Professional Documents
Culture Documents
WEHI
DATOS EXTRAS
El doctor Daniel Brooks en el encuentro anual de la American Association for the Advancemente of Science, señalando
que estos parásitos se han convertido en auténticas bombas de relojería inherentes a la evolución.
Iniciativa internacional
Tal como explica al respecto un comunicado de la Natural Sciences and Engineering Reserach Council of Canada,
Brooks pasó gran parte de la década de los 90 en las junglas de Costa Rica localizando y recolectando parásitos.
Desde 1996, Brooks ha coordinado el Taxonomic Working Group para el Inventario All-Taxa Biodiversity, una iniciativa
internacional científica y económica para ayudar a desarrollar a los países a preservar la biodiversidad del planeta.
En el Área de Conservación Guanacaste, situada al noroeste de Costa Rica y compuesta por los parques nacionales de
Santa Rosa, Guanacaste y Rincón de la Vieja, además de la Estación Experimental Forestal Horizontes y el Refugio de
Vida Silvestre Bahía Junquillal, el All-Taxa Biodiversity Inventory estima que hay unas 250.000 especies de plantas y de
animales, incluyendo desde virus hasta jaguares.
Brooks ha encontrado en la zona más de 5.000 tipos de parásitos de especies distintas, de los que más de un tercio
resultan completamente nuevos para la ciencia. Según este investigador, se conoce aún muy poco del papel de estos
parásitos en las diferentes enfermedades, lo que requerirá un estudio detallado de su complejidad dentro de los ciclos de
la vida.
Conocimiento sistemático
Sin esta información, no se puede saber qué parásitos son transmitidos.
Mientras que las características físicas de muchos parásitos es muy similar, Brooks y sus colegas están usando
herramientas taxonómicas moleculares muy novedosas, para clasificarlos a través de sus características genéticas. De
esta forma, esperan poder estar más preparados para cuando, casi inevitablemente, parásitos desconocidos ataquen a
los humanos como consecuencia de la decadencia ecológica que sufre la Tierra.
Brokks considera que la amenaza de estos parásitos no representa ninguna novedad en la historia de la evolución de las
especies, si bien la novedad radica en que en el contexto actual son precisamente los seres humanos los que favorecen
esta situación, "que puede estallarnos en la cara y dejarnos profundas huellas".