo sigo preguntándome, cómo hacerlo.

Había agotado todas sus lágrimas en el primer año. Aun su pecho le ardía
con el ir y venir de la respiración, su piel se estremecía de sólo evocar su
último latido.

—Créeme, quisiera poder corresponderte como él tanto quería, pero


no puedo. Lo amó y lo amaré por siempre, no importa que pase el
tiempo, no puedo, ni quiero olvidarlo con otro hombre.

—Es admirable y no importa, pase lo que pase voy a estar contigo.

—Gracias—le dijo sin más, especialmente cuando Hana llegó


corriendo a su lado—Bien, comamos, tú tienes que hacer la tarea.

—Y después podemos salir a jugar un rato—agregó con firmeza Ren.

Y el rubio sonrió. Afortunadamente era un niño obediente y no tuvo que


gritarle para hacer sus deberes, mucho menos para ayudarle a los labores
de la casa. En cierto modo parecía disfrutarlo, la distraía y cansaba su
cuerpo para caer rendida a la cama, sin pensar, sin sentir nada.

Pero esa mañana sí tenía algo especial que hacer, sobre todo con la
insistencia de Hana de ir a la escuela por una nota especial de la maestra.
Se resignó y tomó el auto, al menos hoy saldría a revisar las cuentas que
Pilika tenía pendiente de traerle y que argumentaba era muy necesario que
las viera.

—Hola, buenas tardes, ¿es usted Anna Asakura?

—Así es— afirmó segura— ¿Condicionó a mi hijo para que yo


asistiera?

—Algo por el estilo, en realidad, quería conocerla. Ayer durante clase


describieron a la persona que más admiran. Como sabrá, la mayoría
ha puesto ejemplos televisivos muy influyentes hoy en día.

—Supongo—contestó sin mucho interés.

—Hana ha hecho un verdadero y asombroso trabajo de investigación


42

que me conmovió hasta las lágrimas— y eso le sacó totalmente de


Página

equilibrio— Describió a su padre como la persona que más admira.


Te amaré por siempre
Annasak2

Después de eso, sólo quería confirmar, saber algunos datos precisos, Y en


verdad se veía conmovida cuando ella hablaba de Yoh con tanta soltura,
cuando contestaba sus preguntas.

—Ahora entiendo por qué Hana es tan especial—describió sin


ninguna duda— Es el hijo de un gran hombre. Seguro le encantará
ver el trabajo escrito que me entregó.

—Claro.

Y guardó toda su curiosidad antes de abrir el folder que amablemente le


había dado la maestra. Sin embargo, en verdad quería saber qué decía y
paró el auto en el parque. Se sentó en una banca y comenzó a leer sin
parar un momento.

¿Quién es la persona que más admiro?

Podría decir que mi mamá, ella después de todo, siempre me ha


cuidado y no le ha importado quedarse en casa para que yo esté con
ella, en vez de irse a trabajar, o eso dicen mis tíos, pero yo sé que lo
hace por eso y algo más.

Yo tenía casi dos años cuando mi papá murió y no recuerdo mucho


de eso, me gustaría hacerlo, pero era un bebé. A veces me dan ganas
de llorar, porque todos dicen que era muy especial, una buena
persona. Debe serlo o mamá no lo querría tanto.

Bueno, he tenido sentimientos confusos por eso, pero después de


investigar y preguntar, ver las fotos, me doy cuenta que papá fue un
hombre admirable. Él tal vez no sea un bombero y jamás estudió
música, tampoco fue presidente y menos un hombre rico, pero el
tiempo que estuvo con nosotros fue el hombre más valiente.

Estaba enfermo y sufría de dolores prolongados en la columna, hasta


que dejó de caminar. Tiempo después perdió la movilidad en su
brazo derecho y finalmente se quedó dormido. Así me dicen que se
fue, pero si supiesen todas las cosas que hizo, se sorprenderían. Al
igual que lo hago yo…
43
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

No podía creer que Hana escribiera con tanta claridad esas palabras y
especialmente que figurara con un final tan emotivo. Dobló el papel y lo
metió entre sus bolsillos para caminar largamente por el parque.

Las hojas caían lentamente mientras sus pensamientos la llevaron a la


galería de nuevo. Su auto se había quedado atrás, después de todo, antes
no lo necesitaba. Todos los días caminaba al lado de Yoh y lo hacía con
verdadero placer. Entró y vio los cuadros de la nueva exposición.

La vida seguía y ella, como decía Hana se estaba quedando ahí. Notó
entonces como Pilika agitaba la mano alegremente, hasta que corrió a
saludarla.

—No pensé que un día regresarías.

—Ni yo—añadió con franqueza, pero se sorprendió más cuando ella


tomó su mano y la atrajo al piso de arriba.

—Me dijo que un día vendrías, cuando tuvieras las ganas de volver a
caminar— dijo emocionada, pero más que comprenderla, solo la
confundía, hasta que abrió una puerta y pudo ver un espacio amplio,
con un caballete, cuadros y fotografías por todos lados— Todo tuyo.

Ya tenía bastantes sorpresas por un día, no era necesario que Pilika le diera
otra. Cerró la puerta y la dejó en soledad, admirando una pared llena de
fotografías. Yoh era amante de tomar momentos especiales, pero no sabía
que había capturado tantos.

Notó un papel en el caballete y se sentó a leer las pocas palabras que él le


había dedicado.

—Si sigues llorando por mí aún, pensaré que estás sufriendo más de
lo que yo lo hice en vida. Por eso, Anna, deja atrás el pasado, cierra
los ojos y vuelve a ser la misma mujer que conocí. No te dejes
enterrar por mi fantasma, porque créeme, cuando llegue el momento,
nos volveremos a ver…. Te amo.

Y sus lágrimas salieron, no de tristeza, ni de soledad, sino de felicidad.


Podía evocarlo en sus sueños, podía tocarlo y casi besarlo, por lo que su
amor se alimentaba a diario, pero si su último deseo era que ella fuera
44

feliz, lo sería, aún sin él, viviría y caminaría, se reíría y amaría la vida como
Página

él lo había hecho.
Te amaré por siempre
Annasak2

Mojó el pincel y pintó la primera línea en el cuadro blanco. Tenía años sin
pintar, sin imaginar algo tangible.

—Te imagino todas las noches, así que puedo pintar, nuestro propio
paraíso.

Mamá no llora, a pesar de que se siente triste. Vive aún en el pasado,


pero él decía que todo había que vivirlo, sentirlo, como si fuera el
último momento. Me hubiese encantado conocerlo, no tuve ese
privilegio, pero sé, en donde esté, que si puede verme, va a ser feliz,
porque yo haré que se sienta orgulloso de mí, porque aprendí a vivir
tan feliz como lo fue él.

Hana Asakura.

45
Página
Te amaré por siempre
Annasak2

46
Página

You might also like