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La Economía de Puerto Rico

El desarrollo económico de Puerto Rico se ha dado de forma lenta y errática a través de la

historia. Durante el dominio español, la base de la economía la constituyó el monocultivo de

caña de azúcar. Durante las primeras tres cuartas partes del siglo XIX la economía de la isla fue

una fundamentalmente agrícola. Se cultivaba y se exportaba caña de azúcar, tabaco y café. En

este periodo, la agricultura de subsistencia comenzó a perder terreno ante el avance de la

agricultura destinada a abastecer los mercados del exterior. La explotación de la tierra para la

exportación de estos tres productos, provocó no sólo la reducción de la agricultura de

subsistencia, sino también el que Puerto Rico se convirtiera netamente en un país importador de

alimentos, condición que prevalece hasta el presente (Irizarry, 2010).

Edwin Irizarry (2010) expresa que la invasión de Estados Unidos a Puerto Rico en julio

de 1898 tuvo motivaciones tanto políticas como económicas. Luego de devaluar y de

eventualmente eliminar el peso (la moneda nacional) para imponer el dólar, se sentaron las bases

para el nuevo régimen político y económico. Se precipitó la decadencia de la industria cafetalera

que había comenzado con la destrucción provocada por el paso de los huracanes de 1899, 1928 y

1932, y con la pérdida de mercados externos. Igualmente, se inició una profunda transformación

estructural que crearía las condiciones para el desarrollo de una economía de monocultivo

cañero.

Durante la Gran Depresión ocurrida en la década de 1930, el que la economía

puertorriqueña se hubiese tornado absolutamente dependiente de la estadounidense, acentuó la

escasez de productos básicos y agravó la condición de pobreza extrema para la mayoría de las

familias obreras.
La situación económica internacional en el periodo inmediato al fin de la Segunda Guerra

Mundial es el punto de partida para comprender cuál fue el papel que jugó Puerto Rico en el

contexto de los planes expansionistas del capital manufacturero estadounidense, cuál fue el papel

que jugó en el mapa geopolítico definido por las condiciones de la Guerra Fría y cómo se

reestructuraría la economía de la isla a partir de las nuevas realidades impuestas desde el

exterior.

En 1947 se firma el Acta de Incentivos Industriales y en 1948 se inicia formalmente la

estrategia de industrialización por invitación, que, bajo la dirección de la nueva Administración

de Fomento Económico, se encargó de promocionar a Puerto Rico como paraíso para las

inversiones manufactureras estadounidenses. Esta agencia fue creada en el año 1950 y su

administrador fue Teodoro Moscoso. De ese modo comenzó el programa de desarrollo industrial

que por muchos años se conoció como Operación Manos a la Obra. Su objetivo explícito era la

atracción del capital manufacturero de Estados Unidos cuya producción se orientaría al mercado

de exportación. Debe destacarse que en 1950 PRIDCO pasó a ser subsidiaria de la

Administración de Fomento Económico, y que desde fines de la década de 1990 ambas entidades

se consolidaron en una sola, bajo el nombre de PRIDCO.

El gobierno de Puerto Rico diseñó una estrategia de crecimiento económico basada en los

siguientes tres principios: 1) mano de obra abundante y barata; 2) exención contributiva sobre los

ingresos y 3) infraestructura económica provista por el gobierno central. Dentro de estos

principios se incluía el acceso al mercado de Estados Unidos libre del pago de impuestos

aduaneros, la creación de programas de adiestramiento para facilitar la contratación el personal

no diestro en la línea de producción y otras áreas de trabajo y financiamiento para capital de


trabajo (a través de préstamos a intereses bajos) para las empresas que lo solicitaran (Irizarry,

2010).

A partir de este momento se inicia la fase más reciente en la evolución económica de la

isla. Pueden identificarse al menos tres etapas en este periodo:

1. Etapa de industria liviana: Periodo de 1948 a 1965. Énfasis en industria de ropa,

textiles, productos enlatados y otros similares. Esta etapa se caracterizó por ser

intensiva en la utilización de mano de obra.

2. Etapa de la industria pesada y semipesada: Periodo de 1965 a 1982. Basada en la

industria de refinación de petróleo y en el establecimiento de industrias satélites del

renglón de las petroquímicas. Contrario a la etapa anterior, en esta etapa el factor de

producción principal fue el capital, a través de complejas instalaciones de maquinaria

y equipo especializado, y con una proporción mucho menor de mano de obra.

3. Etapa de la alta tecnología: Comenzó en el 1976 y se extiende hasta el presente.

El énfasis ha sido en industrias electrónicas, farmacéuticas, químicas y de

instrumentos científicos, entre otras. Al igual que en la etapa anterior se emplea poca

mano de obra y se utiliza intensivamente maquinaria, equipo y personal

especializado. Esta etapa se inicia con la aprobación de la Sección 936 del Código de

Rentas Internas de EU la cual llego a su fin en diciembre de 2005.

1950 y 1960 fueron las décadas de mayor expansión de la capacidad productiva en todo

el siglo XX. A pesar de que entre 1948 y 1973 hubo un crecimiento extraordinario, tanto el

gobierno central como las corporaciones públicas y los municipios se endeudaron más allá de los

límites saludables según opinan varios economistas.


Para atenuar la crisis, Estados Unidos extendió el Programa de Cupones de Alimentos a

Puerto Rico, aumentando el monto de transferencias que hacía a la isla. Además se aprobó la

Sección 936. La primera ha representado hasta el presente un subsidio fundamental para el

consumo de la población pobre y desempleada; la segunda, represento un subsidio directo a la

producción manufacturera hasta que fue eliminada en 1996 con un periodo de transición hasta el

2005.

Las consecuencias de la eliminación de este incentivo fueron las siguientes: el cierre de

numerosas fábricas, la reducción en el flujo de inversiones para establecer nuevas empresas

industriales y la pérdida de empleos. Se estima que entre el 1996 y el 2005 en la isla se habían

perdido sobre 50,000 empleos directos en la manufactura y cerca de 100,000 empleos indirectos

e inducidos.

Para el año 2006, el Sr. José González, Presidente del Concilio de Exportaciones de

Puerto Rico, expresó que en Puerto Rico no hay recursos naturales que explotar más allá del sol

y las playas. Que la agricultura esta está abandonada y fuera de la producción de cemento no

existe ninguna otra explotación minera. Tampoco hay una base manufacturera que produzca

bienes para el consumo interno. Por lo tanto, por cada dólar que se gasta en consumo, 80

centavos se van del país. Nuestra economía es completamente dependiente de lo que ofrece el

gobierno de Estados Unidos. No somos un país autosuficiente.

Por otro lado, el remedio para el pobre desarrollo económico, ha sido aumentar los

programas de ayuda económica, en otras palabras, la asistencia pública. Para el año 2006, el

ingreso mensual que recibía una madre soltera con dos hijos era $1,315.00 sin trabajar fuera del

hogar. Esta es una de varias razones por las cuales la economía de Puerto Rico no ha avanzado

durante los pasados 30 años.


Un estudio realizado por el Centro Nueva Economía y el Instituto Brookings (El Nuevo

Día, 2006), durante tres años concluyó que la tasa de participación laboral de PR es una de las

más bajas del mundo (42%), que la estructura de beneficios y asistencia pública han tenido el

efecto de desalentar la cultura del trabajo y que el sector privado no ha podido crecer lo

suficiente debido al complejo procesos de reglamentos y permisos establecido en la Isla. Este

cuadro, refleja a su vez en el ingreso per cápita de Puerto Rico, que es una tercera parte del

promedio per cápita de los Estados Unidos y las dificultades presupuestarias que experimenta el

gobierno.

La Lcda. Xenia Vélez Silva, ex Secretaria de Hacienda y Directora Ejecutiva del Comité

de Reforma Contributiva dijo en una vista pública (El Nuevo Día, 2010) que Puerto Rico no

debe continuar con la cultura del mantengo porque es una perjudicial para la sociedad. Sin

embargo, en un momento donde no hay empleos disponibles y la tasa de desempleo ronda el

16.6% (hasta junio 2010), esa es una meta algo difícil de alcanzar.

En la Revista Negocios de El Nuevo Día (2008), se publica un artículo que plantea que

Puerto Rico tiene que decidirse y tomar una ruta más certera para salir del estancamiento

económico en el cual se encuentra. Explica que los países no pueden plantearse el crecimiento

económico exclusivamente en la inversión extranjera y las dadivas gubernamentales como lo son

el PAN, TANF, WIC y otras. Estos programas van y vienen a discreción de los congresistas del

estado paternalista (Estados Unidos).

Este articulo también plantea que la inversión extranjera, aun cuando es deseada e

incentivada, no tiene raíces en Puerto Rico y las decisiones de continuar operando localmente

son tomadas por juntas de directores con poca o ninguna representación de la fuerza laboral.

Resalta que a través del tiempo, las pequeñas y medianas empresas en la isla han representado la
mayor parte de la inversión del capital de parte del empresario puertorriqueño. Sin embargo,

encuentra interesante cómo se obstaculiza esta gestión al hacer disponibles a empresas

extranjeras los mejores incentivos en detrimento de este sector empresarial.

La historia nos muestra cómo desde los inicios de la historia de Puerto Rico, primero

como colonia de España y luego como territorio de Estados Unidos, no tuvo la oportunidad de

desarrollar una economía de autosuficiencia. Las decisiones que se tomaron, no buscaron

soluciones a largo plazo, y aunque en los inicios lograron propiciar el desarrollo de la isla, a

largo plazo la dejó con las manos atadas. El endeudamiento público, el gigantismo

gubernamental, la dependencia excesiva en el capital extranjero y en las ayudas económicas del

gobierno federal, nos mantienen estancados. Esta situación a nivel económico, tiene

repercusiones directas a nivel social, donde gradualmente observamos aumento en los crímenes,

la violencia, la corrupción, entre otros. Es importante que los puertorriqueños vuelvan a creer en

el refrán que dice que “El trabajo es honra”, y decidan buscar la manera de salir de la

dependencia. Además, el gobierno debe creerlo también, y buscar la manera de crear empleos o

fomentar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas, que según los expertos, son una de las

piezas claves para lograr la recuperación económica en la isla.


Referencias

Díaz, M. (2006). Recriminación a la Reforma Basada en el Consumo. El Nuevo Día. 22 de

febrero de 2006.

González, J. (2006). Asistencia Pública Socava la Economía. El Nuevo Día 21 de junio de 2006.

Inter News Service (2010). Aboga por Salir de la Cultura del Mantengo. El Nuevo Día 6 de

diciembre de 2010.

Irizarry Mora, E. (2010). Evolución Histórica de la Economía de Puerto Rico. Enciclopedia de

Puerto Rico. Tomado de: http://www.enciclopediapr.org.

Revista Negocios del Nuevo Día (2008). El Camino de la Economía Local. 13 de noviembre de

2008.

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