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CIUDADANOS DEL CIELO

BASE BIBLICA: “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos
esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo,” (Fil. 3.20; DHH; 2
Pe. 3.10-18)
Propósito: Describir los distintivos, de quienes verán el cielo nuevo y la tierra
nueva.
INTRODUCCION: Ser ciudadano, significa comprometerse a ser parte de una
comunidad, de un país, vivir bajo sus reglas y normas, significa tener un sentido
de pertenencia. Los ciudadanos de los países, poseen un pensamiento más
abierto y saben vivir, de cuerdo a las reglas establecidas por este. Pues, se rigen
por la constitución que cada país ha establecido, y nadie, debe pasar por alto, sus
artículos, creados para el bienestar del país, así como de los ciudadanos.
Somos ciudadanos mexicanos, pero tenemos otra nacionalidad, muy especial por
cierto, no la ganamos, el Señor pago por ella en la cruz del calvario. Allí, en la
patria celestial, tenemos un país nuevo, y nosotros, somos peregrinos de esta
patria mexicana, por que como dice el apstol Pablo “somos ciudadanos del cielo”,
y estamos esperando la llegada de nuestro Señor, para irnos para siempre a esa
hermosa ciudad, no hecha por manos de hombres, sino por su arquitecto :Jesús
de Nazaret.
El ciudadano del cielo porta credenciales de la patria celestial, aquí en la tierra.
Analicemos algunas de ellas en esta hora.

I. SANTIDAD… “11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, !!
cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,” (2 Pe.
3.11 DHH)
A. La santidad, es como tu documento de identidad, cuando quieras
acercarte al cielo te preguntarán sobre tu santidad: en qué trabajaste, con
quien viviste, cómo te comportaste porque allí estaba Jesús. Así que, en
esta hora, evaluemos nuestra vida, a partir del bautismo, la vida nueva
que el Señor nos dio, ¿vivimos esa separación con el sistema del mundo?
Pues, si bien es cierto, estamos en el mundo, pero no vivimos como ellos
(Jn. 17.15-16).
B. Este documento nos identifica, a todos los ciudadanos del cielo, pues,
poseemos una doble ciudadanía, por que somos del mundo y
pertenecemos a la iglesia del Señor, es allí, donde se presenta un
enfrentamiento dentro de nosotros, pues estamos obligados a elegir y
tomar una postura correcta y a rechazar actitudes o actividades, que no
nos ayudan a vivir la santidad, pues:
1. Somos santos por que participamos de la naturaleza divina (2 Pe. 1.4)
2. Somos santos por que el Señor es santo (1 Pe. 1.16)
Para ser santos, por tanto, no debemos huir del mundo, sino tratar de
que el mundo se acerque cada vez más a Dios. Este será el reto, en
nuestras células, y en la cada uno de los miembros de la iglesia del
Señor, andar en santa y piadosa manera de vivir.
II. LA PACIENCIA… 12 Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible
por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los
elementos se derretirán entre las llamas; 13 pero nosotros esperamos el cielo
nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo
y bueno.” (2 Pe. 3.12-13)
A. Para el apóstol Pedro, era de suma importancia esta actitud, en cada uno
de los ciudadanos del cielo, “esperen la llegada del día de Dios”, en
medio de una persecución atroz, la impaciencia parecía algo obsoleto,
pero había que tenerla, por que un día, este mundo que tanto amamos se
derretirá entre las llamas. Por lo tanto, tenemos que soportar, aun mas
en medio de tanta violencia, y situaciones de crisis, para un día no muy
lejano estar presente con el Señor en el nuevo cielo y la tierra nueva.
B. Pero, que la paciencia no sirva de pretexto para estar de ociosos y dejar
de cumplir la tarea que nuestro maestro encomendó. Tenemos que vivir
pacientemente, esperando el día que Cristo venga por la iglesia, pero
haciendo lo que Dios quiere de nosotros:
1. Seguir trabajando y luchando en este mundo… (1 Ti. 4.10).
2. Continuar siendo bendición para mis hermanos.
3. Que sigamos orando, pero como dijo alguien: “Orando y con el mazo
dando” es decir mantenernos involucrados participando en cada
labor de esta preciosa obra.
4. “Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan
todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni
culpa” (2 Pe. 3.14)

III. CUIDADOSO DE SU VIDA ESPIRITUAL… “17 Por eso, queridos hermanos, ya


que ustedes saben de antemano estas cosas, cuídense, para que no sean
arrastrados por los engaños de los malvados ni caigan de su firme posición.”
A. La iglesia, tiene pleno conocimiento de lo que sucederá en un futuro, por
lo que las escrituras nos explican acerca de la pronta venida de Jesús
(segunda venida), para establecer su reino por completo y que venga lo
nuevo (cielo nuevo y tierra nueva). Sin embargo, muchos hasta este
momento, su vida espiritual esta resquebrajada por los yerros, y en su
desenfrenada carrera por el mal, no son cuidadosos de la vida espiritual,
y están siendo engañados por las “nuevas” doctrinas y perdiendo la
firmeza en su edificio espiritual (Ef. 2.20).
B. Pedro recomienda, que cuidemos la vida espiritual, para no caer
engañado por “nuevos cristos, y nuevos profetas”, a quien “dios les
habla”, y que no se quieren someter a ninguna autoridad, por que solo
“obedecen a Dios antes que a los hombres”
1. Pero los que somos ciudadanos del cielo cuidamos nuestra vida hoy:
a. Por que no sabemos el día que el SEÑOR NOS LLAME … (Mt.
25.13)
b. Manteniendo la fidelidad en nuestras reuniones (culto de
celebración, asistencia a la célula, reuniones de las redes. (He.
10.25)
c. Haciendo el bien a lo que debemos hacer (Lc. 12.43)
d. Apartándonos del pecado (1 Jn. 3.6)

Conclusión: Cuantos de nosotros anhelamos y gemimos por que las cosas


cambien en nuestro mundo. Queremos ver justicia, santidad, amor, solidaridad, no
violencia, no llanto ni muerte, pues lo tendremos, cuando estemos en nuestra
patria celestial, un cielo nuevo y una tierra nueva.
Juntos para siempre por la eternidad, donde no tendremos mas llanto ni dolor ni
muerte. El Señor Jesús alumbrara esa preciosa patria, y nos dirá: Bienvenido
siervo y fiel, en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu
Señor. Pues bien, si portamos estas credenciales, antes mencionadas, como
ciudadanos del cielo, sin duda tendremos amplia entrada, y nos gozaremos para
siempre allá en el cielo nuevo y la tierras nueva.

Ministracion:
1. Busque un video adecuado, que hable acerca del cielo nuevo y la tierra nueva,
y otro del caos mundial que estamos viviendo, y pregunte: ¿En cuál de estos
dos lugares, anhelas estar?
2. Pues bien, si dices que en la tierra nueva, tendrás que adquirir tu ciudadanía,
lo mas pronto posible, y si es hoy mejor, ya esta pagada. Solo resta que seas
bautizado en el nombre de JESUCRISTO, Y después, vivías en santidad, y
con paciencia continúes el peregrinaje del viaje, siendo cuidadoso de tu vida
espiritual.
3. Pase a los que quieran bautizarse después del encuentro de santificación, y
comience a orar y abrir una cadena de oración y ayuno por ellas para que el
Señor les conceda el bautismo.

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