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Poder Judicial de la Nación

Causa N° 45.238 “Rojas Lujan,


Alexis Alejandro y otro
s/prisión preventiva”
Juzgado N° 11 – Secretaría N° 22

Reg. N° 18

///nos Aires, 14 de enero de 2011.


Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I - Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión
de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fojas 8/10 y
11/13 por la Dra. Carina H. Bozzolo Pintos, en su carácter de abogada defensora
de Mario Darío y Alexis Alejandro Rojas Lujan respectivamente, contra los
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puntos II y V del auto de fojas 1/6 en cuanto convierten en prisión preventiva el


procesamiento de los nombrados tras considerarlos “prima facie” autores
penalmente responsables del delito previsto por el artículo 5 inciso “C” de la ley
23.737 (artículo 306 y ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación).
Si bien claramente se lee en los escritos recursivos: “motiva
la presente impugnación el discrepar con la postura adoptada por S.S., en
cuanto resolvió dictar la prisión preventiva respecto de mi defendido”, al
momento de informar la letrada tangencialmente refiere haber recurrido el auto
de procesamiento (v. primera carilla del memorial), para luego concentrarse, casi
con exclusividad, a discutir la figura de comercio de estupefacientes. Dado que
la medida de la jurisdicción se corresponde con la medida del agravio, y que éste
es presentado al momento de la apelación, a dichos extremos se sujetará la
revisión (cf. 445 CPP). Por estar en juego la libertad de dos personas, el giro
abrupto que exhibe la memoria escrita presentada ante esta Cámara por la Dra.
Bozzolo Pintos no redundará en perjuicio del marco de estudio, por lo que se
mantendrá la subsistencia de los puntos inicialmente atacados.
II – Prisión preventiva de Mario Rojas Lujan:
La defensa solicita la libertad de su asistido, por entender, en
primer lugar, que ha sido debidamente identificado a lo largo de la investigación.
En segundo término, discute la calificación tenida en cuenta para el pronóstico
de pena. Agrega que se ha acreditado el domicilio en el cual reside desde hace
varios años junto a su esposa e hijos y que el hecho de que sea el sostén de su
familia reforzaría la hipótesis acerca de la inexistencia de riesgos de una eventual
fuga.
En materia de libertades hemos señalado que cuando la
Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y
ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como
inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo
contrario mediante una sentencia firme, obliga al juez a descartar toda restricción
a la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como
fundamento la existencia de peligro concreto de fuga o entorpecimiento de las
investigaciones (ver en extenso los fundamentos vertidos en causa n° 37.964,
“Renduelles, Fabiana A. s/excarcelación”, rta. el 8/7/2005, reg. n° 703 y sus
citas, y causa n° 39.921, “Neiman” del 10/4/2007, reg. n° 264, entre otras).
Por estos motivos, las prescripciones legales de los artículos
316 y 317 del código de rito no pueden representar más que un parámetro
relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no obstante su
configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar esos riesgos
aun frente a una elevada amenaza de pena. Esto es así porque sólo los elementos
de cada caso concreto pueden fundar válidamente –en tanto permitan presumir la
existencia de estos riesgos procesales- el encarcelamiento preventivo de un
imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956 “Mendoza, Antonio y otros
s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. el 14/7/2005, reg. n° 719 con citas de
la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional).
En síntesis, sólo se habilita el encierro preventivo de una
persona cuando se haya descartado la posibilidad de que otros medios menos
lesivos de derechos fundamentales también garanticen los fines que se le
reconocen a la prisión preventiva.
Una situación de estas características se desprende de la
lectura del caso.
Más allá de la vía heterodoxa para criticar la calificación y sin
perjuicio de que este extremo no es determinante para evaluar la procedencia del
encierro cautelar, lo cierto es que la figura escogida por el juez encuentra
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respaldo en el resultado elocuente de las tareas de prospección, la versión de los


testigos y el hallazgo del material.
Sin embargo, encontramos elementos suficientes como para
hacer lugar a la libertad solicitada. Mario Rojas Lujan ha sido debidamente
identificado, reside desde hace varios años en el domicilio de Roseti 673 de esta
ciudad junto a su esposa e hijos y transita una dolencia cardíaca (v. fs. 155/156).
Por otro lado, carece de antecedentes penales (v. fs. 117 de los autos principales).
De esta manera, el análisis del caso a la luz de los parámetros
aludidos permite advertir que las pautas valorativas tenidas en cuenta por el juez
de la instancia anterior para fundar aquella presunción de que el imputado
intentará eludir la acción de la justicia y/o entorpecerá la investigación –alusión
al hecho imputado y sus características-, resultan insuficientes.
En consecuencia, corresponde receptar favorablemente la
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crítica y disponer la libertad bajo las restricciones que el a quo considere


necesarias.
III - Prisión preventiva de Alexis Rojas Lujan:
La Dra. Bozzolo Pintos destacó que “…lo relevante para
decidir sobre la libertad del Señor Rojas Lujan Mario Darío, es que se
encuentra fehacientemente identificado desde el inicio de las actuaciones
aportando al personal preventor sus datos filiatorios…” (cfr. fs. 12). Cabe
aclarar que en ese párrafo, más allá del error material, la defensa se refería a
Alexis y no a su padre Mario. La crítica es sustancialmente idéntica en los dos
casos.
Tal como se explicó ut supra, la premisa vinculada a la
sospecha de comisión del delito previsto y reprimido por el artículo 5° “C” de la
ley 23.737 encuentra respaldo en las tareas de los preventores, el resultado del
allanamiento y la versión coincidente de los testigos.
Pero, a diferencia de Mario Darío, Alexis registra un frondoso
prontuario (v. fs. 122/125, 127 y 129/129vta.) que no sólo podría influir a futuro
negativamente en la pena a recaer sino que revela en la actualidad riesgos que
sólo serían neutralizables a través del mantenimiento provisorio del encierro. En
este sentido, no se advierten medidas menos lesivas que puedan reemplazarlo en
idoneidad. Por ello, en su caso, el razonamiento del juez a quo luce acertado y
será refrendado.
Por último, los suscriptos advierten que no se ha practicado
en la causa un estudio socio-ambiental respecto de los encausados –diligencia
que debió haber sido ordenada desde un primer momento-. Por ello, una vez
devueltas las actuaciones, el señor juez deberá inmediatamente ordenar con
urgencia el mencionado estudio, de conformidad con lo establecido en el artículo
99 del reglamento para la jurisdicción en lo Criminal y Correccional de la
Capital Federal (conf. causa 41.536, caratulada “Chirivín, Claudia s/prisión
preventiva”, registro n° 136, resuelta el 21/2/2008).
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I) REVOCAR el punto II del auto de fojas 1/6 en cuanto
decreta la prisión preventiva de Mario Darío Rojas Lujan y ORDENAR su
inmediata libertad, DEBIENDO el juez de grado proceder de conformidad a lo
expuesto en los considerandos y de no mediar otro impedimento (artículo 310 y
ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación).
II) CONFIRMAR el punto V de la citada resolución, en
cuanto convirtió en prisión preventiva la detención de Alexis Rojas Lujan
(artículo 306, 312 y ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber con carácter urgente al representante
del Ministerio Público Fiscal y devuélvase junto con los autos principales a
primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones pertinentes.
Sirva la presente de atenta nota de envío.

Jorge Luis Ballestero – Eduardo Freiler


Ante mí: Sebastián Casanello

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