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Nací el 20 de Mayo de 1933. Estoy casada con dos hijos y soy egresada
de la Esuela Normal Nacional en el año 1951. Actualmente jubilada
docente en el año 1994.
Me incliné por la carrera docente, porque estoy segura de que con una
buena educación podemos construir un futuro mejor y una sociedad más
equitativa. En el transcurso de mi secundaria realicé actividades como
por ejemplo: ayudar a niños en clases de apoyo, participar en
investigaciones. Toda esta experiencia me ha hecho ver que somos
nosotros, quienes tenemos que construir nuestro futuro para vivir en una
mejor sociedad"
La huelga ferroviaria del 61 me llevó a inscribirme en el Ministerio de
Educarción de la Provincia, ya que no ejercía la docencia y recién en el 65
empecé a desempeñarme como docente suplente hasta el 76 que me
titularizaron. Cuando sucedió esto fui preceptora en inicial y por un
movimiento docente pasé a dar clases en primaria.
Cuando era muy joven no supe valorar lo que recibí. En cuanto a la
formación era muy básica, al conocimiento nos los enseñaban de una
forma expositiva, todos aprendíamos de la misma manera, sin aceptar la
diversidad de opiniones. Mis maestros no tenían una teoría que los
guiará, sino que la experiencia permitía orientar su enseñanza.
La de historia decía “todo es cuestión de memorizar…todo es un
cuentito”. Nuestra única herramienta de estudio era el libro.
Como era adolescente estaba de acuerdo con la formación recibida, creo
que, en ese momento, me faltó criterio de análisis que lo fui logrando de
a poco.
Con mis alumnos fui muy distinta a cómo me formaron, les enseñaba a
partir del juego y después a descubrir el conocimiento. Esto lo adquirí
con mis años de docencia y me ayudaron mucho los perfeccionamientos y
cursos. Todo esto lo hacía para recuperar los 12 años de inactividad que
tuve.
Todos los docentes me dejaron huellas buenas, tengo muy buenos
recuerdos, el buen trato con ellos, con mis compañeros, la formación
ética y moral, el respeto por el otro.
Era muy responsable debido a que, recuerdo siempre, cuando era alumna
me dejaban a cargo por varias semanas otros cursos de alumnos. Eso lo
creo muy importante.
En el hacer diario siempre me encontré con modelos a seguir y de cada
uno fui rescatando lo mejor que consideraba para irme formando en mi
rol. Todo lo de la teoría enriqueció mi práctica.
Creo que mi forma de enseñar era viable para planificar mis clases de
acuerdo a la realidad de la comunidad siendo efectiva en el aprendizaje
de mis alumnos.
Crear el interés por el saber se vuelve cada vez más complicado, pero no
imposible. Es por eso que ser docente hoy resulta interesante, ya que se
tiene la posibilidad de saborear el gusto de crear un presente más
fructífero y un futuro más rico y placentero, de construir un mundo
mejor, más justo, donde respirar y vivir sea agradable