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Las Representaciones Sociales

en Psicología social
__________________________________________________
Antecedentes, características y relevancia

Profesor: Omar Cañete Islas. 2011


¿Cuál es el objeto de estudio
de la Psicología social?

Actitudes Representaciones Sociales

Individuo Ínter subjetividad


Actitudes
Representaciones
Sociales Prejuicios

Opiniones

Creencias Formas de
Mass media
Conocimiento social

Ideología Mitos y arquetipos

Imagen social
Percepción social
Representaciones Sociales
______________________________________________________

• Antecedentes
• Definiciones y Características Generales

• Del modelo a la Teoría


• Funciones de una R. S.
• Contenidos de una R. S.
• Dinámica y proceso de una R. S.

• Ámbitos de Estudio
• Metodología de Estudio
Antecedentes
1.- Representaciones Colectivas de Emile Durkeheim

Emile Durkheim (1898) postula y refiere al concepto de "representaciones


colectivas", describiéndolas como conceptos, categorías abstractas que son
producidas colectivamente y que forman el bagaje cultural de una sociedad.
A partir de ellas se construyen las representaciones individuales y que no son
otra cosa que la forma o expresión individualizada y adaptada de estas
representaciones colectivas a las características de cada individuo.

… “Los hechos sociales no difieren sólo en calidad de los hechos


psíquicos; tienen otro sustrato, no evolucionan en el mismo medio ni
dependen de las mismas condiciones. Esto no significa que no sean
también psíquicos de alguna manera, ya que todos consisten en
formas de pensar o actuar. Pero los estados de la conciencia colectiva
son de naturaleza distinta que los estados de conciencia individual;
son representaciones de otro tipo: tiene sus leyes
propias…” (Durkheim, 1895/1976, citado por Perera, M., 2005, p.
28)
La primera diferencia es que, según Durkheim, las representaciones colectivas, son
concebidas como formas de conciencia que la sociedad impone a los individuos. Las
representaciones sociales, por el contrario, son generadas por los sujetos sociales. Esta
diferencia es fundamental, puesto que como ha subrayado acertadamente Ibáñez
(1988), nada más erróneo que confundir lo colectivo con lo social. Lo colectivo hace
referencia a lo que es compartido por una serie de individuos, sea social o no. Lo
social hace referencia al carácter significativo y funcional de que disponen ciertos
elementos.

La segunda diferencia es que el concepto de representación Durkheim implica una


reproducción de la idea social. Mientras que en la teoría de las representaciones
sociales, es concebida como una producción y una elaboración de carácter social sin
que sea impuesta externamente a las conciencias individuales como proponía
Durkheim.

Son estas razones las que diferencian ambas nociones, aunque la similitud
terminológica haya ocasionado que se piense que una es correlato histórico de la otra.

Otra diferencia apunta a que, como señala Moscovici: "el término colectivo ha tomado
recientemente un significado bastante especifico: el de una fuerza gregaria que se
impone al individuo" (Banchs, María, "Representaciones Sociales) lo que significa que
dicho término tiene un poder coercitivo sobre los miembros de una sociedad, al punto
de tener un carácter supraindividual, y las designa sociales, puesto que considera que
no se debe subestimar la autonomía del presente y la contribución que hace cada
miembro de una sociedad, señala además, que la persona construye en su interacción
social la realidad en la cual vive.
2.- La psicología ingenua de Fritz Heider

La psicología ingenua por la que aboga Heider (1910) tiene su importancia por ser
dentro de la psicología social una de las primeras defensas rigurosas de estudio de
un pensamiento individual que no se contempla como pensamiento ignorante.

Heider es el primer psicólogo social que encuentra en el pensamiento y en el


conocimiento cotidiano no un pensamiento de segunda clase, sino un pensamiento
y un conocimiento importante y fundamental en la determinación del
comportamiento. En este sentido Heider, retorna al sujeto un status de conocedor
que la psicología elitista le había privado hasta casi mediados de nuestro siglo.

Así, corresponde a Heider (1958) haber proporcionado, aunque quizás


preconcebido, los argumentos más sólidos en contra del prejuicio sobre el carácter
inferior del pensamiento lego e ignorante. Su concepción de la "psicología ingenua",
como elemento explicativo básico de la conducta social y de las relaciones
interpersonales, situaba a la psicología social en el estudio del sentido común de las
personas, sin atribuciones discriminativas previas sobre los errores, sesgos o incluso
sobre la inferioridad endógena del sentido común. Aún así, Heider destaca el
carácter individual de las atribuciones en contraste al carácter procesual y colectivo
de Moscovici.
“... De acuerdo con la psicología ingenua, la gente tiene un
conocimiento de su entorno y de los sucesos que ocurren en él,
logran este conocimiento a través de la percepción y otros procesos,
se ven afectados por su ambiente personal e impersonal...
permanecen en relación de unidad con otras entidades y son
responsables de acuerdo con ciertas normas. Todas estas
características determinan el papel que la otra persona juega en
nuestro espacio vital y como reaccionamos ante ellas...” (Heider,
1958, citado por Perera, M., 2005, p. 34)
2.- La construcción social de la realidad de Berger y Luckman

En 1966, Berger y Luckman, dos sociólogos del conocimiento, publican


una obra que desde su inicio propone una tesis breve pero de gran
alcance: "la realidad se construye socialmente y la sociología del
conocimiento debe analizar los procesos para los cuales esto se produce"
(Berger & Luckman, 1966).

Para estos investigadores la relatividad contextual del conocimiento es una


característica fundamental de la generación social de la realidad y por ello
los procesos fundamentales que analizan en su construcción hacen
referencia a las formas en que el conocimiento se objetiva, institucionaliza
y legitima socialmente de manera que permite la dialéctica
individuo/sociedad.
Lo que el trabajo de Berger y Luckman aporta a la generación de una
teoría de las representaciones sociales son tres elementos
fundamentales:

• El carácter generativo y constructivo que tiene el conocimiento en la


vida cotidiana. Es decir, que nuestro conocimiento, más que ser
productor de algo preexistente, es producido de forma inmanente en
la relación con los objetos sociales que conocemos.
• Que la naturaleza de esa generación y construcción es social, esto es,
que pasa por la comunicación y la interacción entre
individuos, grupos e instituciones
• La importancia del lenguaje y la comunicación como mecanismos en
los que se transmite y crea realidad, por una parte, y como marco en
que la realidad adquiere sentido, por otra.
4. Los Trabajos de Jean Piaget

La influencia de Piaget es muy significativa dentro de la obra de Moscovici,


desde donde toma varios conceptos y principios:

En primer término, Piaget (1926) introduce la noción de imagen mental


como centro de unarepresentación psicológica:

“Bien de una evocación de objetos en su ausencia o bien, cuando


acompaña a la percepción en su presencia, de completar los conocimientos
perceptivos, refiriéndose a otros objetos no percibidos actualmente.
Aunque la representación prolonga en un sentido la percepción, introduce
un elemento nuevo que le es irreductible: un sistema de significaciones que
incluyen una diferenciación entre el significante y el significado”, el cual
adquiere forma de imagen mental.

En segundo término, introduce nociones y conceptos para la comprensión


de los mecanismos básicos de construcción procesual de un sistema de
creencias:

Adaptación ---------- Asimilación y Acomodación


5. La noción de terceridad y mediación social del sujeto en el
mundo de Charles Sander Pearce.

Peirce distingue tres categorías, que son tres modos de aprehensión de los
fenómenos. Peirce designa estas categorías con los números 1, 2 y 3, o
primeridad, segundidad y terceridad: "Primero es la concepción del ser y
del existir independientemente de otra cosa. Segundo es la concepción del
ser relativo a algo diferente. Tercero es la concepción de la mediación por
la cual un primero y un segundo se ponen en relación"3 (Peirce, CP 6.32,
1891).
La primera categoría o primeridad es la categoría de lo posible; es una concepción del
ser en la indistinción de la totalidad; es vivida en una especie de instante intemporal.
Corresponde al modo de aprehender las calidades y las emociones: calidades
sensoriales como un olor, un sonido, un color, una materia, un sabor; emociones
como lo bello, lo trágico, lo humorístico, lo tremendo, lo molesto, lo aburrido. Por
ejemplo, dice Peirce, sería una primeridad una calidad de color "rojo", antes de que
algo en el universo fuera rojo ; o una impresión general de dolor, antes de que se sepa
si se trata de un dolor de cabeza, o de muelas, o de un dolor moral. De hecho, en
cuanto consideramos una cosa particular efectivamente roja, la distinguimos de las
demás cosas que no tienen esta propiedad: entonces, ya estamos en la segundidad. Y,
en cuanto nos damos cuenta de que padecemos un dolor de muelas, por ejemplo,
relacionamos una causa con un efecto : entonces, ya estamos en la segundidad. Es
menester entender bien que, en la primeridad, sólo hay "uno". Así pues, se trata de
una concepción del ser global, total, sin límites ni partes, sin causa ni efectos. La
primeridad es la categoría más difícil de describir, porque se sitúa en un dominio
preverbal. En cuanto tratamos de hablar de ella, se nos escapa.

La segundidad es más fácil de entender: es la categoría de lo real particular, del


experimento, del hecho que se produce aquí y ahora, en un espacio y un tiempo
determinados. Es la categoría de la relación causa-efecto, de la acción y reacción: por
ejemplo, una piedra, que ahora soltamos, cae al suelo; o una veleta se mueve según la
dirección del viento; o uno padece ahora a causa de un dolor de muelas. La
segundidad incluye la primeridad. En "dos" está incluido "uno": en un cuadro, es
decir en un objeto real particular, se encarna, por ejemplo, una calidad de color rojo.
La segundidad se encuentra en un tiempo discontinuo (ahora ocurre un suceso,
después ocurre otro), con orientación al pasado, puesto que un efecto llama la
atención sobre su causa anterior.
La terceridad es la mediación entre otros dos. En "tres" están incluidos "dos" y
"uno".

La terceridad es la categoría de la ley, de la regla. Pero una ley no se manifiesta sino


a través de hechos que la ponen en práctica, es decir en segundidad; y esos mismos
hechos materializan calidades, es decir primeridad. Mientras la segundidad es una
categoría de lo particular, la terceridad y la primeridad son categorías de lo general.
Pero la generalidad de la primeridad es del orden de lo posible, de la indistinción, de
la vaguedad, mientras que la generalidad de la terceridad es del orden de la síntesis,
de la ley, es decir de lo necesario, y por ende la terceridad es la categoría de la
predicción. La ley de la gravedad, por ejemplo, nos permite predecir que cada vez
que soltemos una piedra, caerá al suelo. Así pues, la terceridad se sitúa en un tiempo
continuo, con orientación al futuro. De hecho, dice Peirce: "Una ley es la manera en
que un futuro sin fin debe continuar siendo" (CP 1.536, 1903). La terceridad es la
categoría de la cultura, del lenguaje, de la representación, de los signos, del proceso
semiótico, de los hábitos, de las convenciones, en suma, del orden simbólico.

Según Peirce, esas tres categorías son necesarias y suficientes para dar cuenta de la
experiencia humana.
Siguiendo a Pearce, para Moscovici la relación del hombre en el mundo
es siempre una relación mediada, en este caso, por su interacción social.

Y esto presupone una mediación constante, una “terceridad”, para


utilizar él término del filósofo norteamericano Peirce.

De similar modo, para Moscovici:

“… existe una visión psicosocial que se traduce por una lectura ternaria
de los hechos y de las relaciones. Su particularidad consiste en sustituir
la relación de dos términos, entre sujeto y objeto, heredada de la
filosofía clásica, por una relación en clave de tres términos:

Sujeto individual – Sujeto social - Objeto.

Para expresarme de otra manera: Ego-Alter-Objeto, obviamente


diferenciado”.
Moscovici, en “El campo de la psicología social”
Definiciones generales y características
Definición

Una "representación social se define como la elaboración de un objeto


social por una comunidad" (Moscovici, 1963). Esta breve definición
comprende tres conceptos importantes que necesitamos definir:
elaboración, objeto social y comunidad, e implica una importante cuestión
relacionada con ella: ¿por qué y cuándo se elabora una representación
social?.

Las representaciones sociales, en tanto que proceso social, sólo pueden


aparecer en grupos y sociedades en las que el discurso social incluye
comunicación. Una comunicación que implica tanto puntos de vista
compartidos como divergentes sobre diversas cuestiones. Este proceso no
es concebible en grupos étnicos tradicionales monodoxos en los que
muchas veces coinciden los principios objetivos y subjetivos
de organización de la experiencia.
Jodelet, coincide con esta idea cuando define las representaciones
sociales como:

"Una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido,


orientado hacia la práctica y que concurre a la construcción de una
realidad común a un conjunto social" (1989). Lo social se puede
interpretar de varias maneras, por medio del contexto concreto en que
se sitúan las personas, por la comunicación que se establece entre ellas,
y por los marcos de aprehensión de valores, culturas, códigos e
ideologías relacionadas con el contexto social en que se encuentran
inmersas.

"EI concepto de representación social designa una forma de


conocimiento especifica, el saber del sentido común, cuyos
contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y
funcionales socialmente marcados. En sentido más amplio designa
una forma de pensamiento social.
Al respecto, Alvarez (1995), señala que:

“las representaciones sociales articulan campos de significaciones


múltiples, y que son heterogéneas. Llevan las trazas de los diferentes
lugares de determinación, pueden articular elementos que provienen de
diferentes fuentes que van desde la experiencia vivida hasta la ideología
reinante. Son una forma de conocimiento que tienen un carácter
colectivo e individual, esto coloca a las representaciones en dos
universos teóricos relacionados con las determinaciones sociales y con
la conceptualización”.
Las novedades industrializadas modernas abren el espacio de las
creencias que pueden ser negociadas potencialmente. Estas sociedades
heterodoxas incluyen y aceptan la posibilidad de experiencias antagónicas
como base de la conversación y de la formación de la opinión pública. Es
esta experiencia y conocimiento contradictorio lo que permite el tipo de
discurso colectivo que crea, en las sociedades modernas, lo que llamamos
conocimiento ordinario y sentido común. Así, en este proceso donde
concluyen la conversación cotidiana, las necesidades practicas, y los
medios de comunicación de masas, los objetos sociales son creados y
elaborados por los actores sociales, que pueden tomar parte en el proceso
de comunicación mediante cualquiera de los medios que posean
(Moscovici, 1981).

La mayor parte de las veces es una modificación en las condiciones de


vida en el interior de una sociedad lo que ocasiona reelaboraciones y
cambios en las concepciones de los objetos sociales.

Un fenómeno desconocido hasta el momento, y por lo tanto no familiar,


si es suficientemente relevante inicia un proceso de comunicación
colectiva supuestamente, para hacerlo inteligible y manejable.
En muchos casos, por lo menos al principio, será un tema de
conflicto entre uno o varios grupos sociales.
No son los atributos o fenómenos inherentes a un objeto los que lo convierten
en social, sino la relación que la gente mantiene con ese objeto.

El discurso y la comunicación que crean las representaciones sociales tiene


lugar en los grupos reflexivos. Un grupo reflexivo es concebido como un grupo
que es definido por sus miembros, en el que los miembros conocen su
afiliación y tienen criterios disponibles para decidir que otras personas también
pertenecen al grupo. Formar parte del grupo quiere decir que se dispone de una
representación consciente de las personas que pertenecen al grupo. Si un grupo
es delimitado por un observador externo mediante un criterio arbitrario que no
aparece en la conciencia de sus miembros, entonces hablamos de un grupo
nominal.

Los miembros de un grupo reflexivo elaboran colectivamente, en su práctica


diaria grupalmente relevante, las reglas, justificaciones y razones de las creencias
y conductas que son pertinentes para el grupo (Bourdieu,1980; Boltansky y
Thévenot, 1991, citado por Wagner,1997).

Tendrán que reelaborar sus reglas y elaborar nuevos conocimientos cuando se


encuentren en conflicto con otros grupos o cuando se enfrenten con un nuevo
fenómeno relevante que entre en conflicto con el conocimiento establecido. Un
resultado de estos procesos comunicativo y discursivo son las representaciones
sociales, que caracterizan el estilo de pensamiento de los miembros del grupo.
La conversación entre amigos y conocidos, al igual que la influencia de
los medios de comunicación de masas, proporcionan a las personas elementos
de conocimiento nuevos, imágenes y metáforas que son "buenas para pensar",
pero que no son necesariamente verdaderas en el sentido estricto del término.

De esta manera, el pensamiento individual se convierte en una práctica social


que permite hablar de un pensamiento de grupo o pensamiento social. Y es por
esto que la teoría de las representaciones sociales "enfatiza (...) una forma de
comunicación y pensamiento cotidiano en el mundo actual...".

El pensamiento colectivo y la reflexividad de los grupos se complementan


mutuamente y son los pre-requisitos fundamentales para lo que
denominamos identidad social. Por una parte, la identidad social implica el
conocimiento de los grupos a los que se pertenece, y por otra, que es el grupo
quien da origen a un background común de conocimiento, sentido común
y modelos de justificación. Este background de conocimiento es específico al
grupo y conduce a los miembros a situarse ellos mismos en un espacio
discursivo común. La identidad social también permite a las personas dar
verosimilitud a sus creencias cuando disponen de alguna evidencia.

Finalmente, las representaciones sociales necesitan corresponderse con alguna


realidad externa, en el sentido científico de entidad objetiva. Su verdad y
racionalidad resulta de la relación entre el conocimiento representado y la
evidencia disponible, y no de la relación entre el conocimiento y el mundo.
Todo lo anterior permite argumentar que las representaciones sociales,
son un mecanismo generador de consensos al menos funcionalmente,
dentro del actuar de un grupo, por ende, son un elemento articulador del
sentido común.

El consenso funcional es necesario para mantener el grupo como una


unidad social reflexiva y para mantener la vida del grupo en
una dirección organizada, estandarizando la identidad social y las
interacciones de una mayoría cualificada de los miembros del grupo.

“Sin esta dinámica y características, sería virtualmente


imposible nuestra vida cotidiana” (Moscovici).
Las Representación Sociales. Del Modelo a la Teoría
Según Denisse Jodelet, el paso dado, en los últimos años es el que va
de un concepto a una teoría de las representaciones sociales; y a
medida que esta se precisa, se desarrollan los conocimientos y se
cristaliza un campo de investigación, en cuyo interior se delimitan
áreas específicas y se esbozan ópticas diferentes.
1. Como cognición Social

Un primer enfoque se limita a la actividad puramente cognitiva a través


de la cual el sujeto construye su representación. La representación
presenta dos dimensiones:

• Dimensión de contexto: el sujeto se halla en situación


de interacción social o ante un estímulo social y la
representación aparece entonces como un caso de la cognición
social; tal como es abordada por la psicología social.

• Dimensión de pertenencia: siendo el sujeto un sujeto


social, hace intervenir en su elaboración
ideas, valores y modelos provenientes de su grupo de
pertenencia o ideologías transmitidas dentro de la sociedad.
2. Actividad social del tipo simbólico representativa

Un segundo enfoque pone el acento sobre los aspectos


significantes de la actividad representativa. Se considera que el
sujeto es productor de sentido, que expresa en su representación el
sentido que da a su experiencia en el mundo social.
El carácter social de representación se desprende de la utilización
de sistemas de codificación e interpretación proporcionados por
la sociedad o de la proyección de valores y aspiraciones sociales. En
tal sentido, la representación también es considerada la expresión
de una sociedad determinada. Cuando es propia de sujetos que
comparten una misma condición social o una misma experiencia
social, la representación frecuentemente se relaciona con
una dinámica que hace que intervenga lo imaginario. Situada en el
cruce de las coacciones sociales que pesan sobre el individuo y de
los deseos o carencias que hacen eco de ellas, la representación
expresa y permite trascender sus contradicciones.
3. Actividad y práctica socio discursiva

Una tercera corriente trata la representación como una forma


de discurso y desprende sus características de la práctica discursiva de
sujetos situados en la sociedad. Sus propiedades sociales provienen de la
situación de comunicación, de la pertenencia social de los sujetos que
hablan y de la finalidad de su discurso.

• En esta óptica es la práctica social del sujeto la que es tomada en


consideración. Actor social inscrito en una posición o lugar social, el
sujeto produce una representación que refleja
las normas institucionales derivadas de su posición o las ideologías
relacionadas con el lugar que ocupa.

• Para este enfoque, el juego de las relaciones intergrupales determina la


dinámica de las representaciones. El desarrollo de las interacciones
entre los grupos modifica las representaciones que los miembros
tienen de si mismos, de su grupo, de los otros grupos y de sus
miembros. Moviliza una actividad representativa destinada a regular,
anticipar y justificar las relaciones sociales establecidas.
4. Actividad reproductiva de esquemas sociales de pensamiento

Una última perspectiva, más sociologizante y que hace del


sujeto el portador de determinaciones sociales, basa la actividad
representativa en la reproducción de los esquemas
de pensamiento socialmente establecidos, de visiones
estructuradas por ideologías dominantes o en el redoblamiento
analógico de relaciones sociales.
Funcionamiento de las Representaciones Sociales
Características generales del Funcionamiento

• Las representaciones sociales se caracterizan por ser elaboradas


mediante el discurso y la comunicación que permite
una distribución colectiva de los conocimientos.
• Entenderemos como representación social a "los procesos que
permiten la elaboración y el funcionamiento de
una estructura de conocimiento con forma singular y que son
característicos de la construcción del conocimiento social".
• Los procesos de las representaciones sociales son procesos de
carácter sociocognitivo en que las regulaciones sociales son
inherentes al funcionamiento cognitivo de las personas.
Funciones de las Representaciones Sociales:

Jodelet, manifiesta que las representaciones sociales cumplen


ciertas funciones sociales, por ejemplo:

• El mantenimiento de la identidad social


• El equilibrio sociocognitivo
• Orientación de conductas y comunicaciones
• Justificación anticipada o retrospectiva de las interacciones sociales.

Por otro lado los autores como Moscovici, Abric y Doise (citados por
Silva, 1991), atribuyen a las representaciones sociales un papel
fundamental en la dinámica de las relaciones. Y en la práctica responde
a cuatro funciones esenciales:
1) De conocimiento o saber:

Las representaciones permiten comprender y explicar la realidad.


Adquirir conocimientos e integrarlos en un marco comprensible para
los individuos, que responda a los valores a los cuales ellos adhieren y
faciliten la comunicación.(Moscovici).

Las representaciones definen un marco de referencia común, que


posibilita el intercambio social, la transmisión y la difusión de un
conocimiento "espontáneo" e "inocente", que en las ciencias sociales
es denominado como el "conocimiento del sentido común".
2) Funciones identitarias:

Según Mugni y Carugati, ( citado por Silva, 1991):

"Las representaciones también tienen la función de situar a los


individuos en el campo social, permitiendo la elaboración de una
identidad social y personal gratificante, es decir, compatible con
el sistema de normas y valores social e históricamente determinados"

La referencia a las representaciones que define la identidad de un


grupo, juega un rol importante en el "control social" que ejerce el
grupo, sobre cada uno de sus miembros.
3) Función de guía para el comportamiento:

Al ser la representación un sistema de pre-codificación de la realidad, se


constituye en una guía para la acción, a partir de tres factores
esenciales:

• Determinar la finalidad de la situación; es decir, define a priori el


tipo de relaciones y de práctica cognitiva que el individuo debe
adoptar en una situación o tarea a efectuar.
• Produce un sistema de anticipaciones y expectativa; ejerciendo
una acción sobre la realidad, puesto que ella no depende del
desarrollo de una interacción, la precede y la determine. El éxito o el
fracaso de las interacciones depender de la naturaleza de las
representaciones previamente elaboradas por cada una de las partes
en torno a la situación.
• Prescribe comportamientos y prácticas sociales; en tanto refleja la
naturaleza de las reglas y los lazos sociales. De acuerdo a la
representación está definido lo que es licito, tolerable o inaceptable
en un contexto social dado.
4) Funciones Justificativas:

Las representaciones, permiten justificar las tomas de posición y los


comportamientos a posteriori en la interacción. En el caso de grupos
que interactúan a nivel competitividad, unos elaboraran
representaciones del otro grupo, atribuyéndoles características que les
permitan justificar por ejemplo, un comportamiento hostil o no, hacia
ellos.
Proceso de una Representación Social
Representación Social

Contenido

Información Actitud
Campo de
Representación

• Uso instrumental • Selección de información,


• Inter-relación • Formación de esquema
• Inserción figurativo,
• Marco de referencia • Naturalización

Anclaje Objetivación

Proceso
Procesos en las Representaciones Sociales

Según Denisse Jodelet (1993), la objetivización y el anclaje corresponden a dos


procesos que se refieren a la elaboración y al funcionamiento de una representación
social, lo que muestra la interdependencia entre la actividad psicológica y sus
condiciones sociales.

1.- La Objetivización : lo social en la representación.

En este proceso, la intervención de lo social se traduce en el agenciamiento y la


forma de los conocimientos relativos al objeto de una representación, articulándose
con una característica del pensamiento social, la propiedad de hacer concreto lo
abstracto, de materializar la palabra. De esta forma, la objetivización puede definirse
como una operación formadora de imagen y estructurante.
La representación permite intercambiar percepción y concepto. Al poner
en imágenes las nociones abstractas, da una textura material a las ideas, hace
corresponder cosas con palabras, da cuerpo a esquemas conceptuales.

Procedimiento tanto más necesario en cuanto que, en el flujo de comunicaciones en


que nos hallamos sumergidos, el conjunto demasiado abundante de nociones e ideas
se polariza en estructuras materiales. Es decir, mediante este proceso se materializan
un conjunto de significados, se establece la relación entre conceptos e imágenes,
entre palabras y cosas. "Objetivizar es reabsorber un exceso de significados
materializándolos" (Moscovici, 1976). Así, la objetivización reconstruye el objeto
entre lo que nos es familiar para poder controlarlo.
La objetivización puede dividirse en tres fases:

a) Selección y descontextualización
La selección y descontextualización es la primera fase del proceso imaginante.
Unas informaciones concretas son seleccionadas y fuera del contexto en que
aparecían pueden ser reorganizadas, pero para ello es necesario extraer el objeto
del espacio en que se presenta.
b) Formación del núcleo o esquema figurativo
La formación de un esquema figurativo corresponda a la fase en que la
información seleccionada es estructurada y organizada en un esquema que esta
formado por las imágenes que reproducen visiblemente la estructura conceptual.
c) Naturalización
El modelo figurativo permitirá concretar, al coordinarlos, cada uno de los
elementos que se transforman en seres de naturaleza: "el inconsciente es
inquieto", "los complejos son agresivos", "las partes conscientes e inconscientes
del individuo se hallan en conflicto". Las figuras, elementos del pensamiento, se
convierten en elementos de la realidad, referentes para el concepto. El modelo
figurativo utilizado como si realmente demarcara fenómenos, adquiere un status
de evidencia: una vez considerado como adquirido, integra los elementos de la
ciencia en una realidad de sentido común.
Con la naturalización, cosificación u ontización los conceptos se transforman en
cosas que permiten ordenar los acontecimientos, de manera que lo que es
abstracto se muestra concreto. Mediante la naturalización podemos ver "la
1ógica" o "los complejos" como si tuvieran una realidad tangible.
2.-El anclaje : La representación en lo social

Este segundo proceso, esta referido al enraizamiento social de la


representación y de su objeto. La intervención de lo social se traduce en
el significado y la utilidad que le son conferidos al objeto.

El anclaje implica otro aspecto que se refiere a la integración cognitiva


del objeto representado dentro del sistema de pensamiento preexistente
y a las transformaciones derivadas de este sistema "ya no se trata como
en el caso de la objetivización, de la constitución formal de un
conocimiento, sino de su inserción orgánica dentro de un pensamiento
constituido"

El proceso del anclaje, en una relación dialéctica con la objetivización ,


articula las tres funciones básicas de la representación: función cognitiva
de integración de la novedad, función de interpretación de la realidad y
función de orientación de las conductas y las relaciones sociales.

Consiste, por tanto, en transformar lo que es extraño en familiar, o sea


hacer inteligible lo que no es familiar. Además, lo que lo diferencia de la
objetivización es "que permite incorporar lo extraño en lo que
crea problemas, en una red de categorías y significaciones”.
Existen dos modalidades de intervención que permiten describir el
funcionamiento del anclaje:

• La inserción del objeto de representación en un marco de referencia


conocido y preexistente: Cuando un grupo social se enfrenta a un
fenómeno extraño, o a una idea nueva que en cierto modo amenaza
su identidad social, el enfrentamiento al objeto no se realiza en el
vacío. Los sistemas de pensamiento del grupo, sus representaciones
sociales, constituyen puntos de referencia con los que se puede
amortiguar el impacto de la extrañeza.

• La instrumentalización social de objeto representado: Una segunda


forma de anclaje posibilita la inserción de las representaciones en la
dinámica social, haciéndolas instrumentos útiles de comunicación y
comprensión. Por una parte las representaciones se convierten en
sistema de lectura de la realidad social, expresando y contribuyendo a
desarrollar los valores sociales existentes. Por otra parte, en tanto que
sistema de interpretación, el anclaje posibilita que las personas
puedan comunicarse en los grupos a que pertenecen bajo criterios
comunes, con un mismo lenguaje para comprender los
acontecimientos, las personas u otros grupos.
Globalmente, el proceso de anclaje guarda una estrecha relación con las
funciones de clasificar y nombrar, es decir, de ordenar el entorno, al
mismo tiempo, en unidades significativas y en un sistema de
comprensión. Las características que definen este proceso son muy
similares a las que se atribuyen a la categorización.

El proceso de anclaje, permiten comprender:

• Como se confiere el significado al objeto representado.


• Como se utiliza la representación en tanto sistema de interpretación
del mundo social, marco e instrumento de conducta.
• Como opera su integración dentro de un sistema de recepción y la
conversión de los elementos de este último relacionado con la
representación.
El anclaje y la objetivización, procesos básicos en la generación y el
funcionamiento de las representaciones sociales, mantienen una
relación dialéctica. Se combinan para hacer inteligible la realidad y
para que, de esa inteligibilidad, resulte un conocimiento práctico y
funcional; un conocimiento social que nos permita desenvolvernos
en el entramado de relaciones y situaciones que implica la vida
cotidiana.
Contenidos de una Representación Social
1. La actitud

Recordemos, que según la teoría de las actitudes, esta está compuesta por
un elemento cognoscitivo, emocional y de predisposición a la conducta.
Así, la actitud será la orientación global positiva o negativa, favorable o
desfavorable de una representación social. Su identificación en el discurso
no ofrece dificultades ya que las categorías lingüísticas contienen un valor,
un significado que por consenso social se reconoce como positivo o
negativo, por tanto, es la más evidente de las tres dimensiones.

Las actitudes son el elemento más primitivo y resistente de las


representaciones y se halla siempre presente aunque los otros elementos
no estén. Es decir, una persona o un grupo puede tener una orientación
sin necesidad de tener mayor información sobre un hecho en particular.

El origen del término actitud es eminentemente psicológico y aunque se


usa en el campo social, no ofrece la estructura dinámica que tiene el de
representación.

Se puede decir entonces que las R S contienen a las actitudes y no a la


inversa, ya que aquellas van más allá del abordaje tradicional de las
actitudes y acercan mucho más el concepto al campo social.
2. La información

Concierne a la organización de los conocimientos que tiene una persona o


grupo sobre un objeto o situación social determinada. Se puede distinguir
la cantidad de información que se posee y su calidad, en especial, su
carácter más o menos estereotipado o prejuiciado, el cual revela la
presencia de la actitud en la información. Esta dimensión conduce,
necesariamente, a la riqueza de datos o explicaciones que sobre la realidad
se forman las personas en sus relaciones cotidianas. Sin embargo, hay que
considerar que las pertenencias grupales y las ubicaciones sociales
mediatizan la cantidad y la precisión de la información disponible.

El origen de la información es, asimismo, un elemento a considerar pues la


información que surge de un contacto directo con el objeto, y de las
prácticas que una persona desarrolla en relación con él, tiene unas
propiedades bastante diferentes de las que presenta la información
recogida por medio de la comunicación social.
3. El campo de representación

Refiere a la ordenación y a la jerarquización de los elementos que configuran


el contenido de la R S. Se trata concretamente del tipo de organización
interna que adoptan esos elementos cuando quedan integrados en la
representación.

En suma, constituye el conjunto de actitudes, opiniones, imágenes,


creencias, vivencias y valores presentes en una misma representación social.

El campo de representación se organiza en torno al esquema figurativo o


núcleo figurativo que es construido en el proceso de objetivación. Este
esquema o núcleo no sólo constituye la parte más sólida y más estable de la
representación, sino que ejerce una función organizadora para el conjunto de
la representación pues es él quien confiere su peso y su significado a todos
los demás elementos que están presentes en el campo de la representación.

La teoría del esquema figurativo tiene importantes implicaciones para el


cambio social.

En efecto, las actuaciones tendientes a modificar una representación social


no tendrán éxito si no se dirigen prioritariamente a la modificación del
esquema puesto que de él depende el significado global de la representación.
En síntesis, conocer o establecer una representación social implica determinar
qué se sabe (información), qué se cree, cómo se interpreta (campo de la
representación) y qué se hace o cómo se actúa (actitud). Estas tres
dimensiones, halladas por Moscovici, forman un conjunto que tan sólo puede
escindirse para satisfacer las exigencias propias del análisis conceptual.

No cabe duda que el campo de representación constituye la dimensión más


interesante y más original y quizás la más difícil de captar. Es importante, por
lo tanto, tener claridad —dado que las tres dimensiones refieren al análisis de
contenido de los discursos— que el campo de una representación es una
dimensión que debe analizarse en función de la totalidad del discurso y no
sólo en un párrafo o en una frase (Banchs,1986).

Por ejemplo, puede ser que la R S de un objeto carezca de campo, debido a


que el discurso de la persona se expresa a través de elementos dispersos que
carecen de organización y en los cuales se observa que la representación no
está aún estructurada
Ámbitos y áreas de Estudio de las Representaciones Sociales
a) La Ciencia Popularizada

Originalmente la idea de las representaciones sociales fue desarrollada por


Sergei Moscovici (1976) cuando investigó las popularización y el papel del
conocimiento psicoanalítico en Francia durante los años cincuenta. Por esta
razón, el autor introdujo el término representación social como un concepto
con el que pretendía captar los nuevos aspectos conocimiento cotidiano toma
en las sociedades modernas, en las que la Ciencia juega un papel central como
productora de conocimiento. Mientras que en otros tiempos la Iglesia y
posiblemente algunos filósofos o políticos fueron considerados
como fuentes legitimas de conocimiento, en la sociedad occidental moderna
ha sido la Ciencia quien ha tomado ese papel. Este fenómeno es una
consecuencia de la secularización creciente de amplios sectores sociales de la
sociedad. Con la escolarización temprana, todos los integrantes de las
sociedades modernas entran en contacto con los descubrimientos y
las teorías de la Ciencia. En este sentido, la Ciencia juega un importante papel
como fuente de conocimiento cotidiano y, al mismo tiempo, es
una autoridad para legitimar y justificar las decisiones cotidianas y las
posiciones ideológicas.
b) La Imaginación Cultural

La imaginación cultural proporciona realidad a los objetos que habitan el


mundo social.

La investigación sobre representaciones sociales en este campo se refiere


a objetos con una larga historia, como los roles sexuales, la mujer, las
relaciones maternofiliales, el cuerpo humano, o las anomalías de la
existencia humana, como la enfermedad, la locura y la discapacidad. Las
representaciones de estos objetos hacen inteligible el mundo a los
miembros de grupos sociales y culturales. Estas representaciones
permiten unas interacciones sociales que no sólo recrean los objetos
mismos, sino que definen también a los actores como partes
complementarias de los objetos, y proporcionan a los sujetos sociales la
impresión de pertenecer a culturas y comunidades especificas (Gergen,
1982).
c) Condiciones Sociales y Acontecimientos.

Son las representaciones sobre condiciones sociales y


acontecimientos que con frecuencia pueden denominarse polémicas.
Los temas característicos de este campo giran alrededor del conflicto
social, tales como la desigualdad social, la xenofobia,
los conflictos nacionales, los movimientos de protesta, el desempleo,
las sublevaciones, la pobreza, la agresión de adolescentes, el aborto,
el debate ecológico y el movimiento feminista.
Modos y Metodología de Investigación
• Metodologías cualitativas, cuantitativas y mixtas

• Se privilegian técnicas mixtas de fuerte triangulación de datos


para las diversas dimensiones de una Representación social.

- Aplicación de encuestas.
- Análisis de Contenido.
- Análisis asociativo.
- Estudio de documentos varios (films, publicidad, prensa).
- Estudios de textos (prensa escrita, cartas, mass media,
manifiestos, canciones populares, etc.).
- Historias locales.
- Técnicas etnográficas.
- Entrevistas en profundidad.
- Historias de Vida
- Grupos de discusión y análisis de conversaciones grupales.
Bibliografía Básica

1. Alfonso Pérez, Ibette. “La Teoria De Las Representaciones Sociales”.


2. Alfaro, Sandra. “Representaciones sociales. Ejes teóricos de su discusión”
3. Doise, “El Estudio de las Representaciones Sociales”.
4. Gendrau, Monica. “Las Representaciones sociales. Construcción teórica e
implicancias metodológicas”.
5. Jodelet, Denise. “La representación social. Fenómeno, concepto y teoría”.
6. Jodelet, Denise. “Representación social de la Enfermedad Mental en Francia.
7. Hewstone, M et al. “Introducción a la Psicología Social”. Ed. Ariel.
8. Moscovici, Sergei. “Psicología social Vol. 1”. Ed. Paidos
9. Moscovici, Sergei “Psicología social Vol. 2”. Ed. Paidos
10. Moscovici, Sergei. “El psicoanálisis, su iamgen y su público”
11. Moscovici, Sergei. “El campo de la psicología social”
12. Pearce, Charles S. “La Realidad de la Terceridad”, en Lecciones de Harvard.
13. Popovich, M. “Entrevista a Denise Jodelet”.
14. Rodriguez Salazar, Tania & García, Mª de Lourdes. “Representaciones Sociales.
Teoría e Investigación”.

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